Mi Amigo El Negro PDF

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Felipe Alliende el verano en Rucamanqui. Ahi es un 1 tiene 15.000 hectareas. Rucamangui sid dividido en cince partes. La mds importante es , porque ahi esién las casas, que son dos: para que duerman las visitas y otra para que iva el téo Jorge, que es como et gobernador de ucamangui. En la Segunda estan las oficinas, los Talleres y el garaje de los tractores. Nosotros fuimos la Lercera: Ahi estén las mesas, junto al rio. La wartay la Quinia quedan lejosy no se puede llegar Renoleia. En la Tercera, camo a ocho cuadras de mesas, vive la Blanca con sus hijos: Alfonso, la Monica y ia guagua, que apenas tiene un aie y que se Hama Ismael. Alfonso es el mayor, pero nadie to conoce por Alfonso. Todes le dicen “el Negro”. Y, como en Rucamanqui hablan un idioma que es un poco extranjerc, resulta que le dicen “el Neuro”. Y asi fue como, ahi, en la Tercera, conoct al Alfonso Olea, mi amigo, el Neuro. MI AMIGO, EL NEURO ACE COMO dos meses que no habl ro. Ahora hablo con Felipe Jara Santiago, mi mejor amigo es Claudio Alarcén. Mientras mi hermana y yo estdbamos en Ruca- manqui, Claudio Alarcén estuyo en Brasil, Ahi vio muchas cosas. Junto con su pap, vioun leén africano que se habia comido mil personas; no se comié mas, porque no le cabian. Claudio dijo también que ese le6n era un puma y que le decien leon, no mas. Otro dia, Claudio Alarcén y su papé se metieron a un volcan. No les pasé nada, porque estaba seco. Pero Claudio sacé una piedra de lava y encontré una caver- na de murciélagos. Ellos durmieron dentro del vol- can y los murciélagos volaban por encima de sus cabezas. ‘También vio una pirafia muy inteligente que dio vuel:as a un barco. Primero, la pirafia le comié el timén al barco; después, llamé a una amiga, y, entre las dos, lo dieron vuelt2s, porque era un barco de madera. Lo dejaron completamente destruido. Pero 7 pé de Claudio Alarcén caz6 la pirafta y después comié, enterita. Todo, menos los dientes. Clau- ren llegé con los dientes de la pirafa y se los cuando juega a los vampiros. Pero, nadie, ni Claudio Alarcén, es como el Neuro, mi ami- Rucamanqui. Lo echo mucho de menos. Neuro no sabe matemiticas, ni nombres de tas, No fia salido nunca dela Tercera, n0 conoce doctores, nia los submarinos nucleares, pero el cepaz de andar solo porla noche sin perder- los cerros; pasa por debajo de las matas de ‘ara sin clavarse, sabe cuando va allover y es iedrazo a una bandurria que jora estoy en el col como brusco, srote, Brigida, Briones, El Neu- be estar durmiendo en su casa, porque ya esté ro. Allé en Rucamanqui estd lloviendo que es un (0. Asilo vien la televisidn. Cuando salié Chillin, mostraron un paraguas que se prendifa y se apagada. El rio Cholguan debe ir leno de agua. El Neuro estar durmiendo calientito cerca de las cenizas del fogon, en su pieza con olor a tortillas al rescoldo y a harina tostada. Ahora yo me voy aver la tele, porcue todo lo que pasé en demiamigo el Neuro. Yo tengo una idez mejor que me prestara su grabadora. Yo voy a contar todas ‘As{ Uds. van a saber como es el Neuro y como son 8 todas las persones de la Tercera de Rucamanqui, donde yo pasé las vacaciones junto a mi hermana, ~ pero sin el Gottitied Soto. RESPUESTA suro, ¢quieres jugar a los submarinos nucleares ‘emergen de su base? 8.2 : “Neuro, :ouieres emprender un vuelo espacial Apolo XI? die? 1 Neuro, ghacemos una batalla aérea con losjapo- s igual que los Tigres Voladores? in? Rb? "Neuro. Yo soy un romeno y te digo: Salve, rus. se va 2 sacar muy buenas notas. Claro que si le eguntaran las cosas del campo, él sabe mas que dos, En las cosas del campo, yo le pondria al Neuro tros siete. Cuando sea grande, el Neuro quiere trabajar en la varta. Ahi vaa tener su casa, sus animales y su goce. rando :enga 18 arios, se va a casar con una de las. rmanas de los Sanhueza, o con otra de las niniitas de aflos que andar. por estos lados. Ligerito, le van a gar hartos hijos, igualitos a ¢l, y hartas nifias, iguali- ala Monica y le Cleme. ‘Todas las mafianzs, el Neuro se va a levantar npranito para tomarse un rico desayunode té puro ortillas al rescoldo. Luego, con su pala al hombro, ria a regar el potrero del Alto, seguido por dos rros, como su abuelo Juan, Otros dias, saldra a allo a recorrer los caminos y a mirar cSmo crecen siembras 0 por dénde andan las bestias. En tiem- s de cosecha, va a enyugar los bueyes y a cargar la Teta con sacos de papas o de trigo. Luego viajara ta el molino para que le muelan el tigo o hasta la operativa para que le compren las papas. Ese dia, la tarde, partira de vuelta a su casa de la Cuartacon 98 ung pala nueva, tres kilos de azticar y muchos paque- tes de té. : Cuando ya esté oscuro, en una vuelta del camino, vera que esta brillando el fuego en la pieza de la fogata y sabra que ahi estaran su sefiora y sus hijos, esperéndolo calientitos y muer:os de sueno al lado de las brasas. Cuando el Neurosea viejo, sera abuelo y bisabuelo, de muchos nifios de la Cuarta, pero igual todes los dias se levantara tempranitoycon su palaal hombroy sus dos perros, se ir al poirero del Alto a echar agua. ¥ mientras el agua corre despacito por las siem- bras, el Neuro mirara las nubes, sentira el canto de los péjaros y pensard en los muchos afios que ha pasado en la Cuarta, regando y regando, viendo como crecen las plantas y el tiempo se va. EN SANTIAGO OTRA VEZ A YER LLEGAMOs a Santiago. Gomo mi hermano y yo llegamos dormidos, nos perdimos Quincy y ‘Vamos a ver”. ~Dormimos en nuestras camzs y nos olvidamos de as catpas y los sacos de dormir. El campamento debe estar solo, bien solo. A lo .ejor, el Neuro lo anda recorriendo a ver si dejamos Igo olvidado, Yo creo que no va a encontrar nada, irque el papa revis6 todo. Ni se nota que estuvimos ;n mes acampando. Todo quedé limpio como si nadie jubiera estado. Claro que el Neuro, como es rastrea- lor, vaadescubrir las huellas que dejamos. Y el lunes, ‘ando vaya por primera vez ala escuela de la Terce- ra, seguro que va a seguir la huella de la renoleta. La Blanca y la Monica nos estaban esperando en la rranca, El Ismael estaba jugando con el perro chico y e| Neuro, come siempre, estaba por ahi escondido, calladito. Aparecié el Luis con dos tortillas calienutas. Las diltimas. Entonces la Blanca llamo al Neuro. Nos io: Hasta luego, gran Alfonso. Mi hermana lo abraz6. No dijo nada. Cuando la renoleta dio la vuelta, lo vi arriba del cerco. Nos estaba haciendo seflas con la mano, 100 a gic a neo

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