You are on page 1of 17
De Ia periferia al centro = Discurso de la otredad ja narrativa espafiola contemporanea La preocupacién y los estudios sobre la alteridad cultural se de forma incesante en el presente, imbricdndose con cuestiones Coleccién Estudios varias lineas de trabajo, resultado de un prolongado esfuerzo por distintas circunstancias de alteridad en el campo de Ia literati actual, Este reto convive y se construye desde la circunstancia de literatura espafiola desde América Latina, la periferia, el lugar of centrode produccién cultural referido. En esta serie de estudios se aborda la alteridad enla experienc a los deseos del hombre contempordneo; y en la critica, eor como un permanente ejercicio para acercar los textos al dictintas ooforas do la vida. El enfoque parte de con: literatura donde tanto el autor como el lector acuerdan no criterio Gnico de verdad, a no aceptar la premisa de laverd aprehender el mundo como ambigiiedad, eludiendo las a logocentrismo. De Ia periferia al centro Raquel Macciuci - Natalia Corbellini editoras Raquel Macciuci - Natalia Corbellini ‘AlNfergen Mecelsi, Raquel - Natale Cabetn i eeora convo, Oscurso def ove ont Dee peers coromporanes. Pers ed La Pata: A Marge, 2006 1230 p: 22x 17 em. SBN 987-1125-71-2 4. Andlile Litraro, |. Titulo cop 803 © Ediciones Al Margen Calle 16 n9 S87 GP, 1900-La Plata, Buenos Aires, Argentina E-mail: info@edicioneselmargen.com Pagina web: www.edicionesalmargen.com Disefo de tapa y composicién Interior: Pablo Decilio 4 Pinturas de tapa: Ursula Wentalaff, acuarela, 9 x 16 cm, "Aschgrau das sterbende Amseljunge” ("Gris de ceniza el mirlo pequenio muriéndose”), 2000 (coleccién particular), Primera edicibn: mayo de 2008 ISBN N2 10: 987-1125-71-2 ISBN N2 13: 978-987-1125-71-5, Printed in Argentina -Impreso en Argentina ‘Guode hecho el depésto que establece la ley 11.723 ra pare dees thro por Tosos los derechos resend. No puede reproduce ringuna pats. tl Tra acre recanco relyerdofoeaplose, gebade, xara, © a cans de hfornecbno sgema derecuprscen om paris dl esa: inpice PROLOGO ‘Ana Barletta INTRODUCCION: LITERATURA ESPANOLA DE MAR A MAR Raquol Macciuci 1, LECTURAS ALTERNATIVAS: DIALOGOS HETERODOXOS EN TEXTOS DE JUAN GOYTISOLO Natalia Corbellini 2. LE MORT QUILL FAUT DE JORGE SEMPRUN: ‘SUJETO AUTOFICCIONAL Y SACRIFICIO Juan Ennis 3. SER Y NO SER: A PROPOSITO DE LA NARRATIVA EXILICA DE MAX AUB Federico Gerharat 4, MARADONA, TANGO, DESAPARECIDOS: LA ARGENTINA DE LOS ANOS NOVENTA VISTA POR UN ESPANOL, ‘Ménica Beatriz Musci 5. LAOTRA MIRADA: EL DISCURSO DE LOS NINIOS EN SITE DICEN QUE CA/ DE JUAN MARSE Facundo Vazquez 6. MADRID MAR ADENTRO. “DEL CAFE GIJON A ITACA’ DE MANUEL VICENT Raquel Macciuci y Natalia Corbellini 7. BIBLIOGRAFIA 8. DATOS DE LOS AUTORES n st 6 421 195 149 167 179 Maprip MAR ADENTRO. “Det caré GiJON A Iraca” pe ManueL Vicent! Raquel Maciucci v Narauia CORBELLINI En la introduccién de este libro se ha mencionado ta recontiguracién de! otro cultural que se produjo en la transicién espaio- la, tlempo que, con independencia de las dispares cronologias estable- cidas en los diferentes estudios, se caracterizé por una notable sensa- ci6n de aceleracién de Ia historia, Es asi como dos afios después de la muerte de Franco se verifica un nuevo y cambiante escenario hist6rico, que por su caracter efimero, tuvo en la prensa el tratamiento mas acorde al pulso de los acontecimientos. Por otro lado, el seguimiento del dia a dia de la transicién estuvo asociado, en algunos periédicos, con la vo- luntad de comprometerse firmemente con el cambio de sistema. En esa coyuntura numerosos periodistas adquirieron un lugar protagénico en. el espacio cultural y politico (Imbert, 1990). Pero se ha subrayado, asi- mismo, que una visi6n meramente publicista del tema entorpece la po- sibilidad de enalizar algunas modalidades emparentadas con el hecho literario que se revitalizan en este tiempo y offecen un campo fecundo pera el analisis de formas eclécticas y mestizas. De la contaminacion intercambio, en este caso con el registro periodistico, surgieron discur- sos de una gran fecundidad que ocuparon lugares hasta entonces va- cios, especialmente aptos para explorar formas no canénicas. No abundaromos on consideraciones sobre un fenémeno acerca 1 cual oxiste suficiente bibliogratia y al que nos hemos referido, con especial atencién al autor objeto de este capitulo, en anteriores traba- jos. Sélo nos resta afiadir quo la ronuencia do las instituciones para abordar fendmenos atipicos parece ser menor en os tiltimos tiempos, "Este arioulo profundiza y arpa los conceplos vertidos en “Vota porque sea larga la Jornada”: La travosia de Uses on ‘De! café Gijén a haca” de Manuel Vicent’ presenta do en ol Colccuio “Elica y estética. De Grecia a la modetnicad” en junio de 2003, (Macciuci y Corbeliri, 2003) ® V, Maceluel, 1996, 1998, 2002, 149 ya que hoy se analizan, por ejemplo, las relaciones poesia y periodis- mo, binomio ain mas inquiotante para las buenas letras*. ‘Sin duda Manuel Vicent desempenié un papel destacado en la construccién de un nuevo imaginario democratico y aperturista on la sociedad espafola posterior a Franco. En los comienzos de su trayec- tori literaria, su presencia en los medios de comunicacién, primero en Hermano Lobo, luego Triunfo y, especialmente en EI Pais a partir de su aparicién, es tan intensa como reducida su aparicién en los formatos Iiterarios canSnicos. Baste sefialar que durante mas de veinte afos no incursioné en el circuito institucionalizado del cuenta o la novela, po- riodo en el cual su obra en soporte libro fue el resultado de ‘compilaciones de textos publicados primeramente en periddicc’. Sin duda sus retratos, crdnicas y entrevistas con el escenario cembiante de la transicién como material esencial, aunque no privativo, fueran participes del desplazamiento del discurso franquista hacia el lugar otro de los opuestos al aggiormamiento, No nos interesa en esta oca- sign descubrir los rasgos distintivos del discurso de la recuperacién democratica sino encontrar las sefias parliculares del universe literario de Vicent, sin desvincularlo de su insercién en un grupo que por su edad y expariencia de la dictadura debid sentar los cimientos de una mentalidad acorde a une Espafia sin Franco, ‘Si se tata de rastrear univ Ue los vertices en donde nace el mundo vicentiano Juan Cueto (2003) sostiene quo existe un mundo Vicent haga fo que haga y escriba donde escriba— alternativo al gris espacio de la posguerra, se llegaré inevitable mente a una de sus operaciones fundantes: la fiiacién clasica, pagana y mediterranea, de base sensual y hedonista; antagénica del ascetismo consustancial a la tradicién judeo cristiana, ascética y fustigadora del placer, geograficamente instalada fen la meseta’, Sentidos y superficie de ta periferia trente a espiritu y 3, Biro de Poesia, cc. 2005 y ab 2006. « Dospuee do Pascua y arenes, premio Afequera 1965 (ead en 1967) regres al for tna bro con Bala de Cal, premio Nada 1986 «guia distancia estéica antagonica entre cerivo y peifeia se lee claramente en las ‘onensas cleeusiones en tomo a la lamada generacién de noventay acho y el pro- flora de Espana (V. Toms, 2000 y 2006) y que largamente ilustran la estéica de Manuel Vicert cue aqui descibimos. La dotomia fue entonces elempiiicada, enke (eos, pr Unemune eon pinta de Ignacio de Zuloaga y Joaquin Sorell, reclaran- {To elonoticemo para unoy aiibuyéndate el pagan al valenciano: "Zuloaga no nos fe dado el igere engao de un espeimo lvartino .) nos ha Gado en sus cuadros Tenos de homies tra del tiempo y de la historia, un espejo del elma de ta pata {Unarnuno, 1976), Comparese con Azerin(valenciano)“IQué diferencia exclamo- nite estos pueblos inacives de la mesata ylos pueblos rents y vivos do Levert (come que son dos necionaldedosdisthiasyantagnias! Levante es una region ab ac ha deconweto ha progresado po su propia Wad intra, reriras que el Zeno permanece inmovl, utnaro” (Azorin, 1800) Ck con *2Por qué fea lar un Grito en Denia cone! buen elma que hace? “Esta muy bien que Cristo 180 profundidad del centro. Sin embargo, el cordén que lo une al sustrato ‘meridional se adelgaza a la hora de buscar una correspondencia con la base berroca, abigarrada y expansive atribuida al Levante espafol. La identidad valenciana de Vicent se entronca con las raices clasioas de la cultura helénica, aunque su eseritura esté atravesada por una raiz de tensién barroca entre el impulse dionisiaco y la estética epolinea, entre las paradojas del mundo y la biisqueda de la armoniat : "Para entrar on "Dol café Gij6n a lteca” es necesario no perder de vista esas consideraciones. El toxto que nos esupa tiene un antecedente explicito en los relatos de vije rounidos en Ulises tierra adentro (Vicent, 1986), titulo suficientemente indicador de que Vicent ha incorporado al sujeto entre autobiogrética y tostigo que construye en sus articulos y co- lumnas, el atributo por anionomasia del viajoro, esto es, la condicién Cociseica. Pera el simbolo aparece asociado aun fuerte oximoron: un Ulsos esiablecido en el corazdn de la meseta, sin mar ni barco, que necesitar& ‘un avién para llegar a la nave que lo levaré a la mitolégica Itaca. En el toxto al que hoy nos reerimos, la paradoja del Ulises mesetario se acen- ta porque la narracién cierra todo un ciclo. Es la coronacién urbana y rmadrilena precedida por una navegacién ‘auténtica® por el mar. Adomés, como su nombre lo indica, el Medi-erréneo es un mar interior, y asi es invocado en el subtitulo del volumen que recoge la singladura de varios lwayecios: Descubrimiento del tearterréneo camo mar interior’, aciara- cin que como se verd, lene una funcién polisémica decisiva. Es sin duda redundante recordar que el escritor valenciano no 8 ol primero en convestir al héroe griego en un caminante citadino, pero quizas es de todos el que finalmente realiza el trayecto mas bre- ve: en el ultimo iramo de la titima salida, el viajero -Vicent-no slo ya 1no navega sino que apenas recorre el trecho de escasos metros —quin- ‘ce pasos exaciamente- que separan la mesa del urinario de la célebre Tore en Casie, onde no hay fmoneres ri anoz aband. (.) Motos no fe fa banda (.) Mtvesno le aan nel ‘tpn mdeogyac x ola, cane te fgaconlacange unc de San ara, Peto en Deniano exsola costume do sue usa del mister dea apropianalraeza Elmo de ta mueria laresureccién est undo al desna des ules.) En Dena so ude ao io oars saris conor, aes ds rclstin de ray ursasolos también pueden paripar en afiesta de morosy cistanos" (Viet yuo paren a fiesta de morosycistianos" (Vier, 1968: Enanieiores taajos so ha propuesa la formbacén esc del cximoron" i ecoregion, ridge en sta On extagen is Swadeconey paradojas de areal represeniada (Macc, 1288), i Eo se tsa Decaf Gina hace. Descubiniono dt Meeterneo como mar terior 1/secompone de las eguintossoccones (on vrsalse) y capitulo: Ev sree APL "La purpura del mar E960"; Caras: "Teoria de biza’."Madiaion do Male’, Ejerc- ios en laisla de Cabrera, "La uz de Taberca", "Pesca de arraste en un mare dulaur", “Laquimeradal turn, "Una feta valonciana’“Poriora de casas y cas vabucaires", . own be ErouRo; Una Menon azul: “Del Gafé Gin a taca’ : 151 cafeteria. A medida que desarrolle el periplo cobrara mas sentido el Doppelganger homérico pues en el camino, los otros son necesarios para hallar la propia identidad, La invocacién odiseica le asigna una mascara al yo autobiogréfico que asume la peripecia del viajero para (no) Wegar a ftaca, como propondra el texto luego. En el personae paradigmatico de la biisqueda intenta reencontrar los deseos que ha perdido el yo. Escribe una crénica, pero se vale de la literatura para intentar desentrafiar el mundo que lo circunda y encontrar en él sus motivaciones vitales. Viajero del mar a la meseta, de la periferia al cen- ‘vo, de la prensa al libro, de la transicion a la democracia, de Itaca al ‘café Gijén, Vicent transita la metéfora para develar la realidad, movido no por un desatio ideolégico sina por un afan hedonistico que es ala vez su justificacién vital, En el rolato, el cronista que narra un peregrinaje por el Madrid nocturno ~9s la noche de un viernes-, seguido de un viaje a la patria de ses, convive con el escritor que otorga a la literatura un lugar domi- ante por sobre la informacion. Esté claro que no es Vicent amanto de intelectualizar sus vivencias ni le preocupa disponer sobre la pagina un bagaje de herramientas tedricas que justiiquen su quehacer © propor- cionen al avisado receptor un test para poner a prueba su competencia (meta)lectora. Sin amhargo, no faltan claves de una postica y un progra- ma, a vaces velados por metaforas y simbolos enigméticos. Los artilugios del viajero Si se parte de la formula establecida, perlodismo y literatura, os innegable que Vicent se comporta camo cronista viajero clasico: com- pone un texto que transmite al lector una serie de estampas destinadas ‘a proporcionar una idea ajustada de los escenarios que atraviesa, Tam- bien responde al modelo del nuevo periodista que, como predica la no ficci6n, se interna en zonas ocultas, marginales, inseguras, para mostrar facetas desconacidas de la realidad. Vicent lleva al lector a rufianescos tugurios de juego clandestino y desciende a los sitios mas exclusivos y escabrosos de la fiesta nocturna Desde la tarde del viernes a la madrugada del sabado ol narra- dor-cronista deambula por un nocturno y misceléneo Madrid, con dos escalas en el café Gijon. Tras un salto narrativo resumido en “unas horas de viaje en avién” aparece el viajero on Patras. Desde allf so trasladeré a ftaca, que recorre en un numero indeterminado de dias, mencionados en un retroceso del relato: “al llegar al aeropuerto [de Madrid] yo tenfa todavia la altima luna de itaca en la imaginaci6n; re- cordaba las noches que pasé sentado en el pretil del malecén..." (CGI: 152 209)", Luego de aterrizar en el aeropuerto de Barajas, transita con un ta ot ee deena de la capital y cierra el ciclo en el lavabo del ‘Como hemos anticipado, el relato tiene la impronta refer de la traciiin perodisice, lsmese orrices do wa © cuasron de ‘costumbre; llamese no ficcién 0 nuevo periodismo. Pero el mandato del papel fechado, que pide oportunidad, novedad, actualidad (refor- zada con el dato temporal preciso del mensaje arrojado al mar: domin- {90 27 de febrero de 1994) se fusiona con la virlualidad de los géneras del yo a través de un sujeto de nuevo cufio -aiin a la espera de un estudio tedrico preciso-que retine a los rasgos del autobiégrafo, los do cronistay los de sujeto lirico, Cronista y sujeto autoficcional conjun- tamente acetcan la realidad al lector, no con el opiimista distancia- miento del testigo fiel y objetivo sino con el exirafiamiento de quien es observador y participe, con algo de extranjeria y gran parte de prota- gonista. En este esquivo y proteico sujeto de la escritura conviven en. Tara armonia, el observador sardénico y el contemplador virtuoso transfigurador de la realidad; detrés de un distanciamiento impasible soma un espiritu reflexivo horadado por una sutil melancolia y un con- trapesado escepticismo sostenido: Sontado on al capé do un coche yo miraba aquolla Juventud, dorada como quien contempla un bello paisaje ya lejano. ‘Su care espléndida formaba la naturaleza de la noche y yo me sentia un inspector de la luz o del gas en todos los antros que visitaba, Mientras la multitud de Aves del paraiso pugnaba por traspasar la barrera establecida por el gorila, (..) yo pensaba que la belleza estaba en otros cuerpos extrafios, que mi suerte habia pasado, y me daban ganas de llorar, pero al mismo tiempo pensé que habia en algun lugar olra clase de belleza que estaba reservada a los, viajeros. Tal vez eso era ftaca, ese suefio de recuperar {isicamente el esplendor en la memoria (CGI: 183-184), ____Elviajero se siente otro, a la vera dal camino, La noche madrile- fa esi llena de alteridad. Transcurre el ano 1994; no es un dato menor la fecha doblemente consignada. Languidece el Uitimo periodo del go- bierno socialista y se adivina el préximo triunfo del Partido Popular'® ® Se ita con CGI ala odicién del loro referida on la bibjogyatia, * "Del café Gijén a itaca’ fue pubjicado en EI Pais en cinco entegas entie el 20 de febrero y 0120 de marzo de 1994: 1. “Del Café Gijon a aca” (20 defebrero), 2. "Laruta dla timbas" (27 de febrero), 3. “La carne nocturna de la ciudac” (6 de marzo), 4.°La ccerteza de aca” (19 de marzo). 8. "De haca al Café Gijon” (20 de marzo). 183 En el narrador concurran el deseo de interpretar esa nueva realidad que no es la aldeana mediania de la capital franquista ni la disgregada humanidad de la transicién, capitulante pero con un trasiondo alenta- dor al fin: No obstante, Madrid entonces parecia tener sustancia: de las gambas al aiilo franquistas se pasé a las colas de los Alphaville, y éstas eran las columnas en las que se sostenia la modemidad, Ahora la sustancia de Madrid tal vez era la huida hacia adentro, la bisqueda de ese mar interior que todo el mundo lleva dentro (CGI: 173) La duda enunciada en potencial se iré despejando on las suce- sivas jornadas. El viaje ser4 la forma de recuperar la vida, pues quien se detiene en el camino esta muerto. Enfrentado a la porplejidad de una ciudad sin mas fundamento que los crimenes, hallar un modo do interpretarla y recrearla para poder resucitar mas tarde en la pri- mavera del Peloponeso. Vicent apola a la literatura y al arte para eva- dir la muerte, que incluye el altericidio, ta desaparicién del atro en un todo inerte @ in-diferenciado. Pero existe otra alteridad en las gran- des urbes, la formada por grupos dispares de relativa autonomia, es laalleridad dispersada y reagrupada on los dietintos momentos de la modemizacién creciente -inmigrantes, jugadores marginales, juga- dores legales de la bolsa, skindhaads descendientes de los fascl tas, semiclandestinos buscadores de sexo- mas la alteridad que pro- duce la distancia generacional ~"jévenes lozanos y despreocupa- dos", El natrador no quiere no comprender y fustigar: Busca com- pronder para reencontrar en la diferencia, su identidad, El intertexto homérico le permite establecer coordenadas y, al mismo tiempo, al reescribir la Odisea, recrea el mundo contemporaneo, tendiendo una mano al lector, que hallaré también una salida a otros mundos po: bles. La presentaci6n de la primera entrega de E/ Pais utiliza una pa- labra clave, “llevandonos', “llevandonos a la Isla de Ulises” (CGI-E1 Pais, 20-83-1994: 12). El escritor valenciano es experto en proporcio: nar puentes hacia los mundos otros de Proteo, segiin concibe la lite- ratura Moreno Marquez (1994). 1 EI Partido Sacialsta Obrero Espariol gobern6 por wes periodos consecutivos desde 11982 a 1996, Fue desplazado por el Partido Popul, que estuvo al rente dal Estado durante dos gestlonas, hasta 2004. '* Enmumerosas ocasiones Vicentidenttica la condena de les conducts juveniles como tna sefialineversiole de anvejecimiento y esclerosis. 154 Hacia las itacas contemporéneas Mencionamos al comienzo que “Del café Gijén a {taca" no era una crénica mas de Manuel Vicent, Su localizacién en el corazén de Espafa y en el emblemético café madrilefio, enclave social y cultural al cual el escritor valenciano estuvo asociado desde su llegada a Madrid, se une al fuerte contenido existencial del periplo y le otorgan un lugar destacado, ya no en la serie de viajes, sino en su produccién total El viaje tiene un significado simbélico en la tradici6n occidental con un antecedente mitico en ta historia de Odiseo. En "El viaje a itaca” Eduardo Subirats (1879) explica que el periplo dal héroe griego sintetiza la alegoria modiema de la vida entendida como navagacién permanen- te, sin camino prefijado. Esta concepcién se opone a la cristiana medie- val, equivalents 2 transito hacia ol mas alld; el derrotero hacia un fin prefijado y seguro -los rios que van a dar a la mar-no deja lugar para la ‘ventura ni el destino individual. Cuando la vida pierde su sentido tras- cendente y el hombre se entrega a la inmanencia del vivir, se vuelve aprendizaje y movimiento, El viaje es solitario y formativo pero desde la modernidad hasta hoy ha variado la concepsién: La idea renacentista del viaje estaba signada por una biisqueda lena de peligros, pero con- fiada en el buen término de la empresa; en épocas de escepticismo, en cambio, el viaje sirve para certificar la relatividad del orden teologico y en ocasiones se cierra como una aventura sin sentido. Pero en todas las 6pocas subyace Ia alegoria de la vida como un andar incesante. En el texto posmodemo, nada esta prefijado, y a diferencia de en Odisea no hay regreso posible. {taca se ha converlido en la excusa para el derrotero de toda una vida en movimiento sin la recompensa de un més alla. El iajero se embarea, como la sociedad guiada por la razén, ena idea de un progreso indefinido. La ética protestante logra introdu- cir un sentido teolégico tranquilizador a la idea del viaje al condenar la quietud y la espera contemplativa, justificando la razén de la vida en el ‘mas aca, en un fin no trascendente que no aspira a la paz, sino al hacer. La moral protestante sacraliza la actividad insaciable por el camino y da asi un fin moral al lucro continuo. Pero el simbolo de itaca en el ultimo fin de siglo se distancia de la respuesta protestante, El hombre posmodemo sabe ahora de la inutl dad del esfuerzo. El viaje puede converirse entonces, seguin el razona- miento do Subirats, en “la hipéstasis metafisica de la resignacién” (Subirats, 1979: 81): Ningdin fin justifica el esfuerzo, no hay tiempo futu- ro que no se disuclva en el presente. Cuando el tiempo pierde su caréc- ter lineal y se disuolve on un presente encerrado on si mismo, el hombre de mentalidad burguesa transita su ruta sabiendo que no lo conducira a ningiin lugar. Domina entonces la quimera, el ideal que se sabe inalcan- 185 zable pero que obliga a vivir como si fuera posible coneretarlo. Cuando se deja de creer en el pragreso -la meta terrena que reemplaz6 al mas alla cristiano-medieval- desaparece el consuelo futuro para los males presentes, Sélo se puede luchar contra esa decepcién suprimiendo el mariana, que os lo que hace el viajoro a ltaca, prolongando el camino y haciéndose rico en conocimientos y experiencias. ‘Tomando como punto de partida el poema “itaca” de Kavatis, esta interpretacién de Subirats pone el énfasis en ol interrogante teleolégico de los versos del poeta griego: aprender, hacerse “rico con lo ganado ‘en el camino”, valverse “sabio y experimentado”. El articulo del filésofo catalan fue escrito en 1977. La fecha explica quizés que no haya centra- do la atencién en otros versos, aquellos que ponen el acento en'la vision hedonista de la existencia, en el consejo de prolongar la singladura no sélo para adquirir conacimientos sino para colmarse de placeres: "que abunden, las marianas de verano...", “las bellas mercancias,/ nacares y corales, émbar y ébano,/ toda clase de esencias voluptuosas, perfumes voluptuosos, sobre todo ‘Afinales de los afios setenta, en Espafia se comenz6 a reivindicar el goce. En los ochenta, el poema de Kavafis se convirtié en emblema {de una generacién que recuperaba la dimensién sensual y hedonista de la existencia, ignorada o condenada tanto por la religién catélica como por las grandes utopias colectivistas del siglo XX", "Cuando el viaje em- prendas hacia itaca, / vota porque sea larga la jornada, colmada de aven- turas y experiencias”: esta actualizacién del mito de Ulises alienta de forma explicita el relato de Vicent, cuyos versos evoca el viajero, en un momento marcado no inocentemenie, mientras dialoga con un homo- sexual que lleva puestos unos calzoncillos marca Itaca: Cavafis dijo que hay que tener a taca siempre en la mente, la llegada alli es tu destino, pero no se debe apresurar el viaje, mejor es que se prolongue por muchos aftos y ya viejo ancle uno en Ia isla rico con cuanto haya ganado en ‘su camino (CGI: 182). Elrecortido textual que busca encontrar es ol fundamento de Ma- drid de los ahos noventas. En su trayecto de escasos dias, seguird el consejo del poeta y buscard el sentido de las ftacas, en plural. Varias son sus travesias, rea- les, simbdticas y literarias, a la isla de Odiiseo. El viaje real de Madrid a Grecia y de Grecia a Madrid, encierra otros viajes metaféricos, en los "=A finales de los setenta se intalé un dlscurso (.) de Inspiracion rata que revindice- bal gozo, elcuerpo, cosa por oa parte muy comprensibie en un generacion que se habia consagrado al sacrifiio de la miliiancia” (Riera, 1994: 2), 156 cuales, como el héroe homérico, va dejando atrés seres a la deriva y encantamientos. El café Gij6n es una gran gabarra de ndufragos y de ella huye el narrador en dos direcciones: hacia el avién que lo conducira a Atenas y hacia ol urinario del café, cuyo breve recorrido le depara aventuras mitolégicas, Para llegar a la auténtica isla de Odiseo, el Gronista-itinerante sor- tea tantos peligros como el héroo mitico. Su trayecto comienza porque se sionte muerto, aplastado por la agobiante realidad urbana: “queria emprender el viaje a Itaca. Tania que hacerlo. Si estaba realmonto muor- to, lo mejor seria llevar yo rismo mi propio cadaver a esa isla de la Odisea para ver si resucitaba on primavera acompafando los ajos tier- nos y las habas" (CGI: 158). Recordemos de la epopeya original que cuando Ulises arriba a las costas de los feacios, desnudo e ignoto, alejado de su imagen como héroe protagonista de los cantos de los aedos, debe reconstruir él itine- rario de su identidad personal, que lo lleva desde las hazanas de Troya a su arribo como nauftrago a la tierra de Nausicaa, Ese resurgir de su imagen se produce con palabras. En el banquete, tras el retrato ergefado por el posta que lo transformé en personaje literario, luego de sus ldgrimas, erticula el relato de su propia identidad. De este modo también lo hard Vicent, que atravesar4 el laberinto que es Madrid, don- de ya es Imposible reconocer los signos de la llegade de ia primavera. A través del relato de sus excursiones nocturnas, el personaje se constr ra si mismo por contraste con los individuos que se cruzan en su cami no. La mirada del cronista descubre lo que él es al verse en los otros, los que caminan a su lado, y en los que no puede hallarse como espejo. ra a la Grecia contemporénea para descubrir que la ftaca que busca no esté alli, entre pequefios pueblos de pescadores, sino que es una cons- truccién cultural, un modo de percibir la realidad, subjetivo y voluntario, También asi organiza lo que él llama “el fundamento” de Madrid. Del mismo modo en que la leciura atonta dol toxio homérico nos revela una constelacién de identidades sociales entre lo propio, lo ignoto y lo ex: ‘ranjero; lo primitivo y lo civilizado, el relato de Vicent descubre los vir ‘culos que unen a la fauna urbana. Las aventuras del Ulises modemo que encarna Vicent Io llevaran a los distintos puntos de encuentro de la noche madtilefia, noche que ‘en ciertos garitos se prolonga por varias jomadas, donde estén los “su- pervivientes cuyos rosifos eran la parte solida del humo” (CGI: 161) aquellos que nunca llegaran a ltaca. Narrar lo incomprensible da estas, nuevas realidades es el modo que tiene el poeta para encontrarle senti- do ala ciudad posmaderna, como Homero cuando describié tos incon- tables pueblos que hallé Ulises a su paso. La poesia cohesiona Io di perso y encuentra la esencia del Madrid de tin de siglo. 187 Lo Iiteral acompatia lo metalrico, y las diversas estaciones que recorrerd el personae lendran evocaciones del texto homérico. Asi como Ulises se sorprende al ver los efectos de la flor de loto en sus compa- jieros, Vicent tendra su primer encuentro con un joven que se pincha Ja garganta con una jeringuilla, perdido todo contacto con la realidad que lo circunda: Pegado a la puerta del Mercedes en el bordillo de la acera habia un joven postrado 0 en cucillas, pélido como un franciscano, con la calavera casi transparente y tenia la boca muy abierta ante el espejo relrovisor del coche, donde sse miraba con los ojos casi liquidos mientras se pinchaba el fondo de la garganta con una jeringuilla (..) El joven palido terminé de pincharse con parsimonia, (..) Al pasar por mi lado me miré con la linfa amarilla y yo me quedé pensando que los drogadictos son los nuevos castizos de Madrid (CGI: 159160). La mirada de Vicent deconstruye la visién monolitica de las cluda- des, enfatizando lo heteragéneo. Los puntos de vista se multiplican re- ilejados “desde el espejo retrovisor de un Mercedes". Como Oriisao, se admira de los “soberbios Ciclopes, gentes sin ley, que confiados en los dioses inmortales no cultivan los campos ni labran las tlerras, sino que todo les nace sin semilla y sin arada (. Moran en las cumbres de empinados montes, en hondas grutas, y cada tno gobierna a su mujer y sus hijos, sin culdarse de los otros" (Homoro, 127-128). En la edad modema los Ciclopes son los millonarios que, aje- nos a la produccién de los bienes, viven con un estatuto de semidioses y observan la ciudad con “distancia simbélica” para no confundirse con Jos demas mortales. Caribidis y Escila puoden ser atravesadas hasta dos veces gra- cias a la astucia y experiencia de Ulises, El héroe homérico exalta su capacidad de torcor el hado a través de sus propios ardides. De las mismas artimarias necesita hoy el paseante contemporaneo para no caer cen los engarios de los estafadores urbanos, El acento vuelve a estar en. las cualidades individuales del personaje: La astucia también marca el camino para los naufragos que hoy sobreviven en las cludades y cono- cen sus reglas. El personaje de Vicent, sentaco en el café Gijén a escasa distan- cia del lavabo, “apenas unos quince pasos, que podian ser relatados come un laberinto leno de aventuras" (CGI: 158) se reconoce muerte. Decide viajar a buscar su itaca, transformando su actitud frente a las cosas, Como Ulises, que se interesa en conocer los pueblos que en- 198 cuenira a su paso, el personaje de Vicent describiré con discurso lirico, mirada antropologica y perspectivismo de viajero los personajes de | jungla urbana: Toda la masa de cuorpos comprimidos bailaba s6lo con los brazos, frenélicamento, igual que hacen esos jévenes ‘guapos que en la densidad de la bolsa de Tokio o de Nueva York agitan las manos al aire para cerrar operaciones (CGI: 479), Estas imagenes tienen una motivaci6n primera: “Quiero encon- trar la sustancia de Madrid, Estoy buscando una salida en este laberinto para volver a ltaca” (CGI: 171). Los mitos reviven en modernas versiones: el episodi aparece revivido en el interior dol café Gijén: de Circe Si ahora me levantaba para ir al lavabo podria encontrar a Circe 0 a Calypso o tal vez a Polifemo. (..) En esa travesia veia al general retirado que sin duda le contaba lejanas balallas a la astiéloga, y ésta, que estaba smpenada en hacerle la caria astral, escuchaba mientras le lefa la mano (..) Un pintor borracho se habia puesto en cuatro patas y ladraba como un mastin a una vieja postisa tratando de ‘enamorarla (CGI: 165). Pero también en la noche de Madrid acechen peligros que alternan ‘con apartadlos remansos. Se suceden la oscuridad, el ulcio, la calma, las aglomeraciones. El ncleo més duro se encuentra en el cabaret Ales, que evoca un Hades poblado en este caso por gente de doble vida, que intenta espojarse de su identidad cotidiana, cambiar de apariencia es una forma de olvido, Este centro del laberinto se consiruye en paralelo con lakatébasis odisiana, Los personajes subsisten en un universo sin luz, que sorprende al viajero que descubre un submundo desconocido dentro de la ciudad: “Ha- bia gente insome merodeando y hasta entonces yo no habia visto miradas de aquella clase (...) En el centro de ese laberinio suefian los que nunca duermen, los que nunca llegan a itaca” (CGI: 176). Entre los nuevos otros que la disolucién de la rosistencia homo: géneaa la dictadura propici6, destacan las nuevas minorias homosexua- les. En “Dol café Gijén a ltaca” tienen una especial presencia, Junto al intertexto homérico sobrevuela la recuperacién de la moral abierta de los grlegos exaltada por Kavatis, quien rescata ol lugar de la homose- xualidad en el mundo libre y luminoso de la antigua Atenas. La reivindi- cacién contemporanea del homoerotismo del poeta de Alojanciia se in- corpora on el “Café Gijén” mediante una descripcién de los ambitos 159 homosexuales tofida de extrafamiento, apreciada en el irénico contex: to en que el cronista recuerda al poeta de Alejandria, Pero quizés ol pasaje quo més subraya la ajenidad tiene lugar en la cémara subterré- hea del cabaret Ales, destinada a la prostitucién homoerética de lujo, La imagen sobrevuela al narrador ya en Grecia, y es la referencia clésica la quo ayuda a integrar a estos otros, La imagen brutal se alempera con la mitologia: No habia conseguide quitarme de la narlz todavia el perfume a chote que imperaba en el eabaré Ales de Madrid, y tampoco se me habia borrada la vision de su camara negra, donde un par de principes de las tinieblas fumrando fen untaburete esperaba descerrajar el trasero de cualquier lienta que se lo rogara, cuando me encontré de pronto ‘comiendo salmonetes y una ensalada griega en el restaurante Calypso de Patras, al oeste del Peloponeso. (..) Enel pusrto de Patras habia un bar de copas que se llamaba Nausicaa; all también los dioses recibian el amor por la espalda (CGI: 187), COponiéndose al desconcierto urbano, las jomadas en el Peloponeso ‘estén duminadas per la luz, of eilencio, la placide7. Los escasos habitan tes de las islas llevan una existencia sosegada y sus saberes elementalos ‘constituyen el tesoro que acurulard el viajero. La actividad se centra en frugales comidas y solitarios recorridos que se convierten para ol viajero en exquisitos placores. Los frutos naturales que retine se transforman en mercaderias precioses: un pastor le regala un arbusto con propiedades terapéuticas; un navegantelle ofrenda historias de nauftagios y prodigios... ‘Todas estas imagenes estan violentamente contrastadas con la historia de traficantes y consumidoros de estupefacientas que, contra su volun- tad, le impone el taxista madrilefo a su regreso; y son antagénicas de la idea convencional de placer: Iujo, derroche. El arbusto, los manjares fru- gales (nuevo oximoron), la sencilla habitacién, el olor a choto, son una Gita y una contralectura del poema de Kavatis, en contraste con el cual percibimos la Espafia -y Europa~ de la opulencia. El trayecto de ida y vuelta a la isla de Odiseo superpone el mun- do mitico de Homoro con los Ulises y Telémacos, las Circes y Calipsos contemporéneos. El imaginario grecolatino proporciona la urdimbre para ennoblecer la realidad cotidiana, Es el ojo del artista, del escritor, ¥ finalmente el lector, quienes encuentran los dioses y los monstruos Gel presente y conjuran el desencantamiento del mundo cotidiano mediante la invocacién a la tradicion clasica. Las constantes referen- cas a la cultura grocolatina contribuyen a recrear una vez més el imar 160 ginario mediterréneo, el espacio geografico y espiritual del paganis- mo; y una naturaleza generosa se complementan para construir un ideal de cultura opuesto a la dureza de la herencia castellana y al asce- tismo de raices judeo-cristianas. El viaje a ftaca concluye donde empez6, en el urinario del Caté Gijén. Un motivo de larga tradicién literaria vincula los dos extremos del viaje: ya préximo a la isla de Ulises ol viajoro habia arrojado al mar una botella con of mensaje cuyo texto decia “el sexo es el verdadero sur”, y cuyo remitente era “Café Gijén. Paseo de Recoletos, 21, Madrid”. A su regreso a la capital, al final de la narracién, el narrador encuentra otra botella en la repisa del lavabo de la emblemdtica cafeteria. La botella ha atravesado el limite entre el mar real y el mar simbdlico: si se ha com- prendido la ensefianza de Kavatis, se puede dar un paso mas hacia un Viaje interior en el que todo ser puede trazar su propio itinerario. El sexo sintetiza una concepcién de la existencia ligada a la blisqueda del pla- cer, en la que la libido triunfa sobre ténatos. La escritura proporciona el cuaderno de bitécora para el nostos del escritor, expresada en las mii ples metéforas de la literatura con el mundo contemporaneo; el lector, si lo desea, puede seguirlo, “Rico en ber y en vida" ‘Ate que no fue tan piadoso Eneas como Virgilio le pinta, ri.tan prudente Ulises como Ie describe Homero. Quijote, tl, 3 Las vanguardias impugnaron la opacidad del mundo cotidiano y otrecioron campos ignotos, que desmitificaron lo real a partir del cuestionamiento a los diversos lenguajes institucionalizados. Manuel Vicent, hamos sefialado en anterior ocasién, realiza un gesto similar aun- que contrapuesto. Asi como los artistas de vanguardia lograron instan- tes de epifania y deslurnbramiento, al quitar el velo del mundo cotidiano y explorar la realidad mas alld de lo aparencial, Vicent recorre un camino andlogo aunque inverso, pues ilumina y descubre los objetos sepulta- dos por la sociedad posindustiial y como un arquedlogo entre los dese: cchos los devuelve a su identidad primigenia (Macciuci, 1998). En este volver a encantar el mundo cotidiano, recupera ‘a pureza y la esencia de las cosas. En esta operacién de resistencia contra la realidad que se impone con un cédigo maesiro, el autor encuentra for- mulas de supervivencia. En esia empresa, el Mediterréneo se construye como un espacio mitico, simbolo de los estadios de inocencia del hom- bre, “lodo serd atin tan hermoso como en los das claros de la infancia si 161 no dejas que en tu interior el Mediterraneo se evapore o que alguien te lo arrebate” (Vicent, 1993:118). También constituye la sombra de los parafsos perdidos de la civilizacién occidental: Jaclucad de Heraction es un lugar destartalado y el barco ha atracado en este puerto slo porque a cinco kilémetros de distancia se encuentran los residuos del palacio de Cnossos, asentadas sabre el laberinto del Minotauro. Hay que ser muy bello por dentro para merecer estas ruinas. Aqui se cr26 oficiaimente el derecho del hombre a ser feliz. En Cnossos no habia murallas, sino diosas de arcilla que exhibian el sexo inflamado (CGI: 34). Antibelicismo, exaltacién vital. Como anticipamos, este relato de Vicent concentra claves y motivos centrales de su esoritura. Pero junto a os panoramas luminosos y la plastica diatanidad del paisaje, no es un detallo supertiuo ni extraro que el viaje comience y termine con le refe- rencia a un urinario. La navagacién del personaje ha cumplido su cometido, el casi rmuerto narrador retoma el camino, y asi conjura la muerte. Recordemos otra vez que en la modemicad vivir es viajar, e sinérimo de movimiento perpetuo. Ast regresa, ha encontrado un lema, “el sexo es el verdadero sur, la felicidad s6lo esté en una memoria azul de las cosas y de los sseres que amas” (CGI: 207-208). flaca es el lavabo (“cuando me lavaba las manos en {taca” CG; 208). Después de hacer un viaje de miles de Kil6metros hasta la patria de Odiseo corrobora: Los quince pasos que separaban mi mesa del retrete de! Café Gijon contenian todos los viajes posibles si uno se enredaba por el camino en cualquier corazén. Finalmente me decid a volver a ftaca otra vez. Me levanté para ir al lavabo atravesando en unos segundos toda suerte de aventuras, yalllegar allen el fondo del urinario me esperaba el medio limén que era la imagen de! mundo (CGI: 207), Con la sorna que caracteriza el discurso de Vicent que se desconstruye para evitar ser profuncio -mediante igual procedimiento al utlizado en la mencién de Kavafis como marca comerciat- aca es igual a un mingitorio. Pero es preciso it mas allé de la aparente irreverencia, para ver que de este modo, la vida pensada como navegacién perma- nente pierde su dimensi6n fisica y espacial: el hombre puede forjase su singladura con una memoria azul, con un ejerciclo purificante que selec- cione e! lado amable de la experiencia. El trayecto es solo mental y es, 162 un programa vital, un aprendizaje para reinventar el mundo. La literatura e8 el medio imprescindible. Dice el autor: Sencillamente no me considero solo un narrador, sino un escritor que ve lavida através dela escritura, todas las facetas de la vida a través de la palabra lteraria, Un escritor es mas amplio que un narracior. Desde que me levanto hasta que me acuesto, veo todo, incluso a mi mismo, como un paisaje Iiterario. Alfinal todo es literatura (Macciuci, 2004b:; 126-127). Adquiete sentido asf la idea anunciada en el titulo, descubrir el Mediterrneo como mar interior, donde mediterréneo puede leerse tam- bign como zona continental, y en este caso, Madrid. Adquiere sentido el provocador oximoron del titulo: el café Gijén, paisaje social, algo deca- dente, de un pais periférico, emparejado con la mitica y universal patria de Odiseo ~que quizés fue y seria insignificante si no mediara Homero. Son la mirada del artista y la fuerza de la palabra las que trensfiguran la realidad: no hubo mas héroes ayer que hoy, numerosos Ulises realizan su singladura, cientos de Penépoles y Telémacos viven mientras aguar- dan. Vicent realiza un doble movimiento, reencanta la realidad y desmititica la leyenda -y la historia, como bien se aprecia en el persona- je del general rotirad llamado Davie, que lo guia en ol citcuito de los tahdres. El presente, como antafo, sélo necesita de un Homero que idealice a los héroes cotidianos: Tantos Ulises, tantas Penélopes, tantos pretendientes en la puerta de Stella. Y yo sin poderle llegar a la susla det zapato a Homero (CGI: 183) __ Mediante el titimo oximoron el excusado como un sinénimo de itaca- elabora una imagen que enlaza motivos recurrentes de sus tex- tos: la construccién de un lugar simbdlico para la iteratura afteradio res- Pecto a los rasgos mas provectos de la institucién, Cuando las lindes se vuelven borrosas, la literatura adquiere para el escritor valenciano un plus, una cuota de fascinacién derivada de la incertidumbre y el oscurecimiento. Su iniciacién a la lectura -el halaz- {go, casual, de un ejemplar de Corazén, de Edmundo De Amicis, no en la biblioteca de “un mi abuelo", sino extraviado en el campo- esté marca- da por la importancia del margen con respecto al centro, de lo difuso sobre lo defintivo, del azar frente a lo predecible: © Con Velarde, hérce de la guerra contra Napoleén, Ambos palronos delarma de ailea, 169 ‘Através de algunas pocas paginas salvadas que contionen dibujos con un pie en letra redonaiilla, empecé a deletroar las aventuras de Marco en su viaje de los Apeninos a los ‘Andes. Cada uno de sus lances se perdia on los bordes fermentados por la humedad que los hacia ilegibles, pero yo los suplia con la imaginacién (Vicent, 19988). En otra ocasién Vicent recordara su paso por Hermano Lobo, ro- vista de humor, y por Triunfo, el prestigioso érgano de la cultura disiden: te del franquismo al que se incorporaré en los tres tltimos afios anterio: ros assu cierre, en 1982. Quando rememora esa época, vuelve a situarse ‘simbélicamente fuera del centro consagrado; frente a practica profesi nal “seria” y “circunspecta” reivindica la risa y la hoterodoxia, con sus connotaciones herélicas (y, como se sabe, sustentos de los "géneros menores" y del carnaval) La redaccién estaba en el sétano de la Plaza del Conde del Valle de Sdchil, 20 (...). Nuestras careajadas se ofan desde la redaccién de Triunfo y tal vez éramos nosotros Jos malditos, unos superficiales que se reian, pero estas carcajadas en la ultima etapa del tranquismo ye era lo mas subversivo que se poala gasiar. En el pisu Ue exiiba esteban Haro, Marquez, Reviriego, Savater, la ortodoxia, la oétodra del pensamiento (Vicent, 1995). La preferencia por las zonas aledafias a la literatura tal como el término se concibe desde el centro de la institucién, se subraya con of cultivo de una imagen de escritor igualmente atfpica, distanciandose do la autoimagen complaciente (ct. Maccluci, 1998: 710) —Su cara me es conocida —dijo el taxista—. ZEs usted escritor o algo asi? —Algo asi —contesté (CGI: 204) El sitio donde culmina Del café Gijén a ftaca remite a una de las isotopias del margen del autor de Contra Paraiso. En el retrete descu- brié, Siendo un nio, la poesia y ol tabaco, dos placeres prohibidos'* El objeto remite necesariamente a Bajin y sus tesis sobre la fiesta popular en la que sobrevive el rte pagano del ciclo nivelador do la vida. donde rracimiento y muerte, sexo y detrtos exaltan la repetici6n del ciclo de la nraturaleza, tema que el autor valenciano retoma insistentemente con {7 Fumé el primer cigerio enel eet yal, através del primer humo de rive, la kas Fimmas de Bécquer..” \Vicont, 1998: 24). 164 diferentes imagenes, y que tiene una funcién regeneradora en el viaje a laisla do Odiseo. Elretrete, como la muerte, es simbolo de iqualacién, pero en Vicent encierra atin otro significado, paradéjico, oximorénico, también recu: rrente en sus textos: se impregna de una atmésfera sacra cuando entre sus desechos emerge la solidaridad en estado puro y esta ilumina aurdticamente a unos elegidos que se codean con la miseria y el horror de forma humilde y caritativa: Mientras volabamos sobre ol lago Vietoria (...) supe que el humanismo empieza por las ltrinas, Fue la primera lecci6n do esto viajo: los derechos humanos hay que trabajarios dasde las heces y para eso existen voluntarios que se prestan a erigir retretes colectivos (Vicent, 1995: 10). El retrete se refuncionaliza, Si con Baudelaire el posta pierde ol aura y, poco después, el intelectual pierde el podio, es innegable que, para Vicent, el escritor tampoco justifica su lugar en las recepciones oficiales ni en el estrado. El retrete recuerda al hombre de letras él pri- mer término del sintagma, es decir, su condicién humana y le brinda ~ otra vez la paradoja- una vision mas amplia y diéfana que el pedestal: una sintesis del universo, y la seguridad del viaje ciclico a flaca, Benjamin dijo que les palabras también tienen aura. Vicent ilu na las palabras, incluso aquellas, en téminos bajtinianos, pertenacien- tes a lo bajo corporal .en el fondo det urinario (...) el medio limén que era la Imagen del mundo (CGI: 27). En este tiltimo pasaje se proyecta, ademas, la sombra de la esté- tica, cuyo émbito proporciona al universo nartativo del autor de Tranvia a la Malvarrosa una materia prima fundamental a la que recurre de modo sistematico"®, Irrevocablemente, la palabra urinario evoca el gesto irre- verente de Marcel Duchamp, quien escandalizé al mundo del arte cuan- do entroniz6 el escatolégico objeto on el plinto de las galerias, aunque su propésito fuera acabar con los museos. El retorno del mingitoria al sitlo originario, pero igualmente aurético, obliga @ pensar en la tavesia, el lugar y el fin del arte (y de la literatura) en fo que va del siglo XX al XI. © Laineursion de Vint en el mundo dela artes plésticss, de forma similar alo que sucede on la obra erica de aquellos escrtoes que la cutivan, constuye una fuente inestimable de daioseincicios desu propia postca, una suerte de manifesto oouto cuya decociicacn _abre carinos al especialisa que se adentra en su obra” (Maccuxi, 2002; 206). 165 Bisuioararia ‘Acuitan Fennknoez, Paloma, 1996, Memoria y olvido de la guerra civil espanola. Madrid: Alianza ‘A.sins, Jean, 2001. “Luteur de Las semanas del jardin, de Michel Foucault a Juan Goytisolo” en Imrévue. Monpeliier: Ed. du CERS. Awossy, Ruth y Anne Hersciens Piearor, 2001, Estereotipos y clichés. Buenos Aires: Eudeba, ‘Axéumo, 1974. Cancionero de obras de burla provocantes a risa. Pedro Jauralde Pou (ed.). Madrid: Akal. ‘Abniwo, 1995. Carajicomedia. Alvaro Alonso (ed.). Malaga: Aljibe. ‘Aarucn, Leonor, 2002. "Probleméticas de la identidad” en Leonor Anruc (comp,). identidades, sujetos y subjetividades. Buenos Aires Prometeo libros. ‘Aus. Max. 1994. Enero sin nombre. Los relatos completos de! Laberinto ‘magico, Javier Quifiones (ed. y prol.). Barcelona: Alba Editorial. ———.. 1998. Diarios (1939-1972. Manuel Aznar Soler (ed.). Barcelona: Alba Editorial , 2001. “Tres notas” en Obras completas, vol. Il El laberinto magico, |. Campo cerrado. Campo abierto. Joan Oleza Simé (dir); Ignacio Soldevila Durante y José Antonio Pérez Bowie (eds. e intr). Valencia: Biblioteca Velenciana- Institucié Alfons El Magnanim. , 2002, "El teatro espafol sacado a la luz de las tinieblas de rnugstro tiempo por Max Aub. Discurso leido por su autor en el acto de su recepcién académica el dia 12 de diciembro de 1956" en Raquel Macciuci y Maria Teresa Pochat (eds.). Olivar. Revista de Literatura y Cultura Espariolas. Afo Ill, n° 3. Numero monografico: Max Aub. La Plata: UNLP-FHCE - Gentro de Teoria y critica literaria, , 2003. La gallina ciega, Manuel Aznar Soler (ed. ¢ intr.). Barcelona: Alba Editor ‘Arata, Francisco, 1956, “Para quién escribimos nosotros” en El escritor ene sociedad de masas y Breve teoria de a traduccién. México: Obregon, ‘Aanan Soten, Manuel, 2003. "Max Aub en el laberinto espanol de 1969” en Max Aus. La gallina ciega. Barcelona: Alba Editorial 167 ‘Azonin, 1903. “La agricultura” en EI globo, 10-II1903. [Recogide en ‘Antonio Azorin, cap. X, addenda a la ed. de Inman Fox de Castilla, 221-224]. Baczxo, Bronislaw, 1991. Les imaginarios sociales: memorias y esperanzes ‘colectivas, Buenos Aires: Nueva vision Banca, Juan (ed), 1994. /dentided y alteridad: eproximacién al tema del ‘doble" Sevilla: Afar. Bancad Camere, Juan, 1994, ‘Hacia una tipologia del doble: el doble por fusi6n, por fisién y por metamorfosis" on Bargallé, Juan, op. cit,, 11-26. : ‘Bruoaiiann, Jean y Marc Guuauve, 2000, Figuras de Ja alteridad. México: Taurus. Bessiéne, Bornard, 1996, “Du serpent du mer au tigre de papier: le postmodernisme a 'espagnole” en Tyras, Georges (ect), 1996. Postmodernité et éscriture marrative dans I'Espagne ‘contemporaine, Grenoble: CERHIUS, 49-68, [Recogido en Rico, F,, 2000, op.cit., 61-66). Brasua, Homi, 2002, El lugar de la cultura. César Aira (trad.). Buenos Aires: Manantial, Bianco Aaunaca, Carlos, 1991. “Otros tiempos, otros espacios en ta nnarraliva espafola del exilio en América” en Nicolas Sanchez ‘Nbernoz (comp,) y Marfa Taresa Pochat (colab.). E/ destiorro espanol en América. Un trasvase cultural. Madrid: Sociedad Estatal V Centenario - Inst. de Cooperacién Iberoamericana - Ediciones Sirvela = Bunco, Marfa Luisa, 2001. “Memoria de un superviviente. Jorge Semprin: Soy un deportado de Buchenwald’, en E/ Pals -Babelia, sabado 19 de mayo de 2001. : Bisa, José Angel, 1996a. “Deslizamientos por la banda de Mébius” en José Maria Pozuelo y Francisco Vicente (eds.) Mundos de ficci6n, vol. |. Murcia: Universidad de Murcia, 89-94. ____A896b. “Ficcién y no ficcién: that is the question (Lectura de! ‘Quijote, I,11 y Il, 84-95)" en Philologica. Homenaje al Profesor Ricardo Senabre. Caceres: Universidad de Extremadura, 83-94. | 2000a. *Circulaciones” en José Romera Castillo y Francisco Gutiérrez Carbajo (eds.) Poesia histérica’y (auto)biogrética (1975-1999). Madrid: Visor, 41-52. : | 2000. "Textimoniar” en Prosopopeya. Revista de critics Contempordnea, 2, 2000, 75-91. Bown, M., A. Rosato y V, Armisas, 1998. Constructores de fa otredad. Una ‘introducoién a la Antropologla Social y Cultural. Buenos Aires: EUDEBA. Bonors, Jorge Luis, 1974. “El escritor argentino y Ia tradicién” en Discusién, Obras Completas. Buenos Aires: Emecé, 267-274. ____, 1994. Ficciones, Buenos Ares: Emecé. 168 , 1998. “EI idioma analitico de John Wilkins" en Otras inquisiciones, Buenos Aires: Alianza, 154-161. Bozzs, Alberio, 1988. “Hispanismo” en La ciudad futura, n® 11, junio, 16-17. Bucitey, Ramén, 1999. La doble transicion: politica y literatura en fa Espana de los afios setenta. Madrid: Siglo XXI. Bonen, Peter, 1987. Teoria de la vanguardia. Barcelona: Peninsula. Busciann, Albrecht, 2004. “por ser de ninguna parte: Max Aub: esbozo do una escritura sin residencia fia”, en Diablotexto,n* 7. Nimero monografico: Max Aub. Valencia: Departamento de Filologia - Universitat de Valencia Cano Batiesta, Juan, 1994, Las estrategias de Ia imaginacién. Utoples litererias y ret6ricas politicas bajo el franquismo. Madhid: Siglo XX Casteuer, José Marla, 1968. “Tiempo de destruccién para la literatura ‘espafola'" en Literatura, ideologia y politica. .. 1970. Nueve novisimos postas espafioles. Apéndice documental, Barcelona: Peninsula (2001) Castua, Amelia, 1997. "Vézquez Montalban cierra el afio Carvalho con una novela sobre la dictadura argentina” en EL PAIS, 7 de octubre 1997. Casronuunis, Cornelius, 1993. La institucién imagineria de la sociedad, Volumen 1 "Marxismo y teoria revolucionaria”. Buenos Altes: Tusquiets Faitoras. Casrao, Antén, 1994, "Paginas escogidas de Manuel Vicent” en W.AA, En torno a ‘Contra paraiso’ de Manuel Vicent, Zaragoza’ Diputacién General de Aragén - Ministerio’ de Educacién y Ciencia-Direccién Provincial de Zaragoz Cavoer, Francisco, 1997. Hipétesis sobre e! exilio republicano de 1939, ‘Madrid: Fundacién Universitaria Espanola. ____, 2004, “La revista Sala de espera: una tragedia en tres actos” ‘en Silvia Monti (ed.). Max Aub de la farsa a la tragedia. Actas de fas Jornadas de estudio (Verona, 13-14 do junio de 2003). Verona: Edizioni Fiorini ‘Chuzoa, Ricardo y José Ramén Montero, 1999. "Fascistas y catdlicos: el pastiche ideolégico del primer franquismo” en Revista de Occidanie, N° 223, diciembre de 1999. Gincuto ve Lecron€s, 1997. Les semanes del Jardin. Madrid: Alfaguara Coroc.uns, Natalia, 2001. “Juegos de la identidad: uno, los otros, y los ismos en Carajicomedia de Juan Goytisolo” on la Actas de! "Primer Congreso Internacional CELEHIS de Literatura”. Mat del Plata: CELEHIS. Cuenca Tuneta, Dolors, 1996. “La verdadera historia dela muerte de Francisco Franco ola ficoién y larealidad en la obra de Max Aub" en Cecilio ‘Alonso (ed.). Actas del Congreso Internacional “Max Aub y of laberinto espariol (Valencia y Segorbe, 13-17 diciembre 1993)", {II Valencia: Ayuntamiento - Colleccié Encontres. 169 Cuero, Juan, 1997. “Prélogo" a Manuel Vicent, Los mejores relatos. Madrid: Alfaguara, 9-13. ____/2008. "Pop ‘Glocal"” on EI Pais-Babelia, 13 de septiembre, DauAcaus, Gian Piero, 2001. La biblioteca di Buchenweld. Storie de Jorge ‘Somprtin, intelettuale europeo. Imola: La Mandragora. Dennioa, Jacques, 1977. Posiciones. M. Arranz (rad). Valencia: Pre-Textos. TENES "| 1980. *La lol du genre” en Glyph, 7. Baltimore: John Hopkins University Press. __, 1996. Le monotinguisme de Nautro ou la prothése d'origine. Paris; Galilée [Versién espafola: Derrida, Jacques, 1997. E/ monolingdismo de! otro 0 la protesis del origen. Buenos Aires: Manantial). ___1998. *Timpano” en Mérgenes de la filosofia. Madrid: Catedra. 2000. Dar la muerte. Barcelona: Paidés. Disnio o& Possia, Dossien 2005, 2005, 2006. “Poesia y periodismo”, Buenos Aires-Rosario, dic-abr., 11-20. Dieso, José Luis de, 2004. “El hispanismo en Argentina" en Oliva. Revista de literatura y cultura espariolas. Ano V, n® 5, La Plata: UNLP- FHCE - Centro do Teoria y Critica lteraria, 87-94. Ener, Inger (ed.) 1999. Un circulo de relectores: Jornadas sobre Juan Goytisolo. Lund, 1998. Almerla: Instituto de Estudios Almorionses. Enis, Juan Antonio, 2003. “La escritura o la vide de Jorge Sempruin: la ‘memoria, la historia, la literatura”, en Historia y memoria: perspectivas para el abordaje del pasado reciente. Actas de! Coloquio celebrado en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacién UNLP La Plata: Gentro de Invesligaciones ‘Sociohistéricas, FAHCE, UNLP- Comisién Provincial por la Memoria. Escava o¢ Batacuen, José Marfa, 2004. Camino. Madrid: RIALP. Erte, Ottmar, 2003. "El Occidente revisitado. Max Aub: escribir (desde) ‘el movimiento” en Revista de Occidente, n° 265, junio, &-25. Fasen, Richard, 1995, Erinnom und Darstellen des Unausidslichen. Uber ‘Jorge Semprins KZ-Literatur. Berlin: Trenwia. Fasen, Sebastian, 2002. "Max Aub 0 la aporia del exiio" en Laberintos. ‘Anuario sobre los exilios culturales esparioles, 1. Velencia: Biblioteca Valenciana. Fewinnez, Alvaro, 1999, “La lectura de los espacios reales: la construccién ‘del espacio urbano en la literatura de Juan Marsé" en Porrda, Maria del Carmen (ed.), Lugares, Buenos Aires: UBA-FFYL, 39° 74. __, 2009, “Un canto en la tiniebla. Miradas, voces y memoria en ia postica de Juan Marsé”, beroamerlcana, Américe-Espana- Portugal, Nueva época, Ill 11, sept. 2003, 65-87. 170 Fiuntes, Maria Isabel, 1998. Enunciacién, Buenos Aires: Eudeba, Foucautr, Michel, 1995. Las palabras y las cosas. México: Siglo XXI. Gancia Cancun, Néstor, 2005. Culturas hibridas. Buenos Aires: Paidés. Gi oe Bieow, Jaime, 1999, Retrato del artista en 1956. Madrid: Lumen. Ginen, Salvador, 1992, “La Espafa posible” en Historia y critica de la literatura espafiola. Francisco Rico (ed.), T. IX. Barcelona: Critica, 46-53. Gornsoto, Juan, 1976, “Literatura y eutanasia” en EI furgén de cola. Barcelona: Seix Barral. ______,1989. Crénicas Sarracinas. Barcelona, Seix Barral — 2000a. Carajicomedia de Fray Bugeo y otros pajaros de vario plumaje y pluma, Barcelona: Seix Barral. » 2000b. "La picaresca es la mejor forma de chingar al poder”. Reportaje por Armando Tejada” en Jornada n® 522, mayo 2000. México: UNAM. Gracia, Jordi y Joaquin Manco (eds.), 2004, La lagada de fos bérbaros. La recepcién de /a literatura hispanoamericana en Espana, 1960-1981 . Barcelona: Edhasa. Gaanan, Helen y Jo Lasanyi, 1995. Spanish Cultural Studies. An Introduction. New York: Oxtord University Press Inc. Hast, Cynthia, 1973. The Theme of Nazi Concentration Camps in French Literature, The Hague. Paris: Mouton. Hout, Stuait, 200%. "The Spectacle of the Other” on Stuart Haut (od.). Representations: Cultural Representations and Signiying Practices. London: Sage in association with the Open University 2003. “Pensando en la diéspora: en casa, desde el extranjero” €n Carlos Jéureguiy Juan Pablo Davobe (eds.). Heterotropias. Narrativas de identidad y alteridad latinoamericana. Pittsburg} Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana - Universidad de Pittsburgh. Hoveno, 1944, Odlsea, Buenos Aires, Losada. Huei Méoenes, Adrian, 1994. “Borges y nosotros” en Bargall6, Juan (ad.}, 1994, op. cit., 251-262 Honronn, James y Brendan Heaster, 1997. Curso de Semédntica. Madrid: Visor. Ines, Gérard, 1990. Los discursos de! cambio. Imagenes e imaginarios ‘sociales en al Espaita de la Transicién (1976-1982). Madrid: Akal Keuteis, Thomas, 2003. La imitacién de Cristo, Madrid: Monte Carmelo. Kosren, Lutz, 1989. Obsession der Erinnerung. Das literarische Werk Jorge ‘Semprins. Frankfurt/Main: Vervuert. Lassi, Jo, 2000. Gender and Modernization in the Spanish Realist Novel. New York: Oxford University Press. Lactau, Emesio, 1996. Emancipacién y diferencia. Buenos Aires: Espasa Calpe Argentina, Leseune, Philippe, 1975. Le pacte autobiographique. Paris: Seuil. 171 _____4986, "Autobiographie, roman et nom propre”, en Mol aussi. Paris: Seuil, 97-72. : . Lewnas, Emmanuel, 1971. Totalité et infini. Essai sur Vexteriorité. Paris: Kuuwer Loa, Clara E., 2002. “Enfoques comparativos sobre jos exilios en México: Espafia y Argentina en el siglo Xx" en Pablo Yankelevich (coord). México, Pais Refugio: La Experiencia de los Exilios ‘en el Siglo XX. México D.F: Plaza y Valdés - CONACULTA- INAH. Luonens Mazo, Luis, 2002. “Tierra de campos: avatares en ta escritura de Max Aub" en Voz y Letra, Xill-2. Madeid: Arco Libros. __20038, "Das Notizbuch des Erzahlers. Zur Entstehung dos Tomans Blutiges Spiel” ("Una muestra paradigmatica delhacer natratvo de Max Aub: el capitule “Madrugada de tres de Campo de Sangre") en Die Horen, 210, Berlin. "2003b, “Génesis del Laberinto magico: los autogratos de Max “Aub entre 1938 y 1942" en Bullatin of Spanish Studies, LXXX-4, uly, Glasgow: University of Glasgow. Lavo Poa grer 2002a, “Props para una reautrizacion de Max ‘Aub: Campo del Moro y Las buenas intenciones" en Laberintos. ‘Anuario sobre los exilios culturales esparoles, 1. Valencia: Biblioteca Valenciana. : __"'2002b, "Un manuscrito del taller de Max Aub" en Raquel Macciucl y Maria Teresa Pochat {eds.). Olivar. Revista de Literatura y Cultura Espafolas, Ano Ill, n°3. Namero monogrétfico: Max Aub. La Plata: UNLP-FHGE - Centro de Teoria Critica titeraria. 4 __Y fen prensa). "Escrtura en estado provisional. Planes para ‘una novela sobre el exilio” en AA.VV. Max Aub; testigo de! siglo XX, Valencia: Biblioteca Valenciana, Maccwer, Raquel, 1996, "Manuel Vicent: Travesias de un género clasico de la literatura espafiola post-franquista” en Orbis Tertius. Revista de Teorla y Critica Literaria. AMO |, 2-3. La Plata: UNLP- FHCE-Centro de Teoria y Critica iteraria, 303-330. f 4998. “Contra la clasiticacién: La literatura de Manuel Vicent”, ‘on Sevilla, Florencio y Carlos Alvar (eds.), Actas de! Xiit Congreso internacional de Hispanisies. Madrid: Castalia, 703- m f 20012. “2Eseribir es morir de nuevo?", en Compartiendo, aio 2,082, = _“S001b. “Antes que el cine. Estrafalario/t de Rafael Azcona” ‘on Olivar, Revista de Literatura y Cultura Espariolas, Ao I, 1 2. La Plata: UNLP-FHCE - Gentro de Teorla y Critica literaria, 77-102. 172 2002. "Variaciones sobre Manuel Vicent” en Quiroga Salcedo etal, (Coords.) Hispanismo en la Argentina en los portales de! siglo XXI. San Juan: A.A.H.- Instituto do Investigaciones Lingiisticas y Filolégicas Manuel Alvar-UNSJ, 38-48. » 2004a, “Viviré con su nombre, moriré con el mio de Jorge ‘Semprin: reconfiguracién y sintesis del universo narrativo de Buchenwald (0 El Lager explicado al gran piblico)”, en Orbis Tertius. Revista de Tearla y Critica Literaria. Afio IX, n® 10. La Plata: UNLP-FHGE-Centro de Teoria y Critica literaria, 54-72 2004. "EI camino mas corto entre dos puntos no es una recta. Entrovista con Manuel Vicent" en Olivar. Revista de Literatura y Cultura Espariolas. Afo V, n° 5. La Plata: UNLP-FHCE - Centro de Teoria y Critica iteraria, 145-156, 2005. “La novela de Jorge Semprtn: El largo viaje hacia ef corazén de Galatea” en Tomds, Facundo ¢ Isabel Jusio (eds.). Pigmalién 0 el amor por lo creado. Barcelona: Anthropos, 183- 169. , 2008b. ‘Final de plata amargo’. De la vanguardia al exiio ‘Ramén Gémez de la Serna, Francisco Ayala y Rafael Alberti. La Plata: Al margen . 2006a. “Borges, Cortazar, el galache y la gurupa surefa. Apostilla al debate sobre el (anti}hispanismo en Argentina” en Ollvar, Revista de ikeretura y culture espafiolas. Ato Vi, n® 7. La Plata: UNLP-FHCE-Ceniro de Teoria y Critica literaria. (en prense a). “Yo y mi otro, Alteridad y desdoblamientos en Veinto arios y un dia de Jorge Sempriin” en Discursos cutturales, ideniidad y memoria. San Miguel de Tucuman: AAH-UNT. _ (en prensa b). “Narrativa espafiola de los aos setenta: vision expandida” en alp. cuadernos angers-laplata. Numero monogrétfico dedicado a las transiciones polticas de Esparia y América Latina. UFR de Letres, Langues el Sciences Humaines, Université d Angers. Francia y FAHCE - UNLP _____,y Maria Teresa Pocur (eds.}, 2002, Ndmero monogrétfico: Max ‘Aub. Olivar. Revista de Literatura y Culture Espafolas. Ai Ill, 1nf3, La Plata: UNLP-FHCE-Centro de Teoria y Critica lteraria. _,y Natalia Conae.un, 2004. “Vota por que sea larga la jornada’ La travesia de Ulises en De! café Gijon a itaca de Manuel Vicent" en Zechin y Napoli (eds.) Elica y Esiética. De Grecia a la ‘modernided. La Plata: UNL Manctiena, Abate, 1985, Obras en prosa. Madrid: Alianza editorial Manse, Juan, 1980. Si te dicen que cal. Barcelona: Bruguera. Menénoez Peusvo, Marcelino, 1946. E/ Abate Marchena. Buenos Aires: Espasa Calpe 1851. Historia de los heterodoxos esparioles Tomo Vil. Buenos Aires: Espasa Calpe. 173, Moueno ve Lx loiesin, Alicia, 2000. La autoficcién en Espana. Jorge ‘Semprin, Carlos Barral, Luis Goytisolo, Enriqueta Antolin y ‘Antonio Murioz Molina. Berlin: Peter Lang. Mounero, Carmen, 1999. ‘Silencio o invisibilidad: La mujer durante el primer franquismo" en Revista de Occidente n°233, diciembre do 1999. Morava, Mabel (ed.), 2002. Nuevas perspectivas desde/sobre América ‘Latina: El desatio do los estudios cutturales. Pittsburgh: Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Universidad de Pittsburgh. Moreno Marquez, César, 1994. “El deseo del otro o la fascinaclén por Protea" en Bansa..6, Juan (ed), op. cit, 44-54. Morer, Xavier, 1997. “"Mi ideal seria conseguir una prosa invisible’ Entrevista con Juan Marsé” en El Pais, 3 de julio de 1997, Navaneo, Justo, 1997. "El asado argentino de Carvalho" en EL Pals- Babelia, 25 de octubre 1997. Nocuenot Jiménez, Francisca, 1994. ‘Julio Cortazar: en busca de otro cielo” ‘on Barcait6, Juan (ed), op. cit, 287-249, Cieza, Joan, 1993. “Teoria de la practica, practica de la teorla, o practica ‘ebrica. Metaficciones galdosianas” Intervencién en la Mesa de Debate del Vil Congreso Internacional galdosiano. Galdés y la escritura de fa modemidad, Lanzarote, 22 de marzo. 2001. “La emancipacion de las criaturas: el personaje Merario ¥ la novela contomporénea” en Vita Nuova. Antologia de Esorilores valencianos en el in de siglo. Valencia: Ajuntament de Valencia, 56-60. ___y Javier Luscx (eds.), 2000. Vicente Blasco ibéiez: 1898-1998. La vuelta al siglo de un novelista. Actas de! Congreso Intemacional celebrado en Valencia del 23 al 27 de noviembre de 1998, Valencia: Biblioteca Valenciana- Generalitat Valenciana. Crreea, Julio, 2002, “La épica(resca) de la sexualidad espafiola" en E/ universal, 0° 87. Paoura Fuentes, Leonardo, 1991. "Reivindicacién de la memoria, Entrevista ‘con Manuel Vazquez Montalban” en Quimera, 106-107, 47-53. Panes, Jorge, 2000. “Poltica y ficién o acerca del volverse literatura de ‘erta Sociologia argentina” en Criticas. Buenos Aires: Norma, 65-76, ‘Quueaa, 1995, Dossier sobre ol Hispanismo, 1995, n® 138, 31-49. Quianse, Catherine, 2001. "Nuevas modalidades y antiguas categorfas” fen Estudios migratorios latinoamericanos. Ano 16, N° 48 Agosto. Rico, Francisco (ed), 1992. Historia y rtica de la literature espariola 79, Villanueva, Darfo y otros, Los nuevos nombres: 1975-1990. Barcelona: Critica. 174 (08), 2000, histori eles de literatura espaol. 9/1 ah . TO, Gracia, Jor, Los nuevos nombres: 1976-2000, Barcelona Riera, Miguel, 1994. “Contra todo simulacro. Ei , nt a Subials* en Quimera, n® 128, 19-27 ee eee jowanos, Melchora, 2004. “Procesos de construccién y evolucién concepto de Hispanismo desde la perspectiva de los ‘caucion prea Sepatola" en Ova: Revista de tertur y cutura ariolas, Aito V, n® 5, La Plata: UNLP-FHCE-C i suo, ow, ea Moral, 91-56 sea io, Edward, 1984. “Recuerdo del invierno”, Beatriz Sarl R ri (i ur de Vista. Afto Vil, n° 22, diciembre. chee ___ 1987. “Critica secular”, separata A =, “i parata de Punto de Vista. Arto X Soar ray 1800, Onentatemo, Madd: Libetaios u. Nair y Juan Goynsoto, 2000. £/ peaje de a vida. Inmigracio , ° fda. Inmigracién 0 ncn ate 2 i migracién on Espa. Madi: Satilana Stvcie, Bernardo, 2006 Fatae/Azcona: Habla ol guién. Madd: Ctodra, mane2, Nil, 2002. Investigaciones Iterarfas. Mocerniciad, historia de la Iiteratura y modemismos. Barcelona: Critica. 2006. “La postica del horizonte. Espacio, escritura y campo Inerario on las novelas de José Maria de Pereda” on Oliva: evista de iteratura y cultura espanolas. Afio Vil, n? 7. La Plata: UNLP-FHCE-Centro de Teoria y Critica literaria. srwao; Dominge Faustino, 1841. "Las obras deLara’ on El Mercuri, le. ; Sartae, Jean Paul, 1948. Qué es la literat , tura? Aurora Bernérdez (tr 7 Buenos Aires: Losada (1981) eet jorwaRsten, Dora, 2001. Entre Franco y Perén. Memoria e id a 5 ia @ identidad del > nto republcano espafol en Argentina, Barcelona: Crica, ;ckwanrz, Lia, 2002. “De hispanismos, los siglos XVI y XVII y el olvido de 7 la historia” en Ciberleiras, n®2, 2002. EuPAON, Jorge, 1977. a Jorge, 1977, Autobiogratia de Federico Sanchez, Barcelona: 1981. El largo viaje. Barcelona: Seix Barral. + 1995. “Mermoria del ex deportado 44.804” en £/ Pas, 10 do ri , 1997. La esoritura 0 la vida. Barcelona: Tus ; quets, 1908, Adds, uz de veranos.. Bareslone: Tusquets. 2008. i bon su noma, ote eon wo. areola: Sowwevita Duravte, Ignacio, 1973. La obra n f , 1973. narrativa de Mi 1969). Madrid: Gredos. me te —.. 2003. E/ compromiso de fa imaginacién. Vida 1 obr ‘Aub. Valencia: Biblioteca Valenciana. es 175 Soro Fernénoez, Liliana, 1996. Autobiogralie fieticia en Miguel de ‘Unamuno, Carmen Martin Gaite y Jorge Semprin. Madrid: Piiegos. Srewer, George, 2002. Presoncias reales. Barcelona: Destino libros. Susinars, Eduardo, 1979. “El viaje a itaca’ en Figuras de la conciencia desdichade. Madrid: Taurus, 75-83. _____, 2006, “La muralla china de Norteamérica’ on Pagina 12, Buenos Altes, 8 de febrero, 28. Tovorov, Tzvetan, 19914, Nosotros y los otros. México: Siglo xxl. , 1991b. La Conquista de América. El problema del otra, México: Siglo XXI. ____, 1993, *Post-scriptum: el conocimiento de los otros" en Las ‘morales de la historia. Barcelona: Paidés. ‘To.Ave Hasicn, Fernando y Palricia Grieve, 1971.Los esparioles y 6! boom. Caracas: Tempo Nuevo. ‘Towss, Facundo, 2000. Las culturas periféricas y el sindrome de! 98. Barcelona: Anthropos. , 2006. “Sorolia y el ambiente intelectual de su tiempo” en ‘Sorolla & Sargent (catdlogo de la exposici6n). Madrid: Museo Thyssen. TTonac SenRANo, E., 1994, “Alteridad y Heteronimia en Fernando Pessoa” ‘on Bargall6, Juan (ed) op. cit., 109-116. ca, Abril, 2002, “migrancia: memoria: identidé” en Mabel Moraha (ed.) op. cit., 475-485. 2005. “Historia personal de los estudios culturales latinoamericanes. Una pregunta molesta” en Kafatay. Aho | n® 4-2, jun., 112-131. (Version de “Why do I do Cultural Studies?"en. Journal of Latin American Cultural Studies 9.1, 2000), 78-98, Tyras, Georges, 2003. Geometrias de la Memoria. Conversaciones con Manuel Vazquez Montalban. Granada: Zoola. Usarte, Michael, 1999. Literalura egparols en ef exilio. Un estudio comparativo. Madrid: Siglo XX Unamuno, Miguel de, 1976. En torno a las artes. Madrid: Austral. \Vaienoia Rooricue2, Rafael, 1994. “La imagen del otro en el medieva hispano” on Bargallé, Juan, (ed.) op. cit., 171-181 ‘aus, Fernando, 2003. La realidad inventada, Andlisis crtico de la novela espaiiola actual. Barcelona: Critica. A \Vazauez MonTa.sAn, Manuel, 1989. "Contra la navela policiaca” en insula "Novela y poesia de dos mundos. La creaocién Iiteraria en Esparia y América, hoy”, n 512-513, ag. sept. 1989, 9. _____, 1997. Quinteto de Buenas aires. Barcelona: Planeta. Vicent, Manuel, 1988. “Denia” en Arsenal de balas perdidas. Barcelona: ‘Anagrama, 115-116. 1993. ‘Ave Maria” en A favor del placer, Cuademo de bitécors para néutragos de hoy. Madtid: El Pats- Aguilar, 145, 176 ———. 1994, Del café Gijén a ftaca. Descubrimiento del I . imionto del Mecttorr {como mar interior. Madrid, El Pais-Aguilar, a —, 1985. “En ol sétano ge Turfo", en VWAA. Tiunfo' en su jpoca. Alicia Altod y Paul Aubert (eds,). Madrid. Casa de Velézquer- Ediciones Pdyaces, ..1996. “La literatura y la lectura como obras do arte” E r ras de art Pal Babole, Matra, SO de nove, 24 enh 1998, “El mito del regreso” en £1 Pais, Nt «1808 reso” en E| Pais, Madrid, 24 de brit, , 1999b, “La Odisea es un reporteje periodis . ico rravegacién en El Pals, Macc 8-de abr, ni 1094, Wecrisier, Diana, 2008. "Bajo al signo dol exilio" en Yayo Aznar y Diana 'B Wechsler (comp). La memoria comparide. Exper y la rgentina en la construccién de un imaginario cultural 1950). Buenos Aires: Paidés. re ee Zuyora, Andrés, 2002, "Espafa: excentrcidedes y senidumbres culturales del viejo Imperia® en Morafia, Mabel (ed) op. cit. 475-485. 17

You might also like