Se trata de un texto histórico. Es la condena del franquismo por parte
de las Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1949.
El momento histórico en el que se inscribe el texto es una vez que la
segunda guerra mundial ha terminado. Tres semanas antes del inicio, Franco reorganiza su gobierno. En el seno del nuevo Gobierno se marcaban dos tendencias que habían de hacerse antagonistas al producirse el conflicto sobre la participación o no en ella: las encarnadas por Serrano Suñer -ministro de la Gobernación- y por el coronel Beigbeder ministro de Asuntos Exteriores hasta que fuera sustituido por Suñer en esa cartera. La inclinación del primero hacia las potencias del Eje, Italia especialmente, estaba paliada por el temor a las pretensiones alemanas; el segundo apuntaba, dentro de las difíciles circunstancias del momento, hacia un equilibrio benévolo a la Gran Bretaña.
Pero en todo caso, y tras una fase inicial de vacilaciones, el Caudillo
acabó decidiéndose por la paz, quedando al margen de las hostilidades. La actitud española ante el conflicto osciló entre una neutralidad estricta hasta una declaración de -no beligerancia-. Con Suñer ya en Asuntos Exteriores siguióse una política de “amistad sin compromiso” con el Eje, pese a las presiones ejercidas por Hitler directamente sobre Franco en Hendaya 22 de octubre de 1940-, y sobre Serrano Suñer en Berchtesgaden el 19 de noviembre del mismo año. Mussolini también lo intento en febrero de 1041 en Bordighera. Durante la fase final de la guerra, España mantuvo la tesis de que ésta tenía dos vertientes diferenciadas: de una parte, la lucha contra Rusia -en la cual era darle el apoyo a Alemania, tal como ella lo había brindado a través de la División Azul, que en el frente oriental fue mandada por el general Muñoz Grandes-; de otra la lucha entre las democracias occidentales y el fascismo, en la cual la no beligerancia española fue poco a poco abriéndose a una aproximación a las primeras. Las violencias cometidas por Japón en Filipinas decidieron al Gobierno español incluso a romper relaciones diplomáticas con los nipones.
Sin embargo, el hecho de que la paz se iniciase bajo el signo de una
amistad estrecha entre Rusia y los occidentales había de repercutir gravemente en la situación española. El año 1945 se señala por el aislamiento diplomático de España, ratificado luego en la ONU. Y, en efecto, entre 1945 y 1947 el régimen de Franco concentra en sí la hostilidad de casi todos los países del mundo. El momento es, indudablemente, de una gravedad extrema. No se trata sólo del aislamiento diplomático, sino de la infiltración de guerrilleros comunistas o sindicalistas, abiertamente favorecida desde Francia. La situación estratégica de España y la creciente tensión entre Oriente y Occidente suavizarían, no mucho después, el aislamiento español. En junio de 1947 la ONU descarta definitivamente de su agenda el “caso español”. EL acuerdo hispanoamericano del 5 de julio de 1950 abrió una fase de cordialidad creciente. La Cámara de Representantes vota en agosto un primer crédito a favor de España. En octubre, la República Dominicana presenta en la ONU un proyecto de anulación de las decisiones de 1946. A comienzos de noviembre, España es admitida en la Organización de Alimentación y Agricultura de la ONU. De manera solemne, la ONU acepta el día 5 el restablecimiento de relaciones diplomáticas, volviendo sobre su acuerdo de cuatro años atrás. Se inicia aceleradamente el retorno de los embajadores a Madrid.
El texto se compone de dos partes. En una primera parte se establece
a través de dos puntos A y B como verdades absolutas que el régimen de Franco es un régimen fascista ayudado por Hitler y Mussolini, y que Franco como contrapartida colaboró con los alemanes e italianos en la segunda guerra mundial. En la segunda parte del texto y como conclusión de ello por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas se recomienda prohibir la participación de Franco en organizaciones internacionales amparadas por las Naciones Unidas, estableciendo por parte del Consejo de Seguridad medidas de fuerza para acabar con él si no se establece en un periodo razonable un régimen de libertades. También se aconseja retirar a los estados miembros los embajadores de Madrid.
Ese momento histórico que veíamos anteriormente queda de una
forma bien patente recogida en el texto objeto de comentario. Queda claro que existieron contactos y algo más entre Franco y los regímenes fascistas de la Europa de la primera mitad del siglo XX. Quizá el hablar de “ayuda muy considerable a las potencias enemigas” sea excesivo. La idea principal sobre la que gira todo el texto es la condena del régimen franquista a nivel internacional.
La condena como hemos podido ver fue efectiva en un primer
momento: aislamiento político, económico y diplomático. La fuerza a la que se alude para “remediar tal situación” nunca se produjo. La resolución en el último apartado apuesta por una España de “libertad de expresión, de religión y de reunión” y aspira a “celebrar cuanto antes elecciones en las que el pueblo español pueda expresar su voluntad, libre de coacción y de intimidaciones”. Esa España era la España de los vencidos. Habrán de pasar casi treinta años para que todo ello empiece ser una realidad. Tema 16 – Texto 4
La Constitución de 1978
Nos encontramos ante un texto de naturaleza constitucional,
aprobada en referéndum el 6 de diciembre y promulgada el 29 de diciembre de 1978,enmarcada en el período histórico de la Transición, que supuso para España el paso de la dictadura franquista a un régimen monárquico, democrático y parlamentario. Fue elaborada por representantes de los diversos partidos políticos representados en las Cortes Constituyentes formadas a tal efecto, está dirigida a la nación española y es por tanto de difusión pública.
Está Constitución es la ley que ha hecho posible la creación del
nuevo estado democrático y diseñado la España de las Autonomías. El contexto histórico en el que se enmarca la publicación del texto constitucional es la llamada Transición Democrática, período de restitución de las instituciones democráticas que tuvo lugar en España entre 1975 y 1982.Esta Transición comenzó con la muerte de Franco en 1975, la proclamación como Rey y Jefe del Estado de Juan Carlos I.
Este período tuvo unas características particulares:1-se trató de
una evolución controlada desde el franquismo hacia la democracia, por lo que no se produjo una ruptura clara entre los dos sistemas.2-se considera un ejemplo de los cambios y madurez alcanzados por la sociedad española en los años setenta.3-fue fruto del acuerdo o consenso entre algunos dirigentes franquistas y la oposición, ala que se facilitó su integración en el sistema a cambio de la supresión de algunos de los aspectos mas radicales de sus respectivos programas, como el independentismo de los nacionalistas vascos y catalanes.4-Respondió a la presión y movilización popular, que influyó decisivamente en que se produjeran cambios.
Tras la formación del gobierno de Suarez, se aprobó la Ley
para la Reforma Política que establecía unas nuevas Cortes bicamerales (Congreso y Senado),que fue aprobada en noviembre de 1976, y en referéndum un mes mas tarde. El 15 junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas que España había tenido desde 1936.La formación ganadora fue la UCD de Suárez.
Los redactores del anteproyecto de la constitución fueron,
Miguel Herrero de Miñón, Gabriel Cisneros y José Pedro Pérez- Llorca de UCD, Gregorio Peces Barba del PSOE, Jordi Solé Tura del PCE, Manuel Fraga de AP, Miquel Roca de los nacionalistas catalanes. Se trata de uno de los textos más constitucionales más extensos de la historia de España, ya que consta de 169 artículos. Tomó como modelo la de 1931 y otras europeas como la de la RFA. No es una Constitución partidista, ya que fue fruto de un amplio consenso político entre las fuerzas de izquierda y de derecha. EL texto constitucional contiene los siguientes principios: España es un estado democrático, la soberanía reside esencialmente el la nación, la forma del estado es la monarquía parlamentaria, la unidad de España es compatible con la pluralidad nacional, ya que el estado español no es unitario, ni tampoco federal, sino autonómico.
Se establece que el rey es el jefe del Estado, quien sanciona
y promulga las leyes, disuelve las cortes y convoca elecciones, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. EL poder legislativo reside en dos cámaras elegidas por sufragio universal: Congreso de los Diputados y el Senado. El primer organismo tiene mayor peso, ya que el segundo solo se limita a refrendar las leyes. El poder ejecutivo reside en el Gobierno, que dirige la política interior y exterior y depende para su permanencia de la confianza del legislativo. El poder judicial reside en los juzgados y tribunales. SE recoge en la Constitución una declaración de derechos y libertades muy avanzada, y como novedad respecto a textos anteriores, la actual incluye numerosos derechos de carácter social y económico.
En cuanto a la confesionalidad del estado, éste se declara laico,
por lo que se garantiza la libertad de cultos.
El Estado de las Autonomías: la constitución admite las
desigualdades entre las comunidades autónomas al distinguir las nacionalidades históricas del resto de regiones, por lo que se establecieron dos vías. La del artículo 151 o vía rápida, que permitía el acceso al nivel máximo de competencias, diseñado para las nacionalidades históricas y Andalucía. Artículo 143, o vía lenta, para el resto de regiones, que podrían asumir todas las competencias en el plazo de cinco años. Entre 1979 y 1983 se llevó a cabo el proceso de creación de las diecisiete comunidades autónomas.