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Aprender y Enseñar La Lengua Escrita en El Aula - Alejandra Pellicer Sofía A Vernon PDF
Aprender y Enseñar La Lengua Escrita en El Aula - Alejandra Pellicer Sofía A Vernon PDF
en oposicién a las restantes posiciones, o la ‘en palabras como examen, exceso, Xalapa, Taxco © Xola (las tres tltimas, en el espafiol de México). De ‘manera que es necesario visualizar el agrupamiento 6, incluso, la palabra donde figuran las letras, para sa ber cémo interpretarlas. Es un hecho que en todas las escrituras alfabéticas hhist6ricas coexisten elementos gréficos que funcionan distintos niveles de representacién, Ast, puede de cirse que la ortografia, lejos de ser un vestgio initil de ‘otros tiempos, juega un papel vital en la interpretacién e los textos alfabéticos, pues éstos constituyen una ruta de acceso diferente para su comprensidn. Las pa- Jabras ortograficas instituyen una modalidad de lectura en la cual las configuraciones visuales resultan tanto 0 més fundamentales que las letras individuales. Lo més {interesante es que, en la medida en que las letras que {ntegran las palabras ortogréficas dejan de representar cada una de ellas un sonido, la escritura alfabética se ‘acerca més a la representacién logogréfica, pues las palabras comienzan a funcionar como simbolos unita- tos que remiten al sonido por medio de la significacin. Como conclusidn, cabe destacar que as{ como la adquisicién de la escritura alfabética exige la recons- truccién de los patrones “una letra-un sonido” que la sustentan, también las palabras ortogréficas requieren de la reconstruccién de su forma, De modo que, para acceder al tipo de lectura que practica el afabetizado experto, el niio que se alfabetiza debe reconceptualizar Ja tepresentacidn alfabética en términos de secuencias gréficas delimitadas por espacios y constituidas por letras que no siempre se corresponden uno a uno con los sonidos. Desde luego, esta nueva conceptualiza- cién perturba el sistema anteriormente construido por el nifio, puesto que ninguna de estas representaciones se relaciona directamente con el aspecto sonoro del Jenguaje. De ahf que la reconstruccién de las palabras ortogréficas resulte un proceso sumamente complicado para el nifio. una convene ngiica neta cos lo in det Alabet oer lutrnaionl yen caehets said de lr expenone go [8 eres once uns paeio sd ln <=> en Spada y bs do pees es toa fl inden go ag, 12 195PARTE II APOYOS DIDACTICOS PARA LA ENSENANZA DE LA LENGUA ESCRITAEl constructivismo y otros enfoques didacticos Sofia A. Vernon Pres ine mrs de sine sed larizacién (preescolar y los primeros afios de primaria, en la mayoria de los casos) decidir qué mé- todo 0 qué “filosofia” educativa utilizar para lograr ue los nifios se alfabeticen sin difcultades puede ser tun problema. Los maestros estén sujetos a informa. ciones a veces contradictorias y mezcladas. La llamada “querella de los métodos" es un hecho. Cada método es furiosamente defendido por sus creadores y adeptos, nes a la vez critican con fervor los otros métodos En este capitulo, se tratard de abordar brevemente dos de las aproximaciones més usadas en la alfabeti- zaci6n inicial, para luego explicar més extensamente ‘una tercera aproximacidn, menos conocida, y que se- 197Bl lenguaje integral o “whole language” El lenguaje integral es una aproximacién muy conocida fen paises como Estados Unidos, Venezuela, Australia y Nueva Zelanda y, con otras denominaciones, en el Rei- no Unido y otros paises. Los primeros defensores del Jenguaje integral fueron Kenneth y Yetta Goodman, Frank Smith, Mary Clay, Courtney Cazden, entre otros. El lenguaje integral sostiene que la lengua escrita es una forma alternativa de lenguaje. Asf como la len- gua oral tiene funciones sociales importantes y bien efinidas, 1a lengua escrita, desde esta perspectiva, se aprende de modo natural, basicamente con los mis- ‘mos mecanismos que se usan al aprender a hablar. Un niffo aprende a hablar al presenciar e involucrar seen actos de habla entre las personas a su alrededor. El bebé escucha la radio, la televisi6n, asf como a los adultos y a otros nifios conversar y discutir en los con- textos normales de uso. Nadie le ensefa al nifio sonidos © sflabas sueltas; por el contrario, los bebés empiezan 4 comprender el lenguaje que les rodea a partir de la {nteraccién con otros hablantes de su lengua, que siem- pre hablan para comunicar algo, y que aceptan répi- damente las vocalizaciones del bebé como portadoras de significado. £1 hecho de que el lenguaje que los ‘otros usan sea complejo facilita la adquisicion. Para el lenguaje integral, el aprendizaje de la lengua scrita se da de manera muy similar. Por tanto, la alfa- ‘guramente ha logrado hacer una propuesta més integral més cercana a las necesidades reales de los nifios. Es obvio que el trabajo de alfabetizacién debe con- templar dos aspectos. Por un lado, los aprendices tie- nen que comprender el sistema de escritura: cudles son los elementos del sistema (las letras y cuéndo y. cémo se corresponden 0 no a los sonidos, el uso de. ‘marcas gréficas como los espacios en blanco entre pa- labras, la puntuacién, etc.). Por otro lado, tienen que: comprender cuales son los usos sociales de la lengua escrita; es decir, tienen que construr un saber letrado que les permita saber para qué se usa la lengua escrta, para comprender qué tipo de lenguaje pueden esperar de distintos tipos de texto, qué tipo de informacién. Puede dar un texto determinado, etcétera. En otras pa- labras, los nifios tienen que volverse parte de una) cultura escrita que implica mucho més que saber de- codificar palabras y oraciones. Leer y escribir son actividades extremadamente com plejas. Frente a esta complejidad, diferentes posiciones) tedricas toman decisiones pedagégicas acerca de qué 5 lo prioritario ensefar al inicio de la escolaridad. Enlos siguientes apartados, veremos qué decisiones hhan tomado estas tres perspectivas sobre dos aspec- tos: a) el tipo de lenguaje y unidades lingifsticas que hay que priorizar y_b) la intervencién didactica (el papel del maestro, de los materiales, de la secuencia de los contenidos de la enseftanza) y cémo ésta se encuentra determinada por los mecanismos que desde cada perspectiva se identifican como centrales. Estos Unidos de Noemi, eta postin até spuee con ecominan de -cnseacia Sin ebag,en et cpa eo ed 1 19betizacién, segtin Goodman y Goodman (1993), se de. sarolla através de la inmersidn en eventos donde se lee Y se escribe. Los nifos que crecen en sociedades letra ds estén rodeados de lengua escrita. Desde mucho) antes de su ingreso a la escuela, comienzan a darse ‘cuenta de las funciones de la lengua eserita. El papel de la escuela es continuar y enriquecer ese ambiente alfabetizador, y el papel del maestro es apoyer la tran- saccién de los ninios con el lenguaje y con el mundo, Para Smith (1994, pp. 12-13), los nifios pequefios “se integran a un club de hablantes mediante un tinico’ acto de aceptacién recfproca. No hay que pagar cuota de ingreso, no hay que cumplir requisitos especiales nl se piden referencias del nuevo socio. Todo lo que hace falta es un reconocimiento mutuo de aceptacién’ cn el grupo. Los pequefios se suman al club de ha- blantes a los cuales dan por sentado que se van a parecer; esos son sus semejantes. Los miembros expe- Fimentados del club, a su vez, aceptan al nitio como. ‘uno de ellos. Dan por supuesto que hablar como ellos, ensaré y se comportars como ellos en cualquier si- tuaci6n que corresponda’. De la misma manera, dice Smith (1994), los nifios aprenden a leer y a escribir si son admitidos en una ‘comunidad de usuarios de la lengua escrita. Los nifios ingresan a ella antes de poder leer y escribir de manera independiente, pero donde todos los miembros com- parten la creencia de que lograré compartir los intereses Y las habilidades de los miembros de la asociacién en Poco tiempo. Pertenecer a esta asociacién provee al nifio de experiencias significativas, ya que los carteles, los libros, los periédicos y demés materiales escritos 200 ‘tienen una funcién social y un significado claros; las actividades del “club” son titiles, pues toda lectura 0 escritura tiene una finalidad; el aprendizaje es coope- rativo, pues otras personas ayudan a comprender los textos 0 a expresar lo que el nifio quiere expresar. Ade- iis, es libre de riesgo, ya que el nifio sera permanen- femente alentado y ayudado, sin que nadie lo ridiculice ni lo excluya. Los nifios aprenden en esa comunidad en ausencia de un programa formal de aprendizaje, y generalmente Jo hacen al participar en actividades letradas con otras personas més expertas, sin que nadie se dé cuenta de Jo que realmente van aprendiendo. Los otros leen y escriben con ellos notas, recetas, recados, mentis, etc Los nifios a veces piden ayuda o informacién especifica, pero mucha de la informacion que reciben es incidental, a través de lo que los otros leen y escriben en la vida cotidiana. Plantear que la lengua escrita se aprende fan natural y esponténeamente como el habla result muy atractivo e hizo que esta aproximacién se difun- diera con rapidez. ‘Las implicaciones educativas son claras: para que Jos nifios aprendan el lenguaje, hay que proponer en el aula actividades en las que se lea y escriba dentro de contextos comunicativos, con textos reales, cuyo uso sea relevante en la vida de los alumnos. Por tanto, promueven muchas actividades de expresi6n oral; los ‘maestros pasan la mayor parte del tiempo leyendo en Yor alta distintos textos (cuentos, poemas, etc.) y pro- onen actividades en donde el grupo colabora para leer © escribir textos que sean de su interés, aun cuando no sean capaces de hacerlo. 201Desde este enfoque se considera que solamente a partir de situaciones personalmente significativas se Duede asegurar que el aprendiz se enfrente a problemas afines a la lectura y elaboracién de textos y en conse- ‘cuencia, elabore nuevas estrategias psicolingiisticas, Goodman (1977, 1989) ha considerado a la lectura un “juego psicolingUistico de adivinanzas”, en el cual el lector debe utilizar sus conocimientos sobre el props sito y el uso del texto, su conocimiento de las letras y de las palabras que es factible hallar en el texto para usarlas como *pistas” para encontrar el significado del texto. Smith (1971) afirmaba que, para leer bien, ‘habia que usar dos tipos de informacion: la visual la no visual. La informaciGn visual se refiere alo que po- demos ver en un texto: las letras, las palabras, los e5- acios en blanco, la disposicién grafica del texto; es. decir, las marcas impresas en una superficie como luna hoja de papel o una pantalla de computadora. La informacién no visual se refiere al conocimiento de la lengua que todos los humanos poseemos, asi como. del tema que se esta tratando, y al conocimiento del mundo y de sus convenciones. Este autor afirmaba ue un buen lector hace el menor uso posible de infor- macién visual, Para leer con sentido hay que predecir ¥ anticipar lo que el texto dice, haciendo uso de los Conocimientos lingifsticos, sociales y ortograticos, ‘mientras que centrarse en la decodificacién solamente leva a perder el significado del texto Resumiendo, queda claro que desde esta filosofia el contexto es la clave para encontrar el significado de un texto. Para ellos lo esencial no es reconocer las palabras de un texto, sino utilizar estrategias que permitan al 202 Jector plantear hipstesis sobre el significado del texto, prediciendo (0 anticipando) y encontrar aquellas “pis- tas” que sean més utiles para producir significado. Fi nalmente, la idea es que el texto que el lector construye: puede no ser idéntico al provisto por el texto impreso (Riley, 1999, p. 219). La hipétesis es que las estrategias tusadas son las mismas en nifios que recién se estén alfabetizando y en adultos “expertos”. Sin embargo, hhay poca investigacién desde la psicologia y desde la educacién que dé evidencias de que esto ocurra Desde la perspectiva del lenguaje integral, se con- sidera que cuando la lengua se presenta de manera fragmentada y se recorta (en fonemas o silabas sueltas), deja de ser lengua, ya que pierde el significado. Es por ello que los defensores del lenguaje integral manifiestan. tun rechazo total a aquellas précticas educativas que centran su enseftanza en los fonemas y/o las silabas y su correspondencia con las letras. Una frase que mues- ta con claridad esta posicin es “if it ain't whole, it ain't language” (si no esté completo, no es lenguaje) En este sentido, cuando menos en las versiones més fieles al enfoque, se rechazan los materiales de lectura hhechos exprofeso para el aula: libros graduados, con vocabulario controlado, cartillas y métodos de alfabe- tizacién que muestran las correspondencias letra-gra- fema, etc. Esta concepcién hace que no se ensefien las letras ni sus correspondencias sonoras de manera formal o intencional. Este tipo de informacion se re- serva para aquellas instancias donde el nifio hace preguntas especificas al estar leyendo o escribiendo, 0 ‘cuando hay que aclarar el uso de alguna letra u orto: sraffa particular. 203Goodman y Goodman (1993) encuentran golsky tna teoria del desarrollo y del aprendi 2 las ideas del lenguaje integral, en el sentido ¢l aprendizaje se da de mejor manera en un ai te social de colaboracién. Cuando un nifio reali actividad en compania de un adulto o de otro nino experimentado, es capaz.de hacer y aprender més cuando realiza esa actividad solo. Esta actividad junta activa la llamada “zona de desarrollo proxi El propésito de la escolaridad es precisamente lun ambiente tal que se puedan crear esas zonas de sarrollo proximo dentro de las actividades det a En este sentido, la figura de un maestro o una me tra que se deleite en ef lenguaje y en las ideas de nifios, que sea capaz de observar lo que los nifios capaces de hacer a partir de lo que estén hacien (Goodman y Goodman, 1993, p, 269) es central. La 8 que el docente pueda apoyar a los nifios sin im Aer conductas, haciendo intervenciones minimament Intrusivas; es decir se trata de apoyar el aprendizaje controlarlo y sin forzarlo. Por tanto, el trabajo de los docentes consiste hiési- camente en crear un ambiente en el cual los nifios s@. sientan bien al leery al escribir, No se hace la distincién. entre contenidos o habilidades “féciles" o “dificiles” ni © establece un orden de ensefianza, Por lo tanto, no s8 sigue un programa determinado de antemano, sino que © van creando actividades que retomen los intereses de los nifios. Ms adelante en la educacién primaria, el maestro hace propuesias de trabajo que contemplen {os objetivos curriculares impuestos por la escuela y ¢1 Estado, procurando hacer proyectos que mantengan 204 10 ambiente. Los docentes aceptan, sin eriti- que los nifios dicen y hacen. No fuerzan con: ‘ii imponen esténdares rigidos, smayores criticas a esa filosofia estan relaciona: lo siguiente: a pesar de que los nifios puedan tuna gran sensibilidad hacia los textos y sus sociales, muchos de ellos tienen grandes dificul en la comprensién y manejo del sistema de es- sa. En los paises donde se hacen evaluaciones del fio en la lectura, estos nifios frecuentemente tran habilidades mas bajas que los nifios que es- involucrados en aulas de ensefianza més directa, jo como referencia sus resultados en pruebas rizadas (que involucran generalmente la lectura sistas de palabras). Este retraso puede durar por va afios. La razén que se le atribuye a estos fracasos precisamente la falta de informacién estructurada rea de cémo funciona el sistema alfabético de es- a. En sociedades poco letradas, donde una gran tidad de personas jams se alfabetizan, puede ser 980 suponer que la mera inclusién de activida- de lectura y escritura, sin mayor intervencién por fe del profesor, sera suficiente. ‘La enseftanza directa 0 “code emphasis” Este enfoque, probablemente el mas difundido y el més aceptado en América del Norte y gran parte de Europa, ha retomado el gran cimulo de investigaciones que Se han realizado desde la psicologfa cognosctiva bajo la denominacién de “conciencia metalingitstica",espe- calmente lo que se refiere ala “concienciafonoldgica” 205Sus representantes estn de acuerdo con el lenguaje integral s6lo en lo que se refiere a los primersimos pasos en la alfabetizacién. Muchos autores consideran. que, para que los niftos se beneficien de la informacion provista por la escuela, deben tener algunos cona mientos previos que dnicamente se logan a partir de Ja interaccin social con la lengua escrta. Ere éstog se encuentran: a) la funcién de los diversos tipos de textos (es dect, que los nios hayan comprendide que Ja lengua escrita tiene significado y que comunica algo); 'b) que los libros se len con cierta direccionalidad (de izquierda a derecha, dela linea superior alas lineas inferiores, et); €) que lo impreso esta conformada Por letras, palabras, espacios en blanco y mareas de untuacion;d) que los dibujos la escrtura no son lo mismo, y e) que hay palabras que denominan activi dates y elementos propios de la lengua escritaleta, Palabra, pégina, etc. (Riley, 1999). Por esta razin te: conocen que muchas de las actividades que propone el lenguaje integral, como leer als nies en vor ala, explorar libros 6 dejar queimiten actividades de esr tura, son importantes en la casa, en la guarderiay en ¢! preescola Sin embargo, airman que prosegutr con este tipo de ensefanza, en donde se ace poco énfais en que los nos eonezcan las letasy los sonidos que © corresponden a éstas en el cStigo allabético, ex inapropiado y peligroso. Este enfoque destaca lad sencia del lenguaje integral, en la ensefianza directa de las correspondencias sonoro-géficas, para lograr tuna identificacion rapida y certera de las palabras Hasta hace poco, el énfasis estaba puesto en ensefiar a leer (a través de la identificacién de palabras) antes 206 ide introducir actividades de escritura, Este énfasis en Ja introduecién de la Lectura antes que de la escritura es parte de una larga tradicién pedagégica en los Es- tados Unidos y el norte de Europa. ara el code emphasis (0 “énfasis en el c6digo”) por tanto, es indispensable que los nifios puedan compren- der c6mo funciona el sistema de escritura alfabético, en donde generalmente cada letra representa un sonido de la lengua oral. Para lograr que los nifios entiendan que cada letra corresponde a un fonema, es necesa- tio que puedan “manipular” (identificar, segmentar, omitir o cambiar de posicién) os sonidos dela lengua oral. En palabras de Liberman y Liberman (1992, p. 349), e] objetivo de la ensefianza inicial de la lectura y Ja escritura es “transferir las maravillas de la fonologia de! habla a la escritura (...) desarroliar la conciencia {fonol6gica) deberta ser el primer objetivo del maestro que ensefa a leer”. El problema principal es que no es fécil ni natural cobrar conciencia de los sonides (fonemas) de una Jengua. Aunque los humanos aprenden a hablar sin dificultades, no todos aprenden a leer 0 a escribir, aunque crezcan en ambientes urbanos llenos de escri- tura, Esto se debe, principalmente, a que en el habla Jos sonidos estén coarticulados, unidos los unos a los, otros, No hay una separacién fisica entre los distintos sonidos. Asi, aunque un nifio sea capaz de percibir que “rata” y “lata” son entidades distintas, y sepa el significado de cada una, no necesariamente es capaz de decir que la diferencia esta en el primer sonido (/r/ y A/, respectivamente). Esta capacidad de identificar y segmentar los fonemas de la lengua no se da natu- 201ralmente, a partir de la maduracién. La opinién ‘generalizada es que s6lo se da a partir de la en cexplicita de la correspondencia letra~fonema, 0 ap: de un entrenamiento explicto sobre la lengua ora. otras palabras, el aprendizaje, que se conceptual ‘como una extensién de las capacidades de oft y habl de los nitios y por tanto como algo fécl, natural y pr ticamente libre de esfuerzo desde la postura de lk integral, es visto desde la conciencia fonolégica y code emphasis como antinatural y dificil. Silos defen: sores del lenguaje integral proponen una intervenci didéctica poco explicita y poco intrusiva, los de la sefianza directa proponen una ensefanza explicita y) ordenada jerdrquicamente. Se trata de hacer una inter- vencién que garantice que los nifos puedan tomar conciencia de los fonemas, ya que todas las investiga ciones muestran que no pueden hacerlo solos. Los estudios han demostrado que hay una secuencia en la toma de conciencia de unidades del habla (Adams, 1990): los nifios, deste muy pequefios y sin hingiin tipo de ensefianza, pueden llegar a dividir las palabras en sflabas o contar las sflabas de las palabras. En lenguas como el inglés (la mayoria de los estudios sobre conciencia fonoligica han sido realizados en esta Jengua), los nifos también son capaces, muy temprana- mente y sin la intervencin del adulto, de identificar un tipo intermedio de unidad entre la sflaba y el fonema: se trata de los ataques (en inglés, onset) y las rimas. Una sflaba puede ser dividida en estas dos unidades. El ataque es la (0 as) consonante(s) que esta al inicio de la sflaba, antes del nicleo silabico. La rima se refiere 2 lo que resta de la sflaba: el niicleo silébico, que pre es una vocal, y la 0 las consonantes finales en una sfaba como sol, el ataque es la /s inca, y rima es /ol/.Enlas canciones y poemas tradicionales inglés, frecuentemente se repiten las rimas 0 los ues (alo que se lama “aliteracién”). Sin embargo, fonema no se llega a reconocer 0 a segmentar sin la ncién directa de un adult, generalmente através la ensefianza directa de las letras y sus corres- jondencias gréfico-sonoras. Este reconocimiento del orden de adquisicién ha le vado a que se disefien en las aulas muchas actividades para que los nifios aprendan a reconocer y a “manipu- Jar” estas diferentes unidades de la lengua de manera secuenciada: primero el trabajo con sflabas 0 con ata ques y rimas, para luego realizar actividades centradas en los fonemas. Una vez que los nifios son capaces de descifrar palabras opseudo-palabras sencills y que han comprendido el principio alfabético, los maestros se abocan a ensefiar los patrones ortogréficos mas comu- nes. En lenguas como el inglés, muchas palabras no pueden ser leidas solamente a través del descifrado; sin embargo, el conocimiento de ls diferentes unidades lingisticas puede levar a los nifios a darse cuenta de la regularidad de clertos patrones: por ejemplo, las palabras light, might, sight, tight son todas monosilabi- as, todas comparten la misma rima. De esta manera, Jos nifios pueden darse cuenta de que la secuencia orto: grafica ~ight se pronuncia de manera consistente, a pesar de que no pueda descfrarse. Con base en el re- conocimiento de este patrén y del conocimiento de Jas correspondencias letra-fonema para leer los dis- tintos ataques, los nifios serian capaces de leer las 208 apalabras. Lo importante es'ensefiar ambos recurs (correspondencias letra-sonido e identificacién de ‘tones ortogréficos) para lograr el reconocimiento palabras. La ensefianza directa continia con otros of jetivos después (Chall, Jacobs y Baldwin, 1990): logr ue los nifios sean capaces de leer historias simples donde haya palabras de alta frecuencia y de represene tacién ortogrtica egular en el primer y segundo grados, leer con mayor fluidez historias simples conocidas partir de la consolidacién de la decoditicacicn, el reco- nocimiento de palabras y el uso del significado durante el segundo y el tercer afio, leer para aprender algo ‘nuevo, para recabar informacin y para experimentar sentimientos a partir de textos que incluyan vocabu- larioy sintaxis desconocidos (desde cuarto grado hasta final de secundaria), leer teniendo en cuenta varios ‘puntos de vista (preparatori) y,finalmente, leer para rear nuevos conocimientos y tomar una posicién propia (universtarios). Muchas de las actividades iniciales se Uevan a cabo a nivel puramente oral (decir, entre pares de palabras, ccudles riman y cudles no, encontrar qué palabras empie: zan 0 acaban con los mismos sonidos, contar las slabas © los fonemas de diferentes palabras o pseudo-palabras, ete.). Algunos de los eecicios propuestos alos nifios or Jiménez-Gonzélez y Ortiz-Gonzélez. (1995) son, or ejemplo: decir slabas separadas para que los nifios reconstruyan’ la palabra (por ejemplo, ma-le-ta), ‘dentficar © agrupar objetos cuyo nombre empieza or una determinada silaba, comparar palabras para decidir si empiezan 0 acaban con la misma silaba, su- primir alguna sflaba de una serie de palabras, ete. Los 210 mismos tipos de ejercicios se proponen después para Jos fonemas. Muchas veces la correspondencia entre letras y fo- nnemas se hace a partir de aquellos sonidos que pueden set prolongados sin distorsién: las vocales y los sonidos como /m/; /n/; /8/, //. Otros son imposibles de aislar sin distorsionarlos 0 sin meter un sonido adicional (p/s /t/s ete.). Asi, por ejemplo, Borzone de Manri- que (1994), ademés de proponer actividades similares las que mencionamos antes, propone un juego en donde los nifios deben segmentar y sintetizar palabras. Esta autora propone un juego que consiste en hablar ‘como un personaje de Marte que habla prolongando los sonidos de las palabras. El marciano, por ejemplo, dice que vive en “MMaCAARRRRE-TTT-EEE” (Borzone de Manrique, 1994, p. 109). Luego de practicar oral- ‘mente, las respuestas del marciano son escritas en el pizarrén por la maestra para que los nifis “lean”, ha- Dlando como el extraterrestre. £1 objetivo consiste en ‘que vayan haciendo las correspondencias entre las letras y los sonidos. Es dificil evaluar este tipo de acti- vidades, ya que muchas veces los nifios estan practica- ‘mente alfabetizados. En su libro, Borzone de Manrique ppone ejemplos de respuestas de los nifios ante esta farea y de las escrituras que son capaces de producit. Estos ejemplos muestran escrituras alfabéticas, aun- ue su ortografia no es la convencional. Por supues- 1, esta seria una actividad dificil para nifios que to- davia no han logrado comprender la naturaleza del sistema alfabético, pero no queda claro que los nifios hayan aprendido a escribir porque realizaron este tipo de actividades. auUna de las criticas a este enfoque es que por lo ge- neral lleva alos maestros a ejercitar solamente la de- codificacién y las habilidades fonol6gicas, dejando de lado el trabajo de lectura de textos interesantes, asi como otras habilidades importantes al leer y escribir textos. Muchas docentes dedican la mayor parte del tiempo a hacer ejercicios sobre lépiz y papel (encontrar Jos dibujos cuyos nombres empiecen con determinadas silabas o fonemas, etc.) y hay poca oportunidad para hacer trabajo en pequeiios grupos o de verficar el avance individual de los nifios. in embargo, la critica ‘mds fuerte reside en el hecho ineludible de que la len- gua escrita no s6lo recupera la estructura fonoldgica de Ja lengua, sino que tiene ademas muchos otros elemen- tos que son necesarios para leery escribir de una ma- nera efectiva e independiente, y éstos no deben dejarse de lado en ningtin momento, Estas critcas han llevado a muchos maestos e inves: tigadores a proponer una ensefianza més balanceada della lengua escrita (Adams, 1994; Riley, 1999). En esta posicién, entrenar la conciencia fonolégica y enseftar las correspondencias letra-sonido para lograr que los nifios puedan armar estrategias de reconocimiento de palabras via la decodifcacién y el reconocimiento de patrones ortogrficos sigue siendo central, Sin embargo, se ha reconocido que hace falta trabajar otros conoci- mientos y habilidades ademés del reconacimiento de palabras. Por lo tanto, se recomienda a los maestros leer cuentos y otros materiales de interés para los nifios, haciendo éniasis en que utilicen no sélo las “pistas” fonoldgicas y ortogréficas disponibles para reconocer palabras, sino para que usen pisiassintéties, sem 22 ticas y Iéxicas a través de preguntas que el docente va haciendo a lo largo de la lectura en voz alta. Se pro- pone también introducir tempranamente actividades de escritura, balanceando actividades de escritura libre {por ejemplo, hacer libros para otros nifios) con infor- ‘maci6n y actividades de escritura centradas en lograr 1 uso de la ortografia convencional La perspectiva constructivista Una tercera perspectiva, que logra conciliar los pro- blemas de las dos perspectivas anteriores sin hacer tuna mezcia en donde el trabajo con el sistema de es- critura y el trabajo con textos se sobrepongan de una manera artificial, es la constructivista, Esta es una pers- pectiva fuertemente influenciada por los trabajos de Plaget A partir de los afos setenta, Emilia Ferreiro y Ana ‘Teberosky, entre otros investigadores, se dieron a la tarea de comprendler los procesos cognoscitivos invo- Tucrados en la adquisicién del sistema de escritura desde la perspectiva piagetiana. La hip6tesis era que los nifios tratan de comprender la informacion que pro- vee el medio ambiente (que por lo general es poco sistemética, no esté explicitamente dirigida al nifio y se da a través de eventos cotidianos que realizan las personas alfabetizadas tales como consultar recetas, escribir listas de compras y recados, leer recetas mé- dicas, consultar una guia telefinica, etc.) reorganizando dicha informacién de maneras sorprendentemente di- ferentes a como lo hacen los mayores. a3Estudiat la adquisicién desde esta perspectiva si nificaba no tanto describir las conductas tipicas de nifios en distintos momentos del desarrollo, como tr de comprender la l6gica interna de cada uno de periodos y tratar de explicar la forma en que cada ung abria las posibilidades de que el siguiente apareciera. La’ ‘adquisicién se empez6 a ver como un proceso continu; En cada momento de la adquisiciGn se trato de resaltar ué es lo que los nifios sabian y de qué manera estable- ‘fan relaciones entre los distintos elementos del sistema’ de escritura. Es decir, se evit6 conceptuar el proceso de adquisicién como un pasaje de la ignorancia hacia el. conocimiento completo, entre el no saber hacia el saber: ‘Aun cuando se han descrito muchos aspectos de la adquisicion det sistema de escritura, nos enfocaremos or el momento en hacer un resumen breve del pro= ‘ces0 que siguen los nifios para entender eémo funciona nuestro sistema alfabético de escritura hasta el mo= ‘mento en que pueden hacer una correspondencia entre letras y sonidos de una manera adecuada (basado en Ferreiro, 1998): 1) Enun primer momento, a edades muy tempranas, Jos nifios logran diferenciar entre diversas formas grafi- cas de representacion como el dibujo y la escritura. All diferenciar entre distintas representaciones, también descubren algunas de las caracteristicas de cualquier sistema de escritura: la arbitrariedad de las formas ‘gréficas y su orientacién lineal, hasta llegar a compren- der que la escritura y su relacién con lo que se dice al leer, es lo que permite concebir que la escritura repre: senta esa propiedad esencial de objetos.y personas ue el dibujo no consigue atrapar: sus nombres, ns 2)-A partir de la aceptacién de la:escritura como ‘una representacién, los nifios establecen una serie de criterios que les permitan decidir cudndo una cadena ie letras escritas tiene significado (es decir, es inter- ipretable o “legible”). Construyen entonces dos criterios: elde cantidad minima (una escritura solamente es in- ‘erpretable si tiene cuando menos dos o tres graffas), vel de variedad interna (las letras al interior de una escritura deben ser diferentes): Estos dos criterios si- {guen siendo importantes durante mucho tiempo en la, fevolucién, aunque cumplen funciones diferentes en ‘cada etapa, es decir, més allé de fijarse en la relacién, ‘que cada letra tiene con una unidad de sonido, los ni- fios establecen primero aquellas condiciones en las ‘que un todo escrito puede hacerse corresponder con. tuna totalidad oral (palabra o frase) 3) Un préximo paso es establecer criterios que per- mitan hacer comparaciones entre las distintas cadenas ‘gficas para asegurar que a nombres diferentes co- rrespondan cadenas escritas distintas. 4) Hasta este momento, los nifios hacen correspon der cada cadena escrita con un nombre oral sin tener ‘riterios especificos acerca de la cantidad 0 tipo de letras que cada nombre especifico debe llevar. La ne- cesidad de comprender el valor de las partes (las letras) dentro de un todo (el nombre) hace que los nifios en- tren en un periodo de fonetizacién, en el cual tratan de hacer coincidir cada letra con segmentos de la pa- labra oral. En el espafioly otras lenguas romances, los nifios hacen al inicio correspondencias sildbicas. Por ejemplo, los nifios pueden escribir rrr para mariposa. Poco a poco, los nifios van incorporando conocimien- aistos acerca del valor sonoro convencional de las de tal manera que, después de cierto tiempo, i escribir po para petico, 0 anoa para mariposa, 5) Por supuesto, las escrturas que los rodean, p cidas por los adultos, son fuente de contfictos agu ya que estas escrituras siempre tienen més letras Jas que eos esperaban encontrar (una por sflaba).. {ey otro tipo de problemas (como la aplicacién de hipétess silabica al mismo tiempo que consideran citerios de cantidad minima, variedad interna y renciacién entre escrituras) los lleva, poco a poco, realizar un andlisis més fino de la palabra. Después d ‘un periodo en donde los nifios van déndose cuenta que cada sflaba se escribe con més de una letra (lla- mado periodo sildbico-alfabético, en donde escriben, Por ejemplo, outa para hormiga), los nifios logran ha- cer eorrespondencias entre letra y fonema de forma sistematica Estos diferentes momentos en la evolucién mues- tran la enorme variedad de preguntas que los nifios se hacen al tratar de comprender cémo funciona el siste 1a alfabético de escrituray la diversidad de formas de soluelén que van encontrando. A pesar de que éstas no siempre llevan a soluciones correctas o convencionales, ilustran bien cémo las nuevas adquisiciones van posi- bilitando encontrar nuevos elementos a ser tomados en consideracién y, por consiguiente, al establecimiento de nuevas relaciones (y restricciones) entre dichos yentos. En este sentido, el desarrollo es construc- . ya que cada periodo se hace posible a partir de Jogros del momento precedente. Los conilictos que dan en cada momento evolutivo entre las mismas ue los nifios construyen y entre éstas y la in- formacién ambiental, dan lugar a la busqueda de nue- vyos elementos y nuevas relaciones. Es importante observar que el conocimiento que se ‘ya logrando no es una suma de informaciones simples ‘acerca de las letras y sus correspondencias sonoras. De hhecho, las mismas unidades de analisis de la palabra ‘yan cambiando a lo largo del desarrollo, y el valor so- ‘noro que las letras van adquiriendo cambia también. Para ejemplificar el tipo de estrategias que los nifios yan usando para comprender nuestro sistema de escri- ‘ura, invitamos al lector a tratar de “leer” y “escribir” palabras a partir del cédigo que se muestra en el anexo a este capitulo (ctr. pag. 226). Por supuesto, para resolver este ejercicio, es nece- sario usar los conocimientos previos acerca del sistema de escritura que tiene ya cualquier lector de este libro. Esto es diferente a lo que hace un nifio cuando recién empieza a leer y a escribir, Sin embargo, algunas de Jas estrategias que empleamos los adultos al resolver el sjercicio pueden ser semejantes a las que un pequeiio usa para comprender inicialmente nuestro sistema de escritura, Por ejemplo: a) Suponer que las “palabras” tienen significado, y que las grafias estén ordenadas de una manera ‘mas 0 menos sistematica. aa mis lnfrmacn ste earl del pero fone, ae ) Suponer que hay alguna relacién entre el nom- ‘cys expla "stra de er ea” ae 216 27bre de las cosas representadas y las graffas q se usan para representarlas. 7 ©) Buscar relaciones de semejanza y diferencia. P ejemplo, spor qué una misma grafia se utiliza dos palabras distintas? ;Por qué a veces aps tuna graffa acompafiada de un punto y a aparece sola? 4d) Buscar relaciones de todo/parte; es decir, ‘misma grafia se usa para representar algo p. cido en ambas palabras? En ese caso, squé dice en la parte que se comparte? ‘cada secuencia de letras se “lee” siempre de ma- mera idéntica , y dicha secuencia es relativamente “facil de recordar. Fl conjunto de los nombres de todos los nfios de un saldn de clases contiene todas las letras (salvo tal vez las lettas poco frecuentes del espanol) y - sirven como una especie de abecedario, en donde - cada letra o secuencia de letras tiene una palabra | lara de referencia. “= Un nombre siempre tiene las mismas letras en ¢l mismo orden. Silas letras osu orden cambian, también cambia el nombre que se puede ler. La diferencia con los nifios se debe a que en. principio ellos no saben que las partes sonoras se hi cen corresponder a las partes escrta, sino que ten drdn que descubririo a base de muchos esfuer20s. P al gual que un adulto, ls nifios emprenden la tae de entender el sistema de escritura pensando y parti cipando actvamente. Es importante sefalar que para hacer el ejericio. Imprescindible tenes, junto a cada palabra en eédigo, Japalabraescritaenespafol, Dela misma mane, Jos momentos nical de la adquisicion del sistem de escritura, es muy importante que los nifios cuen+ ten con referents claros: palabras escritas de forma completa, con significado, que puedan hacerecorres- Ponder cada una con un nombre oral. Algo que sive muy bien a este propésito son los nombres propio aunque podrian ser nombres de otras cosas 0 seres que causen interés y emocién, Tabalar con los nom- bres en ls primeras fases de a alfabetizacin permite aue os nos descubran cosas muy importante Por tanto, desde esta perspectiva se considera que el preescolar (0 en el primer grado, dependiendo ‘cuando se inicie el trabajo escolar) es importante ‘muchas actividades didacticas (como parte de la a diaria) que permitan, en primera instancia, emtficar el nombre propio y después identificar los ambres de los otros, a pesar de que en un principio 0 les sea posible analizar por qué se escriben asi. A air de dicha identificacién, hay que promover que los nifios se hagan preguntas semejantes a las que el lec- or pueda hacer en el ejercicio, y'que promuevan el jis: spor qué Andrea y Alonso empiezan con la jsma letra? yQué tiene de diferente el nombre de Da- yel de Daniela, 0 el de Maria José con el de Maria del Carmen? :Qué dice en la parte que es fgual en am- ‘bos nombres? Por supuesto, no-es suficiente trabajar solamente ‘con los nombres propios, pero a partir de las referen- Clas que éstos dan a los nifios es posible trabajar con 28 a9otras palabras y otros textos, permitiendo que los ni vayan haciéndose el mismo tipo de preguntas cad vez que necesitan leer 0 escribir algo. Los docentes pueden proponer juegos de equipo, como memorias 9 loterias, donde los nifios denen encontrar la pala ‘que corresponde a cada imagen. Las nifios pueden cribir la lista de cosas que se necesitarn para reali luna actividad determinada (por ejemplo, de frutas q necesitarén llevar para hacer una ensalada de fruta al siguiente dia). Los maestros pueden escribir una ‘ma o una cancién que los nifios se saben para lui invitarlos a pensar sobre diferentes cuestiones. ejemplo, ;e6mo seguir la lectura para que correspon: da a lo que se va diciendo o cantando? :Dénde dice ‘alo cual palabra que se sepite varia veces en el texto Qué les sirvi6 de pista para saber dénde decta un Palabra determinada? Puede ser que los nifios se fjen en la letra ola sflaba inicial 0 final (por ejemplo, Posible que puedan identificar dénde dice “calcetines Porque se dan cuenta que empieza igual que la d Carmen") o en la longitud de la palabra. Lo impoi tante es que vayan estableciendo el tipo de relaciones ‘que hemos ido mencionando (semejanzasy deren todo y part, eteétera) En cualquier actividad, distintos nifios podrin i dando aportaciones diferentes que les den pistas alos otros que tal vez no habian sido observables para todos: En este sentido, el aprendizaje se da individualmente, Pero la colaboracién com otros pares es importante, Son otros nifis y los adultos quienes pueden sefalat problemas que el nifio esté planteando y alternaivas de solucién, dems, es fundamental considerar que 220 no importa que los niios se equivoquen. La tradiién. ducativa marca que hay que fijarse en las equivoca- nes para poderlas eliminar, as* como en To que falta or aprender. La vision constructivista es diferente: os niflos aprenden a partir de lo que saben. Lo que en es Io que les permite hacer relaciones, de tal panera que puedan encontrar, a partir de ellas lo que saben. Encontrar conilicos y limitaciones es lo que va a causar que el nino modifique sus hipstesis fa construir nuevos conocimientos. 1a idea es que, a partir del nivel de desarrollo de “cada nio, el 0 la docente le pida que se esfuerce por encontrar algo nuevo y utilizar informacién conocida nun contexto nuevo, sin pretender que cortija todo o que llegue de manera inmediata a la convencionali- id. El conocimiento se da poco a poco: sin embargo, ‘no significa que el maestro se conforme con aquellas estas que se dan sn pensar o con una autenla deestuerzn, En ese seni, ya diferencia del enguaje gral dnde los dcentes den poco it, a vison fonsrucivsaplantea que el dcente debe intrvent feel aprendizaje de una manera exigent, Respetr at Idea lar posbdaes de loe nos no agi etc que penser; pore conta, el apeo tee que fercon a crumbrede quel noes cpa de lograt Un avance sempre y cuando lo que el dente espere tomo lgr est eno de ls posblldades det, E- Iconfanza sal vez muta, loque hace qu bs nios avancen de manera srprendentemente pi Veo un ejemplo enc del po de inervenign Que se planta, Supongamos que un lo es eapaz de Telacionar de manera bastante eficiente lo que sabe asobre los nombres propios y otros textos y pal ‘como para tomar parte en un juego colectivo de (entre dos y cinco nifios) en que hay unas tarjetas ‘nombres de animales y otras con las imagenes ¢ ondientes. Los nifios tienen que hacer pares entre hombres y las imagenes. De manera parecida al juego ‘memoria, los nifios se llevan cada par correcto (se sidera correcto aquel par en donde, en ausencia de adulto o lector més experimentado, todos los invol dos estan de acuerdo en que la respuesta es la Supongamos que uno de los jugadores ha sido az de identificar correctamente “ballena”, “tigre” paloma’, y que después interpreta “mosca” donde realidad est4 escrito “mosquito”, El nifio nos muest asf que tiene un conocimiento bastante avanzz sobre cémo funciona el sistema de escritura, aung no sea capaz de leer bien todavia. sDebe el adult sacarlo de su error? Si le da la respuesta correcta, ime edird que el nino utilice sus conocimientos y los re- Jacione de wna manera eficaz. Mas bien, la tarea de la ‘maestra debe ser proporcionar pistas que le permitan al nifio pensar lo que no pudo pensar por si sélo. Por ejemplo, podria preguntar “Con qué termina mosca?” Sil nifio es incapaz de hacer la reflexidn (es decir, de darse cuenta de que “mosca” acaba con 4), tal vez no ea conveniente presionar mAs. Si, por el contrario, el nifio responde “con laa”, 0 "con la ca”, la maestra Puede entonces preguntar ":Y ésta, es la A?” (0 la ca, segtin sea el caso, a la par que sefiala la ultima o de “mosquito”), dando pie a que el nifio pueda observar algo que no habfa tomado en cuenta, de tal manera ue él solo solucione el problema. m2 Bs necesario resaltar, en los ejemplos que hemos se do, que el trabajo sobre el sistema de escritura no da con palabras, letras o silabas aisladas, sino que procurarse leer y escribir textos con una funcién al y una estructura clara.’ El objetivo no es sim- Jemente mostrar eémo funciona el sistema alfabético, ‘sino introducir a los nifios a una cultura letrada. Por ello, las actividades deben estar centradas en textos con ‘un propésito y un destinatario real. Los nombres, por ‘ejemplo, son parte de las actividades cotidianas con ‘una funcién clara: tomar asistencia, repartirel material, etc, Escribirlstas de cosas necesarias para hacer algo {por ejemplo, la lista de ingredientes de tna receta, la lista de cosas que necesitarén llevar para hacer un ex: pperimento, etc.) leer canciones, identifcar ttulos de libros, escribir cépsulas informativas, hacer una agen: dda de cumpleatios de los nifios del salin, etc, tienen ‘un propésito real, ademés de abrir un espacio para la reflexién sobre cémo funciona el sistema de escrtura. A diferencia del enfoque de ensefianza directa, el enfoque constructivista no cree que debe ensefiarse a los niios cada tipo de unidad sonora de manera se- cuencial (slabas,ataques y rimas, fonemas y as letras que las representan). Por el contratio, este enfoque propone actividades con diferentes unidades de texto, siempre con significado y con un propésito claro, de ‘manera simulténea; es decit, los nos pueden leer y eseribir, alo largo del dia, de la semana o del mesylis- Pua mayo fomaca del wabao cnx ai dea ele ‘i. tine tap "Lae ea con SY fra oboe de Mania A 225188, Culentos, recados, noticias, notas enciclopédi tc. Cada tipo de unidad (palabra, frase, oraci6n, te Plantea diferentes tipos de problemas que los ni deben resolver para poder volverse lectores y escri res eficientes, Dentro de este enfoque, los docentes deben co derar lo siguiente: * Es importante dar a los nifios modelos de lectura Yeseritura a partir de los cuales puedan estable: er bases para la comparacién entre textos y tener lineamientos.claros de To que se espers de sue Producciones. Los docentes deben leer en woe alfa una gran variedad de materiales escritos La Jecturaen vor alta por parte de los adultos da ine, formacién invaluable acerca de la funcién social Y la estructura de los diferentes tipos de-ieae ‘También muestra que la lectura es una actividad interesante y divertida. Escribir con y para los fos (componiendo textos con ellos, escribiendo lo que ellos dictan, etc.) da informacién acerca de mo funciona el sistema de escritura, ast como de las diferencias entre la lengua hablada y le lengua escrta, y da un modelo de interpretacion de los materiales eseritos, Sin embargo, no hay que Suponer que el modelo o la informacion brindcta Permite por si mismo construire! conocimiento * Los docentes deben proponer actividades intere- Santes que no puedan ser resueltas por los nino sin ningtin esfuerzo. Los nifios deben ser capacee de usarlo que saben desde antes, pero la actividad debe exigr que construyan nuevos conocimienice 24 i Dee ain soaeaneaaeal oe cumplen un papel fundamental de facilit deben hacer preguntas expectigaso dar age a ee as jin sane paarac i a ial la solucién, Es muy importante dar informacign fidedigna, sin restarle posibilidades de pensar, Prima dace acta a ‘grupos, en las que los nifios interacttien y colabo- fmpassoure impair e al ilamesis pa no isla bomgacial 9s ae sae gc ev pece decir apy oe cde tee dip lia dooce? apostles ee nifios. Los docentes no necesitan sentir temor a los errores de ellos. En vez de tratar de eliminar- los, es titil tratar de ver qué tipo de conocimientos hipétesis muestran dichos errores, para intentar ices ae ee ia mpelane Ge a can agen unr oy pa »Latetaa yn vis eperenion Se tte cna bes cs eae suite mel peuiat cite oa nsSe ha tratado de mostrar que el enfoque construc. tivista logra, de una manera efectiva pero amable, re solver el conflicto primordial planteado desde otras posibles alternativas: trabajar con textos reales con luna intencion comunicativa y una forma definida, al ‘mismo tiempo que se trabaja sobre los elementos del sistema de escritura Hay que reconocer que la labor deel o la docente va mds allé de cualquier aproximacién: mas que nada, se requiere sensibilidad para escuchar y observar alos nifis, para plantear preguntas y actividades intere-_ antes que los leven a pensar y a resolver problemas de una manera exigente, en un ambiente de colabora- cién amigable ANEXO [eee Re = Tal REVUE gE tbe: Mest, spit, go rao en, Aprendiendo a leer en la escuela Beatriz Rodriguez E conocimiento que ahora tenemos respect os J proceon de austin dela lngua esta, de a iormacin delectoresy de ls estes lads por lector competents, nos posit ecuperer los as pects de a lengua ect sobre los cuales ns no requiéren reflexionar para acceder a la lectura, y sobre los que necesariamente os maestros debenitrvenie este captlo se mest el tipo de andi au los nis realzan sobre ls textos Ea parla, Yerembs algunos de os proceimientos que wlzan due les levan a descubrircaratrstias dea ects tales como el lenguae que se esrb. el papel delat iustacones que scompatan osusityen sles etory las fancones sociales quel exeriura cumple Es importante mencioar que ls obmervacones aqureportaas fern realizadas sobre cuenon, cpl O canconeres,ledosdrecamente enon its Pe 27riédicos, tal y como aparecen en su edicién original no de textos fotocopiados 6 mimeografados. Atin ‘bservaciones muy puntuaes tales como letras, post de palabras, asi como de palabras que se repiten en ‘un texto, siempre fueron realizadas con base en textos de significado completo y de los cuales los nifios co- nocian su contenido. Simulténeamente se presentarin algunas estrate- 8ias de intervencién didéctica que han resultado muy provechosas para los nifios durante el inicio del pro- ceso de alfabetizacién. Aprendiendo a leer antes de ingresar a la escuela ‘Antes de llegar a la escuela y de recibir instruccién formal, muchos nifios consiguen elaborar un conjunto de conocimientos sobre la lengua escrita que son in- dispensables para comprender el funcionamiento del sistema de escritura. Estos no se corresponden con los que los adultos les ensevian; al contrari, los niios lo cconstruyen independientemente de su intervencidn. Por ejemplo, los nifios descubren por si mismos las di- ferencias entre el dibujo y las marcas escritas; encuen- tran que la escritura es una sucesién ordenada de ‘marcas gréficas; postulan que la escritura representa Jos nombres de las cosas (hipétesis del nombre) y que debe haber diferencias entre las escrituras de los di- vversos nombres. Durante todo ese proceso, los nifios establecen que para que puedan expresar algtin sig- nificado, las escrituras deben tener por lo menos tres letras o marcas gréficas (hipétests de cantidad minima) Y que estas deben ser diferentes entre sf (hipdtesis de 228 variedad interia). Mas adelante, se dan cuenta de que Jas letras 0 marcas graficas pueden referir al sonido del enguaje; entonces establecen que son las silabas lo que las letras representan (hipétesis sildbica), para Hlegar por tltimo a descubrir el fenémeno.’ Pero los nifios no s6lo descubren aspectos impor- tantes en relacién con el sistema de escritura. Tam- bién descubren cosas sobre la lengua que se escribe y sobre la forma y las funciones de los textos. Los nifios, aprenden a distinguir los periédicos de las revistas y de los libros; las diferentes secciones de los periédi- (cos: noticias, deportes o anuncios, entre otros; las partes de los libros: portadas, titulos, indices, dénde va el nombre del autor y dénde el de la editorial, etc.; las partes de una carta: dénde va la fecha, el destinatario, lo que se dice y el nombre de quien la dirige. Recono- ‘cen que expresiones como “habfa una vez” van en los ‘cuentos y “estimado sefior” en las cartas; que el direc- torio telefonico leva listas de nombres con nimeros; que las recetas de cocina también, pero ademis tie- ren instrucciones donde se dice: “mezcle”, “muela’ “hornee"; 0 bien, “cortar”, “moler”, etcétera Como se dijo, muchos nifios saben todas o gran parte de estas cosas antes de ingresar a la escuela. No obstante, resulta poco probable que los adultos con quienes conviven les hayan podido proporcionar de ‘manera deliberada todo ese conocimiento: es muy dificil pensar en un adulto que, sentado junto a un nifio, trate 1 iovenigaiones que han sport tor eae roads enc mpd ron gon tate on io Lr stra de ara it ona Feelin y Ana Tiber. 29de ensefiarle semejantes cosas. Sin embargo, los nifiog llegan a adquirirlas. Pero, entonces ide dénde y céma adquieren ese conocimiento sobre la lengua escrita? Las investigaciones respecto a la adquisicion de la lengua escrita han mostrado que los nifios que viven’ en ambientes altamente alfabetizados tienen la opor- tunidad de construir todos estos conocimientos de manera “esponténea’. Esto significa que el contacto temprano con textos escritos y con lectores aporta a) los nifios informacién variada acerca de las actividas des de lectura y escritura y les posibilita empezar a comprender tempranamente cémo se lee y escribe. Ast, pues, la instruccién formal no es la tnica via pa- ra iniciar el aprendizaje de la lectura y la escritura, el solo contacto con los textos en un ambiente alfabeti- zado es suficiente para muchos de ellos. A continua- cién se presentan algunas de las caracteristicas del contexto social que hacen de él un ambiente fuerte- ‘mente alfabetizador: 1, Bl contexto urbano es privilegiado porque pro- porciona miiltiples oportunidades para explorar y co- nocer la escritura: en las ciudades es posible observar anuncios comerciales Ilenos de colorido con mensajes sugestivos, letreros con nombres de las calles, recibir ‘en mano publicidad diversa, etcétera, 2. De igual manera, los adultos que conviven con los nifios también les proporcionan informacién, aun sin roponérselo (Resnik, 1991). Los adultos realizan Cotidianamente y a la vista de los nifios, actividades que involucran la lectura y la escritura: cuando len el periédico y se asombran y comentan las noticias 230 ‘que encuentran; cuando buscan su agenda con impa- ‘iencia para anotar o leer una comunicacién urgente; ‘cuando leen libros; cuando reciben y leen su corres- pondencia; cuando hacen la lista del mercado. Todo esto consigue interesar a los nifios sobre la escritura. 3. Adicionalmente, los adultos con un alto nivel de alfabetizacién y conocedores de la importancia de dar experiencias a sus hijos leen a éstos cada dia antes de dormirse, escriben para ellos y les proporcionan ma- teriales para escribir y colorear desde muy pequefios, 4. Los nifios inmersos en un contexto alfabetizador empiezan a cuestionarse sobre los escritos, los anali zan, los exploran y hacen preguntas sobre éstos a los adultos. De esta manera van descubriendo la natura leza y caracteristicas de la escritura.. 5. Los contextos alfabetizadores consiguen mante- ner una actitud exploratoria sobre los textos, de modo que los nifios que viven en ellos aprenden a leer y a escribir con cierto grado de dominio, aun antes de ir ala escuela, Fl gran problema es que dichos contextos no son los mas frecuentes en México. Para una gran mayoria de nifios, la escuela es el dinico contexto alfabetizador. Es decir, el aula es el ambiente donde muchos nifios centran por primera vez en contacto con los textos, la lectura y la escritura; es el lugar donde habran de ‘empezar a aprender lo que otros que también ingre- sam a la escuela ya conocen, Sin embargo, aun dentro de la misma escuela, los nifios que han crecido lejos de ambientes alfabetizadores no siempre tienen la oportunidad de entrar en contacto con muchos y va a1rados tipos de textos y materiales dle lectura. Esto coloca en mayor desventaja respecto de los nilios sf la han tenido. Justo por eso es que se vuelve sario encontrar la manera de construir en la lun contexto que posibilite todo lo que los nifios quieren para aprender a leery escribir. Es impost plantear mejores y mas eficientes formas de inici Jos nifios en el proceso de alfabetizacién y de form: fa ello es necesario que una biblioteca bien seleccio- , aunque no sea cuantiosa, se convierta en el tro de las actividades. ara mostrar el tipo de reflexiones que los nifios sobre la escritura durante el momento de su betizacién inicial, se recurriré a dos estudios rea- 8 en el medio rural mexicano, uno de Ferreiro y guez (1994) y otro de Rodriguez (1997). Estos ios forman parte de una larga investigacién efec jada en diversos tipos de escuela rural, con la finali- «i de analizar las condiciones que permiten lograr alfabetizaciGn integral de los nifios que asisten a 1 escuelas. Debido a que las circunstancias que recen la adquisicién temprana de conocimientos bre la lengua escrita estén précticamente ausentes ‘en el medio rural los nifios del campo llegan a apren- er a la escuela todos aquellos aspectos que muchos e los nifios de la ciudad han empezado a adquirit ra de ella, Por estas razones, la observacién de las. actividades de los nifios en el aula de la escuela rural ‘resulta privilegiada Aprendiendo a leer en la escuela Antes de entrar en las cuestiones que los nifios t drén que ir abordando en el trénsito de constt Como lectores, se plantearén las dos condiciones nerales que posibilitan el inicio de la formacién de nuevo lector, a) Primera condicién para la formacién de un vo lector: Lograr sostener en los nifios una actitud de queda y de andlisis sobre la escritura, una mit analitica y curiosa frente a los textos. ) Segunda condicién para la formacién de nuevo lector: Focalizar u orientar las actividades de los nif hacia aspectos centrales y basicos de la escritura. ‘extos privilegiados para iniciar ‘los niftos en ta tectura Un tipo de texto ideal para que los nifios exploren con resultados productivos es el texto fécilmente memori ‘able. Se trata de pequeftas rimas, coplas, adivinanzas y canciones que los nifis aprenden a repetir de memoria. Contrariamente a lo que el sentido comtin podria decir- os, estos textos que los nifios simulan leer ~porque Silos docentes logran elaborar situaciones de aprendizaje a partir de las condiciones anteriores, el resto del trabajo -aprender a leer ser realizado por los nifos sin tropiezos, de manera fluida y placentera. 232 aen realidad se los saben de memoria~ resultan ser recurso didctico muy valioso. Veamos cémo a pi de un texto memorizado los nifios pueden hacer: tintos tipos de descubrimientos y reflexiones. Después de haber disfrutado con la lectura por su maestro del cuento El rey mocho, el pea grupo de nifios y nifias se divierte repitiendo de ‘moria el estribillo que en éste aparece: El rey es mocho no tiene oreja, por eso usa peluca vieja. En este momento, se solicita a uno de los repetir oralmente la cancioncilla del cuento y seftal {1 texto a manera de lectura. Al intentar leerla mi tras sefiaa el texto con su dedito, Rodrigo termina decir la cancidn cuando ain le quedan dos versos critos. Entonces dice sorprendido: "jsobraron!” Lo i tenta de nuevo y esta vez ajusta la cancién oral a canci6n escrita, repitiendo partes de 1a cancién para’ terminar al mismo tiempo de sefalar y de decir oral ‘mente la cancién. Esta actividad lleva a Rodrigo a realizar uno de los descubrimientos basicos de la escritura: que el texto oral se puede transformar en texto escrito y que la accién inversa es igualmente posible. Este tipo de descubri- mientos es lo que motiva los intentos de oralizacién’ de los nifis frente a los textos en el sentido de atri~ buirles un significado. ns ‘Del mismo modo, Alondra lee cada frase del cuento rey mocko sefialando cada linea del texto: “el ey es 0, no tiene ore, por eso usa, peluca vieja” y lo- vincular el texto oral con el texto escrito. Después {nvestigadora le pregunta: B A B: A B in B sDiré mocho ahi? (cefala oreja). Dird rey? (sefiala rey) Dird oreja? (sefiala peluea). sDird vieja? No. B: Vieja, no dice? ‘A: Nooooo. Las respuestas de Alondra remiten a una concep- tualizacién muy importante que los nifios hacen muy ‘al inicio de la alfabetizaciOn. Al negar la presencia de Ja palabra vieiaen el estrbillo, Alondra pareciera pen- sar que para leer peluca vieja basta con escribir peluca ‘© que la palabra vieja no aparece de manera aislada fen este texto. Esta clase de respuesta es comiin entre Jos nifos en una etapa temprana de la reflexién sobre lo ‘que la escritura representa. Para ellos la escritura in- cialmente representa los nombres. Con el tiempo, los nifios también admitiran que la escritura representa los adjetivos y los verbos. ¥ solamente mucho tiempo después podran reconocer que la escrtura representa las palabras funcionales como los artculos, los pro- nombres, las preposiciones, etc. Esto tiene que ver 235on la construccién de la “nocién de palabra” 10, 1978) la cual posibilita comprender que las escritas se corresponden con partes del ent oral. Los nifios tendrén que legar a hacer las xiones que posibiliten “comprender por qué todas alabras son tratadas como equivalentes en la sentacién a pesar de pertenecer a clases dif or qué se ignoran las semejanzas de significado y brivilegian las semejanzas sonoras” (Ferreiro, 19 Ahora bien, frente a un texto memorizado t ‘pueden realizarse observaciones pormenorizadas: Jo hace Mayra con el siguiente fragmento del texto. olla pinta: Una polta pinta yuna colorada Ponen sus huevitos en la madrugada, Huasteca Una vez que Mayra es capaz de repetir de me ria esta copla se procede a preguntar: Bueno, y jdénde dice pinta? ‘Aqut (seftala pola). Ahi esté la wonde esta la ? ‘No esta (sefiala polla) sEntonces dénde esta? i: Aqui (seala pinta). SeEeEe ‘Mayra ha iniciado la basqueda de indices grificos ue le permitan estar segura de las interpretaciones que 236 s. Ella requiere de la presencia de eee eee ito de la cancién “Las mafianitas” y hace la vincu- sin de las partes escritas y de las partes del texto “Las mafianitas” Despierta mi bien despierta ‘mira que ya amaneci6, ya los pajarillos cantan Ja Luna ya se metis. veces ya, sDénde dird ya? Ahi dice much: (Sin repetir en voz alta la cancién, cocntny saa yen ca engl. y en el segundo). jHay otro ya? Céntala para ver si encuen- tras otro ya. (Canta pero dice “a los pajaritos cantan, la Luna ya se meti6” y no encuentra el tercer ya). : (Se le sefiala “ya los pajarillos cantan”) ijiste otra? tal an dice (sefiala ya identificando Ins earateristias rfc de las palabras antes encontads). Entonces, cbmo dist Yas polars canan la Lana ya se met arMayra, que va de lo oral a lo escrito, e Ismael, sentido contrario ~de lo escrito a lo oral- nos mi tran emo para leer tiene que haber una coordina entre ambos aspectos. Se tiene que trabajar en fort coordinada entre aspectos gréficos y sonoros. ism: a partir de su exploraci6n gratica logra cantar “cot tamente” la cancién (corrige “a los pajaritos cantan’ Por “ya los pajaritos cantan”); en tanto que Ma para quien se destaca la presencia de la letra la palabra pinta, logra, a partir de su buisqueda grt encontrar 1a palabra escrita, Estos dos nifos hi abandonado el procedimiento que muchos otros util zan para analizar los textos que conocen de memoria, Que es repetir el texto mientras recorren con la vista y sefialan el escrito con su dedito, y pueden deducir qué dice en cada parte del texto. Ellos recurren al conoci- ‘miento que han logrado establecer entre los aspectos: grafico y sonoro-gréficos del texto. Condiciones que favorecerén el aprendizaje de ta tectura Conocimiento previo de los textos Cuando no se sabe leer en los términos en los que la escuela espera que los nifios sepan hacerlo, el conoci miento previo del texto es fundamental para realizar exploraciones y descubrimientos sobre la naturaleza y caracteristicas de la escritura. Hemos observado la segu- ridad con la que Alondra, Mayra, Rodrigo e Ismael se ‘manejan al interpretar las unidades del texto que han’ memorizado: el texto completo, los versos, las palabras, 28 y hasta las letras de las palabras. Esto no ocurriria de Ja misma manera si los nifios estuvieran trabajan® con textos no predecibles, como son Ios textos ai? lusualmente se utlizan en la escuela para tala aprendizaje de la lectura referentes a las oraciones ¥ frases descontextualizadas como serfan, por ejempl0, las oraciones de la siguiente serie, en donde no ha artculacién seméntica que apoye la lectura y en dond#s si no se sabe leer, resulta imposible hacer interpret ciones y deducciones sobre el contenido: El oso es café, La nifia es Ver6nica. Beto tiene novia, La silla es roja, El conocimiento “de lo que dice” el texto posit realizar observaciones que Hlevan al descubrimient? de las relaciones sonoro-gréficas caracteristicas 4€ nuestro sistema de escritura. Una de ellas es el desc" brimiento de regularidades en los textos, Por ejempl el hecho de que siempre que aparecen en un texto 145 mismas letras, colocadas en el mismo orden, condi” cen a una misma interpretacin Desde luego, no todo esté resuelto cuando se conoce por anticipado el texto, Sin embargo, podemos visu™ brar la autonomia que va adquiiendo el nino pas continuar explorando el texto cuando conoce su form sonora y es capaz de realizar una lectura indepe™ diente del adulto. En este sentido, la simulacién d& ectura que realizan los nifios sobre los textos que #® nen memorizados es fundamental. Cada vez que 8 239 -puede continuar descubriendo caracteristicas bash © inherentes al sistema de escritura. En el mercado existen cuentos infantiles que aj yan la lectura de los niftos, tanto porque presenta frases reiterativas, como porque se acompafian, ilustraciones que apoyan la interpretacién y facili la anticipacién de su contenido. La lectura de est textos, compartida entre maestros y nifios, resulta ‘un elemento esencial para iniciarse en la lectura, Conocimiento de la forma del lenguaje escrito La biblioteca escolar y la biblioteca de aula constituyen recursos indispensables para la formaciGn de lectores, No se puede decir que se aprende a leer leyendo y a escribir escribiendo cuando en las aulas se trabaja s6- lo con textos escolares. Los aprendices de la lectura tienen la necesidad de experimentar con verdaderos libros, enciclopedias, poesia, instructivos diversos, li- bbros de cuentos, libros de leyendas, de adivinanzas, petiddicos, folletos y todo tipo de textos informativos, Este acercamiento puede empezar con la audicién dela lectura de otros mas experimentados. De esta manera ¥ aun antes de realizar lectura por s{ mismos, los nifios Teeonocen que la escritura se caracteriza por el uso predominante de lenguaje formal (Teberosky, 1990). ‘Veamos los conocimientos sobre la forma del len- ‘Suaje escrito que logran los nifios al experimentar con miltiples textos en una biblioteca. Los nifios Jestis ), Verénica (V) y su maestro (M) se encuentran tra- mF jando con algunos libros dela biblioteca de aula. El aje caracteristico del texto, que en este caso es Tenguaje rimado, es advertido por los nifios y se ve objeto de diferenciaciones especificas. Los ni- 3s pueden determinar las caractrfsticas de los textos i de su lectura $a incmenende obec, oe ahaa re la diferencia entre un cuento en verso Julieta tdte queta y una antologia de coplas Amapolita Mz Este es un cuento? (refiriéndose a Amapolita, el libro de coplas). : No, es una hoja en cada uno, son versos. Qué son los versos? Son para decirse y para contarse, de los (2) Minette eer piaimgals J: Si, riman porque tienen tres letras iguales al tltimo. M: Entonces, jel libro de Amapolita y el de Julieta son iguales? J: Sf, pero mire, el de Julieta... son versos en familia y el de Amapolita son versos apart. Ee Jestis consigue, en palabras de nifio, explicar la dis- tincién entre una sola historia contada en versos (ver- 80s en familia) y un conjunto de versos sobre temas diferentes (versos aparte). Este conocimiento ha sido posible por la lectura realizada familiarmente de los libros de la biblioteca y por el anzlisis del lenguaje de cada tipo de texto, realizado por supuesto, de acuerdo con las orientaciones y solicitudes del maestro. 241Observemos ahora lo que ocurre mientras los nif leen el cuento Del topito Birolo y de todo lo que haberlecaido en la cabeza, de la Coleccién Libros Rincén. En este cuento, el Topito Birolo (personaje. central) anda en busca de alguien que hizo en su. beza una “plasta olorosa”, y al toparse con distintos animales les pregunta; “Fuiste ti quien se hizo en mi: cabeza?” En el cuento, las frases que se reiteran y ilustraciones invitan a la lectura a quienes empie 4 leer. La entrevista se centra en la interpretacién del ‘cuento que hacen dos nifias (Mayra y Alondra) que: se encuentran trabajando con él, En esta actividad ef reto para las nifias es repetir las frases tal y como aparecen en el cuento. B: Me van a decir ahora ustedes. Aqut dice (mostrando texto) “;Fuiste ti quien se hizo en mi cabeza?- le pregunié a la paloma Currucuet el Topito Birolo”. Fjate como son las letras... “Fuiste tt quien se hizo en mi cabeza, le pregunt6 a la paloma Currucuct el Topito Birolo”. ¥ mira cSmo contesta (sefiala texto). “Yo no, eémo crees. Yo hago asf, le contesté desde los aires la paloma. ¥ jPlafft” Quiero que me digan, si le damos la vuelta, aqut (episodio del conejo). Fijense como son las letras... se parecen? M: (Sit B: Qué diré aquit 2 (Tercer episodio: Conejo Rafael) ‘Ahora Alondra. sFuiste td quien se hizo en mi cabeza?, le pregunt6 al rat6n... que diga, al conejo (simula leer). {: Al conejo Rafael. ‘Al conejo Rafael. i: Le pregunt6, no, yo no fui, yo no fui je6mo crees? yo hago asi. (Quinto episodio: vaca Blodia) ‘Muy bien, ahora sigue otra vez ella (Mayra) y tle vas diciendo, ‘sFuiste ti la que te hiciste en mi cabeza? iCémo crees, yo no fuil No es cierto. Dice, jfuiste tii quien se hizo ‘en mi cabeza? No yo no fui, cémo crees yo hago asf. Ay mama. Plot, plot. Vernos que, mientras Mayra cambia la formula de Ja pregunta original (fuist ta que. fuist ti el que), ‘Alondra logra repetir las palabras del cuento, utilizando 1 pronombre “quien” (fuiste ti quien se hizo en mi cabeza). Alondra advierte la diferencia entre ambas formas de hacer la referencia y corrige @ su amiga. La Jmportancia de ser capaz de repetir las palabras del texto viene de la necesidad de conocer las férmulas propias del lenguaje escrito. Esto prepara para leer, Para saber qué esperar y poder realizar anticipaciones Iientras se va leyendo. Esta es una de las estategias Utilizadas por los lectores experimentados. assConocimiento de las funciones sociales de la escri ‘Tanto el conocimiento de las formas propias del I uaje escrito como el conocimiento del tipo de inte ‘macién que es posible encontrar en los distintos ti de texto, prepara a los nifios para ser lectores eficien ‘Aun sin poder leer por sf solos, los nifios pueden te amplios conocimientos sobre las funciones sociales la escritura y recurrir a los textos con intenciones defi nidas; pueden reconocer las intenciones con las los escritores hacen sus textos y con las que los lectores acuden a ellos. ‘Veamos lo que ocurre en el aula cuando se realizan, actividades relacionadas con la exploracién de la in- formacién que contienen los textos y las funciones s0~ ciales que cumplen. En ellas participan varios nifios de diferente edad y grados escolares, y que tienen, por tanto, diferentes tipos de conocimientos (Ferreiro y Rodriguez, 1994). La maestra entrega a cada nifio un’ texto distinto. Tras un periado de exploracién, un ni- fio hace una serie de observaciones, mientras que los més pequefios escuchan a su compafiero y participan de sus comentarios. Indudablemente que de esta he- terogeneidad de conocimientos todos salen ganando. G: Maestra (observando un periédico), aqui también hubo elecciones. M: tY dénde més hubo? G: Pues aqui dice en el periédico que... el colegio electoral, que no se qué. M: £¥, entonces puede ser que en el periédico venga algo de la eleccién de Pontezuelas? as re M: {Por qué? E: Porque no vimos a nadie que sacara fotos. G: Aqui hay muchas. Dice “en la casilla.. el sufragio...”. M: ;Qué serd sufragio? L: Lo podemos buscar en el diccionario. M: Oigan, y el periédico, jse parece al libro? ‘Todos: jNo! M; ;Como qué cosas hay en el periédico? G: Pues de los deportes, de las noticias, de lo que pasa. 'M: Entonces las noticias, ;son de algo que paso? ‘Todos: Siiif! ‘Como puede abservase, ls respuestasy comentarios que hacen Gerardo (G), Eduardo (E) y Luis Santiago (U) resultan muy productivas para los més pequetios ue participan de este evento de clase. Ellos escuchan con interés que los peri6dicos brindan informacion sobre acontecimientos reales tales como noticias y de- pportes, entre ots. Los nifios mayores dan pistas sobre la forma como los periédicos obtienen la informacién que aparece en ellos, que es a través de personas que acuden al lugar de los hechos y reportan los aconteci- ‘mientos: los reporteros que toman fotos. Por otra parte, ‘abe sefalar Ia participacin del maestro (M), cuyas preguntas hacen posible expictar el conocimiento que Jos nifios han elaborado en el contacto con tos libros y la lecturaInvitar a los nifos a conocer el contenido de los libros de la biblioteca de aula y de la escuela es una mane- ra de formarlos como lectores interesados y activos, Un comienzo de este tipo seguramente dejaré a los ni- fos en mejores condiciones para enirentar los retos de lectura que se les van presentando, Cuando queremos: saber si nuestros alumnos estén leyendo y logrando entusiasmarse con la lectura, podemos empezar por crear situaciones que revelen el sentido y la importancia ue ésta tiene para ellos. Veamos esta otra situacién: ‘M: Han leido el libro El caballo volador? R: Sf, yo lo he leido cuatro veces. Se trata del rey de Persia. Que un mago le regalé tun caballo volador y su hijo monté y no oda volar, y hasta que salié la luna le vio la palanquita, pero aterrizé en otro Pueblo de otro rey. Y de ahi se fue ala asa y que una muchacha muy bonita estaba ahf y luego se metié por la ventana ¥ ahf estaba un guardia y luego le dijeron al rey que ah estaba un ladrdn en el ‘cometdor y luego fue mucha gente y Iuego se regres6 a su casa, pero la hija... Y se casaron. F: Enel libro Teatro cuentos, viene “El bueno hombre y su hijo, El pastor turulato, La asamblea de los ratones y Juancito y Mara”. Ro: (Estd frente a la biblioteca, toma una coleccién de Libros de Polidoro y va diciendo lo siguiente sin leer) Este trae Me de “El hombre flojo”, “El conejito jera", “La ratonera”, “Las uvas”, “El comilén”. Este es de versos. M: De qué se trata La boda de la ratita? J: De una ratita que se casaba y luego un dia se va a misa y le dijo el rat6n Pérez “ahi atizas la olla de frijoles” y luego se fue para adentro de la olla y se cocié. ‘Mu: El de La zorra y las uvas. Que era una zortita muy linda, que quiere uvas y no las aleanza y dice que estén muy verdes, Y asf, siguen platicando sobre el contenido de mu- chos libros. Estos nifios son unos devoradores de libros, han leido gran parte de su biblioteca. ‘Cuando el maestro logra interesar a los nifios en la lectura y establece un clima en la clase que posibilt el intercambio, 1a comunicacién y el trabajo en cola- boracién, los nitios interactian favorablemente para el aprendizaje y de esta manera las fuentes de informa- cién se multiplican. Esto es muy importante para la formacion de lectores, aunque implica un cambio de perspectiva sobre quién enseia y quién aprende en las aulas. Veamos otro ejemplo: (Se esté hablando del contenido del libro Julieta estdte quieta). M: {Ti lo lefste Cuco? C: Me lo ley6 Coco (una hermana mayor). M: Tilo lefste Mauricio? ‘Mu: Me lo leyé Chuy y los de tercero, 2‘A mime lo leyé Vero. Y ti Jaime, glo leiste? No. Entonces, seémo sabes que es de versos? Porque lo estaban leyendo los de segundo, sEo88 La conformacién de equipos para la realizacion de actividades de lectura puede ser diversa. Segiin el pro- Pésito que tengamos, podemos organizar equipos de composicién més 0 menos homogénea, pero encon- {raremos que la ventaja pedagégica aumenta conforme aumenta la heterogeneidad de conocimientos entre los niftos. Esto puede ser apreciado en el ejemplo anterior, {que retrata las ventajas de conseguir que interactien nifios de distintos grados escolares, distintas edades y distintos grados de dominio de la lectura, En este equipo se encontraban nifios con dominio pleno de la lectura y nifios que atin no lograban leer solos. Interpretacién de imagenes Para finalizar abordaremos un wltimo elemento tex- tual: las ilustraciones que acompafian a los textos 0 ue, incluso, los sustituyen. Se trata de los cuentos realizados tinicamente en imagenes, Con frecuencia encontramos que una actividad a la que se recurre cuando se trata de iniciar a los nifios cn la lectura es la interpretacion de imagenes, En oca- siones se considera que al leer libros que s6lo contienen. ‘imagenes (sin texto escrito) se simplifica la tarea. En las siguientes situaciones veremos c6mo la lectura o in- 248 terpretaciOn de las imagenes no es una actividad sen- cilla, resultado de un conocimiento obvio, sino que es producto de miiltiples experiencias de lectura. B: Este libro se llama La brujita atarantada Los tres van a ver este cuentecito y después me van a decir un cuento, me lo van air diciendo para que yo lo escriba. ‘Asi como los cuentos que hemos leido, idle qué se trata? M; La brujita esta despierta y aqut esté el pato (da detalles de dos cuadros diferentes). La brujita esta despiertay esté sentada y acd también est sentada. Br Pero yo quiero que lo digan como esté en los libros. : Leerlo, pero yo no sé leer. Pero si ahf no tiene letras. Si le pusiéramos letras, squé dirfa? Ffjate en todo el cuento. Rodrigo, primero fjate en todo, todo, todo. (Todos lo miran), R: Primero esté sentada y el gato esta dormido y luego esté el patito y ests sentada y el gato esté despierto. ¥ luego esté haciendo magia. B: ,Dénde comienza este cuentecito, Rodrigo? R: ;Dénde comienza? Empieza aqui (correcto) y acaba aqut (seftala la parte superior de la segunda hoja incorrectamente). B: A ver, qué pasa primero aqui? PE meR: Aj primero est dormido el gato y est sentada la bruja, luego esté sentada la bruja y este... el gato, el patito esta, y el alo est4, el patito est. M: El gato esté dormido y el patito esta despierto. Los nifios no logran narrar el cuento porque no pueden integrar las imégenes en una secuencia de acontecimientos. No pueden atribuirles un orden para hacer una historieta, pues no logran conformar como un personaje a la brujita cuya imagen aparece reitera- damente. Es claro que, contra lo que el sentido comin puede decir, la dinamizacién de las imagenes que aparecen en una ilustracion es el resultado de la acti- vvidad experta de los lectores. La secuencia de acciones la construye el lector como resultado de miiltiples ex- Deriencias con libros y con otros lectores. ‘Un segundo ejemplo del conocimiento que se requie- re pata interpretar las imagenes lo ofrece Ismael, quien trata de resolver la narraciOn del cuento tradicional El.cuervo y el zorvo. B: De qué se tratard? (muestra el cuento en al libro) I: De dos lobos feroces {ve el libro abierto con las imagenes del zorro y no identifica que se trata del mismo personaje en ambas). B: Te lo voy a leer (le lee todo el cuento). I: Lazorra le cant6 un canto, la zorra se lo ‘eanté un canto y del canto se tapé las 250 ‘orejas y dejé caer el cacho de queso y se lo comis despacio. B: Selo comi6 despacio... Este, ;cusl est (imagen del cuervo). La zorra. AY éstet (imagen del zorr0). El lobo. Fer tCudntos salen en este cuento? Cuatro. sCudles sont Estos (sefiala todas las imagenes de am- bas paginas). B: Este es uno, jy éte otro? (el mismo cuervo). I: Un perico y otro perico. sere: Ismael no consigue atribuir la misma identidad a todas las imagenes del zorro, ni a las del cuervo, por lo que cada vez que aparece la ilustraciGn de uno 0 de otro, la interpreta como un personaje diferente. Ade- ‘més, el hecho de desconocer las denominaciones cuervo (le llama perico), y zorra (lama “zorra” al cuervo), le dificulta todavia mas el comprender que se trata de tuna historia, Como puede verse, en ninguno de los dos casos, los nifios consiguen interpretar las imagenes convencio- rnalmente. No pueden darles un orden a los cuadros para conformar tna historieta. En el caso de La brajita ataraniada descubrimos que los nifios tampoco logra- ban construir el significado de las transformaciones hhechas por la magia de la brujita, el significado de la 2svarita magica o de las estrellitas que salen de la varita, En resumen, los nifios requieren de la mediacién de un intérprete que contribuya con sus preguntas y sus ob- servaciones a la interpretacién convencional de las imé- ‘genes. Las ilustraciones, igual que todos los aspectos del lenguaje escrito, no son objetos que los nifies puedan entender inmediatamente. Estos se conocen a partir de la experiencia con los textos y con otros lectores. Ana Teberosky (1982) sefiala que los intercambios de informacién que se producen al trabajar colectivamen- te pueden considerarse segiin dos criterios: informa- iones sobre las propiedades fisicas de la escritura ~propiedades observables en el objeto e informacio- nes sobre propiedades convencionales: es decir, pro- piedades no observables de manera inmediata porque son implicitas al sistema, Estas tltimas slo pueden ‘ser conocidas a través de un mediador que transmite el valor social del sistema. La diferencia entre una y otra clase de informacién es clara, ya que los valores sociales no se reflejan en las propiedades fisicas del objeto. Es aqut donde el papel del profesor, como i formante, se hace patente. De la misma manera se valora la informacién dada por los pares en situacio- nes de aprendizaje. Conclusiones Hemos analizado las reflexiones que los nifios pueden y deben realizar para formarse como lectores en la es- ‘cuela. También hemos observado la forma en que los adultos y otros nifios pueden dirigir la atencién de un nifio hacia aspectos centrales de la escritura, Traba- 252 jando de esta manera en la escuela es posible conducir deliberadamente a los nifios a ser lectores eficientes. Los ejemplos presentados en este capitulo no preten- den ser exhaustivos de todo el proceso reflexivo que requieren realizar los nifios para convertirse en lecto- res. Sin embargo, si éstos consiguen modelar el tipo de actitud que se requiere asumir cuando se pretende apoyar, conducir y orientar el aprendizaje de los alumnos en la escuela, quedaremos satisfechos. 283Leer y escribir con otros y para otros Los primeros aftos de escolaridad Ménica Alvarado y Sofa A. Vernon Eesti ten come piso peer an serie de situaciones didécticas para que los nifios equetios (de preescolar y los primeros afios de pri- maria) lean y escriban textos escritos con finalidades comunicativas especificas. Tal vez no sea el caso de que en el preescolar exista Ja obligacién de que los nifios aprendan a leer y a es: cribir. En muchos palses, este es un propésito del pri- mer grado 0 de los dos primeros grados de la educacién bisa (primaria). Sin embargo, trataremos de argumen- tar que el trabajo con la lengua escrita debe iniciarse desde el ingreso de los niftos a un plantel escolar, ya sea Ja guarderia el preescolar o la primaria directamente. El aprendizaje de la lectura y la escritura toma mucho és que un afio escolar. Aunque no se trate de que los nifios sean lectores o escritores independientes en un momento inicial, es importante que empiecen a fa liarizarse con la lengua escrita, assAste respecto, los docentes dicen que para ensefar a leery a eseribir hay que presentar a la letoesertura como algo significativo, y que hay que crear un “am. biente altabetizador”. Tienen toda la raz6n al hacer estas afirmaciones. Pero, squé significa eso? Todos sa- bemos que no es “signifcativo” Ilenar planas o hacer calas con slabas y letras. Tampoco lo es leer 0 escrbit Palabras o aprender frases de memoria. No se tata tampoco de Hlenar el aula y el jardin de leteros que no aparecen en ningin lugar fuera dela escuela, como “ventana”, “puerta”, etc. Entonces, qué? Aprender a leery a escribir supone mucho més que s6lo entender el principio alfabético del sistema de es. eritura, El reto de la escuela (como lo sefala Lemen 2001) es posibilitar que sus alumnos formen parte de Ja comunidad de lectoresy escitores, que aprendan a utilizar activa y eficazmente la escritura para cumplit con diversas funciones socialmente relevantes, Mi, hos niios crecen en un ambiente asi, donde leer y escribir son actividades cotidianas y funcionales; sin embargo, ottos no. Creemos que la escuela tiene el Aeber fundamental de crear las mejores condiciones Para que todos los nifios se alfabeticen, independien: temente de su procedencia social o cultural. rear un verdadero ambiente alfabetizador tiene que ver bé camente con nuestra habilidad como docentes, para hhacer que, poco poco, los nifios vayan eonociendo y apropiindose las pricticas sociales en las que se uth Tiza ta lengua eseria, Esto presupone que los docen. ‘esTenen, a Su vez, un conocimiento suficiente sobre Jos textos y los eventos sociales en los que se lee y escribe, y reconocen la capacidad de los nifios pare 256 Iniciar el conocimiento letrado antes de que puedan’ realizar materialmente la tarea de leer y escribir de forma auténoma Con estas dos premisas proponemos introducir a los nifios en la comunidad de lectores y escritores, al realizar actividades didécticas que les permitan darse cuenta de que la lengua escrita se usa para ac- tividades como: 1, Divertirse a través de la lectura de un cuento, historieta, eteétera, 2. Informarse a través de la lectura de textos tales como: a) Libros o articulos sobre animales, plantas, costumbres de otros paises. ) Periddicos. ©) Letreros de calles, tiendas, camiones. 4) Entrevistas. 43. Seguir un instructivo 0 dar indicaciones a otro para llevar a cabo una tarea como cocinar o ar mar una figura de origami o un juguete. 4, Escribir como recurso mneménico, registrando comentarios debajo de las fotos de un dlbum, empleando un directorio telefénico o una agenda ara sefialar las fechas importantes como los ccumpleatios de los nifios del sal6n, etostera. 5. Comunicar a distancia, como cuando se deja un recado, una correo electrénico 0 una carta. Por supuesto, hay muchos otros tipos de funciones, y los textos responden frecuentemente a varios propési- tos ala vez. Lo importante es considerar que responden, 2374 la necesidad real de quien los escribe o los lee. Como. lo sefiala Teberosky (1992), las actividades didécticas con t es decir, de las construcciones lingifsticas que constituyen el lenguaje ue se escribe. Cuando adentramos a los nifios en es- te tipo de conocimiento les ayudamos a hacer real su osibilidad de usar la escritura en la produccién de textos con relevancia social y personal, lo que necesa- Fiamente os lleva a enfrentarse con los siguientes as- pectos: la generacién de ideas a partir de un propésito ‘comunicativo, la mejor manera de poner estas ideas en. Palabras, los recursos gréficos de la escritura: la ortogra- ffa, la puntuacién, la distribucién grafica de los textos en el papel, los recursos editoriales, etcétera. Para que los nifios puedan llegar a manejar los re- cursos textuales de la lengua escrita es preciso consi- derar las particularidades de cada tipo de texto. Una pagina de revista o una nota de enciclopedia difiere de lun poema, y sus diferencias se aprecian a simple vista, Los autores y los editores juegan intencionalmente con el tipo y tamafio de las letras, las imagenes, y la distribucién del texto, para lograr de manera mds efi ciente su propésito comunicativo. Una noticia periodis- tica, por ejemplo, va a tener un encabezado con letras grandes que permitan a los lectores enterarse de una Sola vista de una noticia relevante. Asimismo, la infor: maci6n sobre la fuente se remarcard con letras de me- hhor tamafio pero sobresalientes al resto del texto. Si hay ilustraciones, estas serdn fotografias con un pie de foto, aunque dicha imagen no siempre aparezca y ‘no dé mayor informacién. Un cuento infantil, por otra 238 parte, tendré generalmente dibujos y letras con una distribucién espacial diferente al de una nota informa- tiva, aunque ésta también tenga letras y dibujos. En estos escritos, los dibujos aclaran y dan vida al texto, Otro aspecto que nos da informacién sobre un tipo textual consiste en el documento mismo: su tamaiio, niimero de péginas, tipo de papel, etcétera. La disposici6n material de un texto escrito permite, por ejemplo, saber de qué tipo de texto se trata, aun- que no esté en nuestra lengua. Un ejemplo de esto se ‘muestra en la Tlustracién 1: ry a a 289Obviamente se trata de un anuncio publicitario de un. restaurante. Lo sabemos porque hay un lugar amplio on mesas, la fotografia de una bandeja con alimentos, lun mapa que nos deja ver la localizacién de! lugar Promocionado, horarios y un nimero de teléfono (en ‘timeros ardbigos) y poco texto compuesto con letras grandes (que seguramente marearén el nombre del es- tablecimiento) y pequefias (con informacién general sobre el restaurante). En cuanto a la estructura hay que considerar que todos los textos tienen una organizacién particular. Una receta de cocina, por ejemplo, siempre tiene dos partes espacialmente bien delimitadas: la lista de los in- gredientes a emplear y las indicaciones para la prepa- racién. Los cuentos, por el contraro, tienen partes que no se separan espacialmente; las que podemos distin- uir en muchos cuentos son més bien relativas a cémo se presenta la secuencia de acciones: se inicia con un estado de equilibrio, luego aparece un problema y, la ‘mayor parte de las veces, termina con la resolucién de ese conflicto, En una noticia, por el contrario, aunque se relaten también tna serie de sucesos, se va a dar la informacién mas importante en la primera parte, para luego presentar los detalles. ‘Ademds, cada texto se caracteriza también por el ejemplo de ciertos recursos lingiifsticos. La receta de cocina, por ejemplo, inicia con una lista de sustantivos acompafiados de numerales (4 huzevos), para luego se- Buir con una serie de oraciones que empiezan con un imperativo (mezcle ta harina con el aceite) 0 em- pleando infintivos (mezclar a harina con el aceite) con frases adverbiales que indican cémo hacerlo, cudnto 260 tiempo, o para qué fin se debe realizar la actividad (bata hasta incorporar homogéneamente todos los in- sgredientes) (Kaufman y Rodriguez, 1993) Al seftalar las caracteristicas que definen los diferentes, tipos de texto, lo hacemos sin la pretensién de que los nifios aprendan gramatica ni teora iteraria. Simplemen- te se trata de que sean capaces, poco a poco, de saber distinguir entre diferentes tipos de texto, considerando lo que dice, eémo lo dice y cémo se ve fisicamente di- cho texto, ademas de poder intuir para qué sirve. Para Jograrlo, es necesario que los nifios tengan la oportuni- dad de escuchar y ver la lectura que los adultos hacen e los textos cuando quieren conseguir algo en particu lar, de involucrarse en esas précticas de lectura y de in- tentar escribir diferentes tipos de texto, siempre con una funcién y un destinatario claros. La gente, sea pequefia ‘0 sea adulta, no lee por leer ni escribe por escribir, sino que lee y escribe con un propésito determinadbo. La mayor parte de los docentes piensan que los, nifios de preescolar o de los primeros afios de la es- ‘cuela primaria no son capaces de escribir y leer textos reales. Esta es una visi6n errénea: dentro de un con- texto apropiado, los nifios no sélo son muy capaces, sino que hacen muchos esfuerzos por lograrlo. Ade- mds, lo disfrutan enormemente. {émo planear actividades? Algunas consideraciones generales que habria que to- ‘mar en cuenta para la planeacién son: 1. En lo posible, debe haber actividades de lectura y escritura relacionadas con un objetivo compartido. 261La lectura ayuda a descubrir cual es el propésito del texto y a encontrar algunos recursos grificos, lingifsti- os y estructurales. Sin embargo, la escritura hace que los nifios experimenten la necesidad de emplear esos recursos para guiar (0 dar “pistas”) al lector potencial. En otras palabras, no debemos olvidar que escribir ayuda al escritor a tomar conciencia de las caracteris- ticas del texto y a anticipar los recursos que el lector necesitard para interpretar dicho texto. 2. Se trata de aprovechar siempre la lectura de distin- tos documentos, procurando que estos sean adecuados ala edad de los nifios, sin ser tan artificiales que pres- cindan de las caracteristicas reales de los textos. Es el caso de una buena enciclopedia para nifios, por ejemplo, que tendré textos informativos bien or- ganizados, que proporcionen informacién puntual y novedosa, ademAs de presentar ilustraciones de varios tipos las cuales se espera que complementen la expo- sicién de un tema particular, 3. Es necesario dar modelos de lectura y de escritu- ra que permitan a los nifios conocer las maneras mas usuales de abordar un texto. Por ejemplo, jedmo se usa un recuadro 0 una ilustracién con relacién a la nota cenciclopédica? ;Para qué sirve el {ndice de un libro? 4. La escritura de un texto infantil no seré necesa- riamente perfecta, pero debe cumplir con los propésitos Para los cuales fue realizada. Muchas veces es nece- sario hacer varios intentos (borradores) antes de llegar ‘@.una versién adecuada para el destinatario. Antes de iniciar una planeacién, es necesario que el ola docente se plantee cual es el propésito didactico que quiere lograr. Ya que la lengua escrita se usa préc- 262 ticamente en todos los dominios escolares, puede hhaber tres tipos de prop6sito: ) Trabajar sobre un tema particular de otra 4rea (ciencias, historia, etc.), y aprovechar la opor- tunidad para leer 0 escribir textos alrededor de dicho tema. Por ejemplo, si los niiios estén tra- bajando sobre el aparato locomotor, habré que buscar y leer informacién sobre los huesos, los miisculos y las articulaciones. Adicionalmente, se pueden preparar diferentes textos en donde los. nifios hagan cépsulas informativas, carteles para exponer informacién, etc., sobre este tema. b) Trabajar directamente sobre un tipo particular de texto (e! cuento, la noticia, eteétera) ©) Trabajar sobre algiin recurso particular de la len- ‘gua escrita (los titulos, el uso de los signos de puntuaci6n, las rimas, etcétera). En los tres casos, es necesario que los docentes ha~ gan algunas reflexiones previas © 2Qué van a leer y a escribir los nifios y cudles son las caracteristicas graficas, de estructura y de len- guaje que tiene ese texto? + ;Cémo lo van a leer y a escribir? {Con qué propésito van a leer y a escribir? ‘© sQuién serd el destinatario final de los textos que produzcan? Una vez que se han establecido los propésitos gene- rales, se deben planear las actividades puntuales para 263lograrlos. Para cada actividad hay que decidir si sera’ mejor realizarla con el grupo total (por ejemplo, pre- senciar una lectura en voz alta o realizar la escritura de algin texto en el pizarrén que sirva como madelo ara generar otros diferentes), en pequefios grupos (Ge cuatro o cinco alumnos, como cuando se decide en’ colectivo qué decir por escrito y cémo decirlo, o cuan- do se trata de discutir la forma de mejorar un texto previamente elaborado por los nifios) o individualmen- te (por ejemplo, la realizacién de escrituras o la explo- racién libre de textos). Las consignas deben ser claras, breves, y deben servir de pista para que los nifios pien- sen y resuelvan problemas lingiisticos 0 editoriales articulares.. ‘Veamos algunos ejemplos de actividades didacticas reales, explicando el proceso de planeacién e inter- vvencién en cada caso, Leer y escribir alrededor de un tema particular AA propésito det aparato locomotor, un grupo de nifios de preescolar (cuatro aos de edad) al inicio del ciclo escolar se dio a la tarea de investigar cudles son los ‘rganos y mecanismos que posibilitan el movimiento de nuestro cuerpo. La maestra planteé la tarea de in- agar informacién en la biblioteca escolar, en donde proporcioné a los nifios diferentes libros tematicos y enciclopedias para que, individualmente, determina- ran, a partir de la exploracién de los textos, si contenfan informacién sobre el tema. Los nifios realizaron una seleccién preliminar de materiales, generalmente a partir de sus ilustraciones. A continuacién, la docente 268 mostré a los nifios, de manera grupal, el indice de los libros seleccionados y lo ley6 en voz alta, de manera que pudieran determinar con més elementos si los ‘materiales contenfan informacién relevante. En sesiones sucesivas la maestra fue leyendo en voz alta uno a uno los materiales recabados. De manera paralela, la docente identificé otros textos y materiales (Gibujos, filminas o peliculas) que mostraban como se ‘movian diferentes animales (serpientes, caracoles, oru- gas y peces, entre otros) con la finalidad de que los nifios realizaran comparaciones entre especies. Los ni- fhos pudieron darse cuenta, por ejemplo, de que algunos animales tenfan huesos y articulaciones, mientras que ‘otros no, Estos materiales también fueron presentados fen clase, acompafiados por explicaciones puntuales por parte de la maestra. ‘Antes de la presentacién de un material nuevo, la maestra solicitaba a los nifios que recordaran la in- formacién que habian recabado en la sesién de lectura exposicién anterior. Los nifios en colectivo iban dic- tando a la maestra informacion, Ella escribia todo en carteles grandes que se quedaron expuestos en las pa- redes del aula, En ocasiones la informacién recuperada por los ni- fios presentaba ideas distorsionadas que llevaban a la maestra a releer a los nifios una parte especifica de los materiales o a nuevas explicaciones mas puntuales. La informacién en los carteles se volvia a leer para ue los niios determinaran las partes erréneas y las, ‘modificaran con ayuda de su maestra. ‘Una vez que fue concluida la fase de presentacién de materiales y que los nifios contaban con suficiente 265informacién sobre el tema, la maestra les pidié que Pensaran, por parejas, qué les habia parecido mas in- teresante de la informacién. Lo que se pretendia era dar a conocer informacién relevante a los nifios de otros grados de la escuela. Cabe seftalar que dentro de esta escuela (preescolar y primaria) los alumnos Publican un periddico trimestral. Los nifios de la sala de ‘cuatro afios aportarian para este documento cépsulas informativas sobre el tema de locomocién, dentro de tuna seccién denominada “Sabias qué...2” Dentro de este contexto cada pareja de alumnos dic- 6 ala maestra su cépsula informativa. Ella escribié exactamente lo que los nifios dictaban y reley6 el pro- ducto final, tanto a los autores como a otros nitios (tres més), especialmente invitados para evaluar y pulit el texto. Por lo general, la mayorfa de los errores de estos ni fos radicé en el uso reiterativo de un mismo término, frases redundantes o en el empleo de frases demasia do largas que hacfan que los textos no cumplieran con la caracteristica de brevedad tipica de las capsu: las informativas. Con la participacién de os nifios y la maestra, los textos fueron mejorados. Al dia siguiente, la maestra dict6 a los autores los textos logrados para que ellos, a su vez, los reescribieran, dando con ello oportuni. dad para que reflexionaran sobre elementos puntuales del sistema de escritura. Cada nifio del equipo escri- bia una parte. ‘Algunos de los textos producidos se muestran en la Figura 2. Los nombres al lado derecho indican quién fue escribiendo cada parte. Es importante notar que 266 1no todos los nifios se encuentran en el mismo nivel de escritura; sin embargo, todos fueron capaces de con- tribuir positivamente a la realizacién de la tarea: PA AOR Mg Para movernos vsAeCMo ‘asamos LoVE2oe Log co ie ce vaRckege (Figura 2) los huesos Ong, y articulactones ‘Trabajar sobre un tipo de texto La secuencia de actividades didécticas que a conti- nuacién describiremos se realizé con un grupo de nifios de cinco afios. En este caso, los propésitos fueron, por un lado, leer resefias de cuentos que se incluyen en Jos catdlogos editoriales 0 en las tapas traseras de algu- nos libros, para después seleccionar aquellos cuentos que querian leer. En un segundo momento, la maestra les lefa cuentos (sin la lectura de una resefia previa) y los nifios hacfan la reseia correspondiente para otros nifios de la escuela. Desde la postura del lector, las reseflas son recursos tiles para realizar la seleccién de libros. La posicién 267del redactor de resefias demanda conocer bien una obra y considerar la mejor manera de despertar el in- terés de un lector potencial. Las resefias de cuentos infantiles cuentan con diferentes caracterstcas: pueden presentar un pasaje particular de la trama,o bien resal- tar las caracteristicas de algiin personaje en particular. Nunca hablan del desenlace del cuento pero sf incor- poran elementos de suspenso que lamen la atencién de Jos lectores. Se trata de textos muy breves que van acompafiados pot la referencia bibliogréfica completa del libro y, en ocasiones, presentan una ilustracion con la portada del libro. 1a secuencia de actividades didécticas comenz6 Por leer resefias de diferentes catélogos editoriales pa- a que los nifios eligieran los libros de la biblioteca {que levarian prestados a sus casas oal aula: todos los dias la maestra dedicaba diez minutos del dia a la lec- tura en vor alta ‘A continuacién se realizaron reflexiones puntuales sobre las caractersticas de las resefias. Para ello la Imaestra les pidi6, después de leer un cuento elegido a Partir de la resefia, que pensaran qué decia el cuento y qué la resefa. El grupo de niios dictaba en colectivo Jas diferencias que encontraban entre estos dos tipos de texto. La maestra apuntaba las ideas en una tabla com- Darativa que separaba gréficamente las caracteristicas de cuentos y de resefias. Gracias ala discusin grupal y ala intervencion de la docente, los nifos legaron a caracterizat las rese- fhas en cuanto a su longitud, el tipo de informacion ue presentan (cémo se recupera una parte de la trama 0 de la descripcién de los personajes) y los recursos 268 apelativos que se emplean para lograr captar el inte- rés en los lectores potenciales. Por ejemplo, los nifios pudieron darse cuenta de lo ‘que significaban las diferencias entre el cuento que trataba de los tres cochinitos y la resefia del mismo, relatada desde el punto de vista del lobo: CuewTo RESERA Se escribi6 en muchas | Se escribi6 en tres hojas. lineas cortas. Habla del lobo, de los tres hermanos S6lo habla del lobo. cochinitos y de lagnte det pueblo Plaza desde que e lobo conocs ls tes Maske Bt lle al EPI que se trata be ite ees de un pobre lobo que usieron cada vez que | conta Ja verdadera sz los queria come. Ha | Hist de os ues Sere ena tar getie | ne det pueblo no le cree. Una vez establecida la caracterizacién, la maestra invit6 a los nifios a escribir resefias de sus libros favori- tos. El propésito seria contribuir con un nuevo atalogo de resefias para la biblioteca, que facilitaria a lectores potenciales seleccionar cuentos para leer. 2691 trabajo se llev6 a cabo organizando a los nifios fen grupos pequefios de cuatro o cinco. Cada grupo. determiné uno o dos libros a resefar. Para ello rele- yeron, con ayuda de la maestra, los libros elegidos y. discutieron sobre las caracteristicas de la trama 0 los, personajes que la resefia podria recuperar. Una vez. determinados los elementos del cuento que se iban a ‘mencionar en la resefia, dictaban el texto a la maes- tra, quien apuntaba lo mds fielmente posible las apor- taciones. Conforme los nifios dictaban los textos, se suscitaban discusiones entre ellos respecto a la mejor manera de decir algo. Con la ayuda de la maestra, quien relefa constantemente lo dictado, los nifios rea- lizaban modificaciones a su texto, Una vez concluido este trabajo, la maestra, de ma- nera grupal, retomé los carteles con las tablas compa- rativas de las resefas y los cuentos y las record junto con los nifios. Entonces, les propuso que revisaran las resefias dictadas por ellos para que verificaran si con- taban con todas las caracteristcas de este tipo de texto. Con la finalidad de lograr mayor objetividad en la tarea de revisién, los diferentes grupos de nifios intercambia- ron entre s{ sus producciones y comentarios respecto a los textos logrados. Los autores de las resefias, nueva- mente con ayuda de la maestra, mejoraron sus textos incorporando los comentarios de sus compaferos. La maestra dict las reseiias finales a los autores para que escribieran por turnos la version definitiva. Finalmente, los nifios trabajaron los datos comple- mentarios de estos textos: referencia bibliogréfica e insercién de la reproduccién de la portada del libro resefiado. 20 A continuacién presentamos como muestra una de Jas resefias hecha por los ni ne om ¢ evse [samen an E of etna | segaeesmen canogis BOM | Syste once eAse Simenanene A i ccccinnc rane |B iraricraters seme sine = aes z (Figura 3) ra de las secuencias didécticas que nos sivi6 pa- 1a ejemplificar el trabajo alrededor de un tipo de tex to particular fue la realizacin de un recetario de co- cina. Aunque s6lo relataremos la secuencia de activi- dades realizada por los nifios de primer af (seis afos, de edad) cabe mencionar que este fue un proyecto de trabajo de toda la escuela. El propésito fue armar un recetario con recetas escrtas por todos los nfios para regalirselo a las mamés. Para que se familiarizaran con el formato y utilidad 4 los rectarios, la maestra les propuso que prepararan un platillo sencillo, siguiendo las instrueciones escri- tas. Organizados en pequefios grupos (de cuatro 0 cinco alumnos) comenzaron por identiicar los ingre- dientes requeridos y salieron a una tienda cercana a comprarlos. Después prosiguieron con la preparacién, paso a paso, del plailo. En un segundo momento la maestra preparé, de Jante de todos los ninos, un emparedado de jamén. En mesta ocasi6n les pidié que anotaran la receta corres- ondiente. Una vez que cada nifio habfa redactado su texto, 1a maestra les present6 nuevamente las recetas sobre las que habian trabajado en grupos pequefios. De ‘manera colectiva les pidi6 que establecieran las simi litutes y diferencias que encontraran entre estas recetas ¥y las que ellos habfan redactado. Los nifios legaron a determinar las caractetisticas estructurales y de lenguaje prototipicas de una receta de cocina: la informacién debia organizarse en dos apartados, el listado de ingredientes y el procedi- miento. Los enunciados del procedimiento estaban redactados en tercera persona y ordenados en secuen- cias de pasos, A continuacién, los alumnos realizaron correcciones a Sus Tevetas, atendiendo las caracteristicas de estos textos, La maestra les solicité que pidieran a su abue- Ja 0 a algtin otro adulto, que no fuera su madre, les enseflara a preparar un platillo de facil elaboracién ue le gustara particularmente a su mam. En el aula la maestra pidis a los nifios que recupe- raran el procedimiento de preparacién del platillo aprendido en casa y escribieran la receta correspon- diente, Para ello, cada nfo redact6 en primera instancia el procedimiento y, a partir de éste, la lista de ingre- dientes. Una vez que la receta habia sido redactada, la ‘maestra eligié una para revisarla en colectivo con los nifios, atendiendo a las caracteristicas lingiifsticas de formato de los textos. Después, les solicté que inter- cambiaran sus recetas para que, por pares, las revisaran, Cala nifio recibis los comentarios de sus compaie- 108 y mejor6 sus textos. Finalmente, escribieron de am manera individual la tiltima versién de las recetas. Presentamos a continuacién un ejemplo: O@ioneS Re Fos ig reGespen yz, 104 OS. aU eiatec ‘act SFA EMA, seme 20 hoes 5 a Boleved ae ge tauacte nett WedDedserSe mame Mate, les OPYe ie ccios ey Caeate ua Fr HORe YOR, zevev olauu OS rj7coLQuSUAVACE (Figura 4) a‘Trabajar sobre algiin recurso particular de la lengua escrita En un aula de segundo grado, la maestra tenia como objetivo trabajar algunos signos de puntuacién: punto final y mayiscula, signos de interrogacién y exclama- cin, y guiones de didlogo directo. Para este propésito Pens6 en algin ipo de texto que fuera corto, en donde apareciera el uso de discurso directo, se diferenciara de lo que dice un narrador, y donde exclamaciones e ‘nterrogaciones fueran frecuentes. En ottas palabras, un tipo de texto donde aparecieran aquellos recursos sobre los cuales querfa centrar la atencién de los ni- fios. Un texto que reine todas estas caracterfsticas es 4 relativo al chiste, por lo que propuso a los nifios que escribieran chistes para el peridico escolar, que €s lefdo por los nifos de la escuela, los padres y los maestros. La secuencia de actividades fue la siguiente: en un Primer momento, los nifos contaban chistes al resto del grupo. Luego, cada quien escribia su chiste. De ‘manera consistent, los nifios tenfan una falta absolu- ta de signos de puntuacién En otro momento, a maestra dio los nifios chistes ue habian aparecido en una revista. Después de una primera lectura, la maestra tomé uno de los chistes, en donde aparecta un narrador y dos hablantes, y pre- {unt6 alos ifios cémo podian darse cuenta de cusndo intervenia el narrador 0 uno u otro de los personajes. Fue asf centrando la atencién en el uso del guién de didlogo y posteriormente en los signos de interroga- ion y exclamacién, am En otra sesin, la maestra mostr6 a todo el grupo tuna copia fiel de una de las producciones iniciales de Jos nifios. Entre todos hicieron correcciones que la maestra iba anotando sobre el escrito. A partir de esto, Jos nifios trabajaron en grupos de tres compafieros. El objetivo de cada grupo pequeiio era corregr el trabajo de un compafiero, con el cual discutian las correc- ciones. Una vez hecho esto, cada nifo escribia una nueva versién. Un ejemplo de la primera version es el que trans- cribimos a eontinuacién: Abis una bes un Abion que Tenia 2 pilotos y 3 pasajeros era un mexicano un ruso jun indio lspilotos ‘ijeron bajencarga nopodemos so tener tantope so y ‘anoquedo nada y los pilotosdije ron ba jen m aspeso itiraron elpiso ialindio sle callo el guarache ie pilotodi jo da jen mas peso iel mexicano di jo yo me tro por ‘mipais el ruso di jolomismo y el indiodigo yo m ropr mi garachue En una versién posterior, puede apreciarse clara- ‘mente la incorporacién de marcas de puntuacién: Habia una vez un avion que tenfa 2 pilotos y 3 pa- sajeros, Era un mexicano un ruso y un indio. Los pi Jotos dijeron —bajen carga, no podemos sostener tanto peso—ya no que do nada y ls pilotos dijon ~bajen mas carga y tiraron el piso. Al indio se le ca yo el guara che y el piloto dijo ~ bajen mas carga. El ‘mexicano dijo -yo metiro por mi pais el ruso dijo lo ‘mismo. el indio dijo ~ yo me tiro por mi guarache,Comentarios finales ‘Todos Ios ejemplos que hemos presentado tienen en comin que los grupos de nifios han lefdo y escrito textos con un propésito real. Esto es muy importante, pues los chicos no escriben de la misma manera cuando saben que habré lectores reales que cuando es simple- ‘mente un simulacro de escritura. Este contexto de realidad supone que hay secuencias de actividades en varias sesiones que posibiliten sufi- cientes oportunidades de interactuar con los textos, ‘dentificar sus caractertsticas y redactar textos propios que tengan en cuenta dichas caracteristicas. En este sentido, escribir requiere de diferentes momentos y formas de correccién (individual, en parejas, trios 0 co- lectiva), siempre tomando en cuenta al lector potencial del texto. La exigencia del trabajo es alta, tanto para los docentes como para los nifios. Sin embargo, el taba- jo resulta tan significativo que los resultados producen un alto sentido de logro para todos los involucrados. La formalizacién sobre las caracteristicas textuales 0 sobre los recursos usados se puede dar de una manera efectiva una vez. que los nifios han podido apreciar dichas caracteristicas a partir de su. uso. En otras pala- bras, llegar a una definici6n solamente es factible una vvez que los nifios han podido apreciar y comprender quello que se quiere formalizar y, en lo posible, debe- rn ser ellos mismos los que propongan la definicién. 26 Una secuencia de composicién de textos para la educacién basica ‘Ma. del Carmen Larios D intasevaluaciones aplicadas con el fin de conocer las ideas que tienen los maestros so- bre la ensefianza de 1a lengua,’ permiten inferir que, hoy fa, una buena parte del magisterio reconoce como ‘el sentido tiltimo de la ensefianza de la lengua en la educacién basica, saber usar formas lingiifsticas orales Yy escritas, para representar el mundo y comunicarse con los otros. Es interesante sefialar que esta finalidad de la ensefianza es sentida como més importante que lograr que los alumnos tengan un repertorio de cono- * conan Gener de Atay Capac prs Masten Serica ea esi de cor hasta ‘Trae 20 Sn, sgn dsr) eee ‘tonay Launch os ea ana, ac a mcimientos conceptuales sobre la lengua, aun cuando este repertorio esté relacionado con las teor‘as de uso lingifstico. ‘Aunado a lo anterior, hay que notar que en las prdcticas escolares se observa cada vez. con mayor fre- ccuencia la lectura libre y la escritura de textos. Sin embargo, a este innegable avance hay que agregar una serie de dificultades que aparecen a la hora de plantear situaciones didécticas. Por ejemplo, para los ‘maestros atin resulta dificil proponer situaciones de enseflanza donde: 1. Existan précticas de lectura y escritura que tengan relaciones cada vez més cercanas a la cultura escrita. 2, Se articulen las practicas de escritura y lectura de textos con un tipo de reflexi6n que permita que los ni fios avancen en sus conocimientos sobre la lengua y la cultura escrita. En este capitulo se discutiran brevemente los alcan: ces de estas dificultades y se propondré una secuencia didactica, de cardcter procesual, que permita a los alumnos y a los docentes enfrentarse a la diversidad de operaciones y conocimientos que exige la compo- sicidn de textos. Sobre {a cultura escrita y las situaciones de lectura yy escritura en el aula Actualmente los textos que se escriben en aulas ain tienen una fuerte marca escolar: los escritos que se re dactan con el fin explicito de “aprender a escribir” (distintos de los. textos de estudio, notas escolares, restimenes, listas de tarea, etc.) toman la forma del 28 llamado texto libre o bien buscan reproducir alguna estructura textual. Se ha decidido poner estos dos pos de situaciones de produccién juntos porque si bien cada uno permite poner en juego conocimientos de distinto orden (por ejemplo, ambos permiten que Jos nifios apliquen sus conocimientos sobre el sistema de escritura de cardcter ortografico, pero sélo el se- ‘gundo admitiré trabajar sobre el formato convencional del tipo de texto en cuestién, puesto que el texto libre no tiene una estructura definida), ninguno de los dos permite que los estudiantes consideren los elementos, contextuales en los que aparecen los textos escritos, de manera que los alumnos aprendan a adecuar la forma y el contenido de los mismos a tales situaciones (recuérdese por ejemplo, en situaciones de produc ‘cién, que dependiendo de a intencién comunicativa del tipo de relacion establecida entre un escritor y su lector, el lenguaje seré més o menos formal, ms 0 ‘menos especializado, se tendré que aportar més o me- nos informacién, se seleccionara tal o cual formato textual, eteétera) ‘Ahora bien, la necesidad de adecuar el lenguaje (tanto en su forma como en su contenido) a los con- textos especificos en que se da una interaccién es una condicién que atraviesa tanto a situaciones orales co- ‘mo escritas, pero la concrecién de tales adecuaciones Aifiere en distintos niveles cuando se trata de la lengua escrita 0 la lengua oral: para poder usar el “lenguaje ra mayo infra ober ete tee pd conn Lomas C9 ‘1a, (Compe) Hof omar dei ras de ean Bae Sena Pd, 1988 29escrito” es necesario aprender cierto léxico, cietas es- tructuras gramaticales y organizaciones textuales. Es- to lo podremos entender claramente si echamos una ‘mirada al uso particular de construcciones pasivas en céertos titulares de la prensa escrita En lo que conciere a las relaciones entre interlo- ccutores mediados por la escrtura (por sefalar sélo un ejemplo a nivel grfico), se puede decir que el uso de ciertas marcas tipogréficas como las negrtas y los subrayados se interpretan como ayudas del autor hacia lector en la construccién de signifiados. Visto de cierta manera, estas marcas grficastraducen las ideas ue tiene el emisor-autor frente a su receptor-lector acerca de lo que éste podria 0 no reconstrui sn la ayu- a de esos elementos, Pero ademas de saber usar y adecuar el lenguaje escrito con una intencién comunicativa y con ciertos Interlocutores, quien aprende a leer y a escribir debe ‘conocer cudles son las actividades que caracterizan a Jos usuarios de la cultura escrita. Por ejemplo, frente ala composicién de textos formales, es comiin que los escrtores que se manejan fécilmente en esta actividad planeen su texto, hagan borradores, revisen desde mitiples puntos de vista, utilicen herramientas diver- ‘as para resolver los problemas alos que se enfrentan (como diccionarios, graméticas y glosarios), analicen sus fuentes de informacién y pidan la opinion de otros. A esta serie de acciones hay que agregar el co- rnocimiento de los ritos que se llevan a cabo en los es- pacios donde se transmite la cultura escrita: desde la biblioteca tradicional, pasando por las librerias. los establecimientos religiosos (donde se lee la Biblia, por 230 ejemplo), los ambitos laborales y el espacio virtual del internet, que exigen de sus usuarios el conocimiento de “gestos” cada vez més complejos y especificos. Oto Ambito de conocimiento es el de las formas como se relacionan autores y lectores, y el uso que se le da a los textos como resultado de esta relacién; es- tas formas estin sometidas a constantes variaciones: ppor ejemplo, respecto del concepto de autoria de una ‘obra no es sino hasta hace relativamente poco tiempo que al autor se le reconoce una serie de derechos mo- rales y econémicos. Es a partir de este reconocimiento (que data de la época de la Tlustracién, como necesidad mis del librero-editor que del propio autor), que sur- ge el concepto de “plagio” como un tema de caricter legal.’ Actualmente el plagio presenta distintas dimen: siones dependiendo de su modo de expresién: en el Ambito de la oralidad no parece ser tan penado como cen el Ambito de la escritura; pero ademas, dentro de la escritura existen distintas posiciones: por ejemplo, aquellos que proponen, como parte de los contenidos de enseflanza de lengua, una verdadera “ética de la au- toria” (y con ello dan un sentido particular al hecho de saber citar, entrecomillar, elaborar notas de pie de pé- gina, etc.); por otra parte, en el extremo opuesto de la primera posicién estén los que defienden la idea de que Jo importante no es quien tiene la autora de las ideas (para los defensores de esta posicién, la autoria, como concepto, resulta dificil de sostener, puesto que la creacién de una obra es producto de la recombina- * Sobre ee ema se puede sue Chart Roger as etc de ‘cnet. Do¢tuevencones Reon: Ca, 08, 2cidn de textos preexistentes), sino la difusién de las ‘ismas y que finalmente lo que resulta interesante es la exploracién de la reconstruccién de los multiples sentidos que puede suscitar una obra. Finalmente cabe sefialar que el uso del internet no sélo multiplica las posibilidades de acceso a informacién, sino que da piea que el concepto de autor y sus derechos sean ca- da vez més difusos:* El dltimo ejemplo en relacién con los rasgos que conforman a cultura escrta es la importancia que se debe acordar al hecho de que los alumnos comprendan la serie de funciones que realizan quienes cumplen con la labor de editar y producir un texto ademés del autor mismo; es decir: el editor, el diseftador grafico, el ilustrador, el corrector de estilo o el traductor, que son considerados, en alguna medida, como autores de ls textos. Para manejarse en el mundo de la cultura escrita hay que comprender y saber usar este circuito: transitar en él significa, por ejemplo, saber que un ‘editor construye el perfil de los lectores al momento de planear y tomar decisiones sobre una coleccién de textos (o una linea editorial), puesto que al hacerlo in- fluye en la toma de decisiones sobre cudles son (y ceudles no son) los temas de discusién de un campo de estudio, en un momento dado. De igual modo que el jefe de la mesa de redaccién de un periédico, ponde- ay decide la importancia que le da a una noticia, al incluirla en la primera plana o en las paginas interio- res del periédico, + Mie 3." page Te de did dee Lengua y de a ‘ar Nin. 3, Buon bl e208. 3. 20 Por otra parte, hoy dia no es posible pensar en cier- tos tipos de texto sin la colaboracién de un disefiador srafico. Piénsese por ejemplo en las monografias rela- cionadas con las ciencias naturales o en ciertos textos hist6ricos (sobre todo con fines de divulgacién) donde la organizacién grafica y la seleccién iconogréfica re- sultan decisivas para su comprensién. Uno de los ejemplos més fructiferos de la aportacion de los ilustra- ores a los textos es el de la literatura infantil, donde es comiin encontrar casos en los que los artistas plésticos colaboran con el pequeii lector en la construccién de significados de un texto, al completar con su imagen aquellos elementos descriptivos, narratives 0 argu ‘mentativos que serfan extremadamente complejos de expresar en términos verbales. Un hecho significativo en el mundo cambiante de la cultura escrita es que hace apenas algunos afios que el ilustrador de libros de Literatura infantil forma parte de la autorfa del texto n que aparece su obra. “ Repesande a ses brill inal relacionado con el nivel de pertinencia de las situaciones de escritu- ra que se plantean en el aula, no parece ser posible que Jos nifios puedan aprender a leer y a escribir de ma- nera plena, sin que se asocie este aprendizaje a la variacién de situaciones de comunicacién donde se incluya una diversidad de interlocutores e intenciones comunicativas, de tal forma que los nifios se vean en la necesidad de modificar y adecuar el lenguaje para aprender y mejorar sus formas de expresion. Pero ade- més, tampoco parece posible que los alumnos aprendan a ser productores y receptores plenos de textos si se presentan las variables contextuales como elementos 283 las obseracones del compatero editor > elandisis de otros textos que sven de muestra la elaboracion de una lista de caracteristicas que ayuden a revisar el propio texto > el desarrollo de actividades puntuales (Figura 1) En la Figura 2 presentamos un ejemplo sobre cémo establecer pardmetros de ayuda a los alumnos en la fase de planeacién de su texto. (Véase la Figura 2 en la siguiente pagina). Vale la pena mencionar que 20 ‘Una vez que se ha planteado Ia idea de hacer un cartel, el maestro puede apoyar a sus alumnos en la planeacion, organizando una conversacin sabre los puntos de la Fase 1. Lo importante es que cada quién se haga su propia imagen sobre qué va a escribir, para quién y-con que fin El tema: Si se trata de un anuncio, se puede preguntar, {iqué es lo que se piensa publictar?; si se trata de un tema ciudadano, ;qué idea se pretende transmit? Los lectores: 1A quién esta dirgido el cartel? ¢A un plico en general? JA grupos de jévenes, nifios © adultos? ,Qué impacto tiene eso en la forma del texto? 2¥ en su contenido? La intencidn comunicativa: Ademas de la intencion seneral (comprar, vender, o dar un mensaje ciudadano) {que se pretende especificamente con esie texto? Por ejemplo, si se quiere vender una bicicieta tal vez ‘convenga “convencer” al publico de las ventajas que tiene hacer ejerccio para mantener la salud; si se realiza un cartel que plantee un tema como la tolerancia, la intencién comunicativa especifica es “hacer que el lector | refleione sobre las ventajas del didlogo para la mutua comprensién”, (Figura 2) aLo importante de estas preguntas es que los alum- logren tomar conciencia, de manera paulatina, de la influencia que tienen estos elementos en la forma que tomaré el texto, asf como la interrelacin de los ‘mismos. Esta parte del proceso puede ser trabajada en forma grupal, a manera de ltuvia de ideas, haciendo esquemas y anotaciones diversas. Aun cuando la dis- ccusiOn sea colectiva, cada alumno deberé tener la li- bertad de tomar sus propias decisiones. 3. A partir de la reflexion arriba ejemplificada, pe- 4imos a los alumnos que cada uno escriba un primer Dorrador. La opinién mas generalizada es que los es tudiantes no estén en condiciones de redactar textos sino han estudiado de manera explicta el género en cuestin, Lo cierto es que no es asi. Sila situacién co- ‘municativa est lo suficientemente definida, ls alunos (Sean pequefios, de zonas rurales alejadas 0 adoles- centes pertenecientes a la clase media de una gran ciudad) no tienen problemas en tratar de escribir. Después de varios afios de probar situaciones seme- jantes a éstas, podiamos tener la certeza de que aun Cuando estos alunos nunca antes se hubiesen plantea do la elaboracion de este tipo de texto, la consigna y sus conocimientos previes (tanto tematicos, como lingiis ticos) les permitiran inferir cual era el producto que se estaba esperando, Sabamos por experiencias previas que nadie dria “no sé hacerio™ En cambio, através de Ja escritura pudimos darnos cuenta de la representa- cidn que tenian de lo que es escribir el texto en un momento dado, y de lo que les faltaba por aprender. Regresando a nuestra secuencia de escritura, pen- samos que es a partir del andlisis de los textos iiciales 2 © borradores que se puede tomar decisiones sobre lo que podifa ser relevante y lo que no, en materia de censefianza, Ast, en vez de decidir a priori los asuntos ‘que deberdn ser materia de relexin, las decsiones se tomarén a partir de los textos producidos. En la secuen- cia de trabajo que aquf proponemos, quienes leen et texto para reflexionar sobre las posibles fallas son pri ‘mero los alunos; luego, el maestro establece algunos puntos de reflexién que resulten importantes para la ‘mayorfa o que por su pecullaridad sean interesante. ‘Asi pues, una vez terminado el primer borrador, se le pide a un compaiiero que funja como editor del texto, para lo eval Ie sugerimos haga anotaciones al margen de éste o bien que escriba breves notas explicativas. 4, j£n qué medida es importante la lectura det compaiero editor? Son muchas las tazones que bene- fician esta forma de corregit un escrito: 4a) Porque editar un texto constituye un trabajo fun damental en el proceso de produccién de un texto (es decir, culdar la claridad del contenido, la organizacién lobal, aspectos gramaticales, ortogrficos, el disenio grafico, las imagenes, eteétera); b) porque estamos poniendo a los alumnos en una situacién de interacci6n donde la negociacién. entre Jos puntos de vista de los participantes genera la ne- cesidad de dar explicaciones, argumentos y ejemplos; es decit, existe un trabajo intelectual enriquecedor € interesante tanto para el editor como para el autor ¥ por ello se generan aprendizajes. En este sentido, s@ Jogra romper con la interaccién tradicional con et ‘maestro, haciendo participes a todos los compaferos de la posibilidad de comentar y corregir. 23) porque es mAs facil detectar los puntos fuertes y débiles en el texto de otro que en el propio; ademés, con [a lectura del otto se puede anticipar las posibles reac ciones de otros lectores frente al propio texto. :Qué resultados podemos esperar de esta revisién? Es comiin que al principio los alumnos sefialen las ‘cuestiones superficiales como el tipo de letra, la orto- sgrafia y, en algunos casos, la puntuacién. Pero a medi- dda que los chicos van adquiriendo mayor experiencia fen este tipo de trabajo, sus sefialamientos abordan ccuestiones mas de fondo. Véase por ejemplo el si- jguiente texto que fue producido en el contexto de la elaboracién de un periédico que circulaba entre los, alumnos y los padres. La alumna de cuarto grado se habia comprometido a hacer una noticia sobre cues- tiones ambientales. Veewion “£* 27 de Mowe de AE: 1 wh oe 294 “Antes de abordar el asunto de la correccién, quiero sefialar que una posible interpretacion del desajuste entre el propésito y el tipo de texto que produjo la ni- fia es que en las aulas donde no hay una tendencia a escribir textos insertos en situaciones comunicativas variadas, es comtin que los alumnos tengan una re- presentacién unificada de lo que es escribir textos, ‘que consiste en escribir textos informativos, parecidos los que utilizan para estudiar las lecciones de histo- ria o ciencias naturales. Quiero insistir que esto no ne- cesariamente significa que los alumnos no tengan co- nocimientos sobre otros tipos de textos (como de he cho lo veremos més tarde en la segunda versién de Sarah). Es més bien que el entorno escolar, y més es- pecificamente, las expectativas que se han elaborado ‘sobre lo que se debe hacer en la escuela, lo que los lleva a escribir de esta manera. En cuanto a la labor del compafiero editor, nétese en el ejemplo de arriba que a este alumno le interesan los asuntos propios de la puntuacién. De hecho, el editor no sélo sefala la necesidad de hacer correccio- nes sino decide, él mismo, introducir una coma en un lugar pertinente para separar la primera afirmacién “Los érboles son de utilidad para el hombre(,)” de los ejemplos que apoyan esa afirmacién (“Ejemplo: el pa ppel..”), asumiendo la labor de corrector de estilo. ‘Ademés, el editor sefiala una cuestién sobre la clari- dad en la letra: “y pon autor porque se le entiende au tos”. Finalmente, aborda dos cuestiones muy impor tantes: una que tiene que ver con la adecuacién del género discursivo (“no se parece a una noticia”) y ‘otra que podriamos interpretar como una necesidad 2sde escribir la fecha respetando el formato convencio- nal de la noticia. 5. ;Cual es el papel del maestro en este momento? Se trata de que retome alguno o algunos de los textos de los alumnos para que sean comentados por la cla- se entera, La funcién de esta estrategia tiene que ver ‘con que los estudiantes se construyan algunas ideas sobre qué observar en un texto, Una forma de construir “observables” en los estu- diantes es que el docente elija un par de textos que ha- yan utilizado una estrategia poco convencional para resolver el desaffo comunicativo que se les presentaba. Por ejemplo, un cuento que empieza por el final, una oesfa que retome el formato de receta de cocina, un cartel que utilice la ironia, etc., lo cual servird en caso de que los alumnos no logren salir de los esquemas de- ‘masiado escolarizados. tra estrategia para elaborar observables es retomar dos textos de los alumnos: uno que contenga “proble- mas” desde el punto de vista que se quiere resaltar (como ocurre en el texto anterior, en cuanto a la dis- continuidad existente entre la intencién comunicativa y el género discursivo elegido) y que se compare con otro ‘que haya resuelto el asunto de manera més cercana a lo convencional o a lo esperado. Por ejemplo, se puede contrastar el texto de Sarah con otto escrito mas cerca no a las noticias convencionales (véase en el anexo 1 e! texto de Arturo); en este caso la reflexién se desarrolla bajo la premisa de que “estamos pensando por qué es- te texto parece noticia y el otro no”; los nifios se dan ‘cuenta de que ambos tienen t{tulo, fecha y ambos infor- ‘man, pero uno cuenta algo que pas6 y e! otro no. 295 La idea es que los elementos que los nifios sefialen se vayan consignando en una lista (en una hoja aparte © en el pizarrén). Por ejemplo, aqut seftalamos lo ue los editores le dijeron a Sarah sobre el contenido de su texto. ‘Las caracteristicas que debe tener el texto para que sea noticia: » que tenga bien la fecha » que cuente algo que pasé » que lo ponga como en las noticias Més tarde, los elementos consignados en las listas le servirdn a cada nifio para revisar sus propios textos. Estas listas de caracterfsticas son provisionales en dos sentidos: primero porque se irén construyendo a lo largo de la secuencia con ésta y otras estrategias com- pplementarias (referimos al lector més adelante al traba- jo con el texto “muestra” y con actividades puntuales), yy segundo, porque inclusive al final de la secuencia siempre quedarn cosas por aprender (como lo vere- mos més adelante en la versiOn 2 del texto de Sarah). Lo importante, en este proceso, es entender que por 1 momento el producto final representa lo que puede hacer un estudiante en un momento dado, después de haber arriesgado y puesto en préctica lo que sabe yy tras haber reflexionado con sus compafieros y su maestro sobre diversos puntos Veamos el caso de la tercera caracteristica, Por ejemplo, en el momento de la primera revisién, los ni- fios han logrado sefialar “que lo ponga como en las. 27noticias”, Se espera que poco a poco puedan ir ha- ciendo explicito 1o que significa; por el momento, podemos inferir que esta recomendacién puede refe- rirse a “utilizar la jerga periodistica”. La anterior caracteristica por cierto, en el texto que escribié Arturo esta bastante bien lograda. 6. El papel del texto “muestra”. Como ya mencio: ‘nébamos, una de las estrategias muy usadas entre los que escriben textos de cardcter formal consiste en ve- rificar emo estén hechos los textos que circulan en el mbito de la cultura escrita, para, a partir de ellos, es- cxibir los propios. Los nifios pueden aprender muy tempranamente a operar de esta forma. ‘Obsérvese por ejemplo a continuacién el siguiente texto de un nifio que esté en vias de comprender el principio alfabético de la escritura y que, como en los casos anteriores, esté escribiendo una noticia y para hacerlo consulta un texto periodfstico que tiene a su alcance: Wericing e WEES ae, Teggtiosa .(°6 Tmo, TeFo te, Meyg Hey, Veep, Fe I¢g OE lIg, He Obra OI em, toSq CF anese Bag cy % Mao 4. a 96, eh, Cy Oy Ye. ee 208 ta ott ne EEEEIESTE Revocan auto de libertad == Se ‘a ex gobernador de BCS eT eet aaa Este alumno ha aprendido que en los textos existen algunos elementos convencionales y que pueden ser retomados para escribir los propios. Cabe sefialar que este nifio analiza no slo el texto, sino el soporte en {que aparece el mismo y descubre, ademés, que las noticias inician con la fecha indicando primero el dia de la semana (“viernes”), luego el dia del mes ("14"), tal vez el mes y luego es posible que haya sefialado el lugar ~que no es la forma convencional como se sefiala ‘en los textos escolares- que los textos en este soporte tienen una marca gréfica especial (@) como una f6r- ‘mula para marcar el inicio de cada noticia, misma que consigna en su propio texto. Volviendo a nuestra secuencia, Ia lectura que pro- ponemos en este momento con el texto “muestra” tiene la funeién comunicativa, no de desentrafiar los posi- bles significados de un texto, sino de pensar cémo ‘estdn escritos los textos en cuestién de tal manera que logren transmitir dichos significados. Esta es una fun- cién que podrfamos calificar de metalingistica. Ast pues, nos acercamos a los textos “muestra” con pre- ‘guntas como: ;Qué tipo de texto se hace dada tal o cual situaci6n? {Qué tipo de textos hay en tal o cual soporte? Qué funci6n tienen? ;Qué partes componen ese tex- to? ;Qué forma grifica es comiin darle? ;Cusl es el 29éxico que se utiliza en estos casos? sCémo se hacen {os titulos para este tipo de escritos? Qué imagenes se pueden elegir? ;Cémo hace este texto para que cierto iiblico se identifique con él, etcétera, En esta secuencia de trabajo, los textos y las pre- guntas se establecen en funcidn de las necesidades planteadas por el primer texto producido. Por supuesto, estas preguntas incluyen en su planteamiento niveles de andlisis muy distintos (pragmaticos, sociolingiis ticos, textuales, de sistema de escritura, etc.) y en este caso la funcién del maestro sera ayudar a los alumnos a darle un orden y jerarquia a estas preguntas. Volviendo a la produccién de Sarah, algunas pre- Buntas que nos sirven de ayuda para mejorar su texto Dueden ser: :Qué se suele escribir en las noticias? iQué se puede decir sobre tal tema -en nuestro caso l tema de los drboles~ de manera que sea interesan- te publicarlo en un periédico? En realidad lo que se esta tratando de construir es el concepto de pertinencia o relevancia de un tema dado a una situacién comu- nicativa donde el soporte y el tipo de texto tienen fuertes restricciones (los temas tratados deben ser relevantes socialmente, actuales, de interés para el Perfil del puiblico lector, ademas de que se asegure Ciertos niveles con los cudles proporcionar la informa- cin: cémo es que el tema tratado llegé a Ia situacién ‘actual; c6mo ocurri6; dénde; cudndo; a quién). En es- ta situacién una actividad que se le planted a Sarah fue la exploracion del periodico, la busqueda de seccio- hes, la lectura de noticias varias la coleccién de algunas ue le interesaran, etc. Con el énimo de que centrara sus observaciones en cierta tipologia de contenidos 300 del periédico, se le pidié que formara parte de la me- ssa de redaccién y clasificara las noticias de sus com- pafieros en secciones de acuerdo con su contenido. Como se ve, aqu{ es importante que el maestro ayude los alumnos a enfocar su atencién en ciertos ele- ‘mentos del texto haciéndole preguntas o plantedndole dudas y actividades que le permitan hacerlo. Es importante sefialar que los textos “muestra” pueden ser elegidos por el docente o por los alumnos, dependiendo de la intencién de la tarea; por ejemplo, si Jo que se quiere es que los alumnos analicen diversas formulas para elaborar titulos periodisticos, valdré la pena que el docente controle la seleccién para que ésta contenga el universo de “férmulas” que quiera trabajar; pero si se trata de saber qué texto sirve para obtener tal 0 cual informacién, vale la pena que sean los alumnos quienes elijan, ya que lo que esté en juego que elaboren sus propios criterios de seleccién en funcién de ciertas necesidades. Cabe la posibilidad de que el texto muestra no sea ‘un buen ejemplo. En tal caso hay que mencionar que la labor de critica a un texto real por parte de los alumnos es jgualmente formativa. Identificar las fallas uw omisiones de un texto (en comparacién con otro), desarrolla en los alumnos una actitud reflexiva que fundamenta las habilidades de redaccién y de lectura critica. 7. Las actividades puntuales. Este tipo de actividades se reservan para aquellas cuestiones que deban ser materia de reflexiGn y sistematizacién, La idea en este ‘momento es hacer trabajos puntuales sobre distintos niveles del lenguaje; por ejemplo la construccién de 201tuna convencién ortogréfica, de la puntuacién o del ‘manejo de relaciones temporales a lo largo de un tex- to; el uso de siglas; la estructuracién de parratos; la utilizacion de nexos logicos; diversas maneras de or- ganizar un mismo texto; la variacién del tratamiento de un tema en funcién de distintas intenciones comu- nicativas; la elaboracién de restimenes, etcétera. El tipo de reflexidn puede ser distinto, Por ejemplo, Jos alumnos que no utilizan una jerga periodistica especifica en su texto se les puede pedir que ensayen hablar y/o escribir como un cronista deportivo, des- pués como si estuviesen entrevistando a una celebridad ¥¥ por ultimo como un locutor en la radio, narrando las noticias del dia, ec. Adoptar distintas “personalidades” Jes permite darse cuenta de la manera como puede va- rar el lenguaje en funcién de la identidad que tiene quien lo emite; es decir, les permite pensar “en cali dad de quién escribo” y luego “qué impacto tiene eso ena forma que adopta mi texto”. Otro trabajo de carécter puntual podria ser la trans- formacion de textos; por ejemplo de un cuento a noticia © la reescritura de un hecho conocido. Este trabajo requerird tanto del desarrollo de interesantes estra- tegias como de seleccién y de reorganizacién de la informacién, Ademds, estas actividades permiten que los alumnos eviten tener que generar el contenido del texto y centren sus esfuerzos en la forma que éste deberd alcanzar desde el punto de vista estructural, de la seleccién léxica, etcétera, En el ejemplo siguiente un nifio prueba escribir di- vversos titulares periodisticos buscando destacar sélo las partes més importantes de las noticias a las que les an std dando un titulo, realizando con ello un importan- te ejercicio de sintesis. Lughat rg Tks Chase Mec » Dei Beth hake Etats has 44 fr se 0 $2, ghrece gm pe sas een ares arial only» teneleundal con net, Ah Raa Fete Sans, ba ete te Reg ned OF ho poh sale al Fe neice srsbaars «los nial (rote hoacy Meets bs Como se ve, estas actividades generan apuntes y textos parciales (en el sentido de que son una especie de “ensayo”) que servi para tomar decisiones en la escritura del texto final '8. La correccion del texto, En la ultima fase de la secuencia, los alumnos cuentan con: 4) Las observaciones del compafiero editor. }b) El andlisis de otros textos que sirven de muestra. ©) El desarrollo de actividades puntuales. 4) La lista de caracteristicas que ayudan a revisar el texto y que recogen los elementos estudiados con las herramientas anteriores. A partir de estos elementos los alumnos regresan a sus primeros borradores y reelaboran sus textos. Las Preguntas que gufan esta parte de la secuencia, son: 303* 1Qué es necesario cambiar? ** sQué hay que aadir? © :Qué hay que suprimir? __ Si observamos la versién 2 de Sarah, podemos {dentificar importantes transformaciones en relacién ‘con su primer borrador. Mestion 2 WeRce DWF. a 2 de Mages de OTE E pias ae ts * Sree aed fia ee a erEPEAS. En primer lugar, como se desprende de su texto, hay luna modificacién en el titulo que sugiere una aproxi- macién a los titulos de las secciones periodisticas. Por otra parte, Sarah se da cuenta de la necesidad de contar algo que ocurri6 en vez de describir situaciones 0 he- chos, es decir, encuentra lo que es relevante escribir en la situacién comunicativa que se le habia presen- tado (la escritura de una noticia para un periddico escolar). Ademés, al construir esta narracion seleccio- na y jerarquiza la informacién de manera que lo més 08 importante de contar lo coloca al inicio de su texto: “Hace poco nos dimos cuenta que en los bosques los taladores de drboles estén tirando mucho los arbo- les...” y luego amplia esta informacién, decisién que coresponde propiamente al relato periodistico: “la policia ha estado investigando...”" Sarah usa particulas, impersonales: “se dice que...", “se ha investigado”, que dan al texto cierta apariencia de objetividad y que es una condicién del género periodistico. Ademés, ella reconoce que se requiere de una jerga especifica y utiliza una sustitucién sinonfmica que responde a esa necesidad (sustituye “Ios taladores” por “los suje- tos"); este léxico lo podemos asociar al género perio- distico de cardcter policiaco. Por tiltimo, cabe destacar que Sarah decide cambiar su identidad de “autor” a “cortesponsal”,situacién que significa que escribe ya no desde una posicién neutra si- no en calidad de una figura que pertenece al Ambito pe- riodistico escrito. En este punto no podremos decir si es la escritura de la noticia la que la lev6 a firmar como corresponsal 0 si escribié en calidad de corresponsal Pero si hay una modificacién en su calidad de escritora. Esta itima afirmaci6n nos leva primero a sefalar que hay una parte de la accién didéctica que se ve re- flejada en la modificacién del texto de Sarah y que fue objeto de actividades explicitas durante la secuencia (por ejemplo, el seftalamiento de “que cuente algo ‘que pas6” o “que lo cuente como en las noticias”), Por otra parte, la modificacién del texto de Sarah es produc to de reflexiones no explicita, pero que se derivan de la actividad didéctica (nunca se habl6 de la necesidad de escribir “en calidad de corresponsal”, pero gracias al 30scontacto con los periédicos -Ios textos "muestra”- y Ja propuesta “de leer para saber amo se escriben las noticias” Sarah encontré que era necesario cambiar su identidad). Finalmente, los conocimientos previos de Sarah, le permitieron reposicionarse en la situacién y escribir algo més cercano a lo que se esperaba. Evidentemente, la modificacién de este texto es producto del juego entre los conocimientos previos, 1 impacto que tiene la actividad dlidactica explicita y el impacto indirecto, no mesurable explicitamente, que produjo la actividad y que no podemos ver més que a ‘posteriori. Nos parece que si la actividad didéctica propuesta a los alumnos esté inmersa en situaciones complejas, donde la cultura escrita sea objeto de rele xi6n y donde demos alos alumnos herramientas para realizarla, podremos encontrar mejores resultados. Coen to ses Cog Fo) es ora REF EEO UEES? Wwe Ricca Ciphana re ren raged posgeedislopesigrernd seniceny sai debe Uisacdal 2 Man Let. geen’ a 20 fies bast aniies Rete oe ust Pea ae ethos 2) hes revse eos Yes as deme Fees aces ma 1b dene agony sirccsbe Be wnctadt yo aie bles pmonen asyregd ener esy ROA eae ah eae Zoi oecek water ol CO ted woe te bidet ena Anexo 1 Bibliografia Capitulo ;Qué tanto es un pedacito? 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Vernon Aprendiendo a leer en Ia escuela 27 ‘Beatriz Rodriguez Leer y escribir con otros y para otros. {os primeros afios de escolaridad ‘Manica Alvarado y Sofia A. Vernon ‘Una secuencia de composicién de textos para la edueacién bisica, ‘Ma del Carmen Larios Bibtiogratia 255 307