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Alianza Universidad Ga Alfoldy Historia social de Roma Versién espafiola de Victor Alonso Troncoso UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS Direccién de Bibiliotecas Alianza 4 Editorial Titulo original: Romise/te Sosialgeseiiehee Primera edicidn en “Alianza Universidad” 1987 ‘Terceea rcimpresin en “Alianza Universidial™ 1996 ‘omunicazen puiblicamente, en toua nen pari unt bia Heiss c Tetos ies derechos sera © Be can Alan A. MR. HS, 192.96 ile an Tenet tae de Tens I SMTST hoa Rk ISBN; R42006-2482-9 Be ee Deposit igs 267-196 Enna eh erie CaS Printed in Spain sii mS INDICE Prdlogo a la tercera edicion Prélogo a la primera edicién (1975) 1 La sociedad romana primitiva Fundamentos y eomienzos del orden social tempranorromano, 16.— La constitucidn de la sociedad romana arcaiea, 22—La lucha ‘de ) KR, Teja (204), asi como el excelente trabajo de sintcsis Sobre los fundamentos de la economia antigua hecho por M. I, Finley (109), 4 Gée Alfoldy toma de referencia comnnes *. Sin dada, este planteamiento podré ser tachado de insuficiente 0 equivoco, tanto desde la perspectiva de las ciencias sociales como también, a la inversa, desde el punto de ista de In historia antigua. Pero como modelo heurfstico podria le- gitimamente servirnos en tanto no demos con un sustituto mejor La segunda cuestién vendria a ser la de cuél es el objeto de una historia social romana. La respuesta més socorrida, y por lo pronto justificada, seria sin duda la de que la historia social romana se iden- tificaba con la historia de fas estructutas sociales existentes dentro de las fronteras del estado romano. Empero, al menos en e] marco del presente trabajo, no ser4 posisle entrar a considerar las situaciones regionales, como, v. gr., la estructura social de Egipto bajo domina- cin romana o Ja organizacién gentilicia de las cibus norbaletnicas @ hispano-notoccidentales, del mismo modo que una historia del arte con el titulo de «Arte romano» no podria tratar exhaustivamente, por ¢j., el arte de Palmira. En primer plano de nuestra exposicién figurardn las manifestaciones generales o al menos suprarregionales de Ia vida social en la correspondiente esfera de dominacién romena, con lo que Jas fronteras entre las manifestaciones de émbito regional y suprarregional scrén con frecuencia diffciles de establecer. Finalmente, la tercera cuestién seria la de saber en qué sentido ha de entenderse como historia la «historia social romana. Los ané- lisis estructutales nos. proporcionan instanténeas o tomas del corte transversal de una sociedad cn un determinado perfodo y corren el peligro de proyectarnos una imagen estatica de ella, Para una expo- sicién que ha de vérselas con una evolucién historica de mds de mil afios, varias de estas instantérens resultan necesatias, cuando menos una por cada época. Las épocas de la histotia social romana compten- den los periodos de In sociedsd arcaica, la historia de la Repiblica desde el siglo tv a.C. hasta le segunda guerra piinica mas o menos, el cambio de estructuta en cl siglo 11 a.C., la crisis de la Repablica, el Alto Imperio, Ja crisis del siglo 1st y el Imperio tardo-romano. Pero Ja periodizacién de la evolucidn social, al contrario de lo que ocurre con Ie historia politica, es siempre particularmente dificil de estable- cer, ya que los elementos estiucturales no nacen ni se vienen abajo * De acuerdo con este planteaniento ta historia de ta economfa es objeto de a shistotia sociale solo en Ia medida en gue la vide ‘ccondmmiea deterting Ia divisién de In sociedad. ta singutaridad’ de sos distintos estratos. Si en el contexto de este libro ln historia cconéimice the recibido tun escaso tratamiento, incluso teniendo en cuenta dicha restriccién, ello ha sido debido concretamente 4 gue en In mgsma serie en que aparece nuestro trabajo se publica tambiéo una shistorin cconpmiea antiguas: id. Th, Dekity, Die Wirtschaft dev griechisch ‘Bnvichen Anke, Ved (Wiesbaden, 1976) y 2° ed, (bid, 1979) Cove ed én en preparacién) Historia wcial de Roma de un solo golpe. Precisamente para evitar Ia impresién de que la historia social romana se compone sélo de una serie de instanténeas yuxtapuestas, se ha resaltado siempre en la medida de lo posible de qué manera [as condiciones sociales de una poca se genetaban a par- tir de las de tiempos precedentes y hasta qué punto ellas preparaban a su vez el cambio social ulterior. El amplio tratamiento que propor. cionalmente se ha dado al Alto Imperio se explica no slo por caer en el las parcelas de especial interés para el autor; también mueve a éste el convencimiento de que el estudio de la ‘sociedad romana durante esta época —tanto por el cardcter de las fuentes y el estado de Ia investigacién como también por su clara y relativamente estable jeratquizacién social— se presta a ser una magnifica introduecién a Ia historia social, E| presente libro nacié de las clases magistrales y seminatios im- partidos en Ia Rubt-Universitit en Bochum durante mi actividad aca. dlémica en aquellas aulas de 1970 a 1974. Sin el mucho estfmulo y sin la critica de mis colegas, colaboradotes y especialmente estudian. tes, no habria llegado nunca’ hacexse realidad. A ellos esté dedicado en agradccimiento. Capitulo 1 LA SOCIEDAD ROMANA PRIMITIVA Fundamentos y comienzos del orden social temprano-romano Sabido es que la historia mas temprana del estado romano, la co: Trespondiente a la época de los reyes y al comienzo de la Renbhes, sdlo nos es conocida a grandes rasgos, y lo mismo cabe decir sobee la historia del primitivo orden social en Roma: Los inicios de le. hin forfografia romana, como los de su literatura en general, remontan sélo al siglo ur a. C., y dicha historiografia, representada principal- mente por la persona de Quinto Fabio Pictor, s6lo estaba en condi, ciones de teferir sobre los tiempcs mds antiguos aquello que se habla Breservado en una tradicién oral fuertemente tefida de leyenda Pero incluso esta tradicién era realmente pobre y tan insufvionte para los fines propagandisticos de la analitica romana durante. las sucrras contra Cartago, que Fabio Pictor se veria obligado 4 comple tarla a base de fantasfa, componiendo asi un cuadro totalmente arbi. atatio de los orfgenes de Roma. Y lo cietto es que ni tan siquiera esa versién de la primitiva historia romana, que por Jo menos procede del siglo tn a.C., nos ha Ilegado en su integridad: a clla tenemos fereso, fundamentalmente, gracies a la utilizacion posterior que de 4a misma hicieron Tito Livio y Dionisio de Helicatniso, quienes a a ver la rehicieron de nuevo de acuerdo con los puntos devises de Ie época_augustea'. Muchisimas noticias sobre acontecimientos y este sinetse F: Gabba, en Envretions sor PAntiquité Classique, rome XALL. Les onuines de la républiqne romaine (Vandocuvres-Gentve, 1966), pp. 133 6, fen 6 Historia social de Roma : 0 dos de cosas en la Roma temprana, y con ello tambgén, sobre las for- mas y fundamentos de sus relicioues sociales, resultan por ende alta. mente dudosas; incluso alli donde no nos enfcentamos a meros pro- ductos de la fantasia, sino a relatos esencialmente veridicos, los tales ofrecen una visin anacrdnica en el mejor de los casos y en muchos otros go nos permiten tampoco una ordenacién cronolégica irrecu- sable de su contenido (eanto més cuanto que los datos de afios no son verificables 1a mayoria de las veces hasta el 300 a.C. aproximada- mente). Toda vez que las fuentes epigrificas faltun casi por completo, son. a lo sumo las arqueoldgicas las que hacen posible un cierto control de la tradiciéa literaria, permitiéndonos, sobre todo, una clarificacién de las bases histérieas del poblamiento y el establecimiento de un cuadro cronolégico relativemente fiable sobre la evolucién interna de la sociedad y del estado tempranorromanos#, Si todas estas fuentes tan exiguas pueden ser ain completadas, ello sera entonces gracias 4 nuestros conocimientos sobre las instituciones sociales, politicas y religiosas de la Roma postetior, que conservaron numerosos residuos de la estructura social arcaica'. adelante citado: Exsretions XII), W. Pabst, Quellenkrtische Studien zur in reren romischen Geschichte der dteren Zeth bet Tr Livny aol Digan eon Halitarnass (Diss, Tarsbruck, 1969), Pars Fabio. Pictor ‘Ieee espeehonnen, A Altildi, Early Rome and the Latiis (Ana Atbor, 1965), for ID ten ake ‘min: Das ribe Rom und dic Latiney (Dorustade, 1977), pi 19 8, Sabee to investigaionesHlevedas cabo. por A. Alluldl accea de [histor prieaten de Roma, consitese tambign au Romtiche Prabgetchiie; Kritit and Rernhieg seit 1964 (Heidelberg, 1976), 11. P. Kahns subtaya con risée cn su cecresee 4 la 1? edicidn aleinina de tate Mbro (Wieredjabrenche. [fons Wine gesch, 64, 1977, pp. 409 s) que nuesttas fuedtes pata la historia Sood te Repiblics! rempiana y, en parte tambien, para la We la niece ton soey ‘at rmencaias (ef asimisaio We 'V. Haris, Amer. Journ of Phil. 1002 1895, B. 3351, y que, en cartespondencia ton esto, yo bits debide haces stds he capié en el eariccer hipotético de muchas “afrmaciones: ne menos Gale es sto et 10 atinente a ts ctonologfa de lt evolucion sosil. Ea el cede sued de ‘suesttos conaciientosdifeimenic. vow un eam mde adeonca tant deserbit la historia socal temprano romana que ede. eget hey heck s bios fundumeatates dela lucha entre hos orden. * Para la evidencia arqucolipica de la Roma primitive, véase_ una sites en M. Palloctno, “Aufstice und Niedergang der ‘romichen Walt tater ex adelante ANRW)'I 1 (BetlinNuees Yor, 1972), pp. 22m, eon, bibineealta en pp. 46 s. Conssltese, por lo dennis, en'pariitat a Vt. MallerKeee vers Anfang Roms (Heidelberg, 1999); Gel whisoia, Zur Stadwerdung Ree (Wee delberg, 1962), E, Gierstad, Barly Rome, TVi (Lund, 19339 aah mee, Gpuse Roms, i961, pp. 69-52 5 tambien. sy Leseuds and. Fass of Lath Ronan History ‘Lund, 1962). TE? Brown, en Encretions, MII a 56 aicuciones: Uy. Libuow. Das rdqesche, Voll Sein Wad sel sein Recht (Bronktort aM," 1953), B. Mencc, Remarber Sai tnd Stations (Citric, 1973),"td, Einthrang tn die antihe Stantieunde® (Darsseade, 10), Pp. 131s. Pata le Repiblica mitese ademée exp. F De’ Martino, Sircis date 8 Gea Nifsldy EI relato sobre Ja fundacién de Roma por Rémulo es tan antihis. térico como Ia fecha caleulada pata tal evento por Varrén a finales de la Repiiblica, que equivaldria al afio 753 a.C. de nuestra crono- logia. En cualquier caso, los camienzos de aquel asentamiento en la colina del Palatino al que pertenecié un cementerio en el posterior emplazamiento del Forum Romanum y que pucde ser considerado como micleo del desatrollo urbano de Roma, se retrotraen, cuando menos, a dicho periodo y muy posiblemente incluso al siglo x .C. Los habitantes de ese poblado exan latinos y formaban parte del grapo de pueblos latino-faliscos, rama a sv vez de aquellos invasores indo- europeos gue en el curso de los grandes movimientos migratorios de Centroeuropa y los Balcanes a partir del siglo x1 a.C. se habfan es- tablecido en Italia y allf vivian del pastorea y en parte también del cultivo de la tietra. En las cereanfas, sobre Ia colina del Quitinal, se asentaron sabinos, gue pertenecian al grupo de pueblos osco-umbro de Jos invasores indoeuropeos; sus clanes, camo los Fabii y los. Aure i, 0 los Clandii, supuestamerte establecidos més tarde en Roma, quedaron progresivamente absorbidos en Ia comunidad Jatinoparlante. La eformacién de Roma», un proceso en el que esta comunidad de- vino una ciudad-estado, se efectuéd como muy tarde a comienzos del siglo vi a.C. La ciudad se vio sustancialmente ampliada con la in- clusiéa de los Ingares habitados al sur, al este y al norte del Palatino, y quedé separada del campo a ss alnededor por una inde fija (pome- rium); adquitié instituciones estables, magistrados incluidos, cuyo dmbito de competencias cubria precisamente el tettitotio delimitado de Ia ciudad paralelamente, fue institwido un sistema estable de go. bietno, In realeza (en Ia forma de monarquia electiva}. Este proceso cera claramente inseparable de un acontecimiento histérico de decisiva importancia para Roma: la extensién de la dominacién etrusca a la ciudad del Tiber‘. La comunidad urbana de Roma se modelé bajo el dominio etrusco y a imagen ztrusca; hasta sti nombre procede de tuna estitpe etrusca (Ruma). Las instituciones y la forma de gobierno fueron establecidas segin el modelo ettusca, y el poder fue ejercido Por reyes etruscos; amén de elle, Roma tom6 de ese pueblo no sélo muchas de sus tradiciones religiosas y culturales, sino también su estructura social en_gran parte. Reminiscencias de los tiempos ante- riores a la dominacidn etrusca, que podieran haber correspondido @ ‘costituzione romana, IIIT (Népoles, 1951-64), y también J. Bleicken, Die Ver fessung. der rémischon Republik? (Brdevivorn, 1978), donde tambien se. descr ben detalladamente Tas capas. sociales portadorns de Tas instituciones (eh. @ propésito de cila, A. N. Sherwin-White, Gnomon 51, 1979, pp. 1538). A, Alliidi, Gymnasium 70, 1963, pp. 385 8, y esp, Early Rome, pp. 193 s = Das frtihe Reb, pp. 181s Histo social de Roma 19 Jas estructuras m4s antiguas de los latinos indocuropeos, se manta vieron enraizadas, sobre todo en el culto religioso, hasta las épocas més tardias*. Al margen de Ia herencia indoeuropea y del papel ju- gedo por los etruscos, hubo todavia un tetcer factor en la historia temprana de Italia que estuvo también a la base de la evolucién ro- mana, a saber, el importante influjo de los griegos, particularmente en el plano cultural, que desde mediidos del siglo vitt a.C. habfan puesto pie en el sur de Italia y poco después también on Sicilia Pero la conversién de Roma en una ciudad-estado fe algo que ésta debi6 a los etruscos y, por consiguiente, nada constituyé un fonda. mento histérico tan importante para Ia historia social de la Roma temprana como el hecho de Ia dominacién por aquel pueblo. La historia de los etruscos nos es conocida a partir del siglo vir a.C., momento en que, sobre Ja base de Jz explotacién minera y de Ja manufactura y ef comercio ligados a ella, se inicié el auge de sus ciudades.y, con él, la fijacién de las eatacterfsticas politicas y cultw. rales de este pueblo’. Nunca llegaron a format un estado unificado: Ja f6rmula de la que se valieron para organiza su vida politica en comin fue una liga de doce ciudades, cada una de las cuales estaba regida por un rey. La sociedad se descomponia en dos grandes gru- pos: nobleza y una capa inferior privada précticamente de libertad Los nobles, de cuyas filas salfa también el rey, posefan las tierras més fértiles y presumiblemente también las minas; al mismo tiempo do. minaban por completo la vida politica, puesto que integraban el con- sejo de lor anelanos en las cudades y cubrfan Jas magistratutas. Los estratos bajos estaban compuestos por los grupos dependientes de la nobleza, es decir, por el personal de la atistoctacia —esos eriados do- * A. Alfoldi, Ati della Accademia Nationale dei Lincei, Classe di Scienze ror, siovicbe & fol, Rendicont, VIll, 27, 1912 (STS) pp, BOY &, yceee también de él, Die Struktur des voretruskischen Réimerstaates (Heidelberg, i, “"E. Boyer,en ANRW 1 1, pp, 505s Sobre Ins condiciones scales en let cindades arieges de Italie, off. Lepore en Rechercher ser let hserurte sows dons Fastguite lavigne (Paros 370), pp. 48-4, 9, lets oe Ae GE°7R. Convegno di studi vale Magna Grecia, Peonomia @ Toleta mel Magna Grecia 1972 (Napoles, 1973). "*Consitese ina intesis en L. Bent, Die Well der Elrasker(Statiget, 1963}. Hevraeny La ote guotiicnne het les Errurgues (Pale, 16h eae ania, Die Etro Stattgatt, 1917), M, Pallotinn, Lorarcator® (MdgA ISPD) (en atemén, ‘Die Eirushet, Prank 1963). "Para "uns ‘isém deinen, id. J Eleorgon, Die Eergker, pp. 6L 4 Higioria 6, 1997. npr 63 cs'y del ming, en Recherches ot Ie i bist Giles” dans antique classique, pp, 39" 42S: Mersatnay Horie 6 193), bp. 38 5, R. Lambrecht, Erstsa es maghravarer des républigues cutguey (Bruselas-Roma, 1959), Estratos inferiores: Th. Frankfort, Latomus 18, 1959, pp di I Heuxgom, Latons 18, 1959, pp. 713 20 Gea Alfaldy imésticos, atletas y bailarines que nos son conocidos por representa ciones—, por los artesanos y los mineros, asi como por lot campe- sinos, a quienes Dionisio de Halicarnaso (9,5,4) comparaba con los Penestas tesalios y que, como éstos, bien pudieran haber sido trabs adores agricolas atados a Ia gleba'y obligados también al servicio militar. Este modelo de sociedad fue en gran medida adoptado por Roma, donde el primitivo sistema social —antes de perfilarse la plebs como estamento aparte y resuelto a la lucha—, con la noblest. pee tricia domingndolo todo, en un lado, y sus clientes y esclavos, en’ el otto, se ajustaba enormemente al prototipo etrusco. EI poder de los ctruscos alcanzé su cénit en el siglo vr a.C, Por el norte se abrieron paso hasta la laoura del Po, donde fundarion nuevas cindades; hacia el sur ccuparon el Lacio y Campania, yen 1.535 su flota, en alianza con Cartago, pudo vencer a los foceos, los colonizadores, griegos més actives de la mitad occidental del Meds terrane. Su dominio en Roma se mantuyo inconmovible hasta finales dl siglo v1; durante ese tiempo debieron de haberse proucido cee tos cambios politicos, ya que tolo parece indicar que Rama cayd su cesivamente dentro de la esfeta de influencia de distintas ciudades ctruscas, entre ellas Vulci, Tarqunii y Clusium?, Los amos de Roma, a pesar de que su titulo (rex) 0 sea de origen ettusco, sino inde {uyphee, Stan con seguridad! eteuscos, como Tarquinius Superbus, en la leyenda el iltimo de los siete reyes de Roma, 0 Porsenna, el rey de Clusium, quien poco después de In expulsidn del sltimo Tarquinio ccupé temporalmente la ciudad del Tiber. Estos iiltimos aecircct mientos marcaron ya el fin de la dominacién etrusea sobre Roma, La tradicién acerca de la expulsién de Tarquinio de la ciudad, procucide segiin aquélla en el 508 2.C., ha conservado, pese a todo, el recuerdo de un hecho histérico auténtico: Roma fue liberada del dominio de fos reyes etruscos por un levantamiento de la nobleza antimondrgui, ca, al parecer en el 508 0 algunos afios més tarde". Los presumible- mente repetidos intentos de establecer el control etrusco en esa ciu- dad se vieron abocados al fracaso y, una vez que los etruscos huble, ton perdido su poderfo naval frente 2 Hierén de Siracusa en la batalla Ge Coma, €. 474 a.C,, también desaparecié la infhuencia de este pu blo en el Lacio. jy Mio fif@ldt, Gymnasium 70, 1963, pp. 389 3. y también de, vid. cap Early Rome, pp. 206 s. = Das fridbe Row, pp. 193 foci hy, Able, Early Rome, pp. 47 $= Das fritbe Rom, pp. 44 sR Wetnet, Der Beginn der rimischen Republik (Mitchen, 1963} databs ees acontecimiento en torno al 472/470 (ef. sobre ello, E Moyer, Hist Zonk £28, 1964. po. 578 2). y E Gjerstad do baja incluso’ haste sie, Sie Dibllogralia ea nota 2, y tambiga del mismo autor, Envrevions, XLT. pp tg Historia social de: Roma : a El orden social arcaico de Roma", que habia csiguiad dara el siglo vi-a.C. bajo ef pobierno de los reyes etruscos, no fue exclu Souk It joan monsnguica, El orden sock estableido ga su dia siguid vigente en gran medida tras Ia abolicién de la realeza, solo ae las funeiones del me. parca, que habia. sido jefe supremo del ejér vez y sacerdote, fueron repartidas entre la aristocracia ito, primer jv : Glertamente, las luches entse.patrcios 9 plebeyor largo de la dquinta cenvuria prepararon ¢ iniciaron el proceso de disolucisn de la estructura social arcaica, si bien no hasta su completa liquidacién, y de ahi también que muchas de sus notas caracteristicas pudiesen so brevivir no s6lo ese siglo sino incluso a tout Ia Repiblis, Las ra gos definitotios de este orden sccial arcaico, patentes en su estra Cara y en fas mutuas relaciones entre sus estrates, serian las siguien- tes: fa estructura de la sociedad estaba Tosremente sarin por I Gn horizontal, que nacia del papel central de la familia en la Mid socal ur levabe al sgeapagene Ske fais se Bose del parentesco de sangre en un complicado sistema de clanes, curias y tibusn, comparable con la repaticion de a siedad homers uribws, fratrias, clanes y familias. Frente a ello, la divisién vertical de a sociedad resultaba relativamente simple, ya gue, al menos en sus comienzos, slo eonocta la exisoncia de uw noblesa y de he pueblo dependiente de ella, con lo que ya nos podemos imaginar el enorme significado que adquirfan los yinculos estrechisimos de los particu: leres y las familias menos pudientes con los miembros de In aristo cracia, bien por tazén de la misma adseripeién geneilicia, bien simple- mente por raz6n de las telaciones basadas en la vecindad —y ello, por cierto, no sélo en la sociedad arcaica, sino también, y bajo formas muy diferentes, durante toda la historia de Roma. En consonancia con todo esto, el frente de tensiones en el sistema social arcaico pre sentaba una relativa simplicidad: sus conflicios podian s6lo_ produ. cirse cuando Los sectares dependientes, 0 al menos los grupos de éstos pp. 787 s, Téngase también en cuenta E, Gjerstacl, en ANRW I 1, pp. 136 5 Be feta § te at a te Siena de chenrtn,congflous A est Prats! AE anoreneg se 88, 1981, pp. 85 s,).

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