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AUTORES, TEXTOS Y TEMAS CIENCIAS SOCIALES Coles dvd pr fsa Bevsin ee Esta obra correspond al No. 78 de “Les travaux de Mstitut Frangais dudes Andines» (IFEA) Thierry Lulle, Pilar Vargas y Lucero Zamudio (Coords.) LOS USOS DE LA HISTORIA DE VIDA EN LAS CIENCIAS SOCIALES I Tee ae nO. ° ° TFEA ANTHROPOS f EXPERIENCIAS SOCIALES, INTERPRETACIONES INDIVIDUALES: POSIBILIDADES Y LIMITES DE LAS HISTORIAS. DE VIDA EN LAS CIENCIAS SOCIALES* Suely Kofes (Universidad de Campinas, Brasil) Lect le sujet ne it pas cit sree ater la conta . Bema. 210 “The lie history isa producty of is auth’s esr ora rcongnion by esentally complet One. Is weave vel 1 Oumzat, p10 La utilizacién de las historias de vida “lato senstt— en an- tropologia, esta ditigida a responder diferentes indagaciones: documento cultural (la biograffa de Baba de Karo), recons- tmuccion de un proceso sociocultural a través de una experi: cia particular (Worker ie the cane, Taso), demaostracion de Ia tesis de ineficacia de ecivilizar» sociedades indigenas que sepa nny después reintegra algunos individuos (el profesor Tiago Marquez y el eazador Aipoboreu), un texto formilado y for: rmulante, en el encuentro etnogrifico (Tubani), etc. "|. Pretendo analizar dos historias de vida considersndalas |como interpretaciones individuales de experiencias sociales, y lestaré atenta a la distineién entre «relatos de vida» e shistorias {de Vidas, ebiogratiae y «autobiogralia». Evidentemente en to- dos estos casas se trata del levantamiento de toda 0 de una + Thad por Las Senda » parte dela vida de un individu, pero en mi aniss me refer Fea este atlato de vida» en el sentido exacto de ser Yosees 1, Relatos motivados por el investigador implicando su presencia como oyente ¢ interloutor. 2. Material restringido ala stuacion de entrevista, Esto considerindolo solamente como fue narrado al investgador por el entrevstado, sin In complementacion de ots fuenis, 3. Referees 2 aguela parte de Ia vida del individuo que dice especto al tema de la investigncion sin agotar las vasias facetas dena blograti. Los dos relatos de vida analizados se ubican en el cuadro dde una investigacién sobre Ja relacién entre mujeres, entre dduefias de casa yrempleads domésticas. En esta investigacion ‘ulloé varios instrumentos: entrevstas, observacién de lo coti- ddiano doméstico como situaeién social en un pertedo de tlem- po (una semana en cada una de tres unidades domésticas); aplicacién de cuestionarios (una muestra de 600 cuestionarios, en la ciudad de Campinas, S.P. Brasil), andlisis cuantitativo de archivo de guarderias infantiles, levantamiento de material en agencias de empleo, instituciones filantrépicas y municipaes, textos juridicos v de periclicos relativas al empleo doméstico y ali rlacién de patronas y empleadas domésticas, Fue a través de esta investigacion que escribf una tesis de doctorado en la eval ademis de la etnografia de una relacién, social (entre amas de casa y empleadas domésticas), discutf un, tema: las diferencias e identidades entre mujeres. Establecida teste punto pretendo considerar los relatos de vide en tres di- 1. Entrevista, 2. Como narrativa (sobre lo que habla el individuo entre- vistado y cémo construye la narrativa). 3. Las posibiidades analiticas (para el investigador), Algunos presupuestos orientan mi exposicién. El primero ces que el relato de vida adguiere mayor relevancia cuando se ‘consideran las tres dimensiones a las cuales me refert, sin dar wa prioridad a una u otra. El segundo y como resultante es que, de vida pueden | deine sesso como nconeans = inoletenis an dbstiados a adgui en solamente cuando son reorena- dos por el imeigade. Conldersdoe como naratias Oi sentido fnterno,stuados on la inteaecién dela investigacion {yen sus pocblidadesanaitcn, eso relatos deben ser les tn al orden que le dio el enrevistado, El areglo interno, he- che pore investgndor, coloca ln narativa en aquaios casos en qe el orden dels factors alter el producto, Eso no sg tllen que cl investigador omita produc andi, buscar exp Caclones,claborar intrpretaioncs, en fin, preci su propio tow, Per esgardanda en st lect, como un tox to con seeuenca intra que intefeonecte sus partes as pa Ses de otras narra interac. Y,tnalment, el io pre {tupueto a quc les relatos de vida. contiznen tnformactons, {Levocaciones y relleciones. Ast considers les relatos de ado ‘sintetzan la singularidad del sujeto, sus interpretaciones | tereses, Ia interacci6n entre investigador y entrevistado y una | reerenciacbjetva afectva que teaciende al njtoy taxa | atormatones sobre Ia set in sini, los relatos de vida serin consideradas como fuentes de informacion (ablan de una experiencia que sabe. psa al suelo que relat), como evocncion (ransmten Ia mensién subjetiva interpretativa del sujeto), como reflexion (Caen un ands sobre ia expercain viva, En este se 1d, el micmo eared arcala informacion y evoeacion Sil relato de vide sintetza Informacion, evocation y rele |sl6n.y of dbermos lee ntgralment a narsatva, tenets un, | frobema porn el Imestigador el de consderar les tres de fenlos La no atenclon a este problema puede Hewar dos interprctacones opuests la de fn objethidad pena dl Felato (Como solamente come informacin) o la de a subjelvded lena dl relato (opens como evoegei).Propongo qe ee Into de vida sea conldeado como tal en tanto contenga ane | bas Una forma do, por lo mene, dsminue el probleme seta consderar cl dil de ln historia de vida como una nrration dl sujet, y situa el relto de vida, en ls dimensiones que tne rect la siuncién dela entrevista, e-enecnsamts a ‘con otros relatns de vida. En este texto haré un intento que va cen esta direccidn, y espero, en otra oportunidad, ampliae el, aleance de los entrécruzamientos. ‘Dos historias dle vida: una rela Las dos historias de vida que serén analizadas, remiten desde el punto de vista temitico, a la relacién ente-ama-de ‘casa y-empleada doméstica,«-las experiencias de esta elacién, 4a cotidianidad doméstien, x ctma-es.concebida-y-vivencieda- Ja interaceidn, Las dos personas, dos mujeres, al momento de ser entrevistadas contaban mis o menos los. mismos aos Beatriz, ln patrona, con veintitrés afios e Isabel, In empleada, con veintiocho aries. No son propiamente patrona y emplea- da, una y otra ni se conocen. La interconexién entre los dos relatos de vida es un artificio metodolégico. Yo las eseogt en- tre los relatos de vida que escuche y las grabé teniendo on ‘cuenta algunas caractersticas: prolijdad (fueron tres cintas de 60 minutos de grabacién cada ua), detalles deseriptivos en la secuencin de sus experiencias, ereando asf nuevos dislogos eventos; explicitacion de categorias y sus sentides, y también ppor presentar ura rellexién elaborada sobre sus experiencias, No es que estos elementos estén enteramente ausentes en los ‘otros relatos de vida, pero eft los dos aqut analizados, hay tna, combinacién més completa. Ademés las dos entrevistadas son, Iherederas de una expetiencia que las antecede: Ia entrevistada, fen Ia posicién de empleada es hija de una mujer que fue em- pleada doméstica y en su narracién hace referencia a lo que st ‘madre Ia habla ensefiado y recomendado; la entrevistada en la situacién de patrona también es hija de una mujer que tvo empleada doméstica y ella misma paso a tenerla cuando se cas6, Se refiere también a las ensefianzas y recomendaciones de su madre referente a cémo deberia relacionarse con las em- pleadas. En este segundo caso, hay incluso wna elaboracién en Jas diferencias entre ella ysu madre. Para comprender las dos narrativas es importante ubicar el significado que adquirié para las entrevstadas In presencia de Ja investigadora. Aprovechando un andlisis sugestivo de Cr 35 panzano sobre el otro concreto y el otro abstracto (el efectivo interlocutor del entrevistado) se distingue en la narrytiva de Isabel, el otto, st interlocutor, idealiza a su patrona. El investi- ador, el otto conereto, media esta idealizacién que de hecho consiruye en sit conversacion, En el caso de Beatriz, el otto, su interlocutor, es un proyecto de mujer y de familia: es la tradicional duesa de casa atenta a Ja organizacién de su uni- verso doméstico y una mujer que estudia, que tiene activida- des fuera de casa, Sa proyecto de tna familia ms exclusiva, ‘con intimidad y privacidad, tropieza con la presencia de la cempleada doméstica, que ella calfica insistentemente como pero que le'es necesaria para su proyecto de mujer. ‘Cuando nos colocamos en la condicién de entrevista, esta in- terpretacion, arriesgads, va a adguirir més sentido. Elrelato de vida de Isabel ‘A Ia pregunta iniial sobre endo haba empezado a trabs- jar, Isabel contests: «Empecé a trabajar desde nifia. Con seis, ‘ios trabajaba en casa. Mi madre se iba a la plantacién y yo ‘me queda en cass, Cuando tenfa doce aftos mi profesora de grupo me llun6 para trabajar en su casas. Al empezar el relato de vida con esa pregunin (ewindo habia empezado a trabajar) fuve como objetivo delimitar en forma minima el fyjo de re- ccterdos de la entrevisiada y también explicitar el interés del investigador. Al contestar, ya en el inicio y durante In. natra- cin, el relato de vida de Isabel me dio una serie de informacio- nes que, comparadas con otras entrevistas y otras fuentes, po- dian ser generalizadas: sobre la edad con que las niias empie- ‘aan a. ayudar en el trabajo de casa en las clases bajas; sobre ‘eusndo se inicia el trabajo fuera de casa, como empleadas do- résticas; sobre los mecanismes por Jos cuales las clases supe- Flores contratan empleadas domésticas; sobre el aprendizaje de las tareas doméstieas y sus rutinas; sobre el proceso de migta- cién (del érea rural hacia na poqueia ciudad y de ésta hacia tuna ciudad grande); sobre el proceso de aprendizaje cultural fen el medio urbano y In comparactn con los hébitos anterio- res; sobre la relacién con otras empleadas en una misma casa; 86 sii a ae sobre la reel de amistades entre empleadas en un vecindario; so- bre la evoluciin de ls salios; sobre el tiempo de trabajo, ete. Constrastando relatos de vida es posible encontrar recurrencia sungue exisian también aerecentamientos que aclamn puntos ‘scuttos y también aspectos que singularizan experiencias Esta singularidad se vuelve més evidente cuando el relato de vida se le.como un texto, respetindose el flujo de la entre: vistada, come una narrativa En el easo de la narrativa de Is bel muestra una estructura propia. La estructura se presenta con dos ejes lundamentales: Ia oposicion tiempo de las obliga cfones contra tiempo libre y la oposicién buena patrona contra patrona mala, EI primer eje ordena todo su relato, Sirve, por ejemplo, para compara: st vida en el Sea rural y st vik en la ciudad, al trabajo doméstico con ous prolesiones, los empleos ante- Fores y el actual, Al deseribie cada uno de Jae empleos gue favo, su descripcion es ordenada en el tiempo que, més 0 me- nos, tenfa para si misma en relacién con sus obligaciones y en Jas carncteristieas de su pstrona. Esta estracturacién interna de la narracién se volvié més clara a través de un hecho que le cs externo y que se refore a la situacion de Ia entrevista, Siem- pre que yo let este relato de vida aparecian como relevantes el Snfasis en la libertad y wtlizcién del tiempo libre y en la ca- racterizacion de la patton, Pero fue sélo recientemente cuan- do reencontré una anotacién que habia hecho sobre la situa- cidn de cada entrevista y que habia quedado perdida entre otras anotaciones, que pude darme cuenta de Ia importancia de estos elementos como estructuradores de Ja narracién. Des- cubri en esta anotacién qué habia sido Isabel, quien habia pe- ido la entrevista cuando supo de mi investigacion a través de tuna amiga suya que habfa sido entrevistada. Ella justified su solicitud ala investigadora alegando: «Quiero que sepan sabre ‘mi trabajos. Despuis del encuentro de estas anotaciones rele{ la narracion y sus frases finales adquirieron otra relevancia Ast, ceo que la siuacién de I empleada depend del pe El mio no me parece bueno pero hay empledas que tienen suerte S90 tviera que pedi algo asf para alguien ue fuer ‘mejor la sitacion de la empleada, la primera cosa que yo patisa seria ter un reglamento con horerio de trabajo. Hay ‘eraplaadas que tienen descanso, la patrona vii, pero la mayo. "a engancha el dia con la noche y'no se gana la hora de mas (que se abaja Al soicitar ser entrevistada, Isabel estaba buscando estrats- sicamente alternativas a su presente, lo que terminé por orde- nar la reconstitucién. La rellexign sobre su pasado. El sentid® de su narracién y de los ejes que Ia estructuran esta en la comprensi6n de su situacion presente, Seria necesario releer la narracin de atts hacia adelante, En la época de la entrevista Isabel tenia veintlocho ates ‘Trabajaba en una casa hacia mis de ocho atios y viv alle ‘mismo en el empleo. Esta condicién de vivir en el empleo, implicaba la obligacisn diarin de preparar el desayuno y ser vir Ja cena, lo que resultaba en un tiempo de trabajo que iba, de Ins 6:00 a las 21:00 horas, Tenia st cuarta pero la patrona le prohibta recibir amigas y parientes; citaré lo que la patro- na le dijo: «Mi casa no es un jardin». Por tanto, ademés de los domingos, de quince en quince dias, cuando tenia su dia de descanso, visilaba al hermano cosado que vivia en Campinas, Convivia bsicamente con Ia familia que la empleaba. Su des- ‘ripcién y reflesién sobre su presente constataban la ausencia de un tiempo y espacio personal y social propios y una rela: cidn extremadamente tensa con su patrona. A inicio de la narracion se encuentra un momento, mucho después de las respuestas a mi pregunta inicial, que es funda- ‘mental en sus recuerdos, Fue narrado mediante una metéfora ¥y aqui es cusndo su forma de hablar adquiere wn ton mis personal. Se ve claramente como, en un momento en gue la fevocacién destaca sobre Ia informacién (aunque ambas munca se presentan separadas), hay érdenes de relevancia. Citaré a Isabel Sabe que visé noche entra de pie y estaba fez de Ia vida, procs que estaba sallendo... que a un paaro que esuvi :apreso en su julay queso abriaran las puctasy él volar succes Isabel tenga entonces veinte afios. Ocho afios después y para acompanarla en su metéfora ella se wela en otra jaula ‘Ser entrevstada adquiria el significade de otra esperanza ins. trada de abrir esta nueva jaula. Al mundo de interminables cbligaciones, Isabel opone un horizonte en que ella tendia tiempo. Tiempo personal para cuidar de su pelo, de sus unas, salir con las amigas, tener novio y posiblemente casarse: un espacio propio (para recibir a sus amigas, a sus familiares), La ausencia de todo esto, en su presente, es atribuido por Isabel al hecho de que vive en el empleo, La solucién seria gue ella viviera en otra parte o que tuviese otra patrona distinta de la actual. Isabel describe en varios momentos a la patrona actual yy si relaeién con ella: con detalles, recrea diflogos entre las, dos, lo que haba dicho Ia patrona, y lo que habria dicho ell, ecompone gestos, humores, tonos de voz. Comparando st descripeidn de las patronas anteriores descubro que ésas son caracterizadas siempre con relencia 2 su patrona actual Con una lectura de ese relato de vida que tuo en cuenta la situaeién en que fe contado (Ia inteneidn de la entrevistada en Ia interaceiGn com la investigadora), y la narracién (en que Ja entrevista articula informacién, evocacién y reflexién) yo me permitria suger: periencias Isabel es imbign singular la estructura de st ae sacién, los ¢jes obligacién contra libertad y patrona buena contra patrona mala; su metéfora y la reereacién detallada de Jos dislogos en su cotidianidad, como también el interlocutor aque elige: una patrona idealizada por la sintesis entre las que efectivamente conaciéy a las que aspir, 2. La interconexién de esta En este sentido hay recurrencia entre su relato de vida y otros relatos de individuos que comparten con Isabel la experiencia de s ‘empleada que duerme en la casa donde trabaja. Por ejempl la ausencia de tiempo y espacio propios, la negacion de esta situacion a través de una referencia a la superacién de la es clavitud y a la visualizacion de un tiempo de trabajo bien deli nido, en una agudizacion de la tension con la patrona, geveealided # pepe 3. La interonesin de esta experiencia con la de teas em pleadas domésticas, an aguells que no viven donde trabajon nplo, ka presencia, cusnda habla efirindose @ 3 con dicién de empleada y a Su relacion con las patronas, de cate gorias que se refieen tanta a las reaciones de orden familiar como a los deberes y oblgaciones del orden de Ins relaciones de trabajo; In concicnci de las diferencias y desigualdades ere tre ella yla patrona, pero tina eaboracién de que amb pert necen a una misma eategorfa mujer y que calmina en la for mule spon como amg, En el pla de ation c= reeurrente Ia informacion sobre coldianidad abitos cul ‘assis sa. qu aul en mundes 1 desigusles (nial y urbano, clases baja, medias yall), al hablar de sis vidas florman y expresan sus-raflesones sobre dlstintos universos sociales y cultrales. 4. La interconexion de esta experiencia com las relatadas por las pttonas. En los relatos de vida de las patronas, hay también relerencia al univers doméstco, ala cotdianidad, tafeas y la relacion con las empleadas, aan euando muchas categoras sean calificadasdiferentemente (lade ser bumano, por ejemplo) y otras estén ausents (las de amigs, por ejemplo) Y¥ otras que atin les son propias (la de extra, por cm pl). Pero es recurrente en las palabras de ls patronas y em pleadas la caraterizacion del servicio doméstico como excav Zante y en muchos casos también como prisonera la relacia entre ambas, como si eonsttuyera para tna lo mas wdeseadox 1 prs fa otra el wotr indesead, | Lo que quiero sugerir con estos cuatro puntos es que cl elato de vida no debe ser considerado solamente como Un: experiencia individual y como una narracion subjetiv; sin de- jar de ser lo uno y lo otto al establever redes de interconexio= nes con otras narrativas envieltas en Ia trama de la investign- cidn podremos alcanzar niveles distintos de generalidad. Al co- Tocar también los relatos de vida en la situacién de entevistas podremos, ademas de detectar I dimensién subjetva que ciet= tamente tienen, considerar los relatos de vida también como fuentes objetivas de informacién, on Elrelato de vida de Beatriz, Aa pregunta inicial sobre descle eusndo habsa tentdo em- pleada, Beatriz contesté: ‘Bueno, siempre tive empleada en mi ease desde que mac, shorn despues de cosa y desés de que una Gene hikes es ‘que uns empieza a sentir el drama, El relato de vida de Beatriz también me proporcions una serie de informaciones sobre los mecanismos para contratar empleadss, ritalizaciones en la casa y en la interaccién para delimitar guien es la patrona y quién es la emplead; el miedo al robo y el relato sobre robos efectivos; el concepto de cémo tdeben ser desempeniadas las tareas domésticas y lo que Te toca ‘no a In empleada sobre el cotidiano doméstico. Algunas in- formaciones fueron recurrentes en otras entrevstas y tambign 7 en otras fuentes El relato de Beatriz como narracién, también presenta una estructuracisn, pero con ottos es, uno es la oposicién limpie- ‘21¢ higiene contta suciedad, otto la empleada como una per- sona exlrafa, Bjes que se entreesuzan en Ia narrative forman- do la pareja: extrafa a la familia (empleada) y suciedad. Toda Ja descripeién sobre las distintas empleadas que tvo y cuyo comportamiento y sus relaciones fueron deserts meticulosa- mente por Beatriz (reereando los didloges, los gestos, los even {s) fueron ordenados alrededor de la suciedad y de la limpic- ‘2a insistiendo en Ia higienizacion fisca de la casa y moral de Ja familia, que se expresaban en las referencias a la empleada ‘como persona extrafta, Hay en varios momentos de su conver- sacién la metéfora animal «soltar a Ja empleada» «animales dl INPS» (Instituto de Seguro Social en Brasil), que agudiza Ja expulsién de la empleada a otra mundo que no eel suyo. ‘Uno de los momentos evosativos mas fuertes fue el relato del robo que una empleada Je habla hecho. Recordando el robo Beatriz se referfa a uno por uno de los objetos que ha- ban sido robados y en la descripeién de cada objeto, ella se referia a su significado (un viaje a Europa, un regalo de matri- ‘monio, momentos especiales con su marido). ‘Creo que hay dos claves para comprender la estructuracién de esta narrativa, en los ejes a los que me refer. Uno, su mode- lo de mujer y familia conyugal idealizados y que pueden ser Jefdos en la narrativa, unas veces més implicitamente y otras, ims explicitamente. Ese modelo seria el de recrear en nuevos ‘éeminos (sin ruptura muy radical) una mujer atenta st cas, marido e hija, combinados con la mujer que estudia y tne un proyecto profesional, ademas de un concepto de familia eons sal con intimidad y privacidad, El primer proyecto le impone la necesidlad de una empleada, el segundo excluye la presencia de Ja empleada, La narrativa del robo sintetiza dramaticamente esta tensién y al vez viene de abt su fuerza evocativa, Pero, gpor qué es este modelo el que estructura su narra cidn? Aqui es necesario explicar quign fue la investigadara que escuché a Beatriz, Fue una estudiante de antropologia femi- nista, que en esa época era mi ausiliar de investigncién y que era hermana de Beatriz. En este easo creo que la persona fue énuctal para comprender la narrativa de Beatriz ella estaba en fodo momento marcando su diferencia. No era una feminista ‘como su hermana, ni era una ama de casa como la madre de ‘ambas, Estaba (considerando el matrimonio dle ambas y la si= tuacién financiera de los maridos) en posicién social superior En Ia medida en que estaba atenta al universo doméstico la dlistingufa de la entrevistadora, su hermana, pero en otros as- ppectos se acercaba a ella a lectura de este relato de vida, situada en relacién con la situacion de investigacin y considerada como natracién, pet- rmitcfa suger 1. Este relato de vida, como experiencia y como narrativa se individualiza, Hay peculiaridades en la experiencia de Bes ttiz yen la esctructurucién de su narracién. 2, La interconexién entre este relato de vida y otros de pa- tronas, que comparten con Beatriz su nivel de edad, clase y tentativa de combinar vida domestica y profesional. La rele- rencia a In empleada como persona extrafia, «tn mal necesa- iow y el caricter esclavizante de las actividades domésticas es recurrente aungue no en el grado y en In combinacién diseur- siva de Ia narracién de Beatriz. 7 ) ; site |= ae oo . : alk 3. La interconexién entre este relat de vida y el de otras ppatronas. Por ejemplo, a referencia al robo, la rttalizacién en Ja unidad domestica para demarcat los Kimites entre mujer pac ‘ona y mujer empleada doméstica, entre quién es de la fatni- Jia'y quién es la persona extrafa, También en la ausencia de la categorfa amiga para caracterizar Ia relacién con la empleads, | Como observé en el andliss de la historia de vida anterior, ye podria detectar una referencia a lo cotidiane doméstico, a a rutina de Ins tareas domésticas, como compartides en st escripcién y validacion, como comuines en algunos aspectos, {tanto en ta narracin de las patronas como de las empleadas Sin embaryo, setia necesario al referirme a estos niveles de genetalidades posibilitadas por las interconexiones proptiestas | referirme también a los niveles de diferencias, En la converst- cién de la patrona se trata de preservar un espacio y un tiem: | Po propios, y de st familia eS tt casa su espacio fisico y de | fama de ens, que est en juego. En el caso de las empleadas | se trata de conquistar espacio y tiempo propos. L Hof’ * ia compartida, diferenciada Lo doméstico: experier y diferenciadora Isabel y Beatz, cuos relatos de vida analicé, se refieren a tuna experiencia compartida, Las designaré con wn minim gra do de abstraccién por una categoria: doméstico. Comprendida como categoria no camo cl objetivo habitual: grupo domestic, trabajo doméstico. El campo semamtico de esta categoria inch ye pensamientos sobre In‘domesticidad, actividad, posiciones, relaciones, espacio, pero no se confinde con sis referentes como unidad doméstie, reliclones familiares, trabajo domést- 0, espacio daméstic, aunque los contenga. En esta form lo ddoméstico se comprende como sentido y no como esfera, Las reaciones familiares, Ia unidad doméstic, sts compuesta por hombres y mujeres, pero Jo-doméstco, de Ia forma como lo defino gramaticalmente masculno, es una categoria. de géneio. femenino,es-definidor de lo femenino. También mujer como categoria socal, coneratiaa tna distineiin de género, Femeninos ambos, mujer y doméstico, pueden ser més ‘comprensibles porque en sociedades modernas mujeres que realizan las més distintas experiencias profesionales se en ‘cuentran atin cautivas de su asociacién a lo doméstico. Sabe ‘mos desde Durkheim y Mauss, que las eategoias clasficato- rias distinguen, pero también ordenan y relacionan: oponen, pero también establecen uniones, Pero si aperamos can otro conjunto distintvo, el dela opo- sicién entre piblico y privado, veremos que para varios indivi- duos sociales, incluso cientificas sociales, lo doméstico se cate- oriza como privado. Por tanto, en el sentido de que lo domés- tico es del dominio de Io intimo, interno, aectivo, familiar de las relaciones personales: el mundo de la casa, no el de la ca- le, de lo trtimo, no de lo publicitado, de lo personal, no del ciudadano, Evidentemente, son varias las discusiones incuidas en los analisis sobre lo privado y lo pitblco. Discusiones que en mae Yor 0 menos grado explicita o impleitamente son limitadas por tl candcter juridico de esta terminologia y por su carter dico- témico, la gran dicotomia de la que nos habla Bobbio. Aun ‘cuando se Yeacciona a un binarismo radical Ia dicotomia ests siempre presente, Sennet propone que para hablar de éstos. Dos dominios es necesario pensarlos como una mokéeu ‘som mds de expresin humana que conesien,loalzados en lisntassituciones sociales y que son eamectvos el uno del Pero su rellexin ests mareada por cierto tono de lamento «ante lo gue serfa Ia itmposicién de la intimidad sobre la im- personalidad, carncterstica necesaria de lo que se designa como lo piblice. Lo que se opone aunque con inversién a la importancia que Arendt atrbuye a la necesidad de mantener la distincion y no la identifcacién, entre el caso de esta auto- 1, la «esferas de lo pablico y de lo privado. Inversion, porque el temor-de+ se 1 totaitarismo,.o sea, Jo comin, Jo colectivo, anularta la inte _midad.Totalitarismo 6 tiranfa de la intimidad, indicarfan am- ‘bos una disminueién de la distineiGr implicit en la dicotomla pie x entre lo pablico y lo privado. Ledrut, en un corto articulo pro pone que pensemos los dos términos, piblico y privado, camo pareja seméntica bajo constante relacién recfproca, Para este autor no haba en fa sociedad moderna, en contra de la in- texpretaciones tipo Habermas y Arendt, una disminucién 0 re- definicion invertida de la esfera piiblica. Publico y privado constituirian una pareja semntica, ambas definidas por la re- ciprocidad constant y difevenciada, ‘Aungue yo comprenda las sugerencias de Ledrut, se man- tiene la diferenciacién de los dos términos, pero sus relaciones serin constantemente reconstruidas, lo que desaa Ia concep én de piblico y privado como wesferass, Este reto es intere- sante porque en el sentido juridico de esta distineion la perte- nencia a un dominio es fundamental. Como recuerda Later: Publica y privado constinyen na de Tas grades dicots al derecho. Bs por esta razén que Radbeuch, recenocindo st Impartaneis,entiende que los conceptcs de Derecho peiblico Derecho prada son categorias a prin del pense jurd 0, en el sentido de que tiene sempre cabidaindagar a prop Sito de cualquier precept jridica sobre el cominie al cul po En el plano conceptual discutir sobre la dicotomia paiblico: privado para resguardarla o desecharla requeritfa. mas tiempo del que dispango en esta comunicaeidn Pero vale esaltaraqut Ja observacién de Domont, en sit discusién sobre sistemas de ‘oposicién, © sea, sobre Ia importancia de tener en cuenta si- tuiaciones en que estas oposiciones estin actuando, entiendo Por situacién incluso mentalidades y valores-en juego. Sobre todo porque sabetnos que seria mas facil operar un sistema de ‘oposiciones binarias si no tuvieramos que consicerar también stetos sociales en accién. Esto es, sujetos que no solamente se ‘comportan, sino que sienten,reflesionan, negocian, mantienen {y modifican el ewadeo eestable» de las categoria. Recotdemas algunas de las distinciones a las que se puede refer Ia oposicién privadolpablico. Desde Ia opasicion entre luna esfera u orden restringide (unos © pocos) en contraposi- ion al universo de las formas colectivas (oposicién, por elem- 95 plo, como persons-citdadano, individuo-colecivo, interno-ex- temo, exclusion - acceso a todos); también a la oposicién pol tico-no politico, por ejemplo, intimidad ~ hacer pitblico, seere- toinformacién, hasta la oposicién sociedad-Estado, economia- ‘administracién. Pero se podria ain agregar otras oposiciones lunas veces correspondientes y otras incorporadas en el eje pri vado-pablico; afectivoracional, casacalle, naturaleza-cultura, ‘maseulino-emenino. std claro que, dependiendo del anlisis, estas oposiciones pueden ser dicotomizadas en sistemas relacionados, invert- {dos y combinados. Pero recurrentemente, doméstico es atri- buido a lo privado con las eonnotaciones sobrentendidas por este érmino. \Volvamos ahora a los relatos de vida de Isabel y Beatriz y coneretemos a qué se refiee la experiencia de lo doméstico. Remite a una relacién social, vivida por una en In sitzacién de patrona y por otra en la situacion de empleada, que se realiza fen la unidad doméstica y en medio de las relaciones familiares de Ia patrong, Podriames utilizar sélo como ejecivio de com- prension una analogta teatral: el escenario es la unidad domeés- tica entendida como residencia, relaciones familiares yo otras; Js personajes centraes (los polos de la relacion que estoy en focando) son Ia empleaday [a patrona;y el texto es lo domes tico, Pero, zdiriamos entonces que este texto, en esta y para esta felacién, remite solamente a lo que entendemos por priva- ‘do? Bsa es la cuestion. En Brasil, atin hoy, las formas en que se da esta relacién, presentan una gama muy variada, que va desde Ins emplea- das que viven en In unidad doméstica en que trabajan (plena- mente asalariadas © como «criadas de las casas), hasta las diaristas; desde la empleada que trabaja en residencias te- niendo familia conyugal o extensa, o teniendo olras formas de relaciones, o con personas solas (podriamos, por tanto, en- ‘contrat esta relacién entre hombres y mujeres, y, eventual- mente, mujeres y hombres y hombres y hombres); en su di ‘mensin cualitativa (entrevisias y observaciones) mi investiga- cidn se concentré en la forma, mas recurrente y clésica: uni- dades domésticas con famil acai contratadas y que solucionan ent Jas, la organiza- «aon del abajo yTarelacin), Tneesante observar brevemente que los datos de la in- vestigacin csantitaiva han indicado que la partieipacicn de Jos hombres (maridos-padres), en las actividades domestica, entra en la categoria de lo eventual (no de lo frecuente), de lo seletvo (no todas las actividades domestics) y que esta parti- CGpacién es menor o asente en casas donde hay empleada. La presencia de fa empleada indicarin un rluerzo a ln definicin de lo domestico como femenino, En las unidades doméstias sin empleads la participacién masculna en el trabajo domés- tico también puede disminuit si hay presencia de his u oto parientefemenino (abuela, por empl. La experiencia contada por Isabel y Beatriz remite a asi twacién que ealfigué de elisa: patrona y empleada en unida- des domeésticas con familia conyugal. Lo que vuelve compren- sible la fase de Isabel, repiiendo una frase desu madre «un patron no ene mal olor i ele nada Sera fe, por tanto, desarollar un andlists que clasicara Jo doméstico como lo privado 0 femenino, siguiera el hilo di- cot6imico que compone sobre las oposiciones y explicara relacin en sus categorias, los sitos que la imponen y la en: ‘wel, por la setuacion de los mecanismos familiares y pric ‘alos, afetivosfetimos y personales. Pero no fue logue ene contre. Lo que enconiré fue un juego ambiguo, en el sentido de contener atios y simultineos modelos de pensamiento Esta ambigedad no est solamente en la interaction entre los individuos y-en la forma como la expresan. La encontré tam- ‘ign en los textos jurdicos, en ls discusiones poliicas publi cadas en peridlios de la época, de dscusiones sobre la exten- sin de los derechos laborles. De las empleadas-domésticas, en los congresos de asociaciones de empleadas domésticas (ae ‘ganas hoy sindicalizadas) y en lo que ij la presidenta de Ia ‘Ssociacion de las patronas (en lo femenino) ‘Una de las ambigdedades remite a lo pbice-privado: con- firma ambos, Categorias como persona y ciudadana con dere- chos, amiga y patona, tabaladora y ser humano; reas como conflanza, basada en relaciones interpersonales y exigencia de blizaciones y derechos, negociacién ene favors y egalos y 7 derechos lnborales, de sentimientos, afecos y actitudes racio- rales en Ia organizacion del trabajo’en la relacién, juego entre secretose informaciones, Con esta relacién, y, en esta relacién, In referencia de lo oméstico es lo privado y lo publica, Lo que tal ver nos permi- ta comprender por qué es tan frecuente (recordemos la narra cién de Isabel y Beatriz) ln presencia de nociones como int- ‘mo, intimidad y extrafa, y también porque con excesos de vitos en la demarcacién de limites, intentan distinguir lo que se comprende como «mezclados» (tra ambigtiedad con respecto a lo masculino y femenino, som las relaciones lamilianes coneretadas en la unidad domés” fica, que idealmente forman wn complejo de categorias y rela ciones marcadas por el género: madre, esposa, ama de casa (omando solamente tina generacién) son femeninos. Cuande Ja empleada doméstica mujer ejerce su trabajo en unidades dlomésticas familiares, se establece Jo que yo llamarfa una con- fusién estructural y también una confusién para ls individuos entre funciones actividades referentes « la residencia y post ciones y relaciones referentes a la familia. Confusion perfecta- ‘mente comprensible porque ni siquiera algunos antropélogos han eseapado a ella 0 por lo menos la han discutido bastante. ‘Se espera que la empleada desempese funciones y no que oct- pe posiciones. Pero confundidos éstos, Ia amenaza es una ‘constante y eneontramos una tensién que podriamos llamar efecto de rellejo: en el espejo hay dos mujeres donde se preve luna, Entender esia complejdad exigiia también més tiempo. Pero simplilicando, y para terminar con las eategoriasy Ja ri twalizacién que encontré en el universo de esta relacién, debe- ria tener sentido el confitmar a una de las mujeres como em- pleada (en fernenino) y ala otra como patrona (como mujer). Desde el punto de vista de la diseutible identidad de género 0 de mujeres, no encontré ninguna indicacién de un «nosotras ‘mujetes» pero sf la presencia de la tercera persona en el sing\- lar y en el plural, el género fernenino: ella, ellas. Esta tia ambigdedad quizas tenga rafces més antiguas. Para termina me referiré ahora a una erénica del libro Donias y Doncellas, del inicio del Siglo. En esta erénica se narra el suicidio de una mujer. Luego de algunos patrafos de sus- om q : 4 penso sobre el motivo del sucio (clos, miseri, adultero, muerte del hijo Tocurs®) se revla através del mensaje dejado por dota Augusta Feménde eMuero porque no puedo sopor far empleadasn. La naracin termina y In autora dice tora de la cronica no la sic) eno sera de mujeres este Tero Doras y Donetlas sino bblera un rinconcito para hablar de ts empleadae. “Mujeres, dias y doneella» creadas en estas categoria, sindicadas pore género pero expresando tambign desiguala. des, as cladas son remitidas a un rinconcto. Pro dice el Aliccionario en portigués, que uno de los sentidos de rincén es “ngulo, y dngulo dicen el diccionario ses una figura forma da por dos retas que tene un punto en comin. Comprendery explicar Io que ex compartido y comin y Io «qe es distintoy desigul, las niones y desuniones, sigue sien- do todavia uno de nuestros grandes dsaffs. Enmpecs est texto refiéndome a algunas dela uilizacio nes de historias de vida en anttopologin. Ein los casos citndos ine refer las naraciones de uno solo de los sujtos y que 1 por eso dejaran de hablar de soiedades y de procescs cul turales. Mi andlisissin_embargo_texming.por-confirmar In importaneia de entreciizat relatos de vida, incluso de ubleat en eta interwonesién el peso mayor de su valdez-y de su ipensian_objtiva. Aqui seria necesario, por tanto, acarar {ue ext sugerencias se ubican en el caso exacto de relatos devia y de su utizacin como medio para comprender una relacién social. Si yo Lamaze cada una-de las entrevisiadas | coma relates, como biosrafia,alargando.el-espectro desu J vida, cada-anapodsia en sf misma tener relevancls. En este 0, efeo que fos terminos seran distintos. La historia de Isabel, con algunos complementos, sera efemplar sobre el proceso de migracién femenina campe-ciudad, sobre los pro casos histGricos extermos al empleo doméstico, La historia de vida de Beatriz, sobre las transformaciones de evidencia fe. ‘menina en las cases medias urbane y sobre los procesos de transformacion dela familia Lo que sdlo wiehe a confimar que las historias de vida siguen siendo instrumentosfundamentales para la compren- sin y andliss de telaciones sociales, de procesos cultures 9 : k el juego siempre combinado entre actores individuals y ex: Jperiencias sociales, objtivdad y subjetividad, En el caso de mi andlisis, las historias de vida hicieron posible, como en un juego de espejos, mostrar Ia complejidad dde-una relacién vivida por mujeres que tienen en comin la atribucién a lo doméstico, pero que en lo doméstico se ubican dde manera distinta. ibliografia [Acst, M, «Stores Knolodedgsand themes: problems i the analisys of Ife histy narratives, Arica Exiologst ‘Aucxor, H. 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