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Minor E.

Salas

No es que me hayas mentido lo que más me


conmueve, sino que yo jamás te volveré a creer:
A propósito de la mentira como problema moral1

Y es así que mentimos (y mentimos), pero Palabras claves: Mentira. Valores. Verdad.
siempre listos con los argumentos que Ética. Metaética. Derecho. Autoengaño.
demuestran que uno no debería mentir.
Epicteto Abstract: This paper defends a central claim:
Lie is powerful and persistent in culture –against
Existe solo un mundo, y ese mundo es falso, all moral rules that intend its annihilation–
cruel, contradictorio, engañoso, absurdo […] because it finds its strongest root in the basic
Necesitamos, por ende, mentiras para aplacar drifts of human beings, scil.: pleasure, love and
esta realidad, esta ‘verdad’; necesitamos de hate. In addition, this article develops some kind
ellas para poder vivir […] Que esas mentiras of taxonomy of lie and its diverse theories. It is
son una necesidad de la vida es parte del delineated, in this paper, some kind of “realist
carácter problemático y aterrador de la Ethics” concerning the topic.
existencia misma.
F. Nietzsche Keywords: Lie. Values. Truth. Ethics. Meta-
Ethics. Law. Self-Deceit.
Ahora veamos lo que tienen que decir
los filósofos. Noten el proverbio ancestral:
Los niños y los tontos siempre dicen la verdad.
La implicación es evidente: los adultos y las 1. Introducción:
personas sabias, nunca la dicen. Los ejemplos y el problema
Mark Twain
(A) Un hombre de edad madura –de unos 65
años– y de apariencia sabia, aconseja a un
buen amigo menor que él –de unos 40 años–
Resumen: El artículo defiende una tesis de la siguiente manera: “Mira hombre, tú
central: La mentira es tan poderosa y persistente puedes tener todas las amantes que quieras,
en la cultura –contra todas las reglas morales eso está muy bien, pero eso sí, tienes que ser
que buscan anularla– porque ella encuentra su muy cuidadoso. Debes volverte un experto
raíz más fuerte en las pulsiones básicas de los mintiéndole a tu esposa para que no se ente-
seres humanos: placer, amor y odio. El trabajo re. Así lo he hecho yo durante años y vivo
desarrolla, adicionalmente, una suerte de felizmente casado”.
taxonomía de la mentira y sus distintas teorías. (B) Un hijo de trece años le pregunta a su madre
Se delinea una especie de “ética realista” sobre si va a morir, después de que el médico le ha
el tema. diagnosticado un cáncer terminal, del cual

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han sido informados previamente los padres por seguir. De ahí que suceda algo paradójico
pero no él. La madre le dice que no, que se en este ámbito: Mientras que en la experiencia
encuentra totalmente sano y que pronto se va común de la mayoría de los individuos, la mentira
a sentir mucho mejor. es moneda de uso permanente, en el discurso
(C) El testigo en un sonado juicio por varios deli- moral siempre se está presto a dar mil y una
tos de estafa es, antes de la audiencia, sobor- razones para no mentir. Y es así que mentimos (y
nado para que mienta respecto de los hechos mentimos) pero siempre listos con los argumentos
de los cuales es conocedor. A raíz de su decla- que demuestran que uno no debería mentir
ración, algunos de los imputados en las estafas (Epicteto). Esta divergencia parece, a primera
son absueltos y luego le recompensan con una vista, una gruesa contradicción, una doble moral,
suma considerable de dinero. Del hecho nunca según la cual se hace una cosa y se predica la otra.
nadie se da cuenta y el testigo soluciona los Máxima del fariseo. Hipocresía. Y este juicio,
graves problemas financieros por los cuales por duro que parezca, no deja de ser, en buena
estaban atravesando él y su familia. medida, correcto, tratándose del ámbito que acá
(D) Un ladrón entra a una casa de habitación y le nos ocupa. Somos unos mentirosos crónicos:
pregunta amenazante a uno de los propieta- Se dicen tres mentiras por cada 10 minutos de
rios sobre dónde se encuentra la caja fuerte. conversación, expone una investigación de la
La persona miente, y cuando el ladrón lo Universidad de Southampton.2 No obstante, la
verifica, entra en ira y le dispara a uno de los mentira se rechaza, se niega y se aborrece. Nadie
hijos que había permanecido en silencio. quiere ser víctima de ella. Pero todos la practican.
(E) Un hombre, durante mucho tiempo y sin Lo cierto es que decir siempre la verdad
que nadie se dé cuenta de ello, tiene pensa- es uno de esos fenómenos que solo se hace
mientos abominables, dentro de los cuales (en el campo de la moral, de la vida social y
está la idea de matar a su esposa; además afectiva) respecto de trivialidades o aspectos
de los pensamientos lujuriosos respecto de comparativamente sin importancia. Una verdad
sus propias hijas. Él nunca ha sido capaz de dicha siempre sin reservas es, en no pocas
contárselos a nadie ni tampoco de realizar ocasiones, una excusa perfecta para desviar la
acción alguna en el sentido de sus pensa- atención de algo más importante que se quiere
mientos. Sin embargo, siempre se comporta ocultar; o en todo caso, para decir algo que ya
como un esposo cariñoso y un padre ideal y de por sí se sabe o puede saberse sin mucha
les habla constantemente a su esposa y a sus dificultad. Es como cuando el esposo enojado, y
hijas sobre cuánto las ama. haciéndose la víctima, le confiesa a su mujer que
(F) La novia le pregunta a su novio sobre cómo sí, que ha estado todo el día en el trabajo, que ha
se le mira el nuevo corte de cabello que había pasado ocupado en la reunión, que la empresa no
planeado hacerse durante mucho tiempo. marcha muy bien, que las ventas han disminuido,
Este, a pesar de lo molesto y decepcionado y que está al borde de una crisis por fatiga, para
que se encuentra al respecto (pues el peinado simple y sencillamente ocultar el romance con su
se le mira realmente horrible), le dice que secretaria. Táctica de desorientación. Modo de
se le mira hermosísimo. Después de eso la desviar la mirada. Enfatizar la verdad, la trivial
novia continúa usando el corte, lo cual le verdad. Todo a cambio de un espacio furtivo a la
genera mucha tristeza al novio. sospecha, retraído a la conciencia, propia y ajena.
Era por eso que Jules Renard, si mal no recuerdo,
*** decía, con su extraordinaria agudeza: De vez en
cuando di la verdad, para que te crean cuando
Estos ejemplos, y muchos más, son el pan dia- mientas. La verdad en los asuntos humanos tiene,
rio en múltiples situaciones de la vida cotidiana. de allí, un costo emocional muy bajo. Por eso
Y sin embargo, a pesar de la abundancia y ferti- es tan fácil decirla, expresarla, predicarla. La
lidad de la mentira, pocas personas se atreverían mentira, en cambio, tiene su peso en oro. Dicho
a justificarla abiertamente como una regla moral con una paradoja: la verdad siempre miente.

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NO ES QUE ME HAYAS MENTIDO LO QUE MÁS ME CONMUEVE... 91

En lo que toca a cosas ciertamente serias algunas de las preguntas con que se enfrenta este
y que atenten a nuestra estabilidad emocional trabajo, el cual ha de considerarse como propio de
o bienestar material o psicológico, mentimos si la llamada reflexión metaética (qué básicamente
es necesario. Y volveremos a mentir. Con razón describe posiciones y alternativas), a diferencia
ha dicho L. A. Keferstein que la veracidad, de la ética normativa (que prescribe o recomienda
correspondencia entre el pensar y el discurso conductas deseables). Aquí no se predica, se
articulado dirigido a un escucha, sólo es común muestra. El interés básico es, por consiguiente,
en situaciones insulsas y superficiales meramente dibujar un mapa de la cuestión y distinguir allí los
descriptivas de lo externo y nunca del pensar y supuestos: Las planicies, montañas y acantilados,
vivir profundos, menos aún del reino interno.3 que puedan presentarse respecto del problema.
La mentira, sea en el plano individual o Finalmente, hemos de reconocer que
colectivo, puede llegar a producir muchísimo respecto de la mentira parece imposible decir
dolor. Sea por las razones que sean, y estén o no algo relativamente novedoso. Muchos se sentirían
justificadas moralmente, las mentiras originan tentados a despachar el problema de la siguiente
pérdida de confianza, ruptura de los vínculos forma: “Pues sí, la gente miente y la mentira es
afectivos, destrucción de los lazos sociales indispensable en numerosas situaciones de la
y terminan acumulándose, al igual que una vida cotidiana”. Hay mentirosos y mentirosas.
enorme ola que arrastra todo a su paso, hasta Punto. O como diría el refrán español, “solo
desencadenar muchas veces en tragedia. Todo los niños y los locos dicen la verdad”. Pero
esto se sabe. Y, sin embargo, miente. En los más si resultara así de fácil, si el problema fuera
diversos contextos, desde las mentiras políticas, tan sencillo, entonces se debería simplemente
que terminan a veces en grandes escándalos de admitir el carácter generalizado de la mentira
corrupción, hasta las mentiras matrimoniales y despacharlo como vana trivialidad sobre la
y de infidelidad (donde dos personas terminan cual no vale la pena la reflexión filosófica ni
emocional y afectivamente en la ruina), los ética. Pero sabemos que el problema no es, en
engaños están a la orden del día. absoluto, sencillo. ¡Hay mentiras que hieren y
Frente a este panorama nace el interrogante
otras muchas que matan! Y aun en el supuesto de
y el dilema: Por un lado, pareciera que estamos
que se reconociera que está justificado mentir en
condenados irreparablemente a mentir, unas veces
ciertas situaciones especiales, aun allí se requiere
más, unas veces menos, en cosas más grandes o
la reflexión filosófica para establecer por qué
chicas. A mentir por caridad, por omisión, por
esos supuestos son distintos de otros en los que
cortesía o para salvar las apariencias. Mentiras
no debería mentirse. Estos son, pues, algunos de
blancas y negras. Limpias y sucias. Pero mentiras
los dilemas por investigar. Veamos:
al fin y al cabo. Y, por el otro lado, como una
espada que nos acorrala contra la alambrada,
sabemos que mentir está mal. Que siempre: A
2. Unas delimitaciones conceptuales
veces más tarde, otras más temprano, la mentira
surte sus efectos, se descubre, nos ataca la culpa, necesarias: La mentira y sus parientes
nos invade la duda, se revela la traición y la
cortina de hierro cae. Y entonces la pregunta Empecemos por señalar que decir algo falso,
nace: ¿Cuándo está justificado mentir? ¿Nunca? no es necesariamente una mentira, y una mentira
Pero ya sabemos que ese “nunca” es casi un no tiene por qué ser sobre una circunstancia falsa.
imposible. Causaríamos, a la postre, más daño Uno puede referir a hechos (rectius: proposicio-
del que se logra evitar, se dice. ¿A veces? ¿Pero nes sobre hechos) verdaderos y mentir; y por
cuáles veces sí y cuáles veces no? ¿Hay forma contraposición, expresar un hecho (rectius: una
acaso de saberlo? ¿Existe algo así como un proposición sobre un hecho) falso y decir la ver-
catálogo de mentiras que esté autorizado y otro dad. Esta distinción analítica, acuñada ya desde
que esté prohibido y que nos ayude a aliviar hace mucho tiempo, es de suma importancia para
nuestra inexcusable responsabilidad? Estas son no caer en un pantano de confusiones. Por ello, el

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lector ha de distinguir entre dos planos muy dife- de los exámenes respectivos, que padezco una
rentes: (i) Por un lado, a la verdad y a la falsedad; rara enfermedad del hígado, sería muy extraño
(ii) por el otro, hay que referir a la veracidad y a la que yo le pida justificaciones (morales, o incluso
mendacidad (engaño). Adicionalmente, es perti- explicaciones científicas) sobre el por qué afirma
nente diferenciar entre: (iii) la mentira por acción eso. Mientras que si le miento a mi compañera de
voluntaria de la conciencia y (iv) aquella que se trabajo sobre sus capacidades como profesional y
da por omisión. Igualmente, entre (v) la mentira le digo que es una mujer excepcionalmente capaz,
que dirigimos a un tercero y (vi) aquella que, de alguien se sentiría perfectamente legitimado a
alguna manera y aunque suene paradójico, pro- interrogarme sobre si mentirle está o no justifica-
ferimos contra nosotros mismos. Examinemos do en esos casos y por qué es o no así.
estas cuestiones con más detalle: Por otra parte, las nociones de verdad y fal-
La verdad y la falsedad son atributos de sedad, veracidad y engaño guardan una estrecha
correspondencia entre proposiciones empíricas y relación con el concepto de omisión e inclusión
estados de cosas y entre sistemas de proposicio- de información. En cuanto al primer caso, la
nes lingüísticas. Si digo, por ejemplo, que hoy es omisión, no implica necesariamente un engaño,
martes y hoy es martes en el calendario gregoria- o sea, una mentira. Esto es así porque nunca,
no; o si digo que Aquiles mide 1,8 m. y efectiva- y por exhaustiva que sea la descripción de un
mente mide 1,8 m. en el sistema métrico decimal, estado de cosas en el mundo, se puede presentar
entonces digo la verdad; y si hoy es miércoles o un cuadro completo y total de los elementos que
Aquiles mide 1,85 m. entonces expreso una pro- configuran o componen una situación dada. Con
posición falsa. Igualmente, decir que A implica otras palabras, siempre se incluyen algunos de
B y B implica C y que, por lo tanto, A implica esos elementos: Los que la memoria permita, los
C es una conclusión verdadera considerando un que sean de nuestro interés, o los que la atención
sistema de proposiciones dado, con ciertas reglas haya captado, y se excluyen los restantes, casi
de inferencia básicas. siempre de manera incluso involuntaria. La mente
Por el contrario, la veracidad y el engaño humana tiene un rango limitado de percepción y
no refieren a estados de cosas o a reglas de infe- conocimiento. De allí que el lema jurídico decir
rencia, sino más bien a estados mentales. Si por toda y nada más que toda la verdad (“the whole
ejemplo, yo afirmo que el asesino Ted se encon- Truth and nothing but the Truth”, dicen en inglés)
traba en el lugar de los hechos un día X porque no es sino una pretensión exagerada o, en el peor
yo así lo creo, y además creo que así lo observé de los casos, un ejemplo de mala retórica. Por esa
personalmente, entonces soy veraz aunque el ase- misma razón, no resulta tan cierto aquel conocido
sino Ted ese día se encontrara en otro sitio muy aforismo de Robert Louis Stevenson: Las menti-
distinto. Si por otro lado, sabiendo yo que ese ase- ras más crueles son dichas en silencio.
sino se encuentra en el sitio Z y lo niego para que Así, v. gr., si alguien me pregunta si me
este pueda escapar de la policía, entonces miento encontré con un amigo en un determinado res-
y esa mentira es un engaño. Se podría decir, por taurante, a lo cual respondo que efectivamente lo
consiguiente, que las primeras dos categorías de hice, no se me podrá reprochar luego haber fal-
análisis (llámese verdad y falsedad) son propias tado a la verdad (mentir o engañar) si no indiqué
de la ontología (o, para ser más exactos, de la que la reunión tuvo lugar a las 3:00 p. m., que mi
epistemología), mientras que las otras dos (i. e., amigo andaba vestido de color verde oliva o que
veracidad y engaño) son propias de la psicología. ese día me habló de su lujurioso romance con la
Una importante diferencia entre la verdad y vecina rubia. La veracidad no es, por consiguien-
la mentira se da también en el plano de la justi- te, sinónimo de referir a un estado completo de
ficación moral. Resulta interesante que, para la circunstancias en el mundo; lo cual solo sería
mayoría de la gente, la verdad rara vez requiere posible para una mente omnisciente y omnipo-
una justificación de este tipo (moral); mientras tente. Desde esa óptica, sólo Dios sería veraz,
que una mentira, casi siempre la requiere. Si a o quizás el mítico ordenador de Kubrik: HAL
mí, por ejemplo, un médico me dice, después 9000. Y para serlo debe referir al conjunto total

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de circunstancias que acaecen en el universo; de los hechos, sino más bien en la voluntad de
pues contrariamente, se expondría al reparo de distorsionar uno de esos datos con el objetivo de
ser un mentiroso por no haber mencionado una de engañar. Pero, si el análisis de estos ejemplos nos
esas circunstancias, aunque ínfima, que pueda ser ha llevado por este camino, surge así la duda de si
de interés para otra mente en particular. Se caería decir mentiras o decir la verdad se ha convertido
así en una especie de ontología holista, desde la en algo puramente psicológico, subjetivo, ajeno a
cual todo se relaciona de alguna manera con todo, todo control moral y jurídico.
dando pie a lo que filosóficamente se conoce Todo lo anterior parece conducir a la siguien-
como la Hipótesis de Laplace: Si conociéramos te conclusión provisional: Existe una definición
con toda exactitud el estado actual del mundo en de mentira en sentido amplio, que puede com-
un determinado momento (T1), entonces podría- prender, o sea, incluir, tanto la falsedad, como el
mos predecir el futuro en un momento (T2), pues engaño y la omisión (¡solo Dios es veraz enton-
existiría una conexión inevitable entre todos los ces!). Un ejemplo, sería aquel donde el propietario
fenómenos del universo, tanto en el espacio como de un automóvil le miente a un comprador inte-
en el tiempo, mediante una infinita red de causa resado en adquirirlo sobre el cilindraje del motor.
y efecto.4 Igualmente, podríamos mirar hacia el Allí se expresa un hecho que no es verdadero (o
pasado y el presente inmediato. Nada nos estaría sea, es falso), se da un engaño y se da una omisión
vedado; nada oculto. (no revelar el cilindraje verdadero, o no señalar
Esta situación abre el camino a un complejo que además el motor pronto requiere una repara-
campo de problemas. Imaginemos que nuestro ción extensa, o que no pertenece a otro vehículo,
testigo, en el caso de las estafas mencionado etc.). Por otro lado, está la definición de mentira
arriba, se refiere en su declaración a circunstan- en sentido estricto, donde única y exclusivamente
cias que efectivamente acontecieron, o sea, son tiene que ubicarse el engaño; o sea, la voluntad
verdaderas, pero no menciona (y no de manera expresa (mediante una determinación psicológica
voluntaria, sino porque no se le consulta al consciente; es decir, mediante dolo) de inducir a
respecto) otros aspectos que al final sí resultan la víctima de la mentira a una conclusión o idea
fundamentales para que se libere a los imputados. equivocada que, en no pocas ocasiones, beneficia
La cuestión aquí será si a ese testigo se le puede directa o indirectamente al mentiroso o, casi
reprochar jurídicamente el delito de falso testi- siempre, daña a la víctima. Pareciera, entonces,
monio, o si en el plano moral se le ha de calificar que las teorías que defienden la ausencia de una
de mentiroso. Todo depende, se dirá (y quizás con justificación moral de la mentira en cualquier
razón), de cuánto sepa el testigo que está omitien- caso (por ejemplo Agustín y Kant), parten de la
do sobre aspectos esenciales para la resolución definición en sentido estricto; o sea, de aquella
del caso. Si miente sobre lo preguntado, entonces mentira que se profiera exclusivamente con la
comete el delito. No obstante, esta delimitación intención o dolo de engañar o causar un daño e
no es sencilla, pues incluso consultado sobre independientemente de si las consecuencias son
un evento muy particular, siempre es posible, y vistas a posteriori como positivas o negativas. La
así sucederá, que uno les dé importancia a unos razón para adoptar esta posición es muy evidente,
elementos y deje otros por fuera de su campo de pues de lo contrario el rigorista moral (ejemplo
atención. En todo caso, el testigo no es abogado Agustín) terminaría sancionando conductas que,
ni juez por lo que no tiene que saber cuáles serían a todas luces, no fueron dirigidas a engañar, sino
circunstancias que favorecen o perjudican la que son simplemente producto de la selección de
condena o la absolución del imputado. En este información con que trabaja la mente humana y
juego de exclusión-inclusión alguien podría ver que ya hemos explicado.
una falta a la verdad en muchas cosas; preci- Otro problema, que no puedo tratar in exten-
samente sobre aquellas que le interesan a él en so aquí, pero que también resulta muy importante
particular. Sin embargo, repito, la clave no está para los efectos del examen que nos ocupa, es
en los datos objetivos, ontológicos por llamarlos el de la mentira que uno se haga a sí mismo. A
así, que se incluyan o excluyan en la descripción esta forma de mentira se le conoce normalmente

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como autoengaño.5 Claro, siempre y cuando sea una situación o cuán graves sean las
este no asuma una forma patológica, pues si ya consecuencias que tenga esta para alguien,
la persona se engaña sobre muchas o todas las siempre se debe decir la verdad sobre lo
circunstancias o eventos que le rodean, entonces que uno sabe, pues al final de la partida si
habrá que calificar aquello como una cierta pato- se miente los efectos nocivos de esa menti-
logía de tipo psicótico. Empero, hay que tomar en ra serán mayores que los de haber dicho la
cuenta que muchos teóricos morales consideran verdad. Si, por ejemplo, en el caso del ladrón
que el autoengaño, por definición, no puede ser citado, este nos pregunta dónde está el dinero
una forma de mentira. La mentira implica, como y nosotros le decimos la verdad, se perderá
ya se dijo un “dolo de engañar”, y no es posible, ese dinero, pero quizás no la vida del hijo
al menos eso se dice, ocultar su propia voluntad que se encontraba en la casa. Ahora bien,
de engañarse a sí mismo. Además, el engaño va ¿qué sucede si un sicario anda en busca de un
dirigido hacia la obtención de algún tipo de pro- familiar cercano (un hijo, el padre, la esposa)
vecho, aspecto que no resulta claro que se pueda para asesinarlo y nos consulta a nosotros
obtener si el engañado soy yo. sobre dónde está dicha persona? ¿Hemos
Para los efectos nuestros, digamos lo siguien- de decir entonces también la verdad? Los
te: En sentido estricto, el autoengaño guarda solo defensores de la tesis de la negación radical
un cierto “parecido de familia” con la mentira. sostendrían que efectivamente incluso en un
Si le miento a mi esposa sobre si salí o no con caso de semejante naturaleza estamos en el
otra mujer, quien recibe la consecuencia moral deber de ser veraces. Podría suceder, por
(al menos, así se dice) de mi engaño, es ella; o, en ejemplo, que el asesino, al enterarse de que
algún sentido, yo mismo, por ejemplo, al experi- ha sido engañado respecto del paradero del
mentar la culpa posterior. Si yo, por el contrario, familiar buscado, entre en un estado de ira y
me creo el ser humano más inteligente del planeta termine asesinando a toda la familia en lugar
y busco todo tipo, artificial y ad hoc, de eviden- de a uno de ellos. Al respecto Kant mismo,
cias para confirmarlo, no lesiono a nadie en su cuya tesis explicaremos más adelante, señaló
integridad moral, más que a mí mismo, si fuera que en un supuesto de este tipo, el no decir
del caso. El autoengaño es, por esto mismo, un la verdad podría lesionar no solo a la persona
fenómeno que pertenece más bien al orden de la individual (al sicario), sino a la “humanidad
psicología y no en sentido estricto al de la ética; entera”, por lo que es preferible no mentir.
pues una relación moral surge de la interrelación
de dos agentes morales libremente conformados. Contra esta idea, se ha objetado (el mismo
Henri-Benjamin Constant de Rebecque [1767-
1830], quien mantuvo con el propio Kant una
3. Las tesis básicas en juego disputa sobre el tema): Por consiguiente, decir la
verdad es un deber, pero solamente con aquellos
(entre el rigorismo de Kant que tienen derecho a la verdad. Ningún hombre,
y el cinismo de “todo vale”) por tanto, tiene derecho a la verdad que perju-
dica a otros.6 En este caso, el sicario, al querer
Respecto de la acción de mentir y la mentira quebrantar un deber moral (matar a alguien), no
misma, en el orden de lo moral, me gustaría dis- tiene ya, por su parte, derecho a un deber moral
tinguir dos posiciones diametralmente opuestas y (el de veracidad). Digamos, entonces, que el deber
encontradas. A esas posiciones les voy a llamar, mío se ve “neutralizado” de alguna forma con la
respectivamente, la tesis de la negación radical y violación a su deber por parte del sicario.
la tesis de la justificación radical: Quizás el más extremo de los defensores de
esta tesis radical fue san Aurelio Agustín (354-
(A) La primera, la tesis de la negación radical, 430) de Tagaste, quien sostenía que toda mentira,
sostiene que bajo ninguna circunstancia se no importa lo grande o pequeña que fuera, es
debe mentir. Punto. No importa cuán dura un pecado y pone en peligro el alma del buen

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cristiano. Incluso frente a las llamadas mentiras falsifico, cometo, por esa falsificación, que
piadosas (por ejemplo, no decirle a un padre también puede ser llamada mentira (aunque
moribundo que su único hijo ya ha muerto), san no en el sentido de los juristas), en general
Agustín propugna despreciar todas estas huma- una injusticia en la parte más esencial del
nas consideraciones que lo alejan del resplandor deber: esto es, hago, en aquello que a mí se
refiere, con que las declaraciones en gene-
divino de la verdad.
ral no encuentran más crédito, y por tanto
Ahora bien, para salvar el rigor y las conse-
también todos los derechos fundados en
cuencias a que conducía esta doctrina, el Doctor contratos sean abolidos y pierdan la fuerza;
de la Gracia proponía un esquema con ocho tipos esto es una injusticia causada a la humani-
diferentes de mentiras. El más grave es la menti- dad en general.7
ra que se profiere en la enseñanza de la religión
o de la fe y el menos grave aquella “mentira De donde concluye de manera categórica
que no hiere a nadie y beneficia a alguien”. Sin Kant que:
embargo, todos esos tipos deben evitarse por
cualquier medio. Una manera que, igualmente, Es por tanto un sagrado mandato de la razón,
se buscó para paliar el rigorismo de la tesis agus- que ordena incondicionalmente y no admite
tiniana fue la llamada hipótesis de la “reserva limitación, por cualquier especie de conve-
mental”. Según esta, por ejemplo, un testigo en niencia, lo siguiente: ser verdadero/verídico
la corte podía mentir siempre y cuando hacia sus (honesto) en todas las declaraciones.8
“adentros” (para Dios y no para el juez), dijera la
verdad. “¿Vio usted a la víctima del homicidio ese Si examinamos con más atención el argu-
día en la casa?” Y el testigo responde “no, no la mento de Kant, este se deriva de una aplicación
vi nunca” (a pesar de haber estado con ella), pero práctica de su doctrina del formalismo ético, en
en el acto mismo dice en su mente, “no la vi en la especial, de la vigencia incondicional del impera-
casa, sino en el patio, o en el jardín”. Lo ridícu- tivo categórico. El razonamiento discurre así: Si
lamente absurdo de esta doctrina no requiere hoy parto de la premisa de que el agente moral debe
en día mayor justificación moral. Sin embargo, siempre actuar de tal manera que la máxima de
muestra un elemento que ya hemos mencionado su acción sea universalizable sin contradicción
atrás, y es la imposibilidad que subyace de desta- alguna, entonces he de concluir que mentir está
car todos los aspectos de un fenómeno dado, pues mal moralmente hablando, pues si todos mintie-
siempre hay una selección de lo que se quiere ran no se podría alcanzar el objetivo que dio pie a
narrar y esa selección de la información pertinen- la mentira específica y nadie resultaría engañado
te dependerá de una decisión valorativa de quien ya por ella. Un ejemplo aclarará el punto: Ima-
la realiza. Los límites entre la mentira y la omi- ginemos que acepto que está bien mentirle a mi
sión se tornan aquí, como ya se dijo, muy difusos. esposa (como en el ejemplo inicial) para que ella
El segundo defensor extremo de la tesis de la no se entere de mi romance con otra mujer. Si
negación radical fue Immanuel Kant (1724-1804), aplicamos el formalismo kantiano el argumento
para quien tampoco está justificado, bajo ninguna concreto sería más o menos este:
circunstancia, decir una mentira, pues ella lesiona
ya no solo a quien recibe la mentira, sino incluso 1. Máxima particular: Está bien que yo (sujeto
a la humanidad entera. Así nos dice: particular) le mienta a mi esposa para que
ella no se entere de mi romance con otra
La veracidad en las declaraciones que no se
mujer y evitarle así un sufrimiento.
pueden evitar, es un deber formal del hom-
bre con relación a cualquier otro, por mayor
2. Máxima universalizada: está bien que todos
que sea el perjuicio que se deduce de esto los hombres del mundo les mientan a sus
para él o para otra persona, y si no cometo esposas para que estas no se enteren de sus
una injusticia contra aquel que me obliga romances con otras personas y evitarles así el
a una declaración de manera injusta, si la sufrimiento.

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3. Conclusión: Si universalizamos (1), tal y no en ninguna realidad social concreta; o sea, no


como se hizo en (2), se nota inmediatamente es universalizable en la pragmática del discurso.
que se incurre en una contradicción lógica, Imaginemos, por ejemplo, que emito el siguien-
pues al todo el mundo mentirse respecto de te juicio ético: “Torturar a los niños es bueno
sus parejas, no es ya posible mentir y menos porque de esa manera obtengo gratificación”. Si
evitar el sufrimiento general. O sea, en este universalizamos la máxima “Es bueno que todo
caso queda demostrado que la máxima indi- el mundo torture a los niños para obtener gratifi-
vidual de la acción de mentir no puede uni- cación”, no parece caerse en alguna contradicción
versalizarse sin contradicción alguna y que, lógica, de donde habría que concluir que la máxi-
por consiguiente, mentir no es moralmente ma particular esta moralmente justificada, lo cual
aceptable en ninguna circunstancia (que es parece contradecir una intuición social básica
precisamente la idea defendida por Kant). respecto de “lo bueno”. Adicionalmente, es posi-
ble que en la vida real pueda suceder que muchas
El formalismo kantiano, y su aplicación al de las acciones que no son universalizables y que
problema de la mentira, es difícil de refutar. En caen en contradicciones en los términos kantia-
realidad, desde cierta óptica Kant tiene razón. Si nos resulten deseables (y deseadas) por algunas
yo, por ejemplo, universalizo una máxima moral personas. Imaginemos, por ejemplo, una máxima
particular como “Robar libros de las bibliotecas como que es bueno infligir dolor a los demás para
es bueno, porque de esa forma yo aumento mi yo sentir placer. Si universalizamos esa conducta
colección privada de libros”, entonces se produce en términos kantianos se caería en una contradic-
una contradicción lógica entre lo que se busca con ción, pues no se puede sentir placer si alguien a su
la realización de la máxima particular (aumentar vez me inflige dolor. No obstante, un masoquista
mi colección particular de libros) y la universa- sería probablemente de otra opinión muy distinta.
lización, pues si todo el mundo robara libros de De la mano de Immanuel Kant, James
las bibliotecas, yo tampoco podría aumentar mi Morrow, en una obra de ficción titulada City of
colección privada de libros, en la medida que Truth (1990), describe una sociedad denomina-
también sería víctima del robo. da Veritas, en la cual todos sus miembros están
Ahora bien, la cuestión fundamental es, brutalmente condicionados (básicamente con
empero, la siguiente: ¿Por qué es la universaliza- electrochoques) a decir la verdad bajo cualquier
ción “buena”? Es decir, ¿por qué Kant considera circunstancia, no importa cuán grave esta sea o
que si se puede llevar a cabo una universaliza- las consecuencias que tenga. Así, por ejemplo,
ción de proposiciones morales individuales sin en los ascensores se colocan letreros como “a
contradicción alguna, entonces la máxima estará este ascensor le da mantenimiento gente que
éticamente justificada y si no es así, entonces odia su trabajo, así que úselo bajo su propio
no? La respuesta parece ser que si una acción riesgo”. En los paquetes de cigarrillos se pone
beneficia a un mayor número de personas (de allí una leyenda que dice “la publicidad contra este
la universalización), la acción debe considerarse producto lo distrae de la multiplicidad de otras
buena y si beneficia solo a una persona debe con- formas en que el gobierno es incapaz de prote-
siderarse mala. Pero, ¿qué pasa si yo no acepto ger su salud”. La seducción entre dos personas
ese criterio ético? ¿No se trata este más bien de un suele reducirse a cosas como: “Tiene usted unas
criterio utilitarista que es, justamente, lo opuesto caderas anchas y me gustaría tener sexo”. Las
al formalismo kantiano? ¿No consiste la supues- metáforas están prohibidas en Veritas, así que
ta “universalización” en una simple puesta en expresiones del tipo “estoy fresco como una
marcha de lo que en teoría política se denomina lechuga” o el muy costarricense refrán “me
un “principio de mayoría” (lo que es bueno para siento pura vida” estarían penalizadas. En los
todos, es bueno en general)? restaurantes de comida rápida se lee “hambur-
Por otro lado, debe observarse que la tesis guesa de vaca cruelmente asesinada” o ensalada
de la universalización es un criterio puramente con lechuga contaminada de “sanguijuela”; y
semántico (es ejecutable solo “en principio”), mas los padres, cuando sus hijos nacen, les dicen a

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NO ES QUE ME HAYAS MENTIDO LO QUE MÁS ME CONMUEVE... 97

las madres “qué niño más feo has parido”, entre “crueldad intolerable”? ¿Por qué se afirma esto?
otras expresiones brutalmente verdaderas. ¿Sería imposible vivir en un mundo sin mentira
Así pues, si fuéramos ciudadanos de Veritas y engaño? En lo personal, y sin que esto parezca
entonces deberíamos responder los saludos con una defensa de la tesis kantiana de la negación
un seco “estoy mal y amanecí con diarrea o con radical de la mentira, considero que los argumen-
la menstruación”; los piropos con un “es usted un tos expuestos por Spire y Derrida, en el sentido de
sátiro que desea acostarse conmigo”, un intento que un mundo sin mentiras sería una pesadilla, no
de beso con un cáustico “tiene usted mal aliento”. son convincentes; y ello por dos razones: una de
Si nos ponemos psicoanalíticos, muchos padres principio y otra pragmática.
deberían aceptar sus deseos incestuosos con sus La razón de principio es que para el ser
hijas y los hijos con las madres; las parejas reco- humano es imposible colocarse en un punto cero
nocerían sus infidelidades y sus deseos sexuales de su condición antropológica; es decir, ubicarse
para con sus amigos; si aparece el famoso sicario en una posición en la cual no actúe ya según
del que habla Kant preguntando por dónde está los parámetros ordinarios de su socialización y
su víctima, debemos contestarle fríamente que aculturación respectiva. No es posible regresar a
escondido en nuestro baño; a los hospitales habría un punto no humano, prehumano, antehumano,
que ir dispuesto a decirles a los moribundos sobre renunciando así a rasgos propios de su proce-
su inminente y dolorosa muerte; y a los velorios so evolutivo e histórico como especie y como
indicarles a los familiares que nos sentimos feli- civilización. Por supuesto, es cierto que muchas
ces de que semejante “bastardo” haya muerto; veces es posible plantearse (a título de un mero
iríamos a las ceremonias de matrimonio a infor- experimento mental), la posibilidad de un estadio
marles a los contrayentes sobre el infierno que anterior a todo lo conocido socialmente (este es el
posiblemente les aguarda; y a las presentaciones caso, por ejemplo, del “estado de naturaleza” de
escolares de nuestros hijos a decirles a estos lo los contractualistas como Thomas Hobbes [1588-
aburridos que nos sentimos de estar allí; los pro- 1679] y John Locke [1632-1704]); sin embargo,
fesores deberían informarle a la estudiante volup- de allí a afirmar categóricamente que ese experi-
tuosa que tiene más talento como actriz porno mento nos pueda arrojar luz sobre las relaciones
sociales cotidianas, hay una enorme diferencia.
que como periodista; los políticos reconocerían
Ese tipo de supuestos (como por ejemplo el “velo
su corrupción sin tapujos; los criminales sus deli-
de la ignorancia” en John Rawls [1921-2002])
tos; los sacerdotes su lujuria; todo ello en un car-
tiene un alcance muy limitado y muchas veces ni
naval macabro de “pura honestidad y veracidad”.
siquiera funciona a título de unos “ideales regu-
Respecto de un mundo así concebido, el
lativos”, tal y como los consideraba Max Weber
periodista Antoine Spire, en una entrevista al
(1864-1920). Por lo tanto, plantearse la hipótesis
filósofo francés J. Derrida, sostuvo que
de un mundo sin mentiras de ninguna especie es
totalmente contrafáctico y nos ayuda poco o nada
[n]o obstante, pronto nos damos cuenta de que
la incapacidad total de mentir se convierte
a comprender una sociedad en la cual general-
en una pesadilla. En efecto, en una sociedad mente se miente en muchísimas circunstancias de
absolutamente transparente en donde todo el la vida, tal y como ya ha quedado claro.
mundo dice la verdad a todo el mundo, se ve La razón pragmática es que, si efectivamen-
cómo la verdad se puede convertir en una tor- te asumimos como hipótesis contrafáctica una
tura, una violencia, una crueldad intolerable. sociedad sin mentiras, no se ve cómo y por qué la
Se da uno cuenta de que, finalmente, no se gente vaya a “sufrir” cuando se le dice la verdad
recupera el calor de la mentira de la comedia sobre un X asunto de su vida. Acostumbrados,
social en la cortante frialdad de la verdad.9 como estarían, a que en todas las circunstancias
se sea veraz, no podrían molestarse por algo a lo
La pregunta que nos surge es esta: ¿Es cual ya están previamente preparados psicológi-
realmente cierto que una sociedad donde no se camente y acondicionados socialmente. Introdu-
mienta se convierte en una “pesadilla” o una cir el sufrimiento en este supuesto obedece más

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bien a un prejuicio de los autores en cuestión Podría hablarse, en el primer caso, de una
(Spire y Derrida) y no se deriva de la “lógica” “sociología de la mentira”; y en el segundo,
misma del experimento mental que ellos presu- de una “ética de la mentira”.
ponen. Ellos están juzgando el escenario posible
desde su preconcepción de lo que debería ser una Sin embargo, respecto del argumento esgri-
sociedad y de cómo es ella en un contexto donde mido por esta tesis hay que tener muy en cuenta
las personas generalmente mienten y esas men- que una justificación de ese tipo no se libraría,
tiras tienen consecuencias negativas. Empero, la aunque se quiera, de la objeción de incurrir
situación cambia cuando modificamos las condi- en una burda falacia naturalista (mediante
ciones iniciales del experimento e introducimos una inferencia de principios morales a partir
la premisa de que en esa sociedad la veracidad de meros datos empíricos). O sea, que aunque
sería la regla y no la excepción, pues entonces todas las personas del planeta se pusieran de
allí el sufrimiento, producto de que se mienta, no acuerdo para mentir en lo que digan, eso no
estaría del todo presente, ya que hay una expecta- afectaría, en lo más mínimo, el principio moral
tiva social de que se sea veraz. Lo que más bien “no mentirás”. En términos de Kant, la máxima
causaría malestar y eventual sufrimiento es lo de no mentir es una máxima “universal” (en el
contrario; o sea, que no se diga la verdad cuando sentido de no ser anulada por la convención o
esta es requerida. la costumbre). Por consiguiente, la tesis de la
justificación radical no toca, en lo fundamental,
(B) Por su parte, la tesis de la justificación el núcleo duro del problema sobre la mentira. Un
radical sostiene que es imposible no mentir. principio moral NO se anula con una lesión a su
En ninguna sociedad. En ningún tiempo. Ni mandato; al igual que una ley penal que prohíbe
siquiera en el paraíso, pues allí también el el asesinato no pierde su vigencia y validez
demonio tentó con sus mentiras y engaños. porque una persona mate a otra. Millones de
Sus promesas incumplidas. Siempre se va homicidios en el planeta no le “tocan un pelo”
entonces a mentir. Esta es una regla inque- al Código Penal.
brantable de toda sociedad humana. Así, en Un argumento mucho más poderoso en
el caso de la novia y su peinado del ejemplo, favor de la mentira, en la experiencia de la
es claro que situaciones de este tipo se dan fenomenología cotidiana, lo encontramos en el
con muchísima frecuencia. Y en la fenome- siguiente postulado: Nunca la realización de un
nología de la vida social, es prácticamente valor de verdad (o de corrección ética) se hace
imposible que alguien, en una situación en sentido absoluto. Siempre se hace a costa de
como en el ejemplo del niño que se encuentra otro objeto o persona. Dicho con otras palabras,
terminalmente enfermo en un hospital, vaya si yo deseara ser igualmente veraz con todos los
a ser informado por sus padres respecto de su individuos, debería brindar idénticas condiciones
inminente muerte. Esas cosas simplemente de información y comprensión a todos los
no suceden, o suceden muy escasamente. interlocutores; lo cual siempre será, como hemos
Por tal razón, la tesis de la justificación ya examinado, imposible. Sólo Dios podría hacer
sostiene que la vida social sería imposible tal cosa. Por lo tanto, en un mundo contingente
sin recurrir, ora directa ora indirectamente, (“Welt der Zufalls”), un valor de verdad lo es
a algún tipo de mentira (aunque sean “blan- siempre respecto de unas ciertas condiciones
cas” o “piadosas”); por lo que la veracidad dadas. No puede existir lo Incondicional (más
absoluta se rechaza como una ilusión ingenua que como una especulación metafísica) o como
de algún filósofo alemán o de un cristia- una aspiración hacia lo “mítico”, en el sentido de
no autista. Esta distinción presupone, como Kolakowski (1927-2009):
puede verse, una división en al menos dos
planos: Por un lado, el plano de la realidad Vislumbramos la discontinuidad del tránsi-
(mucha gente simplemente miente) y el plano to, es decir, sospechamos que, visto desde
de los principios morales (no se debe mentir). las cualidades del estado previo, no hay

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necesidad de que se produzca un tránsito y que es uno de los seres humanos más nobles,
(Las leyes [físicas] que significan, que en buenos y dignos que jamás he conocido. Eviden-
determinadas condiciones aparecen siempre temente he mentido. Y he mentido crasamente.
determinados fenómenos, describen lo que La cuestión es: ¿Y qué hay de malo en ello?
sucede de hecho; pero no contienen indica- No es posible respaldarse aquí en la hipótesis
ción de que ‘tenga’ que ser así. Ellas pueden
consecuencialista, al menos en lo que respecta a
ser explicadas como casos particulares de
las consecuencias fácticas de esa mentira, pues
regularidades más generales, pero dichas
regularidades más generales no trascienden
el individuo X respecto de quien se ha mentido,
nunca la barrera de la facticidad o de la nunca se da por enterado y la persona Z a quien
contingencia en el sentido leibniciano del se lo dije ha muerto.
término, y por cierto nunca esencialmente.10 Alguien podría decir que dicha mentira
está mal, porque estoy siendo un hipócrita. Sin
En realidad, este fenómeno ha sido ya visto embargo, el problema con esta respuesta es que
por el análisis metaético desde tiempo atrás: Se se trata, bien vista, de un pseudoargumento; es
trata del llamado carácter antinómico de los decir, de una respuesta circular, pues en realidad
valores. La realización de un valor, casi siempre aquí ‘mentiroso’ es sinónimo de ‘hipócrita’ (decir
implica el sacrificio de otro que se le opone o es una cosa y pensar otra); por lo que hemos efectua-
antitético respecto de él. Si, por ejemplo, deseo do una mera sustitución semántica. Hemos caído
así en el sofisma de sustituir una definición por
fortalecer la libertad de expresión en una comuni-
otra. Al final, igual se queda uno con el interro-
dad (y los valores que esta entraña), es casi seguro
gante de ¿por qué está mal ser hipócrita? Con esa
que perjudicaré el derecho de privacidad de los
respuesta no llegamos lejos.
individuos y es probable que hasta aumente el
Igualmente podría apelar, en la respuesta,
número de delitos contra el honor, como la difa-
a un simple criterio de autoridad: Decir, por
mación y las injurias. Como dirían los norteame-
ejemplo, mentir o ser hipócrita está mal porque
ricanos de manera muy gráfica: There is no free
esa es mi creencia, o porque lo prohíbe la Biblia,
lunch. Algo similar, aunque no idéntico, sucede
porque es una costumbre de las personas malas,
con el valor de veracidad. Su realización siempre
porque mis padres me enseñaron a no hacerlo, o
significará algún sacrificio en algún respecto y
simplemente porque tengo ese como un criterio
respecto de algunos objetos o personas.
fundamental de mi conducta. El problema con
esta respuesta es que apela, en última instancia y
bien vista la cosa, a un valor esencial que actúa
4. Las consecuencias de la mentira como una autoridad; es decir, aquí se renuncia a
la argumentación lógica propiamente y se pasa al
Quizás la pregunta más importante respecto imperio del dogma.
de la mentira es la siguiente: ¿Por qué es malo Un argumento más poderoso que la hipótesis
mentir; es decir, por qué consideramos que es consecuencialista de por qué la mentira es moral-
moralmente reprochable hacer tal cosa? Alguien mente reprochable, lo ofrece la siguiente idea:
argumentaría, y con razón en algunos supuestos, Mentir es malo, aunque nunca nadie se entere de
que es malo mentir por las consecuencias que la mentira y aunque ella nunca surta efecto alguno
ello acarrea (denominemos a esta la hipótesis en el mundo exterior, porque el mentiroso mismo
consecuencialista de la mentira). Pero, imagi- sí sabe que mintió y eso es más que suficiente.
nemos una mentira como la siguiente: Llego y Denominemos a esto la hipótesis de la culpa. La
hablo muy mal de una persona X con un tercero conciencia es la presencia de Dios en el hombre,
Z, quien unos días después fallece (diciendo que decía Víctor Hugo (1802-1885). Sin embargo, hay
es un rastrero, sinvergüenza, corrupto y despre- que ser realistas. Existen personas (y muchas,
ciable); y la persona X de la que hablé mal jamás creo yo) que jamás se sentirían mal (o culpables)
se da por enterada. Luego, consultado al respecto, por una mentira suya respecto de la cual nadie se
afirmo que quiero muchísimo a esa persona X da por enterado. O sea, que finalmente ellos “se

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salen con la suya”, y les importará poco o nada si es sobre una persona o sobre naciones enteras)
saber de su propio engaño. Por consiguiente, la generan gratificación, o sea, placer. Ello repre-
remisión a una presunta “culpa” del mentiroso senta, finalmente, una autoafirmación del yo.
no es más que un prejuicio nuestro basado en el Recuerdo, en este sentido, a una amiga
wishful thinking, de que las personas actúen y quien se regocijaba, al contarme con todos los
sientan lo mismo que nosotros sentimos o que, detalles, cómo engañaba a su esposo. No era,
en su defecto, hagan lo que nosotros estimamos decía ella, tanto la infidelidad por sí misma; es
correcto. La existencia de semejante “conscien- decir, no se trataba de un tema (contrario a lo
cia” es una presunción bien ilusa. que se podría creer) de naturaleza solo sexual.
Otra argumento muy fuerte sobre la repro- Era más que eso. Era la prohibición. Era saber
chabilidad de la mentira, más allá de sus conse- que se tenía un conocimiento que la otra parte
cuencias o de la culpa que pueda o no generar, no tenía y que, por tanto, se ejercía una cuota
radica en que muchas veces se miente por puro y de dominio sobre ella. Es que mi esposo es un
simple odio. El odio es un sentimiento malo, des- tontito y no sabe nada de lo que yo hago, me
tructivo, rastrero; por lo tanto, la mentira también decía esta amiga, con gran regocijo, respecto de
lo es. Muchas personas mienten para causar daño, los múltiples amantes que tenía a espaldas de
es decir, para destruir emocional o materialmente su esposo. Felizmente casados por más de diez
a otra u otras personas. Esa destrucción puede años; y sin embargo, ella le era infiel una y otra
tomar muy variadas formas: desde la simple vez en situaciones cada vez más alambicadas y
difamación, inducir la pérdida de un trabajo, la complejas, donde la mentira se tornaba con el
ruina de una familia, la quiebra financiera, hasta tiempo una verdadera trama de pasión y trai-
cosas tan graves como la aniquilación física ción. Primero, le fui infiel con un desconocido,
(ejemplo, el mafioso que denuncia como traidor luego con un compañero del colegio, luego me
a un miembro de la banda quien es, empero, leal acosté con una amistad de ambos; para final-
a esta). Existen individuos que se deleitan con la mente terminar, me contaba ella, con su propio
muerte de alguien o con su sufrimiento. A veces cuñado. En esa frase, en realidad, se concentra
es difícil aceptar, quizás por una poca de ingenui- con toda su fuerza discursiva el placer generado
dad o inocencia, que hay personas (¡y no pocas!) por el engaño. Y ese placer es una de las fuen-
dispuestas a mentir, engañar, inventar o torcer tes inagotables de las que extrae la mentira su
cualesquiera hechos con el propósito de obtener poderío. Al conocer algo que la otra persona no
beneficios personales para sí mismos o para ter-
conoce, al tener acceso a un conocimiento que el
ceros; o finalmente, para que otros individuos no
otro no posee, se genera un sentimiento de supe-
los obtengan o los pierdan. Sucede como en el
rioridad. Y ese sentimiento probablemente pese
ámbito de la política, donde con razón se puede
muchísimo más, en la balanza de ponderaciones
hablar de una suerte de “inmoralidad intrínse-
psicológicas, que cualquier argumento racional
ca” de ese campo. De allí que se haya dicho al
que apele a la inmoralidad de la mentira. Por
respecto: Necesitamos [políticos], al igual que
lo general, no hay deber que resista por mucho
necesitamos recolectores de basura, y en ambos
tiempo a la fuerza del placer. Tarde o temprano
casos deberíamos esperar que huelan mal.
este termina venciendo a sus adversarios, pues
Como contracara de la mentira por odio, es
tal y como preconizaba J. Bentham (1748-1832):
necesario apuntar también a la mentira por pla-
cer. Una de las situaciones más corrientes en el
La naturaleza ha colocado a la humanidad
plano de la acción humana (y esto fue visto por
bajo el imperio de dos amos soberanos: el
S. Freud [1856-1939] de una manera excepcional- placer y el dolor. Sólo a ellos corresponde
mente clara) es que muchas de las conductas que determinar lo que deberíamos hacer así
ejecutan los individuos encuentran su raíz en el como lo que haremos. El patrón de lo ver-
placer que les depara esas conductas. Saber que dadero y lo falso, por una parte, y, por otra,
se engaña a otra persona es, en cierto sentido, un la cadena de causas y efectos, están atados
acto de poder. Y los actos de poder (no importa a su trono. Ellos gobiernan todo lo que

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hacemos, todo lo que decimos y todo lo que No obstante, muchas veces esas consecuencias
pensamos; todo esfuerzo que podamos hacer nunca se conocen, por lo que se debería concluir,
para librarnos de su tiranía sólo servirá para entonces, que una mentira que no se descubre no
demostrarla. Un hombre podrá pretender, de es mentira del todo. Frente a esta consideración,
palabra, que reniega de su imperio; pero, en
se ha defendido la “hipótesis de la culpa”, según
realidad, continuará siempre sujeto a ellos.11
la cual lo reprochable no se deduce de que la men-
tira se descubra, sino de que el mentiroso sabe él
Aunado a la mentira por placer está un tema
mismo que miente y eso es suficiente para repro-
que ya he planteado someramente, pero que en
charla. No obstante, esa idea de que todos tienen
este contexto es muy pertinente traer de nuevo
consciencia para reconocer sus propias mentiras
a colación: el autoengaño. La mentira es tan
y el daño que con ellas producen, obedece a una
poderosa no solo porque depara placer y grati-
imagen bien ingenua (wishful thinking) y distor-
ficación emocional (como se ha visto), sino por-
sionada de las relaciones humanas. La vitalidad
que evita el dolor. Pocas cosas hay tan dolorosas
de la mentira se encuentra, por el contrario, en
como el reconocimiento de una verdad respecto
el hecho de que ella tiene sus raíces más hondas
de la cual no hay escapatoria. En otro lugar he
en la búsqueda permanente de placer de los seres
dicho al respecto:
humanos, o cuando menos, en la búsqueda per-
Esta supresión [la del reconocimiento de la manente de cómo evitar el dolor.
verdad] se produce, tal y como se ha indica-
do ya, por razones de equilibrio emocional o
simplemente para evitar el dolor que puede 5. La mentira en contexto
causar enfrentarse con un hecho desagra-
dable. Se trata, finalmente, de un trueque Quizás uno de los aspectos fundamentales de
entre dolor y conciencia: entre menos sepa la mentira es el hecho de considerar que el daño
yo, menos experimento la angustia generada
que ella cause o no, depende en buena medida
por la conciencia de mi entorno. La vida
sería insoportable si una persona tuviera que del contexto en que esta se exprese. Una mentira
prestar atención y preocuparse por todos los política puede afectar a toda una comunidad,
fenómenos que le rodean. Por eso, tiene que mientras la mentira que le hacemos a la mamá
ser altamente selectiva. Escoger, voluntaria en su día sobre su peinado no causará mayores
o involuntariamente, entre la gigantesca estragos. No es lo mismo mentir en un contexto
cantidad de sensaciones, de impresiones, informal, tomando un café con los amigos y
de imágenes, de emociones y de informa- confesándoles sobre alguna inexistente aventura
ción que le bombardea a cada instante. Si nuestra con una femme fatale (algo así como para
no se hiciera esta selección, la conciencia
“hacerse el interesante”), que mentir en un juicio
quedaría paralizada ante la incertidumbre
donde se persigue a un peligroso narcotraficante.
de las posibilidades abiertas. La elección
dependerá de muchísimos factores, pero es Tratando de sistematizar un poco el asunto de los
de suponer que uno de ellos es elegir aquella contextos, quisiera proponer, a título de una cla-
información que resulte vital para nuestros sificación general, pero con carácter heurístico o
intereses o que no genere dolor.12 didáctico, la siguiente división:

Nada más grato, pues, que ocultar la reali- (A) En primer lugar, hay una esfera pública en la
dad, o al menos una parte de ella, bajo el manto cual no solo es un deber moral, sino también
de una mentira; y si esta es dirigida contra uno incluso un deber legal, expresar la verdad de
mismo, pues mucho mejor. lo que uno conoce respecto de ciertos suce-
En resumen: Se suele sostener que la men- sos. Así sucede, por ejemplo, con las decla-
tira debe su carácter reprochable esencialmente a raciones que como testigo se rindan en una
las consecuencias destructivas que esta produce corte. De no hacerse así la persona corre el
(“hipótesis consecuencialista de la mentira”). riesgo de ser sancionado por el delito de falso

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testimonio, tal y como establece el artículo si usted quiere o no a su abuela octogenaria


316 del Código Penal Costarricense: que está en el asilo de ancianos? Estas son
cuestiones sobre las cuales estimo que una
Será reprimido con prisión de uno a cinco persona no tiene deber alguno de responder.
años, el testigo, perito, intérprete o traductor Su negativa a hacerlo no podría calificarse
que afirmare una falsedad o negare o callare como mentira en sentido estricto.
la verdad, en todo o en parte, en su deposi-
ción, informe, interpretación o traducción,
hecha ante autoridad competente… 6. Algunas conclusiones (no tan
“mentirosas”) sobre ética
Este ámbito se circunscribe, esencialmente,
creo yo, a las experiencias laborales, académicas,
profesionales, en las cuales uno se desempeñe y Después de lo señalado hasta este punto de
tenga que rendir cuentas ante terceros que, o bien las reflexiones, creo que ha de quedar clara una
pagan por servicios que prestamos, o bien tienen circunstancia que, en lo personal, me parece ser
un interés legítimo en conocer una determinada una idea fundamental de este trabajo: La mentira
situación de la cual uno está al tanto. es llanamente inevitable en ciertos ámbitos de la
vida, tanto pública como privada. La razón para
(B) En segundo lugar, hay una esfera privada ello es sencilla (tal y como hemos ya reiterado en
respecto de la cual una persona que es inte- este trabajo): Ella satisface pulsiones básicas de
rrogada sobre un hecho, evento o circunstan- los seres humanos, placer, amor y odio. Hay gente
cia de su vida, no tiene necesariamente que que miente para destruir, otros para enriquecerse,
responder a lo que se le pregunta. Su silencio aún otros para ocultar sus actos, y otros simple
no cabe dentro de la mentira. Si, por ejemplo, y sencillamente porque la mentira les depara
un desconocido me interroga, sin motivo placer. Saber que se engaña a otra persona es, en
aparente, sobre cuántos hijos tengo, o sobre cierto sentido, un acto de poder. Y los actos de
si estoy casado o no, sobre el lugar dónde poder (no importa si es sobre un solo individuo
vivo o el tipo de vehículo que utilizo, no o sobre naciones enteras) generan gratificación,
debo responder a esas preguntas si no deseo goce. Ello representa, finalmente, una autoafir-
hacerlo. No faltaría a la verdad si no lo hago. mación del yo. Cuándo se ha de mentir y cuándo
Ahora bien, si lo hago existe, al igual que en no es una cuestión que esté librada a un cálculo
otros ámbitos de la vida cotidiana, un cierto de las consecuencias. Sin embargo, respecto
deber moral de responder con la verdad. Se de ese cálculo, la mayoría de personas no sabe
trata aquí, básicamente, de un uso social de prácticamente nada que no pertenezca al orden
cortesía en la vida cotidiana. del prejuicio, de una doble moral, o de la mera
(C) En tercer y último lugar, creo que existe valoración subjetiva.
una esfera íntima en relación con la cual En la fenomenología cotidiana el asunto
no existe, creo, por parte del individuo, un básicamente transcurre así: Un hombre le miente
deber moral ni tampoco legal, social ni de a su novia embarazada respecto de un romance
otra índole, de contestar a las preguntas que tiene con su mejor amiga. El cálculo de
que se le formulen ni tampoco de brindar consecuencias transcurrirá, más o menos, de
información a ese respecto. ¿Es cierto que esta forma:
a usted le gusta el sexo sadomasoquista?
Si le digo a mi novia, ella no va a entender
¿Diga si es verdad o no que usted es un
que aún la amo, que ese romance no signi-
homosexual reprimido? ¿Verdad que usted fica nada, que sólo a ella me la “tomo en
pertenece al Club Swinger de la ciudad? serio”. De igual manera, es probable que el
¿Usted es uno de esos cristianos hipócritas asunto no pase a más y que termine pronto.
que van a la iglesia y luego se van a meter La situación solo se ha dado un par de veces
a un prostíbulo? ¿No sea farsante y díganos y estoy convencido de que no se va a repetir

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más en el futuro, ya que finalmente la amiga Más allá de esta posible racionalización,
no me gusta tanto. Prefiero mil veces cons- surgen aquí varias preguntas de fondo: ¿Tendrá
truir un hogar con mi novia embarazada que razón el hombre en mentir a su novia embarazada
con su amiga. En cambio, si le confieso todo, y conservar así lo que, quizás y con el paso de los
ella va a sufrir demasiado. Es casi seguro años, se convierta en un matrimonio feliz? Asu-
que se marche de mi vida, por lo cual nuestra
mamos que sus razones son auténticas, ¿justifican
relación y todo lo vivido a lo largo de estos
ellas su decisión de mentir? ¿Está esa acción jus-
años se perderá para siempre, resultando
imposible educar juntos al bebé, por lo cual tificada moralmente a la luz de las consecuencias
también él sufrirá las consecuencias de mis previsibles que podrían resultar de decir la ver-
acciones. Igualmente, ella va a tomar mi dad? ¿Y cómo conocer esas consecuencia, pueden
romance con su amiga como una gran trai- ellas acaso calcularse? Si nos tocara poner en una
ción, lo que significa que también le dejará suerte de balanza las consecuencias negativas
de hablar a ella y eso la hará sufrir aún más, por un lado y las consecuencias positivas por el
pues se conocen desde la infancia. Entonces, otro, ¿cuál sería el resultado de esa acción? ¿Qué
el daño que le causará saber la verdad, es opinaría, a su vez, la novia si se le pusiera hipoté-
probablemente mucho mayor al daño que le ticamente a escoger?
causará si no sabe nada, o sea, si le oculto la El gran problema que hay respecto de estas
situación por siempre. Así nos casaremos, preguntas es que no tienen respuesta clara y si la
nacerá nuestro hijo, lo educaremos juntos y
tienen, esa respuesta no se suele discutir en los
formaremos un hogar.
debates éticos que hay sobre el tema. Todo lo cual
nos coloca en una situación bastante desventajo-
En un caso como este, lo primero que salta sa. Por un lado, en la vida cotidiana se nos hace
a la vista y que debe tomarse en cuenta, en un necesario en algunos casos, si queremos vivir en
análisis realista del caso, es que muchas veces sociedad, mentir; y por otro lado, no sabemos
todo lo que se diga aquí es una mera racionali- cómo debe hacerse y bajo cuáles circunstancias.
zación (o sea, una justificación psicológica de la Dicho de una manera algo provocativa: ¡El pro-
propia conducta) por parte del agente. El novio blema no es solo la mentira, es no saber mentir!
buscará cómo “acomodar” sus propias razones, En el proceso de enfrentar situaciones de la vida
de tal manera que calcen con lo que él de por práctica, las personas lo que hacemos es, de una
sí desea hacer. Con otras palabras, encontrará manera más o menos intuitiva, ponderar las ven-
razones, buenas o malas, que le permitan o bien tajas de mentir con sus desventajas. En ese proce-
mentir o bien decir la verdad, dependiendo todo so, al no contar con ningún tipo de herramienta,
ello de lo que previamente haya decidido (esto se suelen cometer muchos errores, los cuales se
en el entendido, claro está, de que él se plantee pagan caro.
el problema, pues bien podría –y eso es lo más Una ética realista debería tomar en cuenta la
frecuente– ni siquiera “darle cabeza al asunto”). situación descrita, desarrollando algo así como
Esa decisión, por supuesto, habrá sido adoptada un “arte de la mentira”.13 Tal propuesta. aunque
siguiendo casi siempre un parámetro del placer parezca paradójicamente absurda (¡y poco ética!),
(o sea, de evitar el dolor) y no el del deber. Lo no deja de tener alguna justificación racional,
que se buscará es, esencialmente, evitar el sufri- pues es mejor decidir sobre un dilema moral con
miento inmediato que pueda traer aparejada la algún conocimiento de los posibles cursos de
situación del engaño. En ese proceso se pensará acción, que decidir simplemente a pura intuición,
muy poco en las consecuencias que hacia futuro a pálpito, y basándonos única y exclusivamente
pueda o no acarrear la mentira. Las personas en nuestros prejuicios favoritos. El problema
suelen ocuparse con preferencia de aquellas quizás con muchas disciplinas normativas (como
situaciones que en el corto plazo les generan la ética, el derecho, la estética, la política, etc.) es
goce o les evitan sufrimiento; y solo de manera que se basan, más que todo, en la consideración
muy excepcional de aquellas situaciones que de lo que las personas deberían hacer, dejando
traigan consecuencias a largo plazo. por fuera lo que realmente hacen en sus vidas

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prácticas. De esa manera, se crean unos precep- mentir), sino y básicamente alertar sobre los
tos abstractos (muy bonitos y consecuentes en hábitos morales que se dan en la vida cotidiana,
el ámbito puramente teórico), pero sin ningún así como las complejidades, perplejidades y los
asidero en las prácticas vitales de las gentes. Es dilemas que de ellos se derivan. Tal tarea está,
como creer que es posible gobernar un pueblo por supuesto, aún pendiente y es casi seguro que
solamente con la República de Platón (427-347). lo estará por mucho tiempo, dado el carácter
Lo anterior –no está de más decirlo– no es esencialmente mitómano de la acción humana.
apología, excusa, justificación, de la mentira. Es
descripción de lo que pasa. La gente miente. Y en
el cálculo de las consecuencias de sus mentiras se Notas
suele equivocar crasamente. Eso produce dolor.
Y el dolor produce sufrimiento y tragedia. La 1. El título de este trabajo está inspirado en la frase
mentira es, por consiguiente, dolor y tragedia. de Nietzsche (1844-1900), en su Genealogía de la
Es mal. Y como todo mal, hay que evitarlo. Pero Moral: Nicht dass du mich belogst sondern, dass
esta constatación no suprime ni anula la situación ich dir nicht mehr glaube, hat mich erschüttert.
realmente de fondo: ¿Qué hay que hacer cuando 2. Noticia referenciada en http://www.lanacion.
no queda otra más que mentir? Quizás la respues- com.ar/1119561-se-dicen-tres-mentiras-por-cada-
ta, por dramática que parezca, puede ser: Hay 10-minutos-de-conversacion. Consultado el día 6
que mentir “bien”; o al menos, escoger la mentira de noviembre de 2014.
que cause menor dolor y tragedia. Y allí radica el 3. Ensayo sobre la mentira, en Revista Opción 151,
verdadero reto de una ética que se base en algo ITAM, septiembre de 2008, 3.
más que unos preceptos generales y abstractos de 4. Para el examen de esta hipótesis, así como de
la condición humana. otros problemas referidos a la causalidad, ver mi
El valor fermental, imperecedero y perdu- libro Yo me engaño, tú te engañas, él se… Un
rable del De Principatibus (1513) de Niccolò repertorio de sofismas corrientes en las ciencias
Machiavelli (1469-1527), para citar solo un ejem- sociales. O de la guerra sin fin contra el pensa-
plo conocido, no es que nos haya dicho que en miento dogmático. Isolma, San José, Costa Rica,
la política se deba mentir, engañar, o recurrir a segunda edición (2011), en especial el capítulo 10.
la corrupción y la farsa para gobernar; sino que 5. Rafael Ángel Herra ha expuesto, en un catálogo
tales cosas existen, nos guste o no, lo queramos o de manifestaciones sobre el autoengaño, varias
de las maneras en que este se expresa. Dice al
no, y que el buen gobernante es aquel que incluye
respecto:
tales variables dentro de su programa de conside-
“El autoengaño sucede de muchas maneras:
raciones prácticas por tomar en cuenta a la hora
1. Me justifica (o me da la ilusión de disculpar-
de gobernar. El valor radica en abrir los ojos a me) ante mí mismo y ante los demás por lo
algo que ya se daba, pero que se solía esconder que hago o dejo de hacer,
dentro de la “política del papel”. Se inaugura 2. transforma en beneficio propio la autoper-
así lo que tiempo después Ludwig von Rochau cepción y la percepción de los demás,
(1810-1873) denominaría la Realpolitik (“política 3. sesga en mi beneficio los conflictos de
realista o actual”). Pues bien, no estaría de más intereses,
que dentro de los programas de ética normativa se 4. adapta la realidad (o su percepción) y las
sugiriera un capítulo de algo así como una “Rea- conductas que se derivan de ahí al punto de
lethik” (“ética realista o actual”), cuyo principal vista personal, al del grupo o incluso al de la
cultura,
objeto de estudio sería el reconocimiento (no la
5. elige la fuente de deber más apropiada a mis
prescripción, claro está) de aquellas conductas de
deseos o intereses,
los agentes morales que se dan en su praxis vital, 6. me permite castigar en los demás mis pro-
más allá de lo que indiquen los códigos morales pios vicios sin que yo los asuma como
explícitos. El propósito de una ética así conce- propios,
bida no sería, evidentemente, la recomendación 7. me ayuda a burlar los conflictos de lealtad,
de unos “vicios” de la acción humana (como el resolviéndolos en beneficio propio,

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NO ES QUE ME HAYAS MENTIDO LO QUE MÁS ME CONMUEVE... 105

8. me salva de un examen de conciencia crista- Kolakowski, Leszek. (1972). La presencia del


lino sobre mi manera de actuar y de relacio- mito. Traducción de Gerardo Bolado. Madrid:
narme con los demás, Ediciones Cátedra, S. A.
9. enmascara las fuentes de mi conducta, Salas, Minor E. (2011). Yo me engaño, tú te engañas, él
10. alivia el dolor que muchas veces me deparan se… Un repertorio de sofismas corrientes en las
mis actos, ciencias sociales. O de la guerra sin fin contra
11. da las coartadas de superioridad a mi cultura el pensamiento dogmático. Segunda edición. San
en detrimento de culturas ajenas, José: Isolma.
12. legitima las construcciones imaginarias que Swift, Jonathan. (2009). El arte de la mentira política.
sirven para justificar actos aislados, conduc-
Traducción de Esteve Serra. El Barquero.
tas genéricas y percepciones de la realidad,
13. facilita coartadas de exculpación, etc.” (R.
A. Herra, 2007, 13-14). Páginas Web visitadas
6. Texto tomado del sitio http://www.uruguayeduca.
edu.uy/Userfiles/P0001/File/KANT_sobreunsu- http://www.lanacion.com.ar/1119561-se-dicen-tres-
puestoderechoamentir2.pdf. Consultado el día 16 mentiras-por-cada-10-minutos-de-conversacion.
de octubre de 2014. Consultada el día 6 de noviembre de 2014.
7. Texto tomado del sitio http://www.uruguayeduca.
http://www.uruguayeduca.edu.uy/Userfiles/P0001/
edu.uy/Userfiles/P0001/File/KANT_sobreunsu-
File/KANT_sobreunsupuestoderechoamentir2.
puestoderechoamentir2.pdf. Consultado el día 16
pdf. Consultada el día 16 de octubre de 2014.
de octubre de 2014.
8. Idem. http://www.uruguayeduca.edu.uy/Userfiles/P0001/
9. Consultado en http://www.jacquesderrida.com.ar/ File/KANT_sobreunsupuestoderechoamentir2.
textos/mentira_politica.htm pdf. Consultada el día 16 de octubre de 2014.
10. L. Kolakowski, La presencia del mito, traducción http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/mentira_
de Gerardo Bolado, Cátedra, Madrid, 1972, 16. politica.htm
11. J. Bentham, The principles of moral and legisla-
tion, Prometheus Books, New York, 1988, 1.
12. Al respecto véase mi libro Yo me engaño, tú te Minor E. Salas (minor.e.salas@gmail.com) se
engañas, él se…, 41. desempeña como Profesor Catedrático en las cáte-
13. Téngase presente que esta no ha sido una idea dras de Filosofía del Derecho y de Derecho Penal de
inusitada. Así, por ejemplo, Jonathan Swift (1667-
la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa
1745) escribió en el siglo XVIII su El arte de
la mentira política, traducción de Esteve Serra,
Rica. Además, dedica medio tiempo de su jornada
Editorial El Barquero, 2009. de trabajo al Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la Universidad de Costa Rica, desde el cual
ha realizado múltiples publicaciones nacionales
Referencias e internacionales sobre temas de Derecho Penal,
Filosofía del Derecho y Epistemología de las
Alexander Keferstein, Lutz. (septiembre de 2008). Ciencias Sociales, entre otros.
Ensayo sobre la mentira. Revista Opción 151, Actualmente es también abogado penalista
ITAM. para el renombrado Bufete “PenalCorp: Rivero y
Bentham, Jeremy. (1988). The principles of moral and
Asociados”.
legislation. New York: Prometheus Books.
Herra, Rafael Ángel. (2007). El autoengaño. Palabras
para todos y sobre cada cual. San José: Editorial Recibido: el lunes 4 de abril de 2016.
de la Universidad de Costa Rica. Aprobado: el miércoles 13 de abril de 2016.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LVI (145), 89-105, Mayo-Agosto 2017 / ISSN: 0034-8252

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