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EL VALOR DEL DOMINGO CRISTIANO 1. EL DIA DESCRISTIANIZADO Cada vez se percibe mas cémo el domingo pierde su sentido religioso en nuestra sociedad. Ha pasado de ser el dia de referencia para muchos, por muchas razones, a formar parte de lo que ahora se denomina ‘el fin de semana’. En la mente de muchos contemporaneos, lo que marca la pauta del tiempo es precisamente la moda del ‘fin de semana’. Se vive esperando que llegue el viernes por la tarde o el sabado a mediodia para comenzar a disfrutar de las oportunidades que ofrecen esos dias. En la manera de entender actualmente el domingo esta influyendo la secularizaci6n. Ella ha ido y va desgastando el valor y sentido religioso original. Ahora el domingo se concibe de muchas maneras: Dia de “chandal”. Cada vez son mds las personas que aprovechan el dia para hacer deporte, bien sea como ocio, entrenamiento o competicién. Asi que la ropa deportiva, especialmente el chandal, se ha convertido en el uniforme del dia Dia de “trabajo”. Muchas empresas ya no paran su produccién ningun dia de la semana. Tienen a sus trabajadores por turnos y les conceden el dia de descanso seguin un calendario laboral fijado previamente. O también hay personas que aprovechan el domingo para sacarse un sobresueldo con un segundo trabajo o dedicarse a trabajar en algo propio. Dia de “compras”. La creacion de grandes superficies comerciales ha hecho que cada vez se vayan liberalizando los horarios de apertura de los comercios y que, sobre todo en determinadas fechas, el domingo sea el mejor dia para ir a compras. Dia de “casa”. A veces el ritmo de la semana impide poder estar tranquilamente en casa, disfrutando de la tranquilidad del hogar, o hay que hacer aquellas tareas domésticas que no se pueden hacer el resto de los dias de la semana Dia de “familia-amigos”. E! domingo se convierte en el Unico dia de la semana que muchas familias tienen para poder estar juntas 0 para poder encontrarse con los amigos. Se aprovecha para quedar y pasar el dia, aunque se estan imponiendo cada vez mas las quedadas nocturnas del sdbado. El domingo se prefiere descansar y prepararse para afrontar el lunes. En todas estas maneras de concebir el domingo desaparece la dimensién religiosa, pero revela una necesidad del hombre actual: encontrar un dia para ‘si’, para “sus cosas”. El hombre anhela un tiempo para si, que le Dotegacidn opiscopa de Catequesis - Didcosis de Jaén 8 permita desconectar de su rutina, de esa monotonia que le impide ser duefio de las riendas de su propia vida 2. EL DOMINGO ES UN DIA ESPECIAL Hay momentos y dias que son especiales para los esposos (el aniversario), para la familia (las despedidas y los reencuentros) y para el cura (el recuerdo anual de la ordenacién), porque adquirieron un sentido simbodlico Y eso mismo pasa en la vida cristiana Los primeros cristianos, a pesar de que habian estado afios y afios celebrando el sabado como dia de descanso y culto, escogieron desde el principio el domingo como su dia de reunién y de eucaristia. El motivo parece claro: es el dia en que resucit6 Jestis, el que entonces se llamaba «primer dia» después del sabado, y que ellos fueron entendiendo progresivamente como «dia del Sefior». Podian haber optado por el jueves (el recuerdo de la institucién de la eucaristia), 0 por el viernes (el dia de la muerte de Jestis), 0 por el mismo sabado, cambiando su contenido. Pero fue el domingo el dia que ya desde la primera generacién se caracteriz6 como dia festivo de reunién para los cristianos' EI evangelista Juan nos ayuda a entender el domingo cristiano a partir de los acontecimientos que tuvieron lugar después de la resurreccién del Sefior: «Al atardecer de aquel dia, el primero de la semana, estaban los discipulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judios. Llego Jestis, se colocé en medio, y les dijo: "Paz a vosotros". Dicho esto, les mostré las manos y el costado. Los discipulos se llenaron de alegria al ver al Sefior. Jesis repitié: "Paz a vosotros. Como el Padre me envio, asi yo 0s envio". Dicho esto, soplé sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espiritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengais, les quedan retenidos".. A los ocho dias estaban de nuevo dentro los discipulos y Tomas con ellos. Vino Jess a puertas cerradas, se colocé en medio de ellos y les dijo "Paz a vosotros".»°3 Juan insiste en este breve relato en muchos aspectos: — El hecho sucede en un dia concreto: el primer dia; y luego, de nuevo, otra vez se repite el domingo siguiente: a los ocho dias. — En esos dos dias, los discipulos estan reunidos. — El Resucitado se hace presente en medio de ellos. — La fe de los discipulos, no compartida al principio por Tomas, a pesar del testimonio de todos, y luego alabada por Jestis, también en Tomas, con proyeccién hacia todos nosotros: «dichosos los que crean sin haber visto. " «La iglesia por una tradicién apostélica que trae su origen desde el mismo dia de la resurreccion de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho dias, en el dia que es llamado con raz6n dia del Sefior o domingo» (SC 106). 2 Jn 20, 19-23.26. Delegacion episcopal de Catequesis - Didcesis de Jaén 8 — El Resucitado comunica a los suyos la paz y el Espiritu. — El recuerdo de la pasién de Jess: el resucitado muestra las sefiales de la pasion. — Elenvio misionero y el encargo de la reconciliacién Ya para la comunidad jodnica el domingo se habia llenado de contenido. Pero no es éste el unico testimonio al respecto. El Nuevo Testamento nos ofrece abundantes textos que nos hablan de la densidad de sentido conferido desde el origen al dia primero de la semana’. 3. ALGUNOS TESTIMONIOS DE LA IGLESIA ANTIGUA “El dia que se llama del sol se celebra una reunién de todos los que moran en las ciudades 0 en los campos; y alli se len, en cuanto el tiempo lo permite, las “Memorias de los Apéstoles o los escritos de los profetas. Luego, cuando el lector termina, el que preside toma la palabra para hacemos una exhortacién e invitacién para que imitemos esas hermosas ensefianzas. Seguidamente, nos levantamos todos a una y elevamos nuestras preces, y éstas terminadas, como ya dijimos, se ofrece pan, vino y agua, y el que preside, segun sus fuerzas, hace igualmente subir a Dios sus oraciones y acciones de gracias, y todo el pueblo expresa su conformidad diciendo: “Amén’. Luego se hace la distribucién y participacién de la eucaristia, para cada uno. Envidndose su parte, por medio de los didconos, a los ausentes. Los que tienen y quieren, cada uno segiin su libre determinacién, da lo que bien le parece, y lo recogido se entrega al que preside. Y él socorre con ello a huérfanos y viudas, a los que por enfermedad o por otra causa estan en la indigencia, a los que estan en las carceles, a los forasteros de paso, y, en una palabra, él se constituye provisor de cuantos se hallan en necesidad Celebramos esta reunién general el dia del sol, por ser el dia primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo, y el dia también en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucit6 de entre los muertos” (San Justino, siglo II) En Abitina, pequefia localidad de la actual Tunez, 49 cristianos fueron sorprendidos un domingo mientras, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristia desafiando asi las prohibiciones imperiales. Tras ser arrestados fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procénsul Anulino. Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procénsul que le preguntaba por qué habian transgredido la severa orden del emperador. Respondié: “Sine dominico non possumus"; es decir, sin reunimos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristia no podemos vivir. Nos faltarian las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir. Después de atroces torturas, estos 49 martires de Abitina fueron asesinados. Asi, con la efusién de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron. (12 de febrero de 304) ° Ver Le 24,13-35 (el episodio de Emats), Hch 20,7-12 (la reunién dominical en Troada); 1Cor 16,1-2 (la colecta en favor de los santos en el dia primero de la semana); Ap 41,10 (la iluminacién del apéstol tiene lugar en el «dia del Seftor»), Detegacidn episcopal de Catequesis - Didcosis de Jain 8 “El dia del Sefior, el dia de la Resurreccién, el dia de los cristianos, es nuestro dia. Por eso es llamado dia del Sefior: porque es en este dia cuando el Sefor subi6 victorioso junto al Padre. Si los paganos Io llaman dia del sol, también lo hacemos con gusto; porque hoy ha amanecido la luz del mundo, hoy ha aparecido el sol de justicia cuyos rayos traen la salvacién” (San Jeronimo, +420) «El primer dia de la semana recitamos las oraciones en pie, pero no todos conocen la razén de tal costumbre. En efecto, no es solo porque hayamos resucitado con Cristo y debamos buscar las cosas celestes por lo que, en el dia de la resurreccién recordamos la gracia que nos fue concedida, permaneciendo en pie para orar. Sino también, me parece, porque ese dia es de alguna manera imagen del tiempo futuro. Es a la vez primero y octavo este dia. Obedece, pues, a una exigencia el que la iglesia ensefie a sus hijos a recitar en pie las oraciones de ese dia, para que, mediante el recuerdo perpetuo de la vida eterna, no descuidemos los medios que a ella conducen» (SAN BASILIO, Tratado del Espiritu Santo, 27) 4. LOS NOMBRES DEL DOMINGO Resulta util para poder entender con mayor profundidad el contenido del domingo, hacer alusi6n a los distintos nombres con los que los cristianos nos referimos a este dia. a) Eldia primero ‘Ante todo, se le denominé «primer dia», siguiendo la numeracién de los dias segin el calendario judio. Era el dia que sigue al sabado, que es el séptimo y ultimo dia de la semana, en el que el Seftor descans6 después de haber concluido la creacion*. El motivo de que éste fuese el primer nombre aplicado al domingo esta en que Cristo resucit6 el primer dia de la semana®. Este nombre conferia al domingo resonancias con las dos grandes intervenciones de Dios en nuestra historia de salvacién: por un lado, la creacién: por otro, la resurreccién de Cristo. As! explicaba san Justino, en el siglo Il, 61 porqué de esa eleccién: «el dia primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo, y el dia también en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucité de entre los muertos»®. Y en un sermén atribuido a Eusebio de Alejandria (siglo V) se lee: «El dia santo del Seftor es llamado asi porque es en verdad el Seftor de los dias. Este dia de! Sefor puso el fundamento de la creacién del mundo, y este mismo dia dio al mundo la primicia de la resurrecci6n. Este dia es la fuente de la resurrecci6n, principio de la semana». 4 Ver Gn 2,2-3; Ex 20,8-11; Is 58,13-14. 5 Mt 28,1; Mc 16,2; Le 24,1; Jn 20,1 ® SAN JUSTINO, Apologia, |, 67. Dotegacisn episcopal de Catequosis - Didcosis de Jaén 8 Jesucristo, primogénito de toda creacién, inaugura la era definitiva de la historia, y el dia en que esto sucede queda sefialado con absoluta prioridad sobre los demds. Celebrando el domingo damos un «si» festivo a la vida, al mundo, a las maravillas que Dios obré en la creacién, a la naturaleza toda que ha de ser transformada en cielo nuevo y tierra nueva. Y a la vez demos un «si» gozoso a la nueva historia que ha comenzado con la Pascua de Cristo, punto de referencia que da sentido a toda nuestra existencia de cristianos. b) El dia octavo Otro de los nombres primitivos del domingo era el de «dia octavo». Al llamario asi, los Padres de la iglesia ponian de relieve sus caracteristicas propias: es el dia que viene detras de la semana, que trasciende a los otros siete dias; es el dia nuevo, fuera del tiempo del mundo, incapaz de quedar encerrado en nuestro concepto de tiempo. Con la resurreccién del Seftor se ha inaugurado una creacién nueva; se ha roto el antiguo esquema temporal. Se acabé el tiempo antiguo, porque hemos entrado en un tiempo nuevo: a partir de ahora todo es domingo. El domingo se convierte en imagen de la marcha dindmica hacia la escatologia, proyectando nuestra historia hacia adelante: el tiempo cristiano anticipa de algun modo cada semana los tiempos definitivos del Reino. «Dia octavo» es un nombre que habla de plenitud (de todo lo que puede ser vivido en lo que representan los siete dias: el tiempo y el mundo nuestro) y de anuncio y anticipo (del tiempo de Dios y del mundo nuevo; del Reino escatolégico). Es un nombre que le da al domingo un tono profético. La sustitucién del séptimo dia por el octavo es la expresién simbdlica del paso del pueblo de Israel al nuevo pueblo, de la Ley judia al Evangelio, de la figura a la realidad plena c) El dia del Sefior El nombre mas especificamente cristiano del domingo es el de «dia del Sefior» (en latin, «dies dominica», de donde «domingo»). Este nombre, que se relaciona directamente el domingo con el Sefior resucitado, fue el que mas éxito tuvo, de tal manera que se convirtié en el simbolo no sélo de la reunion semanal eucaristica, sino de un estilo cristiano de vida. Asi, Ignacio de Antioquia, al principio del siglo Il, afirma que «los que han abrazado la nueva esperanza, ya no sabatizan, sino que viven segin el domingo, en el que naci6 nuestra vida resplandeciente por él y por su muerte”. Este nombre aparece entre los otros dos. La denominacién «dia primero» suena a Génesis y a comienzo, a primera creacién. La denominacion «octavo dia» nos habla de la marcha hacia adelante, del futuro anunciado y anticipado, de la creacién definitiva. Entre estos dos nombres aparece el de «dia del Sefior» que nos asegura la plenitud de una presencia en el hoy de nuestra celebracién y de nuestra historia. 7 IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los magnesios, 9. Deleogacisn episcopal de Catequesis - Didcesis de Jaén 8 d) Un dia prefiado de significacion Estos tres nombres y otros nombres que se emplearon y se emplean para denominar el domingo quieren encerrar en un término breve las riquezas de un dia que es un verdadero sacramento en el que se condensan los misterios de la salvacién cristiana. Llamando al domingo «primer dia», se expresa el memorial semanal de la creacién y de la resurreccién, el principio de nuestra vida como hombres y de nuestra identidad como cristianos Llamandolo «dia octavo», se pone de manifiesto el dinamismo que nos mueve a caminar creyendo, esperando y trabajando por la salvacién plena y Ultima. El domingo lo vemos entonces como una profecia de la vuelta gloriosa del Seftor. Nombrandolo como «dia del Sefior» recordamos el pasado y anunciamos el futuro, afirmando que el Sefior Resucitado esta presente en medio de nosotros y que este dia lo celebramos como su dia privilegiado. Memorial, profecia, presencia: el domingo condensa en si toda la historia de la salvaci6n, centrada en la presencia transformadora y gozosa del Sefior en la comunidad. No sélo miramos hacia atrds, celebrando la creacién y la resurrecci6n, sino que anticipamos el «final feliz» de la humanidad. Y todo ello lo concentramos en el hoy celebrativo del domingo, convencidos de la presencia del Sefior glorioso en la iglesia, en el mundo y en la historia que nosotros nos empefiamos en transformar en continuidad con aquel pasado y en camino hacia el futuro Por eso la eucaristia es el momento mas expresivo del domingo cristiano, porque también ella es memoria (celebracién sacramental de la muerte y de la resurrecci6n del Seftor), anticipo (mientras esperamos su venida gloriosa) y, sobre todo, presencia eficaz del Seftor que se da a los suyos en la Palabra, en el Pan y en el Caliz. Podemos, pues, afirmar que el domingo tiene mucho que ver con la identidad misma de nuestro ser cristiano, y que trabajar por conservarlo 0 por recuperar sus valores, es una tarea y un reto para los creyentes. Para un cristiano que vive en un mundo en el que tener fe esta dejando de «estar de moda», la celebracién dominical, que lo orienta hacia los valores fundamentales de su identidad, es uno de los medios mas validos de apoyo y alimento de su ser cristiano. 5. LAS DIMENSIONES DEL DOMINGO. a) El dia de la comunidad La reunién comunitaria fue desde el principio y sigue siendo hoy un distintivo lleno de sentido para la comunidad cristiana. La asamblea dominical manifiesta, hace simbélicamente visible, el misterio mismo de la iglesia. Nunca somos mas iglesia que este dia, cuando nos reunimos con nuestros hermanos para la eucaristia. La iglesia no es un ente abstracto, sino una realidad concreta, encarnada en un lugar determinado y en un tiempo preciso. La reunién dominical, incluso antes de que se prociamen las lecturas 0 se celebre Detegacisn episcopae de Catequosis - Didcesis de Jasn 8 el sacramento, es ya una fotografia de nuestra fe, que expresa que hemos sido salvados por la muerte y resurreccién de Cristo. Es la asamblea de unas personas que creen, que escuchan al Sefior, que participan de su cuerpo y de su sangre, que oran y que cantan, que dan gracias y ofrecen undnimemente, que «hacen iglesia» y la construyen, sintindose luego enviados a seguir construyéndola en sus vidas y en el mundo. La asamblea dominical condensa los mejores valores de nuestra fe. Es un verdadero «sacramento» semanal, un signo profético que a nosotros mismos y a los de fuera nos recuerda cémo Dios nos salva en comunidad y cémo, en comunidad, tenemos que responderle desde la fe. Pero la comunidad es misionera; y el hecho de que nos reunamos el domingo nos lo recuerda. La solidaridad «hacia fuera» se alimenta y rejuvenece cuando nos unimos «hacia dentro» en el dia del Sefior. El domingo nos alimentamos de Cristo y experimentamos nuestra identidad comunitaria, para poder llevar nuestra fe y nuestro amor a la sociedad. La asamblea comunitaria no es una huida del mundo, sino una concentracién: somos «convocados» para poder después ser «enviados». b) El dia de la eucaristia Es un hecho admirable que se repite cada domingo: miles y miles de comunidades cristianas —con millones de fieles— se retinen para celebrar la eucaristia. Una experiencia semanal que se remonta hasta la primera generacién y que perdura en nuestro tiempo, a pesar de los cambios que se han dado en las sociedades. La eucaristia ocupa un papel central en la celebracién del domingo cristiano. «La iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el Misterio Pascual: leyendo cuanto a él se refiere en la Escritura, celebrando la eucaristia, en la cual se hacen de nuevo presentes la victoria y el triunfo de su muerte, y dando gracias al mismo tiempo a Dios por el don inefable, en Cristo Jesus, para alabar su gloria por la fuerza del Espiritu santo»®, dice el concilio Vaticano Il, La eucaristia no es la nica caracteristica del domingo cristiano, pero si la mas representativa y la que mejor encierra en si misma los otros valores importantes de la vida cristiana. Y esto no ha dependido totalmente de la iglesia: el acontecimiento pascual ha marcado este dia para siempre, y precisamente bajo el signo de la eucaristia. La celebracién dominical de la eucaristia es la mejor realizacién historica y visible de lo que es la iglesia como Pueblo de Dios. «Ninguna comunidad cristiana se edifica si no tiene su raiz y quicio en la celebracién de la santisima eucaristia»®. En esta celebracion es donde se encuentra la iglesia sus mejores raices; en ella encuentra el pueblo peregrino fuerza y alimento para el camino. Pero la comunidad también tiene la oportunidad de experimentar sus propios limites: porque se da cuenta de que ni la paz ni la fraternidad ni la identidad del Sefior son perfectas, y que todavia queda mucho por hacer. Y es la eucaristia la que le va dando fuerzas para conseguirlo. Tal y como dijo el Vaticano II en °sce, POG, Detegacion episcopat de Catequosis - Discesis de Jaén 8 su documento sobre las misiones, el pueblo cristiano «en la eucaristia, que perfecciona a la iglesia, no puede dejar de sentir lo mucho que le falta todavia para la plenitud de! Cuerpo y cuanto, por consiguiente, hay que trabajar para que vaya creciendo cada dia»"®. La eucaristia del domingo da sentido a toda la semana: expresa y alimenta los mejores valores de nuestra vida. La misma estructura de la celebracién nos hace vivir sucesivamente la conciencia de fraternidad comunitaria, la escucha de la Palabra salvadora de Dios, el memorial agradecido y la participacién en Pascua de Cristo, a la vez que nos envia para que sigamos realizando nuestra misién en medio de la sociedad a lo largo de la semana. El domingo cristiano adquiere su plena identidad sobre todo en la eucaristia comunitaria; y viceversa, la eucaristia tiene su maximo sentido celebrada en el dia del Sefior, el domingo. Un problema fundamental: muchas comunidades, especialmente en el campo, no cuentan con un presbitero que presida para ellos y con ellos la celebracién de la eucaristia. Evidentemente, es una carencia dolorosa. Pero una carencia que habré que subsanar en lo posible usando la creatividad del presidente o el catequista de la comunidad, asi como la de todos los fieles: es necesario —y puede hacerse de muchas formas— resaltar el caracter «eucaristico» de la reunién comunitaria de! domingo. c) El dia del descanso Tal vez el dejar de trabajar es el rasgo que en los Ultimos siglos ha caracterizado mas el domingo de los pueblos cristianos. A misa no van todos, pero la mayoria de la gente descansa el domingo. Ciertamente la celebracion de la eucaristia es el momento privilegiado del «dia del Sefior», pero también el descanso, —el dejar aparte del ritmo normal de trabajo— puede ser, si se entiende bien, un valor estimable y educador de nuestra vivencia del domingo y de nuestra vida cristiana. Hasta el siglo IV, a las primeras generaciones cristianas no les parecio necesario dar a la celebracién del domingo la caracteristica que para los judios tenia el sébado, el descanso del trabajo. Por mucho que apreciaran el caracter pascual y festivo del domingo, no relacionaron con él el descanso sabatico de los judios. No creyeron que el precepto del tercer mandamiento judio, que tan estrictamente cumplian los judios, afectara para nada al domingo. Sin embargo, alin antes de que en el siglo IV se decidiera el caracter festivo del domingo en la sociedad romana, los cristianos daban a este dia un tono de celebracién pascual, y se recomendaba dejar los negocios temporales al menos para hacer posible la asistencia a la eucaristia comunitaria. En nuestros dias, el descanso del domingo es una realidad social; una verdadera conquista para el mundo del trabajador, que se va extendiendo, ademas, al sAbado e incluso mas. Un descanso que supone no sélo reparar las fuerzas fisicas, después de una semana de trabajo, sino también la liberacion psicolégica. Un descanso que favorece la dignidad humana y la regeneracion "AG 39. Detogacidn episcopat de Catequesis - Didcosis de Jain & de la persona y su equilibrio interior: el fin de semana nos sentimos liberados del taller o de la escuela, de la universidad o del horario estricto y de los afanes siempre urgentes del trabajo. Y en este sentido los cristianos tendriamos que estar mucho més preocupados por conseguir para todo los que no Io tienen, este derecho fundamental de la persona al descanso; pero también el derecho de tener un trabajo estable y digno. Pero para nosotros, los cristianos, el domingo debe ser algo mas. Deberiamos saber «evangelizar» el descanso dominical, entendiéndolo y viviéndolo en toda su riqueza. Ademas de los valores que tienen para todos, y que siguen siendo validos para nosotros, el descanso de! domingo tiene otros valores para nosotros. a) Ante todo, la razén de ser del reposo del domingo es su caracter pascual. Si los judios reposaban el domingo en memoria de su liberacion de la esclavitud, nosotros, los cristianos, nos abstenemos de nuestros trabajos ordinario en domingo porque es el dia semanal de celebracién pascual, la memoria de la Pascua de Cristo, nuestro «dia de fiesta» por excelencia. b) Es un signo de nuestra libertad humana y cristiana. Ser libres, liberados por Cristo en su Pascua, significa, entre otras cosas, que no somos esclavos del trabajo, de la maquina, de la técnica, de la tierra, de la lucha continua por la vida. Significa ser duefios de nosotros mismos, duefios de la creaci6n, y no esclavos de ella, no alienados por los afanes de la vida ni por la espiral de la sociedad de consumo, no absorbidos por los intereses materiales, sino libres interiormente. El trabajo es algo noble, bueno y necesario. Bien lo saben los que no logran encontrarlo para mantener a su familia. Pero no lo es todo. No es el fin en si mismo. Por eso el Vaticano II presenta el domingo como dia de alegria y de «liberacion del trabajo»'' ©) El descanso de! domingo es un gesto profético que los cristianos hacemos en el dia del Sefior, para manifestar la direccion de nuestra vida y nuestra dignidad humana y cristiana. Una persona que no va al trabajo el domingo, aunque tal vez le gustaria, para adelantar tareas y ganar mas dinero, est expresando que en su programa de vida hay otros valores que también quiere cultivar: su familia, su comunidad, la relacién con los amigos... la eucaristia y otras actividades eclesiales. En un mundo preocupado por lo rentable y lo pragmatico, el cristiano valora otros aspectos de la vida que no pueden darle ni la técnica ni el dinero. Mas atin: este breve descanso semanal, vivido en cristiano, es como el anticipo y el ensayo de ese descanso definitivo que nos espera cuando partcipemos plenamente de la pascua de Cristo en el cielo’ "Ver SC 106. * Ver Hb 3-4. En estos capitulos de la carta a los Hebreos se presenta la salvacion escatolégica como un «entrar en el descanso de Dios». También es una frase muy popular el decir que una persona «descans6 en el Sefiors cuando muere, o poner tales palabras en la lépida funeraria Detogacidn episcopal de Catequesis - Didcosis do Jain 8 d) El dia de la alegria Bastante antes de que el domingo se empezara a caracterizar por la abstencién de trabajo, ya era entendido por la comunidad cristiana como un dia de alegria: una alegria que consistia en la celebracién comunitaria de la eucaristia y en el tono festivo, pascual, de toda la jornada. tanto es asi que un documento del siglo III decia a los cristianos: «el domingo es un dia en el que todos ustedes deben estar alegres, porque el que se aflige el dia de domingo comete un pecado»"* Por eso fue costumbre muy antigua que en este dia no se ayunara ni se orase de rodillas. Ninguno de estos dos gestos penitenciales cabia en domingo, un dia de naturaleza no penitencial, sino todo lo contrario, Pascual". No suele ser rica la motivacién de los cristianos para «hacer fiesta» cada domingo. Si, solemos tener conciencia de que es importante la eucaristia; y también de que tenemos que abstenernos del trabajo servil, remunerado. Pero en esta conciencia no suele entrar demasiado claramente la «obligacién» de pasar la jornada dominical en clima de alegria cristiana Por qué es un dia de alegria? La razon ya la hemos visto repetidamente: el domingo es el dia de la resurreccién, el dia pascual, con todo lo que eso comporta de liberacién, de fiesta y de alegria. Cada domingo, los cristianos hacemos memoria, durante toda la jornada, de la resurreccién de Cristo. Pero hacer memoria no es s6lo recordar un hecho, como si fuera un aniversario: «tal dia como hoy, el primer dia de la semana, resucité el Sefior». El hecho profundo que se celebra es que este Sefior, Cristo Jesus, sigue vivo como Sefior glorificado, y esté presente en nuestra existencia con toda su fuerza salvadora. Esa es la verdadera Buena Noticia que da sentido a nuestra fe cristiana. Y la que da a las veinticuatro horas del domingo una densidad festiva. No celebramos que hace dos mil afios Cristo resucit6, sino que sigue vivo y presente y nos congrega este dia, el dia del Sefor. Los cristianos convertimos asi la alegria del domingo un gesto profético en medio de nuestro mundo. Es nuestro acto de fe en Cristo resucitado y en todo lo que nos quiere comunicar. Tener tiempo para hacer fiesta, para vivir con alegria este dia, es demostrar que entendemos nuestra fe cristiana no como algo triste, que nos ata y nos pesa, sino como la Buena Noticia por excelencia. Es una lastima que la alegria haya sido mirada a veces con suspicacia por nuestra espiritualidad, por aquello de que «la fe es una cosa muy seria», porque, sin embargo, cada semana somos invitados a vivir un dia entero como fiesta, desde la mas serena y profunda alegria *° Constituciones apostolicas, 20, 11 * @E1 domingo se celebra la fiesta de la resurreccion: no podemos ayunar ese dia. Seria no creer en la resurreccién de Cristo si alguien ayunara ese dia» (SAN AMBROSIO DE MILAN, Epistola 23). «El primer dia de la semana recitamos las oraciones en pie, pero no todos conocen la razén de tal costumbre. En efecto, no es sdlo porque hayamos resucitado con Cristo y debamos buscar las cosas celestes por lo que, en el dia de la resurreccién recordamos. la gracia que nos fue concedida, permaneciendo en pie para orar. Sino también, me parece, porque ese dia es de alguna manera imagen del tiempo futuro» (SAN BASILIO, Tratado del Espinitu Santo, 27) Detegacisn episcopal de Catequesis - Didcosis de Jaén 8 Pudiera parecer que en nuestros tiempos y en nuestro pais hiciera mas falta invitar a los cristianos a la lucha y al compromiso social serio, que a la fiesta y a la alegria. Y es verdad que no podemos seguir manteniendo entre nosotros una espiritualidad mojigata y desencamada, que mantenga a los creyentes ajenos a los problemas reales de los pobres y sin valor para denunciar las injusticias y luchar contra ellas. Pero también es verdad que la fuerza y el sentido de nuestra lucha y de nuestro compromiso nos vienen de aqui: del gozo profundo que nos da la certeza de saber que ya Cristo ha vencido el egoismo, la muerte y la injusticia y que también podemos, con él, vencer nosotros. e) El dia de la caridad Pero no sélo es con celebraciones de oracién, con la eucaristia, con la fiesta y el descanso con lo que sefialamos los cristianos el domingo. Caben otras muchas iniciativas. Hay unas que son especialmente significativas: las que se refieren a la caridad fraterna. El domingo es el dia del gran «si» de Dios al hombre: cuando resucité a su hijo de entre los muertos y lo llevé a la vida nueva. Pero es también el dia del «si» de la comunidad cristiana a Dios. El que se prolongue fuera de la eucaristia el clima de caridad y de fraternidad es realizar en plenitud lo que significa el domingo como dia del Sefior, de la comunidad y de la eucaristia. Pablo animaba a los fieles de Corinto: «en cuanto a la colecta en favor de los santos... cada primer dia de la semana, cada uno de ustedes reserve en su casa lo que haya podido ahorrar»’®. Y en el siglo Il, Justino, en su descripcion de la eucaristia dominical, por dos veces consecutivas insiste en que los que participan en ella se sienten obligados a sefialar ese dia con iniciativas de caridad"®. Pero esta alusion que hago aqui no quiere ser sélo un recuerdo nostalgico del pasado, sino un acicate para el presente. Nuestro domingo actual sera més cristiano si est4 mas teflido de caridad: mayor cercania a las. personas, a los familiares, a los amigos; un dia en el que cultivemos la fraternidad, la amistad, la vida de familia; o en el que decidamos alguna vez hacer visitas a parientes o a conocidos enfermos o ancianos, individualmente o como grupo parroquial; un dia en el que celebrar la eucaristia nos despierte iniciativas de amabilidad y de solidaridad, gestos de perdén y de reconciliacion 6. PARA ACABAR El domingo es algo mas que una vacacién o que el segundo dia del fin de semana. Es algo mas que incluir obligatoriamente la eucaristia en nuestro programa. Es todo un estilo de vida pascual, humano y cristiano; un estilo hecho de oracién, de celebracién comin, de alegria, de caridad, de esperanza, 8 4Cor 16,1-2 *® «Nosotros, después de esto, recordamos siempre estas cosas entre nosotros, y los que tenemos, socorremos a todos los abandonados y siempre estamos unidos los unos 2 los otros... Los ricos, cada uno segiin su voluntad, dan lo que les parece, y lo que se reune se pone a disposicion del que preside y él socorre a los huérfanos y a las viudas» (SAN JUSTINO, Apologia, |, 67). Detegacibn episcopal de Catequosis - Discosis de Jain 8 de compromiso y de solidaridad fraterna. Algo mas que un «precepto». El domingo, con sus varias iniciativas nos ayudara a encontrarnos con nosotros mismos (dandonos paz, descanso, serenidad, equilibrio), con los hombres (haciendo que los descubramos cada vez mas con ojos nuevos y viviende con ellos la amistad, la fraternidad, la caridad cristiana), con la naturaleza (porque el dia primero es también el dia de la Nueva Creacién), con la comunidad cristiana (porque es, por excelencia, el dia de la asamblea), y, sobre todo, con Cristo resucitado, cuya presencia y comunicacién es el misterio fundamental del domingo. iQue los cristianos sepamos ver la profundidad de este dia! {Que seamos capaces de descubrir que no se trata de un dia corriente! 7. BIBLIOGRAFIA ComisiON EPISCOPAL DE LITURGIA, «El domingo, fiesta primordial de los cristianos», Pastoral Liturgica 121/122 (1982) 5-13. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPANOLA, Sentido evangelizador del domingo y de las fiestas, EDICE, Madrid 1992. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPANOLA, Domingo y sociedad, Madrid 1995. JUAN PaBLO II, Carta apostélica Dies Domini, Roma 1998. BENEDICTO XVI, Homilfa Santa Misa en la conclusién del XXIV Congreso Eucaristico Nacional (Italia), Bari, 29 de mayo de 2005. J. ALDAZABAL, El domingo cristiano, CPL, Barcelona 2006. FRANCISCO, Audiencia General 13 de diciembre de 2017. Detogacidn opiscopat de Catequesis - Didcosis de Jain 8

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