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cae de edocs: Flex Dnge isso deahens Seo Ramen Etc aka A C98 te Semesteaseljoumas ‘eb 0 - Tree Ardex Main - Egat ‘ete $856 12-6565 57 ea 656497. Iwi ee. 6 Dept eal. 28095 crabs neat escaudstae dec Begawan dsnuesoeret an. S42 cel ily Peal pecbnser “lon on ps deck ecard ene repelanano pes cnde ck Poe ns Netra niin Gant Rik cde tpn de penta prep nae Tomas Calvo Martinez Aristételes y el aristotelismo URE Birger econ a Néstor, siempre mds alldé _y mas ach da todo lo que hago yescribo I Entre Macedonia y Atenas: Una vida, una obra I En el ato 367/6 a.C. legeba 2 Atenas un joven forastero de diecisiene atos Ila mado Aristételes. Venia de Estagira, ciudad jonia situada lejos, al Norte ot la penin= sola calerdica, a escasa distancia de Macedonia. LaAtenaa a la que acudia Aristoteles, allt por los alos sesenta del s. IV aC., era vuna cludad importante y esplendorosa, sin duda, sunque fos tiempos de su supre- Imacia mille y politica hablan pesada ya para aurea mas volver. La hegemonia poll- +ico-miltar de Jos ateaienses babia tenide lugar duraate ef siglo anterior, s, Vac. Este siglo habia asistido a importantes y asomnbrcsos acontecimientos. Se abrié con la victoria griega sobre los persas. A esta victoria siguié le fundacién de la Liga de Delos, iderada por Atenas, contederaciOn que vetdria a transformarse en el Imperio de los Atonienses. Fueroa los tiempos del desarrcllo definitive de le democracia, del Tideraoge de Pericles, de la construccién del Partendn. Después ventiria la larga y sangricat guerra coa Esparta que se prolong) durante el iltimo tercio del siglo. Ate nas fue finalmente derrotada (404 aC), sibien 20co después recuperé sus institu. ciones democniticas cuando terminaba el siglo (G03 aC), su supremacis politica y su pederio militar resultaron defiativamente perdidos. En el sIV aC, cuando Aristoteles lega a Ateaas como estudiante, esta ciudad conservaba aia la supremaciz cultural -artstca filoséica, cienifica y educativa~ entre las cludades grieges, Era Ja capital cultal de) mundo helénico. En ella fur ‘ionaban ya dos importantes centros educativos que tabian zhierto sus puertas vein te aos atrés: la Escuela fuadada por Isderates G90 2.C) y la Academia de Platon (G95 a.C). Eran dos escuelas rivals, dos centros de enseaanza superior caya fial- ad fundamental era [a ormsacion de futuros polcas, de fituros «hombres de estar don, La edueacidn que impartian teats, sin embargo, orientaciones marcadamente no es un cambio de caricter meramente expositve, terario o formal. Es un carmbio de mayor celado que comporia importantes implicaciones epistersldgicas. El recurso al tratado ‘expresa la voluntad de sistema, vohintad de ordenacion sistematica de las ciencias y. dentro de cada una de ells, voluntal de tratamieato sistemitico de las cuestiones ‘Comrespocdieates. Todo ef corpus avistotlicum (en ss confunto, en cada grupo de tra- tades, en cada tratado particular) esta presidido por una clara voluntad de sistema que tno proviene de Andrénico, obviamente, sino del propio Aristételes, y que facil a ‘aqquél su ordenacién ea sus linens generales. De als! que no resulte dificil clasticar los tratados agrapdndelos de acuerdo con las ramas del saver de que se ecusan. Cinco son las tratatos de lagica que, fen su conjunto, vecibirian el nombre de Organon (es decir, en el razonamiento es la conclusion. 148 cosas de las ‘uales resuita la conclusion, las cosas «estas» 0 ~establecidasy, son las premisas. Observese la estructura del siguiente silogisine estrictamente aristotélico: premisas: si todos los vegetales son vivientes y todos los pinos son vegetales. ‘conclusion: enfonces todos Jos pinos son vivientes, Fl ejemplo muestra que tanto las des premisas como ta couclusién son proposi- cefones 0 emmeiados. El ejemplo muestra también que las propasiciones son, a 9 vez, compuesias de térmninos: ‘vegetal, ‘viviente'y ‘pino" son términos, dos de Tos ‘caaies entran en cada una de [as propusiciones que componen el silogismo, ‘Aititles etedia las aropasctones E] enunciado como sa fbree ato wea db boar Sati ion (De interpretations). El objeto de iscurso apofantico este tratado (¥ de ahi su titulo) es el dis- aso apofintico o declarativo, ex Cece aavela forma de discurso que degvela, que muesta a las clara alguna facta © ‘Moca de ser dela cose de que se habla Mostrar abertamente en verde oct: éste Fee! sentido del verbo efophaincin, del coctntvo apSphanss del agjelieo apo hoz co 8 Pros Fat, Sra sae vl saa a Fenn det veo sous tl conianoa tenes en misao Got alenures ores culm tl ote, mosrandot a cara descbieta ate todos los gueaes, lamndo- ead mison soa te has motto ablertaments como taedtro de educacon y de tis Geauton apephenas paldetseos isl motes EMackalo)= GASEA99).La ope anus cousins, pues, on mostrar algo como algo (Proligoras se muestra as gun abiertarnente Como macs de vic) Est es prectamente lo que hacen ieseauncdos declrsios CProtagores es naesto de visu), al contravio que abas formas del diceuro ttecrogativos, nperaios ef 2esProligoras maesto Ge vic tnd?) que no Geevelaa el modo ce ser de as casas. discrep aplantica e! eauncizdo, puede ser aimatvo o negative. Eu pale bees de Atctieles el discureo apotiriso atirmativo smuesta algo acerca de algor faa, el emuncade Sterates e6 moderado’ rasta pone de wandiesto ago, la thoderacon, acres de algo, acerca de Sscratos muestra a Séorates como siendo ‘oderada) Bl dlsurse apotanico negative. oor contaro, «muestra algo separ 4 de aigos (@!eauncodo ‘Sterates no es embstero” miicstra algo, el eabuste, speiscebacado de alge, de Socrates: nuestra a Serates como no siendo eribus ters) De ft 8, 12520) “Acernas de alraaive onegatvs, las enunciados pueden ser unversles © par Gioalaren Combinancs ambae easiicaloves ge osienec cuatro Hpas de enuncir dos GD unlversales alrnativos, 2) universles negatives, (@)_partietares SEeativos 7 (particulars regatvs, Aristieles eatin Tas relaciones Ideas ‘existentes entre ellos: entre (1) ¥ (4), asi come entre (2) y (3), hay comtradiccién; epire (1) y 2) hay contrariedad; entre (3) y (4) hay compatibilidad: de (2) 2 (3), y iu de @) 2.) hay, enfin, implicacién, A este andisis corresnonde el célebre parale- ‘cate las proposiciones transmiide por el aristetelismo esco- La deseripcion aristotica del discur- so apsfantico (aigo» acerca de (101a37-59) La que en este pesaje ze dice acerca del conociraiento de los principios de cada ciencin parece iaconsistente con Jo establecio en ef pasaje mas arriba citado de los Analitices posteriores (13, 1005-17), En el pasaje arriba citado se decia, en efecto, {que los orincipins de cada ciencia se cenecen inmitivamente, aqui se dice que su Conoeimiento se alcanza a ravés de la discusién diaéctica. Tal vez se trate de una inconsistencia mis aparente que real: quizds el texto de los Anatiticos posteriores hays {que intecpretario en el contexto de ina cieacia cuyos principios estan ya estable- cidos, mientras que este texto de fos Tépicos se refiere ala discusién de fos mismos ‘con vistas a su establecimiento, Cabe entender, por lo demés. que la vcaptacion» fe los principios cavenga tras su sometimiento a prueba oor la dialéctice. En todo ‘caso, resulta profundamente sugestivs esta imagen de los principios de las ciencias sometidos a prueba (2 crisis) dialécticamente, 20 a ES SEE EB TE ST RO ETT Ill Naturaleza, universo, vida: la fisica El ereciatiento de una encina es un cambio natural, sa destruccién por un rayo es ‘un cambio violeato, la construecién de una mesa con su madera es un cambio artis: tico, teenico, Las dos iltimos cambios tlenen en coma ¢ ser originados por un agen- te exterior @ la encina (el rayo y el arte del artesano respectivamente). No son ‘movimientos naturales. El creciqicato de Ja encina, por el contravio, es ur cembio o movinaleate que tiene su origen eula eavina, no-uera, siao en el bio o movimiento natural. Aristoteles dedine Ia aataraleza (plysis) como principio. interno del movimiento que se da en los seres naturales. Estos, en efecto, al com ‘rario que ios seres artiticiales (artefactos) poseen en si mismos el origen o principio dle su propia accividad, de sus cambios y mevirnientes. ‘La taturaleza, en tants que peineisie interno de movimiento, comprende y deter. ‘mina ciertas pautas de actuacisa,ciertos modos especiicos de comportarse esponts eamente y desde si A la naturaleza de cada cosa pertenecen, pues, ciertas capacidades de actuacién cuyo destino es precisamente actualizarse (asi, la capack ad de crecinsiento de la encina se actualiza y cample en el proveso de sis desorro- Tio), de mode que la actualizacién de tales capacidades constiteye el fin de los movimiontos o procesos naturales. Por le demas, la caturaleza de cada cosa se ides tifca con st esencia, con lo que cxla cosa es Es a esencia, veto considerada no ‘stiticamente, sino dinémicamente, en tame que principio de actividades y opera clones provias. “La Wea de «aaturalozm determina ua ambito de la realise] rmbite deos seres naturales, ef de las cosas que existen «por naluralezan (Phyte), en oposicién a aque Ties otras que no existen por nafnraleza, sino gor arte (atefactos) 9 por abstraccien, (objetos matematicas): es el imbite de los euerpos sujetos a movirniento. La idex de enetoraleza» deiermina dems un punto devistao perspectiva para el estudio de Estos, el punto ge vista de su corporeidad y mevildad. Este ambito y este punto de vista comresponden a la clenciafisica. La fisia, on efecto. esta los seres naturales (Couerpos sujetas a movimiento) y Ios estudie precisamente en tanto que son cuerpos a suietos # movimiento, Alternatiamente cabe decir que latisica estudia los seres atu ales precisamente desde el penio de vista de su aatsraleza. “ila waturaleza de los seres naturales pertenece, pues, el movimiento. De shi que alfisioo. a su vez. corresponda eseneial y prioritariarnente el estudio del movimiento, La realidad el movin, exten ni cia de cumin ene Universe a El movimiento seenoinavestonabl un date mefeable mente mostrado en Ja experiencia, No es eceari, pues, demosta a extends dl novinient. No obsane, aan Fe aie eo eer comreciouade orm ergumeraion ce Pari Set ae eur la pone clonal del torinueot,Petendo del ae a cen uel m0 99) 9 lo que vos to oe no Ree St Pt ae Chile cue scion made asinine eed ayo contrat. Ferns ipo movin rel compere en etn o bea ca so ve oe a so obzen que aigu aus eovengasm sory sex Pimento nae tre tig _tostunbley rereassdos dora sor ase de ser 80S Far cee dela den Anatecs we eufera ala tess do Piaides& ree er Fain de os asaren que intervene en el movimiento. De acuerdo aaa err th todo canblo o mueutento ene iar nme cntraras de cee guorante a et De dou foras Sona, aura dexapare- ‘ce tnegrura, ignorancia) y la otra aparece en su lugar (blanenra, saber); (2) los con- oe tee aon mere ne sienues oma extern, En efecto, {es coatrarios se dan siempre en un sujeto Ghypokeimeavn): hay algo, ua ste to, que es primero negro y luego blanco y hay alguien, un sujeto, que es primero igno- aoe rrr aaepecaElayctoperaarcee a avs del cambio Tees 200 Por rae nea saos en odo cpl el suet, Informa ce dvaparct i Fann sete ounce one lugar? puesto que oe aad rn cena, Meee ore eter puceconterrsefanclonalmente cone austen 1a gad a gus spore’ negara eo auseucao prvadin de Mancua ¥.oot seer oets de ntour chamle pge decbse,ben sino teumients le ane sree cone moron de sav blaecr Wen. De ahi que Brie See ae rns te acres implczdon en el mowieno son suet. Pet TeaES Gen doona qo ecaeuiroy oman que ce aeqier) ee sco erences dees tien ee Parmenies en seen cade risque abate gnats ee a ioaa klant mee guna coc no eosin se eater Be feoy so uferoresraen Feo esyosble mai Hinge a aeittaene del ofr de nose sno ssl: pare dea priv ee ees or ssh pate dls oe npn es aa ee Cann eee cr euage que coon ol uj, Recaretn aaa ate eer ar sel inotero pre else cei gare een, hombre Zac cae cao emp, Deve au gate dee i ea eee ath aioe dec cheat alecate por Fie orem se A ee ltspa merce aoa deble consdcractn, En pines loge, cot Fe ee aide an andasredicve no aoraley uncon: 22 zo ge pretende encontrar elementos de cuya composicién resulte una realidad com pleja, Se teata, mas bien, de descubrir faciores o tunciones implicados en el mov ‘miente: en éste ha de haber algo que «fimeiones -omno sujeto, algo que sfuncione» ‘come privacién 9 no ser y algo que-funcione> como forma adgsirida, Que sean estos algos» dependera ya 2a cata case def tipo de cambio de que se tate. En segundo Jugar, el andlisis muestra cme el térmaino final o resultado de todo movimien- 1 es compuesto de un sujeto y una forma En su explicaciin del movimiento Aristiteles recurre ademis a otro esquema cor ‘ceptial, el correspondiente alas aociones de «potencia~ (djnamis) ¥ -acto= 0 sachua- lizaciGne tenérgeta, enteléchcia). El recurso a estas nociones permite también haver frente al ceta de Parménides Nuevamente ha de sefialarse que la deficiencia del razo- ramiento de date consistid en tomar las uociones de ser y de no ser de una manera absaluta, sia matices: digamos ahora que [as toné univocamente, sin distingair divergos sentides y, por tanto, diversos medos deser y dena ser. Una piedra y wna semilla no soa un dtbol. pero no fo son de distinta manera: aquélla ne lo es ai ouede setlo, ésta no lo 48, pero puede serlo. En términos de la reoria, [a piedra no es érbo] piacualmente ni potencialmente, mientras que la semis no es actuslmente, peru es ‘potenciaimeate un drbal. Bo el primer caso el movimiento es imposible, jarads la pie Gta legara.a ser un dbol, En el segundo ¢as0 el movimiento es posible: en las con- dliciones adecuadas [x semila se convertira en arbol, Ei movimiento parte, pues, del ‘ng ser, de lo que na 23, pero no simplemente, sin ns, sina de Io que no es actual- mente, pero es potencialmente aquelio alo que el movimiento conduce. El move Imiento’ es el pase, «! progresar del estado de potencia al estado de actualidad, Aristoteles io define como ~actualizacioa de lo queesté en potencia en tanto que tal» fs decir en tanto que esta en potencia, Esta concepeidu del movimento en técminos de potencislidad y actuslizacién ‘comporta certas consecuencias de notable importancia, de las que sefalaremos bre vemente tres, (1) En primer legar, el movircients se coneibe, no como un vestado» de los cuerpes, sino vomo un proceso orientady a un fin. Al exponer mis artiba la rocion de naruraleza (pil), hemos sefalado que Anststeles la cancibe telecis _gicemente: a naturaleze de cada ensa, deciamos, comporta ciertas cxpacidades cuye esting ¥ fin es actualizarse. Bl movimiento. en general. es el proceso por el cual se actuatizan tales capacidades. Para comprender un proceso es necesario entender et nal cual tende y en el cual se cumple, 2) La teoria comport, «su vez. Ia anterio- rridad del acto respecto de la potencia (ef, Metasioa IX 8), la primacia de aquél sobre ésta. puesto que aquél es cumplimiento ¥ perfaccign y deta es imperfeceidn y deficioncia, Desde esta consideracién cebra sentido pleno el principic arisotelicn det ‘movémigato segin el cual «necesariamente, tore lo que se mueve es movido por otros (Fisica VIL 1, 241624) o, mas explictamente.-[o que es en acto se genera siem- bre de lo que ¢3 en potencia por la accion de algo que es en acto» (Metafsica IX 8, 104922425). Se exige, en defnitva, que el que smueve poses actuslmente [a forma 0 perfeceién que el aujeo de] movimiento poste s6l> de modo potencisl. @) La aplicar fifa de este principio, juntamente con el principio que establece Ia imposibilidad de tuna serie intinka de seres gue movieran siendo movidos, 2 su vez, por otro, lleva a Aristoteles a sitwar la casa ultima de todos 1os movinvientos de! Universo en un ser ‘que mueve sin estar él en movimiento, un ser en acta y carente de potencialidad que mueve eternameate ia primera esfers celeste. La anmumentacidn al respecto se 3 halla ampliamente desarrollada ene! iltimo libro de la Fisica. Con la afrmacign de Ia cexistencia de este «anovieate inmovil se alcanzan los confines dela fsica,ciencia de. ls seres corpdre0s sametidos a movimiento, En efecto, dado que el moviente supre- mo 20 es corpéreo ni esta sujeto a moviiniento, su estudio lade corresponder a otra ciencia denominada par Aristételes «teologia. 0 «flosofia primeran hum resta una ultima observacion acerca de la teoria aristotdlica del inovimiento. Hasta ahora hemos utlizada indistintamente los zérmsiaos ‘cambio’ (metabolé) ‘moviaiento’ (binésis). Estos, sin emiargo, no son estrictamente sindnimos. Aristé= teles reconoce cuatro tipas de cambio: enitative 9 sustancial, cuaatitative, evaltativo y local. E primero corresponde a la categoria de emtidad (eusia) y es aquél en el cual ‘se prodacen, o bien se destrayen, entidades o sustancias (generacién 7 enrrupetén) [Las otros tres no soa ya cambios sustanciales, sino accidentales y teaea lugar, res. pectivameare, en las categorias de cantidad (aumento y disminucién), cualidad (alteraci6n) y Tugar évaslacién, desplazamiento). En ellos no se generan 6 destruyen sustarcias, sine que Iz sustancia afectads se moditica en sus determinacioves acc deniales (tamaho, cualidades 0 lugar que ocopa). Sélo estos tres, solamente Tos cambios accidentales son movimientos en sentido estricto, Aristiteles se siente particularmente orguloso de su tori Ge les enees Las cuatro causas. Soins teora x cuss qe wens ‘nen e0 todo proceso real (y. por tanto, Jas CSosae ue es yess cooclcar art Srl Slecusaame cat proce fo) son casa, Ca materia © see atectade por el proceso, (2) la forma adquirida por ¢l sujéto, (3) de dénde se ori- dina el inovindento Coa ea formula se tedere Ansley aie que poweroren Bec dunnmitari causasefeerter agente). por lina, elpareque din tfnllnd cet proceso Fede ests eta pra! ler sel que Arcatles oe Tatera a scunfn tps de wc acosbrados come estames kava cea le ‘mente a la enumerada én tercer ligar, ala causa eficiente o agente. Pero Aristételes one buenas arcu para cat sachs aus cus cada ua fe elog sehen fice afale come eapoesra pemuntor quesyccnjntee ease gts as petbidades de esponderpertnentemene al pregunta Senin Aas i canes son ests cua solamente exes cuss, ‘a raided, va noe hemos Goperace con les cunrocauss en el sparta ante ou leo lear el rovntet, Al oases acres ae er inen c {ats Gul, foray piacan) pubrayabonae dus el roi ¢ resultado del owt fens ce sempre the redad comgursta den sujto ons fora abe gual Tents ceiedo Sle qucegcomoucta de mater fom. v quis eines abet hypokeimanon) y ‘materia’ (ryle) son funcionalmente sindnimos. Esto implica que alts que ncoun cone sneeviary ago se acon como twas snd ifs pare cala cans y conto. As enles cabs actos Sosrtes apeene y llega a ser misice) él sujete o materia es un individuo, una sustancia o entidad per- Fectnenic determina en su oer Gouies an Hombrd send ea tne deer ‘Raacin accidental de ead conocmesto musta en nuesee Gemglo. Por El hilemorfismo 24 contraria, 2a el cambio estitativo o sustancial la wateria es un sustrate indetermi- nado a partir del cual.y en virtud de la forma, ce constituye una sustancia o entidad. La doctrina segén a cual las sustancias o entidades aatsrales son compuestas de ‘materia y forma se denomina hilemorfismo, En rigor, cabris hablar de bllemorfismo ‘también en el caso ce la scomposiciéa» de ona sustancia con un accidente (Socrates: riisico} puesto que aquélla tunciona como materia y Este come forma. Pero en Si sentido primern y radical el teenino‘hilemorfismd se aplicas la estructura de las sus- tancias naturales, compuestas de un sujeto material indeterminado y de una forma (efdos} sustancial que acualiza y determina a uaa sustancia singular como individu perteneciente « una especie natural (un hombre, ua caballo. et El esquema de las cuatro causas puede aplicarse tambiéa {analdgicamente) alos procesos producides por el arte (techn). Asi, en elcaso de la producetim de una est ‘ua podria también preguntarse de qué esta hecha (¢e bronce: materia), qué es (una ‘tenes: ferra), qu’éa la ha hecho (tal vez Fas: agente) y para qué (in: para ganar dinero, tal vez). No obstante, entre los provesos astcos y los naturales hav ona dite. renecia radical, Asi, al contrario que en las preducciones artisticas, en los process aasturales 1) la forma y el agente son especificamente idénticos, ya que elagen- ‘te es la misma forma existente en el progenitor: «12 hombre engendra ua hombres; @) ademés. y esto es especialmente relevante, la forma y el fin se identifican, ¢ fin de la generacisn no es otro que [a actualzaciéa risen de Ja forma, Hasta ahora, ‘puesto que todo proveso natural tiene ua fin, hemos hablade de wteleologian. La tele. ‘logia aristotélica se muestra ahora abiertamente como teleologia inmanente: las _generaciones natureles co tienen otra Gualidad ove la actuskacién incesante, gene- rosa y gratuita de las formas, de las especies ‘La forma (eidos} es acto, actividad. Al desarrollo de esta idea y de sus ienplice- iones dedicard Aristétcles ulteriores reflexiones, especiakmente en la Metafisica yen Acerea dei alma. En ta Metofisica (2C6) encontramnns una interesante distincién entre dos tipos de zctividad a los que Aristiteles propane denominar respectivamente movimientose (hindsris) y (enérgeia). Los movimientos se caracterizan por peseer un Gn disiiato de ellos mismnos, por ejerape, la actividad de editicar una casa, ¥ por ello cesan una vez aleanzato el fin: «no sewaa.un sicia evando ya-se ha legeco 1), nise ediica cuando va se ha edificadow. Por el coatrario, las ctras actividades “para las que reserva aqui el nombre de actos— no tienen un fin distiata de ellas smismas y. por tanto, ne tienen por qué cesar: «uno ha visto y sigue viendo, piensa y tha pensado», Aquellas acciones son incompletas de suyo, étac son completas, per- feetas. Obviamente, la forms es acto o actividad de esta uiima clase, Bote los seres naturales Avstrles i presn une atenclon eapecia los vie La vida y el alma. (o75 Boss eseesenea y proces Feladomdos eon la sa Geiee roulitud Ae plas en dstnos escotos esse panto staflostco lamas smporante Eesus obras inlgias en ait dude ere tudo Acerca del ana. Eetudizs ha de acepeare a ets ob tenendo muy presen tease Arttles no everson asa log del acalogte a eonoeiacate El conocimiento 25 intelectual, la memoria ye] deseo son fenémeaos vitales como la nutriciéa, el creci- -iento o la reproduccidn. Exist ciertamemte una gradacion o escala en las funciones. vitales (vegetativas, sensitvas, racionales) y Aristteles Is recenoce y tematica seta tendo que las superiores implican y suponen las inferiores: asi, todo viviente que posee sensacién posee tambien vids vegetativa, pero no 2 la inversa (Acerca del alma 113, 41451922). Pero todas elias son funciones vitales y Ariswteles lus considera come diversas manifestaciones de Ja vida ‘Al comianzo de este capitulo velamos que Arist6wles define lz nawraleza (his) como «principic interac def movimiento» que se da en los seres naturales. Al princ- pie interno cel movimiento en ios vivientes Arist6teles lo denomina -aiman. El alma fs, pues, Ia naturalera del viviente, Recurviendo & los canceptes centrales de © Jisica Aristteles define al alma come forma y como acto. El viviente natural es uaa entidad compuesta, una sustancia hilemériicamente consttuida, El alma es la forma: selalma es nevesariamente entidad en cuanto forma (efdos) de un cuerpo natural que en potencia posee vida> (i, I 412a16-22). ¥ puesto que la forma es acto, acualizacién -y actividad (como explicavammos ms ariba y Aristételes repite en este misme pascie), elalma es acto: -si cabe enunciar aio en general acerca de todo dpo de alma, habria que decir que 93 of acto primera de un cuerpe natural organizadon (iS. 412646). Bl alma es el acto, ia actuaizacion o cumplimiento de la capacidad de vivir propia de os Organismes naturales. Se trata evideatemen'e de aquel tipo de acto que, coma veia ‘mos al Gral del apariado anterior, es periecto o completo y no Lene fin ciguno fuers Ge eu propia ejercicio y actividad. El.alna, dice Aristteles, es acto primero. Esta expresion invita a una deble consi. deraciéa, (1) En primer lugar, cahe pregtntarse por nie inteaduce Ariststeles el shma ‘eal explicacin del fenémeno de ia vida (Tal vez por incapacitad para romper coa una tradiciin que no cuestions nuuca radicalmente fa existencia det alma? Puesto que el organise poses poteacialmente vida ye acto es siemore actalizactin de le potencia correspendiente, gao seria mas coherente decir que ls vida es a actualizacién de un cuerpo natural que en potencie tiene vida? (T.Caivo, 1978, 112120), En el pensamien- to de Aristoteles ‘alma’ (payhé) y Vida’ (22%) tienden, sin duda, a sinoniizarse. Pero hay un aspecto del vivir Ge los vivientes que Aristoteies toma en consideratién: «vida Vamamos usuakmente a fag operaciones 0 actos que ejeoutan los vivientes (autrcse, ver, desplazarse, seni. ei): en estas actividades cousiste el vivir. Ahora bien, a menu da jos vvientes (cuando estén dermides, or ejemplo) no estan ejecutando algunas de fess funciones sin ue por ello pierdan la capacidad de ejecutaria, sin que por ello dejen de estar vivos (0. 412423 49), Estas milliples operaciones vitsles son coasidera das por Aristdteles como actos segundos» y la fuerza de que brotan, fuerza que se ccanaliza y cumple a través de elias es al acto eprimero», el alma, que muy bien podria caraeterizarse como la vitalidad originaria del orgarismo, Hay. pues, acto «primero» (alma, «talidad) ¥ hay operaciones © actos wsegrendos>. (2) De acuerdo coa la teria general ce aclo y potencia el acto es siersore actualizacion de una potencia determi nada. Esto exige que 2 cada tipo de acto segundo corresponéa una potencia determi nada (nntriive, locomotriz,apetita, ete). De esia exigencia surge la teoria de fas faculades 0 potencias del alma, Aristteles estudia las distintas potencias 0 caparida- des que pertenecen a cada uno de las tipes de alma o niveles de vitalidad. En el estudio aristotslicn de las capacidades 0 potencias vitales sobresale, por s2 interés intriascco ¥ por su relevancia histériea, el andisis del conceimiento. Tambien 26 en te se recurre ales nociones de materia/forma y potencia/acto. Sten la autricién el viviente recine la materia de la sustancia nutitva, en el conocimicnto el cognos- cente recibe la forma de lo conocido sin su materia: de ahi Iz eélebre compara ida aristotélica con ot anilo que deja su forma ea la cera sin dejar ea ella su materia (eerea det alma I, 2). Conocer es, pues, captar ia forma de lo conocido «asimiin- dose» a elo. Esta explicacioa vale para todo conocimiento, sensible o intelectu ‘Al analizar el eonocimienta intelectual Aristévees intecdace una céledre ¥ conteo- vertide disiacion entre dos ‘acultades o funcionzs que denomina respectivamente emendimaiento wactive> y entendimiento «pasivor {sb II] 5}. Para ello recurre a dos ‘ipos de consideraciones distiatas. En primer lagar aduce una consideracion de cerdcter general: en todo proceso natural intervienen un factor activo ‘agente) y un acior pasivo (sujeto, materia). Nadz, deciames. pass de la potenti al acto a ne ser porla acciéa de algo ya en acto. También en e! conocimiento intelectual habré, por ‘nto, un enteadimiento ea acto que piensa y conoce sin intetrupcida, al coutrario de a que ocurre con el entendimiento particular de ibs individuos. entencluniento «pase vor que a veces piensa ya veces no. Ademés 9 en segundo lugar, Aristételes stiende al proceso especiice del conocimento recurriendo a la célebre analogis platonica de la luz: coma le faz ilumina los colores actuaizérdolos, asi el entendimiento activa cumina>, aciualizéndolas, ls formas inteligibles Aristételes no es su‘icientement explicito respecto dela relacién existente entre arthas entendimientos. En toda caso, el cexte aristotdico cabe deducir que el entendimaienta activo, siempre en acto, ub ¢$ individual: es el mismo para toda la especie humane y solamente él ¢s incorrupt+ ‘le, La partcipacién de les individuos humanos en este entendimiento comporta, par Jo dems, que la antropologis aristetlica no es cualista, sinc iralsta: cuervo, alm, entendimiento, Elalma es forma del cuerpo, el ertendimiento activo no, Toces los cambios, sustanciales y acc eotales, acontecen en el Universo, En la ‘ierea y bajo la esfera celeste mis préxima alla ‘regién sublusan) denen lugar las generaciones y las cormupciones, ¥ tam bien teda suerte de movimientes cualitat vos, cuantitates y locales. Los everpos cclestes, por su parte, estin sujetos solamente a movimiento local, ciealar y eterne. Aristoteies = ocupa del Universo y de los mosimientos que en él acontecen ea el tratado Acerca dei cielo (De cael). Este tratado presenta caracteristicas peculiares. Por le pranto, puede muy bien considerarse comatuaa céplica al Finieo platénico: ala cosmogenesis pictdnica responde Aristoreles con la descripcion de un Universo increado, etemo. (Ya en el capitulo primero hemos hecho referencia a la polémica sobre ls cosmogéuesis y Is interpretacign del Féneo en la Academia). Pucsta que la epistemologia aristotélica prohibe la confusién de géneros (supra p. 18}, el estudio del Universo ha de hacerse desde el punto de vista de fa fisica, Contra Iz pre- tensi6n de Praton y de insignes astronomnes dela antigtledau, la astronomia no es una rama de las matemiticas, sino un capitule dela ficica: se tata de explicar, por medio de principiosfisicos, el por qué de la estructura eal y de los movitnientos del Unk ‘versa. Por lo demas, en la casmologia avstetlica se mezclan observaciones y sup El universo y Su estructura 2 siciones a menudo gratuites y aprioristicas. Vearos las lineas fundamentales de la concepcién sristotélica del Universo, Por lo que se refiere ala estructura de] Universo, éstees unico, finito,cimétrico y cestérico. En € hay direceiones absolutas: arriba y absjo, delante y detrés, izquier- day derecha son independiemes def lugar que ocupe un presunto cbservador. Por io ‘que se cefiere sl movirsiento, Arstételes comienza sensando que solamente hay dos tipos ce movimienios simples, el rectlineo y el circular, ¥ que solamente estos dos ‘pueden ser movimientos naturales. Aplicando esto ito a ja estructura del Univer- ‘50 se conchiye que solamente hay tres posibles clases de movimientos natura- les: de abajo arriba (a partir del centro), de arriba abajo (hacia el centro) y circular (alrededor dei centro). Los dos primeros (recilineos) tienen fugar en faregin sublur nar Qas piedras cxen, el husno asciende), El movimiento circalar, el tnico suscep ‘ble de curar indedinidamente puesto que su tayectoria no tiene principio ni fin, corresponde a los cuerpos ceiestes. Hablamos de movimieatos «naturalese, movimientos acordes coa la naturaleza éphysis) de cada cuerpo, La concepcion sristotilca de todo movisniento natural como proceso comporia que en el mundo sublinar los cuerpos tienden por naturaleza 4 ‘cupar un. lugar determinado en el Universo: vlos cuerpas se mueven naturadmente hacia el lugar en que reposan sin violencia y reposan sin violencia en el lugar hacia el que naturalmente se taueveu» (De caeio 18, 27602320), Bacia abajo se mueven naturaimente las cuerpos pesados, hacia arriba os ligeros. Pesantez y ligereza son propiedades intriasecss y absolutas, no relativas a ls densidad del medio en que wa Ccuorpo se encuentre. La tierra es pesada, el fuego es ligero, ¢intermedios son el agua vel aie: de este moda introduce Aristiteles Tos cuatro elementos. La tierra perma. rece inmavil en el centro del Universo porque éste es su lugar natural. Estas ideas aparecen tauubién en la Fisica. Hn evanto a los cuerpos celestes, puesto que no se snueven ni hacia arriba ni hacia abajo, sino alrededor del centro, ao son ni ligeros ni pesados. Eo realidad, su naturaleza es distnta, posecn otra esenca (la «quinta esen- ciax ¢ quinto elesnento}. Son inalterables e incorruplibles. Son sustancias divinas, Sobre el movimiento de los cuerpns celestes cabe hacer dos observaciones. En primer jugar, en el De ezela su movimiento es coneebido coma snaparal>, no come intencional: seguramente Aristteles no babia.desarrollado ain su teoria del primer rmoviente inmévil En segundo lugar, 2 beterogeneiad radical de los cuerpos celes- tes respecto de los cuerpos sublunares excluye toda posibiidad de hallar uns exalt cacign unficada, nica, para el movirciento de los unos y de Jos otros: La ciencia moderna refutara definitivameate este prejuicio y con él la imiagen entera del Uni verso aristotdlico, 28 IV A la busqueda de la filosofia primera: la metafisica fi, sin Arista, es tos de jenci fj saberes: productvos, aaetioas y teéricas Las ciencias teb- Siri eran ace sae : . ,, _aglicadas: chu en griego) tenen como Ficas. La Filosofia ‘oaiad ia yeoduccion de objets, de arte- faetos. Los segundos tenen como nnalk ‘ dad la cegulacton de la coaduet2. Ambos primera estén, pues, orientads ala accidn. Frene une otros, la eheacias o saeres ted. ricos no estén oricntados aa accidn, nada results de ellos fuera de ellos mismos, na tienen otra Baalidad que el conocimiento mismo, Esta es su gracia y en esto reside su scperiorid,y por esta Son més valiosos y mis estznables que aquellos, Enla Metafsica (VL 1) Aristoteles cle sifca,asu vez, las ciencias tedricas en fst ca, mstematicas y ciencia o filesofia primera. La fisica se ocupa de una parcela elo real, de aquellss realidades que no sot ni inmateriales ni inméviles (ra en el capitulo anterior senalsbamos que su mbito es el correspondiente a «los cuerpos sujelos a movimiento»: supra, p. 2D. Las clencias matemiticas, por su parte, S€ ocr pan de realidades que son inméviles, pero no -nmateriales {los objets matemé- ticos, en efecto, no existen fuera de las realidaies materiates y sensibles. sequin Aristoteles). La flosells primera, en fn, estudia realidades que son a la vez inmovi- les ¢ inmateriales, es decir, no sujelas 2 movimiento y cuya existeacia uo tiene ugar en sustrato material alguna. Esta clasificaciin de as cicncias tedricas (ala que nunca renunci Aristételes, que sepaures) es cenaladameate platinica en su origen ¥ en sus connataciones, lo chal La ciencia primera 29 plantes ciertos problemas y sugiere no paces considerancos. Su platonisimo se mani- ‘esta, en primer lugar, en que estas tres clencias 0 son situadas al cismo nivel, ‘com #1 se ratara del Feparto de un género en tes especies coordinadas, sino que ‘anarecen jerarquizades entre s; prueba de ello es gue la tiima es denominada cien- tia (o flosoda) sprimerar. Hay, aues, un orden jerarguiee en las clencias tesricas. ‘Sdemas, v ea segundo lugar, la clusificacidn parece tracr su fondamento del orden {dc ls realidad, dela gradacion platénica de tres tpos de seres realmente exisveates: seres ifsicas sensibles, seres matemitioos 9 seres ideales o Ideas. Al negar la sub- Sistencia de los seres matematicas (contra Platéa), Aristételes rechaz® este orden real, Mantuvo, sin embargo, la clasiicaciin correspondiente de ias ciencias tedricas El rechazo de la existencia «separada- de los seres matematicos guarda rela- cid, por su parte, con dos aspectos importantes de le ordenacign aristotélica de las ‘enclas. Guarda felacién, en primer lngar, con la nula impertancia que se concede {las matematicas en el ambito de la fisica ¥ de la cosmologia. Yan el capitulo ante- Hor subrayéberos que «conira la pretension de Platén y de insignes astenomos de ls antigiedad, el estudio del Universo ha de hacerse desde el punto de vista de [a fisicaw Gopra, p27). La Sica no puede recurtir a las matemiticas, ve solamen- +e par el prccipia epistemolégico general que probibe que unas ciencias invadan el ipenero de las otras (cupra, p. 14), sino par le mas especifica y eontuadente razén de que los objetos matematicas carecea de subsistencia y, por tanto, no pueden ‘er causas reales explicativas de movimiento real alguac. La negacion de la sub- Sistencia de los seres matematicos guarda relacién también ~7 consigientemeate— tone! rechazo de cualquier pretension ce convertir a fas mateméticas en ciencia 9 filnsofia spriotesay- Candidates a consttuirse en ciencia primera» son solamente, fen principio, ia fisica y Ta teclogia: «asl pues, si ao existe ninguna otra entidad fuera de las fisicamente, constituidas, la fisica sera ciencia primera, Si, por el contr existe alguna entided incndvil, sta sera anterior, y flosotia primera, y serd univer: Galde este modo: por ser primera. ¥ le carresponders esidiar lo que es, en tanto ‘que algo que #s, ¥ quées, ¥ los atzibutos que le pertenecca ent tanto que algo que es (Metafisica VI1, 1026327-32). ‘Bolas lineas ~que siguet a la clasificacién de las ciencias tedricas~ merecen ser ieidas con cierto detenimiento. Dentra de su proyecto jerarquizsdor de Tas Ciencias Aristételes se pregunta cul de ellas ha de ser considerada como fa pr fnera. Las materiticas, insistimos, oo som siquiera mencionadas como posible Aspirante a este puesto. El planteariiento, por lo demas, es simple. Si existe algu- tha entidad inmsvi ¢ inmaterial, 12 ciencia que se acupe de esta entidad serd a Ciencia primera: desde esta ciencia sera posible arrojar luz sobre la oaturaleza (physis), sobre la estructura y los procesos propios de los seres naturales. Si, por cl contrario, no existe ninguna entidad de este tipo, sino que solamente exister Seres naturales (cuerpos sujetos movimiento}, entonces Ja fisica sera ciencie feta: a ella, en efecto, corresponders el conocimiento de los principios y de {as sausae de todo lo real, puesto que todo lo real ~ex hypotkess~ pertenecera al dmbite de la naturaleza, El dlliafo extrema de la alternativa planteads (la fsica es {a ciencia primera} fue adoptade por los flésafos presocraticos. Aristételes, sin embargo ¥ en linea con el platonisme, mantendré el otro membro de la alterna: iva! la ciencia primera es la que se ccupa de la(s} entidadtes} inmaterialies} e inmovities). 30 2B pirrafo que hemos wasserito pre senta cro aspecto mes complicado aun y nis problemitco, En principio, las ciers Clas tosicas de fa clasticaion tipatta se presestan como ciencias particulares, 1 deci, como clencias que se ocupan de uma parte o parcela de la realidad: ala ist a corresponden las reaidades sometides a moviniento, a ie flosofia primera (tealo- ia) Ge) entidad(es) inmeteriales) ¢ inméviles). ¥, sin embargo, en las Uineas finales del pdrrafo citado se dice de ésta ile 10 solamente que es anterior y pre mera, sino también que es universal: «serd nn'versl de este modo: por ser primera ‘Y le corresponderd esiudr Jo que es, on tanto que algo que 8, 7 quees,y los at bbutos que le pertenecen en tanto que algo gue es (9. En fa ceacia primera, prec sameate por ser primera, vienen 2 findiree (o confundirse?) dos perspectivas tedricas, dos ciencias dispares: de una parte, a teologia,cieneia ala que compete estudiar la() realidad(es) suprema(s) y de olra parte, uta pretendida clencia uni ‘versal capaz de hacerse cargo de edo loreal, de que es to és, wel enter en lara ). que algo que es (ontologta) 31 La institucién de ona cieacia universal como le propuests, capsz de abarcar todo lo real, todo lo que es consiterandcio desde el punto de vista de su wer, desde tei punto de vista de que es, resulta mayor- mente. probiematica. Contamos, desde tuego, con 41 particiio presente del verbo ‘ser’ (8 dm, ko que es) aolicabe a todo sin restricciso, atoda realidad ya cudlquier asgecto de a raisma. No obstamt, para cons: ‘eucion de un ciencia (que sea realmente ura, que posea tmidad) no basta con tener fla mazio una palabra aplicable a todo aquello que preteadems englobar bajo su coa- Sideraeién. El término o pelabra con que se menciona el objeto de wna ciencia ha de ser ‘univoco, ha de poseer un sigulicado dnica y mediante éste ha de delimitarse un géne- Toe Y aqui es donde surge lz dficultad para instimir una ontologis como ciencia. EL erbo ‘ser (por ende, Su particinie:# dx, Io que es} no es untvoen, sino que poste Imilltiples y diversas significaciones. Fs aplicable a todo, sia duda, pero no siempre en ‘limisme sentido: ‘ser, sigo que es'—repiteAristiteles= wse dice de muchas maneras~ ff MeL TY 2. ¥ como consecuencia de sv multivocided, al veto ‘ser’ no le corres: ponde realmente la unidad den género, Su apliacion es transgenérice (ents los ari Tollicos se dra que es -transcendentes o transcendental), se extiende a todo (fuera ‘Je su aphcacion solamente quedarka wo que no esr, ¢s deciz, no queda nada) Y, por tanto, no destinda un género determinado ‘rente a otros cuslesquiera ‘En el capitulo segundo nos hemos referido alas esirictas condiciones impuestas por “Aristteles para la constinueién de una cencia. Cada cienca, dectamos, estudia un gene. ro dercitat densostando sus provi a part: dels nencpios qe le son p> ‘ios, Bor ello toda ciencia Como tales particular de modo que westricamente habienco, ‘ho cs posible una Gencia absolutamente universabv Gupra, 9p. 1819). Ahora al procis. tmnurea lz Metofsica ls constitucién de la ontelagia como ciencia universal, Aristoteles ¢8 plenarnente consdients dela sporia en que se introduce: en tanto que pretend ser ona Srencia, su objeto ha de poser la unldad de un género, pero en ta que pretende oe [parse usiversaimente de lo que e&, launidad genérica resulta inevitabiemente perdida, Situado aporéticamente entre Escilay Caribdis, Arstoteles trata de.navegar ade Jante en su provecto ontologico sometiendo a un analisis original y brifante la plural dad de sendos de ‘cer y de To que es. Es cierto, sin duda, que ‘ser posee clipes lusos fsignificasiones. Sin embargo, su mubivocidad 10 excluye que sus moltiples sig- fillcaciones guarden una certs conexion entre si. Arstiteles toma como ejeroeto fa palabra ‘sano’ «Sano Se die del organismo, del cima, del color, de los alimentos. Del Srganismo se dice porque en é! se da la salud, del color porque es sigo de salud, del hina y de los alimeatos porque 2oa favorables ala salud, A peser de sus diferencias, terre (odas eetas aplicaciones de la palabra ‘sano’ hay una cies conexi6n, una cierta tinidad: je unidad cue les consere su referencia comin a fa salud, Esta formna de uo {iad idenominada por ArstSteles «referencia a uno~ 0 més explicitamente, referencia una nairaleza, va ua principion) es Ta que comviene precisamente al verbo ser’ ‘Como se explica en el parrafo siguiente; alle unss cosas ‘se dice que son’ por ser ent ates, de otras por ser ua proceso hacia Ja entidad,o bien corrupciones 0 privaciones fo cualidades o agentes productivas o agentes generadores va de k entdad ya de aque: ‘Jee cosas que se dicen en rlacion con fa entidad, c bien por ser negaciones ya de alew- ne de estas cosas ya de la entidad> (Met, IV 2, LO03b5- 10). 2Es posible una ontologia como ciencia universal? 32 ‘La mubiplicklad de signiicaciones del verbo ‘se ne puede considerarse, por tanto, como un caso de mera homoaimriao equivocidad. Hay uma clerta una: entre ella con Sstente co st referencia comnéin (explicta o implicts) a la entidad o sustencia fGnsio) En el capitulo segundo, al ocuparnas de las categoria, seaalsbamos como Aris: ticles sconcede una protidad abeoluta a la categoria primera, la de entidad o sostan (Ge~ Gupm, 9.15). Abadantos ahora que ea el esquerna de las categorias se manifesta {la vez Is inevitable plaralidaed de signiicaciones de ‘ser’ la necesaria unidad de ted allas asentada en Su referencia constitutive ala pritnera. Als entidad o sastancia ‘Se remiten las distintas categorie y a éstas, 2 su vez, se remiten otros sentidos de ser” tomo los bien couseidos de ~ser en potentia» y ser en acto, actusimenter, ‘Aristteles extrae inmediatamente de este susliis las congecuencias oportanas para ja ontclogia. Brevemente enunciadas son las siguieates: (2) la referencia a uno» (erantiza ua unidad nocional que es ciertamente mas débil que la unidad genérica, ero que es cuficiente para esegurar la unklad de fa ciencias all donde tene lugar (ate po de unidad hay ua terming «primero». precisamente el término corsin al que {odes os demas estén referidos; (9) cuando una Gencia se artculs conforme a este tipo ‘de unidad su iovestigacion ha de contrarse en cf irmino primero: 4) puesto que ene) taco de la rocidn de sez" y Yo que es el término primero es [a entidad 0 sustanci, la Gntologie ha de ocunarse furdamentalmente de ésiz: ven todos los casos la ciencia se Seupa fandamentalmente dele primero.-Por tanto, siesto esla entidad, et ldsofo debe fallarse en posesion de los princirios y las causes de las entidades- (2, 100801510), “Antes Ge pasar al estudio de Ia entidad conviene reparar en. que, de acuerdo con Ia propuesta avistotélica ctaea, la ontologia estudia lo que es, en tanto que algo cue 2 los atibutos que, por si, Je pertenecen> 0G2azi-22), Hay, pues, aributos o propiedades de Jo que es en tanto que algo que es. Se trata de aquelias propiedades: due posterlormente se Cenomainarés stransoendentales» y, en particular, dé fa une Gad. Aderas de propiedades, hay también principios de lo que es, en tanto aus algo (gue es, El ims importante de ellos es el «Priacpio de no-conteatceién~ al cual ded Sh Anistételes uns parte sustancial del libco IV de la Metaisiea Les libros VIL, VITTy Dt de la Metafsi ea constcuyen, en su eonjunte, un cielo ‘dedicado al estudi dela entidad. & modo de introduccidn a este estodio Aristoteles comienza subravand una vez ras la priosidad ontolégica de la eotidad (Vl 1} para Sseftalae a canfinuacién que el objetivo chime de tal estudio es indagar cuntos tipes Ge eatidadzs hay, «si hay algunas Suera de las sensibles © no las hay, y cul es ef mole de ser de dstas, y si hay alguna eutidad eeparada fuera de las sensibles, ¥ por {Qué ¥ c6roo, 6 5) no hay biaguaas (VI 2, 10282831). Pero antes de adentrarse en ‘Going cuestiones decisivas es necesario establecer qué es la entidad (ib. La entidad (ousia) La antided come suicto Lainvestigacion aristordlica parte dela constatacion de que la palabra ‘oust’ (que sraducinnos como ‘entidad’ y que fradicionalmente s¢ traduce como ‘sustancie) 33 puede utilizarse para designar distintos espectos 0 elementos constitutivos de la rear Tidae: puede, en efecto, ulizarse para designar la esencia de algo, y también el uni- ‘versal y el ganero y tambiéa, en fi, ct sujto, "De todas estas aplicaciones de la palabra ‘ousls' la correspondiente al sujeto resulta especialmente relevatite. Ya en el capitule segundo, al caracterizar la cate- ‘gorla de eatidad, seialazamos que «el sujelo por antonomasia, squello que es siem- pre suisto y nunca predicade, es Ia entidad individuale feupra, p. 16), En aquella ‘easién 0s referiames al sujeto considerado preierentemente desde el punto de vista de la predicacién. También nos hemos ceferido al sujeto en el capitul terce- 170, al desplegar Tos tres factores que intervienen en todo cambio ¢ movimieato: Sujeto, privacion y forma (owpra, pp. 22-23), en este caso desde una perspectiva fun- damentalmente fsica, En la Metafisica Aristoteles radicaliza y vetcotree Ia cuestign del sujeto hasta abarear conjuntamente ambos asnectos, el Idgice y el tisico: de modo radical, «entidad- sera el sujeto ultimo (primera) entencido a la vez come sustrato iltme Cisico} de todas las mocificaciones ¥ determinaciones reales y camo sujeto titimo (égico) del discurse, ya que todas las determinaciones reales hebriag, en sltimo término, de ser atribuicas a él. La légica de este razonamiento (que consiste, en definitiva, en reraover todas las deterrainaciones reales de las cosas) ileva a un sujeto sitimo absolutamente inde- terminado, carente de toda suerte de atibuto, propiedad o determinacioa positive. ‘Ahora biea, seflala Aristételes, su propia indeterminacién descaliica a tal sujeto ‘susirato para ser cousiderada entidad en sentido adecuado. La entidad es ciertamen. ‘te sujeto, pero no cxaleuier tipo de sujeto: en expresiones del propio Aristoteles ha deser algo «separaio~ (chéristin) ¥ un esto» (Idde ti), es deci, algo determinado «n Su ser. Y uinguno de estos rasgos conviene al sustvate material ultimo que no e= sseparados (n0 existe como tal, en estado de pura privacidn, sino siempre determé nado ya de algin moda) ui es tampoco aun estor dada la indeterminacioa que de suye le corresponde. ‘Bete andlisis leva obvis¢ inmediatamente al hilemorfismo: la materia es un cipio indeterinado, la forma es priacipic deterinade de suye y determinante, ¢3€l principio que trae a aquella a la determinacién, De donde Arist6teles puede conchuir {que el compuesto hilemrdco es entidad més oropiamente que la materia y @) tgse, a su vez, la forma es entidad en sentido més propio ain que el com puesto (Metafsica VIL). La ented como esencia 9 como forma Despejade ya el camino hacia la forma, Aristoteles considera la entitled deside dos puntos de vista distintos y complemeatarios, el sligica» (gis) y el -fisico» Ipisikds), Desde el primero de ellos, es decir, desde el punto de vista de nuestro modo de hablar acerca de las cosas, ja entidad de cada cosa es su esencia, lo gue decimos que cada cosa 2s en si mista y por si snjsia. La eseacia responde perti- entemente en cada caso a la pregunta =cqué e¢ X? y se expresa articuladamente en lt definicién correspondiente de X. La ontologin arstotélica es esencialista come la de st maestro Platén. Las esene cas constituyen mcleas estables de inteligibilidad: a elles puede reterirse y en elias 34 puede asenter¢e firmemente el conocimiento al abriga de lo inestable y accidental En esta vision general coineiden, sin duda, as ontologias platonica y aristotéica, De ahi o] pico tradicional sega el cual Aristoteles ba las formas platénicas «de! cielo dla tierra: negando su subsistencla y convirtiéndolas en formas iamanentes en las ‘sustancias sensibles. ‘Como todos los topicos, éste enciersa algo de verdad, pero ocula une parte impor ‘ante de ela, la parte reverente ale originaidad de la concepeiéa aristotélica de tas Formas, Para captar tal originalidad es preciso pasar del punto de vista “égico» (a forma como esencia expresada en la definicin) al punto de vista sfsion~, con otras palabras, ¢8 oreciso considerar ono son Iss cosas en «{mismas. Cuando considera- ‘ros iaformaa 6gicamenter logibds) ia contemplamos «deste fuera, desde el logos © discurso acerca de las cosas. Por el contrario, si ia consideramos «dsicamentes (iysibds) la estaremos viendo «desde dentrcs, desde ella misma, Desde esta pers- ppecliva la forma es acto, acividad, Ariststeles quiere decir con ello que «ser hombre» fo es simplemente ser el sujeto apropiado de clertos rasgos conceptwalmaente apre- Sados en I CeSnicidn del horubre (viviente-arimabracional). (3. 107314) Ea a flosofa primera, deciamos mis j arch, parson conte dos perspectives La unidad prendtos ceneas atic stoma dela metafisi tre en no, oo Seca pavtcuiardestadais iene 2 ela metafisica sss Retin y nee tue sw procaa, de seve yor princi, Sine danca universl aca de ous tere tao que ago que es alent eh ‘tanto que ente), 2Estan ambas perspecti- ‘es coherentementsnegfdasen un proyecto uti o por el conta, ea de TESS spree ncompaoten He agua conor cues dela And ce a metas sittin, see a ndcteanos en eta cues convene despele wn poible equvoco ce pes same arietatclen. Con eta expresion, on eesti aceon sleenca a fox cose perecament diereclbls: libro et ea fanjano de tbron que conocenos ystanos tee ul =Metater ce eee ffowdiiea conespondiente, (bx exe segundo secide poece Ba dette ates Pinon ode Hegel, suncue ninguna de ellos eserbiera un libro titulado «Metafisica-}, La cuestion de la anidad de la metaiisica aristotéli- a a al cota eines eats bape lo Matai, Est fuera de Sane renee Shea care de aida te composicvn. na es an trated, sino ds dae edna curse ms menos natorose independiente. Akora Tae et dbelntependientesy aun escntos en epocas dferentesno enen porque ae naea pconaaencos sie qe pueden percctamente spond un aristotélica 36 ‘mismo proyecto tedrien desarrollada desde perspectivas distintas. La cuestiba €8, por tanto, sel pensarniento tetafsico de Arisoteles ge artcula ¢ no en un pro- ‘ecto Bloséfice unitario. La unidad de la metatisica fue cuestionada y negada ya a finales del sXIX (. [Natorp, 1888) sobre la baze de la distinei6n moderna entre metaphysica generals y mnetepipsice speciais, la ontologla seria wna meafisica «general» y la teologla wna etaisica especial, resultande imposible cualquier unificacidn coherente de dmnbas, Atos mas tarde, W. Jaeger traf de encontrar una explicacién para esta sor prendeate presencia de dos provectos metalisiovsirecencitables ea los tees de Bistoteles, Recuris para ello a la idea de que e. pensamiento Glosético de Aristéte- jes evoluciond pasando por distintas etapas ‘W. Jaeger, 1923). En una primera ‘cepa, préxiino ain al platonismo, Aristételes hsbria concebido la flosofla primers ‘Como cleveta de las cntdades inmateriales e inniviles, es decir. como teclogis. Mas delante, sleiado ya dednitivamente dei platonismo, babria considerade aia vatologia Some la ciencia sugrema. El testo citado de Metefisiea VI1 con la formule universal Ge eate mode: por ser primerae seria un afadido posterior que, ajuicio de W. Seeger, fpave alin mas patente ia inconsistencia entre amoos puntos de vista al pretender atti bair a una clencia particular Ia universaliad que es caracteristica y exclusiva de una, retafisiea general. Bajo la influencia de W. Jaeger se impuso durante décadas fa interpretacin sdualstor de la metsfisica aristotélica, interpretacién que contiaiia encontrado importantes valedores. No obstante, en los inicos de la segunda mmitad dei 8 XX se pprodijo una fuerte reaccidn ~uniterista» (J. Owens, 1982; Ph. Merlan, 1952) que fue ganando pavlatinamente més ¥ mas defensores. Entre estos existen. sin embar- bo, diferencias may notables ala hora d= expiiear el modo en que se articalan ta Evtologia y la teologia. Entreranto, y tras décadas de polemica, la imerpretaciéa nitarista parece haber dejado definitivamente seutados dos importantes aspectos. dela cuestidn. () Ee primer lugar, se ha insistido ~y ha de insistirse— en que ls tuniversalidad de que habla Aristételes no es universalidad genérica, no 3 la tiniversalad de un concepte 0 predicado (-lo que es. vente») aplicable atodo por igual. La ontologia aistotlica no se mantiene en esta perspectiva, Anteriormente Feimos expueste cémo ia unjdad de referencia 2 uno» lleva a ~delimitar» Ia onto fogia como estudio de la entidad. Concentrarse ca Ja entidad (ovsia) es ciertamere te abardonar la universalidad genérica on la medida en que comport ‘concentrarse en tino de los sentidas de se cumplen en la entidad primera del mado mas pleno y definitivo. 38 Vv Una vida digna y satisfac- toria: ética y politica ‘Al comienze del capitule anterior contraponiaraos con Arisételes los saberes tes ricos los saberes pravticos y productives. Estos éltimos, deciamos, estin orientados ila aecidn, mientras que aquellos no tenen otro fn que el ercicio del conocimiente nigmo, Atadanios ahora que esta distncidn no se basa simplemente en a actitud sub- jetiva que el hombre puede adoptar ante sus conecimientos (utlizarlos para actuar 9 Simplemente para saber), sino que tiene su fundamento citimo en la realidad conoci- daen cada caso, Arigtteles sofas repetidamente que la ciencia se acupa de lo que eS hecesario (necestriamente los tres Sngulos de ua trdngulo valen dos rectos, aecesa- tHamente los asiros se mueven en movimiento ceaiinuc y circular, et). Los eonock fmieatos practicos y produetives, por el contrari, no versan sobre To que sucere ecesariamente, sino sobrelo que puede ser de otra manera que como es (Etica 4 Nicimaco VU. Esta distincion entre «lo necesario» y slo que puede ser de otra manera» es de ‘capital importancia. Ante lo que es © sucede necesariamente no cabe intervencion, thummana alguna, aote ello ¥en ello no cabe aclusr, to nico que cabe hacer es cono- ccerlo, contemplarlo: de ahi que su conocimicnts sez eseucialmente teérico. Lo que puede ser de otra manera, por e} contrario, abve un espacio para la accién buma- fa, permite que el hombre intervenga y actiie sobre eilo, sea transformando la hawraleza (ambito de ia producciéa, del «havers}, sea dirigiendo la propia con- ducia de esta ola otra manera (émbito de la conducta, del «obrar). En uno y otro tcaso el hombre puede actuar al azar o rutinariamente, pero tambien puede obrar facionalmente, con conoeimiento: on el caso del «hacer» se trata del eonocimien- to teenico, productive (arte: fick), en el cato del -corar» se trata del conect- mieato prictico, moral “Annbas formas de conccimiento Son importantes. pero especialmente importante pars el inontbre es el conocimiento prictico (ético y politica). En él en efecto. nos va ulestra propia vida: el tio de vida que prefiramcs y también In manera de vivirla, flmode de attiar coneretamente en cada situaciin y ercunstancia particulares. 39 ‘ter oso ied cio de conduc nston fa dee La felicidad como sect cstecospac su oneiacon Enls alti Eire Memacoroata qe os se FeSios clmnesttmete eh a ope fin tiltimo See ee eee So etic Surane doa 30 caago ete de eas: scarcer lntencinuaeenlogn. Teds coedaca tantas actividades engorrosas, Es importante, segin creo, compres hi der que Aristoteles no renuncia a conside- Las excelencias (9S sia'conenpinia coceata conecimienta como Ie forma de vida Teor y mis satisfctora, Con reais, sie embargo, fora en cunsideracion Ja complejidad de la vida humana (el hom tire we tanto que hombre ne solamente ea tata que entendinieuto) reconocten dole plralidal de gcivicades a que rlera la defniidn del sbien humano més rrbe unin ¥ comentade, Digattos une ver mds que tales actividades o quehaceres han de realzarse bien. ¥ puesta ne esto depende de que se posean las virudes © tnccleucas corecpondientes, ale plraicad ée quehaceres corresponde usa pt dad de virtades, Poserlas es condicién indispensable parael eerie de na vida sem, digna ysaisfactora o virtudes a2 Avistteles distinece (Bx. VD dos grandes grupos de virnudes 0 exceien- clas Ins virndes intelectuales que per {eodonan nuestra copacidad de conocer y Jas vinudes &ticas que perfeccionan el carter. Pueste que el bien de conocimieato es fa verdad, ls virtades intelectules son isposiiones o estados (htitos) mediaote los cuales se alanza la verdsd,Avistéte les distingve y enureracinc: (1) entenditniento o inmicién (noms, disposicién a ls eval eorresponde ia capiacion de los princzios (supra. p19): @) ciencia (pisie- mma), Sgpasieéa iaelectal relativa a lo necesavio cuvo proceder es demostrar (Gupra. p18} @} sabidurla (ophio). conociniente que ain a ciencia y la intuiicn (es deci, fa deduecion a partir de los principios 9 el conocimiento dela verdad de los frincipiog y que Gene como objeto wlo que es mds excelente por naturaleaa- (Et Ni, ‘VIE, 1141823). Posiblemente com el temino “sbiduria se reiere aqui Aristoteles no al, Blosofa prinera exclusivamente, sino alconunto de las cencias tericas (sia, smatematicas flsofia primera. CL. supra, pp. 2653), Aellas hay que afar (9 clarte © techies (ind), conociriento orientado a ls preduccion que e8~ana disposicén {que 708 falta hacer cosas con la ayuda de una repla verdadera» o correcta {b 411403200) y, enfin, fa prudencia (phrésicc) que se refers al cbrar cue 08 ‘upa dlspasicién verdadera que con ayuda de una regla nos permite cbrar ea lo com cersiente alas cosas buenas y malas para el hentbre> (6.5, 140545). La pradencia Se disiague dela clenea porcue no versa sobre lo aecesaro, ni tampoco se queda 20 lo universal: su reino es el dnbita dela contingencia de las acc‘ones hurcanas {P. Aubengue. 1s). que =pueden ser de otro moor acciones que son sempre par ticulares y se reaizan en circunstancias partculares. Del arte se distingue la rr dencia si vez porque «obrary hacec son generos dstintos (. 11<0b4) a prdencia eonsttuye el ge de oda la étzaaistotetica y dela politica como tal Ciertamonie el contenido canceeto dea sradenca n est dado -ni pede estar dado- dieantemano, sino que se eereeyavraliza en cata caso, De ah que Aisitees able usvalmente de lo que en cada caso dria hari el hombre prudente, el horabre sea- sat, (Mis aba os hetcos alerido al Aombre serio y volantarieso spiaes, come ‘tri, Ese os Snalmente el hombre prudent indus) Bl prodente sabe de los bienes y males humans, sabe que es lo bueco para el hombre, En este sentido sv conacirsento alexa universlidad. Ber io mis caracteistioo del homlce prudente ts ls deliberacion. Pradencia es capacided de celierar bien, con aciero en cada ato y sine cada problema. De alu que la pradenca ~o0 versa sofameate sobre lo un versal, sina que ade conocer tambien lo patel i. 7, MAIDA Las virtudes intelectuale: La prudencia Lz pradeocia es, pues. sims instan- Las virtudes éticas, se dice en grieyo thos, palabra de la cual derive «éticas, Sor, pues, necesarias las virtudes del cardcter las virtudes éticas.| Un buen» cardcter es un cardcter noble y firme en Ia etecciéa y ejocucién de lo que racionalmente se considera prefer bile, Aristoteles define la vitud ética, del ccaricter, como sun habite de elegir consistente en um término medio relative a noso- tras, término medio =definido por unz regla, squella regla con Ta cual lo definiria el hombre prudentev (2t.Nic. IL 6, 110606-0. Ea esta defnicién se hallan concisamente ‘expresados todos los rasgos pertiventes de la virud ética (1) Es un habito, es deci, tuna disposiciin firme y estable, Esto constituye el componente genérico de la nocién ddevimid que es, por tanto, vlido para todo tipo de virbudes: tambyén la virtud de! cita- ‘sta y las virtudes intelectuales son disposiciones permanentes, aquiélla 2 tocar bien la citara y éstas a alcenzar la verdad. @) Es una disposicin relativa a la eleccién, Este ragga es ya caracteristco de las virtudes éieas ¥ como tl es ajeno 2 las virudes intelectuales y con ellas 2 la prudencia que es, corno vefamnos. relativa la deliberee ‘ido, no als eleceibn, @) Faciita la eleecién orientindola a un término medio rela ‘vo a nosotros. La accidn virtuosa se sinta siempre en un tésmnino medio entre dos ‘extromos reprobables, sin caer ni en exces ni en defecto (as, la valentia se juega entre la acciba cobarde y fa conducta estipidamente temeraria, ete). El términe medio, sin embargo. ni es enuidistancis exacta entre los extremws, ni es et misino siempre y universalmente. Ne hay un término medio absoluto, el término medio es relativo a nosotros: lo que para uno ¢ en una determainada circunstancia €s wexcesivo», para otro o en otra circunstancia puede cesubar «defectunsas, escaso, (4) Por eso la regla que «determina» y define le accion virtuosa, la mejor y pceferible, es aquella que en cada caso fjaria ol hombre prudente. E)juicio oorrecto es, una vez mas, asunto de prodencia. Bn su dtica Avistételes analiza con dinura un conjuato significative de victades. Br su scatdlogor de virtudes Aristteles ests, sin duds, inside por los valores de su entorno cultural Pere queda como aporiacién decisiva su concepcién de la virtud corso coojuncién de inteligencia y talante, de ponderacidn prudente y frmeza de earicter. El término medio Bore las virtudes étices Avistoteles y amistad concede una ‘atencién especial a fa justi- Gia. «Justo» se dice en griego dikeion y Aristteles comienza (Et.Nie. V1) distin- _atiendo los dos sentides bisicos en que s@ utiliza esta palabra De una parte, se con Sideran y denominan sjustas» Jas conductas que soa conformes con las leyes, © sinjustase Jas que trensgreden la ley. De otra parte a palabra susticiae y wjustom se ttilizan tambign en relacién con la idea de igusldad. Aristoieles se ve llevado de este modo a distinguir dos clases de justicia, la justicia como legalidad y la justicia como igualdad. Justi 44 La primera de estas dos clases de justicin ~consistente en le disposicién a actuar conforme a fo establecide por las leyes- no coastituve una virtud particular. ya que ro esta referida aun tio especiice de quehacer o actividad. Las leves, en eteczo,n0 zegulan ua dnico tipo de conducta, sino todas ls conductas que son relevantes para Ja convivencia, La usticia legal comprence. pcr tanto la totalidad de las virtudes en todo acuella que ate'2 ia telacicn con los demas (2, 112962527). En contrapesicién con la justica legal que es viru total, Arisciteles deno: justicia particular ala que tiene que ver especiicamente cor ta igualdad, Se tata dela virtsd que regula ls relaciones interperssnales imponiendo en estas un trato equitativo de modo que cada coal cbtengs Ja que Ze correspoade, Ahora bien, el ‘rato eovitativo puede alcanzarse mediante des procecimientos distntos ave Aris: ‘teles interprets coma «igualdad» aritmética y como sin mis, s seeze. Dante, par su parte, califica en [a Divina Comedia 2 Aristételes como «if maastro di calor che Samm. Et prestigio de Aistételes 50 aristotelismo y su olvido podia ponerse mas alto. No obstante, el {slim oe verio senasa «pare en la modernidad (ism eine Eos factores que influyeron en la decadencia del aristotelisme medieval fueron varios. Desde el punto de vista flo. La crisis del 51 ‘séfico (y teolégica) el siglo XIV vio surgir actimdes nominalistas y voluntaristas {Dans Seato, Guillermo de Ockham) hostile « Ja teora Gel conocimiente y 2 !a tavtafisca de inspiracién anstotélica deiendidas por Sto-Tomiis, Ademés, una veo ‘onatitside el sistema -tomistan, # aristotelism integrade en éi fue perdiendo progresivamente su Vigor e inspiracién originales encapsulindose en formu Tes manidas que lo rebajaban hasta ia trivialicad. Degradado en escolistica, el aris toteliamo se prolongo languideciendo en manuates incapaz. de hacer fete al gran roto que supouia la paricidn de fa ciencla moderna, ‘Eldesarrollo de la fisica de le astrenemia fue, én fin, el factor decisive para el caso del aristotelismo medieval. Ya en el sigio XIV comenzaron las crticas a la ‘Ssica acistotslica, origicalmente con la iatenciba de coreegirla y completarla en Geterminados aspectos relativos al movimiento, En el capitulo tercero hemos Sxpuesto que ia iterpretacidn del movimleato ex términos de =potencia»y wacto» Comportana 6] principio cegi el eval «todo lo que se mucve es movida por oiro* {cubra, p. 23). Este principio implicabs, por su parte las tres siguientes afirmacio~ hes () ue él motor tiene que ser distinto del movil, @) que tiene que ser, ade inde, exterior al movil y () due la secin del motor sobre el mdvil ha de durar ‘ewtias dura el movimiento de éste. Bsta hima afimacién resultaba particular. mente probleroética ya que la experiencia ao parecia acomodarse ella en caso de los movimientos de proyeccién: en efecto, un provectil cualquiera, uns ver lanzade, se mnantiene en movinieato ¢ pesar de que ol agente prayector no cont iia actiando sobre ol Arstoteles fue cousciente de esta difcultad y para salver el Principio recurs a la ipstesis de que el are, al desplacarse, continga moviendo STproyecit micntrac dura su movimiesto. Insatisechos coa esta exoTicacion, los fisiooe sominastas (entre quienes ha de destacarse a Juan Buridane) rechazaron {a seguada Ge las atirmaciones implicaas por el principio aristotlico del movi- tniegto ~que el motor tiene que ser exterior al mévil~securriende a su peculiar teo- 7a del impetus: sega esta teor’a, el motor imprime a) mévil un -impetu~, on Jmpulso gue, 2 54 #2, actie continuadamente sobre el movil manteniéndoto en tnorimiento, No se trata ain, desde hiego, del descubrimiento del «Principio de Inercias, puesto que se mantiene la creencia de que es necestria tna causa que cite constanteanente sobre el midvil mientras dats el movirsiento. Pero consti ye el prumer paso en el rechazo de la Ssicaaristotélica El heliocentrismo propagnade per Copémnico supuso an ataque frontal, de con- secuoncias devastadoras a Ta larga, contra fa imagen aristotélica del Universo y contra el concepto de «lugar natural, picza basica de a fisica de Aristételes. Poner ehealen el contro del Universo kplica, en electo,rechazar la teora Ge los lugares ‘naturales: centro ha dejado de ser el lugar natural de la terra, adonde ésta nati Talwente se mueve y donde nataralmente repose (swra, op. 7-28). Ademés, y en Telacisn con la imagen aristotelica del Universo, sila terra se mueve cealmente so fistancia alas estrellas ha de ser por fuerza cnucho mayor que Jo hasta eotonces Ssupuesto e fmaginado: se cbre asi 2 la imarinacin y al pensamiento la idea ana: ristetlica de un universo winSrito>. ‘Los golpes a ly fisice aritotliea continvaron ineworablernente con Kepler y con Galileo, Con el primero se desplomarian las ideas de que las trayectorias de los pla- potas son circulares y de que éstos se desplazan 2 la snisma velocidad a lo largo de {oda sv trayectorla Las observaciones astronéinicas de Galileo refutaron, por su 52 rer TT SEIT TT HE SS parte, la kiea de que los cuerpos oelestes solameate estén sometides 4 movimiento focal ¥ no a cvalguier otro tipo de cambio o alteracién. Con sus estudios sobre el ‘movitniento Galileo puso, ademds, en entredicho definitivamente Ia distincion aristo- telica entre movimieares «naturales y movimnientes wiolentos. £t Priscipio Ge iaer- toa vino a masiter 2 80 vet la ikoperancia en cualquier ‘sentido relevante y rigurose de la palabra ‘conocimsento’. Ciertamente Ia praxis Jumena pusde ser objeto de conocimiento, pero sera objeto de un conocimiento vtes- ‘cos, cieniffco: del ipo de conocitniento istaurado por fas ciencias sociales y por Tas clencias del cosmportamiento en general. Ahora bien, e] rigor cientfia exige la ausencia de juicios de valor, impone la neutralided valortiva. Las cieacias sociales y ‘del comportamieata, por tanto, pueden conocer y explicar a conrdueta humana, pero no pueden orientarla moralzente, Per otra parte, la étia ha mantenide su renur tia a los contenides 2 partir del ormalismo Kantian. Manifestaciones recientes de ‘formalism son les éticas procedimentalistas en as que lo que se discute y estabiece ‘no son los contenidos morales, sino el procecimiento, Con una étiea que se ocupa de lz forma, pero no del contenido, y con unas cien- cas (gocales, del comportamiento} que en ares de fa neutralitad axioldgica exciuyen te s0 cometide fa orientacion pobticomoral de la accién bumana, gdesce qué instan- Gls y come planteat tavionalmente fa cuestids de sea vvide buona? Bs en eeta ots Cién aporstice donde el neaariscotelisme reivindica la distincida aristotélica entre teoria y pranis, entre suber tedrico y seber prictico concediendo un lugar decisive 2 la nocivn aristotélica de prudencia (Phronesis). El recurso a Avistoteles juer2, pues, el papel de contrapuato critice v de alternativa frente al erapobreciraiento de ls dimensién «prictica de la racionalidad. El debate sobre sla repasickin de la flosofia practica- ba tenido lugar fundamen: talmente, aunque no exclusivamente, en el seno ce la floseta alemana y en él han patticipado (favor ¥ ea contra de este nuevo aristotelism) los mis importantes fl6- Sofas del momento, Entre los pioneros del aeosristotelismo cabe citar a 1. Arcndt y 2H.G, Gedamer. Aquélla Hamé la atencién sobre Ja transcendencia «politica» de fa ‘somprensin aristotelica de Is praxis frente al predomiaio modemo de Ja nociéa de ‘praxis como trabaia y productividad (H. Arendl, 1958). H.G. Gadamer, nor su parte, ehel capitulo tituiado -Le sctualidad hermentutica de Arsiiteles» (FL. G, Gadamer, 5960) subrayaba la actualidad de la tia scistotlicainsistiendo en su concepeién de ie plironesis como saber arientador de ia vida humana y asumiéndolo came modelo de le hermenditca filosética, Cuando escribo estas ineas el debate coatinda en vigat no solaraeate ea Alemania, sine et amplics circules filoséficos de otras areas lu ilsticas. Nevaristotelico relevante en EE UU es A, Melntyre cuyas posiciones arran- Ean tambien de una dura critica a la casionalidad moderna (A. Melntyre, 1981). De luna w otra manera e] debate ha encontrad eoo también en nuestro dmbito linguist. co foueden verse, come unuesiras: C. Thlebaut, 1988, que ofrece abundantes referen- ‘ias en las aotzs, ¥ O. Guariglia, 1990). En lineas geaerales el neoaristotelismo ha Sido acusado acd y alld de conservadurismo y tal es el caso en algunos de sus regre- 56 sentantes. No obstante, no tiene por qué ser as necesarameate (como tampoco teat ‘que ser uecesariamente conservadora una Hlosoia de orientacion hermenéctica) ¥ Aistiteles puede jugar muy bien ! pape! de contrapanto para la ceflexion erica sobre la stuacion do osotia en nuestra época sin evar necesaramtente aun =rela ‘ivismo cultural moderado y conforablemente conservador~ Al comienzo de este spartade nos ceferiamos tambien @ la recuperacidn de retérica en cietos ambitos Hlessficos. Esta recuperacioa, cuyo protagcnista mis sobresdienie es segurainente ChPerelman, nc es ajena a las motivaciones que Jmpulsaron a la rehabiltacién de Ia flesofa prictica. En el capitulo segtindo nes referiamos& la distincionaristotelica entre el stogismo eapodiciice» (demostracién, proceder propio de la cienca) y e] slogismo wdialéctico~: ono siempre -deciamos= nas 08 posible razonar cientficamente, Muy a menudo aos vemos en la necesidad dle razonar en dmbitos no sugceplibles de demostracion» (fra, p. 19). Se trata de Jo dmbitos dela ovinién, de lo probable y verosénl, que Ch. Perelman extiende no solainente ala Atca a poltca o el derecho, size también a a flosotia como tal: Ch. Perelman, 1858). Er todos estos contextos ne es posible la demostracion acientls cae, pero es posible aducir razones, argumentar. De le argumentacién se ocura la retérica aisttélica vinculada esencialmente a la dialéetica (sutrs, - 11 en cone 2xi6n con pp. 1920), La retérica de Ariststles se cecupera, pues, ef Su sentido ot ginal como teoria de ta argumentaciin. ¥ al igual que en el caso de Te Slesota practical reldriea se esume como una alernativadrente a aquelle concepciin ua Jateral de [a racionalidad que a0 reconoce otro madelo de eazanamiento que el ceracterstico ela ciencia No es seyuramenie una cascalidad que en acsellos momentos hisiiricos en que 1a lostla relent crtcamente sobre so proplastwacloa emerja Arstteles como punto de referencia, El Dante calffod enusiésicamente a Aristteles como «i macs. ino di color che sanmow. Tal vez no sea desacertado consiceratlo nis modestamen: fe, pero con toda justia como un interlocutor inexcusable ellos qu Ilosofan eon serieda, pes eenaies we a7 Bibliografia Obras de Aristételes Hay diversas traducciones expats de los trans arstetBicns (no de los Fragments ‘Son recomendables as ediciones blngries pubicadas por el Tastituta de Estudios Constitcio: "ales, antes -InsUtuto de Estudios Plisees» (Bas a Niesnaco, Poles, Resirice, Comstiucion de Atenas) y ag abuccones cesteanss de ls ataéos publcadas por» Editorial Gres en |: Biblioteca Clisica Gredos, Se wat. por lc general, de buenas taducciones cn estudos inwodctosiosy antaciones ites Estudios sobre Aristales ‘AusENauE, P. (1962). Le Probéme de Vive ches Ariute, Pars (EI Probema dt ser om Aste tele, Madrid, 3974. ‘Donte, [ US8S), Aristotle, Heidelberg (Ariz México, 1890) Jances, W. (1922), Arseteles. Grenepung ever Geschicheslenar Entwicklung, Bes (Arie ‘ies. Mésico, 848). 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El conocimiento 25 EL wniverso 9 Si CSE UCHUTE eseosen 27 Ala biisqueda de la flosofia prime-a: la metafisica ..... 29 Las ciencias tebricas. La flosofia primera 29 Lo que es on tanto que algo que es (ontoligia) 31 La entidad primera tteologia). La unidad de ia metafisica aristotélica . Una vida digna y satisfactoria: ética y politica La felicidad como fin ditimo Las excelencias 0 virtudes La vida en comiin. La politica 61 ‘VI. Elaristotelismo y su presencia en la historia La herencia y la obra de Aristiteles en lo antigiiedad. 49 El aristotelisomo en la Edad Media: Averroes y Sto. Tomés 50 La crisis del aristotelismo 9 su olvido en ta modernidad....._ 51 Aristételes y la filosofia contempordnea. Bibliografia 62, SERSRREBLSS gape Programa EL sito de la Historia. Félix Deque Sociedades sin Estado. El pensamiento de los otvos. José Lorite Mens La sabiduria come estética. China: confucianismo, taoismo y badismo. Chantal Maillard ‘Pensamiento y cultura en Ia antigua India. Ana Agud Genio de Oriente.Cuatro mil aiios de eultura ¥ pensamiento en el Asia Anterior y el Irn. Joaquin Cérdoba Egipto a la luz de una teoria phuralista de la cultura. Jan Assmenn La experiencia de Israel: profetismo y utopia, Julio Treballé Grecia arcaica: la mitologia, José Carlos Bermejo Laverdad en el espejo. Los presocriticns y ol alba de la filosatia. Rocco Ronchi ‘Democracia y tragedia: la era de Pericles. Ana Iriarte ‘Séerates ¥ Platén. Romano Gasparotti Aristiteles y el aristotelismo. Tomas Calvo ‘EI mundo helenistico: estoicos, cinicos y epicireos. Maria Daraki/Char- les RomeyerDherbey ‘FI nacimiento del Cristianisme y el gaosticismo. Propuestas. Francine Culdat pitanias acmirables. Apogeo y consumaciém de la Antigitedad. Massimo Domi, El peso de Roma en la cultura europea Evz Cantarella Panes de las Tylesias griegs y latina, Iran José Garrido De la Europa carolingia a la era de Dante. Pierre-Jean Labarritre {a cals semiten de lo europec: Islam y jadsismo medievales Joaquin El redescubrimiento de la sensibilidad: del ciclo artiico al amor cortés, Carlos Garefa Gual [Los coniicts espirituales del in de la Edad Media Horacio de Santiago Otero Movimientos de renovacién: Humanisipo y Renacimiento. Eusebi Colomer Altetidad y ética desde ol descubrimiento de América, Alfedo Gémee Muller Reforma y Contrarreforma Salvador Castllote Descartes: La exigeocia filoséfica, Victor Gimez Pin El empirismo inglés. Farique Rorserales La mistica espafiola (siglos xvi-xvn). Pazicio Pefalver El siglo de Leibniz. Quintin Racionero La razén contra la fe: el pensamiento iusirado. Edvardo Bello Ta ilustracién espaiiola, Francisco Sénchez Blanco En el aberinto del conocimiento de st: el Sturm und Drangy la Hustracin ‘atemana, Volker Rihle ET giro kantiano. Riccardo Pozzo Kant y la época de las revoluciones, José Luis Vilaceaas Conciencia de la modemnidad: Hegel. W. Jaeschike La Restaurracidn: la escuela hegeliana y sus adversarios. Félix Dugue 63

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