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Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media El ciberespacio no genera una cultura de lo uni- versal porque esté en todas partes, sino porque su forma o idea implican un derecho para el conjunto de los seres humanos. Livy, uno de los primeros ciberutdpicos, 1999 egunté a Penélope una vex quién preferta ser, si el personaje que ha ido creando a lo largo de sus quince anos en internet 0 el que yo reconozco conocer mejor, el de su realidad. Contest6 con a «No te entiendo...». Vivimos, lo hemos dicho ya de muchos modos, un cambio de pa- adigma hacia la hipersociedad, hacia la sociabilidad aumenta- da. En sus multiples variantes (cooperacién, inteligencia colecti- a, empresa 2.0, educacién 2.0, democracia 2.0, etc.) supone la ealizacién, la puesta en escena, de un excedente social acumula- ‘do e histéricamente coartado por poderes y medios. La sociabili- dad estalla ahora con fuerza y es capaz, aupada por la potencia e le otorga la propiedad de ser natural en el ser humano y la erza de avanzar por el camino despejado de una arquitectura ensada para la participacion, de reconvertir una sociedad en Multiples crisis en una sociedad que, gracias a la capa social que habra afiadido lo digital, puede ser en lo posdigital mas nues- tra y ética que nunca. Hemos analizado en términos de disonancia cognitiva, de di- 148 - Socionomia i 1, en ferencias entre lo que nos ofrece lo virtual respecto “ lo pa ” i i .0. Pel términos de participacién en el espacio social, la we ane i as di i la cibercultura, comunes en existen otros valores de 1 am een i ir cambiando también, mej A ciberculturas, que van a Ir n — un plazo de tiempo breve, distintos aspectos de la ed gue i sticas, i 2.0 a este tipo de caracteri Llamaremos actitudes este me serdn importantes también en términos de presencia, reputacior é i tro mensaje igi i Si queremos que nues' digital, marketing, etcétera. mos que I nsale i iativa de puesta e éxi to que cualquier inic’ tenga éxito en internet a marcha de comunidades online sea provechosa, deberemos a carnos al idioma del individuo conectado. Aa ease ivi los espacios de Entender, vivir, crecer en pa 1 mentada de internet no es una cuestion de havdsare (eqripos) icaci i mas importan- i é s), sino de algo mucho ni de software (aplicaciones), a n I - te: el mindware o cambio de mentalidad necesario hacia com ' i TOS partir conocimiento, adoptar un enfoque creativo, y me 0S otro i 2 o cultura, - 2 mpieza a hablar, com ¥ elementos de los que ya se e ipieza a fc t petencias 0, como hemos decidido titular aqui, claves de la act , tud 2.0. leralaate : Mezclaremos en este capitulo SMO (optimizacion este w nales en los social media), netiqueta (la denominada “e fact Say ha rink en internet») y cibercultura (elementos histéricos ee cado la cultura de internet). Empezaremos por estos ultimos. Ninguna tecnologia es neutral: cibercultura y ética en la web Siempre me ha resultado extrafia la expresion «no eae ‘e tecnologia, hablamos de pees Peewee hee concebir la una sin las otras. t a y esta destinada a su vez a cambiarlo. Internet & como dirian historiadores como Dutton, un constructo ~ a nico complejo. Asi, a pesar de que a veces podamos pensa: ° 2 sl rer internet como espacio desregulado que escapa a cu: 2 ue tipo de autoridad, no es asi del todo. Ninguna ae a ie por personas, es completamente neutral, sino que s Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 149 contiene en parte el programa regulador de quienes la inventan. El concepto, conocido en cultura informatica, de tirania del de- Sault (tirania de las opciones por defecto)"’ nos habla de ello. Nos sirve de ejemplo Facebook, que respondiendo a la ideologia eintenciones de sus creadores yen la direccién de captar el maxi- mo de datos posibles de la poblacién presentaba en sus origenes funciones que respetaban poco la privacidad. éRecordais lo tre- mendamente complicado que era cambiar unas opciones por de- fecto de Facebook que tendian a publicarlo todo? En este caso, el usuario ha ganado algunas batallas, y sien un primer momento la configuraci6n mas basica dejaba los perfiles, incluso de los mis jovenes, al descubierto, numerosos movimientos de protec- cién de la infancia y de descontento en general contra Facebook han ido presionando a la compaiiia para aliviar en la actualidad el tema. No siendo el servicio de redes sociales que mas nos res- peta, si es cierto que se muestra menos «tirano por defecto» que anteriormente, mejorando el grado de respeto por nuestra priva- cidad al abrir cualquier nuevo perfil. Volviendo al caso de internet en general, si el disefio mismo de las tecnologias ya contiene en parte el programa regulador de quienes las inventan, se recuerda siempre que sus origenes fueron brevemente financiados por estamentos militares (ARPANET), pero que pronto se la apropiaron por cientificos y activistas. Nos recuerda Manuel Castells, a quien ya hemos citado varias veces y es considerado uno de los grandes socidlogos de la historia de la red, que aunque su expansion definitiva se produce cuando se de- tectan por parte de la empresa sus posibilidades, internet hereda- rd de movimientos libertarios y universidades buena parte de su cultura, colmandose de multitud de valores diferentes (la coope- racion académica, la liberacién de las telecomunicaciones, las utopias comunitarias, la revitalizacion de las democracias locales 0 el pacifismo) a los de la sociedad de consumo. Observa Faura™ como de la especial confluencia de esos valo- res académicos y el desarrollo econémico surgira la denominada «ideologia californiana». Escritores, hackers, capitalistas y artis- tas de la costa Oeste de Estados Unidos, unidos en el desarrollo del nuevo entorno, iran configurando una ideologia que defiende 150 - Socionomia valores como la iniciativa personal, el optimismo tecnoldgico, la btisqueda de formulas renovadas de capitalismo, la creatividad o la innovacién, que siguen desbordando la red de hoy. Veamos con calma algunos de estos aspectos: 1. Pacifismo (a pesar de sus origenes militares) Pues si, a pesar de sus origenes militares y elaborando nuevas paradojas, lo que tenemos hoy es una internet que esta poten- ciando procesos pacificos de cambio y transparencia a escala mundial. Flexible y robusta, capaz de sobrevivir al apagado de algunos de sus nodos (0 servidores) gracias a sus origenes militares, una vez cooptada por pacifistas, movimientos sociales de liberacion de los afios sesenta y, tiltimamente, por la sociedad en general, sus objetivos se alejan muchisimo de lo primero. En el extremo de la paradoja encontramos fendmenos tan de contrapoder como «Wikileaks», con la ley militar precisamente encarcelando a Manning, o los variados movimientos de protesta social que ame- nazan diversos regimenes. Puede parecer una curiosidad sin importancia, pero no es ea sual que hoy forme parte de uno de los programas de formacion mas prestigiosos sobre la sociedad red, el master en Sociedad de la Informacién de la Universitat Oberta de Catalunya, una asig- natura tan aparentemente distante de la tecnologia como la con- flictologia, la ciencia que estudia la construccion y defensa de una cultura de paz y la cree posible en la sociedad red actual. Apostamos en el mismo sentido, en raz6n de los cambios que vamos describiendo desde la alienacién, la desconexion, la dife- rencia y la distancia hacia la empatia, la implicaci6n, la cercania que supone la interconectividad global. 2. Globalizacin, aspirando a ser grandes Aunque con objetivos didacticos, y para seguir una costumbre ya muy arraigada, llevamos paginas usdndolos de forma indistinta, resulta importante distinguir en este punto entre web da aplica- cién) e internet (la infraestructura). Asi, aunque es cierto el ori- gen de internet en Estados Unidos, su desarrollo se desmarcara Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media + 151 pronto de lo norteamericano, desarrollandose, de nuevo segtin Castells, en paralelo en Europa. Lo demuestra la institucionali- zacion de la sociedad privada que gobierna internet, el WSC, con miembros europeos, o el posterior origen de la www (web) en los laboratorios del CERN™ en Suiza, con Tim Berners Lee al frente. En todo caso, asistimos a un fendmeno global, que corre his- toricamente en paralelo a una globalizacién con la que esta en constante retroalimentacion. Construimos en este sentido en internet, en cierto modo, lo que Catherine Frost”® denominaria una ética posnacionalista, que va mas alla de los limites geograficos. Asi, en «internet Galaxy Meets Postnational Constellation: Prospects for Political Soli- darity After the internet» (La galaxia de internet se une a lacons- telacion posnacional: la solidaridad politica después de internet), la autora evaliia la emergencia de solidaridades posnacionales, que Ilevaran a cambios en el orden politico y de las organizacio- nes, con algunas de las responsabilidades del Estado-nacién sien- do asumidas por otras entidades e incluso, afiadiriamos, como hemos visto al hablar de la implicacién cfvica, por un individuo conectado también mas solidario, parte de un nosotros cada vez mas amplio. Si pierden importancia las identidades nacionales, si pasa- mos a formar parte de una comunidad mas global, parece légica la emergencia de movimientos sociales también desnacionaliza- dos, mas globales que nunca y organizados en la peculiar distri- bucién en red. De este tipo son los muchos que tienen su origen en internet, desde los mas ligados al software o aspectos politicos de internet (el de neutralidad en la red es buen ejemplo de éstos) al propio de los indignades, que hemos visto como se viralizaba hacia y desde paises cercanos, en un sentido mas cultural que geografico, a través de una red que ahora lo hace posible. La escala global tiene muchas ventajas si la pensamos en tér- minos de coincidencia de necesidades. Lo que tenemos en la red €s un entorno en el que puedes publicar y encontrar satisfaccién a cualquier interés 0 necesidad. Infinitos nichos de mercado, como nos dirian Anderson y su célebre teoria de «la larga cola»,"7 152 - Socionomia o infinitas posibilidades de colaboracion, facilitando realizar ini- ciativas que en el Ambito local, con un minimo publico, no ten- drian sentido, pero que a una escala mundial, cuando logran captar muchisima mas audiencia, resultan excepcionales. Buen ejemplo de ello es la comunidad de Patientslikeme, que veiamos antes, y son infinitos ya los casos de iniciativas con sen- tido global que podriamos citar: movileactive.org (centro de re- cursos y directorio global de iniciativas de uso de los moviles para el desarrollo), donorschoose.org (portal que permite elegir y apo- yar iniciativas relacionadas con la educacién a escala mundial) oO salaamgarage.com (viajes con finalidad social, solidaria y de for- macion de periodistas), por poner sdlo algunos ejemplos, asi como otros casos de innovacion social que veremos en el proximo capitulo, son excelentes propuestas en el mismo sentido. ; La globalizacion produce, finalmente, nuevos tipos de diso- nancia cognitiva, de contradiccion sangrante en la que internet sale victoriosa y mejora la realidad. Nos prestan un ejemplo de ello en Collaboration futures (Los futuros de la colaboracién),”* cuando denuncian la nueva forma de apartheid internacional que suponen las restricciones a la libre circulacién de personas. En el caso de un trabajo colaborativo que online, en internet, ocurre de forma fluida y puede ser, gracias a la diversidad, como veremos, tremendamente rico, las actuales leyes territoriales no hacen mas que limitarlo. Parafraseando algunas de las ideas basicas del libro citado, vivimos en comunidades cada vez mas amplias, cada dia mas universales, y las fronteras territoriales resultan en muchos ca- sos, ademas de ilogicas, fundamentalmente contrarias a los prin- cipios éticos y politicos de la igualdad humana. Las leyes del Es- tado y las regulaciones, particularmente por parte de los Estados ricos, que niegan el derecho a entrar y vivir en sus territorios y acceder a sus beneficios sociales, deberian ser, en sus términos, abolidas. Puede parecer una utopia, pero no debemos olvidar que esta- mos hablando de algo tan comin como que desarrollamos buena parte de nuestra vida online en servicios de redes sociales que también son globales pero chocan, dia si y otro también, con las Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media «153 distintas legislaciones nacionales (hablaremos mas de todo ello al referirnos a la diversidad). De nuevo, cuando las utopias dejan de serlo se convierten en disonancias y solamente es cuestion de tiempo que sean resueltas, 3. Descentralizacién, independencia, apertura, libertad: cazan- do ctipulas que no existen Signo también de los tiempos posmodernistas, complejos, flui- dos, que vivimos: pasamos, segtin Abbate,"® de las autoridades Unicas y con agendas relativamente simples al poder distribuido y las agendas complejas, incluso contradictorias. Internet es un lugar sin poderes centralizados, fuera de las jurisdicciones nacio- nales, en el que el mando se desterritorializa y distribuye de forma natural. De este modo, la red es un lugar distinto, mas libre, in- dependiente de los poderes tradicionales, que ha ido evolucio- nando gracias a su apertura y una flexibilidad que le es natural, en buena medida, hacia donde han querido sus usuarios. Si hablamos de libertad es necesario destacar la influencia ciberpunk. Siguiendo la definicién de Timothy Leary, uno de sus integrantes, el término «ciberpunk» definiria a personas «for- madas» que acceden a las tecnologias de la informacion como medio para lograr, de forma individual, sus propios objetivos de satisfaccion personal, provecho, crecimiento, etcétera. Su carac- ter libertario se resume en el codigo «TFYQA» (Think for your- self, question autority [Piensa por ti mismo, cuestiona la autori- dad]) y les Hevaa adoptar, desde lo «ciber», las nuevas TIC como armas, medios de resistencia o campo de batalla contra cualquier abuso de autoridad. Llevaba poco tiempo estudiando la red cuando entrevisté a David de Ugarte,'”° exponente del movimiento en Espafia. Me explicé que lo ciberpunk ha evolucionado, de alguna forma, como reaccién o defensa ante la amenaza de control, politico, militar 0 econdmico, de la red. Asi, desde sus origenes literarios computropicos, en los que lo ciber se veia como una evolucién hacia la desnaturalizacién de lo humano (novelas de ciencia fic- cion en las que los ciborgs intentaban rebelarse), llegamos al re- conocimiento de que no ha sido asi, de que lo ciber, lejos de des- 154. Socionomia naturalizarnos, puede potenciar (en la linea que abordamos durante todo el libro) el desarrollo de lo humano. La tecnologia posibilita la conexidn entre personas, mas que entre maquinas, resultando éstas instrumentales, mas que esenciales, a conceptos tan humanos como la comunicaci6n, la organizacion social o las propias «redes» de personas. Hemos visto como, lejos de ser neutral y como cualquier otra tecnologia, internet adquirira su forma entre los usuarios, en el contexto de su empleo efectivo, en un proceso también llamado de apropiaci6n caracterizado por negociaciones € interpretacio- nes por parte de éstos. Asi, como usuarios y participes en su de- sarrollo, los tedricos de lo ciberpunk asumen cierta responsabili- dad en el mantenimiento de la propia base abierta y libre de la red (XHTML, CSS como lenguajes «libres», de cédigo fuente abierto), que consideran fundamental para el desarrollo de liber- tades en el siglo XXxI. Defienden, mas en concreto, los estandares del W3C, su caracter abierto, al que dotan de un valor «politico», mas que utilitario. Cuando hablamos de la responsabilidad so- cial de Facebook o de los derechos de los usuarios de la web so- cial nos estamos refiriendo también a este tipo de cosas. Tam- bién en este sentido, como veremos en el siguiente capitulo (sociedad 2.0), la disonancia empieza a dar sus frutos y empie- zan a aparecer alternativas, formas de innovacién social y econd- mica basadas en la apertura y que se aplican a sectores distintos de los del software. Hoy muchos de los autodenominados «hacktivistas», tam- bién Anonymous, heredan algunas caracteristicas de este mo- vimiento. En cuanto a descentralizacién, por ejemplo, las cua- drillas de Anonymous, horizontales y sin jerarquias claras, son buena muestra de ello. De aqui surge en este caso la paradoja, cuando desde lared se observan con extrafieza (o directamente burla) determinados ti- tulares de medios de comunicacion tradicionales como «Deteni- da la ctipula de Anonymous en Espaiia>. 7 que resultan absurdos desde el conocimiento de la cultura de los movimientos organi- zados en algo tan inherentemente horizontal como las redes. No vamos a profundizar mas en ello, pero vale la pena trans- Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media + 155 cribir, por su claridad y belleza, la definicién de Landers en Wi- kipedia: «Anonymous es la primera superconciencia basada en internet. Anonymous es un grupo, en el sentido de que una ban- dada de aves es un grupo. ¢Por qué sabes que son un grupo? Porque viajan en la misma direccién. En un momento dado mas aves podrian unirse, irse o cambiar completamente de rumbo». Por ultimo, cabe destacar que tanto descentralizacion como independencia son requisitos importantes, para distintos auto- res, del surgimiento y desarrollo de una inteligencia colectiva que, como veremos, florece con abundancia aqui. 4. Meritocracia, empoderamiento, cultura cientifica De nuevo Faura nos habla de «religiosidad» o nueva fe en lo cientifico y tecnolégico (positivismo), refiriéndose a como la cul- tura ciberpunk defenderia el libre conocimiento y creacién, en el Ambito de las nuevas tecnologias, por parte de la sociedad civil en general, como prerrequisito hacia un futuro mejor. En una linea similar nos presenta Himanen, una de las men- tes mas claras en torno al tema, «la ética hacker»: En el centro de nuestra era tecnoldgica se hallan unas personas que se autodenominan hackers. Se definen a si mismos como per- sonas que se dedican a programar de manera apasionada y creen que es un deber para ellos compartir la informacién y elaborar software gratuito [...], un hacker es un experto o un entusiasta de cualquier tipo que puede dedicarse o no a la informatica. [...] La ética del trabajo para el hacker se funda en el valor de la creativi- dad y consiste en combinar la pasi6n con la libertad. El dinero deja de ser un valor en si mismo y el beneficio se cifra en metas como el valor social y el libre acceso, la transparencia y la franqueza. Siempre resulta polémico hablar de la cultura hacker, con dos acepciones claramente diferenciadas, desde el delincuente a la que leiamos en Himanen, que nos habla de personas que lle- van la tecnologia al limite, que en una suerte de competicién in- telectual extrema, como diria un amigo informatico,’” hace co- sas que no se consideran posibles en su tiempo. Wozniak y la 156 - Socionomia reduccién de los componentes de hardware necesarios para crear el primer PC (haciéndolo asi rentable), Stallman y su com- pilador, editor de textos para el sistema GNU, o Assange y sus reconocidas aportaciones en software libre criptografico (de se- guridad en las comunicaciones), que permitié Wikileaks, son buenos ejemplos de aquéllos. Es tipico de los actuales universos virtuales y de las primeras organizaciones sociales en internet (los MUD sociales, por ejem- plo)’ que el dominio de las herramientas para manejar y ampliar el sistema sean la base del poder. Se trata de meritocracia, de la idea, actualmente vinculada al empoderamiento que también hemos estado analizando, de que todos deberiamos tener las mis- mas oportunidades para crecer y prosperar en esta sociedad. La idea esta vinculada a la cultura de la ciencia (recordemos la invencién de la www en el CERN, Centro de Investigacion Nu- clear suizo, de la mano de cientificos como Berners Lee y Robert Cailliau). Y en este sentido, decia Merton, conocido como padre del ethos o las normas de la ciencia, que ésta debia seguir una serie de principios. Se los conoce como CUDOS (comunalismo, universalismo, desinterés, originalidad y escepticismo) y creo que se aplican perfectamente al entendimiento de internet como en- torno meritocratico, basado en lo que se sabe mas que en cual- quier otro aspecto. «Que la aceptacion o el rechazo de la aspira- cion a ser incluido en la nomina de la ciencia no dependa de los atributos sociales, de clase, género, etcétera, sino de los méritos personales de cada cual», reza uno de sus principios, tremenda- mente actual. La anécdota histérica entre Einstein y Theodor Kaluza, fisico y matematico alemaén cuya obra no fue valorada por la comuni- dad cientifica hasta después de su muerte en 1954, todavia me pone la piel de gallina cuando la cuento en piiblico. Disculpad si obvio los detalles mas técnicos de dos disciplinas (la fisica y las matematicas) que practicamente desconozco, pero la cuestion es que parece que ambos estuvieron envidndose cartas desde 1919 a 1921, imagino que como seria habitual en la época a la hora de ir contrastando teorias. Ya desde el principio, en las primeras car- tas, Einstein animaba las teorias de Kaluza, que al parecer po- Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 157 dian complementar las suyas propias. Incluso en algtin momento, un Einstein ya reconocido por la comunidad cientifica interna- cional prometia a Kaluza la publicacin de sus tesis en Scien una de las principales revistas cientificas, con su rconrnedactim, Pero pasaban los meses y las promesas de Einstein no se a plian, mientras, Kaluza, que como todos los cientificos necesitaba publicar para ser reconocido, luchaba por ganarse la vidinces : profesor. Paso el tiempo, Einstein siguié cosechando éxitos ‘al gunos afios después le escribia de nuevo: consideraba que la id : ya estaba lista para ser publicada. Fue demasiado ae yun Ke. luza decepcionado por las promesas incumplidas de Rinstein y ante la oferta de una universidad de prestigio en la época habia cambiado ya de disciplina y se dedicaba a la docencia de las m: : tematicas. El aporte de su teorfa no seria reconocido hasta an, siendo uno de los principios basicos de la fisica contemy orénea, asi que es probable que su dedicaci6n a la fisica sin el blo ueo di Einstein hubiera podido beneficiar el desarrollo de su aisel lina, Pero asi sucedian las cosas cuando todo dependia de la saath cia de los poderosos y no existia la posibilidad de publicar en ningtin lugar en el que tener una minima difusion para hac emerger la propia valia. “ Hasta aqui hemos hablado de cibercultura, de algunos de los que podemos considerar los primeros valores de la red. Aunque ~ cierto a derivadas de éstos, y quizé no tan tradicionales 0 portantes, las actitudes que veremos a continuacién también forman parte de la cultura de internet, la que, con el nacimiento dela web social y, por lo tanto, la participacin de mucha ma mas diversa gente, vamos construyendo. ae 158 - Socionomia «La construccion de identidad implica el triple desafio (y riesgo) de confiar en uno mismo, en otros y también en la sociedad.» BAUMAN, en Vida liquida, 2006 El proceso de maduraci6n de la identidad digital: de la identidad fingida a la identidad aumentada Suponemos a veces que los perfiles en las redes sociales crean y comunican una imagen idealizada, no real de nosotros mismos, que de algtin modo fingimos en internet lo que no somos, que proyectamos, como decimos los psicdlogos, lo que querriamos ser. De acuerdo con esta hipotesis sobre la identidad virtual idea- lizada, los propietarios de perfiles reflejan caracteristicas ficticias que los mejoran, que no reflejarian sus personalidades reales. La vision alternativa iria en la linea de la cita de Bauman con que empezdbamos este apartado: no somos los duefios exclusi- vos de nuestra identidad, en menor medida en un entorno inter- conectado. Ya no estamos nunca solos, y nada es tan dificil como mantener identidades idealizadas aqui. Ademis, lo escribia hace ya un tiempo:™* en cierto modo, el caracter textual de la comunicacion en red aporta sentimientos de seguridad, de palabras que no se lleva el viento. En este tipo de interacciones, dadas las posibilidades para registrar las conver- saciones, se activan mas expectativas y se eleva la autoexigencia en cuanto a la coherencia o la autenticidad de lo comunicado. Del mismo modo, el hecho de comunicar por escrito nos con- fronta con cosas de nosotros mismos que no conociamos, facili- ta (sobre todo en la comunicaci6n asincrona) la introspeccion. Reflejamos, desde esta perspectiva, nuestras verdaderas iden- tidades en internet. Las redes sociales virtuales constituyen ya parte de nuestro contexto social extendido y son un lugar en el que expresar, de nuevo pero sin connotaciones negativas, hipe- rrealidades, caracteristicas de personalidad reales y capaces de transmitir percepciones interpersonales que lo que menos que- remos es que lleven a cualquier tipo de engafio. Compartimos en Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media « 159 redes sociales cosas incluso mas reveladoras que las que compar- timos en el mundo no virtual: pensamientos privados, imagenes de la cara, relatos de nuestro comportamiento social, son cosas que contienen muchisima informacién valida acerca de nuestra personalidad. No se trata de versiones contradictorias de un mismo fend- meno, sino de que entre ambas perspectivas, pienso, existe un proceso de maduracién de la identidad digital. Las primeras investigaciones sobre la identidad y la autopre- sentacion online se centraron principalmente en los entornos virtuales en los que los usuarios permanecian en el anonimato. Estudios en MUD (Multi-User Dungeons), salas de chat y ta- blones de anuncios encontraron que, como suponiamos, en un Primer momento los individuos tienden a experimentar con la propia identidad (a modo de juego de roles), a poner en funcio- namiento identidades prohibidas o tabit y a realizar conductas fuera de la normativa. Estudios mas recientes en entornos virtuales menos andni- mos, como paginas de citas, desvelan resultados muy diferentes y cercanos a la sociedad de la transparencia, de la autenticidad, de la que hablabamos. Son muchas las investigaciones que hoy concluyen que lo online es una simple extension de nuestra vida offline. Entre éstas es conocido y comentabamos ya el trabajo de Danah Boyd que, especializada en adolescentes, define el rol de internet como primer entorno de socializacién en el que los Jovenes interacttian con los mismos amigos que en la escuela, el trabajo, la iglesia, el club. Las redes sociales permiten, por su cas racter multimedia, segtin la autora, enriquecer la identidad que Se proyecta en esa etapa, pero‘no reemplazan el mundo social. Identidades ampliadas: las tecnologias que nos empoderan Hay un ultimo punto que me gustaria abordar, el de como pro- yectar identidades en la red podria suponer un paso légico en el Proceso de empoderamiento, que vamos definiendo con el libro, 160 - Socionomia destinado a hacernos mejores y més felices. En este sentido, la investigacién ha demostrado que la eliminaci6n de caracteristicas no deseables en el contexto de internet permite a ciertas perso- nas con problemas en la construccién de la identidad offline de- seada autoconstruirse en un entorno seguro. En el ambito de lo social, la seguridad se traduce en la misma ausencia de claves in- mediatas sobre las reacciones emocionales del otro, lo que propi- cia mayor desinhibicién a la hora de expresarnos a largo plazo. El tema resulta crucial en la adolescencia, €poca de autodefi- nicion y trabajo de cuestiones como la competencia social, el au- toconcepto, etcétera. Asi, el efecto desinhibidor de la red suele ser mas acusado en el caso de adolescentes con especiales dificul- tades sociales, solitarios, que utilizan internet para experimentar con su identidad, ganar en autoconfianza y mejorar sus habilida- des sociales online y también fuera de la red. Recuerdo a una usuaria del servicio de orientacin sociopro- fesional en el que trabajé hace unos afios. Con veintipocos afios, pocos menos de los que yo tendria entonces, sufria una situaci6n de lo que denominabamos desempleo estructural, casi ya perma- nente. Con unos 20 afios acudia a consulta (y a las entrevistas de trabajo y a las citas con los amigos/as) con su madre, mostrando claros sintomas de aislamiento social. Corrian los primeros afios de internet y en la red centré muchos de los argumentos de mi orientacién, en la necesidad de que la utilizara como entorno sustitutivo, seguro, de una socializacion que le suponja un pro- blema evidente y cuyas carencias estaban en la base de la exclu- sion sociolaboral que vivia. Asi escribi entonces y junto a ella su relato, «El viaje de X hacia su propia identidad»: En un primer momento X vive su experiencia en el anonima- to y de forma lidica, de juego de identidades imaginadas o de- seadas, de ensayo de situaciones que le resultan problematicas en la vida real (conocer gente, interactuar con ella, presentarse), pero que realiza cada vez con mas soltura aqui. Utiliza los chats, incluso en ocasiones con distintos nicks, como medio de libe- racion de frustraciones, de espacio regresivo donde manifestar EE Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 161 comportamientos Treprimidos, Principalmente de un Slaming,!5 contra otros que resultan curiosamente similares al th . dece en la vida Teal. seek ; Identidades fingidas, disgregadas, deconstruidas, ensayadas, irreales, Pronto llegara para X e] caos, la saturacién ‘a Seon ciencia, en terminologia de Gergen,”® que estudiaria 1s Primeras 7 que su paso Por los chats sigue siendo con distintas identida- €s, a modo de juego, ha establecido algunas relaciones signifi- ices dentidad offline que no concuerdan con Ja imagen idealizada que ha configurado online. Escribia en la Prehistoria de 2003 como conclusion a la his- 162 - Socionomia Y segui, evidentemente, dedicando mi tiempo y esfuerzos a este que aparecia como un esencial recurso terapéutico y para la evoluci6n social. Las actitudes del ciborg’”* Ni X ni ninguno de nosotros somos los mismos cuando podemos realizar de forma permanente, como individuos conectados, nuestra sociabilidad. De nuevo podriamos hablar de identidad aumentada después del ejercicio de autoconocimiento, autoex- presion y autorrealizacién que supone cada interaccién en las redes sociales. Todos somos, en mayor 0 menor medida después de haber vivido en la sociedad aumentada de internet y haciendo honor a una vieja metafora, en cierto modo, ciborgs en lo social. Y mostramos una serie de actitudes, las que podriamos denomi- nar caracteristicas del individuo conectado: 1. Mas empatia E] individuo conectado es un ser humano mas sensibilizado hacia lo emocional. Adems surge con internet el llamado ciberfeminis- mo,"® que verd la red y la mayor interconectividad como un retorno alo relacional y lo femenino, también, segtin sus propias metaforas, como retorno a la matriz original. Retornan, en gran medida, gran- des t6picos sobre el tema e incluso surgen interesantes estudios en la década de los noventa que destacan, por ejemplo, cémo los con- tenidos en torno al amor son igual o mas abundantes que los relati- vos al sexo en la red. Algunos autores, como Stefana Broadbent en 2009,'*° incluso hablaran de una red que contra todo pronéstico de alienacién nos devuelve lo relacional, lo personal, la posibilidad de hablar «con los nuestros» en los espacios publicos, mezclando lo personal y lo laboral, lo intimo y lo publico de una forma que tam- bién habia sido vinculada tradicionalmente a actitudes femeninas. «Vivimos tiempos apasionantes para los amantes de los matices, desesperantes para los esclavos de la certeza.» Tuiteado el 23 de septiembre de 2011 Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 163 2. Diversidad Hemos visto c6mo la propia distribucién en red desafia cual- quier intento de localizacién, cambia las jerarquias y se resiste a la uniformidad. Lo deciamos al hablar de Facebook y la sociedad de la trans- parencia, que proclama: la cara positiva de la misma moneda que convierte nuestra preciada privacidad en un valor anacroni- co aumenta nuestra familiaridad con la diversidad, con la consi- guiente aceptacién de cada vez mas opciones. Surge con fuerza desde la sociedad red lo queer,” la mezcla de culturas, géne- ros (se llega a hablar de ambigiiedad sexual posmoderna),' co- lores. Cosas como los tatuajes, piercings, el retorno a estéticas tradicionales y demas elementos, que en otro momento habian sido algo minoritario 0 exclusivo, heredan mucho ahora de la ex- periencia de exposicién a lo diverso tanto de la globalizacion como de la propia red. Incluso hablaba hace un tiempo de los jévenes actuales, de los llamados millenials (asi lamados por vivir su desarrollo mas intenso junto con la legada del tercer milenio, también se les denomina Internet Generation, Google Generation, iGenera- tion), como de la generacion de la diversidad. Lo que aumenta, lo que evoluciona de forma exponencial gracias a la red de redes en sus vidas, con el tamajio y el alcance geografico de lo que pueden considerar como «nosotros», es la diversidad, el nimero de personas a las que pueden considerar desde miembros a refe- rentes de su (si sigue teniendo sentido formular en singular este término) comunidad. Asi, la generacién «nosotros», la del ciu- dadano global conectado, serd mas diversa y tolerante que nun- ca con la diferencia. Valorara incluso este aspecto hasta conver- tirlo en una norma que, de nuevo, habra de hacernos mucho mejores. Sobre esa sociedad mas creativa, que parece que puede ser la mas competitiva hoy, y sobre tolerancia de la diversidad, plantea Florida en su libro The Rise of the Creative Class (La emergencia de la nueva clase creativa) que el crecimiento econémico de cier- tas zonas depende de que alli vivan numerosas personas que per- tenecen a la que denomina la clase creativa. Son lugares en los 164 - Socionomia. que concurren las tres «t»: tecnologia, talento y tolerancia (a la diversidad). ; La «t» de la tolerancia es la que mejor parece predecir el cre- cimiento econdmico de las ciudades, quiza sea el mejor iman para atraer talento a una region y es la que mide la presencia de personas de otras nacionalidades, de artistas bohemios, de per- sonas con distintas opciones sexuales (gais) y de profesionales de distintos sectores culturales. Asi, las teorfas de Florida resultan un alegato perfecto a la diversidad y la tolerancia y siguen inci- diendo, como las de Pink, en la necesidad de abrirnos a la diver- sidad, a una inteligencia colectiva que, como veremos, en gran parte depende de aquélla. Por tiltimo, deberemos recordarlo a la hora de crear las tedes de informacion personalizada que veiamos en el primer capitulo y hacerlo con un criterio abierto a la diversidad. Si filtramos la sobreabundancia informativa, como veiamos, con criterios socia- les, aplicando como contexto el de nuestros contactos en las re- des informativas, podemos correr el riesgo de la denominada homofilia,* de convertirnos en autocomplacientes, sacrificando tanto la diversidad como la innovacion o la inteligencia colectiva que favorece. Recomiendo como antidoto una actitud interdisci- plinar, una mentalidad abierta en la biisqueda constante de la diversidad que es tan facil de disfrutar gracias a la propia natu- raleza de las redes sociales. 3. Autenticidad en la sociedad de la transparencia tee Muy relacionada con la anterior, una sociedad mas diversa y tolerante parece destinada a aumentar también la transparen- cia. La confianza, su traslado al entorno online es, como veiamos, para empresas, politicos o personas interesados en crear 0 man- tener una «buena» reputaci6n online, un elemento clave ahora. Refuerzan su valor, de este modo, cosas como la autenticidad, que se convierte, cuando no existe contacto cara a cara, en toda- via mas importante. Dicho de otro modo, la confianza, elemento esencial en el que basar nuestros juicios y decisiones en entornos no virtuales, cuando la traducimos a lo virtual provoca que exija- mos altas dosis de responsabilidad, autenticidad, transparencia Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 165 sobre sus perfiles a nuestros contactos. Mucho antes de la popu- larizacin de los servicios de redes sociales existian incluso, en este sentido, en los antiguos canales de IRC 0 los todavia actuales chats de encuentro, bots que avisaban de posibles intentos de en- gafio derivados de cambios de nick por parte de los usuarios: «Maria ha entrado antes como Pedro, con la siguiente TP...», in- formaban, mediante mecanismos de programacion, inmediata- mente al resto de los usuarios cuando existia la mas minima sos- pecha sobre la presencia de intrusos 0 mentirosos... El tema se amplifica y traslada hoy a los servicios de redes sociales, a las distintas politicas de autenticidad y una actualidad cultural de practica interiorizacion de la responsabilidad perso- nal en este aspecto. Fue una de las cosas que mas me sorprendié en un congreso sobre «Juventud y TIC», durante la aparicion de varios jovenes que relataban en primera persona su experiencia y sus habitos en las redes sociales. Ante la pregunta de «éTe has hecho pasar al- guna vez por otra persona en internet?», la negativa era contun- dente e iba acompaiiada de mucha indignacion: «iClaro que no! ¢Por quién me tomais?». Hacerse pasar por otra persona es un comportamiento re- probable, y tampoco se lleva bien el anonimato ajeno. En este sentido me comentaban también en un encuentro con educado- res de secundaria como, al poner en practica una interesante ex- periencia educativa en Tuenti, ocurria que los propios alumnos/as se convertian en defensores de la autenticidad: cuando aparecia un «trol» en los grupos de debate, si alguno de los participantes o alguien ajeno entraba en ellos con un seud6nimo, eran los pro- pios compatieros los que lo expulsaban. «O utilizas tu nombre o No interacttias», era la consigna, reproduciendo en los entornos online una exigencia, incluso un derecho basico, en el mundo offline: el derecho a saber con quiénes interactuamos en cada momento. La identidad de nuestro interlocutor actiia tradicio- nalmente a modo de garantia de la seguridad de la interacci6n: ¢Con quién hablo?, preguntamos al teleoperador sobre todo cuando aparece cualquier conflicto... En este sentido, aconsejo siempre en los social media utilizar el nombre real, aunque el tema implique problemas con nuestra privacidad. Si en el cuarto capitulo veiamos como renunciar a ciertas cotas de privacidad era en cierto modo un tipo de respon- sabilidad social, en éste destacamos cémo también puede bene- ficiarnos en cuestion de reputacion digital, de adaptacion a la cultura informal de la transparencia que es habitual en la mayor parte de las comunidades de este habitat (aunque existen, como en la realidad, sonadas excepciones, como Anonymous, con ob- Jetivos que condicionan una cultura distinta). Un ejemplo, que encontramos en Wikipedia, del cambio cul- tural, del proceso de maduracién hacia la autenticidad y la trans- parencia que vive la propia red, de rechazo absoluto de las iden- tidades fingidas, lo protagonizaba Amina Arraf, mas conocida en internet en su momento como Gay Girl in Damascus («la chica gay en Damasco»). De nacionalidad sirioestadounidense y muy conocida en la blogosfera, captaba la atencion del mundo entero cuando después de que su blog se hiciera eco de las protestas contra el presidente Bashar al-Assad y la violenta represién de éstas por parte del Gobierno, desaparecia, presuntamente se- cuestrada por este ultimo. E16 de junio de 2011, el primo de Amina publicaba en el blog la noticia: la policia de Assad la habia detenido y no se sabia nada de ella, sucediéndose durante los dias siguientes las manifestacio- nes de apoyo en los social media y fuera de ellos: grupos de «Free Amina» en Facebook, el Departamento de Estado buscandola, pasaron los dias y empez6 a parecer extrafio que nadie hubiese hablado, ni en aquel momento ni nunca antes, con Amina. El 7 de junio, cuando The Guardian, uno de los principales periddicos del Reino Unido, publicaba una imagen de Amina, re- cibia la llamada de una londinense, de nombre Jelena Lecic, di- ciendo que ésa era su imagen y que nada tenia que ver con la si- tia. Siguiendo la pista, no aparecian datos biograficos en sus posts, y ni Amina Arraf ni sus padres aparecian en ningtin regis- tro publico. En fin..., que la historia de la muchacha gay en Damasco, al parecer con unos cinco afios en contacto con otros personajes online, terminaba a los pocos dias, con un ultimo Post en el blog que revelaba que Amina era en realidad Tom MacMaster, un norteamericano de Georgia impresionado después de unas vaca- ciones en Turquia y que, simplemente, queria divertirse. El «impostor» escribia en el blog: «No esperaba este nivel de atenci6n, mientras que la voz narrativa puede ser ficticia, los he- chos en el blog de ésta son verdaderos y no inducen a error en cuanto a la situacién sobre el terreno, No creo que haya hecho dafio a nadie, sino todo lo contrario, siento que he creado una voz importante en temas importantes, que he iluminado la histo- ria de Oriente Préximo para el ptiblico occidental», Probablemente, ademas, las revoluciones drabes sorprendie- ron a MacMaster, que sin ser consciente de los efectos que todo ello podia tener, inventé la historia del arresto. Como en el mundo real, la decepcién fue potente para mu- chos, mas si cabe en este medio social, que veiamos como va in- corporando la transparencia. Blogueros, mujeres, gais, lesbianas y sirios se sintieron especialmente defraudados/as. Y lo que mas dolia del hoax,"* eseribia Monica Hesse, del Washington Post, era la autenticidad que mostraba, la emocionalidad con la que se gano a sus seguidores, que contribuyeron a agravar las reaccio- nes por la desaparicién de Amina. cAlguien recuerda la Vieja imagen en el célebre comic de Pe- ter Steiner, en The New Yorker, en la que un perro le decia a otro perro «nadie sabe que eres un perro en internet»? Fue ico- no, en su momento, de una visién anticuada, ya superada, de una internet de finales de los afios noventa, de un primer momento en el que percibfamos sus chats, sus mundos virtuales como jue- 0, como mundo paralelo, como teatro, diria Goffman,!5 y por lo tanto como lugar seguro para la experimentacion de roles 0 iden- tidades ficticios. Hemos madurado desde entonces y la web so- cial actual, la incluso llamada sociedad de la transparencia, lena Paginas de ejemplos de todo lo contrario, 4065 - Sociononmna Si vivimos en la sociedad de la transparencia, la privacidad podria ser ya cuesti6n del pasado Compartimos mucho, cada vez mas y cada vez en mas redes so- ciales. Transmitimos en directo (real time web, lifestreaming) nuestras vidas, opiniones, relaciones, conexiones, pensamientos, conocimientos. Si para las generaciones que no hemos nacido con ello puede resultar inquietante la relativa despreocupacion sobre lo que las mas nuevas publican, los jévenes lo hacen de forma natural, rodeando la transparencia de cosas tan positivas como la apertura, la autenticidad, la tolerancia o la inclusion de lo diverso. Le decia Garcia Marquez a su bidgrafo que todos tenemos tres vidas: la publica, la privada y la secreta. Y la frase es tremen- damente adecuada para alertar de los peligros de publicar en in- ternet cualquier detalle de la secreta. En cuanto a lo privado, cuando informaci6n e interaccién se funden en redes sociales, cuando cada vez son mas difusos los limites entre lo profesional y lo personal y cada vez es mas lo que publicamos de nosotros mismos, tiende a desaparecer. «Vivimos en ptiblico», permanentemente conectados a una plaza publica en la que no es facil conservar la privacidad. Pero a cambio recuperamos no sdlo el caracter social de la informacion que hemos analizado, sino también una accesibilidad inmediata, una proximidad en el tiempo, una experiencia vital continua- mente compartida muy cercanas al concepto de comunidad y la seguridad emocional que éste era capaz de proporcionarnos. No sabemos estar solos..., es cierto, pero quiza no se trataba tanto de una buena costumbre como de un artificio, una imposicion del sistema. Los jévenes, de hecho, ya no entienden la mitificacion que los mayores hacemos de la soledad. éPara qué queremos es- tar solos si no es como castigo? Volviendo un poco a la privacidad, como dice Eric Schonfeld en Techcrunch,’ si antes decidiamos qué aspectos de nuestra privacidad convertiamos en ptblicos, ahora debemos decidir qué preservar y trabajar de forma activa para lograrlo. Siendo falso, por otra parte, el mito de que a los jovenes no les preocupa la privacidad,”* y aunque debemos ceder en cuanto a su impor- tancia, es fundamental el papel de la educacion en todo ello. De- beremos en este sentido, entendiendo la gestion de la identidad como una nueva e importante competencia en la actualidad, aprender y ensefiar a proyectarla y protegerla. 4. Claridad, simplicidad «Todo deberia hacerse tan simple como sea posible, pero no mas simple que eso.» ALBERT EINSTEIN Sin llegar al extremo de la filosofia KISS (Keep It Simple Stupid), la evidencia parece apoyar que la simplicidad es un prerrequisito para el planteamiento de cualquier tipo de intervencién online que quiera ser relevante. En otras palabras, la ambigtiedad de la tarea provoca procastinaci6n (dejar para mafiana lo que pode- mos hacer hoy, postergar la tareas, significa esto ultimo). Sobre el éxito de la simplicidad, la web acumula multiples ejemplos, de sobra conocidos por los que se dedican al disefio de interfaces que son usadas para la web. Twitter y su accion esen- cial, que consiste en formular ideas en 140 caracteres, o la pagina de Google, que mAs alla de los modernos doodles no ha consegui- do perder su blanco inmaculado, son buenos ejemplos de ello. La simplicidad tiene la ventaja adicional de no predeterminar el desarrollo posterior de las cosas. Keep it simple, Keep it open (mantenlo simple, mantenlo abierto) significa que si cumplimos ambas normas, vamos a facilitar la apropiacién, que hemos visto como fundamental con anterioridad. El éxito, otra vez, de Twitter, red social originalmente pensada para otros temas, se debe a ello. Por ultimo, la psicologia de compartir ofrece otra pista en este sentido: los posteos cortos en redes sociales (80 caracteres en Facebook) son compartidos un 27% mas frecuentemente que los mas largos. La célebre misiva «lo bueno, si breve, es dos veces bueno» seria un consejo de tremenda actualidad en el contexto de las redes sociales virtuales. 5. Diversién «E] juego oprime y libera, el juego arrebata, electriza, hechiza.» JOHAN HUIZINGA, Homo ludens, 2003 Lo digo a menudo en charlas: creo que nuestros padres confun- dian lo divertido con Jo poco serio. Y son cosas distintas, sobre todo porque estrechamente relacionada con el aumento de la inteligencia, individual, colectiva o de cualquier otra especie, esta la diversién. En este sentido, internet, la cultura de Silicon Valley, nos ha acostumbrado a un tono informal, mas ameno, al que no estabamos habituados al relacionarnos con empresas y que especialmente los jovenes, mas inteligentes, valoran cada dia mas. Resulta interesante asi, si nos dedicamos a disefiar cual- quier tipo de proceso comunicativo que pretenda ser motivador (sitios webs, peliculas, libros, cursos), tener en cuenta el juego, el humor, la diversién, como atractivos poderosos de la atencién e importantes impulsores del cambio de comportamiento. Pasion y diversion son armas potentes en un entorno abun- dante en conocimiento y posibilidades creativas como el que te- nemos. Como hemos visto, muchas revoluciones tecnologicas no empiezan con emprendedores invirtiendo importantes sumas de dinero en operaciones estratégicamente controladas, sino a par- tir de la observacién de cémo una serie de aficionados simple- mente se divierten. Linus Torvalds lo admitia en Just for fun y son multiples los ejemplos histéricos de ello, desde los hermanos Wright, que inspiraron la aviacion, al Homebrew Computer Club, que ayud6 a que naciera Ja industria de las computadoras personales, Lleva al extremo en la actualidad la idea anterior The Sun theory (La teoria del Juego), que dara lugar posteriormente al uso del término «gamificacién». La idea consiste en usar la mecdni- ca de los juegos para motivar al usuario de aplicaciones pensadas para la comunicaci6n, la informacién, la educacién, etcétera. Re- coleccién de objetos, puntos, comparativas y clasificaciones, ni- veles, feedback, condecoraciones, rankings, ademas de un tono divertido, mas informal, serAn habituales en sitios de compras, Portales de noticias, servicios de redes sociales, campanias politi- cas, publicitarias, aplicaciones educativas, etcétera, Facebook, Google+, mas recientemente, lo utilizaban como complemento. Incluso servicios como Foursquare, Gowalla (hace poco adquirida por la primera) lo sitéian en el centro."° En gene- ral se trata de ir Premiando la Participacién en sus sistemas, otorgando desde alcaldias a badges (medallas) virtuales que po- dran mostrarse en los perfiles de los usuarios de las redes. E] sistema se experimenta hoy incluso en educacién, Para acredita- cién de cursos, actos, experiencias, dentro y fuera de la acade- mia, con un interesante Proyecto como el de la Fundacion Mozi- la al respecto."° subterrdneos del metro..., son algunos de los resultados," Contra lo que muchas veces hemos Ppensado, nos comentaba Jesse Schell,"? no jugamos como forma de evasién, sino que lo que queremos al jugar es vivir una realidad mejor. El juego es realmente motivador (recordemos el éxito de los juegos con sen- sores de movimiento como la Wii), no si consigue engafarnos, insensibilizarnos, dormirnos, sino todo lo contrario, si consigue enriquecer la realidad, Proporcionarnos una experiencia vital mas rica y satisfactoria, Puede que con todo ello estemos acercandonos ala compren- sion de fendmenos como el de la television basura, la también denominada «reality TV», que estemos viviendo una época ago- tada de falsedades, una salida desde la «cultura del espectaculo» de Debord para reconstruirnos a nosotros mismos como algo mucho mas auténtico. De la TV a la «reality TV», de los alimen- tos a los alimentos organicos, lo que mas nos gusta de las tecno- logias no es que sirvan para evitar la realidad, sino que nos faci- liten un nuevo tipo de entrada, mas auténtica y transparente en ella. ; éRecordais la pelicula Avatar y la realidad azul, primigenia y tecnolégica de Pandora? La Wii, Guitar Hero, Webkidz, Fantasy Football son también juegos entre la fantasia y la realidad, parte de un movimiento general hacia lo que se denomina «autentici- dad artificial». Se trata, para autores mas pesimistas como el Baudrillard que conociamos, no tanto de realidades enriquecidas como de la sociedad del simulacro. Aunque retomaremos la cuestién de si internet nos hace mas o menos «humanos» al llegar a las conclusiones, me gustaria re- cordar, en cuanto a lo social, la idea que nos acompajia desde el principio: la sociedad aumentada amplia los tipos, los matices, la potencia, las posibilidades en cuanto a interacciones, colabora- cién, inteligencia colectiva y, sobre todo, no coarta en ningtin sentido la sociabilidad. éNo estaremos idealizando en demasia la presencialidad, la corporeidad, el contacto fisico cuando las tec- nologias ni intentan anularlo ni nos ofrecen menos posibilida- des, sino todo lo contrario? Veiamos como no convertimos en algo menos «serio», no le restamos credibilidad, si le afiadimos diversién. Tampoco creo que hagamos algo menos real por hacerlo divertido, como ocurre con la fun theory o muchos de los juegos de la actual sociedad hibrida. 6. Storytelling (el poder de las historias): toda historia es social. Es antiguo ya el poder de las historias y se basa, fundamental- mente, en que cuando contamos las cosas mediante éstas las es- tamos humanizando y, por lo tanto, provocando empatia, ele- mento fundamental de la sociabilidad en la que basamos este libro. Asi, es probable que esté en ese aspecto, en el hecho de que percibamos la historia en cuestién como si la estuviéramos vi- viendo nosotros mismos, una de las claves del éxito de la aplica- cion de la perspectiva del storytelling a juegos, compras, leccio- nes y cualquier otro tipo de narrativa que requiera motivacién. Recordaba hace poco que, cuando mi hija tenia unos 4 0 5 aftitos y al igual que muchas noches, siempre me pedia una his- toria. Cansada como estaba y no siendo el de contar cuentos uno de mis puntos fuertes, no fui capaz de imaginar mucho mas alla de la calabaza-peluche que teniamos cerca, dotandola de voz y movimiento y sacdndola a pasear por el paseo del pueblo. No recuerdo los detalles exactos, pero no se me ocurrié otra cosa que introducir como personaje clave del desenlace a un perro autéc- tono y curiosamente vegetariano que se la comia. La nifia rom- pid a llorar con desesperacién ante mi sorpresa y creo que sélo hoy entiendo por qué. No lloraba por una calabaza que posible- mente fuese el mas inocente de los manjares que un perro pueda degustar, sino porque cometi el error de, en el transcurso de la historia, dotarla de caracteristicas humanas, inspirando su em- patia. Al fin y al cabo, como vefamos al hablar de la interaccién de los nifios con los robots humanizados, una calabaza capaz de hablar y pasear, por muy de peluche que fuese, se convertia en algo muy similar a ella misma, aportando una fuerza emocional ala historia que eclosionaba ante el fatal desenlace. Las historias son un elemento esencial del lenguaje en los so- cial media, siempre caracterizados como un lugar para las perso- nas. La fuerza de transmisi6n viral de las redes sociales, ademas, para cuestiones como las historias, capaces de movilizar de forma potente las emociones, es espectacular y no es infrecuente que de una buena historia y la facilidad de transmisin en el medio deri- ven conocidos ejemplos de buenas practicas en los social media. Paradigmatico de la maestria en el arte del storytelling de los norteamericanos y, a la vez, de la fuerza de una buena historia para convencernos es el ejemplo de Obama, destacado también por pensadores como Manuel Castells. Mas alla de la anécdota, el estudio de los procesos cerebrales 27% > sociononua implicados en la lectura y en el atractivo de las historias ha sido investigado extensamente. Livia Blackburne, autora de From words to brain (De las palabras al cerebro),'** nos recomienda en este sentido que al escribir usemos palabras que evoquen emociones, descripciones vividas y un lenguaje preciso que per- mita al lector dibujarse una imagen de lo que esta ocurriendo. Debemos conseguir que el lector se identifique con los persona- jes, que empatice con ellos, nos dice. La idea esta en que una descripcién visual vivida activara regiones visuales, mientras que las descripciones de los pensamientos y las motivaciones de un personaje activaran porciones del cerebro relacionadas con el ra- zonamiento social, ambas cosas potentes. Otros autores destacan'* que juegos e historias, intimamen- te relacionados, parecen responder a nuestra importante necesi- dad de buscar significados, las causas de las cosas que van ocu- rriendo a nuestro alrededor. En segundo lugar, somos animales sociales y, como tales, nos gusta pasar tiempo con otros, escuchar acerca de las cosas que les pasan, lo cual crea un interés evidente sobre las historias que nos llegan. Cuentos, juegos, canciones, novelas, obras de teatro y otras diversas formas de historia serian tan potentes como para hacernos entrar en los estados de flujo que Csikszentmihdlyi describia como momentos de motivacion (y felicidad) maximas. En tercero y tltimo lugar, tal como tam- bién explicdbamos al hablar de las neuronas espejo y su funcién adaptativa, las historias son una forma de traspasar informacién alos demas, de ensefiar y de aprender de la experiencia ajena sin necesidad de experimentarlo todo, algo tremendamente adapta- tivo para seres humanos enfrentados a mundos progresivamente complejos. a a a ee © ae 7. Flevibilidad y cambio: en beta permanente en wn entorno abundante de datos «In God We Trust, everyone else, bring data.» (Confiamos en Dios, para todo lo demas, en los datos.) Tuiteado por el alcalde de Nueva York, MIKE BLOOMBERG, en octubre de 2011 Aunque la leccién no es facil de tomar para instituciones histori- cas, caracterizadas por una rigidez de procedimientos que les hace complicada hoy la supervivencia, vivimos en el entorno complejo y abundante en datos que describiamos unos capitulos atras, en un estado de beta permanente que hace de la flexibili- dad una cualidad tremendamente adaptativa. También a nivel personal, una de las competencias que des- taca el reciente informe de Future work skills’ para el trabaja- dor del futuro es la flexibilidad, el pensamiento capaz de adap- tarse a datos variables. Consiste en la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas mas alla de lo que la memoria dicta; y mas que de reglas preestablecidas nos habla de intuicién, de interpretacion de patrones complejos, de capacidad de obser- vacion y facilidad para cambios rapidos. Me sorprendia hace un tiempo en TED“ el desafio «marsh- mallow». Diseiiado originalmente por Peter Skillman, responsa- ble de disefio de Palm, consiste en construir en 18 minutos una estructura con materiales simples, espaguetis, cuerdas, cintas y «nubes» de golosina. El experimento se realiza con 70 pequefios grupos de la mas diversa procedencia y condicion, desde estu- diantes, disefiadores, arquitectos y ejecutivos, a nifios de jardin de infancia, y el objetivo es yer c6mo y en qué grado se logra el objetivo final: crear, en una franja de tiempo limitada, la estruc- tura mas alta. Pues bien, en distintas réplicas y situaciones, la mayoria de los equipos hacen lo que les fue ensefiado al respecto: repartir funciones, planificar la estructura, etcétera, antes de ponerse a trabajar con los espaguetis y poner las nubes en la cima. Si se 176 - Socionomia hace asi, el resultado es casi siempre el mismo: la estructura cae y el equipo no tiene tiempo de volver a levantarla. Es asi, sobre todo, en el caso de los graduados en escuelas de negocios, mien- tras que los mejores, los que crean estructuras mas altas e intere- santes, sorprendente (0 no) y curiosamente, son los recién sali- dos del jardin de infancia. En su caso, llevando a extremos aquella vieja misiva de que el movimiento se demuestra andan- do, ponen en practica una metodologia de prototipado iterativo (ensayo-error) y van refinando el proceso conforme van apren- diendo, metodologia que se recomienda para tareas complejas y que resulta decisiva. Incentivar a los equipos, ademas, no mejora, sino que em- peora las estructuras creadas. Parece que grandes equipos, que cobren mucho dinero, no sustituyen los procesos, las habilidades correctas para la resolucién de un problema que puede ser mas natural e intuitiva de lo que pensdbamos. éPlanificacion, control, objetivos, distribucion de papeles y tareas, etcétera, sirven para generar los mejores resultados? Pues parece que no, que resulta bastante mas certera la flexibilidad cuando se trata de tareas y situaciones complejas. Aprender a tolerar cierto grado de caos sera, en estos casos, vital. Parece que la web y su complejidad, como forma de organi- zacion tecnosocial, hacen necesarias las aproximaciones explora- torias y adaptativas. Creo, ademas, en la linea que nos acompafia en todo el libro, que la simple facilitacién de procesos de colabo- racin naturales ancestrales hara del binomio TIC-sociabilidad algo tremendamente potente. 8. Multimedia, transmedia, actitud creativa: una historia que contar en muchos lugares y de muchas formas distintas Veremos en unas paginas como después de la revolucién teenolé- gica, la que nos permite disfrutar de la web que tenemos, es nece- saria la revolucién creativa, capaz de llevarla, de manos de lo so- cial y la inteligencia humana, a su maxima potencia. Y es que las capacidades de la red para reproducir, mediante lenguajes y an- chos de banda, cada vez mas y mejores formatos audiovisuales son indudables. Mi propio acercamiento fue hacia la faceta artis- Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media - 177 tica del primer arte en red (net art), que se prometia capaz de proporcionar experiencias de usuario cada vez mas inmersivas, ladicas, interactivas. Llamada flash en otra época, hoy html5,'*” toma las riendas y son muchas ya las muestras que nos ofrecen los primeros prototipos de experiencias multimedia e interactivas. Se trata normalmente de video, audio, texto como modo de expre- sion o produccién activa de infinidad de historias. Pero incluso los videojuegos se convierten en herramientas expresivas. Asi, al tipo de videos de animacion creados utilizando capturas de pantalla de videojuegos se les denomina machinima, forma de lenguaje au- diovisual actual de uso sencillo y con un potencial expresivo im- portante. Los machinimistas 0 machinimadores pueden ser fans del videojuego en cuestion, actuando en el papel de redistribuido- res, resignificadores de un contenido que, de nuevo y como para otros lenguajes, si esta fuertemente protegido en términos de de- rechos de autor, perdera sus muchas posibilidades de difusion en el entorno social abundante al que nos referimos constantemente. En el caso de los formatos multimedia, también ocurre cierto grado de disonancia entre lo que se vive en internet y lo que el mundo fuera de la red nos ofrece. Las escuelas sufren a fondo sus consecuencias, con indices de fracaso escolar crecientes de sobra conocidos. Los nifos de hoy, que disfrutan de ambientes enri- quecidos en internet (multimedia, lidicos, mundos de fantasia mucho mas motivadores que la realidad), tienen después proble- mas de aburrimiento en las clases tradicionales. Para ellos y para nosotros, lo que esta claro es que las posibi- lidades multimedia, interactivas de la tecnologia, nos acostum- bran a mundos mucho mas enriquecidos. Ni tiene sentido ni se- riamos capaces ya de dar marcha atras en este aspecto. Lo hemos visto para la interactividad y son muchos también los estudios que destacan como se multiplican las posibilidades de que nuestro mensaje logre captar la atencién en los medios sociales si se basa en imagen, audio o video. Si pensamos en transmedia, en que cualquier iniciativa de comunicacién debe conocer y saber explotar las caracteristicas concretas de cada medio en el que quiere tener éxito, en internet ya no es suficiente estar en paginas webs, sino que es necesario ee ee que nuestro mensaje pueda ser adaptado a las caracteristicas es- pecificas, las posibilidades que cada nuevo formato, lenguaje 0 alfabetizacion ofrece. Juegos, video, cine en internet, television, internet TV, mashups multimedia, mensajes de 140 caracteres en Twitter, paginas, grupos o aplicaciones en Facebook, aplica- ciones para moviles, tablets, kinect, pantallas 3D, etcétera, serian algunas de las muchas opciones actuales. 9. Conexién Lejos de referirnos a la hiperconectividad, nos referimos de nuevo a un concepto derivado de la psicologia. En este sentido son ya anti- guos los estudios como el de Swap,'** que nos alertan de la fuerza de la familiaridad, de como provoca agrado. Lo saben las marcas cuan- do invierten cantidades astronémicas de publicidad en medios ma- sivos, paneles de grandes ciudades, etcétera: a mayor familiaridad con algo, mas facil sera que nos guste. La psicologia lo denomina el sesgo de confirmacién y deberia alertarnos sobre el hecho de que visiones demasiado disruptivas de las cosas tienden a fracasar. La idea es que un 65 % de la informacién que aprendemos, que incorporamos a nuestros sistemas cognitivos, encaja en estructu- ras previas. En otras palabras, tendemos a buscar y recordar infor- macién y evidencias que apoyan nuestros prejuicios, y a evitar u olvidar evidencias que contradicen nuestras ideas. Confirman el sesgo numerosos estudios (entre ellos el de Albarracin)"*’ y lo ex- plicarian, en parte, tanto la deseabilidad social como un fendmeno que ya hemos analizado anteriormente: cualquier idea que con- travenga nuestras visiones provocara disonancia cognitiva y un consecuente malestar emocional que nos impulsar a resolverla, incluso, si es necesario, haciendo oidos sordos a ésta. Existen diferencias individuales, de forma que probablemen- te los mas innovadores seran los menos vulnerables al sesgo de confirmacion, y que aquellos con mentalidades mas cerradas son los mas reluctantes a exponerse a perspectivas distintas. Como lo demuestran interesantes investigaciones, como las de Albarracin, el tema del porcentaje es variable, de modo que en algunos casos el sesgo que llevaria a negar todo lo nuevo, lo que no encaje con estructuras 0 mapas mentales preconcebidos, aumentaria al 75 %. Actitud 2.0: 13 claves del discurso en los social media + 179 Por ultimo, y como dato mis interesante atin, puede que es- temos descubriendo importantes motivos para la resistencia, asi como las claves para aliviarla: las personas son mas reticentes a nuevos puntos de vista cuando éstos se refieren a temas politicos, religiosos 0 valores éticos. En esos casos parece que el denomina- do sesgo de confirmacién se refuerza. En este sentido, tanto si queremos que nuestro mensaje sea escuchado como si queremos avanzar hacia la sociedad aumen- tada, creo que haremos bien en no lanzarnos al vacio, buscando anclajes, como en cualquier tipo de negociacién, para cada nueva idea. No sera dificil, como bien sabe el lector a estas alturas, ha- Iarlos si pensamos en términos de sociabilidad, algo que para todos y de forma ancestral nos es tremendamente familiar.

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