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Esta Introduecién presenta las ideas, tendencias y personaltie= dades mas importantes de la linghistica del texto en su actual situacién, No es una Introduccién Wenita a la materia, sino una primera presentacién de la disciplina, destinada a personas inte- resadas en las formas més recientes de la lingdistica, Se presta especial atencidn a escuelas, tendencias y autores menos cono- cidos en Espaiia o en Europa Occidental, como son tas de la Unién Soviética, la Repiiblica Demoerdtica Alemana, ete: espe- cial atencién merece la cuestign de hasta qué punto la aparente diversidad de teorias y métodos responde a una verdadera falta de coincidencia entre ellos. ‘Como nueva forma de estudios lingdistioos, estrechamente rélacionada con la pragmética, la semintica, la literatura y otras muchas disciplinas, representa un enfoque integrador del len- guaje. La presente Introduccién intenta reflejar ese cardcter in- tegrador de ia lingiijstica del texto y mostrar tas nuevas vias que puede aportar al estudio del lenguaje, tanto tedricas como empiricas, Enrique Berardez (Madrid, 1949), es doctor en Filosofia y Letras, especialidad de Filologia Alemana, por la Universidad Complutense de Madrid, donde es profesor adjunto numerario de Lingitistica germénica. A lo largo de sa labor académica e investigadora, centrada especialmente en ta Lingilistica general, ha dedicado preferentemente sus estudios a las lenguas y litera- turas escadinavas € islandesas, fruto de los cuales son: Textas mitoligicos de las Fiddas: Saga de Feit Skallagrimsson y Sagas islandesas medievales, de préxima aparicién. Ha participado en los mas importantes conaresos sobre lingiistica, y ¢s miembro de. diversas asociaciones lingiisticas, tanto espaiiolas como extranjeras. Aun ae eo Printed in Spain muestra las nuevas vias, tetrioas como empiricas gue fa lingistica del certo f@portan. al estudio de la lengua ‘CONSEJO ASESOR Comunicacién y lenguaje Lingbistiea JOSE LUIS L. ARANGUREN EMILIO LORENZO. Ccateactico de Eta y Savoia Catedeiueo de Linge Ingles Alemana ‘dea Usersded Comptes dele Univored Compatense Filosofia Literatura JOSE LUIS ABELLAN FRANCISCO LOPEZ ESTRADA Catedrico de Hitoria de a Fosofa Espafole ——Citeritico de Letra Espa Historia Paicologia CARLOS SECO SERRANO JOSE LUIS PINILLOS Catdrtica de Hinoria Contenporines de pais Catedees de Picola ‘hn Univessad Compltene dela Univertad Complterse Teas Instituelones Sociologia RAMON GARCIA COTARELO JOSE CASTILLO Profesor Adjunto de Teoria cel Eads Cateaetscn de Sciiogin ‘els Unteridad Compatense el Unverad Complatense Enrique Bernardez Introduccion ala Lingilistica del Texto Espasa-Calpe, S. A. MADRID 1982 ES PROPIEDAD. {© Enrique Bernérdez Sanchis, Madd, 1982 Espasa-Calpe, S, A, Madrid, 1982 Depésito legal: M. 32096-1912 ISBN 84-239-6801-5 Printed in Spain “allees grificos de la Eéitorial Espasa-Calpe, S. A. Carretera de Ini, km. 12,200. Madrid-34 Para Concha AGRADECIMIENTO. Este libro, como todos, no habria sido posible sin la colabora- cién de numerosas personas. He de agradecer sobre todo al profesor y académico don Emilio Lorenzo, ejemplo de lo que debe ser tin director de Departamento, al permitir a sus colabora- dores trabajar en temas ajeros a los de su interés mas personal, en no poner obstéculos al desarrollo de métodos de investigacién que pueden no coincidir con los suyos, sino, al contrario, dar todas las facilidades ¢ infundir los animos que muchas veces faltan cuando se ha de emprender un trabajo como éste simulta- nedndolo con la docencia y otros trabajos de investigacion ineludibles. Sin su aportaci6n moral y cientifica, esta obra no se habria podido hacer, ademas de por las razones expuestas, porque fue suya Ia idea de que me dedicara a esta complicada empresa. Algunos profesores del Departamento de Lingiiistica Moderna de la Facultad de Filologia de la Universidad Complutense, Eustaquio Barjau y Josephine Bregazzi, leyeron partes de este trabajo y me hicieron observaciones valiosas que, para mal mio, no siempre he tenido en cuenta. Igualmente, Imrich Denés, de la Universidad de Nitra, leyé los primeros capitulos y me proporcio- 16 informacién valiosa que he procurado tener en cuenta. 10 ENRIQUE BERNARDEZ Los profesores Sergej Gindin, de Mosci, Horst Isenberg y Ewald Lang, de Berlin (RDA), me proporcionaron numerosa bibliografia y me dieron la oportunidad de contrastar mis opiniones. Sin su amabilisima cooperacion, muchas partes de este trabajo no se habrian podido escribir. En parte, este libro recoge el contenido de un Curso de Dostorado que imparti el afio escolar 1979-1980. A mis alumnos de entonces va también mi agradecimiento por sus criticas y observaciones. ‘A Angeles Solano, por su paciencia y su animo para levar a cabo este trabajo y por ocuparse de tanta cuestién burocratica, le quiero expresar también mi agradecimiento. Finalmente he de dar las gracias, sobre todo, a mi hijo Olaf, que hubo de’sufrir en ocasiones Ia falta de atencién por culpa de este libro. Y a mi compaiiera, Concha, no s6lo por esa misma falta de atencién, sino también por haberme ayudado a ver, desde una perspectiva diferente, problemas cientificos que, aunque no lo parecia, afectaban también a la lingiiistica del texto, Por tltimo, es mi obligacién sefialar que ninguna de las personas citadas tiene culpa ninguna en los numerosos errores € insuficiencias que, sin duda ninguna, podra encontrar el lector y que son de la exclusivisima responsabilidad de su autor. INTRODUCCION La presente obra pretende servir de introduccién general y elemental a los problemas mas importantes de Ia lingiistica del texto actual, y de presentacién de algunas de sus teorias mas destacadas. No es ni una presentacién del «estado de la cuestiom» propiamente dicha ni una introduccién en profundidad a todo el campo de la lingiiistica textual de hoy. No es lo primero porque nos hemos limitado a considerar s6lo algunas de las opiniones, teorias o interpretaciones, dejando otras sin tratar. Asi, no se encontraré aqui referencia extensa a una escuela tan importante como la de los estudios semidticos franceses del discurso, centra- da en las figuras de Tzvetan Todorov y Claude Bremond, y que cuenta en Espafia con representantes muy destacados. Tampoco ‘tenemos en cuenta los trabajos, numerosos € importantes, de las escuelas norteamericanas sobre el didlogo y ottos aspectos del texto, con la excepcién parcial de los debidos a la tagmémica. Hemos preferido prestar especial atencién a los autores, escuelas, teorias y modelos actuales que configuran la lingtistica del texto europea «propiamente dicha», es decir, menos interesada en lo literario, poético 0 estilistico que en lo «lingiifstico». Ademés, hemos dado preferencia a los autores y escuelas menos conocidos. entre nosotros y de los que se cuenta con menos informacién. De 12 ENRIQUE BERNARDEZ ahi la abundancia de bibliografia de Ia URSS y la RDA, que cuentan con escuelas lingiiisticas de gran importancia pero que aqui précticamente no se conocen. De alguna manera, ello servird también de contrapeso a la generalizada tendencia de prestar atencién casi exclusiva a la lingiiistica norteamericana, desde el generativismo, o a la francesa y, dentro del campo textual, a los trabajos de la RFA o Francia. Sin embargo, no nos hemos limitado a autores del Oriente Europeo, pues ello resulta imposi ble por poco realista en un campo como el nuestro. De ahi la necesaria atencién a los lingiiistas textuales de la RFA y otros paises que, como Gran Bretafia, han hecho importantes aporta- ciones a la disciplina: no se puede escribir de lingiiistica del texto sin referitse a T. A. van Dijk, Petofi o Halliday. Nos hemos restringido también, como queda dicho, a lo puramente lingiiistico (aunque tengamos que entender este térmi- no de forma diferente a la tradicional), y ello nos. ha impedido prestar la debida atencién a cutores y teorias importantes, como los trabajos en el limite de lo lingiiistico y lo literario de N. Enkvist, T. A. van Dijk o las escuelas checoslovacas, o las ya mencionadas francesas (y espafiolas). Tampoco nos hemos fijado en los trabajos de enfoque formalizado, aplicado, por ejemplo, a la traduccién 0 documentacién automaticas, que, sin embargo, son fundamentales en el marco textual, No se trata, pues, de un «estado de la cuestiom completo, ni tampoco de un «tratado» de lingiiistica textual. Sus fines son mucho més limitados. Asi, hay cuestiones importantes que no han encontrado lugar en estas paginas: el orden de palabras, los. tiempos verbales, un desarrollo mas a fondo de la pragmatica y la teoria de los actos verbales, etc. Tampoco se consideran suficien- temente cuestiones como la aplicacién de la lingtiistica textual a otros campos. Punto éste que seria de extremada importancia: baste con sefialar su interés para la lingiiistica de contrastes, la psicolingiistica, la ensefianza de lenguas, la teoria de Ia traduc- ién, etc, En general, nos hemos limitado a las cuestiones que pueden considerarse como «absolutamente fundamentales», cues- tiones que se centran basicamente en los principios teéricos de la INTRODUCCION 3 cisciplina. No hemos pasado, en la mayoria de los casos, de la presentacion de los puntos tedricos mas acuciantes y de una muy sucinta mencién de sus posibilidades de desarrollo heuristico. Cuando hemos entrado en este campo, hemos procurado, un tanto a la contra de lo, en nuestra opinién, lamentablemente corriente en la lingiiistica actual, ver las estructuras lingitisticas en su multiplicidad tipolégica: la consideracién de lenguas muy iversas permite, incluso cuando se hace, como aqui, a muy pequefia escala, evitar generalizaciones erroneas. En algunos casos, la falta de desarrollo de ciertos capitulos se justifica por el caracter mismo de la disciplina, en la que muchos temas se tocan desde puntos de vista diversos en partes diferentes de la misma: zsi, en el capitulo 2 no llevamos a sus iiltimas consecuencias el «studio de la actividad verbal, ya que volvemos sobre los mismos conceptos, u otros muy similares, en el capitulo 4 y en la presentacién del modelo textual de Horst Isenberg; las cuestiones mas te6ricas se tratan en el capitulo 6.2, pero aparecen también en capitulos anteriores. De otra parte, una presentacién completa, un desarrollo a fondo de todos los temas ocuparia muchisimo mas espacio del que disponemos. La iinica introduccién —merecedora de dicho nombre— a la disciplina, e! magnifico libro de Bernt Fossest¢l (1980) ocupa una extensién doble a la del presente trabajo y son también muchos puntos los que no llega a considerar, incluso algunos que nosotros si tenemos en cuenta. De hecho, el campo es ya tan inmenso y los trabajos tan numerosos y considerables, que ‘cada uno de los capitulos de este libro, incluso a muchos de sus apartados, se les podria dedicar un espacio igual o mayor al de la totalidad de la obra Hemos procurado llegar, por tanto, a un compromiso entre la necesidad de abarcar la mayor parte de los puntos basicos de la disciplina y la imposibitidad de tratarlos todos y con la suficiente profundidad. Todo ello intentando siempre que el libro resulte: accesible a un lector con conocimientos moderados de lingiiistica A este respecto, hemos supuesto que el lector haya estudiado, © al menos leido, o si acaso oido, unos rudimentos de lingtiistica. 14 ENRIQUE BERNARDEZ moderna. El no hacerlo asi nos habria obligado a tratar temas gue quedan fuera del campo de nuestra disciplina y habrfan hecho imposible el trabajo. Esos conocimientos que suponemos, sin embargo, no Hegan a la lingiistica del texto: éste no es un libro para lingiiistas textuales, a los que aportara muy poco, o proba- blemente nada, sino para el simple interesado en lingiiistica. Por ello hemos renunciado también a toda formalizacién, incluso la mas simple, conscientes de que son pocos los «aficionados a la lingtiistica» con el bagaje de légica formal requerido para enten- der las formalizaciones utilizadas en lingiistica del texto. Ello ha hecho dificil, en algunos casos, la pardfrasis «en lenguaje naturaly de modelos 0 teorias de elevado desarrollo formal (como los de Petdfi o Martem’janov). Para el lector interesado en ampliar sus conocimientos en a materia, hemos incluido una clasificacién elemental de la biblio- grafia utilizada para la redaccién de este libro, que permita conocer las obras dedicadas especificamente a cada uno de sus Puntos. Sin tratarse de una bibliografia exhaustiva, y aunque muchas de las obras mencionadas resultan aqui de dificil acceso, esperamos que pueda ser itil, Si algin lector, tras la lectura de este libro, llega a interesarse por el campo, complejo pero apasionante, de la nueva lingtistica del texto, podremos considerarnos satisfechos. CApfTULO 1 DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 1.1. _Intropuccion Pocas disciplinas han tenido un desarrollo mas ripido que la lingiistica en el siglo xx, que, sobre todo en los afios sesenta, fue objeto de una verdadera «explosién» (jo «inflacién»?), tanto por €l niimero de publicaciones o el de especialistas, como por el de nuevas teorias. En esos aiios, la cantidad de escuelas 0 tendencias lingiisticas resulta especialmente significativa: es la época del triunfo del generativismo chomskyano, de la aparicién de teorias proximas pero diferentes, como la gramitica de los casos 0 las semiénticas generativas, del surgimiento de nuevas escuelas, como la sistémico-funcional britdnica de M. A. K. Halliday, la lingiiisti- ca estratificacional, la gramitica generativa aplicativa, la gramé- tica de Montague; es también el momento de auge de otras teorias (mas 0 menos alternativas al generativismo) como la tagmémica, las graméticas de dependencias o valencias y, en algunos paises, como la RDA y la URSS, las gramaticas funcio- nales (por ejemplo, V. Admoni y W. Schmidt). Y es la época del desarrollo del tratamiento automatico del lenguaje, la traduccion ‘mecénica, la lingiiistica matematica, ete. Es también la época en 16 ENRIQUE BERNARDEZ que aparecen Jos primeros trabajos sobre lo que hoy llamamos, con preferencia a otros nombres posibles, linglifstica det texto. Por su parte, los afios setenta muestran un cierto reflujo en esa explosién; mas que por la aparicién de nuevas teorias importan- tes, se caracterizan por la aplicacién de las ya surgidas al estudio de campos especificos del lenguaje. La sociolingiiistica y psicolin- gtiistica modernas nacen en los sesenta, pero sus trabajos prolife- ran en los setenta. Es también el tiempo de volver a replantearse cuestiones que en la década anterior se habian olvidado, como el estudio diacronico del lenguaje, que se comienza a realizar de huevo desde perspectivas tan distintas como la gramatica genera- tiva chomskyana, la de los casos o la estratificacional, En resumen, las escuelas 0 teorias lingiiisticas que hoy dia dominan el panorama de los estudios sobre el Ienguaje en todo el mundo son fruto de esos afios sesenta, mientras que la década siguiente vio un reflujo en la aparicién de nuevas formas de estudio del lenguaje. En este esquema, valido sélo en términos generales, sin embargo, existe una importante excepcidn: la lingtiistica del texto. Aunque «nacida» a fines de los sesenta, su verdadero desarrollo te6rico (y, s6lo en segundo término, empiri- co) es fruto del trabajo desarrollado en multitud de paises durante los aiios setenta, sobre todo en su segunda mitad La lingiiistica del texto es un producto basicamente europeo, al menos en las formas hoy predominantes; més propiamente atin, europeo continental. El interés por el estudio del texto o discurso como unidad lingiiistica superior a la frase u oracién aparece también, sin embargo, en otros centros de trabajo ling®istico, como EEUU o Gran Bretafia, pero, por regla general, en estos casos no se trata aqui sino de la ampliacién de teorias ya existentes (gramatica sistémico-funcional, tagmémica, etc.) a un huevo nivel, sin que pueda hablarse propiamente de teork textuales cualitativamente distintas a las de gramatica oracional Al contrario, en Europa continental esa lingiifstica del texto pretende ser, no una simple alteracién o ampliacién en mayor 0 menor grado de las teorias al uso, sino una verdadera alternativa a ellas, Este valor se le da, fundamentalmente, en los dos Estados DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO W alemanes, algo menos (0, mejor, de otro modo) en la URSS, Polonia, Checoslovaquia, etc.; otros paises, como Francia 0 Italia, ven la lingitistica del texto como una disciplina que se une a fas ya existentes, pero sin intentar suplantarlas o alterarlas. Al igual que sucedié en los afios sesenta con la lingiiistica en su conjunto, en los afios setenta se observa una auténtica explosién (diriamos de nuevo: inflacién?) de los estudios textua- les. No sélo en niimero de practicantes y publicaciones, sino también en el de los medelos o teorias, como los de S. J. Petofi T. A. van Dijk, H. Rieser, H. Isenberg, Ju. Martem'janov, S. Gindin, etc., trabajos desarrollados fundamentalmente en este: decenio, aunque vinieran preparados por obras anteriores. Ade- més, no ha sido s6lo un interés teérico por el texto, sino que han proliferado también los estudios pricticos sobre uno u otro aspecto del mismo, sobre las estructuras textuales de determina- das lenguas, etc. Por otra parte, se echa en falta en estos aiios la aparicién de verdaderas introducciones generales a la nueva disciplina, ya que las pocas existentes (con alguna escasisima excepeién parcial, como Fossesigl, 1980, y Dressler, 1973) han sido siempre «introducc:ones a wt modelo 0 una teoria determi- nados: tales son las obras introductorias debidas a T. A. van Dijk (por ejemplo, 1977), Petéfi y Garcia Berrio (1978), etc. Destaque- ‘mos que lo mismo sucedié con las introducciones a la lingiistica © a la gramatica en los afios sesenta. Por otro lado, al igual que sucedié en la lingiistica de los afios sesenta, la lingitistica textual de los setenta se ha visto encerrada, desgraciadamente, en compartimentos estancos: los partidarios de cada modelo se complacen en si mismos y olvidan a sus «competidores», como hicieron la mayoria de las escuelas lingitis- ticas del anterior decenio (siempre con las mismas excepciones: tagmémica y gramdtica sistémico-funcional). Més atin, el «telon de acero» sirvid como excusa para mostrarse irreceptivos a los numerosos € importantes trabajos realizados en los paises del Este europeo, pese a los avances de la «coexistencia pacificay. Asi, mientras pricticamente todo lo que se publica sobre lingiiis- tica textual en Europa occidental, Estados Unidos, Japén, etc,, es 18 ENRIQUE BERNARDEZ, inmediatamente conocido y comentado en la URSS o los restan- tes estados socialistas, pocas son las referencias a obras de estos paises en la lingtistica textual de Europa occidental (para no mencionar siquiera los EEUU). Asi, se habla de lingiiistica del texto, incluso se presenta una historia de su desarrollo, sin tener en cuenta los trabajos soviéticos, como hace H. Rieser (1978), 0 con un conocimiento mas bien pobre, adquirido «de oidas», como vemos —por tomar un solo ejemplo préximo a nosotros— en PetéfijGarcia Berio, 1978. La situacién no ha cambiado respecto alos sesenta, donde la importante lingiistica soviética y de otros estados socialistas se ignoraba sin més, 0, cuando se mencionaba, era mostrando su desconocimiento (citemos, por ejemplo, la desafortunada, por ignorante, referencia de Chomsky a la teoria aplicativa de Saumjan, en Aspectos de la Teoria de la Sintaxis). El trabajo meritorio de algunos lingiiistas (sobre todo de Francia y las dos Alemanias) no ha conseguido reducir, hasta la fecha, el grado del desconocimiento de la lingiistica del Este europeo. ‘Como vemos, la situacién de Ia lingiistica del texto en los afios setenta es muy parecida a la de la lingiiistica (en general) durante los sesenta. Mas que una nueva «teoria equiparable al generativismo o cualquier otra escuela, parece que sus problemas pueden compararse con los de toda la ciencia del lenguaje hace ahora veinte aiios. Este punto es importante para definir el verdadero lugar de la lingtistica del texto entre los estudios sobre el lenguaje, y tendremos oportunidad de volver a él. Es preciso sefialar ademas que, frente a la considerable polémica entre escuelas que caracterizé la década de los sesenta, existe poca discusién cientifica entre linglifstica textual y «lingiiistica de la frase». Por regla general, los partidarins de ésta prefieren ignorar aquélla, aunque la situacién no es la misma a la inversa. Con excepeién de algunas teorias muy especificas, las de gramati oracional no han querido verse influidas por la lingiiistica del texto. DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO. 19 1.2, ORIGENES DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO La lingiistica del texto como tal aparece por primera vez en varios trabajos, independientes entre si, aparecidos en Europa central en la segunda mitad de los afios sesenta, aunque algunos e ellos comenzaran su gestacién a principios de la década. De en tomo al afio 1968 son obras pioneras como Das direkte Objekt im Spanischen, de Horst Isenberg, Pronomina und Textkonstitution, de Roland Harweg, 0 Semantische Relationen im Text und im ‘System, de Erhard Agricola. También en esta época aparecen los primeros trabajos de indole textual de Harald Weinrich (como su Linguistike der Liige), y a mediados de los sesenta se produce la recepcin masiva de las ideas de V. Propp (su Morfologia del Cuento) y se publican las primeras obras de la escuela francesa de estudio del discurso, como la Graméitica del Decamerén, de Tz. Todorov (1969). Al mismo tiempo, en Checoslovaquia existia un considerable interés (compartido en Polonia, por ejemplo) por la cuestién de la perspectiva funcional de la frase y sus aspectos textuales!, mientras que en la URSS se afianzaba una ya larga tradicién de estudios sintacticos (en menor grado, también semanticos) sobre niveles transfrasticos, reflejados ya incluso en manuales introductorios de sintaxis (como la Sinzaksis sloznogo predlozenija, de 8. E. Krjuckov y L. Ju. Maksimov, de 1969, que incluye un capitulo sobre «hipersintaxis»). ‘Asi, decir que la lingiiistica del texto aparece hacia la segunda mitad de los afios sesenta no significa que esa fecha sea el comienzo de la preocupacién por él texto, sino sélo el momento en que los trabajos sobre esta unidad de la lengua comienzan a destacar como intentos de diferenciarse (poco, al principio) del resto de las escuelas lingitisticas, bien ampliando, bien sustituyen- do las teorias existentes, y es por entonces cuando comienza el 1 Por ejemplo, obras de K. Hausenblas como Kompozicie jazykoveho projew 0 de B. Palek, «Crossreference: A Study from Hypersyntax», en las Acta Lingdistica dde Praga, de los aios 1966 y 1968, respectivamente. ENRIQUE BERNARDEZ estudio de los problemas tedricos que lleva consigo el estudio del texto. Por esa misma época —que, al parecer, tiene una considerable importancia en la historia contempordnea de la. lingilistica sufren cambios radicales las teorias ya establecidas: se introduce tun componente transformacional en la tagmémica, aparecen las alternativas a Chomsky desde el mismo generativismo norteame- ricano —anunciadas ya antes en Europa en los trabajos de M. Bierwisch y su escuela, y de S. K. Saumjan y la suya— y alcanza un principio de su luego considerable fuerza la pragmati- ca. Todo ello significa, de una forma u otra, que se comienza a abandonar el postulado fundamental generativista de la autono- mia de la sintaxis y el intento de relegar la «actuacién» o el habla» a una disciplina «secundaria». El final de la década de los sesenta, en nuestra opinién, se caracteriza por el regreso de la semantica (y otros aspectos, como la diacronia) y de la pragmatica, y el surgimiento «oficial» de la lingiiistica del texto. Esta tltima surge, de hecho, como lingilistica decididamente semantica y pragmatica, lo que nos podria hacer pensar (exagerando, ciertamente, pero no tanto como muchos querrian pensar) que se trata de la verdadera culminacién de ese interés por fenémenos antes relegados a los limites externos de la «verdadera lingiiisticay. En consecuencia, podemos decir que la aparicién de la lingiistica del texto como disciplina «auténoma» es fruto de un interés general, visible sobre todo a partir de 1965, por cuestiones de semintica y pragmética. Y que se desarrolla, con caracteres de auténtica explosion, fundamentalmente en los afios setenta, hasta llegar a convertirse en una de las formas de practicar Ia Linguistica mas importantes del decenio, juntamente con la pragmaitica Sin embargo, la lingtiistica del texto tiene unos origenes ma antiguos y su aparicién no es debida solamente a ese «interés por la semantica y la pragmétican. Veremos a continuacién esos origenes y las causas concretas del nacimiento de la disciplina. Para ello, nos fijaremos solamente en los antecedentes y DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 2 origenes de la «lingiiistica del texto propiamente dicha», es decir, el estudio del texio y su estructura como unidad del lenguaje. No tendremos en cuenia, por tanto, el estudio literario, filologico, psicologico 0 ideologico del texto, sino solamente su estudio lingitstico, 1.2.1. Origenes del estudio del texto Todos los autores coinciden en sefialar entre los antecedentes del estudio del texto la retérica, desde la antigitedad clasica. La retorica, desde Aristoteles hasta sus formas actuales, se preocupé de la estructuracién del texto, pero siempre en forma mas bien ajena a la lingitistica. Lo mismo sucede, también desde entonces, con la postica y ta estilistica, ya mas moderna. No debe pensarse, sin embargo, que estas disciplinas que poseen tuna amplia tradicién sean meros antecedentes descubier- tos a posteriori por la lingiiistica textual. Mas bien al contrario, han ejercido wna influencia directa en su nacimiento y desarrollo, 'y aun hoy dia prefiguran algunas de las tendencias mas conocidas (como la francesa). Esto se debe basicamente a que algunos de los primeros y mas destacados representantes de la lingiistica del texto provienen del campo literario o estilistico, y aportaron un conocimiento de las ideas tradicionales de retérica, poética y cstilistica. Tales son Teun van Dijk, Nils E. Enkvist, S. 1. Gindin, S.J. Schmidt y, entre nosotros, Antonio Garcia Berrio, junto con otros muchos: las escuelas praguianas de estudio del texto, por ejemplo, poseen un especial interés por las cuestiones del texto artistico. De este modo, decir que esas disciplinas tradicionales son antecedentes de la lingiiistica textual moderna es distinto que afirmar que la gramitica filoséfica del XVII es un antecedente del generativismo. Porque en este caso no puede hablarse de influen- cia (directa o incirecta), sino de mero «redescubrimiento» moder- no de las ideas de hace tres siglos, redescubtimiento debido, en gran parte, al mantenimiento de presupuestos filos6ficos similares (cfr. Zvegincev, 1973; Motsch, 1974). El descubrimiento de que 22 ENRIQUE BERNARDEZ existian similitudes (mas 0 menos discutidas y discutibles) entre gramitica filos6fica y gramatica generativa e3 a posteriori, y no contribuyé en la primera fase del desarrollo de ésta (aunque luego sé utilizara para fundamentar sus ideas més importantes). Por el contrario, como hemos apuntado, la retérica y las otras discipli- #2 = z Tipete directamente, y lo siguen haciendo, en el lesarrollo de la lingiist flo sefi i etal ek haa ica del texto. Asi lo sefiala, por ejemplo, «Sobre la estrategia del andlisis textual, la moderna lingiistica del texto se ha encontrado ya con una larga wadicion de aniilisis. Olvidadas, pero no superadas, es preciso contar siempre con las ensefianzas de la Retorica, a partir de su estructura de partes mayores, inventio, disposi- By Pao y sobre todo de la segmentacién del texto en unidades, incorporada por la disposition (Petdti/Garci Berri, 1978: 8283). 7 La influencia de estas ideas de la retérca, sin embargo, no ha sido ni tinica ni primordial; mayor interés tiene, en nuestra opinin, la ejercida por la estlistica, ya que muchos estudiosos de «sta discipina se han preocupado siempre del texto como eonjun- to, puesto que el analisis de la frase, tal como se realiza tradicionalmente en lingistica, es de todo punto insufciente para el estudio estilistco (cfr. Enkvist, 1973, 1978). Enel libro Current Trends of Stylistics, editado por B. B. Kachra y H. F. W, Stahike (1973), se pone de’ manifesto cémo, desde la «estlisticay sin crita hasta Ia de la Escuela de Praga y Ia escucla espaiiola de Dimaso Als, ha sido constants 1a preccupscion por el texto, La razén del interés de la cstistica (y en menor grado también Ia retérica) por el texto completo es evidente, ya que desceel punto de vista literario, la frese no tiene otra funcion que la de ser elemento de un texto, y para conocer y estudiar estilisicamente una obra no basta con analizar las estructuras oracionales, sino que es preciso fijarse en la estructura de la obra DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 23 en su conjunto. Como Ia estlistica intenta adoptar los métodos de estudio lingiistico al andlisis del estilo, hubo de completar los que podia obtener de las graméticas oracionales con otros ‘creados especialmente para el estudio conjunto de todo el texto. Con lo que, en lugar de ser una disciplina meramente «receptivay respecto de la lingilistica, realizé aportaciones considerables a ésta, aunque, por lo general, s6lo pudieran integrarse en el marco de la «lingiiistica propiamente dicha» dentro de las actuales tendencias de estudio lingiiistico del texto (eff. 7.7) Otra rama de esta tradicién de estudios textuales se encuentra en los anilisis del cuento popular debidos a Propp (1928, con segunda edicion en 1968) y en el andlisis de mitos de Lévy- Strauss, pero también en los estudios semidticos generales y de la cultura. 1.2.2. Origenes del estudio lingitistico del texto Si podemos encontrar antecedentes claros para la lingiistica del texto en estudios tradicionales sobre el discurso, tembién los podemos hallar dentro de la lingiistica tradicional, en la gramati- ca. La linglifstica, que fue primero una ciencia de la palabra, se convirtié mis tarde en ciencia de la frase, ya a partir de los primeros estructuralistas. Pero, al igual que la «lingtistica de la palabra» tenia que considerar fenémenos del nivel oracional, la lingiiistica de la frase» tuvo también en cuenta, en ocasiones, fendmenos que van mas allé de aquél. Curiosamente, estos antecedentes no se encuentran, con pocas excepciones, en los modelos gramaticales més «cientificos». Ni el ‘generativismo chomskyano, con un modelo de corte matematico ¥ logico, ni el estructuralismo més radical —analizable también ‘con medios matematicos, mas simples esta vez— pasaron nunca de las frases, probablemente porque ¢s dificil aplicar al texto los afinados criterios formales que, al parecer, si sirven para la frase y otras unidades inferiores. Hubo pocas excepciones, pero las que hay son significativas. La més interesante esta representada por el 24 ENRIQUE BERNARDEZ, anilisis del discurso de Zellig Harris, quien ya se referia a él en el rologo a la edicién de 1960 de su Structural Linguistics: «El anilisis lingitistico exacto no va més alla de los limites de la frase... Hay, sin embargo, rasgos estrueturales que se extienden sobre partes mas amplias de cada parte conexa de lengua hablada o escrita... Los métodos utiles para el hallazgo de esas estructuras del discurso son ampliaciones de los métodos de la lingiistica» (p. vii). Pero también en Bloomfield, Fries y otros estructuralistas norte- americanos (cfr. Gasparov, 1976) se halla la preocupacién por te- nerse que limitar a la frase, si bien sélo el citado Harris y la tag- mémica de Pike (cfr. Longacre, 1976) intentaron desarrollar cien- icamente esas «intuiciones». Pero, mientras las ideas de Harris quedaron précticamente sin desarrollo ulterior fuera del mismo Zellig Harris y algunos discipulos directos (cfr. Harris, 1963; Prince, 1978; Lafont/Gardés-Madray, 1976), las de Pike, esboza- das ya en su obra Language in relation to a unified theory of the structure of human behavior (19672), se vieron desarrolladas por una amplia escuela hasta convertirse, hoy dia, en una de las mas importantes formas de estudio lingitistico del texto (cfr. 5.7.3) En Europa, dentro del estructuralismo, apenas hay mas antecedentes que la Escuela de Praga, que, de todas formas, nunca fue un estructuralismo «quimicamente puro», Pero la Escuela de Praga, entre otras razones por su interés estilistico y funcional, siempre presté una atencién considerable al texto y es hoy dia una de las tendencias mas interesantes en lingiistica textual, de manera que no se la puede considerar como simple antecedente, sin como forma ya relativamente antigua de estu- dio de las estructuras lingiiisticas del texto. Fuera del estructuralismo europeo, si aparecen numerosos antecedentes que no se continiian, por si mismos, en tendencias modernas especificas. Asi, Gili Gaya reconocia en su Curso superior de sintaxis espafiola algunos conceptos hoy considerados fundamentales: DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO. 25 «EI discurso se divide en unidades intencionales a las que hemos llamado oraciones... Las oraciones se suceden guardando entre si una relacién de coherencia representa- tiva, légica 0 afectiva, una trabazén psiquica de orden superior. Si esta relacién de continuidad no se revela, decimos que el discurso es incoherente. La unidad total del discurso, a la cual sirven las oraciones que lo componen, obedece a leyes psicoldgicas, y segiin ellas percibe el cyente © el lector la coherencia o incoherencia del discurso que se Ie dirigen (p. 325) Fuera de Espafia, el gramatico alemin K. Boost desarroll6 el concepto de Satzverflechtung, «entretejimiento de oraciones», que es un enlace transfrastico de tipo formal (sintéctico), o también semAntico. También en lingiiistas como O. Jespersen pueden encontrarse ideas que reaparecen posteriormente. Pero, por regla general, la influencia ejercida por ellos es sélo secundaria indirecta, aunque siempre ha de tenerse presente, ya que se trata de autores que han participado en la preparacién lingliistica de algunos destacados estudiosos del texto, mediante manuales de uso escolar o universitario (y asi, para citar un solo ejemplo, Horst Isenberg, hispanista y uno de los principales lingiistas textuales, reconoce el papel pionero de las anteriores observacio- nes de Gili Gaya). Pero, en general, aunque hay antecesores reales del estudio de algunos de los problemas especificos de la unidad lingiistica textual, lo que hoy lamamos «lingiiistica del texto» no es el desarrollo de ninguno de esos antecesores (con la excepcion de Pike y su tagmémica), quienes sin embargo si tuvieron una cierta influencia, probablemente, en la preparacion inicial de muchos de los estudiosos actuales. De manera que la nueva discipline tiene que explicar sus origenes por razones que no pueden resumirse en la existencia de una tradicién més 0 menos extensa e importante. 26 ENRIQUE BERNARDEZ 1.2.3. Cuusay de la aparicién de ta tingatstica det texto Al igual que en otros campos de Ia lingiiistica, en la textual es preciso buscar razones de diverso tipo para explicar su nacimien- to (cfr. Berndrdez, 1980). En primer lugar, causas puramente internas, de la propia disciplina lingjistica. En segundo lugar, casas externas, basadas en el contexto intelectual en que se mieve la lingiistica. En algunas ocasiones, ambos tipos de causas estan estrechamente relacionados. 1.23.1. Causas internas.—Las causas internas («lingiiisti- cas») que dan lugar al nacimiento de la lingiiistica del texto se encuentran sobre todo en los estudios sintacticos debidos, funda- mentalmente, al generativismo. De hecho, como tendremos ‘ocasién de comprobar, la mayoria de los lingiiistas textuales proceden del campo generativista, aunque haya algunos (Harweg, Pike, Halliday) que provienen de una u otra escuela estructuralis- ta no generativa; son, sin embargo, minoria, y en todos los casos, se han visto sometidos a una mayor o menor influencia de la gramatica generativa transformacional Se trata aqui de la aparicién, desde los primeros aiios de desarrollo de la teoria generativa, de fendmenos (aparentemente) sintdcticos cuya explicacién no podia hacerse de manera adecua- da si no se tenia en cuenta el contexto, es decir, las frases anteriores y/o posteriores del mismo texto. La coordinacién, por ejemplo, comenzé a estudiarse de nuevo, después de una larga época de abandono casi general, dentro del generativismo, ya que habia sido presentada en el trabajo inicial de Chomsky (Syntactic Structures) como «transformacién de conjuncién». Los seguidores de Chomsky realizaron desde el principio estudios mas a fondo sobre las diversas transformacio- hes propuestas por aquél, con la intencién de perfeccionar el modelo; entre ellas se encontré la coordinacién, que se vio favorecida, ademés, por la dificultad de su estudio sintactico auténomo. Al hacer éste, se vio que una explicacién suficiente DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 27 (por ejemplo, sobre las condiciones de uso de una u otra conjuncién, etc.) debe tener en cuenta factores no sinticticos, fundamentalmente seménticos, pero también _pragmaticos (cfr. Lakoff, 1971). Igualmente, se puso de manifiesto que la coordinacién actuaba, no s6lo en el nivel de la oracién aislada, sino en la sucesin de oraciones. Mas adelante (4.6) nos fijaremos con mas detalle en este fendmeno. Otros aspectos de la «sintaxis» que escapaban de los limites de Ja frase eran el uso del articulo (al que Weinrich dedicé uno de los primeros trabajos de lingtiistica textual, ofr. Conte, ed., 19775 Weinrich, 1976); la sucesién de tiempos y, en general, el uso de los mismos (que Weinrich traté en su libro Estructura y Funcién de los Tiempos en el Lenguaje), la pronominalizacién, los interrogati- vos, etc. Horst Isenberg (1977: 122) presenta una lista de 23 fenémenos que escapan a Ia capacidad explicativa de una grama- tica oracional?. De hecho, los primeros trabajos de lingitistica textual son imtentos de ampliar (0 modificar) las gramaticas oracionales al uso, generativas o estructuralistas, para poder explicar todos esos fendmenos (por ejemplo, Isenberg [1968] desarrolla su concepto inicial de texto para explicar el uso de @ con el complemento directo en espafiol; el trabajo fundamental de Harweg [19792] es una extensién de su tratamiento de la pronominalizacién). Igualmente, las primeras discusiones se centraron en estos temas yen su (nuevo) status tedrico, y en la cuestién de hasta qué punto su estudio exigia alejarse de las gramaticas oracionales conocidas (cfr. Viehweger, 1979) ‘También son causas internas, aunque tengan una estrecha Son los siguientes: pronombres; articulo; pro-adverbios; conectores oracio- rales; particulas de preguntas ¥ respuesta; seales de articulacion (Gliederumg)s tmoriemas verbales ¥ construcciones perifrsticas: expresion del tiempo, modo, aspecto, Aktionsar,caracterizacién del complemento directo en espaiol,albanés, bengali; cic; formas de tratamiento; honorativo japonés; elementos deicticos stuacionales; entonacién; posicion del acento oracional; énfasis y contraste; orden e palabras; articulacign en tema y rema; expansién; condensacién: nominaliza- in, etc: clipsis; anifors y catéfora; coordinacién y subordinacion; suoesiOn temporal: formulas fijas: saludos, comienzo de cuentos, etc 28 ENRIQUE BERNARDEZ relaci6n con las causas externas que veremos a continuacién, dos fenémenos a los que ya nos hemos referido: la entrada en la lingtifstica (y la gramética, mas especificamente), inchiso en las, tendencias tradicionalmente mas asemanticas y formalistas, de la semantica y con ella la pragmatica moderna. De manera que la lingiistica textual no se encontraba con ia tinica base de una seméntica més 0 menos formal pero basicamente auténoma, sino también con trabajos de semantica y pragmatica de interés considerable, sobre todo desde el punto de vista tedrico, que procuraban enlazar la gramatica (en sentido tradicional) con las nuevas disciplinas parciales. De forma que, en gran medida, el interés por el texto se unié a esa tendencia ya existente: queremos estudiar la semédntica como parte integrante de la gramatica, tenemos que observar las relaciones semanticas —se- iializadas formalmente 0 no— existentes entre las frases, a fin de describir adecuadamente la semantica de cada frase particular. Pero esa semintica, que suele ser de tipo referencial, tiene una conexidn inmediatamente reconocible con los factores pragmati cos y, en general, sociales. Asi, también la lingiiistica del texto respondia a una necesidad vivamente sentida por entonces en toda la lingiiistica 1.23.2. Causas externas—El primer grupo de causas exter- nas se encuentra en disciplinas muy estrechamente relacionadas con el lenguaje, y puede considerarse que son determinantes en el surgimiento de la lingiistica del texto. Se trata del campo del tratamiento automético del lenguaje, desde la documentacion a Ja traduccién mecénicas; estas disciplinas necesitaban disponer de descripciones lingitisticas rigurosas adecuadas para el tratamiento de textos completos, es decir, no de frases aisladas. Los modelos Jingitisticos utilizables (generativos, de dependencias o distribu- cionalistas) se limitaban a la frase y, en consecuencia, eran insuficientes para el tratamiento de textos completos nevesario para la traduccién, la obtencién de restimenes, etc. Los expertos en documentacién automatica habian intentado ampliar dichos modelos, para hacerlos extensibles al texto, y es interesante DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 29. sefialar, por ejemplo, que uno de los primeros libros que se planteaban el anilisis del texto Mevara como titulo Analyse automatique du discours (Pécheux, 1969). Para citar s6lo algunos pocos ejemplos, podemos mencionar las dificultades que Vauquois (1975) sefiala para la traduccion automatica: junto al problema de hallar los referentes de los pronombres de una frase, se destaca que la desambiguacién de los elementos seminticos (Iéxicos 0 proposicionales) depende nor- malmente del contexto lingiistico, etc.; en general, se muestra como el proceso de traduccién se realiza sobre todo el texto en su Conjunto, entendido como unidad, y no sobre frases aisladas. Las mismas dificultades plantea Ljudskanov (1969), mientras ‘A. Andreewsky (1973) presenta ya, desde un punto de vista algoritmico, posibles formas de incluir informacién sobre las relaciones interfrasticas para la documentacién automatica. Esta necesidad de no limitarse a la frase se ve con mayor claridad atin en el campo de la traduccién, sea automatica 0 humana, que en los demas terrenos de 1a automacién lingiiistica, Partiendo de la problematica especifica de la traduccién, se llega a consideraciones de interés no meramente metodolégico, sino también tedrico. Asi, L. S. Barhudarov (1975) sefiala que la traduecién no se realiza «en el lenguaje como sistema, sino en el habla (re¢’), con los productos coneretos del habla, o textos, de ‘ahi que para la teoria de la traduccién sea necesaria y justificada la introduccién del nivel textual» (p. 176). Gindin y Leont’eva (1978) dedican un trabajo fundamental al tema de las relaciones entre teorias del tratamiento automatico de la informacion y linguistica del texto, exponen algunos de los numerosos modelos desarrollados en este campo (fundamentalmente en los EEUU) y sefialan la gran importancia de estas cuestiones para el desarrollo de la lingiiistica textual. Los trabajos con este enfoque son muy numerosos, aunque no siempre son obra de lingilistas. Sin embargo, en paises como la URSS, la lingiifstica textual tiene entre sus objetivos mais eviden- tes el contribuir a la solucién de las dificultades con que topa el tratamiento automatico de los datos lingiiisticos. Seria necesario 30 ENRIQUE BERNARDEZ todavia un estudio que mostrara con mayor detalle las interrela- ciones entre la nueva disciplina lingiistica y los trabajos de lingiifstica automatica realizados en numerosos paises. Otro tipo de influencies proviene de la situacién intelectual en que se mueve la lingiistica, es decir, las ideas generales sobre el desarrollo y las necesidades de la ciencia. Esa situacién intelectual (que suele manifestarse a través de la generalizacién filoséfica de los resultados obtenidos por las «ciencias naturales») ha influido siempre de forma considerable en cl desarrollo de la lingiiistic: (cfr. Bernardez, 1980; Motsch, 1974), y esa influencia contimia, prohablemente mas intersa todavia. Por lo que se refiere a la lingiiistica del texto, se pone de manifiesto sobre todo en el intento de ampliar el objeto de estudio, en la pérdida de limites definidos entre las disciplinas que, desde distintos puntos de vista, estudian un mismo objeto. Asi, mientras la lingiifstica del si- glo xx ha mostrado una clara tendencia al aumento de la forma- izacién acompafiado de un programa de trabajo cada ver mis restringido, que dejé de tener en cuenta el caricter social del Ienguaje (Maas, 1973: 13), la lingiiistica del texto, al mismo tiempo que procura no abandonar la formalizacién (aunque ya ‘con més prudencia que hace unos afios), huye del reduccionismo de escuelas lingiiisticas anteriores. Si, hasta ahora, la gramatica (por ejemplo, la generativa, porque también hay excepciones, y la tagmémica representa la mds clara de ellas) quedaba practica- mente separada de la sociolingiiistica (pese a los esfuerzos in- tegradores de Laboy y otros), la psicolingiistica (pese a las afir- maciones programéticas del generativismo) y las demas discipli- nas que estudian el lenguaje, la lingiistica del texto incluye entre sus preocupaciones mas destacadas aspectos psicolégicos y socio- ogicos, con lo cual tienden a borrarse los hasta ahora nitidos limites entre «lingiistica» y demas disciplinas del lenguaje (ctr. Zve- gincev, 1973b; Bernardez, 1978b). Esta tendencia hacia un conoci- miento integrador es caracteristica de la actual ideologia cientif ca3, En palabras del bidlogo Faustino Cordén (1978: XXXIX): 3 Volveremos sobre esta cussion en 6.3.3. DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL 1EX10 a1 «.. las inmensas conquistas de la ciencia experimental, conseguidas muchas veces bajo impulsos increibles de genio, ... han Ilevado a la ciencia a un grado de madurez que exige, imperiosamente, su elevacién a un nuevo orden de problemas y soluciones, dicho de otro modo, que exige integrar las miiltiples teorias cientificas, totalmente desvi culadas unas de otras cuando se retieren a objetos cualita- tivamente distintos (y, a veces, cuando se refieren a un mismo objeto visto desde éngulos distintos), en un sistema de conocimientos ‘nico, general ¢ integrador.» 1.2.3.3. Resiumen.—Como resumen de la breve exposicion de causas que han conducido al desarrollo de la lingitistica del texto, podemos sefialar las siguientes: a) necesidad de realizar aportaciones de caricter lingiiistico a las disciplinas que trabajan con textos completos, como poética, estilistica y tratamiento mecénico de la informa- cién lingiistica; 'b) necesidad de explicar, por el recurso al texto coherente, una serie de fenémencs que no pueden estudiarse adecua- damente en frases aisladas; c) necesidad de integrar los datos semanticos y pragmaticos con los gramaticales; d) necesidad de seguir las directrices cientificas generales, entre las que se encuentra la de realizar estudios integrado- res, escapando del reduccionismo de otras tendencias lingiiisticas. A estas causas podrian afiadirse otras como el intento de desarro- Tar, por ejemplo, en la RDA, una forma de estudios lingiiisticos adaptada a las ideas del marxismo-leninismo, 0 el desarrollo de nuevos métodos de enseftanza de la lengua materna y las lenguas extranjeras, ete, ENRIQUE BERNARDEZ 1,3, DESARROLLO Y SITUACION ACTUAL DE LA LINGUISTICA TEXTUAL Al igual que no existe una «historia» de los antecedentes que condujeron a la lingiifstica textual, tampoco existe una historia de la disciplina, pese a las considerables transformaciones que ha suftido a lo largo de sus poco mas de diez aiios de existenci como campo «auténomo» de estudios linguisticos. Los trabajos’ existentes son, por regia general, parciales, meramente descripti- vos 0, al contrario, bisicamente criticos con escaso contenido informativo, y no suelen tener en cuenta el conjunto de tendencias existentes. Sefialamos a continuacién los trabajos que pueden consultarse con més provecho. Hannes Rieser (1978, reproducido con cierta ampliacién en Petéfi/Garcia Berrio, 1978) muestra una breve historia de la lingiiistica textual bastante correcta, pero en Ia que solamente tiene en cuenta una pequefiisima parte de todo el campo. Se basa fundamentalmente en el desarrollo de su propia obra, la de J. S. Pet6fi y T. A. van Dijk, mencionando también a W. Kum- mer, H. Isenberg y E. Lang, pero sin tener en cuenta los trabajos mis recientes de estos dos tiltimos; ignora, asimismo, la lingiisti- «a textual soviética 0 de otros paises de Europa oriental, al igual que tendencias importantes en el Occidente europeo y los EEUU, como Francia, Inglaterra y el importante trabajo de la tagmémi. ca. Pero, con estas limitaciones seitaladas, puede considerarse un trabajo esencialmente correcto e importante. B. Gasparov (1976) realiza un estudio mas amplio, teniendo en cuenta las tendencias existentes en la URSS, RFA, EEUU, Gran Bretaiia y Checoslovaquia, y secundariamente otros pa ses. Ademés de ser un buen resumen de la situacién de ta lin- silistica del texto, discute algunos problemas tebricos impor- tantes Sandulescu (1976) considera basicamente las diferencias entre las tendencias europeas continentales y las anglosajonas, aunque cn estos iiltimos afios la situacién ha cambiado un tanto, sobre DESARROLLO DE LA LINGUISTICA DEL TEXTO 33, todo por lo que respecta a los trabajos realizados en Gran Bretafia ‘Trabajos parciales interesantes sobre Ia situacién en diversos paises 0 escuelas se encuentran en el volumen Sintaksis Teksta (1979). Sobre lingiiistica textual soviética, la obra fundamental es todavia Jelitte, ed., 1976, ademas del breve ensayo de S. I. Gindin (1978b). Sobre la tagmémica, es de especial interés Longacre (1976), quien tiene en cuenta también otros aspectos de Ia lin ailistica textual. Monaghan (1979) es un buen estudio, también hist6rico, del modelo sistémico-funcional, desde sus orjgenes en Firth, y Grosse (1979) considera criticamente las tendencias francesas, a las que en este libro pricticamente no tenemos en cuenta. Igualmente, Lafont/Gardés-Madray (1976). Informacién interesante sobre las diferentes tendencias textua- les actuales puede encontrarse sobre todo en Dressler, ed., 1978, y referencias mas parciales en obras muy diversas, como el prélogo de R. Harweg a la segunda edicién de su Pronomina und Text- Konstitution (19792), el de S. J. Schmidt también a la reedicion de Texttheorie (19762). Mas resumidamente, en obras como Bonda- renko, 1976; Mateeva, 1978, etc. Coseriu (1980) presenta un resumen critico de algunas tendencias modernas (fundamental- mente de la RFA). Bernardez (1980), siguiendo a Vichweger ¢ Isenberg. sefiala las caracteristicas generales de la situacién actual 1.3.1. Desarrollo moderno de la tingiistica textual La primera aparicion del término lingiiistica del texto se encuentra en el articulo «Determinacién y entorno», de Eugenio Coseriu (1956). Alli, al referirse a la necesidad de hacer una lingiiistica de la «parole», seftala primeramente que: «En lo particular, el hablar como “producto” es, justa- mente, el texto; y en lo histérico se identifica nuevamente con la “lengua”’...» (p. 286), 4 ENRIQUE BERNARDEZ distincién que desarrolla més adelante en dos formas de lingitis- tica: «... existe, y esté s6lidamente constituida, la lingiistica de las lenguas, es decir, del hablar en ef nivel histérico. Existe, asimismo, una lingilistica del texto, 0 sea, del hablar en ef nivel particular (que es también estudio del “discurso” y del respectivo “saber”). La llamada “estilistica del habla” es, justamente, una lingtifstica del texto» (p. 289). Estas ideas de Coseriu no encontraron una continuidad en trabajos de otros autores, aunque Coseriu (1980) es en parte el desarrollo de tas mismas. Lo que aqui mais nos interesa es la consideracién del «texto» como producto del con «cbdigo de la comunicacidm. La lingiiistica del texto quiere estudiar el proceso global de la comunicacién humana mediante el lenguaje, el proceso en su integridad, sin limitarse a uno de sus factores. Es por ello por lo que podemos decir que el punto de partida fundamental de la lingiiistica del texto es el conjunto del proceso comunicativo ‘mediante el lenguaje. Al fijarse en todo el proceso comunicativo, la lingiiistica del texto se aproxima a otras disciplinas centradas en fendmenos tradicionalmente olvidados por la «lingiiistica propiamente di- cha», Para estudiar todo ese proceso en forma global, entendere- o también de otras ciencias sociales ¢ incluso de COMUNICACION Y LENGUAJE 39 ‘mos aqui que, desde el punto de vista humano, la comunicacion es una forma de actividad, lo que es una caracteristica corriente en muchas tendencias de lingiiistica textual. 2.1.2.2. El concepto de actividad en lingiistica—Actualmente goza de gran importancia una forma de estudios lingtiisticos llamada teoria del acto verbal. Sus fundamentos se encuentran en Austin, Searle y otros fundadores de la pragmatiea, y esta teoria ¢s considerada por muchos hoy dia como posible alternativa a la lingiistica tradicional, tanto estructuralista como gene-ativista. Para algunos autores, sobre todo en la RFA, es una lingilistica antimanipulatoria, progresista, con gran porvenir en la «ensefan- za liberatoriay de la lengua materna (cfr. fundamentalmente la aportacién de Utz Maas en Funk-Kolleg Sprache, 11). El interés por esta variante de los estudios lingiiisticos se pone de manifiesto en la ya ingente bibliografia, aun cuando no se olviden los numerosos problemas, tanto de su teoria como de su utilizacion practica (por ejemplo, Nikolaus, 1979; Hindelang, 1979). Por otra parte, esta teoria no es completamente nueve, ya que, como han indicado varios autores, el interés por lo que hoy Hamamos «acto verbab> posee una extensa tradicion. ‘Asi, Harald Weinrich (1976: 23) sefiala entre sus antecedentes: «Aristételes desarrolla Ia teoria de ta actividad en su cestética, su retérica y sti poética. La ética es para Aristote- les la doctrina de la actuacién correcta con vistas a conseguir los fines de la accién, especialmente la felicidad como meta maxima de toda accién. En la retérica, Aristételes se ocupa del concepto de actividad, especial- mente, al tratar el discurso consultivo... y foral... Por fin, en la poitica define Aristoteles la tragedia como imitacion de una accidn, ..., de acuerdo con determinados principios artisticos.» De esta forma, ya en Arist6teles hallamos lo fundamental de la moderna teoria de la actividad o el acto verbales: el hombre 60 ENRIQUE BERNARDEZ. realiza un tipo especial de actos, en los que se sirve del lenguaje para conseguir sus fines. EI mismo Weinrich seftala otros antecedentes de la teoria del acto verbal en la antropologia filosofica, la etologia humana, el behaviorismo, la lgica de la accién, la politologia (remontindose hhasta Maquiavelo), la economia, etc. (cf. op. cit, pp. 24-29), y cita diversos conceptos actuales de acto verbal, como los de Wunderlich, Habermas, S. J. Schmidt, B. Switalla y otros, cifiéndose al area de lengua alemana (op. cit., p. 21), 7 Por su parte, Victor Sinchez de Zavala (1973: 33-34) encuen- tra antecedentes de la teoria en personalidades tan diferentes como Humboldt, Hermann Paul, G. von der Gabelentz, Jesper. sen, Coseriu y el mismo Chomsky, ; Siegfried J. Schmidt seiiala algunas conexiones con ciencias proximas a la lingiiistica «Un tipo de investigacién... [en lingiiistica, como el de Maas y Wunderlich. EB] puede caracterizarse como desa- rrollo de las teorias del acto verbal. Estas teorias estan relacionadas metodoldgicamente con la sociologia de la interaccién (Mead y sus seguidores), la etnometodologia (desde Schitz hasta Cicourel, Dell Hymes, Gumperz, Garfinkel, Goffman, Sacks y otros), y/o las teorias marxis. tas de la accion y la comunicacién» (1978: 49), EI mismo Schmidt, en una obra anterior, indica acerca de la importancia de ia teoria del acto verbal: «El Ienguaje... ya no se considera primariamente como sistema de signos, denotativo, sino como sistema de activi dad o de operaciones, cuya estructura consiste en realizar, con ayuda de un repertorio abierto de variables ... y un repertorio cerrado de reglas, determinadas operaciones ordenadas, a fin de conseguir un determinado objetivo, que es informacién, comunicacién, establecimiento de contacto, auto-manifestacién, expresién y (per)formacién de la actividad» (1971: 33). COMUNICACION ¥ LENGUAJE, $1 ‘Vemos que, en consecuencia, la idea de que el Ienguaje es una forma de actividad no es, en absoluto, nueva, y que ademas esta estrechamente relacionada con otras ciencias sociales cuyo paren- tesco con Ia lingilistica es meramente secundario. Por otro lado, la teoria del acto o de la actividad verbales no es sino una manifestacién de la teoria mas general de la actividad. En consecuencia, para poder definir correctamente lo que enten- demos por teoria del acto verbal, es preciso partir de la definicion de la teoria de la actividad en general y, mas especificamente, de la teoria de la actividad comunicativa, parte de la cual sera la teoria de la actividad verbal o lingiiistica. A este tema dedicare- ‘mos el apartado siguiente. En cuanto a las teorias de la actividad especifis lingiiistica (tenga o no una base en una teoria de la actividad general), hemos: de sefialar alin la existencia de dos tipos de teorias fundamentales. Una, bien conocida entre nosotros, proce- de de la pragmatica de Austin y Searle, y su bibliografia fundamental nos resulta facilmente accesible en Espaita. Ademés, esta teoria no se basa en una teoria de la actividad general elaborada fuera de la lingiistica, sino que se elabora fundamen- talmente en base a los datos lingilisticos. La otra teoria es entre nosotros mucho menos conocida, sobre todo en el terreno lingiistico. Es la teoria llamada «de la actividad verbal» (teorija recevoj dejatel'nosti) claborada fundamentalmente por psicélogos y psicolingiiistas soviéticos como A. A. y A. N. Leont'ev, A. R Luria, Gal’perin, Rubinstejn y otros, siguiendo las ideas de Wygotsky. Esta teoria de la actividad lingiistica es propiamente la adaptacion al fendmeno «lenguajer de una teoria de la actividad de caracter filoséfico, articulada en una teoria de la actividad (social) humana que se especifica en una teoria de la actividad comunicativa y una teoria de la actividad (comunicati- va) verbal. La principal ventaja de una teoria lingilistica basada en una teoria mis amplia radica, fundamentalmente, en que de este modo somos mas fieles al engarce del lenguaje en la sociedad yen el mundo real. Como sefiala Dieter Wunderlich: mente 62 ENRIQUE BERNARDEZ «El objetivo de la teoria de la actividad es extraer los rasgos comunes de las acciones, planes de accién y esta- dios de las acciones, y ponerlos en relacién con rasgos comunes de los sistemas de normas, conocimientos y valores. El anilisis del concepto de actividad (jqué es actividadjaccién?) esta estrechamente unido al andlisis del ‘conocimiento social sobre las acciones o actividades (;qué se considera una accién?). La teoria de la actividad es, por tanto, una disciplina de orientacién, en parte, de las ciencias sociales, en parte también filoséfica y de metodo- logia de la ciencia. La relacién con la lingiiistica radica en que el fundamento pragmitico de la teoria del lenguaje ha de enlazar con la teoria de la actividad, y que, también, el anilisis lingiiistico puede aportar algo al desarrollo de la teorfa de la actividad» (19782: 30-31). En consecuencia, ¢s preciso plantear primero, aunque en forma necesariamente breve, qué es la teoria de la actividad en general, especialmente la teoria de la actividad humana (social) para, a continuacién, centrarnos en los aspectos especificos de la teoria de la actividad verbal. Nos basaremos aqui en la segunda de las teorias sefialadas, que tiene, ademés, la ventaja de integrar los resultados de los trabajos debidos a Austin, Searle y su escuela. Sefialemos ademas que, si bien esta teoria es de origen soviético, es conocida y practicada en otros paises, algunos de los cuales tienen una posicién privilegiada en la lingiiistica del texto, como los dos estados alemanes (eft. por ejemplo, Kummer, 1975; Schmidt, 1973; Dressler, 1973; Isenberg, 1976; Braunroth er al., 19782). 21.2.3. Conceptos fundamentales de la teoria de la activi- dad—En tanto en cuanto teoria general (=filosofica), la acti- vidad puede definirse de la siguiente forma: «... En sentido filoséfico, el concepto de actividad [ale- man: Tatigkeit] consiste en el proceso social de la transfor- COMUNICACION Y¥ LENGUATE 63 macién préctica y teleolégica del ambiente natural y social por los sujetos humanos individuales y colectivos, que se apropian de ese ambiente en forma ideal y préctico- objetual, participando de esta manera en las. relaciones sociales, materiales e ideolégicas, y desarrollando sus potencias productivas sociales © individuales» (Klaus Bubr, 1974: 1204). Un concepto proximo al alemén de Taitigkeit es Handeln, que en la misma obra se define asi «.., Ia influencia consciente, teleol6gica ¢ intencional de los sujetos humanos individuales y colectivos sobre su am- biente natural y social. El concepto de Handein se refiere a la actividad especificamente humana, pero no es idéntico con el concepio filoséfico de Tiirigkeit en tanto en cuanto tiene en cuenta sobre todo los momentos subjetivos de la finalidad y el motivo de las acciones humanas...» (p. $14). Ambos términos alemanes, que pueden traducirse respectiva- mente por actividad y actuar, son, como se ye, muy proximos aunque no idénticos. Desde el punto de vista de la actividad ‘verbal que veremos mas abajo, los dos son de importancia. El primero seria la «actividad en general», mientras que la realiza- cidn de esa actividad como actividad verbal en una situacién dada corresponderia al segundo de los términos. Aqui, sin embargo, seguiremos la terminologia rusa, donde ambos conceptos alema- nes corresponden al término ruso dejatel'nost’, que traduciremos siempre por actividad. Sin embargo, la diferenciacion que estable- cen los autores del Philosophisches Worterbuch es extremadamen- te importante desde una perspectiva tedrica. Lo que de momento nos interesa destacar es que en ambas definiciones se pone de relieve la existencia de factores individua- les y sociales en toda actividad, que supone una transformacién 0 influencia sobre el entorno (del individuo autor de la actividad) y que siempre tiene cardcter teleoldgico, es decir, una actividad se 64 ENRIQUE BERNARDEZ. realiza para conseguir un determinado fin, el motivo de esa actividad. Actividad es, por tanto, un proceso activo, no auto- mitico. Para la escuela psicoldgica (y psicolingilistica) soviética, basa- da e1 Wygotski, es actividad: «... el complejo conjunto de procesos para la consecucién de un determinado resultado, que es al mismo tiempo el motivo objetivo de la actividad, es decir, aquello por lo cual se concretiza una necesidad del sujeto» (Serébrenni kov, 1970: 264), La actividad, en consecuencia, puede articularse en tres aspectos: motivacién, finalidad, realizacién: «Surge de una necesidad. Después planificamos la activi- dad haciendo uso de los medios sociales, los signos, al determinar la meta final de la actividad, y sefialamos los medios de su realizaci6n. Finalmente la realizamos, con lo que alcanzamos los resultados deseados. Cada acto de actividad es la unidad de los tres aspectos. Comienza con un motivo y un plan y termina con un resultado, con la consecucién de la meta prevista al principio; pero en la mitad hay un sistema dinémico de acciones y operaciones coneretas dirigidas a esa meta» (Leont'ev, 1969: 31.) La distincién que acabamos de establecer es, por tanto, fundamental para entender el funcionamiento de la actividad (y, ‘en consecuencia, de la actividad verbal), y no es posible el estudio de ninguna forma de actividad sin tener en cuenta los tres aspectos. A. N. Leont’ey (1974) especifica que las «acciones y operaciones» necesarias son basicamente de tipo psicofisiolégico, ¥ seiala, por un lado, la divisién entre actividad externa o prictica y actividad interna (cespiritual») (eft. también A. A. Leont’ev, en Serébrennikov, 1970: 264s.), considerindose éta como derivada de aquélla, La actividad verbal, al contrario que COMUNICACION Y LENGUAIE 65 una actividad productiva como el trabajo, es una actividad del segundo tipo. Las operaciones o acciones especificas son diferen- tes en uno y otro caso. Ambas formas de actividad estén incluidas en un proceso social (A. N. Leont’ev, 1974a: 11). Este tiltimo punto es de excepeional impertancia, porque permite considerar cl lenguaje, en tanto que actividad, como determinado por los factores sociales (cfr. Tarasov, 1975; Teoretiveskie problemy recevogo obscenija, 1977; Psibolingvisticeskie i sociolingvistideskie determinanty reéi, 1978). Mas especificamente, como sefialan Braunroth et al. (19782): «in la planificacidn de la actividad, las personas dependen de los medios sociales, los signos... Con su ayuda se plantean las distintas fases, Ia utilizacién de diversos medios para la consecucién del fin, y llevan a cabo la actividad de acuerdo con su experiencia, su conocimiento de la situacién, sus previsiones sobre sucesos futuros.» (p. 277) Otro aspecto importante de la actividad es la existencia de una estructuracién interna, Ia cual: «se expresa sobre todo en el hecho de que el procesorde la actividad consta de acciones individuales... Las mismas acciones pueden pertenecer a diferentes actividades y a la inversa: el mismo resultado puede aleanzarse por medio de diversas acciones...» (A. A. Leont’ev, en Serébrennikoy, 1970: 264). Estas aceiones, que dan lugar a la estructuracién de la activi- dad, y que poseen también una determinacién social (y psiquico- individual), se articulan a su vez en operaciones especificas (A. N. Leont’ey, 1974: 15). A. A. Leont'ev indica a este respecto: ... mientras las acciones... deben realizarse desde un principio en forma consciente, las operaciones individuales 66 ENRIQUE BERNARDEZ dependen de las condiciones de la accién, No es preciso ser consciente de ellas y en principio tampoco se es: la génesis de las operaciones es distinta a la génesis de las acciones, Aquéllas pusden ser acciones automatizadas que han perdido plenamente su cardcter consciente y pueden ser, por asi decir, pre-operaciones, esto es, operaciones que se forman como adaptacién pasiva de una accién a las condiciones de su realizacion» (A. A. Leont'ev: Psycholin- guistik und Sprachunterricht, Stuttgart, 1974 [original: 1970}, citado segin Braunroth et al., 19782: 277), Es decir, mientras las acciones son como «actividades a pequeiia escala», les operaciones son los componentes de una accién, y no estan planificadas elias mismas, sino que resultan como medios de realizacién de las acciones individuales, en virtud de la motivacién especifica de cada una de ellas. Mientras las acciones tienen caricter «psiquico», las operaciones son funda- ‘mentalmente psico-fisiologicas. En la actividad verbal, por ejem- plo, son operaciones la fonacién, articulacién, etc. Resumiendo, en la actividad podemos establecer los siguientes aspectos fundamentales (validos, en consecuencia, para cualquier tipo de actividad humana): a) existencia de una necesidad/interés; b) establecimiento de una finalidad: satisfacer (a); c) establecimiento de un plan de actividad, formado por acciones individuales; d) realizacién de operaciones especificas para cada accién, segiin el plan de acciones prefijado: e) dependencia constante de Ia situacién en que se lleva a cabo la actividad, tanto: 1) para la planificacién general, 2) como para la realizacién de las acciones, y 3) Ia posible modificacién del proceso en el transcurso de la actividad (: el cambio de las acciones previstas por otras de acuerdo con las exigencias de los cambios que se produzcan en la situacién). COMUNICACION ¥ LENGUAJE oT ‘Como vemos, en consecuencia, para el estudio pleno de la actividad —limitandonos aqui a la actividad humana, «psicologi- cay—, es preciso tener en cuenta factores muy diversos. Por ejemplo, es preciso un estudio de las necesidades humanas para poder determinar los tipos de actividad que pueden o deben realizarse en un momento dado, asi como la interrelacién entre ‘esos condicionamientos sociales y la actividad subjetiva del actor. Esta caracterizacién, necesariamente demasiado breve, del concepto de actividad tal como se utiliza, fundamentalmente, en la psicologia y la psicolingiiistica soviéticas, nos permite pasar a continuacién a caracterizar una forma especifica de actividad, como es la actividad (comunicativa) verbal. 2.1.24. Actividad verbal—Una de las formas de actividad es 1a actividad comunicativa, mas especificamente, una «parte de la actividad signica» (A. A. Leont’ev, 1974a: 24), esio es, la activi- dad que utiliza, para conseguir sus fines, signos 0 simbolos, Para algunos autores, como los de Sprachliche Kommunikation und Gesellschaft, actividad verbal (€1 término ruso recevaja dejatel’- rnost’) equivale al de actividad comunicativa, Sin embargo, consideramos mas conveniente separar ambos tipos, ya que son posibles formas de comunicacién no verbal, ¢ incluso formas de comunicacién del tipo de las utilizadas por animales, que no coinciden con ef «lenguaje humano», al que nos referimos con el término de actividad verbal. Este concepto puede definirse como: 4... una actividad (...) del ser humano que se transmite hasta un cierto grado mediante los signos de una lengua. En sentido estricto, habria que entenderla como una actividad en la cual el signo lingiistico actita como “estimulo” (Wygotski), una actividad, por tanto, en cuyo transcurso conformamos una expresién lingiiistica para alcanzar un objetivo fijado de antemano» (A. A. Leont'ev, en Serébrennikov, 1970: 264), 68 ENRIQUE BERNARDEZ que se especifica atin més en la definicién que encontramos en el volumen colectivo Sprachliche Kommunikation und Gesellschaft: aquellas acciones, determinadas socio-histéricamente, que incluyen la produccién y recepcién de enunciados lingitisticos, es decir, tanto la produccién del enunciado como su percepcin y comprensién. En el nivel social, la actividad comunicativa (=actividad verbal, vid. supra) es una forma de realizacién de las relaciones sociales; psiqui- camente es una forma especial de manifestacion y trans- formacién de los procesos de la conciencia; finalmente, todo esto s6lo puede realizarse en base a un sistema de procesos fisiolégicos» (p. 45). Mis abajo, se indica también que es: «un tipo de actividad... cuya caracteristica fundamental radica en la utilizacién productiva y receptiva de los signos lingiisticos» (p. 48). De esta forma, la actividad verbal contiene, por un lado, todas las caracteristicas de la actividad en general, a saber: plan original/motivo, estructuracion en acciones y operaciones (fisiol gicas, tanto al hablar como al escribir), finalidad de la accién. Todo ello se engloba en una determinada situacién de cardcter social, con lo que se mantiene la determinacién social de la actividad. Por otra parte, es caracteristico de la actividad verbal la utilizacion de un sistema especial de signos, 1o que llamamos el «aspect signico» del Ienguaje. Podria pensarse que, en conse cuencia, el lenguaje no es, de acuerdo, ademas, con las tcorias tradicionales, sino el sistema de signos que se utiliza en la actividad. Traducido a términos mas usuales, el lenguaje no seria sino el cédigo (=conjunto de operaciones) utilizado. Sin embar- 20, si consideramos que, como cualquier conjunto de operaciones en cualquier forma de actividad, las operaciones mediante signos vienen determinadas en su estructura por el motivo y la finalidad, COMUNICACION Y LENGUAJE 0 resultaré evidente que para poder comprender integramente el funcionamiento de ese sistema es preciso tener en cuenta, como apuntabamos en 2.1.2.1, los demas componentes del modelo de comunicacién, de la actividad comunicativa verbal. El estudio de la produccién y la recepcién del lenguaje, en consecuencia, exige tener en cuenta todo el conjunto de la actividad: el lenguaje no es solamente el conjunto de operaciones, sino la actividad compleja que engloba a éste como una de sus partes, Por lo dems, en el aspecto de la motivacién y finalidad de la actividad verbal, es preciso tener en cuenta, fundamentalmente, aspectos no lingliisticos. Asi, no es tema de la lingiiistica (del estudio del lenguaje) el estudio de por qué surge una determinada intencién, un determinado motivo comunicativo, que entendemos como «conseguir una finalidad». Este aspecto corresponde funda- ‘mentalmente a la psicologia, y la lingiistica debe limitarse aqui a adoptar los resultados de ésta, fundamentalmente de la teoria de las necesidades, para comenzar el estudic propiamente lingiiisti- co, que es la utilizacién del lenguaje para conseguir esa finalidad, lo que incluye necesariamente el estudio de! sistema de signos de que nos valemos. Lo que es objeto de estudio propiamente lingiistico es, por tanto, cémo se consiguen determinados fines con medios lingiiis- ticos. Esta es, en esencia, la funcién también de Ia teoria del acto verbal de Austin y Searle (y sus variantes actuales), pero aparece también en estudios lingtisticos de muy diversos autores, tenden- cias y épocas (cfr. 2.1.2.2). Para poner un tinico ejemplo, en su articulo sobre «la expresion de ruego y mandato en espaiiol», Emilio Lorenzo parte de la necesidad/intencién de expresar, medio del lenguiaje, lo que podemas Wamar nna orden Aqu finalidad es extralingiiistica, pues radica en que el oyente realice una actividad no verbal (por ejemplo, «abrir la ventana»), pero Jos medios para conseguirla son lingiiisticos. Podian ser no lingiiisticos también, sin embargo, si el hablante mismo es quien abre la ventana. El porqué de la necesidad de abrir esa ventana, 0 incluso el porqué de la utilizacién del lenguaje para conseguirlo, asi como la actividad especifica de abrirls, no interesan desde el 70 ENRIQUE BERNARDEZ punto de vista lingiistico. Lo que nos interesa es que son expre- siones lingiisticas («que tienden a suscitar reaccién no oral en el interlocutor», Lorenzo, 1966: 85) y que estin condicionadas por factores sociales. Pero esos factores se manifiestan directamente en la expresién lingiiistica; asi, Ia exigencia de «accién ajena»: «puede adoptar Ia forma de ruego cuando se dirige a quienes consideramos o queremos que se sientan iguales 0 superiores, 0 la de mandato hacia quienes estimamos inferiores...» (op. cit., p. 95). De forma que la eleccidn entre expresiones distintas (tanto sintéctica como seménticamente), pero equivalentes en cuanto a su funcién (en cuanto a Ia finalidad de la actividad), viene determinada basicamente por las relaciones sociales objetivas (igualdad, inferioridad, superioridad sociales...) y también subje- tivas («queremos que se sientan...»). Mediante la teoria de la actividad (y la del acto de habla) se puede establecer, por tanto, una relacion entre enunciados que resulta imposible de expresar con los medios de, por ejemplo, las transformaciones de la gramética chomskyana, Dos enunciados como: 1] (Quiere usted abrir ta puerta? [2] Abra usted la puerta, por favor no son equivalentes en cuanto «transformos» de una misma estructura profunda, pero si son equivalentes en cuanto pueden responder a la misma intencién comunicativa (es decir, a un mismo motivo en la actividad verbal): el hablante desea que el oyente realice una actividad por la cual la puerta, que esté cerrada, pase a estar abierta. Esto no puede ser explicitado por una gramatica de cualquier enfoque de tipo tradicional, y sélo por una lingiistica de base comunicativa. Un aspecto interesante que queda de manifiesta en lo que acabamos de exponer €s la posibilidad de utilizar diversos COMUNICACION Y LENGUAIE n ‘quegos» de medios lingiifsticos para conseguir una misma finali- dad, y, a la inversa, un mismo medio lingiistico sirve (o puede servir) a diversas finalidades. En otras palabras, las acciones y operaciones lingiiisticas (verbales) de una actividad pueden servir para otra actividad distinta, y una misma actividad puede realizarse utilizando diversos medios verbales: la expresion de orden» puede realizarse con diversos medios, como hemos visto, pero la forma de expresidn especificada en [1] sirve también para actividades que no se caracterizan por esa finalidad imperativa (por ejemplo, [1] puede ser una reaccién al hecho de que el oyente va a abrir la puerta, mientras que el hablante no lo desea y entonces, cortésmente, hace una pregunta; o bien, el oyente intenta abrir la puerta y el hablante le pregunta por su intencién, por ejemplo, para ayudarle). Esto es una caracteristica de todas las actividades que vimos més arriba. En consecuencia, la actividad verbal comparte todas las ‘aracteristicas de otras actividades, y sigue el mismo esquema que podemos llamar objetivo-planificacién-realizacién-consecucion de la finalidad (es decir, motivo/intencidn-realizacién-consecu- cién de Ja finalidad). La realizacién lingiistica depende, como hemos visto, de las condiciones sociales y psicolégicas, ademés de venir determinada por el motivo bisico de Ja actividad. La realizacin utiliza diversos medios como son: a) seleceién de palabras; 6) paso del programa a su realizacién; c) prognosis gramatical; d) traduecién y comparacién de las variantes sinticti- cas, y e) fijacion y reproduccién de los «compromisos» gramati- cales, que van unidos a la programacién motora (fisiologica) (A. A. Leont’ev, 1974a: 27-28). Centrandonos en el punto de cémo influye el conjunto de la actividad y su entorno socio-psicolégico en la forma especifica de expresién lingiiistica, el mismo Leont'ev sefiala (1974b: 31-33): 1. Factores que afectan a la intencién verbal, es decir, al motivo que impulsa a la realizacién de una determinada actividad verbal: — motivacién, Normalmente no existe un motivo nico 2 ENRIQUE BERNARDEZ en la actividad verbal, sino un conjunto de ellos, aunque puede destacarse un motivo central o domi- nante; — lo que llama, siguiendo « P. K. Anohin, obstanovoénaja afferentacija, que podemos traducir por «situacién», ya que incluye el conjunto de influencias internas que afectan a un organismo y que, juntamente con la motivacién inicial, informan con precisién a dicho ‘organismo sobre las elecciones que debe realizar; pero no coincide con el significado usual de «situaciém, pues la obs(anuvocnyja uiferentacija incluye Ta sitwacion. objetiva (es decir, la «sitzacién» propiamente dicha) y, también, la informacién sobre situaciones distintas en las que se han realizado otras actividades; — «prueba de probabilidades», que determina cuales de entre las diversas acciones posibles (integrantes de una actividad completa) tienen més posibilidades de dar los frutos deseados; — «area» de la accién, segin la cual se selecciona la aceién con més probabilidades de éxito; consiste, fundamentalmente, en nuestro propio conocimiento de la estructura y la finalidad de toda la actividad. Es decir, se trata de ordenar una de las acciones (la que, de acuerdo con el «cileulo de probabilidades», tiene mayor probabilidad de éxito) para cumplir su papel especifico dentro del conjunto de acciones en que se articula la actividad, Estos factores representan lo que en lingiistica del texto Hamamos «estructura profunda del texto» o «plan general del texto», que determina la organizacién interna del mismo antes de pasar a su realizacion mediante unidades lingiiisticas de nivel inferior (fundamentalmente frases) (cfr. 4.8). El siguiente grupo de factores determina la realizacién verbal de la intencién, es decir, los aspectos espectficamente superficia- les, Son, segiin Leont’ev (op. cit., p. 33-35): COMUNICACION Y LENGUAIE B IL. Factores que afectan a la realizacién de la inten- cién verbal la lengua especifica en que se realiza el enunciado, es decir, el sistema lingiistico de una determinada lengua; — el grado de dominio de la lengua; — el factor funcional-estlistico, que determina la eleceién de los medios lingiiisticos mas adecuados de entre todas las posibilidades existentes dentro del lenguaje, de acuerdo siempre con las condiciones especificas en que se realiza la comunicacién. Es responsable, por cjemplo, de la seleceién de forma dialogal ¢ monolo- gal, escrita 0 hablada, etc., asi como de los aspectos tradicionalmente considerados «estilisticos»; — él factor efectivo, expresivo; — las diferencias individuales en experiencia verbal entre hablante y oyente, que exige una determinada estrate- gia por parte del hablante en la seleccién de las formas, lingiifsticas, de acuerdo con las necesidades y posibili- dades del oyente; el contexto verbal, en el sentido de «ontexto lingtiis- tico»; — la situacién verbal, definida como se apunté mas arriba. 2.1.2.5. Resumen—De lo que, con demasiada concisién, hemos presentado, pueden extraerse las siguiertes conclusiones fundamentales: el lenguaje es una forma de actividad y, en consecuencia, debe estudiarse de acuerdo con los resultados del estudio de la actividad en general, mas especificamente, de la actividad humana; el lenguaje es, por tanto, una forma de actividad comunicativa englobada en la actividad humana. Como tal, toda actividad verbal posee una motivacién, cuyo origen no nos interesa aqui, un conjunto de operaciones que son bisica- mente las propias del sistema lingtiistico y que representan la articulacién de las acciones individuales en que se estructura la actividad, y un objetivo final de Ia actividad que, al igual que 14 ENRIQUE BERNARDEZ el motivo inicial, tiene un caricter bésicamente no lin- gilistico. En el proceso de realizacién de la actividad mediante acciones verbales (actos verbales) es preciso distinguir dos fases: la estrue- turacién misma de la motivacién inicial y la realizacién superfi- cial de esa motivacién. En ambas fases es preciso tener en cuenta los determinantes no lingiiisticos, fundamentalmente de cardcter psico-social, de forma que incluso la manifestacién meramente superficial debe explicarse en parte por dichos factores®. * En su modelo textual, que presentamos en 5.5, Horst Isenberg desarrolla estos concepts para aplicalos al estudio especifco del texto, entendido como ‘actividad linglistica» estructurada en una sucesin de «actos verbal, CapiruLo 3 EL CONCEPTO DE TEXTO. 3.1, INTRODUCCION La definicién de una unidad fundamental, como es el texto, parece de importancia esencial para la teoria. Porque si queremos estudiar el texto, sera preciso saber de antemano qué significa exactamente ese término, Sin embargo, al igual que sucede con otros conceptos basicos de la lingiiistica, su definicion no es en absoluto sencilla, Por un lado, no podemos olvidar las dificultades inherentes a toda definicién, a la hora de elaborar la nuestra de texto. Mario Bunge (1969) la define asi: «(la definicién es)... una operacién puramente conceptual por la cual (i) se introduce formalmente un nuevo término en algtin sistema de signos... y (ii) se especifica en alguna medida la significacién del término introducido; en la medida, precisamente, en que es precisa la significacién de los términos definientes» (p. 139). De acuerdo con esta «definicién de la definiciémy, en nuestra disciplina sélo podremos esperar una definicién precisa en la 16 ENRIQUE BERNARDEZ medida en que los términos utilizados en ella sean a su vez suficientemente precisos, lo que en lingitistica (y otras «ciencias sociales») no es siempre el caso, pese a los conocidos intentos ‘habidos desde el estructuralismo, especialmente el norteamerica- no (por ejemplo, los «postulates for the science of language, de L. Bloomfield). Parece dificil hacer una definicién del término «texto» a priori ademas de por la insuficiente definicién de algunos términos que deberian usarse, a causa del atin insuficiente conocimiento que, de hecho, tenemos del «objeto texto». Hemos visto en el capitulo anterior que el mismo término «lenguajen, fundamental _en cualquier empefio lingiistico, no esta suficientemente bien defini- do; dificilmente lo podra estar, en consecuencia, uno dependiente de aquél, como es el de «texton. Y ello es asi aunque el conocimiento intuitive de ambos conceptos sea relativamente amplio. Una definicion de texto no puede ser sino el resultado de Jos estudios sobre él, no el punto de partida, sino el de legada: Ia Jingiistica del texto puede considerarse como un intento de definir el texto». Esta dificultad inevitable puede conducimos a una postura que niegue la posibilidad y también la conveniencia de claborar, para empezar a andar, una definicién, Si acaso, deberiamos contentarnos con alguna simple aproximacién —modificable que nos proporcione un punto de apoyo. De forma que podria- ‘mos utilizar nuestro concepto intuitivo del texto y considerarlo como «lo que entendemos por texto», «lo que un oyente entiende como texto», «lo que el hablante quiere que sea un texto», etc., con lo que en realidad no damos una definicién, ni siquiera aproximada, del término. Una definicién de «texto», como de cualquier otra cosa, ha de permitirnos identificar cualquier objeto como texto sin posibili- dad de confundirlo con otro, es decir, sin posibilidad de clasificar como texto algo que «no lo es». La definicién actia, en conse- cuencia, como criterio clasificador de los distintos objetos en que se fija la lingiifstica. Para nuestros fines inmediatos, comprendien- do que la definicién «perfecta» del texto ha de ser fruto de EL CONCEPTO DE TEXTO n ‘extensos trabajos sobre dicho objeto lingiistico, nos bastard con proporcionar una definicién que se limite a sealarnos si «algo» es un texto o no. La definicién propiamente dicha, en cuanto especificacién del contenido, no es plenamente posible por el momento. Por otro lado, no hay que extrafarse ante la dificultad de defini convenientemente el texto, ya que, después de casi un siglo de «lingiistica moderna», atin no existen definiciones universal ‘mente aceptadas de conceptos tan fundamentales como el fonema el morfema (por no hablar de la oracién), 3.2, DEFINICION DEL TEXTO 3.2.1. Definiciones tradicionales Decimos que «texto» es un concepto nuevo, pero, sin embar- g0, la palabra rexto es muy antigua (aparece, segiin el diccionario etimoldgico de Corominas, en el siglo XIV en castellano), y figura en diccionarios de términos lingitisticos anteriores a la lingitistica. textual. Pero ese concepto de texto que alli encontramos se diferencia bastante del que hoy dia se le da. Verersos, a continua- cién, algunas definiciones de caracter tradicional. Lazaro Carreter, en su Diccionario de térmmos filolégicos, define el texto, siguiendo a la glosematica, como: «..todo conjunto analizable de signos. Son textos, por tanto, un fragmento de una conversacién. una conversa- cidn entera, un verso, una novela, la lengua en su totali- dad, etc.» (p. 391). Para los autores del Diccionario de Lingiiistica (Dubois er al... 1973: 600), texto es: 1. «.. el conjunto de enunciados lingitisticos sometidos al andlisis: el texto es, por tanto, una muestra de comportamiento lingitistico que puede ser escrito 0 ha- blado...»

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