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Revita Encayos Militares ISSN 0719-6334 / versién impresa vol. 1-ne2 - 2015, pp. 149-160 ISSN 0719-6989 / versin en linea Reflexiones sobre el ejercicio de elaboracién de estrategias de seguridad* Reflections About the Exercise of Security Strategies Elaboration Pablo Rivas Pardo™* CACEIM: Daniela Sepiilveda Soto"** Subsecrtaria de Defensa Resumen: Este arfeulo expone alguna eflxione cies yfenomenoligieas en rack con los doeumnen- tos del tipo "Estateyia de Seguridad’. El objetivo ex dar citeriosmetodoligicos para el efecicio de cabo racién de extot documentos Sibien en el 2012 el gobierno de Chile difundi una Esteaeyia de Seguridad ‘que no cermin por ofcializate, ete documento ao busea concentase en experiencia nacional, sine que busca identiicar aquellos crtrioe gencrales que deberian sr consideradosen un documento que pretenda configuatse como “Exrategia de Seguridad”. En coniecuencia, se organiaé este articule bajo l formato pregunta y respuesta, apoyado de apores tries y hechos en materia de sepuridad, par as concluir sri claborar un documento coa las caraceiicseflad, con custo cttetios metodaldgicos que pe Palabras claves: Eerategia de Seguridad ~ Seguridad ~ Securiizacién — Agenda de seguridad _Abreact: This article shows some theoretical and phenomenologieal reflections in relation with documente ofthe kind "SecaricySteateyy". The gol ofthis is give basic methodological evtera forthe exercise of claboration of these documents. While in 2012 the Chilean government did a security strategy that finally vam publizhed, thir document does no seck to foe on national experience. However sec to identity thoee general eriteria that should be considered in document like a “Security Seategy”. Therefore, this article i organized in the format “question and anaes", supported with theoteial and fits seat con: subuions, concluding with four methodological crea that willbe necesry fora document sich ae the aforementioned fearres. Key words Security srtepy ~ Secutity = Seeuttztion — Security agenda Fecha de tecepein: 17 de abil de 2015 Fecha de aeeptacin y vetsdn finak 22 de junio de 2015 * Ete arco se enmatea en la nventigacin"Estatgis de Seguridad: elaboraién de una mats apieable alas cilen, a paride la expetienela del Unidin Es utopea,financade pot concurse piblice por ba Aca demi Nacional de Estudios Plies y Pablo Rivas Pardo ex Cientsts Pol suaegios, digo 201421, lnvestigador responsable: Pablo Riva. 0 y Licenciade en Ciencia Paliea de la Universidad Diego es, Acualmente se desempeta camo Atest en el Consejo Academica Consulive de Estudios © Investigaciones Militates del Ejétcivo de Chile, CACEIM. Email: psvas pardoggmacom Daniela Seplveda Soto es Cientita Politica y Licencada en Ciencia Politica de la Universidad Diego Porales (UDP). Magister en Pensamiento Politico Contemporineo (UDP). Diplomado en Estudios de Seguridad y Defensa (ANEPE), Emal: danilasepulvedas@mailudp.l Por CEEAG 150 Pablo Rivas Pardo - Daniela Sepiloeda Soto Introduccién, Es evidente que, desde el fin de la Guerra Fria, los estudios de seguridad y defensa han suftido drésticos cambios como consecuencia de las transformacio- nes propias de la realidad internacional, En este contexto, tanto los organismos multilaterales como los Estados han sofisticado sus politicas de seguridad, Un ejemplo de esto son las publicaciones de Estrategias de Seguridad, las que han tenido una gran proliferaciSn en los iltimos afios. En este escenatio, se desprende la inquietud académica de analizar los docu- mentos del tipo Estrategia de Seguridad. Para este articulo se hacen reflexiones teéticas y fenomenoldgicas acerca de estos documentos con la intencién de hacer una propuesta metodolégica para la elaboracin de los mismos, Los nuevos enfoques de Seguridad que nacicron en la década del noventa fueron muy conscientes de las transformaciones internacionales que comanda- ron las nuevas agendas y constituyen nuestra principal tarima para entender qué mueve a los Estados a generar Estrategias de Seguridad. Consideramos que para entender estas motivaciones es fundamental entender los procesos de la securitizacin. A grandes términos, la securitizacién constituye la dominacién de la agenda de seguridad sobre otras agendas: seguridad nacional, seguridad ciudadana, seguridad humana, seguridad cooperativa, seguridad alimentaria 0, incluso, seguridad democritica* De esto iiltimo se desprenden antecedentes tedricos que nos permiten res- ponder a una pregunta bisica: por qué los Estados necesitan hacer Estrategias de Seguridad? Ante esta interrogante, sin duda, uno de los principales desafios radica en la base conceptual que alimentard los propésitos de estos documentos: Seguridad o Defensa El principal impacto del fin de la Guerra Fria fue que la seguridad adopts una estructura altamente compleja, que trascendié y violenté ampliamente una de las bases de la seguridad internacional: el Estado como centtalizador de la seguridad.’ Con esto, la seguridad no solo se dejé de concebir como un mono- 1 Catolina Galindo, “Dela seguridad nacional ala segutided demecrities; nuevos problemas, vsjos squeras", en Exudior Sociale Jridico, n° 7, 2005, Bitcena, Martha, "La reconeepesalizacign de a seguridad: el debate contemp Mecicana de Politica Ecserior, 2° $9, 2000. 2 John Baylis, "International and Global Security", en Baylis, John: Smith, Steve & Owens Pauicia, The Globalization of World Politicr. An Introduction te International Relations, Oxford Oxford Univessity Press, 2011. David Mutimes, “Beyond Suategy: Critical Thinking on the New Security Seadie", en Snyder, Craig, Contemporary Security and Strategy, USA: Palgiave Macmillan, 2008, ines", en Rev @CEEAG I. W/n°2/2015, pp. 149-160 Reflexiones sobre el eercicio de elaboraciin de ertrategias de reguridad polio de Estados convencionalmente constituidos, sino que también alteré la concepcién de “el Estado como contenedor de seguridad”.* En este contexto, la securitizacién se transforma en una escuela y agenda teérica fundamental para los nuevos estudios de seguridad internacional. La se~ curitizacién se desarrollé al alero de la Escuela de Copenhague. Buzan, Weaver y Wilde', tres de los principales intelectuales de la securitizacién, sefialaron que en este proceso el Estado es un actor privilegiado, propendiendo a que las diversas agendas de seguridad se militaricen. Lo anterior, desde luego, no es abordado por estos intelectuales como una respuesta ideal, Es més, la “aplicacién’” de la se- curitizacién es una anomalia, una evidencia del fracaso de los sistemas politicos ante ciertos escenarios, Asimismo, segiin la Escuela de Copenhague la securitiza- cidn exige la presencia de cuatro variables que, segiin se muestra alo largo de este documento, estin muy presentes en las delimitaciones précticas y conceptuales que un Estado establece a la hora de realizar una Estrategia de Seguridad. Estas variables son: a) focalizacién de un interés que debe ser protegido (ciudadania, territorio, democracia, soberania, cooperacién, eteétera): b) manifestacién dis- cursiva que evidencie la existencia de peligro o la amenaza del interés que debe ser protegido; c) un actor que lleve a cabo dicho acto (el Estado, en la mayoria de los casos), y d) una audiencia que legitime o rechace esta respuesta (poblacién, ciudadania, sistema politico, poderes del Estado).* En suma, para responder a la pregunta fundamental de este documento —ipor qué los Estados necesitan hacer Estrategias de Seguridad?—, proponemos una respuesta tedrica, fenomenolégica y metodolégica, en donde se intentars evidenciar los desafios generales que tiene un Estado para justificar y desarrollar sus respectivas Estrategias de Seguridad. Reflexiones tedricas acerca de seguridad {Cudles son los antecedentes teéricos de la agenda de seguridad actual? Hacia finales de los afios noventa, diversos teéricos plantearon la idea de una agenda de seguridad emergente que cambié las clisicas prioridades, orientada ahora a asuntos de seguridad humana (doméstico), de cardcter interestatal (con- Musimer, 9p. ct Barry Buzan etal, Security A New Framework for Analis, USA: Lyane Ricnner Publishers, 1998. 5 Alejandro, Aleld,"Invasién norteamericana en lak: la securtizacién del conflicto", en Grupo de Eitudios Internacionales Contempordneo, 2012 IEEAG Revisua Ensayo: Militares- vol. /ne2/2015, pp. 149-160 151 152 Pablo Rivas Pardo - Daniela Sepiloeda Soto diciones subregionales) ¢ internacional (lo global).* Es decir, hablamos de una perspectiva de seguridad que trasciende lo estricramente militar y tiene mayor sintonia con los nuevos lineamientos que se generaron en corno a la “seguridad humana’.’ Lo anterior es atingente al escenario de reflexién actual, porque lo que se teorizaba en los afios noventa tiene un importante valor en la conforma cidn de publicaciones del tipo “Estrategias de Seguridad”, estas manifiestan una visin inclusiva de estas nuevas perspectivas. De la mano con lo anterior, esta nueva manifestacién invité a reconceptua- lizar la seguridad. Un ejemplo de ello es lo propuesto por Finel’, quien planted la existencia de “tradicionalistas” y “aperturistas” en el paradigma académico de la segutidad internacional. En el primeto, el enfoque parte del confticto militar, presentados como continuadores de la concepcién de la Guerra Fria, donde el foco de control estaba en la amenaza del uso de la fuerza, el control de armas, la disuasidn, sanciones econémicas, la innovacién militar ofensiva y defensiva, balance militar y proliferacién nuclear. En cambio, los aperturistas creen que la seguridad en el mundo actual envuelve lo econdmico, lo medioambiental y los temas sociales. De la misma manera los aperturistas estan divididos en actor céntrico y tendencias-eéntricos, Para los primeros, el tema se cenera en la apa- ricién de nuevos actores: cerroristas, crimen transnacional, crimen organizado, transestatales, subnacionales, movimientos (étnico-religidn) y hackerr, en medio de una estructura organizacional descentralizada. Los segundos se centran en el ctecimiento en la segutidad global, por ejemplo: la degtadacién medioambien- tal, escasez de recursos, baja capacidad de control econémico, entre ottos. Bitencourt? propone observar y abordar la seguridad “como un elemento continuo”, El autor hace una amplia eritica a la palabra “nuevo concepto de seguridad”, ya que la considera insuficiente. En sustitucién al término, propo- ne estudiar el concepto de seguridad bajo su curso original, aunque ampliado, resultante en una seguridad de cardcter contempordnea. En definitiva, lo que el autor sugiere es estudiar la seguridad ampliando la que existe actualmente, lo 6 Francisco Rojas, "La seguridad internacional en as Améties”, en Revita FASOC, abo 13, 2° 4 1998. Baylis, op. cit. Galindo, op. cit, Ole Weaver, “Seeuization and Desecuitization’, En List chu, R. (ed), On Securit, New York: Columbia University Pres, 1995, 7 PNUD, Informe mundial sobre desazollo humano. Nuevas dimensiones de la seguridad humana, 1994. Disponible en: hep:findh,pnud.org.co {8 Bernard Finel “New Thinking About Security? AnalycicalPiallsand Applicaions tothe Americas’ «en Foro sobze Seguridad en ol Hemisfrio, organizado por la misién permanente de Chile ance la OFA, DC abril 19 y 20 de 1999 9 Luis Bitencoure "New Concepts of Securiy”, en Foro sobre Seguridad en el Hemisferio, organisa do por la misén permanente de Chile ante la OEA, DC abril 19 y 20 de 1999, @CEEAG I. W/n°2/2015, pp. 149-160 Reflexiones sobre el eercicio de elaboraciin de ertrategias de reguridad que permite incluir temas econémicos, medioambientales, derechos humanos, crimen internacional y transnacional, actuacién ante desastres naturales, la ines- tabilidad politica y otras amenazas. No obstante, si estos elementos no resultan comunes para los paises latinoamericanos, y ademas no logran formar un sistema coherente con el antiguo concepto, dificilmente se puede proponer un nuevo sistema interamericano de seguridad. ‘mo comprender la agenda de seguridad actual? Lo recién expuesto es explicativo de la realidad actual en materia de seguri- dad, que guarda como hito clave los atentados terroristas del 2001." Con este evento se produjo la “apertura”, como lo dijo Bernard, sobre todo por Ia inclu- sidn de agentes causantes de inseguridad. Dicho atentado reconfiguré la agenda de seguridad, afirmando que en ella existian amenazas tradicionales y nuevas. Este cuadro de anilisis en realidad no presenté ninguna novedad, pues estas amenazas ya existfan en los afios ochenta, © incluso antes en el caso del tetrorismo. El verdadero cambio se produjo en el ctiterio 0 valores que se le asignaron a los temas de seguridad, que derivé en la inclusién de nuevos paradigmas Reafirmando esto, Baylis" sefiala que la actual concepcidn de seguridad is ternacional se configuré «ras los atentados de 2001, donde el asunto contem- pordneo de la seguridad se reforzé como un asunto de continuidad y cambio y, con eso, diferentes formas de pensar y abordar la seguridad se incorporaron al debate. Dicho hito, sumado a la globalizacién, van generando una dependencia asada en una economia globalizada sustentable. En los primeros afios del siglo XXI, sefiala Baylis, hemos visto guetras tradicionales como la de Afganistin € Irak, junto con el peligro de la proliferacién de armas nucleares, de la generacién de movimientos terroristas armados globalizados, existencia y produccién de armas quimicas, nucleares y biolégicas. Mientras por otto lado, lo que también es un problema de seguridad, se encuentra la escasez de agua, la falta de comida, el aumento de la necesidad de energia para la industria y la posible disputa por acceso y control de recursos. Elementos que, por cierto, tienen directa inciden- cia en la concepcién global de seguridad humana 10 latimes, op. cit. Gary Gueriner, “Europeans Views of Preemption in US National Security State 9° en Forameters, Sommer 2007. Sven Bscop, “The European Security Suategy: Implementing a Distinctive Approach to Security, en Sévuité¢ Stratégie, n° 82, 2004, Felix Arteaga, La estrategin de seguridad de Estados Unidos de 2006, en Documentos de Trabajo, Area Seguridad y Defensa del Real Instisto Eleano, 2009, 11. Baylis op, ei IEEAG Revisua Ensayo: Militares- vol. /ne2/2015, pp. 149-160 153 154 Pablo Rivas Pardo - Daniela Sepiloeda Soto E] problema se produce cuando tal conceptualizacién se leva a la formulacién, de politicas publics. Hirst propone una manera de abordar estos temas, pero con la precaucién de no securitizar lo que ocurre con la seguridad, mostrando que en el petiodo posterior a la Guerra Fria se transité de una agenda marcada por lo militar una agenda marcada por lo medioambiental, la migracién de personas y el trifico de drogas. De esto tltimo, menciona que se desprenden temas “novisimos” como el crimen organizado, la delineuencia y el tertorismo que, ademés, adquiieron un de- sarrollo transnacional facilitado por la globalizacién. Es asi que al ampliar se puede caer en dos cosas: en la excesiva securitizacién de la agenda y, en segundo lugar, en la inclusién de las insticuciones armadas a participar en este proceso, sin distinguir los ccuerpos policiales de los militares.” En el contexto de esta nueva agenda internacional, la OEA realiz6 en el 2003 la *Conferencia Especial sobre Seguridad”, que fue el resultado politico de este cambio de prioridades en las agendas, y que a su vez entregé una actualizacién a la concep- cin de seguridad, considerando que el enfoque tradicional debia ampliarse al sumar nuevas amenazas. En lo medular, la declaracién detalla nuevos elementos: terroris- ‘mo, pobreza extrema, desastres naturales, enfermedades, trata de personas, seguridad cibernética, transporte maritimo y armas de destruccién masiva xiste o es til hablar de seguridad interna o externa en el siglo XXL? No. Si bien la diferenciacion existe, no es dil, En la produccién académica lati noamericana existe un amplio desarrollo del concepto “seguridad”, donde se alude al uso de la seguridad interna, externa, internacional, ampliada, entre otros. Juno con ello, la cuestion de la seguridad se suele identificar con amenazas externas en conttaposicin de las internas. Esto se ve principalmente en los libros de Defensa de los paises de América del Sur, tal y como ocurre con el caso de Argentina 2010, Peri 2005 y Paraguay 2013. Sin embargo, esta distincién no es capaz de explicar la realidad actual. Ejemplo de cllo esl existencia de amenazas transnacionales que rompen la ldgiea tradicional a la hora de concebir la seguridad de un Estado." Asimismo, al hacer definiciones Xinicamente contra “agentes creadores de inseguridad” se fija solamente la capacidad coercitiva de las instituciones armadas del Estado y no en sus potencialidades. 12. Ménica Hitst, “Los claroscuros de la seguridad regional en las Amétiea", en Revista NUSO, 185, 2003. 13 Stephane Guzzini, “Concept of Politics in Secutization Studies", en Security Dialgue, August, 2011. Barcena, ap. ct, 14 Joseph Tulehin, "Creando una comunidad de segutidad en el hemisetio, en Revista NUSO, 198, 2005, @CEEAG Encayos Militares- vol. Une2/2015, pp. 149-160 Reflexiones sobre el eercicio de elaboraciin de ertrategias de reguridad Reflexiones fenomenoldgicas de Estrategias de Seguridad Qué es una Estrategia de Seguridad? Para definir qué es una Estrategia de Seguridad conviene reparar en su princi- pal vocacidn: estos documentos buscan explicar emo la seguridad de un pats se concibe en el mundo y, en consecuencia, cudles son sus principales desafios ante 41 Como quedé de manifiesto en lineas precedentes, existe un nuttido contexto, temas y propésitos que dan forma a una Estrategia de Seguridad, lo que complica el ejercicio de determinar tendencias generales ‘Al igual con la experiencia, la literatura especializada tampoco facilita la tarea de definir qué es una Estrategia de Seguridad, Es més, la teoria evidencia las difi- cultades recurrences a la hora de elaborar estos documentos, como la temporalidad ala que estarian sujetos.** En consecuencia, si una Estrategia de Seguridad busca establecer los factores y condiciones que la afectan —sus intereses, diteettices y objetivos—, se tornaria imprescindible demarcar sus alcances a un tiempo deter- minado."” En suma, es posible sostener que una Estrategia de Seguridad es un documento oficial de un Estado, el que sitve para definir acciones de un gobierno por medio de sus reparticiones, con el objetivo de hacer frente a las amenazas que afecten su seguridad. Se destaca como antecedente remoto de las actuales Estrategias de Seguridad, la publicacién de Estados Unidos" de su primera “National Security Strategy” en 1987, esta tuvo su diltima versién el 2015. Luego, en los afios noventa le siguieron las publicaciones de los Libros Blancos de Defensa, siendo Chile, Brasil y Sudstrica paises pioneros al publicar los suyos en 1997. Se mencionan estos antecedentes debido a que, en su mayorla, se trata de documentos que refieren a la seguridad, aun cuando son originados por los Ministerios de Defensa Actualmente varios paises han publicado Estrategias de Seguridad o difun- dido actualizaciones, como Albania, Estonia, Lituania, Austria, Suiza, Polonia, Rusia, Sierra Leona y Brasil. Asf cambién hay pafses que publican conjuntamente Escrategias de Seguridad y de Defensa, como lo demuestra el caso de Colombia y Francia, que van en Ia misma linea de los Libros Blancos de Defensa, pero con 15 Galindo, op. ct. Guertner ops. 16 Fernando Thauby, "Estrategia de seguridad nacional, polsies de defene, politica mite" en Facreat Armadar y Sociedad, n° 1, 360 16, 2001 17 Pablo Riv, sleances, en Revinte Etudior de Sequrided y Defena, n° 4, 2014 ategia Nacional de Seguridad y Defenss de Chile: Sitemativacién de sue erica y 18 United States, "The National Security Swategy Report, en National Security Strategy Archive Disponible en: heplfneazchive sl IEEAG Revisua Ensayo: Militares- vol. /ne2/2015, pp. 149-160 155 156 Pablo Rivas Pardo - Daniela Sepiloeda Soto la intencidn de abarcar la seguridad de un pais globalmente, transitando del émbito de la defensa al de la seguridad (y viceversa). as Estrategias de Seguridad son una politica de Estado? No. Consideramos que una politica de Estado no existe. Estamos conscientes que esta afirmacién atenta contra conceptualizaciones ya instaladas en la litera~ ura acerca de seguridad, defensa e, incluso, administracién y gestién publica No obstante, vale la pena detenerse en lo siguiente: los Estados tienen principios y no hacen politicas, estas dlkimas las hacen los gobiernos. En general, se focaliza ala defensa y a las relaciones exteriores como politicas sujetas a continuidad. Sin embargo, la expetiencia nos indica que las politicas son particularmente vulne~ rables a dos eventos: cambios de gobiernos y cambio de la realidad de seguridad de un pats Sobre el primero, tomando el caso de Estados Unidos como ejemplo, se observa que este pais ha emitido 16 documentos respecto de este tema, entre Estrategias y actualizaciones, Lo anterior es evidencia de que las proyeeciones y entendimientos en materia de seguridad han cruzado cambios de Presidentes, de coaliciones gobernantes, el fin de la Guerra Fria, la post-Guerra Fria, los atentados del 2001 y Ia instalacidn de una nueva agenda de seguridad del siglo XXI. Con todo Io anterior gpodria afirmarse que debe cumplirse la continui- dad propia de la denominada “politica de Estado”? Imposible. Misma eviden- cia se puede encontrar en Europa o Latinoamérica, En este plano, es preciso superar el estricto y poco dindmico estadio de “politica de Estado” basada en la continuidad inviolable. Una politica publica de seguridad no pierde legiti- midad o gobernabilidad si esti sujeta a cambios abruptos. Todo lo contratio, la fortalece, {Son homogéneas las Estrategias de Seguridad? No, no son homogéneas, La respuesta es simple. Cada pais se inserta en una, regiGn 0 subregién que tiene amenazas y desafios propios del entorno, a lo que se suma la realidad particular, debido a su situacién vecinal-fronteriza y la pro- pia historia politica del pats. En consecuencia, se considera a las Estrategias de Seguridad como el resultado o reaccién de un contexto internacional altamente dindmico, razdn por la que es dificil evidenciar homogeneidad en sus resultados. El ejemplo paradigmético de aquello son, nuevamente, los atentados de 2001 en Estados Unidos: ahora que la principal potencia mundial vio vulnerada su seguridad —en su propio territorio—, fue posible observar una reaccidn en ca dena a nivel internacional, que se tradujo en Ia multiplicacién de Estrategias de @CEEAG Re Encayos Militares- vol. Une2/2015, pp. 149-160 Reflexiones sobre eleercicio de elaboraciin de ertrategias de reguridad Seguridad y/o Defensa, aun cuando muchos de ellos ya contaban con Doctrinas de Seguridad recientes.” Evidentemente, los atentados significaron una nueva concepcidn del entorno in- ternacional, con riesgos y amenazas reforzadas, que tornaron obsoleto todo esfuerzo anterior por abordar la seguridad y defensa de los Estados.” Para los analistas y es- tudiosos de “Io intemacional” esto significé la reunién de nuevos insumos teéricos, alimentados por politieas o documentos oficiales, En consecuencia, si bien las Estrategias tienen un origen comtin, su contenido varia de acuerdo con la realidad nacional de cada pais y su proyeccién estratégica al exterior, Junto con ello, es natural observar que uno de los principales desafios de estos documentos es delimitar su foco de atencidn: nos pteocupamos de la seguridad, de la defensa o de ambos? La respuesta no es asunto simple, pues la eleccién puede des bordar y culminar en productos absohutamente diferentes entre si, aun cuando sea la ‘misma institucién la que los emane. Como siempre, pata situar cortectamente el foo de una estrategia —seguridad, defensa o ambos— conviene reparar en las variaciones coneeptuales heredadas del fin de la Guerra Fria, fuente invaluable de diseusiones ted- rica, pricticas y gubernamentales. ‘Ya sabemos que el fin de este perfodo significé que la seguridad se voleara hacia una estructura compleja, que trascendis el interés tradicional de los ciudadanos insertos en tun Estado." Mutimer* sefala, por ejemplo, que la seguridad solo se abordaba en el marco de Estados convencionalmente constituidos, independiente de sus regimenes de gobierno. Asimismo, el podet militar (poder duro) de terceros Estados eran leidos como una constante amenaza, dificultando las opciones para incurtir en proyectos de cooperacién en el sector defensa. Y sise legaba a resolver alianzas de cooperacién, estas eran producto de la necesidad de tener al enemigo cetca y no por teal interés en la cooperacién y acercamiento en si, Este contexto aliments los esfuerzos de los paises para construit “impetios militares’, Como sefialamos con antelacién, Mutimer deno- mind a esto como al “Estado contenedor de seguridad”. Esta concepcién restringida de la seguridad y defensa fue superada, en parte, por los estudios esttatégicos, estos petmitieron el auge de nuevos enfoques en la década del noventa.® Ya hacia el presente siglo la tendencia muts y el proceso de disminucién de ten- siones comenzé a llenat las agendas de seguridad y defensa entte los Estados. Esto no 19. Galindo, op. et 20. Biscop, op. ct. Guetinet, op. cit 21 Baylis op. cit Helga Halterdor, “The Sceurity Pusle Theory Building and Diseipline Building in Intesncional Seeutiy”,en Inernational Srdies Quartely 2°35, 1991 22, Mutimer op cit 23, Rivas, op. cit IEEAG Revises Ensayo: Milizares- vl. V/n02/2015, pp. 149-160 157

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