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Capítulo 33

Kara caminó lentamente a través de la tienda vacía, tocando las estanterías vacías mientras
caminaba. Casi habían terminado el interior…un par de semanas cuando mucho. Entonces
ella y Clark tendría su propio paseo oficial con el contratista, pero ella se encontraba aquí
casi todas las noches, comprobando el trabajo.
El patio de comidas resultó ser exactamente como lo había previsto y los estantes inclinados
a cada lado de la tienda, añadían una dimensión diferente a los pasillos de la tienda de
comestibles estándar. Su mirada recorrió de un lado al otro; se sintió nuevamente abrumada
por el espacio. Necesitarían una gran cantidad de inventario para llenarla. El pánico la inundó
por un momento. Tal vez era demasiado grande ¿Qué pasaría si no tuviese buena aceptación?
¿Qué pasaría si nadie en Midvale estuviese interesado en los alimentos naturales?
—Me encanta
Kara se volteó sorprendida por la voz. Lena era la última persona que esperaba allí.
—Es grande
—No, es demasiado grande— Kara caminó dirigiéndose hacia la parte trasera donde estaban
los refrigeradores. Sintió que Lena la seguía. — ¿Cómo sabías que estaba aquí?— preguntó
finalmente.
—Vi la camioneta al frente. Y probablemente deberías cerrar las puertas si estás aquí sola—
dijo Lena con una sonrisa.
—Sí. Nunca se sabe quién pudiese entrar de la calle— bromeó ella. Su sonrisa se desvaneció
cuando sus ojos se encontraron
—Acerca de la otra noche…— dijo ella —…debo pedir disculpas
— ¿Y por qué exactamente vas a pedir disculpas?
Kara miró hacia otro lado —No las invité aquí. Y Imra y yo...no hay nada entre nosotras,
Lena
—No tienes que darme explicaciones
Kara se encontró nuevamente con sus ojos — ¿No tengo que hacerlo?
Lena fue la primera en apartar la mirada —Ella parecía...muy posesiva contigo— dijo ella
—Dejó muy claro que eran más que amigas
—Es solo eso. Realmente ni siquiera somos amigas— dijo ella
—Sam le habló de ti, de nosotras, de nuestro pasado. Creo que más que nada su curiosidad
se despertó
—Y ella quería hacerme saber que ustedes dos también tenían un pasado— declaró Lena.
Kara se volvió hacia ella
—A Imra le gustan los juegos. A mí no
Lena se acercó más, alcanzando con su mano la de Kara, entrelazando sus dedos
—Bien. Porque soy demasiado vieja para los juegos
Kara tiró de ella acercándola más, sus ojos se sostuvieron — ¿Qué quieres de mí?—Lena
inclinó su cabeza
—Creo que la pregunta es... ¿qué quieres tú de mí?
Kara apretó los dedos de Lena, tirando de ella aún más cerca —Quiero lo que siempre he
querido. Pero que nunca pude tener— dijo ella bajando su cabeza y rozando la mejilla de
Lena con sus labios —Quiero todo de ti— susurró ella. Deslizó su mano hacia arriba por el
cuerpo de Lena, deteniéndose debajo de su pecho —No sólo tu cuerpo— dijo ella,
permitiendo que su mano continuara su trayecto, viendo como los ojos de Lena se oscurecían
mientras pasaba su pulgar por su pezón —Tu cuerpo, tu alma...tu corazón
—Siempre has tenido mi corazón, Kara— murmuró Lena mientras sus labios se movían hacia
la boca de Kara.
Kara permitió que el beso se profundizara, su lengua trazó el labio inferior de Lena antes de
deslizarse hacia adentro, encontrando la lengua de Lena en una batalla hambrienta. La
presionó contra la puerta del refrigerador, empujando su muslo entre las piernas de Lena
separándolas. Lena se aferró a ella, pequeños sonidos de placer provocaron gemidos
recíprocos de Kara.
Kara se retiró lentamente, sonriendo contra los labios de Lena — ¿Por qué siempre pasa esto?
Lena se alejó de ella, sus miradas encontrándose intensamente —Porque estamos enamoradas
la una de la otra
Kara asintió —Sí. Siempre
Lena entonces bajó su cabeza, pero no antes de que Kara viera las lágrimas en sus ojos. La
abrazó, sosteniéndola con fuerza.
—Lo siento muchisimo— susurró Lena mientras enterraba el rostro en el cuello de Kara —
Tantos años perdidos
—No, no llores— dijo Kara en voz baja —Aquí mismo, ahora mismo...nada se ha perdido—
la apretó con más fuerza y luego la soltó, elevando su barbilla con su mano —Éramos unas
niñas en aquel entonces ¿Qué se suponía que debíamos hacer? ¿Huir? Como dijiste entonces,
sabíamos que tus padres nunca lo permitirían
—Debí habérselos dicho
— ¿Acerca de nosotras?— Kara negó con la cabeza —No. Tu madre probablemente me
hubiese mandado a la cárcel— dijo con una sonrisa —Y mi madre hubiese quedado en la
calle— hizo una pausa —Las cosas hubiesen sido diferentes. No tendría mis tiendas. Tú no
tendrías a tu chico genio— agregó ella —Tal vez las cosas debieron suceder de esta manera
La mano de Lena rozó el rostro de Kara y luego su cabello —Quiero estar contigo— susurró
ella —Quiero hacer el amor contigo
Como siempre, el corazón de Kara se aceleró, pero negó con la cabeza —Te lo dije, no voy
a tener una...
—Yo...yo he firmado los papeles— dijo Lena —Y se lo dije a mi madre
Kara frunció el ceño — ¿Has firmado los papeles del divorcio?
—Sí
Ella dejó escapar un profundo suspiro —Tenía tanto miedo de que no siguieras adelante con
eso— admitió ella. Entonces levantó las cejas — ¿Qué le dijiste a tu madre?
—Le dije...que era gay
El corazón de Kara casi dejó de latir y la miró con incredulidad. Lena le sonrió.
— ¿Estás sorprendida?
—Dios mío, sí— dijo ella
—Nunca pudiste admitírmelo a mí
—No pude admitírmelo a mí misma— Lena la corrigió —La otra noche cuando llegaste,
todo fue tan claro como el cristal. Odiaba que estuvieses con Imra y lo que podrían estar
haciendo. Y cuando apareciste, la mirada en tus ojos...todo estaba tan claro. Esa es la mirada
que quiero ver el resto de mi vida
—Dios...Lena— Kara llegó hasta ella acercándola nuevamente, sintiendo como los brazos
de Lena rodeaban su cintura —Quiero que esto sea real
—Es real. Esta vez es real
Kara la besó lentamente, pero se retiró cuando sintió que las manos de Lena se movieron por
su cuerpo. Por todo lo que quería con Lena, la tienda no era el lugar para iniciarlo.
— ¿Y tu madre? ¿Enloqueció?
Lena asintió, alejándose de Kara —Por decir lo menos. Sus últimas palabras fueron: Creo
que necesitas ayuda psiquiátrica
Kara sonrió —No puedo creer que se lo dijeras. Dios, me gustaría haber estado allí
—Tú estabas allí en espíritu. No creas que ella no te culpó
—Si sólo tuviera el poder— murmuró mientras acercaba a Lena nuevamente, incapaz de
resistirse a ella.
—Ven conmigo a casa— le susurró Lena al oído —Ha pasado tanto tiempo, Kara. Quiero
hacer el amor contigo. Esta noche
Kara la besó con fuerza
—Sí. Dios, sí
Ella le tomó la mano, llevándola rápidamente a través de la tienda. Estuvo a punto de cerrar
cuando su teléfono sonó. Era Clark. Tenía toda la intención de ignorarlo, pero Lena asintió.
—Está bien. Respóndele
Ella asintió con la cabeza
—Hey ¿qué pasa?— preguntó ella.
—Es mamá. Estamos de camino al hospital
Kara se quedó helada
— ¿Qué pasó?
—No lo sé. La encontramos en el suelo. Estaba aturdida, no responde
Kara tomó la mano de Lena y la apretó —Estuve allí, no hace ni una hora— dijo ella.
—Diablos, no lo sé, Kara. Tal vez tiene un derrame cerebral o algo así
—Está bien. Estoy en camino— miró a Lena viendo el miedo en sus ojos.
— ¿Eliza?
—Sí. Clark la encontró en el suelo. Él piensa que pudo haber tenido un derrame cerebral o
algo así
Lena apretó su mano con fuerza —Vamos
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Lena miró a través de la sala de espera hacia Luisa, la esposa de Clark. Lara y Jon estaban
sentados a su lado, los tres con miradas solemnes en sus rostros. Lena estaba sentada en
silencio, negándose a creer lo peor. Con los años, Eliza se había convertido en mucho más
que una amiga para ella. Lena estaba más cerca de Eliza que de su propia madre.
Cerró los ojos por un segundo, deseando tener el derecho de estar con Kara. Kara lucía tan
asustada. Lena había querido consolarla, pero, bueno, no sabía cuánto…si acaso…Clark y
Luisa sabían de su pasada relación. Se preguntaba si pensarían que era extraño que incluso
estuviese aquí en primer lugar.
—Sabes que Eliza piensa en ti como a una hija ¿no?— Lena fue sorprendida por la voz de
Luisa. Sonrió ligeramente
—Te lo agradezco. He conocido a Eliza toda mi vida. A través de los años, ha sido más una
madre para mí que mi propia madre
Luisa abrió su bolso y sacó unos billetes, entregándolos a Jon y a Lara — ¿Por qué no nos
traen algo de beber?— miró a Lena con las cejas levantadas, pero Lena negó con la cabeza.
Tan pronto como se fueron los chicos, Luisa se levantó uniéndose a Lena en su lado de la
sala de espera — ¿Puedo sentarme contigo?
—Por supuesto
Luisa juntó las manos, dejando escapar un profundo suspiro
—Clark ha estado tan emocionado de estar de regreso aquí, con su mamá y con Kara. Siente
que perdió tanto mientras estaba en el ejército. Él quería un poco de tiempo con ellas. Como
una familia
—Eliza es una mujer muy fuerte— le recordó Lena.
—Es sólo que ha pasado por tanto— Luisa la sorprendió al extenderse y tomar su mano —
Sé que tú y yo no somos exactamente amigas, pero con el paso de los años, Eliza me ha
hablado de ti a menudo. Espero no estar fuera de lugar al decir esto, pero su mayor deseo
siempre había sido que tú y Kara se reencontraran otra vez
Lena fue sorprendida por sus palabras —Y yo que pensaba que tú y Clark no tenían idea de
nuestro pasado— dijo ella sintiéndose un poco avergonzada por saber que era así.
—Sí. Hemos tratado de incluirte en nuestra familia— le apretó la mano y luego la soltó
—Kara piensa que esconde las cosas muy bien, pero cuando ella te mira, bueno, tendrías que
ser un tonto para no ver cómo ella se siente
— ¿Lo saben los niños?
—Ellos saben que su tía Kara es gay, sí. No sé si aún las han vinculado a las dos— sonrió —
¿O estoy siendo presuntuosa?
Esta vez Lena se sonrojó libremente —No— dijo ella.
Afortunadamente, los niños regresaron, poniendo fin a la conversación. Se sentaron al lado
de su madre después de entregarle una Coca-Cola. Lena apoyó la cabeza contra la pared,
esperando que Kara regresara.
No tuvo que esperar mucho tiempo antes de que Kara Y Clark volvieran a entrar en la sala
de espera. Sus ojos volaron hacia los de Kara, encantada de ver que algo de la angustia había
desapareció. Se puso de pie cuando Luisa lo hizo, esperando noticias.
—No sabemos mucho…— dijo Clark —…pero han descartado un ataque
—Es una buena noticia ¿no?— preguntó Luisa.
—Supongo— dijo Kara —Van a mantenerla aquí. Quieren hacer más pruebas mañana. Ella
no recuerda lo que pasó. Ella dice que estaba viendo la televisión y lo siguiente que supo fue
cuando Clark estuvo allí, ayudándola a levantar
— ¿Cómo está ahora?— preguntó Lena — ¿Está enfocada? ¿Alerta?
—Sí, parece estar bien— dijo Kara —Ella quiere verte— Kara miró hacia Luisa —Y luego
quiere verte a ti y a los nietos— agregó ella —Sala 2118
Lena estaba agradecida de que Eliza hubiese pedido a verla y sonrió rápidamente hacia Luisa
—No voy a tardarme. Sé que tú y los niños están ansiosos por verla
Lena apretó la mano de Kara mientras pasaba junto a ella y caminaba hacia el pasillo. Giró
hacia la derecha, siguiendo las indicaciones de la amplia gama de habitaciones. La puerta
estaba abierta, pero llamó suavemente.
— ¿Eliza?
—Entra Lena
Eliza estaba sentada erguida, sin lucir deteriorada. Ella sonrió y dio unas palmaditas en la
cama, haciendo señas para que Lena se uniera a ella.
—Nos diste a todos un susto— dijo Lena.
—Eso parece. Se han estado quejando conmigo. Sólo tuve un pequeño percance— dijo
mientras tomaba la mano de Lena.
Lena se sentó en el borde de la cama a su lado, sonriendo mientras Eliza envolvía su mano
con la de ella —Te has desmayado. Fue más que un percance— dijo ella —Tenían miedo de
que tuvieses un derrame cerebral
Eliza sacudió la cabeza —Dudo que cuando deje este mundo, sea a causa de un ataque— dijo
ella.
Fue entonces cuando Lena lo vio…lo cansada que Eliza lucía, cuan decaído estaba su rostro.
La miró a los ojos y los sostuvo — ¿El cáncer regresó?— susurró ella.
Eliza apretó con fuerza sus manos casi dolorosamente —Sí
Los hombros de Lena se hundieron mientras estiraba su espalda — ¿Cuánto tiempo hace que
lo sabes?
—Hace un par de semanas. Ha sido agotador tratar de ocultárselo a Kara y a Clark, tratando
de poner un rostro feliz cada vez que están cerca— dijo ella —Creo que mentalmente me
afectó todo esto, la preocupación, intentando mantenerlo para mí misma
Lena se inclinó y la abrazó
—Podrías haberme dicho— dijo ella.
—Tienes suficientes problemas en tu vida. No quería ser una carga
—Oh, Eliza, has estado allí para mí muchas veces. Nunca serías una carga
Eliza miró hacia otro lado
—No sé si soy lo suficientemente fuerte como para pasar por todo esto otra vez. Los
tratamientos te quitan tanto de ti, no sé cuánto más me quede
—Eres fuerte. Eres una luchadora. Lo has vencido— le recordó Lena.
—Sí, pero tal vez esta sea la vencida— dijo con un suspiro —Pero ya basta de eso. Ellos lo
sabrán muy pronto, así que estoy segura que hablaremos de esto hasta la muerte— suspiró
nuevamente —Es de ti de lo que quiero hablar. De ti y de Kara— dijo Eliza.
Lena asintió
—Estamos...estamos bien— dijo ella.
—No dejes que Kara se quede sola esta noche. Llévatela contigo. Para tu hogar. Cuando vaya
a dormir esta noche, quiero saber que mis niñas están juntas
Lena sintió un hilillo de lágrimas bajando por sus mejillas y asintió con la cabeza —Yo me
encargaré de ella— susurró ella.
—Bien. Y ella se ocupará de ti. Así es como debe ser— Eliza se recostó contra las almohadas
—De repente estoy muy cansada. Será mejor que traigas a Luisa y a mis nietos
Lena se levantó, luego se inclinó y besó su mejilla —No estarás pensando en dejarnos esta
noche ¿verdad?
Eliza sonrió débilmente —No por el momento. Como has dicho, soy una luchadora
—Está bien. Entonces te veré mañana— se volteó para irse, pero se detuvo —Te amo
Se sorprendió al ver lágrimas en los ojos de Eliza —Yo también te amo
Lena se fue rápidamente, temerosa de derramar sus propias lágrimas. Esas eran palabras que
nunca le había dicho a su madre. Palabras que su madre nunca le había pronunciado a ella.
Se detuvo en la puerta de la sala de espera, sabiendo que la carga ahora era suya ¿Debería
decírselo a Kara? ¿Podría escondérselo? No, Kara merecía saberlo. Respiró profundamente,
dejando que el aire saliera lentamente, finalmente, abrió la puerta.
Sonrió, esperando que su sonrisa llegara a sus ojos mientras miraba a Luisa —Ella pregunta
por ti.
Como una madre
Capítulo 34
—Vaya manera de terminar el día— dijo Kara cuando las llevó de vuelta a la tienda por el
coche de Lena.
Lena se inclinó sobre la consola y apoyó la mano en el muslo de Kara —Eliza me dio algunas
instrucciones— dijo ella.
— ¿Oh, sí?
—Tienes que venir a casa conmigo
Kara se echó a reír —Ella dijo eso ¿huh?
—Entre otras cosas, sí— Lena se mordió el labio, sabiendo que ahora no era el momento de
decirle —No hemos cenado ¿Qué tal si recogemos algo y lo llevamos a casa?
— ¿Estás segura?
—Sí. Tenemos que hablar— dijo vagamente. Kara la miró durante un largo momento y Lena
vio las preguntas en sus ojos. Le ofreció una sonrisa rápida
—Quiero dormir contigo esta noche— dijo ella —No tenemos que hacer el amor. Sólo quiero
estar contigo
Kara cubrió su mano con una de las suyas, presionándola con fuerza contra su muslo —No
he olvidado nuestra anterior conversación— dijo ella.
Lena asintió con la cabeza, relajando la mano, dejando que la calidez de Kara se filtrara en
ella. Después que Kara se aseguró que sus hamburguesas vegetarianas estaban en el menú
del restaurante de comida rápida, escogieron hamburguesas, patatas fritas y coca-colas
grandes, algo que rara vez tenía Lena. Ella se adelantó hacia su casa mientras Kara recogía
la cena. Era una noche agradable, no tan calurosa. Salió al patio y encendió el ventilador de
techo, decidiendo que comerían afuera cerca de la piscina. Sólo deseaba que la conversación
fuese más ligera, pero no le escondería a Kara las noticias sobre el cáncer de Eliza.
Diez minutos más tarde Kara entró con dos bolsas. Lena tomó una de ellas, oliendo el aroma
adictivo de las papas fritas de la comida rápida. Sacó una de la bolsa, masticándola con una
sonrisa.
—Esto está muy bueno— dijo ella — ¿Me pregunto por qué no tengo esto más a menudo?
—Porque no es bueno para ti— dijo Kara mientras robaba una de la bolsa. Echó un vistazo
al patio, que estaba iluminado
— ¿Quieres comer fuera?
— ¿Te importa?
—Por supuesto que no. La piscina parece atractiva— dijo ella moviendo sus cejas.
Lena sonrió, deseando poder olvidarse de todo y...y desnudarse de una vez. Podía imaginarse
la piel reluciente de Kara con el agua cayendo como cascada sobre ella.
— ¿Qué pensamientos traviesos están pasando por tu mente?
En ese momento Lena rió —Inmersión al desnudo
La mirada de Kara sostuvo la de ella — ¿Entonces por qué no lo hacemos?— sugirió ella.
—Tentador...pero tenemos que hablar— dijo ella guiando a Kara hacia exterior.
Lena temía haber perdido su apetito, pero un bocado a la hamburguesa la trajo de vuelta con
fuerza —Esto está delicioso— murmuró con la boca casi llena.
—Una vez más, no es bueno para ti— dijo Kara mientras mordía su hamburguesa vegetariana
—No está mal— dijo ella antes de sumergir una papa frita en salsa de tomate —Ahora ¿de
qué es lo que quieres hablar?
Lena limpió su boca con la servilleta y luego tomó un sorbo de su bebida. No tenía sentido
aplazarlo —Es Eliza— dijo ella. Kara bajó su hamburguesa levantando las cejas — ¿Algo
que te dijo?
Lena asintió.
Kara la miró, sacudiendo lentamente la cabeza — ¿El cáncer ha vuelto?— supuso ella.
—Lo siento— dijo Lena en voz baja —Ella dice que lo ha sabido desde hace un par de
semanas, pero no quería decirlo
—Mierda— murmuró Kara mientras se inclinaba hacia atrás, pasando sus manos por su
cabello.
—No me había dado cuenta anteriormente lo cansada que lucía— dijo Lena —Tendida en la
cama del hospital, lucía casi frágil. Exactamente no me lo contó…— dijo ella —Le pregunté
Kara asintió — Sí, ahora que lo dices, últimamente parece muy cansada— dejó escapar un
profundo suspiro —Así que ¿cuándo planea darnos la noticia?
—Imagino que mañana. No creo que estaba lista para tratar con eso esta noche— se inclinó
sobre la mesa y tomó la mano de Kara —Lo siento Kara. Pero tu madre es una mujer fuerte.
Sólo tenemos que estar ahí para ella y asegurarnos que no se rinda
—Ella ya ha pasado por mucho— dijo Kara —Ahora que Clark y yo estamos aquí, bueno,
esperaba que pudiésemos tener un poco de tiempo con ella
—Kara, esto no es una sentencia de muerte. Ella lo ha vencido dos veces anteriormente— le
recordó Lena.
—Sí, lo sé. Pero era más joven. Ahora tiene más años ¿Aún será lo suficientemente fuerte?
—Si su espíritu está dispuesto, entonces sí— Lena miró su hamburguesa, entonces dobló el
papel alrededor de ella —Supongo que debí haber esperado hasta después de comer— dijo
ella.
Kara tomó una papa frita y la mordisqueó lentamente — ¿Ella quería que me lo dijeras?
—No, pero no iba a escondértelo
—Gracias. Odiaría ser sorprendida mañana. Supongo que debería dejar que Clark lo sepa—
dijo Kara mientras sacaba su teléfono de su bolsillo.
— ¿Por qué no esperas hasta la mañana?— sugirió Lena —No hay nada que pueda hacer esta
noche
Kara vaciló y luego guardó su teléfono nuevamente —Tienes razón— sonrió ligeramente —
¿Es por eso que te dijo que debería regresar a casa contigo?
—Sus palabras fueron: —Cuando vaya a dormir esta noche, quiero saber que mis niñas están
juntas—— se sorprendió al ver una bruma de lágrimas en los ojos de Kara.
—Piensa en ti como familia ¿lo sabes?
Lena asintió —Sí. El sentimiento es mutuo. Mientras crecíamos, a menudo deseaba que ella
fuese mi madre— admitió Lena —Siempre fue tan cálida y afectuosa, algo que mi madre
nunca fue
—Cariñosa— dijo Kara
—Siempre fue cariñosa conmigo. Incluso ahora
Lena se quedó mirando la piscina, el agua se movía ligeramente haciendo que las luces
destellaran bajo la superficie — ¿Sabes que mi madre nunca me ha abrazado?— sintió los
ojos de Kara sobre ella y se volteó hacia ella —Ni siquiera cuando era niña. No tengo ningún
recuerdo de ella abrazándome
— ¿Tu padre?
Lena negó con la cabeza
—No. De hecho, ahora… atravesando el divorcio…es lo más cerca que he estado de él. Por
primera vez, en realidad hablamos— permitió que sus dedos se entrelazaran mientras cubría
la mano de Kara. Lena se encontró con sus ojos —Tú me enseñaste cómo ser cariñosa— vio
como Kara tragaba, al parecer agrupando sus pensamientos.
—Yo...yo estaba locamente enamorada de ti— dijo Kara —Casi al punto de la desesperación.
En aquel entonces, estaba consumida por eso...por ti— el pulgar de Kara acariciaba
lentamente su mano, fascinándola —Nunca pude hacer el amor con nadie...nunca hubo un
momento que no pensara en ti, deseando que fueses tú a quien tocara. Quería que fueras tú.
Siempre quise que fueras tú
Kara tenía lágrimas en los ojos. Lena se levantó y se acercó a ella, tirando también de ella.
Kara siempre había sido la más fuerte. Se preguntaba hasta qué punto la noticia de su madre
estaba afectando ahora sus emociones. Ahuecó su rostro, mirándola a los ojos.
—Lo siento
Kara negó con la cabeza
—No. No digamos que lo sentimos. Ya ha terminado. Está en el pasado. No volvamos a decir
nuevamente que lo sentimos
Lena rozó la esquina de su ojo, secando una lágrima.
—Quiero...quiero pensar en el futuro ahora— continuó Kara —Realmente quiero que mi
futuro sea contigo— tomó la mano de Lena y besó la palma — ¿Es demasiado pronto? Estos
últimos cinco o seis meses, he sentido como si hemos llegado a conocernos la una a la otra
de una manera diferente. No como cuando éramos jóvenes y simplemente queríamos estar
juntas. Siento como si he llegado a conocer tú verdadero yo y que tú has llegado a
conocerme— dijo ella —Sé que ahora somos personas diferentes de la que solíamos ser
cuando jóvenes, pero la única cosa que sigue igual...es que todavía estoy locamente
enamorada de ti
Lena secó una lágrima de su propio ojo —Te he lastimado tanto— puso un dedo a través de
la boca de Kara cuando intentó hablar —Te prometo que nunca voy a hacerte daño de esa
manera nuevamente. Porque también estoy enamorada de ti. Quiero estar contigo. No
tuvimos una vida entonces, pero ahora podemos tener una. Una vida, a la luz, sin
escondernos. También quieres eso ¿no es así?
Kara se inclinó aún más cerca y rozó sus labios con los de ella —Lo quiero todo de ti
Lena se deslizó entre sus brazos, atrayendo a Kara en otro beso, permitiendo que se
profundizara, sabiendo que no tenían que darse prisa, sabiendo que ya no había ninguna
restricción sobre ellas. Sintió que Kara levantó su blusa, exponiendo su piel al aire de la
noche antes de que las manos cálidas de Kara se deslizaran alrededor de ella.
—Quiero hacer el amor contigo— murmuró Kara mientras sus labios abandonaban la boca
de Lena y se trasladaban hacia su cuello, succionando ese punto sensible que sólo Kara
conocía.
—Sí— susurró arqueando el cuello y dándole a Kara acceso completo. Gimió cuando las
manos de Kara se deslizaron por su piel, ahuecando sus pechos.
—He soñado contigo tantas veces— le susurró Kara al oído.
Lena cerró sus ojos mientras los pulgares de Kara hacían círculos en sus pezones
—No tenemos que soñar más, cariño— tomó una respiración profunda y luego aquietó las
manos de Kara —Vamos a la cama
***
Lena permaneció quieta, contradiciendo el nerviosismo que sentía mientras Kara le quitaba
lentamente la ropa. Había pasado tanto tiempo y ya no era una mujer joven. Sus nervios la
superaron y detuvo a Kara cuando estuvo a punto de deshacerse de su sujetador.
—Ya no tengo veintiún años— dijo en voz baja.
Kara la miró fijamente a los ojos, luego se inclinó y la besó suavemente —Eres hermosa,
Lena. Me encanta la mujer en la que te has convertido— entonces Kara le quitó el sujetador,
bajando sus ojos hacia sus pechos. Se alegró al ver como los ojos de Kara se oscurecían —
Eres tan hermosa como lo recuerdo
Esas palabras alejaron su nerviosismo y alcanzó la camisa de Kara, tirando de ella por su
cabeza. Sus manos se desvistieron a tientas la una a la otra, riendo en voz baja cuando el
sujetador de Kara se enredó en su camisa.
Las sábanas estaban frescas cuando se acostó, su mirada recorrió el cuerpo de Kara cuando
permaneció de pie frente a ella. Viéndola ahora… desnuda…después de todos estos años
soñando con ella, se dio cuenta de lo realmente magnífica que era Kara en realidad.
Tomó su mano, tirando de ella hacia la cama. Por un instante, tuvo que recordarse a sí misma
que no estaba soñando. Kara estaba allí, en su cama. Estaban a punto de hacer el amor. Los
años se desvanecieron cuando los besos de Kara se volvieron más exigentes y Lena cedió
ante ella, dándole la bienvenida al peso de Kara sobre ella.
Todos los pensamientos coherentes se perdieron cuando la boca de Kara rozó su pecho, su
lengua lamió su pezón volviéndolo duro como roca.
Gimió en voz baja mientras Kara jugueteaba con ella, con labios y lengua. Kara finalmente
cerró por completo su boca sobre su pezón, succionando suavemente y Lena gimió
nuevamente, sosteniendo a Kara contra ella temiendo que se detuviera. Había sido tan
terriblemente lejano desde que habían estado juntas, pero lo recordaba como si fuese ayer.
La piel de Kara era tan tersa y suave como lo había sido siempre y ahora recorría con sus
manos sobre su espalda, atrayéndola aún más cerca de su cuerpo. Kara empujó sus piernas
distanciándolas y Lena se abrió para ella, sorprendida por la humedad que sentía entre ellas.
Había pasado tanto tiempo desde que había estado excitada sexualmente que casi no lo
reconoció. Sus caderas se arquearon involuntariamente hacia Kara.
—Te he echado tanto de menos— murmuró Kara mientras sus labios trazaban besos a lo
largo de su cuello hacia su boca.
Su beso fue lento, pero profundo y Lena lo saboreó, dejando que Kara hiciera lo que deseara,
su cuerpo simplemente se estaba derritiendo debajo de ella...todo por solo un beso. No habían
sido los calientes y feroces besos que habían compartido cuando eran más jóvenes, besos que
significaban darse prisa…antes de ser atrapadas. No había nadie para atraparlas en este
momento, no tenían necesidad de apresurarse.
Pero cuando Kara bajó su cabeza nuevamente contra su pecho, cuando su mano se movió
entre ellos, la prisa era lo único en lo que Lena estaba pensando.
—Ha pasado tanto tiempo, Kara— susurró ella —Date prisa
Kara levantó la cabeza, su sonrisa suave y lenta, sus ojos nublados por el deseo — ¿Qué me
dé prisa? No, cariño. Quiero tomarme mi tiempo— murmuró mientras sus dedos se
deslizaron sin esfuerzo dentro de su humedad, rozando su clítoris, haciendo que sus caderas
se sacudieran.
—Podemos ir lento la segunda vez— respondió Lena mientras sostenía su mirada —Y la
tercera y la cuarta. Pero en este momento, quiero tu boca en mí
Los labios de Kara fueron gentiles por su cuenta — ¿Es eso lo que quieres?— murmuró ella.
—Dios, sí— susurró Lena.
Escuchó como Kara se quedaba sin aliento ante sus palabras, vio como sus ojos se
oscurecieron aún más. Apenas escuchó el murmullo de Kara
—Entonces eso es lo que quiero— mientras se movía hacia abajo por su cuerpo. Oh, había
pasado tanto tiempo. Gimió cuando Kara extendió aún más sus muslos. Sus ojos se cerraron
cuando sintió el cálido aliento de Kara sobre ella, cuando sintió el primer toque de su lengua.
—Kara...sí— suspiró abriéndose totalmente cuando la boca de Kara se apoderó de ella, su
lengua y sus labios devorándola. Jadeando en busca de aire, apretó con una mano la sabana
y con la otra el hombro de Kara mientras sus caderas se movían violentamente contra el rostro
de Kara. Nadie más que Kara le había hecho esto a ella. Los recuerdos regresaron
rápidamente, recuerdos de dos jóvenes inventando excusas para besarse, tocarse y por último,
hacerse el amor. Dos jóvenes, aprendiendo la una de la otra y enamorándose cada vez más.
Ahora, como entonces, Kara sabía exactamente cómo…y dónde…tocarla, llevándola justo
al borde, dejando que creciera y creciera hasta que Lena explotaba. Pero ahora, a diferencia
de entonces, no tuvo que moderar su respuesta, no tenía que temer ser descubiertas. Arqueó
sus caderas nuevamente, sintiendo como Kara la sujetaba mientras succionaba su clítoris
dentro de su boca caliente. Al igual que todos esos años, su mundo explotó en deslumbrantes
colores y gritó, el sonido procedente de lo más profundo de su alma mientras Kara provocaba
su orgasmo, su lengua sólo se detuvo cuando Lena se derrumbó inerte en la cama.
Sintió como Kara dejaba pequeños besos en sus muslos, su vientre, sus pechos, su rostro y
sintió como su piel caliente cubrió la suya nuevamente. Sus ojos se abrieron y esbozó una
sonrisa cuando Kara le besó en la boca.
— ¿Estás bien?
—Dios, sí— murmuró alcanzando a Kara y tirando de ella para acercarla —Te amo
Kara apartó el cabello de su rostro, mirándola a los ojos —Te amo, Lena. Siempre te he
amado
Lena asintió —Sí. Siempre— le dio la vuelta, descansando ahora sobre Kara —Se siente tan
increíblemente bien estar contigo— dijo ella —Tenemos la noche para nosotras— susurró
mientras la besaba —Sin interrupciones. Sin toques de queda. Tenemos un montón de tiempo
para compensar
—Puedes tomar todo el tiempo que quieras, cariño
Lena sonrió mientras se movía hacia abajo, capturando el pezón de Kara con su boca, los
recuerdos nuevamente regresaron…su suavidad, su olor, su sabor. Sí, todo el tiempo del
mundo. Y tenía la intención de usar cada minuto de él.
Capítulo 35
Kara ya le había dado la noticia a Clark y ahora esperaban que el médico terminara. Luisa y
los niños se habían quedado en casa, pero Lena había querido venir, por lo que la había
seguido en su coche. Se sentó junto a Kara, retorciéndose las manos con nerviosismo. Kara
las alcanzó y las detuvo, sonriendo levemente.
—Lo siento— dijo Lena en voz baja.
Kara se acercó más — ¿Está más preocupada por lo que el médico va a decir o porque
adivinará lo que estábamos haciendo anoche?— se rió en voz baja mientras un rubor cubrió
el rostro de Lena.
—Tomando en cuenta que ninguna de nosotras parece haber dormido, no habrá mucho que
adivinar
La mirada de Kara se posó en la boca de Lena, sus labios todavía ligeramente hinchados de
su noche…y mañana…juntas.
Levantó la vista y sus ojos se encontraron, de pronto deseó estar en cualquier lugar, menos
en la sala de espera de un hospital. Deseaba estar de regreso en la ducha, donde Lena la había
presionado contra la pared, llevándola al orgasmo de una manera tan rápida que parecía un
vago recuerdo. Lena sonrió y asintió, reconociendo la dirección de sus pensamientos.
— ¿Familiares de la Sra. Eliza?
Todos voltearon y la enfermera les hizo señas —Ahora pueden verla. El médico regresará
pronto para encontrarse con ustedes
—Gracias— dijo ella permitiendo que Clark y Lena siguieran antes que ella.
Su madre, afortunadamente, lucía bien descansada. Kara se inclinó rápidamente y besó su
mejilla, notando que su madre ya había tomado la mano de Lena.
—Me siento mucho mejor— dijo ella —No quiero a nadie quejándose sobre mí
—Mamá, sabemos sobre el cáncer— dijo Clark.
Su madre movió sus ojos hacia Lena y sonrió —Nunca pensé que te lo guardarías para ti—
dijo ella. Miró a Kara y a Lena, su mirada iba entre ellas
— ¿Sería inapropiado de mi parte decir que las dos están radiantes esta mañana?
Kara se sonrojó de pies a cabeza — ¿De verdad, mamá? ¿En serio? ¿Ahora?
Clark rió —Por eso es que te ves como no hubieses dormido
Kara miró impotente a Lena, pero Lena simplemente rió y apretó la mano de quien
consideraba su madre —Seguí tu consejo— dijo ella.
— ¿Podemos hablar sobre tu salud?— dijo Kara, todavía ruborizada.
La sonrisa de su madre se desvaneció —No hay nada que discutir. Ya conozco mis opciones
— ¿Cuáles...Cuáles son esas?
—En esta ocasión seguiré con la cirugía— su madre apartó la mirada de ellos —Debería
haberlo hecho antes, supongo, pero perder una mama...bueno, no estaba preparada en ese
entonces
—Está bien, si te hacen una mastectomía total, todavía tienes que hacer quimio o
radioterapia— preguntó ella.
—El doctor dice que verán cuan invasivo es el cáncer. Eso determinará si voy a necesitar
tratamiento adicional— su madre se acostó nuevamente sobre la almohada —La idea de
volver con la quimioterapia nuevamente...bueno, no sé si pueda manejarlo
—Pero…
—No. Estoy cansada de pensar en ello. Daremos un paso a la vez— tomó una respiración
profunda —Ahora, vamos a hablar de otra cosa— se volteó hacia Lena
— ¿Va a regresar Lex a casa este fin de semana?
Lena asintió —Sí, lo veré mañana por la noche
Kara había olvidado que Lex regresaría a casa —Es cierto. Él se queda contigo mañana en la
noche— dijo ella.
Ahora que ella y Lena habían, bueno, reconectado, no quería pasar ni una noche más separada
de ella. Lena pareció leer su mente.
—Se marcha la tarde del sábado para ir con Jack
Su madre se echó a reír — ¿No es el amor magnífico cuando lo que desean es estar juntas
constantemente?
—Mamá, por favor— Kara se quejó, sonrojándose nuevamente.
Lena se inclinó y besó la mejilla de Eliza, con una sonrisa jugando en su boca —Te lo contaré
todo más tarde— dijo Lena lo suficientemente alto como para que Kara escuchara. Su madre
se rió deliciosamente.
—Debería irme. El doctor estará aquí pronto. Ni siquiera he comenzado a prepararme para
Lex
Kara asintió —Te llamaré más tarde
Lena apretó su brazo cariñosamente mientras pasaba y Kara la vio marcharse, sintiendo la
mirada de su madre y de Clark sobre ella. Se volteó hacia ellos con una sonrisa tímida.
Capítulo 36
Lena abrazó a Lex con fuerza, jurando que había crecido otros cuatro centímetros desde que
lo había visto.
—Estás más alto que yo— dijo ella.
—Si ¿Qué tal?
Ella lo detuvo con el brazo extendido —Dios, has crecido ¿Cuándo pasó eso?
—Casi tengo dieciséis años— le recordó. Fue su turno de estudiarla y casi se sonrojó ante su
escrutinio —Te ves diferente
— ¿Diferente?— ¿Podría realmente saber lo que había estado haciendo las dos últimas
noches? Seguro que no.
— ¿Así que es oficial? ¿El divorcio?
—Sí ¿Supongo que tu padre te lo dijo?
Él asintió con la cabeza
—Hablamos más ahora que cuando vivía aquí
Ella no dijo nada cuando lo llevó a la cocina. Aunque Jack había sido un padre lo
suficientemente bueno, había estado muy ausente en la joven vida de Lex. Algo que podría
relacionar con su propio padre quien rara vez había estado presente mientras ella crecía.
La pequeña mesa estaba servida para la cena, pero no se había atrevido a cocinar algo.
Decidió obtener su favorito.
—Pizza de Bruno ¿de acuerdo?
—Oh, sí. No he encontrado nada allá que me guste tanto
Ella miró el iPad negro que colocó a su lado. Era raro verlo sin eso o su laptop. A veces aún
estaba sorprendida por su inteligencia, preguntándose una vez más cómo ella y Jack pudieron
engendrar un niño prodigio, como lo llamaba Kara.
Sacó la pizza del horno donde se había estado calentando y puso la caja sobre la mesa. Él
sacó un pedazo y lo tuvo en su boca antes que ella se sentara.
—Gracias, mamá— murmuró mientras masticaba.
—Por supuesto. Así que háblame de la escuela
Él puso los ojos —Hablamos casi todos los días. Lo sabes todo— Eso era cierto, pero
necesitaba un poco de relleno antes de abordar el tema de Kara. Al parecer, Lex no era solo
un come libros. Su mirada se posó en ella casi con incomodidad.
—Dime lo que has estado haciendo— dijo él a cambio
—Cuando hablamos, siempre se trata de mí. Papá dice que nunca te ve y que no respondes
sus llamadas
Aunque su tono era solo ligeramente acusador, eso hizo que se preguntara que era todo lo
que Jack le había estado diciendo. No iba a ocultarle las cosas.
—Dejé de tomar sus llamadas, porque él no quería hablar sobre el divorcio, él quería hablar
de reconciliación. Cuando no era receptiva a eso, recurría a la ira o a tratar de hacerme sentir
culpable, sobre todo usándote a ti. Así que sí, dejé de responder sus llamadas
— ¿A la abuela también?— Ella negó con la cabeza —Tu abuela y yo tuvimos una…
conversación que no siguió como ella quería. Se fue de aquí furiosa y no me ha hablado desde
entonces— bajó su pizza —Y por favor dime que tu abuela no te ha estado llamando
Lex también bajó su pizza
—Ella me llamó. Dijo que estabas teniendo una crisis o algo así
Lena lo miró con incredulidad —Tienes dieciséis años. Seguramente no estarán tratando de
arrastrarte a estos juegos que están jugando— dijo sin rodeos.
—Mamá, no entiendo muy bien todo lo que está pasando. Sé que no eras feliz. Y te dije que
estaría bien con el divorcio. Y lo estoy. Pero están actuando como si tú tuvieras una crisis de
la mediana edad y no estuvieses tomando decisiones racionales
— ¿Y se supone que vas a intervenir? Eres mi hijo, Lex. Mi hijo muy, muy inteligente y te
amo, pero no estoy teniendo una crisis— respiró profundamente dejando salir el aire
lentamente —No sé todo lo que te ha dicho tu abuela, pero tengo algo que decirte— él parecía
casi asustado y ella tomó su mano, sosteniéndola con fuerza.
— ¿Se trata de Kara?
Ella asintió con la cabeza —Sí. Se trata de Kara— Dios ¿cómo diría esto sin ir directamente
al grano? Tragó con nerviosismo. Tenía que decírselo —Todo lo que se suponía que debía
sentir con tu padre...lo siento con ella— hizo una pausa — ¿Entiendes?
Él inclinó ligeramente su cabeza —Entonces... ¿eres gay?
Ella sostuvo su mirada —Sí
Su expresión se mantuvo sin cambios durante un largo momento, luego sonrió —Está bien
Ella arqueó las cejas — ¿Está bien? ¿Eso es todo?
Él se encogió de hombros — ¿Qué quieres que diga?
—Bueno, no lo sé, pero ¿no deberíamos hablar de esto? ¿No tienes preguntas?
Tomó su pizza nuevamente
—He tenido una semana para digerir eso, mamá
—Oh, Dios mío ¿Realmente te lo dijo? ¿Se lo dijo a Jack también?
— ¿Recuerdas este verano cuando me hablaste acerca de ti y Kara y cuando eran más
jóvenes? ¿Que había sido tu primer amor? Supongo que lo supe desde entonces. Cuando ella
vino para tu cumpleaños, cuando te vi abrazándola— se encogió de hombros como
disculpándose —Nunca vi ni una sola vez que abrazaras a papá de esa manera
—Oh, cariño, lo siento
—Así que cuando ella me llamó y me dijo que habías perdido la cabeza y que tenía que tratar
de razonar contigo antes de que todo saliera a la luz, lo supe...bueno, que tú y Kara tenían...
Lena sonrió ante su intento de explicar —Si hace alguna diferencia, estoy locamente
enamorada de ella— dijo con sencillez sin querer ocultarle nada.
— ¿Algo que nunca te ocurrió con papá?
Ella negó con su cabeza —No. Nunca
—Pero entonces ¿por qué ustedes…?
— ¿Nos casamos? Te lo dije, tus abuelas tenían nuestro matrimonio arreglado desde que
teníamos doce. Cuando alguien te dice algo por mucho tiempo, eventualmente te lo crees. Y
yo creía lo que ella decía, que Jack era perfecto para mí y que seríamos una excelente pareja
—Pero Kara fue de quien…
— ¿De quién estaba enamorada? Sí— ella extendió su mano y tocó su rostro —No voy a
mentirte. Me he arrepentido muchas veces. Pero no te hubiese tenido. Y te amo muchísimo
Él sonrió dulcemente
—También te amo— él la estudió — ¿Creías que iba a enloquecer?
— ¿Enloquecer como tu abuela lo hizo? No, pero no sabía cuan asertivo estarías— dijo con
sinceridad —Y necesito que lo aceptes
Él siguió comiendo su pizza
—En mi generación, bueno, está en todas partes. TV, películas, música. Los chicos son más
abiertos al respecto. No es la gran cosa— se encogió de hombros —Tengo dos profesores
que son gay.— luego hizo lo que había estado haciendo toda su joven vida…saltar del
muchacho que era al adulto que llevaba dentro —Quiero que seas feliz, mamá. No se puede
complacer a todos, menos a la abuela. Si Kara es con quien quieres estar y es la persona que
te hace feliz, entonces todos los que te amamos deberíamos apoyarte— entonces sonrió,
regresando a sus características de niño — ¿Qué tal eso?
Ella le devolvió la sonrisa
— ¿Has estado practicando esto?
Él asintió con la cabeza —Si ¿Lo sabías?
Ella se inclinó y le besó en la mejilla —No, en absoluto— mintió.
Él tomó su tercer pedazo de pizza —Entonces ¿ella va a venir?
— ¿Esta noche? No— hizo una pausa — ¿Por qué? ¿Quieres verla?
Él la miró rápidamente, entonces alejó la mirada y ella vio la vergüenza en su rostro
— ¿Ustedes están...ya sabes...durmiendo juntas?
Sintió un rubor cubrir su rostro, casi igualando el suyo —No creo que tengamos que
profundizar en eso ¿verdad?
Él se echó a reír —Eso quiere decir que sí
Ella se metió un trozo de pizza en la boca para evitar responder. Aunque estaba feliz de que
él lo aceptara, no tenía intención alguna de hablar de su vida sexual con él.

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