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RIA HS La verdadera Astrologia Tho igi REL astoLooy ‘Tradcin dl hs pr Mie itaen Berade Dist de pod: Eno Bt {© 2001 Aprenic Books 5, seen Roa, onde N10 UB Ingen © ea presen ein EDITORIAL SIRIO. S.A. Ninara Libros SA. de CV. aS Argent Cr Paeader, 9 ‘Av Cesar, 607 (C/Casilo, 520 29005 Milage Col Lomas daring 14l4Buenos Aes spat o1e20-el Alvaro Obegin (Argenta) Mexico DF vw sdoralsiocom EMalsitoiedtorasi com Depssto Lega 46.45.2004 Imoreso e sare grifcos de Romanya/als ‘eager, 09786. Capelae (Baoan) Priel in Sein John Frawley ey BACH HRS AIRE CK ORE La verdadera Astrologia editorial d irio, s.a. INTRODUCCION ner aastrologia moderna esta difundiéndose en la cultura conte pporainea como una epidemia, Los habitantes del mundo occidental estan sometides a una dosis diaria de ella, y se extiende répida- mente al resto del globo. Con su quintuple téenica de parecer maravillosa y exética; no decir nunca nada conereto; hacer solo pronunciamientos validos universalmente; adular a su piblico, y evitar os temas desagradables o controvertidas, ha embaucado al ‘mundo moderno, infiltréndose en todos los medios de comunics ida imaginables, Ast, la mayorfa de los periédicos contempors- nos incluyen una columna que ofrece diariamente pequeiios con- sejos astrologicos; la mayoria de las ibrerias de las grandes ciuda- des de Occidente tienen estanterias 0 secciones dedicadas a libros de astrologia; y cada hora se hacen innumerables referencias a ella en programas de radio y televisin, peliculas, libros, evistas, canciones pop, carteleras y portaes de internet. Ademds, en actos sociales, cada vez que alguien pregunta la edad a otra persona, a continuacién se Laverdadera Astaigie prods una conversion se nsstanca sb scone dos comune qe son dtl o cal sino slay com signs sar por sl signer algo intgble eco ss deo Por cent dels personas qu paricpan en tls conveeaone turn a menor comrension do ucla aloe al Gad ncsoos eens monotetsas mis pan Ys d ls brobiiones imputstas sor astrologer sek tiandad, el Islam y el judaismo, regurgitardn una dosis preform syncytia tlpan por jue actualmente estas prohibiciones no parecen bastar pars a la gente del tema. biome i ae tet et fy RS en eile resp aslog ric chm Pee, os de espe srl acon gue quan ee un setonene tno desu practantes consumados, exp en igure nos o ques veda ato, sno excrete ut no ©: Evan ie ge, compen ym ee ny pone el ps de experi y su ritalin se toro dea tain ssl pre cer In nosy guia deeseanzadtitva dara strlen,» ti I sia ina dea meena astlogt.Los leone ee al ronda eit The stags peti de a John tee atsigurn quo hy ta mas cust qu a ea pana de Jona ahora de deer Huson atl, metas tos. y que no tay extra mis dvr mse que a sy, cuando depres a mondo mara seed St open ppt qk ea ra astride mind moderne (ur boa pode pa td parla erator ata dl sit sm) pore hs poe rel ta nea in tgs ea universal pogue sun cnaciiento sore ls ely Isat flza dl onpo, y por tanto eapeaie ats eyes -cuakesquea qu tn os dts rons. qu comicnen 8 eocdvesion las antiguas Cakdea y Babilonia, y pasa —esencialmente sin cam- bios—a través de los antiguos egipeios, persas, hindtes, griegos, fa través de los romanos y Ptolomeo, de la tradicién judlia con ‘Masha’Allah e fbn Ezra, de la tradicién islamica y Al-Biruni, de la tradicién cristina con Cardan, Culpepper y Lilly, hasta legar a finales del siglo xx, cuando Alan Leo y sus coetdneos empezaron a distorsionarla, Aqu{ el lector podra comprobar por si mismo, de lun modo que ningin otro libro del siglo xx muestra, m0 solo la csencia destilada de lo que los sabios astrol6gicos del mundo han ‘estado diciendo y practicando durante los titimos tres mil aos, lo {que la moderna horda de psicocharlatanes e impostores masajea~ ddores de egos han estado diciendo durante los diltimos cien afies, y ‘cémo y por qué estén equivocados, sino también la experiencia y las claves personales de un maestro de la astrologta aplicada, y todo ello en un formato afacil-de-digerir» y «pedagégicamente- consumadov, Diremos que éste es el mejor libro de astrologia que se ha escrito en el siglo xx -y el Gnico que enmienda sus errores= pero, curiosamente, esto es redundante, porque, aparte del trabaio original de la anterior profesora de John, Olivia Barclay, (Horary “Astrology Rediscovered que, como su titulo indica, ata vinicamen- te a una rama de la astrologia tradicional, la horaria), éste es el ‘nico (al menos el tinico publicado) que presenta de manera inte gral la tradicién astrol6gica y es completamente fel a la tradicién, de la Verdadera Astrologia. tuna palabra de advertencia: como he mencionado anterior mente, la intenci6n que ha levado escribir este libro es la de mos- trar la Falsedad de la astrologia moderna, y por tanto ahorrar a la gente sus defectos, sus peligros y mentiras. Para ello ha sido nece- sario explicar detalladamente qué es la verdadera astrologia. No obstante, esto mismo implica cierto peligro. Porque si bien el fin ‘ltimo de todas las ciencias tradicionales, incluida la astrologia, era aprender @ conocer a Dios por medio de la perfeccion de sus obras, ° Daverdaders Mtcegsa Yy aunque hay ciertas ramas de la astrologia que son claramente bbenefciosas para el ser humano en cuerpo y alma (como, por emplo, la medicina astrol6gica), hay, incluso en la verdadera astrologia, ciertas ramas que estén estrictamente prohibidas por las tres religiones monoteistas {judaismo, cristiandad ¢ Islam): a saber, la eastrologia magica» (o, al menes, como se verd, las for- ‘mas de ella que son daitinas o tienen fines egoistas)y la astrologia redictiva (o, al menos, como se vera, las formas de ella que no tie- chen en cuenta la causalidad divina jiltima, y la Libertad Divina de cambiar los «acontecimientes predestinadoss). Por lo tanto, si el lector emplea el conocimiento conseguido con la Iectura de este libro de manera equivocada, y trata de practicar dichas formas de astrologia, idebe saber que lo hace bajo su propia responsabilidad! En el Sagrado Corén vemos que incluso cuando la astrologia (al ‘menos en su forma més comin) fue transmitida originalmente al ser humano, en el antiguo irak (Sagrado Corn, 2:102), fue acom- paitada de una advertencia similar Salomén no desconfié; pero los diablos desconfiaron, enseiando la raza de los hombres magia y aquello que habta sido revela- do-a los dos Angeles en Babel, Harut y Marut,¥ ellos (los dos e F yA scientos afios, el rey convoc6 al astrélogo real ante su usta presencia, Un mensajero partié de la sala del trono, coreid por los sinuosos corredores y subi6 por una escalera de caracol apartando con la mano telarafas y algin murcidlago despistado que dormitaba, hasta entrar en la polvorienta habitacion situada en lo alto de la Torre Negra, donde el astrdlogo tenia su guarida, Ven conmigo -Ie dijo- el Rey desea consultarte algo. 1 astr6logo tomé su astrolabioy un par de espiritus ayu- {dantes y, cojeando con decisién tan rapido como su edad le per- iia, corrié tras el mensajero. Al legar a la sala del trono, se lim= pi6 las temblorosas manos en su barba blanca como la nieve e hizo —Estamos pensando en casarnos con la princesa de Ruritania “Alo el rey con estruendo-. cE tina buena idea? Bueno, majestad replied el astrOlogo-, sois Leo y siempre fs gusta ser el centro de atencién, y ella es Piscis, de modo que ¢s v7 La verdadera Matcogia sofladora y como de otro mundo. No hay mucha esperanza para vosotros. Vuestro niimero de la suerte hoy es el 6. —Gracias “lio el rey-, has tranquilizado mi mente. Toma este ducado de oro por tus esfuerzos y dile a tu murciélago que ahora es el Duque de Estragon, En realidad, esto no ocursi. Hace seiscientos alos, el rey convocs al astrélogo real ante su presencia. Un mensajero partié de la sala del trono, corri6 por los sinuosos corredores y subi6 por la escalera de caracol, abriéndose paso entre artilugios para fabricar velas y plantas colgadas del techo con macramés, hasta entrar en la buhardilla que estaba en lo alto de la Torre Negra, donde el astrélogo estaba disfrutando tuna sesién de rebirthing. —Ven conmigo -Ie dijo-, el Rey desea consultarte algo. EL astrélogo tomé su astrolabio y una seleccion de remedios florales y, cojeando con decision tan rapidamente como su frégil arquetipo le permit, corrié tras el mensajero. Al llegar a la sala el trono, se limpié las temblorosas manos en su aura e hizo una —Estamos pensando en casarnos con la princesa de Ruritania dijo el rey con estruendo-. JCrees que es una buena idea? Bueno, majestad -replicé el astrélogo, acomodéndose junto a las obras completas de Jung-, veo por vuestra carta que tuvis- ‘eis una infancia dificil, y que sois mucho mas sensible de lo que Ja gente cree. Tenéis vocacion de sanador y un potencial creativo por desarrollar —Gracias ~dijo el rey-, ahora entiendo mucho més la situa- cion, Toma esta perogrullada de oro y afdela a tu coleccion, Esto no curtis, Hace stiscientos aos, el rey convoc6 al astrdlogo real ante su. augusta presencia oars a Aol Taio —Estamos pensando en casarnos con la princesa de Ruritania Ajo el rey con estruendo-. dE una buena idea? —Bueno, majestad —replic6 el astrdlogo-, veo en la carta que la princesa atraerd poetas, pensadores y artistas de todo el conti nente y convertiré la corte en un floreciente centro de conocimien- to, El matrimonio crearé un vinculo duradero entre los dos reinos, ¥y su padre sera un valioso aliado en la préxima guerra contra los bérbaros. Pero todos vuestros hijos fallecerén antes que vos, de modo que al morir os suceders vuestro malvado hermano, que coprimiré a la gente. —Gracias ~dlijo el rey-, esto me da algo en que pensar e infor -macion conereta en la que basar mi decision. Ahora vuelve a tus studios, Esto tampoco ocurri6; pero se parece mucho a lo que ha sido la astrologta a lo largo de la mayor parte de su historia. La astrologia moderna es basura. Como astrologo profesional «en activo considero necesario dejar esto claro desde el principio. Lo ‘que actualmente pasa por astrologia no es sino un sucedaneo de la ciencia que se practicaba antiguamente Casi invariablemente nos familiarizamos con ella a través de los hordscopos que aparecen en los periédicos, generalmente cuan- do esperamos leer que éste es el dia en que el hombre perfecto o la mujer perfecta Finalmente se fijaré en nosotros. Alli encontramos vvalioses consejos tales como eevita accidentes» y «ten cuidado con los objetos punzantess; predicciones precisas como «celebraciones ppiiblicas pueden empezar con reteaso» y apequelios objetos pueden perderse» (obsérvese la palabra «pueden; 0 penetrantes andlisis del ‘ardcter como: «Tus necesidades de relacién son bastante complica- das y no resultan facies de satisfacer>.' T= Citas tomadss de muestasaleaorias de ete género, La verdaders Blsrsiia Incluso en nuestros dias, a los ertticos cientificos les cuesta ‘entender la posibildad de que en la astrologfa haya algo mas de 1o que aparece en dichas columnas. No obstante, la mayoria de la ‘gente tiene una vaga conciencia de que hay «algo mas, de que la elaboracion de la carta astral ofrece la promesa de una mayor comprensién de la propia naturaleza que el simple conocimiento de que uno sea Lo 0 Tauro. Es evidente que hay «algo mss, pero por desgracia tine poco mas valor que el contenido de esas coluim- nas del periético con su mezcolanza de jerga psicoanalitca mal entendida y lo bastante vaga como para que cualquier persona que Ja lea sienta que le ¢s aplicable. «Eres profundamente sensibles, has tenido una infanca dif, «incluso ls relaionesintimas te resultan instisfatorias; st, pensamas, éste Soy yo. 1a astrologia moderna florece gracias a que los seres huma- ros somos propensos a relacionar cualquier cosa que ofmos con nosotros mismes; como todos estamos hechos de los mismos materials en dstintas proporciones, todas estas vagas generalida- des resuenan de algiin modo dentro de nosotros. «Eres profunda~ ‘mente sensibles, y hasta el peor matén piensa que en una ocasion acaricié a un cachorrito. Es una ténica bisa para inducir el tran- ce: di cualquier cosa y el que la escuche recordard inmediatamen- te esa ver en que le acurri6 a é: «Estés pensando en el campo» Ciertamente, en cuanto uno oye esa frase, se pone a pensar en el campo, fsta es la cémoda base sobre la que se construye la astro- logia moderna, en la que el cliente ¢sIlevado a dar un somnolien- to paseo por las partes mas aceptables de su psique para que se sienta seguro de que en realidad es mucho mas maravilloso de 1o aque las horeibles personas que lo rodean legarén a apreciar nunca, La gla que gobiema la astrologia moderna es que el astrélogo nunca debe decir nada que pueda incomodlar al cliente. Sin duda, tener toda la atencién de otra persona durante una hora es pla~ centero; pero, si eso es todo lo que la astrologia puede ofrecer, resulta dificil entender por qué ha ocupado un lugar destacado en 20 ossodecin sa AstrolgiTeninsl la vida intelectual de las culturas del mundo durante tanto tiem- po, habiendo sido aceptada y practicada por mentes de un peder y ‘una sutileza fuera de lo comin, Como el rey de nuestra historia, cualquiera que consultara un astrdlogo en el pasado queria informacion espectfica y veriticable, {Me serd fil mi esposa? ZPuedo echar mano de su dinero? ‘Donde std mi vaca perdida? {Cuando es un buen momento para atacar castillo enemigo? cTendremos una buena cosecha este afto? A diferencia de sus contrapartes modernas, el astr6logo del pasado hhacia declaraciones claras y verificables. Si decia a su cliente que cencontrarfa a su vaca en el estangue del pueblo de a lado, el clien- teiba a mirar al pueblo de al lado, Para que el astr6logo conserva- +a algo de su credibilidad, o bien una parte razonable de sus decla raciones deben haber sido correctas, 0 sus clientes eran extraordi- nnariamente estpidos. Si, como los escépticas quieren hacernos creer, nuestros antepasados volvieron regularmente del estanque sin haber encontrado la vaca, y aun asf siguieron creyendo en la sabiduria del astrOlogo, podriamos esperar razonablemente que la raza humana hubiera muerto de pura estupidez. Y no lo ha hecho, Entonces, consideremos (y «considerar» significa sestudiar las estrellas) un ejemplo de los métodos astrolégicos tradicionales con los que estaban familiarizados nuestros antepasados y que nos permitira ver c6mo operaba la astrologia tradicional, para poder jjuegar su valor por nosotros mismos. No temas; no hace falta rningtin conocimiento téenico para llevar a cabo este proceso, Una abogada habla perdido los certficados de un paquete de acciones de un cliente: estaban en su despacho, donde tenian que ‘estar, y en un momento dado, ella se dio cuenta de que habian desaparecido. Como minimo, esto habia sido extremadamente ‘embarazoso; y como podria tener consecuencias graves para st. ‘empresa, la abogada pregunt6 al astrologo: «£DOnde estan los cee tifcados de las acciones?». Usando la ténica dela astrologia horaria, a La verdaders Metrlgia Carta I: ¢Dinde estin los certificados dela aciones? probablemente la rama de este arte mas comin en los siglos pasa- dos, el astrologo hizo una carta de las estrellas en el momento de plantear la pregunta.* Esta carta horaria proporciona un cuadro de la situacién que, siguiendo reglas o recorridos fijos, permite emitir tn juicio “a intuicién subjtiva y los poderes psiquicos no estén aqui involucrados- que el astrOlogo lee para proporcionar una res- puesta a la pregunta. Si consideramos la situacién como una obra de teatro, cada uno de los plantas representa un personaje del drama, Nuestra primera tarea es identificar qué planeta tine el papel protagonista cen esta obra concreta: lade los certificados de las acciones. La carta, 7 de noviembre de 1995 5,51 pm., GMT, Londres ‘Fowoducisn aa Astologia Teadconal ‘como puedes ver, se divide en doce seeciones llamadas casas. Todo lo que hay en el universo, independientemente de su mayor 0 ‘menor tamaito, de que pertenezca al pasado, al presente o al futu- +0, de que sea animado 0 inanimado, real o imaginario, entra en el, mbito de una u otra de estas doce casas. La linea horizontal que cruza la carta representa el horizonte; las casas estén numeradas del uno al doce, siguiendo el sentido contrario al de las agujas del reloj desde el horizonte oriental (mano izquierda). En este caso, se vve que los certificados de las acciones cacn en el émbito de la cuar- ta casa. Por estar en la parte baja de la carta, esta casa esté rela cionada, entre otras cosas, con tesoros enterrados, y por tanto con ‘objetos.perdidos: los certificados son el «tesoro pentidos de nuestra abogada, ET planeta que asuma el papel de los certificados seré aquel {que gobierne el signo zodiacal en la linea diectri 0 clspde, de esa casa. En esta carta, Virgo (MP) esta en esa ctspide. Virgo esté regi do por Mercurio (9), de modo que Mercurio representa los certifi cados, Lo tinico que tenemos que hacer es localizar a Mercurio en. la carta. Esto nos dard la ubicacion de los cetificados. as casas 1, 4, 7 y 10 reciben el nombre de casas angulares; si hhubiéramos encontrado a Mercurio en una de estas casas, esto Indicaria que los certficados estan cerca, a mano, o cerca de donde Adeberian estar Las casas 2,5, 8 y 11 -las casas medias de cada cua- blemas oculares, pero su incapacidad de ver en términos metafori- os era notable. Finalmente, algo que en sf mismo es mucho menos significativo, pero importante por su angulosidad, es que Mercurio cae en Vertex, en la nebulosa Andromeda, reforzando la tendencia alos problemas de la vista y la muerte violent. Una vez establecdos los fundamentos para el andlisis tradi- cional, sometamos esta carta a una lectura ciega por parte de dos astr6logos, uno antiguo y otro moderno. Nuestro escritor moder 1no, tomado al azar, pero que de ninguin modo es uno de los menos considerados en su género’, perfla su método para analizar una carta natal. Empezamos evaluando el signo del Ascendente, (ndte- se que en esta lectura atin no sabemos nada de lo que hemos des- crito mAs arriba: aqui es donde empezamos). Con Libra en su Ascendente, nuestro nativo es ade trato facil, encantador y bonda- doso, una personalidad diplomatica y cooperativa que haré cual- uier cosa por la paz y la armonia, Es intelectualmente inteligen- te, pero proclive a la indecision y facil de influir por otros. Sus {alls son la indecision, la frivolidad, ser de trato demasiado facil, descuidado y tendente a no querer mojarse», ‘Citas sobre las estrellas fj tomadas de una referencia estindar: Vivian Robson, The Fised Stars and Constellations in Astrology, Londves, 1923; reimpreso por Ascll, Nottingham, n.d. El tahajo de Robson es un compen Ao de los puntos de vita tradicionaes. 9: P-Tilot, en Tol Astrological Almana fr 199, pp. 15:30. Tybol, Preston, 29 Laverdnders Mectog A continuacién debemos observar el regente del Ascendente, ‘Venus. Al estar en Tauro y en la séptima casa, nuestro nativo es scagradable, bondadoso, fil, aprecia las buenas maneras; le gusta uj, especialmente en el hogar; tiene buena voz; buen gusto; le interes la jardineria; puede ser “posesivo” y le prcocupan las rela- g FA trologta es despiadadamente jerarquica, y no slo en las estruc- las que trata de comprender el universo, sino también en. las estructuras de la propia ciencia. Ese conocido principio de la doctrina hermética, tan descuidadamente aireado por tantos que hhuyen gritando ante el simple pensamiento de las jerarquias c6s- micas: «Como arriba, asf abajo», implica claramente que hay un arriba y un abajo, Esta comprensign esta presente en toda la astro- logia, no hay astrologta sin ella: por muy apegados que estemos a ‘nuestras creencias sociales igualitarias, no funcionardn cuando las apliquemos al cosmos. Las autoridades tradiconales estableceron una jerarqulaestric- ta de «temas adecuados para ser juzgados», aquellos asuntes en que ls astrdlogos pueden curiosear con utilidad, Son los siguientes: 1: Estados y grandes naciones 2: Dinastias y familias o La verdaden Metrlogia 3: Reyes y potentados 4: Natividades individuales 5: Blecciones 6: Cuestiones horarias En la jerarquia de importancia, los textos tradicionales siem- pre empiezan desde lo mas alto y avanzan hacia abajo; esto puede ‘comprobarse en cualquier descripcién de los planetas, que siempre ‘empieza por Saturno y va pasando por las esferas celestales para acabar en la Luna, Pedriamos contrastarlos con los textos moder ‘nos, que suelen empezar por el Sol, y @ continuacién trabajan en orden inverso desde la Luna hacia fuera, un orden que no se ajus- ta nia la teoria astrologica ni al modelo moderno de la estructura del sistema solar, y por tanto es completamente arbitrario, La belleza de la astrologta es que proporciona un modelo intelectual completamente coherente; lo ridiculo es que la astrologia moderna rho es mas que un pastiche al azar. ‘Como cabria esperar, los textos didécticos tradicionales hacen {que el estudiante comience por lo més bajo y lo van Ilevando hacia arriba gradualmente, As el primer tema que hemos de tratar es el, {que esté més abajo en la lista: la astrologia horaria, que es el arte de responder a preguntas especifias juzgando una carta astrologi- «a en funcién del momento en que se plantea la pregunta, El maes- {to tradicional tiene una fundada creencia en que lo mejor es empe- zar por lo més facil € ir avanzando hacia cosas més dificiles. EL ‘studio de la astrologia moderna comienza invariablemente con cartas natales, algo parecido a enfrentar a los niflos que ingresan en el primer afio de la escuela elemental con el céleulo diferencial Unos pocos de los que dominan la astrologia natal se abrirdn camino hasta el estudio de la astrologia horaria, algo parecido a que una pequefla proporcién de quienes estudian matematicas en Ja universidad fueran por fin introtucdos a las tablas de multiplicar. Alsrciogia horas Esto podria no estar desvinculado de la falta de maestria que pre- valece en nuestros dias. De Ia astrologia horaria pasamos a la astrologia de las elec~ cones, que puede ser considerada como una astrologia horaria tomada de atrés hacia delante: mientras que la horaria toma ¢l ‘momento y juzga las posibles consecuencias, en la astrologia elec- cional tomaamos la consecuencia descada y buscamos el momento ‘que mAs probablemente producira dicho resultado, Solo a partir de las anteriores legamos al estudio detenido de la astrologia natal; porque sélo después de haber adquirdo la maestria de la horaria y de las elecciones, el estudiante habré adquirido suficiente conoci ‘miento para ser capaz de juegar con tino el asunto infinitamente ‘mas complicado que es una vida humana, Pero hasta la astrologia natal, que actualmente parece la tota~ lidad de este arte, no es sino un paso més en el camino hacia las {tes secciones superiores de nuestra lista de temas, que juntos con- forman la astrologia «mundana»: la astrologia del mundo, tradi- cionalmente considerada la flor y corona del aprendizaje astrologi co, La rama més baja de la mundana, reyes y potentados, esté a s6lo un breve paso de la astrologia natal. En ella juzgamos la vida y €1 reinado de los monarcas individuales. Con las familias y dinastias tomamos un punto de vista mas amplio, observando el ‘emerger y la caida de las dinastias reales; de abt pasamos al juicio de los ciclos historicos, a medida que un imperio sigue a otro y el dominio pasa de una nacién a otra. Como cabria esperar, en este desarrollo progresivo esta implicada no s6lo una jerarquia de sig- nificados, sino también una jerarquia de técnicas: en la astrologia hhoraria, nos preocupamos mucho de los movimientos de la Luna, 1 més ligero de los planetas; en la mundana, abordamos princi- ppalmente los «grandes medidores del tiempo c6smico», los plane- tas mas externos, Jupiter y Saturno. Siguiendo el camino tradi- ional, empezaremos nuestro ascenso con el estudio de la astro- logia horaria. Da verdadera Atetoge, De todas las formas de la astrologia tradicional, la horaria es Ja que resulta més extrafia al oldo moderno. La idea de que se pueda plantear una pregunta, de que se dibuje una carta de las posiciones de las estrellas en ese momento y de que la respuesta se eduzca de lo que ésta muestre, suena muy extrafa, Extiende las teorias de causacién planetaria atribuidas a la astrologia més allé de sus limites razonables, implicando que, por gjemplo, Saturno deberia sentirse responsable de que alguien haya perdido un pen- lente y que mientras sigue recorriendo el cosmos tiene que deci- dir qué le ocurriré, Para la mente moderna, la astrologia horaria 1no tiene ningtin sentido, incluso menos que el tarot o el I-Ching, en los que el consultante tiene al menos algkin contacto con las ‘artas 0 con las monedas: las estrellas son inmutables, no pueden ser barajadas para que refigen el estado de su inconsciente. Sin ‘embargo, la astrologia horaria funciona, y con gran precision, proporcionando respuestas concretas y verificables alas preguntas planteadas, tanto si abordan temas puiblicos, los grandes temas de la vida de una persona, o trivalidades tales como «idénde esté mi reloj2» 0 «2tengo tiempo de tomar un bafio antes de que legue el lectricista?» La astrologia horaria era el elemento central de la mayoria de los negocios astrologicos del pasado por diversas razones, siendo s6lo una de ellas el hecho demostrado de que muy pocas personas ‘onocian con precisin su fecha y hora de nacimiento (incluso hoy, la precisién de la mayoria de las horas de nacimiento es dudosa: ‘asi todo el mundo que no cuenta con el dudoso placer de haber nacido en el seno de una familia de astrOlogos, parece nacer a la hora o a la media), Cuando el rey convocé al astrélogo de la corte para averiguar si debia casarse com la princesa o invadir el reino vvecino,¢1astrélogo habria usado casi invariablemente la astrologia horaria. Répida, precisa y eficente, proporciona més ingresos al astrologo que cualquier otra variante de este art, de ah que per- rita obtener beneficios répidos y resultados impresionantes, siendo 0 Aesrologia born la favorita de los astrélogos profesionales. Uno prepara la carta y encuentra la respuesta «al instante», segiin William Lilly, uno de los maestros de la disciplina, Al instante es tal vez una exagera- cidn, pero en su dia (el siglo xvu) la norma era que una consulta astrologica durara entre quince y veinte minutos. En este breve periodo estaban incluidos los saludos preliminares y el pago, el planteamiento de la pregunta y la explicacion de la situacién, el ajuste por parte del astrologo de su carta diaria al momento exacto en que la pregunta le era planteada y el prolegémeno de contar al cliente descreido en qué parte del cuerpo tenia verrugas, pecas 0 cica- trices (todo ello deducido de la carta, y finalmente el tiempo de ana- lizar la carta y dar una respuesta répida. Répida, precisa y eficiente Si consideramos que la lectura de la carta natal es equiparable a la medicina general, la astrologia horaria es como la cirugia: va recta al grano. Concentréndose tinicamente en un tema, se cen- tra detalladamente en la cuesti6n de un modo que no es posible hhacer en una carta natal, y ello sin necesidad de gjeritar mayor sutileza de la que la mayorfa de los astelogos poseen y sin reque- rir una gran cantidad de trabajo que el cliente no podria costear. La lectura de una carta natal, por gjemplo, puede sugerir que es posi- ble que la nativa se case este allo; no obstante, no dird si el hom- bre elegido sera Juan o Tomas, ni que no es conveniente preparar la reeepet6n al aire libre porque ese dia loverd, La horaria revelacé asimismo -y quiza éste sea el uso més impresionante de la astro- ogla- qué le ha pasado a tu gato/anillo/bolso perdido. Desde el punto de vista del astr6logo, el cliente, aunque pida una lectura de la carta natal, generalmente tendré un asunto concreto en mente; ‘es mucho més simple lidiar con ese asunto que tratar de desen- traflar toda una vida de asuntos espectfcos, la mayorra de los cua- les no preocupan al cliente en ese momento. EL principio en el que se basa la astrologia horaria es que la pre- _gunta ¢ algo que existe por derecho propio. Es concebida cuando entra en la mente de quien la plantea, y nace cuando es comprendida n Ta verdaders Aarts Por la persona que esta en la posicién de poder responderla: en este aso, el astrélogo. De modo que la carta astrolégica hecha para el ‘momento en que el astr6logo comprende la pregunta es, por ast decirlo, la carta natal de la pregunta. Esto sigue siendo cierto aun- {que la cuesti6n haya sido comprendida en lo que, en apariencia, es ‘un momento totalmente casual, como el momento en que el astr6logo toma la carta que contiene la pregunta del felpudo de st «asa, 0 cuando devuelve un mensaje dejado en el contestador:logi- camente, una peticiin de informacién sélo nace cuando lege a ofdos de la persona que puede proporcionar dicha informacién. La relevancia de estos momentos aparentemente casuales con relacion, al tema tratado puede comprobarse en la frecuencia con que las cartas muestran sucesos verificables del pasado cuya fecha viene determinada por la propia carta, De hecho, aunque no lo haga conscientemente, el consultante ¢jerce un control preciso sobre el ‘momento en que plantea la pregunta, Frecuentemente, si la pre= {unta se plantea por teléfono, el consuiltante dudar4, balbucearé, cambiaré de opinién, volveré a cambiar, plantearé la pregunta, decidir: no plantearla, la cambiara de forma, y finalmente deci- dirs: «De acuerdo: ésta es la pregunta». Invariablemente se produ ce este proceso inconsciente de sintonizacion en el que a menudo se «espera hasta que el Ascendente de la carta (que siempre representa al consultante) pase de un signo a otro. En el cosmos tradicional no hay lugar para el azar; no hay casualidades. Todo esté conec- tado y todo es significativo. ‘Que el consultante elija este preciso momento para plantear «sta pregunta particular es una consecuencia de absoluitamente todo lo que ha ecurrido en su vida hasta ahora, Hay una razén por la que este consultante telefonea al astrologo desde el trabajo, mientras que el otro espera hasta la hora de comer; hay una razén por la que éste toma valientemente el telefono y lama mientras {que el otro duda y lo pospone. Las diferencias -mucho més abun- antes y en general més sutiles que las de estos gjemplos~ que n Alsoiogiahorarin estas diversas acciones revelan en los consultantes guardan una relaciin directa con la pregunta planteada; asf, las diferencias de la carta astrol6gica que son consecuencia de estas diversas acciones atafien al juicio emitido. La mayor parte del trabajo horario es predictivo, y por ello ha provocado la ira tanto de las iglesias como de la ciencia moderna fen mayor medida que cualquier otra forma de astrologia; muchos astrélogos, tanto del pasado como del presente, han condenado la astrologia horaria exactamente por esta raz6n, y las condenas no vienen tinicamente de quienes no poseen los conocimientos nece- sarios para hacerla funcionar. Alan Lco la denunci6 como: «LA MALDICION DE LA CIENCIA Y LA RUINA DEL ASTROLOGOs', aunque habia sido obra de otros mucho més competentes que él 1 deseo de prediccién generalmente pone de relieve una falta de confianza en Dios, y como tal no debe ser favorecido; se nos vuel- ve a recordar la advertencia que acompaiié a la revelacion de los ‘angeles Harut y Marut en Babilonia: «Nasotras slo somos una ten- tacién, por to tanto no desconfies (de la guéa de Ald)*, Sin embargo, la posibilidad misma de ser capaces de predecir en funcion de las estrellas, y la complicacion de la estructura del universo, también pueden ser una Iuz en el camino hacia Dios. Para ello, tanto el practicante como el consultante deben ser conscientes en todo ‘momento de que todo esta sueto a a Voluntad de Dios. Esta dec raci6n, en la que tanto insistian las autoridades tradicionales, pare- ceal escéptico moderno una frase «escapistay; pero es parte intrin- seca de la actitud general, y sin ella el juicio astrol6gico es imposi- bile. En nuestra jerarquta astrolégica, lo menor siempre esté conten do en lo mayor; el destino de un hombre esté contenido en el destino ‘I Alan Leo, Modern Astrology, WII 10 (1896), pp. 434-7 itado por Patrick Cur, A Confusion of Prophets, p. 165. Collins & Brown, Londres, 1992 Mayisculas de Leo. 2 EI Cori, 2: 102 n Gaverdadera Astclogis de su pafs, y como no hay nada mayor que Dios, as esferas del ‘universo estan sometidas a Su Voluntad. Evidentemente, el juicio siempre est sometido también a la falibilidad del astrélogo, aun- ue las autoridades tradicionales no insisten mucho en este puto, Finalmente, debemos aftadir en esta seecién que desde la Publicacion del texto clasico de William Lilly Christian Astrology, en 1985, la astrologia horaria, mas o menos entendida, ha comenza- do a establecer una cabeza de playa en el mundo moderno. Evidentemente, dentro de los circulos modernos, las palabras shorariay y «tradicional» son mas o menos sinénimas, por més ‘que esto no haga justicia a la inmensa profundidad de la astrologia tradicional. Considerando que la tradicion s6lo ofrece astrologia hnoraria, cuyas técnicas desconocen los astrélogos modernos, éstos pueden evitar que sus ideas peculiares sobre la astrologia natal sean cuestionadas por otras que verdaderamente funcionan. La astrologia horaria no puede practicarse en absoluto con el método ‘moderne, como los libros de textos que intentan demostrar dicho :método dejan absolutamente claro, 2 CUANDD LLEGARA EL ELEGTRICIGTA?» Consideremos un ejemplo para mostrar lo simple que puede ser la astrologia horaria. Me habfan dicho que el eletricsta que venia a hacer la reparacién llegaria en algiin momento de la mar nna. Querfa tomar un bao, de modo que, sabiendo que no hay nada que haga sonar el timbre de la puerta con tanta certeza como -meterse en la bafiera, hice una carta horaria para averiguar cuén- do legarfa exactamente’. 3-22 de enero de 1997, 9.07 am. GMT, Londres. ” Carta 4: ,Cuindo legar el eleeiita? 1 consultante siempre esta determinado por el planeta que rige el Ascendente, en este caso J6piter (4). 0 grados de Acuario, “Japiter no tiene fuerza; estando tan cerca del Sol (@), la posicién ‘ms destructiva que un planeta puede tener, confirma mi absolu- ta falta de poder en esta situacion. Atrapado en la duodécima casa, la seccién de la carta relacionada con el encarcelamiento, no puedo hhacer nada mas que esperar. La posicion del electricista es muy diferente. £1 esta representado por la Luna (3), regente de la sexta casa, pues se rumorea que quienes hacen reparaciones para noso- ‘ros son nuestros sirvientes. En su propio signo, Céncer, ¢s muy fuerte: él tiene el control de la situacién. Esperaba que su planeta tuviera un aspecto ~probablemente ‘una conjuncién- bien con el Ascendente © con mi significante, La 8 Laverdadera Asrclogin distancia que su planeta tuviera que recorrer para completar el aspecto me mostraria el tiempo que tendria que transcurrir para su llegada. Me sentt horrorizado al ver que su significante, que se ‘mueve por la carta en direcci6n contraria a la de las agujas del ‘eloj, justo estaba entrando en la sexta casa, la casa de les sirvien- tes. Esto puede leerse de manera muy literal: el electricsta est yyendo a su propia casa. La Luna no tiene aspectos importantes con ninguno de los planetas tradicionales antes de abandonar su signo: esto confirmé todavia mas que el electricista no estaba yendo a ningdin otro lugar que a su casa. ¥ es0 es lo que acurté. Los juicios horarios raras veces son tan directos como éste, en ‘gran medida porque las cuestiones horarias raramente son tan simples como ésta: por profundo que fuera mi deseo de tomar un Dato, la pregunta: «Cuando legaré el electrcista?» no contiene las complejidades emocionales propias de las enrevesadas situacio- nes desde las que los consultantes acostumbran a plantear sus pre {guntas. Los principios, no obstante, siguen siendo los mismos. Las situaciones confusas inspiran cartas confusas, pero aplicando las ‘escasas y sencillas reglas con paciencia y cuidado se logra desen- traftar hasta el nudo més apretado de pasiones en conflict. La astrologia horaria puede abordar gran variedad de cuestio- nes distintas. Las cuestiones reativas al momento actual tratan de comprender qué ocurre buscando informacion que esta velada al consultante, como «idénde estan mis laves?» o «cestoy embara- ‘zada?». Podemos indagar en el pasado con preguntas como: «#cRob6 la limpiadora mi anillo o lo perdi, No obstante, lo més habitual es que las interrogantes estén dirigidas hacia el futuro y pregunten cémo y cuando ocurrirs cierto suceso. Los principios técnicos establecidos para juzgar las cartas hhechas a tenor de estas preguntas son, en esencia, de una simpli ‘idad pasmosa, Significativamente, se trata de téenicas fjas, aun- ue deben ser aplicadas con sutileza y comprensién. No hay aqui 1 menor lugar para la intuicién, excepto si damos a la palabra Placoga horse intuicion el sentido que le atribuye Polyani de un «conocimiento taécito»; es decir, como cuando un mecénico sabe intuitivamente qué es lo que esta causando el ruido del motor sin saber articular necesariamente una raz6n para ello, pues la larga experiencia hace gue ciertos procesos del razonamiento logico se vuelvan redun- dantes. Cualquier astrdlogo competente que mirara la misma carta deberta, dejando un margen ala falibilidad humana, llegar a Ja misma conclusién. La intuicién, segdn la comprensién general que se tiene de la palabra -o incluso en el significado superior ori- ‘ginal de inteleccin o conocimiento directo de un hecho particular~ no tiene nada que ver con elo: el cliente puede recibir eintuiciones» de su vecino; a un astrologo debe exigile a verdad. Estas téenicas requieren que empecemos por localizar el pla~ neta que representa al consultante, y después el que representa a la cosa por la que esta preguntando. Si estos dos planetas se encuentran en. algdn aspecto, tenemos la posibilidad de que ese suceso ocurra; sino hay ningtin aspecto, no ocurriré. Una vez que ‘comprobamos la existencia de un aspecto que vincula ambos pla- netas, debemos evaluar la fuerza relativa de los planetas para g F yA que determinan los juicios astrolégicos. El primer concepto que ee, ee ee een Salt eraser Raper beet re eee ee eat eee eee ie eee eae tee ee eee ee pe oer eee ae oe eee ee a Laverdadern Metrteia El astrOlogo entiende el tiempo de un modo muy diferente. Para é, cada momento es distinto de sus semejantes, del mismo ‘modo que tt y yo somos diferentes de los nuestros. El paisaje tem- poral que el astrologo ve desde la ventana de su torre es tan varia- do como cualquier paisaje fisico: tiene sus montafias y lanuras, sus desiertos secos y sus fértiles pastos. Para €l, lo que pase a las tres y diez es parte de la cualidad particular de las tres y diez; si un suceso aparentemente similar ocurtiera a las cuatro menos veinte “auc el agua del t€hierva, por ejemplo~ serfa sutilmente diferente, El clésico experimento cientifico trata el tiempo como una Constante estable. El experimento es algo que, permaneciendo constantes todas las demas variables, puede ser repetido en cual: {quier momento sin que cambien sus resultados. Esto, mantendra cl-cientifico, muestra que el tiempo es evidentemente una constan: te, y que la suposicion basica de la astrologia es falsa. Dejando de lado el hecho -que la propia literatura cientifica confiesa- de que «sta afirmacion en realidad no es cierta, podemos ver que el expe- rimento cientifico, construido deliberadamente «fuera de la vidaw, por asf decilo, es de naturaleza tan simple y trivial que east inva- riablemente forzaré su camino hasta la misma conchisién. ‘Cuando se trata del despliegue de la vida tal como se produce, con todas sus sutilezas y compleidades, el resultado que pueda dar 0 ‘dcjar de dar un experimento artificial es ireelevante. Es notable que ‘cuando la ciencia dirige su atencién hacia reinos més sutiles, como la fisica de las particulas subatémicas, los experimentos no obser: vvan tan buen comportamiento, Para el cientifco, las palabras «tres y diez» dicen todo lo que hay que saber sobre ese momento particular; para el astrélogo, las palabras «tres y diez» no son otra cosa que una etiqueta conve niente que ayuda a identifica, y no describen més la naturaleza del ‘momento que el néimero de mi puerta describe la naturaleza de mi casa, Lo que la astrologia hace ~aquello en lo que consiste toco el arte de la astrologfa- es describir la verdadera naturaleza individual a8 a nausens del emp de los momentos temporales tal como existen en lugares particu- lares. La astrologfa llega a esta descripcién en funcién de la posi- cidn relativa de los planctas, Esto es lo que es la astrologia, y es todo lo que la astrologia es: un medio de deseribir la naturaleza indi- vidual de los momentos de tiempo. Los momentos que elegimos describie son los significatives en cualquier contexto que estemos trabajando. Podrian ser el momen to-del nacimiento, de contraer matrimonio, de la fundacién de un imperio, o de plantear una pregunta. Conociendo el contexto y comprendiendo la naturaleza de la pregunta, el astrélogo puede, dentro de unos limites estrechamente circunscrtos, emitir un jui- cio informado respecto a lo que puede pasar a continuacién. En esto no hay nada magico: cuando aceptamos que el tiempo varia {el mismo modo que el lugar, la posibilidad de prediccién es la con- secuencia inmediata. Si conozco la naturaleza de un pedazo de tie- ra y sé qué tipo de semilla se va a sembrar, puedo hacer una pre- diccion informada de lo que crecer ally de cémo florecer4; si com- prendo la naturaleza de una medida de tiempo y sé el acto que alguien tiene intencin de realizar en ese momento, puedo hacer tuna prediccin informada de lo que seguird y del grado de éxito que probablemente tendra dicho acto. Teniendo en cuenta que todas las ‘cosas estén sometidas a la Voluntad de Dios en todo momento, por ‘muy inevitable que pueda parecer mi prediccin, tanto si se basa en horticultura como en astrologia, siempre puede falar. Esta cualidad variable del tiempo es parte de nuestra expe- riencia cotidiana y del sentido comtn. S€ que hoy me voy a ver ‘con mi amigo y que pasaremos un buen rato juntos, y ninguno de los dos se querré ir; pero puedo encontrarme con el mismo ‘amigo cn el mismo lugar y hacer las mismas cosas otro dia, y ambos estaremos mirando el reloj, pregunténdonos si podemos irnos ya sin parecer maleducados. El cientifico apuntaré a varia- bles fiscas:llevo puesta otra camisa, mi amigo tiene dolor de mue- las y una citacion de Hacienda; el astrélogo diré que, més alla y

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