Poesia y exilio
José Angel Valente
[Elcxiio es] como ia germinacion misteriosa del
rane bajo later.
Yehudé ha-Levi: Kuzart, 4, 23
IN Sie preci pose a Marcel Batallon conduc su Fras.
‘mo en Espana sin evocar lo que, desde el punto de vis-
ta de una renovacién profunda de la vida espafiola, tienen
fen comin con el movimiento erasmista del siglo x1 tanto
el movimiento krausista del siglo XIX como sus derivaciones
‘nmediatas, la InstituciOn Libre de Ensefianza sobre todo, que
en una honda y lenta remocién de muy sumengidos sustra-
tos llevan a la historia nuestra, en poco mis de medio siglo,
2 10s umbrales de la modernidad con la Repiblica de 1931,
‘Momentos ambos realmente estelares de fa vida espir
wal ¢ intelectual espafiola. El primero encuentra inicialclau-
Sura o estrangulacién en el indice del inquisidor Fernando
de Valdés, arzobispo de Sevilla, que en 1559 cercena las na-
turales conexiones europeas de Espafi. La estrangulacién
‘cruenta del segundo es el gope militar de 1936 y la guerra civil
subsiguiente, una de cuyas mis graves consecvenctas —2c2s0
todavia no restafads— es ! exilio o ba sangria de la intli
sgencia espafiola.
CConsidero particularmente oportuna esta iniciativa de B!
Colegio de México", porque el primer cincuentenario del t-
ino de la guerra civil espafiola —hecho cuya significacion
‘ideol6gica rebas6 ampliamente nuestras fronteras y marc6 la
historia europea y mundial de su tiempo y el esptitu de su
tiempo; Tristan Tzaraen Le surrealise et 'aprés-guerre di-
ce de la guerra de Espana “qu'elle traversa la potsie comme
tun couteau””— ha estado recubierto en 1969 de una vaga ne-
bulosidad, de un mortecino olvido, certamente explicable
(por las frdgiles 0 delicadas circunstancias de la transici6n po-
Iitica, pero n0 por ello menos arriesgado, en la medida en
‘que pudiera suponer tna amortiguacién de la memoria. ES
peligroso olvidar el pasado, tan leno de existencias y de res:
Piraciones sumergidas, sostenido en la inextincién de los ven-
‘idos hacia los que se vuelve, contra el viento del progreso,
cl dngel de la historia en la famosa —y tan necesariamente
frecventada— tesis 1x de Walter Benjamin sobre filosofia de
ta historia
Sdlo los muertos, 10s que ya pertenecen al reino de las
sombras carecen de memoria, Leteo 0 Letea, rio o fuente, of
vido 0 desmemoria, era para los griegos hermana de la Muerte
Y del Suefo, Los muertos no pueden recordarnos, Nosotros sf,
a ellos, De ahi que, entre cuantos tuvimos —2 veces con muy
diferencias cronol6gicas— alguna forma de vincula-
‘cin biografica con ese acontecimiento lacerante de la vida
* Coloquio internacional sobre “los poetas del exiio espanol en Mé-
ico", 24-28 de mayo de 1993
‘Vuelta
Numero 203 Octubre de 1993
«spafola, la poesia haya funcionado como depositaria de la
memoria colectiva. Nada hizo con ello que fuera ajeno a su
naturaleza, pues el tertitorio de las Musas es el natural de las
Iijas de a’ Memoria.
Tal vez esté ahi la razén dltima de que se haya queri
do escoger aun poeta para abrir estas prometedoras conver-
sacionesen el lugar de l hospitalidad, en la ciudad de Méxi-
‘co. Abrir el didlogo es abrir, en definitiva, la palabra para
penetrar en su interioridad, en sus adentros, para descendet
Por las escalas de la palabra —esa palabra nuestra de raiz
hispana, mestiza y compartida— al territorio sumergido de
1a memoria.
CCarecen, digo, los muertos de memoria. No pueden re-
‘cordar. Nosotros si. "Su muerte ¢s la verdad de nuestra vida",
segin escribié en Nottzen (1974) Max Horkheimer, a propé-
sito de las victimas del holocausto judeo - alemn.
Hee seguido muchas veces las vias dela memoria para po-
der vivir. "Corre hacia su fin —escribien 1969-— el decenio de
1930. Aldous Huxicy establecido en California, donde inicia
la exploracién del valor de la experiencia mistica, concibe
tuna de sus mds brillantes novelas, After many a summer. El
libro estd escrito en los estertores dela guerra civil espafiola.
Mientras Huxley escribe llega el rumor extremo de aquella