En La razén populista, Ernesto Laclan vuelve a concen=
trarse en uno de los te)
que lo hon ocapado en su la:
ge trayectoria intelectual, ya desde Politica
en la teoria marsista. £1 populisme. préctica politica
histéricamente desdefiada, es acui vuelto a pensar como
ir lo politico desde un
légica social y mode de cons
aleja definitivamente del punto de ¥
enfoque que s
sociolégico. Sus hipdtesis hase das en el postestructira-
lismo y Ta teoria lacaniana~ son puestas a pruebe al
analizar Ja conformacién del populiseao estadounidense,
del kemalismo turco y del jcronisme de la resistencia:
Su reformulacién del concepto de “pueblo” lo leva a
retomar la discusién con Slavoj Zi%ek, ue habia quede-
do inconelusa en Contingencia, hegemonta, universali-
dad, en torno aja sobredeterminacién do Ja identidad
politica. Cuestiona asimismo In caracterizactn de la
ic y Toni Negri en
multitud que plantearon Michael Hs
vader unificador de
Imperio para poner el acento en
las demandas,
La razén populista aposta wna nueva dimen-i6n al
a de
andlisis de la lucha hegeménica y de ia formacis
las identidades sociales, que s fundamental para com-
prender los triunfos y fracasi de los movimientos po-
pulares, y avanza un paso mis en el proyecto politico
de una democracia radical en e| actual escenario. de un
capitalismo globalizado,
baneTraduccién de
Souepap Lactau
ERNESTO LACLAU.
LA RAZON POPULISTA
Fonbo pe Cutrura Economica,
Mezco - Ancewins - Beast - Chute - Covonnia - Bsean
Estapos Ustoos pe AMenica ~ GuaTewata - Pexo - VevezvetaPREFACIO.
Esce libro se interroga centralmente sobre la légica de formacién de
las identidades colectivas. Nuestro enfoque parte de una insatisfac-
ci6n bésica con las perspectivas sociolégicas que, o bien considerabant
al grupo como la unidad bésica del andlisis social, o bien intentaban
srascender esa unidad a través de paradigmas holisticos funcionalistas
o estructuralistas. Las légicas que presuponen estos tipos de funcio-
namiento social son, de acuerdo con nuestro punta de vista, dema-
siado simples y uniformes para captucar la variedad de movimientos
implicadosen la construcci6n de idencidades. Resulta innecesario decir
que cl individualismo metodolégico en cualquiera de sus variantes ~
incluida la eleccién racional— no provee tampoco ninguna alternati-
va al tipo de paradigma que estamos tratando de cuestionar.
El camino que hemos intentado seguir para trarar estas cuestiones
es doble. Lo primero ha sido dividir la unidad del grupoen unidades
menores que hemos denominado demandas la unidad del grupo
cn nuestra perspectiva, el resulcado de una articulacién de demandas.
Sin embargo, esta articulacién hd corcesponde a una configuracién
stable y positiva que padriamos considerar como una totalidad uni-
ficada: por el contratio, puesto que toda demanda presenta reclamos
aun determinado orden establecido, ella esté en una relacién pecu-
fiar con ese orden, que la ubica ala ver dencro y fuera de él] Como ese
orden no puede absorber totalmente a la demanda, no consigue cons-
tituirse a sf mismo como una toralidad coherente!/La demands re-
quiere, sin embargo, algiin tipo de totalizacién si es que se va. crista-
lizar en algo que sea inscribible como reclama dentro del “sistema”?
‘Todos estos movimientos contradictorios y ambiguos implican las
diversas formas de articulacién entre légica de la diferencia y I6gica
de la equivalencia, que discutimos en el capitulo 4. Como explica-
°10 LA RAZON POPULISTA
mos all fa imposibilidad de Bijar ia unidad de una formacién social
tn un objeto que sea conceptualmente aprensible conduce ala centra-
lidad de la nominaciénen la constitucién de la unidad de esa forma:
Gibn, en tanto que fa necesidad de un cemento social que una los
lementos heterogéneos ~tnidad que no es provista por ningunalé-
gies arculatoriaFuncionalista 9 cxenicuralista~ ororge centralidad
El afctoen la constiucién social) Freud ya lo habla entendid clre-
mente: el lazo social es un lazo libidinal. Nuestro andlisis se completa
don ina expansién de las categorfas elaboradas en el capiculo 4 ~las
[égicas de la diferencia la equivalencia, los significantes vacos, ls
hhegemonia- a una gama més amplia de fendmenos politicos: