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Capitulo 3 La creacién del partido © Lmego de los agitados dias de la reforma constitucional y el posterior recambio de autoridades en el Consejo Superior del Partido Peronista, la actividad partidaria se concentré en la organizacién de la frimera asamblea que, entre otras cosas, seria el primer paso para in ‘orporar a las mujeres en dicha estructura con miras a ganar laeleccién ‘de 1951.Eta posible incorporarlas en la composicién que tenia en ese ‘nomento el Partido Peronista sin que fueran absorbidas por el desorden Jplas disputas internas? ¢Cual seria la soluci6n mas adecuada? ¢Cémo ‘e organizarian las mnujereS? En su defecto, ¢cuil seria la articulacién 4c su organizaci6n con el Partido Peronista? El anilisis de lo sucedido durante la asamblea sive para apreciar Jas diferencias en los métodos empleados para la convocatoria Tecci6n de delegados y delegadas, tanto como el perfil de ambos, sus ‘vomportamientos y el discurso para unos y otras que marcaron una lliferencia en las problemticas y asignaciones politicas. 1. La Asamblea Una vez reformada la Constitucién, Perén reestructuré el Consejo Superior del Partido Peronista dejando s6lo en sus cargos a Teisaire ‘como presidente; a Garaguso como secretario general y a CAmpora ‘como vocal. Pata el resto de los cargos designé al diputado provincial bonaerense Matio Goizueta, como secretario de organizaci sador nacional Mauricio Scatamacchia, como tesorero; y vocales a los diputados nacionales Carlos Seeber, Angel Miel Asquia, Luis Atala y alos senadores nacionales Reinaldo Viviani y Alfredo Giavarini. Em este nuevo Consejo se notaba Ia mayor presencia ¢ intervencién de ‘Metcante, quien no ocupé una posicién formal dentro del mismo. 105) ‘Sin duda, era un signo claro de su acrecentado poder, tal como lo era también la inclusién de una mayoria de diputados bonaerenses tanto, dentro del auevo Consejo como en las futuras intervenciones provin- ciales" Su influencia politica era todavia, sin lugar a dudas, la de mayor importancia luego de Perén y Evita, yse torné una figura indispensable alzhota de darle forma ala nueva estructura en cietnes. Aunque tanto este transitorio fortalecimiento interno como la actimulacién de poder significaban, segsin sefiala Decker, que “ya estaba muerto”.? Del perfil de los integrantes del Consejo surge, observa Mackinnon, que los lazos con antiguas militancias politicas habfan perdido valor y entidad, pues se fueron los hombtes de la primera hora y entraron los recién llegados.> En general, los nuevos integrantes eran figuras hasta ese momento menores, sin trayectoria politica previa, formados en estos primeros afios de peronismo y que mostraban mis identificacién y lealtad hacia la organizacién, y a determinados dirigentes, que a proyectos politicos y origenes sociales, como habia sucedido con el grupo anteriot. Esto dda Ja pauta de un proceso de diferenciacién. La primera misién del nuevo Consejo Superior fue organizar la primera Asamblea Nacional del Partido Peronista. El Consejo se reunié siete veces con Mercante entre mayo y julio, Garaguso y Goizueta fueron los encargados de preparar el proyecto con las bases para la organizacién definitiva del partido, aunque el tema esa abordado, también, desde “altas esferas del gobierno y desde otros ngulos” “Las reuniones se mantenian con cierta reserva y, segiin los transcendidos, se hablaba tanto de reorganizacién definitiva como de remuncias en el Consejo Supetior € incluso de la modificacién del nombre del partido. La cuestién principal era el espacio que se los distintos sectores que integraban el peronismo, es iticos y los gremialistas.* El primer informe de prensa lo Tos quince nuevos intervenozes, die provenian dela provincia de Buenos Aix CE B/Dia (La Plan}, 26 de mayo de 1949. visa a Rodolfo Decker > Mackinnon, 2002, 183 ‘La Nasién, 1 de mayo de 1949. i, 12 de mayo de 1949, partido, aunque en un primer momento, nada se decia sobre el lugar que ocuparian las mujezes. A los pocos dias, el Consejo Superior dio gconocet que la reunién partidaria tendrfa cardcter de asamblea, fala que asistisian unos tres mil delegados de los cuales quinientos “ian mujetes. Estaba previsto que sesionaran por separado y que Jas delegadas-dieran inicio a la rama femenina bajo la direccién de va Peron.’ Una semana antes de la Asamblea, prevista para el 25 de julio, el Consejo Superior anuncié que se reunirfan en el Teatro Cervantes ¥ que, aunque los principios y doctrina estarfan encua- drados dentro de los del Partido Peronista (PP), el movimiento de mujeres tendria autonomia total, sin ninguna dependencia del Consejo Superior.” ‘En las etapas previas a la organizacién del Partido Petonista Feme- nino se aprecian una suerte de acuetdos y conciliaciones pautados antes dela asamblea partidaria y que desembocaron en Jo que seria la futura ‘organizaci6n femenina. Las formas de eleccién de los representantes dan la pauta de los mecanismos de poder que se utilizaban hacia me- diados de 1949; los delegados del PP fueron elegidos ditectamente por Jos interventores partidatios, en su mayoria eran diputados provinciales, ex convencionales nacionales, afiliados con cargos en los organismos partidarios provinciales ythombres con actividad partidaria que pudieran hacet un “aporte positivo a la asamblea”.’ En cambio, las delegadas eran mujeres conocidas de Evita o de gente de suma confianza como la esposa de Domingo Mercante, Elena Caporale. En general, eran obreras, empleadas, presidentas ¢ integrantes de los centros civicos femeninos, integrantes de la Fundacién Eva Perén, universitarias y profesionales. Unos dias antes de realizarse la asamblea, el Consejo ‘Superior dio a conocer el temario definitivo: significacion y proyeccién hist6rica de a “Revolucién Nacional Peronista”; principios de doctrina peronista; la unidad del partido; plan radical de estruceoracién parti- daria; la organizacién como factor esencial para el cumplimiento de Jos fines del partido; difusion de la docttina peronista; formacién de uerpos dirigentes; seleccién de candidatos; apoyo y difusién dela obra de gobierno; orientacién de la opinién pablica; educacién politica del "TR, 31 de may de 1948, 1B! Dis (La Plata), 6 de junio de 1949. "Le Nasi, 19 dejo de 1949, El Dia (La Plata), 6 de junio de 1949. oo pueblo; el principio de la disciplina; derechos (principios) y deberes de los afliados, y el PP al servicio de Ia unidad nacional.!” EL 25 de julio @ las 18 horas se realizé la ceremonia inaugural en el Luna Park. Aunque en un principio estaba previsto hacerla en el ‘Teatro Colén, se desistié por problemas de espacio. Concurrieron 4.500 delegados y 1.500 delegadas." Estaban sentados por separado: ellas, en una tribuna especialmente reservada; los varones, en las plateas, Un gran palco que daba espaldas a la calle Madero, presidifa la reuni6n. El estadio estaba adornado con los colores patrios, el escudo partidatio y las efigies de Perén y Evita. Llamé la atencién la ausencia del retrato de Mercante que, como era habitual en todos los actos del partido o del gobierno, se colocaba junto ala figura de ambos; probable consecuencia de las sospechas que comenzaron a girar en tomo a su figura luego de la reforma de la Constitucién Nacional. Un sofisticado sistema de altavoces instalado tanto adentro como afuera permitfan que se escu- chara desde la calle todo lo que ocurria adentro. Eva Perén se senté en la primera fila junto a Peron y a las principales personalidades del gobierno, pero no en su rol de primera dama sino en el de una lider de una fuerza politica en cicrnes. El piiblico vitoreaba permanentemente 4 Ja pareja presidencial y, luego de entonar el Himno Nacional, Pern comenz6 su discurso, que se prolongé por tres horas, interrumpido varias veces por los aplausos. Lo mis importante y sustancial del acto fue que por primera vez la mujer compartia una manifestacién cfvica argentina con los mismos derechos y las mismas obligaciones que los demés ciudadanos de la Repiiblica, tal como Per6n se ocupé de destacar al inicio de su discur- so. Con su habitual tono campechano y plagado de frases simples, €l discurso de Perén no se circunscribié s6lo a temas partidarios, sino también ala situacién general del gobierno. Sefial6 que era indispensable organizar a las fuerzas politicas del peronismo para poder gobernar. Para ello era necesario desterrar a los que trabajaban en pos de sus pro- ® Véase La Na, 19 de julio de 1949; EY Dia (La Plata), 19 de jlo de 1949. * No hay coincidencia en el ssimero de mujeres que asset. Segin La Nacié y El Dia, habia 1.500. Noticias Grif y Demucrada coinciden en 3.500 y Evita en ‘su discurso del cierre de la Asamblea mencioné que habia cuatro mil delegadas 0 Cervantes, lugar donde deliberaron las mujeres, tiene ochocien- las fueron levantadas podria haber entrado un nimero mayor de personas, "Essen cia y todas las referentes al dscurso de Perén del 25 de julio de 1949 fueron extendas de La Nac, 26 de julio de 1949. "3 pios objetivos personales ya los caudillos. Por otra parte, dijo que en el partido habfa tres tipos de comandos o direcciones: los superiores; los medios, que eran la organizacién local de las provincias 0 departamen- t0s, los comandos directos, que eran los que conducian parcialmente ala masa: estos tltimos debian actuar a través de las unidades bisicas, células constitutivas de la organizacién petonista, ‘Durante un breve cuarto intermedio en el discurso de Pern, los delegados y delegadas pidieron, a viva voz, que Evita pronunciase unas palabras. Pero ella no acces fo se sabe cules fueron los motivos pot los cuales no quiso hablar puesto que ya lo habia hecho en otros actos junto a Perén, como por ejemplo el tiltimo 17 de Octubee. Es probable que asi lo hubieran acordado para que Pern apareciese como {nico ¢ indiscutible jefe supremo del movimiento y ella su lado, como lider de las mujeres. ‘A partir del dia siguiente, los hombres y las mujeres peronistas se reunieron y trabajaron por separado. La rama masculina comenz6 sus delibetaciones en la Federacién de Box, pero, dada la cantidad de delegados, se trasladaron a Parque Norte. Estaba presidida por Teisaire cuya primera mocién fue un aplauso al “presidente del partido y su esposa”, dando cuenta del posicionamiento de Evita dentro del pero- nismo. Durante las sesiones hubo quejas y protestas “ruidosas” debido ala opinién de los distintos representes acerca de la forma de encarar 1a organizacién definitiva, Incluso, graves incidentes no petinitieron hhablar al representante de Cérdoba, Alvaro Estévez, acusado de traidor ¢ infiltrado, Ni Teisaire ni Seeber, el interventor de Cérdoba, lograron callatlos, Salvo estos episodios, el resto de las reuniones transcurrieron con normalidad."* Bvita fue invitada a la reunidn de los hombres del partido en Parque Norte, donde dirigié un discurso de neto corte politico, entre fuertes ovaciones y aplausos. En primer lugar, hizo un nuevo llamado ‘ala unidad pastidaria y luego explicé los alcances del Partido Peronista Femenino. Con cierto tono de disculpas 0 como si se justificara pot el ‘nuevo emprendimiento, quizas por el hecho de trabajar en un partido sepatada de los hombres, sefialé que jamés trataria de apoyar a un cizculo 0 a otro, pues para ella no habla més que peronistas, fueran hombres 0 mujeres. Ella no se consideraba una “politiqueta”, es decit, "Idem. Told, 27 de julio de 1949. ea lla no haria politica de intrigas y bajezas, por comenzar a presidis un partido politico; es mas, sefialé que “jamas haté politica [...] quiero ‘que vean [en mi] al corazén del viejo coronel Perén en la Secretaria de ‘Trabajo y Previsién”.'* En varias ocasiones Evita se habia referido a Perén como el coronel o el viejo coronel, con cierto sentimentalismo, asumiendo ella el rol de nexo entre el gobierno y los trabajadores. Dijo, también, que el Pattido Peronista Femenino estatia formado a partirde una unidad espiritual y “no de asalto a las posiciones pablicas”, pues el objetivo era “aportar valores espitituales y morales al partido de Jos hombres”. Y que tratasia de formar un movimiento puramente al servicio del peronismo y afirmé: “me dedicaré pura y exclusivamente a mi Ayuda Social, que tanto necesita la patria y los descamisados atgen- tinos”. Mencioné también que la mujer debfa empezar paulatinamente ‘a ganarse el derecho a construir una patria grande y justa. El discurso de Bvita fue sugerente, dej6 claro que ni ella ni las mujeres peronistas harfan politica por més que estuvieran organizando un partido politico, $i no hacfan politica en un partido, cual seria su misin? La incorporacién de las mujeres en la politica generaba cierta incertidumbre y temores tanto en el peronismo como en la oposicién como también dudas acerca de su comportamiento en una futura cleccién, ademés del riesgo de que los hombres vieran selegadas sus aspiraciones electorales. Las mujetes, pot su parte, se teunieron en el Teatro Cervantes, ‘que habia sido adornado con los retratos de Perén y Evita, intercalados con los escudos de todas las provincias y los territorios, como sefial de la representacién nacional de la Asamblea, y con varias leyendas alusivas a la reunién, entre las que se destacaba “Perén cumple, Evita dignifica”. Los principales funcionarios peronistas mostrabaa su venia eaviando grandes ramos de flores confiriendo un distinguido toque femenino a la reunién partidaria. Pese a lo armonioso que parecia el escenario, el acceso fue rigurosamente fiscalizado por la policia federal, sélo podian ingresar aquellas mujeres que presentaran una credencial que las acreditara como delegadas. Todas estaban sonrientes, arregladi- simas, impecables, perfectamente peinadas y prolijamente maquilladas. Expectantes, Inquietas. El periodismo tuvo el acceso vedado y toda la " Bsta city todas las refevidas al discurso pronuaciado por Eva Perba el 27 de julio de 1949 ante los delegados a a reunién nacional del Partido Peronista en Parque ‘Norte, fueron entradas de Eva Peréa; 1999b, 109. 64 informacién fue suministrada por la Subsecretaria de Informaciones y Prensa de la Presidencia de la Nacién, La importancia de la asamblea fernenina fae tal, que al dia siguiente La Nacién, poco adepto a transmitir novedades del pastido oficial, la publicd en su taps. Perén no concurtié a la apertura y Mercante, en su nombre, dio inicio a la sesi6n con la lectura de un saludo enviado por el jefe de fstado, para luego referirse a la labor de la mujer en el peronismo. ‘Valiéndose de terminologia militar con un dejo hispano en el empleo de los verbos y en la entonacién, sefialé que, para las mujeres, en la lucha por el bien de la patria, el hogar debia ser el cuartel general, pero no el tinico campo de batalla, porque también lo era, ahora, el escenario politico, para ser en adelante guardianas del hogar nacional: “conformad vuestra militancia politica dentro del Partido Petonista sobre las tres virtudes cfviicas de: heroismo, abnegacién y lealtad, y si queréis un dechado que os fije el rambo, tomad como modelo a la mujer que junto al jefe del movimiento, el general Perén, se ha con- vertido en un simbolo de la lealtad, heroismo y abnegacién: la sefiora ‘Maria Eva Duarte de Perén”."* Mercante en su discurso no dejé lugar a dudas, si es que habia alguna, sobre quién era el modelo a seguir y Ia figura preeminente dentro-del peronismo femenino, estableciendo al mismo tiempo los valores que las mujeres debian ostentar. Ademds colocé a Evita a la par de a figara de Peron, es decir que ella también era reconocida como una lider. Es posible que Mercante, luego de los dificiles momentos que vivid durante la reforma de la Constitucién, ‘haya querido emitir un mensaje apaciguador para tranquilizar a los se- guidotes de Evita y despejar cualquier duda sobre sus intenciones. Es posible, también, que Perén haya enviado a Mercante para obligarlo a elogiarla y para que fuese él quien la colocase a su mismo nivel. Si Eva, ese a ser mujer, estaba al nivel de Peron, Mercante quedaba relegado enn momento en el que yase estaba pensando en quién acompatiaria 2 Petén-en su futura reeleccién. Entre ovaciones y cinticos, y con ciertos ribetes teatrales, el go- bernador de Buenos Aires invité a Evita a sentarse en él sillén de la presidencia de la Asamblea, Fila leyé un extenso discurso que tuvo el ropésito de explicar alas mujeres la raz6n por la que debian format ‘un movimiento politico femenino, y también cuil seria su mision y su ideologia, encuadradas dentro de los objetivos sefialados por Perén, = Daocracis,27 de julio de 1949. 5) dentro de la doctzina del justicialismo y la tercera posicién, ideada por ‘lpata el pais y “el mundo entero”. Tampoco faltaron, como en ningrin otro discurso, los ditirambos tendientes a marcar la superiotidad de Perén, Observa Navarro que el discurso fue de “puro estilo evitista, emotivo, dramético, con un lenguaje apasionado, de radionovela, donde la precisi6n y el anilisis brillaban por su ausencia”.” Es probable que esta ausencia de precisidn fuese un instrumenio politico. Sin embargo, el pensamiento politico que Evita evidencié en el Teatro Cervantes fue el que adopts el Partido Peronista Femenino y que prevalecié a lo largo de su corta historia, Evita sostuvo que las mujeres formaban parte de los sectores que habfan estado excluidos antes de la revolucién del 4 de Junio, suftien- do “las mismas negaciones ¢ injusticias que cafan sobte ese pueblo y sumado a ella, Ia suprema injusticia de no tener derecho a clegit ni ser elegida, como si ella, que era la garantfa del hogar y de la vida y la ceducacién de sus hijos, desde la cuna hasta la madurez, resultara un peso muerto para el perfeccionamiento politico de la colectividad”."* ‘Realizé una enumeracién de las virtudes femeninas en contraposicién alas masculinas diciendo que las mujetes eran la mas alta reserva moral del hogar, las depositarias del sentido comin de la especie y las respon- sables de perpetuarla, Como madres, desde el movimiento femenino, debian ensefiar la obra de Per6n e inculear su docttina en los nifios. El discurso dejaba en claro que la injusticia de su exclusién estaba dada por su condicién de madre més que por la de ciudadana. Evita enfatiz6 en el discurso que las mujeres debian organizarse politicamente y que el tinico camino era la unidad del movimiento femenino peronista al servicio del ider y de la Nacién. Lo tinico que podian aspirar era a convertirse en colaboradotas de Pern, privilegio aque significaba “beber a grandes sorbos en la corriente doctrinatia que cre”, Realizé una enumeracién de las virtudes femeninas en contraposicién a las masculinas que analizaremos mis adelante en el ‘capitulo dedicado a las mujeres peronistas. Sintéticamente, segiin Evita, Jas mujeres eran la mis alta reserva moral del hogar, las depositarias del sentido comiin de la especie y las responsables de perpetuasla. Como madres, desde el movimiento femenino, debian ensefiat la obra ” Navarso, 1997, 42 fay todas las referentes al discurso pronunciado ‘vantes el 26 de julio de 1949, fueron exteaidas de Eva Perot ta en el Teatro Cer- 999b, 76-108, pa, de Perén e inculcar su doctrina en los nifios, También dejé bien en claro qué significaba para una mujer ser peronista: “Para la mujer, set peronista, ¢8 ante todo, fidelidad a Pesén, subordinacién a Peron y ‘confianza ciega en Pei Por otra patte, aclaré que no existitian cotrientes internas y que debia ser depuesta toda ambicién personal pues “atentarfa cont ‘unidad, contra la evolucién, contra el pueblo y por ende contra Pe ‘Ante la inminencia del anuncio de la unificaci6n de los centtos civicos femeninos y con la experiencia acatreada de tantos afios de conflicto cen el PP, Evita efectué numetosos llamados @ la unidad de las mujeres: questro programa, nuestra elevada misiGn de mujeres, de trabajadotas y de ciudadanas peronistas ¢s reforzar nuestra unidad femenina, propalar ‘ypopulatizar la doctrina de Pern, transformandonos en sus orgullosas abanderadas e incansables portavoces [...] comenzando por el hogat”. En cuanto a la organizacién del partido, lo vinico que dijo es que las “mujeres cubririan el pais de centros y ateneos femeninos de educacién yde cultura, ¢s decir, de unidades basicas femeninas. Cuando Evita se irigié a las mujeres, al refetirse a su organizacién la menciond como “Movimiento Peronista Femenino”; en cambio, al dirigirse a los hom- bres, en su discurso de Parque Notte, o hizo como “Partido Peronista Femenino”. Es probable que el cambio en la denominacién no haya sido casual, sino que buscara no inquietar alas mujeres con un término ‘como partido que podtia haber generado algiin tipo de prevencién. En (cambio, el término movimiento daba una impresién mis desdibujada e Jtnprecisa. La denominacién Movimiento Peronista Femenino se man- sHavo hasta mayo de 1950 cuando la organizacién de mujetes comenz6 allamarse Partido Peronista Femenino tanto en los discursos como en ‘Tos membretes partidarios. 4, Ba las siguientes jornadas, hablaron a raz6n de doscientas {Paujetes por dia, hecho poco usual, en un clima de orden, disciplina, Frnonlty sumo entusiasmo, Dada la cantidad de otadoras diatias no ‘Speraba que dijeran demasiado. Las mociones eran recibidas por 4 secretarfa que funcionaba en la entrada del Teatro Cervantes, Ha te auletes tuvieron iniciativas propias y hablaron sobre la his- pe de e ‘mujer argentina, Ia lucha incansable de Evita por obtener FO cok tio €l significado del peronismo, el 17 de Octubre; oe todo, manifestaron su fuerte adhesin a las obras de Terman, accion socal emprendia por Evita. La delegada por 2 llegé a decir que “negar la obra de Perdn es ser ateo en pa la Patria”. Pero otras, de acuerdo con distintos testimonios, fueron especialmente elegidas para intentar introducir un tema determinado gue hiciera a Ia organizacién femenina. “A ella [por Evita] no se le cescapaba nada, tenia todo organizado, incluso yo lei un papelito que cavi6 el canciller Bramuglia, con una declaracidn a todas las mujeres del mundo”.® La Asamblea parecia una formalidad. Las propuestas, aclamadas larga y fervorosamente entre aplausos, -vitores y estribillos popularizados pot el peronismo, fueron: encuadrara Jas mujeres bajo elliderazgo y doctrina de Peréa, proponer a Eva Peron ‘como presidente de la organizacién femenina, apoyar la reelecci6n de Peron, efectuar un censo de mujeres peronistas en todo el pafs, unifi- cat todos los centros femeninos existentes hasta ese momento, como al Ateneo Peronista Femenino, la Asociacién Pro Derechos Politicos de la Mujer, Unién Femenina Peronista, Centro Femenino Maria Eva Duarte de Pern, y también los centtos que dirigia su hermana, Elisa Duarte de Arrieta, Blisa Duarte suftié un revés durante la Asamblea. En el primer dia de deliberaciones, hizo vitorear su nombre a un grupo de mujeres de Junin, su zona de influencia, quienes adems desplegaron un afiche ‘con su cara. Fista fue la inica vez que una mujer quiso disputarle poder 1 Evita; pero el liderazgo carismitico no se comparte ni aun con una hhermana, pot mas entrafable que ésta sea. La abierta contestaci6n a la lider comporta la excomunién del oponente, como sefiala Panebianco. En caso de existir fuentes de confcto o algin atisbo de crear una ten- dencia interna, sus integrantes eran répidamente neutralizadas por la Demerara, 29 de alo de 198. = Bnueviss a Ana Maer, dela censitaen Tucumén y Santa Fe; putida acional 19521958, 2 Sein el eimosio de Tema Cabrera ania de Bvt recog por Otel Bo- ‘oesy Roberts Vaca, vin tena la ela oa su ermana isa agen ie haba dio. "Vou Ss una cla, pro ya oy aba fs hums, Tes Ger aprender tse simplemente etna de i expos del president Nada efe"iorroiy Vacs, 1971, 222). Ottostetimonion recog cays ident {etn pueden sr eels sein expeso deseo de los mismos, seflnn sp ia Date Dosa cenouhdamere secon ms poder haciendo xcesioe Pe Goss Pandan Eva ete pases a 002 de Jf de donde ea ors: sincipnprovoes un gran naj en Evita. Sin embargo minds Deas Se ou des herons de it seals i, ates Ge mon, ite uci dear anton Fundacion como la peesiienca del pao cargo de isa ina qe en lo hechos no cele Eta Yesion no ba odio ser Corrooraa por unguna ot nate, Eaters 4 Erminda Duarte de Beto 9 lider fundadora como sucedié también con las ditigentes de los centros civicos femeninos que quisieron mantener el control de los mismos. Lego de tamafio desacato, Elisa Duarte pasé parte de enferma y no concurrié alas siguientes reunione’ hasta el iltimo dia en que, de mala ‘gana, debié firmar junto a Elena Mercante, Cecilia Zatlenga de Lavia, Emma Nicolini y Margarita Pérez, el acta con las conclusiones de la Asamblea Femenina que declaraban: “la voluntad insobornable de poner en marcha el Movimiento Peronista Femenino [...] y su determinacién firme, clata e inquebrantable de luchar hasta el iltimo aliento junto a su jefa tinica y abanderada indiscutible, Eva Perén”.” También procla- maton la reeleccién de Pern aunque no adhitieron a la candidatura de Mercante a la vicepresidencia, como si lo hicieron los hombres del PP, ppese a que su esposa era Ia secretaria de Ja Asamblea femenina. Esta sitaaci6n da la pauta de la autonomia que mostré el PPF desde su inicio yyla disputa solapada por quién seria la figura que secundarfa a Perén en Ja candidatura a la vicepresidencia en una futura eleccién. Perén concuttié al cierre de la Asamblea femenina, que tuvo lugar 1.29 de julio, ocasidn en la que Evita dio un discurso adoptando, como en otras ocasiones, un vocabulario rayano al religioso.” Se ditigié a méndolas, en vatiis ocasiones, “hermanas” con las que ;pasionamiento y I ilimitada confianza en sunque, decia, ella era la mas humilde y mas obligada de todas las peronistas. Fin el discurso, Pern aparecfa como un ser de caricter divino, y ela, junto a las mujeres peronistas, como “misioneras y peregrinas de Perén”. Las mujeres, que “consolidan la obra de los hombres con su sacrifcio y tenacidad [..] sembrarfan [sed como el grano de trigo] toda su mistica y su fe” peronista a lo largo de toda la patria. La misién femenina estarfa apuntalada por dos grandes Primera, la doctrina “que recibimos directamente de "-La segunda, la unidad femenina peronista que se forjarfa sobre in, 30 de julio de 1949, Todas tas ref 3s referencias al dscurso pronunciado por Evita al términa de la Primera ‘Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino, el 29 de julio de 1949, fueron extraidas de Bva Pes6n, | 9) primera asamblea fue una suerte de una ofrenda al lider, a quien se Ie rindieron cuentas tanto sobre el comportamiento de las delegadas como sobre las decisiones adoptadas. Por su parte, Peron pronuncié un breve discurso en el que remared Ja importancia de una sociedad libre de prejuicios en a que no estuviera ausente la mitad de la poblacién argentina. Luego de hacer un paralelis- ‘mo con la mujer espartana, sefialé que “ahora nuestias mujeres empiezan a sentir nuestras inquietades porque comienzan a comprenderias [-..] dichosos los paises donde sus mujeres se interesan en los problemas de sus hombres”. De acuerdo con lo manifestado, pata Perdn la mujer ‘no se ocuparia sélo de los temas considerados como propios, es decir todo lo atinente al hogar y la familia, sino que comenzaria a interesarse en cuestiones estimadas de incumbencia singularmente masculina: lo publico, la politica, la cultura, la raz6n, la justicia. De alli en mis, ellos contatian” con la ayada de Ia mujer quien, sin dejar de ocuparse de Jos asuntos domésticos, ademas se involuctaria en temas politicos. El discurso separa claramente los émbitos de unos y otras, aunque celebraba _que las mujeres sc envolvieran en cuestiones nuevas, no as{los hombres. Es decir, la mujer se introduce en el politico, en cambio para los hom- bres no se evaluaba la adquisicién de responsabilidades domésticas. De ‘cualquier manera, quedatia por ver cémo se traducisia en la prctica el “interesarse en los problemas de sus hombres”, ‘Antes de parti hacia sus lugares de origen, las delegadas compar- ‘iecon un almuetzo con Perén y Evita en las instalaciones del aeropuerto “Ministro Pistarini” de Ezeiza, donde muchas de ellas habian sido alo- jadas. Mientras tanto, entre fuertes vitores a Pern, Evita y Mercante, el gobernadot de Buenos Aires pronuncié el discurso de cierre de la ‘Asamblea masculina en el que reforz6 la imagen de partido carismético j,valiéndose nuevamente de terminologia militar, sefial6 que la organi- zaci6n del peronismo debia ser piramidal. Se refirié a la necesidad de ordenarse en cuadros de combate, pues lo que une intimamente una organizacidn es el deber de obediencia y lealtad desde la cispide a la base. Hablé también de la existencia dentro del PP de “patisitos que ‘maniobran, negocian e intsigan con gentes que sélo tienen objetivos equeiios [...] necesitamos hombtes que piensen y obren con altura para ser dignos soldados de los grandes objetivos del general Perén”* Quizés Mercante se sefiriera a quienes pasticiparon de ls intrigas a las 3 La Nasién, 30 de julio de 1949. 7 que se vio sometido durante las sesiones de la convencién reformadora de Ia constituci6n. Sin embargo, puso a Perén por encima de ellas y & mismo, quizés con espiritu de légica supervivencia y con un claro mensaje a Perdn de lealtad y obediencia, propuso la verticalidad como * mejor organizacién del partido. ‘La Asamblea masculina finalizé con una declaracién que sefiala- ba la inquebrantable lealtad y solidaridad con el jefe del movimiento; el aplauso y la adhesi6n a la sefiora Marfa Eva Duarte de Perén por el profundo contenido humano que informaba su accién soci Ja necesidad de que el PP se fortaleciera por Ia difusi6n, asimilacién ¢ ineuleacién de su doctrina y por la racional organizacion de sus Fuerzas TLos sectores que fervorosamente apoyaban a Mercante pidieron, con éxito, incluir una cliusula que propiciaba al gobernadot bonaerense ‘como futuro candidato a vicepresidente de la Nacién. Como resultado de la primera asamblea organizativa del PP, se acordé que el Movimiento Peronista Femenino se desarrollase auténo- mamente dentro de las fuetzas peronistas y desvinculado del Consejo ‘Superior, aunque Evita, su presidenta, participaba de ese Consejo. Seria una de las tres ramas que constituirfan el movimiento peronista junto con el Pattido Peronistay la Conféderacién General del Trabajo. En un primer momento se habia hablado de una rama femenina pero luego pasé a la categoria de movimiento, para terminar como partido feme- nino. Sin lugar a dudas no es lo mismo una rama que ua movimiento y ‘menos atin que un partido. Sila organizacién de mujeres era una rama femenina entonces serfa sélo una parte del PP; si era un movimiento, una derivacién secundaria del mismo. El partido femenino, en cambio, ‘ra una entidad en si mismo y con existencia propia. : Ahora bien, equé certezas se llevaron las mujeres que asistieron ala Asamblea Nacional del Partido Peronista Femenino? La primera ee ‘era que el nuevo partido actuaria en unidad en torno a an X a la figura de Pern y que se organizarian al servicio del neces — En segundo lugar, que tendria una tinica direccién, Rete a tercer lugar, quedaron claros los lineamnientos sobre ee del PPF que lo acompafiarian en el transcurso siguientes afios, como también el lugar otorgado a la mujer Pesan ta y los limites de su participacién. Qué debian hacer y como s rganizaian Y quiénes serian y cémo elegirian a las dirigentes inter- auth en algo que todavia no tenia respuesta. ¢Cémo se conjugaria tencia de dos partidos que compartiendo simbolos,lideres, doc- 0% trinas y candidatos fueran independientes uno de otro? Esa politica y legalmente posible? 2. La ley de partidos politicos La ley 13.010 habia dado el marco legal para la participacién de las mujeres, la Asamblea dio el marco politico pari la inclusién de las mujeres peronistas, Esta situacién nueva que trajo aparejada la existencia de un partido paralelo dentro de la estructura de otro partido, levando el mismo nombre, la misma docttina, los mismos candidatos, los mismos liderazgos, necesitaba algiin tipo de regiamentaci6n que justificase y ordenase su actuacién, pues no existia hasta el momento, ningsin partido politico que estuviese dividido por sexos. Esta organizacién partidaria, ‘un tanto ambivalente, necesitaba un marco legal que la contuviera. Esa fue la ley 13.645 de régimen de los partidos politicos, que dio el marco legal especifico para el Partido Peronista Femenino. Mientras Evita se encontraba en plena tarea de organizacién del PPE el 28 de septiembre de 1949 ingres6 en la Cimata de Diputados un proyecto de ley presentado por Cémpora, Miel Asquia, Bagnasco yy Visca sobre reglamentacién 0 régimen de los partidos politicos. Si bien la oposicién durante tres afios habia reclamado con insistencia el ‘tratamiento del Estatuto de los Partidos Politicos, la subita presenta cién de este proyecto la tomé por sorpresa. El diputado Balbin sefial6 que su bloque se negaba a tratar el proyecto por considerar que no sélo no estaban preparados para que la Cémara quedase constituida ‘en comisién, sino que, ademés, sospechaban que el proyecto tenia otras intenciones y “escondia un secreto”, En un arduo debate en el que no estuvieron ausentes los calificativos de todo tipo, la opo: denuncié que el proyecto parecia ser una ley que el Congreso ‘exclusivamente para que el Partido Peronista evitara su division y disgregacién, intentando mantener la unidad que sus autoridades no lograban resolver Pero el articulo que mis resquemores produjo foe €18°, que habia sido entregado por separado, a tiltimo momento y que no todos los legisladores recibieron. 2 Ta ateacin del ipo alia hace refrnca lal 3° “Las ok res y los partidos politcos aucvos que s© reconozcan en su consectencit, podsin adoprar nombres semejantes 4 los de owos pactdos cxstentes i wiizat sen su propaganda distinivos,reantos o nombres pertenecientes a otos partidos (10) El art. 8° sefialaba que: __Lasasociaciones femeninas que tengan los objetivos y rednan los requisitos previstos en el articulo 1°, podrin actuar al amparo de la personeria politica de partidos reconocidos que sustenten Ia misma ideologta y teagan idéntica catta orgénica, sin incorporarse alos mismos y sin las restricciones establecidas en el articulo 3°. Los partidos politicos reconocidos podean incluir en sus listas de can- didatos personas pertenecientes a asociaciones femeninas que acttien bajo el amparo de su personeria politi asociacién femenina que haya actuado bajo el amparo de la personeria de un partido politico podré solicitar su reconocimiento como partido politico, sin necesidad de la antigiiedad requcrida por el art. 1° y sin las restricciones del art. 3°. Obtenido el reconocimiento como partido po- Iitico, podré integrar sus listas de candidatos con afiliados del partido al amparo de cuya personesia politica hubiera actuado la asociacién.”” Durante el improvisado debate, la oposiciGn sefial6 que i ‘culo era el principio del fraude electoral, so sl desdoblamient de los partidos politicos al servicio del oficialismo permititia combinaciones que podtian resultar en la eleccién de una cémara de diputados con una misma lista por equipos politicos que pretendieran o simulasen dispu- ‘arse la mayoria y la minoria en un comicio. Lépez Sertot denunciaba: “De esta manera podrin llevar las listas de candidatos de los partidos un Conjunto de mujeres, y la asociacién femenina, que también sostiene a Gx08 pod integra su lita de candidatos con varones, que iguran ena ‘quel partido politico [asi] nos vamos acercando al partido tnico” * Elare 1° establecia: “Toda asociacibn lat 1 elect «stable de ciudadanos unidos por principios icio de los poderes piblicos, fs del segist0 del nombre, {bei pot autoridades constituidas partidos politicos existentes se tendein por reconocidos, debiendo dar cum plimiento a ls dis Rlmlento ales dsposiciones de esa ley dento del trmino que fie la reglamen- 1103) Si bien no se utilizaria este procedimiento en las faruras clecciones, y sin saber ain cuiles podsian ser sus verdaderas intenciones, sin duda la oposicién veia en la todavia incipiente organizacién de mujeres pe- ronistas un poderoso instrumento de Perén, similar a la organizacion de los trabajadores. La ley 13.645 fue aprobada, pese al voto en contra de la oposicidn, el 28 de septiembre en la Camara de Diputados y el 30, en el Senado” La oposicién suftié las consecuencias de la ley en la eleecién de 1951 pues no pudo concurrir unida en un frente electoral, ya aque el articulo 6° declaraba que la entidad que resultase de una fusion, alianza o coalicién de dos 0 més partidos, debia ser registrada como asociacién con las condiciones establecidas en el articulo 1°, es decir, rnecesitaria de tres afios de registro del nombre, doctrina, plataforma electoral, carta orginica y autoridades para ser reconocida La ley 13.645 fue sumamente criticada por diferentes agrupacio- res. Las comunistas y las radicales se opusieron y consideraron que + esta iniciativa estaba destinada al fracaso. La sama femenina del Partido Socialista, por su parte, emitié un documento firmado por Josefina Marpons, Raméa Musiz y Alicia Moreau donde alegaban que, si bien Jas luchas feministas iniciadas 2 mediados del siglo pasado marcaban una fuerte division de sexos, esta division habia desaparecido a medida que la oposicidn asus fines iba menguando. Por otra parte, seialaban que en todos los paises en los que se habia conquistado el derecho al suftagio femenino desde 1876 en Wyoming, la mujet habia ido incorporindose lisa y lanamente a los partidos politicos existentes. La divisi6n entre partidos podia deberse a cuestiones ideolégicas, de clase, pero nunca de sexo, pues la mujer participaba de los intereses, ideas, aspiraciones del grupo social del cual formaba parte: Ja inclusién de esta disposicién en la ley no puede obe- decer sino a la ignorancia de este fenémeno universal 0 intenciones que no se hayan expresado. Un partido politico femenino esti destinado al fracaso salvo que sele alimente co se le haga triunfar artificialmente, esto es, por fraude. En. los dos casos es una peligrosa desviacién de la democracia yy cuando se trata de Ia iniciacién de las ciudadanas a una actividad totalmente nueva pata ellas, esta desviacion ser de graves consecuencias. Significaré para la Naci6n la pér- ® Ta ley 13.645 fue derogada en 1956 por decreto-ley N° 19.044, ‘ dida de una expresién nueva que hubiera podido encerrar alguna fe en sf misma, insuflando en nuestra vida politica un espfrita limpio de las viejas taras de nuestra politica ctiolla y de los vicios de la demagogia, La historia culpard a quien corresponda.”? El comentario de los socialistas estaba entreverado pot la ano- malia en que habfa sido presentado que propiciaba sospechar en una supuesta intenci6n no declarada. Si bien es cierto que las divisiones por sexo estaban menguando, atin continuaban algunas importantes ‘como la que se daba en la organizacién entre mujeres y varones en la Iglesia Catélica, donde sus miembros actuaban separadamente. Y en las antipodas, también lo hacia el Partido Comunista gon la creacién de la Uniéa de Mujeres Argentinas. Aunque es dable pensar que el asticulo 8° era a medida de la organizacién femenina que estaba en ciernes, pues al acoplarse al PP no necesitaba aguardar tres afios para ser reconocida y ademés le permitia integrarlas listas de candidatos por el partido al que se hallaba asociada. A su vez, dejaba bien en claro que las “asociaciones femeninas” podian actuar como parte de ese partido ‘mayor pero sin incorporars¢ al mismo. Hsta situacién ambigua permitia a Eva Perén hacerse cargo del partido de las mujetes sin la interven- cién del PP, pues claramente la ley estipulaba que sélo actuaban bajo. el amparo de la personeria politica. En los meses que siguieron al encuentro peronista, el Consejo Superior realiz6 varias reuniones otganizativas tal como surgié de la primera asamblea partidaria. Mercante asumi el nuevo cargo de Coor- dinador Politico entre el partido y el gobierno. El Consejo Superior traté la situacién politica de varias provincias e instruments nuevas Seis hacia los interventores, quienes debian depurar el padrén a Mientras las unidades bisicas florecian por todo el pafs, ‘onsejo Superior estableci6 que todo afiliado al partido estaba obli- gado a adherir a una sola unidad bisica ya fuese ordinatia o gremial (en breve también femeninas) reconocida oficialmente, no pudiendo existic afiliados independientes.* i “a alli en adelante, la organizacién del movimiento establecié cada una de las tres fuerzas serfa independiente una de las otras, = 2 Et Nati 25 de ocr de 1949 Dia (La Phata), 18 de octubre de 1949. 105) ‘aunque las tres persiguiesen los mismos objetivos generales, pues en Jo inmediato se ocupaban de sectores diferentes y de problemas dis- tintos. Cada rama tenia sus propias autotidades y su propia organiza. cin, adecuada a sus tareas especificas. La consecuente aceptacién de la division y representacién en dos sectores, sindical y politico, ahora contaria con una nueva rama: la femenina, Esta definicién, que lev ‘estructurar al movimiento en tres ramas, fue producto, como hemos ‘visto, de un sinfin de luchas y confictos internos que tuvieron en la patticipacién tripartita su mejor solucién. No fue aparentemente una decisién determinada la que configuré la divisién en ramas. Se fue gestando poco a poco, hasta que comenzaron a asistit a las reuniones importantes Perén como jefe del movimiento y tepresentante de la rama masculina, Evita de la femenina y el sectetario general de la CGT, por los trabajadores, Esta situaci6n no era nueva, Desde el afio 1948, los tres sectores que conformarian las tres futuras ramas del movimiento se organizaban por separado para concurtir a las manifestaciones. Asi, por ejemplo, en una esquina se reunfan las agrupaciones sindicales, en ot politicos” y en otto lugar, las mujeres, destaciindose en los diarios de la época la participacién femenina como nota saliente por el amplio ntimero aportado a las manifestaciones. Este sector femenino, ‘que se fue organizando poco a poco, espontineamente, alrededor de los centros civicos, llevé a Perén a cuestionarse cual seria la mejor ‘manera de organizarlas politicamente. Hubiera sido posible incorporat alas mujeres al Partido Peronista tal como estaba organizado corriendo el riesgo de que quedaran presas de las luchas internas que se daban en el peronismo? Este nuevo actor, vitgen en politica, stendvia cabida como sector sindicalizado dentro de Ios labotistas 0 como sector politico, dentro de los renovadores? Desde clmbito sindical era poco probable que se las incorporase, si tenemos en cuenta que el censo del afio 1947 marcaba un nivel de participacién. femenina poco significativo en el mercado de trabajo, con un registro del 22,6%." Como consecuencia légica el nivel de sindicalizacién de las mujeres no era significative, por lo cual mal podrian encuadsarse dentzo del Partido Peronista como provenientes del ambito laboris- ta-sindical. Por otra parte, es para destacar que el trabajo femenino ® Debido alas migraciones inteznas del campo ala civdad y 2 la industiaizacién gh concentraba mano de obra masculina y trocaba las formas de produccién “oméstcn alejando alas mujezes del mercado de trabajo, (009 comenzé a tener mas calihicaciéa debido al aumento de mujeres que estudiaban, registeindose en 1947 ua porcentaje del 4,1%", siendo la tendencia completar cl ciclo de ensefianza media y alcanzar el titulo ic6 un signo de ascenso social. Pero tampoco ppodia asocifrselas con los renovadores, puesto que ellos de alguna ma- nera representaban a la “vieja politica” de comité en la cual no tenfan cabida las mujeres. A ellas debfa dérseles un lugar especial, ya que podia esperarse que actuaran en politica de una manera diferente, dada su ‘qaturaleza” ¢ inexperiencia en‘estaslides. Hemos visto que este nuevo sector desde octubre de 1945 crecié considerablemente en miimero y en nivel de participacién, Ellas no podian formar parte de estas luchas intestinas entre sectores. Sin embargo, el Partido Peronista Femenino ppodtia haber quedado circunscripto a una entidad mas 0 menos organi- zada y presidida formal o simbélicamente por la esposa del presidente de la Naci6n; es decit, podria haber sido distinto, Pero no lo fae, pues también entré en juego el liderazgo que habia adquirido Eva Peron alo lasgo de esos afios que la llev6 a organizar un partido politico exclusive de mujeres, desvinculado del Consejo Superior del Partido Peronista y que le responderia sin ningsin tipo de miramientos. Conclusién “Hacia fines de 1949 ante la imposibilidad de encontrar soluciones organizativas permanentes a las disputas internas, el Partido Peronista bused centralizar mas aun el poder y la oclusién de sus espacios en tanto lugares de mediaci6n y articulacién de valores ¢ intereses en los téminos de un partido clisico. Las diferencias entre laboristas y reno- ‘adores petdieron importancia y entre sus miembros apareciezon mas bien lealtades a personas'y a la organizacién, Junto ala teansformacién gue Mackinnon describe de los laboristas en sindicalistas y los reno- vadores en politicos, se fue esfumando el fuerte intesés por construir ‘un partido obrero al estilo Jaborista inglés o un partido clisico sobre la ‘tadicion radical, Ambos proyectos se fueron desvaneciendo y su lugar fue ocupado por los sindicalistas, los politicos, las mujeres, es decit las Pac a 1947 «1 59% dela mano de obra riba 159% de a mano de obafemenina se concentra en el sector sevice dela economia bien todavia eno lier de eres Coupe Ges ea servi doméxco rene, el jo eine mses cto el calcio epleaas enn acountieacio pba, docetes nto peo ‘Sionales universitarias. Cf, Bianchi, 2000, 766. 7 won) futuras ramas cuya identidad y forma de vinculacién eta diferente de las anteriores. El desafio de crear un formato organizativo que contuviera ladiversidad social y politica de los integrantes del partido fue resuelto apelando a la aceptacién de sus diferencias. Este nuevo integrante de las fuerzas politicas peronistas, el PPR, se otganizd y activé “desde attiba”. Cuando se realizé la primera Asamblea Nacional del Partido Peronista se'sabia, también, que se ctearia una rama femenina o partido femenino y que indiscutiblemente serfa presidido por Eva Perén, La Asamblea femenina lo tinico que decidié 0 aprobé (si es que puede utilizarse esta potestad) fue: “La determinacién firme, clara e inquebrantable de luchar hasta el sltimo aliento junto a su jefa tinica y abandetada indiscutible Fiva Pern”. Las delegadas participantes de la Asamblea no propiciaron ni partici- paron en la onganizacién que las nucleatia una ver finalizada la misma. Lo tinico que las mantenia unidas entte ellas y las simpatizantes era el imperativo de fidelidad a la lider como autoridad Gnica de un partido que todavia no tenfa existencia propia, ni sabia con cudntas mujeres contarfa. Quiénes serian sus ditigentes intermedias y cdmo y quiégn las clegitia era todavia una incégnita. >» Mackinnon, 2002, 183. + Acta de le Asamblea Femenina, Demirci, 30 de julio de 1949, (108) ‘Capituio + La organizacién del partido Eva Petdn no estuvo sola en el atmado de la nueva estructura politica, La eleccién de las mujeres que sexian representantes y orga- izadoras del partido en todas las provincias y tetritorios nacionales fue uno de los temas mas complejos de la organizacién femenina. Hay {que tener en cuenta que no contaban con una tradicién y experiencia de patticipaciéa politica tal como sucedia con los hombres. Ellas to- davia eran viggenes en estas lides, por lo cual no eta una tarea sencilla comenzar de cero. O, si? Como resultado de la asamblea de creacién del PPF se propuso encuadratlas bajo el lidetazgo de Per6n; nombrar a Eva Pern presidenta de la organizacién femenina; efectuar un censo ‘de mujeres peronistas en todo el pais; y unificar los centros civicos femeninos, Ahora biea, los primeros dos puntos eran bien clatos y no dejaban lugar a dudas. ¢Cémo y quiénes tealizaron el censo de mujeres? 2Quién las eligié y qué caracteristicas bused en ellas?

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