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Ariel Schettini EL TESORO DE LA LENGUA Una historia latinoamericana del yo. | Antologia razonada de los poemas mas | escuchados en América Latina. Editorial Entropia Buenos Aes Ea {test de ogo et atceercons Saye ie Sa eee en {Ena gene Tio dl Eapa ‘Gurchgs 1258, dpm 3(CP 1414) ‘Busnes A, Arena inedlenrpacom at stoweeorsewoia mar ‘SSiosrampia bogpeecom ie: Enola Fas ep Goma Cao (© Aa Schein 2009 (Earl Eno, 2009 lana deve mains © 189, xan Riad Arnaz "Pema 0, We oma deat ne coe dea Pin Fable Neda 200, "Serio de sence compl de Aja Pei, Lumen, 200 (Herder de Agence Pe “pe dela xed Cae LS Har, © ABjndr Masi. “Te dea Maden acy Ar Care, Shay hbo tebe pol pr canara slo pois delat rachael pcnas ue epodocn en te ie Tas infarc ae peri levees tar dquo oc en ne eines een ISBN s7aser 2079749 echo dept qin a ey 11728 lpr ea Arena ner er epee de 009 Inpro Ane fine Da It ‘Alm Soler 2450 (1670) -Avelands Burne Aes Qu poi epi pc dea oben arn edt dace Para mi madre, Marta, que me enseié a ler: _y para mi padre, Daniel, que me ensefié a recitar. ‘Todo sto podrian haber concluido aquellos dectoes del mismo texto que alegaban, sil bubieran ltdo toda con buenos ojos. Mas como extos ojos extaban tan viciados, era conseeuencia necesaria que todo se vicase. ‘Situ ojo fuer sencilla, todo ru cuerpo ser resplandecient: ‘mas si fuere malo, también tw cuerpo serd tenebroso La venida del Mestas en gloria y majested, obseruaciones de Juan Josafe Ben-Ezra Manuel Lacunza Introduccién Un poema viene del cielo (Arij6n, Carrera, Teorla del Cie- 1b). Es una luz intempestiva como la de un meteoro en Ia noche que se incrusta contra la Tierra y la vuelve “mundo” (Lamborghini). Porque un poema existe cuando genera un | efecto de verdad. Esa verdad que hay en un poema es el | a ‘estelibro, ‘Se cata de una antologia (es excesivo o redundante de- cir “una antologia razonada’) de los poemas més escuchados de la lengua espafiola en Latinoamérica. Una antologie de ios versos que se grabaron en la lengua y_que fueron_per- diendo su autor (su contexto, su valor de acontecimiento histérico, para contar, ahora, una historia verdadera: pura actualizacién, puro fuera de contexto, pura posibilidad de redencién, a cada momento que se los recita) y, se volvieron creaciones de la lengua misma, Plegues extrafios de la len- gua que hablan los latinoamericanos que, al perder su yo Biogeéfico y sus pesadasataduras a una verdad del esritos, se volvieron tador lor oes Por eso discuten el lugar que tiene el” yo-en la lengua y, en ese sentido, estos poemas son apuntes pafa una historia del yo latinoameticano. Los escuchamos y los decimos como si fueran lo que son: cuerpos extrafios de la Vida metidos en nuestras vidas (Ludmer); para ilustrarlas, para buscar modos de definimnos, para jugar a que nuestra vida forma parte de un destino comin y singular al mismo tiempo. Son partes de tiempo en los que la lengua nos cons- : u nn ee pee aaantasssisnunasnusnansdnnssnadnsnns tn dansndnnssnntasentln ants banseHsustensusnnso¥ensa¥atasensnsentsasensastensavanssensasenstasansasetasentaty truye y nos dice nuestros limites. Buscar ese asombro y esa ‘magia es el tema de este libro. La tentativa de encontrar ini tilmente Ia respuesta a una pregunta y una duda que nos consume: goémo se llega a ser yor, zeémo se es uno? Aslco- mo el poe sempre nc, vail rn modo, vcs con reglas de formacién, a veces solamente sospechando que secs. io er shige do eed que el género, la poesia, tiene la misma regla de formacién 4que la lengua que todos hablamos. ¥ entre el yo y el poema se genera un dispositivo de singulatizacién y de individua- cidn en donde el sujeto relexiona los modos de negociacién con el limite, con un afuera (del yo, de ka poesia) que no ce- sa de transformarnos/se y no cesa de recitarnos que somos/es el mismo (poema) que habla. O tambien se podria decir de otro modo: son poemas que construyen la ubicuidad del yo; el yo que nombran fue «erosionado de su vor prehistérica y auroral y se transforma- yon en productors de subjeividado provcadoe de yo. explican, lo condensin y lo despliegan para compren- derse en el mundo. acer ct Apartado de ls escuclas, de los movimientos o de las es téticas que le dieron lugar, o de su nacionalidad, el poema €s un objeto vivo, que respira, que se transforma y que, a Este libro es el proyecto de encontrarse con el poema en. tun instante de ou evolucin y revisar su historia y compro- ‘meterlo para el futuro. No represeritan mds que a sf mis- ‘mos, porque fueron escritos; y si aparecieron e insisten en aparecer es porque se produjeron y se producen como con- taste sobre la lengua dicha, contra la historia, contra su propio presente, para definirlo del todo y para deshacerse definiitamente del empo. a 12 Son una serie aleatoria y, a la vez, necesaria de poemas «que estén en la memoria de la lengua, que van hacia la me- ‘moria, es decir, que la lengua los necesita y los usa, y que vienen de la memoria de la lengua. Son un momento de configuracin en la historia del cuerpo (de cada cuerpo, ca- dda vez que se corporizan en quien los recita)y sirven como ccoartada para hacer colisionar la individualidad frégil del ‘cuerpo con la vordgine de la historia. En alguna perspectiva podrfan ser los escudos capaces de defendernos del huracin de la historia que nos arastra (Benjamin). Se configuraron como un momento de sedimentacién de fas capas geol6gicas de las que esté construida la lengua, que nos explican el uso de fa lengua, sus confines, sus limits, us posibilidades y su relieve. Hasta dénde es posible decir yo, dénde termina y dénde empieza un cuerpo que habla y que cialoga. Porque el primer lugar indiscutible del yo ese didlo- go, es decir a incertidumbre. Sobre esa incertidumbre se ins- cribieron estos poemas y sobre ella siguen respirando. Ente la incertidumbre de su formacién y la de su uso, «estos poemas son ~entonces~ fragmentos para narrar una historia de la violencia. La violencia con la que aparecen los poemas, como si se tratara de una interpelacién generaliza- daa la lengua y a necesidad de decie una verdad del yo. Yla poesia, asi convocada, concurre a esa violencia y cabalga so- bre ese mar de imposibilidad, de silencio, de negacién y de palabras para responder a la violencia y responder al yo del poema, y se monta sobre ella como si se tratara de una bes- tia ala que hay que domesticar. Es también una historia del alter ego, postulada por el lengua; la consteuccién de un espejo que no nos devuelve una mimesis donde reflejarnos, que no duplica al mundo sino que lo reconstruye con los materiales que encuentra 2 13 ‘mano. Un espejo que, como tantos en la literatura (Blanca niewes, Alicia a través del expejo, Borges, El epejo de las enig- mas), tiene voz propia y construye otro espacio. En ese lugar donde el mundo es pura construccién, porque lo es el Yo, entonces la cultura se vuelve un material plistico, mil Y experimental como si, al mismo tiempo, se la hiciera dé- cil se la postulara como la tiniea forma posible. Vista des- de la perspectiva del yo, la cultura es un espacio que se cexperimenta, ala vez, como completamente claustrofsbico © como disuelto por la infinitud de sus propias potencias. ‘Tomar partido por una u otra perspectiva es siempre una operacién politica. De allf que el proyecto de este libro se plantee sobre la voluntad de liberar al poema de todas sus ataduras: la histo- ria, la sociedad, el espacio, la biografi, las escuelas, los mo- Vimientos , por iio, la lengua. Permitisle vivir y respirar como si se tratara de un objeto que llegé al mando para generar el mundo u otro mundo probable: el Ni ‘Mundo, A partir de ahi escucharlo como si fuera la tinica Jengua posible y la nica lengua traducible. Si en la metéfora con la que Gombrich describe la his- toria, un hombre se alejacorriendo con una antorcha hasta donde la luz se hace casi invisible y deviene un punto que finalmente se pierde en la oscuridad, estos poemas son, en= tonces, el fuego de esa antorcha o, més especficamente, fa combustién. Método ‘Como se trata de una historia de objerosinicos, formas de vida singulares que no responden al llamado del género ni 4 cla especie (reunidos bajo el téemino poesta, porque lo que ee eee cho para decir del método, salvo por un serie de rechazos. El primero fue ratar de sacar al poema de cualquier ge- neralizacién y observario en el lugar del yo (es decir, en el lugar donde es tinico). Nada destruye ada literatura como na geneslinin, Sil estar dai algo = porgue no se puede someter a ninguna relacién de género y especie. ‘Todi, com extmos somedidos alos ltumos rabies del positivismo, nos parece que reconocer una obra dentro de tun period del arte es decir algo de ella, cuando en reali- dad sabemos que de exe modo le ponemos un veneno que la aniquila lentamente. a a smo se trata de poemas “escuchados” y “memorizados” es necesario buscar su potencial en un lugar de inseguridad, que es el lugar donde “aparecen” o donde caen. Ponerlos en telacién con otros objetos completamente inesperados pa- ra poder entender su capacidad de ser intempestivos. De- vyolverles a los pocmas lo que ellos dan: un plus de sorpresa, de exceso de sentido y una toma de distancia con respecto a la lengua en la que fueron escritos. Silo fueron, si alguna ‘vez pudieron ser pensados como poesia, es porque entra- ron en un estado de deriva con respecto al lenguaje en donde estaban pensados (con respecto al género, al habla, a la vida, et.) ‘ La literatura desnuda, tal sera, si existiera el modelo po- se: Una erarur (un corpus de ets efron deg dos por el azar y por la historia) destinados para una sola ee eee eee ae sobrevivi y seguramente el que la literatura us6 para persis- tir ahogada y acosada por todas las ciencias. 15 nnn nnRNnInnncneceecteeeceetecerceetececet cee CeeeteceereeeeeR eee accra cece cece cece Nunea develar una metéfora, sino ponerla en pric N sino ponerla en prictica. Surificar la metdfora (0 expicara) ee condenata set siempre pasado, cosa ya terminada y resuelta, objeto de ‘consumo cultural". Por el contratio, hacerla parte del uso seria dal un intertio pr donde se capa aca el fuaro ¥ no se deja jams ser objeto del consumo sino sujeto ela produccién. cae Aceptar con humildad lo que el poema quiera deci sin imponetle sistemas teéricos (como i existiera tal cose) 0 aplcarde modo suortaio una forma de pnsamieno pe 3 torturarlo y hacer que el poema diga lo que no quiere, no sbeonoleimporaded Por tltimo, el método exigfa aprenderlos de memori «8 decir, hacerlos partes del cucrpo, aceptaros como lo ex. trafio que vive en nosotros (levarlos a pasear, al gimnasio, al trabajo, de vacaciones; permitieles resonar en todas las Gieunstancis poses y en cualquier, de modo aesto- Flo). Encamnar el poema y ponerlo, ponerse, ponemnos a prueba de acuerdo con la ley més inexorable de la traduc- cidn, y por lo tanto, de a lectura: la que dice que todo lo que se puede decir, se puede deci, ambién, de otro modo (Alcalde). ¥ lo contrario también es verdad: un mismo Poema (una misma secuencia ingaca) puede apaecer para iluminar acontecimientos diversos y aun antagénicos dela vida. cca Selecciin Sellama literatura a una multiplicidad de précticas muy di- versa. Por eso es un objeto de estudio. Cada pritia etd crientada en relacin con algiin canon 0 concepcién de la 16 liceraturay la lengua. Este es el andlisis de un canon litera- riot el de los textos més usados en la vids cotidiana, en la es- cela, en las antologias dela literatura y de la poesta. Sin dudas un canon mucho més rigido que el de las academias y el de los cendculosliterarios que estén siempre buscando la novedad y a imposibilidad, Este es el canon lterario més aprovechado por convenciones de ambitos exterioresalali- teratura con los cuales disputa su lugar socal y su uso (la insttucién escolar, las religiosas, las campafias de afabetiza- cidn y ls estatales de fomento de la letura, et.) ‘Tambicn éste es el mundo de la lucha contra las con- venciones y el de le colisién entre poesia y sentido comiin. Ede la poesta ejemplar: funcionan para ilustrar y se de moran en situaciones més 0 menos complejas de la vida cotidiana, Suelen ser usados a la manera de ejemplo para observar un punto de inflexién, el vértce del cambio social 6 para disciplinar estudiantes y ordenarlos hacia la comple- jidad de un estudio riguroso. Por eso, en la mayorfa de los casos, su lectura no es necesatia; con su aparicién como ac- to formal de intervencién de la poesia en la vida 0 de insta- Jacién literati, aleanza. Pero, justamente, por ser el universo més disciplinario de la liceracura también es el més répidamente reversible, porque cuando se los usa como parte de un reglamento es- tallan en sus funciones especificas y répidamente mues- tran hasta qué punto estén pensados como una ley que se pone a un orden. Condenados a un suefio letirgico, su poder quedé disuelto por el veneno més ponzofioso que nuestra sociedad impone a aquellos objetos con los que no puede lidiar del todo: el respeto. Y respetables como son, agonizan en manuales y efemérides, amordazados por el aburrimiento. 7 En la medida en que la cultura inevitablemente invierte los valores para domesticaros, estos poemas son y serin ta- tados como una amenaza mis alas fuerzas que la desaflan: son considerados un ejemplo de destreza y de poder. Pero en realidad nacieron a su género con el sentido antagénico. Son lo opuesto a un ejemplo: una pura singulaidad salvaje que quetia saltar sobre la lengua, pegar un zarpazo més alld de laccultura para llegar a un més alld inconcebible, La cultura inevitablemente los digitié y los devolvié a su medio, como bestias institueionalizadas y refrenadas. In- Vii su valor saan. ¥ gus os repetimosy se ‘guimos memorizando para conjurar su poder. Eat Ibo es entonccs, una een 4st formalidad Es tratar de entender cudles son los eontenidos histéricos de la aparicién de la parsimoniosa formalidad de la poesfa en uestras vidas y en nuestros pases. Personas Mientras escrbfa el libro y lo comentaba con amigos y co- nocidos, invariablemente me preguntaban por los poemas seleccionados, e invariablemente me respondian con el ‘nombre de la persona que conocian que los rectaba: Mi abuela lo decia’, “/Aht.. Yo tenfa un tio que lo sabi. Nunca me hablaban del autor. El autor ya se habia en otros yoes. La referencia siempre se hacta a otto "yo" que t habla propido del pon om ils pore us que no contemplara subjetividades sino que se apropiara de cls yas ware como medio, como va regi pss poe pia reproduccién (Burroughs). ¥ también me obligaban con sus propias “antologia:” e sxites ‘A medida que el tiempo de ereacién del poema se acer cal presente, entonces, la antologia'se transforma de los, poemas més escuchados a los poemas més escuchados por tun yo y el pequeio circulo de personas que lo rodea. Una antologta cada vez més intima. Y cuanto més se acerce all resent, se acerca mas al yo. Posiblemente yo mismo haya sido el nico lector del «timo poema. Porque el presente cs, para el yo y también para la poesia, el terreno mds ines- table y el més inseguro; el teritorio menos conocido, el més fst la posibilidad aberta Como todo libro, éste también estd escrito por una voz colectiva en cuyos intersticis se debate el “yo”. De modos dliversos, estas personas me ayudaron a pensarlo, me presta- ron sus bibliotecas, sus ideas y me acompafaron en el cami- no. Los nombro porque es el inico modo en que puedo imaginar un agradecimiento para el que no tengo otras pa- labras. Ellos son: Jorge Panesi, Hona Aczel, Josefina Lud- met, Daniel Link, Cecilia Palmeiro, Laura Muchnik, Roberto Di Lorenzo, Juan Aramburu, José Miguel Onain- dia, Darfo Sztanjszrajbes, Guadalupe Salomén, Roberto Fernindez, Marcelo Topuzian, Sergio Piasck, Sylvia Mo- Hoy, Fermin Rodriguez, Indran Amirthanayagam, Anna Kezumi Stabl, Martin Paz, Rail Ilescas, Santiago Vega, Ti- smo Berger, Amético Castilla, Hugo Mujica, Tomés Barto- lett, Diego Pelle, mi tia Nélida Ferndnder de Chialchia y Carlos Starla. 19 1682 / SOR JUANA INES DE LA CRUZ Redondillas Arguye de inconsecuentes el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causan. Hombres necios que acusais a la mujer, sin razor sin ver que sois la ocasién de lo mismo que culpais; si con ansia sin igual solicitais su desdén, por qué queréis que obren bien Silas incitais.al mal? Combatis su resistencia y luego, con gravedad, ‘decis que fue liviandad lo que hizo la diligencia, Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al nifio, que pone el coco y luego Ie tiene miedo. Queréis, con presuncién necia, hallar a la que buscais, : 23 para pretendida, Thais, yen la posesién Lucrecia. Qué humor puede ser mas raro Que el que, falto de consejo, €1 mismo empafia el espejo, y siente que no esté claro? Con el favor y el desdén tenéis condicién igual, uejandoos, si os tratan mal, burlandoos, si os quieren bien. Opinion, ninguna gana, ues la que mas se recata, sino os admite, es ingrata, ¥ Si 08 admite, es liviana, ‘Siempre tan necios andais, ‘que, con desigual nivel, @ una culpais por crue! ya otra por facil culpais. Pues cémo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende, yla que es facil entada? Mas, entre el enfado y la pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere ¥Y Quejaos en hora buena 24 rT Dan westras amantes penas asus libertades alas, y después de hacerlas malas Jas queréls hallar, muy buenas. {.0ual mayor culpa ha tenido fen una pasién errada: Ja que cae de rogada, co el que ruega de caldo? 20 cual es de mas culpar, ‘aunque cualquiera mal haga; Ja que peca, por la paga ‘el que peca, por pecar? Pues, ¢para qué os espantais de la culpa que tenéis? Queredias cual las hacéis hacedias cual las buscais. Dejad de solicitar, y después, con mas razén, ‘acusaréis la aficién de la que os fuere a roger. Bion con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa ¢ instancia, juntdis diablo, came y mundo. 25 La primera edicién de este poema es del afio 1682. Esté constituido por una serie de diecisiete redonuillas (esrofas de cuatro versos de ocho silabas con la rima ABBA). Su ti tulo dice que el poema es una argumentacin y lo anuncia ‘como un razonamiento de tono ligero al poner en la accién de los hombres dos palabras que son anagramas: “acu- san"/“causan". El humor es uno de los temas de discusiéns *,Qué humor puede ser més raro..". Yes que el retruécano verbal y el juego de palabras son considerados instrumentos tipicos del barroco para descubrit, por efecto de la explora ci6n que suponen, temas graves, seculares, 0 nombrar expe- riencias innombrables, El tono lidico con el que se inicia el poema evoluciona, redondilla a redondilla, hacia la denuncia social, y aquello {que comenzé acaso como un juego se transforma, por efec- to de la acumulacién de argumentos, en la peor acusacién que puede hacer una persona religisa: los hombres necios junean “diablo, carne y mundo"; es decir, todo aquello contea lo que edricamente lucha la insttucin de la igksi: cl mal, la lubricidad y la secularizacién. Esa oscilacidn entre los hombres que piden ("deman- ddan’, “incitan”), las mujeres que se recatan ("retenen” y “se centregan’) y los hombres que, finalmente, rechazan (‘se burlan” y “acusan”) est iluminada por la dialécticaaristoté- Tica que en el siglo xV1t es considerada y levada a la préctica 2 como la herramienta bésica del pensamiento.' La dialéctica de Arise6teles, es decir el modelo del pensamiento dialogado ue permite Ia obvencin de la verdad razonada mediante la posi, es el tema y la estructura alrededor de los cules gi el pocma, E us lterario de Aristteles aparece en el ba- froco como superacién del neoplatonisimo, encarnado en ell ‘amor cortés, que habia saturado la poesta en lengua espafio- la del siglo anterior sobre aquello que tenfa como tema los vinculos amorosos 0 eréticos. La daléctica surge, entonces, como opesiciéa y como un cambio en la moda. El pocma de Sor Juana no sélo descarta el platonismo que inspira a los amores intelectuaes y casos, sino que esté escrito como rechazo a los términos del amor cores, a su retérica ya su idcologla. El amor cortés, como forma del contenido de la poesia amorosa, ue practicado por la misma Sor Juana en incontables oportunidades, de modo que ella conoce su discurso y sus figuras. Si se observan las acciones de los hombres que describe el poema, se puede notar que su pa- trén de conducta es exactamente el del cortesano. En el ea- tdlogo de la poesta espafiola del Siglo de Oro, esas acciones corresponden a los lamentos y las diatribas del amante cor. tés que nunca ve satisfechas sus demandas, que pone a la ‘mujer en un lugar de superioridad a cambio de su castided * aNos veremos acusados do exagerscién si detimos que mientas en Siglo XU el platonismo hi wry ais niles y mas fen ellos para uso de la conversacin cortéa, la doléctica eistatlios habia degencrado de igual manore en ciputas no ya acerca de mate, "as teoldgeas, com en Ia Edad Mecla, sino sobre pesatiompes Inge loss tales come la empresa que, por una curls distorslon co a Berspectva, era jumjada superie a todae las demas prucclonee cel eeplitu? Fraz, Mato. Imagenes del barrco, Madd ealtoral Srl, 2008, p70. 28 we su renuneia, que se somete a su voluntad para obtener sus favores y que la desecha cuando ella responde a la carnali- ‘desus propios deseos. ty pores cel laren el que Sor jana uc alos hombres es un espacio puramente dscursvo; lo nico que hacen los hombres es hablar: “acusan, “soicican’,“deman- dan’, “inciuan’, “dicen’, “se quejan’, “se burlan’,“opinan’, “culpan’, *se ofenden’, “se enfadan’, “ruegan’, “se espan- tan”, “prometen” ¢ “instan”. Todos son verbs declarativos 0 ‘expresivos, todos son verbos en los que la tiniea accién que Ilevan 2 cabo los sujetos es lingDstca. Mientras que las mu- ies lo que atime "een poms, no disn na 2. Ellas obran, son livianas o diligent, tratan mal, quieren i pisos oe cereale a ingratas, son hechas, son halladas, caen, pecan; pero cuando ruegan, pueden set sacusadas “con taz6n:"...con més razdn acusards a aficibn! dela que os fuere a roger’? De modo que la denuncia de Sor Juana es contra un tipo de lenguaje, o contra un uso del len guaje que provoca acciones no lingtisticas. Su lucha es con- sa un mad lngisicn de constucin de los paeon y cllo interviene sobre toda la poesia. El asunto del poe tna es, entones, los mordos que tene el género a representar la guerra entre los sexos en el amor cortés. Se tr=- tr de una datba conta los modos de represenacin en l poesia de lo que ahora llamariamos, sin dudas, la histeria ‘masculina, De esta manera las redondillas estén escritas con- twa un género literario, contra una forma dada al pense- rmiento, contra un género sexual y contra un tipo de comportamiento social instigado, favorecido y exaltado en 1a posfa amorosa inmediatamente anterior a Sor Juana. 2 Leura es mi, En adele las cries on eda las its son pronis. 29 naan decd Pero si el pocma se caracteriza por ser ese monumento Inicial de la poesia latinoamericana es porque la batalla que ‘Sor Juana inaugura tiene repercusiones muy diversas, Todas las luchas ulteriores por la identidad latinoamericana han tenido en este texto su lugar ejemplar: primero, se erata de una lucha en la que se pone en evidencia el diseurso del cencmigo. Se lo teatralizay se lo exhibe como si se fuera una exposicién. Segundo, se roman los elementos de ese discur. soy sc los leva a la prictca: Sor Juana se burla de las bur. Jas, denuncia las denuncias, pueriliza los gestos infantles ("Parecer quiere el denuedo/ de vuestro parecer loco,! al ni. ‘..”). O sea que se trata de buscar en el diseurso del orzo los puntos donde se da vuelta completamente y se enfrenta consigo mismo: “.., aunque la perspectiva de lo uni- versal sea necesaria para que la singularidad sea posible. Lo singular (Ti) se pregunta por fo universal (poesia). Y en esa pregunta su perfil se hace posible, Poesia soy, exist, es, ers. “Todo eso que la poesia es (aunque tendria que decir “so- smo’, pero negando lo plural, lo general o lo universal del so- mos) cuando nos preguntamos qué es la poesia 0 qué somos. Exe ri que define la poesia es también un momento fan- dance en la historia de la liceratura: de all en adelante toda poesia se definiré por una circunstancia de didlogo entre vo- ‘ces, de modo que la poesia (es decir la verdad) quedardrepar- tida, partida, escindida en una serie de voces que la comparten. Desde ese poema en adelante, toda poesia se vuel- ve la infinitad del “td” (un nombre que puede ser llenado ca- avez por un contenido distinto) que es, al mismo tiempo, la verdad de la poesfa. La poesia no es nada sin ese momento transcendental en el que su verdad se ve por primera vez es cindida en la comprensién o la guerra de un didlogo.® sa estructura a dos voces del poema, la vor del que dice yoy vor dela poesa, que necesita que le hablen, que la de- finan, que la nombren, a partir de este poema queda fj en el sgénero. De este poema en adelante todo poema consta de dos vyoceso de una vor doble duplicads,partida,fragmentada, que hhace que el poema sea al mismo tiempo oral y escrito, dicho y leido,recitado y ritmado, libre y medido, ctado y nombrado. Yel yo es solamente el espacio de una herida. La pupila clavada al ritmo de la pregunta por el género. se genera un efecto po * Nanoy, Jeantue Le partage des vol Paris, Gale, 1982. 55 En 1980 John Ashbery el poeta americano, labors una nueva versién del mismo tema, en su libro Shadow Train, ‘que acaso vag a pena comparat, Paradoxes and Oxymorons? ‘This poem is concerned with language on a very plain level Look at stalking 1 you. You lok out window (Or pretend to fidget. You have it but you don't have it You miss i, it mises you. You mis each other The poem is sad because it wants to be yours, and cannot Wat’ a plain evel? Is that and other things, Bringing a System of them into play. Play? Well, actualy ys, bus I concider play tobe. A deeper outside thing, a dreamed role pattern, Asin the division of race these long August days Withowes proof. Open-ended. And befre you know 1 gets loin the steam and chatter of typewriters, " Paradoas y ximoron Este poema tlene que ver can of leguaja en un vel muy simple. / Mis: 'o nabarte, Mids ras une veotana/ O sinus inultarte Lo tens pe Fo no lo tenés./ Lo perdés, te plede. So plerden mituamente,// El oema esta triste porque quire ser tuo y ne puede zQus es wt rvel ‘Simple? Es aqueloy otras cosas/ al pane n ego un sltema de los. Jv0492/ Bueno, si en eaidad, parle considers jeg uo. // Rigo ‘més profundoy excerior, un pattn de roles sofedes/ come la vistin fe le grocia estos lrgos das de agosto/ sin pruebas. Con fna bier to. ¥ antes de que te des cuenta/ se plese ene very totac de ms: ‘inas de eserbi.// Se uge unavez mss, Creo que ests solamente) ara incitorme 8 hacerlo, s tu nvel,y entonces no estés/ 0 adoptaste lun ciferente estaco de anim ¥ el poema/ me ba suavemente atu 0, £1 poema 80s ws. (La vaduccion es mia) 56 1 hasbeen played once more. I bink you exis only ‘To tease me into doing it, on your level, and then you aren there Or have adopted a diffrent attitude. And the poem Has set me sofily down beside you. The poem is you Encontramos en los dos poems los mismos elementos: didlogo reflexivo, preguntas y respuesas, especulacién so- bre el tema de la mirada y ierta violencia erética como par- tes esenciales de su construccién I6gica para descubrir las leyes de construccién del género. Pero ahora la segunda per- soma ya no puede ser todo el género, apenas lealcanza para serun solo poema, 57 4826 / ANDRES BELLO silva I: La agricultura de la Zona Torrida {Salve, fecunda zona, que al sol enamorado circunscribes ‘el vago curso, y cuanto ser se anima ‘en cada vario clima, acariclada de su luz, concibes! Ti tojes al verano su gulrnalda de granadas espigas; ti le uva das a la hirviente cuba; no de purpGrea fruta, 0 roja, © gualda, a tus florestas bellas falta matiz alguno; y bebe en ellas aromas mil el viento; y greyes van sin cuento paciendo tu verdura, desde el llano ‘que tiene por lindero el horizonte, hasta el erguido monte, de inaccesible nieve siempre cano. Ti das la cara hermosa, de do la miel se acendra, por quien desdefia el mundo los panales; ‘Gen umnas de coral cuajas ta almendra ‘que en la espumante Jicara rebosa; bulle carmin viviente en tus nopales, ‘gue afrenta fuera al mrice de Tiro; 6 y-de tu afi la tinta generosa mula es de la lumbre del zafiro. El vino es tuyo, que la herida agavet para los hijos verte del Anahuac feliz; y la hoja es tuya, que, cuando de save ‘humo en espiras vagoroses huya, Solazaré el fastidio al ocio inerte. Td vistes de jazmines el arbusto sabeo? Yel porfume le das, que en los festines la fiebre insana templaré a Lico. Para tus hijos la procera palma? su vario feudo erfa, yel ananas sazona su ambrosia; su blanco pan la yuca; ‘Sus rubias pomas ia patata educa; yel algodén despliega al aura leve las rosas de oro y el vellén de nieve, Tendida para tila fresca parcha® 5 Age. Magy ota (goe ence Las de pus (8-0 oso cas pl el ona partner al aa en een eee) + Elcaé os oigario co ab ya is esumaso enclose re no oda de au parte cl aren en uses fone oe Sos {he os abalone cone hoes aa ° Nino de wesnes pnt ong cn a pins en ove ah de pots ‘tos af hon pan che, re Sete fae borage cera, lefia, cuerdas, vestido, etc. ie nee “No 9 dob condone tna Recaen un deoenaro Y morse ator fo arta de cya ar hae pan se Sasie {que a Jotepna mentee noes, cress vo eeerinene oe Gtstetano bao enone go ya) eon ia ure aes woot Parca. Este nove aed en Yomi alas Posias 9 son ‘sey sino on ence, cabo, j pea tos 62 en enramadas de verdor lozano, uelga de Sus sarmientos trepadorés: nectareos globos y franjadas flores; Yara ti el maiz, jefe altanero Ge la espigada tibi, hincha su grano; y para ti el banano® desmaya al peso de su dulce carga; el banano, primero de cuantos concedi6 botlos presentes Providencia a las gentes del ecuador feliz con mano targa. No ya de humanas artes obligado el premio rinde opimo; no es ala podadera, no al arado deudor de su racimo; escasa industria bastale, cual puede hurtar a sus fatigas mano esclava; ‘rece veloz, y cuando exiausto acaba, adulta prote en torno le sucede. Mas joh! jsi cual no cede el tuyo, fértil zona, @ suelo alguno, y.como de natura esmero ha sido, de tu indolente habitador lo fueral {hl jsi al falaz rdido, “£1 banano es el vegetal que pincipalmentecutvan para silos escla- vos de la plntacones o havendas,y del que sacan medias oir atamenta su subsisoncia,y casi todas as cosas que les hacen tolerable la Waa. Sabico os aus el bananal no slo da, a poporcign del, ‘terreno ave ceupa, mas canided de almento que inguna oa siembra © plano, sino que do todos fos vegas almmentcos, este es el que pide menos trabajo y manos cuidado. 63 la dicha al fin suplese verdadera anteponer, que del umbral le lama del labrador sencillo, lejos del necio y vano fasto, el mentido brillo, el ocio pestilente cludadano! ¢Por qué ilusion funesta aquellos que fortuna hizo sefiores de tan dichosa tierra y pingie y varia, el culdado abandonan yala fe mercenaria las patrias heredades, yen el clego tumulto se aprisionan de miseras ciudades, do la ambicién proterva sopla la llama de civiles bandos, © al patriotismo la desidia enerva; do el lujo las costumbres atosiga, ycombaten los vicios la incauta edad en poderosa lige? ‘No allf con varoniles ejercicios ‘se endurece el mancebo a la fatige; ‘mas la salud estraga en el abrazo de pérfida hermosura, ‘que pone en almoneda los favores: ‘mas pasatiempo estima render aleve en casto seno el fuego de ilicitos amores; © embebecico le hallaré la aurora ‘en mesa infame de ruinoso juego. En tanto a la lisonja seductora del asiduo amador facil ofdo 64 da la consorte; crece en la matema escuela de la disipacion y el galanteo la tiema virgen, y al delito espuela es antes el ejemplo que el deseo. 2Y seré que se formen de ese modo {os animos heroicos denodados {que fundan y sustentan los estados? ge la algazara del festin beodo, (0 de los coros de liviana danza, la dura juventud saldra, modesta, orgullo de la patria, y esperanza? {Sabré con firme pulso de la severa ley regir el freno; brillar en torno aceros homicidas cen la dudosa lid vera sereno; ‘ animoso hard frente al genio altivo del engredo mando en le tibuna, ‘quel que ya en ta cuna durmié al arrullo del cantar lascivo, que riza el pelo, y se unge, y se atavia con femenil esmero, yen indolente ociosidad el da, 0 en criminal lyjuria pasa entero? No asf trat6 la triunfadora Roma las artes de la paz y de la guerra; antes f16 las riendas del estado ala mano robusta ue tost6 el sol y encalleci6 el arado; y bajo el techo humoso campesino los hijos educé, que el conjurado ‘mundo allanaron al valor latino. 6 {Oh jlos que afortunados poseedores habéis nacido de la tierra hermosa, fen que resefia hacer de sus favores, ‘como para ganaros y atraeros, quiso Naturaleza bondadosal romped ol duro encanto que os tiene entre murallas prisioneros. El vulgo de las artes taborioso, el mercader que necesario al lujo al lyjo necesita, Jos que anhelando van tras el sefiuelo del alto cargo y del honor ruidoso, la grey de aduladores parasita, gustosos pueblen ese infecto caos; el campo es westra herencia; en él gozaos. zAméils la libertad? El campo habita, © allé donde el magnate ‘entre armados satélites se mueve, y de la moda, universal sefiora, va la raz6n al triunfal carro atada, ya la fortuna la insensata plebe, yy el noble al aura popular adora, £0 la virtud amais? jAh, que el retiro, la solitaria calma fen que, juez de sf misma, pasa el alma a las aociones muestra, fs de la vida la mejor maestral zBuscéils durables goces, felicidad, cuanta es al hombre dada ya su terreno asiento, en que vecina cesté Ia risa al llanto, y siempre, jah! siempre donde halaga la flor, punza la espina? 66 Id a gozar la suerte campesina; Ja regalada paz, que ni rencores al labrador, ni envidias aclbaran; fe cama que mullida le preparan cl contento, el trabajo, el aire puro; yel sabor de los féciles manjares, que dispendiosa gula no le aceda; yel asilo seguro de sus patrios hogares que a la salud y al regocijo hospeda, El aura respirad de la montaia, ‘que vuelve al cuerpo laso cl perdido vigor, que a la enojosa velez retarda el paso, yel rostio a la beldad tine de rosa, Es allf menos blanda por ventura de amor la llama, que templé el recato? 40 menos aficiona la hermosura ‘que de extranjero ornato yaafeites impostores no se cura? 40 el corazin escucha inditerente el lenguaje inocente que los afectos sin disfraz expresa, ya la intencién ajusta la promesa? No del espejo al importuno ensayo la risa se compone, ef paso, el gesto; ni falta ali carmin al rostro honesto {que 12 modestia y la salud colora, ‘il la mirada que lanz6 al sostayo timido amor, la senda al alma ignora. LEsperaréis que forme mas venturosos lazos himeneo, o7 do el interés barata, tirano del deseo, ‘jena mano y fe por nombre o plata, que do conforme gusto, edad conforme, yelecci6n libre, y mutuo ardor los ata? Alf también deberes hay que llenar: cerrad, cerrad las hondas heridas de la guerra; el fértil suelo, spero ahora y bravo, al desacostumbrado yugo torne del arte humana, y le tribute esclavo, Del obstriido estanque y del molino recuerden ya las aguas el camino; el intrincado bosque ef hacha rompa, consuma el fuego; abrid en luengas calles la oscuridad de su infructuosa pompa. Abrigo den los valles ala sedienta cafia; la manzana y la pera ena fresca montafia el cielo olviden de su madre Espafia; adorne la ladera el cafetal; ampare 2 la tlerna teobroma en fa ribera Ja sombra maternal de su bucare;? aqui el vergel, alla fa huerta ria... GES ciego error de ilusa fantasia? Ya décil a tu voz, agricultura, "El cacao (Theobroma cacao L.) suoleplantarse en Venema la som rade dboles eorpulntos larados bucares, 68 nodriza de las gentes, la caterva servil armada va de corvas hoces., Mirola ya que invade la espesura {de la floresta opaca; vigo las voces, siento el rumor coffuso; el hierro suena, los golpes el lejano ‘eco redobla; gime el ceibo anciano, que a numerosa tropa largo tiempo fatiga; batido de cien hachas, se estremece, estalla al fin, yrinde el ancha copa. Huy6 la fiera; deja el caro nido, deja la prote implume ‘el ave, y otf0 bosque no sabido de los humanos va @ buscar doliente... Que miro? Alto torrente de sonorosa llama corte, y sobre las ridas rinas de la postrada selva se derrama. El raudo incendio a gran distancia brama, yel humo en negro remolino sube, ‘aglomerando nube sobre nube. Ya de lo que antes era verdor hermoso y fresea lozania, s6lo difuntos troneos, ‘solo cenizas quedan; monumento de la lucha mortal, burla del viento. Mas al vulgo bravio de las tupidas plantas montaraces, sucede ya el fructifero plantio en muestra ufana de ordenadas haces. Ya ramo a ramo alcanza, 69 y a los rollizos tallos hurta et cia; ya la primera flor desvuelve el seno, bello a la vista, alegre a la esperanza; a la esperanza, que riendo enjuga del fatigado agricultor la frente, ¥yalla a lo lejos el opimo fruto, y la cosecha apafiadora pinta, ue lleva de fos campos el tributo, colmado el cesto, y con fa falda en cinta, yy bajo el peso de los largos bienes con que al colono acude, hace cruji los vastos almacenes. iBuen Dios! no en vano sude, mas a merced y a compasion te mueva la gente agricultora del ecuador, que del desmayo triste con renovado aliento vuelve ahora, y tras tanta zozobra, ansia, tumulto, tantos afios de fiera devastacion y militar insulto, ‘adn mas que tu clemencia antigua implora Su ristica piedad, pero sincera, halle a tus ojos gracia; no el risueno orvenir que las penas le aligera, cual de dorado suefio visién falaz, desvanecido llore; intempestiva lluvia no maltrate el delicado embri6n; el diente impo de insecto roedor no lo devore; safiudo vendaval no lo arrebate, ni agote al érbol el materno jugo 70 {a calorosa sed de largo estio, Y pues al fin te plugo, arbitro de la suerte soberano, que, suelto el cuello de extranjero yugo, ‘ergulese al cielo el hombre americano, bendecida de ti se arraigue y medre su libertad; en el mas hondo encierra de los abismos la malvada guerra, yeel miedo de la espada asoladora al suspicaz cultivador no arredre del arte bienhechora, que 12s familias nutre y los estados; la azorada inquietud deje las almas, deje la triste herrumbre los arados. ‘saz de nuestros padres malhadados explamos la bérbera conquista. eCuéntas doquier la vista no asombran erizadas soledades, {do cultos campos fueron, do cludades? De muertes, proseripciones, supliclos, orfandades, equién contara la pavorosa suma? Saciadas duermen ya de sangre ibera las sombras de Atshualpa y Moctezuma. iAH! desde el alto asiento, fen que escabel te son alados coros que velan en pasmado acatamiento la faz ante ta lumbre de tu frente, (si merece por dicha una mirada tuya la sin ventura humana gente), el angel nos envia, el ange! de la paz, que al crude ibero 7 hage olvidar la antigua tiranta, y acatar reverente el que a los hombres sagrado diste, imprescriptible fuero; ‘que elargar le haga al injuriado hermano, (jensangrentola asaz!) la diestra inerme; yssi la innata mansedumbre duerme, la despierte en el pecho americano. El coraz6n lozano que una feliz oscuridad desdefia, ue en el azar sangriento del combate alborozado late, y-codicioso de poder 0 fama, nobles peligros ama; baldén estime solo y vituperio ‘l prez que de Ia patra no reciba, la libertad mas dulce que el imperio, y mas hermosa que el laurel la oliva Cludadano el soldado, deponga de la guerra la libre el ramo de victoria colgado al ara de la pattia sea, yssola adorne al mérito la gloria. De su triunfo entonces, Patria mia, verd la paz el suspirado dia; la paz, a cuya vista el mundo lena alma, serenidad y regocijo; ‘yuolve alentado el hombre a la faena, alza el ancia la nave, a las amigas auras encomendéndose animosa, enjambrase el taller, hierve e! cortijo, yno basta la hoz a las espigas. 72 {0h jévenes naciones, que cefiida alzéis sobre el at6nito occidente de tempranos laureles la cabezal honrad el campo, honrad la simple vida dol labrador, y su frugal lianeza. Asi tendrén en vos perpetuamente la libertad morada, y freno la ambicién, y Ia ley templo, Las gentes a la senda de la inmortalidad, ardua y fragosa, se animarén, citando vuestro ejemplo. Lo emulara celosa westra posteridad; y nuevos nombres afiadiendo la fama alos que ahora aclama, shijos son éstos, hijos, (pregonara a los hombres) de los que vencedores superaron de los Andes la cima; de los que en Boyacé, los que en Ia arena de Maipo, y en Junin, y en la campafia gloriosa de Apurima, ppostrar supieron al le6n de Espatiar. B i q F “La agriculeura de la Zona Térvida’ aparecié por primera vyez en Londres, en octubre de 1826, en la revista Repertoio “Americano, publicacién cuyo editor es el mismo autor del ppoema. Desde hacia dieciséis aos Andrés Bello vivia en In- slaterra, Esa estanciaterminé en 1829 cuando viaj6 a Chile. Las siete nota l pie son referencias cientficas sobre los clementos descriptos de la naturaera. Ellas enfrentan al poe- ma, en tanto literatura, con su primera “frontera”: la cencia. En esa época, la descripeién analitica dela naturalezay, sobre todo de la naturaleza exética era una disciplina que podia formar parte tanto del conocimiento literario como del cien- «fico (siguiendo los pasos de la Historia natural de Linneo).. Compérense la similitudes entre la primera parte del poema de Belo y este pérrafo de Alexander von Humboldt sobre la riqueza natural en Caracas: I clima de Caracas se ha designado a menudo como una primavera perpetuz, vuelve a encontrarse dondequiera sobre las cordileras de América equinoccal, entre 400 y 900 roesas de elevacidn, ano ser que la grande anchura de los valles yas altiplanices, junto con la aridez del suelo, aumente més delo regula a intensiad del calor radiance, ;Qué cosa mis deli- ciosa puede, en efecto, imaginarse que una temperatura que durante el di se sostiene entre 20° y 26° (16° y 20°, 8 R) y por la noche entre 16° y 18° (12,8 ¢ 14°.4 R) y que a un 75 mismo tiempo favorece la vegetacién del bananero (cambu- sie naranjo el cafeto, el manzano, el albaricoquero ye tci- go? Asi es que un esctitor nacional, el historiggrafo de ‘Venezuela José de Oviedo y Baris, compara el asiento de Ca- racas con el Paraiso Terreste y reconoce en el Anauco y los torrentes que le quedan cerca los cuatro puntos del Edén."* Y nétese esta descripcién de los cultivos de la zona si no parece ser directamente “glosada” por Bello: “BI lima fresco que acabamos de describ se adapra todavia sl cultivo de las produccionesequinocciales, Lacafa de antcar se cultiva con éxito aun en alturas que exceden la de Caracas pero se prefiere ene valle a causa de la sequedad del asiento y del terreno pedregoso, la cultura del cafeto cuyo fruto poco abundance s de la mds bella calidad. (.)e bananero no ese cxecido Pitano hatin, sno sus vatedades el Camburiy el Dominic, que exigen menos calor. (.. ls ifs més sabross son las de Barut, del empredrado y de las alturas de Buena- vist en el camino dele Victoria (.) Los durezos yas man- zanas mis solictadas vienen de Maracao o de la exemidad ‘occidental del valle, (..) He observado en esta provincia, co- :mo en México y en todos los terenos elevados de la 2008 t6- ‘ids, que all donde es mds abundance el manzano, presenca ct cultivo del peral grandes dficultades.."” Bello no sélo conocié a Humboldt en su paso por Cara- «as, sino que fue unos de sus acompafiantes en algunos de + Von Humbolt, Alejandro y Boland, Ae. Viale as repones equ rnoealotes del nuevo contnente, Carsees,Bisioteca Venezaana de Cul tra, 2941. Tomo 2.. 318. *inidem. P 325, en adelante 76 sus recorridos cientificos.* De mode que, aunque distante y parcial, el poeta habla de una zona dela cual tiene un eono- ‘imiento empirico y no meramente libresco. Pero su cono- cimiento y la silva también estén arraigados en el saber dentificoy literario que se habfa producido sobre la regién. Lasilvaes una forma en la que se alternan los vesos hep- tasflabos con los endecaslabos sin que se prescriba una can- tidad predeterminada. Los versos deben rimar sin una forma fija. En este caso, la rima es consonante. Esta es una silva de- dicada a una forma de produccién (la agricola), en un suelo cstablecido (Hispanoamérica), en un momento preciso de su historia (1826, el fin de las guerras de la independencia). {Al mismo tiempo, organiza el modo de produccién que ce- lebra, lo ordena, lo clasifcay lo instruye. Nombra las venta- jas de la vida rural sobre la urbana, la recomienda como la rejor y como un estimulo de la longevidad. Hay que recor- dat que esta proclama se lleva a cabo desde Londees, que en ese momento se erige como el centro del imperialis- smo mundial y de la Revolucién Industral, al mismo tiempo aque la ocupacién de Espafia por Napoledn da lugar a ls de- claraciones de independencia de los paises americanos. Sin duda su modelo esté en Las geérgcas, poema didactico que celebra la vida rural y que fe encargado por Mecenas a Vir- gilio para instruir 2 la poblacién latina en la agricultura co- mo parte de los deberes posteriores ala guerra civil que sera ef fundamento de la economia romana. La estrofeinicial es la ubicacién eésmiea de ese terito- rio que el titulo sefiala como “la Zona Tértids", parte de > Sobre ta relacién entre Humboldt y Bello puede consultarse Pat, Mary Louise. Qos imperial. Literatura do viajes y tranecuturacin, Berna, Unversicad Nacional de Qulimes, 1997. 7 eee eee eee eee un tertitorio divino y paradisiaco. Esta zona se encuentra coun punt al del seme solar que organiza al sly 20 contrario ("..que al sol enamorado circunscribes! el curso). Desps indicat poscin respecte de ase ésfera y del globo terrestre en las estaciones del afo, la dliversidad del clima es una ventaja entre las varias que pre- senta la regis: “Lay cuanto ser se anima en cada vario clima, acariciada de su luz, concibes! ‘Ta tejes al verano su guirnalda, Luego se presentan a vuelo de pijaro los accidentes geo- arficos de azo: limite del horzone eal lars as nives eternas en la montafia, etc. A partir de la descripcin de ese paraiso terrenal y su ubicacién en el universo, el poeta se mimetiza con un Adin (0 con un conquistador) que va a nombrar todas la rique- as del suelo americano que ocupan la totalidad de la se- sgunda estrofa. Si en la primera estrofa la naturaleza aparece Come pie en a segunda es descrip com un mero pertorio” de las materias primas y de los procesos de pro- luccin que las elven mercanea, Pero hay que nota que sz descripcién se lleva a cabo con giros comparativos, lo que se muestra es un Adén que esté de vuelta y que puede confrontar este paraiso con el Viejo Mundo: la cai de ani- ‘ear es mejor que la miel para endulzar (*..das la cafia her- mosa,/ de do la miel se acendra,/ por quien desdesa el ‘mundo los panales’), a pesar de que Virgilio haya dedicado una cuarta parte de Las gedrgicas a la apicultura; el rojo del opal es mds bello que el pirpura que se extrae del mice; 78 | cl afil es més valioso que el zafiro; el vino lo da feliz el aga- ve; las hojas que ofiecen sombra hacen que el ocio no se convierta en un fastidios los jazmines perfuman tanto que amansan a los locos (como en Lico, Ia locura de Europa se fica gracias a log bicnes americanos) el pan no se ama- Srl dala yc apap x subi el algo e com neve cl maiz es gordo. O sea que la navuraleza de la zona térrida cs, comparada con las riquezas de Europa, infinitamente ‘mds geneross. Y ademés tiene un rasgo definitivo que la ha- ce literalmente paradistaca: no necesita del trabajo humano a producirse. PTT banano sere rut por antonomasia de ea produc- cidn natural, ejemplo “primero” y perfecto: el banano, primero ‘de cuanto concedis bellos presences Providencia a las gentes del ecuador feliz con mano larga No ya de humanas aces obligado el premio rinde opimos rng es la podadera, no al arado deudor de su acimo; cexcasaindustia bitale, cual puede Inurtar asus fatigas mano esclva; crece velo, y cuando exhausto acaba, adulta prole en rorno le sucede.” El banano se alarga asi mismo con sus frutos para llegar al habitante de la zona. No precisa esclavitud, no precisa in- dustria ("No ya de humanas artes obligado...”), no es me- neste, instrumento ni tampoco herramienta (*..n0 es a la podadera, no al arado/ deudor de su racimo...”), se da solo 79 CC __ ys cuando acaba, entrega a sus hijs para que elloe sigan el trabajo. Gesto edénico final. No s6lo es tna naturaleza rica y comparativamente superior sino que, al no necesitar del trabajo, es un Edén. Los bienes materiales se encuentran a tuna distancia inmediata del hombre. De hecho, el auor lo aclara en una de las notas “cientificas” del poema: “El bana- no es el vegetal que principalmente cultivan para silos es- clavos de las plantaciones o haciendas, y del que sacan mediata 0 inmediatamente su subsistencia.... Es decir que rno.hay ningiin antagonismo encre el hombre y la naturale- 22, Hla se ofrece como presente que “rebossy “generosa’, “vier”, “solaza", ra’, “educa, “despiegn’, “tien- de", “concede”, “providencia’, “rinde” y “erece” para dar mis. Es un paraiso recobrado. Pero sobre todas las cosa, es tun paraso productor. Es la Madre Naturaleza de la que se habla y los habitan- tes de exa zona son sus “hijos” ("Para los hijos vierte”, “para tus hijos la procera palma’) e incluso es una familia porque el banano también tiene “prole” para que lo suceda. Se tra- ta, entonces, de un poema donde el poeta se enfrenta a una totalidad material sin mediacién: sin necesidad de “are”, ni de “esclavitud”, ni de trabajo. De hecho el gesto adénico aparece como marco de l silvas el banano es el “primero” en providenciar, pero mientras el hombre no necesita de la industria, la naturaleza “eleva” su lugar y asume los modos de produccién: la zona “teje" la palma tiene un “feudo”, la patata “educa’; el maiz es “jefe altanero de la eribu’ y el ba- nano “entrega a su prole” para que el hombre no se esclavi- ce. Es la naturaleza la que asume el rol del trabajo y el cio que provoca ("hurtar a sus fatigas mano escla- ‘cuando exhausto acabe...") Se hizo cargo del do- a alli donde el habitante no puede, no 80 ee . a t quiere ono necesita hacelo. Es el banano el que extiende su mano para Ilegar al habitance ("..con mano larg no al contratio. Por eso, los otros mods de produccién hhumanos (el feudalismo, el trbalismo, la esclavieud), bis camente europeos, son rechazados, no por un problema ideolégico o moral sino porque son inaceptables para la naturaleza de este lugar del universo. Los modos de pro- duccidn estén internalizados por la naturaleza y eximen al habitante de semejante organizacién. Es un privilegio dela “zona térrida’ ‘Véase el cédigo adénico funcionando tambien en la edi- cién del pocma. Fsta es la trascripcién de la primera pégina de la edicién facsimilar de la primera edicién de “La agri cultura de la Zona Tértida” tal como aparecié en el primer snimero del Repertoria Americano en octubre de 1826. “Repertoria Americano ‘Tomo I. Octubre de 1826 Seccidn | Humanidades I Anes Liberales Silvas Americanast Silva I — La AGRICULTURA DE LA ZONA TORRIDA. * [A pie de pdgina.] A estas silvas pertenecen los fragmentos Jmpresos en la Biblioteca Americana bajo el tialo "Améri- cea", El autor pensé refundirlas todas en un solo poema; convencido de la imposibilided, Ie publicard bajo sa for- 1ma primitiva, con algunas correccionesjadiciones. En esta primera apenas se hallarén dos o tres versos de aquellos fragmentos.” 81 ‘Todo es el niimero uno: el primer tomo, la primera sec- ign, la primera parte de las humanidades, la primera silva de las “Silvas americans’. Todo oeurre por primera ver. Casi no hay rasgo de un “poema prehistérico” (dos 0 tres versos de los trescientos setenta y tres que componen el ppoema) porque el poeta se ha convencido de la “imposibili- dad” de reunir un solo poema que se llame “Américs". A partir dela tercera estrofa, aquello que era la descr cidn de la naturaleza y su apropiacién se vuelve una clasfi- cacién de sus habitantes, y la relacién idflica entre los elementos x transforma en in antagonismo, porque se per- filan los dos “tipos” enfrentados del poema: el hombre ur- bano, enriquecido por la generosidad de la tierra, y el habitante rural que encarna las vircudes pattiéticas. El vin- cculo entre el hombre y la naturaleza se transforma en la re- lacién del hombre con el hombre, y la confrontacin entre tipos de naturaleza (la de Europa y la de la zona tértida) se vuelve el contraste entre tipos sociales (el hombre urbano contra el hombre rural) El problema de la natutaleza edé- nica se vuelve una cuestién acerca de los tipos de acumula- ‘idm de las riquezas que la nacuraleza brinds. El hombre urbano, entonces, engendrado por la misma rnaturaleza y prisionero de las ciudades, al no reconocer el vineulo que la riqueza tiene con el suelo y con la produc- cin, debilica su sentido del patriotismo. “6 problem del vida rural confontada con la vide urbana fue rata: do ena iteratura ease y ene su climax ena erature espaola del Sige de Oro, especialmente en el lero Menosprocio de corte yalabare 18 de aldea(Valadoid, 1839) de Fray Antonia de Guevara ‘Cantabria, Espafia, 1480 - Mondofedo, Lug, Espana, 3 de 1545), Sin embargo en el caso de Bolo se Wala no tanta de un “esto e vga" como de la exposiien de un probiema oe economia police, 82 r “Lay en el ciego turmulto se aprisionan de miserasciudades, doa ambicién proterva sopla la llama de cviles bandos, coal patriotismo la desdia enerva..” Porque la relacién directa com la tierra y sus productos ge- nera una serie de virtudes morales necesaras para la creacién, de la riqueza de los estados. De modo que la division de las tareas genera al tipo urbano que es desidioso, prostibulaio, jugador, no se gufa por el desco sino por el ejemplo (es decir, sus acciones estén copiadas de otras acciones y no surgen de tuna genuina demanda de fa tierra), se peina y se viste como mujer ("..rza el pelo, y se unge,y se atavia! con femenil es- rmero..”) dominado por el ocio, en ver de por el trabajo. O sea, todo lo que hace el hombre urbano tiene el sentido de lo falso, lo simulado y lo ilegitimo, del mismo modo que lo ar- tifcial se opone a lo natural. Ocioso, misero, ambicioso, el habitante de las ciudades no produce ni erea nada porque su Iejania con la naturaleza lo hizo olvidar aquello que ella ense- fia: ser sistemaéticamente més, La gente que dedica su vida ala agiculcura es libre, no s6lo porque no vive pendiente del jui- cio ajeno, lo que permite que su alma evalie sus acciones en soledad, sino porque en su trabajo en el campo ¢jercita los goces durables yla virtud sin dsfraces. El hombre de campo vive en paz, no tiene envidia ni rencores, goza de buena sa- ld, es més longevo, tiene amores més sinceros que no estin encubiertos por el maquillaje (".nj0 menos afciona la her- ‘mosural que de extranjero ornatol y afeites impostores no se ccura?.."); sus afectos no tienen distraz y el casumiento tiene riaado el deseo de los contrayentes porque nadie se casa Shel campo por el nombre pola plat, dino por el tua 83 fervor. Igual que en la economfa politica césica, de lo que se habla es del empobrecimiento de la vida rural para prodiucie la riqueea de los estados, La vida del hombre de campo es la den pobre pero, al mismo tiempo, esa tinica que genera las vircudes patriticas. Los ricos, en cambio, al vivir en las ciu dades y no experimentar la verdad de la naturaleza de la zona ‘6rrida estén condenados a tener una relacién enturbiada con Ja patria y, por lo tanto, a debilitar su patriotismo. El miodelo de la produccién genuina de riqueza es, entonces, idéntico al dela produccién del poema: Roma, Esa cultura agricola es ejemplo suficiente de patriotism, En Ia paz y en la guerra, a civilizcién latina confid su destino al trabajador agricola.’ Y también destruyé sus * En atime parte det Tomo | de £ capita, Marx reconstuy ta concep. ion cision de le acimulscion preva al capitate (pra burrse ce ea) cas en 1s mismos términos en tos gue log dese Ancrés Belo. ‘Marx puerta y se burl de esa cancopeién del acumulacion de iquees ‘como de un telat intent": “Esta scumulatn orgnara desemposa en la economta pitea pcoxinadarnerto el mismo papel que et psd o- {ina onl teoiogia. Adan mori a marzano,y con al el pocado se po. ‘Sesioné del género humano. Se ros expica ‘su ergan eontanceo come luna anéedota dal pasado. En tempos muy remotes habia, por la, Lia ete gente, y pore oto una panda de vag y haigazanes. Oct ‘6 as ave to primar scumolronriquezay lo ios termina por ‘0 tener nada que vender excnto su pelo. Y de este pocado oral ‘rrance a pobrezs dele gran masa que aun oy, pese a eco ura, no tene nada que vender sao sus proias personas y area do unos ocos, que cece comtinuamente aunque sus poseedresheyen dejaco de ‘tober hace mucho tempo...) Pero no ben entra en jueg> la cvestin es propiedad. se canmrte debe sagrade eostner que el punto de ste do fa carta inant es ef Grice vido para todos fos nveos Go edad y aos de desarol. En la sta reall gran pape dose fan, come es saico le conausta, el sepzgamiento, el mille mata. {e po ef robo: en una patra, le vlonca. En la econena pica, ton ‘apecibl, dose tempos inmemorais ha impecado el i,” Mar, Kt, capital. Buenos Aes, Si XX, 1973, 84 valores productivos arrastrada por-las lujurias de la vida ‘urbana Pero Ia cuarta estrofa cambia las instancias de la enun- cacién. Ya no es el poeta que se dirige a la zona, sino al ha- bitante de a zona. ¥ entonces el poema muestra que, segiin aquién sea el destinatatio de cada estrofe, cambia la perspec- tiva del discusso, y el interlocutor de cada estrofa es, al mis- ‘mo tiempo, un principio estructural del poema: Interlocutores: on Bstrofas 1, 2y 3: la zona tortida. : Bstrofas 4 y 5: el habitador de la zona (los duefios legitimos del terrtorio). Estrofa 6: el Buen Dios. Estrofa 7: las jévenes naciones. De modo que el poema contiene dentro de sf una re- construccién geopoltica (relacién entte el errtoro los re- cursos naturales), una economia politica (el uso econdmico de los recursos para transformarlos en bienes) y una historia del proceso de colonizacién y descolonizacién (el pasaje de Ia economia colonial ala generacién de la riqueza de ls na- cine ies y el ace a meri iteraconl con pro ductos més competitivos): todos los elementos necesarios paral educacign de un patiota la construcin de park: ‘metros morales “...que fundan y sustentan los estados. Macho se ha dicho sobre la formacin en literatura cl- sicas evidente en la poesia de Bello También habria que re- + pz cas, Fran, "eg" en eo, Ans. Peso en Obs nits Tas Pa Crs Gsn ao, 88, ee 85 (eS marcar su formacién clisica en economia politica” Todo el ppoema se sostiene en la concepcién de la economia politica dde Adam Smithy su ensayo sobre la riqueea de ls naciones: Ja diferencia entre el valor de cambio y el valor de uso, la di- visién del trabajo como indicador fundamental de la riqueza de las naciones (cuyos valores aparecen en la divisién ene el ‘campo y la ciudad), y el valor del ahorro como fundamento dela rigueza de los pueblos (es deci, Is moral necesaria para el desarollo de relaciones de produccién). Pero sobre todo, ‘Smith en Lat rigueza de las nacones provee un modelo de co- lonizacién en el que se juga superior la colonizacién inglesa sobre América del Norte (con fines de generar riqueca a tir de la produccién agropecuaria) contra la colonizacién portuguesa y espafiola que sostuvo el impulso colonizador en la busqueda de riquezas provenientes de la miner. Es este autor el que nombra las variedades vegetales de América que tienen valor visas desde la perspectiva del conquistadors “The vegetable food ofthe inhabitants, though from their want of industry not very abundant, was not alrgether so scanty. It consisted in Indian corn, yams, potatoes, bananas, ec, plants whic were then altogether unknown in Europe, and which have never since been very much esteemed ini." (EL alimento de verduras de los habitantes, aunque de industria no muy abundante, no era tan escaso, Consistia ? “En una propuesta que hizo para ol curieulum dela Universidad do Caracas enve ls afos 1822 1824, Bale recomend® una ete de Se tena y ocho libros de contendos elésioos (itn, matematieas, fica, historia natural, clencias moraes, entre oes) aos que aad on ie. ta de economia poiea que incila autores como Adam Smyth, Jeon Baptiste Say y Davi Ricardo” V. Jake A lon Anas Ballo: l pasion or el erdon. Santiago de Cie, EatorialUnverstara, 200%, p. 101, 86 blscamente en mate, baat, papas, bananas, etc, plantas aque eran entonces totalmente desconocidas en Europs, ¥ due nunca han sido, desde entonees, muy estimadas."]* Y¥ es esa falta de’ valor adjudicada a la terra lo que lleva ‘lor colonizadores ala bisqueda de minerales: inding nothing either in the animale or vegetables of the netoly discovered couneries which could justify a very advanta- _geous representation of them, Columbus turned bis view to- wards their minerals.” [CAl no encontrar nada en los animales o en las verduras de los patses recién descubiertos que pudieran justificar una re- presentacién muy ventajosa de ellos, Colén volvi la vista hacia sus minerales.."| Es decir a la generacién de un sistema econémico (505- tenido a partir dela mineria) cuya representacién més ade- ccuada es el juego: “It is perhaps the most ditadvantageous lottery in the world.” (Es quizés la mis desventajosa les del mundo..")? "smith, Adam. An Inquiry nto the Nature 8nd Causes of the Wealth of ‘Nations, Book IV, Chapter Vl Of Colonies London: Mathuen and Co,, Ud, 6. Edwin Cannan, 1904. Fit editon. *E] eapitula Vl, de! Libro 1 de An Inquiry into tho Nature and Causes ‘ofthe Weeltn of Nations de Smith comienea tomendo 3 Rama como e ‘modelo de coloialismo y dela sociedad agreltore: “Rome, like most ‘ofthe other ancient reps, was egal founded upon an Agrarian fa.” lango compar a coloizeion espanol con a inglesa “Inthe Dleiy of g00d land the Engish colonies of North America, though no toubt very abundantly provided, are however inferior to those ofthe ‘Sraniards and Portugveze, and not suparr to some of thse posses. ‘ed by the French before the lato war But the palcal institutions of 87 it El poema, entonces, no es solamente didéctico, sino aque es también reconducente, corrective y disciplinatio, in- tenta volver a su cauce (a partir de la poesia pastorilcisica y con la bibliografia moderna de economia politica) cl erré- tico rumbo econémico que el territorio habia tomado en la poca colonial. Se rectifica, al mismo tiempo, la direccién de la produccién y de las mercancias para terminar con un tipo de generacién de la riqueza impuesta por los coloniza- dores, mediante el fin de la colonizacién y Ia libertad. De que toda la primera parte del rexto sea un repertorio de las riquezas naturales americanas. La idea es oorgar valor ‘mediante la palabra a uns serie de materis primas que to- davia no han sido consideradas riquezas hasta la fecha de ‘composicidn del poema... Actualmente se llamaria a ese ti- po de repertorio un “lobby politico o diplomat todo considerando que la revista londinense en la que apa- rece estasilva tiene como objetivo fundamental generar em- patia y reconocimiento entre el pueblo y el gobierno de Inglaterra y los nuevos gobiernos americanos.!® De esta the English cofonies have Boon mare favourable tothe improvement {and cutvation of tis land than those of any of the other tee nations, Fist the engrossing of uncultivated land, though it has. by no means ‘been prevented altagetner, has Deen more restrained inthe English co- fonies than in any ther. The colony law which imposes upon every ro. pretor the obligation of improving and cultwating, within limited ume, a certain proportion of is lands, ana whieh in case of ale, oo. flares those neglected lands grantebe fo any other person, though has no, perhaps, been very stcty executed, hes, however, had some effect.” Sith, Adam. 4n inuiy ito the Nature and Causes ofthe We. {th of Nations, Book IV, Chapter VI OF Colonies London: Hethuen and (o.,Lid., Ea. Ewin Cannan, 1904, Fth edition. 2 €1reconocimiento brtinice dela independencia dela Provincia Unk 4s de io de a Plata, México y Colombia, imprescinde para ol ota. becimlento de zoe econémios, habia ccuriga en ebere de 2825. 88 ‘manera, el poema funciona para agregar valor a la tierra ya sus insteumentos de desarrollo geopolitico, que son la in- vestigacién cientifica (Humbolds), la filologta (Virgilio) y la economia politica (Adam Smith). Ax, este rexto se esct- be en al limite entre dos formas de produccidn y, en ese sentido, es un poema modernizador de las pricticas socia- les." Por eso las figuras que representan alos colonizadores son la de un pueblo bétbaro ("..Asaz de nuestros padres ‘malhadados! expiamos la bérbara conquista..”) yla de un animal carnivoro ("...postrar supieron al leén de Espa- fia..”). El colonizador espafiol es lo opuesto de la cultura pensada como humanismo y su imagen es la de un preda- dot. El sujeto que enuncia esos saberes, el sujeto de ese hu- ‘manismo, es una pura sensiblidad para quien la patria no es sino una forma més de la experiencia sensible. Esta es la * Justemente Agustin Cueva on 1 desarola de capitalism en Amér <8 Latina, ensayo de intrpretacién mental poetna para mostrar como ‘marc al mismo tiempo una economia del pasado y tra modems que no legs desarrolarse plenarente: “Si Paraguay con su sonusdo regimen feudal patiateal, parece haber escaped hasta 1870 al mow lento general de expansién de ls propedad laifundara. De un total ‘de 35,000 leguas cuadradas regitvadas en esa fecha, icamente el 17% ra propiedad de particulars; el esto estaba constitu pore ‘mas esttals quo se crendaban alos campesinos. “a indole feudal escivista ae la sociedad latinoemericena de enton- es, con pocas Seas de excepcion, parece pes diel de euestonss, © incluso el esrSctr‘abero”y monetarlo ge eu economia debe ser uk ‘200 en su precisa dimensin. Es verdad que esate un comercio @ Bortador importedor de regular mognitu y que el proyecto Durgués ‘4 ampli leva nasa a eseribr oda ale ogicultura dele rona tor a, como el foso poems de don andres Balla. Sin embargo su ritmo Go esarrlio es extremacamente leno: en e38todas partes los nie. les de comercio internacional de 1850 no exceden demasiado low de 3825". Cueve, Agustin. £1 desarala del eaptaliemo en América Lat ‘a, ensayo de Interpretacon. Ménee, Siglo RX 1980, 89 lista de los vocablos en donde aparece el yo del poema en la quinea estrofa: {Qué mire? Ato torente de sonoresa llama.” “Mirola ya que invade la espesura de la floresta opacas go las voces, siento el rumor confi...” Yen la sexta estrofairrumpe el leimo momento del yor “Desu trlunfo enconces, Patia mia, verd la paz el suspirado di.” Es decir que el sujeto de la enunciacin es una pura sen- sibilidad (*miro", “miro”, “oigo, “siento”) que genera el sen timiento de propiedad sobre el terrtorio ("Patria mia"). Pero, en tanto experiencia del humanists, la patria es también un punto de proyeccién hacia todos los tiempos. De modo que Se erige como una sensiblidad en el punto de origen de las rnaciones y puede ver hacia el Futuro de ls generaciones: “Lo emul celosa ‘yuestra posteriad (..) shijos son éos, hijo, (ptegonaré a los hombres) de los que vencedores superaron de los Andes la cima.” Se puede ver que el proceso de la naruraleza (del banano Y sus hijos) es emulado en el proceso de las generaciones 90 vr shumanas patriticas. La sensibilidad tiene, entonees, un sentido intelectual: siento en la naturaleza lo que predigo cen la generacidn de los hombres. Compatese la sensibilidad del poeta, sostenida en el espacio y en la patria, con la de la poblacién, basada en la produccién de bienes. Es ese equili- brio (€l orden natural) el que vuelve necesario al hombre agricola. En su vinculo con la naturaleza, los materiales (las imatetias primas) le dieron (como ensefianza) su modo de produccién y el hombre los aplica para que sus placeres se vwuelvan durables, eternos o infinitos. La artificalidad es denostada por efimera, mientras que lo natural es celebrado por imperecedero. “pBusclis durables goces, felicidad, cuanta es al hombre dada (..)? Ida goaar la suerte campesinn.” Lalongevidad del hombre de campo no hace sino mimar la perdurabilidad de los goces y placeres del contacto con la naturaleza Y, al mismo tiempo, la pereepeién dele naturale- 12 otorga una forma de la racionalidad de las riqueras. Desde «sta perspectiva, es un poema mercantilsta, ya que todo obje- to es visto a partir de sus capacidades productvas: la naturale- 12a ¢s materia prima, la poblacin es trabajadora u holgazana, la guerra se opone ala paz en la medida en que éta produce y aquella niega la produccin; Dios es un estimulo para la produccién y protector fente a ls pestes, por eso rogarle a El aclara los favores necesarios: “Buen Dios! (..) a merced y @ ‘compasién te mueva la gente agricultora (.)", aleja las inun- daciones, las pestes y la sequia ("..intempestiva Iavia no maltrate/ el delicado embrién; el diente impio/ de insecto roedor no lo devores!saftudo vendaval no lo arrebate,/ ni a” Pn eee eee aa ana a ial aaa ed ‘agote al drbol el materno jugo/ la calorosa sed de largo ee- tio..”) para que se fore la libertad de los estados ("bende da de ti se arraigue y medre/ su libertad..."). Tampoco la libertad es un problema metafisico, sino de comercio de los bienes y apropiacién del cerrtorio. Asi como no hay elemen- ‘0 imaginado desde la produccién, no hay material que no sea Pensado en el interior de un sistema de funcionamiento. Dios sun engranaje del sistema, el yo es otro; la libertad, otro. Bello no s6lo se encuentra en la frontera entre el neoclde sico y el romantico, entre el colonial y el postcolonial, sino también en el limite entre dos epistemologias de la naturale 12: por un lado, la naturaleza concebida como materia prima y punto de origen del sistema de produccién; por el otro, la naturaleza sabia cuya produccién de si es ejemplo para el comportamiento humano. O sea que hay un imperative biolégico en la libertad y en Ia felicidad que se captura en la interaccidn entre el hombre y la naturaleza. Pero ese impera- tivo naturalista que, sin duda, proviene de la relacién que Bello establecié con Humboldt, estéestructurado de acuer- do con un fin utiitario de la naturaleza y con un objetivo comercial de la produccién. De hecho, la bisqueda de la cteacién de un sistema de produccién esté totalmente aso- ciada con la persecucién de la felicidad o de los placeres de acuerdo con las “circunstancias” que miden el placer, asi lo entiende Jeremy Bentham en la introduccin alos Prinepiae ela moray la legisaci, publicado en 1789:" *No allicon varonilesejecicios se endurece el mancebo ala fatigas "Bentham, Jeremy, An Introduction tate Principles of Meals and Le- _setion.Batocno Books, Kitchen, 2000, 92 - mas la sald estraga en el abrazo de pétfida hermosura, {que pone en almoneds los favores; sas pasatiempo estima prender aleve en caso seno ef fuego de licizos amores; fo embebecido le hallaré la aurora en mesa infame de ruinoso juego. En tanto a a lisonja seductora del asiduo amador fcil ofdo dala consort; cece cen la materna escuela dela disipacién y el galanteo la ier virgen, y al deliroespuela es antes el ejemplo que el deseo. Busciis durables gooes, felicidad, cuantae5 al hombre dada yas terceno asiento, en que vecina ‘est a risa al llanta,y siempre, ah! siempre donde halaga la flor, punza la espina? Ida govar la suerte campesina.” condenan Es importante notar que en estos versos no sec Is pds sino por na sere de valores nidamente i tarios: I vida urbana porque conlleva a la prosticucién; el juego, la debilidad y la pérdida de la individualidad es un placer efimero (no cumple el imperativo de la fecundidad, hide la productividad, ni de la duracién), enervante (no cumple con el imperativo de la intensidad), impuro (supo- ne el displacer una vez terminada la préctica), infecundo (n0 implica que se genere mds placer a parti desu pric). 3 (nr O sea que se opone a todas las circunstancias que miden el placer de acuerdo con Bentharn.” Asimismo el pocma ests sxruerurad de acuerdo con ls ene fuentes del pacer Fisica (la Naturaleza de la zona térrida): “Mas oh! si cual no cede cl ruyo, fértil zona, a suelo alguno, ‘ycomo de natura esmera ha sido, ‘dew indolente habitador lo fuera!” Politica (la constirucién de una legalidad americana): " honrad Ia simple vida del labrador, y su frugal llaneza. ‘Asi tendrn en vos perpecuamente Ia libertad morada, yfreno la ambicién,y l ley templo,” ‘Moral (la raz6n individual que evalia las normas): "Ah, que el retir, 1a solitaria calm en que, jucz de sf misma, pasa el alma 1 las acciones muestra, ces de la vida la mejor maestra!” " Belo conocio« Bentham. De ech, uno de los ems que lev & abo durente au estaia en Lonres fue e de transcibilos manus {os ge Sentham pare la revista de James Mil (el padte de Joh Stuart Mil). V. Jaksie Waa, Op ef (2.62). 94 ¥ Y religiosa (el ruego a Dios para generar placer en el presente y ef fucuro que estéen la sexta estofa):" “Buen Dios! no en vano sude, ‘mas a merced y a Gompasién te mueva la gente agrcultora del ecuador, que del desmayo triste con renovado aliento vuelve ahora, yu tanta zozobra, ansia, tumult, tantosafos de fiera devastacién y militar insukto, alin mas que cu clemencia antigua impor.” Bello superpone en su poema dos cientificidades la del conocimiento de la naturale y las del conocimiento huma- nista e histérico de los pueblos~ y las homologa y la deriva de un lado al otro en el acto primordial del dominio (ode la ‘omprensin) del hombre y de la naturaleza: I agricultura. Captura la nacionalidad latinoamericana en el momento en clque la necesidad de definir qué es un estado libre lo obliga a pensar el universo desde su formacién. Y es en ese mo- ‘mento de formacién donde captura dos mundos al mismo tiempo en el mismo poema: la naturaleza americana y el proceso de produccién que ésta exige de sus habitantes. Ya cada concepto te6rico 0 filoséfico le signa un lugar en el 1, There ae four distinguishable sources fam which pleasure and pain arn use to flow: considered soparatey they may a termed tho Byseal, the pltcal the moral and the raiious: and inasmuch asthe Dlessurs ang pains belonging fo each of thm are capable of giving ‘binding force fo any law oF rule of conduct, they may al of tem tr ‘med sanctions.” Bentham, Jeremy, op ct. 3p 3. 95 corden de lo préctico: la naturaleza es la materia prima del proceso de produccién; el hombre es quien produce los ma- teriales para la guerra o para el trabajo; la libertad, condicign de la circulacién de las mereancias; Dios, el garante de la moral ycl poeta, el yo, el que ocupa el lugar de, en ese esta do de la produccién, descubrir y ponet palabras al sentido comin y a sensibilide. En ia época de a formacién de las naciones, cuando los pueblos latinoamericanos se entregaban alas guerras para su constitucién como tales, Bello se instala en el lugar liminar de la sensibilidad y ve los antagonismos que se vienen: el ‘campo y Ia ciudad, la produccién y comercalizaciSn colo- nial y Ta post colonial, el mundo del descubrimiento y el mundo utiitari, la produccién de esos conocimientos, la ciencia y la literatura. Entre esos mundos, cligié el lugar de la poesfa para desde all ser él quien constituye todos los va- lores en el tiempo del nacimiento de las naciones y dela en- srada de sus mercancfas al mercado internacional. 96 1905 / RUBEN DARIO Cantos de vida y esperanza 1 Yo soy aquel que ayer no mas decia el verso azul y la cancién profena, fen cuya noche un ruisefior habia {que era alondra de luz por la mafiana. El duefio ful de mi jardin de suefio, lleno de rosas y de cisnes vagos; el duefio de las tértolas, el duefio de géndolas y liras en los lagos; y muy siglo diez y ocho y muy antiguo y muy modemo; audaz, cosmopolita; ‘con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo, yuna sed de ilusiones infinite. Yo supe de dolor desde mi infanci mi juventud..., fue juventud la mia? Sus rosas ain me dejan su fragancia, tuna fragancia de melancofa.. Potro sin freno se lanz6 mi instinto, mi juventud mont6 potro sin freno; ba embriagada y con pufal al cinto; si no cay6, fue porque Dios es bueno. 99 En mi jardin se vio una estatua bella; se juzg6 marmol y era carne viva; tun alma joven habitaba en ella, sentimental, sensible, sensitiva, Y timida ante el mundo, de manera que encerrada en silencio no salia, sino cuando, en la duice primavera, era la hora de la melodia, Hora de ocaso y de discreto beso; hora crepuscular y de retiro; hora de madtigal y de embeleso, de “te adoro", de “jay!” y de suspito. Y entonces era en la dulzaina un juego de misteriosas gamas cristalinas, tn renovar de notas del Pan griego yun desgranar de masicas latinas, ‘con aire tal y con ardor tan vivo, ‘que @ la estatua nacian de repente en el musio vill, patas de chivo y dos cuernos de sétiro en la frente, Como la Galatea gongorina me encant6 la marquesa verleniana, y asi juntaba a la pasion divina tuna sensual hiperestesia humana, Todo ansia, todo ardor, sensacién pura y vigor natural; y sin falsia, 100 y sin comedia y sin literature si hay un alma sincera, ésa os la-mi La torre de marfil tenté mi anhelo; quise encerrarme dentro de mi mismo, y tuve hambre de espacio y sed de cielo desde las sombras de mi propio abismo. Como la esponja que la sal satura ten el jugo del mar, fue el dulce y tierno coraz6n mio, henchido de amargura poor el mundo, la carne y el infierno, Mas, por la gracia de Dios, en mi conciencia el Bien supo elegir la mejor parte; y si hubo aspera hiel en mi existencia, melific6 toda acritud el Arte. Ml intelecto libré de pensar bajo, bafié el agua castalia el alma mia, pperegriné mi coraz6n y trajo de la sagrada selva la armonia. {0h la selva sagradal Oh la profunda femanacién del corazén divin de la sagrada selva! jOh la fecunda fuente cuya virtud vence al destino! Bosque ideal que Io real complica, alli el cuerpo arde y vive y Psiquis vuela; mientras abajo el satiro fornica, ebria de azul deslie Filomela. 101 Perla de ensuefio y misica amorosa en la cpula en flor det laurel verde, Hipsipila sutlliba en la rosa, y la boca del fauno el pezin muerde. Alli va el dios en celo tras la hembra, y la cafa de Pan se alza del lodo; la eterna Vide sus semillas siembra, y brota la armonta del gran Todo. El alma que entra alli debe ir desnuda, temblando de deseo y fiebre santa, sobre cardo heridor y espina aguda: asi suefia, asi vibra y asi canta, Vida, luz y verdad, tal triple llama produce la interior jlama infinita; 1 Arte puro como Cristo exclama: Ego sum lux et veritas et vital Y la vida es misterio; a luz ciega y la verdad inaccesibie asombra; la adusta perfeccion jamas se entrega, yeel secreto Ideal duerme en la sombra. Por eso ser sincero es ser potente. De desnuda que esta, brilla la estrelia; el agua dice el alma de la fuente Cen la voz de cristal que fluye de ella Tal fue mi intento: hacer del alma pura ‘mia, una estrella, una fuente sonora, 102 con el horror de la literatura y loco de crepdsculo y de aurora. Del creptisculo azul que da la pauta ‘que los celestes éxtasis inspira, bruma y tono menor ~itoda la flautal-, y Aurora, hija del Sol ~itoda la lira! Pas6 una piedra que lanzé una honda; ppasé una flecha que aguzé un violento. La piedra de la honda fue a la onda, Ya flecha del odio fuese al viento. La virtud esta en ser tranquilo y fuerte; ‘con el fuego interior todo se abrasa; se ttiunfa del rencor y de la muerte, y hacia Belén..., ila caravana pasal* * Davo, Rubén. Cantos de vaa y esperanza (Edicién homensje). Salta, Biblioteca de Tertos Universitas Eatclones dela Univesided Cal a: Satta, 2008 103 Este poema fue publicado por primera ver el 7 de febrero de 1904 en Alma Espafiola,y aparecié en marzo de exe afio en Pluma y Lapiz de Chile y en junio en la Revista Moderna de México. Escéformado por una seie de veintiocho estrofas endeca- sflabas con rima consonante ABAB. Este tipo de esrofa se la- ma “serventesio”. Su origen es la poesfa provenzal del Medioevo. Segiin Leys d'Amors? el libro de teoriay préctica de la poesia de los trovadores: "El sirventés debe centrarse en Jas critcas injurias y reproches generales para corregr a los locos y alos malos; se puede tratar también si se quiere, de hechos guerteros". Los trovadores lo usaban en general para Ja construccién de pardbolas sociales, de admoniciones mo- rales, de relatos de cruzadas, etc. En este caso, se trata de una especie de memoria narrada en verso. Las connotaciones épicas, sociales y morales se hacen presentes porque aquel que vaacontar su pasado es un personaje pblico, reconoci- do y estd en el cenit de su fama: “Yo soy aguel que ayer no- mds decal el verso azul y le cancién profana”. El segundo verso remite a dos obras cumbres de Ia poesia latinoamerica- na: Azul (1888) y Prosas profinas (1896), del mismo Rubén Dario. Ambos libros, que provocaron una revolucién gene 7M. GationAmoutt (ed), Las Fors del Gay Saber, esto cichas Lae Leys Amors, Gendve,Slatkne, 1877. 105 ralizada en la poesia en lengua espatiola, no son sino las dos colecciones de poemas inmediatamente anteriores al volu- leva el titulo Cantos de vida y xperanza. De mod pe ie pte noma idicament un pasado remoto, es, liceralmence, el pasado mes inmediato en 1a vida publica del poeta an Tal como en las memorias, ste poema comienza con la Barthes, Roland. Cémo vivir juntos. Buenos Ares, Siglo XA, 2008. 199 a une, también, definiivamente al poeta con el paisaje y a ambos con una historia de amor. Es, entonces, una noche idéntica, los érboles son identicos, pero el poeta no es el iismo, es otro. Por eso es necesario comprender la relacién del poeta con su sentimentalidad (es decir, con el lenguajc), de la misma manera que se puede entender la naturaleza cuando acti sobre s{ misma: pero la inica forma de discer- nir la naturaleza esa través del poema, porque la naturaleza y-el poema tienen la misma estructura de funcionamiento. BI modo en el que la naturaleza acta sobre s{ para transfor- arse y evolucionar es idéntico a cémo el hombre actia so- bre a poesia. Como hace el rocio con el paso, hace el verso con el alma: “Y el verso ze al alma como al pasto el rocio. En este verso los dos hemistiquios heprasilabos, que se- paraban y unfan a la pareja de enamorados, se ransforman ‘en una relacién entre poesia ("Y el verso cae al alma..") y naturaeza (“como al pasto el rocio"). O sea que el efecto del verso (caer al alma) reproduce el modo de funciona- miento de la naturaleza (el roefo sobre el pasto). Névese la cconsecuencia de ecosistema entre el rocfo yel pastor el rocfo ‘es un nutriente quimico fundamental para la vida del pasto tanto como el verso lo es, digamos, para la vida del alma. El poema es un instrumento de reconciliacién del poeta con la naturaleza a partir de la homologacién de sus modos de funcionamienco. Pero, al mismo tiempo, slo el pocma es el instrumento de reconciliacién con la naturaleza. Como el vinculo exético esté disueto, el poeta se retira hacia la natu- raleza donde todo esté lejos: hacia la noche, el viento, el cie- lo, el pasto, el rocio, las estrellas y los érboles. Ella, en 200 er cambio, se va con otro: “De otro. Seré de otro. Como antes de mis besos". El poeta puede constr la memoria porque tiene la poesia, la poesi lo conecta con la naturaleray la na- tualeza es “su” naturalcaa. Ella, como no es poesa,rebota entre las interpretaciones de la naturaleza que le daa los ‘otros. El poets tiene amor © tiene mundo, ella sélo tiene “otros”. sa figura de la mujer imposible es, a su ver, parte del verso clisico en espafol. Desde Garcilaso en los sonctos y Jas églogas, la mujer aparece como lo inalcanzable, como la ‘medida de la imposibilidad humana y como la figura que permite el pasaje dela realidad a la imaginacién, La ausen- cia de la mujer, por el contrario, vuelve al poeta sobre si, 30- bye su capacidad teflexiva y potica y le permite mirar la naturaleza como un espejo. Yo puedo escribir os vesos més twists porque la naturalea también lo hace. Escuchemos como si fuera un canon musieal a dos voces: “Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.” “El viento de la noche gira en el cielo y canta.” El poeta escribe; el viento canta. La asociacin y efecto de eco entre poema y canto ya se presenta en el tculo del i- bro que contiene al poema. Es notable que la presencia de “elle” no supone la escrtura (“mi vor buscaba el viento") si- no la oraidad, y el eanto quedé fuera del yo en el presente: “el viento en la noche gira y eanta”o “alo lejor alguien can- 12’. Mientras que el yo separado del mundo y ubicado en la cescritura ahora puede ver un paisaje total y puede “ses” la naturaleza, ya no la busca. El movimiento narrativo explica, también, la diferencia o la franca incongruencia entre el primer y el dimo verso del poema: el primero se propone 201 cxcribir los versos més triste pero, al final, crea los iltimos versos. Mientras en el primer verso se propone escribir, en dl ilkimo lo que hace es “esribile”. Esa mutacin de los propésitos alos resultados es parte del conocimiento desi al que se cncrega el poeta durante el poema. Como si atravesar cl poema le dijera al poeta eémo es no ser ahora los que éra- mos entonces. De esta manera, la trea del poeta se define como la de comprender la palabra y verla actuar: desde la amulacién total de sujeto ("la noche estd estrellada..") has- ta.su colosal afirmacién de potencia y eficacia ("puedo es- cbir..") desde el verso clésico medieval alejandrino, hasta cl haiku orienta; desde la artesania arménica de las leyes del verso medido, hasta la observacién de las leyes eésmicas; desde la épica heroica de la vida cotidiana, hasta la inteover- sign aseética de un hombre sumergido en la naturaleza [Neruda trata de ocupas, con una serie de unidades ele- rmentales (noche, viento, cielo, pasto,rocio, estrellas, érboles, yo, ella, alguien) todos los espacios posible y, més atin, se rnombra a s{ mismo como Poeta Universal: el de los versos sms trstes y de ls ltimos versos. Y ningtin objeto que atra- viese su mirada puede dejar de tener un modo épico de ser, porque esté mirado desde una perspectiva heroica, como, por ejemplo, el fin de un amor. Ahora, desde esta perspectiva final y punto de partida, puede fijar su Residencia en la terra (1935) cantar un canto que involuere todos los elementos dela naturaleray de la cultura en susingularidad, como en el listado miscelineo, disparatado (pero con efecto de totali- dad) de las Odes elementales (1954); y comenzar a hablar de la perspectiva local que, de este poema en adelante seré para Pablo Neruda una perspectiva totalmente global: desde Lati- snoamérica para todo el mundo. Efectivamente, en el prélogo a la edicibn francese de 20 poemas de amor... Neruda confie- 202 sa que toda su obra ulterior vuelve a ese libro: “Este libro fue escrito hace treinta y seis afios (me parece) y aunque se- parado de él por tantas distancias, he seguido envuclto por quella primavera marina que lo produjo, por la atmésfera y las estrellas de auellos dias y noches".* Desde la perspec- tiva del poeta, naturaleza y poesia se confunden en un todo solidario que lo “envuele”. Después de este poema, l poeta puede reclamar su lugar y su posicién en la cultura: desde el “puedo escribir” al poder total sobre los elementos de Ia na- turalezay, porlo tanto, sobre los instrumentos de la cultura. Yano es solamente el poder de escribir, ya no se enfrenta a la poesta en una id, sino que estéadentro de la poesa les la poesta. En sus comienzos Neruda se plante el problema de sila poesfa era posible 0 no para nombrar al mundo; ahora seri el poder, desde la poesia, sobre todas las cosas: Plenas poderes (1962). * Norudo, Pablo, “Este lito adolescento" on Para nacer he nslce. Bue- os Aros, Sex Bare, 1978, 203 rr 1945 / JOSE LEZAMA LIMA Llamado del deseoso Deseoso es aque! que huye de su madre. Despedirse es cultivar un rocio para unirlo con la [secularidad de la sativa. La hondura del deseo no va por el secuestro del fruto. Deseoso es dejar de ver a su madre, Es la ausencia del sucedido de un dia que se prolonga yes la noche que esa ausencia se va ahondando como {un cuchitlo. En esa ausencia se abre una torre, en esa torre baila un [fuego hueco. Y asi se ensancha y la ausencia de la madre es un mar [en calma, ero el huidizo no ve el cuchillo que le pregunta, fs de la madre, de los postigos asegurados, de quien se huye. Lo descendido en vieja sangre suena vacio. La sangre es fria cuando desciende y cuando se esparce circulizada, La madre es fray esté cumplida. Sies por la muerte, su peso es doble y ya no nos suelta. No es por las puertas donde se asoma nuestro abandono. Es por un claro donde la madre sigue marchando, pero ya no nos sigue, Es por un claro, allf se ciega y bien nos deja. ‘Ay del que no marcha esa marcha donde la madre ya no {le sigue, ay. 207 No es desconocerse, el conocerse sigue furioso como {en sus dias, pero el seguitlo serfa quemarse dos en un &rbol, yella apetece mirar et arbol como una piedra, como una piedra con la inscripcion de ancianos juegos. Nuestro deseo no es alcanzar o incorporar un fruto écido. El deseoso es el huidizo y de los cabezazos con nuestras madres cae el planeta [centro de mesa y ede donde huimos, si no es de nuestras madres de [quien huimos ‘que nunca quieren recomenzar el! mismo naipe, la [misma noche de igual jada descomunal? 208 “Llamado del deseoso” es un poema que se publicé por pri- mera vez en De aventurassgilsas, en 1945. El sujeto del primer verso y el predicativo obligatorio tienen revertida en cesta oracidn la estructura sintéctica clisica en lengua espafio- la, La definicién més frecuente de los lugares del sujeto y del predicativo queda, en general, desambiguada por un rasgo seméntico (el sujeto es la informacién conoid y el predica- tivo es la informacién nueva). De modo que ese primer tras- twocamiento de la estructura le da un aspecto raro,ejemplar 1 excelente. Ese tipo de inversiones se usa para los textos _magnificos.¥ éta, la primera oracién, “Deseoso es quel que huye de su madre’, tiene la misma estructura sintéctica que un sermén, Esté construida como un eco sobre la estructura del “Sermén de la montafa del Enangeio Seg San Mateo (Mateo 5:1-10). De acuerdo con esa narracién, Jesuristo (el hijo por antonomasia) sube a una montafia desde donde ve las multitudes yall sesienta y comienza a hablar: “Dichosos los pobeesen esptitu, porque el reino de los Cie- los es pertenece. Dichosos los que lloran, porque serin con- solados. Dichosos los humildes, porque recibiran ls Tierra ‘como herencia..” De hecho la primera oracién puede tener el aspecto del "Sermén de la monta6ia” pero con el predicativo de la defi- 209 nicién alterado, como dicho por un seseoso. “Deseoso” es “dichoso” dicho por un seseoso.' En esta parodia que hace Seeaae! | Consiste en pronuncir la tetas (ante 0,9 zcon el sonido que ‘orresponde ala letras as, un hablate sesearta dra (serésa] por ce- reza, srt} por cierto, (sa98to) por zapao. I, El sesso es general en toda Hspanoamérica, en Espa, o es en Canarias yen parte de Andalucia, y ae da en algunas puntos de Murcia 1 Badsjoe, También existe sasco onte las clases populares, de Valen- bia, Catala, Mallorea ye ais Vasco, cuando nablan case, y {4 asimismo en algunas zonae ruses de Gall. I sasoo mercional ‘esata andelv y canal) ye Pispanoameriano gozan dette acep- faolén an la norma cults.” RAE. Desinao pantispénico de dudes alana, 2005, p. 598. (El resaltado es mio.) “Lac ante 0,0, urepresenta el fonema ocusho velar srdo de casa, ob ‘mado curios Ane e | g2mo en cepa o cine, puede representa, de ‘euardo con el origen geogrifico dels hablantss, Vos dos fonemss: Er teatve Interdena! sordo, dorinante en les vtedades espaflas, habladas en el norde, centro y este dela Peninsula bees, representa ‘a también mediante Ia les 2. 1 ficatvo sord, de articulacln mayortaramente predorser,repe- ‘sertado también en le esartura mediante I era s. Esto fended Teentifeaién, conocido con el nomé de Sese0, es general, actual nel suoeste dela Peninsula bic, en ls Islas Canaries yen {dala Arméceshiepana, {Uz representa el fonema interdenta fieatvo sordo de zapato 0 aru. En zonas de ses00 representa tarbién el onema predosal equvaents fd fetes [o) {a letra © puede represents dos fonemas: uno octsivo velar sordo an teas voosies 6, ou, ante consorante yen posicin nal de siaba ode palabra, como suede en carts, cima, cné, vid, y oto fat In- {ercental sordo ante las voeales e, |, como en cabo ca. En zones de eseo, ante, representa el sonido corespondiente as [) Latotazrepresentaelfonams feta etedoral sordo ante vorses 2,0 ‘yen pos fia de sto ode pla, como sucade en zanahor, 2, 2ue, hazmera az Amd, en agnespalbrs precede, represen tango el mismo fonem, ls vecles e/com es el aso de zine EN {nas ce soo representa el sonido corespondente as” RAR, Ortgraa ‘ea longus espaol, Edi evs pr ls Acari dla Longa ES ofl, Modi, Espasa Cape, 1999, § 1220-1.2.2b,22.4y224, 210 Lezama Lima del “Sermén de la montafs’, usando el pro- cedimiento de construir la vor de-un Jesuctstosezeoso, es- tla cifra del poema. Asf, el slkimo de los sujetos del sermén de Jestis son los perseguidos. El perseguido es el protagonista del poema de Lezama Lima. “Dichosos los perseguides por causa de la justicia, porque el reino de los Ciclos les pertenece.” Y un tltimo juego con la palabra: el “descoso” es, justamente, el opuesto del “dichoso”, porque cena dicha esta incluida la idea de saisfaccin que el deseo- 40 sélo experimenta como potencia. ] seseo es, entonces, una forma de tratat y alterar los sonidos de la lengua oral que involuera modificar la mane- ran la que sale el aire al producir una serie de sonidos que quedan reducidos al modo en el que se usan en la lengua es- pafiola las, lacy la z El tema del seseo y el del ceceo tiene tuna larga tradicién en la lengua espafiola, tanto en América ‘como en Europa. Por ejemplo, Cervantes eseribe la forma oral de confundir ess y ces en una de sus Novelasciempla- res, “La gitanilla’: *,Quierenme dar barato, cenores?” dixo Preciosa (que, co- smo gitana, hablaua cereoso, y esto es atificio en ellas, que no natutalera).”= sn fe epteen na de us cometin, Po de Undemals tuna indicacién escénica, vuelve a asignar ese rasgo de la oralidad alos gi i a * Cervantes Saaveca, Miguel de. Obras completa (Esiclon a cargo de udolnh Schevily Adolfo Boni) Tome |. Macha, Gafeas Resides, so1aaoa a *(Encras el SACRISTAN, Sale MALDONADO, conde de gitanos; ‘yadviértase que todos los que hcieren figura de gianos, han de hablar eeeosa)”* Fl tema del ceceo o del seseo supone uns reflexi6n sobre Ja norma que siempre pone en conflicto la relacién de ho- smogensidad eal orl orto ( nga sory ha Jengua visual) y aparece inevitablemente yuxtapuisto al pro- blema dela elacién de la lengua con la naraeza y el arti cio. Su emergencia como rasgo 0 como peculiaridad del habla, de hecho, es una forma de desvio de la norma que se establece sobre la lengua dominante o sobre a vatiante do- mminante de la lengua. De donde el sseo, el ceceo 0 el e220, es siempre una puesta en escena de la autoridad fonolégica ‘que establece [a norma de la Madre Patra. Salir dela norma es, también, construr un lenguaje propio y crear otro vineu- Jo entre Ia lengua (el xgano mévil de la boca), la lengua (el Jenguaje) y la produccién de saliva: “..es cultivar un roclo para unirlo con la secularidad de la sala” ‘Para hacer énfass en esa representacidn del seseo en el poema, podemos ver que todo el texto esté construido como tun juego (casi un trabalenguas) de aliteraciones frcativas de 5, cy 2 “wa secularidad de la saliva’, “Es la ausencia del su- cedido..”, “..desciende y cuando se esparce circulizads’. Y siestéplanteado desde esa armonia aliterativa de sonidos fr- cativos 6, ¢ y 2 es porque el sonido es su material estructu- rante. Este se construye a partir de la organizacién del sonido y desu toma de distancia con respecto a la autoridad 2 Cervantes Ssevedra, Miguel de. Comedia famosa de Peco de Ud- ‘malaen hp: //waw.cervantesvitual.com. 212 ee dela lengua la lengua made, Desde esta perspectiva, el poe- mm ot eonsrido como una siceiénenadenada deve siete versos libres en la que el sonido juega un rol configorador en la laboracin del sentido. Si ghserramos su estructura sonora, vemos que se trata de una serie de versos que se ligan unos a otros gracias a un sonido que permite la claboracién de una nueva frase o periodo: la palabra “deseo” aparece en los versos 1,3 y 4; “ausencia”en 5, 6,7 y 8; “cu chillo” en 6 y 95 “sangre” en 11 y 125 “fd” en 12 y 13; “es por un claro” en 16y 17; "ya no (nos, le) sigue” en 16, 18 y 20; “érbol” en 20 y 21; “piedra” en 21 y 22; “fruto” en 3 y 23, En el verso 23 resurge el tema del deseo y se repite en el siguiente. “Madre” esté en 1, 4, 8, 10, 13, 18, 25, 26. De modo que la estructura del texto podria pensarse como un entramado 0 entretejido coral de voces partir del planteo de un tema musical o sujeco inical("Deseoso es aquel que hhuye de su madre”) luego del cual brotan, a manera de con- trapunto, respuesta, variaciones, que se van entrelazando unas con otras, Por ejemplo, considerado estrictamente des- de la perspectiva de la sonoridad, el “tema” del cuchillo de los versos 6 y 9 esté entrecruzado con la sangre de os versos 11y 12, pero, al mismo tiempo, en el verso 12 comienza el tema de “fifa” que se encadena en el 13. Es decir que los ver- sos encadenados alternativamentefinalizan para dar lugar & ‘otro 0 comienzan, a veces, antes dl final del ema anterior. ‘Como se trata de un poema que en su titulo nombra al sujeto como un sujeto “sonoro”, aqui se presentan los temas del “sonido”: El “Llamadot del descoso” es un poems euya “Ulamar. (Oe fot clamav). 1. tr. Dar voces a alguien @ hacer ade- Imanes para que venga pave aavertie algo 2. Incar, per aux Nocora/o mentalment.” RAE, bier, 213 estructura sonora es una eadena que, en el mismo lugar donde se encadena, se escapa hacia adelante, Esa estructura arménica se denomina, en cérminos musicales, “fuga’s y “faga’ es, justamente, el "tema" (ahora dicho en términos seménticos) del texto. De hecho, en la definicién que da el Diccionaria del uso de la lengua espaiola de Maria Moline dela palabra “fuga” se contemplan cuatto casos: dos remi- ten ala idea de huida o escape; uno, al momento de auge de tuna cosecha, al instante antes de que el fruto se pudea (el, ejemplo de Moliner es “en Ia fuga dela fires’) y el sltimo, a la composicién musical? El sistema de la fuga musical que plantea el poema se sostiene por el verbo “es”, que marca el ritmo y subraya un sonido constante con un doble objetivo: mostrar el encade- namiento sonoro de los vesos y hacer del texto una especie de silogismo en ef que los elementos formulan un sistema, dde manera que cada caso se muestra ldgicamente necesatio, Los versos tienen, desde el primero, la forma de un “enun- ciado” o de una “premisa” de rxzonamiento. Y, al mismo tiempo, el poema juega de modo especular con el sonido “es” (que se repite treinta y nueve veces, si se cuentan, ade- rds de la forma verbal “a”, las palabras “deseoso”, “despe- dirse’, “secuento”, “en”, “dewendido”, “derciende”, “esparce”, “esd”, “nuestro”, “desconocerse”, “cabezaz0s", “madre”, “deseo”, “mesa’ y “descomunal”) y “se” (que se reitera en treintay tres oportunidades en las palabras: “de ", “despedicse", “secularidad”,"scciestro”, “se”, “ausen- cia’, “regurados",“descendido", “spare, “desconocene” * oli 5, Maia. Dlcianaio do! uso del espaol. Matis, Gredos, 900, 214 “conocese", “seguitlo”, “sera”, “quemarie", “apetece”, “de- 20” y “centro"). Asu ver, todo el juego estd contenido en el interior mismo de la palabra “dereoso", que incluye ef nom- bre de la letra “ese”, formado a su vez por la partcula “sy lverbo "es, ‘Con estos elementos, entonces, podemos armar el con- cierto barroco de Lezama Lima: se trata de una fuga cuyo sujeto ("Deteoso es aquel que huye de su madre") es la fuga misma, A parti de alli se generan una serie de respuestas, contra-sujetos, episodios o divertimentos que terminan en elestrecho final que se plantea nuevamente los sujetos y las de dénde huimos, si no es de nuestras ma- dres de quien huimos.. Y el ilkimo verso nega y da vuelta completamente to- dos los argumentos planteados: no tiene aliteraci6n, no usa los mismos verbos, no se encadena con ls figuras plantea- das y rece completamente todo el poema como silo mirara del otro lado: “..que nunca quieren recomenzar ef mismo naipe, la misma noche de igual ada descomunal”. Sila fu- ga cs esa forma musical que vuelve siempre sobre el mismo Tema para encontrar un nuevo contrapunto o una nueva Ya faci (Sn la cul no sera “fuga” porque debe tener un "sujeto”o “tema” desde el que fuga, os dos iltimos versos muestran el momento antagénico por antonomasia. No s6- lo som Ia creacién de un nuevo tema, sino que ese nuevo te- ima es la puesta en escena de la estructura del poema (‘tecomenzar el mismo naipe, la misma noche de igual ijada descomunal”) y su rechazo: la madre niega la fuga. Y, ppor primera ver en el texto, se nombra el reverso dela posi- cién de la madre, “ijada’, pero se dice en el sonido, no en la cescritura. Es decir que los dos iltimos versos estén construi- dos al revés que el resto del poema y son una inversién de 215 todos los elementos nombrades, pero, al mismo tiempo, en ese verso final se define la estructura de la fugat “recomen- zat”, Se podria leer en el texto tanto una definicién de la forma musical como una definicidn de a vida misma, con- cebida como un movimiento 0 tema (que huye de Ia ma- dre) y se desarrolla, desde ese origen, como un continuo Finalmente, la fuga musical no es sino una elaboracién bbarroce del canon, uno de euyos elementos fundamentales seria la polifonia, es decir las varias voces en un mismo canto y la imitacién con variaciones. De hecho, de todos los poemas analizados, éste es el primero en el que el "yo" aparece confuundido en un “nosotros” polifénico (*ya no nos suelta","..por donde asoma nuestro abandono”, “ya no nos deja", “Nuestro deseo no es alcanzae”, “Y de los cabeza- 208 con muestras madres", “y gde dénde huimos, si no es de aueitras madtes de quien buimo®”), en el que el tema va cteciendo a medida que se ven matices, colores y variacio- nes sobre el mismo, los elementos bisicos del encadena- miento y la fuga Por otra parte, esevidente que aunque el rexto ext esctito ‘como una parodia de Las bacanter de Euripides, los términos 1 Maestro Santiago Chotsouron define la forma de fuga musica as! fen esos mismas trminos:"Yendo tedava un poco mas al, podomos pensar que en cierto modo fa fuga es como deci: anu! tengo un beta ‘Ue he pensado yconcebdo en mlsbrataio. todavia oo ho ubido 2 la temporalidad.. ne de arojaro a su imparabe deve. vean 30 ‘208 modo ahora lo atoo a a via. En ringuna ota forma mise! I tereia se reaiza este proceso de un mado mas event, Datos con felicidad, entonces, que ce alguna manera el agen dele vida es tom. ign el toma de la fuga. Vee Chotcourin, Santiago. “La historia 12 forma dela fugs" en hits://www.amadeusi03.com 216 singulat/plural se presentan invertidos. El escenario es el stn (an cl el bosque), os mins de aca son Jos mismos (madre/hijo, veje/juvencud, antagonismo fami- lias, ete), pero en la tragedia es un grupo de mujeres el que incluye ala madee de Penteo, Agave, la que da muerte su hijo en el bosque, en medio de una orgia instigada por niso, La madre es una y es el “nosotros” el que escapa en el bosque de las amenazas. A su ver, el sacrificio de Penteo no ces mostrado en la obra sino “relatado” por otros. De modo que el poema bien podria leerse como la puesta en escena de aquella parte de Las bacantes que no se ve,? como si se tratara de un injerto tardfo que muestra aquello que se elide y que, simuleéneamente, inviere lo que la cragedia crea co- ‘mo simbolo. As{llegamos a un limite del "yo". El yo que segufamos, aque construfa su sentimentalidad, su conciencia, su lugar frente a la cultura y ala naturaleza, en este poema se trans- forma en “nosotros” y, entonces, da lugar a un nuevo mo- ‘mento de la poesia dl “nosotros (dela comunidad y dela poesia politica) en América Latina. Nétese que la idea de “comunidad! y lo “comunal” aparece en el poema al final: fe igual ijada descomunal”. Es notable que el lugar del “nosotros” sea, también, el de los perseguidos. Una nueva politica del yo comienza y, en esa estrategia, los otros que- dan implicados como una parte del yo y como una parte de los que huyen. En 1945 José Lezama Lima escribe el primer poema que reconstruye el tema barroco de los himnos pa- (idticos revolucionarios del siglo x1x. Los “nosotros”, los * Ver Ansrade, Nora. “Estudopreimina” en Euripides. Bacants. Bue- nos Ares, Esto! Bibles, 2003 217 ‘que huyen, son, claro, los hijs.* y lo patriético del padre y de la patria ahora es lo maternal dela madse y dela lengua. Eze “nosotros” que se produce en el poems no sdlo ha- bla de la lberacin y de la fuga como una accidn colectiva, también habla de la negacién. La mitad de las veinte ora. cones de las que consta el texto son negativas y contienen la parcicula “no” en su formulacién. Entonces trabaja sobre la fuga y sobre el rechazo. El poema es, de hecho, la celebra- cién de un fugiivo. ¥ la reubicacién de ese fugitivo en rela- cidn con el deseo, Pero, ala ver, el fugitivo queda atrapado por el acto mismo de la fuga, no tiene un “hacia” sino un continuo volver la zona dela huida. O, mejor dicho, el fu- turo hacia el que huye l fugitivo es su propio nombre, por- que su definicién, su vocacién o el modo en el que puede ser llamado ¢s el caso siy sdlo si se leva a cabo la accién de la fuga. De modo que “el deseoso” va en busca de su nom- bre, de un nombre y de su definicidn. El acto de escapar, de esta manera, se vuelve constitutivo de su identidad y de la posibilidad de ser nombredo, como ocutre en el que, 2caso, sea el mas célebre de los textos de Lezama Lima, el momen- to de la fuga esc! momento de la definicién: * Susana Celia fo an esta madre que aparece ene! poema un modo de nombrary de busear a Wa para excapar del lengua ta lengue mace) ¥, a mismo tiempo, dela naturaleza (la mac ato Cefintvo enze Ia palabra y la cosa fondamenta las relciones anal 8 por las cuales se aspira a decir lo oto que mients el vata o ia Carencia de nombre, El doble eigen de a lengua matema une la eor naldady a pécida do la raturaieza, blo susceptible de vover como Palabra, es decir, desnstraizada,” De all, sostene olla, cue se ta te de un poema sobre el cuorpo y al slencio. Cela, Susana, £1 seber posto. La poesia de Lezama Lime. Buenos hires, Edie Nueva ge erscion, 2003, 218 r “Ah, que td escapes en el instante cenel que ya habias aanzado tu definicién mejor” ‘Ahora el poema es un texto 0 una partitura (porque se scribe para ser levado a la oraidad), euya musica genera tuna pregunta clave para la poesia: ¢de qué modo es posible rnombrat lo que se escapa? O: ge6mo es posible que se nom- bre y, por lo tanto, que se fije aquello que esté en estado de deriva? Este es el fin del mismo poema: "Ah, mi amiga, sien el puro mérmol de los adioses hhubieras dejado la estarua que nos podia acompatar, pues el viento, el viento gracioso, secxtiende como un gato para dejase defini.” De modo que sila definicidn es una forma de la crista- lai ya detencn (fi) de un movimiento yuna sién perpetua, entonces la definicidn, el nombre, no tiene rata de fin, i de dfiniivo, por lo que no solo no. def- nicidn sino que el nombre no lo nombra. ¥ esa huida, en- tonces ela fuga para encontrar un nombre ("deseoso”) y ‘escapas a su ver, de toda Ia lengua (“aquel que escapa de su madre”). Un nuevo momento barroco del poema: el desco- 40 se define en el estado de Fuga, pero la fuga impide la de- finicién porque cs infinia y, por lo tanto, el deseoso es un * Lezema Lima, José. “An que tu escapes” en Enemig rumor (1944) en Poesia, Madd. Eanes Cstedra. 1992, Sob el snails dela bra posta de Lezems Limo puede consultarse también: AA VW. Coloquia Internacional sate la obra de Lezam Lima ¥! 1 Poesia. Certre de Re- cherches Catnomereaines Univorete de Poiirs. Mage, Ectoral Fundamontos, 1984, 219 meto movimiento innombrable, inaudito, imposible def jar, porque su estado, como el del viento, es el de un movi- ‘miento perpetuo e indefinible con los medios del pasado (con la lengua made); pero, al mismo tiempo, su vinculo con el pasado es todo aquello que define al deseoso. El pa sado el instante en el que habla aleanzado su definicién ‘mejor (el nombre dado por la madre), de la que escapé. ‘Atrapado en se dialéctica poscolonial, que tiene la for- ‘ma espiralada de una trama familias, Lezama Lima exhibe cn su poema las condiciones mediante la cuales es posible crear un lenguaje, Este seria entonces el modo en el que se ‘rea un nombre: huyendo del pasado y del lenguaje del pa- sado, negando el lenguaje del presente y construyendo la posibiidad de un nuevo “nosotros”. ¥ ése el llamado, la vo- cacién del deseoso, lade crear un lenguaje que no ctistalice el tiempo, que no sea llevado por el viento, que pueda defi- nit aquello que es inasible: el movimiento. LLezama toma un problema formal de la extética barroca (el desaffo de crear el movimiento a parti de lo estitico; el de hacer fluido lo sélido; el de encontrar a espiral en el mo- vimiento recto) y lo despliega como problema de la filosofia del lenguaje (la posibilidad de nombrar con elementos ctis- talizados aquello que deviene): como problema de la musi- calidad de la lengua (iugando con el eco de las palabras cscuchadas y repetidas como en un sermén, para nombrar dos cosas al mismo tiempo); y, finalmente, como drama existencial, vital (e6mo es posible escapar del momento originario del nacimiento que es el comienzo de la vide y, simulténeamente, una captura irreversible y conclusiva de sana forma’), 20 1946-1957 / OCTAVIO PAZ Lacalle Es una calle larga y silenciosa, ‘Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detras de mi también las plsa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie. Todo esta oscuro y sin salida, y doy weltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie. 223 “La calle” se publicé en el libro Libertad bajo palabra en 1949, Pero Octavio Paz reelabor6 y transformé sus poemas durante toda su vida. Este es tn poema de trece versos, di- vidido en dos partes. La primera comprende desde el verso 1 hasta el 7. La segunda, desde el 8 hasta el 13. Cada una termina con la palabra “nadie”. Fl texto es un relato que tie~ ne dos personajes (0 uno o infinitos o ninguno):el que dice "yo" y otro, que se define un “nadie” y una sombra; el yo, entonces, aparece como una palabra intercambiable tanto como su definicién: nadie. Desde esta perspectva, lo que se devel al finales que se trataba de dos instancias diferentes de enunciacién de una escena repetida o de una misma es- cena. Pero lo que queda “indecidible” es sila repeticién ocurre por el cambio de perspectiva de la escena o porque esa conciencia que habla ocupa dos cuerpos. Bsa imposibi- lidad del poema lo pone en suspenso y lo construye como paradoja. Por eso, su estructura es, asimismo, la dela de Moebius’: circular, infinita, eterna Visto como un género discursivo, el poema tiene la for- rma de un acertijo 0 adivinanza, Aunque, a su ver, €s el re- verso y la negacién de una adivinanza: si en la forma discursiva del acertijo la tinica palabra que no se puede nombrar es la solucién, aqu la paradoja muestra que la so- lucidn o soluciones (‘yo", “alguien”, “nadie”, “un hombre”) son pronunciadas en el interior del texto explicitamente 225 SSS (ao sigo a un hombee.”) y encubierta, simulténeamen- te, en la desinencia de los verbos “anda”, “tropiezo”, “cai- °, “me levanto”, ete. 6 eluso, en un momento, podemos ob Ile no es una sola sino varias 0, por lo menos, es la misma yy mis de una al mismo tiempo: "..doy vuetas y vuetas en Zequinas.... Ls dos elementos nombrados en singular (la calle y yo) son, en realidad, una pluraidad. Varas calles y ‘atios yoes. Y lo contrario también es verdad: los varios yoesy las varias calles son, en realidad, una sola y uno solo. {Las dos partes del poema separan la relacién entre el perse- guido y el perseguidor. En ese sentido, el vocabulario del ppoera (que se puede llamar el “elim” del poema) ese! de tina novela policial: “tropiezo y caigo..”, “Alguien detrés de mi..”, “sigo a un hombre..”, Se trata de una persecu~ cién, Cada uno de los finales de las diferentes partes re- Suelve un suspenso que se habia creado como un mistetio fp set descubierto. Entonces, el texto podria ser considera- do como la narrativade un seltopolicialo de una novela negra, porque tiene todos los elementos reflexivos aeima’ el petseguidor y el perseguido son dos seres del mismo perfil, sus identidades se confunden como las dos ‘aras de una misma figura, recorren un espacio que es Congruente para ambos y, finalmente, todo espacio abier- fo diene el aspecto de un espacio cerrado porque es defini- do en relacién con Ia linea de la persecucién. En el policial, por definicién, se busca a alguien, al auror de un hecho: y esta pesquisa es, ala vez, la construccién de una imagen de xe oa pate de us movimientosprevoy de las pistas, imagen que permite adelantarse a sus pasos ¥ pati, develando Su identidad. Pero, la ver, esta 1 presentacién, como tal, no se sostiene en la singularidad servar que la ca- 226 sino en la univerlizacion de esas accionesindividuaes, que es lo que permite formularlo como caso. oak perspectva el texto exhbe el fundamenco dela novela po. iil como género: Ia pewecucion concete y materi de los personajes tiene’ connotaciones metafisicas. Lo que se va saver lt oem ea lagu e ata el Sr a iencia dl ser se recorta en la conciencia dl oo. Elyo Por cierto, en una lectura inmediata el poema ea el poema habla de wa yo fngmentado. Bs wn exo, etn sobre I ent , sus mascara y su flifiaciones. Un poema sobre la presencia y la ausencia del otro como aquel que me ofrece tun mundo posible en el que el yo es puro proyecto, pura utopia. Son dos versiones fragmentadas por una conciencia dil deo mia cn Hit eer el mismo para ambos y, a pesar de que uno sea el persegui- dor el ou sa el perseguido s decir, de que hays una di fren de jerarus enI rprenicin univ que comparten¢s el mismo, Su medio es el devenir oto eee unlecin. Lo que nombracl tt eel deve aca ‘movimiento perpetuo) 3, por lo tanto, In fractura de Ia ena nm. O, mg ch, o que sombra porns Srl drei ietiad ques wet nai” ene moe mento en el que se convicrte en “eflexén” en “concien de sf" (*..uelvo el resto: nadie", “opi my fice al verme: nadie). Sere saeeanees ‘Ademas, el poema tiene la forma de la versin, en n tivo, de uno ode vatios mits fundidosyreconsridoso funcionalzados. Por un lado, el episodio de robo y ctimen 227 de La Odiseaen el que Odiseo roba los alimentos de Polife. ‘mo, se hace lamar “Nadie” y lo enceguece clavando una es- ‘aca en su nico ojo. Por el otto, es una forma moderna ~0 sa, bifronte— del mito de Narciso. All donde se espera el “yo" aparece el “nadie”. Pero, también, es una versién “ltera- ria? de los micos o una actalizacién ertica de sus conteni dos. Es decit, esté sometido a su modo de ciculacién “Titerario”(Giene un autor, un estilo, una forma “personal” de ser planteado) y, por lo tanto, incluye su propia critica. El sismo Octavio Paz en El arco yla lia, su“stksica y postica’, menciona la necesidad moderna de que el poema se plantee de modo critica, o sa, paradéjco, 2 partir de Mallarmé: “Poema ertio: sino me equivoco, la unin de estas dos pax labras contradictorias quiere decir: aquel poema que contie- ne su propia negacin y que hace de esa negacién el punto de partda del canto, a igual distancia de afirmacin y nega «ién, La poesia, concebida por Mallarmé como la inica po- sibilidad de identificacién del lenguaje con lo absoluto, de ser el absoluto, se nioga asf misma cada ver que se realza en tun poema (ningin acto, inclusive un acto puro ¢ hiporéti- co: sin autor, tiempo ni lugar, bole el azar) ~slvo si el po- ema es simuledneamente crtia de ea tentativa. La negacién de la negacién anula el absurdo y disuelve el azar: Entonces, se presenta el mito de la individualidad so- lipsisea y se lo rechaza al mismo tiempo ("el yo es nadie, en tanto es un no yo"), sometiéndolo a una paradoja, a una * paz, Octavio. Obras completas de Octavio Pa, Tomo 1: Ls. casa de a presencia. Poesia historia. México, Fondo de Cultura Econdmic, 4998, 28 smultiplicidad de voces de la que estd constituido un texto, en fin, a una pluralidad de interprecaciones. Esa pluralidad gue lo sacs del mito y lo pone en la literatura (moderna) es justamente el tema del texto. El poema dice que el yo es tna plraidad que disule elo, ose, dee algo que apes rece en el poema como una verdad “nueva”, como la apari- cidn de una verdad. Contrariamente al miro que desarrolla aguello que la comunidad ya sabe, el poema revela algo que no se conocta; para eso pone en funcionamiento una rmaquinatia lingilstica que es técnica del uso de la lengua El poema es, de esta manera, “logos” y por ello, moderni- dad. Por una operacién de modernizacién o de seculariza- cién, al mismo tiempo que se disuelve el yo se disuelve el mito y ambos son atravesados por un efecto de “liveraturi- ible. Nétese que la persecucién tiene un s0- lo sentido: va siempre hacia adelante y, a la ve2, conduce siempre al mismo lugar ("doy vueltas y vuelta en esqui- nas/ que dan siempre ala ealle..), ¥ la confrontacidn, el ‘momento de “revelacién’, detiene la marcha y es una vuel- ta hacia “atrés’ es decir, hacia el pasado de los pasos que se dieron. Por lo tanto, el sentido de la persecucién tiene la misma forma que la modernidad, que la técnica moderna y que el progreso, pensados como reflexidn de la humanidad sobre el dominio de la naturalera: se conduce siempre ha- cia adelante pero, al mismo tiempo, se avanza mirando in- variablemente hacia atris se acurnul as una “verdad” hacia el futuro que surge como despliegue de una verdad coculta del pasado. Pero, a su ver, ~y en la medida en la que se trata de un poema que muestra en qué sentido es él mismo el sujto y el bjeto de un conocimienco, vale decir, de una operacidn ex tica del lenguaje~ se plantea como un pasaje (“Es una calle 29 Ea eae ee larga y silenciosa./ Ando en tinieblas y tropiezo y caigol y melon”) y como un cambio del tema de verdad 0- bre el que se construye: se vaa pasar de una figura de verdad a otra, por lo que aquello que se daba por sentado (la cons- titucién indivisible del yo) se pone en tela de discusién y se somete a un debate que s, a priors infinito, Ese proceso de transformacién tiene la forma, os protocolos y los procedi- imientos de un conacimiento cientific. Entonces, el mito de Narciso y el pasaje de La Odisea, ahora fundidos, se con- vierten en objeto observado; ya no son un acceso a la ver~ dad, un lugar de llegada del saber, sino un punto de pactida que supone infinitas posibilidades de interpretacidn que darin un resultado que desechard y descartard para siempre la verdad anterior que estaba contenida en el mito. En el poema, Narciso es, ambién, el “narcsismo” del psicoandli- sisy el mito de Odiseo y Polifemo, parte de un sbriller no- velesco, por ejemplo. En este sentido, podemos ver que en “La calle” se genera una lucha entre ef mito y el logos que se presentan como dos discursos que se persiguen mutuamen- te, se definen el uno al otro y, desde su verdad, se acusan mutuamente diciéndose “nadie”; pero que, a la ve2, no pueden desarollarse sino en la verdad del otro, no pueden aparecer sino en la pluralidad consticuiva del Ienguaje que les da origen. Esa es la paradoja dela verdad que nombra el ppoema; que se actualiza a cada momenco en el que hablo y ‘que sé que una mulitud entiende mi lenguaje, lo habla. Lo ‘comprende, y me permite seguir hablando, Ese momento de pluralizacién de voces de la que esté constituido el poema es, también, un estado de acumula- cin. El texto no niega nada, ni ef mito, nila ciencia ni las versiones del mito, ni los protocolos cienificos: es todo. Es, cen un instante, un efecto de la biblioteca universal (lo que 230 algunos llaman “cultura y sobre exe sistema solidificado de lenguaje, saber, protocolos de entrada a ese saber, se etige Por eso el poema es, a su vez, un tratado sobre el saber, la cultura y la muerte ("..piso con pies ciegos! las piedras mu- das y las baja seca... Visto desde Ia perspectiva de un poems que reflexiona sobre el lugar dela literatura en el saber, se lo podria leer co- ‘mo la puesta en escena de los pasos de un protocolo cientt- fico y de un planteo gnoseolégico en la que parece que el “epistemélogo” dard con la verdad; el develamiento ocusre ppor una biisqueda (“ando en tinieblas’,“tropiezo y caigo”) pero su verdad es, al mismo tiempo, él mismo (st sombra), su dlter ego y nadie o nada. Pura lieratura De modo que el poema es la escritura de ese pasaje (la calle) ¥, 2 a ver, la fundacién del espacio de la literatura co- mo el lugar donde mito y ciencia, dos caras del mismo fend meno, se encuentran para repelerse mutuamente. Ast, este texto. el momento més concreto dela definicién del yo co- ‘mo alter ego y, por lo tanto, de una utopia de la ieratura: el ppoema afirma que el tnico lugar donde se puede defini el yo esa literatura (la creacién Fancasmatica de un alter ego)s pero sital cosa es posible, entonces la literatura entiende y se ‘cupa de le totalidad de la experiencia humana, su modo de saber atraviesa toda experiencia posible ya que en toda expe- riencia hay un “yo" en juego, de donde un alter ego, de don- de una literatura, etc. La literatura, de aqui en més, serd ppensada como el espacio de definicién de los sujecos (como l inico posible para semejante definicién), como el espacio de expresidn de los sujetos 0 como el espacio de realizacién de la conciencia. O sea, "La calle” es una reflexién sobre el len- gusjeen el absoluro de su medio: la poesta. Yuna reflexién so- free liga absolin dele era como conaciniete para 21 ST Aa 1 al mito 0 para llegar al saber, es necesario pasar por la te Tues ambos mods del conocimiento, discbu- ye los lugares del conocimiento (la erarquias, ls pasciones {ratégias)y les da un valor en la culeura. La poesia es un abil del saber porate oe ser debe mise cn clla antes, para formularse y encontratse. Y ella misma, [a poss et todo (9) porque convene todos los sberes na- da oa) pong no ein singin. 1a earn coe azn por la que el poema es el saber y la creencia al mismo tiempo es porque puede nombrar esas dos formas del domi- fo en el momento en el que se producen, en el instantey en ‘lugar en el que son lenguaje y nombran el mundo. O sea {que el poema nombra la ideologiaen el segundo en el que se Origina, en su emergencia: dos visiones complementatias y fantagénicas de la misma realidad son puestas en escena bajo tl mismo sistema de representacién, De esta manera, el poe tna muesta la vtalidad de la poesla su capacidad para ex gitse como algo nuevo, vivo, cada vex.que aparece. Es sobre fce efecto acumulativo que la destruye donde se erige el poema y la verdad del presente como puro estado de deri- fa. Néxese que la verdad “presente” del poema (lo que ocu- tre, ocute en el ahora’ de su tiempo verbal) es posible jsando “las piedras mudas” y “las hojas secas", e5 decit, Reda ciple mucrto de fs acumulacién de hoes cae das. Nétense oda las referencia del poems a siencio ‘constitutivo de la experiencia poética y témese en cuenta dl loble sentido de la palabra “calle”: *..calle larga y silencio- Se me’ Dermode ilSiessonio de Ia escena del texto es tuna vor perseguida que en el momen- to en que es atrapada lo Gnico que balbucea es “nadie”. 232 Héctor Libertella nombra el problema totalmente (y el sistema de narracién polical iene para él la forma de una narracién de fantasmas) desde una perspectiva deconstruc- tiva en la que se ven los rasgos principales de la poética de Paz: un universo si salida que es, al mismo tiempo, el que rnombra el origen del mundo a partir del lenguaje. “Es el mismo que en conjunciones y dsyunciones (Paz) pro- pone un lenguaje que, porque todo lo significa, sgnifique nada. Alguien aqut, se cree Nadie? Alguien a quien, al no ser ya propietario de una palabra original, se puede conside- rar como un intruso en el poema. Y su poema, a la ver, por drd ser consderado como una entidad que no acepra una icacién de afuera, porque Alguien dice que si la refe- rencia de una palabra est en otra palabra, el sentido no esté en lo que dicen las palabras sino en aquello que se dicen en- treellas.Serd el intruso, ahora, Alguien que escucha furtva- mente esa conversacién de fantasmas?”? EI mismo Octavio Paz define la poesfa como un retorno a tuna originalidad que, ala vez.que usa el lenguaje como su me- dio privilegiado para nombrar la emergencia del conocimien- to del mundo, niega al lenguaje como el instrumento preciso: “La palabra, en si misma, es una pluraidad de sentidos. Si por obra de la poesia la palabra recobra su naturaleza origi- nal ~es decir, su posibilidad de significar dos 0 més cosas al mismo tiempo-, el poema parece negara exencia misma del lenguaje: la sigificacidn o sentido, La poesia seria una + Ubertala, Héctor. Las sagredas esertuas, Buenos Ares, Editorial, Sudemericana, 1985, p. 44 233 empresa fly, al mismo tiempo, monstruosa:jdespoja al hombre de st bien mds precioso, el lenguaje, y le da en cambio un sonoro balbuceo ininteigible! {Qué sentido tie- nen, si alguno tienen, las palabras y frases del poema?”* Inversamente, el tnico lugar donde se puede leet la ideo- Jogi en el instante de su emergencia (en este momento) ¢sen la literatura. Ningén otro saber, ninguna creencia, ningin conocimiento del mundo puede hacerlo. Este momento es el de la auronomia dela literatura, En 1959 Julio Coreizarexploré el mismo tema en el rla- to °E perseguidor” All se narra a elacién entre un virtuoso del jazzy su “ertio” y fan como si se tratara de una persecu- cidn polcialy, al mismo tiempo, elabora una teoria del are. Las identidades se eruzan, el riticoy el artista se eclipsan mu- tuamente (z hacen sombras el eritico se llama Bruno) y ex- ploran los limites del arte en el cuerpo del otro mientras las calles de Paris y sus lugares oscuros son el escenario de un st- crificio por el are yen el arte. Pero es en “Las babas del dia- blo” donde Cortézar indaga el mismo universo material que ‘ocupa a Paz. En ese cuento, un fordgrafo aficionado saca unas fotos alo que cree una escena urbana y familiar pero, alse in- terpelado por su modelo, la curiosidad lo leva a investigar las foros y descubre que la escena familiar era, en realidad, un se- caestto y que aquello alo que habia sacado fotos era un obje- 10 completamente diferente al propuesto. = Pax, Cctavo, Oras completes de Octavio Paz Tome 4: La.cosa ds pre sencia, Poesia Mstora, Mio. Fondo de Cultura Econémica, 3994 *Cortzar, Jullo, Las armas secrtas, Buenos Ales, Elta Sudamiet- cana, 1959 Cortera. idem, 234 Es evidente que el relato integra un debate acerca de la técnica, del lugar del yo en la técnica (,quién sacé la foro, el fordgrafo o a cimara’), del lugar de la verdad en la técnica yl arte (cudl de las dos versiones de la histori ela mis le- gitima, la del fotégrafo o a de ls foros?) y dela confronta- Fontaine Talavera, Artur. Divo La Epoce, Suplemento “Liertura y Libros". Domingo 3 ce oxtube de 1983, “Det Sea Harner on winuikpedia ore. 275 tuna excena real podria ser simplemente una escena imagi- naria o virtual: “Veniamos (..) desde otras mentes mas de- sapercibidas..”, “Las tres naves de la catedral son llevadas a la nave (portaaviones): ‘entramos con los Harrier a la nave ‘central... Es decir, se traslada la catedral ala nave pero, a su vez, adentro de la catedral hay naves, como en tun juego de cajas chinas. Al mismo tiempo, se confunde la perspecti- va teoldgica con la astronémica: *Lesurcando el aucverio de los astros(. de nuevo dimos afraguar la eucati Y se invierten y trastocan las coordenades temporaes: *Y por durante Ia mafiana de anoche...”. De hecho, la pri- ‘mera parte del libro esté encabezada por una primera parte aque se llama “Después de haber dejado atrés el porvenix”. Es decir, lo de arriba est abajo: lo de adentro, afuera; lo de adelante, atrs; lo fijo se mueve; lo cercano se aleja; lo pasa do es futuro, etc: todas las coordenadas espaciales, tempo- rales, de movimiento, etc. son desplazadas por sus contrarios y sus antitesis. Y, simulténeamente, a escena ba- ‘roca consta del rapto (momento de la segunda venida de Jesucristo a la Tierra para salvar las almas virtuosas), del simbolo del eatolicismo (0 se, dela imposicidn de una cul- tura vencedora sobre una anterior, perdedora) y, también, de la barbarie de la cultura que se impone. Desde esta pert- pectiva, podemos afirmar que es un poemé nietascheano en cl que se inviereen las jerarqulas y se reubican los valores. La reconfiguracién moral que supone el texto es posible por tuna reconfiguracién del espacio y del tiempo. Pero, ala vet Jos valores que son aqui “arrancados” son parte de una versién de los valores": la Iglesia como la tepresentacién de 296 Dios en la Tierra, la eucarstfa como la transustanciacién de la materia, etc. Fl trastrocamiento de los objetos que sim- boliza la cultura como una cultura devastada a la que, al mismo tiempo, se puede seguir saqueando~ es congruente con Jos nuevos milénarismos finiseculares del siglo 3X que se configuran en Amériea Latina para dar por terminadas las utopias revolucionarias.? De manera que el poema se presenta como un experimento barroco de segundo grado 0 tuna “puesta en infinito” de la cultura barroca latinoameri- ‘ana: “Después de haber volado al filo del infinito”. ¥ es, también, una relectura del texto del Lacuna y un punto fie nal a la cultura que comienza con su texto. El Apocalipsis ‘que comienza en este poema hace efectivamente de Latinoa- mérica la cultura/barbarie del futuro, lo que ocurre después de aber terminado con todas las categoria que dominan el ppensamiento occidental: el tiempo, la religidn, la moral, el * carlos Monsviissnaia a historia do los milenarimos mexicanos (siempre consttuidos siededor dela idea de deapoj) neta au dtm ‘momonto:e rio Zapatista do Liberaein Nacional, cuya emergencis ‘coma movimiento de resistencia gobal es contempordneay conguents on ia ima del trata de Lore Comrso de México con los Eetados Unidos (NAFTA. Dice: “En este siglo lo mas coded y, 36 modo ro fundo, lo mas wtépco, os Ia mademizacén del cuerpo ¥ de alma. Por 2. in ora delberscién que el impulso Indust y pastindust, [a Icedlogia del caitalismo sahajeaspra a rango de culo relic, sust- "uyendo ol sue do a vevlulon. Y uego se pregunta: “Hay en AMD. tea Latina un retorno al reign, con el aad de una divesifeacion reciente hace vein aos impensable? El proestantsmo o las lama tas “sectas" on especial os pentacostls, han crecdo en forma ostan- ‘blo on México, Centroamérea, Chi, Bri, Puerto Rio, Venenela, ‘lermando a a Jererqua esti y ditundiendo la concen los nuevos Iilenarismos reerptazan a a utopia tracconal. Monsiis, Carls. “Los mlenaimos" on Ludmer, Josefina (Comp) Las cures de fin do ‘sig en America Latina. Rosato, Beat Viterbo Ello, 1994. 27 juicio, , finalmente, la vida, tal como ella habia sido pensa- daen la cultura dl pasado: “yy hactamos ola que se levantaban del mar como espaldas de hombres slvajes secudiéndose la Vida.” Por otra parte, en el poema se ponen en escena todas las instancias de la produccién: la artesanal(lacatedral del Cuz 0), la industrial (los Sea Harrier, el portzaviones), la artsti- ‘a (Caravaggio, Lipchitz), con el propésito de fechar y ubicar histéricamente la accién en un momento de la historia de la técnica desde el que puedan verse sus diferentes estratos co- mo si fzeran capas de sedimentacién donde se planta el len- uae pero, al mismo tiempo, en esa historia sincrénica de la ‘éenica se observan las divergencias de un mundo en el que ‘onviven formas diversas de la produccién que modelan dis- tintos estados dela idcologfa, como si se exhibicran las fllas sgeoldgicas de la historia en un momento sinerénico. Arma- ni, El Greco, Judas, Versace, Caravaggio, Salieri, Tiziano, Ri- chelicu, Ratzinger y Brando son los personajes del mundo hheterogéneo y en estado de guerra del presente que configu ra Les Sea Harrier. Estos nombres provienen de las bella ar- tes, de la moda y de la historia de los estados y la Iglesia, son ‘nombres romados de ls epresentaciones de los medios ma- sivos de la “realidad”, de los universos de lo estéico y lo ecle- sidstico, dos universos del saber que estaban fundidos entre sf ¥¥ que fueron separados por efecto de la modernizacién del arte. A su vez, el objero del rapto, la catedra, es, simuleénes- ‘mente, el reservorio del arte colonial y de a religion colonial, clcaldero que contiene al mismo tiempo la condena y la sal vacién hispanoamericana. Es decir que ese “nuevo mundo” 278 que aparece en el “Rapro de a catedral del Cuzco” es una re- fundicién de todas las priticas (de todos los estado de pro- duccién) y una sincronizacién de todos los tiempos para acceder a uno nuevo que termina con la “vida. Ese seria el ‘momento "posmoderno” del poema: se invirten los valores, usando como material aquellos elementos que tenfan valor ena cultura anterior. De hecho, el poema estéplanteado en tuna serie de secuencias que repiten y reconstruyen la historia cde América Latina, lacolonizacin la poscolonizacin y st probable fin, Primero se trata de un robo (“Venfamos a lle- vamos la catedral del Cuzco"); Juego de una reeonduccién ideolégica: la educacin y la religisn (“como muy educados! hhaciéndoles visitas alos santos"); finalmence de un aniquila- mento de la vida tl como esté planteada en los érminos an- teriores: terminar con la cultura y comenzar una nueva “barbarie” liderada por “salvajes” bres salvajes/ sacudicndose la vid Por otra parte, el poema esté estructurado como el robo dela catedral perpetrado por una banda de ladrones que son también justicieros; micntras que la catedral de Cuzco es, 2 4a vez, el monumento al salvajismo de la colonizacién de América y el monumento a la produecién arstica colonial ‘Actualmente ese edifcio es el reservorio del arte cuzquefio y se considera la produccién artistica més importante de ia historia del virreinato espafol en América El rapt es expe- rimentado en cierta forma como un acto estético y erdtico: * Pero un estudio exhaustivo del arte curquefo del vireinato y de ir lar que ecups la catoral de Cunco en exa storia puodeloe'se Meso, 488 y Gabert, Teresa. Historia de a pinture cuueta ima, Baste. 3 Peruana de Cultura, 1982 29 "yy aunque no sablamos lo que haciamos (..) volando a muy alas descarga de iriio yy abi sujeténdola en medio de las eseellas Yer sali a Dios de sus confines rmientras metidos en la quilla de El Caravaggio viviamos el amor con agravantes..” Es deci, se trata de una nueva narracién de la historia del origen y evolucién de la cultura hispanoamericana des- de la perspectiva de la barbarie (Chactamos olas que se le- vantaban/ del mar como espaldas de hombres salvajes") en la que un robo es, también, teoldgicamente un “rapto” (momento de redencién crstiana del Apocalipsis). Su obje- to la catedeal de Cuzco, es uno de los monumentos del sa- aqueo de la historia @ una cultura —Ia cultura de los pueblos conquistados-; a su ver, Fue saqueada en varias oportunida- des Lot Sea Hart inrementos de ee obo son aque aviones cuyo rendimiento fue puesto a prueba en la guerra de las Malvinas ycuyo protagorismo fu esenial pa la e- ceuperacién de ls islas por parte de los ingleses,o sea, fte- ron los protagonistas del iltimo episodio belico del siglo xx cen relacién con el imperilismo en América Latina; pero también son los protagonistas de un nuevo uso de la infor- macién en los medios masivos y de una nueva concepcién, de “narrativas” de la informacién tanto en América Latina ‘como en los pases imperialists.” De modo que el poema es "En una enrevistsrealizada en Australia on 1983, Stuart Mall oconoce € epcodio béico como el punta ¢e partda da uns nueva concepsion de Ia cistbucion def informacien en los mess mashos, en la que es ne

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