OOF OSSOSHO8SS98O988
SGESGOSOCOSSSSSSO8OONDPARTE PRIMERA
LECTURA DEL RORSCHACH
CAPITULO I
LA SITUACION RORSCHACH
“Bs decir que veremos,y pienso que las presentaciones que vamos
a atender lo mostrarén., veremos que en la inmensa mayorta de los
Gonos paicosométicos provententes de un suefo profando, de un sim-
Bolismo peicofisioligico no revelado, al ser mismo que los poset, 9 e8
allé donde-ce necesario encontrar la justificacin eventual de las
(pruebas proyectiids, todos ellos métodos susceptible de objetivar exe
Jenguaje visceral y de establecer una relacin legible entre el incon
ciente frustrado y la expresin corporal”
‘A. Monatt Davos.
“Medicina psicovomndticn y Métodos Proyectivos”, Introduccién
sl Simposio de Litge, 9 de octubre 1974. Societé Francaise du Rors-
Lwwwwwewuwwwwe Yee ee eer wee
ww UU
PVE owYyww
EL RORSCHACH NO ES UNA TECNICA SO-
LAMENTE,
‘Emest Schachtel, definié al Rorschach co-
‘mo un “microcosmos de experiencias”; este fe-
ii térriino nos es de gran utilidad para des-
ceibir el objeto de trabajo que nos convoca. Es-
‘fe microcosmos de experiencias sucede en In
Tlamada “situacién Rorschach’, espacio donde
ocurre el encuentro entre dos personas (el psi-
‘logo y el sujeto) con un “sostén perceptual”
(las laminas del Rorschach). Entonces aborda-
remos tanto el encuentro del sujeto con Ins 14-
‘inas, como la situaciGi interpersonal que es-
te encuentro suscita, Es importante que reco-
nozeamos con dlaridad nuestra manera do to-
‘mar posicién frente al Rorschach, manéra que
mpliea un abordaje enriquecido -no exchuyen:
te- eon respecto al abordaje desarrollado origi-
nariamente por Hermann Rorschach (las res-
‘puestas frente a las Isminas). Nuestro foco de
atencién apuntard ala experiencia que el su-
jeto tiéne dévla.situacién, de. test, No s6lo lo
que dice que ve, sino ademas icdmote-vesy~
imo lo dice. Cémo se representa el parecido,
- chach et des Methodes Projectives.
eémo lo siente, se siento y cémo nos represen-
‘ta, nos siente y nos trata a nosotros. No anali-
zamos sélo perceptos, analizamos el proceso
de comunicacién y el discurso que el sujeto ex-
presa acerca de sus perceptos.
“Ya que por otra parte sostenemos 1a vali-
dex del Rorschach junto con otros procedi-
mientos elinicos, para proveer una situacién
relativamente estandarizada, donde se vuclva
observable y evaluable una “muestra” estruc-
tural del sujeto, que nos permita, a In ver, es-
tablecer desde ella, correspondencias y predic-
clones, necesitemos explicitar los componen-
tes del mierocosmos de experiencias.
{COMO SE CREA EL MICROCOSMOS DE EX-
PERIENCIAS?
1-Con un Dispositivo Psicodiagnéstico.
2.-Con un sostén material.
3.-Con una consigna especial.
4.-Con una eualidad téeniea vineular espo-
elie oF AE ned
El Dispositivo Psicodiagnéstico es el con-
"|
cepto por el cial Wefinimos aga‘ wii Encuadre
explicito y eficaz destinado a promover la ac-
tiva participacién del sujeto, con expectativas
claras y no muy conflictivas con respecto a las
administraciones y sus resultados, Sujeto que
ademés se haya podido reconocer realizando
tuna tarea relevante. (Clinica de la Pantalla,
H, Lunazzi de Jubaty, 1993).
En tanto material, el Rorschach ofrece un
sost6n oreferente con cualidades a la vez, tan-
to enigméticas como inevitables. Por su espe-
ial cualidad ambigua y desconocida, despaja
a los sujetos de los “libretos” ,convencionales
con los que se organizan y responden habi-
tualmente, a los estimulos cognitivos ¥ vincu-
ares, Hacemos referencia aqui a la concep-
tualizacién original de Erie Berne, segiin la
cual, para los humanos, tanto el desarrollo del
‘Trabajo, como la asuncién de Roles, con sus
“Tibretos" convencionales, procuran de cierta
manera al ser humeno, proteceién para le pa-
vorosa angustia del tiempo sin estracturar.
@erne. Cita 1). Mediante la presencia de les
laminas del Rorschach, Levaremos al sujeto a
apelar a los “libretos® eristalizados en forma
invisible para’6], en el interior de su organiza-
cién psfquica: sus patrones profundos de cono-
cimiento y respuesta.
CXTA Nl: Berne, E: Los Juegos en que partici
‘pamos, Javier Vergara Editor, Buenos Aires 1966,
(Gég: 20-21) "I ctarno problema del eer bmasane ex
‘elacininveria ene ia oe rants, Gene
rmente,en loo lugares donde le gente eracta ex fe
Ios, e indloeetnpropustar por las ees del
yen os Yagares donde oe acoctumbra progustar
Doris tone dol enition pte ienreesbn eractat
Exlemete, Generalmente, an ceremonial do ump
Go grade a Ino somirrisalesconversciones de oc
lueldad,y estas tiimas pueden distnguioe amdn-
Glas poste
Conforne lee personas se vam canecionde msjes,
sn dessa ms y n6s Ia propeemacién individual, de
‘lode que eapiotan a ocurirneidenter”. Superficial
{Bento estos ncdentes parscen aerfotaits, ypu
thn Sor deseriptesaef por las personas invalucradas,
Deron cidndows svantenrevela que Senden eur
Detrone dflidos qu puoten ser separadoe desif-
Endony gus ln seis evi initada par repo rele
‘Eonthstdltoe Bato reglamentoe permanecea ltea-
‘Een onoa oly had enti
Sepia Hoyle parece pooen de maniSesto si hay ant
[agude egal, dado poo aun calico gio, verbal
‘eral da {bull Beton eituaiones, queen contrast
ten le perntiomyen eran tender moon Te propre
‘Dacia tadivigaal que en la socal, pooden Hamarse
5ueror-La vid fiir yi idm congue ef non
{ida en expananedn Ge variances, pueden ester
Daneda, fo tas ap, ea vanieciones dal mimo jue:
“La necesidad de programaciéa tiene ol mismo ve
lords supervivencia quo el hambre de estilo. Ytex
to eLhambre de extimule como el hambre de recanoei-
tiesto expresan la necesidad de evitar In inanieién
tensorial y emocionel, laa cuales evan sl deterioro
bicl6gico, La necesidad de propramacién expresa el
fensia de evitar el aburrimienta, Kierkegaard (10) ba
sedalado la peligros quo recultan dela falta-de pro-
{gramacién de los tempos. 5 persiate algtn tiempo, el
burrimiente se vuelve sinéaimo de inanicién eocil y
ede tener lar mismas eonsecusnces.” (pég.28)
En cparto ala consigna, “jqué podrfan ser
0 representar?", lejos de pedir tareas conven.
cionales como repetir, reproducir 9 Feconocer,
solicita un compromico ereativo ¢ imaginario,
‘Cuando se pide que se digan “parecidos”, lo
que se “podria” ver, nos introducimos en el
‘dmbito-de lo potencial,;en un espacio “transi-
ional’, entre la presencia y la ausencia, entre
sun descubrir y construir y un ignorar y desco-
nocer. Esta demanda de parecidos ademés, se
garantiza con la exclusién de censaras 0 co-
sreecjones, Es una demanda a Ja. ereativa.
conistriceist'de'signifieantes'a partir te tina
ciorta pero elusiva referencia (Ins léminas).
Los componentes anteriormente citados se
‘
‘
8M
ae
eR Him >
RB A
Calidad de Vida Psíquica y Estado de Salud Física en El Adulto Mayor - SÁNCHEZ PADILLA, L., GONZÁLEZ PÉREZ, U., ALERM GONZÁLEZ, A. Y BACALLAO GALLESTEY, J. (CUBA, 2014)