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INVENTARIO MULTASICO DEL PERSONALDAD MINNESOTA 2 S.R. Hathaway y J.C. McKinley MMePl — 2 Manual para aplicacion y califcacion Revisin eloborada por el Comité de Reestandarizacion del MMPI designado por lc Universidad de Minnesota James N. Butcher U. Minnesota Tradueido y adaptado al espaiol por: Wiens Dra, Emilia Lucio Gémez-Maqueo U. North Carolina Coordinacién de Psicologia Clinica John R. Graham Facultad de Psicologia i medene Universidad Nacional Auténome de México Auke Tellegen. U. Minnesota Responseble editorial por EI Manual Modem: : Lie, Lorena Blanca Borers Masnumy Egresada de Coordinadors tad de Estatios Profesionales-Zaragoze editorial iversidad Nacional AntGnom: . vu, , / / eet ct lt 10/ avo [70 [6 dg AVISO* Lispructas psicolégicasson instrumentos de empleo delicado yporello su venta est restringida ‘aprofesionales que posean la capacidad de emplearlas apropiadamente, quienes deberén acreditarse como psiodlogos graduados, pasantes, o miembros de una organizaciGn nacional de psicélogos. Queda estrictamente prohibida la reproducei6n parcial o total de este material sin autorizacién escrita dela Editorial, Aytidenos a hacer valer el derecho de autor respetando la propiedad intelectual, & Manual Mederno” Editorial El Manual Modemo, S.A. deC.V. Ay. Sonora 206, Col. Hipédromo, 06100 México, DF. spots et derecho de au Tavocopie esta obra, Este instrumento consta de: Manual de aplicacién y calificacién MP 46-1 Cuademillo de aplicacion MP 46-2 Hoja de respuestas MP 46-3 Plantillas de calificacion MP 46-4, 1, 2, 3,4 Perfiles MP 46-5, 1, 2,30 MP 46-6, 1, 2,3 RECONOCIMIENTOS PARA LA EDICION EN ESPANOL A tprograma de Apoyo alas Divisiones de Estu- dios de Posgrado de la UNAM por los recursos brindados a través del proyecto PSI-9209 Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecno- logia por los recursos brindados a través del proyecto 3722-S9312. ‘Al Dr. Juan José Sanchez Sosa, director de ja Facultad de Psicologia, por su apoyo para la consecucién de la licencia y edicién de la prueba. A la DivisiGn de Estudios de Posgrado de la Facultad de Psicologia y Coordinacién del Area Clinica de la UNAM por los recursos y materiales proporcionados para el desarrollo del Proyecto de Adaptacién de la versién para México. A James N. Butcher, por el apoyo brinda- do al proporcionar materiales, datos y progra- mas para el procesamiento de los datos de la muestra mexicana, asicomo por su asesoria constante en el proyecto. ‘A Beverly Kaemmer, por su apoyo para la concesién de la licencia de las Pruebas MMPI-2, y MMPI-A a la Facultad de Psicologia de 1a UNAM y a sublicencia a la Epirortat EL Ma- NUAL MODERNO Ala Dra. Isabel Reyes xgunes, por su valinsa participacién en la elaboracién de la version en espaiiol del MMPI-2 pasa México con la cual sé realizaron los estudi.s de confiabilidad, vii (Universidad Nacional Auténoma de México ) normativizacién y validez. que se presentan en este manual. ‘A Ronald L. Scott, por su participacién en a elaboracién de la primera forma de la ver- sin en espaiiol para México del MMPI-2 ‘A Amada Ampudia, por su comprometida labor en la coordinacién de la recoleccién de datos de la muestra mexicana, procesamiento de datos de las escalas suplementarias ¢ inte- graci6n del material para la ediciGn del Manual, ‘A Consuelo Duran, por el procesamiento y formato del texto de este Manual, asf como por el procesamiento de datos acerca de la confiabilidad y validez. del instrumento. A Luis Monz6n, por el disefto de Ia hoja de respuestas de lectura dptica y elaboracién del programa para calificar el instrumento, as{ como el clculo de las puntuaciones T uniformes. A Ivonne Leén, por la elaboracién de ta- blas que aparecen en los apéndices A Rocio Péez, por la realizacién de las tablas de los apéndices y célculos de las 7’ uniformes. A Hugo Palacios, por la recoleccién y ané- Lisis de los datos de la poblacién psiquitrica mexicana ‘A Adriana Heréndez y Yolanda Lucio cor la recoleccién de datos. A Lorena Taboada por larecolecci en México y Nicaragza, in de datos RECONOCIMIENTOS PARA LA EDICION EN INGLES (Universidad de Minnesota ) Fh coonits te tecsrandariawnitin dicen axprenar su geartind parte pad qua propscokamasan las sigitientes personas e instituciones: CALIFORNIA Recoleccién de datos Konstantinos Kostas Dennis Saccuzzo MINNESOTA, Procesamiento y andlisis de datos Yossef Ben-Porath Kyunghee Han Allen Harkness Kevin Larkin Jenny Lee Wendy Slutsky Craig Uchiyama Niels Waller Nathan Weed Recoleccién de datos Fred Ninonuevo Linda Roberts Servicios administrativas Karen Gayda x Laura Keller Censores/reclutamiento de sujetos Stephen Hjemboe Laura Keller Pat Reinitz Randy Schmalz Institucién colaboradora University of Minnesota Computer Center, por andlisis de datos de apoyo NORTH CAROLINA Programacién Jeffrey Brooks Edward Cumella Don Hopkins Procesamiento y andlisis de datos Susan Birchfield Jeanne Bumberry Leona Dahlstrom Katy Fleer Susaut Hazlett Cynthia Peterson X_s_Inventario multifaisico de la personatidud Minnesota-2 [ MMPI-2 } Consultoria de proyecto Gerda Fillenbaum Ken Pauwels Recoleccién de datos Bambi Caruthers Margaret Douglas ‘Tracy Bells Lina Hall Deborah Lawrence Stephen Ostrander-Lally Gretchen Reevy Tamara Goldman Sher Carol Sweeney Andrea Weyermann Bobby Winston Censores Gregg Buongiomo Sally Carlin Jamie Crist Heidi Neiswender John Peterson Steve Sayers Donna Marie Winn Instituciones colaboradoras University of North Carolina Academic Computing Services Institute for Research in Social Science Triangle Universities Computation Center OHIO Instituciones colaboradoras Kent State University, Department of Psychology por sus asistentes becarios gra- duados, apoyo secretarial y espacio en ofieinas Kent State Univers ty Computer Center, por consultoria estadistica y andlisis de dates Uni: et Methodist Church of Kent, Reverend Jeri Butcher, por empleo de instalaciones pate “! examen de sujetos PENNSYLVANIA, Recoleccién de datos Stephen Husband, coordinador Michzel Snyter, coordinador Marsha Snyter VIRGINIA Recoleccién de datos Robert Archer, coordinador Raymont Gordon WASHINGTON Recoleccién de datos Joanne Ito, coordinador, Seattle Donna Starr, Muckleshoot Triba Servicios administrativos Virginia Cross, Muckleshoot Trit Judi Flatz, Seattle Robin LaDue Ron Smith Censores/reclutamiento de suj Rustin Aston Judy Hall Leesa James Winona Wallace Institucién colaboradora Muckleshoot Indian Reservation MUESTRAS MILITARES ‘sri¢ Bowman, Naval Academy. ‘ommie G. Cayton, Lackland Air! an Antonio Tx “olligan, Naval Hospital Jerry R. DeVore, Dwight David Eisenhower Amy Medical Center, Augusta CA Timothy Jeffrey, University of Nebraska Medical Center Rahn Minegawa, United States Marine Corps Reconocimientos para la edicién en Inglés» XI NATIONAL COMPUTER SYSTEMS Proporcions servicios de calificacién y proce- samiento de datos para todo el proyecto de reestandarizaci6n, Agradecemos en particular la ayuda sumi- nistrada por Kevin Moreland y Chuck Lyons. CONTENIDO PREFACIO ALA EDICION EN ESPANOL PARAMEXICO . PREFACIO ALA EDICION EN INGLES ESCALAS DELMMPH2 ..... INTRODUCCION ... Elobjetivo del MMPI-2 Eldesarrollodel MMPI original ......- La necesidad de una reestandarizacién La reestandarizaci6n del inventario Preparaci6n de las normas nacionales estadounidenses... Estudios de normativizaciGn,confiabilidad y validez.del MMPI-2en México LOS REQUISITOS QUE DEBEN CUBRIRLOS USUARIOS DEL MMPI-2 Capacitacion psicométrica E Conocimnientos en cuanto a personalidad ¥y psicopatologia........... Relaciones interprofesionales Responsabilidad ética del usuario dela prueba, COMC APLICAR ELMMPI-2....... Uso stico de la prueba . Capueidad del sujeto pera contestar | xix Xxitl aut Conveniencia del MMPI-2 para los adolescentes Las condiciones necesarias para aplicar la prueba Diferentes formatos de la prucba . Los cuadernillos Los casetes, : a Aplicacign via computadora ... PROCEDIMIENTOS DE CALIFICACION, ELABORACION DEL PERFIL Y OBTENCION DELACLAVE. Calificacién por computadora Calificacién manual de las hojas de respuestas ...... Chmotrazarel perfil hasico .. Cémo obtener la clave del perfil COMO INTERPRETAR EL MMPI-2. (Como determinar la aceptabitidad del protocolo....... +++ Las omisiones de reactivos Sains qu sumen una personalidad idealizada Respuestas al azar y puntuaciones Faltas a Disposiciones especiales « contestar la pracba Configaraciones de fas esealas de vatidez Bee BB B XIV + Inventario muliifasico de la personalidad Minnesota-2 | MMPL-2 } Indicadores adicionales de validez Las escalas clinicas Confiabilidad de las escalas bisicas Estructura factorial de las escatas basicas = a Comrelacién de las escalas basicas Combinaciones de cédigos Las escalas suplementarias Escalas suplementarias, tradicionales . Escalas suplementarias adicionales ... ELUSO DEL CONTENIDO DELOS REACTIVOS . Escalas de contenido del MMPL-2 Brases significativas Subescalas Harris-Lingoes Las subescalas Is Subescalas sutil-obvio de Wiener y Harmon APENDICES A. TABLAS DE PUNTUACIONES T PARA POBLACION ESTADOUNIDENSE . . 1. Conversiones de puntuaciones 7 uniformes y lineales para las escalas bisicas con comecciones K 2. Conversiones de puntuaciones 7 uniformes y lineales para las escalas bésicas sin correccin K 3. Conversiones de puntuaciones 7 lineales para las escalas suplementarias......... 4. Conversiones de puntuaciones 7 uiformes para las escalas de contenido ‘eas 5. Conversiones de puntuaciones T lineales para las escalas ars- Lingoes : Conversiones de puntuaciones 7" cales bara las escales suti-obvio de Wiens» Harmon : : 7, Conversiones de puntuaciones Tales pa fas webescalas fs 65 " B. TABLAS DE PUNTUACIONES T PARA POBLACION MEXICANA. 1. Conversiones de puntuaciones T lineales para las escalas basicas ccon correcciones K. 2. Conversiones de puntuaciones T lineales para las escalas bisicas sin comecciones K 3. Conversiones de puntuaciones T Jineales para las escalas suplementarias 4. Conversiones de puntuaciones T lineales para las escalas de contenido 5. Conversiones de puntuaciones T uniformes para las escalas bsicas C. DISPOSICION DELOS REACTIVOS | DELASESCALAS...... 1. Bscalas bisicas 2. Subescalas Harris-Lingoes 3. Subescalas sutil-obvio de Wiener-Harrnon 4. Subescalas Is 5. Bscalas suplementarias 6. Bscalas de contenido .. D. GRUPOS DEFRASES SIGNIFICATIVAS . . 1. Grupos de frases significativas revisadas de Koss-Butcher .. 2. Grupos de frases significativas deLachar-Wrobet E. DATOS DECONFIABILIDAD DELINVENTARIO EN EUA 1, Datos del retest para las escalas bisicas (varones) és 2. Datos dei retest para ias escatas bisi ‘anajeres) 3, Datos del retour pars tes ese: "5 sipfesmentaries (yaron2s) 4, Tastes ded vers '8. Datos del retest para las escalas de contenido (varones) ry 6. Datos del retest para las escalas e contenido (mujeres)... 4 7. Datos estimados de la consistencia, intema (coeficiente alfa dde Cronbach) para las escalas basicas.... 145 8. Datos estimades de la consistencia intema (coeficiente alfa de Cronbach) para las escalas suplementarias........ 145 9. Datos estimados de la consistencia interna (coeficiente alfa de Cronbach) de las escalas de contenido 146 F, DATOS DE CONFIABILIDAD DELINVENTARIO EN MEXICO ... 147 1. Datos del retest para las escalas ‘sicas (mujeres) 148, 2. Datos del retest para las escalas suplementarias (mujeres) .. 148 3. Datos del retest para las escalas de contenido (mujeres) ... 19 4, Datos estimadas de la consistencia intema (coeficiente alfa de Cronbach) para las escalas bésicas.... 149 5. Datos estimados de la consistencia interna (coeficiente alfa de Cronbach) para las escelas suplementarias 150 6. Datos estimados de la consistencia intema (coeficiente alfa de Cronbach) para las escalas de contenido. 151 G. INTERCORRELACIONES Y ESTRUCTURA FACTORIAL DE LAS ESCALAS BASICAS ENEUA . 151 1, Intercorrelaciones de las escalas bésicas para la meestra normativa contempordnea (vaxones) -....+..e06, 152 2. Valores del andlisis factovial con rotaciGn varir-24 (varones) «2... 152 3, Valores del andlis). factorial ‘ean rotacidc varir << (mujeres) se 158 Contenido © XV H. INTERCORRELACIONES Y ESTRUCTURA FACTORIAL DE LAS ESCALAS BASICAS ENMEXICO .. 1. nterorrelaciones de las escalas bisicas para la muestra de estudiances umiversitarios mexicanos (varones) 156 2, Interconelaciones de las eseales bsicas para la muestra de estudiantes universitarias mexicanas (tjeres) 3, Valores del ansliss factorial con rotacign varimax de las escalas bisicas (varones).. 158. 4, Valores del anlisis factorial con rotacidn varimax de las escalas bisicas Gujeres) 138 5, Valores del andlisis factorial con rotaci6n varimgx de as escalas de contenido (varones) . . . 19 6, Valores del andlisis factorial con rotaciGn varimax de las escalas de contenido (mujeres) 19 155 1ST |. EFECTOS DEL EMPLEO DE NORMAS DIFERENTES . . 1. Comparaciones de las elevaciones de perfil basadas en diferentes normas del MMPI 18 . Frecuencia de puntuaciones altas del MMPI en muestras psiquistricas contemporineas basadas en diferentes normas .... cee 14 CCongruencia de las claves de la clevacién de dos escalas empleando normas originales y contemporfneas para una muestra psiquistrica . 165 4, Frecuencia de las claves comunes de la elevacidn de dos escalas para pacientes psiquidtricos utilizando normas contemporéneas, y porcentaje de concord “ia con las claves basadas enlas norm: tiginales 165 . 181 J. CARACTERISY’CAS DE LA MUESTRA NORMATIVAE” ‘ADOUNIDENSE ..... 1. Medias y de origen étnic jaciones estétidar por ‘varones) 168 ~ XVI © Inventario mubtifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 } | 2, Medias y desviaciones estindar por tigen inico (mujeres) 168 y 3. Medias y desviaciones estindar de mmuestras de diferente ubicacion { geogréfica (varones) 19 4, Medias y desvicionesestandar para ~ muestra de diferente ubicaci6n peogréfica (mujeres) ietag pe K. TABLAS DE CONVERSION DE REACTIVOS... 1, Conversin de los eactivos de la 7 forma grupal del MMPLaMMPL2....... 172 2. Conversién de los reactivos del "y ‘MMPIL-2a la forma grapal del MMPI ..... cece TH 7 3. Conversin de os reacts del MMPLFormaRaMMPI2. ... 15 y 4, Conversién de los teactivos del MMBI-2¢ MMPLFortnaR - 16 see tt L. CORRELACIONES DELASESCALAS. - 1. Correlaciones de las escalas basicas ‘con el ntimero total de cambios a. recientes en la vida (EV) y'eon las puntuaciones de la Escala 4 de calificacién de readaptacién social (ECRS) «- . . 18 2. Comelacones de las escalas suplementarias con el nimero total de cambios recientes enla vida (IEV) y con las puntuaciones de la Escala de calificacién de readaptacién soci (ECRS) ......--» . 18 3. Comelaciones de las escalas de contenido con el nimero total de cambios recientes en Ia vida (EV) y con las puntuaciones de la Escala de caisson de eats sl ERS) ‘a 2 4, Comtelaciones de las escales bisicas ~ con seis factowes de is ealicizienes 4 por compaiiess en te sc ~ adaptac on pita ¥ adultos 2d 5. Coelaciones de Tas escalas bis seis Factores de la ealificaciones pt compaiteros en la Escala de adapt dde Katz para mujeres adultas 6. Correlaciones de las escalas suplementarias con seis Factores de Jas calificaciones por compatires cen ia Escala de adaptacin de Kate para varones adultos 4 7. Cortelaciones de las escalas uplementatias con seis factores de ls calificaciones por compas cen la Escala de adaptacién de Katz para mujeres adultas 8. Comcelaciones de las escalas 4e contenido con seis factores de las caliticaciones por compaiers @ en la Escala de adaptacién de Katz pra varones autos a 9. Comrelaciones de las escalas de contenido con seis factores de las calificaciones por compafieros en Escala de adaptacién de Katz para rnujeres adults M. DATOS REACTIVOMETRICOS .....: PARALAS ESCALAS BASICAS, FUNDAMENTADOS EN EL GRUPO NORMATIVO ORIGINAL DE MINNESOTA (N= 225 VARONES, 315 MUJERES). 1. Valores de las pontuaciones T corregidas con K para las escalas 3 bascias, fundamnentados en el grup normativo original de Minnesota... 2. Valores de las puntuaciones 7'sin correcciones K para las esealas bis fundan. tados en el grupo neva iginal de Mienesota : cuADROS 1, Disseibuctén en Ta easta stadonti'2 2. Medias y desviaciones esténdar por corigen éinico (mujeres) 3, Medias y desviaciones extindar de ‘muestras de diferente ubicacién ‘geogeifica (varones) .-.. 18 4. Medias y desviaciones esténdar para imuestras de diferente ubicacién 168 geogrifica (mujeres)... +++ +++ 1 K. TABLASDE CONVERSION DEREACTIVOS... 171 1. Conversin de los reaetivos de le forma grupal del MMPLaMMPE2....... 172 2. Conversién de los reactivos del MMPI-2 ala forma grupal del MMPI ...... nevee IT 3. Conversidn de los reactivos del MMPL-FormaRaMMPL2..... . 15 4, Conversién de los reactivos del MMPL-2 a MMPI-Forma R 116 L. CORRELACIONES DELAS ESCALAS. 1, Correlaciones de las escalas bésicas con el nimeso total de cambios recientes en la vide (IEV) y con las puntuaciones de Ia Escala de ealificaci6n de readaptacion social (ECRS) ... coe 18 2. Comrelaciones dels seals suplementarias con el nimero total de cambios recientes ena vida (EV) y con las puntuaciones de la Escala de calificacién de readaptaci6n social ECRS) ves 18 3, Correlaciones de las escalas de contenido eon el nimero total de cambios recientes en la vida (EV) y ‘sas puntuaciones de la Escala 4 calificacién de readaptacin social (ORS) . sams 1D) 4, Comelaciones de las escalas bases conn Seis factores de las eaificaciones por conspafieras en la Escala de swoptar: in de Katz, para vaeones cee see eee 19 XVI. « inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 J CUADRO® 5, Correlaciones de las escalas basics seis factores de las calificaciones pu compafieros en la Escala de adapta de Kata para mujeres adultas 6, Comelaciones de las escalas suplementarias con seis factores é Jas calificaciones por compaferos | cen la Escala de adaptaci6n de Katz para varones adultos . 7. Comelaciones de las esealas suplementarias con seis factores de las calificaciones por compatins en la Escala de adaptaviGn de Kata para mujeres adultas 8. Comelaciones de las escalas de contenido con seis factores de las califieaciones por compa cen la Escala de adaptacién de Kate para varones adultos 9, Conrelaciones de las escalas de ‘contenido con seis factores de las talificaciones por compafieros en Escala de adaptacién de Kat para mujeres adultas 4 DATOS REACTIVOMETRICOS . VALORES DE LAS PUNTUACIONES} CORREGIDAS Y SIN CORRECCION! PARALAS ESCALAS BASICAS, FUNDAMENTADOS EN EL GRUPO NORMATIVO ORIGINAL i DE MINNESOTA (N= 225 VARONE: ‘315 MUJERES). 1 Valores de las puntuaciones T corregidas con K para las escalas bascins, fundamentados en el grupo notmativo original de Minnesota 2. Valores de las puntuaciones 7'sin ccorrecciones K para las escalas biti fundamentados en el ge-0 nora original de Minnesota ‘Le D'uribucién yeogética de tos sujte ce [a muesta 2stacounidense © reestandasizs Contenido © XVI 2. Origen étnico de los sujetos de la muestra de reestandarizacién comparados can los del censo de 1980 3. Distribucién por edades de los sujetos cen Ja muestra de reestandarizacién ‘comparada con la del censo de 1980 4, Afios de educacin terminada por los sujetos de la muestra de reestandarizacién comparados ‘con los del censo de 1980 5, Estado civil en los sujetos de la muestra de reestandarizacién ‘comparado con el del ceaso de 1980 ... 6. Ocupacién en los sujetos dela muestra de reestandarizacién ‘comparada con la del censo de 1980 7. Distribucién de ingresos de los sujetos de la muestra de reestandarizaci6n comparada con Ia del censo de 1980 8. Cambios y omisiones de reactivos y sus efectos en las excalas bésicas 9. Distribucién por edad y sexo dela muestra mexicana 40. Distribucitn de frecuencias ppor carrera y semestre de Ja muestra e estudiantes mexicanos AL, Distibuein de frecuencias por cumo escolar de la muestra mexicana 12, Valores Lexile promedio para las escalas bésicas . REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS . 13. Puntuacién de ? (No puedo decir) Implicaciones de las elevaciones, en las puntuaciones ....... 14. Escala L (Mentira): Implicaciones de las elevaciones en la escala 15. Escala F (Infrecuencia); Implicaciones de las elevaciones en Ja escala 16, Escala K (Comecei6n): Implicaciones, de lis elevaciones en Ia escala 17. Escala | (Hs): Lmplicaciones de las elevaciones en la escala 18. Escala? (D): Implicaciones de las elevaciones en Ia escala 19. Escala3 (Hi): Implicaciones de las elevaciones ent Ia escala 20, Escala 4 (Dp): Implicaciones de las elevaciones en la escala, 24, Escala 5 (Mf): Implicaciones de las elevaciones en la escala. 22, Escala 6 (Pa): Implicaciones de las elevaciones en la escala 23, Escala 7 (Pt): Implicaciones de las elevaciones en la escala 24, Escala 8 (Ks): Implicaciones de las elevaciones en la escala 25, Escala 9 (Ma): Implicaciones de las elevaciones en Ia escala 26. Escala 0 (Is): Implicaciones de las elovaciones en la escala..... 46 a a PREFACIO A LA EDICION EN ESPANOL PARA MEXICO En esta edicién, ta Facultad de Psicologfa de la Universidad Nacional Aut6noma de México (UNAM) y Ia Editorial E] Manual Moderno, S.A. de C. V. presentan la versién en espafiol para México del MMPI-2 junto con el Manual dela prueba, Esta edicién constituye una de las tres versiones en espafiol autorizadas por la Editorial écla Universidad de Minnesota. El Manual que se ofzece no ¢s solamente una traduccién pues incluye también los datos de Las primeras inves- tigaciones realizadas en México con el inventario MMPI-2. Tanto la traduccién del inventario MMPI-2, como la del Manual constituyen ver- siones adecuadas para ser utilizadas en nuestro pais; sin embargo, se ha seguido trabajando para obtener una adaptacion y estandarizacién am- plia del inventario a nivel nacional. En el campo de la préctica psicométrica y de evaluacién de la personalidad, el MMPI ha sido sin duda el inventario de personalidad més ampliamente utilizado tanto en México, como en otros paises, lo mismo en las dteas de la psicologia clinica y educativa como en el cam- po laboral. Sin embargo, es necesario sefialar que desde hace més de 20 aflos autores como Butcher, 1972; Butcher y Tellegen, 1966; butcher y Owen, 1978; Hathaway, 1965; se percataron de algu- nos problemas ‘lel inventario en 1a evaiuacién de la personalidad, ove ya advertian ta necesi- XIX dad de revisarlo. Una de las eriticas més fre- cuentes al instrumento original era la forma tan parcial en que se obtuvieron las normas esta- dounidenses del MMPI original aunque en la préctica se les consideraba representativas. Fue por ello que en 1982 se constituyé en la Uni- versidad de Minnesota un comité para revisar y actualizar el inventario. Este comité entre otros aspectos consideré necesario excluir reactivos ‘obsoletos o poco convenientes y ampliar la gama de los mismos a temas més actuales, como por ejemplo 1a evaluaci6n de la desadaptacién pro- fesional, En México, desde que Néiez tradujo el inventario, en la década de 1960*, se han realizado nume- rosos estudios con el MMPI original, algunos de los cuales, muestran diferencias significati- vvas entre la poblaciGn mexicana y el grupo normativo de Minnesota y seftalan incluso marcados indi- ces de psicopatologfa en poblaciones mexicanas normales (Lucio y Labastida, 1993; Néiez, 1987) Estos hallazgos podfan deberse por una parte a que las normas de Minnesota no eran las idéncas para la poblacién mexicana en esa época, y por otra a que la adaptacién de la prueba al espa- ‘Hathaway, SR. y Niilez, Re tren MMPI. BL Manw Kinley, J.C. Versién-ee espafia! por ‘a multifisico de la personatidad- Moderno, 1967 XX__Inventario multifésico de ta personalidad Minnesota fiol no era del todo adecuada. A pesar de ello cl MMPI original siguié utilizéndose para eva- luar la personalidad por la gran riqueza de da- tos que proporcionaba, ademas de que no se disponfa de otro instrumento con una amplitud semejante al MMPI. Estas dificultades se su- plian en gran parte por la experiencia del clini- co, quien autométicamente ajustaba la elevacién en algunas escalas, tomandolas como no signi- ficativas, pero el inventario en manos inexper- tas, podia llevar a errores en la evaluacién de Jos sujetos. Por otra parte una fuerte limitaci6n del inven- tario para su uso en México es que, probable- mente debido a las dificultades para investigar sobre pruebas psicolégicas, nunca fue estan- darizado para la poblacién nacional; aunque si se obtuvieron normas para algunas poblaciones. Atin en Ja actualidad se contintian utilizando las normas y perfiles estadounidenses originales, probablemente poco idéneos para la localidad mexicana. Si para la calificacién del MMPI en pobla- cién mexicana era necesario recurrit a normas basadas en poblacién diferente y alejadaen el tiempo, ademds de que los contenidos de va- tios de los reactivos del MMPI probablemente fueron aptos para la época de construccidn de Ja prueba (y para el grupo normativo) pero actual mente carecen de vigencia; era de esperarse el encontrar un grado de distorsién interpretativa y de pérdida de informacién al usar el inventa- rio en la poblacién mexicana. Dados los problemas seiialados, no era posible saber si las diferencias encontradas entre mexicanos y norteamericanos eran reales, o se debian a las normas utilizadas o a que probablemente en Ja primera traduccién del MM2I no se le dio tanta importancia a Jas expresiores lingifsticas ni alos aspectos culturates, que en 1a actuali- dad se consideran sumamente zelovacies En México era imprescindibvlee..conces vi outar con grupos worms.ivos :veres “atative {a poblacios de mie stra pats, p= se « 2 { MMPI-2 } pleaban como marco de referencia los grupos normativos tan cuestionados en Estados Unido: Ademis, era importante tener una traduccién que le diera mayor importancia a aspectos cul- turales. La forma revisada de 1a prueba (MMPI-2), fue publicada en 1989. En esta revisién se bused la continuidad con el MMPI original, mante- niendo las escalas clinicas y de validez tradi- cionales, relativamente intactas. Se afiadié, ademds, un mimero considerable de escalas nuevas para ampliar y hacer més precisa la evaluacién psi- colégica. Entre ellas destacan las escalas de contenido, derivadas mediante una estrategia de construcci6n multietapica en las que se emplearon procedi- mientos racionales y estadisticos sofisticados. El MMPI-2 permite obtener ademas del perfil basico, un perfil de escalas de contenido y otro perfil con las escalas suplementarias. Los resultados de las investigaciones reali- zadas en Estados Unidos (Ben-Porath y Butcher, 1988; Munley y Zarantonello, 1990) con la nueva versién del inventario, demostraron que el MMPI-2 es comparable con el MMPI original. Con esta revisi6n se logr6 perfeccionar el instrumento hasta obtener la-versi6n actualizada del MMPI-2, la que se tradujo al espaffol en forma adecuada para obtener normas para nuestra poblacién. En esta edicién, se presenta la version re- visada del inventario MMPI-2 traducida al espafiol; en donde el contenido y lenguaje de los reactivos se adecué a la poblacién mexicana, La nueva versién del MMPT se aplicé a una muestra de , Ja localidad universitaria de la UNAM, con el objetivo de adaptar la prueba estableciendo normas y puntuaciones 7, ademés de obtener un andli- sis del funcionamiento de los reactivos con po- acién mexicana, Para esta investigaciGn se decidis seguir una metodologia estricta tzato en lo que se referfa a Ja traduccién, como > la obtencion de le nuestra para fener ana versién I> ms adleonsela posiale-a!a po Se hizo una primera traduceiénen cuya version colaboraron cuatro psicdlogos. Uno de ellos era de origen estadounidense, y los tres miembros restantes mexicanos. Se tradujeron todos los reactivos del MMPI-2, haciendo caso omiso de la traduccién anterior al espaiiol que se ela- boré del MMPI original Esta versién fue afinada por las responsa- bles del proyecto en unién con un traductor experto, vigilando fos aspectos seménticos y sintacticos asi como la relevancia cultural y clinica, $e lo- gré asi, una nueva versién en espafiol, La ver- sién obtenida fue sometida a validacién por jueces, externas, olinicos expertosen el MMPI, obteniéndose acuerdos superiores a 90% entre ellos. Los comentarios y andlisis, producto de la validacién, fueron considerados por el grupo de trabajo y se produjo la versi6n final del ins- trumento. Posteriormente se tradujo la version en espaitol ahora al inglés (back translation) por un traductor especializado que desconocia el instrumento. Se cotejaron las dos versiones en inglés, obteniéndose de nuevo una alta co- mrespondencia, El trabajo realizado es una transliteraci6n y no una traduccidn (Lucio y Reyes; 1994). Una vez obtenida la versién en espafiol a través de este ciidadoso procedimiento, se aplicd a una muestra representativa de estudiantes universitarios, que constituyeron el primer gru- po para el cual se obtuvieron normas. Esta muesta estuvo constituida por 1 920 sujetos: 813 de sexo masculino y 1107 de género femenino. En este Manual se presentan las normas y puntuaciones Teorrespondientes a esta muestra (Lucio y Reyes, 1994; Lucio, E., Reyes, I. y Scott, R. 1994), Se presentan también los datos de confiabilid=4 y validez de las diversas escalas del MMP1-z en esta nuestra. Para obtener la validez se lev aeabo un andiisis factorial de fas esealas b: de vonten.vo, Posa establec se iacazon los ceeticientes aifa de Cronba 1 hay sé obtuvigron ‘os datos vest 4 diantes. asi- la con‘iabilidad Prefacio a la edicién en Espaiiol para México» XXI Con la finalidad de establecer la discrimi- nacién de la escala, se compararon las puntua- ciones de los estudiantes con las de una mues- tra de pacientes psiquidtricos. Estos estudios permitieron establecer que el MMPI-2 constituye un instrumento valido y confiable para las muestras estudiadas, Después de llevar a cabo los estudios de validacién y obtener las normas de los estu- diantes mexicanos, se modifié la redaccién de algunos reactivos porque no eran suficientemente claros 0 adecuados al contenide. de ls ess Para realizar este proceso se tomaron en cuenta ademis las versiones del Inveritario labs das en Chile y Espaiia. Se considera que las primeras investigacio- nes que se mencionan en este Manual constitu- yen un paso importante en la adaptacién del instrumento para la poblacién mexicana, pero. ¢s indispensable seguir profundizando en el estudio del inventario con nuevos grupos por lo queesperamos que este Manual ademés de familiaricar a los psicdlogos con el instrumento, constituya un incentive para continuar investigando con el inventario. Se desea destacar que aunque este Manual del MMPI-2 constituye una adaptacién para México se respet6 todo lo que fue posible el trabajo del grupo que desarrollé la versién ac- tualizada de 1a prueba en inglés. Es por ello que acontinuacién se presenta la traduceién del prefacio de la edicion en inglés. Es importante mencionar que el trabajo Ile- vado a cabo para la adaptacién del MMPI-2 para México no hubiera sido posble sin el apoyo y colaboracién de las persons e instituciones mencionadas er. los reconocimientos. Cabe hacer notar el esfuerzo ¢ interés de Ia Eprvorrat, EL Manat Monerno para lograr edicién cnidadosa y complet de ta ver actualizac- del inventario ei espafiel para México. La versin ¢ espaol para Méxi pillo de aplicn én del MMPY-2 cla Dra, milia Lucie G5: del cuader- labora Magnes AMI + Inventario mutifésico de la personaiidad Minnesota-2 { MMPI2 J y la Dra. Isabel Reyes-Lagunes, catedrati- de la UNAM. Ei Manual fa cas del Posgrado de la Facultad de Psicologia Dra. Emilia Lucio. PREFACIO A LA EDICION EN INGLES Daespues de haber transeustido 50 als de trabajo con el Inventario Multifasico de Personalidad de Minnesota MMPI, iniciado por Starke R. Hathaway, psicélogo clinico y J, Charley McKinley, neuropsiquiatra, de la Universidad de Minnesota se dispone de una versién actualizada y rees- tandarizada del instrumento llamada MMPI-2, ‘Los usuarios y conocedores de la prueba original encontrardn la mayor parte de las caracteristi- cas tradicionales del MMPI intactas: las escalas basicas, formas de perfiles para sujetos mascu- linos y femeninos, por separado, plantillas para calificacién manual, as{ como normas con y sin correcciones por los valores de la escala K. Sin embargo, un cxamen minucioso revelard cambios notables pues la redaccién de los reactivos ha sido refinada y modificada; se han aumentado nuevos reactivos para'cubrir areas de contenido no representadas en el MMPI original; se dis- pone de nuevas medidas de validez para las escalas suplementarias, asi como de un nuevo método de puntuacién T para la calificacion de las esca- las. Los cambios efectuados deberdn mejorar la validez y utilidad del instrumento, puesto que en la actualizacién de la prueba se mantuvo, en la medida de lo posible, la forma de calificacién asi como el conocimiento acerca de la interpre- tacién dei MMP, debido a que se les considera Elcambiomés significative dela prucha involucra la obtencién de nuevas normas nacionales que son representativas de la poblacién actual de Estados Unidos. La reestandarizacién se reali~ 26 con muestras de adultos, de géneros mascu- lino y femenino, de varias regiones gzazrdficas de EUA y, por primera vez, se incluye un ni- mero significativo de personas pertenesientes a grupos étnicos y raciales minoritarios. Otra mejoria importante es la introdvecisn de una distribucién més consistente de las punt1a- ciones T para obtener los perfiles basicos de la prueba. Las puntuaciones de los sujetos de Ia reestandarizaciGn en ocho de las escalas basicas clinicas (omitiendo las escalas 5 y 0) se distri- buyeron de una manera diferente a la tradicio- nal del MMPI original. En vez de determinar una simple puntuaci6n lineal T a partir de tas medias y las desviaciones estandar de las pun- tuaciones crudas de estas ocho escatas, sed sarrollaron puntuaciones 7 uniformes con la fi- nalidad de producir esencialmente los mismos rangos y distribucién para todas las escalas clinicas basicas. Esto trae como consecuencia una ma- yor co parabilidad en las claves obtenidas con los prevedisientos de codificacién ‘radiconal (por ejemp!». claves a partir de elevaciones de 2y 3 picos -n el perfil). Tamb: propor- cionan las» omparaciones de estas puatuacio: XXIV 6 Inventario multi sico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 J nes.T uniformes con las puntuaciones T linea- les empleadas tradicionalmente en los perfiles del MMPI y con otras formas de normativizacién de puntuaciones T propuestas por otros in- vestigadores. Por otro lado, es importante hacer notar que tanto las medias como las desviaciones estandat de las puntuaciones crudas de las diversas es- calas son mayores en los sujetos de la muestra normativa obtenida actualmente, que las de la muestra para varones y mujeres del grupo nor- ‘mativo original examinado por Hathaway y McKinley justo antes de la Segunda Guerra Mundial, En ‘consecuencia, los usuarios experimentados del MMPI descubrirdn que las puntuaciones T ba- sadas en nuevas normas no se desviardn tanto de las que se fundamentan en las normas origi- aales de Is prueba. Para la interpretacién de los perfiles del MMPI, basados en grupos normatios actuales, se requeriré de un criterio menosrestringido que reconozea particularmente el significado potencial de la elevacién de la puntuacién T dentro del rango 65-69. Uns mejorfa considerable es que los reactivos del MMPI-2 han sido corregidos para elimi- nar ambigiiedades, fraseologia sexista y conte- nidos obsoletos, por lo que los reactivos de contenido poco conveniente se suprimieron. Ademés, las escalas suplementarias incluyenun grupo de medidas nuevas, todavia experimentales: un nuevo gru- po de indicadores de validez. (Escala F poste- rior, F,), las medidas de inconsistencia INVER e INVAR, un nuevo grupo de escalas de conte- nido y nuevas medidas de diferenciacion de género para identificar los roles masculino y femenino, ‘A semejanza de cuando fue introducido el MMPI original, un gran némero de problemas de interpretacién permanecen sin resolverse. Algunas de las caracteristicas novedosas de la prueba como las puntuaciones T uniformes, Jas escalas de inconsistencia, la F posterior y las nuevas escalas de contenido han sido construidas con la esperanza de que investigaciones poste- riores puedan probar su valor. Por otra parte, actualmente no hay consenso en el campo de aplicacién ni en el Comité de reestandarizacién mismo, en cuanto al uso de las subescalas “su- til-obvio” ni en cuanto al uso de escalas de di- ferenciacién de género y de su interpretacion como medidas de los roles de género. Como es tradicional en el uso y desarrollo del MMPI, este punto espera futuras investigaciones para su resolucién, Los miembros del Comité de reestandarizacién del MMPI y la Editorial de la Universidad de ‘Minnesota presentan con orgullo la versi6n moderna y mejorada de la prueba de personalidad que ha Gemostrado ya durante la primera mitad de este siglo ser, tanto en su desarrollo como en su aplicaci6n, una prueba de gran valor en Ia que se puede confiar. Esperamos que el MMPI-2 logre ser atin mis titil y confiable que su predecesor. Profacio a la edicion en Inglés * XXV ESCALAS DEL MMPI-2 Siglas y nombres en espafiol ¢ ingiés, corresponaientes al empleo todrica-préctico de las escalas del MMPI-2 7.No puedo decir 2 Cannot Say Escalas de validez Validity Scales L Mentira Lie F infrecuencia F Infrecuency K — Correccién K Correction Adicionales Additional F, Infrecuencia, F, BackF posterior INVAR. Inconsistencia on las respuestas variables INVER inconsistencia fen las repuestas VRIN Variable Response Inconsistency TRIN. True Response Inconsistency verdaderas Escalas clfnicas Clinical Scales 11Hs Hipocondriasis | 1 Hs Hypocondriasis, 2D Depresién 2D Depression SH Histeria SHy Conversion Hysteria 4Dp Desviacién 4Pd Psychopathic psicopattica Deviate SM Masculinidad- SMF Masculinity: femineidad Femininity 6Pa Paranoia Pa Paranoia 7PL_ Psicastenia 7PL_ Psychastenia @Es Esquizotrenia BSC Schizotrenia gia Hipomania 9a Hypomania O's Introversi6n social | 0 Si Social Introversion Escalas suplementarias | Supplementary Scales Tradicionales Taditional A Ansiadad A Anlety R Alopresién R_ Repression Fy. "aren del yo Es_ Ego Strenght MAC-R MacAndrow | Alcoholism Scale- | Rovised | | ANAC aicohoinmo | Je Macadree roulsade ‘Additional | Adicionales HR Hostilidad O-H Overcontralled reprimida Hostility Do Dominancia Do Dominance Rs Responsabilidad | Ro Sociat social Responsabilty pr Desajuste M College profesional Maladjustment GM Género masculino.| GM Gender-Role Scales GF Género femenino | GF Gender-Role Scales EPK Desorden de PK Post Traumatic esirés postraumé- Stress Cieordse tico de Keane Scales EPS Desorden de PS Post Traumatic | Stress Disorder Scales esttés postrauma- tico de Schelenger Escalas de contenido Content Scatos ANS Ansiedad, ANK Anxiety MIE Miodos FRS Fears OBS Obsesividad OBS Obsessiveness DEP —Doprosisn DEP Depression SAU Preocupacién HEA Health Concems Por la salud DEL Pensamiento BIZ Bizarre Mentation delirante ENJ —Enojo ANG Anger CIN Ginismo CYN Cynicism PAS —Précticas ASP Antisocial Practices| antisociales PTA Personalidad tipo A) TPA Type A BAE Baja autosstima | LSE Low Sell-Esteem ISO Incomodidad social | SOD Social Discomfort FAM Problemas FAM Family Problems familiares DTA Dificultad en el WRK Work intorforence trabajo i ATR Rechazo al TRT Negative Treatment tratamiento Indicators 1. de fa Ez Debido a cue gran par: ic la bbliografia de concul sobre el MIMPE2 se erowentia en iiorna ing, proporcionamos los moras y sigias cor: aondianis, unio con la teaduccion 2 espa fol que usted ancont-"i en este Srrual, INTRODUCCION EL OBJETIVO DEL MMPI-2 En taventario Muttifasico de la Personalidad Minnesota-2 (MMPI-2) es una prueba de amplio espectro disefiada para evaluar un numero im- portante de tipos de personalidad y de trastor- ros emocionales., Puede aplicarse ficilmente tanto en forma individual como colectiva. Requiere que Jos sujetos tengan un nivel de lectura de 2° de secundaria (8° grado), asf como de. su coopera- cién y dedicacién hacia la tarea de contestar el inventario.* La prueba en sf misma proporcio- na la manera de verificar si estos requisitos no se han cumplido. El MMPI-2 proporciona pun- tuaciones y perfiles objetivos derivados de nor- mas nacionales representativas, Se dispone también de los resultados de muchos afios de investigacién sobre las escalas y sus patrones de interrelaci6n, para orientar la interpretaci6n de las marcaciones de la prueba MMPI-2. AdemAs, el usuario de laprueba puede pedir en Estados Unidos los servicios interpretativos por computadora, disefiados para proporcionar un extenso rango de hipétesis acerca del diagnéstico y de la evaluacién. (En México, Ja Universidad Nacional Auténoma de México ofrece lificacién computarizada del MMPI-2.) Las investigaciones publicadas sobre el MMPI MMPI-2 puede aplicarso » pies primaria si su nivel de Tectuca 28s ss con escolaridsd stamente fluido. original proveen una gran cantidad de datos so- bre la manera en que se puede aplicar el MMPI-2 en varias situaciones de evaluacién. EL DESARROLLO DEL MMPI ORIGINAL Este inventario se utilizé por primera vez en un hospital de la Universidad de Minnesota donde se aplicé a grupos de pacientes y de no-pacien- tes (estos tiltimos, visitantes a las salas y clini- cas que se prestaban a contestar la prueba para pasar el tiempo mientras esperaban a sus amigos 0 parientes que recibfan tratamiento médico). Estas personas que no eran pacientes fueron con- siderados representativos de la poblacién adul- ta del estado de Minnesota durante el decenio de 1930: la mayorfa eran casados, de entre los 16 y 65 afios de edad aproximadamente, de 30 alos como promedio, con un nivel de educacién secundaria y residentes de pueblitos 0 éreas ru- rales del estado. Con Ja ayuda financiera de la Escuela de Graduados de la Universitad de Minnesota, Hathaway y McKinley com2nzaron a trabajar sobre la prueba en los iiitimss aitos del decenio | de 1930. En 1940 pubiicaren su primer articulo sobre cl inventario (Hz"awev" y McKinley, 1940). En este articwlo resvaierca los pasos que ha bian seguido para redactar y editar los reactivos para el Inventario de Personalidad de Minnesota. Los autores habfan adquirido, durante los afios anteriores, ideas sobre los reactivos potencia- les de varias fuentes que inclufan muchos tex- tos sobre las entrevistas psiquidiricas, los diagndsticos difcrenciales, las actitudes sociales y emocio- nales asf como los procesos de personalidad. Cada uno de los reactivos fue redactado como tuna aseveraciGn sobre alguna experiencia, creencia, actitud o preocupacién personal de los pacientes pertenecientes a los grupos clinicos en que se basaron los autores de la prueba. Mas de 1 000 reactivos potenciales fueron desarrollados por los autores, de los cuales se eliminaron todos aquellos que eran muy seme- jantes 0 gue estaban mal redactados por lo cual finalmente obtavieron 504 reactivos para st inventatio. Cada una de las aseveraciones se present6 con Jenguaje sencillo para evitar Ia impresién de que ‘=-rataba de una prueba o interrogatorio rebuscado y formal. Como muchas de estas aseveraciones ‘ereferian aexperiencias perturbadoras, preocupantes y hasta excéntrieas 0 estrafalarias, se redacta- ton muchos reactivos en forma negativa para minimizar la posibilidad de un patr6n uniforme de respuestas “verdadero” El contenido de los reactivos originales in- cluja el rango de psiquidtricos, médicos y neurolégicos en Jos que se interesaban los investigadores. Después de un considerable trabajo preliminar sobre esta lista de reactivos, Hathaway y McKinley agregaron nuevos estimulos para incluir earac- teristicas de los roles de género y una actitud ‘defensiva al presentarse ante el inventario. Es- tas adiciones hicieron que el nimero original de reactivos Hegara a 550. Algunas versiones del MMPI incluton 16 reactivos duplicados para facilitar la calificacion mecdnica que existfa en ese tiempo, lo que hacfa un total de 566 reactivos. La pri -ra escala del MMPI se desarroll6 nel contraste sistemético entre la dio un grupo, seleccionado Inventario mubtifésico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 nifestaban un desorden hipocondriaco, con las respuestas que dio otro grupo de personas no- pacientes que visitaban el hospital. Los reactivos que fueron contestados de manera signiticativ mente diferente por los dos grupos, se identifica ron y combinaron para hacer una escala preli- minar que midiera la hipocondriasis (McKinley y Hathaway, 1940). Posteriormente se reunié ‘una muestra adicional de neuréticos hipocondriacos y se hizo una validacién cruzada con respecto a la escala preliminar para demostrar que esta medida proporcionaba una base confiable para separar a los pacientes de los no-pacientes. Se realizaron otros estudios utilizando la contrastacién de grupos y validaciones cruzadas entre pacientes neuréticos que presentaban histeria de conversion (McKinley y Hathaway, 1942); psicastenia (McKinley y Hathaway, 1942) yreacciones depresivas (Hathaway y McKinley, 1942). Se desarrollaron tres escalas més, con pacientes que manifestaban des6rdenes psic6ticos: psicosis maniacodepresiva: fase maniaca (McKinley y Hathaway, 1944), paranoia y esquizofrenia (Hathaway, 1956). Se redondes este perfil de escalas clini- cas basicas para el MMPI agregando la de des- viacién psicopética (Mckinley y Hathaway, 1944) vade masculinidad-femineidad (Hathaway, 1956). Mas tarde se agregé una décima escala; la de introversién social, que fue desarrollada en la Universidad de Wisconsin por L.E. Drake (Drake, 1946; Drake y Thiede, 1948). Como se vera mas adelante, estas mismas escalas con modi- ficaciones son las que comprenden el conjunto de escalas clinicas que se encuentran en el perfil basico del MMPI-2 ‘Cuando se publicé por primera vez el MMPI en 1942, Hathaway y McKinley proporciona- ban al usuario tres indicadores con respecto a Ja validez de las respuestas de lo: sujetos: el niimero de reactivos que se dejaban sin con- testar (escala de No puedo decir o No sé), una medida del rol defensivo (escala L) y una me- dida de desviacién extrema 0 de contestazisn aj azar scala F), Estos indicadores ayudatvan al Introducciin_¢ 3 usuario del inventario a evaluar la posibilidad de que el registro del MMPI no sirviera o se hubiera echado a perder porque el sujeto, de una u otra manera, hubiera dejado de seguir las instruccio- nes de la prueba. Después se agreg6 un cuarto indicador de validez, la escala K (de correccién) (Mechl y Hathaway, 1946; McKinley, Hathaway yMeehi, 1948) para evaluar la posibilidad de que el sujeto hubiera contestado el inventario de una manera distorsionada o perspicaz, ya sea para ocultar (puntuaci6n baja) o exagerar (puntua- cign alta) sus problemas o dificultades. Como se explicard més adelante, ademas de que la esca- la K acta como indicador de validez, la pun- tuacién de esta escala se utiliza para corregir la marcacién de 5 de las escalas clinicas, Los datos obtenidos del grupo de no-pacientes del estado de Minnesota se usaron para lo- grar las puntuaciones lineales T, tanto para las escalas de validez, como para las clinicas. Es- tas normas para la prueba se han utilizado en los perfiles estandar del MMPI en todo Esta- dos Unidos y en muchos otros paises (aunque, también se han desarrollado normas especiales para algunas traducciones del MMPI [Butcher y Pancheri, 1976]). Se desarrollaron también normas diferentes para sujetos adolescentes, es- tudiantes de licenciatura y para personas de edad avanzada (Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom, 1972). En cada una de estas formas se em- ple6 la misma estructura de las escalas para el perfil esténdar, pero las correcciones de la escala K no se usaron en las normas para los adolescentes. En algunos programas por com- putadora, las puntuaciones normativizadas T reemplazan a las puntuaciones lineales T, de- sarrolladas por Hathaway y McKinley (Finney 1969; Colligai., Osborne, Swenson y Offord, 1983). Sin embargo, las transformaciones de Jas puntuaciones T normativizadas dan por re- suitado perfiles muy distintcs a los perfiles que se basaa en las pantvacion:s T originates de Hathaway y McKinley (21su, #:-84) (véase tambiss LA NECESIDAD DE UNA REESTANDARIZACION En 1950 el formato bdsico del MMPI, quedé establecido. Su aceptacién fue en aumento en Estados Unidos y traducido a varios idiomas, a partir de lo cual su uso se extendié por todo el mundo. En otros ambientes donde la prueba se introdujo para diversos propésitos al original (por ejemplo, seleccién de empleados, admisiéa % programas académicos, incorporacién militar), ha habido preocupacién con respecto a algunos de los reactivos que se refieren a adaptaci6n sexual, funciones corporales y religién. Aunque estos temas son de relevancia obvia para las evaluaciones médicas y psiquidtricas para las cuales se desa- rroll6 la prueba originalmente; en otros contex- tos, a menudo, se consideraron innecesarios y poco convenientes porque hacfan referencia a asuntos demasiado intimos (Butcher y.Tellegen, 1966; Walker, 1967). Ademds, la cultura americana (de Estados Unidos) cambié en los cinco decenios transcurridos desde que los autores de la prueba redactaron los reactivos; también se manifesta- ron preocupaciones acerca de enunciados sexistas, expresiones idiomaticas pasadas de moda y re~ ferencias a materiales literarios cada vez menos conocidos, asf como a actividades recreativas poco comunes. El uso tan extenso de la prueba y los cambios culturales, hicieron necesario co- rregir la redaccién del MMPI. Mas importante atin, habfa evidencia creciente de que las perso- nas estaban interpretando los reactivos de ma- nera sustancialmente diferente a su propésito original (Colligan y coautores, 1983; Dahlstrom, Lachar y Dahlstrom, 1986). Todo esto hizo preci- so llevar a cabo una reestandariz~cién y utilizar normas nacionales contemporéncas. Hathaway y McKinley habfan proyectado reunir un niirnero signifcativamente mayor de sujetos pars su muestra 4c no-pacientes (aproxi* madamente 2 300%: pers ‘as limiticiones en !a obtencisn de tondos, Iara “an pociodu'de depressn onérica, ios fo nae wenoy de wna 4 + Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] tercera parte (724). Fue facil para ellos con- seguir grupos de validacién para hacer evalua- ciones cruzadas con respecto a los diferentes grupos criticos de pacientes, pero no fue asf con respecto a los grupos de no-pacientes. Por zanto, las normas se establecieron s6lo sobre Ja muestra derivacional. Un resultado factible de esta limitacién es que muchas de las trans- formaciones de puntuaciones T para las esca~ las Easicas se fijaron demasiado bajas. Otro factor significativo que bajé las normas de Hathaway y McKinley en relacién con las nuevas normas fucel mimero mayor de omisiones en las muestras normativas originales. Las muestras originales para establecer las normas del MMPI, eran también limitadas por la representacién inade- cuada de adultos de varias areas regionales, de diferentes medios culturales asf como de gru- pos étnicos y raciales. Aunque la muestra de no-pacientes reunida por Hathaway y McKinley representaba a la poblacién del decenio de 1930 de] estudo de Minnesota en cuanto a rango de edades, nivel educativo y antecedentes socioeco- uSiaicos; por sus procedimientos de muestreo, se reclutaron muy pocos negros, indios america- 10s 0 miembros de otros grupos minoritarios Por tanto, un programa de muestreo nacional proporcionarfa la oportunidad para remediar estas limitaciones. LA REESTANDARIZACION DEL INVENTARIO Paral proyecto de reestandarizacién se prepa- 16 vna forma especial de investigacién del MMPI, designado como euades illo AX (adultos- experimental), En esta forma experimental se mantuvieron los 550 reactivos originales (se modificaron 82 de ellos por las rozones que mencionamos anteriormente y se omitieron os 16 duplicados).. Seagregaron 154 enunciados provisionates quedando un total ie 704 enunciados. Algunos de estos nuevos reactivos eran s6lo versiones revisadas de las existentes, los cuales se introdujeron para determinar si 1a redaccién resultaba mejor. Sin embargo, la mayoria de Ios reactivos que se agregaron, se disefié para proporcionar atencién adecuada a los tethas y reas de interés que no la habfan recibido en el conjunto de reactivos original (Schofield, 1966). La intencién era que estos reactivos re- emplazaran @ aquellos que culturalmente esta- ban pasados de moda o que eran defectuosos psicométricamente y que, al mismo tiempo, sir- vieran como fuente de medidas suplementarias en las areas de relaciones familiares, des6rde- nes alimentarios, abuso de algunas sustancias, disponibilidad para recibir tratamiento psicol6- gico o rehabilitacién, ademAs de tendencias a manifestar dificultades laborales. Asimismo, se crearon cuestionarios espe- cificos para reunir informacién biogréfica y su- plementaria acerca de la muestra de adultos cuyas respuestas se utilizarfan para establecer las nuevas normas de la prueba. La informacién suplementaria inclufa un instrumento para registrar los cam- bios o sucesos recientes, significativos en las vidas de los sujetos (adaptado de la forma de Holmes y Rahe, 1967); con respecto a algunos sujetos que aceptaron ser examinados en con- junto con sus esposos(as) 0 con las parejas con quienes vivian, se utiliz6 ademas una escala para medir cémo percibian a estos esposos 0 com- paiieros (adaptada de Ia Escala de Adaptacion de Katz [forma R] [Katz, 1968]) y del grado de satisfacci6n que experimentaban en sus re- laciones (adaptado de la Escala de Adaptacién Diddica de Spanier [Spanier, 1976]). Se establecié comunicacién con sujetos entre 18 y 90 afios de edad a través de varios méto- dos, aunque la mayor parte fue por medio de directorios o listas de publicidad. En Chapel- Hill, Carolina del Norte, se solicitaron sujetos por medio de anuncias y Mamados especiales; iamb cn se establecieron seguimientos de lo: sujetcs. que aparecfan en listas de Areas estratificadas eu caciéa. La muestra se toms de alguna comiinidades de siete estados: California, Minnesota, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Virgi- nia y Washington. Ademds, se agregaron, en forma proporcional a la muestra, los resulta- dos dela prueba aplicada a sujetos de una reservacién india federal y a personas de varias bases mili- ares, que no hubieran podido ser reclutados de otra manera, Como se mencion6 anterior- mente, se hizo un esfuerzo especial para reclu- lar parejas casadas o que habfan vivido juntas por lo menos un afio. Esto se hizo para obtener diversos rasgos de personalidad y comporta- miento de los sujetos de la muestra desde el punto de vista de las personas que seguramen- te conocfan bien a dichos sujetos. La prueba se aplicé inicialmente a més de 2.900 sujetos. Al examinar los registros de la prueba, la informacién acerca de los antece- Gentes de los sujetos, asf como si habfan finali- zado el inventario y la validez del protocolo, se redujo el mimero total de sujetos de la muestra normativa a1 138 varones y 1462 mujeres, 0 sea un total de 2 600. La raz6n mas frecuente para excluir a un sujeto de la muestra fue un protocolo que no cumplia con los criterios de validez del MMPI: omisiones excesivas de reactivos (40.0 més del nimero total de 704); o una puntuacién F excesivamente alta (20 0 més), ya fuera usando la escala F estdndar o una escaia comparativa de 64 reactivos desarrollada para la'segunda mitad del cuadernillo AX de la prueba (una es- cala F, suplementaria denominada F posterior), usando el mismo criterio de poca frecuencia en la respuesta (10% 0 menos) que los auto- res de la prueba habfan usado para construir la escala F estandar. Otros expedientes se des- echaron por omitir datos biogr.\ficos o la forma de sucesos recientes de vida, 9 de datos de identificacién como la fecha de nacimiento 0 el sexo del sujeto. En el cuadro 1 se muestea la distribucin _zeogtifica de los hombres y manje: awe se incluysron on la muestra de re 6n, La muestra de Tacoma, Introduccién * 5 del érea del estado de Washington, y la mues. tra de los militares de varias bases oficiales lo- calizadas en cuatro estados. En el Apéndice J se encuentran las listas de las medias y des- yiaciones esténdar de las escalas bésicas del MMPI, de los sujetos a quienes se les aplicé la prueba en estos lugares. La distribucién de las puntuaciones, en las diferentes regiones geo- grificas, es equiparable facilmente en las es- calas. Estos resultados apoyan la conclusién de que los distintos métodos de seleccion de la muestra de reestandarizacién proporcionaron grupos similares de varones y mujeres./La proporcion de voluntarios varia grandemente entre las dis- tintas muestras, la similitud de su distribucion sugiere que el prestarse a ser voluntario no fue un factor que influyera en la muestra de mane- ra significativa. Se darén m4s detalles sobre este Cuadro 1. Distribucién geogratica de los sujetos en la muestra estadounidense de reestandarizacién Varones leben re | | re | % Locatzacén | cuore com cla es Calitomia v2 | oa] 12 | 90 Minnesota 206 | 204) 206 | 203 araina del None |_181_| 150] —s07 | o40 Ohio 136 | 172| 254 | 174 PenmsyWvania 123 | 108 te2 | 125 virginia 109 | 26] 14 | 90 Washington 105 | 99} 1m | 76 Milita 18 | 46 6 [eservacin naam | a7 1 2a] a0 Tou T136!100.0) 7 ase vans base mince de EO 6 * Inventario multifisico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 } punto en un articulo que se publicaré poste- riormente. Los antecedentes étnicos y raciales de es- tos hombres y mujeres se proporcionan en el cuadro 2 con un desglosamiento comparativo del censo de 1980 de Estados Unidos (Bogue, 1985). Como el censo estadounidense no in- cluye una separacién de este tipo con respecto a las personas hispanas, fue necesario emplear una divisién adicional para que los datos de la muestra normativa estuvieran de acuerdo con los del censo; arbitrariamente 56% de las per- sonas de origen hispano aparecen en el censo como “blancos” y 44% como “otros” (U.S. Bureau of the Census, 1983). Mientras que las pro- porciones en cuanto a las minorfas de perso- nas negras y de indios americanos estén de acuerdo con la proporcién verdadera, los subgrupos de hispanoamericanos y los de origen asiatico es- tan subrepresentados en la muestra de reestan- darizacién. En cl Apéndice J se proporcionan las medias y las desviaciones estdndar de las puntuaciones crudas de las escalas basicas del MMPI para hombres y mujeres, que incluyen cada uno de estos subgrupos étnicos-cultura- les en la muestra total Las comparaciones que se hicieron en cuanto al censo de 1980 y la muestra de reestandari- zaci6n con respecto a la edad (cuadro 3), afios completos de escolaridad (cuadro 4) y estado civil (cuadro 5), revelan que la caracterfstica mas dispar comparando la muestra con la poblacién del censo de 1980, resulta ser el anteceden- te de escolaridad. En la muestra normativa hay exceso de varones ¥ mujeres con estudios de posgrado y una subrepresentacién de quie~ nes no terminaron 0 no obtuvieron el certifica- do de bachillerato. Los datos de ocupaciones y de ingresos reflejan esta misma tendencia hacia un nivel socioeconémico alto en el grupo nor- mativo (véanse los cuadros 6 y 7). Sin embar- go, las distribuciones de las muestras norma- tivas de estos niveles socioeconémicos pare- cen ser muy semejantes a las de los sujetos a Cuadro 2. Origen étnico de los sujetos de la muestra de reestandarizacion comparados con los del censo de 1980 Varones Mujeres Reestandarizacién Reestandarizacién Grupostnico | Frecuencia | % | seaustaco | Censo | Frecuencia | % | %ajustado | Censo Astatico s_| os] os 18 13 | o9 oo | 45 Negros vee | nal ta 104 1 _| 20] 129 | 109 Hispanos 35 si[ + : | 26 eas Nativos americanos 33. 05 o__ | ar 27_| os a 82.4 84.7, | reat oll coisa Toial 100.0 100.0 [39.9 1 + Ratade Sniomme alas eclogoras del canso Ja © A (oe hid is Tor 56% Mancow" 4a “oe (sina tango cle EUA, 1983) Introduccion © 7 Cuadro 3. Distribucién por edades de los sujetos en la muestra de reestandarizacién n ‘comparada con la del censo de 1980 Varones Mujeres Rangode edad _| Frecuencia % Censo | Frecuencia % Censo 3 jaa 20 18 87 30 2a Ba : 20.220 208, 236 26.4 ara 255 24.4 . 20.239 331 29.4 20.4 498, 30.0 187 7 40.049 17 156 144 224 15. 137 50.059 144 127 142 aT. 124 143 2 60 a69 134 118 to 143) 9.8 12.0 70.79 55 48 50 65 45 9.0 > 80 a 64 9 08 22 12 08 | 2 Toi Tae [eos | tons age on a Cuadro 4, Afios de educacidn terminada por los sujetos de la muestra de reestandarizacién ‘comparados con los del censo de 1980 Varones Mujeres ~ Educacién Frecuencia % Censot | Frecuencia % Censo* u Parte do bachilerato a 54 327 68 47 342 Grado de bachilerato | __242 24. ai 398, 272 377, 5 Parte de universidad 272 238 164 379 25.9 168 Grado de universidad | __ 310 27.2 98 390 26.7 75 7 Posgraduados 253, 22.2 jo 227 155 53 L Tal 1198 100.0 700.0 7482 700.0 100.0 [ “Los datos dl censo de EU estan basados en lo de actos de 25 aos do edad en adelante L Cuadro 5. Estado civil en los sujetos de la muestra de reestandatizacién comparado : con el del censo de 1980 y Varones Mujeres I Estado ci Frecuencia | _% ‘Goneot | Frecuencia | % Conse" ] Casade 223 728) 616 aoe 612 56.3 ‘ Viudo 12 ro eT 77 53 112 Divorsiad 59 52 48 it | ia 86 Separado 18. 33 - {Sotero | e (7 Jad on ada a, 8 + Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPL2 J Cuadro 6. Ocupacién en tos sujetos de la muestra de reestandarlzacién comparada ‘con ta del censo de 1980 Varones Mujeres Grupo deocupacién | Frecuencia % Conso Frecuencia % Censo Profesional 479 42.4 155 581 38.7 157 Gorencial 168 14.8 16.8 109 78 55 ‘Técnico experto 164 14.4 378 51 35 13.1 Eclesiastico a7, a3 12.4 328 22.4 42.0 Obrero 132 116 173 73 5.0 23.8 Ninguna de las 154 13.5 309) 244 anteriores (Datos omitidos) 4 0.4 a 08 Total 1138 100.1 99.8 1 462 100.0 100.1 Cuadro 7. Distribucidn de ingresos de los sujetos de la muestra de reestandarizacién comparada con ia dei censo de 1980 Parejas esposolesposa Jefe de familia varén Jefe de familia mujer Nivel de ingreso Frecuencia | % | Censo | Frecuencia | % | Censo| Frecuencia] % | censo| $0a4009 39. 15 | 16 6 o2 | ot 30 12 [14 3529999 44 17 | 48 10 a4 | ot 43 417 | 17 $10 a 19 999 254 se | 156 23 o9 | o3 86 33 | 23 $20 2.29 999 ea | 147 | 168 22 09 | 03 61 24 | a4 $30 a 44 999 4 | att | 142 16 os | 02 36 14 | 06 545 a 59 999 231 as | 96 10 o4 | ot 6 o2 | 03 ‘$60 000 0 mas 189 73 | 92 4 o2 | o1 5 02 | o4 |_(Datos omitidos) 29 44 3 ot 4 02 Total 177 | se | 718 94 a7:| 12 ant 106 | 72 ivaineecs Varones solteros Mujeres solteras Total Frecuencia | %' | Censo $024 c09 23 os | 15 $5a9999 27 10 | 18 | $10.2 19 999 58 22 | 30 | $202 29 999 42 18 | 10 $80 2 44 999 "1 18 | 10 $45 a 59.399 10 o4 | 02 860 000 ¢ més 4 os | o+ (Datos onitidos) 6 02 z Total 22 ea | ot quienes se les aplica en la actualidad esta prueba en los diferentes ambitos de Estados Unidos. PREPARACION DE LAS NORMAS NACIONALES ESTADOUNIDENSES El primer paso para llevar a cabo este proceso fue desarrollar las conversiones a puntuaciones T para las escalas basicas del MMPI tomando en consideraciém los reactivos que habfan sufri- do cambios de redaccién, Como se indica en el cuadro 8, algunos reactivos se excluyeron de las esealas biisicas por razones que se relacionaban con el contenido de los mismos. Estas omisio- nes redujeron los rangos posibles de la puntua- cién cruda en cinco de las escalas basicas (escalas F, 1, 2, 5 y 0). Ademés, en todas las escalas, algunos reactivos sufrieron cambios de redac- cidn, que iban desde el cambio de 1 a 2 pala- bras hasta una modificacién sustancial (véase el cuadro 8). E] impacto potencial de estos cambios se evalué examinando variaciones en la respuesta los reactivos, calculando las correlaciones en las escalas de los reactivos (ya corregidos en cuanto al lugar correspondiente a cada reactivo) con respecto a las escalas en cuestiOn y por un estudio especial de resi-rerest (Ben-Porath y Butcher, 1988), que comparé las respuestas de los sujetos a los reactivos del MMPI original con las respuestas a los reactivos cuya redac- cién habfa sido modificada, en el que se en- contré que la mayor parte de las contestacio- nes que produjo un segundo grupo de sujetos a quienes se les aplicé el MMPI original dos veces. Para los reactivos cuyo patrén de res- puestas si cambié significativamente, no se en contraron diferencias al corparar su contribu- cidn a las escaias clinicas y saplementarias con ia coniribucién de los sac’ vos a dichas esca- las en 5 original, T> fos estes resuize fornn: Introduccién « 9 dos indican que la nueva redacei6n de los reactivos no alteré sus propiedades psicométricas. Posteriormente, las distribuciones de las pun- tuaciones crudas se derivaron por separado para varones y mujeres en las 13 escalas clinicas y de validez. El examen de estas distribuciones revel6 que la asimetria positiva, que caracteri- zaba la distribucién normativa de la mayor parte de las escalas del MMPI de 1940, se presenté también en la distribucién de las escalas lel grupo Cuadro 8. Cambios y omisiones de reactivos y Sus efectos en las escalas basices ects Namero de reactive Tpos do Omisién | sieambio | c/cambio | A |B [Cc] D ac ba 2 [aie ‘i . a 12 |r fale s 30 1 j e ; = 5 a|s]t i . ae alah a fa 8 afals 2 4 ality ze ee 6 |ife|ife 7 40 ocala ; a 48 2 a = ie 13 t|r]s Bs a0 7 Jalalr 7 ; ion 6 Iajels Ninguna feels ena | gremnctio 10» Inventario multifésico de ta personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] normativo contempordneo, tanto en varones como en mujeres. Sin embargo, quedd claro ~de la misma manera que con las normas de 1940 que tanto la forma como el grado de la asime- rfa de las puntuaciones crudas varfa un poco. Consecuentemente cuando se calculan las puntuaciones lineales 7 tradicionales, el mismo velor de una puntuacién T, digamos una pun- wuacién T de 70, representa diferentes percentiles de valor en las diferentes escalas. Esta carac- teristica indeseable se ha modificado con un minimo cambio derivando puntuaciones T “uniformes” (Tellegen, 1988 b). Las puntuaciones uniformes T tienen una distribucién que se aproxima a la distribucién lineal T “tipica’” de las escalas clinicas del MMPI- 2. Mas especificamente, esta distribucién tipica puede verse como un compuesto de 16 dis- iribuciones, es decir, de las de puntuacién lineal T sin corregir por K, de ocho de las escalas clinicas (omitiendo las escalas 5 y 0) de cada uno de los géneros del grupo normative. ‘Las primeras puntuaciones T lineales se derivaron usando la f6rmula: T= 50 + [10(X - M)/DE, en la que X es la puntuacién cruda y My DE son la media y la desviaci6n estandar de las pun- tuaciones crudas en la escala particular para cada grupo normativo. Después, una serie de “puntuaciones T compuestas” normativas pro- medio, en conjunto con una serie de valores en percentiles, se obtenfa de la siguiente manera: para cada percentil el valor asociado a la pun- tuacién T lineal se deriva en cada una de las 16 distribuciones promediando estos 16 valores, Las series resultantes de valores promedios 0 de puntuaciones T compuestas (que corresponden a as series de percentiles) se usaban como el téndar uniforme para derivar formulas de :e- gresion y tablas para cada una de las escalas (oparadamente para cada sexo). Las tablas de consulta transforman Las puotuaciones crudas ce cada escala a las correspondientes estivaa- e-ones de las puntuaciones T compuestas, Es- estimaciones constituyea las prniiaeioads Tuniformes para dicha escala. De acuerdo con el fundamento de este proceso, las distribucio- nes de puntuaciones 7 uniformes que resultan son muy semejantes de escala a escala, pre- sentando puntuaciones similares en cada nivel de elevacién de la puntuacién T. ‘Usando el mismo conjunto de valores de puntuacién T compuesta (al que nos referimos anteriormente) para toda La prueba, se derivaron las puntua- ciones T uniformes para las puntuaciones cru- das corregidas por K y no corregidas por K paralas escalas clfnicas basicas (con excep- cin de las escalas 5 y 0, que se excluyeron por su método diferente de construccisn y dis- tribuci6n), y también para las puntuaciones crudas de las nuevas escalas de contenido, Para todas las otras escalas, los valores lineales de las puntua- cionesT, se detivaron utiizando la férmula tradicional T = 50 + [10(X — M)V/DE donde X es la pun- tuacién cruda y M y DE son la media y la des- viaci6n estandar de las puntuaciones crudas para cada escala en particular para cada uno de los grupos normativos. Es importante observar que el rango de las puntuaciones T uniformes no se aleja marcadamente de los de las distribuciones de la puntuacién T lineal original. El cuadro 1 del Apéndice I muestra una comparacién de la distribucién de las pun- tuaciones T de una muestra reciente de pacientes psiquidtricos a quienes se les aplicé la prueba en los estados de Ohio y Minnesota; dicha distribucién fue generada por medio de cuatro tablas normativas: las normas originales establecicas por Hathaway y McKinley con varones y mu- jeres de Minnesota utilizando puntuaciones T lineales; las normas Mayo (Colligan y col., 1983) basadas en las puntuaciones T normalizadas; un conjunto de y lores de puntuaciones 7 li- neales calculadas a partir de la mediay las desviaciones estindar tomadas de igs muestras de reestandatizaci: Lucio y colaboradore: deur éinar /amients d Cémo aplicar el MMPI-2 © 19 General de Asuntos del Personal Académico (No. IN301194) Para dicho proyecto la traduccién estuvo a cargo de la Dra. Emilia Lucio (1994) autora de la adaptacién del MMPI-2 para México. LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA APLICAR LA PRUEBA Lasituacién tipica de prueba para aplicar el MMPE-2. requiere espacio adecuado en una mesa para poder extender el Cuadernillo y la Hoja de res uestas de la prueba; buena iluminaci6n, una silla cémo- day un ambiente en el que no haya interrupei- nes ni distracciones. Sin embargo, no siempre es posible proporcionar un ambiente idéneo. Por ejemplo, la versi6n estadounidense del cuader- nillo con pasta dura permite que el sujeto con- teste la prueba en una sala de espera o sentado enlacama enuncuarto de hospital. En tales condiciones se deben tomar precauciones para asegurarse de que la persona que hace la prucba no sea pértur- bada por otros pacientes en el mismo cuarto, ni reciba consejos gratuitos de dichos pacientes Generalmente, se puede dar la prueba a sujetos hospitalizados durante intervalos limitados, por ejemplo antes 0 después de una interrupcién para procedimientos de rutina. Laaplicacién a grupos grandes requiere medidas especiales para asegurarse de la cooperacién y el cuidado maximo de los sujetos al resolver la prueba. En un grupo pequeiio, la persona que aplica la prueba puede servir como supervisor. Sin embargo, lz mayoria de los examinadores prefieren teae: a) zuna otra persona que les ayude. Gencralmente, s* necesitard un supervisor adicional para cad2 20 2 25 sujetos, Puede requerirse ayuda adic:seal-- ando haya condiciones especiales et salén:12 pe as fo mj 250825. 20 © Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 } haya una o mas personas que conozcan a los jévenes por nombre y que puedan tener con- trol efectivo sobre ellos para asegurarse de que cooperen y pongan la debida atencién a la prueba, Las personas que ayudan en la sesién de prueba deben conducirse de la misma manera madura y profesional que se tecomienda para el examinador, Deben darse érdenes explicitas a los supervisores, acostumbrados a vigilar de manera estricta la aplicacién de pruebas de tiempos limitados, para que sean més circunspectos en este caso. Durante la aplicacién de un invent rio de personalidad como el MMPI-2, los su- jetos sensibles pueden interpretar cualquier ‘conversaci6n casual entre supervisores, como tun comentario sobre sus respuestas a los reactivos de la prueba, De manera similar, permanecer demasiado tiempo en un lugar del salén puede interpretarse como una gran curiosidad acerca de las respuestas de los sujetos en esa Area. Sélo se debe poner suficiente atencién para detectar errores al marcar, falta de empefio y para ase- gurarse de que no copien las respuestas. Algunos sujetos pueden expresar reacciones en voz alta con respecto al contenido de los reactivos, y de esta manera provocar comentarios de los demés que pueden resultar en desorganizacién, sino se detienc a tiempo. A menudo se les pe~ dird.a los supervisores que aclaren el contenido alos puntos de referencia de algiin reactive en. especial; se les deberd dar instrucciones a di- chos supervisores para que solamente den defi- niciones sencillas de las palabras o refrasear los reactivos para clarificar el sentido de alguna ex- presiGn o forma idiomatica; se deben evitar dis- cusiones extensas. Generalmente, es suficiente decir “Indfcalo de la manera que lo entiendas”. DIFERENTES FORMATOS DE LA PRUEBA los usuarios que se encuentren en diferentes si- tuaciones de prueba. Las caracteristicas de cada versién y las limitaciones que pueda tener cada una se describen en los siguientes parrafos. Los usuarios deberén familiarizarse con las caracteristicas que tenga determinada versién antes de emplearla, LOS CUADERNILLOS Este tipo de formato permite que se pueda apli- car la prueba a grupos. Los reactivos se pre- sentan en un cuadernillo de pruebas que puede volverse a utilizar, va acompafiado de una hoja de respuestas individual para las contestaciones de cada uno de los sujetos. El cuadernillo (ya sea en forma rfistica o con pasta dura) presenta 567 reactivos; as escalas bésicas se califican utilizando los primeros 370 reactivos, pero es deseable que el sujeto conteste toda la prueba para poder calificar las escalas suplementarias. En Estados ‘Unidos se han desarrollado varios tipos de hojas de respuestas para los cuadernillos. En México solo se encuentran disponibles cuademnillos de forma nistica y dos tipos de hoja de respuestas, que se utilizan para la califica- cién manual y para la calificacién por compu- tadora, por medio de una lectora dptica. LOS CASETES En Estados Unidos el MMPI-2 puede obtenerse también en audiocasetes, Estas cintas pueden utilizarse para aplicar la prueba a un solo sujeto emplean- do audifonos. La aplicac’ in por esta via dura mas © menos una hora y media. Debe ensefiarse a los sujetos a comenzar, detener e invertir la cinta, y se les debers proporcionac !2 hoju de respues tas y un iapiz. Le cinta presenta prismere !as in truciones generaies yi an «s dauna Ses gara a.oge orsede que los sujetos comprenden cada reactivo y ten- gan tiempo para anotar sus respuestas. Para sui- jetos que tengan limitaciones visuales (0 invidentes) deben tomarse las precauciones necesarias para facilitar el registro de sus contestaciones, asc- guréndoles discrecién adecuada. El uso de una méquina de escribir con tipo Braille o el teclado de una computadora puede resultar de gran ayuda en dichas circunstancias. Si este equipo no esté disponible puede ser necesario que los sujetos con problemas de vista dicten sus respuestas a unasistente, empleado o custodio. Para la versién desarrollada en México se espera que los casetes puedan estar disponibles posteriormente Por esta via se puede aplicar la prueba MMPI-2 a gran escala utilizando un altoparlante. Los sujetos solamente necesitan la hoja de respuestas y un lapiz. Los instructores en el sal6n deberdn ob- servar el comportamiento inicial de los sujetos dela prueba para detectar cualquier problema que tengan dichas personas para familiarizarse con la hoja de respuestas 0 con la forma en gue deben anotar las contestaciones. Los ins- tructores deben tener una reserva de lépices extra por si se le rompe la punta a alguno du- rante la sesin. Deberé haber también un cua- dernillo en el idioma apropiado para propor- cionar aclaraciones posteriores sobre los reactivos que pueden haber dejado de ofrse cuando se reproduce la cinta, APLICACION ViA COMPUTADORA En algunos lugares es posible que el sujeto tome la prueba MMPI-2 mediante el despliegue de Cémo aplicar el MMPI-2 «21 Jos reactivos en una pantalla controlada por un programa de computadora. El sujeto se sienta ante el teclado y se Hama al programa. Después de que se presentan las instrucciones para to- mar la prueba MMPI-2 y que el examinador ha demostrado cémo se registran las respuesta: verdadero o falso en el tablero, y cémo se re- gresan los reactivos para reconsiderarlos; se le presentan al sujeto en la pantalla los enunciados de la prueba en orden. Generalmente es desea- le que el sujeto lea unos cuantos reactivos para determinar silo hace eficientemente y compren- de cémo debe capturar y cambiar las respuestas. Debe haber alguien cerca para contestar algunas preguntas o preocupaciones que pueda tener el sujeto durante la sesién de prueba, Se instruye al sujeto para que al finalizar la prueba lame al psicémetra, quien comienza la siguien- te fase de procesamiento por computadora. La calificacion y el perfil se obtienen autométicamente con el registro de las respuestas a la prueba. Estos pasos ahorran tiempo y esfuerzo, ascgu- ran la exactitud y facilitan descubrir rapidamente un registro invalidado, de manera que un suje- to de prueba pueda corregir un registro erré neo antes de que abandone el lugar. Sin em- bargo, cada administracién de la prueba ocupa la computadora por lo menos durante una hora y media, en la que no puede Ilevarse a cabo xningtin otto procesamiento en la unidad en cuestion. Es importante también observar que el informe interpretativo, que se obtiene por medio de la computadora, es una comunicacién técnica para usuarios profesionales; debe ser tratado con el mismo grado de responsabilidad y seguridad con el que se trata cuaiquier otro informe o docu- mento psicoligico. PROCEDIMIENTOS DE CALIFICACON, : ELABORACION DEL PERFIL Y OBTENCION DE LA CLAVE CALIFICACION POR COMPUTADORA En tstados Unidos se pueden obtener varios servicios de cémputo e interpretacién por me- dio del National Computer Systems Inc. (NCS) (Sistemas Nacionales de Computacién, Incor- porados) En México la calificacién por computadora puede hacerse solamente en la Facultad de Psicologia de la UNAM. CALIFICACION MANUAL DE LAS HOJAS DE RESPUESTAS Antes de calificar a mano las hojas de respues- tas, deben separarse por sexo, ya que la escala Mf tiene distintas claves para varones y muje~ res. Todas las respuestas omitidas 0 con dos contestaciones deben tacharse con un color y considerarse coma respti sta “No sé”. E] nid- mero de reactivos tachados es la puntuacién “No 36”, este valor debe ponerse en el lugar apro- piado de la hoja de! perfil Se utilizan claves para obtener ia puatua- cién cruda de cada uno de los tres indicadores de validez tradicionales y para las 10 escalas clfnicas. Tanto en México como en Estados Unidos también se puede disponer de claves para los juegos de escalas suplementarias y escalas de contenido. Las claves para las subescalas s6lo se pueden obtener en Estados Unidos. La plantilla (clave) se pone sobre 1a hoja de respuestas y el nimero de respuestas que apa- recen en los espacios (sin considerar los que estén mareados con color) se cuentan y se anotan en el espacio apropiado en la hoja de respues- tas como la puntuacién cruda para las escalas basicas del perfil. Luego se deben anotar en el espacio apropiado en la hoja de perfil. Asegi- rese de que las puntuaciones se escriban en la forma de perfil correcta para el género al que pertenezea el sujeto. COMO TRAZAR EL PERFIL BASICO Las puntuaciones para trazar el perfil basics zon el MMPI-2 se basan en un conjunto da es 24 Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] derivadas de las de Hathaway y McKinley y modificadas hasta cierto punto por lareestandarizacién del Inventario (véase anteriormente El desarro- lo del MMPI original). Se organizan por medio de dos conjuntos, los indicadores de validez y las medidas clinicas y, con excepci6n de la puntua- cidn “No sé” (No puedo decir), se trazan y mar- can de manera separada para el perfil individual. (La puntuacién de “No sé” es una puntuacién cruda que se anota abajo del perfil.) La lista de reactivos comprendidos en cada una de las es- calas, de acuerdo con el mimero correspondiente en el cuadernillo de aplicacién y con la direc- ciénen quese califican, se encuentran en el Apéndice C (como también estén disponibles las listas de todes los reactivos comprendidos en las otras escalas del MMPI-2). Los valores de las pun- tuaciones T para las puntuaciones crudas de cada una de estas escalas para la muestra estadouni- dense se encuentran seflalados en el Apéndice A. Esios valores son puntuaciones lineales T seneillas (para los indicadores de validez y para las esca- as 5 y 0), 0 puntuaciones T uniformes (véase la seccién anterior sobre Preparacién de las nor- mas nacionales). Las puntuaciones Tde la muestra de uniyersitarios mexicanos se encuentran en el Apéndice B Se proporcionan la confiabilidad para test- retest y datos sobre la consistencia interna (coc- ficientes alfa) para cada una de estas medidas en el Apéndice E para la poblacién estadouni- dense y en el Apéndice F para los universita~ ios mexicanos, Antes de trazar el perfil debe tomarse en cuenta que debajo de 1a hilera de puntuaciones crudas que se anotan en la forma del perfil, se encuentra una fila de espacios en blanco con la leyenda “para agregarse K”, que aparece de- bajo de las siguientes -scalas: Hs, Dp, Pt, Es y Ma. Una fraccién o toda Ia puntuacidn K se agrega a las puntuaciones crudas de una varia ble para corregivlas por K. Esta fraccién siem- pre se da seaiin !a puntuacisa cruda de K que ve ha sido determinadz en ¢! proceso de ealifi- car Ja hoja de respuestas ( ¢ las secciones anteriores). Las fracciones apropiadas de K que deben agregarse son 5K a Hs; 4K a DP; 1K a Pt; [Ka Es y .2K a Ma. (Estos valores de fracciones de puntuaciones crudas también se presentan en las formas de perfil.) Una vez que estas fracciones se han deter- minado deben anotarse en los espacios sobre la linea debajo de las puntuaciones crudas que se han transferido de la hoja de respuestas y deben anotarse las puntuaciones crudas tota- les ya corregidas. Deben tomarse en cuenta varios puntos para elaborar el perfil basico. 1. Debe utilizarse el perfil apropiado al género del sujeto. 2, Las puntuaciones crudas se anotan en la hoja del perfil; las columnas a izquierda y derecha dan los valores de la puntua- ci6n T correspondiente.a dichas puntuaciones: crudas. 3. Las puntuaciones crudas corregidas de- ben marcarse para las escalas que estén corregidas por K. 4, Deben colocarse puntos, circulos u otras marcas pequefias en las puntuaciones T del perfil correspondientes ala puntua- cién cruda y estos puntos deben conec- tase con una linea s6lida, quebrada, entre las escalas de validez (a la izquierda del perfil) y las escalas clinicas que comienzan con Hs-1 La tabla A-1 del Apéndice A proporciona para Ia poblacién estadounidense las puntuaciones T para las puntuaciones crudas corregidas por K para cada escala del Inventario. La tab'a B-1 suministra e! mismo tipo de puntuaciones para Jos estudiantes mexicanos. Algunos usuarios no querrén apoyarse so: laments en by puntuaciones corregidas por K y pued: ar ceso, 2n algunas si- vuacie s puntuaciones né corre gidas por Procedimientos de calificacién, elaboracién del perfil y obtencién de la clave * 25 K (véase la argumentacién sobre la escala K que se hace més adelante; también Hsu, 1986) Para este propésito deben utilizarse diferentes valores T para cinco de las puntuaciones cru- das. La tabla A-2 proporciona puntuaciones T sin corteccién K para todas las puntuaciones crudas posibles de las escalas de perfiles basi- cos. En Estados Unidos se encuentran dispo- nibles tanto las hojas de perfil de correccién a ‘ano para trzar las puntuaciones con o sin correcci6n K, como un perfil compuesto calificado por computadora que incluye las puntuaciofes con o sin correccién K para las escalas bisicas, En México sélo estén disponibles los perfiles con correccién K. COMO OBTENER LA CLAVE DEL PERFIL Para resumir los patrones de prueba que se ob- ticnen en el MMPI-2, se usa un sistema de co- dificacién que reduce el gran niimero de perfiles posibles a un nimero més prictico. Al codificar se le asigna una cifra a cada escala clinica, Hs se convierte en 1; Den 2; Hien 3; Dp en 4; ME en 5; Pa en 6; Pt en 7; Bs en 8; Maen 9, e Is en 0, Estos nuimeros son la base para codificar los tipos de perfiles y muchos clinicos los usan rutinariamente, en lugar de utilizar los nombres o abreviaturas de las escalas para evitarimplicaciones psiquidtricas que resultan confusas en ambien- tes no clinicos (cualquier reduccién estadistica, tal como los procedimientos de codificacisn que vamos a tratar, involucra el problema de reducir la cantidad de datos obtenidos a un ndmero ma- nejable reteniendo, al mismo tiempo, Ia inf "macién necesaria para servir a Los propOsitos dé. :ritos En el pasado se han usado dos dite-entes sistemas con el MMPI: el métodu de cx cidn original de Hathaway (1947) resursido An MMPI Haridbook (Un Manual ssbr2'el MIMO: Dahistrom, Welsh y Dai TD) y shpr cedimiento de codificae cea ic mario Welsh (1948, 1951). Bl sistema de codifica: cidn de Welsh es el nico que se emplea con 2 MMPI-2. Se puede utilizar un perfil como ejemplo para ilustrar este método Fjemplo 1 Escala: LF K HsDHi Dp Mf Pa Pt Ee Ma Is Numero: 1 23 4 5 6 78 9 0 Puntuacién 7: 57 75 43 69 88 75 94 52 81 75 79 59 65 El primer paso para elaborar a clave del perfil consiste en anotar los digitos que representan a las escalas clfnicas, de acuerdo con las eleva- ciones de las puntuaciones T, de mayor a me: nor. La escala mas elevada es Dp con una pw tuacién T de 94, de manera que el mimero 4 ser4 el primero de la clave. La segunda escala mas alta es D con 88; ahora la clave es 4 2. La tercera mas elevada es Pa con 81 y la cuarta, Es con 79. Ast, la clave se transforma en 426 8. Este procedimiento se contintia hasta que se listan todas las escalas por digito en orden descendente de puntuaciones T. (Cuando exis- ten dos escalas con valores idénticos, se listan en orden numérico.) Ademés de las escalas clinicas, deben co- dificarse las escalas de validez y colocarse por separado a la derecha de la clave de las escalas clinicas. (Obsérvese que la escala No puedo decir del MMPI-2, no forma parte de la clave debido a que es una puntuacién cru- da.) La secuencia de los digitos para el ejem- plo les: 4268371095 FLK Es importante asegurarse de gue se fen inc'uido todas las esesias en 1a cudi sible verifizar a3: cfiadolar ¢ en dol, serie ¢ rs 26 + Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 | MMPI-2 J puesto, ningtin digito debe aparecer més de una vez en esta serie, Se puede detectar facilmente sise ha respetado u omitido alguna escala, y corregir elerror. Ejemplo 2 Escala: LF K HsD Hi Dp MfPa Pt Es Ma Is Nimero: 1 2 3 4 5678 9 0 Puntuacin T: 52 10135 68 68 47 67 62 90 79 81 72 75 En este ejemplo el eddigo es: 6870912 4 5 3 FLK Despnés se subrayan las escalas con puntuacio- anes que tienen el mismo valor, o bien un punto de diferencia. Luego se agregan los simbolos de clevacién utilizando las siguientes anotaciones para signar los rangos de elevacién de 10 puntos de las puntuaciones T. 100 a 109 90 a 99 “80.2 89 70.279 60 a 69 (en Butcher, 60 a 64- y 65 a 69+) 50.459 40.449 30 229 29 y menos de 29 a la derecha de # (** se han agregado a las designaciones de co- dificacién Welsh). Algunos usuarios utilizan sim- bolos de elevacién adicionales, las puntuacio- nes de 110 a 119 se muestran seguidas de ! y 120 por !! Bl que sea necesario y util “onservar ic informacién en la codificacién dependerd det niimero ds casos en los que aparezcar elev=cioues la impostancia det diagndstico n relcién c¢ fos rang saacio~ Cuando estas anotaciones se agregan a los ejemplos anteriores las codificaciones son: 4* 26°°837' 10-95 F’-L/K 687709" 1245-13 FYYLK Ejemplo 1: Ejemplo 2: Sino hay alguna escala dentro de un rango de 10 puntos de la puntuacién 7, el sfmbolo apro- piado para el rango faltante debe incluirse (en el ejemplo 2, la escala 5 est en 62 y la siguiente, Ia escala 3 en 47; el final de la codificacién en- tonces se escribe 5-/3). . Si falta un rango de 20 puntos pueden in- cluirse los tres simbolos aunque el de en medio sea repetitivo, Si D = 90 y Pt = 67, el eddigo podria ser 2*”°7 0 2*"7; por lo que resultaria evidente, tomando en cuenta la segunda secuencia de codificacién, que no hubo ninguna escala que estuviera dentro del rango de 80 2 89 de puntuacién 7 Algunos usos de la clave resultan obyios. Por ejemplo, es facil encontrar perfiles similares En la clave del ejemplo I se ve claramente que la escala mas alta en el perfil es Dp, que la puntuacién T es 90 0 més, y que Mf cae deba- jo de 60 y es la escala mas baja. Cuando se han codificado una serie de casos y se han ar- chivado sucesivamente, es posible encontrar ré- pidamente todos los casos que comienzan con 4y terminan con 5. Si se especifica una clave tipo en referencia alas tres puntuaciones més altas es fécil identi- ficar todos los perfiles 4 2 6 cuando el objetivo es buscar perfiles similares. El grado de similitad deseada entre perfiles puede especificarse tanto enel orden de la escalas como en la elevacién absoluta, Puede considerarse s6lo el primer digito, 0 los dos pstmeros; o puede requerirse que sean igusles los -watro primeros y que presenten menos de 19 pun’os de diferencia entre las puntuacio: nes Micutras mayor sea e! grado de sintilitad que sre d files. menor se:4 la pesibi Fd ulter, equivatente: Procedimientos de calificacién, elaboracién del perfil y obtencién de la clave “se0/SEq StIEOSe Ep \jjied \euIB\0 top IIuJSOB4 “| eANBIY = y v0.9 wenze upon @ sb — sup!998IG) :BAqUUON COMO INTERPRETAR EL MMPI-2 2 A, Proporcionninss aqui una guia pa tar el MMPI-2. Se exhorta a quienes comien- zan a aprender estos métodos, a que se familia- ricen con publicaciones mas completas acer de la interpretacién de los perfiles de] MMPT original en fuentes como Graham (1987), Greene (1989), Lachar (1974), Duckworth y Anderson (1986), Webb, McNamara y Rodgers (1986), Good y Branteiner (1974), o Friedman, Webb y Lewak (1989), Estén disponibles referencias adicionales ttiles en Butcher (1979), Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom (1972, 1975), Meyer (1983), Caldwell (1988) y Greene (1988). Se puede disponer de los articulos ori- ginales, elaborados por los autores de la prue- ba, en Dahlstrom y Dahlstrom (1980), Con res- pecto a la interpretacién del MMPI-2 pueden revisarse las publicaciones recientes.como las de Butcher y Williams (1992) y Graham (1993). También. se debe consultar, para casos especiales, la am- plia coleccién de articulos de investigacién so- bre el MMPI original y el MMPI-2 La formulacién de hipstesis interpretativas provenientes de los datos resumidos en el per- fil clinico del MMPI-2 se establece sobre tres diferentes aspectos de estas puntuaciones inter- relacionados entre sf: la aceptacién de las pun- tuaciones del perii! determinada por los indicadores de validez; ta ele vacién absoluta de las escalas components e~ -omparacidn con las normas de puntuac'én,? orrespondientes y las confi- 29 guraciones relativas de estas puntuaciones dentro del perfil individual. A su vez, estas conforma- ciones reflejan la confiabilidad y los patrones de las relaciones entre las diversas escelas del perfil. Se proporcionan posibilidades de inv pretacién adicionales basadas tanto en las punti2- ciones de las diversas escalas e indices sup mentarios, como en un examen especifico de la direccién en que se contesta cada uno de los reactivos, tal como se resumen en las listas de reactivos significativos, en algunos patrones las subescalas y en las puntuaciones de las es- calas de contenido. Un esquema para interpretar tanto el per- fil bésico paso por paso como Ia informacién adicional que se deriva de un registro del MMPI-2 incluye: 1, Evaluar la validez del registro para a interpretaci6n individual que inclu- ya la determinacién de la actitud que tuvo el sujeto al contestar el inyentario y el grado en el que las respuestas a la prucba estén de acuerdo con la informacién que se deviva de otros antecedentes que se tienen sobre dicho sujeto. 2. Examinar las puntuaciones de las esca- !as c}sicas del perfil basico para generar na iva de lineas posibl seid. con respecto a 1a parse 30_* _Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 { MMPL-2 } estado emocional actual del sujeto de la prueba. 3. Consultar varias gufas sobre la inter- pretacién del MMPI para encontrar correlaciones comunes con el patrén de la clave, generado por el perfil clinico, que incluyan alternativas psicodiagnésticas posibles. 4. Determinar con respecto a las escalas que presentan por lo menos una eleva- cién moderada, las subescalas que con- tribuyen a dichas elevaciones tomando en cuenta los temas que preocupan prin- cipalmente al sujeto de la prueba 5.-Observar si existen frases significativas que puedan haber sido marcadas por el sujeto y que indiquen que existen pro- blemas especiales 0 sfntomas y preocu- paciones que no se sospechaban con anterioridad 6. Examinar las puntuaciones de las es- calas de contenido y suplementarias para ampliar las hip6tesis de interpretaciGn ya generadas, y para formular un resumen coherente de la dindmica de la persona- lidad, asi como el tipo de diagnéstico del sujeto de la prueba, con las limita- ciones pertinentes acerca de la confiabilidad de estas conclusiones, con base en las puntuaciones de los diversos indicadores de validez. COMO DETERMINAR LA ACEPTABILIDAD DEL PROTOCOLO Los indicadores de validez tradicionales se usan por separado y combinados para evaluar la acepiabilidad de cualquier aplicacién de la prueba MMPI-2. Ademés se han desarrollado algu nas escalas suplementarias para verificar la validez del MMPI-2 (véase m4é adelante).:Ca'a protocolo de la prueba debe examinarse para determinar si es aceptable, como base, para ha- cer infereneias sobre la personalidad de un suje- toy para establecer hipstesis sobre el diagnds- tico. Sélo si se puede asumir que cl individuo que contest6 1a prueba mareé los reactivos consistentemente, de manera que se reflejen sus percepciones sobre si mismo con exactitud, seré posible que el clinico contintie con el proceso de interpretacién. Un sujeto puede invalidar su registro res- pondiendo en una variedad de maneras: puede dejar un gran nimero de reactivos sin contes- tar, también tomar diversas actitudes para distorsionar una descripcién auténtica de si mismo, dejar de acatar las instrucciones de La pruca, o es posible que tenga dificultades de Jectura que le impidan comprender el significa do de los reactivos por lo que consecuente- mente conteste al azar. Los indicadores de validez caracteristicos del MMPI-2 estan di- sefiados para ayudar a detectar dichas fuentes de invalidez y para proporcionar una base para evaluar el impacto de tales distorsiones en el registro de la prueba. LAS OMISIONES DE REACTIVOS Se exhorta a cada uno de los sujetos con los que se utiliza la prueba para que conteste defini- tivamente falso o verdadero tantos reactivos del MMPI-2 como pueda. Por supuesto que hay un ntimero de razones legitimas para dejar algu- nos de los reactivos sin contestar. Por ejemplo, si un sujeto ha sido huérfano desde temprana edad, puede no sentirse capaz de responder a reactivos que traten de sentim’ atos con respecto a los padres (sin embargo, mucios sujetos interpretan tales reactivos como si se tratara de sus padies adoptivos o de otros parientes que fueron como padr~s para ellos y, por tanto, se sienten en libertad paci con: testarlos, mientras que otros toman el cos !-nide literalmente y ne rzsponder 4a) Cémo interpretar el MMPL-2 © 31 Algunos usuarios del MMPI insisten, con los sujetos de la prueba, para que “adivinen” las contestaciones de los reactivos que se les difi- cultan. Tales instrucciones deben evitarse cuando se aplica la prueba, aunque si es aceptable pe- dirles a los sujetos que regresen al principio y reconsideren los reactivos que dejaron sin con- testaci6n. Algunas personas encuentran mas facil responder los reactivos que dejaron en blanco, después de haber resuelto la prueba completa, Las puntuaciones de ? (No puedo devir) no representan una escala comtin, son simplemen- te el mimero total de reactivos que se dejaron en blanco 0 se marcaron de las dos maneras: falso y verdadero. Como estos reactivos no representan una puntuacién, en efecto se omi- ten de la prueba. Resulta evidente que mien- tras més alta es la puntuacién de ? (No puedo decir), mas débil resulta cualquiera de las es- calas componentes para proporcionar las dis- criminaciones deseadas. Como se indica en el cuadro 13, un indivi- duo puede omitir un gran némero de reactivos por tazones diversas, Los sujetos deprimidos pueden sentir que la tarea es pesada y dificil; los sujetos con dificultades de lectura pueden encontrar obstaculos para comprender los reactivos que se presentan en enunciados mas comple- jos; otros sujetos evitan contestar los reactivos porque sienten que son muy reveladores acer- ca de sus problemas particulares. Todas estas circunstancias pueden conducir a la omisién de un niimero excesivo de reactivos que, por tan- to, no pueden calificarse. Los reactivos omitidos tiendea a disminuir Jas puntuaciones en el perfil clinico (con ex- epeidn de los valores de la puntuacién T'de la eceala ${Masculinidad-femineidad] para las mujeres que se elevan ar*ficialmente por las puntuaciones cradas bajas que resultan de los reactivos no coniestadss), °, después de insistir a los su- je" el prime: + de reactivos no coatestados ds 30. 1 registvo de Ia prueba debe considerarse muy dudoso si no es que c¢ tamente invalido (véase el cuadro 13). a- portante recordar que las fuentes de elevacisn de los perfiles y posibilidades de interpretacion constituyen indicadores que hay que evaluar en cada caso particular, pues algunos de ellos se aplican en un caso, pero no en otro, ya que resultarfan contradictorios, SUJETOS QUE ASUMEN UNA PERSONALIDAD IDEALIZADA Algunos individuos al responder el MMP¥-2 iio acatan las instrucciones sobre cémo marcar los reactivos al aplicarlos a sf mismos. En lugar de esto, sistematicamente describen a alguien que, sienten, tiene una personalidad perfecta o una adaptaci6n ideal. Los resultados que se regi: tran proporeionan pocas bases para reatizar i acerca de estos sujetos. Es importante que haya algiin medio disponible para detectar esta ma- nera de abordar la prueba y estimar sus efectos sobre los patrones que arroja el inventario, Hathaway y McKinley introdujeron la escala L (Mentira), para evaluar la posibilidad de que el sujeto de la prueba haya abordado el inventario con esta actitud. En relaci6n con este indicador, como sugirieron las investigaciones llevadas a cabo en la Encuesta educativa del carécter de Harvard (Harvard Character Education Inquiry) por Hartshorne, May y Shuttleworth (1930); Hathaway y McKinley redactaron algunos reactivos que proporcionan al sujeto la oportunidad para negar varias faltas menores y defectos de su cardcter, que la mayor parte de personas estn dispuestas a admitir como verdaderas. Aunque la escala L puede reflejar engafio en la situa. ‘én de prueba, no se puede considerar como medida de la tendencia de es- tas mismas versonas de mentir o engaffara otras en sus activ dades diarias. Mas bien sis an indice 4: !a posibitidad de que. un protocolo de prveda > estile sart! arde 32__Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 | MMPL-2 J Como se indica en el cuadro 14, puntua- ciones bajas 0 promedio indican en el sujeto que respondié a la prueba la ausencia de la tendencia a presentar una imagen demasiado favorable de s{ mismo . (También deben examinarse las ele- vaciones en la escala K para detectar la posi- bilidad de que el individuo emplee una mane- ra mas sutil de presentar una descripcidn fa- vorable de si mismo.) Por otro lado, las pun- tuaciones muy bajas en la escala L pueden presentarse junto con puntuaciones muy bajas en la escala K, reflejando ambos un esfuerzo para exagerar problemas emocionales y dificultades de adaptacién, Las puntuaciones moderadamente elevadas de fa escala L pueden no indicar un enfoque defensivo de manera notoria hacia la prueba, ‘ino una visién fuertemente moralista y rfgida con represiones marcadas. Al hacer esta eva- luscién, as{ como muchos otros puntos sobre 1a validez del protocolo, es importante tener informacién acerca de la historia y los antecedentes del su- jeto. Es muy probable que las puntuaciones marcadamente elevadas en esta escala reflejen una actitud de oposicién hacia Ia prueba, que afecta el significado de las puntuaciones de las escalas clinicas. Esta situacién conduce comtinmente aun conjunto de puntuaciones que se acercan mucho a la media o que estan por abajo de ella enel perfil clinico. RESPUESTA AL AZAR Y PUNTUACIONES F ALTAS Las personas que no quieren cooperar con res- pecto a las instrucciones de la prueba pueden simular que estén resolviendo el MMPI-2, pero respondet los reactivos al azar. Otras personas que tengan un. capacidad de lectura extremna- damente restringida o cuyo contacto con la lidad sea precario pueden estar hacies tamente lo mismo. Otras més pueden: oxae sus dificultades y preocupaciones per'vias™-u- vrarse cle que se les prestard atencién racidn especial. Cualquiera de estas actitudes hacia la prueba generar puntuaciones elevadas en la escala F (Infrecuencia). En el MMPI-2 la escala F se compone de 60 de los 64 reactivas originales (véase el cuadro 8); se desecharon cuatro reactivos cuyo contenido era inconveniente. Como cada reactivo de esta escala se contesté en la direc- cién significativa, porno mas de 10% de los sujetos del grupo normativo estadounidense, no es facil que una persona que conteste la prue- ba, con el cuidado y la comprensién debidos, obtenga una puntuacién cruda de mas de 5 0 6,0 un valor de puntuaci6n T mayor o alrededor de 55 (véase también Schretlen, 1988). En poblaciones de ottos paises, como en la mexicana, este porcentaje puede variar pues las conductas poco frecuen- tes tienen relacién con aspectos culturales, Algunos sujetos pueden obtener una pun- tuacién un poco mas alta en la prueba porque describen sentimientos poco habituales debidos a situaciones especiales con las que se enfren- tan (por ejemplo, problemas en su matrimonio, pérdidas recientes de seres queridos o falta de empleo), o aunque la elevacién de la puntua- cién también puede ser por psicopatologia sig- nificativa; tales individuos no producirdn facil- mente un registro de prueba distorsionado. Como se indica en el cuadro 15, las puntuaciones de F sobre una puntuacién T de mds de 70, pero menor 2.90, pueden reflejar problemas emocionales de importancia, pero no necesariamente dan lugar aque la prueba no pueda interpretarse. Un examen cuidadoso del patrén del perfil cifnico y de las elevaciones en las escalas puede ayudar a aclarar © confirmar esta conclusién. BI protocolo de un sujet que contesta al azar presentara, en términos generales. una puittuacién cruda de 30 (menos de cinco r. tives) en la escala F. Por tanto, una puntuacisn f de 90 0 més arroja serias dudas sobre = utii'dad del registro para poder elabora: in?-cencias psicodiagnésticas; tambign es tit! cos oarar la puntuacién crada de la primere “tad e fa es- cal F cop !a puntuacién cotentcs en see da mitad, Si la contribucién més importante para la elevacion de la escala F resulta de Ia segun- da mitad de la prueba, puede concluirse que el sujeto al contestar el inventario comenzé con un espfritu de cooperacién pero al avanzar empez6 aresponder descuidadamente. Como los reactivos que comprenden el perfil bésico aparecen en los primeros dos tercios del cuadernillo, las puntuaciones de la escala F re- ficjan principalmente la confiabilidad de las puntuacio- nesde estas escalas. Como muchas escalas adicionales se califican de acuerdo con los reactivos que aparecen después del 370, la F, (escala F posterior) llamada asf por la colocacién de los reactivos enel cuademillo experimental AX), también debe examinarse para determinar si un sujeto man- tuvo su atencién y cooperacién durante la se- sién de prueba completa. Las puntuaciones de la, deberdn usarse para verificar la aceptabilidad de los valores de las escalas suplementarias Es importante tratar de identificar la raz6n orazones por las cuales las escalas F 0 F, presentan una elevacién moderada. Si el sujeto al con- testar la prueba hizo lo posible para cooperar con la tarea, pero no pudo realizarla debido a limitaciones sensoriales 0 motoras, puede existir Ja posibilidad de cambiar a una forma alterna del MMPI-2 para obtener un registro de prueba més valido con respecto a dicho sujeto. El no poder obtener un protocolo aceptable porque el sujeto tenia alguna motivacion especial para fingir las respuestas 0 distorsionar de otra ma- nera su registro, tal vez no se pueda remediar; pero identificar la raz6n por la que no acaté las instrucciones ayuda a entender el diagnds- tico 0 Los problemas de evaluacién con los que se enfrenta el c! nico, DISPOSICIGNES :“PECIALES ALCONTES*AR (” PRUEBA Hay variaydié ssiciones especiales actitnds; para con sotar por medio ve ia Como interpretar ei MMPI2 % 32 les el sujeto puede enfrentarse a un instrumento de evaluacién como es el MMPI (véase Graham, 1987; Greene, 1989). Las personas pueden avalar todos los reactivos, ya sea como verdaderos 0 falsos. Un patrén tan extremo como éste se de- tecta con facilidad examinando la hoja de res- puestas, pero una inclinacién menos extrina, en una direccién u otra, puede no ser tan fatilmen- te identificada, El uso de las dos escalas de in- consistencia de respuestas INVER (Inconsistencia en lasrespuestas verdaderas)e INVAR (Inconsistencia en las respuestas variables), puede resultar muy Util para esta evaluacién, La escala INVER tie~ ne sensibilidad con respecto a la tendencia a dar s6lo un tipo de respuesta (Ia repeticion de res- puestas verdadero 0 falso), a los reactivos del MMPI-2, sin tener en cuenta el contenido de las frases. Las puntuaciones INVAR reflejan una tendencia general a no tomar en cuenta el con- tenido de los reactivos al marcar las respuestas en el inventario (véanse adelante las considera- ciones sobre INVAR e INVER).* Puede ser también que los sujetos al con- testar el MMPI-2 intenten dar respuestas de adaptacién convencionales a cada reactivo 0, por el contrario, respuestas desviadas (0 de una imagen poco favorable). Los efectos de cada una de estas actitudes sobre los indicadores de yalidez aparecen en los cuadros 13 a 16. Hay maneras menos evidentes en las que un sujeto puede afectar las puntuaciones resultantes de un inventario de personalidad. Dichos tos pueden hacer un esfuerzo para destacar la impresi6n de que gozan de salud mental, si una imagen increible de buena adaptacién al medio © por el contrario, enfatizar la impresién de que se tienen dificultades emocionale* serias; pue- den alterar ios niveles y configuraciones de las puntuacions del perfil clinica, La deteccién de claves de estifieaci¢n gore aicbas escalas por Io 71s act no « 34% Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [| MMPI-2 } Cuadro 13. Puntuacién de ? (No puedo decir): Implicaciones de las elevaciones en las puntuaciones Nivelde Posibilidades puntuaclonerude Utiidad det perfit, Fuentes do elevacién (85 tnierprstccton Alto Probablemente invélido Problomas de lectura Depresién severa (80 0 mas) ‘graves 0 dislexia Sintomas obsesivos Retardo psicomotor neuréticos Confusién Actitud desatiante Indecisién ‘Moderado Validez cuestionable Problemas leves de lectura | Falta de familaridad (11 229) Falta de experiencia en cuan-| con el idioma espafol to al contenido del reactivo | Posibles tendencias “Persona muy cauta 0 paranoides escrupulosa, Medio Probablemente valido La persona elabora (ato) (verifiquese el contenido tuna interpretacién da omisiones selectivas) particular de los reactivos Bajo valido L_@a1 esa (Lula): Este cuadra no debe ser tomad textualmente pues presenta slo infaceneias generales acerca dol significado de la elevacién ‘Tas puntuaciones que deben considerarse en cada caso de acuerdo con la historia y antooedentes del suet, Cuadro 14. Escala L (Wentira): Implicaciones de las elevaciones en la escala F Nivelde Posibilidades plntuaciénT Ulllidad del pertit, Fuentes de elevacion de (aternretaoiie Muy alto Probablomente invalido El sujeto aparenta estar Resistencia a la prueba (80 0 més) bien adapiado o.ingenuidad Alto Validez cuestionable Se responde al azar Estado de contusion (70a 79) Se niegan los dafectos Represion Falta de insight Moderado Probablemente valido Dofonsividad marcada Persona muy convencional (60 a 69) ¥ conformist EI sujeto puede ser moralista 2 rigido Medio valido Actitud adecuada ante Confotme con la propia (50.59) la prueba autoimagen Bajo «| Posibiemente se aparenta | Se responde verdadero a. | Patologia exagerada ! (49 0 menos) tener problemas emocio- todo lo que produce un Indica un sujeto canfiado en ales © graves, perfll elevado si mismo e insependiente | Porsona cinioa o sarc Nota (Lucio): Este cuadio 20 debe ser tomado texualr ania pues presanta silo inferericlas generaies acerca del sig fade 2» la ee do les puntuaciones que daber considsrarse en cada c=re de acusrdo con la historia arvecdento: Cémo interpretar el MMPI-2 « 35 - Cuadro 15. Escala F ([nfrecuencia): Implicaciones de las elevaciones en la escala Nivel de Posibilidades | punmuactees 7 Utitidad cet port Fuentes de elevacién de tnterpretactan | ~ Muy ato Probablemente invalido Rospuosias al azar Poco cooperative, inge | | (10 mas) Errores de calficacion sintomas equivocados < | Dislexia grave Hablidad de lectura imitada | Resistencia a la prueba + ‘ito Validez cuestionable Patologia tingida Spica de ayuda (71890) Proceso psicético Crisis de identided adelescente =I Se responde a tovo "verdadero Estado de contusion | Moderado Probablemente valido Deseo de mostrarse poco | Riesgo de actos agresivos, | 7 (66.70) convencional Impulsivos. Compromisos polices, socia- | Persona deprimida, inquieta ~ les 0 religiosos fuertes @ inestable Problemas en la atencién | Psicopatologia relativamenté . Honestidad extrema al severa ' responder utocrtica Altracién por una esis Ansioso, distraido Medio” Protocolo aceptable ‘Algunas creencias pueden | Buen funcionamiento - (45 a 55) desviatse do fo esperado_| Respuesta comin a la pructa| Bajo Protocolo aceplable Conformismo Convenconat . (44 0’ menos) Posibiemente so finge Sincero estar bien Socialmente adaptado Nota (Lucio): ste cuacro no dabe ser tomad testualments pues presenta sélo inferoncias generales acerca del significado de la elovaccn dd las puntuaciones que deben considerarse en cada caso de acuerdo con la histora y antecedentes del sujet : 7 | Cuadro 16. Escala K (Correccién): Implicaciones de las elevaciones en la escala va Nivel de 3 ~ 4 puntuacién T Funcién de elevacién Posibilidades de interpretacién 5 ~\ Allo Defensividad marcada Sujeto timido, inhibido, falta de involucramisito (1 o més) Se finge estar bion ‘mnocional = Se responde a todo “aso” Se utiza la negacién I Cauteloso en sltuaciones Fata de insight I telacionadas con su trabajo ‘| Moderado Defensividad moderada Adaptado f (8.470) No reconocimiento de problemas futocorianza ~ | No dispuesto a pocir ayuda r Medio Equilibrio en" autoproteccion Suticientes recursos para el tratamiento ~ | (ates) autodeco.tvimiento ora A Fae TN responder ingo en forme Ginice, sscdpico 4 ~ (40 0 menos} inadecuada i Respond 2 todo “vertadre! | ~~ ‘Suplica cic ayuda. A A Nota (Lucio) “io na 4ebe ge ts gains debe 36 + Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 } estas actitudes més sutiles al contestar la prue- ba cs més diffcil. La puntuaci6n de la escala K puede ser muy itil para determinar si éste fue. el caso. Laescala K (de correccién) es el més complejo Ge ios indicadores de validez. El contenido de sus reactivos cubre una amplitud de caracte- risticas que muchos individuos prefieren negar acerca de ellos mismos o de sus familias, Sin embargo, muchas otras personas piensan que estos mismos atributos son inofensivos y hasta los consideran positivos cuando se aplican a ellos mismos y a sus familias. De tal manera que las puntuaciones por arriba de la media en a escala K pueden reflejar la tendencia a que, de una manera sutil, las respuestas se inclinen en el sentido de minimizar la existencia de un control emocional pobre e ineficiencia perso- nal. Sin embargo, es importante observar que las personas que funcionan bien, son estables emocionalmente y en realidad conducen sus vidas de manera adecuada, como informan en esta escala, se describen a si mismos esencialmente dela misma manera. Por tanto, es de vital im- portancia que una elevacién especifica de la escala K sc evaltie dentro del contexto de la demas informacién acerca del sujeto de la prueba. Es deotr, se necesitan los datos sobre la historia de un individuo y sus circunstancias actuales, para poder distinguir entre el sujeto que fun- ciona bien y es psicolégicamente sono, y el que tiene una actitud marcadamente defensiva y evasiva hacia el inventario. En este contexto, puede ser especialmente itil la comparacién en el perfil de las puntuaciones de la persona en las escalas elinicas con K corsegida y sin corregir por K (véase Graham 1937; Greene, 1989). Algunos clinicos también recomien tan que se tracen los dos perfiles pars los indi -i- jasen “Uuos que obtienen puntuaciones jaescala &. as investigaciones sobre la esea sndicade gue fas puntuaciones mis alt: mn los nivele’ més altos (mas educacién, mejores empleos, -mayores ingresos) (Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom, 1975; Dahistrom, Lachar y Dahistrom, 1986). Los sujetos con una posicién destacada o una situacién social elevada pueden eludir el des- cubrir sus preocupaciones emocionales, dudas, inseguridades o, tal vez, problemas en su m: trimonio o en sus familias, por considerar que estas revelaciones podrfan constituir una ame- naza de perder su posici6n o reputacién. Cuando dichos individuos se enfrentan con el conteni- do de machos de los reactivos del MMPI-2, fécilmente procuran sesgar sus respuestas de tal manera que queden protegidos de revela- ciones personales amenazadoras, En el caso de que las puntuaciones se eleven arriba de la media en laescala K, se reflejaré mAs esta forma sutil de aparentar estar bien y de resistencia a apa- recer incompetente, mal adaptado, o sin con- trol sobre su propia vida. Contrariamente, algunos individuos con una posicién menos destacada, procedentes de ambientes socioeconémicos menos privilegiados, pueden tener menos motivacién para promover una aparien- cia de equilibrio extremo, eficiencia interpersonal excepcional o ausencia de ansiedades o inse- guridades. Por tanto, en una prueba como el MMPI-2 estos tiltimos individuos serén mas abiertos y francos para reconocer los proble- mas o dificultades que haya en sus vidas, o en las de los miembros de su familia y parientes. Esta actitud hacia el MMPI-2 puede conducit a clevaciones en las escalas clinicas que pue- den resultar equivocas en cuanto a la magnitud y severidad de las dificultades actuales de di- chos individuos. El uso de las puntuaciones de la escala K pata enmendar varias de las esca~ las clinicas del perfil, esta disefiado para que se pueda tomar en cuenta el impacto de estas actitudes al contestar La prueba, s«re las pun tuaciones de las escalas componesies. Las es: calas que no requieren de estas eo:secciones. incluyen recetivas que sirven para cl mis v0 propésito que lay modisicaciones K. CONFIGURACIONES DE LAS ESCALAS DE VALIDEZ Amenudo es una ayuda examinar la configura- cién que se forma cuando se toman en cuenta los indicadores de validez en conjunto (véanse. cuadros 13 a 16). Asi, ambos cédigos de vali- dez (véanse los procedimientos de codificacién que se describieron anteriormente) y los indices ccuantitativos particulates (como Ia puntuacién eruda, ladiferencia entre Fy K) pueden servir para aclarar las razones por las que las elevaciones de las escalas son validas y pueden ayudar al psic6lo- g0 clinico a evaluar fa confiabilidad de un proto- colo de prueba en particular, con el propésito de interpretarlo. Graham (1987) y Greene (1989), como los demas autores que sé citan anterior. mente en este capftulo, nos proporcionan infor- macién adicional acerca de los patrones que forman Jas escalas de validez. INDICADORES ADICIONALES DE VALIDEZ La escala F, se desarrollé de la misma manera en que los autores de la prueba construyeron la escala F original. Se localizaron los reactivos que habian sido endosados con una frecuencia muy baja (menos de 10% de los adultos no-pacien- tes contestaron el reactivo en una direccién par- ticular) y se agruparon para formar una escala que ayudara a identificar a los individuos que era probable que estuvieran contestando el inventa- rio de una manera poco admisible. Como se in- dicé anteriormente, esta escala se utiliz6 para coadyuvar a detectar a los individuos que pro- porcionaban protocolos de pruebas no acepta- bles y desecharlos de la muestra normativa. La mayoria de los 40 reactivos que confor man la escala #, aparecen en el cuaderaille de prueba, desp.és de los reactivas de le eseala Festéncar. 7 «s tanto, la puntuacidn de ic cala F, ued: identifi an indi! tuo. i dejado d reactiv Cémo interpretar el MMPI-2 « 37 de respuesta esencialmente al azar. Ast, la es: cala F, puede proporcionar una verificacién adicional sobre la aceptacién de un registro de prueba dado, especialmente en cuanto a las escalas sui- plementarias y de contenido, Las escalas INVAR (escala de Inconsistencia en las respuestas variables) e INVER (escala de Inconsistencia en las respuestas verdade- 2s) son nuevos tipos de escalas de validez (Tellegen, 1982, 1988) disefiadas para complementar los indicadores tradicionales de validez. Dado que ninguna de estas escalas refleja el contenido particular de algtin reactivo, como sucede con las medidas de las tendencias para fingir buen © mal funcionamiento psicolégico; son bastan: te distintas a las escalas L, F y K. Las puntua- ciones INVAR e INVER proporcionan tn in- dice de Ia tendencia de un sujeto a responder los reactivos de manera inconsistente 0 con tradictoria. Asf, las escalas INVAR e INVER se asemejan a la escala “Descuido” (Greene, 1978) que también se desarrollé para identifi- car la inconsistencia al contestar el MMPI. Ambas escalas son medidas muy amplias constituidas con el mismo propésito. Tanto la escala INVAR como la IVER consisten de parejas de reactivos especialmente seleccionadas. Los reactivos integrantes de las parejas del INVAR tienen contenidos simila- Tes u opuestos; cada pareja se califica anotan- do Ia existencia de una inconsistencia en la respuesta a cada uno de los dos reactivos. (En cada pa- reja uno © los dos patrones de respuestas se califica como inconsistente, Por ejemplo, para la pareja de reactivos 3/39 sélo la respuesta “verdadero” a los dos reactivos se califica como inconsistente; para la pareja de reactivos 6/90 tuna respuesta verdadero al reactivo 6 y una respuesta falsa al reactivo 90, 0 viceversa, se califica como inconsistez2,) La puntueci6n de ta escala INVAR ese] ndy.ro tora! de sareiss dé reaccivos que se han co: testado ds cacemenre Punts cicres ais en “AR son ana ac 38_* Inventario multiftsico de la personalidad Minnesota-2 { MMPI-2 ] tado los reactivos del inventario de manera indiscriminada y sugerir, por tanto, que el pro- tocolo no es valido, por lo que el perfil no debe interpretarse Laescala INVER, a diferencia de la INVAR, se Compone exclusivamente de parejas de contenido opuesto. En este caso la inconsistencia se califi- ca de la siguiente manera: si un sujeto contesta inconsistentemente “verdadero” a los dos reactivos de ciertas parejas se agrega un punto ala pun- tuaci6n INVER, si el sujeto responde inconsisten- temente “falso” a los dos reactivos de otras parejas, se quita un punto, Consecuentemente, una puntuacién INVER muy alta indica la tendencia del sujeto para responder alosreactivos indiscriminadamente como “verdadero” (asentimiento) y una puntuacién INVER muy baja indica la tendencia para contestar los reactivos con “falso” (no asentimiento). (Las puntuacio- nes INVER negativas se evitan agregando una constante a la puntuacién cruda.) En otras pa- labras, puntuaciones INVER muy altas 0 muy bajas son una advertencia de que el sujeto puede haber contestado el inventario indiscriminadamente, por lo que el perfil puede resultar sin validez y sin posibilidad de interpretacién. Se espera que las escalas INVER ¢ INVAR complementen las escalas L, Fy K, de manera singular y util. Por ejemplo, es més probable que una puntuacién F alta, conjuntamente con una puntuacién INVAR alta, indique que un perfil no nuede interpretarse debido a descuido, confusién, etc.; que si la puntuacién INVAR no fuera ele- vada. Por otro lado, en el caso de que la pun- tuacién F fuera superior e INVAR no, se pue- de desechar que haya habido descuido, confu- sién, etc., y entonces la puntuacién alta dela escala F podrfa interpretarse de acuerdo con su verdadero contenido, lo que podria reflejar psicopatologta real 0 el esfuerzo deliberado de fingirse enfermo. En otro ejemplo, una puntuaci6n cita er: la escala K (que consiste en reactivos eaioeads. casi todos, a respuesta falso) comb! v=do con una escala INVER de puntuaciones bajas, pro~ bablemente refleje respuestas falso indiscriminadas (no asentimiento) més facil mente que si INVER tuviera por lo menos una puntuacién promedio, en cuyo caso, una interpretacién de la escala K de acuerdo con su contenido estarfa mis justificada, El uso de las escalas INVAR e INVER atin es anivel experimental y debe hacerse con precaucién hasta que se haya acumulado mas experiencia empirica. Mientras tanto, las puntuaciones crudas de INVER e INVAR que representan valores extremos de la muestra estadounidense, pue- den utilizarse como gufas imprecisas para identificar perfiles que se caractericen porinconsistencia significativa: puntuaciones crudas de INVER de 13 0 més puntos y puntuaciones crudas de INVAR de cirico o menos puntos, 0 de 13 0 més puntos. LAS ESCALAS CLINICAS Escala 1 (Hs: Hipocondriasis). Esta medida se desarroll6 con un grupo de pacientes neursticos que mostraban preocupacién excesiva acerca de su salud, asi como una variedad de quejas somiticas sin ninguna base organica y que no aceptaban encontrarse bien fisicamente. Muchos de los reactivos que conforman esta escala reflejan sintomas par~ ticulares 0 quejas especificas, pero muchos otros muestran una preocupacién corporal general 0 una tendencia de estos individuos a estar cen- trados en sf mismos. Originalmente, la escala era considerable- meate mas larga e incluia una escala especial de correccién para distinguir al paciente hipo- condriaco de otros pacientes psiquidtricos: Subsecuentemente se acorté la escala, y uaa fraccién (.5) de la puntuacién omada de la es cala K se agregé a la puntuacic cruda de la eseaia 1 (Ais), para sustituir a la cseaia original de correcci6a, Enel MMPL- se qnité na

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