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89 TEORIA Roland Barthes La actividad estructuralista {Qué es la critica? Bares, Roland Bar Ensayos eric. Seb Brel, 203. Bet pes 2x8 eM (Ls tres munis! 1 ~Ouenes les “Tiaducelén det Cars Pujot Ison ssontast | t= 1. Ensayo Fanets “Tuo original ais eridgues 0 1964, Batons du Sell Pais Derechos exdusros de elcinen espaol reservados par todo & mundo 1 propiedad dla traduclte 61967, 2002 trial Seix Bash S.A. Proventa 260 08008 Bacelons ssi: 04-92-0866. ' 1+ seimpresion argentina: 3.000 eemplares ‘© 2003, Grigio Baitoril Planeta S.A. / Sete Baral Independencia (668, C 1100 ABQ, Buenos Aires ISBN 950-751-3613 sumpreta en Verlap S.A. Producciones Gréfices, Spure 653, Avelaneds, nel mes de febrero de 2003 Hecho el dep6sito que prevé la Jey 11.723 Impreso en ls Argentina ant enn it roa ye ei, Seix Barral Los Tres Mundos Roland Barthes Ensayos criticos ‘Traducci6n del ftancés por Carlos Pujol LA ACTIVIDAD ESTRUCTURALISTA __ Qué es el estructuralismo? No jens te “Yidaridad de doctrina o de combate. "cor estructura es un término ya antiguo (de origen ana- Smico,o gramético),' hoy may usado: todas Jas ciencias . sotiales recurren abundantemente a él, y el uso de la pa- Jabra no puede distinguir a nadie, a no ser que se pole- mice sobre el contenido que se le da; funciones, formas, signos y significaciones no on mucho ss pertinentes; hoy en dfa son palabras. de uso comin a las que se soli- cita y de las que, se obtiene todo lo que se quiere, y so~ bre todo camuflar el ‘viejo esquema determinista de la causa y del producto; sin duda hay que zemontarse a emparejamientos como los de ‘significante-signifitado. y sineronfa-dincronfa para apfoximarse a lo que distingue al estructuralismo de otros mddos de pensamiento; el primero porgie remite al modelo lingliistico, de origen saussuriano, y que-al lado de la economfa, la lingtifstica Sens et Usages du terme Structure, Mouton & Co, La Fay, 3982. 293 8 es, en el estado Actual de Jas.cosas, la ciencia misma de la estructura; el segundo, de un modo més decisivo, porque parece implicar una clerta revisién de Ia nocion de historia, en Ja medida en que la idéa de sincronfa (a pesar de que en Saussure éste sed un ccncepto sobre todo, operatorio) acredita una cierta inmovilizacion del tiempo;-y en que la de diacronia tiende a representar et proceso histérico como una pura sucesién de formas} este tiltimo eriparejamiento es tanto més distintivo cuanto parece que la principal resistencia al estructura lismo sea hoy de origen marxista y que sv centre en tor~ no ala noci6n de historia (y no de estructura); de todos modes es probablemente el recurso serio al léxico de la significaciéa (y no ala palabra misma, que, paradéjica~ mente, no es nada distintiva), en el que hay que ver en definitiva el signo hablado del estructuralismo: si vigi- amos a quien emplee significante x significado, sincronta y, diacronta, sabzenios si la visi6n estrycturalista est constituida. Ello fs vélido para’el metalenguaje intelectual, que ‘usa explicitamente conceptos metodoldgicos. Pero como el estructuralismo no es ni una escuela ni un movi- miento, no hay motives para reducirlo a priori, ni si- quicra de un modo problematico, al pensamiento cien- tifico, y es-preferible tratar de buscar su desctipcién més amplia (si no la definici6n) en, un nivel distinto al del Jenguaje reflexivo. En efecto puede presumirse que exis- ten escritores, pintores, miisicos, para quienes un deter minado ejercicio de la estructnra (y ya no solamente su pensamiento) representa una experiencia distintiva, y que hay que situar ‘a analistas y a cteadores bajo el sig- no comin de Jo que podrfa lamarse el hombre estructu- ral, definido, no por sus ideas.o sus lenguajes, sino por su imaginiacién, ‘0 mejor atin su imaginario, es decir el modo con que vive mentalmente la estructura. * 304 es decir Ia sucesién regulada de un ci Puede decirse pues que en cturalisma“e: én con todos sus usua- ‘eienclalmiente una achiviaad, numero de es mentales pod Iablarse d ist hha hab le actividad surtealis- ta (por otra parte quizé-el surredlismo haya producido la primera experiencia dé la literatura estructural, algiin dia habra que volver a tratar este punto). Pero antes de ver cuéles son estaé operaciones, hay que decir algo aceyta de su fin, {El objetivo de toda actividad estructuralista, . es rellexiva como poética, es retonstruir un «objeton, de ‘stjodo que en esta reconstriiccién se manifiesten las rp. glas de fancionamilento (las «funciones») de este abjeto, La Gitte Biles Enel fondo un imulacro del objk? to, pero un simulacto dirigido, interesado, puesto que el objeto imitado hace aparecer algo que permanecta invi- sible, o, si.se prefiere asi, ininteligible en el objeto natu- ral, EL hombre estructural toma lo real, lo descompone y luego vuelve d ¥ecomipoiterloy en apariencia es muy poca cosa (lo ieve a decir'a algunos que el trabajo es- tructuralista es «insignificante, carente de interés, intitil, etc.»)"Sip embargo, desde otro punto de vista, esta poca cosa es decisiva;-pues entre los dos abjetos o los dos tiempos de la actividad estructuralista, se produce algo fiuevo, y esto mueVS ey Hada menos que [SUiRelgILIE ge- eral: el simulacro es el intelectoraiadido aI aij, x esta adicién Tene tn Valor antrepalogics, Porque es cl hombre mismo, su historia, su situaci6n, su libertad y la resistencia misma que Ja naturaleza opone a su espiritu, ‘Vems pues por qué hay qiie hablar de actividad es- ‘tructuralista; Ja creacién ola reflexién no son aqui «im- presiGny original del mundo, sino fabricacién verdade- 295 hace ial rade un mundo que se asemeja al primero, no para co- piarlo, sino para hacerlo inteligible. Bste es el motivo de que pueda decirse que el estructuralismo es esencial- mente una actividad de imitacién, y en este aspecto, propiamente hablando, no hay ninguna diferencia #ée- nica éntre ekestructuralismo cientifico de una parte, y a Jiteratura en concreto, el arte en general, de otra: ambos logia de sing en a funciones (que Lévi-Strauss llama homologla). Cuando Troubetskoy reconstruye él objeto fonético bajo Ja forma de un sistema de variaciones, cuando Georges Dumézil elabora una mitologfa funcional, cuando Propp constraye un cuento popular cteado por eétruc- turacién de todos los cuentos eslavos que previamente ha descompuesto, cuando Claude Lévi-Strauss reen- cueritra el funcionamiento homolégico de lo imagina~ rio totémico, G. G. Granger las reglas formales del pen- samiento econémico o J.-C. Gardin los rasgos pertinen- tes de los bronces prehist6ricos, cuando J~P. ‘Richard descompone el poema mallarmeano en sus vibraciones distintivas, no hacen nada distinto de lo que hacen ‘Mondrian, Boulez o Butor cuando ensamblan un deter- minada abjeto, que se Hamard precisamente composi- cidn, a través de la mapifestaciom regulada-de-determi- adad Unidades y'de dateiminidtas aiGCiacionies Ue’ estas tinidades. Poco importa que él’ primer objeto sometido ‘ala actividad de simulacro venga dado por.elmmindo de tin modo ya reunido (en el caso del andlisis.estructural que se ejerce sobre tina lengua, una sociedad o una obra constituidas) o ain disperso (en el caso de Ja «compo- sicidn estructural), que este objeto primero proceda de Ja realidad social 0 de la realidad imaginarie: m le2a del objeto copiado no es lo que define un.arte (pre- juicio sin embargo teniaz de todos los vealis6i3), ‘iid To 96 «ne elobjeto para hacer aparecer funciones “que el hombre le finde al regonsteuiro: Ja técnica es el ‘ser mismo de toda a el estructuralis- “po existe de un modo distintivo, en rélacién con otros ‘modos de andlisis de creaci medida en que los if la actividad estructural “mente Jigados « una técnica de xecompo- por decir o asf es el camino 2] que hace “yo-de que hava que,hablar de actividad, més que de obrprestructuralista,, Ta actividad estructuralista-gomporta dos operacio~ nes tipicas? asamblaje.) Recortar el primer ob- JROTEI HE se UT a In Actividad de siroulacro, equivale a encontrar en él fragmentos idviles cuya situacién dife- rencial engendra un determinado sentido; el fragmento en si carece de sentido, pero es tal que la menor varia cién aportada a su configuracién produce un cambio Gel conjunto; un cuadrado de Mondrian, una serie de Pousseur, un versicstlo del Mobile de Butor, el «mite- Ina» en LévieSt¥auss, el fonéma en los foxidlogos, el eteman en determinado critico literario, todas estas uni- dades (sea cual sea su estructura fntima y su extensién, snuy diferentes segin-los casos) sélo tienen existencia significativa por sus fronteras: las que les separan de las otras unidades actuales del discurso (pero éste es um. problema de ensemblaje),-y también las quic les distin- guen de otras unidades virtuales, con les que forman tuna detersninada clase (que los lingtlistas aman para~ sigma ee nen de paradigma parece ser esencial pace compreda Io git von tase patadigma es una reserva, tan limit mio Sea posi~ ridades), fuera de Ja cual st lama, it, al objeto'e unidad To que caracteriza al objet pa~ je se quicze do- 8 clase, estf-en una cierta relacién de afinidad y de dese- miejanzai dos unidades del mismo paradigma-deben pa- ea PoC ue Ta cia que las separa pieciso qe sj 2 tengan a un “dempo un | rasgo. ‘comin (la denitalidad) y tun rasgo distizitivo (a presencia’b la auseiicia €é'Sono~ rided) para. que, en francés no_atribuyamos’ mismo Boisson (pescado) y a poison (venen0);)es ‘Jos cuadrados de Mondrian sean a uri tiempo. afines por su forma de cuadradds y desemejantes por la ‘proporcién y el color; es preciso que los automdviles. norteainericanos (en Mopile'de Butor) sean incesante- mente inspeccionados del mismjo modo, pero también que difieran’ cada vez por la marca y el color; es preciso que los episodios del mito de Edipo (en el anélisis de Lévi-Strauss) sean a un tiempo idénticos y variados, para que todos estos discursos y estas obras sean inteli- gibles, La opetacién del recorte produce as{ un primer estado disperso del simulacro, pero las unidades de la estructura en modo alguno son andrquicas: antes de ser distribuidas y encerradas én la continuidad de 1a com- pocici6n, cada una forma con su propia zeserva virtual un organismo inteligente, sometido a un principio mo- tor soberano: el de s menor diferencia esta 0 a actividad del ensamblaje, que sucede @ ln aci- “yidad €e Uliniads, Como es. sabido, la dintaxis de las ar- tes y de los discutsos es extremadamente variada; pero lo que eacontramos en toda obra de proyecto éitructu- rales la sumision a obligaciones regulares, cuyo,forma- lismo, impropiamente incriminado, importa mucho menos que la estabilidad; pues lo que se produce en este estadio segundo de la actividad de simulacto es una es- pecit de combate contra el azar; ésta es Ja causa de que 298 Perera seer ere te geet ee ener arcane erecta ee tun valor casi demitirgico: por el retorno regular dq las 1 jones de unidades, la obrazpa~ Tece constry) strjidla, eS dotada de sentido; Ios lingttis- tas Jaman lee cas reglas de‘combinaciéa fi 3 . “Tmuy Interest mantener este empleo rigurs: palabra demasiads ipleada: Ja forma; se ha dic « es tigiidad de las unidades no.dpa- 18éei Como un. puro efecto cafe Ja obra de arte & lo quee ranca/al azar)Bllo quizs permita’édin- prender, de una parte, por qué las obras llamadas nd f- gurativas son, a pesar de todo, obras en el mayor gratlo, ya que-el pensamiento bumano no se inscribe en la aha- logia-de las copias y de los modelos, sino en-la reguldri- dad de los-conjuntos, y de otra parte, por qué estas mlis- mas obras se muestran precisamente como fortuitas y por ello: mismo intitiles a los que no adyierten en ellas ninguna forma: ante un cuadro abstracto, Kruschef jn- discutiblemente se equivaca al no ver més que el rasjro de una cola de asno paseada-por la tela; al menos sabe a Su manera que el arte es una cierta conquista del ajar (olvida-sencilaménte que toda regla se aprende, tant si se ‘quiere aplicarla' como descifrarla).. El simulacro’ast edificado no devuelve gi mundo tal como lo ha tomado, ya importancia del structural}s- _ mo reside ahi. En primer lugar, manifiesta una catego- ‘ria nueya del objeto, que na es ni lo real ni lo racionsl, si nal, vinculéndose asf a toda ua compldjo cientifico que se esté desarrollando en torno investiga ciones sobre la, informacié do agar y- ae todo, saca’a plena luz el proceso ‘propiamente humato por el cual fos hombres dan sentido a las oss esto “algo miaevor En cierta medida, 3f evidentemente en ib gund época el mundé ha cesado de buscar el sentido lo que se le da y de-lo que produce; lo que es nuevo fs 399 | | un pensamiento (0 una «poétican) que busca, més que asignar sentidos plenos a los objetos que descubre, saber cémo el sentido es posible, a qué precio y segin qué vias, Incluso podria decirse que el objeto del estructura~ lismo no es el hombre rico de’cieftas sentides,-sino el hombre fabricador de sentidos, como si en modo algu no fuese el contenido de los'sentidos lo que agotase los fineé seménticos de la humanidad, sino Unicamente el ‘acto por él que se producen estos sentidos, variantes hist6ricas, contingentes. Homo sigrificans: éste seria el nuevo hombre de la investigacidn estructural. Segin decla Hegel el antiguo griego se asombraba de Jo natural de la naturaleza; le prestaba incesantemente ofdo,‘interrogaba el sentido de las fuentes, de las mon- tafias; de'los bosques, de las tempestades; sin saber lo que thdos estos objetos le decfan de un modo concreto, advertfa en el orden vegetal o césmico un izimenso tem- blor del sentido, al que dio el nombre de un dios: Pan. Desde entonces.a hoy, la naturaleza ha cambiado, se ha convertide en social: todo lo que se ha dado al hombre es ya. humano, hasta el bosque y_el-rio que crazamos cuando viajamos, Pero ante esta naturaleza social que es sencillamente fa cultura, el hombre aitractutal fo es nto def antiguo griego! también él pr ta n cesar en ella, més que bricacién del sentido es a sus ojos més esencial que los. sentidos mismos, debido a que la funci6si es extensiva a 2, Lepons sur a philosaphie de Ihstore, Vrin, 1946, p. 212. 300 _ sino también lo estético] ¥ pr “yalisno es tambien Una determingds, las obras, que el estructuralismo se hace a si mismo ac- tivided y remite a una misma identidad el ejercicio de la obra y la obra misma: una composici6n serial o un ané- lisis de LévicSiAt "slo son objetos en tanto que han “sido hechos: su estado presente es sui acto pasado: son habiendo-sido-hechos; el artista, el analista, rehace el ea mino del sentido, no tiene que designarlo: su funcién, para volver al ejemplo de Hegel; es una manteia; como él adivino antiguo, dice el lugar del sentido, pero no lo nombra. ¥ debido a que la literatura, en concreto, es un arte de la adivinacién, es a la ver inteligible ¢ interto- gante, hablante ysilenciosa, comprometida en el mun- do por el camino el sentido que rehace con 41, pero liberada de los sentidos contingentes que el mundo elabora: respuesta a quien la consume, y sin embargo siempre pregunta a la naturaleza, respuesta que interro- gay pregunta que responde. sCémo, pues, el hombre estructural puede aceptar Ia acugggiOm de,izrealismo que a veces se le diige? zAca- ~ 50 las formas"ho estén en el mundo, no son responsa- bles? Lo que ha habido de revolucionario en Brecht, jes verdadéramente ¢l marxismo? {No ha sido-mis bien la decisién de’vincular al marxismo, en’ el teatro, el hy de un reflector o el desgaste de vina prenda de ropai estructuralismo no retira la historia del mundo: trata de ligat’@ fa historia, no gélo contenidos (Jo-cual se ha he- cho mil veces), sino también formas, no sélo lo mate- rial, gino también lo ae no Sélo lo ideoldgico, te porque todo pehsamiento sobre lo ikteligible “histérico’es también BApticipacion ev eX iteligible, sin duda al hombre es- triictural léinplorta poco el durar: sabe que el estructu- fel mundo, “que cambiank co a mauldey Yael mismo modo Gite prueba su validez (pero no su verdad) en su capacidad 301 para hablar los antignos lenguajer de! munto ee manera nueva, sabe que bastard que surja de Ja historia un nuevo lenguaje que Je hable a su vez, para que su ta- rea haya terminado. 1963, Lettres Noisvelles. 302

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