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¿QUÉ
TOMAMOS DEL FEMINISMO Y DEL MARXISMO A LA
HORA DE ACTUAR?
1.Introducción
En este trabajo me gustaría traer reflexiones muy diversas pero que a muy juicio se
encuentran conectadas y pueden sernos útiles como filósofos y como activistas. Partiendo de
la firme postura de que necesitamos que el pensamiento se torne herramienta política y que
nos alumbre o al menos ayude a esclarecer qué decisiones, caminos o alianzas debemos
tomar.
Es necesario discutir discursos muy asentados en la política minoritaria y que lejos de ser
histórico tanto de los discursos como los términos (configurados en ocasiones como veremos
por y para las clases dominantes). Apostamos por una política de lo común partiendo de la
discriminación, sino buscar el modo de que todas se alíen y coordinen en contra de nuestros
enemigos.
estadounidense. Los giros discursivos respecto a este término están relacionados con los giros
largo de la historia para legitimar y visibilizar unos modelos de vida y unas esferas
económicas concretas1, a la vez que oscurece otras. Es por tanto, un término ideológico en el
sentido marxista, puesto que está al servicio de los intereses de una clase dominante.
institución para su supervivencia y que se asocia con el salario, puesto que es a través de este
segundo registro que hace referencia a un estatus sociojurídico, que supone la falta de una
identidad jurídica separada (situación de las mujeres y esclavos durante años). El registro
político implica la sujeción a un poder dominante externo, es el caso de las colonias. Por
Estos serían los registros de dependencia puros, aunque no tienen por qué aparecer así. Son
las matrices que se han considerado más eficaces para la comprensión y evolución de la la
palabra.
Este era un uso que hacía referencia principalmente a la subordinación y los registros
nos encontramos en una época en la que la mayoría de individuos de una sociedad están
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Lo que podríamos entender como norma.
dentro de una red de subordinación. También el término independencia se aplicaba a
colectividades, aunque en el siglo XVIII evoluciona hasta definirse como independiente aquel
que tiene propiedades y no necesita trabajar. Además, el tener propiedades otorgaba derechos
políticos. El término dependencia se redefine entonces como ganarse la vida trabajando para
otro. Esta era la condición mayoritaria en la sociedad, normal, y es por ello que tenía un
carácter social2. El término independencia denotaba por tanto un privilegio, puesto que las
condiciones materiales para alcanzar “el reino de la libertad” eran dadas , frente a aquellos
reproductivo era considerado parte del trabajo total y tenían el mismo acceso a las tierras
La dependencia no tenía una connotación peyorativa como la tiene actualmente ya que, como
Además, la dependencia puede designar también un rasgo de carácter individual, por lo que
En estas redefiniciones influyó el protestantismo radical, que elabora una imagen positiva de
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Hemos de recordar además que en la sociedad preindustrial existía una dependencia del amo para con sus
trabajadores, pues estos tenían acceso a las tierras; eran ellos quienes las trabajaban con cierta autonomía y
capacidad decisiva. Silvia Federicci en Calibán y la bruja explica todos los procesos insurreccionales que se
desarrollan en este periodo como resultado de la revalorización de la mano de obra.
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Establecida en El Capital Karl Marx.
Los radicales de la Guerra Civil inglesa por el contrario, entienden que la independencia
respecto al amo es una representación del rechazo a la blasfemia y los falsos dioses4.
Inspirados también en la ética del trabajo protestantista, los varones blancos a la hora de
que a partir de este momento el trabajo asalariado era un rasgo propio de la independencia. La
independencia; con el salario del varón (el cabeza de familia) se mantenía a una
familia entera. Las mujeres y los niños eran sostenidos con este salario y las mujeres
entraba en conflicto con las condiciones materiales de los pobres y la clase obrera,
puesto que en estas familias el salario de las mujeres y los niños seguía siendo
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Christopher Hill, El siglo de la revolución, Madrid, Ayuso.
dependencia sociojurídica y política de las mujeres se refuerza con la dependencia
modo peyorativo.
Por tanto, para constituirse como ciudadano independiente uno debía distinguirse del
indigente, el esclavo y el ama de casa. El salario familiar fue una herramienta para elaborar
dependencia del obrero respecto al empresario. La dependencia fue redefinida para hacer
encaja perfectamente con el ideal de libertad burgués que ignora completamente la realidad
material, concediendo en la formalidad una plena libertad a la vez que priva a los individuos
de las condiciones materiales para ejercerla. Observamos una distinción entre dos tipos de
dependencia, una “buena”, aplicable a los niños y mujeres casadas, y otra “mala” aplicable a
Por otra parte, la independencia siguió asociándose a la percepción de un salario. El idilio por
la independencia fue un arma de doble filo político; si bien fomentó la hostilidad hacia los
sociedad, si bien no de manera muy significativa. Con el New Deal se consolida un sistema
de asistencia social de dos vías en el que se producen exclusiones raciales y sexuales de la
primera vía. Esto fue muy importante puesto que la construcción de legitimidad de las dos
que una de las vías (asistencia pública) genera dependencia. Los programas de asistencia
ideal del salario familiar deja de ser hegemónico. Ya no hay una dependencia adulta
claramente “buena” ya que la dependencia económica de las mujeres está siendo cuestionada
Los discursos médicos y psicológicos de esta época asocian la dependencia con la patología.
feminismo de la segunda ola. Autoras como Betty Friedan critican la aparente neutralidad de
sigue asociándose al trabajo asalariado, sin tener en cuenta lo empobrecido que pueda estar el
trabajador.
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Se distinguen entre prestaciones de asistencia pública (“welfare” ) y contributivas (“non-welfare”). Se entiende
que solo las primeras crean dependencia.
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El trabajo de cuidados está feminizado además de invisibilizado y devaluado.
Me gustaría traer a colación la crítica a la verdad objetiva y despolitizada de las instituciones
realizada por numerosos filósofos y filósofas. En concreto, Michel Foucault establece una
relación entre poder y verdad, de manera que es este primero el que designa las segundas.
Silvia Federicci
parasitarios, frente al ideal de individuo autosuficiente que se sitúa como modelo a seguir a la
hora de pensar las leyes. Esta evolución va acompañada de políticas y campañas a nivel
estatal que pretenden fomentar la hostilidad hacia sectores concretos de la sociedad (mujeres,
negras, pobres…).
Uno de los mayores ataques que se produce contra las mujeres y sus cuerpos es la creación de
la institución familiar nuclear que las somete al ámbito privado y las vuelve totalmente
dependientes de sus padres o maridos. Se produce lo que se conoce como la escisión entre la
esfera pública y privada. A partir de esta dicotomía queda dividida la vida entre la esfera
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S. Federicci El patriarcado el salario. Críticas feministas al marxismo, Madrid, Traficantes de sueños, p. 37.
viene dada como una verdad absoluta que muchos pensadores de gran prestigio han pasado
por alto.
Es el caso de la Teoría crítica d e Habermas8, en la cual intenta explicar qué clase de conexión
existe entre la esfera pública y la privada, entre la producción simbólica y material. Nancy
Fraser hace una crítica a la interpretación de “tipos naturales”, la cual entiende que el trabajo
economía “oficial” y pública en la que se desarrollan las tareas de producción material. Este
análisis no obstante, obvia que dentro de los trabajos reproductivos también está el alimentar,
también satisfacen unas necesidades físicas y biológicas. Por tanto, esta distinción no nos
resulta satisfactoria, puesto que no es capaz de explicar aquellas actividades de aspecto dual.
Vemos como la teoría de Habermas supone un avance para salir de las lecturas sobre las
categorías del marxismo ortodoxo que solo reconoce la esfera de la producción o trabajo
social y que responden a análisis profundamente androcéntricos puesto que excluyen todo
trabajo que queda fuera de esta esfera, como es el caso del trabajo reproductivo del que se
encargan las mujeres. Habermas nos propone que hablemos por tanto de la reproducción
cómo esta categoría sigue siendo insuficiente a la vez que invisibiliza muchos de los trabajos
de cuidados.
Además el análisis del sistema como un mecanismo dual en el que el ámbito productivo y el
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Al menos de una de sus lecturas: la interpretación de “tipos naturales”. Existe otra interpretación posible que es
la que Nancy Fraser llama en Fortunas del feminismo “ contextual-pragmática”.
mismo sistema que se entremezclan creando unas realidades concretas. Es por ello que, si el
feminismo quiere convertirse en una verdadera amenaza para el sexismo y la violencia del
capitalismo necesita elaborar teorías que integren el género y la economía política para
condicionan.
feminizado. Podríamos decir de manera muy resumida que el trabajo reproductivo es aquel
que produce la fuerza de trabajo que entra en el mercado laboral (esfera productiva). Es decir,
época precapitalista se realizaban en colectividad y formaban parte del trabajo total sin ser
deja de ser una responsabilidad social. Este modelo familiar se mantiene hasta los años
sesenta del siglo XX y es frente al cual el movimiento feminista se sublevó en las décadas de
Ahora me gustaría traer una interpretación que puede ser muy útil en el panorama actual
social y político; apostar por una antropología de la diferencia, una política sin sujetos
universales. Sin olvidar que si bien en Marx no encontramos una teoría antropológica como
Tomo como referencia el análisis que realiza Juan Manuel Aragüés en su libro El dispoitivo
La vida social es, en esencia, práctica. Todos los misterios que descarrían la teoría hacia el
práctica.
con un Marx que defiende que la esencia del ser humano, muy lejos de ser universal como
Por tanto, esta lectura de Marx entiende que el sujeto es efecto de las consecuencias y por
tanto de las múltiples mediaciones que en él se producen. Estas son en última instancia efecto
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S. Federicci El patriarcado el salario. Críticas feministas al marxismo, Madrid, Traficantes de sueños, p.18.
.
K. Marx, Tesis sobre Feuerbach
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Entiende que existe un estado de naturaleza universal y común a todos los seres humanos. De esta manera los
uniformiza con el objetivo de borrar toda diferencia (clase, raza, género…).
del modo de producir en la sociedad capitalista, pero no podemos obviar otras dimensiones
que derivan de aquí; en palabras de Marx, “la vida social, política e intelectual”. El ser
humano se constituye como ser social; de manera que el yo no supone un alejamiento del
mundo, puesto que el yo no es una entidad aislada, sino que este habla de toda la humanidad
al ser producto de las relaciones sociales. Es imposible hablar de un aislamiento total, puesto
que el ser humano es aislado en sociedad. Tampoco hablamos de esta manera de una
prioridad ontológica del individuo frente a la sociedad, sino de una relación correspondida: la
esa sociedad.
política.
Algunas lecturas marxianas reducen la conciencia del sujeto a la clase social a la que
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Kapital Marx encontrar donde se sitúa y aclarar el sentido del término
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En palabras de Marx, “la vida social, política e intelectual”.
muchos teóricos importantes (el propio Marx y Engels). Coincidimos con Pierre Lordon
cuando explica que no solo somos afectados por las afecciones materiales, sino que también
somo afectados por las ideas (siempre que se relacionen con un cuerpo, pues solo así se dotan
de potencia) o imaginación. ¿Cómo es posible que haya pobres que voten a la derecha? ¿Por
qué en la actual crisis del capitalismo neoliberal a la que acompañan otras crisis ecológica,
ética… no surge un auge de la izquierda y solidaridad obrera? Como decimos, para responder
subjetividad. Estas ideas que desarrollaremos en este apartado son recogidas en el siguiente
texto:
“El modo de producción de la vida material condiciona los procesos de la vida social, política
y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el
manera que el sujeto se torna activo. El materialismo clásico concibe la realidad como
objetiva (aquello que comprende a los objetos, que puede verse y tocarse) renunciando la
subjetividad, la cual pasa a ser el eje central del idealismo. Rechazando la dimensión
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arxists Internet Archive, 2001, prólogo.
K. Marx, Contribución a la crítica de la economía política, M
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Feuerbach entiende que todo lo real es material, reduce todo a la objetividad.
Lo que Marx nos propone aquí es entender la conciencia como efecto de la propia vida,
prácticas sociales que, como hemos apuntado anteriormente, son desiguales. Por tanto, nos
“actividad del sujeto sobre el objeto”. Queda descartada así la posibilidad de articular un
sujeto político universal, con una esencia previa y común a todo ser humano.
En la misma línea que las reflexiones sobre la inexistencia del sujeto universal, podemos
proceso de lucha el que crea a los sujetos como antagonistas a otra identidad o clase, y a
Por tanto, la construcción de sujetos trasciende la pertenencia a una clase concreta, puesto
que se construye en última instancia a través de la implicación en los conflictos que surgen.
Si Marx insistió en el proletariado como sujeto político, hay que entender esta insistencia
cuestión de los sujetos políticos puesto que no lleva a nada, sino experimentar a través de la
praxis paralela a la conciencia política la constitución de estos. No como las mujeres, los
unitario en su expresión”16. Esta concepción del sujeto como devenir de la praxis nos aleja de
una tradición marxista que ansiosa de Verdad, ha caído en posturas sectarias e idealistas
16
J.M. Aragüés, El dispositivo Karl Marx. Potencia política y lógica materialista, p.107.
puesto que vuelven a alejar el discurso teórico de la práctica política, traicionando la idea de
praxis.
FUGA)
los del oponente. Es una política en la que las posturas del individuo se presentan como un
punto y final, no como un punto de partida. Frédéric Lordon en Los afectos de la política
impugna esta concepción de la política que menosprecia la dimensión afectiva que alberga
cada acto político. Nos aproxima a una nueva forma de entender nuestra racionalidad y
Como sujetos afectantes que somos, deseamos. Lejos de la represión o la reducción de la vida
poder la producción de estas subjetividades a través - entre otras herramientas- de los medios
de comunicación, las estadísticas... Es importante que como materialistas nos dotemos de las
herramientas analíticas suficientes para alcanzar un análisis marxista de la cuestión del deseo
Nosotras apostamos por una política del consenso, en la que no se trata de “destruir” toda
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Meter algo del deseo y la conferencia de liria y aragüés
posición disidente a la propia, sino por buscar puntos comunes a través de los cuales seguir
trabajando.
Entendemos que es fundamental trazar una estrategia política que sea deseada. La política,
lejos de ser el espacio legítimo de las ideas y la racionalidad donde el ser humano consigue
que nos rodea. Aquello que nos afecta produce en nosotros un efecto, una reacción. Un
mismo afecto puede tener efectos diferentes en personas distintas, o efectos diferentes en una
misma persona a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el descubrimiento de un nuevo planeta en
el sistema solar no afecta de la misma manera a un físico que a un músico cuyo interés por el
espacio es poco. De la misma manera que quizás el músico es capaz de entusiasmarse con
La política es también un espacio de afectos. Son los afectos que nos producen determinadas
ideas los que nos mueven a ir a una asamblea, salir a las calles o cortar una carretera. Las
ideas como tales carecen de fuerza y es en consonancia con la extensión cuando se dotan de
potencialidad. Como anticapitalistas debemos preguntarnos por qué pese a tener todos los
manifestaciones y reivindicaciones.
Entendemos que afectar es un proceso que dista de ser ideal, y se produce en la realidad
material. Las mismas ideas se tornan materiales a través de las representaciones en imágenes.
Buscar otros modos de afectar que superen la argumentación abstracta para “volver presentes
cosas ausentes, visibles -por tanto afectantes- cosas invisibles, y hacerlas ver mediante
«imágenes mentales»” es un paso fundamental. Hacer políticas que movilicen y que afecten
al mayor número de personas posibles para empoderar las ideas que defendemos y conseguir