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—_ ze as: z B 5 e — ae ga . ° . Los tradicionales estudios de retérica, métrica o preceptiva y = S. Di conario e la critica ya con categoria de clasica, de la estilistica a la oO m- poética», conviven hoy con una multitud de nuevas orien- 2 g , ° r,? taciones de la teoria y con crecientes aportaciones de la Qs lingiiistica novisima, la semiologia, la hermenéutica, la prag- & Q Tre orica cri 1ca mitica... Todas esas y otras disciplinas, en su contribucién al = 3 anilisis literario, son objeto de una rigurosa sistematizacion m5: ° , en el Diccionario de Marchese y Forradellas, cuya articula- op, a cién permite pasar 4gilmente de unos campos a otros y 3 < obtener no s6lo amplia informacién sobre cada punto, sino Re . . también las indicaciones necesarias para situarlo en la pers- 2 pectiva mds provechosa. Asi, las definiciones, extensas y le- ee tera I - 1a gibles, van unidas a copiosas referencias cruzadas y explica- B . ciones complementarias, y se ilustran siempre con ejemplos 3 espafioles € hispanoamericanos, en especial contempora- > neos. La apertura de miras y la abundancia con que los og autores recogen Ia terminologia de las tendencias mAs re- = elo Marchese cientes y variadas convierten a este Diccionario en una obra = de consulta insustituible. = Z F di La E Joaquin Forradellas 2 http: //ww.ariel.es 935928-4 3. (ili) =~ Ariel 9 Mesesulassce > —_—_—___— ~ Diccionario de retdrica, critica y terminologia literaria ii} Instrumenta i ANGELO MARCHESE iN FORRADI Letraseld ¥ JOAQUIN FORRADELLAS Coleccién dirigida por FRANCISCO RICO DICCIONARIO DE RETORICA, CRITICA Y TERMINOLOGIA LITERARIA EDITORIAL ARIEL, S. A BARCELONA Titulo original: Dizionario di retorica e di stilistica Version castellana de JOAQUIN FORRADELLAS, 1.* edicion: diciembre de 1986 9. impresién: mayo de 2007 © 1978: Amoldo Mondadori Editore S.p.A., Milén Derechos exclusivos de edicién en espafol reservados para todo el mundo y propiedad de la traduccion: © 1986 y 2007: Editorial Ariel, S. A. ‘Av. Diagonal, 662-664 - Barcelona ISBN: 978-84.344-8386-6 Depésito legal: B. 22.141 - 2007 Impreso en Espafa por Book Print Digital Botanica, 176-178 08901 L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacion escrita de los titulares del copyright, bajo las Sanciones establecidas ‘n las leves, la reprodtuccién total 0 parcial de esta obra por clalguler medio © procedimiento, coepprendides la roprogratia Yeltratamiento informatica, y la dstribucion de ejemplares de ella mediante alquler 6 prestamo pablicos PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA La profunda renovacién que se ha producido y se est produciendo en el terreno de los métodos de la investigacion literaria en el curso de Jos tiltimos tiempos, los muy distintos caminos que ésta ha seguido, se han acompafiado de una modificacién muy amplia del vocabulario usado por los estudiosos, de una aparicién de términos nuevos —en algin caso procedentes de un concepto interdisciplinar, muy descuidado en nuestro pafs— y de una distinta delimitaci6n de los territorios que abarcan los provenientes de la antigua ret6rica o preceptiva literaria, a veces por la ecesidad de redefinirlos desde perspectivas cientificamente mejor tra- zadas. Esta situacién provoca entre los estudiantes (y entre los que nas acercamos con curiosidad al fenémeno literario) una cierta ansiedad, nacida de la conciencia de un aprendizaje obligatoriamente limitado ¥ de la imposibilidad de acudir a los inndimeros trabajos —en muchos ca- sos aparecidos en fuentes bibliograficas inaccesibles— que ahora se es- t4n realizando en muy distintas direcciones. Por ello, si se quiere por la conciencia de mis propias limitaciones (y no es esto una excusatio pro infirmitatem, sino constatacién de una realidad en que me reconozco) y porque la leccién de este libro me ha servido para enriquecer mi visin de aficionado a la lectura y me ha obligado a volverme hacia alguna de sus fuentes manifestadas, cuando se me propuso adecuar para la lengua espafiola el Diccionario del pro- fesor Marchese, sintesis y visible resultado de un muy considerable nd- mero de cuidadosas lecturas teéricas contrastadas en investigaciones personales, efectuadas en un pais hoy puntero en la teorfa y pragmética semiolégica y hermenéutica, me parecié que podria cumplir con ello una tarea, si no necesaria —como lo habia sido para mi—, por lo menos itil para alguno. Y, acaso con osadia, la emprendi. Mi oficio de adaptador ha consistido, en primer lugar, en tratar de adecuarme, en la medida de mis fuerzas, a los presupuestos metodo- légicos en que se apoya el profesor Marchese; después, en la biisqueda de ejemplos de autores hispénicos que pudieran sustituir a los italianos propuestos por el autor: el lector veré que hemos mantenido los pro- cedentes de Dante, Petrarca, Boccaccio y Ariosto, porque pensamos que forman o deberian formar parte de nuestra cultura —salvo, acaso y hoy, por el idioma— tanto como de 1a italiana; pero hemos procurado 8 — PRoLoco siempre ofrecer a su lado algdn equivalente en castellano. He retocado con suma levedad, cuando lo he hecho, los articulos que se refieren a Jingatstica, semiologia y narratologia, afiadiendo solo algunas precisio- nes tomadas de ensayos posteriores a la edici6n del original italiano (por ejemplo, Semidtica de Greimas y Courtés, 0 los Principios de Andlisis del texto literario de Segre) © de estudiosos, sobre todo hispanicos 0 portugueses que Marchese no aduce en su bibliografia porque pudo no conocerios. La reforma, como es natural, ha sido mucho més amplia en lo que se refiere a la retérica y estilistica —serfa injusto olvidar a los dos maes- tros Alonso y a los hombres que han aprendido con ellos—, a la métrica, a las formas posticas y a los subgéneros literarios, que responden a leyes estructurales y diacrénicas diferentes en cada una de las dos culturas. Seftalemos, como caso extremo, el caso del soneto, forma procedente de la literatura italiana, pero muerta en ella, mientras que esta vivisima en castellano, catalin 0 portugués. He suprimido términos que no exis ten en nuestra tradicién —allorrio, término croceano no admitido por la critica estilistica de nuestros paises, frottola 0 metrica barbara, inten- tada muy parcamente sélo por Villegas, Jaimes Freyre 0, con otro fin y fundamento, por Unamuno. Y hemos a‘iadido, por el contrario, otros nuevos —correlaci6n, arte mayor, arte real, romance, antologia, etc.— que no tienen existencia en Ja literatura italiana. Otra parte de nuestras adiciones corresponde a voces aducidas por escuelas que Marchese omite, pero que, por no demasiado conocidas en Espafa, he crefdo que podrian tener interés para el estudiante de nuestro pais. Me refiero, ante todo, a la obra de Roman Ingarden (Das literarische Kunsrwerk), al New Criticism angloamericano (Wimsatt y Brooks, Literary Criticism: A Short History; Frye, Anatomy of Criti- cism) y'al grupo francocanadiense D.I.R.E., sobre todo a los intentos de Dupriez, Angenot y Pavis, a cuyo Diccionario del teatro, reciente- mente traducido al castellano, remito para todo lo referente a la dra- maturgia que no tenga cabida en este libro y para la aplicacién especifica al teatro de algunos términos que aqui aparecen referidos a comtextos literarios mas extensos. Joaquin FORRADELLAS INTRODUCCION Un diccionario moderno que intente abarcar, aunque sea con la obli- gatoria concision informativa, el amplio y accidentado territono de te sroéticay es decir, cl andlisis de las formas y estructuras literarias— AE puede olvidar Ia radical renovaci6n que las nuevas metodologias de Ta laaguistica y la semiologia han aportado sobre los tradicionales estu- dios de retérica, de estilistica y de métrica ‘En aquellas disciplinas nos hemos apoyado para ofrecer una nueva sistematizacién, en lo posible unitaria y satisfactoria desde el punto de vista tedrico, del ctimulo de datos, definiciones y clasificaciones que Constituyen él sobradamente conocido y ciertamente no univoco patri- monio del pasado. Frente al cual, digamoslo lo antes posible, de ningsin modo hemos tomado una actitud de rechazo a priori, como si fuese pre- Giso liberarse, por mania de novedad. de una elaboraci6n doctrinal pres figiosa: seria, como se dice, quemar el cuévano viejo con la uva dentro. ‘Asi, nuestra intencién primera ha sido la de presentar en un cuadro obviamente sintético— los resultados més estimables de la ret6rica y de la estilistica tradicionales, para confrontarlos con los principios epis- temoldgicos de la linguistica y de la semiologia, y con las investigaciones in progress de una «teoria de la literatura» que, aunque exceda de los limites de este diccionario, subyace a cada una de las voces, en las que se quiere dar cuenta de las contribuciones cientificas mas significativas de los tltimos anos. El diccionario no pretende ser exhaustivo. Se ha preferido dar un viso fundamentalmente metodolégico en las voces, que pueden leerse tn sus definiciones como auténomas, pero que estan correlacionadas en tun discurso unitario, verificable también de un modo sistematico. Por esta raz6n, se ha dado una amplitud mayor a una cincuentena de en- tradas. @ las que podriamos llamar voces de soporte, entendiendo por esto que a ellas se confia la tarea de presentar, con una cierta siste- matizacién, los problemas axiales que son recurrentes en las demas vo- es del diccionario. constituyendo asi la base imprescindible de una vasta Serie de referencias y de envios. Entre estas voces recordamos: eje del Jenguaje, cancion, e6digo, comunicaci6n, destinatario, endecasilabo, es- tilo, estilistica, estructuralismo, figura, forma, formalismo, géneros li- terarios, lenguaje, lingiistica, metéfora, métrica, narrativa, punto de vista, ret6rica, rima, signo, semiologia, texto, transcodificacion. etc. 10 iwrropuccion Retorica, esilistca y métrica, por tanto, en la articulacion esencial de sus problemas especficos y en la final interdseipinaria ives hacia ‘una perspectiva lingusticn y semiotic, Sin gue el acres tenga de ningin modo la pretensiOn de suplir totalmente « cee ne ciencias piloto; y tambien sin la pretension de invadir los tertence cok corresponden a lateorta dela literatura, pero ofeciendo a canto en informacion detallada sobre cada uno de fos generos inerarion eeradee dos agut sobre fodo en su estructura codiicndn, sn Sus carscesinteas formales ¥ funcionates, con breves hosgueto formals y funcionaes, con breves boxgusjos de sts contenidon y sa No se nos oculta Ia dificultad de un proyecto que es tangente a ta Sistintasesferas de competencia, en la tentativa de ofrecer Un eoacts Ia suficientemente completo de las investigacioncs sempre en devenie Greemos, sin embargo, que el lector podra aprehende el ho os he: tos intentado que recorra las diferentes voces y querrd, en gute one, sién, completario y verificarlo por medio de tos envos ue tecemnes y por los textos fundamentaies que, en el cuerpo del texto serine ACENTO. El acento, procedimiento articulatorio mediante el cual una Silaba se destaca de las que le rodean, pertenece al grupo de los fend- menos prosédicos © suprasegmentales, como la melodia, Ia intensidad, el tono, la cantidad o las pausas, es decir, todo aquello que se reine bajo el nombre de prosodema. La entonacién de un enunciado, por ejemplo 2ya ha llegado el tren?, traza una linea mel6dica dibujada por la diferente altura tonal de los fonemas; por medio de ella la frase ad- quiere el cardcter interrogativo deseado (y subrayado por una sefial gra- fica especifica, el signo de interrogacién). Compérese con la entonacion diferente de la aseverativa ya ha llegado el tren, en el que la curva me- Iodica es descendente (cfr. Navarro Tomas, Manual de entonacidn es- paola). Como elemento de la entonacién, el acento puede desemperiar tuna funcién expresiva importante. Entre todas las posibles clases de acento, el espafiol es intensivo o culminativo: una sflaba, la tonica, se pronuncia con mayor intensidad que las otras, las étonas. En castellano, como en las lenguas que tienen acento mévil (el inglés, el ruso, todas las lenguas roménicas, excepto el francés), el acento, ademas de tener una funcién de contraste, tiene otra primordial distintiva; su posicién ena palabra diferencia unas formas de otras compuestas por los mismos fonemas (canto/cantd), y puede recaer en la iltima silaba (versién), en la pentiltima (libro) o en la antepeniiltima (céntaro); en verbos con pro- nombres en énclisis podemos encontrar acento en la silaba anterior a la antepeniiltima (cuéntaselo), pero en este caso se desarrolla un acento secundario en el pronombre final (cuéntaseld); este fenémeno se pro- duce también en los esdrijulos formados por verbo + pronombre, bien en zonas dialectales —Arag6n, por ejemplo—, bien porque le sucede tuna pausa: en este caso, sobre todo cuando se quiere enfatizar el pro- nombre, el acento secundario desarrollado puede llegar a ser tan fuerte como el primario: ;Francisca Sdnchez, acompanamé! (Rubén Dario). El acento secundario aparece también con regularidad en palabras. com- puestas (sobre todo en los adverbios acabados en -mente) o cuando, en una frase, entre dos acentos ténicos hay una distancia mayor de tres silabas sin pausa entre ellas (p4jaro carmesi). El acento no delimita s6to a la palabra, sino también a sus determinantes atonos. Unidos a la entonacién, los acentos que corresponden a la palabra 12 acoracton SE Sontrastan entre si, dando mayor intensidad —y, por lo tanto— des ficando a una palabra o grupo tonico frente a los’ demés; asi en une frase como /Has sido ti! el hablante puede colocar el acento deminans sobre sido o sobre ti, segan le interese subrayar lo que se ha hecho g quign Io ha hecho. La presencia del acento ténico (ictus) sobre determinadas silabas de un verso és elemento esencial para la fijacién 0 reconocimiento del me two (V.), ademas de ser el factor fundamental de Ia creacion del ito (Y2, junto con las pausas y la melodia. En la poesia ecpatola existe > be oxistido una métrica fundamentalmente acentual (vease. por chen, lo, ARTE MAYOR) junto a otra basada en el cuento silabice, En otros momentos del devenir poético se ha intentado, desde Vic egas al modemismo, utilizar una métriea acentual que remede s la cla, igo! libres del rido carcdn de ta rima (Manuel Gonzéles Prada) dugunes \ratadistas han llamado con nombres latinos (yambo, spon, deo, etc.) a los ritmos acentuales que aparecen en algunos metrox ACOTACION. Es una anotacién que da el autor de un texto teatral ara indicar la forma que ha de adoptar el escenario, o los movimicntos, Seeatnee, 7 2 Isabetina, hasta el planteamiento de instrucciones muy detalladas (Ibsen); 0, incluso, describir fisicamente al personaje o ec, mentar el diélogo, sobre todo si el autor piensa en ser lefdo: es el coco del teatro de Galdés. Esta tendencia llega a sus uiltimas consecuences en. Nalle-Inclén, que cuida tanto el estilo de Ia acotacién (en algunos casos escritas en verso) como el propio texto. Valle-Inclan puede ome Plear Ja acotacién hasta para indicar la estética 0 posicin ideologicn ACRONIMIA. Sustitucion de un grupo de palabras por una abrevia- fura Tormada por sus iniciales —letras 0 sflabas—, de tal forma que la nueva formacién se lexicalice: Ejem.: Red Nacional de Ferrocarriles Ex paroles = RENFE. USA, URSS, | USA, URSS, OAS, UNESCO.) ONU, ONU, ONU. | TWA, BEA, K.L.M., BOAC/ ;RENFE, RENEE. RENFE! | FULASA, CARASA, RULASA, | CAMPSA, CUMPSA, RIMPSA; | FETASA, FITUSA, CARUSA, | {RENFE, RENPE, RENFE! | 8.0.8., §.0.5., 8.0.8., | §.0.5., 5.0-8,, 5.0.5.1 (Damace Alonso), actaste 13 ica en la cual las letras iniciales en ACROS TIC siabay Teidasverticalmente forman un aombre © una algun 40, esa cession ala inicales del verso ce nen ls letras que frase. sane Puede considerarse también como una variante co- van tas Io Seugrama saussuriano, El procedimiento tue usado, sobre dincade dal poesia cortesana del siglo XV. El ejemplo més famoso co- todo et alios versos que encabezan LA CELEsTINa, en que se lee el rresponde a los verso nombre del autor. Sere: | mandatario, el auxiliar, el cores falso nero. Sour #Ps 200.000 tenté darles un caré mas = (Sémantique structurale) distingue seis actantes —-que no se correspon- sofia de los siglos clasicos: PROPP. GREIMAS EJEMPLO héroe sujeto filosofia princesa objeto mundo | mandador destinador Dios destinatario humanidad agresor oponente materia falso héroe } auxiliar ayudante espiritu donante 14 actane Estos actantes se pueden colocas i ane pueden colocar en relacion segiin el siguiente mo- Ayudante ———__»[~“Sujeto]~«—____ Oponente eLGsetinador plantea el objeto como término de deseo y de comuni smlentras que el destinatario es el que se beneficia de aquel, Act cssarse con ia nein (objeto) El antagonists oneness €! protagonista consigue su proposito, | "8° @¥¥dante) yal final, sant stato de la concrte maniestacgn terri tos papeles ac Lancs se semanizan en papas tomes y Soon oe wera oe indeiida fenomenctogia de os actoes (0) oposensien Bee de Bremond (Logique du rect, a prea nomen eee dos naples mrt fandamentles atbation or acc etsonaje pacienie puede ser sostiude por ui arene eee gus modifies fs extaao (mejorao empeoramiena een orn cl paciente se convierte en beneficiario de la Proteccién por parte dei protector contra Ia accién degradante de un empeorador por parte det so Suh uctid stun exqustn tan genet edhe coer mucho para *e0tipados o muy couitraon, puede werapheeae nae Cologia. aunque con sus contsad contradicciones, de manera que yt no ce clara y directa su actuacion a través de las acclonese: de monens Soeten mejor, quizs, scaracterizar en lo posible Ia daiceica emmne ea ieee - ACTODELENGUAE 15 amistosos, de trabajo, etc.) a los personajes, constituyendo cada ver aaligones diferentes de Telaciones de union o separacion~. |. Divisién de-una obra o representacion teatral, normalmente ATO. alana dstibucton de la trama en amplias unidades temdtias onext # t (eplzodios 0 macrosecuencias), Etre 10s griegos no exsia rinse rae os: ia unign entre los episodor se hacia por medio de 1 ie vencion del coro, Esta intervencign fue sustituids por un lape0, ant cans, vac de accion, que te llama entrescto, Apoyandose en te aese cl teatro europen cigs, en principio, la division en cinco actos Horareauro expat se paso primero a una ditibucion en cuatro actor Ea pute con in comedin nucra,a tet, Enel teatro moderne a dvisin en actos es mas flexible (frecuentemente de uno a tres), incluso algunos. ‘Shores in han rechazado sustuyendole por otras unidager: at Valle: Inetan en las Comedia: Bérbaras 0 en los Eoperpentes ACTO DE LENGUAJE. La lengua es una forma de actuar social. en el sentido de que, al hablar, tenemos la posibilidad de influir sobre com- portamientos ajenos mediante peticiones, preguntas, propuestas, con- sejos, avisos, ete., es decir por medio de actos de lenguaje (0 de habla, como otros prefieren denominarlos) que se alinean en un texto y se ac tualizan pragméticamente en una situacién de comunicacién. Es importante hacer notar que los mecanismos de la accin linguts- tica no siempre son directos ni explicitos. Si, por ejemplo, me encuentro en una sala de espera junto con un desconocido, y noto una corriente de aire que me molesta y sé que procede de la ventana a la que se ha asomado aquella persona, yo puedo comportarme lingiifsticamente de varias maneras. Si digo: «jCierra esa ventanal», estaré dando una orden, que puede ser eficaz en cuanto al contenido, pero que es infeliz prag- méticamente, porque es por completo descortés, absolutamente ina- decuada a la situacién en que me encuentro y a la relacién que existe entre mi y el destinatario de aquélla. Para que una orden pueda ser dada Gy cumplida!) correctamente es preciso que existan unas condiciones determinadas. Ante todo, el emisor debe tener la posibilidad y la au- toridad necesaria para dar la orden; el receptor, ademas, ha de ser capaz de cumplirla. En general, podriamos decir que los actos de habla im- perativos presuponen o bien una cierta intimidad entre los interlocu- tores, de manera que el mandato resulte suavizado 0 justificado, o bien una relacién jerdrquica desigual, un desnivel en el rango social. En la situaci6n aludida, serfan mas adecuadas, desde la pragmatica, formas como: «;Le molestaria cerrar la ventana? Noto corriente», «{Me haria el favor de cerrar la ventana?», «jPodria, si no le molesta, cerrar la ventana?» ¥ es significativo, en estos casos, que el hablante, en la estructura superficial del discurso, opte por formular la peticién arti- 16 acto pe tenovase Hida 1 anBsticamente en una frase de forma interrogativa. En rea. Gon de finalidad primaria y profunda de estas preguniag wo ay 5 peti se a informacién (como en «;Has visto a Juande) une ie peticin revit Servicio. En otros términos, nos encontramos frene actos de coe anuds de cardcter imperativo, El mismo resultados nov obtener cHiace tie erate més disimulada y sutil, observando carvan (tate rio aqui dentro, verdad», o también: «Que fio ae este secre eactanmbes ©8805 una expresion asertiva —~aHace fe es imgintgsexclamativa —xjQué frio...!»— oculta un heshe de lenguaje reestg: 2 invitacion a que se cierre aquella ventans, El cq Praj sige. Ge esta clase de actos de habla depende en buene meant oye que Siaseeuen a las normas de cortesia de la conversacion coca ¥ se apro- Aonteamalcho aquellas instancias de cortesta ritual que socidlogo mmulae alee? ©. Goffman denominé free goods, como son ine veo Entre los actos de ienguaje destacan por su imgoriarcia los Mamados chat algae OS £08 los cuales el hablante produce una accion at ses, To mistne pone iemPlo, al decir: «Yo juro...» se comprometena on ean, ‘Gamismo sucede con verbos del tipo de Sico, que ha de ser referido a un nivel distinto de sentido o isotopia (V.). Gue se comprende en relacién a un obdigo creo, Mover, Dictonnaire irorique, s.v., considera la alegoria como un relato de tarkctersimbelico 6 ausivo, la emparenta cor la fabula och apolOgs de tradicion es6pica @ ls pardbolas evangelicas. La fabula-alegoria de la rana y el buey pone en relacién dos mundos mundo de los hombres mundo de los animales hombre sin tana — = Ne —— importancia arse importancia hincharse — hombre importante descalabro previsible estallido ~ 20 ALEGoRIA El grupo D.I.R.E. considera Ia alegoria como una igualacién entre uuna palabra y un eoncepto (fora y tema) que ton analizados y sustituidos sema por sema. Asi en el prado de la introduccién a los Milagros de Berceo, prado = paraiso, fuentes = evangelios, flores = nombres de Ia Virgen, pajaros = santos, etc Entre las alegorias tradicionales es bien conocida fa de Ia nave que atraviesa un mar en tempestad, entre tormentas y escollos, ete, Es casi tun topos (V.): en nuestra literatura la podemos encontrar en Fray Luis, Lope, Duque de Rivas, Machado; y se remonta a Horacio. En esa ale- goria se quiere representar el destino humano, los peligros, las discor- dias, mientras que el puerto es la salvacién. No se trata de una «me- téfora continuada», como piensa Lausberg, tras Ia huella de Quintiliano, sino més bien de un conjunto de simbolos abstractos. El problema de la comprensign de las alegorias depende de su mayor © menor grado de codificacién (por ejemplo, una figura de mujer con Jos ojos vendados y sosteniendo una balanza y una espada es ya una imagen codificada de la Justicia, V. sivmoto); en muchos casos, espe- cialmente en la poesia, la connotacién alegorica depende de los sub- codigos peculiares del autor. Es preciso diferenciar con claridad entre el alegorismo y la interpretacién de figuras, de origen bfblico, activa sobre todo en la Edad Media, presente en Dante y, tras él, en la poesta del siglo xv espafiol y en todas las literaturas de todas las épocas. Si en la Comedia las fieras que luchan en la selva oscura son alegéricas porque estén sustituyendo a otros elementos (loba = avaricia ~ papado), Bea- triz es una figura porque no se suprime su realidad histérica, aunque més alla de ésta haya asumido un significado nuevo: ser la guia espiritual de Dante. Lo mismo podriamos decir del Boceaccio de la Comedieta de ‘Ponza, elegido para ser consuelo de las reinas y profeta por haber sido autor shistOrico» del De claris mulieribus. Es decir, que detrés de Ia figura late el mecanismo l6gico «esto y aquello»: por ejemplo, el Exodo de los judios desde Egipto tiene una verdad efectiva 0 «historial>, pero alude también a un significado permanente, la liberacién del eristiano de la esclavitud del pecado. Morier delimita varios tipos de alegoria. La alegoria metafisica (por ejemplo el mito piaténico de Ia caverna, en ei que se pone en contacto ‘el mundo sensible y el mundo de las ideas); la alegoria teol6gica (desde las creaciones mitoldgicas a los relatos eristianos, que tienen necesidad de una interpretacién: cfr. Ios cuatro sentidos de ia escritura en la Edad Media; remitimos al prologo de M. Morreale a su edicion de Los doce trabajos de Hércules, de Villena); la alegoria flosofica, ete Estrechamente ligado a la nocién de alegoria y complementario de ella es el eoncepto de alegoresis, propuesto y definido por Zumthor (Le ‘masque et la lumiére): si la alegoria remite a un modo de lectura, la alegoresis, partiendo del concepto, engendra, desde sus clementos, un ALITERACION 21 texto; la alegoresis «rompe la continuidad de las apariencias para liberar Cn la palabra la parabola». La alegoresis, pues, remite a la escritura NDRINO. Verso de catorcesilabas, compuesto de dos hemis ILIAD sete con acento en la sexta. El nombre procede del verso de Males abas frances (computado Ge acuerdo con las normes de aquella soe am que se compuo el Roman d’Alesandre en la segunda mitad eres sn" en ls Incratura espanola fue usado, sobre todo. en Tos ee narrativos del mester de lereca, desde ef Libro de Alexandre ogres Shasta el Libro del canciller Ayala, en la estructura estrofica OF Gadera via, que procede de las estofas goiardescas y que. a tees de le dlevandrews (iomada como modelo) ¥ de los tatados de sare i nediewales, crea la eoetica del versos al meds en 0s primeros erereentot wast, por ejemplo, Ia presencia continua de 1a dala, Ta madncia de eisidn, ete (cf. Francaco Rico, «La eleecta del mesters, BAGNR, 1985) Cac en desuso desde el siglo XV. aunque la forma Sluoteay el verso eran conocidsimos a] estar escrito en ela ellos los Gutngos } onxemplos de Caton, editado tantas Yeces como pliego suelto Feed como cartila para aprender &leer- Como forma productiva 3 cmplea muy esporacicamente en los Siglos de Oro (por ejemplo, Gil Polo gn to Diane), Se vuelve a emplear con segulandad pla segunds ftad del siglo xi: es un verso importante en Rosalfa de Castro y eh Jose Asuncion silva, Su uso-se extiende en el modernism, haciendole Soupas lugares que, ena iteratura en castelano,estaban hasta entonces sexcrvadee al endosaslabo (gonetor, tereetos, ete), Damaso Alonso loge s decir que wen los umbrales de siglo 2x el aiejandrino no es un eho mas: oun verdadero favoriton. Ruben Dario combina extraa Tene lot alejandrinos con versos de trece sfabas distibuidos en tres ponodos, sin que se produzca disonancia (Facer sonar wh rusenor en Teimosibte 'y Mina es ya princesa de un inperio imposible). ALITERACION. Es una figura retorica de tipo morfoldgico que con- siste en la reiteracién de sonidos semejantes —con frecuencia conso- nénticos, alguna vez silébicos— al comienzo de dos o més palabras 0 en el interior de ellas. La aliteracién constituye uno de los artificios mas importantes para la construccién de versos en las lenguas de tipo ger- minico. El efecto de paralelismo fénico que se deriva de la aliteraci6n puede tener efectos sobre el significado, bien por reproduccién alusiva de un sonido («En el silencio s6lo se escuchaba / un susurro de abejas que sonaba», Garcilaso; «Infame turba de nocturnas aves», Géngora), bien por subrayar las relaciones entre las palabras («Pienso en el parco cielo puritano», Borges). No es infrecuente el uso de diversas aliteraciones que se entrecruzan o se oponen para lograr efectos de musicacién. «jClaras horas de la mafiana / en que mil clarines de oro / dicen ta divina diana: / Salve al celeste sol sonoro!» (Rubén Dario), ALJAMIADO. Término que se aplica a los textos en lengua romance Peninsular trasliterados en caracteres arabigos: en aljamia estan escritas algunas de las jarchas (V.) 0 el Poema de Yiicuf. Por extensién se aplica el nombre a cualquier texto escrito con caracteres propios de una lengua ue no corresponden a la del idioma original: por ejemplo, las obras ladinas transcritas en caracteres hebraicos. ALOCUCION. Acto mediante el cual el emisor se dirige al receptor en la relacién alocutiva o interlocutiva, V. comunteaciOn. ALOCUTOR. En ei esquema de la comunicacién (V.), el alocutor es {a persona a quien se dirige el enunciado: es el receptor o destinatario, jel mensaje. ALUSION. Es una figura retérica de caracter l6gico, emparentada con los tropos, mediante la cual se evoca una cosa sin decirla, a través de otras que hacen pensar en ella. D4maso Alonso dice que la alusin pone en contacto una nocién real con un sistema fijo de referencias. Si por su forma las alusiones pueden ser metaforicas, metonimicas, sinecdé- uicas, etc., por su contenido las alusiones son historicas (ponérsele las cosas a uno como a Fernando VII = féciles, cémodas), mitoldgicas (es un dédalo = laberinto), literarias (es un don Juan = mujeriego, con quistador), ete. Morier (Dictionnaire, s.v.) piensa que la alusién ves un po de metafora enigmatica, en la que el término final debe hacer adi- vinar lo comparado por uno 0 varios elementos comunes». El autor re- cuerda la relacion entre alusin (haria palidecer de envidia a un Creso) y antonomasia (es un Creso): ambas figuras estén sostenidas por el sic guiente esquema: Creso (riqueza) ——— é1. A nuestro pa- recer, ¢s posible considerar simbolos, alusiones, alegorias y antono- masias en el eje de la metonimia (V.), si pensamos en la relacion interna que liga el elemento explicito al sobreentendido. Por ejemplo, Dédalo construyé el laberinto, Creso fue famoso por su riqueza, ete. AMBIGUEDAD. En sentido linguistico se produce ambigedad cuando diversas representaciones profundas se proyectan en una unica representaci6n superficial. Si digo, por ejemplo, el burro de Juan, este enunciado puede decodificarse de’ dos formas: “Juan tiene un burro: «Juan es un burro»: la diferencia de sentido depende de la estructura profunda de la frase (V. LINGUISTICA, GRAMATICA GENERATIVO-TRANSFOR- MACIONAL). Es evidente que en el segundo caso se ha producido un pro- eso semantico de tipo metaférico; en otros casos puede ser producto aMeuintcacion 23 de una polisemia (tomar un vaso = cogerlo o beberlo): a este tipo de Smbigiedad, Hankamer y Aissen (Encic. Einaudi, s.v.) la denominan éxica. Hay también una ambigiedad funcional cuando un mismo tér- mino puede ejercer una doble funcién gramatical: He vuelto a ver puede entenderse como perifrasis (He visto de nuevo) 0 como verbo de mo- Gimiento, Otro caso es la ambigdedad morfolégica, producida cuando dos formas de un paradigma coinciden: la frase amaba a su prima puede suponerse de un sujeto yo o de un sujeto él. Hay también, por sltimo, tuna ambigledad sintactica: la frase Los pollos estén preparados para comer puede entenderse como «Los pollos estan preparados para recibir la comida» © como «Los polls estén preparados para ser comidos». La ambigtiedad puede a veces ser deliberadamente buscada y aplicada con propésitos pragmatics o artisticos; asi en el verso de Géngora Grandes mds que elefanies y que abadas, «grande» juega con todas sus posibil dades (nobleza, tamato, liberalidad, animalidad), «mas que» remite tanto a calidad como a niimero. En el seno de lo estrictamente literario, sobre todo por la teoria de W. Empson (Siete tipos de ambigedad), se entiende por ambigiedad la peculiar dilatacion semAntica del lenguaje postico, que no coincide aunca con el simple significado literal. En este caso, la ambigiedad acaba por coincidir con la connotacién (V.) 0 con la polisemia (V.), es decir, con la complejidad y la hipersemantizacion propias de los signos literarios. Asf, el lenguaje que se llama figurado (V. FicuRa) es esen- cialmente polisémico, al dislocar el sentido més alla de la referencia in mediata. La densidad expresiva del machadiano Hoy es siempre todavia depende de la polisemia (0, si se prefiere, de la ambigiedad) del enun- ciado, de la distancia que ha de haber entre cualquiera de las posibles traducciones en prosa que se pueden intentar y el aura seméntica, ex- tremadamente condensada, que se adensa sobre esas cuatro palabras, Para esta cuestidn puede consultarse Delas-Filliolet, Linguistique et poé- tique. AMEBEO. Estructura de un poema en el que los versos 0 grupos de versos se colocan alternativamente en voz de dos o més personas. Es muy frecuente en las églogas (V.); asi, el canto de Alcino y Tirreno en la Egloga III de Garcilaso AMPLIFICACION. Procedimiento expresivo que sirve para acentuar algunos nicleos seménticos por medio de la enumeracién iterativa 0 in- tensiva: En casa del macsiro de la alqueria, de uno de esos maestros hhabilitados que la Dipuacion de Céceres ha puesto por las Hurdes, de tino de esos heroicos ciudadanos que por un médico estipendio van a luchar en wna lucha no menos trdgica y menos recia que la de los pobres uurdanos con su madrastra la tierra (M. de Unamusto) 24 anacoruto Amado Alonso sefiala el empleo que hace de la amplificacién Pablo ‘Neruda para conseguir, por acercamientos sucesivas, la expresién justa ay, para cada agua invisible que bebo soRolientamente, | y de todo Sonido que acojo temblando, / tengo la misma sed ausente y la misma fiebre frta, | un oido que nace, una angustia indirecta, / como si llegaran ladrones 0 fantasmas, | y en una céscara de extension fija y profunda, | ‘como un camarero humillado, como una campana un poco roca, ! como un espejo viejo, como un olor de casa sola! en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios, | y hay un olor de ropa tirada por el suelo, ¥ una ausencia de flores, | posiblemente de otro modo atin menos me. lancélico. ‘Cuando no es un fécil y desgastado procedimiento ret6rico-oratorio CV. énrasis), 1a amplificacion puede replantear armoniosamente algu- nos términos, valorizndolos en una especie de gradacién descriptiva 0 narrativa. Véase, por ejemplo, el magistral uso que se hace de ella en el capitulo que abre La de Bringas galdosiana: Era aquello... zcdmo lo diré yo?... un gallardo artficio sepulcral de atrevidisima arguitectura, grandioso de traza, en ornamentos rico, por una parte severo y rectilineo @ la manera vinolesca, por otra movida, ondulante y quebradizo a la uusanza gotica, con ciertos atisbos platerescos donde menos se pensaba; y or fin cresterias semejantes a las del estilo tirolés que prevalece en ios kKioskos... La deseripeién prosigue volviendo y volviendo a volver, pre- cisando cada uno de los detalles, dejandose llevar por cada uno de ellos, para retornar luego a la visién del sepulcro... y destrozar, ironicamente, la vision, mds intensa en cada uno de los elementos que se refieren, ai Ievarla a una estética distinta: el «cenotafio de pelo 0 en pelo» con el que don Francisco Bringas se est quedando ciego. ‘La amplificacin puede, en algin caso, convertirse en factor estruc- tural de algiin episodio novelesco 0, incluso, de una novela entera: pién- sese en la repeticiOn del argumento, aftadiendo cada vez nuevos ele- mentos 0 aportando distintos puntos de vista, con que se fabrica. desde la amplificacién de un titulo que ya lo dice todo, la Crénica de una ‘muerte anunciada. 'No debe confundirse la amplificacién con la acumulacién (V.), que presenta una modalidad expresiva répida y lineal, exenta de cualquier clase de redundancia ANACOLUTO. Recurso estilistico en el que la frase se nos presenta desprovista de coherencia sintéctiea, por adoptar el hablante, en el de- sarrollo del discurso, una construccién acorde con su cambio de pen- samiento mejor que con los usos gramaticales: El alma que por su culpa se aparta de esta fuente y se planca en otra de muy mal olor, todo lo que corre de ella es la misma desventura y suciedad (Santa Teresa). El ana~ coluto es frecuente cuando se intenta reproducir el lenguaje hablado y axacocia 25 ajes de expresién del fujo de conciencia sen en os casos més radicales de expres ode oni cam ante puede ser para ans etadosaimicos muy (eeos incluso cecticos en un personafe 0 en el es cites for {AS. Bajo este término, Genette agrupa las distintas for- ANACRONIAS. Doma ve producen entre el orden temporal de 18 f taas Je deel relato. Los procediimientos més comunes de resolver 18 bule ya narrativa son la analepsis (V.) ¥ la prolepsis (V.) : esigna con este nombre la ANACRUSIS. En Post By cy prerina no conata para obtener primera slabs oe ral enel posta, Navarro Tomas denomina anacrusit are ce eermlatigbas gue preceden al primer ictus del verso Es una figura retérica que conssteen repetir al prin. ANADIPL Orso 0 de ne frase, una palabra que estaba al final del oe oa Ist 3 forma de iteracion: ipo doe ase anterior. Es sustancalmente una for son verso 0 de ety agrimas de dolor sangre sean, | sangre que hoe ree ot’) opresores (Espronceda) repeticion de una o més ANAFORA. Es una figura que consiste en la repeticion de une o més anprss al principio Ge verses 0 emunciados Sucesivos, subrayando ene Raceamente'el elemento ferado: Ha debido pasar mucho tempo. | Ho iysao pasar ef empo Lena, lento, minutes, sigles, eras | Ha debi de pasar toda fa pena del mundo, como wn tempo tents, / Han de- $id pasar todas tas logrimas del mundo, como un ro inaiferem | He we fe pasar mucho tiempo, amigos mios, mus (Damaso Alonso) aint & En la lingiistica textual la anafora es un Proce ie empatentade con la deixis que consiste en repetir, por ejemplo cmpareniatire un elemento expresadlo antevirmente; ast pues, I and. ere ee ano de los medios que sirven para dar coherencia sintctica al sere eon a frase: Via Julio» fo lamé para decile que acudiese a la Firs os elementos [oy le son anaféricos en cuanto que se remiten Ate para representar al antecedente Julio . os TP llama anafora narrativa a las formas lingofsticas que en elrelato a secuencias anteriores del texto jocimiento» (V. ANAGNORISIS. Término griego que significa «teconocimiento» (V.). fu 1 que la isotopia superficial es sus~ ANAGOGIA. Lectura de un texto en que la isotopi cal ess fiuida por otra simbélica. Era uno de los procedimientos de inserpre tacién que instituy6 la hermenéutica medieval (V.). Véase también Goria, El sentido anagégico se opone al sentido literal 26 ANAGRAMA ANAGRAMA. Transposicién de los fonemas o de los grafemas de una palabra 0 secuencia de palabras para construir otra u otras de distinto significado: Ars amandi / Ars Adami | Ars da mani, (Cabrera Infante). En el lenguaje poético, segtin dice Saussure (V. PARAGRAMA), un término particularmente importante puede ser retomado en distintas formas ana- gramadas. Véase por ejemplo en Lope de Vega el empleo de Belisa por Isabel. Se emplea muchas veces para la formacién de pseudénimos: Ga- briel Padecopeo (= Lope de Vega Carpio), Alcofribas Nasier (= Fran- ois Rabelais). ANALEPSIS. V. FLasi Back. ANALISIS. En el acercamiento a Ia literatura, se lama andlisis al pro- cedimiento 0 procedimientos que sirven para describir, caracterizar y comprender un texto, con la finalidad tkima de dar una valoracién cr tica de éste. El texto-objeto puede ser contemplado desde muy diversos puntos de vista: el predominio de uno o de otros dependera de la pers- pectiva metodoldgica —y aun ideoldgica 0 filosofica— que se adopte por parte del eritico. Desde unos presupuestos semiologicos que tengan En cuenta el esquema de Jakobson y que consideren el texto como un mensaje en un proceso de comunicacin (V.), se podrian considerar las siguientes vias de aproximacion: 1) autor-obra: estudio de la vida y preo- cupaciones éticas y estéticas del autor; este aspecto, descuidado hasta hace poco tiempo por la semiologia, esta siendo ahora considerado desde otras perspectivas (Cfr. Lazaro Carreter: El poema lirico como signo, en Teoria semictica, lenguajes y textos hispdnicos, y L. Stegnano Piechio: Réflexions sur la méthode philologique, en La méthode philo- logique 11,); investigaciones sobre la paternidad de obras de autor in- cierto, ete. 2) obra-destinatario: contemplacidn de la recepcin del men- saje por parte del piblico (sociologia de la literatura), de la fortuna de Ja obra, de la historia de la eritica, pero también del lector ideal para él que el autor escribe (Cir. Segre, Principios de andlisis, y Jorge Guir lien, Dedicatoria final de Céntico); 3) obra-contexto: estudio de la si- ttacion hist6rico-social en Ia que se ha originado la obra y se ha formado 1 autor; las distintas metodologias historicistas, y sobre todo las mar- Xistas, se preocupan de buscar las relaciones y las homotogias entre el texto y la realidad historica, entre Ia ideologia y las estructuras econé- mico-tociales y politicas, insertando la visién del mundo del autor en el crisol de las tendencias, movimientos, corrientes culturales, grupos in- telectuales que caracterizan a un determinado momento historico: 4) obra-eédigo! el andlisis se dirige a la relaci6n entre la obra individual y la complejidad de los eédigos y subcédigos en que se cimenta, es decir, en las instituciones literarias (por ejemplo, los géneros) y en los textos anteriores; 5) obra-canal: busqueda filoldgica de la transmision textual, axnonmatio 27 arseulrmente importante pra as bras anignt: eons dl Fe a Pac ios varanies, planteamientos integra text ee rom mensaje: ani interno del texto consderado doves, ee: 6) 20° orang, realizado con procedimientos 9 fines dis ome Te es mevoselogies (estlistes,esrturaismo, semi So sen ie, ete), El ais procede un wdesmontajen de 1O8i8 ya la identificacién de un modelo heuristico inmanente; el sentido a a eutrton a raves de la retclas elo de 1s Se on ore un accreamieno mayor # estos problemss emi céago literati Paris conclave de ene diccionario (c6DI00, coMe- taco eu, ronan perros UMA eer ctn geronica, sartor ESTRUCTURALIMO, et)! 9 8 ir a i Sede poem, se fee na BF aa od, Terracini, Anais slisic, Teor, sora, desacamot Boro Alonso, Pousia paola. Ensayo de mato) problemi Dama fos Bousofo: Teoria dea exprsion poeta Carlos re oe ae teons Lazaro Catteter, Extaior de Linglsica ¥ Be or de eserbach, MomesssJakobson, Questions de Poe ea eo rctnano icchio, La methode phlologique; Cesare Se Le eiton de ands del exo lteraro ANASTROFE. Es una figura sintéctica que consiste en Ia inversiGn del orden normal de dos palabras. En castellano sélo es posible en expre- siones fijas: excepcién hecha, corderos mil. ANFIBOLOGIA. Es un enunciado ambiguo interpretable de dos mo- ANNONIMATIO. Es una figura de tipo gramatical y semantico que consiste en el empleo repetido de un lexema, varidndolo en su forma Ejem.: Jorge Luis Borges sabe poco de tangos e ignora su ignorancia, ‘actitud usual entre ignorantes (Cela). Esté muy cercana a la llamada fi- gura etimoldgica, hasta el punto de hacerse casi imposible su distincién (vivir una vida tranquila), del poliptoton (V.) y de las formas de para- nomasia que juegan con palabras que tienen parentesco etimolégico (El que parte y bien reparte se queda la mejor parte). 28 ANATAGONISTA Este juego con el lexema, hace que algunos criticos llamen anno- rnimatio a la reactivacién del sentido de una palabra o expresién bien por reinterpretacin etimoldgica, bien por metanilisis. Ejem.: ¢Plus- ‘cuamperfecto? Por cierto / que al pasar de fo acabado / no a sabiendas, thas Uegado | sin querer a lo trasmuerto (Unamuno). ;Sentirse perdido! cHan reparado ustedes bien en lo que esas palabras por st mismas sig- nifican [...J? Sentirse perdido implica, por lo pronto, sentir-se: esto es, hallarse, encontrarse a si mismo, pero a la par, ese st mismo que en- cuentra el hombre al sentirse, consiste precisamente en un puro estar per- dido (Ortega). ANTAGONISTA. En la estructura actancial (V. actaNte) es el papel antitético al del héroe; antagonista, pues, es el oponente. El entramado del relato se articula sobre el estimulo de los obstaculos que el prota- gonista debe afrontar y que interpone en el desarrollo una voluntad anti: {tética. Para una explicacién més amplia Véase: ACTANTE, PERSONAJE, NA ANTANACLASIS. Es una figura de caricter seméntico configurada por la repeticién de una palabra con dos sentidos diferentes. Ejem.: Yo Soy aguel gentil hombre, ! digo, aquel hombre gentl, | que por su dios adord / a un ceguezuelo ruin. (Gongora); A Koma van por todo; mas 0s, roma, / por todo vais a todas las regiones (Quuevedo). La retérica clsica diferencia la diffora, cuando la palabra repetida toma un nuevo sentido, de la verdadera antandclasis, llamada en latin reflexio, que se produce en una situacién de didlogo: Ej.: Desta misma equivocacian usd €! poeta Silvestre cuando leyéndole un versificante una poesia, hurtada de ei, como suya, 9 preguntole qué le parecta, respondio: «Que me pa- rece» (Gracian). ANTEPOSICION. V. 1NvERSION. ANTETEXTO. Texto literaria y lingiifsticamente coherente que pre- cede al que el autor da como definitivo. El antetexto puede ser un bo- rrador, pero puede ser también una obra editada: la Comedia de Calisto y Melibea es un antetexto con respecto a la Tragicomedia de veintiin ‘actos. Cuando el texto ha sido retocado en diferentes épocas en mo- mentos a veces muy alejados entre s{, no se puede pensar en una dia- cronia, sino en una serie de sincronias que se superponen, al ser cada texto un sistema aut6nomo. Las sucesivas transformaciones permiten analizar la historia de la redacci6n, conocer, aunque sea parcialmente, el dinamismo de la actividad creadora. Citemos, como ejemplos, las di- ferentes versiones que Juan Ramén Jiménez ha dado —o conocemos— de algunos de sus poemas; los diferentes estados del Céntico guilleneano anerresis 29 ‘en gus sucesivas ediciones y su modificacién total al inscribirse en el ciclo Stayor de Aire Nuestro, con sus continuaciones ANTICIPACION. V. PROLEPSIS, ITiFRASIS. Figura de tipo légico con la cual se quiere afirmar exac- A isposicion NTIMETATESIS. Es una figura logica que Se apoya en la disposi 2NTianmo CV) de os o mis palabras, como ene foto adaio: Ede as ot cas (= come para vivir, no vivas para comer); Los aes eee ner y ol doctor sin libros (Gracian); Tenéls la razon ee estes ia fuerza de (a razon (Unamuno). La 8gura se denomina también animetaboe ANTISTROFA, En la métrica griega, por ejemplo, en las odas de Pin Garo, el poema se compone, a veces, de tres estrofas: la primera es la estrofa propiamente dicha, la segunda recibe el nombre de antistrofa y fa tercera es el epodo. La estructura fue imitada alguna vez en los siglos xvi y xvnt, El esquema métrico de la antistrofa es idéntico al de la es- trofa. ANTETESIS. Figura de cardcter ldgico que consiste en la contraposi carte det palabras o frases de sentido opuesto (procedimieato de an- cee tdncomnegro, caliente-frlo, bueno-mala). La contraposicion Riage cargir por medio de formas negativas: Que muero porque no 30 awrorosia mmuero, 0 el famoso verso de Petrarca: Pace non trove e non ho da guerra: Pero caben también otras formulas que hasan ovones og ee tor términos que semnticamente no lo estan en Ia engee, oacont ics fen Géngora consirucciones como: Ciduco alfa, pero ahofae hates alas de amor, campos de plume; o purpurt nevate Ne oe ea formula de aisyuncion ha sido estudiada por Bousono para Alcan § para la lica contemporinea: La desiruccion 5 el amok comortnng la comparacisn: Expadas como labios. Famoso ex el voneio ds bene gue para definir ef amor utliza una sere acumulativa oe song Desmayarse, atreverse, estar furioso. ° ANTOLOGIA. «La antologia es una forma colectiva intratextual que supone la reescrtura o reclaboracign, por parte de us neter eee 3a exstenes mediante su inereén en conjnton nuevos, La leer ct sa arranque y au destino, puesto que el autor es un lector que se ero, la facultad de dirigir las lecturas de los dems, intervinerdo a fe oe cepci6n de maltiples poetas, modificando el horizonte de sopsenies de sus contemporéneos» (Claudio Guillén. Entre lo uno y lo dneney Las antologias cumplen y han cumplido una funcién indispercabte en ol conoimiento, conservacion y revviicacion delalteratury Ei eevee puede preocuparse del presente y recoger las manifesiacones peoiees ue se producen en sus alrededores, dependiendo eres sesso ae ae unstancias intereses muy varios: es el caso de lor cancionases cokes tvos que cireulan por nuestra hteratura desde casi nus misines Srgoney cancioneros provenzalesy galaicoportugueses, los manoanies aan Xv, eneabezados por el Cancionere de Baena, la Fores que receaie ee €1Fomancero nuevo, sn contar los numerosos carapaciosy cancleneeee de mano recogidos para uso particular, formados durante nuestne egies st Xu y gracias los cuales se nos ha conservade para hoy te toe algunos de nuestros poctas esencales. En alguna casio el antclops ace funcionar su eoleccion como un manifesto postice sue ina es cambio de gusto: citemos, entre otros ‘ejemplos menos famosos, las Flo- TS de poses iusves de Pedro-de Espinosa o a Amlogia de Gerardo a antologta puede srvr también para resoger algo que se va y que, a través de ella, se protonga en epocas que reprocentan sis euitoed Fecoger lo que aun valido de aquello: recordemor a funcion det Cant Gionero General de 1511 con sus multiples reedciones a fo large Se Ta Genturia del quinientos y vivo también en esas segundas antoleees as fueron sus redueciones (El Cancionero de Constniina, por Sepey nos remitimos a los estudios de Rodrigues Moking y's see corer Otras antologias proponen, a veces sin queterio: modelo ineredia- tos, que pueden revivifiear la propia literatura U ota seuaste ren Ja importancia de J fori delle rime de‘poetillusi Sediceda ns no fu r ANTONOMASIA. 31 casualidad— a don Diego Hurtado de Mendoza, en la poesta italiana y SSpariola posterior? O proponen, en el momento de la lectura, modelos Srediatos que pueden reutilizarse: los ejemplos mas conspicuos los cons- Tuyen la Antologta griega y la Antologia Palatina, pero no se puede olvidar que dos cancioneros galaicoportugueses, de los tres que cono- Gemos, fueron copiados para humanistas italianos, ni el influjo que su- puso para la poesia portuguesa y espaiola contemporénea —por no sa- mos del mismo Ambito— de las colecciones preparadas por José Joa- quim Nunes. ; Pero incluso una antologia colegida con fines histérico-didécticos puede modificar el horizonte de expectativas de un lector que, a su vez, puede ser escritor. Gabriel Gareia Marquez ha reconocido paladina- nente su deuda con respecto a la Floresta de lirica espanola de José Manuel Blecua. E, incluso, cada época organiza su propia antologia, creando a sus predecesores: son los lectores de Mallarmé los que inclu= yen en Ia antologfa ideal de la literatura espafola («toda antologta es ya, de suyo, el resultado de un concepto sobre una historia literaria», dice Alfonso Reyes en su Teoria de la antologta) a Géngora y a sor Juana Inés de la Cruz. ANTONIMO. Unidad léxica que, frente a otra, tiene un sentido con- trario: grande ~ pequerio. Lyons (Introduccién én ta lingustica tedrica, 10.4.) precisa las relaciones de sentido sobre el eje de la oposicion, di- ferenciando la complementariedad (soltero : casado, macho : hembra), que se produce cuando la negacién de un hecho implica la asercion del otro; la antonimia, en la que es posible una tinica forma de implicacion (grande ~ pequefo), es decir que 1a negacién de un miembro no implica la asercion del otro (Luis no es bueno no quiere decir Luis ex malo): entre los dos términos puede establecerse una «gradaciénn; Ia inversion 0 relacion de reciprocidad (Dubois, s.v.): comprar : vender, marido esposa. Dubois sefiala la dificultad de distinguir, en muchos casos, entre ant6nimos, reciprocos y complementarios. Se habia también de antonimia cuando una palabra posee dos sig- nificados opuestos: huésped (= el que hospeda, el que es hospedado), ventura (= felicidad, riesgo) ANTONOMASIA. Figura seméntica que consiste en sustituir un nom- bre comin, por ejemplo conguistador, mujeriego, por un nombre pro pio: don Juan; 0 a la inversa, un nombre propio por una caracterizacion, universaimente reconocida, del posesor: el filésofo, en la Edad Media, por Arisioteles, el padre del psicoandlisis por Freud. Morier (Diction naire, s.v.) defiende 1a idea de que la antonomasia es un caso particular de la metonimia (V.); segin el grupo ui lo seria de la sinécdoque (V. 32 Avante Fisura). La perifrasis puede ser utilizada para indicar una antonomasia, el que hizo toda cosa (= Dios), el azote de Dios (= Atila) APARTE. Convenci6n teatral por la cual un personaje, con frecuencia dirigiéndose al publico, manifiesta su pensamiento que permanece dest conceido para los otros personajes. Abolido por el teatto realists o ma, turalista, ha sido recuperado en el teatro actual, Sirve, a veces, para expresar los cauces simulténeos y diversos por los que en la realidad fuyen el pensamiento y la palabra. El aparte, en el teatro del siglo xe puede funcionar como un procedimiento de distanciamiento: vésse ai Papel del pastor en Diego Sanchez de Badajoz. APOCOPE. Pérdida de uno o més fonemas al fin de una palabra, Ej: 4347 por santo, gran por grande, buen por bueno. Ea la lengua espahcg, actual son usos que dependen de la situacion en la frase. En le lentes leeraria medieval era potestativo: una nina de muef aris, pero se ot sibilidad desapareci6 a partir del siglo xv. dejando como recto ue vacilacién —sobre todo del apécope de e-— la posibilidad de te cpt ragégica (V.) APOCRIFO. Se dice de un texto que no es del autor 0 de la época a que alguna vez se ha atribuido. Recordemos el caso de todos los escritos que alguna vez han sido atribuidos a Quevedo. APODOSIS. Parte no marcada de una oracién compuesta en la que ambas oraciones completan su significado mutuamente: la parte nae cada se llama protasis (V.). Los términos se aplican sobre todo al pe. fodo condicional. APOFONIA. La apofonia o alternancia vocdlica es la variacion de un fonema o de un grupo de fonemas en el seno de un sistema morfoldgico, Ej.: hace-hizo, dormimos-duermen. Morier propone llamar apofonfa a una variedad de la paronomasia, Peculiarmente activa como instrumento estilistico en la lengua poética, consistente en una variacién del timbre vocilico que crea une cuasi trima: Vendado que me has vendido (Géngora) APOGRAFO. Manuscrito de una obra que ha sido copiado directa: ‘mente del original del autor. APOLOGIA. Discurso en defensa de uno mismo o de otros. Puede tomar a veces formas amargas ¢ irénicas (Cernuda: Apologia pro vita sua) 0 paradéjicas y cémicas (Cetina: Paradoja en alabanza de los cuer, nos). be APROsDOOUETON 33 106 —fenersimente un relat, pero puede Forma narava —geerament sree cerpsion de un aspecto de i naturaleza: recordemmos guns SSptuls e te Inroduceton of Simbolo de a Fe del pasre Granada cart ras un velo segoic, seule mona atgo ora 0 Sosa. Ve ranens ene anu san soni, ea tee aan renee mo re cos prt, Gots oc Fein sbenpice rata tae aera wench is een spon ie wee ie ec aa APOSICION. Yustaposicién de dos palabras, de una palabra y una Hee ses tases tal modo que a segunda carccetice, tele gure osoment taper Em Py pr (ha mi un retrato), | aficiones en él gemelas, ¢dcito fondo eran (\ eri ) TRerdo’s ruc, hermano, I evitura vera, republican stn andar tn rono (Cesar Vale). jrve para caracterizar 0 APOSICION. Procedimiento sintéctico que sirve para identificar a un sustantivo o a un pronombre por medio de wn grupo nominal que le sigue tras una pausa, representada en ta eseritara p tuna coma, La aposici6n se usa para deshacer una ambiguedad posible, sobre todo cuando acompaia a un pronombre, pero también para in- troducir una metéfora (V.), una metonimia (V.) 0 una sinécdoq POS’ . Figura retérica que consiste en dirigir la palabra en {eno emocionado ana persona o cosa personificada E}: Poray dyeme fsa ote tao (Eproneda) Bucas on Roma a Roma, oh pee fine (Quevedo), Aries que te derribe olmo def Duero, con su hacha el lenador... (A. Machado). APOTEGMAS. Melchor de Santa Cruz, uno de los primeros que en esr erat an xin, suas iro —y ena dein ores espaniola de Apotegmas o sentenciassobldsy graciostmente Ghat, V_ chown, Para tna batria del genera ena lhcratura espanol Via edicion de Alberto Blecua de Las sescentas aporegmas de Juan Rut. 34 ARBITRARIEDAD Brenda tao Sa em lores (Blas de Otero); ;Salud, hombre de Dios. mate ! ARBITRARIEDAD. Ena torn soussurian (V.unabteica, 1) are So ents el spnificantey el sgntiad (W. sto) ee ec eriste ninguna motivacion que ale a oslo Geer ee te Aelstica(Sgnificante) 0 su transcripccn pratea seen agen én ia stints nomination que se empea per antares ings frets. sna sean shiner 0 porno exon sei ica de palabras ques en parte, dengnag ey nanan ems Sea Para Saussure, lt lenguas son atbitanae tormae sp aeo) Sifcadas por los mismbroe de una sociedad see hn omsaones co mncase in enbsrgo a pramstics generate ee Sala la existencia natural de unas categorie or aa ¥ de unas reglas de formacion y transformacion de frases comes y odes las lenguas. En stbos casos, tne tes Haas ecu es 8 (¥_) a relacion signficante-signficado no puede csar seta see eet ficaciones de los hablantes partcaarce Seka Suits 2 88 mo- cotomiat lengufatia (e competence) acusan)y Goren nla, que las exouclasingussas contesjoranens ey yee shan intentado seseoes sanity complejo es el prtiems que panicaelsgre ncaa ees eeundarion son respect al paramere Hnguisien tag ot a ee esl motvacion gue depende dea tae ee coe ee Ge i expreson ys forma cel comtnide tocastc Sheer tensa de ln motvaclen gue hace Vary de pate ne be ve) de ln eonnotaion gue coresponde a coder aar eee Eromtua), de la contextalided funcional 8a opera oe el mbite de fa Iterator © de Ta obre WY apn recast 8 HF en SAGION: Para In monensin gaifies V conse aston) eM. ARCAISMO. E! arcaismo es una forma léxica 0 una construcciés pn nl onc erates ag ne El atcalsmo, en lo Iherasio, hace referencia 4 dereemiend ene) Fr ARMOMIAIMGTATIVA 35 toriales y codificados: magiier (sic) contemplado como palabra antiga- iicista por los escritores de costumbres del romanticismo, y por eso tsada; Ta imitaciOn del lenguaje de las novelas sentimentales o de ca ballerias que Cervantes coloca en boca de don Quijote; las «correccio- hes» que Pacheco hace a Herrera —si seguimos la tesis de Blecua, frente 3 Macri— para crear una lengua de prestigio; o la atemporalidad lograda por Antonio Machado al caracterizarnos a los campesinos de Soria por fas capas luengas. Todo son estilemas que asumen un valor extrafante expresivo en parangén con la lengua de uso. ARCHILECTOR. Para Riffaterre (Ensayos de estilistica estructural, 2.2 y 2.3), el archilector es un instrumento para poner de relieve los estimulos de un texto: nos proveera de la informacion constituida por todas las respuestas o reacciones suscitadas por un texto literario. Se puede considerar, por ejemplo, como archilector la historia de la critica, 1 conjunto de lecturas y de observaciones pertinentes a los aspectos estilisticos de una obra. El critico consideraré al archilector como una especie de codigo de referencia para plantear su trabajo interpretativo, ARGUMENTO. En la linguistica textual, el argumento 0 tema o topic es aquello de Jo que se habla. El argumento comin a dos o més frases produce la coherencia tematica del texto. Véase también REMA. Por argumento se entiende también el resumen mas o menos extenso de una obra literaria, bien siguiendo la historia, bien siguiendo el orden de la trama, En un tercer sentido, la ret6riea clésica denominaba argumento al razonamiento que se utilizaba para probar una proposicién o convencer de una asercién a un auditorio. Se distingufan distintas clases de argu- mentos: ad hominem (que no vale mas que contra la persona a quien se dirige), corax (lo que se dice es demasiado evidente para ser cierto), ‘ad populum (se trata de emocionar al buen pablico), etc. ARMONIA IMITATIVA. Es una figura retérica, limitrofe a la ono: matopeya y Ia aliteracién, con la que se designa una cierta ordenacién de las palabras en la frase 0 en el verso de tal forma que recuerden un sonido natural o que creen, apoyandose en la costumbre lingiiistica del autor y del receptor, una determinada impresion (Bremond, que des- cribe el fenémeno, lo lama «fonética impresiva»). La formulacion mas sencilla serfa la pura onomatopeya, que constituye, como sefiala Conti, un verdadero «lenguaje pregramatical». Ejem.: 999 calorias / Rumbbbb... Trrraprrr rrach... Chaz (César Vallejo). La onomatopeya, en el texto, puede constituir a veces un micleo que se opone significativamente a la gramaticalidad de la frase en que se inserta (y un cantarillo de barro / —ghi-gli— que nadie se lleva, Antonio 36 ARMONtA marraTiva, Machado). 0 funcionar como centro expresivo. fonico y ritmico del con- Ban cen Ae se sitda, precisamente por sus cualidades agramaticalen: Bousofio. en un comentario ya cldsico, ha senalado el valor de la one: los dos movimientos del reloj se marcan con la cesura mayor del altims verso y con el «/odos callamos» del segundo hemistiquio La onomatopeya no es siempre precisa en la base de la armonta imic Qtiva. Le arbitrariedad del signo linguistico, su «imperfeccidn» como Genette (Figures 1) nos recuerda que subrayaba Mallarmé. haces {fus.¢l verso o la frase con sus sonidos puedan crear una armonia propia jusda al significante o, en algtin caso, desligada de él y confiada al puro juego de los sonidos —en este caso iiltimo quizé fuese mejor hablar de fonosimbolismo. El significante acompafia al significado en los conoce absias que sonaba. Damaso Alonso ha mostrado cémo el significante erece el significado del verso sanjuanino Un no sé qué que quedan bat, buciendo, con el tartamudeo de los monosllabos iniciales. la tepeticion fartajosa de la sflaba que y el cierre en la explosién onomatopéyiea gra, lizada del monema balb- (balbus en lat. tartamudo, y es comin a muchos idiomas). Alarcos quiere que incluso factores ritmicos puedan contribuir a la creacién de la armonta imitativa 0 del fonosimbolicnrer {A damos la sensaci6n de gracilidad, de ligereza, de unos chopos, con, inbuye el ritmo ligero y cimbreante de estos versos de Guillen. Perfi. fan 1 Sus lineas | De mozos / Los chopos...» La arbitrariedad de la unin entre significante y significado puede Be"as & que éste asuma una significacién autonoma, ligada al puro juego de ‘sonidos: entonces habré que hablar de lenguaje fonosimbolien, uesto que el significante actiia como un simbolo: asi, en el poema de Bias de Otero que comienza Vuelve ta cara Ludwig van Beethoven, | dime que ven, que viento entra en tus ojos, | Ludwig: que sombras van gvienen, van / Beethoven; que viento vano... el sonido esta funcionande independientemente del significado. Esta autonomia entre significante y significado puede llevar, y lleva, A una nueva funcionalidad del lenguaje, permitiendo crear mensajes que no se apoyan fundamentalmente en lo expresivo del significado sino len {a autorreflexividad de los significantes, produciendo mensajes por Ia Ranipulacion de elementos no analizables linguisticamente en la pala. bra: Viene gondoleando la golondrina / Al horitana de la montazcrre | a violondrina y el goloncelo / Descolgada esta mana de la lunala | Se aroueriro 37 ceria golonina | Ya viene ta goloncine | Viene la golonchins | Viene ide gels orn nF ee idlE\ mine meena se lee ai ana poe seers enemas acd mucros de rsa ena ori del mantel con repr gonero incretble, el heraldo, Butrdfono, éste, gritando, Bustrofend tando, Bustifon, Bustrosimin, Busmonzon, gritando, Viento Bustrofe. renal etandowdestoysnsro amblee (abies ite Etna del eta aoe nde aS ifn era deamon tiesto del sentido al puro sonido: Empiece ya La faranmands men int commons mune en oaar Lear tied idee, 9 terdenos shor el perfecament compre mre ee Raynes Ceske pr Conieerenigne, ipo eer creme rma ons se ste en i Sar (cond fo hey ne crc Si de Kn done cl cnn ly tre meee Flo abe unreal ie afer ae ors leet is Semple ensns Bra yas ona soon ‘SIS ees pare Soi os conten pastes oo tee Propara om mejor acercamiomo al tema remitimes a Alareos Liorach, ca cn su estudiog sobre Guero Gonzies)y2'Alfonso Reyes, La sincere Bt donde ARQUETIPO. fo lola argu or usec no ose “tit wast “deel supe pede recor per eamins iar por edo eon enon Se sgn ot Feehan Seo cog pete Een Tene ns Be es anual de va teste, ion interess Scalar también un significado distin e importante del termine pocdencin soc paoualin sein fa thunes a todos os hombres, independientemente dela sociedad ¥ de la Sporn gue pertenceenAigaor rtconfomando sugetones jum fuianas y' planteamicntos antropoldgicos (Dumézil, Bachelard, “ue Ent impos unre apar nw gm andes tema abolon, figures mites resrfenten Elmer Sugestivo de esta tendencia hermeneutica es Northop Frye. que presents spars dete fondaoenal Anavonis de rig eon toa pam 38 ansis tea» de las formas lterarias que se deriva de los arquetipos mit tudndose en la literatura. 4 betipos miticos ac ARSIS. Término opuesto a tesis (V.), en la métrica clisica se aplicaba a los elementos no caracterizados del pie, es decir, la silaba o silabas breves. Al desaparecer la cantidad como elemento constructor de] verso, arsis pasé a designar la sflaba sobre la que recae el ictus, la silaba que en el verso es portadora del acento. ARTE COMUN. V. agte REAL, ARTE MAYOR. El verso de arte mayor es el vehiculo que utiliza Ia Poesia expaiolay portuguesa durante un pesiodo que culmbe en chal Xv para la expresion de temas o tratamienton que Ro sean articulate en las formas de la cancion 0 ei dec at los bovmas murtathen ene BOricos o en los que se intenta un tono pottico elevado (véase la opo- Sstn con] a menor en por ejemplo, al larascuro de Juan Mena) Tambidn enon poems uretcos que puri on coms El verso de arte mayor esté presente en a literatura espaiota desde finales del siglo xiv (se encuentran en el Rimado de Palacio del Canealeg, Ayala), sustituyendo paulatinamente al alcjandsino dea cundoons ue ¥ desaparece en el xv, reemplazado por el endecautabo de tigen i liano, mucho més flexible y adecuado a la nueva sensbiidad cence: sta, Después se usara solo esporadicamente ycasicomo jute. Elesco de arte mayor comporta todo tn sistema postica, duc Nach ae ou eens se aleje, aeaso como nunca en niestra Iteratuta’ del lenguaje now Ei metro de arte mayor se caracteriza por pertenecct aun siege sldbico-acentual y constituirse en un verwo de dor hemstiquie oe Parados por una cesura, cada uno de los cuales contcne In eating, Gidn /: = +) fija, de tal forma que pata lograrla se pueden ~"y debon producir desplazamientos aeentuales que pueden sleansat azoleeas el ‘etus en slabes normalmente stonas, mientras que palabras de seatco Plenio aparecen privadas de acento: «Ids menos mertos En la Spans ae Plenitud (Mena, Santilans), el primer hemisuquro leva el prince nteg én la primera o'en la segunda slabs, micntras que el segunde io ome porta en la segunda slaba, excepto cuando el pamer hertetgaie Seats en palabra aguda (el itus del segundo puede entonces uoicoee sobre la tercera silaba) 0 esdrujula (el primer acento del segundo mientre puede recaer en la primera silaba)” puede haber, por tanto, Contos sacién ritmica entre los dos hemistiquis, como ‘ambien reese fetes Sst © sna i pau ef muy aces) cond rn cies gle ala er e mayor el rtm es el factor dominente agricuacion 39 Esta postica se conforma en una estrofa denominada «copla de arte mayore. Su estructura mas frecuente es la reunién de ocho versos, di- Tididos en dos semiestrofas que comportan una rima comtin; cada una Ye las dos semiestrofas de cuatro versos puede tener forma de rima cru- Jada (ABAB) © abrazada (ABBA). Algunas veces se encuentra la se- inda semiestrofa reducida a un terceto o ampliada a un quinteto. Para mayores precisiones sobre esta cuestién V. Lazaro Carreter, «La pottica del arte mayor castellano», en Estudios de poética ARTE REAL. Se opone en los siglos xv y xv el arte real (en la no- menclatura de Juan del Encina) o comtin (en la del Marqués de Santi- tlana) al arte mayor en que aquél se apoya sobre todo en el octosflabo, con su pie quebrado de cuatro silabas; en comtin tienen ambos el utilizar la rima consonante y no ser glosa ni cancién (V.). La forma de organizacién estréfica del arte real es la «copla» distri- buida en dos grupos que pueden compartir o no las mismas rimas, pero que presentan entre ambas una relacion de paralelismo, oposicién 0 co- herencia seméntica que hace que se tengan que considerar como una tunidad superior; las dos semiestrofas no tienen por qué tener el mismo mimero de versos. As{ se producen una gran cantidad de formas apa- rentemente distintas y que se han intentado diversificar: copla real, co- pla castellana, estrofa manriquefia, etc. La vida del arte real es duradera, mas que la del arte mayor: se encuentran ejemplos en Garcilaso y se emplea con profusidn en el mejor teatro del siglo xvt, como puede ser el caso de Gil Vicente. En la ma- durez del Renacimiento lo usan Soria (en formas distintas) 0 Gallegos (cfr., nuestra ed. del Cartapacio del Colegio de Cuenca); mas tarde aun, Lope escribiré en «quintillas dobles» (es decir, en coplas reales de diez vversos) su /sidro. La copla real, aut6noma o seriada, seré el origen de la décima, cuando aquella adquiera la plenitud de equilibrio. Para mayor precisi6n, véase Lazaro Carreter, «La estrofa en el arte real», en Homenaje a José Manuel Blecua. ARTICULACION. Martinet (V. LincUistica, 2) sefiala como caracte- ristica definitoria de las lenguas naturales su organizaci6n en dos planos coexistentes, que denomina doble articulacién del lenguaje. En el pri- mer plano o primera articulacién, el enunciado se articula linealmente ‘en unidades dotadas de sentido, desde la frase a los sintagmas y a los monemas, que son las més pequefias unidades provistas de sentido (¢j.: dormiré ests formado por tres monemas, de los cuales uno es lé- xico, dorm, y los otros dos gramaticales o morfemas, ir- -é). En el se- gundo plano o segunda articulacién cada monema se descompone en unidades desprovistas de significado, los fonemas, que son las unidades minimas distintivas: Canto esta formado por cinco fonemas. La doble 40 asixoeton articulacion del lenguaje permite una marcada economia en la produc. cidn de los mensajes, puesto que son suficientes unos pocos fonemas para formar millares de monemas con los que construir infinitos men- sajes. ASINDETON. Es una figura de tipo sintdctico que consiste en la eli- minacién de lazos formales entre dos términos o dos proposiciones. Es- pecialmente importante, por su fuerte y variada carga expresiva. es el asindeton en las enumeraciones o en las acumulaciones (V. ACUMULA- cin). Ejem.: no s6lo en plata o viola troncada / se vuelva, mas ti y ello juntamente / en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada (Gon- gora); Llamas, dolores, guerras, | muertes. asolamientos, fieros males | entre tus brazos cierras, | trabajos inmortales | a ti y a tus vasallos na- rales (Fr. Luis de Len). Se puede observar en éste ultimo ejemplo cémo el efecto logrado por el asindeton se potencia con el intercala- miento del verbo entre los términos que constituyen la acumulacién ASONANCIA. Figura de cardcter morfolégico que surge de la seme. janza de sonidos entre las ultimas silabas de dos palabras, cuando son iguales las vocales, pero distintas las consonantes. Cuando las palabras, estén al final de verso se establece la rima asonante (V.). Pero la aso- nancia se puede producir entre palabras en posiciGn interior de verso, de dos versos distintos —sin funcionar como rima— o incluso en la prosa. Para la prosa, Daniel Devoto (Prosa con faldas) ha mostrado su valor estilistico y lo ha aplicado al estudio de la de Mateo Aleman. En verso, Salinas o José Hierro, siguiendo las huellas de Juan Ramén, son maestros en el logro de una serie de isotopias fonicas que dan una doble coherencia a sus poemas. Véase, por ejemplo, en estos versos de Pedro Salinas: Dos lineas se me echan | encima a campanillazos | paralelas del tranvia, c6mo la doble serie de asonancias (lineas-encima-tranvla; echan- paralelas), con su construccién en quiasmo, ponen orden en el desorden sintéctico de los versos. ASPECTO. Es el valor seméntico no temporal que el locutor da al pro- ceso verbal. La conjugacin del castellano distingue entre un aspecto perfectivo y un aspecto imperfectivo. Por procedimientos perifrasticos (9 mediante morfemas especificos se pueden marcar otros caracteres: la incoacion (inicio de la accion: rompe a llorar). la progresiOn festa llo- rando), la iteratividad (vuelve a llorar). la conclusién (ha llorado). Con- viene distinguir entre aspecto y modo de accién (Aktionsarr) que ex- presaria los caracteres objetivos —no dados por el locutor— del proceso. ATENUACION. V. itores. | } 1 Bene Auto sacramental 41 Ac Térming bastante ambiguo con el cual s© define. eS re esonisa, una determina tone 2 tte seme eo ad dominant or que sutaehe ce a a tos Base er nel easo eo que Bout ams so 1 cree nat, por ejemplo, Bousofio (en Teoria de la expresion poe: bisémico), As). Pofocion de melancolica y contenida gravedad. de pe- seg) area i de pars se experiment ere poeta Se io Machado que comienza Las ascuas de un creptisculo mo- ado. oe la estilistica y de Ta filologia, puede explicitar —y siempre sentos fondo i indetermingcion de Ta atmosfera y reconoss! sin MeBir i pantalla de tas imagenes los procesos por los que el ese detrds de Patria emocion gue es fecibida por el lector ATMOSFER: vialmente en a criti PGad dominante en un sma, Para Walter Benjamin, el aura es el eardcterespeifico yori No eine tee Bla canura de masos fa obra perde st 2u"8, Ba dad irtepetible conexs 2 la civzacién y a los modos 2nd gel tempo 2 que ha Taco: el, como consecuenei, strut econ ouron tees o mena, come 3 ren Se no eo rhgar incluso a ser consierada Kis RAFIA. Relato de la propia vida. Modelo de introspec aren as Confestonee de Som Agustin, siren emo: tiie onutobjografias medievales y renacentistas (recuerdese Sete 3 chs enum de Paar, per i. Francac Rico. Vide} Borate Pemarca) En la iteratura espanol el modelo de autobiografia ore de eyo sin duda ios libros de Santa Teresa. La autobiografia pure 1o consti tara terauras en las mas de las ocasiones el eseritor se as incursions 4 SU es eseass on mtigo de su tiempo hace poguisimas incursio sat Se bra. Citemos en nuestra época, como od Ge elaborar sv 0 Fenee me de la uta Yucta del camino, de Baroja, 10s Recuer- aaa er edad de Unamiuno, Los pasos conados de Comps de de fen nds de Gomer fa Seine, Coro vedado de Suan aang terete fore Romera Castilo. ska heratra,signo sutobie- Corto ator ngno referencal de su eseituras, £9 Le lite como signo. ‘Obra teatral en un acto —a veces precedido ado generalmente en la Euca- ‘9 de la Redenci6n. y finalidad AUTO SACRAMENTAL. de una loa— de eardcter teo!6gie0. apoy ristia como renovaciGn del misterio catélic ci sae Giddctica, La construccién de personajes y trama es alegérico-simbolic Calderon lo define asi: «El asunto de cada auto ¢s [,..] la Eucaristia. pero } argumento puede variar de un auto a otro; puede ser cualquier 42 autocaaro historia divina —historica, legendaria o ficticia— c minar algun aspecto del asus onus auto sacramental son dificiles ae fare pusaen or 3c). Lor onfgenea far: pueden situarse en lor aueg et stcos espanoles. AUTOGRAFO. Manuscrito de una epoca escrito por el propio ‘or el propio autor. AUTOR. En una concepeién semiots define como mensaje von OGitG come mentale insero en un proceso comuniesting exseeaeg al Publico, es decir, al emisor y ai destinatario, El serene autor Sus instituciones y sus cédigos, es el ia comunteacion dete Satins £5 el espacio de ia comunteacion ae Hey de su destramient (V"awsting), oh maaan eee nem Y su telacion con las series extraliteraning Tense mgica de la literatura, la obra se Sin embargo une corsen snes cmt ne gue podemos consider que parte de msneiea (Quctons de poste) ys prolongs en Eco (Taide ie Se gue), en Lazaro Carreter (El poem Inco cone nee eles Poeta» (Lazaro). AYUDANTE, V. acranre. on tal que pueda ity. f BARBARISMO. Es una forma agramatical, no consentida por el c6- igo de la lengua en un momento determinado. Se pueden considerar también barbarismos a las deformaciones de una palabra, en la pro- unciacién 0 en el Iéxico, operada por un extranjero o un hablante dia- fectal. Interesa poner de relieve, en el seno del anélisis estilistico, el valor expresivo, o quiza expresionista, de ciertas formas que podrian ser consideradas como barbarismos. introducidas con miras mimético-co- loquiales: recuérdese la poesfa negroantillana. Con intencién clara- mente estilistica y hasta dialéctica, usa los barbarismos ingleses Nicolas Guillén: Aqui estén los servidores de Mr. Babbit. / Los que educan sus hijos en West Point. | Auf estén los que chillan: hello baby, y fuman Chesterfield y Lucky Strike. | Aqut estén los bailadores de foxirots, / los boys del jazz band / y los veraneantes de Miami y de Palm Beach. / Aqui stn los que piden bread and butter ! y coffee and milk. |... | Pero aqui esidn también los que reman en lagrimas, | galeotes draméticos, galeotes draméticos, Juan Goytisolo emplea el adensamiento de barbarismos de diferentes clases e intensidad para indicar la pérdida de identidad de un personaje; al final de Juan sin Tierra se escribe: desacostimbrate desde ‘ahora a su lengua, comienza por escribirla conforme a meras intuiciones {fonéticas sin la benia de dona Hakademia para seguir a continuasion con el abla ef-fetiba de miyone de pal-lante que diariamente lamplean sin te- nén cuenta er cédigo pend impuet-to por su mandarinato, orbidandote poco a poco de 10 cuanto tensenaron en un lisido i boluntario ejersisio danalfabetim-mo que te yebard ma talde a renunsial una traj otra a la parabla delidioma i a remplasal-la por tém-mino desa lugha al arabya eli tebdd tadris chuya b-chuya. BENEFICIARIO. Es un papel narrativo que corresponde al destina- tario de la accién promovida por el destinador (por ejemplo, confiar una misién, ofrecer un premio, etc.) 0 al paciente que recibe la protec- cién de un agente. V. ACTANTE. BEST-SELLER. Libro de éxito, que alcanza una elevada (y acaso ines- perada) difusiéa nacional ¢ internacional. Cuando el libro es pensado desde su concepcién para ser un bestseller se articulan en su promocién todos los intereses y mecanismos de la industria cultural (sondeos de 44 pILDUNGsRoMan, mercado, «horizonte de expectativay del piblico, condiciones hist6ricas peculiares, eficacia de la informacién, etc.). Véase el libro Sociologia de la literatura, de Robert Escarpit. BILDUNGSROMAN. Con este término aleman, que significa «novela de formacién 0 de educacion», se delimita un tipo de relato en el que se narra la historia de un personaje a lo largo del complejo camino de su formacién intelectual, moral o sentimental entre la juventud y la ma- durez. Lukacs y, tras él, Goldmann, especializan el término para desig. nar a la novela que acaba con una autolimitacién voluntaria por parte del héroe que acepta contentarse con los valores que le parecen empi- ricamente realizables, y que normalmente corresponden @ una ideologia dominante. Como ejemplo de Bildungsroman se pueden citar el Wil helm Meister de Goethe —el prototipo para Lukacs—, La educacion sentimental de Flaubert, el Lazarillo, el Camino de perfeccion o La sen- ‘sualidad pervertida de Baroja. Generalmente, en la novela contempo- rénea la formacién del héroe se realiza por medio de una dura relacién con la sociedad burguesa, lena de disidencias y heridas, de la cual el héroe puede salir espiritualmente maduro, aunque esta madurez pueda conducir a su destruccién (EI drbol de la ciencia, de Baroja) BLANK VERSE. Verso de la poesia épico-dramética inglesa, consti- tuido por un endecasflabo de andadura yambica. Corresponde, apro- ximadamente, a nuestro endecasilabo. Es el verso del teatro shakes- periano, de la poesfa épica de Milton, de Keats y de otros grandes poe- tas. BORDON. V. seoupiuia. BRAQUILOGIA. La braquilogia es una forma de elipsis que consiste fen el uso de una expresién corta equivalente a otra més larga o mas ‘complicada sintécticamente: Cref morir (= crei que me iba a morit). Si fen algunos casos puede conducir a la oscuridad, en otros puede tener una alta importancia estética: Dios anclado (Garcia Lorca) por «Dios afincado para siempre en la tierra en la hostia» Se entiende también por braquilogia Ia climinacién de un término cuando es coman a dos © més proposiciones contiguas: Alli estaba el toro blanco de los cuernos fulgentes, con la mujer maravillosa echada sobre el lomo; alll, el hombre de la cabeza de toro que custodiaba et laberinto de Creta; allt, la divinidad mited doncella y mitad vacuno (Mu- jica Lainez). BUCOLICA. Composicién de ambiente pastoril, de muy antigua as- cendencia clasica. V. 6cL0GA. | aurtesco 45 So. Robert Jammes. al estudiar la poesia burlesca de Gén- BUR ee. sur Pocuvre poctigue de Dom Luis de Gdngora y Argote) gore (Eid tesco de Io burlesco y de to saiico puesto que ainbos chal Picam una vision critica dela realidad social entendida en un gente amplio. «La diferencia fundamental ...] aparece en el momento Sentiue se considera la actitud critica del escritor en relacisn no con la oP deg en si misma, sino con ¢l sistema de valores que constituye 0 realidad 6? 2 ta tdeologia dominante|, El autor satirico se coloca en aoe pone ye valores lo acepta y erica lo que contradice a esta ideo- se Sai Tutor burlesco —o ia Ieratura burlesca— se sia fuera del login. FI tonne a ely conta él alos valores de la sdeologia dominaate tema. emtguivalores, de sentido inverso a aquellos, los exaltaY pro: apne ws serioridad. Esta linea se encuentra en la lieratura espafola clam SUpyas de burlas del Cancionero general hasta nuestros Sas, desde os Cinacion (en los sigios de oro) en GBngora —pero no en Que- con au ora furdarncntaimente satirico— y en el Bstebanillo Gon- wd. no ae ves este concepto de lo burlesco esta muy cercano al de Jo carnavalesco (V.) definido y estudiado por Bajtin. CABO. Nombre que se da algunas veces a la finida (V.) CABO ROTO. V. xa. CACOFONIA. Repeticién de sonidos con efecto desagradable 0 de di ficil articulacién: Tres tristes tigres (Cabrera Infante); Un gitano de Jeres ‘con su faja y traje majo. A veces la cacofonia puede tener efectos ima tativos (V. ARMONia mtTaTiva) 0 irénicos, parédicos o expresionistas La chulapona del chal, con chalaneria: Pues a mi un jifero jarifo me enjareté un jabegue aqui en la jeta y luego alli sobre los jaramagos me id.gr seco de una jiferada de jabal 7¥o ta jifa y €toifero! (Sign CALAMBUR. Juego de palabras que se produce cuando un reagru pamiento y redistribucién de una o més palabras producen un sentido distinto, Ejem.: La vez que se me ofrecia ! cabalgar a Extremadura, | entre las mas ricas de ellas / me daban cabalgadura. (Géngora: Extie madura / extrema dura; ¢l calambur se combina con un riquisimo juego de dilogias); Dore mi sol asi las olas y la/ espuma que en tu cuerpo canta, canta ! —mds por tus senos que por tu garganta—! do re mi sol la sila sol la si la. (Angel Gonzalez) CALIGRAMA. Término inventado por Apollinaire para designar a un poema Iirico cuya distribucién en la pagina (es, por lo tanto, un poema ara ser leido, no para ser recitado u ofdo) dibuja aproximadamente e1 objeto que le sirve de base. Del caligrama derivard Ia poesia figurativa, concreta o Io que se ha llamado «escritura en libertad». CAMPO. Se puede definir el campo como un conjunto estructurado de elementos. En linguistic es partcularmente. importante el cango semantic, ge ests constiuide por as unidadeslenene qe densian a Eonjunto de conceptor ineluidos dentro’ de un concepts etgueta Qu define et eampo (Movnin, Dice, s..). Sin embargo te debe de toner presente que los campos conceptuales (por ejemplos los gue consienoen 8 parentesco, la politic, ete.) no coineden con los campos semantcn \éxicos, porque a estructura del lenguaje no es somorfa dela estructora del pensamicnto. Para delimitar la estructura de un campo serndntice 8 preciso descomponer cada uno de los lexemas en rasgon semantices, | cancios 47 eoerales (SEAS, V), Pata lanl de components Yess Seu Tc, 1 id, en los Esais de spylistique, inrodujo el concepto de campo eg por ls structures semantces de una obra Inerana sie re das por in tlacign contonaal que determina e (oe vt i palabras lve, eases ec tering tarde el ie ee eesabos sy camo esilece extra constittdo por todos pocsia d A Ma‘ju connotan Vease tambien onouastoLaota CANAL. Medio a través del cual se trasmiten los mensajes en el pro- ceso de 1a comunicacién (V.) CANCION. En un sentido originario, que nunca se olvidaré del todo, fh palabra cancidn sirve para designar a cualquier texto poético que se pueda cantar: éste es el valor con que aparece en Berceo 0 en el Libro Te Alexandre: asi pues, las jarchas (V.), los villancicos (V.) y, sobre todo, las cantigas (V.) en cualesquiera de sus formas (las galaicopor- fuguesas 0 las que compuso el Arcipreste de Hita), serian canciones. La presencia de la liriea provenzal y sus no bien determinadas re- laciones con las formas métricas peninsulares fueron haciendo que, du- ante el siglo xv, el término cancién fuera desplazando, hasta sustituirlo completamente, al de cantiga. Sin embargo, el parentesco de algunas formas poéticas provenzales (virelay, cosaute, viadeira) con las formas de cantigas paralelisticas (V.) 0 con estribllo, la indefinicién de la for- mula de la cansé provenzal y su parentesco con la dansa, el discor, la balada, etc., hicieron que en el siglo xv y después se aplicaran a médulos y contenidos muy diversos e, incluso, dispares. En las colecciones del Siglo xv parece aplicarse el término a un tipo de composiciones que se encabezan con un mote no popular ni popularizante —eso la diferencia Gel villancico— y una serie de coplas de longitud variable que introducen fn su final la disposicion métrica de la cabeza, a veces la rima, en otras ‘ocasiones alguna parte integra de la cabeza. La cancién puede constar de una sola estrofa —ademas de la cabeza o mote— o de varias, con mucha frecuencia tres, a las que puede acompafiar una finida. Las se~ rranillas del Marqués de Santillana y sus canciones pueden servir de ejemplo de varias posibilidades. Tunto a este tipo de canciGn, el siglo xvt verd aparecer, de la mano de Boscén y Garcilaso, en nuestra literatura la cancicn italiana —des- cendiente de la cansd provenzal—, que habia alcanzado altisimas cotas, en un proceso similar al que siguié el soneto, con Dante y con Petrarca. Esta cancion se compone de un nimero indeterminado de estrofas —en Petrarca no menos de cinco ni més de diez— escritas en versos ende- casilabos, generalmente combinados con heptasilabos. El esquema fi jado en la primera estrofa ha de seguirse obligatoriamente en todas las 48 cancton demés. La estrofe —amada estancia— ets cepar bien diferenciados, la fronte y Ia sirima, umidos entre a per aw so vide on dos piesa ual mine eek el Puede ser unitaria © divigida en dos partes Genee weds 3 ita sae Con un manso ruido de agua corriente y clara $ Lpie { 6 cerea el Danubio una isla que tome a el Danubio una isla que pudiera c ser lugar escogido a ara que descansara b 2° pie quien, como ests yo agora, no estuviera: chiave do siempre primavera © Parece en la verdura 4 sembrada de las flores; e sitima hacen los ruisefiores, e renovar el placer o la tristura D con sus blandas querellas f ue nunca dia ni noche cesan de ellas, F La cancién puede cerrarse : rrarse con una estrofa breve —mé las estancias—, la cc tora pucde las estancias—. amada commiato 0 envio: esta Ultima eats eacs Presentar estructuras muy variadas. La presencia del envio ee ero neral en las canciones escritas en el siglo xvi; amb, eral en las canciones escrits en el siglo ww; desaparece, en canbe los limites (ast en Unamuno); otras, to no); otras, conservando su estructura rigida, Somg hace Cernuda en Egloga y en Oda, que es una cancion, a pesar titulo. En algin caso s6lo la estructura interna nos mareagi al Barentesco con aquella forma renacentista:vease, pot ejemplo, ls Car Gian @ ura muchacha muerta de Vicente Aleixandre, consttuida con a Con el sentido medieval —o los sentidos— de la palabra cancién, erent rs nee rae caxtian 49 .sados por la criba de la poesia popular y tradicional, mas que con la Pancion italiana, enlazan las canciones que componen los libros —y son gjemplos tipicos— Cancidn de Juan Ramén Jiménez, el Libro de can: ones de Garcia Lorca, tan intimamente ligado a Suites 0 al Poemta del Conte jondo, 0 las Nuevas canciones de Antonio Machado. La cantidad Ge juegos poticos, la diferencia de contenidos expresivos y comunica- tivos, la inmensa y diversa riqueza formal de todos estos libros hacen imposible intentar, aqui, una formula univoca que abarque a todos esos poemas. CANTIGA. En los cancioneros gallego-portugueses se llama cantiga a cualquiera de sus composiciones, sea cual fuere su forma y asunto: su finalidad primaria era el canto, y de ahf su nombre. Se distingufan tres subgéneros fundamentals: a) cantigas de amigo, colocadas en boca de tuna muchacha que expresa un sentimiento bésico de soledad; son, como se sabe, por estas dos causas muy cercanas a las jarchas, y alguna vez se ha pensado en que estan cerca de una poesfa popular, aunque las que conocemos han sido compuestas por trovadores o segreles; sus princi- pales recursos formales son el paralelismo (muchas veces unido al lei- xaprén) y el estribillo, en la estructura de cosaute; por la forma de pre- sentacién, Rodrigues Lapa (Ligdes de Literatura Portuguesa) distingue entre cantigas con forma de mondlogo lirico (aunque se presente una invocaci6n inicial a la madre, al amigo, a algdn elemento de la natu- raleza, etc.), el didlogo con el amigo, el didlogo con la madre, la ps torela (pero con el cabailero simple testigo silencioso) y 1a albada. b) cantigas de amor, colocadas en boca del hombre, con tema amoroso, ¥ sin que presente siempre en ellas el sistema paralelistico 0 el estribillo; influidas acaso por el sistema de amor cortés provenzal, este senti- miento, sin embargo, se desjerarquiza y se acerca a detalles reales y cercands, lejos de aquella estética. c) cantigas de escarnho e mal dizer, de cardcter satirico, emparentado con el del sirventés (V.) provenzal; en las de escarnho, el autor se burlaba de alguien 0 de algo «por palabras cubiertas que tengan dos sentidos para que no se entienda de ligero», como dice el prélogo del Cancioneiro da Biblioteca Nacional; en las de mal dizer se ataca directamente, sin tapujos. Las Cantigas de Alfonso X desarrollan el tema religioso, inexistente hasta este momento, y la posibilidad narrativa. El término cantiga pasa a los cancioneros de corte castellanos més antiguos. En el de Baena ya no es el término Gnico, pero aun se aplica ‘a muchos poemas que después se denominaran decires. La diferencia de éstos con la cantiga, aunque nunca bien definida, parece ser que ésta denomina a los poemas con estribillo y glosa con vuelta, mientras que el decir es para ser recitado, carece de estribillo y sus estrofas pueden no tener entre sf otro rasgo en comlin que el ajustarse a un mismo es- 50 carrruto CAPITULO. Unidad de lectura que, en un texto narrativo, el autor o en pestseprimee pts CAPTATIO BENEVOLENTIAE. Es un topos (V.) ret6rico que apa- rece con frecuencia al principio 0 al final de una composicién (desde el diseurso oratorio a la obra teatral), mediante el cual el autor busca con: citar un acogimiento benévolo por parte del receptor. No demasiado frecuente en la literatura contempordnea, pueden sin embargo verse al: {unas manipulaciones del copos. Véase, por ejemplo, el prologo de La Sapatera prodigiosa de Gatcla Lorca y el pardgrafo Practicas de oratoria en el capitulo II del Juan de Mairena machadiano. Para un elenco de los procedimientos de capratio benevolentiae, vease Curtius, Literatura europea y Edad Media Latina, excurso II. . CARACTER. Conjunto de cualidades psicologicas y morales que bos- quejan a un personaje (V.). Aristételes, en la Poética, lo define como «aquello segiin lo cual decimos que los que actiian son de una deter- minada manera». Los caracteres (en Teofrasto, en La Bruyére o en la comedia denominada «de caracteres», desde Moliére a Chejov) se pre- sentan como un conjunto de rasgos especificos que corresponden a un temperamento, a un vicio oa una virtud. En el teatro cémico el cardcter puede terminar por asumir formas estereotipadas y estilizadas que de- semboquen en el tipo (el viejo, el criado, el enamorado), que a veces puede llegar al figurdn o a la mascara de la commedia dell'arte. Con- viene, pues, distinguir entre la categoria de cardcter y Ia de tipo: esta Ultima presenta personajes poco elaborados y repetitivos, mientras que los caracteres, mas alld de su patron general, tienen siempre algunos rasgos individuales que lo hacen real. Cardcter y enredo, que se pre~ sentan como inversamente proporcionales tanto en el relato como en la acci6n dramatica, son, sin embargo, dos elementos constantes y dialéc- ticos en ellas. Una descripcién y un estudio excesivamente minucioso de los caracteres acarrean el riesgo de destruir Ia forma dramética 0 narrativa, de hacer que en el texto no pase nada; por el contrario, un cannavatesco SI redominio del enredo vacia a los personajes para dejar simplemente predomuera de fabvla, como sucede en tantas novelas policiacas de CARACTERIZACION. En un sentido amplio, la caracterizacion es CARAT Tatoo con el que se define la fxonomia distin de un texto, Fret cea de un personaje. En la novela, especialmente en la dei de un tem gquiere una importancia destacada el procedimiento usado real cterar ambientero personajes (V. resonate). La desripeién Fay Gege ser directa —hhecha por el autor, dada por Ios fos per (V2) pucsfiteada por medio del relato (piensese en las diferencias entre Sane i yacinta y La Regenta). En alguna clase de critica —espe~ Fortinet 2a ta idealista, Croce, Vossler—, la caracterizacién es una fase catemeNs cnetico: la determinaci6n del cardcter de una obra no con- del wie tsresfOn, sino el contenido o motivo fundamental, que esté Sides ere tlase 0 tipo psicologico determinados, por medio de una relerie a audio de Vossler, La poesia de [a soledad en Espa, po- (ore podclo de este tipo de critica. Sobre sus limitaciones, baste dr se pouTblidad de elasficacion de las Soledades gongorinas. CARICATURA. Retrato de un personaje, bien en sus caracteres fisicos (V. rrosorocraria), bien en los éticos (V. EToreva), en el que por Pro- aimientos muy diversos se exageran determinados rasgos. Aunque en fa mayor parte de los casos las caricaturas son cémicas (las serranas del iArcipreste) 0 satfricas hasta llegar a la crueldad (Quevedo, Francesillo de Zaniga, Valle-Inclén), en otros se puede destacar una vision peculiar, Expresionista (los Retratos contempordneos de Gémez de la Serna) 0 Iitica (Espatioles de tres mundos. Caricaturas ltricas de Juan Ramén, otras figuras que aparecen en sus prosas) CARNAVALESCO. Sobre la categoria literaria de lo carnavalesco ha jnsistido el critico ruso Mijail Bajtin, que ha puesto de relieve sus ori- genes folkléricos y sus modalidades expresivas, ligadas a los estratos populares inferiores y a la relacién negativa y parddica establecida por Eilos con las manifestaciones culturales de las clases dirigentes. Desde fa antigdedad el carnaval («fiesta de locos» medieval, saturnalia romana, fete), que es una experiencia fundamentalmente colectiva, es el mo- mento de la risa, de la transgresién, de la sétira y de la parodia, de la cxaltacion, en resumidas cuentas, del «mundo al revésy con la consi- guiente contestacion de las relaciones jerérquicas y de los valores ideo- Togicos establecidos. La fiesta de carnaval, con su espiritu corrosivo, ha influido profundamente, segin dice Bajtin, en géneros literarios cémico- realistas, sobre todo pot medio del lenguaje: un lenguaje radicalmente antiliterario, familiar, plebeyo, barriobajero, coloquial hasta la obsce- 52 catacresis Zidad, corporal ¢ instintivo, alegre y vitalista. Para Bajtin, la méximg SxgresiOn del espfritu y de la lengua carnavalesca es Rabelais. al ques dedica un valiosisimo estudio (La cultura popular en la Edad Metig er et Renacimiento: El contexto de Francois Rabelais): si las raices a, tropol6gicas y culturales del escritor francés se hunden en un suelo ann Guisimo. que pasa por el cristal del humanismo, elementos de la maneng camavalesca salpimentan en el Gargantia los mas variados géneros | {crarios, frecuentemente en una dialéctica irénica y parodica con ley géneros llamados serios. Bajtin. ademés, extrapola el concepto de carnaval para hacer de ¢] un principio explicativo de la literatura y un elemento estético ¢ histovce esencial de su pottica. En La poérique de Dostoievsky dice que sla car Ravalizacion es una forma extremadamente flexible de visiOn attisticas; ¢s clla la que permite a Dostoievsky. por ejemplo, «calar en los estraiee Inds profundos del hombre y de las relaciones humanas», por medisea, de «su pathos de cambios y renovaciones», CATACRESIS. Metéfora de uso corriente, ya lexicalizada y no adver. tida como tal. La traslacién, o sea, la extensién del sentido, sire de hecho para colmar un vacio semantico, la falta de una palabra especifica ara designar 2 un objeto. Por ejemplo, son catacresis los sintagmas ojo de aguja, cuello de ta botela, dientes de ta llave, Los términos «Ojon, oon cw rcedimientos de produccion y de intepretscin pore oe reste sentido. coca un mensaje n0 €8 MAS QU 58 copico un modo mas o menos docto de decir «producir o construir un enune ciado» (Martinet, La linguistica, s. v. Lengua y habla). Para Dubois (Dictionnaire, s. v. Code), la codificacion seria el proceso mediante e| cual la sustancia mensaje adquiere una [nueva] forma; podemos ejem. plificarlo por el paso desde un mensaje grafico a un mensaje acusticg, efectuado por medio del cédigo de la escritura. La forma codificada’ que no ha sufrido ninguna transformacién de sentido, puede ser trans. mitida a través del canal al destinatario (0 receptor, o decodificader), que efectiza la decodificacion del mensaje, es decir, que asigna un sen. tido a la forma codificada (V. comuNicaciOn). Es obvio que el codigo debe ser un sistema convencional explicito, para que sea posible el pre. ceso de codificacién y decodificacién, Algunas veces el mensaje codificado puede remitir a un segundo co. digo metalinguistico, ocasionalmente secreto, que permita la exacta de. codificacion del texto; Martinet, ibid., recuerda que durante la guerra se transmitia desde Londres un mensaje como «los melocotones estan maduros» que se debia interpretar como «haced saltar el puente». En este caso podemos hablar de desciframiento o de transcodificacién, por. que los signos reenvian a dos o mas cddigos coincluyentes, el primero lingufstico-referencial (los melocotones), el otro connotativo (meloco. tones en vez de puentes). 1. Los e6digos y la literatura. La comunicacién literaria (V. comunr ACION, 2) implica un valor distinto de los signos, mas compiejos que los puramente linguisticos (ambigedad, connotacién), y por con: guiente se produce un funcionamiento diferente del codigo. Si se acepta que un texto o mensaje literario es, ante todo, escritura (es decir, una elaboracién estilistica compleja que adquiere su valor distintivo en re- lacion/oposicién a otras obras en el 4mbito del sistema literario general), sera posible caracterizar a aquellas instituciones literarias en relacién con las cuales la obra se define como un cédigo (0 subcédigo) tanto tematico como formal. Asi, con palabras de Corti, podemos decir que «la literatura, desde el punto de vista semiolgico, se presenta como un sistema en el que coexiste e interactéa una multiplicidad de instituciones y géneros literarios, en cada uno de los cuales se va produciendo len- ‘tamente una codificacidn en el punto de encuentro de las diversas lineas —ideolégico-tematicas y formales— con las que se va dibujando el gé- neron. Un género literario como cédigo esta caracterizado por una temética (cédigo simbélico) y por un lenguaje connotativo (escritura 0 codigo estilfstico); la codificacién acontece, en el area de un género, en varios niveles, tanto en el plano de los contenidos como en el plano formal. Avalle Arce ha estudiado la evolucion de la novela pastoril en el Siglo de Oro espaiiol mostrando la evolucién y caminos que ha sufrido este género desde las formas bucdlicas neoplatonizantes enraizadas en San- Fr | cousion 59 a hast a oveln-ave ol ansformacn de neo alo divin, ata a Silos entcruzamem con oes gener (i novel se oe acemsmcncl ov nce, con elements erates saan ganas novelas petmaneee spunos cements Pe se igo dbl i Arcadia com cement parodia, es Bee eect eh tama del base salvaje por seMpleh, pero Perbian el sentido y Ia simbologia de los constituyentes. ansaid a codecs que presenan une hemogensdady coke da rettes props Teo, ios eoertore sobs tos Ios et eee ee Loot Wetanschanng que ee, nace ye ee en ifs eh talor del mundo ntoscoculual ent gues an sete poaue caues mensaje humane es stres come por Pris Snotaleshetarasegucen ua compres ulcer ais es mows on enamado Se ones oe lorena dear Be ment cn el coment de cos poelaes Lu vtone ea es palin attrac, los motte anoles» pages see tiers obeodigon cols sees nator utr aes feo tal eh aguel mar de snes por que daca derrova de Ferme eee cats whee tien oes cetigesas frames en as operaciones formes que som props lene en as seers ented novmaivas dels tiny se is prosodic os te seem aptesies dea selon; ens mstctone!tomateoeslias encased Tomo una moaiteaion del valor Se elementos couioe int Epstein fot de neoprene Se obre COHERENCIA. El hombre se expresa mediante textos 0 actos co- municativos que, para ser comprendidos, han de ser seménticamente coherentes. Para la lingiistica textual, la coherencia de un discurso (0 de un texto) puede depender de factores seménticos internos (relaciones de implicacién) 0 de factores que dependen de la circunstancia y de la situaci6n (presupuestos, enciclopedia, isotopias). La coherencia funcional es para Goldmann, junto con la riqueza y el cardcter conceptual de lo imaginario, uno de los tres elementos cons- titutivos del valor estético de la obra literaria. COLISION. Es a relacién conflictiva entre los personajes de un relato; éste avanza de una situacién a otra por medio de la tension producida Por la colisién, en un proceso «andlogo al desarrollo de los procesos 60 couLacE histérico-sociales, en los que cada nuevo estadio historico es el resultady de la lucha sostenida por diversos grupos sociales. pero es, al misne, tiempo, el campo de batalla de los nuevos grupos sociales que compones el ssistema social existente» (Tomachevski, Teoria de la literaung COLLAGE. «La técnica del collage consiste en tomar un determinadg °| niimero de elementos de obras, de objetos. de mensajes ya existenter integrarlos en una creaci6n nueva para producir una totalidad origina en la que se manifiestan rupturas (discordancias) de tipos diverees Grupo ji. Collages, Revue d'esthétique, 1978. El término, usado pr, meramente para las artes plisticas, se ha exiendido hoy @ diferemay : técnicas textuales: homenaje, cent6n, cita (V.), parodia (V.). ete COMBINACION. Es e1 proceso de formacién del enunciado en el ej sintagmético del lenguaje por medio de la corselacion de las soleus utlizadas (V. exes DeL uenovare). La foncion combinatoria ela nee bilidad de los elementos lingisticos de asociarse para formar grupee nivel superior: la combinatoria de los fonemas leva a lor moserec de ést0s a los sintagmas.y asi sucesivamente hasta la frase o cl dieeerse Duerot y Todorov (Diccionario enciclopédico) definen tambien ig combinatoria semintica: véase alli sv COMEDIA. En sus origenes griegos, la comedia estaba ligada, como su hermana la tragedia, a los cultos dionisiacos. Para Aristoteles, ale comedia es la imitacién de las personas més vulgares; pero no vulgares de cualquier clase, de cualquier fealdad fisica 0 moral, sino de aquella nica especie que supone lo ridfculo, porque lo ridiculo es una clase specifica de lo feo». Mientras que Platén condena al eémico como re- presentacién del hombre ridiculamente presuntuoso, Aristoteles si braya su aspecto ironico por medio del cual incluso Io feo puede con. vertirse en una especie de catarsis. Mauron (Psychocritique du genre comigue), recogiendo aquella idea, dice que «la tragedia actia en nues: ‘tras angustias profundas, 1a comedia sobre nuestros mecanismos de de. fensa». En la antigiedad, como ha mostrado Auerbach, se encomen. daba a la comedia y al estilo cémico la descripcion. intelectualmente deformada, de los aspectos concretos y risibles de la vida cotidiana —no Podfa recurrir, por tanto, al mito ni a la historia—. Por la ley de la Separacién de los estilos (V. estito), «lo que corresponde a a realidad vulgar, a lo cotidiano, no puede ser representado mas que en la co- media, sin ahondamientos probleméticos. Todo lo cual impone estre- hos limites al realismo antiguo, y si empleamos esa palabra con mayor rigor habremos de convenir en que se excluye cualquier acogida seria, n la literatura, de los oficios y clases corrientes —comerciantes, arte. sanos, campesinos, esclavos—; de los escenarios cotidianos —-casa, ta coMEDIA. 61 coe ino en todo caso moral, y todavia mds la moralidad se refiere ners Jas personas viciosas o ridiculas que sal- mico se une a la sétira y a la parodia, inyectando en la farsa popular obra de teatro, que no tendra que tener obligatoriamente caracter c- 62 cOMEDIA caracteres tragicos (hamartia e hybris) que contiene esta sitima. Sotg Son el neoelasicismo se intentara de nuevo establecer las lineas que se. paren la tragedia de la comedia. Seria preciso sefalar también en que momento y cémo lo cémico se desprende de la expresiGn estrictamente featral para tefl otros géneros, y fundamentalmente, a la novela, Refiriéndonos sélo al género teatral y a lo que tradicionalmente se denomina comedia en las preceptivas, sefalemos que a la evolucion de la comedia —que sufre, como hemos adelantado, miiltiples condicio. rnamientos— contribuyen factores muy diversos, tanto inherentes al sig tema literario —como el lenguaje, los mecanismos convencionales (la confusién de personas, el reencuentro, ete.) 10s tipos fijos, la division en unidades menores (escenas, jornadas, actos)— como externos al si tema, sobre todo los hechos historico-cuiturales. El concepto mismo de Jo eémico cambia y se complica con rapidea: la ironfa romantica, el sen. tido de lo lidico, ia teoria de la risa bergsoniana convergen para logtar una actitud mas compleja del escritor, que reclama de los espectadores tina comprensién mas profunda y humana de los acontecimientos. Ast la ironia Subraya el sentido del limite, la inevitabilidad de los contrastes, la risa es el reconocimiento de una imperfeccién que se supera, el hur morismo subordina lo comico a lo elegfaco, alo patetico 0, en Pirandello y en la comedia pirandelliana, al emerger del «sentimiento de lo con- fradictorion. La comedia se acerca al drama burgues, superando las in. tenciones tradicionales del «final feliz» o del puro entretenimiento son- riente y evasivo, En la obra teatral contempordnea (piénsese en las tra gedias grotescas de Amniches, en los esperpentos de Valle, en algunas obras de Lorca, en el teatro del absurdo tal como lo realiza Beckett), Jos géneros institucionalizados, la comedia y la tragediia con sus respec. tivas codificaciones temético-esilstcas, se funden y se alean con re- sultados inéditos y con frecuencia perturbadores. ¥ no hay que olvidar, aungue sea en un veloz bosquejo, la fecundidad genial de la teoria brechtiana de la «distanciacidrm, que ha contribuido potencialmente a in renovacion de la accion teatral Por otra parte, Frye ha subrayado con justeza la importancia de la masque (= representacién basada en la misica y en el espectéculo; co- rresponde al teatro de los italianos que Lope vio en Valencia) por la importancia que asume el publico en ella, no tanto por un compromiso catértico como por una mayor participacion individual y problemética en el acontecimiento que se presenta sobre las tablas (cfr. Frye, Ana- tomy of Criticism). La renovacién del teatro, desde el Ubu Roi de Jarry (1896), pasa por la recuperacién de todas las caracterfsticas de la mas- que: lo fabuloso, lo surreal, lo antinaturalista,e] personaje-marioneta él rescate de elementos populares y grotescos, la musica. Del café can fante, del género chico —sainete 0 parodia—, derivan tanto el teatro de variedades como las obras més altas; todo un patrimonio de cultura r comPacnsacion 63 adquiert.g recientes (el Living Theater, Dario Fo, Arrabal, el happe- ieelven ‘a tomar antiguas exigencias de la fiesta carnavalesca, de! vocativa jputar (desde el 1 cit ejemplo, los Cantos de Ausias March. En la métrica espafiola el or elem muchas veces mantenide se traduce en ocasiones por envio. ae aifaica cubierta de amapolas? / ZY la lluvia que a menudo golpeaba pean dn de nado) nnd ol prema se ab, hac teva te Mad uae publ Un ow deer 64 COMPAGINACION lizarlos, todos los procedimientos que la impresién ha descubierto | escritor, sf que querriamos dejar constancia, a lo menos, de los may frecuentes. El primer caso, el aparentemente nis sencillo. es el de la renuncis =| por parte del poeta del blanco que individualiza al verso. a la estrofa e | incluso, al poema. Esta exclusion implica la aparicién de otro tiem; de lectura al suprimir las pausas versuales y estréficas, y de otra diy: posiciGn del discurso, ahora fuido, y de la materia poética al ofrecer las isotopias en distinta posicién y en otro horizonte de expectativa. Es ¢ lector 0 el poema el que produce su ritmo postico, el que hace que aguelio no sea prosa ni siquiera poema en prosa (V.). Citemos, como’ ejemplo de esta actitud, la transformaci6n del Espacio juanramoniang :| desde su organizacién primitiva a la que presenta en las ediciones de. finitivas; y la presentacién —menos afortunada, a nuestro parecer— de algunos poemas en verso libre en Leyenda. Barbara Johnson (Poétique, - 1n.® 28) ha estudiado, aunque con otro propésito, la transformacisn del poema de Les fleurs du mal, «La chevelure» en el poema en prosa «Un hémisphere dans une cheveluren. Se puede prescindir también, con efectos seinejantes, de la tradicio- nal marca de separaci6n de estrofas, bien mediante el blanco. bien me- diante la sangria, bien utilizando ambos procedimientos. La estrofa deja de ser asi pensada como una unidad exenta y el poema, a veces de forma muy tradicional, sufre una subversin en su sintaxis expresiva. Pedro Salinas prescinde de los ejes de organizacién en los tres sonetos que publica en Presagios (el primero comienza, muy significativamente, Deja ya de mirar la arquitectura). Por el contrario, el blanco separador de estrofas puede producir un efecto de extrafamiento (V.) al sobreponerse a una forma que, tradi- cionalmente, no los comporta. Asf, al distribuir los diez versos de una décima en 2+ 6 + 2, Jorge Guillén presenta en «Al sol del Sur» (Ho- ‘menaje) como tres sighos en yuxtaposicin, como tres momentos, 1o que normalmente se ve como sucesi6n, marcada mas atin —la contraposicién es dialéctica— por estar construida la décima solamente sobre dos rimas, yy ser planteados como disticos el grupo inicial y final. Un tipo de rotura Parecida se produce cuando la pausa estréfica —graficamente marcada, recordamos, por un blanco 0 una sangria— es salvada por un encabal- gamiento de segundo grado. El blanco entre versos —cada uno se des- taca en su individualidad—- marca un «tempo» de lectura, ademas de poder hacer confluir diferentes formas de meditacién lirica. Véanse los tres «momentos» que se entrecruzan en los siguientes versos de Guillén: El agua quieta y plimbea en su foso. Vagamos solos dentro de la ruina. Se movid un cordelero en lo remoto. a 2 ee a compacinacion 65 a larga y el paso de linea en el mismo verso ¢6 un prove: a TBS fines muy civersos, Es acaso Octavio Paz et posta 42 Reno de el para rotura y mantenimiento de la unidad vats niques. Vease este procedimiento,unido al anterior. FRazone de Juan Larres: ‘sucesion de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema fs esto y esto y esto ¥ esto que Hega a mf en calidad de inocencia hoy que existe porque exisio La sangri y porque el mundo existe y porque los tres podemos dejar correctamente de existir. jieaciones sobre El blanco entre palabras puede modificar 0 dar indie elstempo de lectura» del verso, convirtiéndose en un signo de segundo grado: La vida es un (Gerardo Diego) o puede desarrollar una doble isotopfa, una doble lectura del poema, si Se interrelacionan los dos signos que el blanco separa: Bandadas de flores linico verso. interminable Flores de si Flores de no Cuchillos en el aire gue rassan Tas carnes forman un puente St No Cabalga el sohador Péjaros arlequines cantan el st cantan el no (Gerardo Diego) Un efecto muy parecido puede lograrse por el ajuste de Iineas. Ast, en Octavio Paz encontramos estos dos ejemplos: Piel Llama negra del mundo Heliotropo - Sonido Sol ti misma En el poema, una estrofa sangrada en todos sus versos con respecto a las demas impone para ella unas isotopias propias que se oponen y ‘complementan desde su autonomia a las que se desarrollan en ¢l resto Gel texto. Compérese la distinta Jectura que propone Jorge Guillén para 66 companacion alzumos de sus poemas (por ejemplo. en «Ciudad de los estios») ente el Cantico de 1936 y el de 1945 y ediciones sucesiva: En un texto, el blanco puede funcionar por ausencia, destacando jg palabra que falta: es el procedimiento que Morier, al describirig ¢t Claudel, llama blanchissement. Pero puede ser también un punts 40 fuga, de convergencias y divergencias gue propicien la patentisaccg ot 'rradiaciones (V.) multiples, por separacion y por contacto, entre snes muy diversos que, de otro modo, no podrian ser relacionados Ee Bistral el juego de apercuras, acercamientos, simetrias ¥ organianenn, ue hacia y desde un centro y a través de €l ademas de Irarcae™ brada relacin horizontal de linea de lecture se propicia por ie ban Pensada compaginacién, con la ambigua forma del blanco cent] k oema Custodia de Octavio Paz. El mismo poeta mexicano uiliog oo Aiferentes generos de Blancos que hemos sefalado, la espaciacin’y ‘,agut también como en el poema mallarmeano bésico la parcsud nacién de tipos de imprenta diversos para producit la multiplicdaee lecturas (que, en defintiva,es una tnicalectura) de su «Blancos, rocey de titulo emblematic De la parangonacién usa igualmente con frecuencia Gareta Lore, auc se slive de ella para combinar dos series de sotopias diversas eg se funden en un solo poema: véase, entre otros casos posibles, Taree ladilla de los tes ros», en la que las dos series se intercelan Gn en Unidad, 0 los «Tres retratos con sombran, en los que 0 bien el eins oema se modifica con el segundo (la «sombras), 0 bien pews sete Segundo la lectura anterior del primero. La disposicion libre de Ios versos en la pégina puede utilizarse para reproduc en dibujo el objeto a que el texto ae refiere (V. Cautonane, pero tambign para dejar al lector que construya su propio poome anny tos materiales de los que le provee el escritor, para orpanioas le lnacs fegin unas direcciones que le resulten extranantes al lector, de amines casos se encontrarsn ejemplos en la antologia La escritura en ibe © en los Topoemas y los Discos visuales de Paz, aqui ahadiende ve fence fuevo: la sorpresa que ha de producir el descubrimiento de un free mento de texto nuevo al mover el efreulo superior En prosa, los procedimientos de compaginacién se han empleado Para Ia expresién de la simultaneidad de dos hechos narrados; ch Tee Juan de Pérez de Ayala se pasa de la composicion en lines useoa fr, doble columna; en otros casos se interealan las lineas del doble sclera, bien con diferente tipo de letra, bien con el mismo. La parengonacog se ha usado para subrayar algun trozo de texto, indicar ¢l tone ae wan expresar el discurso mental frente al oral, ete, COMPARACION. La comparacién, también llamada simil, es una fi Bura ret6rica que establece una relacion entre dos términos en vittud de r COMUNICACION 67 ‘ fea bien por la presencia de una corre- anatogia entre ellos. Se marca bien por una core ane ar gmatical comparativa (como... as), bien por la unién entre lacion Bribros por un morfema que la establezea (como, mds que, pa- des rife). Ejem.: Como perro olvidado que no tiene | huella ni olfato Joti por los carina, Sv camino, coma eno queen ls noche de ¥ yerresta 1 se pierde entre el gentio I'y el aire polvoriento y las candelas wa feta | dante, asombra | covasOn te miscay de pen, as toy30 (Amionio Machado); Frida, pora mi dulce y sabrosa| ms ue Whpata del cercado ajeno (Garcilaso); Ninardos ni earacolas I een el duds tan fino (Gareta Lorca) MPETENCIA. Ena terminologia de la gramética generativo-trans- foactnal (V7 Lnesien, 3, competence lena de eo lngstieasinteriorizado por los hablantes para conformar su saber lin- gusto, graces al ual pueden formar y entender un nimero infinite de enunciados. La finalidad de la gramética seria deseribir y definir competencia linguistica, poniendo de manifiesto los mecanismos que ge- gern Is frases correct» qu permiten comprender ls que so a iguas (Por ejemplo, Los pollos estén preparados para comer, Luis sil Dubay elperoladraa y no Lats adrabay el perro sbabe) binomis chomskyano competencia-actuacién (competence-performance) se ha emparentado con frecuencia al saussuriano lengua-habla 0 también a la pareja cOdigo-mensaje. La actuacion es la ejecucion, la realizacion (més © menos parcial) de la competencia en los actos de habla, teniendo en cuenta los condicionamientos individuales y sociales (desde la memoria y la emotividad hasta el ambiente social) que inciden sobre la realizacion de ios enunciados. Para Chomsky es preciso distinguir una competencia universal, formada por reglas innatas que subyacen bajo las gramaticas de todas las lenguas, y una competencia particular, formada por las re- sles especificas de una lengua (espaol, francés, inglés, etc.). COMPROMHISO. Destin toads pore eso de xsi us obras Qe ‘al manera que intervengan en la historia, desde un punto de viet social, politico, tic, primando este deciion sobre pretupuestos fun damentaimente lntererios, El compromiso supone ala ver una toma de consiencia yuna situacin de hecho. ION. La teoria de la comunicacién estudia los fené- menor de trmamisin de as sefses, tanto ene maquinas(opastos repuladores de otro, o corectores, por ejemplo), como entre hombres o entre maquina y hombre (una seal laminose de aviso puede servi Geuesttay El que indieamnos a continuacion es un exqema general dai procero de comunicason: 68 comunicacion rato transmisor (la boya, la voz) se produce una sen ‘lécts prensale (situacion de alarma). Ey cemunleacionUnguistca. La comunicacén inguiscs se pued ir como un intercambio verbal entre ur ‘ roduce un enunciado D hatlante, on meet pr ciado con destino a otro sujeto hablante, on ie dte tn determinado menseje's acto de este mensaje, la comunica ceso semejante al examinado. El esquema de la comunicaci is note icin linguistica presupone los siguientes comuNIcAcION 69 1) elemisor, que es también la fuente del mensaje: él selecciona en el ares de un cédigo ciertas sefiales que combina para producir la in- formacion; en este aspecto, el emisor se denomina también codificador: i) el destinatario (0 receptor-decodificador) al cual se dirige el men- saje para que Sea interpretado o decodificado sobre la base de un codigo iue es, al Menos en parte, comin con el del emisor; ‘e) el e6digo, que comprende un conjunto de sefiales y las reglas de combinaci6n inherentes al sistema de estas seftales; para Saussure el c6- digo es la lengua como institucién social que permite la comunicacién entre los miembros de una sociedad determinada; 4) el mensaje, es decir, un enunciado o una serie de enunciados que el emisor forma seleccionando y combinando los signos del c6digo lin- giistico; es el habla de Saussure, el acto 0 ejecucién individual; e) el canal, soporte fisico de ia transmisién del mensaje, el medio a través del cual son enviadas las sefiales: las ondas sonoras, pero también otras formas en el caso de transmisiones especiales (por radio, con sis- temas electrénicos, etc.); f) el referente, 0 sea la realidad verbal o susceptible de ser verba- lizada y comprendida por el destinatario (V. LENGUAJE, FUNCIONES DEL LENGUAJE segiin Jakobson), El medium especifico de 1a comunicacién lingiistica es la palabra, mientras que el canal esta constituido por las ondas sonoras. Sin em- bargo, las informaciones nos pueden llegar a través de todos Ios canales sensoriales: en el cine, por ejemplo. vemos las imagenes y oimos las palabras, miisicas, ruidos, etc. Un perfume puede ser sefial de la pre- sencia de una persona, el gusto de un vino nos puede evocar una ciudad oun encuentro, etc. Por fin, la comunicacion verbal puede ser entorpecida por lo que los téenicos de la comunicacién llaman ruido (por ejemplo, las interferen- cias en las transmisiones de radio). El ruido puede ser un hecho exterior la comunicacién (estridencia, distraccidn, etc.), que impide la recep- ion del mensaje. Pero también puede haber factores disturbantes de la parte del destinatario que anulan —al menos parcialmente— la comu- nicacién: por ejemplo, la mala recepcidn de un sonido que da paso a un signo distinto («perro» en vez de «berro») o la arbitraria decodifi- cacin de un mensaje debida a la sobreposici6n (por ejemplo ideol6gica © social) del c6digo del destinatario o de sus subcédigos particulares. Por ejemplo, si el emisor dice: «Estoy parado» y el destinatario inter- preta «parado = sin trabajo», se puede tener una falla de la comuni- cacién: el disturbio deriva de la equivocidad de los cédigos 2. El modelo Integrado de la comunicacién. El esquema de la comuni- caciGn de Jakobson, organizado sobre seis factores fundamentales, exige ser completado por otros elementos més especificos. Ante todo. cual- quier forma de comunicaci6n sucede siempre en una situacién temporal 70 coMUNICAGION y espacial determinada, en la cual el emisory el receptor se relacionay = Segun clases (sociales, jerarquicas, profesionales, etc) que no mont | dejar de condicionar las opciones lingufsticas del mensaje. Son muy nocidos, por ejemplo, los fendmenos psicolingusticas conexos wig orf yor © menor seriedad de la situacién, al rango social o al prestigio we “| los interlocutores, a la competencia, al conovimiento reciprone ‘Ademés, toda comunicaion va drgida no slo un cambio de int’ ‘maciones, sino tambien a ejercer una action sobre el reception: de quien habla o escribe pueden ser de carsetcr progmatica, ave considerar servicios, prestaciones, érdenes o deseos, y, en general, is iq relaciones entre los'participantes en la comunicacion. La teorle d¢ f actos lingiiisticos (V.) ha iluminado la sutil estrategia ilocutoria clay . mente implicada en las précticas de la comunicacion. Por dame are debe olvidar que tras de cada mensaje (la parte explieita de Ie cone nicacin) hay una complejac intricada realidad que ve podria Jenominy «lo no dicho», esto es, todo lo que queda implicit y se presumeey parte del emisor. Las presuposiciones (V.) tanto semanticas comme oot turales o cenciclopédicas» se dejan aa labor de desciframientoges Ca lias el seceptor, el cual debe integra el sentido manifesto ol te mensaje y un conjunto de sigificaciones suplementarias que orien el sentido global o profundo del mensaje mismo. Para sigunos screens remitimos alas voces: ImPLicrtO, PResUPOsICiON, ReMa y sear Un Modelo integrado de la Comunicacion deberia comprender los siguientes factores: Clases Miras___Implicito Referente J-——_____| | comunicacios 71 la identidad entre el e6digo del emisor y el del destinatario no siem- re ve produce: piénsese en el caso de la poesia medieval; qFinensaje ofrece una informacién no siempre ficilmente decodifi- cable porque es complejo, ambiguo, connotado (V. CoNNOTACION); al Codigo linguistico es simplemente el sustrato del signo literario, de In forma de la expresién (V. ForM@a), porque la estilizaciGn artistica Granipula profundamente el valor denotativo de las palabras (V. DE- venation) gracias a multiples procedimientos de escritura (por ejemplo, ret6ricos): ta mayor dificultad de la decodificacién consiste en que detrés del mensaje literario no esta solamente el sistema lingoistico del autor, sino un conjunto de subcédigos (V.) histérico-culturales evidentemente dis- {intor del conjunto de referencias del lector. Entran aqui en juego no Solo la diferencia en el area de la lengua, sino la especificidad conno- tativa de los signos artisticos. "Tratemos de simplificar el proceso comunicativo de la siguiente form: [[imisor_}-—> [Mensaje }—~ [Desinatario En el emisor se resumen tanto Ia fuente como el transmisor: en nues- tro caso es el artista, mientras que el lector es el destinatario. Si los ‘cédigos fuesen distintos, ser4 preciso que el destinatario refiera cada uno de los signos-palabra del mensaje al cédigo del artista, historicamente determinado, por medio de los recursos filolégicos adecuados, esto es, mediante el estudio hist6rico de la lengua (filologia y lingiuistica). Ll mamos a esta operaciGn exégesis (0 decodificacién): ésta consiste en la pardfrasis del mensaje en el c6digo del lector, tras ocasionales recursos filolégico-lingtifsticos. ‘As{ pues, el mensaje es comprendido en su nivel primario, es decir, en el plano denotativo, por los contenidos que transmite: Emisor | —~;*#!__. [Mensaje }—-888!___ Recepior = ite c t Te Coniens t + [Cédigo_ ]-_____| 3, La comunicacién Wteraria. En el cato de un mensaje estético(lte- rario), 1a comunicacin se complica, aunque sélo sea por los motivos siguientes: " Se8 Por los moti Emisor Mensaje, Destinatario Gtotdgicos_| i i \ i [Plano denotative)-—1 Céaigo decodificacién Tingaistica { 72 comunicacion La exégesis es el presupuesto de cualquier interpretacién, especial. mente para los textos complejos y oscuros. Sin embargo, la interpre. tacién critica no se puede reducir, como es obvio, a la mera pardtrasy — de los contenidos. Si denominamos ideologia (V.) a la vision de la vida gue tiene un autor —visién que siempre se remonta @ un ambiente hig. t6ricocultural— y si denominamos subeddigo a la tradicién literaria, retorica a la cual se remite el artista, en alguna manera, para «formar estilisticamente su obra, el esquema antes dibujado se hace algo may complejo: Enisct Memaje Destinatar [ E estinatari] ------}------- t \teiea OT] r--a ‘Codigo igutstica [Plano |___ ergs) i denotativo |Secadifeacion t ' It ‘Subcddigo | estiist (Gad itera Ty teiorca ' y retorica) ’ t 1 1 imterferencia - Fiano 8 |" Tdeologia t 1 conan pee iL Heeoten | Ideologia 1 (estilo) desciframiento (Wisin de fa vida mundo cultural) Fistoria de la cultura Como se ve, el mensaje estético se especifica ahora no sélo en el plano denotativo, como mero contenido parafraseado en el cédigo del destinatario, sino también en el plano connotativo, como significado global, como expresién estilistica. En este esquema, la interpretacion critica se entiende como desciframiento, puesto que es la caracterizacién estética de contenido y forma en la unidad indivisible del estilo. El men- saje postico (0 literario) expresa una sustancia informativa por medio del cédigo (la lengua) y el subcédigo (la tradici6n literaria, con sus ins- tituciones, las escrituras, la retérica) propio del autor y referido a su mundo cultural (la ideologfa). El desciframiento del mensaje, esto es, su lectura critica, debe tener en cuenta el hecho de que también el des- tinatario posce su propio cédigo, no coincidente, como es obvio, con el del escritor. Una interpretacion exacta exigirfa, por lo tanto, por parte del lector un proceso de adecuaci6n al cédigo y'a la ideologia del autor, lo que se puede conseguir tnicamente con una minuciosa reconstrucci6n hist6rica del mundo cultural del escritor, mediante diversos recursos fi- concesion 73 stca,estilistica y retérca, historia de Ia cultura). No es sti el ertico debe eviter a adaptacion del texto a su Godupsa, o la proyeccion de ideas ¥ contenidos que per- * interferencia), so pena de deformar el tol6gicos (ling precisa subray: coaiee ¥ 9 mundo cutural ( mensaje del autor sntenticg mensolcjemplo de empleo de diferentes cédigos posibles por peta cere ictores() todos rexummigos en uno) y el. que se supone part { autor, el admirable ejercicio de desciframientos que Borges nos Para setpjoare Menard, autor del Quijote» (en Fieciones) COSATIVA (Funsén) La funcion conan, seg, skatnon et ore ean el vocative. Ejem.) Compre usted en El Corte Inglés, re a drlad | con gue ie has entregado | no la comprenden ellos, ue et Ten euidado. (Gil de Biedma). Un caso que presenta interés i eats es el que se plantea cuando todo eLtexto se dirige. £0 supe nstancia, a interlocutor expreso: es el Salina de in oda de Prine el Palacio, amigo de Antonio Machado. o el Vuesira Merced Fray Lo, eatudiado por Francisco Rigo. O cuando el propio autor de aritnts on receptor primero através de 1a Segunda persons: pién fo enor de Cernuda, 0 en el Don Julién de Goytsolo CONCATENACION. En Ia terminologia sintdctica la concatenaciGn es Gide de union que se establece entre los grupos o sintagmas de una frase (ejem.: F = SN + SV: también SN = det. + Nj la concatenacién se indica mediante el signo +). # nee cgrica, la concatenaci6n es una forma de gradacin que con- siste en la continuacion progresiva de la anadiplosis (V.). Ejem.: ¥ des- venturados de los que por ostentacion quieren tirar la barra con los més poderosos: el ganapan como el oficial, el oficial como el mercader, el Inercader como el caballero, el caballero como el titulado, el titulado Tomo el grande, el grande como el rey, iodos para entronizarse. (Mateo ‘Kleman), El ehamariz en el chopo !—c¥ qué més? | El chopo en el cielo dau! ZY qué mas? | El cielo azul en el agua )~¢¥ qué més? | El agua on la hojta nueva | —Z¥ qué més? | La hojita nueva en (a rosa! —. Ta imprecacion, la ironia) con la cual se suplica 1 thom nos parece demasiado extensa y demasiado alejada del uso Speci del termine ei oratora Juri ag, Como recuerda re i doprecato es una forma de defensa del reo, que confiesa ane sefega sus méritos, vocando un juieio Benigno. Es tpica spaalpa Pesesout'de la epica antigua, de la tragedia, del pocma caba- tee econdemes el rucyo de Primo a Aguile ena liada (Aguile, wets Tos dioses» apiddate de mi, acordandote de tu padre; que Yo pet ae ie digno'de compasion que él, puesto que padeet 10 que 2 ode morta leew mt boca la mano det hombre matador de mis cae or ey'Blas de Overs. Yo, pecador,artota del pecado, / comida Mee) gusta hasta los etanos, 10, tropel de esperanza ) de fracases, / eu dal dolor, firma del vento, Yo, pecador, en fin desesperado | ea Seer Nieman: me onfeso | ue soy un hombre en stuacion de hableros | dela vida. Pequé” No me arvepieno DESAMBIGUAMIENTO. Procedimiento de decodificacién mediante elcual un enunciado, susceptible de distintas interpretaciones (y por lo tanto, ambiguo) es interpretado correctamente. El desambiguamiento esté producido por el conocimiento de las distintas isotopias (V.) que atraviesan el texto. Asi, en la frase: Las gallinas estan preparadas para 94 pescirRacion comer habré dos interpretaciones distintas segiin las isotopfas sintécticas que se valoricen: Las gallinas estén preparadas: a) a comer, b) a ser comidas. Normalmente, la contextualizacion (V.) puede servir para de. sambiguar un enunciado o parte de él. Véanse las voces: DIAFORA, Dis. cuRSO. DESCIFRACION. En el proceso normal de a comunicacion el resu tado de la interpretacion de los signos por parte del destinatario se de. rnomina descfracion 0, més corrientemente, decodificacién. En nuestg entender, en la lectura critica de un texto literario serfa util diferenciay” entre una més elemental decodificaci6n a nivel denotativo-«de conte. nidos» y una descifracién global del texto en el nivel estilfstico-conno. tativo. Para otras explicaciones, V. COMUNICACION, 2; CODIGO, DESCRIPCION. En la retérica antigua la descriptio o ékfrasis es, como sefiala Barthes (La antigua retorica, B.2.9), «una serie fluctuante de es. tasise, inserta en un momento en que la narratio se suspende y el autor describe un lugar o un personaje. La descripcién de un lugar se llama topografia; la de un personaje, si de su fisico, prosopografia, si de sy cardcter, etopeya. Para ‘Tomachevsky la trama de un relato esta formada por motivos Jigados (necesarios) y libres (climinables sin perjuicio para la fabula); entre estos estarian las digresiones y también las descripciones. El mismo critico considera las descripciones naturales, ambientales 0 ps sajisticas como motivos estaticos, que no comportan cambio de situa cin, Para Barthes (Communications, n.° 8), las funciones del relato son: Jos micleos (que abren, mantienen o cierran una secuencia), las catdlisis (que tienen un cardcter completivo; de aqui, por tanto, que las escripciones se clasifiquen entre las catdlisis), los indicios (funciones ideolégicas) y las informaciones (datos inmediatamente significativos, como la edad de un personaje; la descripcién puede, pues, ser un in- formante). {Qué significado tiene la descripcién en un relato? «Puede servir para crear un ritmo en la narracion», aseguran Bourneuf-Ouellet (Le novela, pag. 134); por ejemplo, provoca un remansamiento después de un pasaje de accién, o bien una impaciente espera cuando interrumpe la narracién en un momento critico; representa una obertura que anun- cia el tono € intencién —a veces las claves de desciframiento— de la obra: piénsese en el inicio de La de Bringas de Galdés; establece unt pausa emblematica o simb6lica, etc. O también la descripcién tiene una funcién pictorica, hace ver; por ello, determina una transmisiGn de in- formacién desde un personaje a otro, plantea el problema de la relaciés visual entre un personaje y los objetos, se concentra sobre la represen- tacién del personaje mismo (en Galdés, por ejemplo, mediante las it DEscRIFCION 95 formaciones sobre su estado civil, sobre su psicologia, su fisonoméa, su ambiente). ‘Secuencia relativamente aut6noma en el relato, Genette ha sefialado como se va integrando, sin embargo, en la diégesis: «Es mAs facil con- Gebir una descripcion pura, exenta de todo elemento narrativo, que lo jnverso, pues la designacion mas sobria de los elementos y circunstancias de un proceso puede aparecer como un bosquejo de descripcién» (Fron- tibres du récit, en Figures II). La descripcién puede estar focalizada en tn personaje que ve un objeto determinado o mira una escena, un p: saje, un ambiente, a otro personaje (Don Fermin de Pas contemplando Vetusta desde lo alto de la catedral con un catalejo puede ser ejemplo), o bien puede ser asumida por el narrador mismo y constituir, de esa forma, una pausa extradiegética, pero incluso en este dltimo caso es dificil que sea neutra: véase las descripciones barojianas, que hacen ‘savanzar» inevitablemente la fabula. ‘Para Hamon, una descripcién se articula en un sintagma narrativo de tres términos: Conjuncion de 1 personaje | a) tarea de A sobre C ante | transferencia de Ki@dezpersonajesAyB) |B. Informacion a B (0 ‘Ge un Sbjetormarco am- | b) palabra de A y Ba pro- | a Ceneel caso C) ental C, Pésito de C ©) mirada de A sobre C. En la narraci6n realista Ia descripcién es en gran medida tributaria del ojo: un personaje fijo ante un panorama o una escena movil, un personaje movil que pasa revista a un marco ambiental (calle, habita- én...) La descripeién puede depender también de la palabra (un per- sonaje informado que describe algo a otro personaje no informado) 0 de la accin (la enumeracién de los actos de un personaje ante otro es ya, de por sf, una descripcién). Generalmente una secuencia descriptiva puede abrirse y cerrarse mediante sefiales demarcativas de muy diversos tipos («se asomé a la ventana... se aparté de la ventana y-volVvi6 a la mesa») que delimitan la interrupcién de la diégesis verdadera y neta. «Una descripcion dimana frecuentemente de la conjuncién de uno © varios personajes (P) con un marco ambiental, un habitat, un paisaje, tuna némina de objetos. Este ambiente, tema introductivo de la des- cripcion (T-1), pone en marcha la aparicion de una sucesién de subte- mas, de una nomenclatura (N), cuyas unidades constitutivas estan en telacién metonimica de inclusion con respecto a aquél, una especie de ‘smetonimia difusa»: la descripcién de un jardin (tema principal intro- ductivo implicaré casi obligatoriamente Ia enumeracién de las distintas flores, arriates, calles, acirates, Arboles, parterres, ete.) que lo forman. Cada Subtema puede también ser origen de una expansi6n, tanto cali 96 DeESEMaNTIZACION DEsTINATARIO. 97 ficativa como funcional (PR), que glosa a aque! subtema. La £64 de la descripeién-tipo serfa, por tanto: P4+F+T-I(N + PRe + PRA) en la que F tiene muchas veces la forma /mirar/, hablar de, fetus Sobre: en la formula cada unidad puede estar més 0 menos distante las otras, funcionar por ausencia, 0 ser permutada» (Hammon. op. aah, méihode philologique), ni nos parece absolutamente pertinente, aunque mg sugestiva, la idea de un destinatario como «colaborador de la vida Tisémica del texto» (Corti, Principi della comunicazione letteraria), a Fo ser que el propio autor se lo proponga como finalidad en la creacién Jel texto (Fecordemos el Soneto de rece versos de Rubén, con un ca Kcreeno en grado cero para que lo construya el lector). La fruicién ar~ fotica verdadera (dejamos aparte los razonamientos sobre la «sensibi- fidade y sobre el «gusto» —categorias psicolégicas no bien definidas— del lector) es una operaci6n semitica dirigida a la apropiacién lo mas, Completa posible, y en el limite inalcanzable, integra, de los cédigos ¥ subeddigos que subyacen en el texto, y de la intencién del autor cuando emitid ese mensaje comunicativo. -Presupone, por lo tanto, una recons- truccién historica de las distintas series que se entrecruzan en la obra weal epistema del autor—, connotando sus signos; y luego. un gradual proceso de reconversion y recolocacién de los signos en ei sentido to- falizador de la obra-mensaje, sewtin las intenciones del escritor. La po- lisemia del texto, dicho con otras palabras, ha de ser relacionada (his torizada) con la complejidad de los cddigos y subeddigos, y con la hi- persignicidad del mensaje (v. también el problema de la ambigiedad) {nclado en el proceso de la comunicacién literaria (V. TEXTO, INTERTEX- TUALIDAD). ‘Sin embargo, es indudable que una lectura exhaustiva hasta ese punto es més Un ideal que una préctica comin. Como se ha notado, el Uestinatario se muestra interesado con frecuencia s6lo en una de las fa- cetas del mensaje artistico (en su contenido como fabula 0 como do- cumento, en la tipologia de los personajes, en la fruicién identificativa, fen aspecios del lenguaje, etc.) y, en la mayor parte de los casos, de- codifica el texto a partir de su propio sistema cultural. Si estos hechos pueden parecer inevitables, especialmente para las obras «clésicas» 0 pertenecientes a otros sistemas culturales. sera preciso para un trata miento critico tener en cuenta al archilector (V.) de Riffaterre, aunque sea temporario, es decir, de las diversas formas en que épocas enteras han disfrutado de determinados textos, en Ia medida en que se pueda sostener, aunque solo sea sociol6gicamente, que la esfera de los signi- ficados de un texto resulta del conjunto de sus lecturas (realizadas 0 realizables). Obligatoriamente la comprensi6n de un texto es un fen- meno de transcodificacién (de paso de un cédigo a otro: ejemplo cons- picuo, las tradueciones de obras extranjeras): como cualquier transmi- sién de informacion este camino es ambiguo, porque puede tener el costo de una dilucién del mensaje, de una entropia cualitativa, o puede comportar el riesgo de una «polisemia» ideologica, de un enriqueci- miento de sentido condicionado por las tipologias culturales del pablico. En esta rampa de las lecturas «modernas» esta hoy de moda la lectura politica» de los escritores del pasado, 0 de la «desmitificacién> de Ful: DESEMANTIZACION. Pérdida de valor semantico. desvaimiento dei significado profundo de un término. Por ejemplo. la mayor parte de lac palabras de significado sexual se desemantizan para convertitse en in. terjecciones. DESTINADOR. EI término se emplea alguna vez como sinénimo de ‘emisor de un mensaje o de hablante en la comunicacion oral. Para Grei, mes, el destinador es uno de los actantes (V.). DESTINATARIO. Es el receptor en el proceso de la comunicaciéa (V.). En la comunicacién literaria, ef destinatario es el lector 0, quizd mejor, ampliando el sentido. el piblico. En el andlisis de un texto sert preciso prestar atencién tanto a la relacion entre el emisor y el desti natario (por ejemplo, el lazo entre el escritor y el horizonte de expec- tativa de su piblico), como a los modos determinados histéricamente de que se sirven los destinatarios para leer un mensaje determinado, En el estrato de la decodificacion o, si se prefiere, de tipologias de lectura de textos se puede afirmar que la obra literaria es vabierta», es deci, que acumula en el tiempo —y a veces en el momento: piénsese en ei vario piiblico que presenciaba el teatro de Lope y su escuela— un ca talogo bastante diversificado de respuestas a sus potencialidades signico informativas; por otra parte, el texto, como realidad a auténoma, es una obra cerrada, que tiene una estructura semidtica bien defini, aunque no sea posible que se agote en una lectura-desciframiento unt voca. Se produce un fenémeno de interferencia y, por ende, de distor sign del mensaje, cuando el destinatario superpone su ideologia (sus cédigos y subcddigos, determinados socialmente) a la connotacién del texto, o también cuando la lectura se contempla como reescritura de it obra y el destinatario como un nuevo productor del texto, cuando 10 como el principal o el tinico: nos referimos aqui a determinadas post cciones de la nueva critica francesa, por ejemplo al sltimo Barthes —a de S/Z 0 Le plaisir du texte— y también a las posiciones del grupo de la revista Tel quel y. sobre todo, de Julia Kristeva. En nuestra opinion, es preciso salvaguardar en todo lo posible la realidad del texto como sistema semnantico cerrado (y por lo tanto hit toricamente determinado: véase, una vez més, L. Stegnano Picchio, Lé 98° pesvio obras, autores 0 tipos, con la consecuentia, que creemos peligrossia, de exivapolaciones idcologieas que disminuyen, si no deforman in Gqueza de las eserituras: recuerdense ~-es el ejemplo mas visible fe unos montajes teatrales (se representa al Valle-Ineldn o al Lorca t¢ nuestro tiempon, no a Vaile-nelan 0.2 Lorca) ara el significado actancial de destinatario, VEASe ACTANTE DESVIO. Distancia que se puede percibir, con mayor © menor rigor, entre un enunciado y una norma preestablecida: en la lengua el cédigg lingiistico, el [enguaje esténdar, etc.; en Ia literatura el arquetipo ge: | ngrico sentido como canon. La nocién es confusa, pero todavia la man. tiene, con algunas modificaciones y adaptaciones, el grupo que redacis Ia Rhétorigue générale. DETERMINANTE. En sentido amplio, el determinante es el elemento que actualiza a un nombre, es decir, que lo determina, en la estructura del sintagma nominal (articulos, adjetivos, complementos del nombre). Por ejemplo, en el grupo el hermano de Carlos, tanto el articulo el come el complemento de Carlos determinan al nticleo hermano. Para Martinet (V. Lincbistica, 2) €] determinante en un monema dependiente. DEVERBAL. Nombre formado a partir de un radical verbal (toque, acercamiento, callandito, etc.). Algunas veces se denominan también nombres postverbales. DEUS EX MACHINA. En el teatro antiguo la divinidad intervenfa con frecuencia para resolver situaciones embroliadas, bajando desde lo alto gracias a aparatos escénicos. Por extensi6n se define hoy como deus ex ‘machina a la intervencién providencial de un personaje importante 0 resolutor, sobre todo cuando su aparici6n 0 actuacién no se justifica por la andadura de la obra. DEUTERAGONISTA. En la tragedia antigua el deuteragonista es e personaje secundario con respecto al protagonista 0 personaje principal. En la comedia antigua espariola este papel aparece representado en me chas ocasiones por la figura de donaire DIACRETICO. Es un signo gréfico que modifica a otro signo, por ejemplo, el acento: démine, domine, dominé DIACRONIA. La oposicién entre diacronia y sineronfa —es deci, lt contemplacién de la lengua desde un punto de vista histrico-evolutivo frente a In descripcion de un determinado «estado» de Ia lengus— os una de las dicotomias establecidas por Ferdinand de Saussure. La dir DraLoaisMo 99 cronia estudia los hechos lingiisticos en su sucesién y en su transfor fnacidn en el eje temporal (para Saussure es una sucesion de estados Sncr6nieos) La rigida oposicién entre sincronia y diacronfa ha sido cuestionada por fos funcionalistas (V. tinovistica, 2), porque todo sistema linguls- feo que sea posterior a otro no puede ser analizado més que en términos Ge transformaci6n de la estructura sinerdniea precedente en la que le va 4 suceder. Por otra parte es muy dificil —si no imposible — establecer euél sea el sistema sinerénico de una lengua, teniendo en cuenta los diferentes estados que ésta presenta en los distintos grupos sociales y en sus diversas localizaciones geogréficas: vos es un arcafsmo en la Penin. sula, pero no lo es en Argentina. Para un andlisis eritico del problema, véase Martinet, La lingufstca, s.v., y del mismo autor La economta det cambio lingustico. DIAFORA. Es una figura semantica que se produce al usar dos veces sna misma palabra, pero con diferente significado o con distinto matiz. Por ejemplo, en el poema de Géngora: Cruzados hacen cruzados, | es. cudos pintan escudos, /... 1 ducadas dejan dueados / y coronas majesiad. ! las palabras cruzados, escudos, ducados tienen primero el valor de mo- nedas, para transformarse después en términos nobiliarios. La difora implica una doble isotopfa (V.), por medio de la cual se efcctta una transcodifieacién: en el caso que hemos citado, el paso de un subeédigo econémico a un subcédigo de clase social. Véase también ANTANACLASIS| DIALEFA. Figura métrica (V.), contraria a la sinalefa, que consiste en pronunciar en silabas diferentes ia vocal final y la inicial de dos palabras ‘contiguas de un verso. La dislefa ha sido utilizada con fines estilisticos por Herrera, que la sefialaba poniendo un punto sobre cada una de las vocales que la formaban. Ejem.: ¥ sino rompe, ’ antes que ala cumbre, yat” alga de la imida hondura, y en colossos a” una y otra parte DIALOGISMO. En la retérica antigua se da este nombre a una forma de mondiogo 0 de reflexién construida en forma de didlogo, frecuen- ‘temente con interrogaciones a las que el mismo hablante da respuesta: ¢¥o para qué naci? Para salvarme. | ;Que tengo que morir? Es infalible (argas Ponce) Shklovski y Bajtin caracterizan con este término el sistema de com- Posicion fundamental de Dostoyevski: «Las controversias no ocurren sélo entre los personajes; los diferentes elementos del desarrollo del tema estan también, de alguna forma, en conflicto: los hechos son in- {erpretados dialogisticamente, la psicologia de los personajes se contra- 4ice; esta forma emana del propio principio de Dostoyevski» (Shklovski: 100 prAoco pipascauia 101 Sur ta théorie de a prose). Julia Kristeva sefiala el cardcter dialogicg gq: ‘= contienda), mientras que la forma pragmética més comin es la novela como género. rs = contienda) a pragm: rs san que lot istinios partcipantes busean pertuadlise recipro: iment ado a Roma por Cicerém, el dislogo fue muy pronto consi debe como on gencro fundamental para la apologetieg estiana (San serain).o para la busqueda étcaintrospectiva (el Sesretum de Petearca, Madge te lo dignidad del hombre de Fernan Pérez de Oliva). El uso Supiatapo en la ltetatura espanola no pucde separarse de los debater &Sovales como forma poctica’ debate es ia obra de Anselm de Tur. egy De esta situacion sale por obra de Liully, sobre todo, Bernat mete; en castellano, et Dialogo de Bias conira Fortuna marca tara Mege gna nueva drcccion ideologia en el aisiogo postco. En el Re- medmiomto, junto ala influencia italiana” se hara presente el inlajo de Ios Colloquia de Erasmo: ambas fuentes convertiran a este genero en wade nt formas predilecias de nuestra Ineratura que la usaré para la Sukctica (el D, de la Lengua), la poiemica (D. de Mercurio y Caton), tspologetica (D. de la Doctrna cristina), hasta legatalas mas es fustease ideolopica de De los nombres de Cristo, las muy peculiares cl Cologuio de los perros ‘ Juntora esta forma dialogistica, sera preciso considerar la utilizacién del dilogo puro como forma nariativa, Peruendo de a Celestina y de susucesion —~destaquemos la Eujrdsina-—-recalando en La Dorotea de tape, la forma, perdida durante doacientos ato, es recuperade por Geldés La lace dela carn, Reslidad~ y legs hasta Baro Juan de ‘tere, Paradon, rey) € informa los experpentos —de nuevo teatro de Valeinclén. DIALOGO. Es la form estilistica en la cual el emisor se dirige a ya. destinatario. Ducrot-Todorov (Diccionario, s.v. Estilo) determinan of ‘unos rasgos generales de la pareja antitética mondlogo/. fase | mondlogo puede describirse por los siguientes rasgos: énfasis puesto bre el hablante; escasas referencias a la situacién alocutiva: marco af referencia unico; ausencia de elementos metalinguisticos; frecuencia de exclamaciones. Por oposici6n, el didlogo se deseribird como un discuss i que: pone el énfasis en el hablante como interlocutor; se refiere aban. dantemente a la situaci6n alocutiva; se remite simultaneamente a varig:= marcos de referencia; se caracteriza por la presencia de elementos me talingQsticos y por la frecuencia de las formas interrogativas.» Un ejen, plo, este didlogo entre Don Quijote y Sancho: ¥ diganme, :por ventura hhabrd quitn se alabe que tiene echado un clavo a la rodaja de la fortuna? No, por cierto; y entre el sty el no de la mujer no me atreveria yo a poner una punta de aifiler, porque no cabria. Denme a mi que Quiteria quiors de buen corazdn y de buena voluruad a Basilio, que yo le daré a él un saco de buena ventura: que el amor, segiin yo he oido decir, mira con lunos antojos, que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza, y ¢ las laganas perlas. | ;Adénde vas a parar, Sancho, que seas maldito? dijo don Quijote—. Que cuando empiezas a ensartar refranes J cuentor no te puede esperar sino el mismo Judas, que telleve. Dime, animal, squt sabes ti de clavos ni de rodajas ni de otra cosa ninguna? | —;Oh} Pues Si no me entienden —respondié Sancho—, no es maravilla que mis sen. tencias sean tomadas por disparates. Pero no importa: yo me entiendo, ¥ 56 que no he dicho muchas necedades en lo que he dicho; sino que ‘uesa merced, seior mio, siempre es friscal de mis dichos, y aun de mit shechos. ! —Fiscal has de decir —dijo don Quijote; que no friscal, pre. varicador del buen lenguaje, que Dios te confunda. Nétese la sucesion de interrogaciones, la relacién interlocutoria (td-vuesa merced), la si- multaneidad de referencias (el amor, un amor, la fortuna, el lenguaje en varios niveles), la funci6n metalinguistica de preguntar y preguntarse sobre el registro lingUistico que se emplea. El dialogo como forma literaria (piénsese en los diélogos platSnicos) est ligado, en sus origenes, al problema dialéctico de Ia busqueda de la verdad. 1 interlocutor se ve obligado a aceptar la verdad tras la st- cesi6n de las argumentaciones del orador. Se presupone que el inter- locutor es la encamacidn del auditorio universal (Perleman-Olbrechts Tyteca, Traité de Vargumentation). En el diélogo, los diversos interlo- cutores entablan una discusién, aportando distintos argumentos suscep- tibles de una conclusion (didlogo heuristico). Cuando el protagonista se ropone vencer al adversario se produce el llamado didlogo eristico (de DIASTOLE. Es una figura de acentuacidn irregular, tipica de la poesia. que depende del ritmo. La diastole es paso del acento en una palabra ‘una sflaba posterior a la que normalmente le corresponde. Su contrario esa s{stole (V.). Ejem.: Vi de Eufrates al Mediterrdno. Cfr. Lazaro, La pottica del arte mayor castellano. DIATRIBA. En la antigiedad, disertacion de cardcter didactico o mo- ral. Muy pronto el término significd, sin embargo, discurso polémico o sarcéstico. DICOLON. Correspondencia sintactica entre dos miembros de un con- junto (frase, verso, poema, periodo). Se puede considerar como una forma de paralelismo. Ejem.: ¥ una errancia me coje ajena y mia, / mia yde ala; / y una esencia me envuelve ajena y mia, / mia y de rosa (Juan Ramén Jiménez) DIDASCALIA, V. acoTacion. 102 orésesis DIBGESIS. En Aristoteles es el relato puro, transmitido por el narra. dor, mientras que la mimesis cs el relato recitado por los personajes En ia acepeién actual la diégesis es la historia (V.), el conjunto de acne: tecimientos narrados en un relato: si se quiere, el contenido de un relate frente al significante de la narracién (V.). Al Feordenar la narracién eg tuna serie de nuicleos constitutivos que siguen una sucesiGn légico-cny nologica, la diggesis deja entrever, en la operacién critica, la lamadg? fabula (V.), el modelo funcional del retato. DIERESIS. El encuentro de dos vocales en el interior de una palabra” puede dar lugar a la figura métrica de la diéresis cuando las dos se man.’ tienen diferenciadas y computadas como dos sflabas distintas. Ejem, Donde el limite rojo de Oriente (Herrera) DIGRESION. La digresidn o excursus es aquella parte de un relato 0, en general, de un discurso en la que el escritor, pareciendo alejarse del tema que esté tratando, divaga sobre aspectos que aparentemente son secundarios 0 complementarios, detenigndose a describir un paisaje 9 insertando en la fabula (V.) otro relato distinto (piénsese en las novelas intercaladas en la primera parte del Quijote), una anéedota, un re. cuerdo, etc, La digresin es un aspecto peculiar de la urdimbre narrativa ¥ tiene, por lo tanto, distintas finalidades artisticas:sirve para complicar ia accidn, anticipando, por ejemplo, elementos que volverdn a ser re- tomados mas adelante; crea una pausa en la accién principal, suspen: diendo el tiempo de Ia historia (V. Tiewro, NakRATIVA), para suscitar un determinado suspense en el lector (Quijote, T, vill y ix); puede coinciit con un flash-back (V.) cuando (interrrumpiendo la accién) se describe la vida y maneras de un personaje que se introduce en el relato in medias res (tecordemos el modo de presentar los personajes en los inicios de ‘Angel Guerra); o puede también la digresion tener un cariz documental, como elemento de apoyo con valor referencial, como cuando remite a tun tiempo historic, a unas costumbres, etc., para dar verosimilitud & hechos y personajes de la narracién: ast, por ejemplo, se encuentra en tantas novelas espafiolas del perfodo del «realismo erftico». ‘Un caso especial de la digresion es la llamada pardbasis, tan tre cuente en la tragedia griega: el autor, por medio de un corifeo, dabaa conocer a los espectadores sus intenciones, sus opiniones, ete. No vemos la raz6n para limitar este término a aquel uso: podria extenderse a ls casos de intrusion del autor en la obra, bien directamente (Cervantes en Don Quijote, Unamuno en Niebla), bien por medio de juicios per sonales (Baroja en casi todas sus novelas). DILATORIO (SIGNO © INDICIO). Elemento o unidad narrativa (V.) que tiene la fanci6n de abrir un camino mas 0 menos veros{mil en el piscurso 103 elato, induciendo al lector a una expectativa que no se ha de cumplir. Bi lector puede tomar este elemento ambiguamente, como funcién 0 indicio. sin serlo, DILEMA. Término de Ia 16gica clésica que indica una doble premisa ara un slogismo ‘resoluble. Mas en general, es una argumentacion Fonsituida por dos proposiciones contrarias (los ccuernose del dilema), stanteados como alternativas posibles. Vease Ferrater Mora, Dice. de Flosofa, 5 DILOGIA. Uso de una palabra o expresion en dos sentidos distintos dentro de un mismo enunciado. Ejem.: No encuentra al de Buendia en todo el ato: | al de Chinchan st, ahora, y el invierno | al de Niebla, al de Nieva, al de Lodosa (Gongora); Ak, las palabras mas maravillosa, Ferosan, spoemas, «mars, / son m pura y otras letras: | 0+ a. (Blas Ge Otero). La dilogia, junto con el calambur, recibe a veces ei nombre. menos preciso, de equiveco DISCORDANCIA. V. pisociaci6n. DISCURSO. En lingiiistica se denomina discurso al area de los pro- cesos de comunicacién superiores al enunciado o frase, en la que se habia detenido la atencién de Saussure. Para Benveniste, la frase es la unidad del discurso, que serfa un conjunto de enunciados «sobrecodi- ficados» por reglas transfrasticas de encadenamiento. En la concepcion generativo-transformacional (V. LINGUisTicA, 5), la gramética describe las reglas de competencia que sirven para producir, partiendo de enun- ciados profundos simples, frases superficiales estructuralmente com- plejas. Entre los desarrollos de la lingiistica reciente es preciso mencionar ala llamada lingUistica textual, que puede ser considerada como una expansién auténoma del generativismo. Si por texto se entiende una forma comunicativa superior a la frase, cualquier teorfa del discurso ha ée ser incluida automdticamente en el Ambito de lo textual, con la pre- uucion, sin embargo, de tener en cuenta que existe un salto cualitativo importantisimo entre el texto-discurso y la frase: el texto no consiste tinicamente en una adicién de frases: con respecto a Jas frases consti- tuyentes el discurso presenta siempre un plus de significado. Por ejem= plo, en muchos casos sdlo el texto-discurso puede resolver la ambigie- dad de algunas frases: Los pollos estén preparados para comer puede adoptar dos significados distintos segin cual sea la ampliacién textual: 1, Ya podemos sentarnos a la mesa; 2. Voy a echarles el pienso. Ademés un texto-discurso posee una coherencia totalizadora —las reglas trans ftésticas— distinta de las frases aisladas e individuales: aclara los pre- 104 DisrEMIsMo supuestos de algunos enunciados, permite la integracién de éstos en uni. dades seménticas jerarquizadas, ete. Para el discurso en sentido oratong V. ExoRDIO, pisPosiio. Nos interesa ahora recordar una definicién distinta de discurso, pe. ~ tinente en particular para el andlisis literario de un texto. En esta aeep. cién més especifica (que se remonta a Benveniste), el discurso es el acig. de la enunciacién en el que se puede manifestar: a) la patencia del sujet en el enunciado (V.); b) la relacién entre el locutor y el interlocutor; «) Ja actitud del sujeto en lo que toca a su enunciado, la «distancia» que establece entre si mismo y el mundo por mediacién del enunciado, En otras palabras, mientras el enunciado es Ja transmision exclusivamente verbal de un mensaje, la enunciaci6n es un procedimiento que actualiza elementos no verbales (el emisor, el destinatario, el contexto). El plano de la enunciacién puede ser llamado también plano del discurso, en e! sentido que se pone de manifiesto, por ejemplo: en las formas del lls- mado discurso directo e indirecto. Seguimos aqui las ideas de Todoroy (Qu’est-ce que le structuralisme? 2. Poétique) cuando caracteriza distin. tos tipos de discurso (0 estilo) partiendo de la estructura enunciativa: discurso valorativo, motivo, modalizante. (Para una exposicion més detallada V. esmito, 1.) También es posible hablar de discurso literario si se comparte la idea de Lotman de que la literatura se vale de una lengua no coincidente con Ia comtin (aunque se construya sobre ella); esta lengua esta formada por signos y reglas peculiares que parten de la iconicidad, de la motivacién del signo literario. Caracteristica privativa del discurso de la literatura es su total semantizaciGn: todos sus elementos fonoldgicos y morfosin- técticos interactian con el plano del contenido, asumiendo un valor sig- nificativo y activando el sentido global del texto. Véase LENGUAJE, 2; CONNOTACION, CONTENIDO, CORRELACION, FORMA, TEXTO. DISFEMISMO. El disfemismo —opuesto a eufemismo (V.)— consiste en el empleo en el texto de una palabra o expresién de estrato vulgar © cmico, para sustituir a otra noble 0, simplemente, normal. Ejem. estirar la pata en vez de morir, matasanos en sustitucion de médico. DISFORIA. En el anilisis del relato, los términos adisforia» y «eufo- ria» se usan con frecuencia para caracterizar dos situaciones opuestas en lag que se pueden encontrar los personajes: estado positivo, alegre, feliz (euforia); estado penoso, desgraciado, negativo (disforia). DISOCIACION. La disociacién es una figura de tipo semantico que se produce cuando en una frase, construida con todo rigor sintactico, 3¢ articulan elementos que son incompatibles seménticamente: Estar can- sado tiene plumas (Cernuda); nardos de angustia dibujada (Lorca). La pisrosio 105 iacién nace de la presencia de dos isoropias (V.) todo fo diferentes disocciulera, ¢ incluso opuestas, pero que en el creador tienen un gue Imiento psicologica. La disociacion se corresponde, aproxima- Bam zon To que Bowsoio denomina imagen (V.) vsionatia © An- famrigherorique du surréalisme y Glossaire de la crque linéraire con- sone faine)ciscordancia. El termino de disociacién, que preferimos. ha seeperopuesto por Zumthor. y aceptado por el grupo D.1.R-E ISONANCIA. V. cAcoronia. A veces puede buscarse el efecto de di- arena con intenciones estlisticas: Este expecialistto Caswalidad, go- sana vieio, ha visio @ nuesiro Hume-Wundtano, cuando (Svan Ra- tnon Jiménez) DISPOSITIO. Es la segunda de las cinco partes en que se divide tra- Gicionalmente la retdrica (V.). Se ocupa del orden y de la disposicion de las ideas: orden que puede ser naruralis, es decir, normal segin un desarrollo légico del discurso, o bien artificialis, o sea estructurado de fal forma que suscite en el destinatario un efecto de extrahamiento (V.) por medio del empleo de figuras 0 por una disposici6n in medias res 0 Utilizando otros artificios. La dispositio regula la division de una obra tn partes distintas y establece la relaciOn entre ellas. La biparticion fre~ cuentemente lleva aparejada una antitesis; la triparticién comprende un principio, una parte central y un fin, con divisiones internas ulteriores en cada una de ellas, Asi, en un discurso modélico, hay un exordio, que abre el contacto con el piblico (destinatario), una parte central infor- mativa 0 narracin —a veces continuada por una demostrativa, 2 ar- gumentaciOn, frecuentemente de caracter dialéctico—-, y un epflogo en el que se resume el tema y se cierra, dirigiéndolo de nuevo hacia el Gestinatario. En la ret6rica antigua s¢ llamaba disposicién externa al conjunto de medios —que hoy denominariamos pragméticos— que se dirigen a la persuasion del destinatario. Existe toda una casuistica de estrategias destinadas a conseguir el fin buscado. es decir, la persuasién: el empleo de medios intelectuales, como la informacién y la discusion; la utilizacién de instrumentos emotivos y psicol6gicos, ya moderados (ethos), ya extremados (pathos): con el ethos se busca crear una situa- cidn emocional de tono medio, incluso agradable, con el pathos se quiere provocar conmocién, compasién, identificacién, etc. Es claro que, para cada caso, Ia dispositio requiere una forma estilistica apro- piada, es decir, una elocutio que unas veces sera sencilla, otras sutil. otras edificada de tal manera que sea capaz de apuntalar eficazmente la estrategia del discurso, Para estas cuestiones remitimos a las paginas iniciales de los Elementos de retorica literaria de Lausberg. ‘Un grafico muy claro de la estructura de la dispositio se encuentra 106 bisrosrivo en La antigua retdrica de Barthes, que expone en este paradi partes del discurso: Paracigma tg elemento demostrativo 2. narratio 3. confirmatio 1. exordio 4. eptoge ‘elemento pasional ¥ lo explica: «La dispostio parte de una dicotomia que era otros terminos, Ia de la invent: animos impellere (conmoves) nae docere (informat, convenes)" El primer sérmino (lamada aloe sn tmientos) cubre-cl erordioy el epilogo, es decir, las dos partes extra Gel discurso. El segundo término (la Hamada a los hechos, a la races) cube la narratio (relato de tos hechos) y la confirmao (estableimicers de las pruebas o vias de persuasion), es decir, las dos partes intermedh del discurso, El orden Sintagmatico no sigue, pues, al orden paradig tmatico y nos encontramos con una construesion em quiasmo: dot ae, 20s" de elemento “pasional™enmarcan un Bloque demostrativors DISPOSITIVO. En semistica, se llama dispositivo a cualquier clase de estructura formal configurada de tal manera que pueda recibir datos y transformarlos. En este sentido, se puede estudiar como dispositive cualquier institucin literaria que sea susceptible de integrar determi, nados ideologemas o fragmentos intertextuales y adaptarlos a las fina: lidades propias del género. Sirva como ejemplo la reconduccién del neo. platonismo en la novela pastoril, DISTICO. Agrupacién de dos versos. El nombre recubre asi formas que habfan recibido nombres muy diversos (pareado, aleluya, auca, ale- Bria, etc.) 0 que no se sabia como denominar. El distico es, asi, una de las formas més antiguas de organizacién de versos; los encontramos en las jarchas 0, con un estribillo y reunidos en formas paralelisticas (V. en él cosaute (V.) y en las cantigas (V.), sobre todo en las de amigo, ‘Muchos villancicos (V.), en el primer sentido de la palabra, son disticos, rimados (No me las enseries mds, / que me matards) 0 no (Lo que me quise, me quise, me tengo, / lo que me quise me tengo yo); algunas veces piinamao 107 gon un verso inicial sin rima cerrado por un distico rimado, con forma Seimote (Vencedores son tus ojos, / mis amores, | tus ojos son vence- Gores) 6 empezando por un distico y cerrandose con un verso suelto: Gaues me beséis | que me destoquéis; ! tocéme mi tia (V. SoLEA). Forma fe distico comaban las seguidillas (V.) antiguas cuando se copiaban o se imprim{an, y disticos son la mayor parte de los refranes. En particular, se llama distico al elegiaco de la métrica clésica, for- mado por un hexdmetro y un pentémetro. En nuestra literatura encon- ramos alguna imitaci6n de esta estructura en el Renacimiento (Fray Luis de Le6n, traduccién del Beatus ille; Medrano, Ode XIV) 0, en la gpoca moderna, en Unamuno (véase, por ejemplo, Los angeles de la jguarda), quiz en este caso por influjo de Carducci, tan admirado por fl poeta vasco. Esté mucho més viva, sin embargo, la tradicién popular. Juan Ra- m6n Jiménez, Garcia Lorca, Emilio Prados, entre tantos otros, la han revivido 0 recogido y le han dado al distico y al poema concebido desde ellos un valor nuevo. DISYUNCION. El término se usa para denominar un fenémeno esti- listico de naturaleza sintéctica que consiste en separar en el discurso dos elementos que deberian ir juntos. Ejem.: Yo estaba contra, y practica- mente boicoteando el progreso (Bryce Echenique). Distinto era el valor de la palabra disiunctio para la retrica clasica (Cfr. Lausberg, Manual, §§ 739-742), que correspondfa a una especie de zeugma elaborado en el que elementos comunes a varias proposiciones se separaban de ellas para no ser repetidos, mientras que los no comunes se estructuran en paralelo sintactico y/o seméntico. Hoy este estilema se consideraré me- jor entre las estructuras de iteracién seméntico-sintéctica 0 como una forma de paralelismo. En la teoria del relato la disyunci6n es una de las unidades narrativas fundamentales, junto con el contrato (V.) y con la prueba. Para Grei- mas, el relato se puede definir como una serie de conjunciones de su- jetos con los objetos y de disyunciones de ellos. Pongamos como ejem- plo, acaso excesivamente burda, la relacién de Lazaro con el pan en el capitulo del cura de Maqueda, el antagonista, que coloca obstéculos en- tte el hérce y el sujeto. La disyuncién ubica al héroe en una realidad en la que se ve obligado a obrar (cerrajero, ratones, serpiente, etc.). DITIRAMBO. Apartandose de su significado en la poesia griega (canto en honor de Dionisos, compuesto en sucesién de versos no sujetos a sistema), la palabra ha parado en denominar a una composicion lirica ue expresa sentimientos exacerbados y normalmente resueltos en elo- Bios desmedidos hacia alguien o algo. 108 prrotoota DRAMATIS PERSONA’ 109 DITOLOGIA. Pareja de elementos normalmente unidos por la con, juncién y, muy frecuente en Petrarca y en el petrarquismo, haste yy punto de constituir uno de sus estilemas caracteristicos: En tanto que qt rosa'y azucena/ ze muestra la color en vuesiro gest, |) que vuestro mine ardienie, honesto, | enciende al corazon y lo refrena (Garcilaso): la tring ditologie aqui esta dispuesta en correlacion (V.) y se unen, ademés, a rminos de significacién opuesta: véase también fa distinta disposicign oe Jos elementos unidos en cada pareja, con valores estilisticos defines La ditologta produce, ademés de efectos seménticos, especiales efecto. ritmicos. La ditologia corresponde aproximadamente a lo que Démase ‘Alonso (V. Seis calas) liama sintagma binario no progresivo: creemes que es preferible este término para evitar la plurivalencia de la voz sin. tagma. Por otra parte la construcci6n ditologica no es mas que un caso especial —aunque el més usado— de la pluralidad estilistica que el ex, tico espafiol define, describe y estudia; como ésta, la ditologia ent muchas veces como conjunto de una correlacién (V.). so). Bl verso —o metro— de arte mayor (V.) se actualizafrecuente- mente en dodecastlabos. DOMINANTE. Término usado por los formalistas rusos (V. FoRMA- uso) y sobre todo por Turi Tinianov. En un texto artistico existen dis- tintos factores que son correlatos entre sf: se llama dominante a aquel factor que subordina a él a todos los demas. Para Tinianov, el ritmo es el dominante del verso. “F. pRAMA. El término. apenas empleado antes del siglo xvi, sirve para designar una forma mimética del relato no planteada por el narrador, Sino representada directamente por medio del conflicto de los perso. najes ¥ expreso por el dilogo entre ellos. Mientras que la postica clasiea Gistingue con rigor entre la forma «elevada» de la tragedia y la «baja» de la comedia, ya a partir del humanismo se teoriza y se realizan obras de formas mixtas o intermedias, de tono linguistico mas variado, como la tragicomedia y el drama pastoril. Por otra parte el teatro (especial- mente el isabelino inglés y la comedia espafiola) leva a las tablas am- bientes, problemas y personajes cotidianos, anticipando asi el drama moderno que, tras el impulso de ciertos ilustrados, se afirmaré en el fomanticismo: Victor Hugo lo define ast: «Shakespeare es el Drama, y fl drama que funde en un mismo aliento lo grotesco y lo sublime, 10 terrible y Io bufonesco, la tragedia y la comedia, el drama es la carac- teristca propia de la tercera época de la poesia, de la literatura actual» (Prefacio a «Cromwells). Continiia con ello la teoria de Diderot, que postula la necesidad de un género literario realista, intermedio entre la tragedia y la comedia, de cardcter burgués y centrado sobre los proble- mas del hombre contemporaneo (familia, profesion, relaciones sociales, tte). Por el contrario, el alemén Lessing quiere conferir a los caracteres del drama moderno el tono elevado de la tragedia clasica. Dramas sen- timentales, cotidianos y lacrimosos se construyen en toda Europa a lo largo del x1x, con énfasis distintos que se ponen sobre el patetismo, la denuncia naturalista y la introspeccién angustiosa (Ibsen). En la con- Giencia literaria de nuestro siglo, el drama se convierte en un instru- ‘mento complejo por medio del cual la burguesfa se somete a un impla- cable autoandlisis (Pirandello, Valle-Inclin, Chejov, el drama irlandés. élteatro del absurdo, etc.). Véase también COMEDIA, TRAGEDIA. Para el teatro contemporéneo, desde diferentes eiterios, Pavis (Dic- sionario del teatro) propone una dicotomia dialéctica entre lo dramatico Yo épico, concebidos ambos como un conjunto de procedimientos es- ttiicos e ideologicos que se conjugan en la realizacién —escrita y puesta en escena— de la obra teatral. DIVINO (VUELTA A). Conversién de un texto profano en religioso mediante algunas transformaciones. Parece ser que se comenz6 adap- tando melodias de canciones populares («cantar al tono de»), conser. vando el estribillo tradicional, con ligeras modificaciones, para después mantener el cantar entero, al menos en su estructura fundamental. Se asé a volver alo divino a poetas enteros (Sebastién de Cérdoba lo hizo con Boscén y Garcilaso) y, desde la poesia, se fue a la novela (Pastores de Belén de Lope es, segin Avalle Arce, La novela pastoril, una vuelta alo divino de La Arcadia) y al teatro, con Calder6n que convierte sus comedias en autos sacramentales (Cfr. Aurora Egido: La fabrica de wn auto sacramental: «Los encantos de la culpa»). Para este tema véase B. W. Wardropper, Historia de la poesta lirica «@ lo divino en la cristiandad occidental e Introduccidn al teatro religioso del Siglo de Oro, DOBLE ARTICULACION. V. aRricutacion, DODECASILABO. Verso de doce silabas. Por la posicién de la cesura se reconocen tres tipos: a) la cesura divide al verso en dos hemistiquios iguales, ej.: Vivo de ofrecerte flores generosas (Lugones); b) la cesura divide al verso en dos hemistiquios de diferente medida, con frecuencia, de 5 +707 + 5,con ritmo llamado alguna vez «de seguidilla»: aparece en las endechas (V.) canarias y es recuperado en el modernismo, ¢j Cuentos sin hilo de mi nifez dorada (Unamuno):; Nebrija sefiala la exis tencia de un dodecasflabo de 8 + 4: Pues son tantos los que siguen la asién; c) dodecasflabo ternario, formado por tres grupos ritmicos de cuatro sflabas, ej.: Danzad, osos, joh, cofrades, oh, poetas! (Rubén Dix DRAMATIS PERSONA. V. PERSONAIE. 110 busrracion DUBITACION. Matriz retérica de eleccion entre varias palabr: ‘feridas al mise sentidos posibles nam acaee Fea abierta hacia el de io que ta mano te I mismo objeto o de una accion. Precuemtemente of Gea! la. 10 el hilo de un claro dia (A. Machado), lantear la posibigga” entre: waa stinatario. Ejem.: No sabta / si era un limon a» Hf NEMA. Incso exclamativo —es decir, relaionado con in fun ECFONEM A” uc introduce ca un dscuo de our tone; elem onc | facet un verso vive) verdadero, /'y yall dl (OXsr) Fe ces basta con una intersxcion tna palabra expletive: St ames migo joy! (iuan Rama fnenea) Tveee mare, toma del i tpelites. Lose, algunas vows, presenta cl Vermin ecfontico sa exclamatives para Teconduci Ta emocion hacia la reflexion ee como tomblaba el fro Madve.?;Como temblaba fo sae dela cllel; Suben porta call I fos caro lanes 12)... vy. ECO. V. RMA. EDICION. Se llama edicién a la reproduccién, por medios manuales o por la imprenta, de una obra para su difusién. Se lama edici6n prin- ceps a la primera edicién de una obra, y definitiva a la tltima revisada por el autor. Cuando el cuidado del texto esté a cargo de un critico 0 de un fildlogo, se pueden presentar muy diversos tipos de edicion: fac- simil, paleografica, diplomética, diplomatico-interpretativa, anotada, etc. (Cfr. Jauralde Pou, Manual de investigaci6n literaria, cap. X1). La edicion critica de una obra es el resultado de unos complicados trabajos filologicos (V. riLoLocfa) destinados a establecer el texto en su redac- cidn originaria (0, al menos, en la presentacién de un arquetipo, V-). as{ poner los fundamentos necesarios para una interpretacién histo camente plausible. La edici6n critica es absolutamente indispensable para los textos antiguos, cuyds originales se nos han perdido, y que, en la mayorfa de los casos, nos han llegado deturpados o deformados al atravesar azarosamente el tiempo (transcripciones mal hechas, errores, sustituciones, interpolaciones, etc.). Estudiando la tradicién directa ¢ indirecta de una obra, conociendo las costumbres de los copistas y el epistema en que se movié el autor, colacionando los eédices, eliminando los que estan copiados con pruebas evidentes de otros que poseemos, construyendo, por iltimo, una genealogia de los materiales y documen- tos (el stemma), el fildlogo llega a un punto en que puede proponer la hipotesis de un arquetipo, la primera copia de la obra. Por norma, el texto viene acompafiado de-un amplio aparato critico que incluye las 112 eetoca BIESDELLENGUME — 113 dia— las piscatorias, las venatorias. etc. Los cantos de los pastores se ran organizar en forma alternada (canto amebeo), 0 bien en dos 0 fas largos textos. La égloga podra ser pura, si s6lo est constituida por Gr didlogo de los personajes. 0 mixta, si éstos van precedidos yio se- idos por un texto ajeno al didlogo. Esto permitiré que la égioga se Btereale en poemas o textos de distinta naturaleza: véase Las Selvas de ‘jranjuez, terminadas por un canto amebeo. También acreceré la égloga Gus asuntos; ya no tendra que ser obligatoriamente amorosa o idilica, ied ser incluso funeral: la égloga primera de Camoens o la égloga de Barahona a la muerte de Silvestre En época contemporanea la égloga se hace rara. Recordemos el ejer- cicio poético de Cernuda y, con otra intencién. pero la égloga late en fu fondo, los Didlogos del conocimiento de Aleixandre. variantes desechadas y en donde el editor expone las razones de su ele: cidn y sus interpretaciones. Para profundizar en esta cuesti6n, véase At berto Blecua, Manual de critica textual, EGLOGA. La égloga es un tipo de poema de cierta extensién y gg limites tematicos y estructurales que no aparecen demasiado bien der finidos a lo largo de su prolongada y varia historia. En sus origenes, qf podemos situar en la poesia helenistica (siglo ut a. de C.) y sobre rads en la obra de Tedcrito, se definié como una de las formas. la mis at sarrollada, del género bucolico (V.) 0 idilico-pastoril, hasta el punto que esto se predicd como su cardcter esencial, Pero ya las Bucclicay de Virgilio, que se declara discipulo del poeta griego. y que constituyend paradigima del género en las literaturas en lenguas romances, se apart del modelo teocriteo: hay en ellas un menor apego a la realidad obser vada, el paisaje se idealiza para crear la atmésfera utOpica de la Arcot hecha mito y como tal recogida en autores posteriores, en la que is pastores pierden también sus pujos realistas para transformarse en es tilizaciones, mas o menos abstractas y simbolicas, pero salvadas de con vertirse en estereotipos gracias al pathos melancolico con que el posts revive y transfigura en el muro pastoril una muy precisa realidad his ‘Orica y personal. En la literatura moderna el subgénero se revitaliza a partir del sigo xy, por Ia influencia directa de Virgilio, por una parte, y por la presenti, de la Arcadia de Sannazaro por otra. Como ha demostrado Corte libro del escritor napolitano supuso una evolucién del cédigo primer, porque, a pesar de mantener algunos elementos tematicos (el paral arcidico, los personajes tipicos, ete.), se cambia el significado y la sim- bologia de esas presencias, ahora ligadas a un mundo cortesano y hu. manistico. De esta funcién alusiva que adquieren los simbolos pastorles procede la posibilidad de utilizarlos como textos con clave. Reaparece como un género mixto, entre lo litico y lo dramatico —es fundamental el didlogo lirico entre los personajes—. y ligado a un esto el mediocris stylus de la tueda virgiliana— que alcanza aqut su ple nitud. Este estilo hace que se emparente con la comedia antigua, n0 bien conocida en ta época: ast las primeras églogas de nuestra literature son las «traducciones» que Juan del Encina hace de las de Virgilio, ade cudndolas a su tiempo, y continuadas por sus obras teatrales y por as de Lucas Fernindez. De cardcter esencialmente lirico —pero fo dri rmético esté en el choque de los eantos— son las de Garcilaso, que st tituyen en la literatura espafola y portuguesa al paradigma virilan, adquiriendo carta de naturaleza el género desde él en el Renacimiento. y en el Barroco, con alguna modificacidn en la situacién de los pers- najes: ya no tendrén que ser dnicamente pastores y, junto alas églogas pastoriles, aparecerin —por otra parte, ya pasaba algo asi en la Arce BJES DEL LENGUAJE. Jakobson escribe que «el lenguaje implica dos jes: la sintaxis se ocupa del eje de la concatenacién, la semantica del gje de la sustitucion. Si, por ejemplo. digo “el padre tiene un hijo”, las relaciones entre “el”, “padre”, “tiene”, “un” e “hijo” son relaciones en ¢l interior de una secuencia: son relaciones sintacticas. Si comparo los contextos “el padre tiene un hijo”, “el padre tiene una hija”, “la madre tiene un hijo”, “el padre tiene dos hijos”, sustituyo ciertos signos por otros y las relaciones semédnticas con las que trabajamos no son menos lingaisticas que las relaciones sintacticas. La concatenacién implica a la sustitucién». El eje de la concatenacién es el eje sintagmatico; el eje de la sustituciOn es el eje paradigmatico. El eje paradigmatico esta cons- tituido por las relaciones virtuales entre las unidades linguisticas que pertenecen a una misma clase morfosintactica o semantica: en este sen~ tido, para Saussure es el eje de las opciones o de las relaciones in ab- sentia, mientras que el sintagmitico es el eje de las combinaciones 0 de las relaciones in praesentia. Un signo esta en relaciOn paradigmatica y sintagmética con otros signos de la lengua. Por ejemplo, profesor esta en relaci6n paradigmatica con educador, maestro, docente, etc., 0 bien con ensenar, educar, instruccién, aprendizaje, etc.;y también con asesor, labrador, tensor, etc. (por analogia de construccién). Esta en relacién sintagmética con un, el, literatura, violin, instituto, ete. El paradigma es, por lo tanto, el conjunto de unidades que mantie- sen entre sf relaciones virtuales de sustituibilidad. Las unidades a, 6, c, ‘n pertenecen al mismo paradigma si pueden sustituirse mutuamente en el mismo cuadro tipico (sintagma. frase). La opcién estilistica tam- poco puede dejar de ajustarse a la naturaleza del hecho de lenguaje, es decir, a la seleccién y combinacién de las palabras. El anélisis estilistico tendra que volver a recorrer este proceso, haciendo aflorar las peculia- ridades tanto del plano sintagmatico —es decir, de la construcciéa de- finitiva de 1a frase— como del plano paradigmatico —es decir. de la 114 wes DEL LENGUAIE HH eleccién preliminar de las palabras en si mismas y en relaci6n asu campo | seméntico (V.), en euyo Ambito el autor las ha seleccionado. Tomensy” Como ejemplo unos versos de Antonio Machado: Ai olmo viejo, heey pore! rayo! yen su mitad podrido, 1 con las luvias de abril y ered mayo, / algunas hojas verdes le han salido, El poeta querfa representa = Crtimido fenacer de Ta haturaleza en primavera, y. a la Ver seen: Sou iapron uns eaperane a iea” como cs obvi, se ei cxpresado de rhuchas otras maneras, y de hecho sobrarian posiblionee de ejemplo. Fero cpor qué Antonio Machado ha escogido esta face en particular entre las muy variadas posibilidades que le ofvecta i igo. de la lengua? Ante todo es preciso determinar con precision te entidades en que se plasma el concepto general: son el arbol, le pa mmavera, cl renacer, lus hojas, Machado desecha la representacion go netica de la naturaleza (aguella «Naturaw que hubiese dicho un ree Centista) y se fija'en un solo elemento (el srbol) para individualonny, para poder comprenderla mejor y mejor dirigirse a clla. En el caso que Tos interesa, cl campo semantico sarbol» consttuye el plano parade tmatico del cual el poeta extrac fa unidad preferenciads: olmors Me, hado le gusta, cuando refiere el poema a un primer nivel denotae, clegir Ia palabra més distinta, mAs denotada; en el e280 de este camps Semantico serdn tambien, en otros discursos, sehoposs, «élamoss, i Tnoncrose, spinose, muy Tara ver ol warboly comprensivo. La visién so Geterminard con la posterior eleccion de hojas(y 80 rama, como se com Solidaré despues). porque hojas supone una mayor debilided. ¥ hos Se acompanara con el indeterminado algunas, abierio a la esperanen habra mas; y se connota eon el apatentemente initil adjetivo veer clogido entre todos los posibles (nternass, anuevase) pero que frente fllos iene latente el sentido simbalico dela esperanza, La primaverase conereta en lluvias (en plural) sol, abril y mayo, que pettenccen as Campo seméntico, pero que son mas tangibles. menos abstractos, El Verbo que reine ios tres elementos (han salido) se ha elegido en on Campo semantico también muy extenso, entre elementos similares, como «acer», sbrotarm, «surgitm, ete, Pero salir acrece aquellos verbo: posibies con los componentes semanticos de la palabra nueva («proceder Se dentror), mas la sensacion subjetiva del poeta, la sorpresa de vet esas hojas ahi, en ese olmo, viejo, roto por fuerzas celestes (el rayo) y podrido. En el nivel de la coneetenacion de les palabras en la unided Sella frase interviene la libertad esilistica del poeta, que puede realizar Se distntas formas la idea global, En este caso, Machado comienea pot el objeto indirecto, en una particular inversién, para terminar con el Serbo, subrayando ast las eonnotaciones emotivas de fos dos elementos winds marcas por el iniso separador de la aposicion y del comple mento circunstancial--y poteneiar ala vez la unin entre verbo sujet haciendo reeaer sobre éste la Valoracion de los otros dos elementos, ELeGiA. 115 \do la unin/oposicién de las hojas con el arbol a través del favorectenodificado desde las connotaciones, viejo / verdes. ceomtraste, EKFRASIS. V. DESCRIPCION. 116 euipsts EmLEMA 117 comedias elegiacas en el siglo xt alas que algo deben, segtn Maria ida, el Libro de buen amor y la Celestina, sobre 1080 al Pano hate Bruce W. Wardropper propone limitar el significado del tr para designar a los poemas que parten de la muerte de una pened Pifrente a los poemas que hablen de la mucrte en general peer teh pues, o antes, hacer consideraciones de cardcter mas 9 menor genes Fizador. Coincidria as con una parte de lo que tradicionalmente venido lamando llanto, desde el que se have por el. Arciprene’s muerte de la Trotaconventos hasta el de Garcia Lorca por la de tena Sanchez Mejias. porte de Tena an una palabra, para recubrir la base desnuda det estado normal 2 na palan, Esto explica por qué la elocutio ha sido considerada rare ens importante de la ftoriea.produciendo una prolife: ana de eatdloges de figuras y tropes! Barthes llega a ser taxonsmicos, El concept basico en que s© apova le el extlo adornado es el mismo del exranamiento (V.) lisies Hoeta debe decit las cosas aparténdose de los modes co- = lingistico’ I Precomienda Aristoteles— para provocar en el destins- mune sorpresa, un efecto imprevisio, El ommanus apunta eo particular sg a laa de ln exprenon y poede ser swigoronon (como variate ELIPSIS. EliminaciGn de algunos elementos de una frase. La eip, se 9] Et SOO a ena ea como la pracay la Pu puede ser situacional, cuando los términos suprimidos estén integrse Jizan algunas Prvjas (= armonfa), la claridad brillante. la sutileza. ete en la situacién (Ejem.: ya estd cerrada: la puerta, la caja, la olla, ete reza, 1a concl Segsn el contexto) 0 gramatical (Lar lagrimas cuando estes sola st Sobreentiende el verbo fas ores). Como ejemplo de composicion rat, teada desde una escritura fuertemente eliptica, ecordembs el Didlag del Amargo, en et Poema del cantejondo de Garcia Lorca. Enel andlisis del relato (V. Tiewro), In elipsis es un movimiento na- rrativo (V. ESCENA, SUMARIO, PaUsa) gracias al cual, al «saltasen el frador aigunas partes de la historia, el tiempo del relato se sincops oes infinitamente inferior al de la historia (Genette, Figures I, Durée -_ wee yblar de «fur oe 10. Expresion encomisstica en prosa o en verso, muy cercana BLOG oo. De cardcter leo u oratorio en sus orfgenes (Pindaro © Ipzates). pronto sv de pretext para ejercar el urtuosame de los res, aplicandolo a asuntos que, muchas veces, eran inanes. Sin em- canes ce pueden encontrar elogiosinsertos en obras de mayor enjundia. ‘En ia literatura medieval son frecuentes los elogios (De las propie- dades que las duerias chicas han), y tambien, con caracter burlesco 0 atfsico, en el Renacimiento: citemos el Elogio de ta locura de Erasmo Sal Encomio de las bubas. En el teatro da lugar a ciertos tipos de loa ‘Un subgenero muy peculiar del elogio son las dedicatorias que los escritores del Siglo de Oro dirigen a sus posibles o reales mecenas y protectores. ELISION. La elisién es 1a cafda de la vocal final de una palabra ante otra palabra que comienza por vocal: algunas veces es la inicial la que desaparece (Algo'sté mds quieto y reposado, Garcilaso). Frecuente en los siglos medios (nuef afios, Cantar del Cid), su uso se va restringiendo incluso en poesia: en el siglo xv1 ya se limita a unos pacos casos (desto, nuestramo); s6lo Herrera la marca con un apéstrofo y la utiliza ritmica © estilisticamente: Lo que mds m’agrad6, no satisfaze. Hoy solo queda en las formas fosilizadas al y del. EMBLEMA. Ducrot-Todorov (Diccionario s.v. Personaje) dan el nombre de emblema a un peculiar procedimiento de caracterizacién del personaje: un objeto que le pertenece. una forma de vestir o hablar. un ugar, estén ligados a aquél estrechamente. de manera que su aparicién enel seno del relato evoca, aun in absentia, al personaje del que son ‘emblema; para los dos criticos, el emblema es «un ejemplo de utilizacion metaforica de las metonimias: cada uno de esos detalles adquiere un valor simbélico», Asi, por ejemplo. la vacuidad y lo redondo, en Tirano Banderas, definirén al gachupin don Celestino Galindo, «orondo. re- dondo, pedanter; la lentitud y la quietud a Tirano. En San Manuel Bueno el lago y la montana se refieren siempre a la figura del prota~ gonista. En un sentido mas restringido. la descripcién fisica de un in- dividuo, los detalles de su indumentaria, algun gesto caracteristico pue- den ser considerados emblematicos, es decir, significativos de la con- dicién (por ejemplo, social), del cardcter moral 0 de la psicologfa de los personajes: por ejemplo, los modos de construir el relato en Galdés, Se llama también emblema en la literatura de los siglos xv1 y xvit a ELOCUTIO. Una vez encontrados los argumentos (inventio) y distr- buidas en grandes grupos por las partes del discurso (dispasitio), viene la tercera funcin de la ret6rica (V.) que recibe el nombre de elocutio, fen griego lexis: buscar las palabras y expresiones con que cubrir el dis curso. La operacién fundamental de la elocutio, al decir de Barthes en La antigua retorica, es la eleccién de las palabras (electio), seguida mediatamente de su combinacién (compositio). El primer acto nos troduce en el amplio campo de los tropos, es decir, en el campo de las figuras de sustituciOn lingutstica; las figuras son necesarias al escritor porque la comunicacién normal es neutra, no connotada, y debe, por Io tanto, ser «personalizada», «ornada», «coloreada». La distancia re- t6rica y estilistica introduce los colores, las luces, las flores, los «ador- tun dibujo de valor simbélico, acompariado o no de un mote, que pues ir seguido de un comentario en vers0 0 prosa, 0 de ambos: sien ug de tener valor universal e! dibujo y Ia glosa, se refieren a una perseity ove una Sue soul in forma raha detomina Boonen ee ta or Algal ate cance clainanon eter ta Fajardo. Gracian, en El Criticén, sustituye el grafico por la descripeign textual: as{ el objeto recoge un haz de valores simbélicos. % EMISOR. V. coMUNICACIGN, LENGUASE. EMOTIVA (Funcin). Para Jakobson (V. LENGUALE, 1) la funcién emp tiva esté enfocada sobre el emisor y pone de relieve la actitud del vay con referencia a aquelio de To que se habla, En sentido amplio, ge cién emotiva abarca las connotaciones psicoldgicas y sentimentales del Yo. por ejemplo en la poesia lirica, en el mondlogo interior ena neg de conciencia. et EMPRESA. V. ewpLema. ENALAGE. La enilage es, ante todo, una figura gramatical apoyada en el cambio funcional de una parte del discurso por otra; por ejemplo, los modos y tiempos del verbo, el adjetivo en lugar del verbo, ete: Ei llamado presente histérico o el imperfecto de narracion, que sustituyen al pasado o al presente, son formas de enélage; pero también mateng me voy, corre rapido (en lugar de mafana me iré, corre rdpidament) caben en este tipo de sustitucidn gramatical. Marouzeau expone la exis tencia de una enslage de proposiciones. cuando la oracién que es prin cipal en cuanto al sentido se presenta bajo la forma de una subordinada Ya no lo esperdbamos cuando, de pronto, llegé. Para algunos, la endlage se identifica con la hipslage (V.), si el cam- bio de posicién atafe a un adjetivo: «El adjetivo se refiere gramatical mente en vez de al sustantivo al que debfa ligarse seménticamente, 2 otro sustantivo del contexto» (Lausberg, s.v.). Ejemplos clasicos: alae ‘moeniae Romae (Virgilio), es decir, «los muros de Ia alta Roma» en ver de «los altos muros de Roman; ibant obscuri sola sub nocte (Virg,) ea vez de «ibant soli obscura sub nocte» = «iban solitarios en la noche oscura». En el siguiente ejemplo de Borges es dificil precisar si nos ex contramos con una endlage o con una hipdlage: Yo fatigo sin rumbo los confines / de esa alta y honda biblioteca ciega. ENCABALGAMIENTO. Sefiala Alarcos que, en el poema, coexistes dos ritmos: el puramente lingufstico de Ia sintaxis, y el ritmo del verso, constituido por una secuencia marcada por acentos de intensidad co- locados de una forma determinada y delimitada por la pausa versual 0 ENCABALGAMIENTO 119 ca, Ambos ritmos, sintéctico y métrico, pueden no coinciir; si ee se produce el encabaigamiontor una unided de sentido no a coinerero de un verso y se desborda en el verso siguiente (rejet), 0 cabe demiricpan al fin de un verso elementos de Ia unidad de sentido en se aruye el verso siguiente (contrerejet). En encabalgamiento se ave Soon importantes efectos en el tm Agora con la aurora se levanta ‘mi luz; agora coge en rico nudo el hermoso cabello; agora el crudo ecko cifte con oro, y la garganta El encabaigamiento aqui tiende a hacer més breve la pausa versual, sustiuuyéndola por la sintéctica —que, sin embargo, no se borra— fre- fando la lectura, cada vez con oraciones més extensas (y ndtese, en el Sitimo verso, la distribucién del complemento directo en dos unidades simetricas a ambas partes del verbo cine) haciendo que aparezcan su- trayados los elementos que constituyen el cuarteto, aumentando su in- tensidad emotiva. Démaso Alonso distingue entre encabalgamiento suave, cuando el rejet ocupa todo el verso, y encabalgamiento abrupto od entrecortado, cuando el rejet ocupa s6lo una parte del verso. Las formas mas comunes de encabalgamiento son las que se erean cuando la pausa versual (0 la cesura, en los versos compuestos) separa dos palabras que constituyen un sintagma (Cuando el Ianto, tendido como un llanto / silencioso, se arrastra por las calles /solitarias, se enreda tnre los pies, Blas de Otero) 0 separa el grupo nominal de su comple- mento preposicional (Es a la inmensa mayoria, fronda | de turbias frentes vaufrientes pechos, Otero). El encabalgamiento puede servir a veces para diluir una forma que normalmente adscribimos a un determinado modo de ordenar la materia pottica. Asi, en el Canto a Teresa de Espronceda, la octava narrativa se deshace liricamente ante el dolor y la indignacién del poeta; asi el romance se convierte en forma lirica en Juan Ramén. Otras veces, por sjemplo, en Pedro Salinas, pondra de realce elementos ritmicos (as0- nancias, contrasonancias, aliteraciones) que reposan en el interior del Los encabalgamientos se producen también en los poemas constr dos en el llamado verso libre, con efectos estilisticos muy diversos. En algin caso el encabalgamiento obliga al metandlisis de la lectura, bien deshaciendo un cliché (Hombro a hombro, hasta ver a un pueblo en pie de paz, izando un alba, Otero), bien haciendo que liguemos al rejer un elemento que, en primera instancia, habfamos unido a una palabra del verso primero (Domingo, flor de luz, casi increible / dia, Angel Gon 2sle2) 120 ENCADENADO ENDECASILABO «121 Un tipo notable de encabalgamiento es el que concierne alae entre dos estrofas de un posta (los Cuatetcs 9 los tercotos de neto, las res de una oda, ete). < Para mayor profundidad en este tema, véase: Démaso Alonso, p, sia espanola, Ensayo de métodos, Alarcos Liorach, La poesia te de Otero y Secuencia sintdctica y secuencia ritmica (en Ensayos y estudiar iteraris} ue se encontraba también en la poesfa popular en castellano y en los eras cortesanos de los sigios xiv y xv (en el Cancionero de Baena) Pesta emplearse en los siglos xvi y xvtt como forma ritmica esencial de algunos bailes. como el Sarao y la zarabanda (Tanto bailé con el alma Jal cura, | tanto bailé que me dio calentura); también lo ha usado la fesia modernista (Busca del pueblo las penas, las flores, / mantos bor- Eados de alhajas de seda, Rubén). Igualmente procede de la poesia ga- faicoportuguesa el metro que Navarro Tomas denomina «galaico anti- guon. con acento en la quinta silaba ademas del obligado en décima; se Encuentra en Baena y lo emplea Rubén (Don Ramén Maria del Valle: Inclén): anadamos la posible coincidencia del verso de arte mayor (V.) cuando alguno de sus dos hemistiquios comenzaba por silaba t6nica: Bien se notaba que es madre en el duelo (Mena). El endecasflabo que se impone en la métrica espafola desde Boscén y Garcilaso es, indudablemente. el italiano, con dos ictus primarios. en Jacuarta y décima sflabas en el endecasilabo a minore, en sexta y décima enel a maiore: ejem.: Una fragdncia de melancolia (Rubén): Con vues- tra soleddd me recredba (Garcilaso). Pero lo normal es que el endeca- labo se apoye, ademas de en los necesarios. en otros acentos: el a minore presenta un nuevo ictus en octava y/o en sexta, constituyendo el modelo llamado séfico: Dichosa angustia de buscar tus manos (Lugo- nes); De mi cantér pues yd te vi agraddda (Garcilaso); puede también llevar el acento en séptima (Lassar il vélo 0 per sole o per dmbra. Pe- trarea; Tus claros djos za quién los volvistes?, Garcilaso), aunque esta forma, incomprensiblemente, ha sido considerada incorrecta por los preceptistas tradicionales, pero no por los poetas: Sabre tu pélo que al s6l se baidba (Unamuno); con el amér en la trémula mano (Salinas) En cuanto al endecasilabo a maiore, puede comportar un acento rit mico de apoyo en la primera silaba (endec. enfatico): Grillos de nieve fué, plumas de hilo (Géngora); en ta segunda (endec. heroico): Sa- liéndo de las éndas encendido (Garcilaso): en la tercera (endec. melé- ico): En ef témplo, en la casa y en la séla (Géngora), y en la cuarta coincidiendo entonces. en parte, con la estructura safica: las cristalinas Aguas se cubriéron (Garcilaso). Como es evidente, esta clasificacién se hace atendiendo exclusiva. mente a los ictus primarios del endecasilabo. sin tener en cuenta los posibles acentos secundarios ¢ incluso los meramente prosédicos. que Serian diferentes en algunos casos de los ritmicos. Si se emparejasen todas las posibilidades el resultado seria numerosisimo: Navarro Tomas en su articulo Correspondencia prosédico-ritmica del endecasilabo (en Los poetas en sus versos: desde Jorge Manrique a Garcia Lorca) llega a enumerar 171 clases de endecasflabos. En las combinaciones polimétricas el endecasilabo comporta tradi cionaimente como pie quebrado al heptasilabo, y en la poesia moderna ac un 0. ENCADENADO. Procedimiento narrativo estudiado por Shklovs como motivacién de la trama. Consiste en ligar los distintos temas del relato por medio de un personaje: ENCOMIO. V. s10GI0 y PANEGERICO, términos con los que se acostum. bra a traducir la palabra griega, ENDECASILABO. Verso de once silabas, con ictus constante en la dé. cima y otro acento ritmico principal que puede ocupar distintos lugares, con predominio de situacién en la cuarta 0 sexta silaba: a estos dos acen. tos basicos les pueden acompafiar otros distintos que definen diversos ritmos. El endecasilabo est constituido por dos hemistiquios desiguales, separados por la cesura (V.), de tal manera que se originan dos clases de versos: a) el endecasilabo a minore si el primer hemistiquio (de cinco sflabas, a veces de cuatro) es mas breve que el segundo; b) el endeca. silabo a maiore si el primer miembro (de seis, a veces siete, sflabas) es més largo que el segundo. De la combinacién entre la posicién de la cesura y la de los acentos variables nacen multiples tipos de endecasi- labos: Di Girolamo (Teoria e prassi della versificazione), refiriéndose al usado en la poesia italiana, ha caracterizado al menos veintids tipos. diferentes. De un modo regular el endecasflabo italiano se asienta en la poesia espafiola desde la famosa conversacién entre Boscén y Castiglione en la Granada de 1526. aunque ya antes habia sido usado por Micer Francisco Imperial y por el Marqués de Santillana en los Sonetos fechos al itdlico ‘modo. Sin embargo la medida, si no el metro (V.). habia sido utilizada antes en la Peninsula. La poesfa catalana, con Ausias March a la cabeza, habfa aclimatado el llamado endecasflabo provenzal. con acentuaciéa en cuarta silaba y cesura tras ella (llir entre carts, lo meu voler se tempra); el modelo esta entre los aceptados por Garcilaso de forma esporadica (ardiendo yo con la calor estiva; con mi llorar las piedras enternecen) recorre todos los tiempos hasta, por lo menos, Rubén Dario (Yo soy ‘aguel que ayer no mas decia / el verso azul y la cancién profana) y Lorce (Flor de jazmin y toro degollado; Tu corazén, paloma desatada). La. poesia galaicoportuguesa habia empleado el endecasilabo «de gaita g2 llega». con acentos en cuarta y séptima (Fui eu fremosa fazer oracon), 122 enpeca también al pentasilabo. Machado, Juan Ramén y Salinas lo han cog binado alguna vez con el octosilato, por medio de una sinatia cme versos. A su vez el endecasilabo funciona como pie quebrado del ni jandzino ° eae ENDECHA. Composicién lirica de cardeter patético —a veces, cvandy se refiere a una muerte, de sentido muy cercano ala elegia— en la el cantor, con un tono exaltado y contenido ala vez, comunica su dete © su pena, La primera endecha de nuestra literatura esté perdida: es que él Arcipreste de Hita hizo a la muerte de dofia Garoza (1507). La forma de las endechas es, segiin Navarro Tomas, muy variady desde el romance de versos de cinco, seis o siete sflabas a las redondilg: ‘los versos sueltos. A partir del siglo de oro, la endecha encuentra cone vehiculo normal el romance heptasilabo, hasta el punto de dar el nom. bre a este tipo de estrofa aun cuando el tema no sea triste. En el siglo xv se dio el nombre de «endechas de Canaria» a unas densisimas poesias compuestas en tristicos monorrimos 0 disticos ap unas veces en cuartetas hexasilabicas— que podian unirse entre sifor mando series (ejem.: Si los delfines mueren de amores I jtriste de mi 2qué haran los hombres? | Que tienen tiernos los corazones). V. Margit Frenk Alatorre, «Sobre las endechas en tercetos monorrimos» (en Er ‘udios sobre lirica antigua) y «Endechas anénimas del siglo xv» (en Sau dia... Rafael Lapesa) ‘Como forma estréfica, la endecha sirve para designar —como hemos adelantado— al romance de versos heptasflabos (el padre Sarmiento llamé «endecha doble» al alejandrino). Por otra parte se denomina en. decha real a este mismo romance si cada cuatro versos el heptasilabo es sustituido por un endecasilabo; el nombre se extiende para los poemas escritos en cuartetas de versos de siete silabas, si el ultimo cumple aque- a condicién (esq.: abaB:cdeD) o incluso si se escribe en versos sueltor con esa estructura métrica ENDIADIS. La endiadis es una figura sintactica de origen clasico que consiste en expresar un concepto mediante dos términos coordinados Asi, en el virgiliano pateris libamus et auro la pareja de sustantivos (en- diadis) esta en lugar del sintagma pareris aureis (= con copas de 010). Construccién andloga puede considerarse la acumulacin del tipo: Siento faltarme alegria y vida (= la alegria del vivir) e incluso una bir ‘membracién en la que los dos términos sean semanticamente afines 0 se completen reciprocamente: [lustre y hermostsima Maria (Garcilaso). ENEASILABO. Verso de nueve sflabas con acento delimitativo en la octava y otro u otros de apoyo en posicién muy variable. El eneastlabo es metro frecuente en la poesia medieval, a veces en combinaci6n con ENSALADA. 123 inetros (Auto de los Reyes Magos), y bésico en Ia galaicoportu- oo econ frecuencia en los villancicos —entendida esta palabra ues. Se To primario (V.)—- populares (Trébole, ay Jesus como huele, eee ius que olor Arrojome las naranjcas/con las ramas del Idole, oa) aparece. por 10 tanto, en fos bails y canciones del Blanco oc2rgfo de oro; sin embargo n0 es, mas que con rarisimas eX tet a etro que utlice la ica culta hasta el Romanticism: 1o ones fgeda en algunos troz08 de El estudlante de Salamanca. El vst EaPeryo, desde Ruben (Juventud, diving tesoro) le dard carta de paturaleza En el set ENFASIS: Ele in ateneion sobre un ttmno ofrase de un texto. Elem: ENSALADA. Composicién poética de cierta extensién y de muy di- versos temas (desde lo religioso al puro disparate) en la que se incrustan, regular o irregularmente, troz0s ajenos: villancicos, canciones tradicio- rales 0 de moda, versos de romance, refranes. etc. La forma de la en- salada o ensaladilla es muy flexible: las hay escritas en una forma es- ‘t6fica definida (desde la copla real o de arte menor hasta el romance), otras combinan distintas estructuras estroficas. El texto ajeno puede for- ‘mar parte de la estrofa 0 quedar fuera de ella. En el canto, para el que 124 evmMEMA extroria 125 esta clase de composiciones fue penseda, permite une concatenacin variacién de melodias y ritmos muy heterogéneos, El género fue ma, srg elas yes muy herons seo fe may como ejemplos més conocidos, las ensaladas musicales de Mateo Fleche’ © algunos de los poemas que se contienen en el Romancero espinina) de lose de Valaivicso gominante (véase. Eugenio Asensio, De los momos cortesanos a los au- domspallerescos de Gil Vicente, en Estudios Portugueses), con cantos, ee einascaras y aparatos, se pasa a denominar, en el siglo Xvt, a un eso muy vario de espectaculo teatral breve derivado de los pasos de sénezdia —piezas cortas incorporadas en la linea argumental de obras comeres, aunque ni por situacion ni por personajes tuvieran demasiado mayer con ellas—, en el momento en que éstos se independizan de ave gia y empiezan a utilizarse como intermedios colocados entre las se acoso al acabar In obra enter constuyendo jantamente jomeila el espectaculo teatral completo en las representaciones de los Glos xv1 y xv. Los nombres y la tipologia del entrem¢s son muy va- seiios (entremés, baile, sainete, representacién graciosa, comedia anti- i. jécara, mojiganga, fin de fiesta, etc.), sin que sea fécil, ni siquiera Sia epoca, determinar los limites entre uno y otro de estos posibles Slogénerosi aunque la abundancia de términos da idea de la diversidad fe funciones que habia de cumplir este teatro breve o menor. Quiz4 una Gefinicion que pueda abarcar a todos ellos y en todas sus formas sea la ghe dio Lézaro Carreter: «Pasaje con personajes populares y de tono Nreferentemente humoristico, que aparece al principio o en medio (tam- Fign al final] de una obra de cardcter serio, sin conexién argumental tecesaria con ella» (EI «Arte nuevo» y el ermino wentremeses»). ¥ quiz feria preciso modificar el término humoristico por el de burlesco (V.) a jomenos en los mejores de ellos, teniendo en cuenta que es aqui donde inejor se cumplen, como sefialan Asensio y Tordera. las caracteristicas de carnavalizacion que describe Bajtin. El nombre de entremés sera sus- tituido a partir del siglo xv por el de sainete, sin que varie excesiva- mente su esencia Para la historia, tipologia y recursos de este género, vase Eugenio ‘Asensio, Itinerario det eniremés y su edicion de los cervantinos: H. E. Bergman, Luis Quinones de Benavenie y sus entremeses y ed. de Ra- nnillete de Entremeses y Bailes; Tordera, ed. de Entremeses. Jécaras y Mojigangas de Calderon: H. Heidenreich, Figuren und Komik den spa- hutchen «Entremeset» des goldenen Zeitalters, AAVV, Risa y sociedad im el teatro espanol del Siglo de Oro ENTIMEMA. Es una forma de razonamiento silogistico-retérico en ¢| que no aparece expresa una de las dos rationes 0 premisas. También s- llama entimiema a un silogismo 0 razonamiento que se basa en seme janzas o signos, es decir, en el que las premisas no presentan heches reales, sino hechos posibles o ejemplos: asf se ha podido oponer el ge. nero entimemitico (el ensayo, el panfleto, el manifiesto, etc.) al género narrativo. ENTKUNSTUNG. Con este término aleman se denomina la nocién, capital en el pensamiento estético de Adorno y de la Escuela de Frank. furt, de la pérdida del carécter artistico de la obra de arte, bien por ¢ uso inadecuado de ella. bien por el abuso industrial de los elementos que la integran. El resultado mas evidente de! Entkunstung es lo curs © lo Kitsch (V.) ENTONACION. Entre los factores que desarrollan una funcion distn- tiva de lo significantes hay que incluir también los rasgos prosédicos 6 suprasegmentales. Estos conciernen no al elemento simple 0 a la pal. bra, sino al menos a una combinacién de elementos minimos, El acento, el tono, Ia entonaci6n, la duracién y la pausa son los mas importantes rasgos suprasegmentales. La entonacién esta constituida por las varia ciones de tono que conforman la curva melédiea de la frase y que co- ‘munican informaciones no contenidas en el significado de los elementos constituyentes de la cadena, Asf, en la frase de entonacién exclamativa, se nos comunica la alegria, la rabia. el ruego, etc.: en la entonacién interrogativa, la pregunta. El valor connotativo de la entonacign es evi dente en el lengua literario y més atin en la poesta. Para el estudio de la entonacién en espaiol son clésicos los libros de Navarro Tomas: Ma nual de pronunciactén esparola, Manual de entonacion espariola y La voz y la entonacion en los personajes literarios. ENTROPIA. En a teoria de la informacin la entropia (el termino pro- fede dela termodindmica y expresa en ella un estado de desorden) fe- presenta la equiprobabildad de los. acontesimientos_posibles en la Rente de produccién (por ejemplo. cudntos mensajes pueden surgit desde of teclado de una maquina de escribir). EL ebdigo. al introduetr th sistema de eglas, selecciona los mensajes posibles, reduce la entro- fay permite unvcierto grado de informacion, La entropta siempre St- fone un factor de incertidumbre para cl destinatario. La biblioteca de Babe que describe Borges encierta un numero indeterminado de men- ‘jes entropicos. ENTREGA. Cada uno de los cuadernillos que componen un follt- tin (V.). ENTREMES. Con un nombre que, en la Edad Media, servia para de- signar (juntamente con el de momo) un determinado tipo de fiestas cor tesanas en las que la representacién espectacular ocupaba un lugar pre- 126 ENTWICKLUNGSROMAN envio 127 ENTWICKLUNGSROMAN. Novela que sie 1a formacon pe Fe ein ample alu ne, ae un caso peculiar de enumeracién, frecuente en poesia contempo- Un ta Hamada «enumeracién eliptican, que intenta dirigir Ia aten- ites Bre tos objet0s, cargados de valor simbdlico, y sobre todo rela- sors con un eje comin (acaso un recuerdo) que ei lector ha de iden- sm rpaston, las monedas, el lavero, / la déeil cerradura, las tardias omens een lo poses das | que me quedan, los napes ros ian libro’y en sus paginas la ajada !violeta, monumento de una able in duda triolvidable y ya olvidada, | el rojo espejo occidental en se arde una iusoria aurora. ;Cudntas cosas, | lias, umbrales, atlas, ee ives, | Nos srven como tdctoseSclavos, | ciegasy exranamente iiss! | Duraran més allé de nuestro olvide, | no sabrén munca que ie hemos ido (Borges, y véase el comentario que el poeta hace en Bor- pre memorioso, pag. 124). En algin tipo de poesta (Neruda, Vallejo), se G monologo interior y, sobre todo, en el flujo de conciencia, la enu: snaign puede desembocar en la enumeracién caética ENUMERACION. Es una forma de organizaci6n del discurso afin aff acumulacién (V.), de la que se diferencia por ser un modo de defini propio de los conjuntos: consiste en resefiar los elementos que los com = ponen: El cuarto era angosto, bajo de techo y triste de luz; negreabay partes las paredes, que habian sido blancas, y un espeso tapiz de roha’ empedernida casi, cubria las carcomidas tablas del suelo. Contenta ii = ‘mesa de pino, un derrengado sillon de vaqueta y tres sillas desvencijada, un erucifijo con un ramo de laurel seco, dos estampas de la Pasion y ig rosario de Jerusalén, en las paredes; un tintero de cuerno con plumd de ave, un viejo breviario muy recosido, una carpetilla de badana negra, in” ‘alendario y una palmatoria de hoja de lata, encima de la mesa; y, poy Ultimo, un paraguas de mahdn azul con corva empuradura de aster uno de los rincones mds oscuros (Pereda, Sotileza). La enumeracién puede ser completa, cuando se presentan ios dos dltimos miembros I gados por coordinacién; incompleta, cuando la unién de los miembriy es por yuxtaposicién y se produce asindeton; mixta, si la unién de ls miembros es por polisindeton; caben otras construcciones intermedi,“ Muy frecuente, sobre todo en prosa, es la recapitulacidn, en la que ie. | anticipa o se relega al final un elemento que define al conjunto dese rrollado en la enumeracién; asi se subraya con cierto énfasis (V.) a concepto fundamental sobre el que se quiere insist (por ejemplo, ro: bos, rapitias, extorsiones, violencias de toda clase: és0s son algunos ay pecios de la grave crisis social y moral de nuestra sociedad). Cuando ly enumeracion quiere ser total y absoluta. incluso con ordenaci6n exter de los elementos, se llama inventario: Borges pone en evidencia el po: cedimiento (En sus remotas paginas estd escrito que los animales se d ENUNCIACION. La enunciacién es el acto individual de la locucién fa el que se muestra el hablante, bien por medio de los pronombres fersonales (0, ti, etc.), bien por el uso de otros defeticos (V.) que Rbrayan los factores de espacio o tiempo en que se produce la enun- - Gacion (aqut, ahora, entonces, etc.). También otros medios sirven para canacterizar @ la enunciacién en relacién al enunciado: los verbos per- formativos (prometo, aseguro), las expresiones valorativas y emotivas {que implican un juicio o un sentimiento del sujeto de la enunciacién), bps elementos modalizadores (acaso, sin duda, claro es que.... etc.). El estudio de la enunciacién (V. Todorov, ed.: L’énontiation, en Langages, FT) es de la mayor importancia para caracterizar las connotaciones s- flsticas (V. ESTILO) y las funciones de la narracién (V. voz). ENUNCIADO. El enunciado es cualquier secuencia cerrada y acabada “de palabras emitida por uno © varios locutores. Puede estar formado yoruna o varias frases; y se caracteriza bien segan el tipo de discurso Ftermino con el que a veces alterna— (enunciado literario, satirico, treo, politico), bien segtin el canal de comunicacidn (enunciado verbal, cscrto), bien segin la lengua que se usa (enunciado castellano, catalan, viden en (a) pertenectentes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amati:" trancés,etc.). El enunciado se analiza en frases (y a veces se le identifica trados, (d) lechones, (e) sirenas, (9) fabulosos, (g) perros sueltos, (i). BR eon la frase misma) segan las distintas tipologias de la lingUistica es- incluidos en esta enumeracidn, (i) que se agitan como locos, (j) innu- “Be. tructural. merables, (k) dibujados con un pincel fintsimo de pelo de camello, En narratologia, Greimas llama «enunciado narrativo simple» a 1o ticétera, (rm) que acaban de romper el jarron, (n) que de lejos parece “Re que Todorov llama «proposiciGn, es decir, a la uniGn del actante y de moscas. Borges, Otras inguisiciones). AB stuncion como sujeto y predicado isot6picos en la formalizacién de la Si dos o inés enumeraciones de un texto tienen sus elementos €2,, ME. dégesis relacién biyectiva entre ellos, entonces aparece la forma de construciét ; denominada correlacién (V.) ENVIO. V. commato. 128 EPANADIRLOSIS erica 129 EPANADIPLOSIS. Es una figura que consiste en repetir una pays al principio y al fin de una frase o verso (o en dos frases 0 verses rrelativos: Crece su furia y la tormenta crece (Valbuena). Tejidos sos primavera, amantes, | dé tierra y agua y viento ) sol telidos (A. chado). Véase también anapir.osis. El término epandstrofe te como sinénimo de epanadiplosis. rera Infante). En la cinemanteca de Cuba (Cabrera). rabyecto, casa ctame-rogue (Tulian Rios) : 18. Adicién explicativa a un término 0 a una frase. de tal BREXEGEST, de acaracion o de comentario. Ej: Mi deplorable con- imodo a7 J gentino me impedird incurrir en el ditirambo —género obli- ion eo ieuay, cuando el tara es un uruguayo (BOrgeS). V- EM fas b pPEXEGESIS. V. arosiciow EPANALEPSIS. Como figuta snc a epanseptis comin of enc dean Soa ernst oceans conte cal epee Se ano pin Palabras oe cere en Ue ou sabrspa Elem: os condiciones acne uct onomia we ie ce ae create de ara ney van y rsmtny tay a tecoreer yr Pantani clos Abend, Abend (or de amore ya laermin tei Seen ee ee cai ean Asm sae te es aes de ie Fag dcr een sc ee tee cle eee eae tee Grete ta toaticrea nin de ase Tn cass cipesa se spenlepis es ation de br tata labret de uno para dr tao son poemes aon epi ee amagazel cen: Same mete vpuca, Elepor, como wdicursonconfado al comps del metro, fans snore sae utente uct set una de se primera Ma. scion Ineratig de cuales gua pawimerto de mitos (V2) 7 Fa Pee ee eceusnc io maginaio (¥. ces) elon con sri etnies de Glgamsh (e200) de C) alos ee ee Pe fanabharatacl Ramayana ¥ Purana, oi snes ens eas recoponus por Fidaaeh Libra del Rey ee ie ee Mor pocmas homies o los dveroe Geos ue ae eee Pojemaicos del mito (Heracles) 0 de at a 8 PEE Maia Ingles oaemana, Bed: 2 oes sh Kcicata fines, recogid 9 ovdenad en el Ro. doen ee tesdoneapo de westuces aa ee ab nctates (Wel heroe due #2 ametra permanenie deacons dean Sober, bisqueéa, as pie: cuearg 0s obliga car ca akoponene oantagentta, con a eerie ge'un sayavente et Os ae apie cn su mayor parte— procede de Cee ee ee aide Clos aedos fueron conior a ae ae Scoger la eyenia cela guetta de Toya aa ne ie a eeatas in dente de la ciedad (Cl ise el newtos, del regreso, era con certeza el eje de otros poemas tema del nosis, dt rete Sie que, as este Sesarolio, uh poeta Fe a) eee adicén, tes diese forma units: La a eee see crende del epos nomerice muestra el val vision de a ida Que oe desPrerporacion iterate sno tambien como seta dl mio, es oe Gun eto ejemplar en cl que fos 820%. gorma icon eae ounan on un pasado ndetorminado, f- ae ee a rioer estan menlados,enfentados 9 UN eos a ee eroce en limo extremon se adviera EPANORTOSIS. Figura l6gica que consiste en volver sobre lo que ve ha dicho ya para matizar la afirmacién ya para atenuarla o incluso para contradecirla (en este caso se habla también de correccién). Frecuen temente se introduce una f6rmula—mejor dicho, pero qué digo?— para indicarla. La accién transcurre en un pals oprimido y tenaz. [..] Ha transcurrido, mejor dicho, pues aunque el narrador es contempordneo, la historia referida por él ocurrid al promediar 0 empezar el siglo xx (Borges). Traidores.... Mas qué digo? Castellanos, / nobleza de ext Reino (Garcia de la Huerta) EPENTESIS. Es un metaplasmo (V.) que consiste en la insercién de un fonema en el interior de una palabra. Asi en el lexema invierno lan 1no se justifica etimolégicamente desde ¢l latin hibernum. Como efecto estilistico, se empled en el siglo xv para ajustar el ritmo del verso de arte mayor (V. Lazaro, Poética del arte mayor castellano): del fuére Cadino (Mena), en el xv y xv para reproducir el habla pastoril o in fantil: mi hermano Bartolo | se va a Ingalaterra (ate. Gongora). En la literatura contemporanea puede dar lugar a formas nuevas, extrafas, con errores buscados irénicamente en la palabra, haciendo alusién ala, funcién metalingiistica 0 dando paso a palabras-valija: Autorretraci 130 nica ninguna diferencia entre unos ¥ 0170s. sino es la de los poderes, cg fulera que sea, esta epopeya es la celebracion de un guemere, Ge incoercible individualidad (recuerdese la causa de la colera de a que aflora en la lucha contra los enemigos, de los cuales solo cvs cordados los més dignos, mientras que la multitud permanece anonigeie absolutamente insignificante, ninguneada. La Odisea tiene une ou tura narrativa més variada, debido a una iniriga que comport cesién de diversos ropoi (V.). como las peripecias det heroe. el na Se su vida, los obstaculos que ha de talvar y vencer para lograr sur las pruebas decisivas a las que se ve sometido, el reconocimiennaig venga yl vito final Hacia finales del siglo v a. de C. la épica tradicional comienzy decaer: las condiciones sociopoliticas han cambiado mucho y, eacctitht Ia ejemplaridad axioldgiea del mito cayo en crisis al enfresianse it épica se dirige, exclusivamente, a relatar hechos gloriosos del puefig griego, como la guerra contra los persas, de la que se ocupan —desde’” perspectivas distintas del discurso— Herddoto, Frinico y Esquilo. 5 Into, alejado en un pasado legendario y no creido, acrénico, se rein en la poesia exclusivamente por su elegancia estética (Los Argonauyt En a época helenistica, la epica es abandonada definitivamente, unge el mito siga siendo el nicleo constructivo de los epilios y de ls renal composiciones etioldgicas, que buscaban en las historias mitias loro genes de cludades, de cultos y misterios, de costumbres. con un eg extremadamente intelectual La épica latina sufri6 el infujo de la cultura helenistica, aun con Nevio y Ennio se habian establecido las bases de la epopeya nace nal (la exaitacion del destino glorioso de Roma), que llega a su ci pottica y 2 su perfeccion con la Eneida, La obra de Virgilio denota eis Singular vuelta ala utlizacion del elemento mitico en la urdimbre ey cohistériea,¢ innova los topoi tradicionales del género homério, ings tiendo tanto sobre el trazado psicoldgico de los caracteres (pensemos en" el amor de Elisa Dido) como sobre los efectos draméticos de las pe Pecias del héroe. El influjo que el poema ejerci6 sobre la cultura lt y sobre toda la tradicion occidental, por ejemplo en el Renacimienté, fue enorme. Ni siquiera la Farsalia de Lucano, que quiso consttuié fen una alternativa radical a la épica virgiliana, por construirse coma poema plenamente histérico y «desmitizadon, pudo evitar el careo et el modelo. imitado a veces en formas estructuralmente especulares. En la Europa medieval se asiste a un nuevo nacimiento de la ep peya, seguramente por influjo germanico, con earacteres muy semeja tes a los poemas homéricos: su génesis, su desarrollo y sus técnicas son muy parecidas, aunque la materia épica y su tratamiento estén cond | cionados por una sociedad y una ideologfa, por una cultura como es lt erica 131 sana completamente dstinta a aula, As surge en Franca I ans i a pe abarees gue cca ecos deo 0 de Be og adalides, los heroes de la corte de Carlomagno o las ne 0 ot Ioilers de a Tabla Redonda (cielos carolingio y r= E en ion en eign d tiempo de la historia (TH) iguala convencionalmente al tiempo del CTR). en el sumaro (V.) ettiempo del elato sera inferior a dempaes la historia. V. Tiempo. 4 ESCOLIO. Nota que se pone al margen o al plicar algin término 0 algun pérrafo, 140 EsLavon esiuistica. 141 En un emplco més general a esritura se cnfunde con ele Quiere M. Cort (Princip della comunicasione leerana) i cenee' subsistema formal consolidado o registro. Las escrituras ofrect sue en extereotipos: Gémez de ta Serna escribis: «El primero que nt a jereotipo (procedente de la propaganda comercial o politica, de “, paraliteratura ©. incluso, de la misma literatura) puede ser reflotado se puede denominar «informacion suplementaria de registro». En eu ercongue le abordé al melecio porque los hombres hablando se en- sentido. el grupo de Tel Quel habla de escritura textual. considersnse ee ten, w le jes sLas cosas claresy el chocolaveespeso; esto pasa de como lugar de encuentro entre una practica escritural ysu teers (ob liers, en Teorta de conjunto) y viendo en ella su cardcter =no repress tativo. sino productor» (Baudry, Te! Quel. n.° 36). Véase tambien Lecrinare et Pexpérience des limites de Philippe Sollers. “4 ESLABON. Verso que une Ia fronte de la cancin italiana con astieg i © coda, Generaimente es un heptasilabo que rima con el Ultimo vent de la fronte, aunque por el sentido se une'a Ia coda en la mayor pare ESTICOMITIA. En el didlogo dramatico, se produce esticomitia de los casos. Se le llama también volta 0. con el nombre italiano. cHiave Mado cada replica Ocupa un verso. En la poesia se llama esticomitia cramoste entre la forma sintactica y Ia forma versual; se opone al en- ESPARSA. Copla de arte real (V.) que constituye ella sola un poem cabalgamiento. EMA. El estlema es una construccin formal peculiar que es seat sa cocrtura Mieraras Aigunos estlemas son matrices carac- Balicae de algunos generos. movimientos, postias, gustos de una sejoterminedaeiestc cao se deberta hablar con mayor exactitud Fetctectipos (V.). Damaso Alonso ha mostra Ta presencia del es then de covrlaciones en Petrarca y en cl petrarquismo. ESTANCIA. La estancia es la estrofa de una cancién italiana. En el Siglo de Oro se denominaba asf también a la octava, ESTANCIA. V. cANCION, OCTAVA. ESTATUTO INSTITUCIONAL. Algunos criticos hablan del estatuto institucional de una obra o de un género para referirse a la imagen que la ideologia (V.) dominante atribuye a su posicién o su ambito de in fluencia y prestigio en la sociedad; asf se habla de «literatura infantile, «literatura popular», etc. Pero también se deforma asf la intencién de la obra: Alicia es un libro para nifios, Bécquer un poeta para adoles- centes 0 Anoche, cuando dormia, el poema de Antonio Machado, un texto religioso, un acto de fe. ESTILISTICA. El concepto de estilistica no es univoco. Ante todo puede designar un conjunto de normas que conciemnen a la formacién Exterior y adornada de la escritura. Pero hoy este significado ha sido superado completamente por el estudio hist6rico del lenguaje, que re- haza cualquier normatividad abstracta y ejemplar que sea exterior a la libertad creativa de los escritores. Por otra parte es innegable que existe en el campo literario una tradicién de las formas expresivas (V. GENE- 0S, INSTITUCIONES LITERARIAS) en las que el escritor, con sus obras in- dividualizadas, se inserta. unas veces renovando aquellas formas desde dentro de ellas, otras revolucionandolas. En este sentido la estilistica puede ser una descripcisn y un andlisis histérico de este avatar global Ede la lengua, en el cual no se Olvidar4 el subrayar las influencias de isto, de procedimiento literario. de poéticas que vertebran la tradicién de una civilizacién. En todos los casos la estilistica, tal como se entiende hoy, remite al estudio del lenguaje literario. ya sea como hecho obje- tivo, institucién histérica y tradicfonal, ya sea como innovacién perso- nal, como estilo propiamente dicho (V. ESTILO, ESCRITURA). ESTEREOTIPO. El estereotipo es una formula foslizada, un cliché, que ha perdido ya cualquier connotacién estilistica que haya podido te ner. Los estilemas pueden ser considerados como estereotipos, pero ante todo, en la mayorfa de los casos lo que hacen es evocar cédiges espectficos y subcédigos literarios (por ejemplo, la palabra madre que aparece en el poema Sorpresa de Garcia Lorca es un estilema conven: ional en la copla popular). El estereotipo es més bien lo convencional lingiistico e ideol6gico (V. xrrscu); expresiones como angustiasa espe, robo funcionario, espasa y madre ejemplar, bella conto una rose, ete ! son estereotipos. Metaforas prestigiosas en alguna época pueden com 142 estiisrica Esribo 143 En este aspecto la estilistca se ha alejado también de su remo : orien ngustes us se remota a dncon soreron ema a ua, como sistema social del lenguaje,y habla, como exprenon te i analizar la lengua, es decir, los hechos de expresion del lenguaje ganizados desde el punto de vista desu contenido afectivos, ieee wiejo nombre de extiisica, aunque interestndose ms en los tien presivosr dela lengua hablada, que en el enguaye iterario ono = individual y creativa. El interés por el lenguaje se acrecent6 en los pa imeros aod de ast sgio cohcordand comin cao ered ae sitivismo y, por tanto, de su concepcién naturalista y evolutiva del so ganismo» constituido por la lengua. A esta crisis contribuyé con fuer fs reaccion ideaista, que propaso una vision completamente need Ia Tengua como consctuencin de la primera Esiéice de Croce ion Para los idealistas, lenguaje y poesfa se identifican, y asf la lengua gy converte en una perenne ¥ siempre nueva creacion de in fantsbe al Sonor. La torla crociana proveyo la base flssticn de la seen Copernicana» de Karl Vosslr, el verdadero iniciador de la mwesioneay estlistica, en el sentido en que. al negar la causalided exirinst oy Tengua como conjunto de sonidos pica del posivismo, cl flclgea thn retrial espiritu humano 9, més exactementes a 1a dling del escrtor, la foentecreadora del lenguaje, Para Vossley in ema, In estlisuics no significe el abandono del estudio de las nsttuiones tories del lenguaje, y por ello pudo escribir une histona dea Rowe francesa en aque se fefeja la Kultur, la cultura toda dela nacion La estlsticsinterpretetiva fue devartollada con exiremada ttle psicoldgica por otro sleman: Leo Spitzer, Ente basa su metodo soca guiente presupuestor «A cuslquier emocign, a cualquier aejamica af nuestro estado psiquico normal, corresponds, en a area expat, tin alejamiento dl uso ingaltico now. wia inversa, un ales del enguaje usual cx indiio de un estado psiquico inacostumbrado, Ui expresion lingustca pecular es; en resomen, el relejoy el cope tina peculiar condicion del espirita» Esta investigation roquere pres tina extrema atencin las indicaciones mas latentes y sparenicmen nimias del texto, que se pueden aprehender Gnicamente con un esfot zado ejerciio de ectura, capaz de revelar el Anim del pocta- los ck {ros emotivose la inspiracion fanéstica, «Mi modo de atvontar los tos iterarios se podria sintetizar ene lemma Wort urd Werk, "palabra Obra": Lar obscrvaciones hechas sobre ia palabra se pueden Rater tensivas a toda la obra: se deduce de ello que entre la expresion vera Yel conjunto de le obra debe exist en el autor, una ertmonia piece {ablocida, une mistesiosecoordinacion entre woluntad eresdora of verbal Esta (eeniea indueve-deductva consste en mo petuer mind de vista el conjunto-en el andliois de cada Une ds las partes, en ely ir de las partes al todo y de éste a aquéllas, en un to-and-from-mo- «Nem at que Spitzer llama Zirkel im Verstehen o movimiento circular en Wmarender (luego 1o denominaré «efrculo filol6gico»], que va desde los Gualles externos al centro interior para mAs tarde retornar a otras su fesiones de detalles ‘EI método de Spitzer se vale de la auscultacion del texto para apre- ender en un elemento expresivo extrafiador (el eritico dice «sorpren- emten: Lberraschung) la sefal de un estado de animo determinado. El Sitio se caracteriza como desvio de la norma, de un modo no muy di- furente a como por aquellos afios (1915-1930) estaban sosteniendo los fermalistas rusos (V.), aunque con una diferente concepcién estética y Retodologica. Pero la desviacién, el elemento extraador json siempre pertinentes para caracterizar el estilo (V.) de un escritor? Este es el Panto débil de la Stilkritik, con frecuencia acusada de subjetivismo, Frando no de intuicionismo arracional. A pesar de ello la obra de Spitzer ha mostrado productiva: de ella parten los movimientos criticos mas fecundos en Italia y en Espafia, aunque corrijan algunos excesos del maestro aleman. Para su revalorizacién actual, léanse las paginas pro- Iogales de F. Lézaro a Estilo y estructura en la literatura espanola. ‘A una estilistica menos inmanetistica se une Erich Auerbach, co- nocido en Espaia sobre todo por Mimesis, que redne un grupo de en- fayos dedicadas a «la representacién de la realidad en la literatura oc- dental», de Ia Odisea a Virginia Woolf. Partiendo de una serie de muestra de las obras, sometidas a un finisimo andlisis de los diversos Componentes linglisticos, hist6ricos, filosoficos, etc., Auerbach llega a tuna caracterizacién globai del arte y de la personalidad de los escritores, con un sobresaliente sentido diacrénico y social de los fendmenos esti- lstcos. Acaso las posibilidades de su metodologia sean mas claras y lleguen mas lejos en Lenguaje literario y piiblico en la baja latinidad y enla Edad Media. La estilistica en Espafia tiene como cabeza fundamental a Damaso ‘Alonso, que trata de superar el concepto, usual desde Bally. de que el lenguaje literario es diferente al comiin. El maestro espafol resume asi sus ideas: «Creemos: 1.°) que el objeto de la estilistica es la totalidad de los elementos significativos del lenguaje (conceptuales, afectivos. imaginativos); 2.°) que este estudio es especialmente fértil en la obra lteraria; 3.°) que el habla literaria y la corriente son s6lo grados de una misma cosa» (en Poesia espaiola. Ensayo de métodos y limites estilis- feos), ESTILO. Entre las innumerables y no siempre coincidentes definicio- nes de estilo, se pueden elegir, como las menos polémicas las dos acep- iones fundamentales de que parte Segre (Principios de andlisis del texto lterario): «1) Conjunto de los rasgos formales que caracterizan (en su 144 esto totalidad o en un momento en particular) el modo de expresarse de 4, See ee eee ete de crane males que caracteriza un grupo de obras. constituido sobre bases logicas 0 historicas.» En una investigacion de indole lingistica y semiol6gica se presen distintas acepciones y explicaciones del estilo que, aun siendo na acto linguistico individual, no puede ser creacién ex nihilo, come pict el idealismo, sino que se cimenta siempre e inevitablemente en ee trimonio comin de la lengua. Pero {cual es la relacién entre es lengua? Si se admite. siguiendo la teoria de Riffaterre, que existe funcién estilistica, su tarea sera subrayar los rasgos significativos, mensaje, en oposicidn a la normalidad del contexto. Nos encontra frente a una primera definicién del estilo como «desviacidne con ne pecto a la norma. Para Guiraud. Henry. Rosiello y ottos, es posite medir objetivamente estas variaciones, aplicando un método estadtsig® En particular. Rosiello intenta operar una sintesis entre lingistica, na: todo estadistico y teoria de la informacién: «El concepto de estilo puede egar a coincidir con el de informacién: un mensaje seré més o mene | informativo en tanto en cuanto que el sistema de combinaciones ent unidades sea m4s o menos previsible.» Frente al discurso normalizady de la comunicacién habitual, el mensaje postico pone de relieve lnar._| bitrariedad del signo. Nos preguntamos, sin embargo. si sera posible. ‘medir los elementos pertinentes (que caracterizan el estilo) baséndonoy fen su respetabilidad, 0 sea, con criterios estadistico-matemétice, ‘cuando un sélo elemento puede ser pertinente porque asume una fur.’ | cign connotativa en la matriz del texto. Otra objecién que se puede oponer a esta definicion del estilo es que el mensaje poético o, en ge aie neral, iterario no es sélo un hecho linguistico. sino también y sobre todo “ un acto de escritura (V.); véase también la doble conclusion que, sob la lengua literaria. plantea Lazaro Carreter en Lengua literarta frente lengua comiin (en Estudios de lingiiistica). Parece més productivo con #e siderar el estilo como lenguaje connotado. como interaccién entre formas del contenido y las formas de la expresién. El sistema formal (tanto sobre el plano temético como sobre el expresivo) procede de c digos y subcédigos historicamente determinados, de escrituras que i” entrecruzan en la factura estilistica de la obra: una perspectiva semic- ldgica estd interesada, pues, en reconstruir y estructurar el macrosistéba del texto en sus componentes y. ocasionaimente, en sefialar la desvit | ion especifica que existe entre una determinada realizacin y las i, tancias Virtuales implicitas en la escritura o en el género al que se rite” la obra. Como se ve. el concepto de desviacion se recupera aqu 3# ‘nuevo, pero en el seno del sistema literario (lengua, instituciones, et crituras, ete.), que es siempre un sistema «secundario» con relacién a9 de la lengua (dicho en otros términos: esta connotado culturalmente). E Jucirlo. por cumplir con lo que a su oficio det esto 145 1, ta deseripein del estilo. La estilistica (V.) y. en general, la critica 1 Ua formal y estructuralistico-semiologica se proponen deseribir los liereres expecificos de estilo de un texto o autor determinado. sin ol- fine como dice-Segre en el libro citado més arriba. que en una obra ‘nds en uh autor— hay varios estilos copresentes y armonizados. ‘Teorey (en Ducrot-Tedoroy. Diccionario) distingue entre el plano dei Tovseiado (V.)¥ el plano de la enunciacién (V.), es decir, la transmision -ehvamente verbal del mensaje y el proceso que convierte en acto ele- entos no verbales (el emisor, el destinatario. el contexto). Por ejem- fo. en el principio del eapftulo V de la segunda parte del Quijote: «Lie- indo a escribir el traductor desta historia este quinto capitulo, dice que fel que se podia prometer de su corto ingenio, y dice cosas tan sutiles, que no tiene por posible que él las supese; pero no quiso dejar de tra- jon, que implica una llamada al destinatario como juez para que re —de acuerdo con el traductor. mas apéerifo que el capitulo— ‘consi as eualidades de forma y de contenidos colocadas de ahi en adelante ‘en boca de Sancho y. ademés. obligandole a compararlas con otras que fe han dicho antes y que se diran después, en otros capitulos que Cer- ‘antes no juzgue apécrifos, El andlisis del enunciado estudiaré el estrato del significante, el mor- fosintéetico (se podran observar los tipos de relaciones entre frases: 16- seas, temporales. espaciales) y el aspecto seméntico. Por ejemplo, el enunciado «Llegando a escribir el traductor desta historia este quinto tapitulo. dice que le tiene por apécrifo» tiene un minimo de represen- tatividad frente a este otro enunciado: «El decir esto y el tenderse en elsuelo todo fue a un mesmo tiempo; y al arrojarse hicieron ruido las amas de que venfa armado, manifiesta seal por donde conocié don Quijote que debia ser caballero andante; y llegéndose a Sancho, que dormfa, le trabé del brazo. y con no pequefio trabajo le volvid en su acuerdo». En el primero no hay una referencialidad narrativa directa = mis bien se niega—, dado que el autor —-o traductor— da un juicio sobre el propio texto que va a trasladar: podemos notar también, en el plano seméntico. [a figura de ironia sobre la que esté construido el pa rafo entero. El mismo Todorov diferencia, en el estrato de la enuncia- fin, el estilo (0 discurs0) valorativo, en el cval el narrador indica su opinién propia, jucio, valoraciones de cardcter estético, ideolégico. mo fl, ete. eh estilo (0 discurso) emotivo que coloca el énfasis sobre el hablante (eft. Ia funcién emotiva de Jakobson); el estilo (0 discurso) modalizador. cuando el acento se pone sobre la verdad de la relacion amir el texto y su referencia, desarrollando esta valoracién mediante determinadas categorias linguisticas: los verbos y los adverbios modales, (poder, xdeberm, «quizé», wseguramente», «parecer, «sin dudan, et oétera), 146 eso. Esrito «147 artcter metalingdfstico, al insistirse y describimnos la traduccion que #3 “Gores hace del mensaje recibido del tafier de las campanas y com Aaa O70 7 otro mensaje, escrito con otro e6digo —el verso: los fiine- mentor. Pero en el texto se introducen factores de enunciado tg foncela seababa de poner sobre el regazo de su amas) ¢ incluso (oa domento en estilo directo (jtan, an, tan’), que no se traduce di- bun fiabtite, pero que se descifra al hacerlo entrar en correlacién —in- Feared matical, #1 10 entendemos como término de comparacion— con Fe efmtos!, jevantos!», ya en estilo indirecto libre. Y es evidente la ee reencion del narrador en algunas caificaciones psicol6gicas anterio- ne fnicio del discurso (Terrible promesa) 0 modalizadoras (comenza- sera) Mleababa de), 0 emotivas (lal vez, las interrogaciones) y, sobre ‘odo, valorativas. {eee saloy escritura. Hlemos definido el estilo, més arriba, como la ex- " resion personal de un autor © como la fisonomia formal de una obra Bivede hablar del estilo de Garcilaso, pero tambien del estilo de las , 5 Piedes. Hemos sefialado también cOmo existe una concepeién mas fia del término, al referirlo a un determinado movimiento literario. imple geela sn mds, un pertodo artistic integro: se habla enton Fe LuvGel estilo de la escuela salmantina o de los poetas gongorinos. del E estilo simbolista, modernista o parnasiano, del estilo barroco, neocla- = eo, roméntico. Asi en el area més general de las artes figurativas, de inmisica y hasta del adoro y de la moda la denominacion de los di- ternos estos sirve para indicar un complejo de caracteres especificos y D constantes claramente identificables por referencia a algunos ideales es- tetoos 0 a tendencias precisas del gusto, de la cultura, de las conven- F ones sociales de una époea determinada ‘Recientemente se ha introducido el término de escritura (V.) como suatituto de estilo individual, con tna sefialada referencia al aspecto lin- iBisico. es decir, de las clecciones en el seno del cédigo efectuadas por Elescritor. En nuestra opinion es necesario precisar el eardcter semidtico el eoncepto de escritura como conjunto de rasgos literarios y, por lo ® tanto, pertenecientes al sistema de la literatura y a sus cédigos y sub- ebdigos, que se reflejan en el estilo de un autor. Es evidente que cuanto tnis personal es la realizaciGn estilfstica de un texto, tanto mayor ha sido lnelaboracion y la transformacién del modelo de escritura en cuyo ém- bito se ubican tanto la obra como Ia poética del escritor. Sin embargo, como seflala Segre siguiendo a Bajtin, un texto, es- pedalmente si es narrativo 0 dramatico. puede ser estilisticamente — tscrturariamente—— fragmentado, presentar una pluralidad de estilos, sepin quien hable, con los ojos de qué personaje se vean los hechos y lugares en que se coloquen. El espectro crece més si pensamos en posbilidad de que el autor cree uno a varios personajes-narradores siuados en el interior de una misma obra, Por eso quiz4 sea preferible De gran importancia, especialmente en el andlisis de la narratiy la distincién entre estilo directo, indirecto e indirecto libre, Eyes directo es el modo de enunciacién que implica directamente al ecuet y al destinatario: en un relato, por ejemplo. los personajes que huge cero (soliloquio); es distinto el caso del mondlogo interior (V. indirecto es el modo del enunciado del discurso relatado (dijo q El estilo indirecto libre (en aleman erlebve Rede, en inglés represehfl speech, narrated monologue) aparece como caracteristico de ia acre moderna: el narrador cede la palabra indirectamente a los person «insertando en el relato, como parte integrante de él (y no sencillame como monélogo “aparte") fragmentos del discurso» (Terracini, Analy silistica. Teoria, storia, problemi). Véase este fragmento de Giiraidge «Carlos volvia a sus explicaciones. ;Quién podia saber y en caso de berlo atribuir nada malo a sus visitas a Lobos? Era puramente una tisfaccién para el padre verle efectuar ese Viaje a Inglaterra, donde iy juicio aprenderia mucho estudiando los mas reputados “Farms” ey 4 compaiiia de un hombre entendido. —Tres meses 0 cuatro... jme pares tan largo, Carlos!» Después de la primera frase, aun manteniendo € discurso en el plano de la tercera persona (indirecto, objetivo), el rrador cede la palabra a los personajes, sin recurrir al didlogo y sn se virse del estilo indirecto, introducido por un verbo declarative y por alguna conjuncién subordinante. Obsérvese cémo, en la ultima frase, a discurso indirecto libre se puede responder mediante el directo. La intervencién del narrador, en forma que podriamos denominar enmascarada», se advierte en la variacién de los modos y de los temper: verbales, por ejemplo en los juegos de oposicion indicativo-condicion presente-futuro, pretérito indefinido-imperfecto. Véase este troz0 de La Regenia: «Todas estas locuras las pensaba, sin querer, con mucha ff malidad, Las campanas comenzaron a sonar con !a terrible promesa é¢ no callarse en toda la tarde ni en toda la noche. Aquellos martllasl 4 estaban destinados a ella; aquella maldad impune, irresponsable, me! nica del bronce repercutiendo con tenacidad irritante, sin por qué a para qué, s6lo por la raz6n universal de molestar, crefala descargad sobre su cabeza. No eran fiinebres lamentos, las campanadas como deci ‘Trifon Carmenes en aquellos versos del Lébaro del dia, que la donceli acababa de poner sobre el regazo de su ama; no eran finebres lamentos: no hablaban de los muertos, sino de la tristeza de los vivos, del letario todo; jtan, tan, tan! ;Cuéntos!, jcudntos', iy los que faltaban', ;qué co taban aquellos tafidos? Tal vez las gotas de Muvia que iban a caer 6° aquel orro invierno». Desde un punto de vista linguistico, el parrafo | abre con tres frases que pertenecen al plano del enunciado, en euanid que refieren unos hechos: la protagonista piensa, las campanas suena, Ana se estremece. Pero en seguida comienza el discurso indirecto libié 148 esto Estiovica 149 hablar de ls esilos — las escriturae— de una obra y ver cémo se Jugan para crear un estilo —o una esertura-~ individual cone SS falemos dos casos muy distintos Alfanful y El arama nese libro con muy diversos interlocutores~. son coherentes cnr Claroscuro (y no eu narzativs es lea) Joan de Mena enfesn mas do eceribirla dl arte mayor 9 la del arte menor veins dad acaso se produsea por referice oblgatoriaments el cornet tradicion codificada. 0 a una intertextualidad que evidencia, en le 228 tinued de una eseitra personal. la noveded 9 cohen Geta suse i 3. Ea clasinicacton de los estilo. La tetrica antigua consderaba tio separado del objeto eapectice 0 contenido, como una viva de instrumentos expresivos adaptables a cualquier argumento segin wi complejo de normas rigidamente codificadas; se habla asi de estilo 4tic tsilticec odio, lacénien, El estilo no es tanto expresion perma See potencatidad formal abstatay caractensada or i ehscwance Le - jonideracion las fuer2as sociales que estan en la base de la repre penne pueblo. los campesinos. los esclavos. el trabajo, et). La Basen conta come protagonistas Yes, prices. dass. heioes iden Pry commbaten en memorables oualas eh las que meron ov rgedos in que el poeta se ineline a cotarnos su aged tae rors es samtomanico. su peligrosa protest es rechesad sees Oe Frommer subraya el abismo que se abre entre los dos des aidosa y estridente. ne eis Meda la distincin entre ls tes estlos es evidente en Fan némero de casos: pero el mismo Auerbach ha puesto de relieve Ban name anise ha roto la tripartcion cancnea de tos esos, por sire ison que Supone el lenguaje bajo de la Sagrada Escrivura, E iehalado ya por San Agustin: sintesis de lo sublime y de lo bumilde F femplificada por la encarnacién y la pasién de Cristo. con las cuales el E rama cotidiano del hombre asume un significado mas profundo, la vida fama condion? ti preve Tapso de le exetenera mundanel. sind que Ta “fremidad esta presente como mensaje de juicio y de esperanza, Esto ees gue; para los euritors crstianos, que se comemplan en tie cea Biblia, toda la realidad tene valor y es digna de ser re- G presentada artisticamente, Emblema de este cambio revolucionario de eens et la Divina Comedia, obra maesta del realism cristiano pete ga de caves novedades eststieas més importantes es Pre- aes ie magnifics mezcla de fos estos radiionales.A la extraor ser edad de os temes y de los personajes corresponde und ex anew pventiva imaginauva J esiisica, que permite a Dante, por sre on unico ejemplo. romper la tension sublime Gel Paraiso con versos sepa lasia pur grater dove la rogna (XVII, 129 «que rascase la epee foun Buenas, trad. de A. Crespo), inimaginable eum s¥tor B tlze, como posifa ser su macsto Virgo uunas normas determinadas. Desde este punto de vista, es de la mix importancia la relaci6n entre el escritor (0 su obra) y los modelos fijades por la tradicién. de tal forma que el valor de una obra depende de conformidad con la norma. Como codificacién de instrumentos y ge- ideales expresivos. la retorica tiende a convertirse en preceptiva, pertorio cerrado de esquemas distribuidos seguin los dstintos generos en Verso 0 en prosa (V. GENERO LITERARIO) Uno de los aspectos mas caracteristicos de la ret6rica antigua exis. distincion de tres géneros de estilo, que se aplican sobre cualquiera de los cuatro que hemos resefiado arriba: sublime (0 gravis), mediano (@ mediocris) y bajo (o humilis). distincién que pasa de San Agustin y San Isidoro a las artes dictandi et versificandi medievales, que la codiicih en la conocida rota Virgil, en la que se ejemplifican. dependiendo los tres estilos, unos campos léxicos que hacen referencia a los tipos & los personajes. sus nombres. los animales. los instrumentos, las plantas y los lugares en que se desarrolia la accién; la distribucién de esto, ue ya no se emplea en literatura, se ha continuado en la paraliteratura F ESTIQUICA. Se denomina composicién estiquica del poema a la no véanse los nombres, profesi6n. lugar, etc... que tienen, por ejemplo, estructuraciGn formal de éste en estrofas regulares, que se compone de personajes de una novela rosa. La rota tiene como punto de referencia BY una sucesién libre de versos semejantes. El primer ejemplo en Is lite los tres poemas de Virgilio: Eneida, Gedrgicas y Bucélicas, respects: “HBF. ratura espafiola seria el de las tiradas que constituyen los cantares de ue vamente. Para la ret6rica antigua los tres estilos deben quedar rigud- BK gesta. Con la entrada del endecasilabo se recupera esta forma de com- samente estancos, sin que se pueda mezclar el uno con el otro: os em! “BE posicion, en Italia por imitacion de los modelos clésicos (Virgilio), en clevados. de cardcter heroico. deben ser expresados en el sublimis #9: BC. Espata por la presencia de aquelios modelos y de los italicos: ahora se tus: los temas realistas 0 cémicos comportan el humilis, que puede llegat ‘emplea sobre todo el verso suelto: el primer ejemplo es la epistola de —Petronio o Plauto— a formas més populares que las es 0. JE Garclaso a Boseén. Luego se mantendra la rima, pero se alternarén fealistas, de tas églogas virgilianas. El realismo antiguo. como has Gterentestipos de versos (endecasilabos y heptaslabos), pero con for- falado Auerbach. presenta una deformacion cémica. sin profundizar¢t <3 mas de agrupacion libre: las Soledades gongorinas serfan el mejor ejem- i los problemas, porque el intelectual de extraccién aristocratica no toma: 150 esraansore esraucrunatisMo 151 ESTRAMBOTE. Conjunto de versos que se suman a una comp oética que presenta una forma fijay cerrada, sobre todo al are este caso el estrambote consta ordinariamente de un heptaans Fima con el iiltimo verso del terceto final y de uno'0 doe pasa endecasilabos. El ejemplo de todos conocido es el soneto Al naa Felipe Il, de Cervantes. En poesia contemporanea el estrambo adquirir una entidad mayor ¥ distinta forma: véase el soneto de a8 Machado A un olmo viejo. : 1o un sistema estructurado en distintos niveles; a partir del rada cornico de Saussure +e define la lingUistica estructural (V.) i eiicon sus diversas escuelas y tendencias. Particularmente. con dere ig gramética generativo-transformacional (V. LINGOfsrica, 5) mskina diferencia entre la estructura superficial de la frase, 0 sea, uit ims semantica y morfosintéctica, y su estructura profunda, es eiecor genizacion abstracta del enunciado anterior a la intervenciGn ar geminadas transformaciones que regulan el paso de la estructura Eesfonda a la superficial. fund® ynetodelogia de Ia critica literaria de inspiracin semiotgica, io puede considerarse como productividad signica, como operacion minal en distntos niveles, incluso ineonscientes. La estructura pro- riufel vexto recoge ocasionalmente los sfmbolos inconscientes que ea en le estructura superficial (por ejemplo, en la fabula) gracias 8 Bidorformacion del lenguaje postico (metaforas y metonimias, segin La- pass para estos problemas véanse las voces: CONNOTACION, FENOTEXTO a ExiO, INTERPRETACION, SOTOFIA, NIVEL, PARALELISMO, SENTIDO, SE ESTRIBILLO. Verso 0 conjunto de versos que se repiten total g cialmente a lo largo de un poema de una manera regular. Muchas funcionan como leiemoaiv. El estribillo caracteriza a ciertas fond oema, como el cosaute, la cantiga de amigo, el villancico, l 2g letrilla, etc. En algunas ocasiones, sobre todo en la poesia cont ranea, el estribillo reproduce estructuras més que palabras: véase ejemplo, «Tierra seca» de Garcia Lorca, en el Poema del cante js Algunas veces se llama estribillo al villancico (V.), entendido ene mera acepcién. UCTURALISMO. Denigrado por muchos como ideologia tec- ritica, exaltado por otros como el més importante descubrimiento temoidgico del siglo Xx, el estructuralismo se ha impuesto a la aten- jon de la cultura contemporanea por la multiplicidad y la fecundidad ‘us aplicaciones en muy variadas ramas de la investigacién cientifica, ie la Linguistica (V.) a la antropologia, de la psicologia al arte. Como Frrimera aproximacién, de cardcter general, podriamos utilizar las pa- Flares de Starobinski: «El estructuralismo no es més que una actitud Fispuesta a considerar la interdependencia y la interaccion de las partes nen la misma medida o responden al mismo metro (ast, las estro fl seno de un todo. De aquf, su validez universal, que lo hace apli- arte mayor son isométricas aunque sus versos no tengan siempiStl Eable a la lingistica, a la economia, al arte, etc.; pero de aqui también mismo numero de silabas); heterométrica en el caso contrario. la necesidad de precisar el programa del andlisis estructural. por medio Hay también estrofas de formas fijas —pareado, cuarteto, re de un deslinde, de un método especifico para cada disciplina, si es que dilla, etc.—, mientras que otras poseen un esquema que permite u Bio para cada objeto en particular.» mero diferente de versos en cada realizacién (cancién. 2éjel, vllan i: Estructuralismo y estructura. Es menester, por lo tanto, precisar el etc.), y otras la tirada, el «pie de romance»— son formantes de Foncepto de estructura, que ciertamente no es nuevo. pues ya Ciceron mas Quintiliano hablaban de verborum structura y Ovidio de carminis Biructura. Se trata de acepeiones muy genéricas, que remiten a una idea de ordenamiento, de disposicién racional de los elementos en un todo ini, de una organicidad que posee los caracteres de coherencia y uni- firiedad: baste pensar en una estructura arquitecténica. Mundrriz, al Btiaducir las Lecciones sobre la retdrica y las bellas letras de Hugo Blair. Fiice: «Otra especie de belleza es la que resulta... de ver que las partes Bsc una cosa corresponden al todo que se intenta. Cuando consideramos i estructura de un Arbol o planta, observamos que todas sus partes. ESTROFA, La estrofa es un médulo métrico institucional que & tuye una unidad de orden superior a la del verso, al agrupar ¢ vas éstos segiin un esquema preestablecido en un determinado smbig convenciones metrico-iterarias (variables histGrieamente). El estr6fico se define usualmente por el nimero y medida e los v8 empleados, y también —es lo mas frecuente en la liica romanica 799M la clase y distribucién de Ja rima: esta distribucién acompafa, en #ana cipio, a una determinada organizaci6n del discurso pottico. Se dics una estrofa es isometrica cuando todos los versos que la componeit otras que exigen, con raras excepciones, su repeticion periédica (Of eto, lira, etc.) ESTRUCTURA. La estructura es un sistema que esta caracterizado ser total, autorregulable y transformable de acuerdo con las reglas ordenan el funcionamiento de los elementos y su relacion recipig 152 ESTRUCTURALISMO EsrRucTURALISMO 153 como rafces, tronco, corteza y hojas, estén acomodadas al crecimien, Y nuttimiento del todo: mocho mas cuando examinamos todas Ine nea y miembros de un animal vivo, 0 cuando registramos una de last curiosas del arte... Cuando miro, por ejemplo, un reloj.., cuando ‘mino la construccién del muelle y'de las ruedas y alabo ia bellesa <2 maquina interior, entonces el placer nace enteramente de ver el at rable artificio con que partes tan varias y tan complicadas se ues intento.» La tnica definicion orgénica de estructura que anteced at ‘ructuralismo linghistico (V. inGOisrics) es la marxista, es decir, la ba econdmico-social bajo la cual se sitdan las relaciones de clase y sobyeit cual se ‘erige el complejo mundo superestructural (del derecho a la eat tura, de la moral al arte), condicionado hist6ricamente por aquella bag y en relacion dialéctica con ella. 2 simamente d¢ estructura dnicamente cuando se ponen en juego més fimtog de 10s cuales se pueda abstracr un modelo constanten, Las clemeruras. en resumidas cuentas. existen solo gracias a las operaciones estyoturantes del investigador que resuelve el objeto en un modelo. Er concepto de estructura en linguistica lo define hicidamente Ben- * ate, sEl principio fundamental es que la lengua constituye un ss eri el que todas Ins partes estén Unidas por una relacion de so tema. G'y de dependencia, Este sistema organiza unidades, los signos Geitgdos. que se diferencian y se delimitan mutuamente. La doctrina aricejuralista ensefa el predominio del sistema sobre los clementos Be aprehender ia estructura del sistema a través de las relaciones fat elementos, tanto en la cadena hablada como en los paradigmas i isles, y muestra el cardcter orghnico de los cambios a que esta so- Piaget emprendié el examen comparado de distntas disciplnas cen. BE onde Ia lengua» (en Problemes de linguistigque générale). tifcas desde el punto de vista de las estructuras. cuyas caracterisia «fe 3. Estrcturalismo y literatura. Nos detendremos brevemente en las fandamentales serfan ta totalidad, las transformaciones y Ia autorregy $e. wrpuestas del estructuralismo en el dominio de la erica literaia. Si i lacion. Rca Tre'obra puede ser considerada como un sistema de estructuras. una : La faceta de la totalidad es fa més evidente, porque una estructura. asrscturaliteraria seré ante todo una produeci6n lingistica que se re- no es un conglomerado de elementos independientes, sino un conjunto fF jaciona tanto con la lengua (en un momento determinado de su desa- entrelazado, en que el cambio de un elemento comporta el cambio de Erol) como con la lengua lteraria, que es un sistema peculiar de signos. : todos los demés: la totalidad es la resultante de las relaciones que we" {6 eracterzado por determinados procedimientos de escritura (V.)- El establecen entre Jos elementos. La sincronfa (V.) de un sistema extn Be texto como sistema de estructuras no se referira a un Unico cédigo (V tural no excluye la exigencia de un desarrollo diacrénico (V. piacnowia), ff comunicactOn) lingbfstico (Ia lengua: V.LINgOisrica, LeNoUA). que pro- como muestra la gramética generativo-transformacional de Noam. duce el valor denotativo-referencial del signo (V. DENOTACION), sino a Chomsky (V. uiNoGismics). Las transformaciones generan elemento, gna variedad de cOdigos y subcodigos culturales a los cuales se remite que pertenecen siempre a la estructura y conservan las leyes de ella. De. 4. ¢| autor: Jas instituciones tradicionales de la literatura, como son los aqut se infiere la autorregulacion de la estructura, que. sin embargo, 9 BE géneros. los procedimientos Fetoricos y estlisticos, las escrituras, ete. El le impide formar parte como subestructura de una estructura més ex ff ferto asume, por consiguiente. un cardcter fuertemente connotado (V i tensa, Escogiendo al azar entre los ejemplos aducidos por Piaget, re: CONNOTACION), y pone su mensaje en relacién dialéctica con la lengua cordaremos para les estracturas mateméticas la importancie del «pupor ME covgn'y con cl sistema literario. general de Galois, las «estructuras madres» del método de Bourbali, las diver Las metodologias estructuralistico-semiolégicas (V. sewioLocta) se sas estructuras de la légica simbélica; en el campo de la fisica, la ap 4 proponen descifrar la obra en su sentido global, delimitando el modelo cacién de estructuras matemiticas operativas; para la fisiologia podrian fF interno y las complejas relaciones que se establecen entre los signos. servir de ejemplo las nociones de homeostasis 0 la de autorregulacién; tanto en el nivel de las formas del contenido como en el nivel de las en el area de la psicologfa, la teoria de la Gestalt, imbricada en la idea formas de ia expresin (V. Forma). La investigacion critica puede seguir de la totalidad perceptiva, y las teorias cognitivas del propio Pia F dversos caminos. segun que considere la obra en sl la obra en relacion la sociologta, la relacin estructura-funcion en Parson. y para ia filosoft| JE eon el resto de la produccién del autor, la obra en telaciGn al sistema los trabajos de los marxistas estructuralistas Althusser y God literario y a sus subsistemas (géneros. instituciones). El primer tipo de Segan Piaget, al que acompafan otros estudiosos, como Boudon,. ' , asedio, privilegiado por los formalistas (V. FORMALISMO). descompone & Eco, Wahl, el estructuralismo es una concepcién epistemologica fun- la obra en los estratos estructurales que le son propios. para evidenciar dada sobre el concepto de modelo (0 forma) evidenciable por abstre- 4B las relaciones mutuas, intratentuales. y acercarse al modelo implicito. cidn y verifiable operativamente. «El estructuraismo no genético», “El segundo tipo de andliss se dirige 2 defini la relaciOn entre €] «ni- dice Eco en La estructura ausente, «tiende a descubrir formas invariantes srocosmos» (el texto) y el a macrocosmos» (la produccién integra de un en el interior de contenidos diferentes», por lo cual «se puede habla “Br autor). La obra es una estructura respecto al sistema del escritor: de i } i i i 154 etHos exanrurro 155 aqui, la posibilidad de examinar el sistema en funcidn de la est ya la inversa. En obras fuertemente estructuradas, como la Din ‘media, e& necesario con frecuencia para poder comprender et de una unidad estructural (un canto, un episodio, un personaje, ‘ina palabra) partir de un andlisis sinerOnico del sistema (aes tuna cancion, un conjunto de cantos, ete.). El tercer tipo de anan inclina sobre la relacion mensaje-cédigo (V. COMUNICACION): ti verificar la relacién (y el «desvio») entre la obra, como conjun matico, y las instituciones del sistema literario consideradas som th dificaciones culturales peculiares (por ejemplo, los géneros). 3. Criticas al estructuralismo. Las criticas de mas relieve que se4 alzado contra el estructuralismo (nos referimos fundamentalmong campo literario) son de procedencia historicista y marxista. Peureae sume las siguientes reservas: el estructuralismo se basa en idess rg nieas, en arquetipos eternos, en estructuras inmutables, el estrusine: lismo conjura a la historia, cl cambio, las transformaciones, anton la-sincronia a la diacronia, niega el devenir; el estructuralismo se srieh a construir modelos eternos y arquetipicos, de los cuales los wobjuat ho serian més que manifestaciones: asf, en el ambito literario, beat quetipos serian preexistentes a las obras, reducidas a simples cpteet: Be menos; el estructuralismo no seria mas que la extrema manifestaain idealista del cientificismo tipico de la ideologia tecnocrética y capital Por cuanto algunas de estas observaciones son, pertinentes, conviey: precisar que el estructuralismo es una metodologia que desembocs tt luna ciencia, la semiologia o semidtica (V.), que estudia los sistemas de signos —entre los cuales estan la cultura y'el arte—, sin olvidar, coi €8 obvio, las relaciones que tales signos establecen con la base socialé” gi fs (piensese en los manuales de educaciGn y en la anatematizacién de historica ‘en la que se desarrollan. Son significativos a este propésito lo aMiBfalgunas palabras referentes al sexo). La violaci6n sistemética de estos analisis de los semidlogos rusos (Lotman, Uspenski, etc.) y las indi age cddgos comport una especie de retSrica del antieufemnismo. por ejem- ciones teéricas de Mukarovsky. F ploen el uso del lenguaje vulgar, tipico de los diltimos tiempos, aceptado 2 (en el nivel literario incluso (y sobre todo) en obras ideolégicamente con- fomistas. El antieufemismo, como rotura del lenguaje esperado, puede Badquii, sin embargo, valor estilistico significativo: véase la serie «Eros on bastén», de Canciones de Lorca, y especialmente el poema «En Milaga>, Véase también DisreMisMo. MOLOGICA. V. FIOURA ETINOLOGICA i pea. a tetéin antg esl desrgcin dels contombres PETOPEYA iy de una persona (cardcter, valores eticos. gusts, etc), BY 380° Thritula ezopeya su novela Félix Vargas o El caballero inactual: Se eran nin» hts Ponsa 9 Bona In Fn ee ee nae ae On descansa en el Sefor, etc., son formulaciones eufemisticas del re- ite «morir», El eufemismo se sittia entre las figuras que implican E soltices 0 de «ennoblecimiento» profesional: en la época de Franco los opreros se convirtieron en «productores», las comadronas en «profe- Fportamiento social —o a ideologias (V.)—, histéricamente determina- ETHOS. Para la ret6rica clasica, el ethos es un grado moderado’de emocién con el que el orador busca conmover a sus auditores. Forni parte de este efecto emotivo Ia delectatio, la voluptas, el placere, iciones todas favorables al logro del consenso, también alcanzable pe el ridiculum. Un grado mas violento de emocidn es el pathos, capaz suscitar efectos dramAticos y particularmente adecuado para el estlé elevado 0 grave. ‘Una definicion muy diferente de este término se encuentra en N. hop Frye y en el New Criticism. Para Frye cl ethos es el contenido soda interno de una obra literaria, y comprende las caracteristicas de ls sonajes, el marco literario de la ficcion y las relaciones entre el autot) su lector o su auditorio en su forma literaria tematiea, V. Frye, Ait tomie de la critique FEUFONIA. Efecto musical agradable, armonfa producida (especial- mente en la poesfa) por los valores timbrico-melédicos de las palabras. Es el término contrario a cacofonia (V.). V. DisroRIA. ‘EXABRUPTO. Presentacién inesperada ¢ imprevista de un hecho o de “ih personaje. Fontanier (Les Figures du discours) llama abrupcién al exeresion 157 156 _excerrra EXCLAMACION. Forma tipicamente emotiva del lenguaje con ia ati en la.que el esrtor “0 el narrador. is distin al eseriton EMME age anticipar algunos temas o problemass o situaciones del desarrollo se expresan los mas diversos sentimientos. con un cierto énfasis suis a yado por la entonacién y por el signo diacritico de la exclamacheAalmecde 2 historia. Es en la carta-pr6logo, construida, como sefala Rico. igi los esquemas del exordio clasico. donde Lazaro nos dice que su Ejem.: ;Avisad a los jazmines ! con su blancura pequefa! | jQuée juiero verla! (Garcia Lorca). Lorca consigue efectos estilisticos B esito es contar a vuesa merced el «caso»; también en Don Segundo a s , ) cidn en Sri cl inicio de la obra nos da cuenta de que todo va a ser una tiendo las exclamaciones (funcién emotiva) a una funcidn referenda al suprimir el signo diacritico. Ejem.: ;Cémo temblaba el farol!eemme:airaa hacia atrés y desde una posiciOn social y eultural del narrador dre. | ;Cémo temblaba el farolito / de la calle! | Suben por la calle game, completamente distinta: y aun opucsta. 2 aquelia en que suceden Jos ‘cuatro galanes, / ay, ay, ay, ay. fechos novelados. En algunos exordios, el autor busca un contacto con Hdestinatario, solicita la atencidn. explica que se adapta 0 rompe con fas expectativas conexas a algunos modelos estereotipados de género EE irerari, trozo de didlogo inserto. de modo brusco ¢ imprevisto. en un con narrativo sin recurrir al verbo dicendi introductorio que es nes Como ejemplo de un principio ex abrupto véase La calle de Van de Max Aub. EXCERPTA. Trozos de una o varias obras de un autor publicadagg paradamente Z EXCURSUS. V. DIGRESION. EXEGESIS. V. coMUNICACION. 2: INTERPRETACION. 5 EGXPANSION. En linghistica la expansion es todo término 0 grupo de § érminos que puede ser suprimido en una frase sin que ésta deje de serio B ysin que se modifiquen las relaciones sintacticas entre los elementos ipeexistentes. Ejem.: Luis corre. Expansiones: Luis, aguel gamberro, que levanta los adoquines por la calle principal del pueblo. En el anilisis estilistico de un texto se pueden caracterizar como ex- jones todas las formas de iteracin semantico-sintéctica que depen- de un término base. por ejemplo, las enumeraciones. las acumu- jones nominales, las reduplicaciones, etc. Por ejemplo, los versos de ntonio Machado: All, en las tierras altas, | por donde traza el Duero Bu curva de ballesta / en torno a Soria, entre plomizos cerros | y manchas de roidos encinares... estan construidos en forma de expansiones suce- as, cada vez més precisas, del All inicial. EXEMPLUM. Tipo de relato medieval, en latin o en lengua vain: cercano por su construccién y finalidades a la fabula o el apologo (V3) Battaglia lo hace depender del concepto griego de parddeigma, eg diado por Aristételes, y especializado en el medioevo en el sentido'd tn relato que tiene un valor ejemplar absoluto, de testimonio op valida para todos los hombres. sin ser en si mismo «ni moral ni inm es slo una indicacién, una muestra del bien y del mal que coha fen Ia experiencia de los hombres» (L'esempio medievale). Wel (L’Exemplum dans la litéranare religieuse et didactique du Moyen Seftala que el exemplum es «un relato 0 una historia, una fabula oui pardbola, una moralidad o una descripeién que puedan servir de prog en apoyo de un discurso doctrinal. religioso o moral. [..] Tenia contener tres elementos esenciales: un relato 0 una descripcién, una Sefianza moral o religiosa y una aplicacién de esta tltima al hom El ejemplo alcanza su mayor perfeccion literarie en El Conde Luc EXPLICIT. Vor latina (se opone a implicit) con que se denominan las, falabras finales de un texto. Ejem.: El explicit de las oraciones es Ameén. Biexpicir de Los milagros de Nuestra Senora de Berceo (Madre, del tu onzaivo sei remenbrador ! que de los tos miraclos fue enterpretador...) I servido para recolocar el de Te6filo al final de la coleccién en las tina ediciones. EXORDIO. En la oratoria clisica, el exordio es la parte inicial del curso en la que se busca. sobre todo. predisponer al auditorio ha benévola atencién. Tras el exordio se desarrolla el nucleo del disc ESION. Segiin Hjelmslev (V. tivoGistica, 3) la comunicacién jue se van a demostrar). por la narratio (relato de los hechos y dé gue se van 2 demostrar). ps ratio (relate istica es una estructura de sonidos especificos o significantes que circunstancias), por la argumentatio (exposicién de las pruebas). i | j { | | 158 EXTRANAMIENTO EXTRATEXTUALIDAD 159 comportan determinadas estructuras de significados. El mensaje ey 43.” lizable tanto desde el punto de vista de la expresién como desde eh contenido. La expresion y el contenido son analizables posterionet: como sustancia y como forma. La sustancia de la expresién, songad Visible, segun el cédigo oral o escrito. es la masa fOnic8 o gréfica set que se manifiesta la forma de la expresiOn, es decir, los elementos 4 fofonologicos de una lengua dada. La sustancia del contenido ex | méntica como estudio de las entidades conceptuales o culturales, nis tras que la forma del contenido es la organizacién estructurads dei significados . En lo que se refiere a la literatura, es posible estudiar el conce de signo, propuesto por Hjelmslev. y su correspondiente distincién ex valor denotativo y valor connotativo (V.), en una teoria semiologica investigue el sentido de un texto como sistema formal tanto en el plage de la expresion (V. ESTILO) como en el de los contenidos. El sentidéy depende exclusivamente de 10s significados, sino de la relacién activay’ actuante entre significantes y significados, esto es, de la correlacionte tre formas de la expresion y formas de los contenidos. (V. texto). El andlisis de ta forma de la expresin ha de unirse, en el discurg,. poético, al nivel prosédico. o sea a las manifestaciones suprasegmentiig’ Gel texto y a los moldes convencionales (metro, ritmo, rimas, estrofie fete.) que organizan 0 modelan el nivel semantico sintactico. En la 258 de ia narrativa la forma de la expresién atafe no solo a lat manitedi iones sintagméticas y transfrasticas, sino también a las delicadas BE nipulaciones expresivas que surgen del punto de vista del narrador DISCURSO, ESTILO). yo, SERIE), en la pluralidad correlativa de sistemas de valores (his- asso en cles. reigionon,filosofcoa ete Jqve denon ana pico-ulrt Grintica Dien caracterizada. La Obra no existe si No se a eee (icra meant el cual comuniende Toss Patanjunto de cOdigos artisticos formados histGricamente, ese conjunto lon Sco suniicatve, se retire ala estera de los vinalos Eftextusles» (Lotman). La obra, por tanto. se caracteriza como un sis- nese Ces operadas en un conjunto de siemenosexretextules Fo een el sisema dela teatura el dscurooliterario Se cons nasi varios niveles extratextuales: desde la serie hist6rico-cultural oe” aoe articos haste el extratexto mds difecto, que e618 pro- Bo, cede ica de un autor al rlacionarla con la obra que se estudi, at ecieme edielon de Ins Sues forquianos han lominado eos osuros del Pocta en Nueva York 6 del Diwn del To Br selaciOn entre estructuras textuales y extratextuales han sido con- sea se toema muy alntinta por In evtien soctlopiea y por Ia 2 Fatt “para Golamann el infljo dominanie procedere Sel grupo wots el que el autor forma partes de manera que la obra tera usd Ue forma coherente ta licologia vot Ge una clase 0 de eres homogence de esta, La homolog, sn embargo, no siempre wale eaublocer directamente: es precio tener en cusnta la fancion ic cy uranaformadore que cietetan las istuciones Herons Be ereros pot ejemplo--en iainvension de una obra‘ en su fru fies i puecon olvidarsetampoco otres obstculos que hacen proble. sca cllguier extrapolacionsociologica desde el fren expecta de fa It presenci de lo lmaginaro, ene obra y autor entre obra 1 progresinaso reassonarog)conexen (Sesion de lavidn de cade eset, 2 En la perspectiva semiologica se plantea el problema de la interse- fads ee decide a rclacion ene snc iterate sere exalterari w. tuna percepcién inédita de la realidad, desautomatizando el len deformando los materiales que lo componen, dislocando seman mente la expresién. Para Shklovski la forma artistica no es nada Bq que tna suma de procedimientos: el priom ostraneya, el efecto 4° er gMmesino comunicativo, el texto se ubica en el sistema de la literatura como trafamiento, convierte a la imagen en nueva, imprevisible, distinife@limndividualidad (o valor) interrelacionada, i.e. en correspondencia con Ja percepcién comiin o trivializada. Jakobson diré que, mediante textos: Ia intertextualidad (V.) es un factor primordial tanto en la tranamiento, «la palabra se siente como tal palabra y no como sf esis como en la manifestaciOn y disfrute de la obra. La remision del sustituto de! objetivo designado ni como explosion emotive». tor 2 una tradiciOn, a unas fuentes, a ciertos topoi, a géneros . implica una transcodificaciOn que esta siempre histéri- $einente determinada (piénsese en la relacidn entre el mundo pastoril omancero nuevo —y de algunos textos afines— y el género bucélico Bs Arcadia); de este modo, el extratexto histérico-cultural actia como fate innovador 0, a lo menos, modificador en la operacién literaria; lotanio debe ser considerado en funcién de la espcifcidad del texto EXTRATEXTUALIDAD. En un acercamiento primario, puede derarse extratexto todo lo que materialmente es exterior a la ob ferencias hist6rico-culturales, detalles biogréficos, propuestas ¢ i ciones de poética, ete. Genot se refiere explicitamente a la ideologitg cultura de una época. En este sentido, el concepto de extratexto (6B tatextualidad) llega 2 coincidir con el de serie extraliteraria (V: Faputa 161 Conrexto CULTURAL 1, Lengua (incluidas retérica, métrica, ete.) ‘Técnicas expositivas. Materiales antropologicos. Wt Conceptos clave y logica de la accion, Emisor FABLA. Convencién idiomatica, remedo de la lengua medieval la que en algunos romances nuevos y en el teatro del Siglo de 0, hacia hablar en ocasiones a personajes histéricos. ‘ El discurso es el texto narrativo significante (podriamos definirlo tomo la natracién 0 la forma de la expresion); la trama es la construc- ion, elegida por el autor para representar los acontecimientos: la fabula fg una abstracci6n del lector. que confronta el orden «natural» de los stivos con el «artificial» de la escritura literaria, haciendo constar los frocedimientos empleados por el escritor para distribuir estéticamente EEE Es scontecimientos (srama) y construir la obra; el modelo, por ultimo, dades-motivo de la obra. Segre (Principios de andlisis det texto literaigh ales «ia forma mas general en que un relato puede ser expuesto conser apoyandose en Tomachevski, establece la relaciGn entre fabula y trig Mimetfando el orden y a naturaleza de sus conexiones». De las palabras del critico ruso («Asociéndose entre si, los motivos for Mlle 2. Se llama fébula a un tipo de poemas que. desde perspectivas no man los nexos tematicos de la obra. Desde este punto de vist fpicas. sino fundamentalmente liricas 0 meramente retoricas. adelga- do la narracién hasta dejarla en los mejores casos en un simple hilo ductor. reproducen asuntos procedentes de la mitologia o tratan. de verdo con aquella matriz, modelos inventados o procedentes de otras tes. Asi, Alberti pudo recoger una preciosa antologia de este tipo FABULA. 1. El término fabula fue puesto en circulacién por los malistas rusos (V.) para indicar, en el analisis de un texto narrativosne peculiar modalidad de presentacién 0 consideracién del contenidg atico de una obra narrativa, en un modo especial de ligarse lag tras que la trama es el conjunto de los mismos motivos en la sucesib hy relacin en que son presentados en la obra») el critico italiano indi que «en la fabula se parafrasea el contenido narrativo, observa ‘orden causal-temporal que a menudo se altera en el texto; la ra 221), por el contrario, parafrasea el contenido manteniendo el ordengegmeeCusio (Fabulas mitologicas en Espanta). El género ha sido empleado en las unidades presentes en el texto». Es, pues, una doble pardtrasiaga™mmes poesia contemporanea: recordemos la Fabula de Equis y Zeda, de KGerardo Diego. o la Fabula y rueda de los tres amigos de Garcia Lorea 3. Se denomina también fabula a una compesicin breve, consti- tnds fructifero y que, por lo tanto, si se considera ajena ala tama pi conducir a interpretaciones parciales de la obra literaria. Por eso ng que olvidar que. en el estrato de la trama, la narrativa ha infligido lepsis, tramas multiples, relatos intercalados, etc.). ‘Segre, relacionando el texto narrativo con el emisor y el destin con el texto y con el contexto cultural, analiza cuatro niveles dif difusion en la Edad Media (los Y¥sopetes, historiados 0 no) y. en que se dan unidos en la obra narrativa. La diferenciacién y rela Pi Peninsula. entraron en relacién con una tradicion oriental a través de pueden materializar en el siguiente modelo: . Jhros como la Disciplina elericalis o el Calila e Dimna: citemos las fa 162 FAaULA ravica 163 busch, Campoamor, Principe fueron sus principales cultivadores) fy formas, con intencién irénica, han sido rescatadas hoy. Piénsese en ner aqros y moralidades), que crécen en ambiente estrictamente po- et “esto humilis (V. ear. canwavat), como la comes. la ivi Tamposicones goliardesas ceca as que sostionen na ee erimuy lably, por to tanto, no muy bien Gefinida, Cuando elias ryasa 2 Espa Lucas Fernandes hace el equiliorio Geno- Fn eamar a alguna de sus obras Farsa 0 cuascomedia, Suan Beat iam farsa asu Pldcda y Vuoriano y Gil Vicente extiende il Eni poniendolo ahora a auto: quzh se destaque as la ausenca eso elgisos, ola apariion de elementos carcaturessos. pero Beers conceplo aparece claro st pensamos en alguns farsa Ce tumpoee Yanguas 0 de Dieyo Sinchez de Badajoz, que nos dejan Per. g Lne & Zanmio al contenido 0 forma del genero en los origenes Ge B 820 © Pousidente de a eninsula: Perdido el termino lo utliza Fae or igure obra francesa del teatro, de feria Gel sig. MoleN, Tecuperarse en la segunda déeada del sigio xx para denominat sueN€ 4 Tlie como en Francia en Espafia,a un tipo be obras en que i jad se deforina estizandola, heciendola grotesca © carnaval B ‘sndola. Quizés el primero que intente este subgénero, aunque no ul dese smbre, sea Jarty,y tras A, Chiareli y Crommelynck. En Espana teeeitetsan con este hombre, Valle Inclén: Parse alana de la ena. seria del re, Farsa infantil dela cabesa del dragén, Fars licencia Teena casiza (lamamos la atencion por el empieo de le palabra sen primer logar. hacia el complemento que la acompane), F Give camino necesario para el esperpento, Jacinte Grau y Federico Gea Lorce (La tapatersprodigiose, Parse violets: os dos Tteres de Gxchiporr) tambien coma camino para su teatro posterior FABULA. V. TRAMA, NARRATIVA. FALDA. Llama asi Dorothy C. Clarke a los pareados que, esporddi: camente, pero con funcién delimitadora, aparecen en un poema escrito en versos sueltos. El mas claro ejemplo y mejor estudiado es el del Ant”: nuevo de hazer comedias de Lope, en que la finalidad de la falda & miltiple y polivalente, Véase Juan Manuel Rozas. Significado y doctrine | del «Arte nuevo» de Lope de Vega. La apariciOn de rimas puede suceder también en prosa: Daniel Devoto la ha sefialado en el Guzman de Al farache. FANTASTICO. Lo fantéstico, dice Todorov (Introduccion a la lite. | ura fantdstica), es un género narrativo que se mueve entre la represeg. tacign de la realidad extrana y la de 10 maravilloso. Lo fantastico ie articula sobre una duda planteada y mantenida por el narrador y & monicada al narratario —y al lector— acerca de la realidad o irealidad de lo narrado, Citemos, como ejemplo de este tipo de literatura, Lar 4 i babas del diablo de Julio Cortazar E FATICA (Funcion). La funciGn fética concierne a la relaciOn entre el ‘emisor y el destinatario en la comunicacién (V.) a través del canal. Son E'cjemplos puros de funci6n fatica las formas que sirven para abrir 0 ce- rrar el contacto (al descolgar el teléfono: ,Diga? ¢Con quién hablo?) }ara comprobar la continuidad de la comunicaci6n (¢Me oyes?; genten- dis?) o para darla por concluida (en un discurso: He dicho). Malinovski “BE ~y de él toma el término Jakobson— llama también fatica a la comu- | nicacién mantenida sin que importe el mensaje transmitido: formulas de comtesia, conversaciones sobre el tiempo. etc. E- En un nivel artistico se podrfan considerar como basadas en la fun- ‘ién fética algunas obras de Ionesco, en las que el autor quiere poner 4e evidencia la trivializacién de los discursos (V. La cantante calva): ambién alguna parte de los didlogos entre Viadimiro y Estragén en Es- f perndo a Godor. Especial atencién merecen los procedimientos que, insertos en un texto, sirven en un momento determinado para acrecer El aencién del destinatario hacia el trozo de mensaje que va a venir a F sontinuacién: Fablava mio Cid commo odredes contar. FARSA. Como indica su nombre latino, 0 el espaftol, que tiene en {amente el mismo valor, la fers e8 un releno, una mezcolanca deo tivos diferentes como la antigua sanura (V. okrina) 0 a ensaladil Tos pliegos sucltos~ organizades ahora en una estracturateatral deck 4 ‘eter comico, Continutndo, acaso los juegos de escario algunas po §bles representaciones carnavalescas, con asuntos de cardter reat aren el scniido retorico medieval de la palabra que recuerdan personajes y temas de los fobliau, a fea como tal surge en Francith tmedindos del siglo xv: son obras escénicas breves, situadas al mage Ge las fiestas teligiosas y de sus manifestaiones cscénicas (mists 164 FEED.BAcK ricura 165 FEED-BACK. La palabra inglesa significa «retrolimentecisny signa al elemento informativo que se dirige hacia atrés modifeg sistema que lo ha producido. La comunicacién normal preve at rio de Ductot-Todorov. se puede observar cémo no todas las Disregnsisten en una desvacion: no la hay en el asindeton o en el Ese cron; en nuestra lengua es dificil sefialar los limites del hipér- efecto regulador del feed-back, por ejemplo en la intervencion ta sn so pura parte, como dice LAzaro Carreter, es casi imposible de. ceptor que conitma haber comprendido un coneapte teen Bron Por tra respecto als evaae festa a dewacion: ast noes general. en todos los modos. directos 0 indirectos. que permiten Bp Ice excesivamente productivo contraponer. como lo hace Cohen. probar ios efectos de la comunicacién sobre los destinatarion fo pirruto de la figura al de un tipo distinto de discurso. por ejemplo. sa ar pe rg ere for mp feerarse no en'si mismo, sino como norma frente 2 0170 prevon, Bio como desvio. Andlogos problemas se encuentran en la definicicn wes) ‘oon ; utrece como mAs ventajoso, en una perspectiva neorretérica. ca F tear a la figura «como distancia existente entre signo ¥ sentido, pimp espacio interno del lenguaje» (Genette. Figures I). Para que vela ir entendido como término figurado es necesario el conocimiento de i acon in absentia con nave: de la correlacion entre los dos signos tia singedogue. en cuanto que vela sustituye a nave como parte de indo. La figura es un proceso basado en la connotacion, y come tal fmpliea la conciencia de la ambighedad del lenguaje y. en particular. del Gouno lterario: vela es polisémico porque se refiere literalmente a si sGismo (denotaciGn) y. figuradamente a la nave a través de una moti- fren (aqui. la parte por el todo) que es el germen de la figura. La erica es un cOdigo institucional de la literatura que no sélo —ni en mer gar tiene la tarea de inventariar las figuras. sino la de atri- E juirles un valor especifico de connotacién. «Cada vez que él escrito em- B pea una figura reconocida del cédigo, requiere a su lenguaje no sdlo jure “expresar su pensamiento”, sino también para anunciar una cua B lsd epica. lirica, didactica, tc.. para designarse a si mismo como len- ae lerario y para dar sefia de literatura. Por eso, la retGrica se preo- Hapa muy poco de Ia originalidad o de la novedad de las figuras. que for caalidades de cada palabra en particular y por este motivo no le B ccieren... En ultimo extremo, su ideal seria organizar el lenguaje erario como una segunda lengua en el interior de la primera, en la fail la evidencia de los signos se impusiese con la misma incidencia que Gp iene en el sistema dialectal de la poesia griega, donde el empleo del ‘ey, IpeGaecto dérico significa. por su sola presencia, lirimo, el del atico FIGURA. La teoria de las figuras constituye el centro de atenci6a de "AM vama, el del jonico-eolico epopeva. Para nosotros. actuaimente. la 2c. la retérica clasica. entendiendo por figuras las formas expresivas pent J tacén de la fetoriea no tiene ya. en su contenido, mas que un interes liares que son usadas sobre todo por los poetas y, por eso mismo. $¢: ME tsérico (por otra parte, minusvalorado). El pensamiento de resucitar coasideran como una desviacién con respecto al lenguaje normal. Pio” HME igo para aplicarlo’ a nuestra literatura serla un anacronismo es. la paradoja de la retérica, como dice Genette —y véase también hr. La funcion autosignificante de Ia literatura ya no pasa a través Lengua literaria frente a la lengua comiin—, consiste en que las fightss Mile te codigo de las figuras. y la literatura moderna tiene su propia retorica son abundantisimas también en la lengua usual, con lo cual parece qué “MMB que es justamente, al menos por ahora. el rechazo de la ret6rica» (Ge~ Ja desviacién es absolutamente normal. Incluso. como se sefala ea & Mens” yer) pic FENIX, Palabra que no tiene ninguna otra que rime en consonanté ella, Martin de Riquer da como ejemplo la propia palabra sean FENOTEXTO. Usa el término el grupo dela revista francesa Te Qe 4 ¥ particularmente Julia Kristeva, y lo usan en relacion con genous el primero es la superficie fenomenologica del enunciado o del oe basada en un cédigo, es decir. manifesta en las estructuras linguistics el segundo es la operacién con la que se genera el fenotexto. Inca plejidad indiferenciada (el «volumen») de los significantes ¥ de toss nificados (V. Kristeva: Semiérica, cap. «El engendramiento de le 4 mula»). El genotexto es el «lugar de estructuraci6n del fenotexto, poy también el lugar sobredeterminado del inconsciente, en el espace i ‘sagra en el cual puede sorprenderse la significacién como préctica, 4 que es aqui donde se articula el sujeto de la enunciacion. Como ah al genotexto es un territorio heterogeneo: por una parte, campo verial (Gignos y articulaciones de signos); por otra, campo de la practcn sujeto enfrentado a lo “otro” y al objeto» (Kristeva). fod En la teorfa de la nouvelle critique estas ideas estén ligadas est. 4 chamente, e incluso dialécticamente, al pensamiento psicoanalitice Jacques Lacan: de ahi procede la importancia del genotexto 0 texto pry fundo como lugar de la sobredeterminacion inconsciente de los sits que se manifiesian (y se ocultan) en las estructuras lingsticas dele notexto. Véase Ductot-Todorov. Diccionario, s.v. Texto, en Apéndi Kristeva, cit. arriba y La révolution du langage poétique: A. Pre naires Théoriques, 12. ‘ FIABA. V. CUENTO POPULAR. 166 ricuRA Figura 167 1. La clasificacion tradicional de las figuras. El problema fu Ge la ftorea, dene I amiguedad hasta ot igloo coma identifcacion y catalogacion de las figuras. Noes posible trace quema unitario y valido para todos los tedricos y todas lac a eee niendo en cuenta Ia proliferacign de géneros y especies reconmeg MO cada uno de los numerosisimos manuales (baste Con pensar eecne gxema, en la consideracion de la estructura linguistica en la que se en Aa joa consntido en dliitar tos ragoeconstatvs EL primes tots lieraos 9 eta os que frman cada una de : ues, como subraya Dupriez —y tras él asoman los trabajos rae bs a de Quebec—, «un rasgo no és exclusive nunca de Ja figura todos ellos al menos las siguientes categorias (y cfr. Quintiliano, vif datvos sintacticamente similares), otro con la inversién (orden in- y IX): a) figuras de pensamiento: conciernen a un enunciado cor | su conformacién creativa e imaginativa; son la prosopopeya,'e1 trofe, la interrogacion, la imprecacion, la exclamacion, elcrttong teen fa pets, oot potas Is potion ») figuras de significacién o tropos: conciernen al cambik are de las palabras; son la metafora, la metonimia, la singedocwe, free nomasia, la hipérbole, la litote; vines c) figuras de diccién: consisten en la modificacién de la forma del is Palabras ‘apécope, paragoge, aféresis, metétsis, ete. = iguras de elocucién: conciernen a la eleccién y varied: ts palabras mas adecuadas: son el epiteto, la repetcion (con todas son sibitidades), la sinonimia, el esindeton, el polisindeton, la ‘amplificacion? ¢) figuras de construccidn: estudian el orden de las pal : Jen de las palabras en frase; son el quiasmo, la anafora, el hiperbaton, la elise, tieeiora, ° hee ose {) figuras de ritmo y melodia: se interesan paricularmente de | cfetosenicos:son a oomatopeya i aonaimia, ates etcétera. i nla actualidad, esas clasificacionesy otras similares nos pare poco satisfactorias e incluso arbitrarias. La diferenciacion l6gica de las Rguras implica numercsas caractersticasinternas, Ast Fonteier ef mera, slo en lo que se refiere a las metonimias. las de causa (Eros por. 3 tmor), las de instrurento (pluma por esrior, ia de continent (as por vino), las de origen (el Portico por el estoicismo). las de signo (trang Por monarquia) as del cuerpo (el corason por el amor). las del is tector (mis lares por mi lugar natal) las de la cosa (espada por el tore que la usa, matador). Genette recuerda la tentativa del cartesiano Laai de dar una explicacién psicolégica de las figuras, intentando encontiif, en cada una de ellas el «caracter» de una pasidn (el hipérbaton repre, sentaria ala emocion que subvierce el orden de las cosas, por lo tambien de las palabres), : 2. Tipologias modernas. Se han intentado clasificaciones y definicion,. actualizadas de las figuras, basandose. para lograr una coherencia majst age) Si se considera la totlidad de Tos Fasgos ne- ts Pa ras (millones) ae comprende que Lamy haya pod aes oe nero dela figuras fiom POF es, 10 Ue HOY ae eta redacon de ua etriea de os seas lo semeras ce posible «+ esindo grandes), que podria ser verdaderamente Feet tints esfuerzo ac han echo on ete sentido y parecen sees ee Gtnetee, Duct, el grape hl lingtistas de Fie et pepo D LAE, se Montredie rupo de Lie, sins Lyon on oe Eende la semidtica se ocupan de estos problemas ramen dette nas ambicioss de una clasificacign total de las sent apoye en aspects lngustios sen fa debida a lamado frupo ww, formado por Dubois, Edeline, Klinkenberg, Minguet. Pite fe Reonque gentle, Pat, 1970). Consderando is anon efecto de sransforacion sel lenguae, fos etasiosos de Be gupo ditinguen: ee ere moditiaciones de palabras y de elementos inferio- ves eadbra desde el punto de vista de la expresions 2 aaa tceana esto ey las transformaciones formales de la es: Eins dete fase incre det ssememas, las modificaciones de ls palabras en cuanto & au Snead; ser eadesogismos, las modificaciones del valor l6gico de la fase. aoe se nebuyen en esas cuatro areas mediante cuato ope rare, eign, To supresion, la supresion-adicion } Te per- bp outacon. Sen sucirdn aa las siguientes figuras de tipo A (metaplasmos: ope- “ones mortologeas) Te aero ncopa y sinéresis cuando la supresién es parcial dlespaco a blanco euande la supresin es total Protest, dcresis,epentesis, paragoge, cuando la adicin es sim- let ctopioacion,isisteneta, rime, aliteraciOn, paronomasia evando la tion cs repetitiva, St daulvorey el calambur cuando la supresiGn-adicin es parcial os {acaba los neslogiomos, cuando es completa cr anagrama, a metatesis son resultado de permutaciones. dar sus frat 168 FicuRA mioLocia 169 Figuras de tipo B (metate: ; xis: operaciones sintécticas signe de Ja tase cuando la supresion et parcial (choy Juanan) Ia elipsis, el zeugma el asindeton y la paratans eon 2 el paréntesis, la concatenacién. | simple; la tepeticion, el poisindeton la simetsia cwanee oe 2 [a silepsis. el anacoluto cuando la supresién-adi sn ex eee ‘Suitemo cuando es completa, Presionvadicion es Parcel la tmesis. el hipérbaton y la inversion cuando hay 6 Figuras de tipo C (metasememas: operaciones semanrnn oot Sinécdoque y antonomasia generalizadoras, compen, in Precsentia cuando la supresion es parcial; metily 0 dainésoguey la antonomasiaparcularzadoras cuando I dell Ja metafora in absentia cuando la suy presiOn-adicién a ‘onimia cuando es completa; el oximoron cuando es meena aE Fjguras de tipo D (metalogismos: operaciones lope 1d litotes euando la supresion es parcial; la reticence a el silencio cuando la supresion es completa: . la hipérbole cuando la adicion es simples la repeticion, Ja antitesis cuando es repettiva, el eufemismo cuando la supresin-adici Pardbola, la fabula moral cuando es completa; a eeu ep antifrasis cuando es negativa; . 18 Paradoi la inversion logica o cronoldgica cuant col 8 Logi 1d0 se produce por permut sién: también el eufemismo comporta operaciones de sustitu- Spisco-semantica. epfeoria del srupo de Lieja (0 grupo 1) es extremadamente in- se tegunque aparczca en su conjunto como excesivamente arf \Gacutfble en mas de un punto, Pueden verse las eriicastacias Ben tanto lot miembros del grupo de Montreal (Cie. En so, tM jx symboles. Introduction & la poiétique formalisée, document de int groupe D.L-R.E.), como los trabajos tearicos ¥ practcos del LiPo reste trabajo sélo en parte seguiremos el esquema propuesto. te- on consideracion sobre todo el concepto de moditicacion en el ae sfologica y sintactica (operaciones relativas ala expresi6n) ¥ en fits Mentica y logiea (operaciones relativas al contenido) FIGURA DEL DONAIRE. V. cracioso. 3 IGURA ETIMOLOGICA. V. anvoxiiario, "pension: FIGURON. V. 110 | pleonaung "SER movocia. Para una tradicion que se remonta al humanismo re- Foeae is fiiclogia es la discipiza que estadia los textos antguos fara restablecer su leccion original (eliminando errores 0 deturpacio- 5), para aclarar sus ocasionales problemas (sobre el autor, la época “ambiente cultural, etc.), ¥ por dltimo, para explicarlos interpretarios, E cpecilmente desde una perspectiva linguistica. Sobre estas bases, 1a F Gtlogia es definida corrientemente como una ciencia auniliar 0 preli- rina en relacion a otras ciencias que comparten con ella el bien comin Del texto. en particular con respecto a la critica literaria e historica (de F tipo cultural, politico, social. etc.) E "esta concepcién ancillar es contestada hoy por la nueva filologia, E-tiscamente hermentutica, que considera indispensables para realizar Flas operaciones filologicas ias bases cientificas de la linguistica y del co- R. nocimiento histérieo, y en general todos los conocimientos extratextua- E les que puedan facilitar mas profundamente fo especificamente literario de ls obras. «La filologian —observa Branca «mediante sus utiles histricos,linguisticos, exegéticos. apunta, por consiguiente, no slo a Hla reconstruccion sino también a la interpretacion, a la hermenéutica, delos textos escritos del pasado [...]. Comprender a fondo y evaluar ‘monadamente una obra literaria quiere decit darse, filol6gica e his- tricamente, cuenta a través del entramado y de la realidad del texto - en si mismo, del mensaje —a la vez personal y social— que se enco- nnendo a aquella obra ¥ del significado que aquélla tuvo para la vida = spiritual y para la vida préctica de su tiempo, y del significado que Demos algunos ejemplos: moto Por motocicleta es un & tenido por supresion parcial fs golonlonlondina Gudateeg goo forma de adicién repetitiva (insistencia); luengo por largo es una fom areaiea que se obtiene por sustitucion completa, Part is weeny zeugma: El mascarén. ;Mirad el mascarén! / Arena, caimdn y meds 4 sobre Nueva York (Garcia Lorca). donde tenemos, en el segundo verso,-*% ta gupresion completa de un término, que puede ser el mistmo miadh ved, © hay; en el anacoluto (por ejemplo, en el No preguntarr ade del mismo Lorea) Ia supresiOn-adicion es parcial; en ci hiperee oa nemos un procedimiento de permutacién en el orden sintdectico: el bes gueriano ~estudiado por Damaso Alonso Del alin em el angalo cura. Para los metasememas: la sinécdoque generalizadora (mortal pot. hombre) y pariclarizadora (Tu cintura de arena por meperoutey derivan de operaciones de descomporicion de los elementen conicer veremos més detenidamente cuando hablemos de ln metdfore y dete mietonimia). En cuanto a los metalogismos recordemos la itetes so ejemplo no es un lince, en el que hay una disminucin o atenuscion de un concepto (no es muy ineligente), por medio de una operacion cenien 170 iva, - FLUJO DECONCIENIA. TL mantiene ain y siempre» (Branca, La filologia e la crtiea lene Entre las variadas tareas de la flologia recordemos: 1) Estate” texto mas seguro y auténtico posible (texto critico} por medio de yas operaciones de reconstruccidn, de varias naturalezas (V. Blessg tees nual de ertica textual), para llegar al arquetipo: 2) identificar oe Ag conjunto de variantes del texto y estudiarlas «desde adentro» (yi estilisticos, tematico-culturales, ete.) para razonar las pref estudiar la tradiciOn textual como vehiculo activo caracteriaae definicién de un texto; analizar la vida de una obra, su fortuna: see dos de transcripcién y circulacién, su acogida por parte del pablicg?| reacciones que ha causado, etc.; 4) proceder a una evaluacién inte del texto, en su compleja realidad (cultural, historica, pedagégica mal), bajo una éptica necesariamente interdisciplinaria. La fillogia noes, pues. una dsciplina, sino un metodo que sept ta madre de Angel, etc.). A veces la analepsis se convierte en el a aatjamental de estructoracion del relato; asi sucede en La o imemo Cruz 6 en el Requiem por un campesino espanol, en re de A ombinacion con otro procedimiento decronologizador por Faas que canta el monagullo. que supone une mie fel personae JO DE CONCIENCIA. Es la traduccion det inglés stream of cons- Fue sr que, para muchos criticos, corresponde al moderno «mon6- MMierior, que se caracteriza por la emergencia del inconsciente, pe in la narrativa de Joyce. Para Dujardin, que Joyce cita como su ome gor inmediato, el mondlogo interior intenta la «introduction di- Eien Gel lector en la vida interior del personaje, sin ninguna interven- er por parte del autor para explicarla o glosaria» y es wexpresién de Picchio define asf: «Es preciso admitir que el “comportamiento™ fig; @etles pensamientos mas intimos, los que estén més cercanos al incons~ logico es una actividad critica en toda la extension de la palabra: aay gmmeaente>. CG. Debenedetti (II romanzo del Novecenio) resume con pre actitud con una constante caracterizable como ¢l proceso continug dg. age exon los diversos planteamientos criticos que se han realizado sobre e| adecuacidn (con una rigurosa verificacion de todos los datos, o de togg age nondlogo interior. citando también la definicién de Wilcock, para el lo que se presume dato) a una determinada situacién histérica que ag gp que €1 mondlogo interior se diferencia del soliloquio (V-), que presu pretende “‘reconstruir" [...] No queremos eludir el dilema que puede un «auditorio inmediato» al que se comunica un estado de dnimo surgir en cada momento en el trabajo del fildlogo, siempre propene ges intervenci6n del autor». En nuestra opinién, es preciso distinguir redefinirse en relacion a las renovadas técnicas interpretativas que le sa: pe eat €l flujo de conciencia, el mondlogo interior y el soliloquio, segun ofrecidas por una generosa, pero pletérica, metodologia critica siempre ee, Or Pee once eo receptors. invitado por verba y res, por sonido y por sentido, dilacerado insti 2pe tmslario —aunque éste sea imaginario o sea 6) propio yo reccptor como historia y ciencia o, si se prefiere, investigacién historica y metadg- agers" . paraliterarias. con fuertes contrastes entre el bien y el iii entre buerios y malos, persecutores y victimas; cargadas de episodiog gag siempre bien ligados entre si: raptos, fugas, duelos, envenenamieniay aventuras y bandoleros, con una accidn que termina siempre con ef tablecimiento de la justicia entre las lagrimas compasivas 0 mel. miticas. A mediados del x1x escriben novelas por entregas —acai0g nominacién mas justa— escritores como Balzac, George Sand, Dull y Eugenio Sue, cuyos Misterios de Parts pueden ser considerados paradigma del género. En Espafia los folletinistas més importantes sf Ayguals de Izco, Ortega y Frias. Parrefto, Pérez Escrich y Manuel Fe OLOGIA. V. ronénica. OSIMBOLISMO. V. Armonia IMITATIVA FFORMA. En lingilstica, el concepto de forma se actualiza tanto en el lao del contenido como en el plano de la expresién. Seguin Hjelmsiev, jewustancia del contenido (lo que para Saussure era el pensamiento fo) recibe una forma. constituida por las unidades cognitivo-cul- 176 FoRMALIsMo FORMAUISMO 177 fuera de una estructura (forma) determinadan: y tampoco sinarse, por otra parte, una forma literaria que no formalce pe tenido. De la interaccion entre las dos series naceyel seni Ee mensaje, es det. su forma dela expresion (0 ettos ste code sor la forma aren una comprension © micas ete real -zsuponen un desvio de la norma, Los otros constituyentes de la obra Beir ip Ofobre todo los tradicionales «contenidos», eran considerados Bt malismo como secundarios o subordinados en relacién a los fdimientos» J. por tanto meras motivaciones técnico-expresivas, procettwomnia del discurso literario. que en la consideracién de Shk- U2 jegaba incluso a la negacién del valor social del arte («El arte ha : bist mpre algo disociado de la vida, y en su color nunca se ha refle- FORMALISMO. En una primera acepeién de carécter muy genga Piel color de la bandera que ondea en la fortaleza de la ciudad»). se Puede definir el formalismo como la tendencia critica que se ojseS AMM Che tas la Revolucion de Octubre--en el foco de una acslorads considerar la obra artistica por los modos y las formas com que eset poavca con la critica marxista; en ella acabaron ahogéndose paulati- truida. En Francia, a fines del siglo xix y principios del actual. Mai tm os fermentos fecundos del formalismo: el mismo Shklovski se y Valéry afirmaron el predominio de la construccién formal sot ‘tamerado, en 1930, a una humillante palinodia de su método, consi- mera. opietividad de los contenidos: tos valores f6nicos, melSdicos je age ago comvo eFTONeo y reaccionario. Una nueva campaia antiforma- imicos del habla poética no son un puro ornamento extrinseco que acjae" amigos que lleg6 a implicar incluso a Shostakovich, se desplegs en 1936; Peas Tn ios ne formas conecretas en que se encarnan los seni! We gen anos mas tarde el célebre Jdanov provocé otra depuracién contra imientos. Tras ellos. tanto Eliot como el llamado New Criticism angisg ie Sr gdversarios del «tealismo socialistan, acusandolos de estetas y for- mericano (Richards, Empson, Ramsom, Brooks, por subrayar los son. Eten bres de mayor relieve). a pesar de la diversidad de sus vias de asedio $e Completamente distinta habia sido la polémica abierta por Leén de sus elecciones metodolégicas, coineiden en considerar la obra arty. fe qotski en un importante ensayo titulado «La escuela formalista de poe- ‘hea como una forma orgénica, como una estructura convertida en aslo. E yay el marxismon (Trotski: Literatura y revolucién). Desde su conven- por medio de operaciones funcionales: la ironfa o la paradoja met jento en la superioridad cientifica det marxismo. Trotski esta dis- en Brooks. la ambigiedad del lenguaje poético en Empson. la compe: [BE syesto a admitir que «los procedimientos metodologicos de los forma- jidad contextual autonoma en Richards. fjws pueden ayudar a esclarecer las peculiaridades artistico-psicol6gicas ras busquedas de los formalistas rusos tendieron a la creacién de Br jela formar. dado que . Y mas adelante: «La creacién artistica... es una alte- instrumentos de investigacién. En 1915 surgi el Circulo Linghistico de @E acgn, una deformacion, una transformacién de la realidad segin las ae eam, 2 las fuertes personalidades de Jakobson, Tomashevski Ee jyes particulares del arte.» «Es absolutamente exacto que no es posible y Brik. en estrecho contacto con las experiencias del grupo fututista IE eq ninglin caso apoyarse Unicamente en los principios del marxismo para cneabezado por Maiakovski. Al ao siguiente Shklovski Eichenbaum 9 jugar, rechazar 0 aceptar una obra de arte. La obra de arte debe, en ¥ otros dieron vida en San Petersburgo a la Sociedad para el Estudio Jt primer lugar, ser juzgada segin sus propias leyes, es decir, segin las del Lenguaje pottico (Opoiaz). Este grupo y el anterior actuaron ét yes del arte, Pero s6lo el marxismo es capaz de explicar por qué y estrecha colaboracin. aunque los intereses del Circulo de Moses fuer choo, en un deserminado peniodo historice, ha aperecido Gna deter. sobre todo linguisticos y los de la Opoiaz més estrictamente literaros. “ ninada tendencia artistica, es decir, quién ha expresado la necesidad de Eos Primeros estudios de los formalistas se dirigieron hacia lait. Beas formas artisticas, con exclusiGn de otras. y por qué... El arte puede vestigaciOn del lenguaje poético. considerandolo como realidad {énica debe ser juzgado desde el punto de vista de sus realizaciones formales. ¥ oponiéndolo al lenguaje comin o «practico». Polemizando con lot luce fuera deeslias no hay aries simbolistas, que consideraban que la poesia consistia primordialmente Estas posiciones resultaron demasiado avanzadas en la atmésfera en- en un discurso realizado con imagenes. los formalistas dan prioridadal > warecida de los afios treinta, y pronto fueron aplastadas por la miope empleo peculiar de los diversos «materiales» en la elaboraciOn artista, # otodoxia staliniana, instigadora de la chata «reproduccién» en las su- claboracién que permitiré comprender la «forma» del lenguaje poéto. fF perestructuras ideoldgicas de las econémicas, hasta llegar a la canoni- De aqui nace el interés por los procedimientos aristicos, inicado por tacién del realismo, con el consiguiente rechazo de todas las teorias de el famoso ensayo de Shklovski El arte como procedimiento. editado en JF vanguardia. Hoy, en el debate sobre el significado y los limites de los 1917. El lenguaje poético se distingue del cotidiano por la perceptibi métodos estructurales y semiolégicos en general, las ideas de Trotski lidad de su construcci6n, impulsada en primer lugar por efectos verbal Toarecen extraitamente actuales, desde el punto en que precisan con 178 ForMatisMo exactitud Ia relacion entre el marxismo como método temo» de los hechos culturales,y la teoria de la literatura care ae andisis «interno» de In progresion artistic, no separade nee del contexto mas amplio de los referentes extraestéticos, a 1. Shklovski: los procedimientos de extrafiamiento. El a cedimiento puede ser considerado como el manifiesto del'gey malismo y la exposiei6n més clara de las tess originales de Vines lovski, «Para recobrar nuestra percepcién de ia vida, para hacen tir las cosas. para hacer de la piedra una piedra, existe lo que Ine’ arte. La finalidad del arte es proporcionarnos una sencacion deen tuna sensacién que debe ser visign y no solo reconocimiento, Par seguir este resultado el arte se sirve de dos artificios (= procedimiensgy el extrafiamiento de los objetos y la complicacién de la forma, car} uai se fogra aumencar le dificutad de Ta necepelon’y proces cou racién. El proceso de la percepcion en el arte es un fa eo wraiege debe ser prolongado-. El problema estetico es, por Io tanto. ahah Derceptiblidad de laconstruccién verbal; gracias 8! priom estrane decir, al procedimiento-efecto de extraflamiento) el lenguaje poten, vuelve ala imagen poética su novedad. su imprevisbilidad, sa dives con la pereepeion comin, liberdndola, en resumen, del «automagn El extraniamiento es el procedimiento artistico més importante: se reo conseguir mediante un «deslizamiento (0 desvio) seménticon qe at termina la nueva vision del objeto: las imagenes y tropos son eases pan ticulares de desvio expresivo. La rebeldia contra la idea de forma como mero recipiente de va contenido privilegiado ideologica y psicologicamente se conereta en distineién entre «materiales» y «procedimientos». El contenido es top camente un aspecto de la forma o, sin mas, la «suma de los proced. ientos estlisticos» utilizados en la obra literaria. El contenido-mate €s todo aquello que pueda ser manipulado por el procedimiento: soi! dos, palabras, imagenes, temas. que constituyen —como hechos extef! nos a la obra— meras motivaciones del priom. La perceptbilidad de material puede ser efecto de su «deformacién», otro procedimiento my caro a Shklovski y a los formalistas, que aparcceré Ge nuevo en la Re todologia de Jakobson (V. LENGUAJE. 2). A la pareja materiales-artifico” corresponde. en la prosa, la pareja fabula-syuer (trama); la fabula& el material de Ia elaboracién de la trama, la «historian como suces cronologica de los acontecimientos. El syuéet es la Composicién esti tica del relato, el conjunto de procedimientos de que se srve el autor para presentarnos motives y personajes, Notese que tambien los pet: sonajes son el resultado de una peculiar deformacién de! material, cuando se utilizan. por ejemplo, para ensartar Ios motivos de una ont truceién «encadenaday : Gran parte del trabajo de los formalistas se dedica al andlisi del de andiss te como’ rorwauismo 179 recign de la trama (dilacién, estructura escalonada, paralelismo, prec desarrollo del marco, encadenamiento, etc.). En esta lines ion secordar los ensayos Como esté hecho «El abrigo» de Gogol buehenbaum, 10s de Shklovski sobre Don Quijote y sobre el Tristam Bicmcge Sterne, 108 andlisis reunidos en La feoria de la prosa y en Hand) prosa literaria y Ya sistematizacién general de Boris Tomas- fen Teoria de la literatura, que se edit en 1928. ismo maduro de Tinianov. Si con ShKlovski la investigacion {e los formalistas se habfa polarizado en torno a la bisqueda Hers procedimientos, con un substancial desinterés por los materiales, Fe abojos de Turi Tinianov contribuyeron a una ampliacién muy no- He de la perspectiva erica y metodol6gica, que se abrio hacia una ci6n més equilibrada de la obra literaria, contemplada como una merecion de diversos factores cuyas caracteristicas es menester definir, “La obra es un sistema de factores en correlacion. La correlacién de B ada factor con los demés es su funcién con respecto a todo el sistema. E etidente que cada sistema literario no est formado por la interacci6n jeaica de {060s los factores. sino por el predominio de uno (0 de un ] de ellos. que subordina funcionalmente y-tife a todos los otros. B fie factor se denomina —con el término ya acufiado en las obras cien- iifess sas (Christiansen, Eichenbaum)— dominante. Esto no quiere fect sin embargo. que los factores subordinados no sean importantes ypuedan ser dejados de lado. Por el contrario, en esta subordinacién, {neste condicionamiento de todos los factores por el mas importante, ‘e manifiesta la acciOn del factor principal, la accién dominante. Es evi- dente también que no existen en literatura obras aisladas, sino que cada F cra es parte del sistema de la literatura, entra en relacién con todas i las demés obras por su género y por su estilo (diferenciacion en el in- teiot del sistema); que existe una funcién de Ia obra en el sistema li- tenrio de una época determinada.» Tinianov rechaza. por consiguiente. el concepto de forma como tama de procedimientos, que permanecen idénticos en el tiempo y se- B pundos de los materiales; considera la obra como una «integridad di- HBF simica> de elementos correlacionados entre sf. En su importante ensayo teéreo El problema de la lengua poética considera al ritmo como factor constructivo de la poesia, capaz de organizar (dinamizéndolos y defor- E ‘nindolos) tanto los elementos fonolégicos como los morfoléxicos del Muy importante es la recuperacion de los aspectos semanticos del Ascurso poético. que el primer formalismo habia despreciado. Para Ti- ‘ianov los significados verbales se constituyen por «indicios fundamen- E tkss y por «indicios secundarios». En la contextualidad ritmico-formal ‘a fluctuacién de los dos planos seménticos puede llevar a un obscu- E rcimiento parcial del indicio fundamental —y patentizar los indicios de 180 FORMALISMO 5 FRAGMENTO 181 Se significado fluctuanten. Estos indicios «fluctuantes» se manifiestan yar" bién gracias a la «funcién semédntica» del encabalgamiento, de le y de la instrumentacién, es decir de la «correlacién gntre los elem: objetivos y formales del habla». Las investigaciones de Tinianos’ extremadamente interesantes y actuales, no s6lo porque propore, semantica postica que hoy denominariamos connotativa. con suc e,tSt eae teristicas especificas que la diferencian de la semantica comune sino tambien porque el subrayado de los indicios fuctuantes que eG gen de la semantizacién compleja de los elementos en virtud del Anticipa las modernas investigaciones acerca de la polisemia y laf isotopia (V. tsoToria) del discurso poético. a Seguin el critico formalista, la obra literaria resulta incomprengfif @ si no se coloca en relacién con el sistema més amplio de la literate eed por lo tanto, de las diversas series historico-culturales, «La obra lites én si constituye un sistema, pero a su vez la literatura es un sistent Unicamente sobre la base de esta concordancia es posible la consins cién de una serie literaria que. sin tomar en consideracién el caos de i fendmenos y de las series heterogéneas, se los plantea por el contiany de un modo sistematico.» Un andlisis funcional correcto no se limita a extrapolar los procedimientos literarios, sino que pondra en relaaty, todos los elementos evidenciados «por una parte con la serie de los el mentos similares que pertenecen a otras obras-sistemas e incluso a otra series, por otra parte con los otros elementos del mismo sistema (au. tofuncidn y sinfuncién). Ast el léxico de una obra determinada entra ep correlacién simulténeamente por vn lado con el léxico literario y const Iexico en general, por el otro con los restantes elementos de la obras La revolueion literaria consiste en la redistribuciGn de las formas (pe, cedimientos) y de las funciones. La forma transmuta la funcin, la fag cién cambia la forma. : 3. El postformalismo: el acereamiento semiolégico de Mukarovsky. "A pesar de sus desavenencias internas y de su cardcter ampliamente ex Perimental, el formalismo constituye en la cultura del principio del s+ glo xx la tentativa més orgénica de elaboracién de una teorta de la feratura consciente de la autonomfa de su objeto y de sus métodor investigacién = Exportado a Checoslovaquia, gracias a Jakobson. el formalismo # frio una profunda revisién, como se atestigua en la «Tesis» del 29 (¥: LENGUAJE. 2). ee ‘Ya no se hablé de formalismo. sino de «estructuralismo» y de «ot cepcién semiolégica del atte», sobre todo por obra de Jan Mukarovsky uuno de los miembros mas eminentes del Circulo de Praga: «Al emplest el término “estructuralismo” no olvidamos que existen movimientos analogos (aunque no siempre idénticos) en otras ciencias. Los lazos mi estrechos se establecen con la lingtifstica. tal como la concibe el Cireule ngutstco de Praga. Con los estudios sobre fonologia. Ia lingtistica Miya la teoria de la literatura el camino que posibiitaba ei andlisis del fo nico de la obra de arte literaria: con el de las funciones lin- efrjcas provey6 de posibilidades nuevas los estudios de la estilistica de ferengua poética Y, al subrayar la naturaleza semiotica de la lengua ize posible la comprensién de la obra de arte como signo» (Muka> Epovsky. La funcidn, la norma y el valor estético como hechos sociales) 6 "para Makarovsky la obra literaria es ala ver signo auténomo y signo Pie comunicacion: la autorreflexividad de! signo artistico se deriva del echo de que el mensaje esta dominado por la funcién estética, a la que EAeubordinan todas las funciones comunicativas, El estudioso checos- fovaco toma del formalismo el criterio de estudiar el sistema literario Bio inmanente, subrayando el cardcter eminentemente linguistico {pero no exclusivamente) del signo poetico. en una direccién de inves- = fyacion que prolongaré después Jakobson. Pero. a diferencia de los for- tmalistas, coloca el hecho literario en un contexto social mas amplio E fii en el cual el receptor ejerce una funcién muy importante; de aqu gue. con frecuencia, haya un impulso que subraye las facetas comuni- fmiivas y extraestéticas del mensaje, que modifique sustancialmente la fancion especifica del arte en respuesta a las solidificaciones historicas qociologicas en que se produce la comunicacién literaria, Mukarovsky {mplia asi la perspectiva. al afadir el problema del publico (V.) y del F-eontexto social a los de obra y autor, los tnicas sobre los que los for- tralstas habian fijado su atencion. Resumiendo y prolongando las ob- _servaciones del ultimo Tinianov. el eritico checosiovaco analiza el dis- Peano literario en la interaccién de sus componentes: la obra como sis- tema de signos. el tema, la lengua como material, la relacién con la E uaicion y con los géneros, la posicién en la historia de la literatura, el sexo autor-sociedad. el contenido ideol6gico de la obra. el publica re- F ceptor. Alejandose mas atin de la orientacion empirica de los formalis- tus, Mukarovsky construye un riguroso sistema estético, que salva- fparda la autonomia del valor artistico (y de la investigacion critica) frente al constrictivo intento de infeudacién del marxismo, al que re- conoce una prioridad metodoldgica indudable en el ambito histérico- Pscil, pero que no roza, sin embargo. la especificidad del arte. FRAGMENTO. Trozo perteneciente a un texto mayor que se nos pre- seata aislado por alguna raz6n, bien porque es aducido asi (V. PERI- fo) bien porque alguna raz6n histérica ha hecho perder el resto de ‘a obra: asi, por ejemplo, ha sucedido con los fragmentos de los pre- pscrdticos. El fragmentismo por seleccion de los recitadores o de los yteeopiladores primitivos es, segiin Menéndez Pidal. una de las carac- ferstcas de los romances viejos, que presentan en muchas ocasiones un f Pincipio ex abrupto y un final trunco. Estos hechos hacen que. a partir 182 FRase x ruenre 183 det romanticismo alemén —Schlegel, Novalis— el fragmento bordine una busqueda de la totalidad, sino que.se conadeo's mismo y se planteen las razones —modo de transmidién, accicn sie blo creador, ete.— por las que se ha producido ese estado. De mais ada por el stars social del lector. por su cultura, por sus gus- adiiona os procesos de interferencia y de superposicion del lector i texto escrito. ee adores dela fruiciOncrestiva, es decir. de Ia lectura como se origine un modo de cretcién lteraria en el que el texte ga ssc texto citan el Sate de Questce que la Littranure?, presenta, por itoniao por enfrentamiento con ia igea de tact oar que la obra literaria es una invocaciOn, ona lamada a fragmento o como consttuido por una sere de fragmentor ones co iodo ajebe darle vida en el acto de la lectura oy aun mejor. cO- se extiende un vacio. Véase, por ejemplo, el poema Expacio dc ealmeton a a produccion del sentido. Es preciso, sin embargo, distinguir Ramén Jiménez, compuesto por tres fragmentos. En la novela porel sentido del texto como sistema cerrado de signos, y las signi- daremos las sltimas paginas de La Vordgine de José Eustasio Ria «mes o interpretaciones que el texto asume en la fruicién condicio- que ataden a su cardcter de notas répidas un final trunco, Agi eed Sistéricamente, en la que se conjugan también los modelos lite- época moderna el fragmento adquiere, en palabras de Derrida, eel guifmmarios que son posefdos por los destinatarios. Se puede decit también, tatuto de una estrategian Se ice Corti. que «cada época aplica sus propios eédigos de lectura, Bor into punto de observacién, de tal modo que el texto acumula con- mente posibilidades signicas, comunicativas, puesto que esta en el jienton; es preciso advertir, sin embargo, ana leetura correcta consiste en ia proyeceién del texto sobre los subcédigos que subyacen en su génesis. Sept reciso indisar abiora que la fruicign de Ia obra literara es hoy Bsaante distinta de lo que era en el pasado, cuando la lectura suponia Ey dccion, la recitacion, la audicién —y por lo tanto la actualizacién de ateriales de las palabras, especialmente en la a (rima, equivalencias melédicas y ritmicas, métrica, etc.)—. La Baura actual, sin renunciar a aquellos valores, plantea otros elementos ie la organizacion textual como escritura: factores visuales, mneméni- is, gificos, que inciden tanto sobre el sistema literario como sobre la fiién de la obra. = Barthes, en Le plaisir du texte, distingue entre «texto de placer» y orto de fruiciOn»: «Texto de placer: aquel que contenta, llena, pro- pea cuforia..esté ligado a una prctica confortable de la lectura. Texto He trucién: aquel que nos coloca en estado de privacién, el que des- Fosuela (acaso hasta llegar a causar enfado), hace vacilar las bases his- lirics, culturales, psicologicas del lector, 1a consistencia de sus gustos, ss valores y sus recuerdos, sitia en crisis su relacién con el len- Fiujer; y aflade més adelante: «El placer es decible, la fruicién no FRASE, Enunciado o unidad bésica del discurso. Su significado ya son superiores a los de sus elementos constitutivos (grupos, sintaga palabras). FRECUENCIA. En el andiiss linguistico, la frecuencia es el indice a. tadistico calculado a partir del numero de.ocurrencias de un leaaig ad en uno 0 varios textos (Mounin, Dice., s.v.). El andlisis estadstion em dencia, por ejemplo. que cierto nimero de palabras se repiten cong frecuencia notable hasta constituir una lista Ge términos fundamentaee El analisis estadistico ha encontrado también aplicaciones en iterature si se considera el estilo como desvio o imprevisibilidad con respect la lengua usual (v. EsTiL0). Aquf nos preguntamos si el criterio déisa8 frecuencia es apto para caracterizar siempre los factores estilistcas pe tinentes (0 connotadores) de un texto literario determinado. La tepé tibilidad. de hecho, no es siempre significativa, y en cambio free temente un solo elemento puede resultar pertinente cuando adquieret valor funcional-connotativo en el texto (la palabra culo en el poema Ei’ Malaga de Garcia Lorca). FRUICION. La fruicién ese! modo de decoditiary de eas a oi literaria por parte del lector destinatario. Subrayamos el concept iE uso del texto, porque en determinadas direcciones sociolégicas 0 ch #4 Sptica de la «obra abiertam la fruicién consiste en completar el sigtié- ccado artistico: «la obra literaria es el resultado de la accién del autor del lector. es la coronacién de un esfuerzo, para no hablar de un fuerzo comin... El contenido de la comunicacion cambia con el r&b tor. La obra literaria. el libro. el impreso son lo que hace de ello lector. Leer es construir» (Rabine, Le listéraire et le social). Semejatie PUENTE. El estudio de las fuentes de una obra literaria se caracteriz6 fla metodologia positivista de la llamada «escuela historica 0 filolé- fica» por ser una busqueda diligentisima y esmerada de todas las in- uencias hist6rico-literarias que se acumulaban en un texto determi io: citemos, entre los ejemplos destacados de esta tendencia, los ca- piulos centrales del libro de Lecoy sobre el Libro de buen amor, el de FF. Castro Guisasola, Observaciones sobre las fuentes literarias de «La 184 Funcion Celestina» 0 108 estudios de Fucilla. Los ant Cat ucilla. Los antecedentes sees todo desde un punto de vista temético, de donde se dete ual e fluencia en el desarrollo de los géneros, cayendoree ou gue Mare Bloch llamaba «la idolatria de Tos origeneee ones embargo. no fue indtil, puesto que Propicié tanto Jo hoy ee ee PeMINACION. V. erizeusis ya lo habian hecho Amado Alonso ! ‘Amado Alonso decia que cis foc Teer coy Lit © Daniel Deve MMMEGENEROS LITERARIOS. «El texto, salvo casos excepcionales. no aes ao (Alonso docin fuentes literarias deben set refan pe aislado en la literatura, sino que, debido a su funcion signica, per- decir, que la investigacion de les Tocca er otivOS de reacciGnss gEaMME nese con 0170S Signos a un conjunto, es decir, a un género literario. bisqueda material, ne cones cay eeites 80 debe Ser enfocada eae sin cual. por esta causa, se configura como el espacio en que una obra experiencias literarias distintas, B sida en una compleja red de relaciones con otras obras» (Corti, Prin- distinas. Esto permite que sere Ec eyeanay Ui panes Wnts pue mento privilegiado de la transcodifcan a [rgnscodificacién (V.), es decir. al modo ge “ag onfiguraciOn histOrica de constantes semisticas y retoricas que es coin- Gheme en un cierto ndmero de textos literarios. Estas constantes for desvio innovador con relacién al modelo y al combio nado de ginal que es propio de la obra importante worst: eco cma cayoscomponcotes son intcigiies por velacton suc frablecen entre sf. Este «modelo estructural», como 10 llama Lazaro F Carreter, puede ser definido también de un modo no inmanente. si lo ; clocamos en presencia y oposicién con otros géneros y discursos de los of ove selccciona, integra o altera ciertos estilemas o procesos. A la dis BF Gplina que estudia los géneros se le llama genologta. Gel reat ia nace £28 anes de oles Obras). Enel sntaa as mutuas ma sdo es ardvo oe reser. Com seal Clad Gu len, siguiendo a Lazaro Carreter, «los géneros ocupan espacios que erolucionan a lo largo de los siglos. Son modelos que van cambiando y E que nos toca en cada caso situar en el sistema o polisistema que sustenta F in determinado momento en la evolucién de las formas potticas» (Entre To uno y lo diverso). Por ello se han intentado diversos modos de cla- sifcar que no partan de la observacién directa de los textos, sino de una teoria general de [a literatura. Asi, Aristoteles planted su triada tradi- tional (Epica, Lirica, Dramética), cuya validez, acaso con la inclusién moderna de la narracién como nico género extenso moderno, se man tiene hasta nuestros dias, aunque, como es natural, dentro de cada uno de los grandes apartados se pueden establecer, por motivos menores, porcontactos entre unos y ot70s, una gran cantidad de subgéneros, mu- éhas veces con un valor temporal muy limitado en cuanto a la creaci6n: as, por ejemplo, la fabula mitologica en la literatura espatiola tiene va- dea solo entre ios sigios xv1 y xvnt, si después encontramos algo pa- reedo, es porque ha sido sometida a una serie de transformaciones veces parédicas o cmicas, como sefiala Bajtin para todos los géneros— que la convierte en otra cosa distinta, acaso de forma radical. La cla- EUNCION. [Para Tinianov (EI problema de la lengua pote), ek. cion es la correlacién que se establece entre un clement tums lteraria ytodos los demas y, por consiguiente, con Glam coe 8 Ot xacitud, se podria dferenciar entre una funcion interes Gone 3 : 3s z $ 2 3 i 2 5 3 3 A sjemplo. la persecucion, el dato. a renee el dao. la remocign dela falta inci ee bas, et.) pueden ser consideradas universes narratives ope pe \rario. si som inventarios variables, que dependen de tna boners Mundo precy determinadshstcamente,porlg antes hag amente en el area de un solo texto narrativo, Véas ‘0 jue Sette en el capitulo 3 de Princpios de ands del eto sone $e Greimas. ta funcion es una telacion entre actantee (Gee mo enunciado narrativo (en el qu a funcion ere oecee Yel actante es el sujeto). Veanse tambien Ins oer Yelacant AGENTE,sECUENGK, Para las funciones del lenguaje, véase Lenouwe 186 GENEROS LireRARIos ~ GENEROS LTERARIOS 187 (Beyond Genre, New Directions in Lit ration POE Hes italiano resume asi Herary Classification), He ele «Mas flexible, aunque Parte todavia del ; et a rte todavia del canon de los. TO Bene): siege peas adele oo cae ya ilidad se produce, no tanto por la tetraparticion “ . género (que comprende mas que verdaderos eul os, watt 8 modes line Boy atts ce (taeeon aero Polarizaci6n: authorial, “autoriai” e interpersonal, _ Frespondientes mas o menos a diegético y mimético), gyal”. El polo authorial constituye la “thematic presentation” visién, et polo interpersonal la “dramatic representation” de una ‘ndicular a este eje hay otro que tiene en un polo, en el del LNperspective of vision” y de la “fictive interpersonal perspective of Te ee eee een eres oe picid vision, “accionamiento de la vision”, en que se combinan la cua- ad extratemporal de la visién tematica y'el desarrollo temporal sub- et de la accién dramatica. Sobre los dos ejes se ordenan los cuatro ros pero también, en sus respectivas éreas, las variedades conexas. NEI interés de la organizacién de Hernadi consiste sobre todo en la novlidad que concede a los ejemplos de cada género en este esquema: Moueden admitir cambios de lugar de carécter historico, y hasta varie~ {Ed de polarizaciones dentro de un solo texto. Hernadi ha vuelto otra {eza esta doble polaridad (1976), pero definiendo de forma distinta sus Jesejes: ahora llama “eje retérico de la comunicacién” al que une ho: frontalmente escritor y lector, y “eje mimético de la representacion que une verticalmente lengua ¢ informacion. Hernadi tiene a la vista ana descripcién general de las operaciones criticas, y enriquece su es- quema con detalles inspirados en las teorfas del “acto linguistico” y del Implied author, en un cuadro netamente semidtico; se puede, sin em- argo, entrever en esta organizaciOn una aportacién a la teoria de los séneros que podrian, creo, ser definidos bastndose en coordenadas co- respondientes a Ia posicién relativa sobre los dos ejes.» ‘Algunos eriticos afladen a este esquema bisico el género didéctico, ligedo al principio a otras formas de manifestacin (el poema épico en De rerum natura, la narrativa en El Conde Lucanor, etc.), pero exento desde las Epistolas familiares de Fray Antonio de Guevara 0, con mayor proyecciGn, desde los Essais de Montaigne. Sin embargo, creemos que, fon ciertas apreturas, las obras que se consideran pertenecientes a este fénero se pueden incluir en alguna de las categorias delimitadas por Hernadi. Sealemos también el pluralismo genérico de muchas obras, sobre todo narrativas y draméticas, pero también de las pertenecientes a los ‘otros géneros: piénsese que ia novela ha sido definida por Bajtin pre- samente en funcién de su «heteroglosia» El problema, de todos modos, sigue vivo, y hay en estos momentos dos revistas consagradas slo al estudio de’los géneros: Zagadnienia Rodzajow Literackich (Polonia) y Genre (Oklahoma, EE.UU.). Para este problema y su relacién con los subgéneros y géneros mixtos remitimos a Lazaro Carreter, «Sobre el género literarion (en Estudior de poética); Claudio Guillén, Enire lo uno y lo diverso. Introduccién a |a lueratura comparada; W. Ruttkowski, [Bibliografia de la poetica de los géneros literarios}; C. Segre, Principios de Analisis del texto lterario, oractoso 189 188 cenovosia 5 ome es una frase sentenciosa, una maxima, un pro- te Media gnémica es una de las més antiguas formas de expre- pote. Lie esta presente en todas las culturas, bien como documento ie juria o de la experiencia popular (los refranes, tantas veces forms falo de una ideologia. En la literatura espafiola son ejemplo ja gndmica los Proverbios de Don Sem Tob y los del Marqués B etitana; en la literatura contemporénea podrfamos citar los pro- me y cantares de Machado o algunos poemas oe ética cstética ine fs0ins js ya mds...) de Suan Ramén. En el discurso literario ta aparicion Peete mplemente de formas sentencioss, son tnsice cel sso eieivo (V. ESTILO), del surgir de un personaje o de la voz del na- Het Ejem.: zVes 0 miras? Que no todos miran lo que ven (Gracién). re entencia que concluye un pensamiento, generalizando una expe- ioe particular, se llama epifonema (V.). GENOLOGIA. Parte dela literatura que estudi los géneros ing tanto hist6rica como tipolégicamente. ‘a GENOTEXTO. Se usa este término en relacién a fen Benotexto, lugar de la claboracion profunda de la obra, envi 9 |a Produccion de signos como transcodificacion literaria 2° como renovacién y tansformacién de elementos del sistema ce 13 ratura-—, sino también y sobre todo a la sobredeterminacion oi conmotacién inconsciente de los signos, que se manifiestan (y a1 tiempo se ocultan ambiguamente) en las estructuras del lenguaje la superficie del texto, es decir, en el fenotexto. GESTO. V. cintsica. lotexto (Vi GLOSA. Breve nota que se encuentra en algunos manuseritos, ber ag al margen de Ia pagina o a su pie, debida al copista, aun nn acl codigo 0, incluso, al propio autor. Generalmente la giosa ee tt traduecién —si el texto esta en lengua diferente a la hablada poral. # for» tna explicacién o interpretacién de un término si éste es deat ambiguo o inusual; también puede proponer breves observaciones n. tiantes, remisiones a otros lugares del mismo texto © de otter tener £ic: Interés especial tienen para nosotros las glosas emilianenses yoy silenses; en estas titimas aparece, como es sabido, la primera fray crita en lengua vulgar en la Peninsula, ademds de documenta por pk mera vez algunas palabras en euskera. Se denomina también glosa el comentario de un pasaje 0 de un tents 4 sca cual sea su extension. Ast son frecuentes las glosas a los poemm dt siglo xv, desde el Laberinto de Juan de Mena o las Coplas de Jonge: 4 Manrigue a tas Coplas de Mingo Revulgo. Igualmente los textos jane dicos aparecen en muchas ocasiones con glosas y comentarios, qu in cluyen a veces hasta las fazafias o jurisprudencia. En métrica se llama glosa a una composicion poética que, partiendo de un texto anterior del mismo poeta 0 ajeno al que se llama mote,” desarrolla un ndmero de estrofas construidas de tal forma que cada unt de ellas acaba con uno o mas versos del mote, bien los ultimos de éste bien en cada estrofa algunos de aquél hasta reproducirios todos. Le forma de la estrofa-comentario no ¢s fija. La glosa —a veces muy cer cana a la letrilla— es una de las formas de desarrollo poético mas comin entre los siglos xv y xvil; hoy se encuentra viva en el folelore de algunce Paises de Hispanoamérica. "rocede y evoluciona desde el pastor 0 el bobo de la co- poses, ony tr ico 0 humoristico, cl papel que Se asignaba al coro en el teatro cla- evr de enlace con el pablico espectador © dar ta vision popular Elo que se estd representando (cfr. el pastor de Diego Stnchee de Buon), ya veces el personaje moralmente mds sano (Barca do inferno {fh Gl Vicente); esté emparentado con el foco de las fiestas carnava- lcs medievaies (asl en Shakespeare) o con el amposo de Ia fsa} Bic! teatro isabelino (Volpone). En el teatro del Siglo de Oro espafiol, obiard su fgura\con Ia del confidente y se ariularé como wisén epecla del personaje noble o principal dela comedia, apareciendo ‘en escalera —varios graciosos que dependen unos de otros— dado aicier de distribucion socal y de atributos que organizan este teatro aap y sus sucesores,convstiéndose en lo que Montesinos prefire lamar, con raz6n, figura del donaire, para marcar la distancia que 10 sae del graciso primitivo o del que aparece en el entrems: «quiero F nolat que una gran parte de los caracteres sefalados no son ¢6- tis]. El sentido de ste personaje en la comedia esponde a 50 fel vida (..]. Pero ademés, por lo que la economia de las piezas ramsticas se refiere, es una “voz” necesaria, un complemento arm6- tico de la voz del galan, y por ello ha de estar en la comedia y decir lo FF qe dice, sea ello cémico 0 no. (Graciosos ha habido en el teatro es- E pafol, como el Catalinén de Tirso, que por razones de contraste han tmido que ser voceros de la mas acendrada moral cat6lica.) [...]- Lope los poetas de su escuela vieron en esta figura la posibilidad de expresar E tenas —serios 0 cmicos— que enlazaban arménicamente con los temas we habian de desarrollar los galanes» GLOSEMATICA. Teoria lingifstica expuesta por el danés Luis Helmsley y desarrollada por el cireulo de Copenhague. Véase Lincbis. Tica, 3, 190 crapacion 5 Para estos temas véase José F. Montesinos, Als 8, Algunas obs sobre la figura del donaire en el teatro de Lope de Vega y Lesc'e figura de! donaire ° Bey Lope de encadenatiento de eernentos relacionados ene vine oes ea (Gasa, eronolgica, ete) atu retool en ae designer una suesiin de palabras 0 grupos 0 palabras (eg plaza tiene una torre hace un doble uso de la gradacién: dos v dacién ascendente o descendente: en tierra, en humo, en ‘polvo, ree climax cag lizacin de enumeraciones, piensa que cualguler enumers 0 manifiesta— una gradacién. % imeracie El termino climax, que se emplea también como sin6ni ; mo sindnimo de gr 4 dacién ascendente, ha especializado su significado en algunos cae, para designar el punto eulminante de ella 0, en el relator el pane ‘maximo interés. El antilimax es, entonces, cl ozo de disea extiende entre el climax y el cierre. mo ave GRADO CERO. Se entiende por grado cero la ausencia significativa de tun término determinado que tenga connotaciones ret6ricas o estilistica, en un contexto. Barthes llama «grado cero de la escritura» @ la es neutra, hipoconnotada. “inser GRAFEMA. Es un elemento de un sistema de escritura, que en aes critura alfabética corresponde a las letras del alfabeto. La visualzatiéa de los fonemas en las escrituras adquiere importancia, en el seno de lo. literario, en los experimentos de las escuelas vanguardistas (futurisno, dadaismo, ultraismo, etc.); véase el poema Estanque de Juan Larrea, 8 algunos de los textos de José Joaquin Tablada. Esta vaioraciOn de los signos gréficos han desembocado en la mas reciente poesia visual. GRAFO. Elemento no lingtistico incluido en un texto, bien para acl Tarlo (esquemas, dibujos; por ejemplo el grafo del arbol saussuriano (climax) ott Bradaciong; cna fB panaizalidad: de cualquier forma hay que diferenciara del signi We Fac las implicaciones légico-semanticas (los que comen por las esquinas Pdiminutas pirdmides del alba y el sordo oye perfeciamente son frases gra- onoresco 191 explicar 1a doble cara del signo), bien para complementarlo por Be te jon 0 por contraposicién; citemos como ejemplos, el libro de Peete Castelao o la mano dibujada en el poema Noche en claro de io Paz. TICA. Para la lingiifstica moderna, la gramética es la deserip- Nompleta de Ia lengua. La gramatica comprende a la fonologia (V.) ds (V.) y semantica (V.). Para Chomski (V. inaOistica, 5) la gra- faa es un modelo de la competencia ideal del hablante, FgAMATICALIDAD. Cualquier sujeto hablante, que por definicién ela gramatica de su lengua, puede suministrar juicios de gramati- Pejdad acerca de enunciados emitidos; puede decir si una frase com- vata con palabras de su lengua esté bien formada, se acuerda con las, ‘gue él tiene en comin con todas las otras personas que hablan engua; esta actitud pertenece a la competencia de los sujetos ha- fiantes y no depende ni de la cultura ni del grupo social del hablante. En castellano, por ejemplo, Al nifo le gusta el chocolate es una frase FF umatical; por el contrario, *chocolate gustar el nifo es una frase agra- orca (Se Sfiala con un atterisco), Existen distntos tipaty grados de ‘aaticalmente bien formadas, pero asemanticas 0 il6gicas), y también de ‘u aceptabilidad (El amigo del muchacho que ahora estd atravesando la alle vestido con un traje azul es muy inteligente es una frase gramatical, pero dificilmente aceptable por su excesiva complejidad). La agrama- BSricad puede ser aceptable. sin embargo, en un contexto liico: Fran- io Garcia Lorca ha estudiado los valores expresivos del verso, im- Hse en castellano. Verde que te quiero verde; algunos versos de César Vallejo (Todo avia verdad; Lado al lado al destino y Hora | y Hora.) GROTESCO. Como categoria literaria, lo grotesco es descubierto en slRomanticismo (Victor Hugo, Gautier, Béequer en Espafia), aunque ‘a prictica, como muestra Bajtin (La culrura popular en a Edad Media fy en el Renacimiento, cfr. sobre todo, la intr. y el cap. V), era muy ‘terior. Bajtin lo define como «una exageracién premeditada, una re- ronstrucciOn desfigurada de Ia naturaleza, una unién de objetos impo- B: sdie en principio tanto en Ia naturaleza como en nuestra experiencia ‘atidiana, con una gran insistencia en el aspecto material, perceptible, (ela forma asi creada». Las causas de la deformacion grotesca pueden 1, como afirma Pavis, extremamente variables: van desde el puro Bsto por el efecto cémico hasta la sétira politica 0 filoséfica. Sin em- F bargo, todas las formas tienen en comin la referencia a una realidad 192 cruro 5 aque resonocemosy ea mezcia de elements diversas, dts nos Ham abletament som ents capac ae oo dcformacion dels serranes dl Arcpresc se eee rios del miedo y del amor, Quevedo mezcla vida y mucreey Caray ojo Sel clot Cutnn Pas, Conancones cane oo fora hace grotsca la fbula de Acs Calan, 2 a oe fonista a cintode Pofemos Lo grtesese event ee Ettero, comprometendo'se compremion, Eee heen eae Fénea el ejemplo més claborado de uso de lo grotesco quiza sea ct fs Vallestnclon, sl menos desde is Comedie Barve tas te YE no pes See ee ee a a re Spr nabs eur acer naee ae waking s ee re cen engia oh proba oeal es ee oot gs anarseen a aterel a denen on eee Fe eo J alttiay tac our tamara onde reas Se Sette fendmeno fico y conereto que se atualia fone seat er de oe onbanos Se fonech el ndaus proueee ima cadena de sonidos, transmitidos gracias a las ondas sonoras. que es een i ren nd enna as ic wae setae sid Pe ee gol aus valores antes as sens como tienen Leer ea ne ac srcaminade Pea Feo tice Seve der sunt oe i pneti el ndivoes Soe ea erscdey casa see ne a onde nes ants aoe Cale EE npr nee ere ae Chomsky seus scm de veges doe alan os i competencia. en cuanto es la posibilidad de un individuo para cons. Seen cuanien (acomnanes) aulnaconcoacret de a rs arn Sends Petronas ton pens east GRUPO. Constituyente de frase formado por uno o varios sin Por ejemplo, El hombre de la esquina rosada es un cuento de Bi es una frase formada por un grupo nominal (GN): ef hombre de quina rosada, y por un grupo verbal (GV): es un cuento de Borges! bos grupos estan constituidos por varios sintagmas: el hombre. dep quina rosada, un cuento, de Borges. é HAIKU. Llamado también haikai, el haikd es un poema japonés con ih esquema métrico de diecisiete silabas distribuidas en tres versos. En flse trata de aproximar. en un salto de ingenio, dos realidades distintas, bien através de la lirica, bien a través del humor. Introducido el nombre ‘el género en la literatura en espafol por Tabiada, su influjo se hace oar —combinandose con la copla popular— en el Machado de Nuevas jones, en Juan Ramén y en los poetas de la generacién del 27 0 sus B sonespondientes americands (citemos, como caso més directo, el de Yonge Carrera Andrade), que mantendran la estructura tripartita, aun- no el niimero de silabas, y el elemento de sorpresa. Son evidentes janbién las relaciones con la gregueria de Ramén Gomez de la Serna. FAMARTIA. Ignorancia de algo o error de juicio que, en la tragedia, Provoca una accién del héroe dirigiendo la accién hacia la catéstrofe 194 aan . HAPAX (@ HAPAX LEGOMENON). Se ata de cai exprestn qe se documenta una sls ves ene cael silcrpusdeterminaco (obs era eng ne ras frias (Arcipreste de Hita), Cuca silvana (Garcia Lorea) HEMISTIQUIO. Cada uno de fos miembros en que un yo dido por la cesura (V.). Aunque normaimente un verso den silabas tiene dos hemistiquios —obedeciendo a la etimelns tino se ha extendido para denominar a cada una de las panes Por la cesura, aunque sean de mayor niimero: Ritmer dulzor de panales, / susurro de abejas (Gonzslez Prada)’ HEMISTIQUIO. Un verso esté dividido porta cesura (V.) tes, llamadas hemistiquios. Estos pueden ser de medida fj Plo, el alejandrino) o variable segin planteamientos rita como sucede en el endecasflabo, Por extension se da tartans oad de hemistiquio a cada una de las partes que determinan les cue que sean mas de dos HEPTASILABO. Verso de siete sflabas métricas. Se util ‘mamente en la poesia de los siglos xan y xrv (por ejemplo, on del alma y el cuerpo 0 en los Proverbios de Don Sein Tob)s 8 muy pronto en desuso hasta que se reencuentra, procedemy en la corriente renacentista, ahora combinandose con el end en estructuras como la cancién, en el madrigal, en las formas qi a la oda clasica (sobre todo en Ia lira) y en la silva. Sin cow encontramos en formas de romance (V. ENDECHA): Pobre berquill / entre pehascos rota (Lope de Vega), de donde lo hereda ef sismo que hace amplio uso de él. La generacién del 27 y sui & Poréneos hispanoamericanos hacen de él un instrumento muy 9 gil. El heptasilabo aparece frecuentemente junto al endecaslg ue ¢s ¢l pie quebrado natural, al alejandrino (eft. Garcia Lorca @ dofia Juana la Loca) y, en la seguidilla, al pentasilabo. HERMENEUTICA. V. iwtenrRETAcion. HEROE. El héroe es el personaje principal o protagonist acontecimientos, el actor de una representacién muy variada RRaTIVa) detras de la cual se pueden entrever o adivinar esqu wénoe 195 my of criticism, 1, i), ampliando una alusién de Arist6- ane ggrato de le Poctica, recucrda Que las obras de Fie eteden clasificarse wsegtin las capacidades de accién del Bee eden ser mayores, iguales © menores que las nuestras» ersten a ave ig * sieroe es superior Como tipo a los hombres: es un ser divino y ee an biente: es el ‘ye es superior a los otros hombres y a su am pein ares en los que encontramos como funciones tipicas los Per maravilloso, los encantamientos, las hadas y hechiceros, Fees que hablan, los talismanes, ete Feel jefe. el personaje principal de la épica y de la tragedia, es ij las obras de alta mimesis, segtn Arist6teles trhioe no prior a alos oes hombres a ambiente re mcomedia, de las novelas o de los cuentos Fealistas 0 de Ba} o>, el héroe [Ea ns tramas de «impedimento, frusracion 0 absurdon, el in al mundo irénico (es inferior a nosotros en fuerza e inteli- yous que a lterature mites ha dominado hasta la egada de Ymo, cn ia Edad Media la leyenda cabulleresea o hagiogrfica nos presenta como heroes a caballeros andantes o' rantor Romrimieno y en el ambiente arstocrdtice cortesano surge el tos tiempor, el modo bajo mimético, Aunque tea inaceptablc sin temporal de los diversos tips exquematiaados (;dénde £0: sla figura de don Quijote? zy en qué época?), las indicaciones aun discatibles, pueden resultar pertinentes para tn principio a de las trams fas en que estén insertos, por la posicién que ocupa el autor y ‘ocupar al destinatario con respecto a ellos: «Creo que hay tres de ver el mundo artistica o estéticamente: de rodillas, en pie o iftador 0 del poeta. Asi, Homero atribuye a sus héroes condiciones fen modo alguno tienen los hombres. Hay una segunda manera, que 196 weRoicocosnco 5 wirsiace 197 con nuestras mismas virtudes y nuestros mismos defectos. Esta, #4 1 sin combinar con otros de mayor extension. Santillana lo em- dudablement, la manera qué mas prospern. Exo es Shalyto on a Shakespeare. LY hay otra tereer Ios personajes de tenn CL Uda SeeigeMM ro del romancillo. E] modernismo lo utiliza para otras estrofas, es un plano superior y considerar a los personajes de la trama eo q fal. para Juan Ramon. Guillén, Lorca, Salinas 0 el Ne- inferiores al autor. Los dioses se convierten en personajes oor Feo ane are lee Buel hiemortal de fa ala Wy Esta es una manera muy espafiola, manera de demiurgo, que nea ga de as Odas Elemental 0 de! Memorial de la Isla Negra ‘en modo alguno hecho del mismo barro que sus mutieeos, tiene esa manera, Cervantes también.» La teoria de Valle-Inciiee la ventaja de hacer intervenit al emisor y al receptor en el praca comunicacién y de dejar abierta la via, practicada por el pr Inclan, a la mutacién del punto de vista en el desarrollo de Is B50, El hiato es el encuentro de dos vocales que no constituyen Fungo y que forman parte de dos silabas distintas, En metrica (V.) Peenduce hiato en las figuras de la dialefa y dela digress (V.) al HEROICOCOMICO, EI tlamado poema heroicooémico es una p de la epopeya culta, de la que conserva algunos fopor carsctersgas héroe, la aventura, cl valor eaballeresco, etc), degradades sa dalidades bajomiméticas (V. wéxoe), por medio de situacions: A6jicas © grotescas que —siguiendo la terminologia de Bajtine seat 4 mos denominar carnavaleseas (V-), por medio de un uso conmadceee del lenguaje, revolviendo el estilo de los géneros «sublimes na presar situaciones cimicas 0 realistas, En nuestra literatura sere, Considerar como prototipos del poema heroicocomico La morro | Villaviciosa y La Gatomaguia de Lope, tan diferentes entee seen argo. Los antecedentes del género son muy antiguos, aise toneen, como poema heroicocdmico Ia Batracomiomaguia pscudchomenea ga 4 Femouta al siglo ve a. de C. En nuestra literatura podriamos tes ia batalla de Don Carnal y Dota Cuaresnta en el Libro del Atenas En prosa el primer ejemplo seria el del Lazarillo de Tormes,y mitt: como queria Gonzalez Palencia el arranque del antiheroe esté cone bido siguiendo los pasos dei Amadis y volviendolo al reves bien ester dad que esto no explica toda la novela, pero puede ser uno de los ee: 4JBl Renacimiento espaol el himno se confunde en formas con la oda mentos que la configuran St Wem la cancion, sin que se puedan establecer diferencias claras. Se re- +B sontaré el nombre en et xix, pero ya sin su carécterreligios, que se E osttuye por la direccion de la vor del poeta hacia un ser que se con- Esdera superior (Himno a la luna de Jovellanos, Himno al sol de Es- monceda) 0 por querer unit las voces en torno’a sentimientos patrio- teat, civiles, politicos o, incluso, deportives jiMNO. El himno, composicin pensada para ser cantada coralmente Hn nonor de un dios, del que se recuerdan advocaciones, favores 0 pro- frios, es una de las mas antiguas formas poéticas. Estaban dedicados, gn pnncipio, para ser cantados en solemnidades religiosas, frecuente- rate con fines propiciatorios. No era extrafio que himnos mitolgicos je incluyesen en estructuras poéticas de otro tipo: esta tendencia se con Ren incluso en 1a evolucion de la poesia coral griega (desde Alceo a Fpindaro y Baquilides) y en la més refinada himnografia helenistica, E cuando se convierte en algo puramente literario, no litirgico. En Roma, el género se difundié mucho menos —salvo los cantos stuales muy primitivos—, pero recordemos, sin embargo. el Carmen E jacculare de Horacio. Fue el cristianismo el que dio nuevo impulso al himno, a partir de los de San Ambrosio, los primeros en cantarse en Ia Bijjesia de Occidente, segin San Agustin. Desde entonces se hicieron ‘fecuentes en la Edad Media, constituyéndose una extensa himnologia ‘ecra, recogida posteriormente en los varios breviarios. Junto a ella se esarrolla un tipo de canciones corales en la poesfa de los clerici va~ ines que, acaso, se puedan considerar como himnos no liturgicos. En HEURISTICO. Modelo o hipétesis cuya validez no se establec priori, sino que se supone y se utiliza por el critico como instrumento 4 «para comprobar lo que pasa». Su interés no se justifica teéricamente sino en funcién de los resultados obtenidos. HEXAMETRO. Verso grecolatino que consta de cinco dactilos més us HIPALAGE. Figura sintéctica y seméntica que consiste en atribuir a troqueo/espondeo: todos fos dactilos pueden ser sustituidos por esp F im objeto el acto o la idea que conviene a un objeto cercano. Borges dees. Es el verso virgiliano por excelencia. En el Renacimiento espaol J nismo cita como ejemplo de hipélage un texto suyo (en Borges, el me- se delego su funcién en la poesia latina en el endecasilabo, bien libre 0" ME moriong): Para gue su horror sea perfecto, César, aeosado al pie de una ‘serupado en terostos encadenados 0 en octavas. fF tuna por los impacientes puiales de sus amigas. El adjetivo impacien- terse ha desplazado desde amigos. al que se refiere idealmente (se- { minticamente) a puales, al que se une seménticamente. En la retérica BE i002 se confunde con endlage (V.) HEXASILABO. Verso de seis sflabas métricas. Tradicionalmente sca considerado como el verso mas breve que puede utilizarse en la mét 198 ipERBATON mistorta 199 MIPERBATON. Figura sintéctica que consiste en la inversion gg unos elementos respecto al orden que normalmente presertey sis frase (por ejemplo, del salam en el dngulo oscuro, Bécquer, are duce la construccién del genitivo latino). Generalizando, elt consiste en separar los elementos que constituyen un sintagede ealando otros que determinan una estructura irregular de lames gular, bien entendido, en relacion a un orden que se considers Estas que me dietd rimas sonoras (Géngora). En este verso los i estas y rimas, que estructuralmente constituyen un sintagma: separados; ademés la oraciOn de relativo aparece anticipada sore pecto a su antecedente. El hipérbaton en Géngora, acaso su mas aa Utilizador, ha sido estudiado —y sefialados sus antecedentes en a espanola e italiana— por Damaso Alonso. ONIMIA. Relacin de inclusién dirigida desde lo mas general io mas especifico. Ast, sentimiento es hiperénimo en relaci6n a sus ie mos amor, cel0s, pend, etc. ire general. Por ejemplo, perro esta incluido en la clase animal, es By es hipGnimo en relacion al més general e incluyente animal (Vla- cio también término sobreordenado). El nombre hipénimo est4 mar- ‘ASIS. Uso de una palabra en una funcién sintéctica distinta a que le es habitual. Por ejemplo, el sustantivo cerbarana empleado Fomo adjetivo por Quevedo en la descripcién del Démine Cabra: era HIPERBOLE. Figura lgica que consiste en emplear palabras euge SMES age conver, Recbe tambicn el nombre de metabass radas para expresar una idea que esta mas allé de los limites det fosimilitud. Es bastante corriente en el habla cotidiana (ejem shanti siglo que no te vela, me di de narices com él). La exageracién puede St or eso (a ans de os antiguas: Ere un naricuimo infty, ie vedo) 0 por defecto (tapeinosis: learo de bayeta, si de pino | Clelope fe 4 amano como el rollo, Géngora). En general, se puede decir que it pérbole tiene un significado enfatico, y de aqui el uso —y aurtabuse Que de ella se hizo en el Barroco. Véase la descripeién que del Ces hace Géngora en el Polifemo y tantos otros textes de este pocta es Quevedo. Frecuentemente la hipérbole adquiere un sentido comicosien patentiza la desproporcién entre las palabras y la realidad (las aventiei I fantasiosas de personajes jactanciosos, como el Miles glorioau de Plauto, o su descendencia en las lteraturas europeas) o la distancia irénica con que el autor describe algunos hechos. Piénsese en el tl i miento que Lope da a las batallas en Ia Gatomaguia: Yo s0y, vila el asombro del orbe, / que come vidas y amenazas sorbe; | aquelée cuyos garfios inkumanos, | ledn en el valor, igre en las manos, I hay fiemblan justamente | las repiblicas todas | que desde el Norte al Sur pa varios mares, | mira de Febo la dorada frente. La Salutacin Angélica de César Vallejo se abre con una serie de hipérboles que resaltan el vakt a h del hombre sea cual sea su nacionalidad, y la hermandad de todos ellos Eslavo con respecto ala palmera, | alemén de perfil al sol, ingls sini francés en cita con los caracoles, | ialiano exprofeso, escandinavt dea aire, | espariol de pura bestia, tal el cielo ! ensartado en la tierra por lis vientos, | tal el beso del limite en los hombros. me MIPOTAXIS. Se llama hipotaxis a la relacién de subordinaci6n expli jetada por medio de un signo funcional. La hipotaxis se opone a la pa- Tataxis (V.), 0 Sea, a la coordinaci6n. Estilisticamente, la parataxis se~ B fala un digcurso meditado y racional, incluso cierto nivel cultural en el Gque lo emplea, frente a la parataxis, propia de la expresin de emociones spsobre todo si es copulativa, de un lenguaje popular. Démaso Alonso ha especializado el término de hipotaxis para de- jgnar la relacién que une los elementos de un sintagma progresivo. ‘Spitzer, siguiendo a Thérive, denomina hiperhipotaxis a la inclusi6n {4 subordinadas en mimero excesivo, y opina que un periodo de esa futuraleza est4 pensado mas para ser leido que para ser pronunciado, valor estilistico literario, al hacer detener al lector para reconstruir jento del autor 0 del personaje. El critico alemadn distingue ies tipos de construccién en los periodos hiperhipotdcticos: en explo- sin, en superposici6n y en arco. HIPOTIPOSIS. Descripcion vivida de un hecho, persona o cosa, con na peculiar fuerza de representatividad, riqueza de matices y plastici- dad de imagenes; normalmente sitve para expresar caracteres de na- uleza abstracta con rasgos perceptibles por los sentidos, ¢ incluso al veces, como sefiala Dupriez, alucinatorios. Ejem.: Como perro thidado que no tiene | huella ni olfato y yerra ! por los caminos, sin amino, como I el nirto que en la noche de una fiesta | se pierde entre el endo /y el aire polvoriento y las candelas ! chispeantes, at6nito, y asom- Hira su corazén de musica y de pena, | asi voy yo (Antonio Machado). HIPEROJE. Figura de pensamiento que expresa una alabanze ext rada. Es una forma de hipérbole (V.), y muchas veces puede consti 4 la base para un tratamiento burlesco: Sol os amd mi lengua peed 1'y desmintiome a boca llena el cielo (Quevedo).. 3 200 HomeorELEUTON HYSTERON-PROTERON 201 latados. En Segre (Principios de andlisis del texto literario) se que la fabula es una pardfrasis del contenido narrativo hecha ob el orden causal temporal que. con frecuencia. se altera en el texto tras que la narracién presenta los mismos elementos pero disioee varias formas, segin las miras del escritor. Recuérdese, ademas | sicién postulada por Benveniste entre historia y discurso (V }. entre la exposicién objetiva de los acontecimientos y las distinter de enunciacién (presencia del locutor o del destinatario), fe comportamiento, etc.. que constisuyen, en su conjunto. lo que ee La Historia de la Literatura como provocacion de la en ria, en La literatura como provocacién— llama el horizonte de jierva del pablico, ex decic, del fruldor. Ademds, por una serie de iicionamientos bastante diversos (el sgénero» en que encasillar muto determinado, las presiones de ta industria editorial. para citar nfcientemente alejados entre si) el fruidor se «forma una idea» del Bsig decodifiea de acuerdo con algunos estereotipos, exige acaso ta solucion de algunos problemas personales suyos. Asi se explica Pe vatsfaccidn» de los lectores més ingenuos cuando se encuentran con snetos de estética Kitsch (V.), cursis, o de amplio consumo. B para Weinrich seria preciso escribir una historia de la literatura Ta perspectiva del lector. El alega precisamente la atencién que wera AristOteles por las reacciones del piblico (por ejemplo de cara By wxinatural enfrentamiento entre padre e hijo, entre amigos o her- ); también la ret6rica clasica esta centrada sobre el pubblico y los Beisios ue se han de emplear para persuadirlo o conmocionarlo. Sefala jinrch: «Una elaboracidn ulterior de este bosquejo para un panorama famplio de la literatura, en sus numerasas manifestaciones histéri- podré producirse en el futuro por la interpretacion de los textos mbargo, no por las interpretaciones “inmanentes” que no tengen Be cventa lo que existe mas allé del texto, sino por las interpretaciones, fie analicen también todas sus presuposiciones en cuanto constitutivas Hi horizonte de las expectativas del lector. El concepto de horizonte Texpectativas, expresado por Karl Mannheim, ha sido ineluido en la Roca dela literatura por Hans Robert Hauss, que se sirve de I sobre Be en un sentido general. Desde el instante en que una obra literaria fpesenta como formando parte de una categoria literaria determi- palabras que tienen funci6n distinta en la frase (vino, sustantivoy va ‘ya se proyecta en un horizonte de expectativa que para el lector Bara el lector experto. naturalmente— es el resultado de su familia- con esta categoria.» V. también roaLico. HOMEOTELEUTON. El homeoteleuton (también llamado leuton y homeyoteleuton) consiste en la equivalencia fonica de i minacién de dos o més palabras situadas al fin de frases, miembie frases o palabras en enumeracién; representa un papel importante oi isocolon (V.) y en las enumeraciones. En el caso extremo (igualdscey soluta de tetminaciones) tenemos el caso de la prosa rimada ( pero casi siempre, ligado al homeoptoton (igualdad de forma cal) y a la equivaiencia actistica, juege en un complejo sistems recidos y contrastes, muy rico melédica y estilisticamente. Ves ejemplo, En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura ve de y fazer a mi, inmérito, tanta merced que verte alcancasse, ¥ en t Veniente lugar que mi secreto dolor manifestar te pudiesse (Celestgg entrecruzamiento de asonancias, semisonancias, equivalencias jt tastes es mayor —y muy sabio— en la siguiente enumeracion de €E brera Infante: En el discurrir del tempo construye un volumen con #338 de pueblos, de reinos, de montes, de puertos, de bugues, de islote tre el significante y el significado, que hace que a un nico signifi IS. Arrogancia de palabra o pensamiento que en la tragedia puedan corresponder significados distintos. Por ejemplo, presa a y en el teatro derivado de ella constituye una falta tragica que significar una mujer que est4 en Ia cércel, una construcci6n que ¢ faduce al héroe a su perdicion. Para una explicaci6n mas extensa y su el curso de las aguas, lo que se coge con una mano. Los limites on dentro de la ideologia eriega. véase E. R. Dodds. Los griegos homonimia con la polisemia (V.) y con algunos usos metaf6 lrracional. lizados no estén claros. En sentido amplio la homonimia se agr la homofonia, bajo este Ultimo nombre, sobre todo cuando se da. dad grafica, E RON-PROTERON. Con este nombre. o con el de histeriolo; te en la inversién tem- Bi de os acontecimientos en una sucesién continua, de tal forma que Bticipa el término final, sobre el que se centra la atencion del es- Ja literatura es necesario considerar que la obra de arte se ins Elejemplo clasico es el de Eneida, I, 353, Moriamur et in media tn sistema complejo de necesidades, expectativas, gustos, lecturasgagy fee 7wamus, «Muramos y caigamos en medio de las armas». Borges. 202 HYSTERON-PROTERON tiempo en el cuento Viaje a Ja semilla: todo el relato esta cor un hysteron-proteron, en el Poema conjetural, para contar la muerte de Laprida, com) Zumban las baias en la tarde iiltima. Carpentier invierte el senna stra jicONO. Para Charles S. Peirce, el icono es uno de los tres tipos fun- Hamentales de signos. Un signo es un icono cuando existe una relacién je analogia formal entre el representante y lo representado, por ejem- flo. el plano de una casa 0, mejor ain, un rétrat®. En sentido lato, el fono es una imagen, de tal manera que se habla de lenguaje icOnico a ropésito de sistemas de comunicacién como el cine, la historieta, la blicidad, etc., que se sirven de las imégenes para transmitir un men- aie. Véase a este propésito Eco, Trarado de semidtica general, 3.5, que fentiene una critica del iconismo. En la critica literaria, el icono tiene importancia en la consideraci6n Jas obras que presentan por una parte una vertiente textual y die- ytica —el teatro, el cine— y por otra una cualidad distinta a ésta —las mdgenes, otros elementos visuales— que les son precisos para ser rea- inadas. Asi se habla de una semidtica teatral, que concentra su atencién Foore la teatralidad (con un término calcado sobre literaturidad), para ner de relieve todo aquello que no es literario, y en gran medida es énico, en una representaci6n. IFICACION. Proceso psicoldgico mediante el cual el receptor la obra literaria puede llegar a imaginarse ser uno de los personajes rsentados por el autor, que puede buscar con diversos procedi to. Pavis plantea la identificacién como uno de los eriterios bésicos Hs comunicaciGn artistic y de la fruicin de la obra. Jauss (Asthetische Poietrung und literarische Hermeneutik 1) propone la siguiente clasifi- én de las modalidades de identificaciGn del lector con el personae: 204 iweoLoaia wocutorio 205 Wega sie) de a ideotogia de una clase 0 de un grupo intelectual, portavoz wit Disposicién de jales especificos. sewtitioon | Recon oe Be iecses sociales especi asociativa nerse en la piel de to-| + goce B10. Poema de argumento pastoral, afin a la égloga (V.), de la que Sori SSR | ane ees IO acia esencialiente por empleat formas metnieas més senclls, a rekeeso perm Fes mas cortos y no ser imprescindible el didlogo; también acostum- eros precio | admivacion fer menor extensidn. La poesia idilica encuentra su expresion ron pai . > sulaion Be een Tedcrito (siglo in a. de C.), que fijé sus caracteres y temas rmiasplo, la oposicion entre ciudad y campo, la idealizacion del pai- ties, Bie a taada sensualidad. Aunque podemos enconirat caracteres s'en muchos textos, el nombre conviene, sobre todo, @ algunos Banas del siglo XV¥ (citemos, como paradigma, las Eroticas de Villegas) prsus continuaciones neoclasicas (La paloma de Filis, de Meléndez) Fives que a la presencia de Tederito habria que sumar ia influencia del werconte traducido. catérticn Inéroe que padece | emoci6n tragic, catarsis hétoe reprimido” | tropes {sa beracién comica ince [et emo. o ai srpne, provecacon |= smtp ues same Phan FpIOLECTO. El idiolecto es el empleo de la lengua por una sola per- fina su lenguaje o «estilo» individual, prescindiendo del grupo o de Ia Wminidad en la que esta inserto; en este sentido muchos estudiosos Sean la licitud J utilidad del término. Mds recientemente el término [iiido tomado, en el seno de Ia critica lteraria, como sinénimo de aje peculiar de un escritor, o directamente de estilo (y tampoco en aso se ve la necesidad). Se puede emplear también el término para for a un personaje de una novela o de una obra teatral cuando se teria, frente a los demés, por un uso diferencial de la lengua; ¢j dena en Misericordia de Gald6s. La crtica marxista (Althusser, en primer lugar) proponen ui’ cepto nuevo de identificacién, mis alld de la que se refiere aly oe sonajes y su situacion. La identificaciOn, a través de la histori y dey personales, se relizaria con a ideologia dominante en I ques inch el texto. ed IDEOLOGIA. EI término se usa con frecuencia como sinéninigid Weltanschausng, es decir de vision del mundo y de la vida. Cad tiene una concepeién ideal propia, que no se articula necetarianef un sistema filosico, sino que estan en relaciOn con valores comme nes, actitudes mentales 0 espinitualesligadas a las convenclones 4 hantes en una determinada €poca, por ejemplo sera muy dif der la sustancia del mensaje de Quevede, Gengora o Gracin sin referencia ala ideologia dominante ~-que no Mlosotia~ del barra Pafiol De hecho, Sarite define la ideclogia como los sistemas inex lares que se desarrollan entre los grandes momentos filosoficos dais histone, En una concepcién més rstringida, el marxismo considera ala Jogla como cualquier forma de racionalizacion cultural 9 sfalsa cong cia» que las clases dominantes desarrollan como justification de S80 der. Althuster la define como sla relacion imaginaria de los Indiv frente alas relaciones reales bajo las que vivenv. De esta formal logla impregna todas las superestructuras y tambien la del ate, manera que-en cieras posiiones metodolopieas marvisas ser a fundamental dl eritica Ia de caracterizar la Wellanschawing de eritor en cuanto ideologla o expresion particular (organizadn COMME Ch DyseeeTteror Da, ecm, ech pima especifica de las variedades geogréfico-sociales de una lengua. Se usa también el mismo término para designar las construcciones seexisten en una lengua y que no se ajustan a su sistema gramatical;, Pijem.: a pies juntillas, a mds ver. HLOCUTORIO. Se llama ilocutorio a todo enunciado que constituye Bun verdadero acto y que tiene como fin primero e inmediato mo- fcr a situacion de los interlocutores. Por ejemplo, se cumple el acto fe prometer al decir «yo prometo..-». el acto de interrogar al decir «por "7m, el acto de mandar 0 de aconsejar mediante formas del tipo ordeno..n, wereo que deberias... Frente al acto ilocutorio el des- stario se encuentra'en una situacion de altermativa: obedecer 0 de- 206 mace mipicacon 207 IMAGEN. La imagen, por estar en el centro de la creacion sido objeto de multiples discusiones, sin que se haya llegado «mente no se debe uniamente a Ta dversidad de los sistemas lopicos deca que se la asedia: se debe sobre todo al estatuto inaprehensible 4 fimero bastante representativo de textos poéticos, para los que’ Quier sentido que se les quiera atribuir serfa siempre limitado' tg dadera imagen comunica muchas cosas a la vez y cosas que freon mente serfa impensable que pudiesen decirse de otra manera, Par lek y Warren (Teoria literaria, cap. XV) «las imagenes son temas entra tanto en la psicologla como en los estudios literarios. En'p logia, la palabra imagen” significa una reproduccién mental, et cuerdo de una vivencia, sensorial o perceptiva, pero n0 forzosa Visual. [...] Las clasificaciones establecidas por los psicSlogos y exteic, son numerosas, No sdlo hay imagenes “gustativas” y “olfativas™, ding gle rabajos de Roger Caillois y, para temas hisp4nicos, D. Devoto, Textos también térmicas y presivas (“cinestésicas”, “hépticas”, “empéticas") Saul contextos, Starovinski (La relation critique) pone de relieve el papel Se ha hecho la importante distincion entre imagenes estaticase imagens, arenante de la imagen y de lo imaginario: «Insinuada en la percepeton be cinéticas (o “dindmicas”). La utilizacién de imégenes eromaticas puede “Wg isme, mezclada a lag operaciones de la memoria, abriendo ante no- ser 0 no ser tradicional o privadamente simbélica, La imagen sinestésit esos ¢1 Horizonte de To posible [...] la imaginacién es mucho mas que (Gea resultado de la anormal constitucién psicolégica del poeta o de jg atin facultad de evocar imagenes que recubran el mundo de nuestras : convencién literaria) traduce de un sentido a otro (verbigracia: del so. gepercepciones directas: es un poder de alejamiento gracias al cual nos nido al color)» (V. swestesia), En la estética de Croce la imagen esa fi representamos las cosas como distantes y nos distanciamos de las rea- refiguracién de un sentimiento por obra de la imaginaci6n; es decir, BM uades presentes.» que para I. A. Richards seria un «acontecimiento mental». Un sig: Mgr Cativo ejemplo de imagenes referidas a un amplio campo sensorial'é’s nos ofrece en estos versos de Juan Ramén Jiménez: no esta con el primero més que una relacién de analogia que descubre I el mariana escrito. tuicion 9 la sensibilidad del autor y del lector: en este sentido BoiSBioeM La rclaciOn de equivalencia o de implicacién bilateral define a si- diferencia entre imagen tradicional (cuando la analogia es objet) «Si una oracién, Os, implica a otra oraci6n, O, y la inversion imagen visionaria (si la asociacign es emocional), vision (atribucGHJeaMl@Rantene la implicacion, O, y O; son equivalentes: ¢s dear, si Oy Os y ‘i cualidades o atributos imposibles) y simbolos. FAME’ 0; Os, entonces Oy <> O3 (en donde <=> quiere decir “es equi- Para Gaston Bachelard. es esencial la oposiciOn irreductible eh te 2") (Lyons, ibid., 10.2.5.). Ejemplo: Juan ama a Maria <=> imagen y «concepto»: la imagen es producto de Ia imaginacion puri ria es amada por Juan. j de la petcepcion, y es creadora de lenguaje. En esto se opone ta La contradiccign se manifiesta cuando un término o frase niega ex- By metéfora simple, que no aleja al lenguaje de su «papel utilitario, zi, que es una “falsa imagen”, un sustituto del concepto». Muy interesantes también son los estudios antropolégico-literarios ‘consideran lo llamado «imaginario», es decir —para explicarlo con lea —, el inmenso repertorio de imagenes simb6licas que aparecen O2), si ios hablantes de la lengua coinciden en la im- ibilidad de afirmar explicitamente Oj y negar explicitamente Oz. Y 208 meuicrro, inetuston 209 picts 0 implciamente a oro termine o fase: fo banc tan conmadtonon nt 8 ge Mego impctamonte Lut tone es oerases La relacién de contrariedad u oposicién se da cuando 0, » os antinior (Vp eemsle grande = peguose cae? OH Dogue Grctnan ea Enero daenider B1'e Kane Telaciones en un esquema (el cuadrado de Greimas) bastante aif Por ejemplo, bia jiar connotacion, que puede verse en el articulo Naranja y limén is lene los ojos ag alt otvoterecorigo en Telos conenos pRECACION.. Figura ldgica con la que se patentiza una fuerte emo- por la cual se expresa desdén, indignacion, furor por un acto J bry se desea mal a quien es responsable de aquel hecho. Ejem sues, con tu torva historia de crimenes, | precipitate contra los ee, pues, a Poe atasmas, /desvandcote, faniaima enor fanasmes, | gia Pere entre las sombras, | ti, maldicion de Dios, | postrer Cain, / el Fombre (Damaso Alonso) Sa -e aro IMPRESIVO. Se habla desde Bally, especialmente en fonoestilistica, ie impresividad 0 de sentido o caracteres impresivos a propdsito de las ES slidades actistico-sonoras de determinados fonemas destinados a pro- ‘cr en el receptor un efecto determinado. Ast la armonia imitativa y jy onomatopeya se fundan en los caracteres impresivos de los sonidos, Fjem.: Infame turba de nocturnas aves (Géngora). Aqui, como indica imaso Alonso, la repeticién de los ictus /tur/ produce una «sensacién E jp horrible oscuridad» que «percibe —también oscuramente— todo lec- fisl poem gt = : nega = = =; Felad entre contrarion Fela entre contradicts ‘elacion de implcacion en cualquier seni, INCIPIT. Término con el que se indica el comienzo de un texto. Por emplo, el incipit del Quijore es un verso de romance. El témino 5 ey Spor clemplo, Si = ), valdré «no avaro, liberal» y 8; «no prodigo, ahorrativor. §) "> Sy, cone 4 5; > S2. Marchese, en Metodi e prove strutturali, ha utilizado este Ce quema para investigaciones literarias, (Mc1S0. Término o enuncado (en est caso se habla de oracin in- final o perentetica) nterealago en una propeicign, sin que tenga con IMPLICITO. En Ia relacin de comunicacin no todo se dice o eel inguna relacion de subordinacion, Ejem.: dijo que la Hefipistole expicito: muchas informaciones quedan implctas porque dependent? 2 © 9 ¢! doctor se imaginaba (decia doctor» con el tno necesario contexto, de la situacion o incluso de las presuposiciones (V.) que el. ggmepo™ que cualquiera se diese cuenta de que lo jecla por jorobar) pero a hablante piensa que tiene en comin con el receptor: St lamon oxy en ota de su negativa iba a rata de conseguir solamente os rulemanes petiddico la frase" El extremo vio el rojo hay en ella muchas informe | ciones implicitas: 1) se habla de un partido de futbol 2) en el cual un’: Jugador que ocupa una posicin detsrminada 3) ha cometigo una faa 4) grave 5) que ha impulsado al arbitro a ensefiarle una cartulina 6) pa carlo del Juego. Lo implicio con frecuencia se remie a compete Somurnicaiva peculiar del hablante, de tipo pragiaico, Hamada sn Giclopedian (= conjunio de informaciones, conocimientor 0 crete sobre el mundo, conotaciones ocasionsies. references cltorie ee ‘As cuando Manuel Machado excrbe' Blanca mano expecta de one. exhaust yen la mano un lind que significa. nos remit, con Puntos suspensives, por presuncion enctcopedica » toda una sa Sparciones del limén en'el folklore yen ia tadiionlterana, co INCLUSION. Se produce la inclusién de un subconjunto A’ en un con- jo A, cuando todos y cada uno de los elementos de A’ pertenecen sambién a A. Por ejemplo, los nombres propios estén incluidos en la fitse de los nombres. En la transcripcién simbdlica se expresaré: A! C A. La inclusi6n tiene importancia para determinar las relaciones se- Binticas entre distintas palabras. La hiponimia se puede definir como elcion de inclusién: en efecto, flor es mas amplio que rosa 0 violera, es decir, las incluye (también se puede notar que rosa y violera estan fmarcados con respecto a flor, y no al revés). Los diagramas de Venn Ponen en claro los conceptos de inclusién y pertenencia 210 anpicapones Hombre H S (Socrates) E! conjunto M comprende al subconjunto H (este simo eid cluido en M), mientras que el elemento Sécrates (S) pertenece st Formalizand: 5 (©) penenes Hc M = Hesta incluido en M : S EH = S pertenece a H x (HC M) > (= equivale a) [S € H > (= implica) SEM) Esta ultima expresion significa que del antecedente (Io que sid & crito a la izquierda del signo de coimplicacin ==), se deduce In a secuencia (Io que estd escrito a la derecha del signo <=>), INDICADORES. En Martinet el indicador de funcién o monema fi: ional (V. unatistica, 2) es el monema que marca las relaciones de ‘cticas entre los elementos de un enunciado; asf, serdn indicedores fig cionales, las preposiciones, las conjunciones, el relativo, etc. Para Benveniste los indicadores son los defcticos (V.) de espacis y de tiempo; por ejemplo, agui, ahora, esto, etc. En el andlisis lingo de un texto literario los indicadores espaciotemporales ponen de ii nifiesto el acto de enunciacién (V.) al aludir a la relacin emisorreeey tor o delimitar el contexto. Sobre la funcién estilistica de los defeticas véanse: pIscuRso, esi, ConMUTADORES. INDICE. Para Peirce, cl indice es una clase de signo, junto al icons y al simbolo; con mas exactitud, es un hecho que implica o anuncia a of, | como las nubes oscuras 0 el humo que son indice de la Iluvia o del fit Tespectivamente. Luis J. Prieto lo define como un «hecho inmedida:4 mente perceptible que nos da a conocer alguna cosa que conviene aio que no lo es», Véase SEMIOLOGiA, SIGNO. : INDICIO. Nos interesa la definicién que da Barthes de indicio en Introduccion al andlisis estructural del relato, Considerando las funciosts iwrLueNcia 211 tus unidades de contenido mas pequeftas en el seno de un texto a parthes diferencia entre ntcleos —o nudos— y catéisis (ver- Tanciones en el proceso de la narraci6n). indicios e informantes er fe narrativas que actian en el nivel del discurso y de los per- Bind" yrientras que los informantes on datos puros (por ejemplo. 2 se un personaje), 10s indicios wremiten a un carécter, a un sen- it una atmésfera, a une filosofian. Por ejemplo, si se lee: el ond, James Bond levanté uno de los cuatro aparatos, la palabra ore indica una idea de alta complejidad burocrdtica. Cuatro, ast sin indicio; los indicios, como también dice Barthes, tienden a cons- jr configuraciones con alcance ideolégico. UENCIA. Para Bremond (Logique du récit), el sujeto del relato fa con mayor exactitud, el paciente: V. acraNTE) puede padecer dis- “os tipos de influencias que constituyen méviles para hacer 0 no hacer He accion. El autor plantea la siguiente tabla: Joa eee | incitadoras inhibidoras. edonistas Seduccién Intimsidacion ios Obligacion Prohibicion jwagméticos Consejo Disuasion Ademés de las influencias incitadoras (que impelen a esperar y a 7) inhibidoras (que impelen a temer un acontecimiento y a impedir Foe suceda), Bremond estudia también las neutralizadoras (indiferen- fe) las ambivalentes (que inducen a esperar y temer). «Una influencia Hedicora esta dirigida a comunicar a un paciente el deseo de un acon- {eciento agradable por si mismo: una influencia intimidadora, a co- faunicar a un paciente el temor (o la aversién) por un acontecimiento gradable en si mismo; una influencia obligativa, a comunicar a un tela conciencia de una obligacién o un deber; una influencia pro- Ibiiva, a comunicar a un paciente la conciencia de un veto, cuya vio- n le costaria cometer un error; una influencia aconsejadora, a co- frunicar a un paciente la conciencia de las ventajas de aprovechar un Fkontecimiento posible; una influencia disuasoria, a comunicar a un pa- fSente la conciencia de los inconvenientes que resultarian si se realizase fcuriese un acontecimiento» (Bremond, ibid.). Silas influencias de- fenden de un agente influenciador se produciran los papeles de seduc- or intimidador, obligador, prohibidor, consejero, disuador. Encontrar 212 INFORMACION INSTITUCIONES LITERARIAS 213 tipos que cumplan uno solo de estos papeles en una obra es diffi cualquiera puede reconocer momentos o situaciones ocupadas eg MN nen 0 desarrollo. Menéndex Pidal eubraya este tipo de principio ersonaje que actualiza alguna de estas influencias. _ Po no earacteristico de los romances viejos. Muchas veces el comienzo INFORMACION. «A pesar de un abanico muy extenso de acep la nocién de informacién, tanto en linguistica como en el estuary telecomunicacién, puede ser transferida a la de aminoracién de jg certidumbre: hay informacién cada vez que, de una u otra fond incertidumbre inicial se encuentra reducida o anulada, Cuando ee direccién de una casa en una calle donde s6lo hay una, el nim este edificio no aporta ninguna informacion; por el contratio, pro de informacion st la calle tiene mas de una casa. y la information {foto mas rica cuanto mayor sea el nimero de casas» (Mounin, edt nario de Linguistica, s.V.). MTUCIONES LITERARIAS. La escritura literaria manifesta, al Ppavidualizarse en textos, es decir. en su estructurarse como obras dis- Be srcas. la interseccion mas o menos latente de cédigos diversos que con- ‘an el caflamazo sobre el cual trabaja el artista para construir su iieras instituciones en cuyo Ambito se expresa cl escritor. ya amol- radose a los modelos y pautas propuestos, ya rechazandolos para in- Svenarse 01708, ya modificandolos desde dentro de ellos con los proce- E jimientos més varios, por ejemplo combinando elementos de codigos Er nceste de inforiracion no se cortesponde, por lo tanto, cai epeaterene®- Las insttuciones mds importantes son los.géneros literarios de contenido ni con el de contenido del mensaje, sea cull sea gg ape) Porave Nos Permicen establecer una solidaridad entre las obras, portancia de éste: la informacion concierne a la transmisién del meaiaje. geo ntereonexiOn reciproca, una intertextualidad (V.) significativa para pera mengua de la ineertidumbre en la decodificacion, Fe fyararno tanto en el influjo ola hegemonia de un escrtor en un género Ener deabise de fo htecaro se ha defnigo el estilo (V.) como una dterminad, como en el grado de literariedad (V.) 0 de conocimiento eleceisn y una combinacidn original de elementos lingbisticos que sera, -Ageformal connatural a cada obra, Sapaces de clevar el contenido de informacion del mensaje, Ex cvgaty age También Ia lengua literaria puede considerarse una institucién del que la informacién inherente @ una unidad lingustica es inversamenie

. En la frase interrogativa indirecta la esis de un texto, En el helenismo, se diseuti ampliamente, cians ‘Rjpal implicta se hace patente: te pregunto si ha venido Pedro, se ‘10s poemas homéricos, si era mas pertinente una interpretacién lites dei mensaje 0 una alegorica; la discusién se volvié a entablar tam ‘8 propésito de la Biblia en la primera tradici6n patristica (San Agusta” Orfgenes); el doble procedimiento de interpretacién —al que se une uit amplificacién moral— se continda en la Edad Media, en Villena (Lat doce trabajos de Hércules) 0 en Alfonso X, 2 lo que hay que aadir ung interpretacién evemerista En términos modernos, se podria decir que Ia interpretaci6n literal concierne al aspecto filol6gico y denotativo de los signos, mientras que la interpretacién aleg6rica exalta (algunas veces hasta la exasperacin) la polisemia, la pluralidad de significados implicita en las palabras. La interpretacién de un texto literario, vista desde la perspectiva —que potenciamos— de la critica semiolégica (V. SEMoLoGia) se menta en los criterios basicos de la comunicacién (V.): el texto es un mensaje que un emisor (el escritor) envia a un destinatario (lector, pi- blico). La actuacién de un mensaje implica la referencia a un sistema —la literatura con sus instituciones (V.) especificas— y a eédigos cul- turales peculiares, ret6ricos, estilisticos. etc. La interpretacién es una exploracin compleja del texto, que parte del nivel denotativo del men- saje para reconstruir las distintas isotopias en niveles cada vez més com- lejos, hasta llegar a la connotacidn total del texto. La descifracién del texto no se agota (sobre todo en los textos poéticos) en la autopsia de las estructuras de los significados, sino en la comprensin plena de los signos y, por ende, en la interaccion entre significantes y significados, teniendo en cuenta el feed-back —Ia retroaccién— semantico que de- pende de los valores fonoprosédicos, métricos y ritmicos de los signos oéticos. Si bien es verdad que no se puede ofrecer una interpretacién de un texto sin que se produzca el envio (o la proyeccién) del mensaje a uno 0 varios cédigos de referencia, la semiologia evita la critica de las metodologias historicistas en cuanto que tiene en cuenta la diacronia de la obra, en relacién a los cédigos, obviamente permeados por su tiempo. La ampliacién del problema de la interpretacin supera la comple jidad de las voces de entrada de este diccionario y del tratamiento que se les da. Enviamos, para conocer las distintas metodologias a Enrique Anderson Imbert: Métodos de critica literaria, Guillermo de Torre: Nue- vas direcciones de la critica literaria, Alicia Yilera: Estilstica, pottica y semiética literaria. Fformo de si habla venido Pedro. Seguin la gramética generativo-trans- ; formacional, la frase interrogativa es la transformacién de una estruc- ura profunda de tipo enunciativo. ‘se llaman interrogaciones retoricas las frases que no presuponen una fata real de informacion, sino que implican enfaticamente al interlo- gutor en un asenso o una negativa ya implicita en la pregunta: ZNo es terdad, angel de amor, ! que en esta apartada orilla | mas clara la luna brilla/y se respira mejor? (El destinatario se ve obligado a la respuesta Mimativa). 2¥ esto es un noble, Arnesto? ¢Aqut se cifran | los timbres blasones? {De qué sirve | la clase ilustre, una alta descendencia / sin la tienud? (Jovellanos). (La negativa se debe a un comin complejo de va- lores.) En otras ocasiones la respuesta es imposible: Tu dulce habla, gen ‘aya oreja suena? | Tus claros ojos, 2a quién los volvistes? (Garcilaso) Para la teoria de los actos de lengua (V.) la frase: zMe alcanza aquel libro, por favor? no es interrogativa, sino directiva, puesto que su sig- rifieedo profundo es una orden y no una pregunta (;Déme ese libro!) INTERTEXTUALIDAD. La intertextualidad es «el conjunto de las re- laciones que se ponen de manifiesto en el interior de un texto deter minado» (M. Artivé, Problemes de Sémiorique); estas relaciones acerean tn texto tanto a otros textos del mismo autor como a los modelos li- terarios explicitos 0 implicitos a los que se puede hacer referencia. El término procede de la teoria de Bajtin, que plantea la novela —espe~ cialmente la de Dostoievsky— como una «heteroglosia». cruce de varios lenguajes; lo pone en circulaci6n Julia Kristeva, que escribe: «Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorcion y transformacién de otro texto. En lugar de la noci6n de intersubjetividad se coloca la de intertextualidad, y el lenguaje poético se lee, por lo me nos, como doble.» Es decir, que el escritor entabla un didlogo, a veces cito, a veces haciendo un guifio al lector, con otros textos anteriores. (ct. L. Perrone-Moisés. «L'intertextualité critique», en Poétique, n.° 27), Barthes, al desarrollar estas ideas, separa el concepto de intertexro Ge la antigua nocidn de fuente o influencias: «Todo texto es un inter- © texto; otros textos estén presentes en él, en estratos variables, bajo for~ mas mas © menos reconocibles: los textos de la cultura anterior y los de |, l2 cultura que lo rodean: todo texto es un tejido nuevo de citas ante- ‘ores. Se presentan en el texto. redistribuidas. trozos de cédigos, for E mulas, modelos ritmicos, segmentos de lenguas sociales, etc., pues siem- 218 INTRATEXTUALIDAD wverrio 219) pre existe el lenguaje antes del texto y a su alrededor. La interig Tad, condicion de todo texto, sou exe cual sea nove roach evidente a un problema de fuentes o de influencias; el intertego Re campo general de formulas anénimas, cuyo origen es dif’ calizable, de citas inconscientes o autométicas, oftecidas sin La definicion, como setala Claudio Guillén (Entre fo uno y Toon fide estos (V. 1s0ToPIA). peca por su absolutismo tedrico. Podriamos afiadir que por mezai #p% andlisis intratextual, por otra parte, estA siempre sostenido o com- Conceptos distintos: el de texto y el de cOdigo. En este sentido se oe gM -rado tanto por la intertextualidad (V.) y la interdiscursividad, como tan Riffaterre (La production du texte), Culler (The pursuit of sgh: Ia referencia de los elementos textuales a los cédigos histérico-li- mas explicitamente, Segre, que diferencia en la intertextualiteg Pe os apropiados, de tal forma que tnicamente un complejo estudio campos bien delimitados: «Es preciso distinguir perfectamer Erampnocimiento del texto es capaz de descifrarlo, de hacer surgir de comprobables entre los textos y los movimientos lingtisticos o tend ca al texto (0 intratextual) adquiere su valor de Ia relacién que erace con 10S otros (contextuales), formando con algunos isotopias apitos de sentido, que atraviesan el texto de un modo mas o menos fatjo. El andliss interno de una obra patentiza «como esta hecha>. PGonamiento ¥ el significado de sus elementos, la intratextualidad ¥ los arquetipos (provengan de enunciados de empleo o de enunasiee Mame i fe enunc TRIGA. La intriga se produce por el encadenai eee rues 2 Srepton) de cuya combinacién surgen los textos pe; brencias para constituir un texto: cada una de ellas produce una mu- Bere, Soins QOEES, Fue sue Ia palabra inertextuaidad conte SMa acon en las citcunstancias 0 en los personajes con respecto ala anterior texto, opino que ésta debe ser empleada con mayor precision sett signar las relaciones entre texto y texto (escrito. y pariculurmeng: terario). Por el contrario para las relaciones que cualguier exter je escrito, mantiene con todos los enunciados (0 discursos) regiatadeee la correspondiente cultura y ordenados ideologicamente... propondia hablar de inierdiscursividad> (La parola ritrovata). Para ejempinene gunos problemas de intertextualidad recordaremos algunos de los ay ei cndrco la intiga cael nucleo esenil del relat; cn abatract, Fe eetmuar que en posible proyeciar una sete de sntrigas sobre eee iuacionel topieaso sobre algunos caractres de los personejes en lo, se habla de intrign Ge sevlacion ail ej deta scion oe fi cioore i anagnorss o el teconocimiento: le intrga de maduracion thas frecuentes: 1 Un texto puede tencr por conta sec een cambio positive en el ards del héroe, producide por la O ingido, con los posierans de mectlengunte See Secor coment uresenca dura dela vida; por contra ia intrign do Gegeneracion si. pignsese en la relacin multiple entre Cervantes, Cide Hamete Benen. pone una sucesiGn de fracasos y desengafios hasta la renuncia de sus geli y Avellaneda en Don Quijore, en la mezcla de textos (es una vet Jntcla sneteroglosion en Yo, el Supremo de Roa basics oeen ee de oxros autores que Vale Tate introduce en cos novela 7 Cre puede incur tenaformarclementes de contealio se rea aa a textos: nos encontramos entonces con ¢l fenémeno estético de la trais. codificacion (V.), por el cual la especificidad de una obra sélo pueds. 4 ser reconocida por medio de la confrontacién, el conocimiento o la ie.» miniscenca del texto alu se retere Claudio Goler nes ae | Tomo. verso Donde habe el slvido del pames poems del hone titulo de Luss Cernuda es presso leero hls ug de te ana TOE Bécquer, para ver hasta qué punto el poeta del 27 se acerca y se distancia | de aguel pocma que le sive de interentofanduclonsl v4 Se hubra de dstinguir tarnbien sore ona inertontalidad genta externa (relncones netientuies ents anton de dterontes ora) ¢ intertextualidad restringida interne (recoones inertotuales eke textos del mismo autor . fomo a la soluci6n de un problema, por ejemplo, el descubrimiento de a asesinato; la intriga de castigo concluye con la caida de un héroe ental ve el éxito del protagonista tras una serie de desdichas, mientras foe en la melodramatica todo acaba mal para él (con gran dolor del Fecor..); la intriga trégica implica la catdstrofe, el vuclco radical de la muacign de comienzo. 10. Como se sabe, el invenire quid dicas, el hallar qué decir, sla primera de las cinco partes de la retorica (las otras son: la dispositio ), la elocutio (V.), la actio o diccién y recitacién, la memoria). La ventio concierne a la busqueda de las res que deben ser expuestas en ba por medio de la elocutio: res, como dice Barthes siguiendo a Quin- iano, no son «las cosas», sino los contenidos, los materiales que es fiecesario descubrir o hallar, porque, como observa con justeza el mismo ico en La antigua retorica, B. 1.1., para la mirada de la ret6rica «todo tse ya, slo hace falta encontrarlo»; de donde surge la necesidad de oa t6pica, de un repertorio canénico de argumentos comunes y de un INTRATEXTUALIDAD. Si el texto es un sistema de estructuras que e 3 ‘én en correlacién entre si en distintos niveles, cualquier elemento que pet 220 mveNTio innapiacion 221 método preciso adecuado a Jos fines que se quieren alcanzar. Por eje plo, es preciso optar por la conviccién (mediante un razonamiente yado en pruebas: probatio) 0 por la emocién (por medio de los sent ‘mientos y la actividad psicol6gica sobre el destinatario). La conviccién se obtiene elaborando pruebas (pisteis) de dos objetivas o «extrinsecas» (como jurisprudencia, testimonio publica, exr, fesiones, hechos y documentos. juramentos, testimonios) y subjetivary sintrinsecas», debidas a Ia fuerza I6gica del orador. que transforma g material en elementos de persuasién. Las pruebas intrinsecas son de dy tipos: el exemplum (inductivo) y el entimema (deductivo). El exemplisg arranca de 10 particular para llegar a lo general: puede ser una com” paraci6n, una anéedota. un hecho real o ficticio; si es ficticio se distingue entre pardbola y fabula. Barthes, loc. cit. B. 1.8.. recuerda que a pri cipios de! siglo 1 a. de C., aparece una nueva forma de exemplum: la imago, encarnacion de una cualidad en una persona; sefialemos ene las colecciones mas usadas de imagines la recopilada por Valerio Mi. ximo, Factorum ac dictorum memorabilium, pues también los dichos de estos personajes se insertan muchas veces en los diseursos. Es conocida la fortuna de los exempla en la Edad Media, pero también hoy en dia algunos personajes arquetipicos (Marilyn, Che Guevara) son «imagos, ejemplos que tienen una precisa funcién persuasoria. Entre los argumentos 0 razonamientos destaca el entimema que en sus origenes es definido como un silogismo ret6rico, un razonamiento hecho en publico y para el publico, a partir de algo probable y no abs. tracto. Desde la Edad Media se llama también entimema a un silogismo incompleto porque no se expresa una de las premisas: asf «Los bilgaros beben kefir; los balgaros gozan de buena salud». El encadenamiento de silogismos truncos 0 cuando se produce porque una conclusién se con vierte en premisa del siguiente se llama sorites; epiquerema es un slo- gismo que se apoya en pruebas. La méxima (gnomé, sententia) puede’ considerarse como un fragmento de entimema, pero muy frecuente- '@MEjdidos permite disfrutar los subrayados irdnicos escondidos entre los mente se convierte en un elemento de la elocutio, un adoro estlistico. “Ae piegues del discurso, los dobles sentidos, los equivocos o malentendi- El entimema se cimenta en premisas no absolutas, pero sf humans, és. Una obra maestra de narracién irdnica es la carta del tio de Pablos en una «certidumbre» que depende de indicios seguros (en griego tek: usu sobrino, contandole cémo ha ahorcado a su padre: el lector conoce jmerion: una mujer ha dado a luz: es indicio seguro de que ha tenido “refectamente 1a condicion de los personajes —verdugo, ladrén. Felaciones con un hombre), pero también de costumbres, de convencio- “fBinja— que se articulan en el texto, asi como el concepto de honra de- nes, del sentido comin (es lo verosimil de Aristoteles, el eikos), dels “Mp kdido y expresado por el autor de la epistola. signos (semeia), 0 sea. de indicios menos seguros establecidos por un empirismo posible (rastros de sangre pueden ser signos de un crimen, pero también de una hemorragia nasal). 4 Se ha dicho que el orador puede servirse también de la emoci6n part 3 persuadir a su auditorio; Aristételes clasifica lo verosimil pasional ea dos grupos: los atributos que el orador debe exhibir ante el publico par | ccauisar buena impresion (en griego ethe), ast el buen sentido, la lealtad, 3 a simpatia; y las pasiones que es preciso suponer en el publico (pathe). mo la c6lera o la serenidad, el amor 0 el odio, la confianza o el temor. Gr El orador no puede prescindir de estas grandes categorias psico- “fgicas. si quiere suscitar una conmocién en los sentimientos. INVERSION. Como fendmeno lingtistico, la inversign consiste en una ‘huuctura sintdctica contraria a la que se considera normal: mediante {ise anteponen o posponen determinados elementos con un evidente Enayado enfético o connotativo. Véase el uso de las inversiones que fee Bécquer en: Del salén en el dngulo oscuro, / de su dueio tal vez I ideda, !slenciosa y cubierta de polvo, | veiase el arpa. IRONIA. La ironta consiste en decir algo de tal manera que se entienda E pee contintie de forma distinta a la que las palabras primeras parecen fedicar: el lector, por tanto, debe efectuar una manipulacidn semantica _ qe le permita descifrar correctamente el mensaje. ayudado bien por el Gmtexto, bien por una peculiar entonacién del discurso. Obsérvese, por fjemplo, el juego irdnico de varias facetas (por su ventura) y direcciones f itacia el lector, hacia la monja) que desarrolla Berceo en estos versos [ Peo la abbadesa cadid una vegada, | Fizo una locura que es mucho F sedada: ! Piso por su ventura yerva fuert enconada; ! Quando bien se F etd, falldse embargada. O la muy Sutil y amarga, apoyada sobre una f iiote y 1a elusion de la palabra principal, del ultimo terceto del soneto F ide Garcilaso: Que pues mi voluntad puede matarme, | la suya, que no guunto de mi parte, | pudiendo, qué hard sino hacello? ; La ironia presupone siempre en el destinatario la capacidad de com- render la desviacidn entre el nivel superficial y el nivel profundo de un B reuaciado. Particularmente importante es el uso de la ironia en el re- lao, cuando la superioridad del conocimiento del autor y del lector con inacién a los personajes y a los acontecimientos en los que se ven mez- ra denominar el fendmeno que describié Valéry y al que le dio el Jombre, menos preciso. de resonancia: «La nocidn simple de sentido las palabras no basta para la poesia: yo he hablado de resonancia. un momento, por metafora. Queria aludir a los efectos psiquicos {ve producen las agrupaciones de palabras y la fisonom{a de las pala: 222 socoLox wsororta 223, bras, independientemente de los lazos sintacticos, exclusivamente p34 los influjos reciprocos (es decir. no sintécticos) de su cercanian (Varig Cimventon esque) Esto gure desr qe en el extg se ane Gna iotopia basa en le valores connotatvos de la palabras ale en o-en detnimento de las denotasiones. Véase cl andisis de Rese Fond ln earesion pote aobre si poema de Machads Leek de un creptisculo morado (XXXII). 4 P Sreutido por Buazis, que prefiere emplear el término isotetia para de- Besar la relaciOn dialéctica que se instaura entre el texto literario y la {S0SILABISMO. Principio métrico segin el cual los versos estén ba- Feces en In igualdad del miimero de sflabas o en su combinacién con un Siebrado equivalente (el octosilabo con el tetrasflabo, el endecasflabo jin el heptasilabo). Desde el Renacimiento (y antes, acaso en el Mester se Clerecia) Ia poesia culta espafiola es isosilébica; la popular admite juegos anisosilabicos ISOCOLON. Es una figura sintéctica que consiste en Ta correspondeg. cia entre dos o mas miembros de un conjunto (frases 0 grupos de has: 0s). El isocolon es una forma de paralelismo (V.). Ejem.; Con palabra se pide el pan, un beso, /'y en silencio se besa y se recuerda / el peas beso (Blas de Otero). El isocolon consta al menos de dos mieméis Gicolon, frecuentemente de valor antitético): A batallas de amor ant 3 pos de pluma (Géngora). y también de tres (tricolon) o de cuatro mien, bros (‘etracolon); en algunos casos de mas miembros. Ejemplo de d colon y tricolon simples: Sucede en todo al castellano Febo! (que ahors es gloria mucha y tierra poca) ( en patria, en profesién, en insirumenos (Gongora). Tetracolon complejo: Que ya las cobras silbardn por lo ae fimos pisos. | Que ya las ortigas estremécerén patios y terrazas. | Qué'yg la Bolsa serd una pirdmide de musgo. ! Que ya vendran lianas despues de los fusiles !y muy pronto, muy pronto, muy pronto. | ;Ay Wall Sree! (Garcia Lorca): nétese como Lorca cierra el tetracolon con un tricolon simple, en el que e! mismo elemento se repite tres veces. Como ejemplo de uso complejisimo y lleno de sabidurfa poética de diferentes formas de isocolon remitimos al lector, entre otros posibles, a una lectur del Vals en las ramas de Lorca, SOTETIA. V. 1somoRisMo. E SOTOPIA. Término propuesto por Greimas y central en su conside- F fhcén de la semantica: «Por isotopfa se entiende un haz de categorias : emanticas redundantes, que subyacen al discurso que se consideran (En Jomo al sentido), idea que después fecrearé asi: «Conjunto redundante ge eategorfas semndnticas que hace posible una lectura uniforme tomo resulta de las lecturas parciales de los enunciados, después de la fesolucion de sus ambigtiedades, resolucién guiada en si misma por la FE Sisqueda de una lectura tnica.» La isotopia no es un procedimiento, Sno un concepto basico para la definicién de procedimientos: las dife- fentes isotopfas, relacionadas entre sf, que existen en un discurso cons- fuyen s0 univers. F. Rastier amplia la definicién de isotopia, extendiéndola a otros FE pianos del lenguaje distintos del seméntico. As{, por ejemplo, en fo- FE roesilistica, a aliteracién, la rima, la paranomasia forman isotopias. En Fri plano semantico, una palabra o una frase puede ser base de més de fam isotopia, de las cuales tna se realizara en el discurso —aunque, a ete, se juegue estilisticamente con la ambigiedad—: por ejemplo, en in frase e/ negro es hermoso me puedo referir'a un color (en un cuadro), un objeto (el vestido negro) 0, incluso. a un universo antiracista 6 ‘wovocativo (cfr. el eslogan americano black is beautiful) Desde el plano del significado, un texto literario es plurisot6pico, jorque esta sometido a distintos niveles de codificacién que, al entre- fmarse, determinan lexemas polisémicos y «distorsiones textuales» E (Greimas). Esta claro que los fenémenos de connotacién dependen de laplurisotopia del discurso literario, que se sitve de un sistema deno- {Hf avo como isotopia basiea sobre la que se clabora el sistema de con- touaciones, distinto de aquél. Una lectura correcta deber4, por lo tanto. ISOLEXISMO. Dupriez propone este nombre para agrupar a todas las, figuras que nacen de la repeticin de un mismo lexema en una mista frase, modificado por derivaci6n, por cambio de funcién sintactica, por reiteracion o por modificacin de matiz significativo: abarcaria la figura etimolégica, la derivacién, el poliptoton, algunos casos de juegos de pa- labras, etc . ISOMORFISMO. Se dice que dos estructuras son isomorfas cuaido presentan el mismo tipo de relaciones combinatorias. Por ejemplo, Hielmslev (V. unabistica) ve en la lengua un isomorfismo entre él plano del contenido y el plano de Ia expresiOn. Mas amplio y discutio’” es el concepto de la existencia de un isomorfismo entre sociedad, cultura y lengua, si por ejemplo la lengua condiciona y organiza la vision dela vida en un pueblo determinado (es la tesis de Sapir y Worl). En el drea de lo literario, algunos criticos postulan un isomorfisio (w homologia) entre las estructuras sociales y las ideol6gicas, raciont 224 rreracion ya sea sobre el plano det contenido (isotopias seménticas), ya seq el plano de la expresion (isotopias fonoprosédieas). Lotman hate Proposito de este hecho, de una «semintica de muchon estat éuando en un texto «los mismos signos sirven, en distintos meek tructurales y de sentido, a la expresién de un contenido distinner En el soneto de Géngora La dulce boca que « git or connotadores (0 lexemas teméticos) se estructuran en dos senate dulce boca, licor sagrado, amantes, flor, rosas, manzanas, amen af reno, armado, sierpe. tdnalo, no rosas, huir, veneno. Las dou oe instituyen una doble isotopfa (modelo sémico profundo: AY amor 44 sualidad; B/ peligro y muerte) gracias a las cuales el mensaje adage su especifica articulacion dialéctica, reforzada por la doble valde algunos términos: humor distilado, no toquéis, si queréls vida, rents rosas. VSESMME jagcHA. Las jarchas son los ditimos versos de la tlkima estrofa de la ‘Angenot propone que se use también el término de isotopta p JARtaiay escritas antes que ésta, constituyen la base formal del poema analisis semistico de la narrativa: «los actantes y las funciones (elgg gM enero. Junto a otras en arabe vulgar o en bebreo. algunas jarchas estan ‘mismos is6topos en el enunciado narrativo) se reagrupan normalments ggg ihas en lengua mozérabe y son él primer testimonio de una lirica po~ en dos conjuntos opuestos con redundancia parcial en los presupuesta cpr europea en lengua vulgar, Con frecuencia el asunto de las jarchas subyacentes a la lgica narrativa: isotopias del mundo y del antimundg amoroso y se colocan en boca de una muchacha, muy cereano. como (del agresor) en el cuento folkldrico; isotopias de la “sociedad degra abe, al de algunas cantigas de amigo gallegoportuguesas. Emilio dada” y de los “valores auténticos” en Ia novela (segiin Lukécs y Goi: Garcia Gémez ha subrayado el paralelo temético y formal con otras mann). Se produce entonces una polarizacidn del “universo” de la na? “ME composiciones populares espafolas de época més tardia (Las jarchas rrativa que es también una polarizacién del campo ideol6gico>. somonees de la serie drabe en su marco). término se aplica sobre todo a (CARA. Composicién en verso —el a ACA y entremeses— en que los personajes son jaques o rufianes pnaeplean como lengua la germania, en todo el texto 0 en parte de Fi gecordemos. como ejemplo, las jacaras de Quevedo NTERACION. V. neverici6y Sic MBE JERARQUIA. En una teoria extensa de la comunicacién (V.). la je- . sd SE rarquia de los participantes constituye una variable importante de la ITERACION SINTACTICA. | Traducimos as{ el término francés reprsg im wacion en que se actualiza la relaci6n linguistica. De la jerarquia social empleado por Dupriez para designar la «repetici6n, no del lexema, tepende la relacion comunicativa entre los participantes y el llamado de su entorno gramatical: forma y funcién (y por lo tanto los artical saespetor (Goffman): la edad (joven-viejo), el sexo, la debilidad fisica, fn posicin social. el prestigio, ete. Se llama asimétrica la relacién mar- ‘ada por la jerarqula superior de uno de los dos interlocutores. f En la teoria del relato (V.). la jerarquia no coincide ni con los per- tonajes-actores (V.)_ ni con las unidades semanticas profundas o actan- tts (V_): puede ser definida como «una entidad figurativa animada, pero B indnima y social» (Greimas) 0 como «un personaje tipo» (Lévi-Strauss): for ejemplo, el campesino, el criado, pero también el perseguidor, el F fatador, el influenciador, ete. Con el término jerarquéa traducimos el E auics mas extendido, pero mas ambiguo, rol Qué fuerzas destruidas por la comida innoble, / qué cantos derribadat por la vivienda rota, / qué poderes del hombre deshechos por el hombre! (Neruda); Camborio de dura crin, | moreno de verde luna, voz de ea varonil (Garcia Lorea). : IUNCTURA. En el uso retérico antiguo la iunctura es una ligaz6n ques. se establece entre dos o més palabras. Se habla, por ejemplo, de callda junctura para subrayar la relaci6n habil, sutil, que se establece entre dg términos (un nombre y un adjetivo, un nombre y un verbo, etc.).: Et, poesia, con frecuencia la iunctura une dos palabras por medio de! cabalgamiento (V.) 0 el hipérbaton. HTANJAFORA. Nombre que da Alfonso Reyes a un texto litico cuyo f sentido reposa en el significante, constituido desde valores puramente E sonoros (ritmo, aliteraciones, etc.). En la jitanjafora alguna vez pueden E econocerse palabras conocidas (Viernes virgula virgen / enano verde / Bs verdularia cantdrida / erre con erre, Mariano Brull); en otras es solo el 226 sTANsAFORA sonido el que cuenta (Fililama alabe cundre veola jtanjsfora / iris salumba salifera). Mas racy tate all textos narrativos: Amén. Atman. Muda ‘a, f mayéutico. peripairico (ulin Rios) 1H, El término alemén es sindnimo de «mal gusto», «pacotilla» Frjesigna una obra groseramente mimética (que reproduce aspectos ar- ee convencionales y trivializados), alienada, para conseguir gustar Fis masa de gentes semicultivadas. Adorno plantea que el arte esta Hinpre amenazado por el «pillaje sentimental» del Kitsch; la industria Fitural produce simulacros o sustitutos en que el arte se define para. jieamente por la pérdida de su cardcter artistico. Sin embargo, la pre- Rincia del arte Kitsch plantea el problema de la felicidad en la alienacién de la relatividad del «buen gusto». Serian ejemplo de arte Kitsch las eproducciones de las Cenas de Leonardo en relieve o sirviendo de ilus- facion a una tapa de una caja de matarratas (véase La uiltima cena de Francisco Ayala), © la transformacién de estilemas de Garcia Lorca en jonadillas de Concha Piquer. El Kitsch, sin embargo, puede ser reuti- firado y vuelto a convertir en arte por procedimientos de extraiamiento: Duchamp le puso bigotes a un cromo de la Gioconda, Puig escribié Bo- uias pintadas y Vargas Llosa La tla Julia y el escribidor. LECTURA. Cuando el lector se acerca a un texto literario, se enei ta entre dos polos: el primero es eminentemente subjetivos el los puede emplear la obra como trampolin para dejar que vuele su ing hacién 0 puede identificarse con ella, si es un poema lirico. o con BY ppersonaje o con varios sucesivamente en una obra narrativa o dramatic, El segundo polo considera la obra en si misma, como una obra cera que ha de ser descfrada en su sentido «propio y —si se quiere crass Son polos, porque no puede haber lectura que arrincone la liberted gy imaginacion (a veces fecunda en propuestas, a veces propiciada por 4 propio texto), ni lectura que no se vea frenada por el tenor del texte Elector no es munca totalmente ese «productor del textor (Barthes) aoe efectia una verdadera sreeseritura personal y diferente para eada tog . La man du Stat eaparece, en parte, en les sTesis de 29 del Creo SE robe mediasion Se akebvon: Ia lengua posten se ee enh por acl elemento de conto y de detormacion= pet imprime el marchamo diferencial; asf se pone de relieve el valor aut Nomo del signo, su cardcter autorreflexivo, la intencionalidad ases- Hewobre la expresién verbal. Posteriormente Jakobson precisara que a es ia tarea de la funcién poética (V. LeNcuare, 1) que «proyecta el pio de equivalencia desde el eje de la seleccién al ee de la com- Pimcne: La equivalencia es, sobre todo, f6nico-ritmica (tima, alite- ign, distribucion acentual, paronomasia, ete.), pero es posible tam- Gan extenderla al Ambito semantico de las figuras de la lengua poética. Las posiciones de los estudiosos son, con todo, muy diferenciadas. Fer indo Lazaro (Lengua literaria frente a lengua comin, en Estudios de F linguistica; y V. antes, en el mismo libro, La literatura como fenémeno comunicativo) resume asf el estadio actual del problema: "ea) El estado presente de las investigaciones sobre la lengua literaria impide seguir hablando de ésta como un conjunto de desvios mas o me- pos sistematicos respecto del esténdar. La confusién arranca de la creen- a, legada a la posteridad por los fildlogos griegos, de que ta lengua oral y la escrita no eran sino variedades reciprocas, con lo cual se con- ‘agraba su esencial unidad. Desde la perspectiva de los gramaticos, la cscrita constituia un modelo para la hablada; desde el punto de vista de Jos rétores era el resultado de un apartamiento culto. Este punto de vista, afianzado ain més, si cabe, por el idealismo lingifstico, que no cestablecia entre lengua artistica y lengua de uso més que diferencias de grado, ha sido sustituido por una distincién, que afecta no sélo al mé- todo, sino al objeto considerado, por la cual se reconoce en la literatura un tipo de comunicacién sui generis. »b) Con todo, la nocién de desvio se ha sentido como perfectamente compatible con aquel reconocimiento, enmascardndolo con ideas como lade “extrafiamiento”; explicdndola como una modalidad de “dialecto social”; reconociendo una nueva funcién del lenguaje, la “funcién poé- fica", que la justifique; ensanchando los lindes de lo gramatical para que dentro de ellas quepan las “‘semioraciones” e incluso las sartas de imposible aceptabilidad... Por ultimo, con la Text Grammar al modo de Van Dijk, proyectando una gramatica G que implique tanto la Gn como la Gl y que prediga todas las variedades, artisticas 0 no, de la comu- nicacin mediante signos lingtisticos.» Y el profesor Lazaro Carreter concluye asi «. das «reglas sintagmaticas» o de «estructura de frase» o de «reescritura», artes, cada una de las cuales se subdivide a su vez en otras dos, yas. AEE del tipo X + Y) una estructura profunda que, mediante otros ees. Er epalbus hasta llegar a los elementos minimos indivisibles. La frase: “HF nismos (0 reglas) transformacionales. se explicitaré en una estructur: El hermano mayor de Carlos estudia la leccién de historia, es analizable Aff. superficial por cortes sucesivos eon "La novedad del método chomskiano, en sus elementos esenciales y generales consiste en la integracién de una gramética de tipo sintag- iitico, formalizable en 4rboles rotulados del tipo siguiente El hermano mayor de Carlos / estudia la leccién de historia, El hermano mayor / de Carlos / estudia / la leccién de historia. EI/ hermano mayor / de / Carlos / estudia / Ia / leccién de histori EI/ hermano / mayor / de / Carlos / estudia / la / leccién / de historia, El/ hermano / mayor / de / Carlos / estudia / la / leccién / de / historia. Se puede evidenciar el proceso de andlisis con un stemma: 242 unavisnica _ Frase [0, E] Sy am Carlos estudia la leceion de! con un modelo capaz de justfiear 1 « ° aun nivel profundo tas semantco-sinctiess amuladaso no percepiblesen et nial a intuicién no es nueva, puesto que ya In gramatica teen advertido la ambiguedad de frases como: eats taal (1) el amor de Dios 2) el odio.de los enemigos diterendis superset icional habs resolvigndola con la distinci Chomsky, la ambigiedad subyacente a las dos frases: idn entre genitivo subjetivo y objetivo, Pare deriva de una distints estusuns ieee (Ja) Dios ama [a los hombres} (2b) flos hombres} aman a Dios 3 El andlisis en constituyentes inmediatos no esté en icin de. diversificar la estructura de las dos frases siguientes: Gsposicon las La chaqueta esta gastada por los codos E La chaqueta esta gastada por Carlos. Esta dltima frase (al me I 2 a 1enos en la primera versiGn de la gramatica generativo-transformacional) es el producto de una transformacién ps. ‘a, como —por otra parte— advierte el hablante intuitivamente Proceso transformacional se puede utilizar asi : SN; + Aux + V+ SNa—> SN: + Aux + estar + par 1 3 en donde los simbolos se retranseriben ast” PAW * Por + SN, SN; —> Carlos ‘Vn gastar SN; —+ chaqueta BPs (Lakoff), En la gramatica de lor casor de Charles 3. Fillmore “unidad discursiva congruente y complet unavistica. 243 Ei influencia de Chomsky sobre Ja lingUistica americana ha sido Esta ha profundizado sobre todo en los aspectos semAnticos omodelo generativo-transformacional, llegando a propuestas te6ricas antes; en particular, 1os llamados «semantistas» (Mc Cawley, Bach, ‘Lakoff) critican el concepto de estructura profunda, prefiriendo Hes. ar una correspondencia entre forma légica y forma gramatical de dos enunciados Lapelota bota Elnifio bota la pelota jenen la misma estructura, y en ambos «la pelota» es objeto, mientras para el andlisis transformacional es sujeto en la primera y objeto ‘fija segunda. Fillmore considera el enunciado como una secuencia for- jada por un verbo y por una serie de casos. es decir. de relaciones . Bmanticas que unen al verbo con los sintagmas nominales. Asi tendre- Ss un Agente, un Experimentador, un Objeto, un Instrumento. Si te- emos las frases siguientes: Francisco abre la puerta con Ia Have Francisco abre la puerta La lave abre la puerta La puerta se abre yu estructura seméntico-sintactica ser4, respectivamente: A+V4O4FT (Agente + Verbo + Objeto + Instrumento) A+V+0 l+V+0 “lo+y, En estos Gltimos afios la investigacion lin- , La lingiifstica textual "glisica se ha dirigido hacia una vertiente que trasciende el limite de la frase, al partir del presupuesto de que la comunicacién (V.) procede no porenunciados, sino por unidades discretas mas amplias, los textos (V.). Lacompetencia lingUfstica se inserta en una competencia comunicativa (osemistica) mas vasta y articulada. cuyo objeto es el texto, esto es un arcticulo de diversos mensajes que dependen de distintos eédigos y sub- cédigos» (Eco). Un texto puede ser verbal o no verbal, oral 0 escrito 0 E incluso mixto (por ejemplo, icOnico y verbal) en relacién a los cédigos que lo constituyen. La estructura transfrastica del texto debe caracte- . aarse por algunos factores constructivos como son Ja plenitud y la con- ‘guencia seméntica. No es suficiente que todas las frases se refieran 2 |a misma realidad (conREFERENCIA, V.) para tener un texto, 0 sea. una es preciso que las distintas frases se articulen entre ellas en una estructura jerérquica superior por unica 245, y estlisticas, adaptadas por la poesia latina hacia el final del si # J eC. No podemos aqut ni siquiera bosquejar la evoluciOn ex- a aamente compleja del género: nos habremos de conformar con Far algunos aspectos del significado moderno de la lriea. que se yal Romanticism; por ejemplo. Hegel piensa que la lirica es Fmt las épocas evolucionadas, en las cuales el hombre refiexiona oP Mmismo «y se completa en su interior en una totalidad auténoma po gimientos y fepresentaciones». Y Leopardi teconoce en Ta lirica soto instrumento de autenticidad poética. por cuanto qui es Ia «ex- Bante libre y genuina de cualquier efecto vivo y bien sentido por el Fistbren. De aqui que las estéticas del novecentismo. sobre todo las Pimlatas, con Croce y Vossler de adelantados, identifiquen directa ete a expresiOn lirica con la poesia. con la sintesis de sentimiento y Fema. en contraposicion con algunas escuelas modernas que ven en el Ie joema un «artefacton, sin que interese el autor. En la gran lirica de los AB Poor xix y XX el tema profundo es la relacién entre el yo y el mundo. Meblemitico de la existencia (piénsese en el Canto notturno de Leo fink, en la Negra sombra de Rosalia de Castro). la dilacion otada v Rida por el poeta en cl abismo entre sus aspiraciones y la realidad EE pegativa del mundo (La realidad y el deseo. la Desolacién de la quimera B (Cernuda). La tendencia a la evasion de la realidad historico-social ¥ E So rechazo se acompana, de Baudelaire en adelante. con ia busqueda deun mundo distino, de una alteridad extrafiada frente al horror de las Gadades 9 de las machedumbres anénimas («Paisaje de la multitud que tomita». en Poeta en Nueva York). A la alienacion del hombre en la F louedad moderna ef poeta opone un universo separado. intelectual 0 fenimentalmente, algunas veces onirico o inconstiente: otras por una bisqueda de caracteristicas misticas 0 por medio de una revolucion on tologica 0 epistemol6gica (citemos. como ejemplos. a Juan Ramon. Guillén y Lorca). La disgregacion de la personalidad romantica. la desconfianza en la wrealidad de lo real», el rechazo de una poesia op- timista a la que se le delegue la funcion de magnificar la buena con- siencia burguesa (incluso en el caso de poetas burgueses: Maragall): to dos estos aspectos de la condicién poética del autor que se encabaiga sobre los dos sigios, explican la rotura con el lenguaje tradicional (ob- jetvo.‘lustrative, académico, ete.) y el estallido de un discurso nuevo antirealista, cargado de intenciones alusivas metaforicas y simbdlicas 2 veces herméticas; un lenguaje en cl que los valores musicales de los Sanificantes verbales ostentan la mayor importancia. Las indicaciones de Anceschi, referidas a la literatura italiana, pero fécilmente genera lzables, que se refieren a una doble postica de nuestro siglo, la orien- tada sobre la analogia (piensese en Rubén) y Ia otra sobre el objeto simbdlico (de Machado Lorca y Neruda), nos parecen positivas para caracterizar los procesos esenciales del lengvaje lirico postsimbolista hay correferene ‘ary tn embarge ol ane Bsruente y pleno porque actualng dos pe alian «boga». «fres a en en tonne Dogan, efrescan. «pescar lubinas», «El Groves engi! ‘orno al otros elementos presi upuestos, de Ente J08 factores de la textualizacién —e smo fotea con nvestigacion linguistica ha destacado: la repeweee et las conexiones de diferentes « iferentes pos (causal. inal. ete.). Para un andlisis mas comy fried 3 Schon ec) Pa sis més completo vease Siegtied J. Schone Mane rcp gign ease pron ni LIRICA. Desde la anti LIRICA. Desde la antigdedad, Ia lirica es la forma pottica e 5 expresa el sentimiento personal del autor, que ve sno ate scurso psicoldpio, introspective, seme ctvo ofan, delice ntl . Tememorativo, evocative o ae 246 Ltceanioa tara dela ica oder Ons, dic, LITERARIEDAD. Peratosformaltasrs05(V) la Confundire cone cizmulo de materses que a es at Ge la ciencia de la literatura no es fa literatura, sino la literanedeyoo) del ruso literarurnost), es decir, lo que hace de una obra dese ae una obra itraria, En agar de est, hasta ahora, ls histones literatura lo que han hecho sobre todo ha sido remedar a la pokes cuando debe'detener a una persona, por si acaro sorens gost auc ena sequester con ge tae con ogre cl mas a ese sefior que pasaba por casualidad por la calle de al ladys iisme sucesia com tor hstorndores dela htenstng tae ete hacer sy ensalad:costumbres,psicloga, pila, Hosoi, En ain Giplinas en rudimento. Era como s se hubieas oid ee oe de estas categorias tiene su lugar en su correspondiente ciencia, sie de Ia Filosofia, historia de la cultura, psicologia, ete.. y que estas ey Shs como es pic. pueden str tban os Pesertea tae céme lo primordial de sigur analags pra we teens ute el sistema literario en su especificidad intrinseca. en sus elementos cane, Uitutivos, en su funcionamiento. Bg LITERATURA. Es dificil —si no imposible— dar una definicién om: nicomprensiva y plausible de qué sea literatura. Escarpit (en Le literare ¢t le social) ha estudiado la historia del término y los distintos signif, cados que ha ido recubriendo en la historia. La palabra procede del lati liueratura (Quintiliano), cuya rafz es litera, la letra del alfabeto, serig uun ealco del griego grammatiké. En sus origenes. pues, parece que la idea de literatura esta ligada a la escritura, a la capacidad de la mat Pulacin de la palabra en los cédigos culturales sometidos al ars de la escritura: la gramatica, la ret6rica y Ia estilistica, la competencia que dimana de ta posesion de las reglas tradicionales de la escritura. La ant gUedad tiene el culto de la literalidad como técnica especifica de la elt. boracién formal, de tal manera que seria inconcebible una idea de la literatura ajena. por ejemplo, a la retérica y a la codificacién de los géneros. Sin embargo, a pesar del nombre de literatura, recuérdese que tanto la retdrica como la prosodia se refieren al lenguaje hablado y que ta recepeién de Ia obra literaria hasta casi nuestros dias es, fundamen falmente, oral Entre los muy distintos significados de Ia literatura Escarpit re- cuerda: la ciencia y la cultura en general, el mundo de las letras y de ureraurs 247 ores, el arte de la expresion intelectual, el arte especifco del Fee aeiart ge obras no escias y otras muchisimes acepciones Hees, abla tambien, on sentido sovologice y antropolo- matie una literatura Oral. ligada en muchos casos a las tradiciones pP>. tres —Menéndez Pidal prefiere hablar de literatura tradicional, ars ig wraucionals de fo spopular». Creemos que debe mante: ann clam Aungue la fonteras entte una'y otra anifes: Fee oe abies, Lazaro Carrer (en Estudion de lngutticn. Li om iklore: los refranes)sefala la existencia de diferencias «que Min principal, aunque no exclusivamente, diferencias de funcidn» y mas Pane a8) 10 apie) en sus estudion sobre sl Lecerla, por ae ae cl puso del Folklore oral ala Literatura (ja la inverse. ea ae otro cecordandot Lope on Loves) ce guaamenie Hsdietratura, que proveve de remotas fuentes folkloricas. se separ oe atte como tal, buscando una Hbertad que en el fll fect wansmision puramente oral no evistar entre folklore y I so cryay, pues, una diferencia cualitativa, Se Plante, por tanto J teat acla, el problema de o expecifico de a literatura, no tanto en 2 eo de convenidos (aungue el desarrollo de disciplines autonomas, este iowa, Ia historia Ta cicnca, ete haya puesto.en crs la sre concepeidn de la leratura), sino tambien y antes eM las mo- sarindesformales. en la cualidad de su estatuto de comunicaciOn, Sila tania es Wortkoney, arte del lenguaje, sera preciso defnir que usos teidcoscaracterzan al lenguaye Rterario. que diferencias exten on tmlenguaje iteranio y lengua en el sentido saussuriano de esta pa Elabra—, cOmo funciona ese peculiar sistema secundario que es el dis- ‘io de fa Ieratura, yuma'multtud mas de etecteras (W. LENCUME, Sowtcaciow, xe y otras voces afines)- I Donac una peropectva moderna el perimetro de la literatura coincide cima de longuaje usado 9 sivigigo capectficamente aca el valor es. F Gio, de modo tal que el esulo, la forma, que consttayen la cone, | tide primordial de la obra hteraria, habran de ser consideraden pri ‘meramente como escritura (V.). La especificidad de la literatura esta tpesada en la peculiar snteis estetice inguistca de profundas expe- ‘Enausexistenceles, culturcles historic. de las que el esritor se ce Inerpete por naturelozes sin que su obra se redusea por eso a un simple documento de una situacion extrnseca, social, historic, politica orn Sivier, moral intlestual, psicologien, ete, Elvaior, en sumaco mejor, itlnormauvidad esteuca de un texto no reside meramente en su con: ted abstractamente{Seologico. en su tpicdad, enla mayor 0 menor secuaion a une realidad hetorca determinada, en la verdad 0 mo. Inidad de Tas tens de que es portador: cada elemento, ealista real Gla obra Ineraria tanemmuta su valor en la operacton cottco-expresiva 248 LireRaTURA LOCUS AMOENUS 249 en virtud det lenguaje connotativo, de la invencién famtéstica que f en la escritura, En este estrato se hace real el sentido de la thei uuna experiencia profunda del mundo (entiéndase bien: de a manera emotiva 0 irracional) totalmente expresa en signos mada». Aunque la literatura tenga una especificidad axiolégica y exp esto no significa que sea totalmente auténoma con respecto ale k mds profundamente considerada, tanto hist6rico-social como ide econémica, politica, cultural. etc., que empapa cualquier tipo 4 municacion y, como es natural, también la estético-literaria, ‘cuando no se puede admitir de ningun modo la simple y pura reduce del hecho estético o literario al estrato de lo social (menos de lo ‘némico), como pretende la sociologia de la literatura o ciertas ecg erfticas, es obvio. sin embargo, que la ereaciGn artistica no se pre en una campana de vacio neumatico, en la region pottica de los nek libatas, sino en un aqui y un ahora precisos y coneretos. La serie (V literaria —con sus eédigos y subeddigos, su lengua y sus escriturais géneros y las poéticas— es correlata de las series histérico-culturae: que ubican el conjunto de sus problemas, aun cuando el valor de la ob se sitte mas alla de la factibilidad referencial de los «datos» cogniing 2B sociales o culturales, de los que ella misma forma parte. ee ‘La literatura hace suyos los modelos ideol6gicos e histéricos ta bién los epistemas— de una época determinada (Dante, por ejemplo, interpreta la realidad segin los criterios de exégesis de figuras [V. ize representaciGn:; su fin era establecer un primer contacto entre el publico Goria] propios de la Edad Media, se remite a los valores cristianos en por Europa y propiciaron su evolucién e imitaciones. Para Rous- R eerramelodrama era cun tipo de drama en el cual las palabras y la iva, en vez de caminar juntOS, se presentan sucesivamente, y donde ‘Biase hablada es de alguna manera anunciada y preparada por la frase isical». Asi, el mismo Rousseau escribe una obra como Pigmalion en F figue no se canta, sino que se recita sobre un fondo musical. Hacia fe fines del siglo xvin se produce la ultima transformacién del melodrama 7 una parte, en Italia sobre todo, vuelve a convertirse en mero soporte «Fela misica, sobre unos libretos literarios muy pobres, y da origen a la gpera italiana, En el resto de los paises de Europa se pierde la musica ye convierte en un género teatral —que después se propagaré en sus Zarecteristicas a otras formas de discurso— que muestra estereotipos de E puenos y malos, llevados a extremos caricaturescos, y que se dirige a emocionar al piblico sin dejarlo razonar, apoyandose mas en efectos escenograticos 0 teatrales —en el peor sentido de la palabra—, convir- fiendose, sin quererlo, en una parodia de la tragedia, reescrita para el tuo y el abuso de la ideologfa (V.) burguesa, reduciendo a la nada las contradicciones hist6ricas o sociales, al intentar producir una catarsis social» que evite cualquier contestaci6n o reflexion. Los recursos del melodrama han sido heredados por la paraliteratura —folletin, novela fosa—, por el cine o por los seriales televisivos. MENIPEA. V. sirira. MENSAJE. EI mensaje es una secuencia de signos o sefiales construida segin unas reglas combinatorias precisas. que un emisor envia a un des- tinatario a través de un canal. La forma del mensaje resulta de la na- turaleza de los medios empleados para la comunicacién y del cédigo utilizado: vibraciones sonoras, luces, gestos, movimientos, impulsos me~ cinicos 0 eléctricos, ete. Se puede transmitir un mensaje con la palabra, con la escritura, con las banderas navales, etc. La forma es codificada por el emisor y decodificada por el receptor. La transmision de un men- saje es un hecho de significacién, porque comporta la utilizacién de un c6digo; este hecho establece también una relacién social entre el emisor yeel destinatario. MELODRAMA. Com, en el seno de la Camerata de amet amerate de Hamatica cantada y con musica. Nacié hacia 1580 como desarrollo del 256 MerABasis Merarors 287 La lingiistica ha rescatado | . fescatado los elementos ese sane ts comimtaign (Verso gue SPSS 1s uno de ellos encuentra su expresion mas sintética en la metafora jacratura (V. COMUNICACION. 2). Para otras informants iClGgig aS DIGO. LENGUAJE. INFORMACION. iMormasiones, veatg se ia metonimia, respectivamente». “rengase presente que para Jakobson la metonimia comprende tam- Koga la sinécdoque; en la metéfora se carean dos términos que tienen Biire si una relaciGn paradigmética. de semejanza: la expresidn cabellos Hetios puede ser asociada a la idea del oro, con lo cual se produce la B enfora cabellos de oro (los dos elementos son externos. cada uno con Aspecto al otF0); en la metonimia la relacion entre los dos términos es tagmatica, de contigiidad (intrinseca): entre vela y nave (en he visto jione ala mar una vela), entre sudor y trabajo (en se gana la vida con ‘a sudor de la frente), entre corona y rey (en el discurso de la corona) fay una relaciOn interna, porque Ia primera palabra (metonimia-sinéc- P Joque) es una parte de la otra, causa de ella. etc ‘arist6teles (Poética, 1457b. Retorica. 1407a) dice que entre la vejez yla vida existe la misma relaci6n que entre la tarde y el dfa: «el poeta irs, pues. de la tarde. como hace Empédocles. que es la vejez del dia, dela vejez que es la tarde de la vida 0 el crepiisculo de la vida» ‘Aqui bajo la opcion paradigmatica vejez-tarde subyace una relacion METABASIS. V. sipésrasis. % METAFORA. La metéfora ha sido. ‘considerada t una comparacién abreviada, similitudo bre rior (Oe sfemplo, Aguies es un lense deriva de Agaies oo ‘izio €s un zorro es la condensacién de Tizio es avn ° {a metafora designa an objeto mediante ot Cy nee ionalmente VIII, 6, 8): te COMO wun 10 comparacigg istica de la tras, Fn cabellos de oro 1a metéfora de oro no indica. como £5 obvio, un referente, sino un signi + sino un significado traslaticio, es de ‘metéfora, como la metonimia y la ig Gistinto del literal arable en un esquema que ex mecal miento de significado. ¥ la sinécdoque, realiza un desolate mslégica estructurable en un esquema que explica el «mecanismo sub- pie lingiifstico» (Henry) que acta a nivel profundo: vejez _ tarde vida dia De los enunciados 1, la vejez es el fin de la vida 2. la tarde es el fin del dia deriva la analogia desarrollada 3. la vejez es el fin de la vida como la tarde es el fin del dia yla metéfora 4, la vejez es la tarde de la vida La equiparacion vida-dfa comporta la equiparacion vejez-tarde y la posibilidad de la transferencia semntica con la eliminacién de! término comin a los dos enunciados profundos. 2, Morfologia de la metafora segin Henry. Henry— el intelecto solapa los campos semanticos de dos términos que pertenecen a campos asociativos distintos (e incluso en muchas ocasio- nes bastante alejados el uno del otro). finge ignorar que hay un solo ‘asgo comin (rara vez hay més), y efectaa la sustitucién de los térmi- «abertura, ingreso», ota een ANE €& comin tanto al llamado wvehiculoe ue «En la metéfora —sostiene 1 Maio y mtninia stp sktn, Sation soma ue ae rn et Sn ri, eain se te Por comin, a denominss2 Bn Po Semen, ben ‘Asf en cabellos de oro tenemos dos campos sémicos —Ios relatives acabellos y a oro— con rasgos, componentes 0 semas bastante distintos 258 METAFoRA excepto uno —el color, que pede permits made: que puede permitir el desplazamienes ero: color wamaritos(y no eblancon 3 tabetlos: color erubion (jo vnegion.ecastanon ete Ertsgo comin amariorabs pecs ernaeeyme amarillo rubio tank etifora puede estar exprese en varias formas damentalmente en nombres, verbos, adjetivo tiene distintas estructuras: ven): La 8) la sustitucion del nombre: su luna de Preciosa tocondo viene (Garcia Lore): fa copula: Tu vienire es una lucha de raices (Lorca 18 apericon i nes: ya fabula de fuentes (Gillen y Lorca) onstruccién con el genitivo: canto al jardin wesw i mone: (Fernandes Moreno); . Viera ec de ap ©) la cadena de dos 0 mas nombres: relé res: reldmpagos de risas can cnalg metifora verbal puede concernir colo a Serbo (La naam spe natfregaba en ln gangosa respucia dels negos Qjca ape) © al nexo sustantivo-verbo (y decora las aguas de hu rio one a Imi otono enajenado, Lorea). Lox adjetvos metatSice: soc nye Bramaticales (fin. Pergamino (= pandero) SeBin Henry es preciso clasificar las metéforas no por su forma gra fnatical, sino por el nimero de términos expresos, que pueden ser Cur, {T0, es, dos © uno. La metafora de cuatro términos se consttuye por la relacién de equivalencia 2 = © de equivalencia + = © (recuérdese el ejemplo de Aristte- se achametéfora de tres términos son los versos de Lorca: Et diamane seangatt"ela / Ha rayado el hondo cielo, en los que se produce le estrella _ hondo cielo diamante ~ ~~ cristal con los términos expresos a, b, a’ (b' es contextual) metéfora nominal MerAFORA 259 = Muy comin es Ia metéfora de dos términos (a, a’, o bien a, b). Por i) ‘el sintagma el fuego del amor tiene como esquema sublingiis- Bess ia equivalencia fuego _ amor ardor ~ pasion ‘asi las nieves de la cabeza se analiza en el esquema nieve _ cabellos blancos montaa cabeza srminos expresos a y b’). (eon rrelafora de un so]O término requiere el auxilio explicativo del Rantexto, como cuando decimos Viene un bollito para referirnos a una rica joven y guapa. Para entender el valor de la palabra limén = de- amor en el verso Me tiraste un limén, y tan amargo de Miguel Her- sindez, €5 preciso recurrir al contexto entero del poema (y a toda una adicién: V. Naranja y limén, en Daniel Devoto: Textos y contextos) Y aun asi, a veces, él valor queda oscuro, 4, Otras interpretaciones de la metifora. Los autores de la Rhérorique ipnérale piensan que la metéfora resulta de dos operaciones bésicas: idici6n y supresion de semas (V.) y, como tal, es la resultante de dos sinéedoques (una particularizadora seguin el médulo x y otra generali- ‘dora segin el médulo E; V. smécpogue). Por ejemplo, la metéfora F El bedul es la doncella del bosque se realizarfa segan el esquema X-P- YY, que ya hemos visto, reformulado con las siglas P-I-L (término de jpartida, término intermedio, término de llegada) 9 ‘enel que P seria doncella, A abedul e I «flexible»: el recorrido P — I es.una sinécdoque generalizadora E y el recorrido 1 —— A es una si nécdoque particularizadora x (el primer médulo se ejemplifica por mor- ‘alen vez de hombre, el segundo por vela en vez de nave). También Eco, cuando escribe en 1971 Las formas del contenido, piensa que la metéfora es una cadena de metonimias. Asf, en la metd- “fora barroca de Lope Surca del mar de Amor las rubias ondas \a co- netion entre mar y cabellos se estableceria metonimicamente, porque clsema «rizado» (explicito en el ambivalente «ondas») unifica los dos sememas. 260 MerArona MErAseMEMA 261 Sin embargo, en et Tratado de semistica general, Eco pa rectificado, Aceptando el planteamiento de Jakobson pre metéfora es una sustitucion por semejanza y la metomiane cin por contigiidad, afirma que la «semejanza no coven lacién entre significante y cosa significada, sino que se pn identidad sémica (el ejemplo que se da es Dominicanes = aes sPerros del Serior»). La metonimia (en la que se englote a sinéedoque) representa un caso de interdependencia semen i sustituye al sema al que pertenece (vela por nave); b) un expat tiuye a una de sus marcas (asiento por sll); Eco cita el efor g és un pez por «nada muy bien» (pero aqut pez es una weno conclusién, sla conexign entre dos semas iguales que exten on) terior de dos sememas distintos (o de dos semas del misime seul Permite la sustitucion de un semema por otro (metafora), miesia el trueque del sema por el semema y del semema por el sema nent la metonimia», 4 Bertinetto critica la idea de que la metéfora sea el producto a sinéedoques (6 de dos metonimias). Piensa que esa news de explicar una locucion metaforica de tipo Aunque haya epidemia no enfermard: ée es una roca, bajo la que subyace una doble preice “on, la que se produce cuando el enunciado se segmenta, analiza logfa entre los dos términos «fuerte» y «dura», sia muchos trotes...—(Para cudntos tres esté usted? (Tono) La metéfora es, en sustancia, un caso de anomalia seméntica ‘El metanslisi rigen de un gran numero de figuras, en la sega aramia generat, procede dea wolctn de derma metas 2c lon en ra adnero ras, reglas de seleccion, y més enactamente de las Testrcelones Sean Hlpri ctc), Pero puede emplearse, extendiendo el Valor del tring, gue organizan la combinacién de lexemas. En la frase Rie el soli Fira designa aquellos casos en los que el autor crea una ambiguedad tafora nace de la violacién del sema /+ humano/ que es una de i Erectura 0 une dificultad que obligan a que el lector tenga que rea tricciones de seleccién del verbo «reir», Mejor todavia se podré aftmicaglmel oro primer acercamiento: asf, en el verso de Espronceda Brota en apcestos cetermante metaforico se produce por Ia violaciGn de ot BEAM aco del amor la fuente se nos propone una posible doble lectura, aaeneies ererenciales. Por ejemplo. en La estatua rid (para indiclsUiesin potenciemos la cesura (cielo / del amor: funciona la inversion) & tuna mujer frfa, silenciosa) el presupuesto normal de «estatua» = if renciemos la relacién sust. + complemento (cielo del amor). Al me- ailada en piedra o madera/ és violado por Ia referencia a un rasgo/LegaMigsisis se debe tambien el valor expresivo de muchos encabaigamien humano viviente/. A esto Weinrich lo llama «contradeterminacid Biss (V.) (Vamos, es un decir | florido, B. de Otero) 0 la remotivacion ¢l significado de una palabra consiste esencialmente en una expe ): Aqui I no se salva ni dios. Lo asesinaron (B. de Otero) de determinacién (por ejemplo, capitel), la metafora, al transfri el : tido det referente a otro distinto (Mariposa: capitel del aire), evi expectativa y crea una sorpresa; el sentido aparece provocedo poets contexto. «Llamaremos a este procedimiento contradeterminacién Sota ue la determinacién efectiva del contexto sucede en direcciGn contiigaeg a la expectativa de determinacién de la palabra. Con esta idea. pode definir la metéfora como una palabra en un contexto “contradet ante” » KUAJE. Para Hijelmslev (V. uinodismca, 3), el metalen- TALEN lengua es una lengua cuyo plano del conienido es ya tna 2 Br est sentido, todo discurso sobre una lengua es un metalehy my jas definiciones de los diccionarios, las gramaticas, la critica li Me ara Takobson, ia funcion metaliogustica es la que utiliza al “como objeto del mensaje. Ejem.: «catear» significa «suspender» sono indiean Ducrot“Todorov, casi todos los emunciados com Be. moucita o expliciamente, una referencia a su propio codigo 0 Fee oP vices aicen alegravse a lo. que fos pobres Hamamios er. racharse. Feces a el una ay resentd Ge f LEPSIS. Es un tipo de metonimia (V.) en el que a tanspost- Ta an rming a oro se realan por medio de un elemento sobrcen se 'Bjem: Un nto rojo tables Sabana {Gasela Loren), en que rANALISIS. Jespersen designa con este término una falla en la co- APLASMO. Modificacién de una palabra o de un elemento de den inferior a ella desde el punto de vista de la expresion (como la paresis, la paragoge, la apéntesis). Corresponde, aproximadamente, a que la ret6rica tradicional lamaba figuras (V.) de diccién. ETASEMEMA. Modificacién de una palabra en el plano del con- nido, tropo. V. FIGURA 262 eraxis Merona 263, METAXIS. Modificacin sintitca de a estructura (W)) de consrocién, como Inept el soup al ne vuestro César — politico romano aed we = Bictador = portador de episodios emblematicos (Ru- bicén, Tdus de marzo, ete.) — adversario de Pompey = conquistador de la Galia = autor del De bello Gallico METONIMIA. La metonimia es uns figura de wanaferen (V. METAFoRA) basada en la relacién de contigiidad ts >i entree trmino sliteraly el termine musta ey oct Ot Podemos decir que la metonimia es la sustituelon deren neg queremos expresar es «con el trabajo que causa sudore (trueqien efecto por la causa). También el discurso de la corona tit it Iscurs del rey (cambio dela person por stag ee matica, externa (es decir, que los dos términos tene Semanticos distintos, como sucede con cabelas y oro} earn a Ja relacién es sintagmética, intrinseca, Con mayor ex. acti i re conugtigad expres Yor exactitude tis 1) el elects por la causa: mi dulce tormento (Araiches) por mui Binaural cect: Cuan acta cane RE gris (Lorca). Lo que se clava es el rayo de | jue pri i ee. gr ts yo de ie que proses deat ) Ia materia por ia cos: fi, y su vida a wn leno (Géngor. esta por barco; (Géngore. Lato d) el continente por el contenido: {Qué dice la camarilla? (V; tele. ee cecin. las personas que se rednen en la camarilla; - SS €) lo abstracto por lo concreto: La Santidad de Pio IX (Valle-liclin} por el Papa; (valle til f) lo conereto por lo abstracto: Tener buena estrella. La dete; aacién fisica expresa atributos morales! tiene una buena cabese (oy sensato, es inteligente); ea @) cl instrument por la persona que 1o wile: ef segundo vik a cspiton de Loja d geneha Nae: fino vol 1) et autor en lagasde ta obrar Ere! Museo hay dot Goyas, Tad wuetre Cesar (el De bell Galieo) 7 dos Gores, Ta 1) el lugar de procedencia por el objeto: prefer el roa al (por vino de Rioja y de Ruedas ‘n ae j) el eponimo por Ia cosa: Por ser la Virgen de la Paloma (el dade’ +! a Des "8 wae 1. Lar mecantsmoslinguttces de ta metonimia. Sie inventario de realizaciones metonimicas no crea problemas, muy distinta es la siti: poco on ara, i) ee eon ap Pom CO sa mown cma os tepen7d neiad sc cine oven cae ctenl tei fomo el propuesto por Eco en su Tratado de semidtica: un semema es Feoresentable como un complejo organizado de marcas denotativas y otativas y de selecciones contextuales y circunstanciales (que re- Bstran los sememas asociados a lo representado). Por ejemplo, analt ese el signo calavera (citCyoua) ——— Seno cidn cuando se trata de buscar los mecanismos lingiisticos de la figift: [ete eer Su Esté bastante claro que la metonimia realiza una interdependench ee ~ basa ———¢ ‘mica entre el término trasladado (término in praesentia) ¢ el profi | “ee (in absentia). Por ejemplo: “nn 264 meron Es, pues, la estructura com . a componencial de un tr a discusién cuando se inten (Y. denotativas y connotat tado con las marcas conte Para formar la metonimia Pompeyo, ® En efecto, queda excesivamente vaga la definicién de los semas connie ye sere Jntermesty ‘otativos que actian en el procey, i tea arti de las literalmente a b ‘ar dardos» (efecto por cat iat iustituye a dirigere tela 0 ictus, acaso por vutnerare, Teta Cre? ets la siguiente representacién semémica: + Tel Cardo) tiene (conte: + hombre) dy eid, go tard, damn dang (2 * hombre) << fre (conta: ~ hombre) dy. ; ‘coms ~ homie) Diversos autores s pien- rende también a la $i F30 poético, ya que su 908. € decir, el de las Hee. tirania; corona: realeza; olivo, paz, etc.) pueden tener una raiz Gipere a la rama que !a paloma lievé a Noé, etc. La perifrasis. sos- Pincia metonimica del epiteto»: ef trino amarillo | del canario. La hi- Eurbole, por wltimo, tiene frecuentemente una estructura metaforica’ SWETRICA. Por tradiciOn. la métrica es el estudio de los fenomenos que conciernen a la versificacién: las medidas de los versos. las llamadas fpuras métricas, la cesura. los acentos, la ima, las estrofas y las distintas, formas de composicion poética. Sin embargo no estan todavia bien de- terminados los conceptos fundamentales de la métrica: la definicion de "e180, la distincidn entre verso, metro y ritmo, el significado del acento ictus (V.) Se puede sostener, siguiendo a Cremante, que «el término metro, easu significado més amplio y general, sirve para designar, cualquiera que sea, la “ratio”, la regla, esto es, la unidad o sistema de medida. en ‘elacién al cual el verso aislado asume su propia fisonomfa ritmica con- vencional. EI metro representa, por consiguiente, la forma y norma del 4. simo poético». La explicacion no parece. sin embargo, cubrir todos los [> campos; ni siquiera ser incontrovertible. Para Pazzaglia (Teoria e analisi nerrca) «el metro, convenci6n e institucién histérico-literaria, es la fi gra ritmica especitica de la poesia». Se propende de esta forma a iden- hficar metro y ritmo postico, que «mide en cantidades sentidas como [ homogeneas las duraciones y tiempos intermedios de una secuencia ver- tal cerrada. junto con los caracteres suprasegmentales de tono, altura. acento, disponiéndolas en esquemas iterativos o proclives a la itera: | cidne, Tras establecer la distincidn entre acento ténico e ietus prosédico- nétrico, Pazzaglia afirma que «la estructura versual impone una de- } mora, una intensién ritmico-tonal sobre algunos puntos privilegiados {.o] Dentro de su [= del verso} construccién (y eonstriecién) los acentos Ténicos son © no ictus, las silabas alargan acortan su duracién. la rima SOS: se organiza en un proyecto modular unitariow. ‘ques y mera fase del azonamiento, a la definision tradicional ae eee es perfectamente aceptable para el modelo espafiol: sel at % i yn de poesia, que expone ritmo. La silaba, bas coma ied can Eno se cart pare B lamaremos poesia a todo texto que se componga de unidades (ver- ) laramente caracterizadas: tuye la unidad métrica». El ritmo se caracteriza por ois a) por un artificio {nico (rima, aliteracién) o ritmicos ylo scopiendo algunas sugestiones de Jakobson, Di Girolamo ubica el Ecos gcion intermedia entre dos esferas de atraccién opuestas #0 Ofso verbal plano, que sigue las normas prosédicas de la lengua ascurs “ metrema © modelo métrico abstracto. El verso surge de neesarentre estas dos esferas: 1uchos aspects discurso verbal plano — verso + metrema el acento, colocacién de las silabas ténicas y atonas, de tal forma que igual nimero de silabas pueden ofrecer variedades 1 Aqui Ia distincion entre metro, como medida slabicn ast 7B Por el modelo ritmico (recurrencia de un determinado nimero sucesion de ictus, apatece algo més clara; el verso nace dene Bits, en intervalos fijos o variables); ylo gS) por el modelo métrico (niimero de las posiciones, 0, en los sis- Fimas cuantitativos, de los pies); y/o "ed) por la disposicin grafica.» Es obvio que se trata de una definicién meramente formal, que no aplica ningun juicio de valor. De hecho, responde a esos criterios in- una «poesia» del tipo: Treinta dias tiene noviembre ! con abril, io y septiembre. | De veintiocho s6lo hay uno; | los demds de treinta fino, El dicharacho tiene rima, metro, ritmo y se recita o se imprime Br arcando las pausas versuales; tiene, por tanto, los caracteres para no.caben theta Jeficga los eee nmica Roose angus (eatares de fee) come en ae a sicional (ics estudiades por Henriques Uefa) aig ape Os mar, erent Eisner Se eel Senge Stra inacentntes. como puede sera pecans en También Di Girolamo tende a diferencia entre made ena modelo ritmico: «con el primero se quiere design: i Siiones, invariant, de cada vaso sl medic tees Er auor precisa que sncamonte por abuser as caer Gos modzio, sin tmnbargo. ln deacon se sina onan Pea titmico fijo (el verso de arte mayor, por ejemplo) o variable dentro g Sn eequema (el endecasiato) 0 compieaene ere Ge riable. Sin em ar el nimero de'pt fiene en cuenta el problema de los poemas de un Solo verso, los vers0s tslados que reconocemos como tales ni los que se incluyen, sin adver- i enun discurso en prosa, y que el lector advierte (véase D. Devoto, fambién y sobre todo porque en el nivel prosédico presenta maniesiMBeLevcs o aleves consideraciones sobre lo que ex el verso). aciones Caracteristicas: «Los médulos convencionales parecen deféi-(g@mg@e Todas estas dificultades llevan a los generativistas Halle y Keyser a stentar esbozar un método que sirva para determinar si, en una lengua Reterminada, una precisa sucesiOn de palabras constituye 0 no una reac- valida (es decir, un verso) de un esquema métrico (es decir, un Facto). Parten estos lingiistas de la existencia de un esquema abstracto Bample, o metro, bien tradicional, que pertenece a la competencia de fnisor y receptores, bien creado por el autor, con la esperanza de que Fea percibido como tal por los lectores en el momento de su reactuali- Pacion: son los que denominan elementos métricos. Hay que unir tam- tien un sistema de reglas prosdicas, necesarias o contingentes, que sit- fen para determinar qué elementos de la secuencia de palabras se uti- zan en la realizacién del esquema métrico: son los llamados elementos F pos6dicos. Por fin, un dispositivo de comparacién o método vilido para auténoma del nivel prosadico. que “iconiaa’ con ieee de un sabio juego de paralelintos y simetrias alternadas, oi Heme Aigmético del discurso poeticor (Greimas, xais de saruera ue). La lengua postion, gracias ala estructura métiea eer a deniemente. con respecto a ia lengua estandar, In segaregn (patente en lo que se refiee al acento'y 2 la escantion) 0 ss wake chnlenc orfartad (Tera eat de eiacion) ue ene ac liza constituyen, sin lugar a dudas, fenémenos especificos de la len gua poética, aunque no la agotan. s espe ¥ 268 Mernica miro 269 omposicisn clasica de tipo dramético y de gusto realista. Se 0. Cop autores de mimos aos griegos Sofvony Teseritoy- entre Bee Décimo Laberio y Publilio Siro. Un tipo peculiar de mimo Bene’, ambicos es el miniambo. creado por el poeta helenistico He- as ible por el realismo del lenguaje y por Ja vivacidad de las determinar formalmente ta correspondent ene los eee. Sédicos los del enquema meinen Estos tee soto ee mentg peatnashnciones pundenseprecena en cls ee {amsermasg. jee 2 seatro moderno se entiende por mimo el espectéculo seatral aca con la unica apoyatura del gesto'y se realiza sin el concurso ” fISE EN ABIME. Tomando el término de la herdldica, donde la ex- Bs nn una pice stvada ena conto del stud qe reproduce Sra indicat una peculiar forma de visién en profundidad, como 3 fo en las cajas chinas, en las mufecas rusas 0 en las etiquetas que sec en ou interior el producto con la misa etiqueta: En se- ‘ literaria es un procedimiento de reduplicacién especular, por el fe reproduce en forma reducida, en un punto estrategico de ia obra homologia, el conjunto —o lo esencial-— de las estructuras de la BBS cn que se inserta. Ejemplo paradigmatico es la escena del Hamlet fue ae representa el asesinato del rey (teatro en el teatro). El Eimor puede ser considerado como una secuencia modelo que Te- ace en escala reducida el argumento entero, a veces con alteracio- ‘qu sitvan de contrapunto: recuerdese el romance que el Zapatero fzado recita en La zapatera prodigiosa; o la version de la pelfcula da en Nueva York, en una secuencia-ballet. { i SRR { anertrana En este exquema el enerador, el comparador ye filtro prosoicn tituyen, al funcionar los tres conjuntamente, una teorta del menses metro se caracterizard por el contenido de cada uno de estos tr Ponentes, que se pueden defini en forma de seglng nano es fGdico consste enn conjunto de reglas que sven para eat Gandir) secuencias de palabras de una forma especitica: por seas aplicando o no las llamadas figuras métricas (sinalefa, daicts, pares sinéresis, etc.), modificando —como en el verso de arte mayor eae sicién de los acentos para hacerios coincidir con los icturs et, Elta Parador contiene las reglas de correspondence dec Sereinnar i determinada secuencia de palabras, despues de pasar por e ite GeRMEEHTO. El mito, dfinido por Platén simplemente como un relato «que sédico, representa una concrecién en un metro determinado. EL jacierne a los dioses y a los héroes», es una de las formas mas antiguas tenido del generador de esquemas métricos se especifica también et sarracin. Hoy la palabra tiene un contenido muy amplio: técnica- serie de repas que generan esquemas metricos abstracos, La naa mente se denomina mito Ia narracicn Ge vn suoeso acaecido enn de la relacién entre metro y verso (concebido éste como su realizact fonética) es, pes, totalmente indireca’ como dios Denel Dense articulo que hemos citado anes, «verso ex lo que exta en venen ny Io que sesente y se hace sentir como verso pevgue autor reer presente al realizarlo (aplican su competencia) la posibilidad de un «ou Pte metrico de actualizacion de las pelabras que componcs neseaes fue lo forma, por envolver en ellas os elementos de aqucion werehs Ponentes de que se hablaba, El contenido de los componcntes ofp fas reglas, diferen de una lengua t otra. de una tadinon meri ee €, incluso, de una cultura (V.) a otra dentro de una misma lengua;-pot é50, en un momento determinado, puede semtrse como pros decasflabo escrito en castellano o sor rechasador los cxpermrentn telcos del modernismo'o del verso bre, 'V.) ya los arquetipos (V.), de los que con frecuencia es un de- riot mito manticre lasos muy profundos com el ntuahomo rele joy con las manifestaciones orales unidas a €ste (poesia, represen én dramatica, cuento popular, et). De aqui el interes cada ver ma- fer qve muchos estudiosos manifiestan por las rafces miticas de la i uray, en particular, por las estructurss antropologicas,psico\Osicas fstclogicas recurrentes (o arquetipicas) en et amplio y variado uni Piro de ia iteraturidad 0, mejor, de lo imaginario, [Eni los eriticos que mas a fondo han estudiado la relaciones entre oy literatura corresponde un puesto preeminente y reconocido Wop Frye (cfr. sobre todo The Educated Imagination, Fables of 270 sar MopauioaD © 271 {dentity y Anatomy of Criticism: en castellano, algunos capa. eseriura profana'y de La estructura inflexible de te nbog Ua éritico afirma que en Ia base de los modos y de lor pena) cumin suze armas relatamente itedey ts los mitos-arquetipos ligados a los ritos antiguos y a los het orculos. Ralmondi resume asi la teorla de Fryer n'y te dla, en el de las estaciones del afto y en el organico de la wage 2 un Unico modelo de significado; partiendo de ¢l, el mito sens relato central en torno a una figura que es ya 2h sol SR Negetal yun dios oun heros. Puesto ue este mite reat fot €n cuatro fases, se puede construir desde él con facilidad an ot ceciosa, arquetipos de imagenes geométricas; en la trégica se reco conitario, bajo la forma de desierto.ruina,rocas imac nit. Piatricas siniestras de la clase de la cruz, por ejemplo. Y, para ‘tupamos al mundo informe, que en la visign cémica es un vaho. gr régica transforma en mar, asf como el mito narrativo de la di- bs trite qvierte con frecuencia en el mito del diluvio: y la com- on Je mar e imagenes feroces produce al leviatan o a jos demas ions de las profundidades» (Raimondi). pseenoles ¥ Kellog (The Nature of Narrative) ch mito esté en el Fae ola epica tradicional como historia conservada y recreada por dor, De aqui procede el significado de mito (mythos) como fa- fundamental cuatripartito. La primera fase corresponde a la aatae H(V.), ¢s decir, como estructura narrativa de una obra literaria mi- {a primavera y al nacimiento; acoge los mitos del nacimiento del CMMs (stotcles, Podtica). dela tesurreccién y de la victoria sobre las fuerzas de las tne, ie al conocimiento de los valores antropol6gicos, culturales y fi- GLinvierno y sobre la muerte; tiene como personajes secundanies, Fsfcos del mito, remitimos a Chase, Quest for myth, Mircea Eliade, dre y ala madre. y constituye el arquetipo del romance o ‘cuento hefi du mythe, El mito del eterno retorno y Tratado de historia de las La segunda corresponde al momento del cenit, del verano y art ‘ones, a 10s libros de Caillois y Duzémil (estos diltimos importanti monio. con los mitos de la apoteosis, de las bodas sacras y de laa ierara ver, desde un punto de vista distinto del de Frye, las rela- en el parafso; tiene como personajes secundarios al amigo y alee Rntre mito y literatura) y al libro Mito. Semdntica y realidad de y define el arquetipo de la comediay de la pastoral y del Sane fe Cencilo, decer, canal edie 2 {ragedia y de la elegla, se empareja con el aig galle En la critica francesa contemporénea se han especializado dos sen- decer, con el otoho y con la muerte, y comporta los pale des EE de la muerte violenta, del sacrificio y de la soledad, con el ‘traidor'y aM una configuraci6n ideologica especifica, expresa en imagenes (formas si sirena como personajes secundarios. La cuarta, en fin, conn fat mito) que comportan y disimulan una ideologfa externa que tiene la arqustipo de [a stra como momento de ls orcuidad del ea xeasion ve aqueliaconfiguracion (signifescién de mit}, Para la disolucion, a los que acompafian los mitos del diluvio. del sence ble (Mythe de Rimbaud y Génése du mythe), el mito designa al ca0s y de la derrota, subrayados por la presencia accesoria dete Fisjanto de sobrecargas y plantillas que la ideologia, literaria o socio- ica, mpone sobre la biografia de un escritor, sobre su obra o sobre cién entre ambas: «Un escritor nunca es conocido, su mito sf.» guéte, 1a busqueda, tras el cual aparece una vision determi a ito de Bécquer 0 de Machado, mundo, cémica o trégica, correlativa de los cinco estadios de lar cadena del ser». «En la visién cémica, el mundo es una comun tun héroe que representa la autorrealizacién del lector. con los tipos de las descripciones de! banquete, de la comunidn, del ordeal 'a amistad y del amor: en Ia trégica es la anarquta, la tranta, oun MAME Ie o los mitos personales de un eseritor para relerirse alos temas bre solo, el héroe abandonado y traicionado, Por lo que se rehe Bfstets simbolicos que. con mayor menor conciencia por parte de mundo animal, la vision cémica acoge una comunidad de animaled ffloran recurrentemente en su obra. Charles Mauron (Des méta- mésticos (corderos 0 palomas), arquetipos de imagenes perce et obsédantes aus mythe personnel) los une & la psicologia personal contraposicin con la visién tagiea, en la que prependeran lo aaah tor, peo pueden ser referidos también en muchos casos los de- depredadores: lobos, buitres, serpicntes, dragonce.. El mundo vf BiS'o temores de la epoca sociohistorica en que se sitda el estitor. una rosa, como arquetipos de construcciones arcaicas; por el cont en la tragica es un bosque siniestro, una soledad, una paramera, un i ‘mortuorio. Siguiendo adelante, el mundo de 10 inanimado esta of twido para la visi6n cémica por una ciudad, un edificio, un templot ALIDAD. Las modalidades ldgicas son las diversas formas en que le considerar el predicado como verdadero contingente (0 ne- ), probable 0 posible. Cfr. Dubois, Dictionnaire, s.v. yJ. Ferrater . Diccionario de Filosofia. Para \a semiética de la narrativa, segun 272 Mopatizapones la metodologia de Greimas. las categorias modales so destinador-objeto-destinatario), el querer (eje sujeto. a: el sabe (eje adyuvante-opositr) y sus contranios. V" weracn objeto), . MODALIZADORES. «Se llama modalizadores a los mediog Que un locator manifesta el modo-en que sonsigers sea lado: por ejemplo. los adverbios quizd, seguramence, log ek que yo sé, segun creo, ete, indiean que el enunciado no 2c he totalmente. o que el aserto esta limit % sdo_a una determinada © entre el sujeto y su discurso» (Dubois, Diationnaire, tv) MODELO. Definido por Julia Kristeva como «sistema formal cs Moclra os somora als cosctrs el Seen mal i Douro eh nosels can sebectncn eahSelaon (Tea serie de fenémenos. Por ejemplo, se puede construir un me i Hooton omabgios embien ea Cort inesirnads 10 0 de I saje y no el mensaje en si. Véase también ESTRUCTURALISMO. MONEMA. Para Martinet (V. LinGUfstica, 2) el monema es la unidad de la primera articulacién. es decir, la menor cantidad de discurso,do- tada de significante y significado. En la palabra recomencemos hay cua. | romocctea re mos Lot monemes posses a radiceles. afin, sufijos, desinencias. Mertinet diferencia moromiy ge tGnomes, monemas funcionales, monemas dependietes, Bram (que en ia ingntica americana exon sinonime apronanae de tenn ‘Gut lemamos monem} es para Martine! um mone gassnca Sinencass aon ete). mientras que el monema somantee (omen cjompi) tela denominado nes cxactamentelexema (pee 6 niclon to ce wniocas Wnt) MONOLOGO. E1 monéiogo es una modalidad narrativa y teatral que consiste en dejar a palabra a un personaje para que pronuncie un i curso. en el que puede exponer sus pensamientos 0 sus razonamienos, Sin que haya un interlocutor que pueda responderle. Una forma cists del mondlogo es el soliloquio —los limites entre ambos son muy lib les—. que, para Humphrey (Stream of consciousness in the modern 10 vel) puede definirse como una «técnica de representacién del contenido ¥ proceso psiquico de un personaje. directamente del personaje alle = elo gua. En Ia: formalizads.# en un modelo. que patente las compiejas(y ovultas)isotopiee aac (V.) y permita comprenderlo y descfrarloy descittar el sennide setae saje en su funcionamiento especificamenteliteatio; no se debe sina, nunca, sin embargo. que el modelo es solo una formalizaion deren worrovosis 273 erferencia del autor, pero con la presencia de una hipotética ee a menor presencia el dalogismo Formal separ gienclty a Sliloquio del monologo. Porque el monslogo, como en- - Pertcniste (Problemes de linguisique générale, Tl, cap. V: «L'ap- Se 'enontiation), es un sdidlogo interiorizado, formulado (ome (mcrior”- entre un yo Tocutor y un yo receptor. Con free nt MTocutor es el Unico que habla, pero el yo receptor per~ Bes Crcuentes su presencia es necesaria y suficiente para volver sig- ce Preenuielacion del yo Wocutor. Algunas veces el yO receptor atin pelene por medio de una objecion, una pregunta, una duda, iruptor. POF esa presencia latente del didlogo es por lo que. en a gn otras formas de prose, tantas veces el YO receplOr se Pot por un th expreso: vease. por ejemplo, el Ocnos de Cernuda pent caclon del conde dom Julian de Goytisolo. Unicamente en Rie giscurso monologico —por ejemplo, el dseurso cientifico Be cio se puede prescindir en absoluto del interlocutor No SF moderna de mondlogo —aungue Sus antecedentes. segin F pana pueden encontrarse on San Ignacio de Loyola es el Hamado Dares Dinterior, que con frecuencia se identifica con el «fujo de con- omni yetano, En nuestra opinion el monélogo interior es una forma {Snsanls del personae, ence vid intense. 205 tris 3 auowte: Ia aparicion del inconsciente. la yuxtaposicion de pensa- os inion esembrados —segi a eciee del Uses de Joyce a enesr decirio de alguna forma. la forma extrema del mondlo- rear, fo que se llama stream of consciousness (V. FLO DE CON- il formel Se llama asf a la estrofa compuesta de versos que tie pea todos la misma rima, como la tirada, la cuaderna via, el zéjel, etc. MORFEMA, En la linguistca americana, el morfema tiene casi el MORTEM Ado que la palabra monema para los funcionalistas (V. LN- F iicnca, Ji wontnea), es decir Ta forma verbal minima caracterizada en SB im enunciado (en oposicién a fonema). En la palabra incapaces tanto Fi Gouveia desinencia es son morfemas: el conjunto de la palabra es Ftc covfema compuesto. Para Martner el término smorfema» designa vrronoms gramatical, en oposicion a lexema (unidad léxica); son F orfemas las desinencias, los prefijos. ete F MORFOLOGIA. Para la gramatica tradicional a morfologia era el es- | tudio de las formas o partes del discurso: en la linguistiea moderna se FE; ccupa de las reglas combinatorias de los monemas (formacién de pa- labras, flexién y determinacién de las categorias gramaticales). Mozponre 275 274 MoRFOLOGIA jor, del tema); 2) el motivo emento recurrente (Prin- para Tomachevski el MORFOLOGIA. Mientras que en la gramatica tradicional 43 Jogia es el estudio de las formas 0 partes del discurso, ert moderna se entiende por este termine la descripeion de tat se Binatorias que conciernen a las palabras (formacion, extn Bah Cada una de las unidades menores que configuran el tems frase, es decir, considerados a la vez en su forma y su funcions iy jotivo puede ser rectirren! ‘su funcién y signi- realidad no linguistica). Chomsky expone la necesidad «naturals gery macién de frases. ’ anit: MOTIVO. Término mal definido, polisémico. Cesare Segre individus- liza en él tres valores, no siempre bien discernibles: «1) el motivo como NAapRADOR 277 are | E intentaremos explicar brevemente el modelo, comenzando por la co- F unicaci6n extratextual. es decir por la que se centra sobre la obra como fp faizacign de escritura. Para Prince (en Poétique, 4, 1972) se hace ne- ‘fuario distinguir tres grados de lector: el lector real (o empirico) como fjeto hist6ricamente determinado que lee el texto; el lector virtual (o ‘medio tipico) Supuesto por el escritor segin determinadas expectativas, Giegorias culturales y de gusto, consonancias ideologicas, etc.; y, por F fn el lector ideal o modelo, como hipdstasis de a perfecta comprensién {el texto en la total complejidad de su mensaje. De aqui se sigue que en texto literario tiene mas de un nivel de desciframiento: el «abierto» }potencialmente ilimitado de las lecturas empiricas, sujetas a variacio- yes temporales (Jos fruidores de épocas distintas) y ambientales (cul- furales, clases sociales, modelos de referencia, factores subjetivas, etc): d nivel determinado sociolégicamente por las presunciones que el es- Gitor tiene sobre «su» pUblico, y, por ultimo, el nivel mas alto, aquel fa que el autor y el lector ideal son en esencia dos papeles, dos mo- falidades de competencia, con respecto al sistema (e6digo) de produe- ‘iin y de desciframiento de la obra En el momento en que el lector empitico se predispone a leer un ‘nro lterario, a connotarlo segan diversas categorias de la literariedad E (géncros, convenciones lingUistico-formales, ciertos estereotipos, ete.), ye asume un papel peculiar, el de Lector, precisamente, lo que implica fi inmediato un salto cualitativo con referencia al mundo de la expe- fencia, y una tensi6n dialéctica hacia la hermenéutica totalizadora que ‘sla del lector modelo. La comprensién mas profunda de la obra es NACHGESCHICHTE. Con esta palabra alemane Tomachela signa lo que se supone, por estar indiado en la historia ate t Eg cuter Slpucs del fn At tsmpo detarolae ene aed iee oS opone a Vorgeschichte (V.). ~ NARRACION. En los modernos anslisis de la narrativa, el conee de narracién se ha extendido desde el significado generico de ones (V.) 0 de «historia narrada» hasta asumir una dimension més especiiog y técnica. Para Genette (Figures 111), la narracién es el hecho de nang én si mismo, es decir, el acto 0 enunciacién narrativa que produes ¢ relato, En el caso de la Odisea, por ejemplo, hay una doble narraciie? Homero que cuenta la historia de Ulises, y el mismo Ulises que. en la cantos IX a XII, cuenta sus aventuras a los feacios. Creemos que serfs més oportuno denominar a este aspecto de la narracion «diseursor g «enunciacién», puesto que surge precisamente en la «voz» del narrades en la instancia narrativa. De la misma manera, en el principio de ls Mada: Cantame, oh diosa, la cblera de Aquiles el Pélida..., tanto el verbo como la referencia conativa (Oh diosa) son dos modalidades que marcan la narracién en cuanto discurso/enunciacion, la aparicin del haz rrador en posici6n extradiegética, es decir fuera de la «historia» que estd punto de ser contada, NARRADOR. Si consideramos el texto narrative como un mensaje g mentado y organizado desde uno 0 varios cédigos, transmitido a través de un canal, en un contexto determinado, y que va desde un emisor a, MB posible porque ésta se proyecta sobre un cédigo literario determinado tun destinatario (V. comUNICACiON, 2), serd necesario distinguir con pre: Metistéricamente que da raz6n de los procedimientos de escritura del texto cision dos parejas de «participantes» modelados sobre las funciones emi- “MgB él cual se constituye en garante el autor ideal sor-destinatario: a) el Escritor-Autor y el Lector, referidos al Texto-, fe Pero, ,quién es el Autor Ideal? También éste es un papel, el asumido Escritura (nivel de comunicacion que denominaremos extratextual); ): -MMor el escritor en cuanto se considera sujeto de los actos creativos lin- el Narrador y el Narratario o destinatario interno, referidos al Texto: me Wisco-literarios que van a conformar el texto, en cuanto depositario Narracién (nivel intratextual). "FRB & las reglas de construccién de la obra como escritura 0 ejecucién de EI mecanismo integro de la producci6n-recepcién narrativa acaso’” 0a competencia literaria que es la virtualidad del cédigo inmanente en pueda ser contemplado mejor en su complejidad en el siguiente modelo: fltexto mismo. [oe 278 arRapon En la parte superior del esquema encontramos otras Narrador-Narratario, Autor implicito-Destinatario. El también voz) es, fundamentalmente, la instancia narrati la modalidad de la informacion. No podria haber relato tun narrador, desde ef momento en que su voz se oye con ver su cara —digémosio asi—, por una opcidn deliberada a Pero, subrayémoslo, el narrador no se identifica ni tivo ni con el autor ideal. Ni siquiera el «narrador-autor» ostensiblemente en tantas novelas (piénsese, por ejemplo, roja) €s, como se estaria tentado de creer, el escritor bio caracterizado ¢ individualizado, sino un tipo de narrador invencién —en verdad muy cercana a una especie de alt autor ideal, pero sujeto a determinadas reglas del codigo, en una poética determinada histéricamente. Es el narrador, el que a veces, desde el relato, dialoga con el lector, enunciados metanarrativos; es el narrador el que expres: sobre la materia tratada e, incluso, sobre el propio, Puede manifestar sus dudas sobre lo apécrifo del cay Parte del Quijote; es el narrador el que sugiere rel acontecimientas. Nevrabor lel autor, El relato se dirige siempre a alguien: a esa especie de personaje ex. traordinario que es el narrador corresponde, como insta: cién interna en la narracién el llamado Narratario. En m cuérdese, por ejemplo. el cambio de papel que se realiza entre el Conde y Petronio que, seguin la escritura de lo relatado, se efectia en El conte Lucanor, aunque el relato, en su totalidad, emane de un narrador die tinto, extradiegético, que se convierte al fin en destinatario segundo al mandar escribir el cuento en el libro y afiadir, como narrador intradie- gético ahora, unos versos gnémicos. Con més frecuencia, el narrador se dirige implicitamente a un narratario extradiegético, no representado, remitiendo a presuposiciones (V.) «enciclopédicas» comunes. Imaging, Por ejemplo, que esta en situacién de comprender algunas referencias circunstanciales de distintos tipos —localidades, usos y costumbres de tun ambiente preciso, formas idiomaticas, ete.— como si perteneciese al mundo de la narracién. De este tipo es, generalmente, la relacion co- municativa que se establece en la narracin realista: Pereda se abstiene de explicar a sus lectores burgueses las caracterfsticas del mundo mon- taiiés 0 pescador (Sotileza) que es el objeto de su relato, presumiendo, Por lo tanto, una relacién estrecha entre lector ideal y el destinatario Un aspecto muy discutido de la teoria del relato concierne al Autot Implicito (0 interno), que para Wayne Booth es bien la «imagen del 05 parejas, iva que regs sino hubiest frecuenciasie i con el exertion at UE aparece © en las de Ba. sréficaments especial, ung er eo de explicadse nO el auton quien recure S 2 Sus reflexions texto: Cervanies pitulo V de la laciones y antcips incia de recep. n 1uchos casos el narratario estd representado, es un verdadero personaje del relate, in tradiegético, que escucha directamente el relato y puede, en casos de. terminados, sustituir al narrador en la provisién de la informacion: ra, {> que un personaje del que asume el punto de vista; c) el narrador es un NaRRabOR — 279 1» que el lector se construye, bien un «segundo yor, una «versién arp del autor; mientras que para Chatman «lo que determina el _ #Peter del autor impifcto son las hormas, morales o de cualquier otro 0 de Ja obra tomada globalmente». Una caracterizacion mas exacta ‘ofrece Ia Okopien-Slawinska, que considera al autor implicito como ve jeto de la obra» y «la mds alta instancia que interviene en toda obra | (atia». A nuestro parecer, se podria precisar que este sujeto interno tg narracin tiene una conciencia superior a Ia del narrador, porque & ios el codigo 0 sistema de reglas de construcciGn del relato y, pat- F jcolarmente, las reglas lingUsticas y metalingiisticas. A pesar de no sar representado, es el autor implicito el que modela al narrador, asu- A ron de quice exeente le isteocin nfertaiiva mar pao. “AP finda del relato, una «competencia» que acaso puede distanciarse in- icramente de la conciencia del narrador y tasiucirse de formas bas- ace mas sulle, verificables en el estrato de las connotaciones lin. cas. El destinatario se cualifica, a su vez, por la competencia del | egigo constructor dela narracidn, por los , cl estudioso ruso subrayaba que el personaje encontraba Sel bosque, en varios cuentos, primero a Hielo, luego al genio del Sbeque, por Ultimo al oso. Se trataba, en sustancia. del mismo cuento, ue «Hielo, el genio del bosque y'el oso eumplen de forma diversa contro verghiano (Humanitas, 1980), Oscar Tacca, Las v, novela, 8: Leas voces dela NARRATARIO. Destinatario interno de la narracion. Enel is el narratario seria ese Vuesa merced al que Lasnse yet Azeri V. NARRADOR, e280, NARRATIVA. Es muy dificil dar una definicion univoca de ta nas iva, que ordnaramente est creams slo a ma St Hoy, sin embargo, las metodologtas estructuralistas extiendoy oe epto a todas las obras en las que se describe un hecho, desde a geet hhasta el mito, el poema épico o la novela corta. De une sees ett render una o varias secuencias (V.), en cuyo centro haya al menace Personaje caracerizado por determinadas cualidades, Pata que sirens) xin, 8 necesario que haya un proceso de transformaian (V) 9 modifique las cualidades o a situacion del personaje tal come <0 presentado en la secuencia inicial. pempneie tal como shaban Desde Prop a Frye, Mircea Eliade o Lévi-Strauss, los lazos entre Gl arte del relato y las antiguas tradiiones eulturales, miicas 9 lone darias de tos pueblos han sido diseccionadas en Ia basqueds, wets caso, de un gran modelo originario, capaz de explicar, si no tosses Felatos, al menos aquellos arquetipicos que encubren aquella seetecy lunidad de fondo variando las formas de los contenidos al cambiar ha connotados de los actores, las cizcunstancias de lugar y tempo, Dexse de Ia obra narrativa, segin dice Frye, se halla «la busqueda gue lege término con éxito, después de haber pasado normalmente por teres tadios principates: el estadio del viaje lleno de peligros o de in aventay Preliminares; la lucha crucial, generalmente un combate en el que deve Imorir el héroe, su adversario, 0 ambos; por iltimo la conmemoranoe del éxito © de’ los méritos del héroe. Recurriendo a la termmnologe Briega, podrlamos denominar al primer estadio agon o conflcto. al a. Bundo’pashos o lucha a muerte, al titimo anagndrisis 0 revelacion y Agnicién del héroe, que ha probado claramente su calidad de tal aunque no haya sobrevivido al combate» (Frye, Anatomia de la critica), News ralmente, se trata de un tipo peculiar de narrativa, Ia que exalta la aven. tura, como sucede en los cantares de gesta medievaies 0 en las novelas de caballertas, en que se asiste a una confrontacin entre un hézoe pro. tagonista y un adversario antagonista. Cuanto més se aproxima ester, lato al mito, tanto més los personajes revisten caracteres antiteticos vinos 0 infernales. El mismo Frye define el relato tragico como un pasd desde una situacién inicial de «desorden 0 «desequilibrion (harmatia, V.), dentro de un orden moral o social, a una situaciGn final de orden restablecido (némesis) mediante el sacrificio del heroe, que opta pot tién, es decir «La accidn del personaje desde el punto de vista de su Sgnificado para la andadura de la narracion». En su analisis de los cuen- tos de magia Propp podia establecer que las funciones son los elementos b estables y constantes, independientemente de la identidad del ejecutor | ydel modo de ejecucién; que los otros elementos son variables (entre ‘los, los personajes y el estilo); que las funciones son treinta y una y susecuencia cronoldgica es siempre la misma. Recordemos como ejem- plo entre las funciones: situaci6n inicial, alejamiento, prohibicién, in- fraccién, investigaciGn, delacién, trampa, perjuicio, partida, logro del instrumento magico, lucha, marca o prenda, victoria, vuelta. persecu- «in, salvaciGn, llegada disfrazado, trabajo dificil, cumplimiento, el hé- rve se da a conocer, castigo, bodas (cir. para una aplicacion a la lite- rntura, Marchese, Metodi e prove strutturalt). En otro libro (Edipo a la texto etnografico en cuyo centro hay siempre un regicidio: la muerte del ‘ty viejo, producida por el héroe. propicia el matrimonio de éste con lahija de aquél, conforme a un esquema inicidtico tipico de los grandes personajes, desde Ciro hasta Moisés 0 Romulo. Naturalmente que ningin folklorista ha pensado nunca en achatar has obras de invencién hasta llegar al nivel de lo imaginario colectivo y anénimo que esta detrés de ellas desde los albores de la historia. El f-ecritor maniobra mas o menos conscientemente con motivos, tramas. lopoi, papeles y funciones, y arranca de ahi fabulae siempre distintas. G tramas personales, personajes cargados con un ethos historico y psico- légico inevitablemente inmerso en una sociedad determinada Probablemente el relato surge de la necesidad radical de fabulacion lnsito en el inconsciente del hombre; cada uno de nosotros debe inventar historias en las que pueda proyectarse como protagonista, y escuchar tras donde reviva su alter ego, sublimado y heroicizado. En nuestro tiempo el suefio se prolonga en las peliculas, la notoriedad en el tebeo. 282 wanrariva la mitopoiess individual y de masa en la novela. Tal vez no e.g tudiado todavia con profundidad la relaci6n que une al narradea Iecor, ee cael complejva taxes delcual deans eet Si de Ia imaginacin, los fantasmas de una ereacion bipolar ¢ weet ¥ivimos su destino como una catarsis, las investimos de tanta na sabilidad y ejemplaridad para el bien y para el mal? Bourneut y Ought (La novela) aluden incidentalmente a la necesidad de maraville siet gustia que atrae contradictoriamente al hombre. Quizé el relate ea arena de una sublimacin mas amplia del Eros y Thanatos freudians la tela de encuentro y desencuentro de proyectos existenciales en an librio entre la realidad y la utopia, el ideal y lo desechado, el dese lo prohibido, la bondad y el sadomasoquismo. lo seguro y la evacied. Madame Bovary es, en este sentido, el paradigma de la novela, la tificacién y la desmitificacién de lo roméntico. 1. Blementos de narratologia. La narratologia se ocupa del estudio de la narrativa (0 narratividad, como prefieren algunos para destacer ¢ aspecto teérico del anilisis), en sentido sincrénico y paradigmético, ¢¢ decir, preseindiendo de un examen diacrénico del origen y evolucién ds Ja narrativa. Claude Bremond basa su tipologta narrativa en los dif rentes medios con que se realiza el proceso de transformacién o medi cidn. «Ante todo se opondran proceso de mejoramiento y proceso de degradacion, segiin se pase de un estado insatisfactorio a un estado tisfactorio (para el personaje) o a la inversa, Los procesos de mejora. miento, a su vez, se subdividen en: cumplimiento de una tarea por el héroe y recepcién de una ayuda por parte de un aliado. Para distingur, en un tiempo ulterior, entre los diferentes cumplimientos de la tarea, se toman en cuenta los siguientes factores: 1) el momento de la cro: nologia narrativa en que el héroe adquiere los medios que le permiten cumplir su misi6n; 2) la estructura interna del acto de adquisicin; las relaciones entre ei héroe y el anterior poseedor de esos medios. Lie- vando ain més lejos Ia especificacién (que nunca es una enumeraciéa lisa y lana, sino el hallazgo de posibilidades estructurales de la intriga) se llega a caracterizar con mucha precisiGn la organizacién de cada relato particular» (Ducrot-Todorov, Diccionario, s.V. «Text0»). El relato implica siempre intereses humanos en un disefio hacia un futuro. Al enfrentarse, los acontecimientos se estructuran en secuencias que imponen opciones binarias: GPor qué perseguimos a estas figuras ficticias como si fuesen oe 3 283 proceso | mejoramiento obtenido de mejoramiento _mejoramiento no obtenido ejoramiento | per obrener ningdn proceso de mejoramiento empeoramiento producido presse ee enosormiens previsible ningan proceso de empeoramiento pues, un proceso de mejora- En la base de cualquier relato ha seme um PrOSe punts de vita del benefciaro del mejoramiente: ad i go de meyoramicnto, gracias ¢eior Mesos Mejoramiento por obtener __§__, Obstaculo por eliminar Medios posibles “ule Exito Mejoramiento btenido ” iniciaiva de casual, sino que se debe a la iniciat hes que clear agentes hora "y ofsticulo puede concretarse ef Un set nataroleza del obstaculo y 18 sninerio. Sial agente le fal fo earencia marea Si el mejoramiento no ¢s un agente, tenemos una nueya © iliado del beneficiario pasivo y el o fantagonista. El narrador podr4 precisar la n estructura de los medios empleados para elit fan los medios ~—sea intelectual o materialmente—, 284 aRRATIVA NARRATIVA 285 tuna fase de empeoramiento co: €ste punto la opcion sera binama oe ems POF resoly 1»), la agresidn sufrida, el castigo, etc. El método de Bre- ; in seré binaria: las cosas © 7. Tamia snpensar), la agresiOn sufrida, el castigo, etc. El método de Bre © intervendré un agente pars Poncras con = Tetlan por mye jp drigido a dsehas un reticuio integro de las opiones, de las se . BmBerns Sy de los papeles. nos presenta un paradigma estrctamente 16- un nuevo a Por el narr; 5 tar justificada: la ies ar ayuda se inee ficios como contrapartids ¢me'té mo reconocimiento de un ene intervencion del aliado puede no ern involuntaria 0 casual), 0 Puede est ar justineeaes tonees en un intereambio de bese tacién precedente {allado conch Pretérito (aliado deudor), 3 r ende abstracto, de las situaciones narrativas. Bn bro mas reciente (Logigue du rece, 1973), Bremond consi fl relato como una concatenacién de papeles (V.). y ya no como secuencia de acciones. La funcidn narrativa es la relacién que se reterito como aspiracion deans sen sctecdor). En cada caso se produce distntas nan opens (ase Me eablece entre un personaje-sujeto y un proceso-predicado, Al definir en uit sdossclo Para la ejecucion de una tarea pocde wits Sel Telatg eps papeles posibles, Bremond distingue fundamentalmente dos grandes ch. aera qu dee ser ceed Te ue See i ee ante sure snot se ‘puis formas: pacts Ge nae Gata de gee a J oer get De itorada'o prvade de nlorme, mediante aunt, una Megociacisn; hostl, si el agente dana eretsatio en FE én, satisfecho O insatisfecho. etc.; protegido o defraudado, y asi se sgresion. Esta ltima secu al adversaiig sdf proseguir. El agente serd influenciador, mejorador o degradador, Peligro y un comportsmiento proses Pat ea tector 0 defraudador, con una nutrida serie de especificaciones que flevan al autor a edificar un complejo paradigma en el que se toman en ‘consideraciOn las personas (agente y paciente), la voluntariedad 0 su falta en la consecucién del proceso, las fases de éste, sus tipos, las re- laciones entre las diversas fases. Para un andlisis més profundo de estos sblemas, remitimos a Segre, Las estructuras y el tiempo y Principios fe andlisis del texto literario, De los esquemas funcionales de Propp deriva el modelo actancial (V. actanre) de Greimas, mientras que Genot alea el estatuto de los papeles con un esquema procesual que subraya las acciones producidas enel relato (cfr. Marchese, Metodi e prove). Probablemente se deba a Roland Barthes la exposicién més clara de un método dirigido a analizar el texto narrativo en tres niveles: el nivel ie las funciones, el de las acciones y el del discurso (0 narracién en sentido estricto). El relato se considera como una gran frase cuyos ele- mentos sostienen dos tipos de relaciones: distribucionales (en el mismo nivel) e integrativas (de un nivel con otro). Barthes afirma que el andlisis, no podré nunca aprehender el sentido del texto desde un nivel tnico horizontal, sino dnicamente gracias a una progresiva integracin «ver- tical» de los distintos significados. Es menester ante todo definir las funciones como las menores uni- dades narrativas, unidades de contenido que son también términos de tuna correlacidn, Se clasifican éstas cualitativamente segun el siguiente esquema Perspectiva del agresor Perspectva de agredido Adversario que elimina Dato por intigir vs. etigro que evar Proceso de eliminacion { Proceso agresiva vs, roy Dato inti (Quiebra de i persecucon Adversaioeliminado opera a Su costa con el agresor... La celads se i después, si el engafio si el proceso frauduleme Niicleos (0 funciones cardinales) POs Pare el engatador FN eIONES ata en Andie epee @ un adversario desar- ass Mga reenact (ana cone eee Fe MPNIOS | tnformane 286 wannariva rable (Saludo, encuentro, Dusen Tzvetan Todorov prop one ue a XY. personajes ALBLC. cualidades y estados nee a) modificar la situacion aeciones b) Cometer uns sae og an vnegncios®) og cosh " > ‘ewacign y oposicién de cualidadesy estadoe * {ite Se Is Sonsecucion (elacon de sucsson signo de implicacié; Tad de a eeasion causal (consecuenci orem feneralmente. ite det ibco'Un models elemental se KA+Y— Axe Ya, X esté enamorado (A). alguna estratazema, mo Yse enamore (es un mots ue se puede traducir: entras que Y no lo esté; entonces X, fica Ia situacion (a) de tal forma tue a fet © muy frecuente en el Decamerdi NARRATIVA 287 login del texto narrative. Una perspectiva distinta de andlisis seifien 10s estudiosos que renuncian a un esquema abstracto y otigo (modelo) como eddigo de referencia omnicomprensivo de Mtr relato, ¢ intentan definir la cualidad de un texto determinado aii al descubierto su estructura, su trama narrativa, las relaciones Fe cies. las modalidades de la representaciGn, ete. Una metodologia Free ipo ofrece In ventaja de amarrar el discurso tedrico (obligato- Boe definitorio y paradigmético) con la verificacién concreta de los Heer cinos, Nos referimos, en particular, a Todorov, Poctigue de rose, sobre todo a Genette, Figures 11! (para una panoramica ge- véase el libro de Bourneuf-Ouellet, La novela). MBjemento constante de la narrativa es el ser relato, discurso narra- gr einarrador, interponiéndose entre el lector y la realidad, cuenta ie; jstoria determinada, una sucesién de acontecimientos concatena- ut azpecto causal) en el tiempo (aspecto temporal) desde un principio vata un final. Considérese que la historia puede ser también una su- tiga de situaciones psicol6gicas 0 problemAticas, de estados de énimo, + ‘de meditaciones, de flujos de conciencia, etc., como sucede en ¢] relato igrospectivo. Se entiende aqui por historia (o diégesis) tanto el con- texido narrativo en sentido amplio como la estructuracién causal-tem- eral de las acciones, es decir, la fabula (V.) de los formalistas rusos. Bielato es, pues, la forma especifica, es decir, textual, que la historia f- ssume por voluntad del narrador a partir de su enunciaciGn o instancia © arrativa. El relato textual puede ser denominado también trama. si se © quiere subrayar la desviacién de la fabula, cosa que se evidencia sobre {:fodo cuando se estudia el tiempo (V.) narrativo. La narrativa esta, por consiguiente, basada en tres elementos cons- -sutivos: I. 1. La historia, diégesis 0 fabula: es la invencién o ficcién que finge laimitaciOn de la realidad, et contenido narrativo que, en tanto que F sealn, tiene una estructura, un orden causal-cronolégico preciso, que rata vez se Tespeta en el relato. 2. La narraci6n, trama, relato 0 texto: es el enunciado narrativo, el lato textual en la estructuracién estilistica que le da el narrador. que urde la fabula segin una determinada dptica. 3. El discurso o enunciacin: es la instancia narrativa como voz del F narrador, el acto del que produce el relato (que puede ser también un Petsonaje: por ejemplo, Ulises en la isla de los feacios, o el pastor que cuenta la historia de Grisostomo). Genette, en cambio, llama a este elemento narracién, reservando relato para lo que aqui se denomina ‘rama-narracién El andlisis deberd tener en consideracién tres clases de determina- ciones: a) el tiempo (0 tempo). es decir, las relaciones temporales entre tarracién e historia; b) los modos, o sea la modalidad de la represen- 288 weoLosismo tacion narrativa; c) la voz, es decir, Ia felacion entre el sujeto de la enunci El andlisis del tiempo se individualica « de sucesion que tienen fos micm evidencia las anacronias, deci, las de racterizan la obra nastat gn el estrato de diégesisabula: Un caso canico eee in medias res (la Eneida), con soporte Ge flash back (Gh temporales mas corrientes son: la Prolepsi Pts dis sin, para Todoron. Problemas de la modalida del relato envue fel punto e vita (V), fosallzacon o perspective, La ake tt acions dan uanto a a voz (V-) del narrador, ae debe oe an atafen a los niveles narrativos y al estatuto del nucredo, ro mes aE Obider scone! destinatario, etc, El andlisis del texto ltcrangne ee ceager. mo ¢s evidente, el espacio, es decir, la descripcién (Vv, aes i ad 0 le los personajes, y, sobre todo, los agentes, los snajee la modalidad de presentacién, la metamorfosis, las relz nes (Vas, wor ACTOR, PERSONAJE). " meee CV: ara una mayor precisién de estos y otros as wba an otros aspectos de la nara Si eats OSE ANEAOONITA, AGinvr, avon Seco Beat | BFSODIO, FABULA, MEROE, HISTORIA Ines LETINONY, MONGLIOGO, WARRACION, NOVEL, ERSORE, Mee Ee A> RECONOCIMIENTO, SECUENCIA, TRAMA., TRANSFORMACION, Voz. * 5 deci, la amici 289 cos, par6dieos 0 desmiifcadores al controntarse con una traicign jis lustre, de Ia cual se quiere evadircontestandola por medio #s0 Mranogresion lingUfstica; en este easo muchas veces el neologismo Finan gon el arcaismo 0 la palabra vulgar 0 jergal: Todos somos Learnt automorfismo fo declara ante esta luz solerane que consume fis o heces del festin 'y ante la gota de dolor que horada temue- Beams sancinaniel— el dedo mas sensible de mi plc. predilec- Be ser disuetve ya ml antipodgrico,) | Numen del Ventre (el colgejo Pe uullada remeda ai caer insigne de mi pestoreo) (Domenchina). Fe eramo, Wevado a su tien extremes expracios y de roturas semtrames en Raywela con la creacion del gigico: apenas ete BP cispa et noema, aell se le agolpaba cel clémiso y eatanen hidromurias, rivajes ambonios, en susiaos exasperantes (Julio Cortézat) MVEL. «En una lengua determinada —escribe Dubois. Dict, s.v— Meomprucba que algunos usos aparecen Unicamente en ciertos medios otros en otros medios distintos o por referencia a ellos. ...] La nocién Je niveles de lengua esté ligada a !a diferenciacién social en clases o en ypos de diferentes tipos. Los hablantes pueden utilizar niveles dife- feates segin los medios en que se encuentren (es el caso del soldado {ue emplea en familia la lengua culta y en cuartel Ia jerga especifica de $e). [..] Las diferencias pueden ser s6lo de orden léxico (jerga y len- pa cotriente, lenguaje técnico y lengua corriente), 0 de orden fonético. forfoldgico, sintactico y léxico (lengua culta y lengua popular, lengua Bcmual y dialectos). Y es digno de advertirse que los dialectos préximos dla lengua oficial pueden hacer el papel de lengua popular.» | Normalmente se diferencia un nivel no formal del uso linguistico en F oposicidn a un nivel formal mas estricto. Por ejemplo. la lengua familiar personal, el lenguaje chistoso, humoristico. confianzudo y, sobre todo. E las diversas jergas (lengua de maleantes. de oficios —iatin dos cantei- mi, de estudiantes, etc.) son usos linglisticos que corresponden a re- gistos no formalizados; mientras que el discurso convencional, las len- fas especializadas, los llamados tecnolectos (o lenguajes técnicos) son E aiveles distintos y opuestos frente al discurso familiar. es decir, que usan registros mas formalizados. os niveles en el andlisis linguistico y literario. La distincién de varios | siveles en el seno del funcionamiento de la lengua plantea un problema completamente distinto. Se pueden diferenciar: el nivel léxico-semantico (V.): andlisis del plano del significado: el nivel gramatical 0 morfosintactico: andlisis de la primera articu- lacién del plano del significante; el nivel fonolégico (V.): andlisis de la segunda articulacion del plano E del significante. El primer nivel concierne al estudio del significado y es competencia 290 own wover 291 sols podran servir come ejemplos de eta contnuidad alguns tex titenitas (Armor amor abetdad hermana I zoplo de face hasta fe cea hoes |y enconrane al salir una manana que bios es Dior pee oradoras! gue es tu la mano del gramete amor amor lo literario, y, con més exactitud. en el émbito de Ia descripcién y a2 andlisis de un ‘0. 5 conveniente diferenciar entre dos niveles de} ees boradoras 1 au ef arul ta mano del grumere ! amor amor icante verbal: las. distintas «manifestaciones suprasegmentales. 4 ‘han sido utilizados también en el teatro del absurdo —Ionesco 0 plano-de a expreion. : prayeementaless- QM yett-— para explicitar la incoherencia y la alienaci6n del mundo ac~ ano de la expresidn, desde el acento de Ia palabra hasta lat neat eee eee huico se ananifiests tanto en Ios eed eSAEERMEm aces es dificil hablar en este caso de non-sense ai faltar el sentido Fo Nee eee a ae Se ye meats Hiico que es base de esta forma. En la narrativa actual en castellano de estos médulos— en formas libres que ponen de relieve Tor macula amet 201 encontrar elemplos en Cortézar (cl glilico), Cabrera Infante Se eee Re ercicios de estilo), en la Larva de Julién Rios. El nivel sintactico (0 morfosintéctico) interfiere activamente sotie el significado, al asumir una funcién seméntica constructiva espe La semantizacion de los elementos gramaticales es un aspecto de sautomatizacién del e6digo, que permite inyectar en las categories {5 males una particolar connotacién de sentido, y motiva as iconicamene incluso a aquellos signos poéticos que, en el sistema linguistico, tela: tarfan «vacfos», como les pasa a los elementos funcionales, las mardi del nombre y del verbo, etc, El nivel sintactico del texto poético, gricaé ala semantizacion de las categorias formales, asume Ia tarea de estrus: turar funcionalmente las relaciones entre los signos estilisticos, yen pie ticular entre los connotadores, elementos semanticamente pertinent y de cargarlos de sentido. nese ORMA. La norma es un conjunto 0 cOdigo de obligaciones y pro- Rbiciones que se imponen al uso de la lengua desde un cierto ideal es- itico (el ejemplo de los «buenos escritoress), sociocultural (e! «buen sto», la tradiciOn, etc.) 0 ideolégico (tabs de las «malas palabras» 0 fapresiones). En linghistica, la norma es un estrato intermedio entre jeagua y habla, que distingue entre lo que es gramaticalmente correcto Fr incorrecto (el laismo pertenece al habla, pero esté proscrito por la Pioma): en ella se basan las llamadas graméticas normativas. En un sen- ido sociolingistico, la norma es la ejecucién esténdar, es decir, la que Hs més corriente desde un punto de vista estadistico. Se ha buscado, en estilistica (V. esrito), utilizar el concepto de Forma para caracterizar el lenguaje literario como desvio con respecto Fiistengua de uso, sin apercibirse de que también el desvio forma parte fi tor procedimientos Ungilisticos normales, de que les figuras no son Hie exclusiva pertinencia literaria, E Existe también una especie de norma que caracteriza a los géneros ieraios. En el estudio de los textos conviene distinguir entre las cons- Buotes que son propias del género (Ia catharsis en la tragedia) y las nor- fits que se han afladido posteriormente a través de las instituciones li- rias (la regla de las tres unidades, por ejemplo). verbales. La forma nominal es frecuente, por ejemplo, en las ent raciones, y también en el estilo indirecto libre que, por elipsis verbal gravita hacia las formas nominales. % frases que resultan seméntica o lingifsticamente incoherentes. Si sé pleé en el Barroco, sobre todo por un metanalisis expreso (En [0-3 de Andalucia y tente luego...), alcanz6 su forma en el xix en Espai algunos poemas que se publicaron en el Madrid Cémico (Un & el cielo | pidid a San Agustin un caramelo, | y un oso en ta Sibe mordid a'un viajero y le rompié una arteria. | Los dngeles y los han resultado siempre fastidiosos); en Inglaterra fueron, sobre to wis Carroll y Edward Lear (Nonsense poems) sus cultivadores md tacados. Elementos procedentes del non-sense se encuentran eft tores posteriores (Jarry, Queneau, Vian, Joyce, etc.). En la litefad OTACION. Segmento de texto aislado que se presenta sin ninguna fisci6n predicativa ni sintéctica, sin que por ello haya elipsis ni br: ilogfa. En el caso mas sencillo, da indicaciones de tiempo y lugar, ando una posible accién o enunciado posterior: A las seis, en la es ina del bulevard (Jardiel Poncela). Su uso en poesia puede servir para ar un «clima» de lectura: Flor de jazmin y toro degollado. ! Pavimento Bifinio. Mapa. Sala. Arpa. Alba (Garcia Lorca). BOVEL. V. curnto LiTERAnio. 292 Noveta NoveLa 293, NOVELA. No nos podemos detener en tazar una : de este importante enero iteraror wos Hien tet ming quejar algunos aspectos estructurales de ella. No se puede nt"? bagel dejar de recordar in ejana ras eis sence Seg BU. ine ratura oriental y en la tardohelenistica. «Las principales Si) Imancs) gegns qu han sobre, echaes ne a toe Wade Con Car anenons de Ducrass Caine ene ael ss Las fates 0 Ana y Hsbreomesce as ore ae etidpica de Tesgenes 2 Clariclea de Heliodoro de mean ses raves de a radeon So Men Bee ees S80 Smalgama dela patton te Teese y do in eee Lame heroico) y Leucipa y Clitofonte de Aquiles Tacio. Los elemen, componen ia nega de esas novels stan cheb Camentn Iotenyuna micacha se tnemeran su anor se ease ate gracias muy variadas y los dos enamorados xe ven ameon tno del otro; sin tmbarge logran seston 24 Suen, lejos MaMresos en las ovelas pasorles. acidas en la Peninscla proton. incdlumes, para casarse finalmente al terminar el rela (org 20% © ME das en Europa gracias ala Asirée de Honoré d'Urfé. También en el llog, The nature of narrative), En la novela ee ato» (Scholes Ke. BB Eenacimiento se recupera la veta aventurera, satiriea y parddica 0 sim: las caracteristicas esenciales del género: los personajea. in eet “Mplemente utOpica, que habia tenido su iniciacion en Luciano: lo haran menos aventurera (que implica fos momentos aie: 8 intriga mas 9° BB Repeiais (Gargantaa y Pantagruel) y la novela picaresca. con el autor y las peripecias anteriores ai feliz reencuentro), clastic ese Paraion| ME aninimo del Lazarillo 0 con Mateo Aleman y su Guzmdn y Quevedo irazado en términos hiutorieo cele neo) eh ambiente (00 siempre MME Bascom: ia linea lusianesca sera seguida en el seteclenton pot Suite ae Perl poral epnsonany May imoerant ee Saas rs lies Woh feees henge El Bon Out Eos dacurso elmer sen ambiental, pos los istintor egos ips crore sid consieads por os erties como ia pogers vets sicermilesia, a auelos relatos isencioss to peraor™ gue pe, ne 8 eae Codes ah deme a. rasfondo dei nn de (El aino de oro) excondem tras a desenpe ous Metamorfoss. Wexidad que atrae al escrtor, unido ~-como es logo y evidente-— a una historia alegorica de catarsi moral pee aparentementerealisa, EE eas formas tesnicas: estan las Zonas de To desconocido, de la ima: ria alegérica de catarsis moral, puesto que la historia de Lucio. ae i6n, del suefo, de la k ‘recorridas por la increfbie pareja de EE tnt especie de confesion que concluye con su arrepentimiento. Pan ae ACO: Gel Suefio. de la locura, Pe Pares Gia Gaal. ana Puedeverse Los orgenesdetanovelade Carlos Our Hie vaciada es la novela en el siglo xv! —Espafa. la creadora del Scholes y Kellog recuerdan como los temas del sexo y de la mut sénero, quedara al margen—. en la que es caracteristico como hilo con- fan frecuentes en la narrativa antigua muerte, juotor el andlisis de la sociedad, de sus problemas, sus costumbres, su crisis npc gn conporan cer eens este Sos ronons sone a extrctura del felato se origina cy ee sror suspense ena get. IG rica ariculacgn de motvos leas y pucolopicos: elvan shana) namiento de episodios laterales. (fabulse ect Pie Sterne. el Robinson Crusoe de Defoe. el Tom Jones de Fielding, los , By ctados Viajes de Gulliver, Goldsmith, etc.; las obras de Prévost. Di- f derot, Voltaire, Le Sage, Rousseau. Capitulo aparte merecerian las no- pies de Sade (Justina, Julieta), profundamente revulsivas con respecto 1os valores tradicionales, partiendo del comportamiento sexual del in- ‘ dividuo y de la inagotable tendencia al placer, siempre frustrada por la sociedad y sus leyes: una leccion que calara en profundidad el desarrollo po sompién surge la novela alegorica (Blanquerna, de Ltull) o el encade- Emesa, | cién de la novela utdpica con la Verdadera historia, que relata las aver: turas de unos néufragos que llegan a una isla fantéstica y luego soa le= vados a la luna por un huracdn; al fin, tras diversas peripecias, recalan 294 Novena Nietesche a Bataille o Sartre. foxes recedido por el exotsmo fn de sidcle (Bernardin por el encendido,sentimentaismo dramatco” Use” foe i g orther de Goethe, las Uinimas cartas de Jacobo Ontis de Foscolo) ne ict siglo x1x se despliega en un amplisimo y muy comple} ies temas, articulados preponderantemente sobre cl arate yaratk de 3 H conexo al destino del ser individual (de la novela fon oo ter Beat © Manzoni ata novela sosal Je Stendhal tees ls Dickens, Tolstoi. Clarin, Galdds, Ega de Queir coy tte ‘eitided ideoiin,Ungisicey etlsica may aeantuaday: bona rretrato romantico al sutil sondeo psicoldgico de Gl gusto aventurero de Melite a sairico de Pea ode Liang ie sis, 4 la problematica sociorreligiosa de Clarin a la lacerante me, tica de Dostoievski, la novela del diecinueve anticipa, en ica Restos, Ia del veinte, que tiene en los narradores Ger mien eetes Batol n oust doyce Rafe: Mane, Mas Se Fase mds aitas. La revolucgn tecnica y expresiva'de Is nase eset Sgmbarae, nab I conoitcion del monlogo era age ia, del vaivén de la memoria; la destruccién de Ja in M 40s formas mis abvies la complicacion del carte nese eS onsgulente clatacion del espacio de Ia conciencia» Jel never el variado experimentalismo lingUistico (el gliglico de Rayuca) ch she oe expresionismo verbal (Gadda, Marin Santos) cei Pae estos, regatos y'niveles, ya anunclada por Vall inctées wage mnporta una visible ampliacign del diseurso narrative pons cocoa ni Tuan orras voces mas especificas (V. NARRATIVA). ™ . Interpretacion dela novela. De Hegel a tukic, We novelas sentado como Ia modema epopeya dea Surpuesia. Come ae ee ¢l individuo se sitia sobre un fondo social To rodea ny Satuasdbre un fondo social amplio, pero la realidad qu ion de un mundo tecanizads pense sometido alo uitario—er una totalidad degradada, ens ee ey de aventurar el ser que Luis define como tidus pretences decir el protagonista moderno, que no esd seguro de oe los valores ae puede aleancarsino que ess abendcnsda tun, eed Degatvn dela que resugs a raves de un doloose proces de tae de una toma de conciensia, La felacsn eons man det nétoe y in aventura del mundo se acualiza on dee ts she es «1 primero es Don Quijote, que nota To negative del nce gncantamiento cua demoniato, de tl manera uc lo eee ha ser recongustadesenlicha conta ls otencas hechnday Jescalabro hacia el que Se dinge el heroe atone ia sat Baricion del mundo épic-caballeresco 9 la inpostided de ceo un sentido objetivo, rligioso, Enla novela de wrontores seni Ge 108 Siglos me y a, gg re), historica de Wa Noveta 295 e produce una degradaciOn ulterior del héroe, que se adecta al ideal Simin del mundo burgués. El segundo tipo ejemplar quiere expresar fpsuperiovidad del alma en relacién con el mundo y con el destino: esté peresentado por la Educacién sentimental de Flaubert: aqui el tiempo fepresenta un papel esencial en la distribucidn de la degradacién de to fal, en el mostrar la inanidad de la busqueda, de donde se sigue que { produzca el ensimismamiento del yo, su confinamiento en el recuerdo : Jesu pasado. En una posicion intermedia entre Don Quijote y Una edu- Facidn sentimental se encuentra el Wilhelm Meisters de Goethe, en el ue e posible encontrar una conciliaci6n entre el yo y el mundo en un sentido problematic y «pedagogico» («Bildungsroman»), porque, gra~ | das a la experiencia existencial y a la relaci6n con los otros, el prota F jonista madura, se educa, comprende lo inesencial de la realidad y ta fragilidad de su propio mundo interior. Cuarenta afios después del genial ensayo de Lukacs (Teoria de la rovela, 1920), L. Goldmann retoma algunos vislumbres de aquella teo- fia para colocarlos en una perspectiva socioldgica segtin la cual la es- f. tructura de la novela presentarfa homologfa con la de la economia bur- guesa. La realidad degradada del mundo moderno se debe a que los valores dominantes son los del trueque: los valores auténticos no se pue- den recuperar mas que a través de los que estén mercantilizados, En la novela, el individuo problemético aspira a los valores verdaderos, pero > choca con el concepto burgués de mediacién, o sea de cambio; el in- dividualismo de la edad heroica de capitalismo ha sido anonadado en las sucesivas fases monopolistico-imperialistas: esto explicaria la des- muccién del héroe en cuanto personaje en las novelas de Kafka y el objetivismo absoluto del nouveau roman. Muy importante también es el libro de Lukécs La novela histdrica (1938), en la que se bosqueja la primera interpretacion marxista del gé- nero novelesco. Para el critico hiingaro, inicamente a partir de Walter Seott se pone de relieve el conocimiento de la relacién entre personaje y realidad histérico-social, y, sobre todo, el de las grandes transfor- maciones que han sucedido por obra del pueblo; de aqui dimana el es- ttato social medio de los personajes que sustituyen a los grandes héroes, segin una perspectiva auténticamente burguesa que ve siempre el ‘namismo implicito en Ia realidad. Con Balzac se pasa de la novela his- torica a la realista, que representa al mundo burgués en su légica in- tema, actualizando en sus paginas de modo ejemplar el conjunto de problemas del realismo. Falta absolutamente en Lukécs la comprensién de las formas no- velisticas de! siglo xx, por ejemplo de las vanguardistas, que en su opi nién carecen de la capacidad de anilisis del presente que, sin embar- £0, estaba presente en [os clisicos del ochocientos, ya admirados Por Marx. 296 NovELA Nuevas perspectivas sobre la evolucién del género narrativg 1 modo de estudiarlo se han ablerto desde las teorias det oye Bajtin, al que se debe el mérito —entre otros— de haber win importancia del origen carnavalesco de muchas formas artisticas’s plantean la representacién de la realidad desde un punto de vis ai Tico, e6mico, anticonvencional, como la sétira menipea, la novel 2 tiza» de Apuleyo o de Petronio, la grotesca-utopica de Rabelais Sa etc. Estas experiencias, y sus correspondientes traducciones plurilingoistices, cOmico-realistas, antiacadémicas. se remierral Earnavalesco que se desarrolla entre la Edad Media y el Resse Yy que vitaliza las fiestas populares. las representaciones parsdian at Sacralizadas de la autoridad. segin la perspectiva del cmunde ar rastreable en los misterios bufos, en las fiestas de locos, en la es detlare (V. coneoin) 0 en sus equivalentes en las diferentes cone dades. A Bajtin le interesa subrayar Ia libertad de temas y sonnet lingiisticas de la novela de peripecia, retomada de alguna forma a Ja extrema disponibilidad de! héroe para afrontar cualquier situac tonomasia. “A Bajtin se debe también la introduceién del fecunds concepto de heteroglosia 0 plurivocidad en la novela, muy lgado al blema del punto de vista, que responde a una plaridiscursividad ay La novela no es un discurso unico, sino que se caracteriza por la ridiseursividad: «Es verdad que tambien en la novela la pluridisae Vidad esta siempre personificada. encarnada en figuras individuals de personas con discordancias y contradieciones individualizadas, Pers, ella estas contradicciones de las voluntades y de las inteligenc ‘iduales estan inmersas en la pluridiseursividad social y son reimerpe tadas por ella, Las contradicciones de los individuos solamente son. Ja novela, las erestas de la ola que surgen del océano de la pluridiscur; 4 sividad social, océano que se agita c imperiosamente los hace contais dictorios, y satura sus palabras y conciencias con su propia dscursvidad! fundamental.» El escritor, entonces, como anota Segre, «no se limita: ciertamente a regular las diversas cortientes linghisticas que confluyen en su texto ni se adhiere pasivamente a las posiciones ideologcas 4 Presentadas. Su palabra, que esté orientada directamente hacia lg 9b Jetos cuando se expresa en primera persona (es objetual, en palabras de Bajtin), cuando quienes hablan son los personajes, ademas de oi tarse hacia los objetos, es a su vez objeto de la orientacion del aut Osea, que hay una palabra en la que conviven dos intenciones, lade autor y la del personaje, que pueden coincidir o no, quedando ideal mente desfasadas; o bien en la que la palabra antagonist, a dnicaeki presada, remite a la otra aunque impliciamente». El conjunto de, 02 blades de ete enrecrace de dcr (del ator dels nar: y de los personajes) y de la equivalencia u oposicion de miras que fare ze actuary hat texto lirerario) La palabra directa. ‘como expresion de La palabra objetiva ( elacion entre el aul woven 297 tory lor mediadores que éteimasina y ones ucla, resume Segre (Principio de andi ay relents cuadro de ponbidades de) diseuse: ie dirigida hacia su objeto inmeciataent “ quien habla. Ja ultima instancia semantica de (palabra del personaje representado) 1) Con preponderancia de determinacién so- ) Diversos cialmente tipica selon ine aa $) Con preponderancia de determinaci6 cosine dwviduaimente caracterologica, palabra ovientada hacia te palabra ajena (Palabra con dos vo- ces). 1) Palabra con dos voces monodirecconales. a) Estadio, ac del nacrador 2) Relate ge rae sreuva det | Al disminuir 1a objetivi OPalaers eeeadoy, (parca ) ad, tenden ala fasion de Personal Portagenciones del (Tas woces, esto es 418 pa aur, [obra dl primer tipo °) Tehersdhlune 2) Palabra con dos voces multidreccionaes op Faria, con todo st > thes Bef periodic | 2) Reercallung pare. 9 ne Se Barone se Prsenado prsbeament Beamer wensmision le 2 soea con varacones Al disminuir la objetivi- dad y Ia activacién de la intencién ajena se dialo- jizan interiormente Eenden a la division en dos palabras (dos voces) del primer tipo. 298 woveta 3) Tipo activo (palabra ajena refleja). 4) Polémica interna escon- 1a pata dida. ra Gesde aor 8) Autobiogratia y contesisn ) eeadeer3: descrita polémicamente. ©) Cualquier palabra que ten- 88 presente la palabra ajena 4) Réplica del didlogo. ¢) Didlogo oculto. versos en su formante, A las teorias de Bajtin, a los formalistas “specialmente a Skovsk, alas ntuciones de loro a Benjamin), a la obra fundament todo, a Mimesis), cactcen clésicos de Foster, James, Jolles, Thibaudet, pretes de la novela en el intento de elaborar, logicos, una verdadera ciencia de la narrativa diversos aspectos de su labor. reacon met . palabre e cers one Tusos (V. rorwatisus 5! Ciculo de Franka le Auerbach (y, "To expuesto por Genet en Agus tal te se remiten hoy lor woe sein prineipos serge | diversas” s0n po Tag aRA ABIERTA. Para Umberto Eco (en Obra abierta, y 1éase la In- Biaduccion a la segunda edicién) la obra de arte es un mensaje funda- pntalmente ambiguo (V. AMBIGUEDAD) por la polisemia de los signos Bre la conforman. Si éste es uno de los caracteres generales del arte, Pas posticas contemporéneas —sostiene el critico— tal ambigiedad puseada (0 deseada) por el autor como «una de las finalidades ex- Eicitas de la obra». El concepto de obra abierta presenta para Eco un lor de «modelo hipotético», no axiol6gico, ligado sobre todo a las Hrperiencias artisticas de nuestro siglo. Pero la tesis central concierne Brate todo al lector (0 fruidor) en la comunicacién estética, por cuanto jeada fruidor comporta una situacién existencial conereta, una sensi- pildad peculiarmente condicionada, una determinada cultura, unos gus- Fos, propensiones, prejuicios personales, de tal modo que la compren- Kén de la forma original se produce desde una determinada perspectiva individual. De donde se desprende una conclusion particularmente de- Ficada: «Una obra de arte, forma acabada y cerrada en su perfeccién de rganismo perfectamente ajustado, es ademés abierta, presenta la po- fblidad de ser interpretada de mil maneras distintas sin que su itre- Ppoducible singularidad resulte alterada. Cada fruicin es también una nurpretacin y una ejecucidn, puesto que en cada fruicién la obra revive fra una perspectiva original.» En esta linea de «no acabamiento» de la Pcbra, que ha de ser completada y cargada de significado por el fruidor, Tanowvelle critique y Barthes en particular llegan a postular sin més una prioridad, una Superioridad del lector sobre la escritura, una «irrespon- ‘ablidad del texto» (Barthes en S/Z) frente a la cual el destinatario no E's un consumidor pasivo, sino un productor (con permiso para «mal- talar el texto, para quitarle la palabra»). Desde este punto de vista est Fubierta ya desde el origen y no sélo en la evidente variedad de las in- tuspretaciones, porque no se cree que el mensaje esté histéricamente E stablecido y consignado en la escritura del texto. En nuestro entender, pin embargo, la critica semiolégica debe proyectar, en la medida de Io posible, el mensaje sobre el complejo sistema de codigos del autor (re- ‘onstruidos con la ayuda de la filologia, de la estilistica, de la retdrica, ea historia cultural, etc.), de tal manera que sea posible aprehender. sino la totalidad del sentido —o de los sentidos—, por lo menos una significacién hist6ricamente plausible. No todas las interpretaciones son Ce es 300 octava onomasioLocia 301 E apol tanto culto como popular. Tiene como pie quebrado al tetra- bo, sobre todo en la poesia del siglo xv y primeros afios del xvi (Jorge rique 0 Castillejo) y en el teatro de los primeros tiempos (Juan del int, il Vicente). El octosilabo funciona como pie quebrado del Feo de dieciséis silabas, la superacion de las inte ‘pret es sales (an ee {ambien en interpretaciones parciales (sin prete, vee ‘ara otras observaciones, V. DESTINATARIO, . 5 Aposii siofa) y una tercera de eierre (epodo), con ritmo y forma diferente: Bin oda pindarica. Habia también una oda ligada a fa lirica monddica, Fiivada pot Safo, Alceo y Anacreonte; en ésta la materia poética se Bjaribuia en una serie de estrofas iguales. apoyadas en un equilibrio pmo que surge de los versos que la integran. Fue esta ditima forma ue paso a Roma y alll alcanzo su cima en la pluma de Horacio, que odujo y amplié las formas griegas, ademés de los temas pt el siglo XVI, al intentar la imivacion de Horacio, buscando un Fastuto formal ala cancion petrarquesca, de origen provenzal, que era Hipieslo inadecuado para este tipo de poesia, en Italia (Bernardo Tasso) Ejan Espaiia (Garcilaso) ensayan una estrofa de estructura libre, com Viesta de veTsos endecasilabos y heptasilabos, de tal forma que cada frofa presente una concrecién lirica que se pueda desarrollar en las fuentes. El nGimero de versos seré corto: Faria e Sousa dice que no jiben pasar de ocho, «aunque haya ejemplos en contrario», La influen- octaviuta ‘de Garcilaso hace que en la Literatura espafola se privilegie como . Nombre que se da a la copla de arte r 5 :MMMlorma estrofica para la oda la lira, pero no es la Gnica: Villegas, Fray 5 cob Ge atte real (V.) cudigo SMM ss, Medrano o Francisco de la Torre usan de combinaciones distintas. En nuestra literatura clasica se confunden los nombres, no las for- iss, de oda y canciSn, si hemos de hacer caso al erudito portugues antes i, porque Herrera cambi6 el nombre a la de Garcilaso por pare- fle malsonante aquella denominacion F En nuestra época la oda puede optar por mantener Ia forma clasica (Unamuno, Neruda —Alberto Rojas viene volando, Pellicer), incluso [ii (Bernrdez, Blas de Otero), 0 bien buscar formas mas 0 menos cadas de aquella, pero manteniendo siempre la estructura interna de vers0s corridos y la detencion en el dstce Pra aro ti ee poesia ie ult. tno on alia (Goran a 0), como en Espafia (Ercilla, Lope) o ‘ugal es) aa bargo, "se us6 también, aungue con Inés parsons cnet Sig sriptiva con matices itices (las Stanze de Polisana’s fn Poet de de Latenzo de Melis on ila: ls Setar de aranues oe pf an Spatia; los poemas de exposicién de Cames en Portugal). Ai ere apres un potma de ua oa ocava ~lamads conse ee uede ir seguida de un estrambote (V.). A la octava que a moe escribir se le atade alguna ver el complemenes og gett Ge © «teal, para diferenciara de la octava eastelana, que na ero, que la copia de arte mayor (V.). cuando éste consta, como es fren ic ocho versos. La poesfa posterior al romanticismo ha prescindide nes completamente de esta estrofa y de sus posibles variantes. Encone gate ejemplos de octavas auténomas en Jaime Gil de Biedma, ne estructura: Oaab:@ccb, En alguna ocasion s mar edit getruct "asi6n se pueden hacer rimar eiitre’ sls veios primero y quine: que normelnente son ancora eet octavo terminan en palabra apude, el ejenpo are oases cate, dud, 1a Cancién det pirata de Espronceda, ”” "4S Coneeido ¢5, $8 OCTONARIO. Verso de dieciséis sflabas. Lo emplea con cierta fe: cuencia Rosalia de Castro (Dicen que no hablan las planta, nila furs 'es, ni los pdjaros) y, tras ella. el modernismo en diferentes formuiceg, es estréficas. Menéndez Pidal (Romancero hispdnico) piensa. sin de: Iasiadas prucbes, que ex el octonaio' noel octoslabo el vero en so Se eseriben los romances. y que este verso se produce por una Gzssion silica y melden de algunos fagmentos de tradas, we facadenan entre si al referirse a un mismo tema: el mismo Neruda (Odas idementales), Molinari o Garcia Lorca pueden servir de ejemplo. JONOMASIOLOGIA. La onomasiologia, partiendo de los conceptos fo,en la terminologia de Hijeimslev, de las sustancias del contenido), fxusia las denominaciones, 10s signos linguistieos (las formas del con: fide) que les corresponden, Por ejemplo, si se quiere construir el Jenpo onomasiologico del amor, se expecifiaran todos los terminos re- QCTOSILABO. Verso de ocho silabas con acento fijo en la séptim Es, junto con el endecasilabo, el verso basico del sistema poético en 302 oxowatoreva & ferentes a aquel concepto: pasion, etcetera, En este sentido se prefcre €s decir, de sectores co es conceptuales organizador oo sing Ast el campo semantic de los colores esters Korn blanco, rojo, verde, amarilor vie capricho, amorio, apricho, . enamor as lee staré formads por eed ONOMATOPEYA. Se llama onomatopeya a un signo eread run ruido un sonido natural: tictac reproduce e] re Ihe ae campana, quiguirigu el gallo. Dubois diferencia entre ot linguistica (por ejemplo, la reproduecign de la vor de ae tS Por un imitador, de la onomatopeya, que es un conjunc mal aus forman parte de un sistema fonoldgico determinade y oseo™ palmente se pueden transcribir en grafemas), La onto, We Oca legar a ser un elemento funcional del enunciads; porn theza del hogar golpea I el tctac del velo. Touos cals os Eh » en el que la onomatopeya es una expansion estilistica Me ¥ cierra una de las isotopias del poema. Para otras idereonent cardcter estilistico, V. ARMONiA IMITATIVA.. consi A las palabras que sugieren actsticamente la Palabras onomatopéyies accion 0 el objeto que AS: rasgar, zigzoguear OPOSICION. En Linguistica, es la relacion unidades por diferencias notadas cor ie las como oposiciones Zara el aspecto Idgico de la oposicién V. 1upticacte in la teoria actancial de Greimas el s héroe (V. actanre), ° atenienses, es decir, de las pers discursos 5 gue ere due tenian que pron fandamentalmente politico, mi ‘Onas que escribjan; mediante pago, inciar 10s ciudadanos). El deliberativo es ientras que el género epidictico atafe ala hablar hoy de camper erate semen ideraciones de 4 osrension 303 . memoracion de una persona o, también, a la divulgacién de una doc- Pam) de un pensamiento. Desde los sofistas y los grandes oradores os, (Lisias, Demostenes, Isécrates) hasta el tardio desarrollo del Ile- Mo estilo asiético (metaforico, barroco, sensual), las distintas ten- Fistias de la oratoria griega tienen terreno abonado para expresarse en yma ferviente, mOvil, estimulante, en el que politica, ciencia, filo- Ha literatura estén relacionadas estrechamente. La dialéctica entre Picamo y estilO asiatico continia viva también en Roma, en la €poca ‘César y de Cicerdn, cuando las condiciones politicas permiten un Megyrollo libre de la elocuencia. En la época imperial la oratoria se Rensforma en declamacién, en manierismo ret6rico (en el peor sentido fe este término) 0 en ejercicio de panegirismo. P [a Edad Media desarrolla casi tnicamente la oratoria religiosa, Faientras que con el humanismo vuelve a surgir la elocuencia civil, {i ‘praia y moral. No conocemos demasiado bien la oratoria medieval es- ola, que ahore empieza a desvelar Pedro M. Cétedra, pero podemos ‘poner una linea que conduce —incluyendo el ejemplo— desde Ramén Lila Vicente Ferrer, y que actué sobre la predicaci6n italiana en ma- seas tan distintas como las que representan San Bernardino de Siena qsavonarola. El gran momento de la predicacién peninsular son los S9los xvi y xvi, desde Juan de Avila a Antonio Vieira, pasando por fay Luis de Granada; junto a ellos los franceses (Bossuet, Massillon). que tanta huella van a dejar en los espafoles del xvmt (Santander, Cli- Uf nent, Armafia, Isla). En la época moderna, desde la revolucién fran- tesa, supone el renacimiento, con la democracia, de !a oratoria politica ff en sus distintas formas: Ja del mitin, la parlamentaria, la epidictica de bas lideres carismaticos, etc. Los regimenes totalitarios aprovechan la aratoria como propaganda. En los tiltimos tiempos la oratoria se une F-=y ahi tendrfa que estudiarse— a los mass media, fundamentalmente tadio y televisién. Un aparte mereceria el estudio de la publicidad como. retérica de nuestro tiempo. ORDEN. En Ia retérica antigua la dispositio (V.) puede estrueturarse fi de dos formas: segiin el ordo naruralis, por el cual pensamientos y pa- segin el ordo artificialis, exigido por la transformacion artistica; por é1 los acontecimientos sufren distorsiones temporales (V. TRAMA, ARGU- MENTO; FABULA) 0 el lenguaje resulta «extrafiado» por mediacién de las figuras (V.) OSTENSION. Modalidad de produccién de un tipo peculiar de signos Visivogestuales, lamados ostersivos. Por ejemplo, mostrar tn paquete ge cigarilos para ofrecer tabaco, lievarse el indice y el corazon 2 los lbs, imitando el gesto de quien tiene entre ellos un cigarrilo (signo 304° ostraneme ding paerquatrinseco). usar un palo como caballo, 1s dedo, + 10S dedos p, una pistola. Re OSTRANENIE. V. EXTRARAMIENTO, FORMALISMO RUSo, OXIMORON. Ei oximoron es una especie 4 2 olecan en contacto palabras de sentido opuecto mates 20 ly lente, Pero gue en el contexto se comicnen eee 2 con BRA. La definicién tradicional, meramente empirica. de la pa- como elemento lingtifstico ha sido cuestionada y no aceptada por que das vidal, ;Oh dulce olvidar deseance (Iuan Ramén Tineney), Gres © Le6n) m cadiosos de tendencia estructurdlista, que distinguen, ordinary Por la rima, colocando conceptos opuestos en rere ta Bere, entre la palabra como unidad discursiva o textual y el vacablo een Haran relacion: fimo unidad de léxico (V.). Mas alla de la palabra, como unidad mi- mano tganos tambien Se agen Egg Saniiativa se sehalan los mosfemas (V.) 0 Tos monemnas (V) de paralelismo: zAdénde, nubes del ocase, 1c cM hn unidades lexicas se denominan lexemas (V.), 4k? | zAdonde, nubes del poniente, | con eva las cheng Ramén Jimenez). PALABRA CLAVE. En sentido estadistico, se lama palabra clave a la ve aparece con frecuencia elevada, superior a la media, en un deter- rinado texto 0 conjunto de textos. En el andlisis estilistico de un texto hterario es preciso establecer de antemano si una palabra clave es de eras pertinente para la comprensién del texto —es decir. si la palabra yun connotador (V.), 0 si constituye un tema especial sin ser clave por BFratarse de una palabra usada con frecuencia en el lenguaje usual: en fste caso se habla de palabra tema, Por eso, en estilistica. el criterio de ia frecuencia no es valido tomado como valor absoluto, aunque pueda ‘er dil como preparaciGn para el estudio. Serian palabras clave «labe- fitlo» 0 «espejon en Borges, «tarden, «fuente» o «recuerdo» en Antonio fe Machado. PALABRA MALETA. Palabra obtenida por la amalgama de dos o mas anteriores, de tal forma que se constituye una amalgama de sentido —o tn sentido diferente— al unirse los varios significantes. Ejem.: japo- necedades (Borges), trabyecto (Julian Rios, y los ejemplos abundan en Larva). A veces una palabra de uso normal puede ser interpretada como ‘qalabra maleta», por un proceso de metandlisis, explicito o implicito tm la escritura del autor: Ejercicios de esti(ijo (Cabrera Infante), (No)velar (Rios); Panacea es la cesta del pan (Gémez de la Serna). PALABRA OMNIBUS. Palabra cuyo significado es cuasi vacio y que B puede actualizarse en un contexto determinado. Ejem.' cosa, chisme, hucer; Dame aquel caharro que esté encima de ese chisme (Arniches). PALABRA TEMA. V. PALABRA CLAVE, 306 PaLiINDROMo PARAGRAMA 307 PALINDROMO. Forma de paralelismo (V.) 0 de anagrame : onsite en formar palabras 0 frases que se leen igual dc way ge derecha que de derecha a izquierda, como Dabale arrov a tuetaa a shed Lol siguoswsaban ot we a hema e a in'gram us nose consumnar fd Weg eee lt sah algunos autres actuals! Nad, yo soy an (Cabrerthee® JAfiora le rona! Somos nada, ya ve,'o lodo 0 dole, Eve nye Gulian Rios) ¥ Addin somoe DOJA. La paradoja es una figura logica que consiste en afirmar pen apariencia absurdo por chocar contra las ideas corrientes, ads- Fi#"., al Buen sentido, o a veces opuestas (frecuentemente en forma de Gtmoron) al propio enunciado en que se inscriben. Ejem.; Los paises wes son riguisimos; que muero porque no muero; Ii soliloquio es tivca con ese buen amigo (A. Machado). Se ha hablado mucho del fo dé Unamuno por las construcciones paraddjicas, hasta conside- Aijas una de las constantes de su escritura. retracta HEL pARAGOGE. La paragoge o epitesis es un fendmeno que consiste en a et He asc un fonema etimologico 0 no etimolopico (normalmente una e) al 7g Sue, ina palabra. La paragose es frecuente en la pica y en la lirica Jel pont “BE cspafola y portuguesa hasta bien entrado el siglo xv1. sobre todo en los ‘aloes “WE ort! Euabase el conde Dito |sobrino de don Belrane | aretade Irrus tierra: deleitindose en cazare. Francisco Salinas la liga a la mi- Jp Seay el canto: de hecho se sigue empleando en formas de cancién se- E fipopular en el Romancero nuevo (Salid al balcone: ! oiredes el canto vk! ruseiore) © en comedias de Lope y sus discipulos (Bien vengais funfando, conde lidiadore, | bien vengdis, el conde. Lope). Torner ha E senalado su pervivencia en las canciones populares cantadas en Asturias By Galicia. Celso da Cunha ha mostrado cémo se produce siempre en pesicion de pausa versual o de cesura. PALINODIA. Composicion en la que el autor declara su © arrepentimiento de lo que ha dicho antes. Ejems El de préiogo @ Cantos de Vida y esperanza de Ruben Davo que ayer no mds decta | el verso azul) la canclon profane Ate inmensa mayoria de Blas de Otero. Fecuentement le PANEGIRICO. Especie de encomio o de discurso ite eon gerronacuste: Ei serero ls mena ee mann tra literatura el mds importante es el Panegirco ol daaae Gongora. ® aus de Lerma, te PARABASIS. V. picresion. PARAGRAFO. Unidad de segmentacién de un texto en prosa que FP comprende un conjunto de frases tematicamente afines. El paragrafo (0 EE parrafo) esta delimitado en la escritura por el punto y aparte y el prin- f> cipio sangrado, y ocasionalmente por el espacio en blanco. En algunas ediciones, sobre todo de textos grecolatinos o de libros cientificos. los parigrafos aparecen marcados por una numeracién. Algunos autores f —Gracian en El Criticén, por ejemplo— los caracterizan y definen me- ante ladillos. El conjunto de orden inmediatamente superior al pa- sigrafo en el eje de la combinacién es el capitulo. PARABOLA. La parabola es una forma narrativa que tiene una isotopia seméntcaIa primera, superficial, es un relatos lnceaua oor funda, es la transcodificacion slegorica del relato (con signiindo monn Teligioso, filosofico, ete.). Piénsese en las parabolas del Evangeli ‘Adorno ha sefialado que las novelas de Katka Woncn una esteerta'y Parébola a ta que Te fle. la clave que permita interpretarla. La relacién Entre ia pardbola ta alegoria (V) ef muy estccha, Seles (The nature of Narrative) muestran que El asno de oro de Apveye et cuanto describe la catarsis del peisonaje, tiene une estructur pect tanto en el tema general (Lucio lega a ser devoto de Tas) come sd signiieado oculto de alguno de los felatosimtrcalades (e fanocene ae Amor y Psiguis, por clemplo) PARAGRAMA. Sustitucién de una palabra por otra que difiere de la primera Unicamente en un grafema, Ejem.: Su majestad la ruina de In- slaerra, Alfonso Reyes desvel6, por paragramatismo de los copistas. el B misterio de Leonoreta, / sin roseta (sin # fin) en el Amadis, 0 cémo en fe m poema suyo, por errata de imprenta. un mds adentro de la frente se f vansformo en un mucho mas bello mar adentro de la frente. Para Saussure, el paragrama (o hipograma) es una figura ret6rica occulta, que consiste en la diseminacién de los elementos fnicos 0 gré- f fcos de una palabra en el interior de un enunciado mayor. Por ejemplo. Fl palabra spleen se encontrar diseminada en este verso de Baudelaire: ‘Sur mon crane ineliné PLant€ son drapEau Noir. PARADIGMA. En la lingifstica moderna el paradigma es el conjuito de unidades que mantienen entre sf una relacién virtual de sustituibll- dad. Estas relaciones lo son in absentia, es decir, potenciales, mientias que las sintagméticas lo son in praesentia. Jakobson ha estudiado- le relaciones sobre los dos ejes (V.) del lenguaje en el seno de la postici: sefialando los procesos metaféricos (paradigmiticos) y metonimicoi = (sintagmaticos) unidos a ellos. cae 308 PaRAFRASIS| PARALELISMO 309 Julia Kristeva, en Semidtica, generaliza la hips a ropone una leetura tabular por presencia de clemency soy Setss ficos que se repiten en el texto, frente 2 una lecture Hose ES For ne aeonalmente honologables: regeanades dasuaves P, vara Greimas ME puralidad de mensajes ha de ser devuelta a sus matrices profundas, es pecan eastco, nl pas la expresin y en el del contenido, se ifEaargan de una informatividad especifica. Es evidente que un mensaje abstractamente isomorfas, en cosa en eentienen entre si relaciones A@pifeertemente estructurado puede ser descifrado en distintos niveles ido que de Hieiocloe os to figuras de articulacién —en el sen. “agp (desde €| mAs bajo, como simple contenido denotativo, hasta el mas PARAFRASIS. La paréfrasis es 1a retranscri cis minos més expicitos, de mancra que no samen te {EX ef informacign. Usando ls sinorinos sei oe amen vos de algunos términos (especialmente para los textos oe ardfrasis propone un equivalente denotativo del discurso comet Estas que me dictd rimas sonoras, | culta st, aunque busine T°: Tigh excel conde! en as purpiness haves [ged Cucoh Tl sicler el dia, se podria parafrasear diciendo: «Conde: estos y¢ oe tos inspirs al amanecer Talia, culta, aunque ceepesees Coote mente, en el nivel connotativa, los versos son mucho mis seo ete | "argo. en algunos casos la pardfrasis —utilizada como proced; ie amplificatio— puede enriquecer al texto original: comparence ingot lagros de Nuestra Seriora de Berceo con los textos latinovave nj lagros d los textos latinos que le siverse Seuente Bc de los cédigos de referencia de que dispone el lector. Ext concepto de paralelismo estaba presente ya en el formalismo F nso (V.) y se vuelve a encontrar en las Tesis del 29 del Circulo de Praga, tno ean << “lett fomas Pram ser formulado definitivamente por Jakobson (V. LENGUAIE, 1) Eramo principio de equivalencia, el factor construetivo de la poesia. Las vel superficial: fonemas —e stabs splaciones de Levin y de otros eriticos linguistics acentian, de forma F-que nos parece unilateral, las iteracciones o correlaciones f6nicas que E-crstituyen la estructura significante del texto, aisldndolas peligrosa- Bente de los significados Eugenio Asensio, que ha estudiado magistralmente el paralelismo para referirlo al cancionero peninsular de la Edad Media, distingue, més Bld de las simples isotopias fonicas, tres tipos de paralelismo: el verbal, Eso afecta a las palabras: el estructural, cuando se refiere a la estructura Eintctca y rtmica; el seméntico, cuando se repite la significacién o pen- ‘amiento con modificacion del significante. En la repeticién estructural, ‘ ie sive de constituyente basico en la poesia oriental, diferencia entre es eviden «24 GBR ma disposicion de contraste (Tu querer es como el toro / que donde lo acto ne ose Went, ¢l isomortismo falta en el plano de la manifed: Jaman va; / el mfo es como la piedra, / donde le ponen, se estd). Y otra Combinacion de lox fonemnay Oe orBanizacién sintagmatica, en el que a pte semejanca (A los drboles altos / los lleva el viento; /a los enamorados }os fonemas produce las silabas, mientras que la uniés\ “MMe lelpensamiento). Para el paralelismo verbal, forma la mas frecuente en | Plano de la manitestacion ioe nivel superficial sememas ——». sos Pane donee

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