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Edgar J.Gutiérrezs. Hisebets tes Contin GecompiiadoresD RiESstas VEGAnnavales) enmcolombia Lapnesta en esecena de las Identidates Ran Panwmatha Amman El presente libro ha sido publicado gracias al apoyo de la Cé- tedra de Investigacién “Ivo Seni Canata” del Centro de In- vestigaciones Cientificas y Tecnolégicas (CICTE) de la Uni- versidad de Cartagena bajo la direccién de Javier Marrugo Cano. El Dr. Seni nacié en Varco (Italia) el 2 de abril de 1902. Ingre- s6 ala Escuela de Medicina de la Universidad de Cartagena en la que se gradué en el afio de 1936 con la tesis “Control de la natalidad mediante la inyeccién de extracto de semen’. Uno de sus principales proyectos fue “El Coraz6n Mecénico”, importante invento presentado por el Dr. Seni en el Congreso de Gastroenterologia celebrado en Cartagena en 1952. Desde entonces el Dr. Seni se dedicé a la cétedra de Laboratorio Cifnico en la Universidad de Cartagena. Al momento de su ‘muerte (1976) el Dr. Seni se encontraba diseftando una mé- cquina para generar energfa a partir del movimiento de las olas. La Universidad de Cartagena quiere honrar su memoria y res- catar su legado para que las futuras generaciones tengan ejem- plos a seguir e imicar. Los compiladores del libro quieren agradecer al doctor Ger- mén Sierra Anaya, rector de la Universidad de Cartagena, su oportuna gestiOn para sacar adelante esta publicacién. >" Edgar J. Gutiérrez S. Elisabeth Cunin Compiladores ole =) Fiestas y carnavales en Colombia La puesta en escena de las identidades & a LaCarreta Universidade —_Intitutde recherche Editores E.U. ‘Cartagena pour le développement Medellin, 2006 Car Fiestas y camavales en Colombia : la puesta en escena de Tas ientidades / Compiladores Edgar J. Gutigrree Sierra y Elisabeth Cumin; prologo Gloria ‘Triana. ~ Medellin: La Carreta Editores, Universidad de Cartagens, Institut de Recherche pout le développement, 2006 236 pe il; 14 x 21,5 em. — (La Carceta socal) Inchaye biblografia. 1 Fexivales- Colonbis 2 Carmaval- Colombia 3. Espectculos populaves - Colombia 4 Folclor - Colombia Gutierez Sierra, Edgar, comp. I. Cunin, Eisabech, 19 comp. Ill, Taana, Gloria, 1940- pr. IV. Sere. 394.26 ed 20ed ‘A1096605 CEP-Banco de la Repablica-Biblioteca Luis Angel Arango ISBN La Canneta: 958-98022-0-5 © 2006 Edgar. GutiérrezS. y Elisabeth Cunin (compiladores) © 2006 Universidad de Cartagena © 2006 Institut de recherche pour le développement © 2006 La Carreta Editores EU. ny La Carreta Editores EU. Q Editor: César A. Hurtado Orozco » Erma: lacarreta@epm.net.co r ‘Teléfono: 25006 84. Medellin, Colombia. Primera edicién: octubre de 2006. Carétula: disefio de Alvaro Vélez Tustracin: foto de Fernando Mercado, Barranquilla Impreso y hecho en Colombia /Printed and made in Colombia por Editorial Lealon, Medellin. ‘Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizaciGn escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las eyes, lareproduccin total o par ial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidas las lecturas ‘niverstaras, a reprograffayel tratamiento informstico,y la distribucicn de ejem- plares de ella mediante alquiler péblico. Contenido Presentacion 7 Historia de las ciudades desde la perspectiva de los carnavales Gloria Triana i Las metamorfosis del Camaval. Apuntes para la historia de un imaginario Paolo Vignolo 17 Danza, mestizaje y carnaval. Un fenémeno latinoamericano: el caso de Barranquilla ‘Adolfo Gonzdler Henriquez 8 La Fiesta Contemporénea Mirtha Buelvas 2 Génesis y evolucion de la organizaci6n del Carnaval de Barranquilla: historia de goce y voluntades Jaime Olivares B El carnaval samario: esplendor de una fiesta tradicional enel siglo xix Edgar Rey Sinning 7 Las Fiestas de la Independencia en Cartagena de Indias: reinados, Turismo y Violencia (1930-1960) Edgar José Gutiérrez Sierra 15 La fiesta del primer centenario de la Independencia de Cartagena de Indias: ciudadania y religiosidad Rafael Enrique Acevedo Puello 151 Bogota, escenario de un carnaval Marcos Gonzdlex Pérez im Sacrificio y olvido del Camaval de Bogota Camila Aschner Restrepo Fiestas y dinémicas identitarias. Un estudio de caso en Niza Christm Rinaudo Los autores 191 23 BL Presentacién Este libro retoma las ponencias que se expusieron durante las Jor- nadas de Investigacin sobre Fiestas y Camnavales (16 y 17 de agosto de 2005, Universidad de Cartagena), las cuales se desarrollaron en el ‘marco del convenio de investigacién entre la Universidad de Carta- gena, el Observatorio del Caribe Colombiano, el Instituto Colombia no de Antropologfa e Historia, y el Institut de Recherche pour le Développement (2004-2007). Confronta y analiza los procesos festivos en Bogoté, Barranquilla, Santa Marta y Cartagena, estudiados a tra- vvésde diferentes disciplinas (historia, sociologfa y antropologfa) y abre el camino a las comparaciones internacionales a partir del caso de la ciudad de Niza (Francia). Es importante subrayar las convergencias que aparecen entre los textos (influencia del crecimiento urbano y de Iamodernizacién econémica, mezcla de rasgos culturales de diferen- tes origenes, politicas de control de.la sociedad, relaciones entre lo localy lo nacional, etc.), y la dimensién acumulativa del anélisis de lo festivo. Nos parecié necesario también, darles espacio a los desacuer- dos y a las contradicciones (por ejemplo, el origen de los carnavales, sus fechas de nacimiento que remiten tanto a elementos hist6ricos como a la definicién misma de las fiestas, dada por la investigadora 0 linvestigador), no como deficiencias 0 polémicas, sino como reflejo de la complejidad de los procesos sociales y la capacidad del campo ientifico por integrar el debate. Este libro cuenta también con cierta diversidad formal, con una pluralidad de voces, con distintas concep- ciones del trabajo cientifico, que reflejan el estado actual de la inves- tigacién en Colombia y, en particular, en el Caribe La cuesti6n de la produccién de las identidades (sean étnico- raciales, culturales, regionales, de género) fue objeto de varios estu- dios recientes en Colombia; este libro propone abordarla bajo un nue- vo enfoque: la puesta en escena de las diferencias particularmente visibles en las fiestas y los carnavales. Trabajar sobre estos temas fue durante mucho tiempo considerado como “poco serio”; de hecho, fue ton tradicionalmente marginados por las ciencias humanas y han sido abandonados a disciplinas con escasa legitimidad en el campo acadé- ico (estudios de folclor). Sin embargo, este libro quiere mostrar que, ‘més allé de su supuesta superficialidad, fiestas y carnavales son reve- adores de procesos sociales, culturales y politicos complejos y nos per- 7 miten estudiarlos a partir de enfoques originales. También confirma: gue todavia falta mucho por hacer y que es necesaria la realizacin Je nuevos estudios sobre las dimensiones econémicas de las fiestas y Se loscarnaveles, de sus relaciones con el turismo, de las interacciones snare lo local y lo global, del papel de las politicas culturales y por supuesto de ls 3.730 fiestas mencionadas por Marcos Gonzalez, que se realizan cada afio en Colombia. De hecho, las expresiones culturales son reveladoras del lugar concedido al otro en la nacién, de los procesos de modernizacién so- Cialy politica de las grandes ciudades del pats, de las estrategias de Contyal sobre lo popular y de la legitimacién de un orden en construc- Sion, Hoy, la importancia concedida por el gobierno a las fiestas, y también al turismo o al patrimonio (tangible ¢ intangible), nos mues- tra hasta qué punto la cultura puede convertirse en una herramienta alserviciode una estrategia politica de normalizacién y de reconcilia- Sign. Las festividades del pasado nos permiten analizar los procesos de iimposicin de un ideal de progreso y de un modelo de civilizaciGn, tnaderna, de nacimiento de un orden moral republicano y de produe- ‘Gon de un nuevo ciudadano, Por eso, el carmaval desaparecis de Bo- gota y de otras ciudades del pas, donde la construccién de un nuevo iden pablico pasaba por la represion de lo festivo, como expresion de osalvaje (ver el concepto de biopolitica de Foucault, 2001). Al con- tran, es interesante anotar que el carnaval empez6 a crecer en. Ba- franquilla y se transformé en Cartagena y Santa Marta como si, en eluate, i festa estuviera asociada a la costa. En otros términos, los textos reunidos en este libro, permiten un acercamiento novedoso al feme de la construccién de una nacién jerarquizada, en la cual el Caribe seria incapaz de lograr el mismo nivel de desarrollo que el interior del pafs. Se abren también nuevas pistas de investigacion ha- Gael estudio de ciudades como Barranquilla, Santa Marta o Carta- gena que, al contrario de Bogotd, lograton combinar la modemiza- Boon urbana con la aceptacién de la diferencia y la transformacién. politica con el reconocimiento de la heterogeneidad. Las politicas culturales, a volver visibles las diferencias, las legiti- man o deslegitiman, y las reformulan. De hecho, ha ido intensificén- dose un proceso de transformacién de précticas culturales que se re- Claman de un anclaje local a menudo presentado como una sefial de “gutenticidad” o de “tradicién”, generalmente asociada al calificati- vo" popular” como lo muestran el dinamismo renovado de las fiestas Ye laindependencia en Cartagena (con los procesos de “revitalizacion" de as fiestas), el reconocimiento del carnaval de Barranquilla como ge Meyonio Mundial de Ia Humanidad por la Unesco 0 el renaci- Falunts del Carnaval de Bogoté. Esta afirmacidn de las identidades rage, que moviliza la referencia a una cultura mestiza, cuestiona tt ugar concedido al otro ~festvo, ex de la humanidad es tachado de residual, o inclusive de abstaculo al progreso”, ‘Lo que aparece es una poderosa construcci6n medistica del pasa do carmavalesco, que tiende a cristalizarse en una historia “oficial” Su eficacia es evidente, ya que brinda un cuadro global en dénde: ubicar los carnavales contemporéneos, como ejemplos especificos ¥ localizados de una historia hegemOnica. Para poder recortarse tn pe~ quefio espacio de legtimidad, cada carnaval se ve abogado a inscribit Su pasado en el desarrollo de la civilizacién universal, segtn una vic Sin etnocéntrica, que encuentra su cuna en el Medio Oriente bibli- coyen la Grecia clasica. \Se trata de una vision omnipresente que, con pequefias variantes, coloniza el imaginario globalizado contempordneo. En unos casos se pone el acento sobre la importancia de defender vetustas tradiciones, a nrotros se subraya su potencial en términos de desarrollo econdmico J progreso cultural. Hay quien afiora los camnavalesde antafio y quien. Ybfiende el impacto de imagen de una localidad en términos de city snatrketing. Pero, prescindiendo de los diferentes enfoques, lo que se Uesprende es una narrativa comin, que ve en el carnaval una expre- Sion mas de la superioridad de occidente y de su misi6n civilizadora. Dentro de este régimen del discurso, los aportes de otras culturas’ y tradiciones, sobretodo las contribuciones afticanas ¢ indigenas, de- Terminantes en el proceso de asentamiento del carnaval en tierra Gmericana, se encuentran relegados a un papel decorativo. Se en Salsa su riqueza simbdlica, el despliegue festivo y el exotismo de sus Costumbres, pero al precio de insertarlos a la fuerza en una lectura histérica purgada de cualquier referencia a sus luchas de emancipa cién y ala represidn del cual han sido sisteméticamente objeto'®, Como 9, La expresiGn «meravigliose sorti ¢ progresives es del poeta italiano Giacomo Leopardi. Véase G. Leopardi (1984). 10. Asistimos a lo que Greenblatt, en su anilisis de lo maravilloso en la ‘conquista, llama un blockage, es decir “un orden imaginario de exclusion” que 4 denuncia Nina de Friedemann a propésito del carnaval de Barran- quilla: Estas celebraciones de los negros, es obvio que nunca han sido caracte- risticas de las festividades que por muchos siglos se han venido cele- brando como carnaval en Europa. Claro que, cuando el carnaval fue introducido con sus propios perfles occidentales, esas celebraciones de negros en el litoral Atléntico, paulatinamente se fueron incorporando alas festividades de carnaval y sus participantes empezaron a integrarse a las masas indiscriminadas de celebrantes callejeros. Asi aunque en Colombia, al igual que en otros lugares de América, las tradiciones de origen africano forman parte hoy del trance del Carnaval, no cabe asi- nilarlas @ un tito de procedencia occidental. Ello seguiria propiciando cl desconocimiento de la influencia cultural africana en aspectos de un paso se regiGn, como es el caso del carnaval en la ciudad de Desde nuestra perspectiva este tipo de aportes son necesarios para explorar caminos alternativos a la interpretacién hegeménica, que cae a menudo en tentaciones etnocéntricas y esencialistas, Tratar de explorar desde una perspectiva critica las metamorfosis del carnaval y proponer unos caminos alternativos sobre las cuales pensar la historia de su imaginario es precisamente el propésito de esta contribucin. Para que eso sea posible hay que replantear unas hipStesis de partida. 3. Entre tradicién e innovacién je Elearnaval pro general est asocado con los conceptos de tra icin, folclore, herencia, legado, patrimonio. Lo cual por supuesto es cierto: sin embargo si miramos a su historia, nos damos cuenta de gue desde sus orgenes en ls ciudades mercantile tardo-medic- ‘ales hasta nuestros das- el camaval ha sido un je crucial demo -midad. Su lenguaje, nos recuerda Bajtin, es el lenguaje poliféni- en la participacién de la festa, salal ‘neifas creaciones populares ytadicionales dea festa ena cone ramet no estan solo ascites asectores determinados como Pulare, porque se conciben més cont pécticas sociales y procesosg Pemunicacion. En el Camaval de Barranquilla las danzas, las co 6 9s, las cumbias y los disfraces son representados en esta época tanto 9 sectores populares, como por sectores medios y de elite sin que la nifestaci6n deje de ser una expresién popular del carnaval. En las sociedades modernas, las personas en una fiesta tadicio- nal, como de hecho pasa en el camaval de Barranquilla, pueden pat. ticipar de diferentes sistemas de précticas simbélicas, creadas en dife. rentes tiempos en una integracién diacrénica y sincrGnica; es el caso de los bailarines actuales de las danzas de relacién y especiales que son expresiones culturales que pertenecen a otro tiempo hist6rico, algunas provenientes de poblaciones de las riberas del rfo Magdalena, gel de las danzas de Congos que derivan de los “reinados de Cartage. na, grupos que participaron en el carnaval y las fiestas de la Candie. lara de Cartagena y éstos a su ver surgen de los cabildos de negros de nacién de la época de la Colonia. Las fiestas tradicionales han ido evolucionando en cuanto a quién las organiza y las administra; hoy no sélointervienen los participantes, como sucedia anteriormente, sino también otros estamentos como loz organismos del Estado encargados de administra el patrimonio mate. tial e inmaterial de la naci6n, que en el caso de Colombia es cl Minis. terio de Cultura, También intervienen las alcaldias, las cémaras de ‘comercio y las fundaciones mixtas y privadas, como en el Carnaval de Barranquilla con la Fundacin Camaval de Barranquilla de caracter hnixto. [gualmente intervienen las industrias relacionadas con los pro- ductos que se consumen en la fiesta, como las bebidas y de forma Significativa los medios de comunicacién, prensa, radio y televisibn, En las complejas sociedades de hoy, los participantes de la fiesta tradicional pueden no ser una comunidad homogénea y tener dife. Fentes procedencias; asf sucede en el Carnaval de Barranquilla don. Participan campesinos al lado de misicos cumbiamberos de pobla- Cones pequefias; actores urbanos, locales o nacionales, que participan ‘ndividualmente o en grupos; agrupaciones de danza y misica de otras poblaciones del pais; grupos de camaval compuestos por migrantes y ‘us descendientes provenientes de Estados Unidos, ademés de extran- itcos de diversas procedencias ‘ss. Es decir que la fiesta tradicional no es ya tinicamente un espacio fara la participacién de habitantes de una localidad. que se integran a diferentes compar- En los Carnavales de Barranquilla lo tradicional no se vive como Mestalgia del pasado ni melancolfa con las tradiciones, sino como una ‘vencia intensa y actual con las transformaciones que corresponden *su época, Se recurre a la risa para descargar ciertas tensiones, como @ Be Por femele a baile, el movimiento, la oralidad, la informal |, 1a posibilidad de establecer relaciones cara a cara —ra : , cara ~rasgos ayudan 2 la creacién de redes social e Weeden yesentes en todo el Caribe colombiano, sin enbrnso torch rca pommel iano, sin embargo tienen significa especicos en cada una de su cudades. Sus carmas sbi cambian de una localidad a ora Pra manejo yorganiar la festa ens pon éxito €s importante entender la trama de la ciudad a ‘question. a lo hay una férmula para hacerlo salvo la necesidad de mi- rar especificamente la problemética historica y social de cada pela, Gin para contestalza a est, Sted n Barranquilla, recordemos, la mi; 61 7 igracién es uno d¢ srl ede mira wo by gs tiene una intervencisn diferente acorde con el momento historco en 4a se Fo luce; en el pasado —finales del siglo xix, primeras décad. = eel as cargas caltraes de los migrantes que inclufan précticas al en sus sitios de origen se unieron, se mezclat ton sls dela esta de a oaldad Estes itlgrantes ventas bos. tar mejor calidad de vida ycon gran entusiasm ayuaron adecaro, lar laciadad. Hoy este fendmeno noes posible con a plenitude lo Pasado, ya que muchos de los nuevos hi aol en otras cass soils ypsiclcas cineca incoherente del suceso de la mi a t jgracion actu: Yilenciacnassonasrurales yen as pblacines moresen Cale fhe lomerando un gam atime de delaras en Batanga y , ablecen en la ciudad telacin con la fiesta, sea ésta cent a b en sentido positivo o negativo. Est Roatan an en los estudios ceils futuros ies VE arranquil it Crmevales de Barranquilla, como en spots eablecsde paral engi Pincialesciudades del Caribe colombiano -y Barranquilla Anche ari estan recibiendo permanentemente un gran con- theente de desplazadosprovenientes especialmente dels zona de ao 7 ve en la regién. como los Montes de Maria, Sierra Neva- anta Marta, Alto Sind, Urabé y otros ejes de desplazat ta poblaci6n que arriba a anager Br que arriba a la ciudad tiene dificultades para integra, wes cents ubanos, por lo intenso y repentino del fendmeno y wu las cludades no estin preparadas para recibilos. Tambien le F: quilla migrantes que no tiene lacondicin de desplaza peas su cen otra relacién con la ciudad, tanto los unos como 0s no disponen del tiempo suficiente, como en el pasado, para laburla de loshombres que se disfrazan de mujeres. La barranquille inserta en el Caribe colombiano, es una sociedad con alto gradod tmachismo. Alifse reafirma esta tradicién hegeménica al tiempo qu se subyierte en la parodia de hombres disfrazados de mujeres, en ti tiempo corto y imitado. Noes cierto que el tiempo de la fiesta rompa las jerarquias oa con las desigualdades de la sociedad donde se celebra, pero la ir rencia de los carnavales, por ejemplo en Barranquilla, deja fluir Telaciones mas libres, menos fatalistas con lo establecido, convi dose en catarsis colectiva y permitiendo que parte de la pobla esté més tranquila el resto del afio. ‘Los carnavales son una elaboracién simbélica. En las fiestas cionales de hoy, tratar de preservar pura una tradiciGn por no disposiciGn, no es exactamente la garantfa que le permitird sobrevivis enel transcurso del tiempo; es mas, muchas veces sucede lo cot tio. las nuevas generaciones comienzan a perder interés en manifest Ciones populares culturales que pretenden mantenerse congela La flexibilidad de la fiesta tradicional y su apertura permiten su sost nnimiento en la contemporaneidad de un mundo variado, compli globalizado donde las sociedades son multiculturales y con relact hes economicas de mayor complejidad que aquellas donde naci fueron desarrollandose las tradiciones. El hombre de hoy se muev‘ mayores complicaciones en miltiples estimulos culturales. En el Carnaval de Barranquilla la danza, la misica y las repre taciones no estén aisladas de los agentes modemnos que las atravi como las industrias culturales, las politicas del Estado sobre lo cult tal, sobre los bienes simbolicos y las relaciones econémicas, pero ig estén atravesadas por lo tradicional. ‘La migraci6n acelerada alas ciudades, la globalizaci6n a través los medios de comunicaci6n y los hechos sociales y econémicos ques vviven donde se realiza la fiesta, van produciendo transformaciones€® “manejo de las diferentes manifestaciones festivas yen la fiesta mist {que en la medida en que se acepten estos cambios inevitables yl fiesta popular se convierta en un hecho incluyente, ésta tender fortalecerse. En la contemporaneidad la fiesta del Carnaval de Barranqul sigue su rumbo natural y hay que dejar que fluyan ciertas transform tiones producto de este tiempo, dado que es una celebracién viva ca tuna dinémica propia, no es una pieza de museo. Ta cultura de la ciudad es una trama densa y especifica con st simbolos y significantes que se deben entender para comprendet . a reelaborar sus cargas culturales ¢ incluirlas en el carnaval por el eee rapeiedad contemporanea y lo acelerado del fendmeno. En a arribo tiene connotaciones psicoldgicas negativas, ‘ido de pertenencia a la ciudad. age «Rebeca Grinberg (1984), en su libro Psicoandlisis de lam sracifn 9 e exo, decfan que Ia posibilidad de desarrollas vn sa Suento de pertenencia parece ser un requisito para integrarse exitosamente en un pais nuevo, as{como para conserva elsentimi fade la propia identidad. Esta idea puede aplicarse a los migr Gesplazados de las ciudades colombianas. Marae scicipacién en la festa permite el ejercicio de un sentida idencekal, una expresiOn colectiva que es un camino en la const xem de la ciudadania, una meta deseada para la celebracin co pordnea donde se ejera la tolerancia y el respeto al otro, Tis Resta puede considerarse hoy como una préctica que contri ye alla sanidad social de la urbe. El Carnaval en Barranquilla p ye a time en un vehiculo para integrar y estimular el sentida Gertenencia ala ciudad de los nuevos migrantes. La fiesta puede s aor olitica social urbana orientada a desarrolla laos de solida aan recon el finde ir reconstruyendo las vidas de los recién llegada os nuevos espacios, Tn esta época no se puede seguir pensando que las ‘nicas pou cas validas para las fiestas de las ciudades sean las de conserva cae cgtar; las ciudades se han transformado, su dindmica es mayor f. en muchos aspectos, los festejosse trasforman, por loque es Feet iimprenider esa mecénica de la ciudad para evitar que las ‘San planeadas desde el escritorio sin tener en cuenta la real forgue se corre el iesgo de fracasar con la posibilidad de ave loat poplanea no tenga ningin significado para los actores del car CHa festa es tinica, las recetas uniformes son un absurdo concep Génesis y evolucién de la organizacién del Carnaval panera de Barranquilla: historia de goce y voluntades cultando crear sent Jaime Olivares Antropélogo B 1998 cuando hice parted! grapo de investiga de Instituto ge Excasios Regionale dl Univerecid de Antoqia (8), te dad de realizar un trabajo de campo en el interior ¢ er int ral de Rest alla) Sebo esto gc mepee Bia yx coenis ch copeverea ces ince ae : jencia desde la cual surgirfa un conjunto ‘einguieuese inertogantes queen este articulo quiero planress canreenbeia debo poner en claro que la manera como coniboel aval vasa dela presentaién de un conjuno de compare snun mao fstivofcado durante una épocaespectca de rode -xto social y cultural determinado. Inicialme: ie conte . sate empiezo sonesbiro como un espacio de paricipaciény conivencia donde, tl Brae ee te especie de liberacién transitoria, mas bita dominante, [desaparecen] las jerarquias, privile nals y abies, Debidoa su carte aestivoy ee ruye “un estado peculiar del mundo” a individuo el renacimi ee mee iid erenacinientoylanecesidad de una peanente renova es ea ta camnvalesca se hacen presenes actrees ctadores estos no sos imitans a arava sino auc lo ven: as el pablo concutente s hace uno con los gestores del Reva y experiment a sensain de egocjo que Race que no haya a vida [ferent ala del carnaval (Ban 197113). : ofettatare de un estejo que convoca a dversssectore soil es de una sociedad, éste se desarrola sin tenet : : ner en cuent tera espacnles ni dspsiciones que corten libertad de me. fbacenparte delmismo y que asu vz partipan en una especie de iellleno de sorprendente colorido. Elcaraval es, por lo tantoy un aco social que cuenta con su propia dinamica, la cual permite esdonare [a esontansiad ypreparrse pra rec un nuevo ravés de lacelebracién de un conjunto de tituales y précti- Bibliografia ‘ Blache Martha (1988), “Folelory cultura populas”, en Revista de inves as Folkvica de Instinto de Ciencias Antropolégicas, Universidad de} nos Aires. Castro Arturo de (1942), Ciudades colombianas del Caribe, Barranquilla, tograffa Barranquilla. Grinbers, Leén y Rebeca (1984), Psizanliss de la migracion y el exo ‘drid, Espafia, Alianza Editorial. R B cas que, como dice el antropslogo inglés Victor Turner, “reafirman en esta ciudad y que obviamente se expresan a través del propio orden de la estructura (...) [y] restablecen todas las relaciones socignaval. les entre los individuos hist6ricos que ocupan posiciones en dick Para ello es preciso remontarse a la organizaciGn del Carnaval de estructura” (1988:188). anquilla desde sus primeras manifestaciones, a mediados del siglo El Carnaval de Barranquilla representa, desde la perspectiva i y pasar por las transformaciones que se llevaron a cabo durante sus actores y gestores, una expresiGn cultural que es apreciada por iglo xix; también es necesario ver la forma como se desartoll6 la gente porque en ella se hace presente el espiritu alegre y festivo qya, una vez que Barranquilla se convirtié en una de las principales Caracteriza la idiosincrasia del pueblo y que reafirma su identidad,|dades de la Costa Atlantica a mediados de los afios 50 del siglo ‘Suimportancia es tal, que en el imaginario del ciudadano comiado. Después de tener un panorama histérico que da cuenta de la la fiesta ocupa un lugar privilegiado en el que se combinan un mognera como se ha ido transformando la organizacién de la fiesta es de celebracion de la vida y una temporada en la que se pueden resario analizar, desde la perspectiva antropolégica, los cambios que vindicar la esencia barranquillera y la inconformidad frente a lo qyan dado recientemente dentro de su estructura organizativa y se viene presentando en Ia ciudad; es una época en la que culming:ltar los debates que se han dado en la actualidad, a partir de la ¥ se inician las principales actividades y eventos propios del contexpsideracién de la tradicién frente a la modernidad. Tales debates Sociocultural barranquillero y ala ver un espacio de tolerancia donfian dado dentro de una empresa de economia mixta, que hoy por se reafirma la identidad cultural de quienes participan en el carnavy es la encargada de organizar los eventos y actividades que se Si-se acepta el andlisis sociol6gico expresado por Pierre Bourdieflantan en el carnaval. consideto el carnaval de Barranquilla como el ejemplo de un espag Mas alla de un recuento hist6rico pormenorizado del carnaval, Gonde el sistema de posiciones sociales se define en relacién con Ifsidero que mi investigaci6n intenta ver el carnaval retrospectiva- ‘nexos yarticulaciones que se dan entre st. Segiin Bourdieu, el earpte como herramienta para analizar su condiciOn actual, sin per- val puede ser interpretado como un espacio social en el cual se deg 4e vista aspectos ftindamentales como los contextos sociales, poli- rrollan actividades rituales con un alto contenido simbilico, utiliza’: Culturales y econmicos especificos que se han dado a lo largo por tn grupo especifico con el propésito de remarcar las diferencia proceso de la fiesta, desde sus origenes hasta el presente; tales eafirmar el sentido propio de la identidad (Bourdieu, 1998:28-33)}*eXtos influyen en la manera como interaccionan los organismos Sin alejarme del propésito central de este texto, que es el de refet2*8ados de la organizaci6n del carnaval con sus actores y gestores, las principales inquictudes ¢ interrogantes planteados en tomo aes a su vez modelan la dinamica organizativa del carnaval con dindmica social y cultural que se manifiestan en el interior de d'alores, experiencias y posiciones politicas a las que se han acogido. carnaval como el de Barranquilla y centrandome en su organizaci intento resaltar el aporte que desde la perspectiva histérica ofrece anélisis del carnaval, que permite apreciar y comprender Ia his politica y econémica de una ciudad como Barranquilla y vislum! proceso del carnaval en el que siempre se han hecho presentes tensiones suscitadas entre los actores 0 creadores locales de las e siones de la cultura tradicional o popular y las instituciones y gre que participan en el mismo. Esta mirada permite, de alguna apteciar los conflictos de clase y las jerarquizaciones sociales qu anquilla, de Ia aldea a la ciudad ‘Segrin lo expuesto por el historiador José Agustin Blanco, Barranquilla en su remoto origen, (..) no es el resultado de un acto formal, expreso y Gnico de fundacién, plasmable en una diligencia es- rita y firmada por die: o veinte funcionarios y particulates [sino] pro- 1¢ Hucto laborioso de todo un proceso étnico, econémico y social (..) re- sultado de fla} conjugacién hist6rica [entre] el ambiente fisico y la accién humana (1997:32). Me refiero concretamente a su teoria de la prictica social en Ia analiza las clases sociales dentro de un espacio especifico y en donde cada geil] ustamente, estos dos tiltimos aspectos son esenciales a la hora de cuenta con distntostipos de capital entre los cuales se encuentra el cultural far no sélo de la fundacién de la ciudad, sino también de la mane- 4 B cas que, como dice el antropélogo inglés Victor Turner, “reafirmay, orden de la estructura (...) [y] restablecen todas las relaciones sogj les entre los individuos hist6ricos que ocupan posiciones en di estructura” (1988:188). El Camaval de Barranquilla representa, desde la perspectiv: enesta ciudad y que obviamente se expresan a través del propio val. Para ello es preciso remontarse a la organizacién del Carnaval de anquilla desde sus primeras manifestaciones, a mediados del siglo il y pasar por las transformaciones que se llevaron a cabo durante sus actores y gestores, una expresién cultural que es apreciada pola} siglo xix; también es necesario ver la forma como se desarrollé la gente porque en ella se hace presente el espiritu alegre y festivo q ta, una vez que Barranquilla se convirtié en una de las principales caracteriza la idiosincrasia del pueblo y que reafirma su identidadss | Gudades de la Costa Atlantica a mediados de los afios 50 del siglo ‘Suimportancia es tal, que en el imaginario del ciudadano cor [a fiesta ocupa un lugar privilegiado en el que se combinan un mo de celebraci6n de la vida y una temporada en la que se pueden ¥ vindicar la esencia barranquillera y la inconformidad frente a lo se viene presentando en la ciudad; es una época en la que culm y se inician las principales actividades y eventos propios del conte sociocultural barranquillero y ala vez un espacio de tolerancia don se reafirma la identidad cultural de quienes participan en el carnay Sisse acepta el anilisissociol6gico expresado por Pierre Bourdie considero el carnaval de Barranquilla como el ejemplo de un espa donde el sistema de posiciones sociales se define en relacién con nexos jarticulaciones que se dan entre si!. Segtin Bourdieu, el c val puede ser interpretado como un espacio social en el cual se rrollan actividades rituales con un alto contenido simbélico, uti por un grupo especifico con el propésito de remarcar las diferencia reafirmar el sentido propio dela identidad (Bourdieu, 1998:28-33) Sin alejarme del propésito central de este texto, que es el de refi las principales inquietudes e interrogantes planteados en torno a dinamica social y cultural que se manifiestan en el interior de tf carnaval como el de Barranquilla y centrandome en su organiza intento resaltar el aporte que desde la perspectiva hist6rica ofrec andlisis del carnaval, que permite apreciar y comprender la his politica y econémica de una ciudad como Barranquilla y vislumbrat proceso del carnaval en el que siempre se han hecho presentes tensiones suscitadas entre los actores 0 creadores locales de las expt siones de la cultura tradicional o popular las instituciones y grem que participan en el mismo. Esta mirada permite, de alguna fori apreciar los conflctos de clase y las jerarquizaciones sociales qué spasado. Después de tener un panorama historico que da cuenta de la fhanera como se ha ido transformando la organizacién de la fiesta es ‘pecesario analizar, desde la perspectiva antropolégica, los cambios que hhan dado recientemente dentro de su estructura organizativa y fesaltar los debates que se han dado en la actualidad, a partir de la msideracién de la tradicién frente a la modernidad. Tales debates gehan dado dentro de una empresa de economia mixta, que hoy por fy es Ia encargada de organizar los eventos y actividades que se felantan en el carnaval. Mas alld de un recuento histérico pormenorizado del camaval, onsidero que mi investigacién intenta ver el carnaval retrospectiva- mente como herramienta para analizar su condicién actual, sin per- der de vista aspectos fundamentales como los contextos sociales, po ticos, culturales y econémicos especificos que se han dado a lo largo dl proceso de la fiesta, desde sus origenes hasta el presente; tales contextos influyen en la manera como interaccionan los organismos encargados de la organizaci6n del carnaval con sus actores y gestores, uicnes a su vez modelan la dinémica organizativa del carnaval con les valores, experiencias y posiciones politicas a las que se han acogido. Barranquilla, de la aldea ala ciudad Segiin lo expuesto por el historiador José Agustin Blanco, Barranquilla en su remoto origen, (..) no es el resultado de un acto formal, expreso y Gnico de fundaci6n, plasmable en una diligencia crtita y firmada por diez o veinte funcionarios y particulates sino] pro- ducto laborioso de todo un proceso étnico, econémico y social (...) re- sultado de {la} conjugacién hist6rica fentre] el ambiente fisico y la accién humana (1997:32). T. Me refiero concretamente a su teoria de la préctica social en la @ analiza las clases sociales dentro de un espacio espectfco y en donde cada gi r Justamente, estos dos tiltimos aspectos son esenciales a la hora de ‘cuenta con distintos tipos de capital entre los cuales se encuentra el cultural: bl lar no sélo de la fundacién de la ciudad, sino también de la mane- 4 B racomo Barranquilla se inserta en la vida social y econémica del pag donde indiscuiblemente su establecimiento a orllas de la desembog dura del rio Magdalena, la promovié como principal centro portuari donde una poblacién numerosa, procedente de Cartagena, SantaMg ta, la regién del Canal de Dique y de Mompox se asentarfa de mang permanente. Al respecto Posada dice: ‘muy pocas dudas, por consiguiente, que ‘el auge portuario de Bar Bane ees benefice de las sucesivas bonanansexportadors del Gsximulé un desarrollo comercial sin precedentes en un pueblo ahora comenzaba a darse aires de ciudad. A finales del siglo, dieciséi paises tenfan representantes consulares en Barranquilla quienes, ¢9 fos eomerciantes exiranjeros, le daban a la ciudad un sabor cosmopoli (1987:17). ‘A Barranquilla lleg6 un barco cargado de carnaval El constante flujo migratorio consolidé a Barranquilla como un ciudad en expansi6n, de forma tal que a finales del siglo x1x se convit ti6 en verdadero epicentro de la economia nacional, debido al papa prioritario que represent6 el muelle de Puerto Colombia. Frente Gleada selectiva de inmigrantes nacionales y extranjeros, Conde dige lo siguiente: ...con la construccién del ferrocarril de Sabanilla se radicaron ios delete samara y cartageneravinculados al negocio tabacalt ganadero. De la ciudad de Santa Marta aribaron los Vengoechea yl Echeverria; de Cartagena los Aycardi, ls Fortich, los Zubitfa,y los Castillo, entre otros. Unidas a esas inmigraciones selectivas, st ron las de familias pudientes de pueblos circunvecinos atraidos por boportunidades econdmicas brindadas por la ciudad (199767). Como es de suponerse, los grupos de inmigrantes legados a B quillatrafan consigo un legado cultural lleno de expresiones y man taciones que poco a poco enriquecerfan al camaval y que en definitv acondicionarian la identidad de la fiesta caravalesca en Barrang| 2, Talcomo lo expresa J. Duvignaud en su texto Elsacrfcio iil, al ref seala manera como una sociedad lega generacién tras generacin sus conocimiett Y saberes ancestrales: “Las sociedades se conservan as, lo mismo que las insitua ‘hes, mediante la transmisién iniciativa o pedagdgica de esas actitudes, esos comp tamientos, esos ademanes y esas creencias,reconstituidos de generacién en facién y desde los de mayor edad hasta los mas j6venes" (Duvignaud, 1979: 6 6 "De otro lado, el papel que desempeiié el rfo Magdalena, también islumbra en esta celebracién, puesto que insert6 el Carnaval den- o de la realidad social y cultural de la regién y del pais, lo que hizo que la fiesta conservara las principales expresiones y manifestaciones facestrales propias de la tradicién, ya la vez introdujera elementos y “qxpectos que innovarian la préctica cultural, como lo seftala Garcia Canclini (1990:14) al referitse a la forma como se estructura el pro- yecto de modernidad. El carnaval de Barranquilla es prueba de la manera como se mezclan lo tradicional y lo moderno, lo atdvico y lo povisimo dentro de un mismo escenario. Si bien, los origenes del carnaval se pueden remontar a las festivi- dades coloniales celebradas en Cartagena y Santa Marta, hay quienes hacen mencién del primer registro del carnaval en fuentes escritas a partir del siglo x1 [..] las fiestas de San Nicolés y el carnaval eran las diversiones popula- res por excelencia encabezadas por Antonio Sundheim y sus compafie- ros. En las primeras, de cardcter religioso, los regocijos de diez dias in- cluian corridas de toros, juegos y bazares; mientras que el carnaval comenzaba a consttuir parte de las vivencias de la poblacion de Ba- rranquilla[..J» Era [tal] la impresién que las dos fiestas causeron en Elias P Pellet que cuando arribé a la ciudad en 1866 consignaria [...] el Primer registro de dichas fiestas, [que] por entonces feran] de tres dias ly comprendian grandes celebraciones} liberales donde esté presente la tensiGn entre lo licito y lo ilieito (Conde, 1990:63) Para esos afios, la ciudad presentaba una marcada estratificacién ‘cial que no impedia la participacién de diversos sectores sociales en fsta fiesta. Al respecto, se cuenta con datos fechados en 1876, época en la cual algunos sectores populares ubicados en barrios como el Rebolo hacfan presencia en los diversos actos del carnaval, con danzas omo las de los congos y cumbias*, asf como poblaci6n proveniente de Cartagena. Pese al cardcter popular de la fiesta otra parte de las celebra- Cones se levaba a cabo en los salones de los nacientes clubes sociales ela ciudad, las cuales marcarfan un hito en el desarrollo del carnaval. Poco a poco éste empezé a constituirse como un espacio en donde *eminimizaban las tensiones de orden socio-racial, especialmente las & 3. Este barrio constituyé uno de los principales pilares en cuanto a la génesis las danzas que tradicionalmente se presentan en el Carnaval de Barranquilla, ERO que se relaciona con su estratégica ubicaciGn en la margen del 1fo Mag. 7 que diferenciaciones étnicas y sociales transmitidas desde el periodoy nial. La caracterizacién del espacio carnavalesco se da por la pa pacién de méltiples actores anénimos que a través de manifestacior de danza, misica, ritmo o critica jocosa, minimizan la diferenci: en el interior del carnaval. ci6n barranquillera, ¢s notorio el papel desempefiado por los banque ros y comerciantes que hacfan parte del sector empresarial de la ci dady a quienes se puede caracterizar “por construi un espacio pibli y privado, en el que se apoya y afianza su personalidad dominant cautiva y ejemplatizante” (Solano, 1996:61). Siguiendo lo expues por gremial por excelencia de Barranquilla, estamento ligado a inte: feconémicos que giraron en tomo al rio y que a posteriori ocup: importantes posiciones politicas y sociales desde donde consolida Jos destinos de la creciente urbe y por supuesto, de la fiesta carnav lesca. ciudad se encontraba conformada por tres clases sociales clarament identificables; segtin Conde, en la ctispide de la pirémide barranquillera se encontraba aquella que 8 Pese a la marcada estratificacién social -y comparativamente me- or que la de la sociedad cartagenera-, el constante y promisorio fecimiento econémico barranquillero permitié la movilidad social y ffascenso a sectores relacionados con el comercio, la banca, el trans- orte, a ganaderria y a industria, actividades consideradas por Conde 1o“claves en el empuje que vivia la ciudad” (1990:80). Esta parte fla poblacisn barranquileraseré uno de los elementos claves en la izaci6n del carnaval alo largo de su historia y seré objeto central ‘enla propuesta del texto. Fue la elite barranquillera la que introdujo ciertos patrones cultu- {ales europeos, bajo el pretexto de avivar el goce del carnaval en sus enttos y clubes sociales; patrones derivados de la mentalidad cosmo- polita, resultado de los “viajes al exterior, estudios en el extranjero y cia de colonias de fordneos” (Solano, 1996:64), que impusieron Jaspautas y modelos que se iban a seguir en la Barranquilla de finales del siglo x1x y principios del xx. Fue esta misma clase dirigente la que ¢omenz6 a organizar el carnaval de la ciudad a través de la instaura- cidn de juntas integradas por prestigiosos miembros de clubes socia- is; esta situacién no impidié la participacién activa de otros sectores como los agricultores, artesanos, carpinteros, latoneros, bracetos y ‘operarios, quienes hacfan parte de las comparsas callejeras danzando yrecorriendo las calzadas y principales vias piblicas que cruzaban los nacientes barrios barranquilleros. Para el afio de 1918 aparece la reina como figura central del carna- ‘al investidura que desde su aparicién fue yes astentada por una dama generalmente de la alta sociedad, que ademas de ser escogida por su felleza, representa los intereses politicos e industriales de la ciudad. Teniendo en cuenta la posici6n teérica de Bourdieu, en el caso el camaval de Barranquilla se podria decir que los diversos sectores enel interior de la ciudad, han determinado ampliamente el espacio ‘cial del carnaval y éste se ha venido imponiendo, tanto en codigos como en practicas, actividades, citerios y apreciaciones. Precisamente Sta caracteristica es la que permite la conformacién de grupos de a cuyos integrantes provienen de diversas clases sociales. Es ast Como en un mismo espacio y actividad convergen industriales y obreros, @pesar de las distancias socio-econdmicas que los separan; conver- Fencia que obviamente es de cardcter temporal, ya que el periodo tivo lo permite. aye elacisn con lo que Bourdieu concibe como “campo”, el Car- vval de Barranquilla se erige como un espacio en el que se dan un se dieron con la instauraci6n de la Reptiblica, heredadas de "Ademés de la importancia de la participacién masiva de la pob S. Solano, este hombre empresarial se distingue porque [.-] su primer espacio estaba en funcién de sus negocios y de su tol como hombre de empresa, de su incursién en la administracién p ca, desu interés en el desarrollo urbano yen una estructura de servi pablicos [adecuada], en la medida en que ambos [aspectos] le brind ban la posibilidad de Ia comodidad y el esparcimiento (cearkg camellones, calzadas pablicas, clubes sociales, fuentes de soda, zonasd tolerancia) |...1; pero el surtido de estas novedades también era el trarse y en esta medida afianzar su presencia cotidiana en el espach turbano y social, garantia de su poder dentro de la comunidad (1996;61) Es asf como banqueros y comerciantes se erigieron como la cl Para finales del siglo xnx y principios del xx, la pirémide social del grada por comerciantes, transportadores, banqueros y empresa fabriles, [quienes] en la mayoria de los casos eran una misma perso Esta clase social nutrida por empresarios nacionales y extranjeros 60 una mentalidad pragmética para los negocios, configuré el sector “opt lento” de la sociedad barranquillera, representada por un 9,6% aprom madamente [de la poblacién existente para entonces]” (1990:80). p Posteriormente, mediante ordenanza decretada por la As Ge Atlantico (Ordenanza N° 37 de 1941), se dispuso la organo ela fiesta carnavalera en manos de la llamada Junta Organizadora el Carnaval de Barranquilla. Un afio después (1942), la Sociedad de Mejoras Pblicas de la ciudad, conformada en su gran mayorfa por stigiosas personalidades pertenecientes a la banca, la industria y el comercio local, ademés de participar activamente en la organizacién del festejo, consolida a un cierto grupo social que empieza a tener un mayor control del carnaval como evento. Es en esta etapa de la admi- nistraci6n, cuando se incorpora un modelo de gestiGn de carfcter sremial-filantrépico, donde sus miembros, ademas de pertenecer a determinadas empresas, corporaciones y asociaciones, en un acto de filantropia con la ciudad, realizan la fiesta para la ciudad bajo el be- neplcito de las auoridades locales, i inalizando la década de los afios cuarenta, se deci , BF Janta Manipal del Carnaval nica poy Bar ENGR Concejo de la ciudad. De esta forma el sector politico barranquillero se introduce en la administracién de las fiestas, lo que més tarde gene fara una serie de cambios, algunos de los cuales suscitardn conflictos entre este sector, las autoridades locales y la ciudadania en general. Para la década de los cincuenta, la organizacién del carnaval trans- curre a cargo de una junta organizadora, presidida por elalcalde de la ciudad, la cual acuerda funcionar bajo el modelo de gestisn empresa- fal fianerpico del que anteriomente se habia hablado, Llama la in que para esta época se autoriz6 la participacié BS cueno consularserslcioen Badal ee Fue en este perfodo cuando la calle comenz6 a convertirse en un &pacio social por excelencia, pilar de las fiestas, bailes y eventos don- se congregaban todos los estamentos sociales, ya fuera como espec- {oreo como partepes. Por estos aos comencaron 2 otrgase ls ghex tos auilos conémicos a las junta de los berries, nombradas {fciaimente porlajunta central tendencia que predominaria duran. Feel transcurso de las earnestolendas en los prximos aos lo cual Tes indica la forma en que se relaciona el poder con los diversos tenatios sociales, econémicos y politicos de la ciudad. Paralela- Mente se establecieron mandatos y preceptos emanados por la AL- pests de la ciudad donde se instauraron prohibiciones y restriccio- Fico las cuales se encuentran la venta o alquiler indebido de 3, el porte de armas y el uso de disfraces considerados como conjunto particular de relaciones objetivas, las cuales pueden ser ducto de la alianza o del conflicto, de la concurrencia o de la co racién entre quienes representan los diferentes estamentos soc Porende, el Camaval de Barranquilla constituye un capital simb6 {que ha sido usado, legitimado y manipulado por un determinado mento de la sociedad barranquillera que estructura” (1988:188), baj elpretexto de conglomerar al pueblo barranquillero, lo hace part dde una actividad donde reafirma el sentido propio de identidad remarca atin mas las diferencias sociales, econémicas, politicas y ci turales entre los diversos estamentos de la ciudad. Laciudad, entre la tradici6n y la modernidad Dando un gran salto en el proceso histérico de organizacion d carnaval, me referiré a la época comprendida entre la segunda y cera décadas del siglo xx, cuando la dinémica de crecimiento di ciudad se dio en funcién del desarrollo urbanistico empresarial ggeran sectores como el noroccidental (barrios El Prado, Bosta Bellavista, Recreo, entre otros) en contraposicién a los sectores pip ducto de la colonizacién urbana, donde fue comin Ia invasion d tierras que posteriormente dieron paso a la formacién de amplias loc lidades conformadas pot barrios populares de la ciudad; éstos const tuyeron el semillero de las danzas tradicionales que hacen parte d carnaval y que se consolidarian como el eje fundamental de la fies ‘A partir de 1938 se instaura la Junta de Festejos del Carnat nombrada por decreto de la alcaldia mayor de la ciudad, que estipul que la organizacion y_ administracién del carnaval se realice en ¢: za del ejecutivo. No obstante, dicho manejo no estuvo exento de! pugnas politicas que para ese momento eran parte del acontecer p tico local y nacional, en las que participaron activamente algua empresatios de la ciudad “ast como también, personajes que empes ron ahacer dela poltica una forma de vida permanente y que encd traron en los sectores populares (...) el espacio ideal para captar ad tos” (Alarcén, 1997:114). 4. _ Al respecto, ver Sergio P. Solano, “La modernizacién de Barrands 1905-1930", en: Historia general de Barranquilla, 1* edicién, Barranquilla, AC mia de Historia de Barranquilla, 1997. Ey 81 estas disposiciones nos evidencian la forma en aq “indecorosos": hblecido para entonces dentro del esceng control social quedaba estal rio carnavalesco- Merliante el Decreto 0554 del 26 de noviembre de 1958 se instau laJunta Organizadora del camaval, la cual haria parte de la admin ‘tacign departamental dos afios después (Decreto N? 573 de dick tre 26 de 1960), afio en el cual se estableceria el cardcter permanent de dicha junta dentro de la organizacién camavalesca. No obstant a Nedindos de dicha década se determinar‘a que el municipio nueya mente tomara las riendas en la organizacién y gestiGn del cara ‘Una caracteristica que vale la pena mencionay, es la apropia que para entonces se dio de los recursos estatales que se asigna eves del presupuesto oficial destinado especialmente a la orga Sian de los eventos del carnaval. En este periodo, el interés del Est do por la realizaciGn de las camestolendas, implicé la participaci active de la naci6n, que destin6 partidas presupuestales para el deta frollo de la fiesta a través de la Oficina Nacional de Turismo, bajo el mandato de Ia Junta Militar de 1957. ‘Debido al amplio respaldo econémico con el que contaba el ca naval, la clase dirigente de la ciudad insistié en la realizacién de evento dé cardcter internacional, al mejor estilo de los desfiles @ Nueva Orleéns, que contara con la asistencia de gobernadores y caldes de ciudacies extranjeras, sobre todo de Estados Unidos. Con un jigoso presupuesto para invertir en las actividades y eve tos propios del carnaval, aparecerfan inevitablemente [a corrupci6 el manejo irregular de las finanzas a cargo de las administracio locales; esta situacién se prolongaria a lo largo del periodo admin trativo del Frente Nacional, cuando muchos de los cargos se cone fan a través de cuotas partidistas entre liberales y conservadores Gque genevo innumerables problemas que se vieron teflejados e acontecer de la fiesta. En esta década se advierte el crecimiento desmedido de Ba quilla, tangible a través de un sinntimero de barrios populares @ ingen sin control y sin planificaciGn alguna; desde entonces, & Sectores sustentaran la matriz popular del carnaval, a través de U 5. Ver decretos de la época donde se reglamenta la temporada de carnae 6. _ El presupuesto oficial asignado para a organizaci ‘ascendi6 a treinta mil pesos, complementado con el aporte de Bavaria en repres tacidn de la empresa privada por cerca de mil pesos. 82 j6n del carnaval de 19 neraciGn de individuos que crecié y se formé en la ciudad cendientes de aquellas oleadas de inmigrant ois eBal quilla en época posterior. igrantes que llegaron a Ba- Para 1960 se hizo manifiesta y contundente la intromisi6n politica Mel carnaval, aspecto que menoscabe el proceso de , Bis fos va auc oe devon conctanes deacenndos cose le oat “oxganizadoray el Concejo Municipal, este dltimo encargado ‘de la Ghrobacin de las partidas necesarias para la realizaciGn de los ev “We carnavaleros (La Prensa, 2-11-60:1). Las continuas discrepancias ‘entre la junta y el Concejo, incidié en la improvisacién de legac, Hades y eventos del carnaval, situacién en la que también influy6 la panera iregular de eleccidn de los miembros integrantes de la junta cipro del carnaval, designados normalmente pot los alcaldesy madores de turno, de acuerdo con las recomendaciones y los intereses politicos. La discontinuidad de los miembros integrantes que hacfan parte de lajunta, dificulté el trabajo or; y rganizado y la pli 161 fs cad sesamarn belarus ccm nee ~gtantes de As : ss erseaies de fas juntas de barrios, donde se hizo més que {.-] los concejales disponian de asignaciones oficiales de dinero para aur el eanaval Se extableta de eta inser eal eodde le polit cura compensaciones se repstran ns atualidad solamente ce ecuetos maratives. As se anota como las is de los dees pol {os locals sala sempre elegas como rena populares. Algnos lirigentes politicos notables en el panorama nacional o depar se convittieron en presidente honorarios de Suk bartios (Friedeman, 1985:17), Debit ant Llama la atencién observar cémo desde entonces se propuso obte- ner utilidad econémica a través del Ter través del usufructo del espacio pili $hecficamente del montaje de gradera especiales por faeidetina re ‘ial barranquil ened ao lera, para admirar eventos tales como la En 1966, con la creacién de una junta organizadora por parte del eanesig municipal Guna Provisional de Turismo y Carnava), se r- arb los comités de os aris, qu se habin conformado en épo- pasadas y que tenfan entre sus principales funciones la organiza Sion de event " de eventos dentro del carnaval. Mediante este procedimiento, la politica barranquillera de turno mantuvo el manejo y control de esta, t a, tdctica que a su vez contribuy6 a aumentar el potencial elec- 3 lubes sociales, representantes de las familias més prestant icy cjcutivos dc a nde, cl comercioy le aiecnerrion forelera de la ciudad. Justamente para este afio, las fiestas dejan un spuen balance a wrath — de la organizacién, lo que de alguna comienza a incidir a favor de la inte id i fens la intervencin privada en el ma- En 1978, se gesta entre los picoteros o duefios d i [ : Jc los equipos d sonido que amenizan las fiestas del pueblo, una huelga sin preceden. fes producto de la avalancha de impuestos dictados por la alealdia, incidente que favorece la participaci6n y apoyo de las grandes empre- selector priv eal ciudad, fh afio de 1979 significs para la ciudad un period. a it e lod cisis politica debidoa que lametrdpoi perdisuliderasgo como pin. ipa centro urbano de la Costa Atléntica. La crisis en los servicios piblicos, la permanente corrupcién politica y la incapacidad de la aecién publica, dan fe de la anterior aftmacién. Para entonces se estipula la creaci6n de un comité cfvico, integrado por miembros de hes diferentes gremios de la ciudad que asumieron y presidieron la opatocin dela esta jicha crisis motivaria la creaci6n para esta poca de la Cor - cién Auténoma del Carnaval, ene ofcal sin énimo de ero, lacual tuvo carter de establecimiento pblicoy goz6 de patrimonio,esta- {wos peroneriajuridcayautonomia administrative, Su funcién prin- fal sv a de promoverfmentat organza leva cabo todas iss actividades ycertémenes que ocurrieran dentro del marco dela festa ¢arnavalesca, labor que llevarian a cabo sus miembros integrantes ele- fos or el conceo municipal det, ‘or no tener asiento en dicha junta, los. a it . los grupos participantes en el 9 ah de: ‘Barranquilla fundaron Ja Asociacién de Grupos Folcléricos {EL Atlénto, acto que torné mie rensionante la relasién entre los p0s tradicionales que participan en el Carnaval de Barranquilla y BS ieee del Carnaval. in 1981 el folclorista Carlos Franco organiz6 la primera escuel: se eseros del Carnaval de Barranquilla, lo cul elated ae nla historia del Carnaval de Barranquilla con lapresentacion = 7. Esta Asociacién se fund6 en 1979 con 1. _ ft Ascii inden 1979 con la paripacin de 80 po gue aban a 15.000 dancantes organiza snvalmente “La Reconquista del Cor val del lsu para integrar ls barrios ubicados en esta parte de [a ciudad. Con los ‘© evento ha hecho parte de la programacién oficial del carnaval. toral que se daba en los barrios populares donde quedaba la sede Jos tradicionales grupos de danza del carnaval. De esta forma, se blecié una especie de “mecenazgo” entre los lideres politicos local Ios hacedores del carnaval: los primeros determinaban el monto de| aurilios, en tanto que los segundos se limitaban a preparar el monta artistico respaldado por dichos auxilios. Se puede decir que mientras este tipo de estrategias legitimarg laestructura dominante de una clase, ante la ciudad se present6 Cony tun acto de naturaleza filantrépica que ayud6 a generar wna c ciGn equivoca de agradecimiento por parte de los grupos foleléric hhacia quienes “desinteresadamente" los financiaban; se estableci6 tuna especie de compadrazgo entre figuras de la politica local yi pueblo barranquilleto. ‘Al mencionar el crecimiento urbano que presenté Ia ciudad este periodo, se puede sefialar que el mismo desarrollo metropolita el ineremento poblacional incidieron en la dinémica social del naval, especialmente en la conformacién y en las relaciones 80 de los grupos folcl6ricos tradicionales; se dieron entonces transform Ciones exteriorizadas en su constitucién yen las relaciones sociales su interior, de tal forma que las que se establecieron a partir de Ig hexos de parentesco, amistad y vecindad fueron reemplazadas por} Taciones establecidas por otros vinculos como los laborales. En 1970 nuevamente se cre6 una junta (Junta Permanente Camaval y del Folclor Barranquillero), la cual estableci6 que el apo que se le brindaba a los grupos artisticos participantes se realizara (€ Cajas de ron producido por la Fabrica de Licores del Departament ‘2 pesar de los aportes econémicos suministrados por la empresa p Seis afios después, en 1976, los grupos coparticipes en el carn se reunieron para tratar, entre otros temas, asuntos relacionados su participacién, ls incentivos de la premiaci6n y los auxilios genet les recibidos. Ante dicha coyuntura, la junta en pleno decidié reum se con los directores de los grupos, debido a la amenaza de no part pacién de éstos en los eventos del carnaval, eventualidad que subsané mediante comin acuerdo entre las partes. ‘Al aio siguiente (1977), el alcalde de turno decide presidif junta y desde esa posicién comienza a pensar en el manejo dé fiestas por medio de una junta con perfil netamente privado, en de se presupone que la comercializacién de los eventos serfa el to clave para tener en cuenta en el buen desarrollo de las tolendas. Nuevamente se elige una junta integrada por mie a 8 Conde, Jorge, “Desarrollo de Barranquilla, 1871-1905", en: Historia gen ‘de Barranquilla, 8 edicién, Barranquilla, Academia de Historia d rranquilla, 1997. 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Encontré que en la prensa nacional —El ciador y El Tiempo aparecen referenciados los caravales de Santa arta y Cartagena y ademis los primeros “mandamis” de la fiesta en siglo xix y las reinas del siglo xx tenfan apellidos samarios (origina- ros de Santa Marta o del territorio de esa gobernaci6n); ellos eran De 1aRosa, De Castro, Abello, Vives, Dangond, Lacouture y muchos mas que me llevaron a pensar en un proyecto de investigacién sobre los tamavales en Santa Marta. __ Plantear una investigaciGn sobre las carnestolendas en esta ciu- dad no deja de ser un atrevimiento, porque el carnaval que se ha ttabajado hasta hoy y se reconoce es el de Barranquilla y no otro enla regin caribe. Es casi una ofensa estudiar y hablar de una fiesta que ‘ottiene la fuerza de la barranquillera y también una osadfa afirmar y demostrar que en Cartagena se realizaron carnavales en “febrero” ~

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