falsas en educaci
yy su mirada antag¢
toriador Philippe
Ariés, que Illich sin duda registra, La urgeneia y
recuperacion de la rela
asi como las nuevas promesase infue
Ia irrupeién de internet forman pacaptrutos
De la sociedad de tradicién
ala sociedad del conocimiento
El objetivo de este libro es doble. i primer lugar, eucidar a
naturaleza de a profunda transformacién que viene eonmo
ionando os sistemas educativos desde hace cuarenta sos,
En este dmbite como en muchos otros, la déeada de 1970 fue
. La expresién se aplica sobre todo,
es cierto, al ambto econémico, en el que designs el rol pre
pponderante adguirido por ls actividades de investiga y
Nol 218 (Cuademos de is erent Maso, Eesones Era
5 te dinsn est toma dl atculasEdusation del
(0322) Pals PUF 1968 p Si(Eacocon ysocsogBaresansde desarrollo Podemos darle un sentido més amplo y reco
‘ocr ali la soeicdad en la que los saberescientiiens moder-
‘nos leg al puesto de mando enol seno dal funcionamiento
coletiva, in este nuevo mareo se insert Ia mutaelm pea
bxiea que nos interesa. Cousise en dar el papel principal,
feuando no exclusiva, el actor de los apendlzajes, a expensas
{el rol previamenteatebuido ale transmsion, sobre la base
4e su asimilaign theta respocto del conocimiento.
La que ocursé fue ls dsolucién del compromiso que hi
‘ia presidido e destino de la eseuela moderna desde su nack-
siento. Tenie una ara visible yuna cara invisible, vemosaho~
ra retrospectivamente. Por una pate, ellado visible, actuzha
en complisidad eon el régimen moderna del conocimiento tal
camo es ejempliiado por las eienias, un régimen contrado
fen el syeto de razin y definido en le prictica por el uso del
método. Este sltimo concepto esti tal punto incorporado
en nestre modo de pensar que nos evesta volver a encontrar
tlalcance dela ruptira quelle « René Deseartes a elegio
como emblema y puerta de entrada de la «nueva flosofia.
Bs, sin embargo, el concepto que mejor resume ka espeifc
cidad de ln esenela moderna, que consiste en organizarse
alrededor dele adquiscion de saberes metidicos. Pero, por
Ta otta parte, el lado invisible, esa modernidad no impedia
que la escuela contemporizara soeretamente con el univers
4e la tradcion. Se habia reaprnpiado de su modelo cultural y
‘pistémico para combinarlo con lo congyistado por el modelo
‘moslero del conocitmiento. Durant cuatro silos viié sobre
‘esta asorncin inestable entra puests en jucgo dela razény
la transmisi de Ia tradicin. Su historia e lade Iasrenego
sdaciones constantes entze esas dos lgicas antagonistas. No
‘bsaradrer, tle como Peer Drockr (The ge of
‘issn KS) 9 Dane el on ae seis prenratorios
suns sorpresas la figura moderna del sujeto de reain gand
:misy més importancia en detrimento de la antigua lgice de
| autoridad del pasado, a punto tal que terminé suplantén-
dola por completo. La novedad de nuestra situacién reside
fen ese exclusivismo. El plar oculto del arden eseoar elise
desaparecié, dejando en la paletra solo su eje ofl. Pero
lejos de simplifiarl situacién, como habia podido esperar-
se, ese desenlace de una larga tensién a complicé de manera
considerable. Hizo surgic una gama do interrogacones ines
peradas sobre los dos lados del eompromiso original, relati-
vas ala aceién de aprender asi coma @ la transmision, de la
cual esti fuera de cuestin prescindr: munca, sealémoslo,
ha hablado tanto de transmisién como desde que se renunld
acliaenapréetica.
Este giro nos obliga a retomar todo desde la ras la
seguridad que les traiaa todos ese compromiso secular y st-
tilmente tejdo, A los praticantes, es provela un mao ope
ratorioprabado, al tempo qie cerca efecto disuasvo que
aba inspitador para los innovadores. Unosy olzes se
vwuelven 2 encontrar igualmente necesitdos* El sistema de
lensefianca estén difaltades y In imaginaclin pedagigien
funsiona mal.
‘Tradici6n, transmision
‘Sin entrar verdaderamente en esta historia que todavia est
por eserhise es indispensable precisar an poco estos concep
{os de tradcidn y transmis, finde uminar por contraste
claleance de ruptira dela dea moderna del eonotimientoy de
sus socuclas pedagégcas‘No existe ninguna sociedad que no se vea confrontada a
‘un problema de edueacin, en la medida en que descansa en
‘ana cultura dotada de ciera etabilidad y esta hecha de se-
res vvientes que nacen y mueren, Necesitaentonoesssegurar
‘su reproduceiin ealtural proeurando a los recén egadas las
tlaves y los cédigos de ese univers del que serin responsa~
bles durante un tiempo. Oeurre que durantela larga duracion
de a historia humana, esa trmsmision que debe tener lugar
en todos ls easos tomb la forma particalarmente rigurosa de
Ja fnouleacn de una tradiién. Entendames por traccin,
cen l sentido primordial del témino, en su sentido religoso,
‘no Ta simple fdelida a nsos ancesrales, sino la obediencia@
‘modelos teputadas como fundacores, Ia reeonduecion impe-
rativa de un orden plantezdo en el origen y destinado a per
petuarse de manera idéntea a través de la renovacién de las
{generaciones. En el marco de semigjantesujecin «la ley del
pasado la edueacin tiendea confondirse con la transmision
ous logado intangible, en sf mismo iniferente a la parti-
cularidad individoal de quienes sucesivamente lo encarnan,
‘ayo tnico problema es mostrarse a la altura de los que los
than procedio y velar al mismo tiempo por a presezvacién de
‘eve tesoro ancestral en sus descendientes,
‘dems de a identdad eoletivagarantizada por la devo
ign comi hacia el fandamento sagrado, lo que se transmite
deste modo es ante todo la identidad genealégca,esencal
en las sociedaes de tradiidn, estracturadas por To gene
ral por el parentesco, La trantmisién comienra por el nom
bre la sangre; pasa por la inseripen en wn linge, por la
vinculucén carnal con una ancestralidad, A memudo, lo que
Se tansmite con el nacimiento es el estatus hereditario, et
ugar en la sociedad, el rango que eads tno esti destinado
‘ ocupar y las obligaeones correspondents, Estatus social
que por lo comin es inseparable de un estado ode un ofclo
que se ejeree we padres a hijos» sein una frmula perpe-
tuada basta nosotros. Un caso particular, y privilegiado, es
dela transmisién del patrimonio, de los bienes familiares,
on ae ee
rige la ley. Pero fuera de ese momento prvilegiado, la ta
isin ocurreacada momento en la via social est dirigica
1 nifiosy jovenes. En primer logar, esta refer a ls wsos
sociales, los cédigos elementales que presiden a coexsten-
«a, Jo que todos Tamamos la eivilidad. Afocta las ereencias
‘compartides yo eonocimientos de todos los érdenes, desde
‘1 conocimiento del medio natural hasta el eativo al univer
‘0 sobrenaturel. Conocimientos dispensados segin diversas
‘movdalidades, seg los émbios, las edades y las funciones.
Sin entrar en detalles, se aprecia de entrada que va a haber
dos transmisiones, dos modalidades fundamentales de
ercicio. Habra ransmisiin espontinea, que cuenta con
Ja inmersién en un entarno que comprende y modela al wecién
Tegado sin que sea necesario nada mas que los intercainbios
colidianos para prohibir, aconselar,explcar.Y habré, ade-
‘nds, una transmis expresa, que exige na movilizacion es
pecil de las instructoresy de ios neios, ya sea qe se trate
e los gests de un ofco ode la aduisicon de un mensaje
reservado al pequeflo nfimero (en el orden sobrenataral, de
‘manera eleesiva). Pero esto no impedir que es transis
cexprese pase, en esenea, por el cal de la imitacion yd la
Jncorporacién progresiva, ala manera delas actividades ordi-
nariss doa exstenca coletiva,
En este mareo, hay que hacer un Ingar apare a la trans
isin y al aprendizae de un tipo original que surgen con
Ja invencidn do la eseitura. Con ella aparece Ia escuela pro-
piamente dicha en euanto ugar soil diferenciado, porque
Ja adquisieiin del ofiio de escribay la apropiacién de wna
cultura leada reelaman una inieiseién que no se parece a
ninguna ora, tanto por sus modalidades coneretas como por
su duracion, La eseritura ofrece nuevas posiblidades al pen=
samiento, por jaeion de los enuneiads y la vuelta rellexi-
‘a que permite sobre el tenor de estos, como se sabe desde
los trabsjos de Jack Goody. Al hacerlo, e da quien la do-
mina los medias para una reflexion distanciada y personal
Pero hay que subrayar, como coatrapartide, que le misma
fijacién de los contenidos puede tener el efecto de reforzar laexigencia deliteralidad de la transmision, Es intsinsecamen-
‘te conservadora. La escrtura en si misma es tanto un vector
4e conformismo como un vector de independencia. Notable
ambivalencia que explica que haya podido servr al mismo
tiempo para consolidar los eifcios tradicionalesyproveer el
soporte dela ienowacion intelectual.
‘Una dtima palabra sobre Ia ides del conosimiento aso
ciado a este sistema de la tradicin y de Ia tansmision en
su forma plena, Para captara bien, es preciso marear su di-
mension relgiosa ms fuertemente de To que se hizo hasta
altor. Sila herencia del pasado detenta una fuera reste
‘a, es porque posce una fuerza sobrenaturl. Remitea a in-
lervencin de potencias de naturalera diferente de los vivos
visibles actuales, en wn tiempo distnto del que transcrsis
desde aque ordenamiento original. Por medio de lo invisible
de su esprit, Ios bumanos se comuniean con exe invisible
fndador. Rociben las verdades que emanan de él y que por
sf isms se imprimen en su esprit, dl mismo modo que
cl orden de su mundo les es dado y se presenta a clos coma
algo transmitido y que debe transmitirse. En ots palabras,
ins filoséfieas, ese conocimiento necesariamente receptiva
esdirecto y pasvo. Se efeeia por contact inmediate con cl
objeto a connoer La actividad eventnalmente requerda para
acoeder a él, para elevarse por ejemplo hacia el celo de las
‘dess, consist en stuarse en la poscién de ser investido por
quello que he de aprehenderse. Pero It experiencia mis eo
mtn que verifies esta naturalena pasiva del conocimiento es
Ja de a visi, comprendida como imnpresion de ls abjetos
cexterores en nuestros sentides.
El compron
iso escolar y su dis
Esta somera evocaeéin basta pars medir al mismo tiempo la
ruptura que represen la escuela moderna y Ta ella que
cl universo de la transisin dej sobre ella durante mucho
‘tiempo, a pesar de esa ruptura,
[ta modernidad va a earacterizarse pore] desarrollo de
las instituciones especiaizadas en ensefanza para uso dolos
Iaics, insttuciones destinadas a tomar vn Ingat cada ver
mds grande, Es uno dessus rasgos constititivos, Las socieda~
des modernas son sociedades escolar, ate desarrollo ins-
titucional deriva de wna nueva idea del eonocimiento que se
firma iniialmente de manera emmbrionariaenel sono de lo
‘que se ha convenido en lamar la ehumanidads, antes de to-
sar su forma sistematiea con la cenciagalileana yluego con
Ja cencia newtoniane. Una idea del conocimiento indirect
¥ activo opuesta en todos los puntos ala que acaba de ser
Aescrta, puesto que la mente aprehende ali la tealidad que
sponta a descffas, por una parte, mediante instramentos
que le brindan informaciones que ser‘an de otro mode in
accesbles; por otra, basdndose en construcciones tericas
concebidas para ser testeadas por la experiencia, Pero, en
realidad, no es ese modelo completamente desarrollado €
quevaa servir de soportey de gua al rstema de ensefianza,
sino el modelo embrionario provisto por el bumanismo, en
razin de Ia relacién intensa que conserva con el universo
dela transmision y dela adecuncion que le procura cn sna
sociedad que sigue estando ampliamente estracturada por
Ja religion. Este aporte humanist ineorpora, sin embargo,
al sistema eseolar que se establoce (en particular e de ios
cologios) un elemento especificamente modem, ligado al
nuevo orden del conocimiento, ol elemento del modo, ave
permite determinar una progresion ligiea en el proceso de
adquisicién. La originalidad cultural de la eseuela moderna
va a consist en el recurso a saberes metédicas, con lo que
estos suponen como centro organizador, tanto desde el lado
de quienes los conciben como desée ol lado de quienes han
Aebido apropidrseos, es decir el sujeto de razén, explicitae
mente il tanto de sts operaciones y del onen de estas
TInmenss novedad, pues, que nos hace entrar en un espa
clo intelectual inédito, pro novedad temperada yequilibrada
por la continuidad det matco de Ia transmis, Esta 3 jue
ga, en primer lugar, en el plano del contenido mismo de lacatura escolar Tegtima oftcida de ese modo a las jowenes
feneraciones, con una impresin también inédita respectn
‘de un aro faturo personal para el cuales preciso equi
los. No obstante esta proocopacionfutursta que se asomt, el
‘centro de grave de a formacin en las «humanidadess «5
‘lfinitivamenteretrdgrado. Gira en torno ana vision ideali-
‘ada de la Antigiedad gresolatina que, por cierto, ya no tiene
nada que ver con la sacalidad difusa de los origenes propia
el mundo del tradieioa y que constitye elusive un paso
al costado fundamental on respecto ala presion dels orige-
nes cristianos, pero que no por ello deja de hacerse cargo de
la reverencia obligada hacia los modelos puestos como inst-
Perables de un pasado fundador. Per, sobre todo, a pesar ce
lu nove de lainstituen yd su mison, el esptit general
‘que preside su funcionamiento sigue siendo el dela reprodue-
in tradicional, dela accion de una generacion sobre otras,
tal como Durkheim o Grams definirin todavia educacion,
con visas ala perpetuacin de la exstencia coletiva en ef
plano de la cultura. El eamino dominante seguir siendo la
mezcla de inculeacion sin complejo de impregnacionrutina-
ria que surge de aqul imperativo de incorporacion de los re-
ciénllegadosen aquello que os precede. La uni de ese mar.
coheredado con el expiritu delos saberes modernos no estar
libre de tensions. Por definiclén, semejante articnacion de
comtrarios es polémica e inestabl.Alimentardinterminables
diseusiones entre conservadorese innavadore, El qullibri
‘que habe que encontrar sera susceptible de mil versiones, Hl
seuerdo n0 dejar de redefinirse y desplazarse. Sin embargo,
fen medio de sus metamorfsis,demostrard una somprenden”
te estbilidad de base. Atravesar los sglos para deshacerse
apenas muy cerca de nuestro tempo.
Fs interesante notar que esta divisia y este aewerdo entre
prinepios contrarasse corresponcerin ela esena losfica
aproptsitn de aides de conoeimiento, La nueva cencia dela
‘aturalera,con lo que reveladelos poleres del seta cogs
ceme, mpone una revsién en toda regla dela coneepei6n de
Jas olaciones entre Ia inteligencia humans, el entencimiento
divine y el orden de las fenémenos naturales. De esto se va a
‘cupar fo que se ha convenidn lamar «el gram racionalismo
a partir de René Desezrtes. Su caracteristien fundamental
reside en el acuerdo, precisamente, que cada uno de sus re
presentantes procara consruir entre conocimiento indirecto
¥ eonocimientodireeto, entre Ia accfn constractiva dela ra-
240 humana yl participacion en las ideas divinas,accesibles
por intuieion bajo la forma cle widens innatas», De cara a este
‘equlibrio buseado eon desesperacién, es preciso apreciar la
‘esestabilizactn introducida por el empirismo y su reeharo
de as eas innatas, en provecho deo adr por la expe
"ene Bs en relacién con esta ruptura que hay que situa lx
‘watativa kantiana de definirun nuevo aeverdo, Si Immanvel
‘modela eterno ge harsnisnd baja forms Ge ure meres
Seahistorieau_ ere, por medio do un recor peaasuaice
ii cme mara ambos tinconents merase
(us repusieanas mas fersenes del ig ¥ puaeron
Fatterabie Este sjrio manta de major mora cm taKant destiorr a intuicion intelectual ye contacto iamediato
con verdades suprasensibles, lo hace sin embargo, para alo-
jar dentro de la razén humana una treseendencia trict
ble ala experiencia. Si ese gran debate fllsifco merece set
cevoradio, eS a causa de sn ineidencia pedagégien. La escuela
‘moderna estéestrecharente liga a Ta idea de conocimien
to. No oeurre nada significative en ese émbito que no tenga
tarde o temprano conseeuenciss en materia de concepciones
feducativas ode prctica escolares,
En plano mucho mia tival, ese acuendo carateristico
tre Ia apropiacion moderna y la tansmision antigua vat
dar durante mucho tempo na forma de evidencia al eparta
de tareas entre la familia y Ia eseuela, Bn Ta familia, la edu
cacion, es dei, de hecho, latransmision, la inculenion de
los eédgos sociales lementales, la iniineién en los valores
Y las creencias de la tsbu, en particular las religiosas. fit ln
‘escuela, la instrucion, ose, li puesta en prt de seberes
proplamentsdichos, ann sel uso de estos sigue estando ata
vesado por la transmnisin e incluso si la formacién moral y
ivicaconsttuye una dimension importante, eando no price
ritaria, de a aceién que se espera de ella,
Este acuerdo slidamente instalado ba Legado a ser el
blanco dena entice al mismo tiempo politica y téeiea, a
Pattr de comienzos del siglo XX. La historia de esta mpeg
rucion es muy conoeida y hasta com secordar algunas de sus
andes linas. En fo esencial, se confunde con el age de Tes
pedagogias lamadas nuevas», Estas reprochan alos méto-
‘os denominados con toda razinetradiconales» queson tée-
icamente deficentes, que dejan delado el resort primordial
‘que representa la actividad del slumno, porque los aprendi-
"ajes son tanto mas eficientes séidos cuanto ms se apo~
yan sobre los intereses, Ins curiosidades, las iniiativas yl
experiencia decada ino, Ademés, ese reehazo dela pasivided
frente a una palabra de eutoridad es la manera de preparar a
eludadanos que no se dejarin engatiary no vacilaté en i
plicarse en Tos asuntos piblicos. Aiadamos a esto, ademis,
1a critica psicolégica de los daiios del autortarismo en ma
ELA 0CIEOAD DE TRADICION ALA SOCIDAD OF. ES
teria de desarrollo dela personalidad y so comprenderin los
rotivos que habrin de volver incontenibe esta corriente de
[pensamiento, A partir de la década de 1920, penetta en as
Instituciones de enseianza en Estados Unidas con el estan
darte de «edueacibn progresistas. La diferencia de comtextos
politicos, sociales culturales etrasara su triunfo en Europe,
donde se eonsagrar,sin embargo, por complete enlos stem
‘2. Noes nada sorprendente si se considers la finidad de las,
eas rectoras de esta corrente con los principios fundamen
‘ales que rigen nuestrassoccdades. Solo se necesita registrar
el hecho de que laeultura demoeritiea encontz Ia sofia
edayégica que leenrresponde,
Esta vitora terica est acompaitada de tres evoluciones
significativas.
En primer lugar, no puede separarse de una individua
Tizacin radial, que no se reduee@ la inspiracion de proce
dimiontas pedagegios, sino que se reiere alos horizontes
‘estenciales dela educacion. Nosolo va no strata de formar
servdores fees la pata, sino que tampoeo se trata de for=
mar individuos paral sociedad, Eltinico propisito admisibie
de a educacion es ayudar alo nis y los jovenes a llegar 2
serellos mismo.
Se sigue, en segundo lugar, un refer dela demanda di
rigid ala escuela, contrariamente alo que podria hacer eset
esta privaizaciin de los objetivos educativos, Poruue est
realizacin personal pasa, sin embargo, por el éxito fat en
ln sociedad, euyos medios se supane que a excels, mis que
nunca, debe preveer. Al respect, incluso podria hablase de
‘una captacin tendoncal de la funclén educativa en eon
junto, dado qu las familias tenden a deseargar en ela todo
Jo que concierne a la adaptacion a la exstenca colectve, en
roveeo dela pura intimidad afectiva,
Por ‘timo, en tereer lugar, la preoeupacién iguaitaria
‘que acompatia con toda légiea esta indvidualzaciin trae
consigo una marcada revisin dela erarguiay dele forma de
los saberes escolares.Lleva a proseribit los sberesy ape
‘dizajes, en particular de orden literario, que ponen en juego‘una fuerte dimension de transmasiin sabre Ia base de conni-
vvenclaseulturales.Garantiza la consagracién como principio
eos saberes metéicos, cya universalidad logica se supone
«que asegura un acceso exento de barreras de clase, Quedan
pendientes aquellos saberes que se amoldan solo imperfee-
tamente a esa forma de revsar su mado de exposiciia y de
En defnitvs estamos sin lgar a dudas en presenei de un
nuevo paradigms ecatio, an ver social yepistémicn, donde
el hecho de aprender se impuso sobre el proceso de eansi-
sign, considerado retrogrado, tanto desde el punto de vista de
‘us fndamentos polities eamo desde su punto de vista sabre
la adquisicion dem saber
Elretorno de la transmision
Lo seialdbamos més arriba, curiosamente gracias a la toma
de poder por parte de un modelo que lo destituye, el propio
téemino de stransmisions adquirioentidad en la reflexion
Dpedagogica. No fguraba en ella solo tena un rol marginal.
Paroce haber sido convocado oma término de contraste,
‘para resumir equella que se trataba de expelsar de una ver
‘por todas: Ia imposicién, a atoridad, la verticalidad magi
tral En summa, todas esas earacteristicas que pasaban por in
hherentes a «la accion de una generacion sobre otra» ¥ a las
‘uals se resignaban aquellos mismos que querian poneras
al servicio de una razon individual entre los miembros de la
joven generac,
‘nego, Poco poeo, el téeming «transmisiin» eomenrd
1 ser el objeto de una teapropiaciin positive, a partir de la
‘ada de 1980, a medida que aparecian los limites del nuevo
paradigima. Una ver que este se puso en fincionamiento en
fram esela, de manera sstemaies, en una situacion donde,
por afadidra, Il destradicionaizaién de la sociedad est
prictcamente consumada, sehace evdente que no tiene ree
puesta para todo, Se desesre que tiende a dejar de Iado un
ELA S0eiDAD DE TRADICION ALA SOCIEDAD OF. a
cierto mimerode «transmisiones» esencales, inclusive indi
pensables, que no eneajan bien en el mold.
-Estenesto problemétia se deja ver principal
frentes
En primer lugar, eoncierne al émbito tio, comprendido
‘enna aeopeién amplia: todo aquelo que regula las relaci-
nes con oro, desde la eivilidad eotidiana hasta los mas altos
valores morale. sta ensefanza fue ante todo rechazada por
‘motivosfilosfics y polities, nflueneiados por a ola beta
ay deconstructivsta de los aos sesontaysetent En con
secencla, cuando volvi6 la idea de que podia ser de alguna
utldad, fue neeesario medirla difeultad de hacerlo entraren
1 modelo pedagégio vigente. De manera manifesta, hay ali
‘un conjunto de disposiciones y, si se quiere, de scompeten=
das» que daben ser adquitidas, la cuales es en vano esperar
‘que se desarrollen por st mismas, ya ques sdquisici supo-
ne otras recoridesy procesos diferentes de la construcciin
de os saberes por parte del edueando. Hae falta alg como
‘una transmision.dPero cual?
To mismo ocursié en e frente del civismo y Ia ciudada-
nia. Si habia una esperanza puesta en los micros métodos,
‘esta era que fban a eontribuie @ formar generaciones de
iudadanos activos, que piensen por si mismas y que estén
acostumbrados ala scosisn publica. Ahora bien, subo un
‘panto sobre el que fue preciso desengaiarse fue ese ante la
‘Gespolitizacén masiva dela jwventa, I generalincion de la
{ndfereneia por la cosa pica o, més iritaate an, lamer
‘meablidad a las obligaciones hacia la eolectvidad. Notable-
‘ment, all también, el sentido de la pertenena a Ta com
nidad politica y el hacerse cargo de los asuntos comunes 3¢
aprenden por otros canales,
Fue preciso admit, pr timo, que habla un oxen deco
‘ocimentos que-no eoncuerdan bien con la voluntad de en
trarse en las aproplacionesindviduales, el que concierne a la
expresién. Un orden neurilgio, puesto que quien dee valori=
‘zacibn de Ia actividad personal del alumno dice, Iigieamente,
aaa ae
teen tres4e su capacidad de apreciar Ia esidad dela expresion en sus
Giferentes registro, familiares o elaborados. En otras pala-
‘ras, a desenvotura ee! manelo de! lengusjees primordial
fen el proceso de eonstruceiém de les conocimientas. ahora
Dien, es forzoso constatar que a los stberes metidins les
‘euesta hacer higar al despliegue de la competenca lingis-
tics, desde su nivel elemental, porno hablar del acceso a sus
sutlezas y realizaciones ejemplares bajo la forma de obras,
Esio se advert, en sentido cantar, anda se intentan in
lui ls enseianzas Iiteraras en Ia gril de ls saberes que
[pueden ser mtoconstruidos por la razin, 1H resultado es un
formalismo absurdo, tan tediose como incapas de coaunieat
el sentido del lengua ye gusto dela formulaein exact, tan
teicales sin embargo para el sueto que busca dominar si
pensamiento, Supone en realidad eapacidades en materia de
‘mangjo de la signiieacion y do emploo de los discursos que
no est dentto de sus postblidades desarollar. Adquirrias
depende de una «transmisin» que escapa en gran media 8
Ja institueion esol
‘A panir de una serie de constataionas dela earentia se
redescubrié Ie transmistin, Después de haberla repudiado
expresamente, fue necesario darse cuenta de que habia algu-
ros dmbitos ea los que era dtl prescindir de el, sin que
‘to samifique en lo més minimo que sepames establecera,
Cuando mis o menos funcionaba, no se hablaba de ese tema,
y ahora que Hegamos a damos cuenta de lo necesara que es,
zo tenemos el manual Geinstrucciones,
‘Transmisiones clandestinas
A este primer estrato de redeseubrimiento dela transmison
seva a agregar un segundo. Un redeseubrimiento que deriv
no de su ausencia ai de sa fala, sino, inversamente, de st
presencia continua, aunque subterrinea. La desapariion de
su uso explicito no impide que fancione a fondo de manera
implieita. Oficlalmente repudiada, como manera de actnar
ELA EOCIEDAD DE TRADICIONALA FoCEDAD BL. s
y disuelta como meeanismo socal eonfeso, no deja de obrar
fon importantes efectos.
"Es muy elaro eel caso de la familia, Por més que haya
Aejado de sor constraida alrededor de su vocaelon socaliza-
dora y desu funcién edacativa, por més que ya no pretenda,
ser transinsors, ms que nunes resulta determinants en ma
teria de adquisiiones personals, La formalin de un weapi-
taleultural» depende mucho de ella. La quesetransmite por
a familia, aan de manera involuntara, se revela ala larga
como mis importante que lo que se aprende en la escuela,
Yello ex vida para todo los imbitos, No solo respecto del
‘equipamientolinglistico, de la fcilidad en la expresin, del
Dagafe de referencias, También, sino Joes ms, respecto de
la aptitud en los procedimientos ligios y en I apropiacion
de saberes abstracts, pero esto bien podria tener estrechas
‘elaciones con aquella La seein social or la matemstica
‘mis despiadada que la que pasaba por ls seeiones lite
Farias y Las sutileras en Ta disertaciém, con sus presumes
‘eonnivencia burguests. Debemos concluira partir de lo el
‘aricter lasita de la matemitica? Lo cierto esque ls expec-
tativas igualitarias pnestas en los saberes metdios ya un
‘yersilidad, con la supuesta transparenci de i Fenguaje, 10
vieroa larga vida Probablemente ee racaso més grave dela
‘scucla modemaa desde su ereacion. La demoeratizacion que
parecin posible esperar de la sustitnetén de Ins transmis
‘es inplicitas or les ensefanzas explicitas no eoncnr6 alk
ita, Una constatacién, dicho sea de paso, que normalmente
haba debido moviliaar todas las energits, no correspondta
al ambiente de negacién entacterstica de nuestro momento
intelectual. Pues dice mucho yests cangaa de consecuencias.
En tina sociedad destraicionalizada por completo, la trans
risa sigue operando eomo un mecenismo elandestino,
Sin embargo, no se detiene en el marco familiar. Funciona
también en el eno del grupo de pares, cuya importancia so-
‘alizadora nanea fue tan grande, Est eso de eonnivencias
feneracionales tiene wn efeto potencialmente dasestabiliza.
voor para Is institueién eseolar, en la medida en que ha llerado«aserel vebfeulo de une cultura propia, apoyada en una delas
principales potencias de nestrassociedades, los medios de
‘comunieacion, veetores de una eultura de eonsuio que nove
‘ecesariamente en el sentido de la formacion en los saberes
‘onstruides. Se encuentra ali et nicleo de una polémiee que
ho necesita ser abierta para tener st peso.” Lo que en tide
‘caso es seguro esque, en ese terreno, la transinisibn informal
{uega un ro que equa ampligmente los aprendizajes fr
Adquirir y recibir
Aprender sigue siondo afin de euentas, una parte Hinitada
e In constitucion de agaje de eonoeimientos socalmen-
te tiles de un recién legado, eon respecto a un conjunto
de transmisiones que atin siguen siendo preponderantes, Y
esto, incluso en uns sociedad que ya no quite ofr hablar de
ello ofciaimente, que repodia enérgicamente el prineipio de
Ja transmision en su sistema de ensefanza y que pone todas
sus expecativa, més alt de a esenela, en formeciones me
‘dias. Tal esa lecién inequivoca de la experiencia que vi-
vimos en gran escala desde ace unos eusrentaafios ¥ dela
4que ha legado el momento de saear las eonsecuences. Hay
algo irreduetible en la tremsmision que represen ¢l pin
tal de los aparatos escolares y de las expectativas puestas en
ellos Hay que levar esto al centro dela reflexion. Ea primiet
lugar, se rata de comprender sus razones; se trata por att
parte de preguntarse en qué punto esta revelacion nos obliga
areconsiderarlo que signifies exactamente aprender. clo se
‘bemos verdaderamente? kn particular, la actividad del sujeto
de couorimiento, tal eomo fe tustrada por el evance de los
{ste pen en Cuturcsyesones lo rami delaras
saberesciemifiens, nos da aceso el modelo mis apropiado?
0 hay algo por completa diferente en el acto de aprender,
axdemis del procedimiento que permite producir nuevos eo.
Deal las dos partes de este libro, Por un lado, se preg
‘wacerea dels resistencias dela transmisin, Se cafaern por
despeinr las motives que Hlevan a pensar que eonstitye tna
dimensi6n insoslayable que toda reflexion pedagoice seria
debe tomar en cuenta. Se afera, por otro lado hacer surgit
Ja especifedad del hecho de aprender, lo cual pasa tambien
por el examen exten de algunas de las doctrinas més inf
Yyentes en ol mbito educativo.
1a obra no tene la pretensia de ser sstemétia y com-
lets, Muchas otras entradas habrian podido encarase para
alimentar el andes tanto desde el lado dels transmision
propésito, por ejemplo, de las pricticas profesionales) cuanto
desde el lado del aprender y de las mancras de desconocerlo.
1 ambicion principales introduelt una pregunta yestable-
cer su fundamento, com I cnnviceién de que del trabajo en
comin alrededor desta enestion neurdlgie depende hoy el
progreso de las aces en materia de edueacin