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sumari

editorial 3
temes d’estudi 4
• Teoría y práctica de la psicología política
Revista quadrimestral del Col·legi Oficial de Adela Garzón Pérez ...............................................................................4
Psicòlegs de la Comunitat Valenciana
VI etapa • núm. 93 • maig-agost 2008 • Estudio del perfil psicológico del vigoréxico en el deporte
Edita: Col·legi Oficial de Psicòlegs Enrique Cantón Chirivella, Francisco Revert Ferrero
de la Comunitat Valenciana
i Alfonso Chávez Valdés.......................................................................26
Equip Directiu
Direcció:
Cristina Aguilar Giner, Eulen. S. Sociosanitaris. Vlc.
• Relevancia de las variables sociodemográficas y del ejercicio
Subdirecció: físico en la ansiedad en mujeres
Enrique Cantón Chirivella. Univ. València Aurelio Olmedilla Zafra, Enrique Ortega Toro i Julia Madrid Garrido.......41
Consuelo Claramunt Busó, Gabinet Municipal. Torrent
Ángel Martínez Moreno, PAINA Consultoria Vlc
• Esquizofrenia: déficit en cognición social y programas
Equip Editorial: de intervención
Responsables de secció:
Gilberto Minaya Lozano, FREMAP. Vlc Inmaculada Fuentes Durá, Juan Carlos Ruiz Ruiz, Sonia García Ferrer,
Miguel José Perelló del Rio, Centre d’Aplicacions Psicològiques. Vlc Mª José Soler Boada i Carmen Dasí Vivo............................................53
María Cortell Alcocer, Clínica de Psicoanálisis. Vlc
Carmel Ortolá Pastor, Gabinet Psicoteràpia Gestalt. Vlc • Evaluación de la percepción y la satisfacción de los
Xavier María Pérez Albert, Gabinet Urrutia. Vlc
familiares de usuarios de un centro de rehabilitación
Comité Editorial:
M. Constanza Aguilar Bustamante, Univ. de Santo Tomás, Colòmbia
e integración social
Francisco Alcantud Marín, Univ. València Yolanda Simarro Quintana, Inmaculada Fuentes Durá,
Esther Barberá Heredia, Univ. de València Juan Carlos Ruiz Ruiz i Marisa García Merita......................................65
M. Carmen Barrachina Segura, consulta privada. Vlc.
Francisco Bas Ramallo, Centre de Psicologia Bertrand Russell, Madrid
Luis Benites Morales, Univ. de San Martín de Porras, Perú debat 77
Vicent Bermejo Frígola, Salut Mental Infantil. Conselleria de Sanitat
Javier Bou Piquer, Associació Sistèmica de València • Las Psicosis: Medicación ¿y qué más?
Jesús Cabezos Fernández, consulta privada. Vlc.
Amparo Cabrera Vallet, Consulta privada. Vlc. Juanjo Albert Gutiérrez, José Luis Belinchón Belinchón,
María José Cantero López, Univ. València Inmaculada Navarro Morales i Óscar Vallina Fernández.....................77
José Cantón Duarte, Univ. Granada
Maite Cortés Tomás, Univ. de València
María Victoria del Barrio Gandara, UNED entrevista 90
Edelmira Doménech Llaberia, Univ. Autònoma Barcelona
Begoña Espejo Tort, Univ. València • Dña. Alicia Meseguer Felip
M. Dolores Ferrando Moncholi, consulta privada. Vlc.
Enrique Garcés de los Fayos Ruiz, Univ. Murcia per Silvia Navarro Ferragud ................................................................90
Pedro Rafael Gil-Monte, Univ. València
Francisco Gotzens Busquets, Ajuntament de València
Francisco Hidalgo Mena, Generalitat Valenciana
praxi 97
Elvira Asunción Jaime Coll. MAR. Psicologia Clínica i Jurídica, Vlc.
Anette Kreuz –Smolinski, Centre de Teràpia Familiar Fàsica. Vlc. • Aspectos del informe pericial forense sobre
Ángel Latorre Latorre, Univ. València determinación de idoneidad de relación y visitas
Wilson López López, Pontifícia Univ. Javeriana Bogotà i ABA Colòmbia
José Tomás Llopis Giménez, Univ. de València de abuelos respecto a su nieto
Fernando Lluch Gutierrez, Ajuntament de Cullera Xavier María Pérez Albert....................................................................97
Maribel Martínez Benlloch, Univ. València
Carmen Mateu Marques, Univ. València
Manuel Medina Tornero, Univ. de Murcia deontologia pràctica 107
Francisco Xavier Méndez Carrillo, Univ. Murcia
María Vicenta Mestre Escrivá, Univ. València • Supuesto didáctico sobre ética profesional y deontología
Luís Valentín Montoro González, Univ. València
Gonzalo Musitu Ochoa, Univ. València
en el campo de la psicoterapia
María del Mar Navarro Díaz, Gabinet Municipal Torrent Vicent Bermejo Frígola.......................................................................107
José Olivares Rodríguez, Univ. de Murcia
Godoleva Rosa Ortiz Viveros, Institut d’Investigacions Psicològiques,
Univ. Veracruzana, Mèxic crítica de llibres 116
José María Peiró Silla, Univ. València
Gema Pons Salvador, Univ. de València • Terapia psicológica integrada para la esquizofrenia,
Adriana Rey Anastasi, Institut de Medicina Legal, Vlc.
Juan Sevilla Gascó, Centre de Teràpia de Conducta Vlc.
Volker Roder, Hnas D. Brener, Norbert Kienzle
M. Ángeles Tomás Bolos, Gabinet de Psicologia Clínica i Educativa. Vlc. e Inmaculada Fuentes
María Victoria Trianes Torres, Univ. Málaga per Francisco J. Santolaya Ochando..................................................116
Javier Urra Portillo, President de la Comissió Deontològica de Madrid
Rosario Valdés Caraveo, Universidad ELPAC, Chihuahua, México
Miguel Ángel Verdugo Alonso, Univ. Salamanca
• El duelo y la muerte, Leila Nomen Martín
per Silvia Tortajada Navarro...............................................................117
I.S.S.N. 0214-347 X - D.L. V-841-1983.
• La psicoterapia breve caracteroanalítica (PBC). Una respuesta
psicosocial al sufrimiento emocional, Xavier Serrano Hortelano
Està inclosa en les següents bases de
per Javier Torró Biosca.......................................................................118
dades:
CINDOC, PSICODOC, LATINDEX I
DIALNET.
• Inteligencia emocional en situaciones de estrés laboral,
César Rodríguez Martín 
per Noelia Llorens Aleixandre............................................................119
temes d’estudi nº 93 • maig-agost 2008 • pàgines 4-25

Teoría y práctica de la Psicología Política


Adela Garzón Pérez
Catedrática de Psicología Social
Facultad de Psicología. Universidad de Valencia
Correo electrónico: garzon@uv.es
http://www.uv.es/garzon/adela

resumen/abstract:
En este trabajo sobre la Psicología Política como área de intervención se presenta un panorama general
de los antecedentes, datos más relevantes de su constitución y líneas de investigación, desde dos planos
de análisis: el constitucional o formalización del campo de la psicología política y, el segundo, centrado en
presentar las áreas de trabajo más destacadas, las más clásicas y las que responden a las urgencias del
momento. Se pretende señalar que la Psicología Política, más allá de las disciplinas y titulaciones, que ya
no se acoplan a los tiempos actuales académicos y sociales, se puede ver como un recurso de la psicología
para poner en marcha el conocimiento desarrollado de forma que los psicólogos políticos, como expertos en
las relaciones entre lo político y lo psicológico, realicen aportaciones que: permitan comprender y predecir
la dinámica de los procesos políticos, desarrollen instrumentos de mejora de las instituciones políticas y,
por último, pongan en relación la psicología y sociedad, a los políticos con ciudadanos, y a éstos con la vida
pública.

This paper about “Political Psychology as an intervention area”, presents a general panorama of the
antecedents, the most relevant data of its constitution and the investigation lines. Two analysis axes are
used: constitutional area or formalization of the political psychology area as a first one and description of
the most outstanding, classics and those workplaces that respond to the emergencies of the moment as a
second ones. Beyond the discipline that is not coupled to the academic and social current times, the Political
Psychology is interpreted as a resource of the psychology. The political psychologist, as an expert in between
political and psychological disciplines, uses this resource to carry out contributions that allow to understand
and to predict the dynamics of the political processes, the development of the instruments to improve the
political institutions and finally, to put in relationship Psychology with Society, politicians with citizens, and
citizens with public life.

palabras clave/keywords:
Psicología Política, profesionalización, participación política, personalidad política, ideología, socialización
política.

Political Psychology, specialization, political participation, political personality, ideology, political


socialization.

1
Este trabajo fue presentado en las Jornadas Profesionales sobre “Retos y dimensiones de la Psicología”, celebradas en
Alicante en marzo de 2008 y organizadas por el Col·legi Oficial de Psicòlegs de la Comunitat Valenciana.

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Adela Garzón Pérez

Introducción un proceso más espontáneo donde se van


La Psicología Política como ámbito pro- fraguando los temas, enfoques y problemas
fesional es, hoy por hoy, una asignatura que crean un clima propicio para que, en un
pendiente de la psicología política españo- momento determinado, se vea necesario la
la. En este contexto, Teoría y práctica de regulación y formalización de esa interven-
la Psicología Política, es simplemente una ción espontánea.
presentación a grandes rasgos de qué es y
lo que puede hacer un psicólogo político; Aportaciones de los psicólogos al
un esbozo de un campo para una audiencia campo de la Política
poco familiarizada con el desarrollo histó- El plano constitucional se refiere a la insti-
rico, conceptual y profesional de la Psico- tucionalización del campo de la Psicología
logía Política. Política como área de reflexión académica
Bajo esta perspectiva, las ideas expuestas e intervención social; su formalización e
se limitan a presentar un panorama general incorporación a los planes de estudios de
de los antecedentes, datos más relevantes las Facultades de Psicología, el desarrollo
de su constitución y líneas de investigación de cursos de doctorado y especialización,
de la Psicología Política, desde dos planos así como la fundación de asociaciones que
de análisis: el constitucional o formaliza- integran a los que a sí mismos se llaman
ción del campo de la psicología política y, psicólogos políticos y, por supuesto, la apa-
el segundo, centrado en presentar las áreas rición de distintos canales de difusión del
de trabajo más destacadas, las más clásicas trabajo y líneas de intervención y profesio-
y las que responden a las urgencias del mo- nalización que se consolidan con el paso
mento. Integrando ambos planos, se puede del tiempo.
plantear, a modo de conclusión que la Psi- Ahora bien, sería un error identificar las
cología Política, más allá de una disciplina, aportaciones de los psicólogos al campo de
es un recurso, una herramienta que permite la política con el hecho formal de la insti-
al psicólogo poner en contacto a ciudada- tucionalización del campo de intervención.
nos y políticos, y a la psicología con las La Psicología Política como disciplina
necesidades y urgencias que presentan en arranca en los 70, pero las aportaciones de
cada momento las sociedades democráticas psicólogos han existido siempre. Y lo han
actuales. Una conclusión ya expuesta y de- hecho, por la simple razón de que los psi-
sarrollada en trabajos anteriores (Garzón, cólogos, sean de una orientación u de otra,
2001). de un campo u otro, se han visto obligados
Sin embargo, antes de exponer estos dos a responder a las experiencias sociales y
planos son necesarias dos matizaciones. La políticas del momento que les ha tocado
primera es que aunque la Psicología Polí- vivir.
tica como tal no aparece hasta los años 70 Los psicólogos, como otros científicos so-
del siglo XX, las aportaciones de los psicó- ciales, se enfrentaron a acontecimientos
logos al campo de la política han existido económicos, políticos y sociales de gran
desde el comienzo de la propia psicología. envergadura que marcaron el siglo XX. La
La segunda es que la institucionalización de mayoría de los psicólogos pioneros han vi-
un campo, sea el que sea, va precedida de vido dos guerras mundiales y el periodo de

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una guerra fría, que amenazaba con una ter- no con Musternberg y posteriormente con
cera, también experimentaron los cambios Yerkes, quien le introdujo en los plantea-
sociales producidos por el fenómeno de la mientos del conductismo de Watson. Des-
industrialización que revolucionó las men- pués de su primer año de postgrado se va
talidades y cambió las instituciones básicas; Alemania y entra en contacto con Koffka
la familia es el ejemplo más representativo con quien estudio un breve tiempo, pero el
de este cambio (Garzón, 2003). Y en medio suficiente para que marcara su orientación
de estos hechos, la Gran Depresión del 29, teórica. Regresa a Harvard y en 1915 ob-
la aparición del modelo soviético y su pos- tiene el grado de doctor. El tema de doc-
terior desaparición en los 90, el desarrollo torado fue un estudio sobre el recuerdo de
de un modelo global junto al renacer de los sílabas sin sentido aprendidas en presencia
localismos y resurgir de los nacionalismos. de olores agradables y desagradables. El
Los psicólogos respondieron a todos estos conductismo ya no le servía para explicar
acontecimientos, haciendo aportaciones a la conducta. Admiraba a los teóricos de la
su comprensión que indudablemente forma Gestalt y pretendía hacer una teoría general
parte de las respuestas de la psicología a la del comportamiento que explicara la com-
vida social y política. plejidad del entendimiento, la motivación y
Mencionaré aquellos ejemplos que pueden los asuntos sociales (interés reflejado en su
resultar más llamativos, sobre todo para las Purposive Behavior 1932). Revolucionó el
nuevas generaciones de psicólogos; además conductismo de su época.
son representativos tanto de los hechos polí- Éste es el lado descarnado de parte de su
ticos que han preocupado a los psicólogos, historia personal y académica; el otro lado
como de la preocupación constante que ha nos describe a un psicólogo comprometido
tenido la psicología por los problemas y ur- con su época, preocupado por el tema de
gencias de la vida social. Me refiero a cua- la guerra. Se inicia como docente en el pe-
tro autores por todos conocidos: Tolman riodo de entreguerras. Expulsado en 1918
(1886-1959), Skinner (1904-1990), Maslow de la Universidad de Northwester, donde se
(1908-1970) y Lasswell (1902-1978), éste inició como docente, con el pretexto de una
último es quizá más conocido en el campo reducción inevitable de puestos. Tolman
de la psicología y sociología política. siempre pensó que su cese se debió a sus
Edward Tolman, impulsor del llamado posturas pacifistas y contrarias a la guerra.
conductismo intencional, inicia su carrera Después, en la Universidad de Berkerley
académica en tiempos de guerra. Pertene- destacó por su negativa a firmar el decreto
ciente a una familia de clase alta de Nueva que la Universidad imponía a sus profeso-
Inglaterra, estudió en las mejores escuelas res: un juramento de no participación en
de Newton, ingresando después en el MIT. actividades comunistas o cualquier sistema
Su interés en la psicología estuvo marca- de creencias que entrara en contradicción
do por su conocimiento de los Principios con el espíritu de la Universidad. Tolman
de Psicología de W. James, momento en encabeza una oposición abierta a tal decre-
el que deja sus estudios de electroquími- to, ni lo firma, ni se marchó (si no se firma-
ca y pasa a estudiar filosofía y psicología, ba debía abandonar la universidad), con-
pero también por su relación como alum- siguiendo que las autoridades retiraran el

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juramento en 1950. Casi 10 años después, estudiante rebelde y activo, que no encaja-
la propia universidad reconoce su actua- ba en el ambiente universitario de su época,
ción y le otorga un título honorario. chocando con los gustos de sus compañe-
Su aportación a la psicología política se de- ros, estudiante crítico con la universidad
riva del contexto social que vivió y de los y la sociedad Phi Beta Kappa, un ateo al
desarrollos de la psicología de su época. que le fue difícil permanecer en un centro
Su principal aportación fue Drives Toward académico donde la asistencia a los actos
Ward de 1942; un intento formal de expli- religiosos era obligatoria. Durante algún
car los impulsos humanos que conducen a tiempo escribe artículos en Medios de Co-
la destrucción y la guerra, en el que mezcla municación sobre problemas laborales; un
sus propios conceptos y las ideas freudia- hombre preocupado por el ambiente, por
nas sobre el instinto de destrucción. el control y el orden racional, y las institu-
ciones de la sociedad de su época; escribe
Burrhus Frederic Skinner es uno de los psi-
Walden dos, en 1948. Una obra crítica con
cólogos conductistas más conocido entre su época en la que presenta un modelo de
especialistas y público. Nace en 1904 en un sociedad contrario al desarrollado en las
pequeño pueblo de Pennsylvania. Hijo de sociedades occidentales. Un experimento
abogado y madre ama de casa, sufre la pri- social que esboza una sociedad ideal, utó-
mera experiencia dura con la muerte de su pica, construida bajo los principios científi-
hermano a los dieciséis años. Estudia en la cos del conductismo y en la que los temas
Universidad de Hamilton en Nueva York; de fondo son la crisis de la familia y del
quería llegar a ser escritor. Su conocimien- modelo occidental, el problema de la liber-
to del reflejo condicionado de Pavlov le tad, la viabilidad del modelo democrático
acercó a la Psicología y decide estudiar y la necesidad de las personas de tener un
en Harvard, se licencia en 1926 y obtiene control externo en la orientación de sus vi-
el doctorado en 1931, permaneciendo en das. Fue su aportación, entre otras, a una
Harvard hasta 1936. Más tarde, después de psicología política que todavía no existía
su paso por Minnesota, publica The beha- como tal.
vior of Organism (1938). En 1948 regresa
Harvard para quedarse definitivamente. Su Abraham Maslow, pertenece a una fami-
desarrollo del aprendizaje mediante el re- lia judía de origen ruso, que emigra a los
fuerzo operante ha generado una diversi- Estados Unidos y se afinca en Brooklyn.
dad de líneas de investigación, enfoques y Nace en Brooklyn en 1908, es el mayor de
aplicaciones terapéuticas. Pasa por ser un siete hermanos. Sus padres, obligados a ha-
psicólogo de laboratorio, de la experimen- cer grandes esfuerzos para dar a sus hijos
la educación formal que ellos no tuvieron,
tación dura, que lleva al extremo su teoría
fueron exigentes con ellos en su rendi-
del aprendizaje cuando desarrolla su estu-
miento educativo. El empeño de los padres
dio del lenguaje; es conocida su polémica
porque estudiara leyes fue inútil y Maslow
frente a la postura de la teoría generativa de
abandona el City College de Nueva York.
Noam Chomsky.
Su introducción a la psicología es tardía; ya
Sin embargo, también Skinner, como Tol- después de casado y cuando se traslada a
man, tiene otro lado de su historia. Fue un Wisconsin. Estudia con Harry Harlow, que

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trabajaba haciendo experimentos con crías Harold Lasswell es el último ejemplo que
de monos y la conducta de apego. Se licen- quería mencionar, no sólo porque es más
cia en 1931 y tres años después obtiene el conocido en los ambientes de la psicología
doctorado en psicología por la Universidad política y de las ciencias políticas, sino por-
de Wisconsin. También trabajó con Thorn- que se convierte para muchos en uno de los
dike en la Universidad de Columbia, donde fundadores de la Psicología Política. Inves-
empezó a interesarse en la investigación de tigó el campo de la comunicación y persua-
la sexualidad humana. sión en la época de tensión y de confron-
Su experiencia como profesor se inicia en tación mundial que vivió, pero sobre todo
el Brooklyn College. Entonces entra en interpretó la conducta de los líderes políti-
contacto con muchos de los psicólogos cos en términos de motivos inconscientes
europeos, la mayoría de origen judío, que desplazados hacia lo público.
emigraron a Estados Unidos, y en espe- Nace en Donnellson, Illinois, en 1902.
cial a Brooklyn; conoce a Adler, Fromm, Destacó como un buen estudiante y obtuvo
Horney, así como a varios psicólogos de la una beca para estudiar sociología en la Uni-
Gestalt. En Brandeis cuando se hace cargo versidad de Chicago. A los 24 años obtiene
de la dirección del Departamento de Psico- el doctorado (1926), con una tesis sobre la
logía en 1951, conoce a Kurt Goldstein que propaganda en la IGM, que fue publicada
le introduce en el concepto de auto-reali- bajo el título Propaganda Technique in the
zación. En este momento ya dispone de las World War I (Nueva York, 1927). Al acabar
herramientas suficientes para desarrollar la carrera, viajó a Europa, donde estudió en
su propia teoría psicología, convertida en la London School of Economics y en cen-
la tercera fuerza de la psicología, la psico- tros académicos de París, Ginebra y Berlín.
logía humanista (Maslow, 1943, 1954), y En su biografía se menciona la influencia
más tarde será uno de los impulsores de la que en su formación tuvieron, entre otros,
llamada cuarta, la psicología transperso- Dewey, Mead, Freud.
nal. Sus preocupaciones, más allá de los Comienza su andadura académica en la
trabajos puntuales realizados, es la realiza- Universidad de Chicago, como profesor de
ción del yo, la motivación de crecimiento ciencia política (1926-38). Durante 1938
personal, el yo auto-realizado, algo difícil y 1939 trabaja en la Washington School of
de conseguir, que solamente lo logran al- Psychiatry. Entre 1939 y 1945 dirigió las
gunas personas. Se consigue no sólo cuan- investigaciones sobre comunicación en
do las necesidades básicas ineludibles es- tiempo de guerra en la Biblioteca del Con-
tán cubiertas, sino también en función del greso norteamericano, y entre 1937 y 1942
juego interactivo de un yo personal en una colaboró con el Institute for Propaganda
sociedad de masas. En 1943 publica The Analysis, donde se responsabiliza de la edi-
Authoritarian Character Study, su aporta- ción una revista mensual, que divulgó tra-
ción a la psicología política, un intento de bajos de análisis de contenido sobre textos
estudiar los fenómenos que dominaron la propagandísticos del período de entregue-
esfera política de mitad de siglo, en parte rras. Después de la IIGM se traslada a Yale
fruto de su contacto con los psicoanalistas y desarrolla otras actividades académicas
europeos emigrados. en el John Jay College de la City Univer-

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sity de New York y en la Temple Univer- psicología política han sido muchas más,
sity. Formó parte de la Comisión Hutchins basta recordar el trabajo y la aportación de
(1946), que estudió la libertad de prensa en Charles Osgood a la reducción de la escala
Estados Unidos y desarrollo la doctrina so- armamentística (Alzate, González y Sán-
bre la responsabilidad social de la prensa. chez, 2007), las aportaciones de Eysenck
De sus investigaciones sobre propaganda y (Seoane, 1997) o el propio trabajo de Kurt
poder elabora el modelo de comunicación Lewin en Norteamérica, convirtiendo la di-
de las 5Q. Politics: Who Gets What, When, námica de grupos en una tecnología social
How (Laswell, 1936). democrática. (Lewin, 1948).
Su interés por la comunicación se orientaba En definitiva, las aportaciones de los psi-
al papel que los Medios y la propaganda te- cólogos a la explicación y comprensión de
nían en la formación de pautas de conduc- los fenómenos sociopolíticos del siglo XX,
ta, actitudes y comportamientos, es decir, la están más allá de disciplinas formales. Más
transmisión de valores de una cultura. En- aún, sus aportaciones no tienen obligatoria-
tendió la propaganda como un sistema de
mente una intención académica, son sim-
socialización ciudadana que puede permitir
plemente reflejo del interés de la psicología
a los dirigentes de una sociedad orientar
por responder e intervenir en los problemas
las actitudes cívicas hacia la libertad. Sin
de su tiempo y del impacto personal de
embargo, para el contenido de este traba-
unos acontecimientos en las vidas de estos
jo, lo que quiero resaltar es su aportación al
campo de la psicología política, dado que académicos.
marcó sus inicios durante varias décadas,
La constitución del área de trabajo
tanto por los fenómenos de análisis como
por la perspectiva adoptada (de los 30 a Hablar de la constitución de un área de in-
los 50, ver Stone, 1974). Lasswell traba- tervención es hablar de la formalización
jó en un centro psiquiátrico durante algún y reconocimiento oficial de un campo de
tiempo, estaba familiarizado con el psicoa- acción. Este hecho formal, al que solemos
nálisis y de sus entrevistas personales con ponerle fecha de nacimiento, padres funda-
activistas, políticos y sindicalistas dedujo dores y textos que lo avalan, es en el fon-
que estos actores tenían problemas y mo- do el producto de un proceso natural, más
tivos privados que desplazaban, intentando o menos espontáneo, que lleva su tiempo,
compensar sus necesidades y motivos in- donde las investigaciones están inconexas
conscientes, en la vida pública. Más tarde y los investigadores no tienen conciencia
formula explícitamente el motivo de poder de formar grupo, pero que poco a poco van
del político como una forma de compensar tomando cuerpo, hasta que las generaciones
su baja autoestima. Dos obras son las que más jóvenes lo formalizan. En definitiva, la
le otorgaron el reconocimiento como uno constitución de un campo de saber no es el
de los fundadores de la psicología política: comienzo sino el producto, el resultado fi-
Psycho­pa­thology and Politics de 1930 y nal de un trabajo previo. Y este hecho no
Power and Personality de 1948. es peculiar de la Psicología Política, sino
He mencionado estos autores, pero es evi- que se produce en cualquier campo de la
dente que las aportaciones al campo de la ciencia.

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La necesidad de intervenir ideas y aportaciones, el Journal of Social


En el caso de la Psicología Política Interna- Issues. Representativos de esta época y am-
cional, este proceso natural tiene su punto biente son los estudios sobre el Autoritaris-
más álgido en los años 30, una de las épo- mo de Erick Fromm (1941) y de Whilheim
cas más comprometidas de la Psicología. Reich (1931/1976).
Un período de acontecimientos econó- En España, sin contar los antecedentes de
micos de envergadura (Gran Depresión), las generaciones anteriores a la guerra civil
sociales (la sociedad de masas y su nueva (Garzón, 1994) este proceso es más tardío
cultura) y también de los acontecimientos y menos visible; en el contexto específico
políticos (la confrontación de modelos po- de la psicología debemos remontarnos a los
líticos, competición de naciones y el alza años 50 y al trabajo de José Luis Pinillos
de ideologías extremas como el nacional- en el contexto del Consejo Superior de In-
socialismo alemán). Todo esto adornado vestigaciones. De su colaboración y con-
de un desencanto cívico con las promesas tacto con Eysenck, surge su trabajo sobre
y expectativas del progreso económico ili- actitudes sociales básicas y la elaboración
mitado, con la sensación de que la violen- de un cuestionario de actitudes culturales
cia es inevitable a pesar del avance social (1953). Más tarde, en 1960 realiza una in-
y, sobre todo, con unos jóvenes psicólogos vestigación sobre preferencias nacionales y
estadounidenses, que por primera vez en en 1963 adapta a la población española la
esa sociedad se ven abocados al paro, a pe- escala de F (Adorno y otros, 1950). Tam-
sar de sus titulaciones, que toman concien- bién por esta época Rodríguez Sanabra in-
cia de los cambios de los que están siendo vestiga los estereotipos regionales (1963),
protagonistas y que tienen contacto con los una línea de investigación que 20 años des-
psicólogos europeos que se vieron obliga- pués recoge J. L. Sangrador (1981); línea
dos a emigrar a los Estados Unidos, funda- actualmente consolidada (Chacón, 1986).
mentalmente psicólogos judíos, de orienta- La investigación de las actitudes sociales
ción psicoanalítica y teóricos de la Gestalt. básicas iniciada por J. L. Pinillos, es tam-
Esa generación de psicólogos de los treinta bién tema de investigación de R. Burgaleta
se acerca y combina dos grandes modelos (1976) quien desarrolla un nuevo cuestio-
teóricos no excluyentes: el marxismo que nario (Morales, 1988).
les proporcionaba los determinantes econó- No se agota aquí los temas iniciales que for-
micos y el psicoanálisis que les facilitó un man la bases para una formalización pos-
marco de interpretación psicológica. Crean terior de la Psicología Política en España,
asociaciones para resolver su problema pero si son los más representativos de las
laboral y sobre todo para dar respuestas a preocupaciones del momento. Son trabajos
los problemas de su sociedad (D. Kretch, que reflejan el desarrollo que a partir de los
G. Watson, J. F. Brown y otros tantos), años 60 comienza a tener la sociedad es-
en 1936 fundan la Sociedad para el Estu- pañola, una vez que el régimen político es
dio Psicológico de los Problemas Sociales más o menos reconocido en el exterior, pero
(SPSSI, Society for Psychological Study of que fueron problemáticos en su realización
Social Issues) y poco después una revista a porque la psicología provocaba aún recelo
través de la cual difunden y canalizan sus y alerta en el sistema político del momento.

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Adela Garzón Pérez temes d’estudi

El trabajo de J. L. Pinillos sobre la escala F, más importante, se generó la sensación de


fue continuado por J. Seoane, primero en estar abriendo un nuevo camino para la psi-
Valencia y después, entre 1975 y 1980, en cología española. Más tarde, en 1988, bajo
Santiago de Compostela. Es en el departa- la iniciativa de M. Villareal, en el VII Cur-
mento de Psicología de la Facultad de Fi- sos de Verano de San Sebastián se reúnen
losofía y Ciencias de la Educación donde otros psicólogos para poner en común un
se va fraguando entre jóvenes estudiantes tema específico, aunque especialmente re-
de los últimos años de carrera el interés por levante, en la Psicología política de Espa-
la Psicología Política como un campo nue- ña: Movimientos Sociales y Acción Políti-
vo de especialización (las tesis doctorales ca (M. Villareal, 1989). A estas primeras
de Sabucedo y Méndez del curso 1981-82, reuniones le siguieron otras más reducidas,
dirigidas por J. Seoane, son ejemplos repre- pero también orientadas a impulsar la psi-
sentativos de los inicios informales de la cología política (Morales y otros UNED,
Psicología Política). Santiago de Compos- Madrid 2000/01). (Un panorama general
tela y, más tarde, Valencia y El País Vasco de la evolución de la Psicología Política en
serán los enclaves de la Psicología política España puede verse en Garzón, 1993, 1999
española. En los ambientes sociológicos, J. y en Dávila y otros, 1998).
R. Torregrosa (1969) y F. Jiménez Burillo
Psicología Política como campo formal
(1985, 1986) hacían también aportaciones
puntuales al campo de la psicología políti- de intervención
ca, el primero estudiando las orientaciones La necesidad de un conocimiento más sis-
políticas de los trabajadores, el segundo en temático y la demanda de que los psicólo-
el campo de la alineación y psicología po- gos se acercaran al campo de la política ya
lítica. había sido anunciado y exigido por Charles
Merriam (1925, 1934) en la Universidad de
A finales de los 70 y ya en los 80 apare-
Chicago y había sido precisamente Harold
cen tímidamente intentos de formalizar el Lasswell uno de los alumnos que respondió
campo de la Psicología Política, a través de a tal requerimiento. Lasswell proporcionó
la implantación de cursos de doctorado y desde el psicoanálisis una perspectiva psi-
asignaturas optativas en los planes de es- cología de la política, estudiando el papel
tudio de las facultades de Psicología, ini- que la percepción, motivación y persona-
cialmente en Santiago de Compostela y lidad (factores psicológicos) jugaba en el
luego en otras universidades. En 1987, por comportamiento de líderes. Los aconteci-
iniciativa de J. Seoane y A. Rodríguez, se mientos de los años treinta (fascismo, gue-
celebra en Murcia una reunión nacional de rras, revueltas, la irrupción de los medios de
todos los psicólogos españoles, interesados comunicación y su influencia en la opinión
en el campo de la Psicología Política, con ciudadana) pusieron el resto; porque los
el objetivo explícito de impulsar y forma- factores ambientales, los procesos políticos
lizar esta área. La universidad de Murcia a su vez moldean las actitudes y creencias
facilitó la infraestructura necesaria para de los ciudadanos y políticos. Así se fra-
dicha reunión. Las Universidades de Va- gua la definición de la psicología política:
lencia, Santiago de Compostela, Cataluña un campo de intervención de la psicología
y País Vasco tuvieron un papel central y, centrado en estudiar las relaciones entre los

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procesos psicológicos y los fenómenos po- bajo la iniciativa de una mujer, ahora es
líticos. M. Hermann que en 1986 publica, Poli-
Si seguimos las pautas compartidas de se- tical Psychology. Definida la Psicología
ñalar fecha, manuales y fundadores reco- Política como un área de intersección de
nocidos de un campo de acción, no queda los procesos políticos y los psicológicos,
más remedio que aceptar como fecha de en este segundo manual se desarrollan ya
nacimiento formal de la Psicología Política más específicamente los temas políticos y
la década de los años 70, al menos en el psicológicos que debe abordar el psicólogo
ámbito de una supuesta Psicología Políti- político. En un intento de poner al día la
ca Internacional, que se confunde muchas labor iniciada por J. Knutson y Hermann,
veces con el desarrollo de la Psicología D. Sears, L. Huddy y R. Jervis publican en
el 2003 un nuevo manual, Political Psy-
Política en los Estados Unidos. En los 70
chology, formula una actualización de es-
aparece el primer manual de Psicología Po-
tos dos manuales mencionados y explícita
lítica, bajo la iniciativa y dirección de una
e intencionadamente en el apartado inicial
mujer, Jeanne Knutson, que publica un co-
de reconocimientos plantea dicha puesta
lectivo, Handbook of Political Psychology,
a punto, como fruto de la sugerencia de
sentando las bases y definición de lo que es
presidente del ISPP, Daniel Bar-Tal, en su
y debe abarcar la Psicología Política como
reunión de Amsterdam de 1999, dada la rá-
campo de aplicado, al mismo tiempo que la
pida evolución del campo de aplicaciones
misma autora promueve reuniones de psi-
que ha tenido la Psicología Política. Con
cólogos científicos, que poco más tarde se
el apoyo de la International Society of Po-
formalizan en 1978 con la fundación de la
litical Psychology sale a la luz esta nueva
International Society of Political Psycho-
versión. Destacan como campos aplicados,
logy (ISPP). Su objetivo era consolidar un
al margen de las perspectivas teóricas, 4
campo de intervención y profesionaliza-
áreas de intervención: relaciones interna-
ción de los psicólogos políticos. Recogen
cionales, conducta política de masas, rela-
el espíritu de la SPSSI y mantienen una
ciones intergrupos, y cambio político. Bajo
sensibilidad de compromiso político de los
tales áreas recoge las cuestiones más clá-
psicólogos de los 30, dando respuesta a los
sicas de la Psicología Política (a modo de
temas y cuestiones sociales que marcan
ejemplo, personalidad y conducta política,
la vida pública de EEUU. Sus fundadores
socialización política, valores, ideología y
fueron y son psicólogos reconocidos, hoy
actitudes) y otras más actuales, como gé-
ya muchos de ellos eméritos (como Brews- nero y política, política y comunicación
ter Smith, Greesntein, Stone) y otros des- en la época de la información, o el área de
aparecidos (Jeanne Knutson, Christie). El genocidio, masacres colectivas y conflictos
otro dato fundacional es la aparición, un intratables. Un intento aceptable, siempre
año más tarde, de revista internacional Po- y cuando no se pretenda equiparar el desa-
litical Psychology. Para un análisis de su rrollo de la psicología política con las ac-
organización y trabajo, ver su página Web: tividades de la ISPP. Y en este sentido, es
http://ispp.org/. obligado recordar, al menos tres obras más
El trabajo iniciado por J. Knutson fue se- que lanzaron la profesionalización de la
guido de un segundo manual, de nuevo Psicología Política: la de William F. Stone,

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Adela Garzón Pérez temes d’estudi

The Psychology of Politics de 1978 y su 2ª. pación política; conflicto y negociación;


ed, con Schaffner en 1988, los 5 volúme- nacionalismo y democracia y, por últi-
nes publicados por Samuel Long (ed), The mo, nuevas tendencias en cultura política;
Handbook of Political Behaviory en 1981, áreas que completan los campos de acción
y el texto de 1993 realizado por S. Iyengar más clásicos recogidos en el libro de 1989.
y W. J. McGuire, Explorations in Political Después distintos autores publican nuevos
Psychology. textos, centrados en campos de interven-
En cualquier caso, es cierto que los tres ma- ción específicos (Pastor, 1986; Villareal,
nuales constituyen un intento de continua- 1989; Sabucedo, 1996), los congresos
ción del espíritu de la ISPP y su empeño anuales de Psicología Social, aunque con
por profesionalizar la psicología política, variaciones, tienden a dar un espacio espe-
al tiempo que se van desarrollando marcos cífico a la psicología política en su estruc-
teóricos y nuevos temas de análisis para tura temática.
comprender las relaciones entre los proce- Otro dato relevante es la aparición en 1990
sos psicológicos y los fenómenos políticos, de la revista española Psicología Política,
iniciando áreas de intervención a medida dirigida por A. Garzón y configurada en sus
que surgen nuevas cuestiones y problemas distintos comités de dirección por psicólogos
en la vida política y pública. españoles, europeos y de los Estados Uni-
En el caso español, los datos de fundacio- dos. En su comité directivo y comité asesor
nales deben situarse una década más tar- se pretende establecer un sistema de relación
de, pero la pauta de consolidación no es permanente entre la Psicología Política Espa-
muy distinta de la descrita en el caso de ñola y la Psicología Política de fuera, de ahí
los Estados Unidos. De hecho, los trabajos la presencia, junto a los psicólogos españoles,
iniciales de J. L. Pinillos sobre actitudes de autores como Brewster Smith y K. Ger-
sociales y políticas tuvieron su continua- gen; en el comité de redacción la de W. F.
ción en distintos frentes. A nivel formal el Stone, L. Milbrath y D. Winter, V. Gessnner.
primer manual de Psicología Política, rea- Todos ellos aceptaron y están promovien-
lizado por psicólogos españoles, se publi- do dicho contacto. En la actualidad, David
ca en 1988 por J. Seoane y A. Rodríguez. Sears sustituye a Brewster Smith, ya eméri-
El manual es el resultado de la reunión to, al tiempo que se recoge la presencia del
realizada en Murcia ya comentada. Más mundo psiquiátrico, relevante para el área de
tarde, siguiendo el intento de consolidar la Psicología Política, con la presencia de J.
este campo de intervención de los psicólo- Giner, Catedrático de Psiquiatría en Sevilla y
gos, J. Seoane publica en 1990 un segundo E. Ibañez, Psiquiatra y Catedrática de Psico-
libro, ahora colectivo, Psicología Política logía de la Personalidad, en Valencia. En el
en la Sociedad Contemporánea, que re- comité asesor, M, Garrido representa al área
coge el trabajo de investigación realizado de la filosofía española. La dirección está co-
por psicólogos de distinta procedencia y dirigida por dos psicólogos sociales, el norte-
con líneas distintas de investigación. Bajo americano, R. Dillehay y de nuestro ámbito,
cuatro grandes apartados se perfilan las J. Seoane (para más detalles, la Web de la re-
principales áreas de intervención: partici- vista. http://www.uv.es/garzon).

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Los dos últimos datos más significativos han tenido mayor peso y relevancia en su
del proceso de constitución de la Psicología evolución. Mientras que en los EEUU ha
Política en España es, por un lado, la reali- primado más la intervención del científico
zación de dos congresos anuales de la ISPP político y del psiquiatra, en el mundo lati-
en el ámbito español, el de 1994 en la Uni- noamericano ha contando más la presencia
versidad de Santiago de Compostela y el del de los psicólogos comunitarios y en España
2006 en la Universidad Autónoma de Bar- habría que decir que existe un claro predo-
celona y, por otro, el intento en el ámbito minio del psicólogo social y, aunque me-
del Colegio Oficial de Psicólogos de crear nos, de los psicólogos de la personalidad.
Este juego de profesiones y ámbitos loca-
un área especifica profesional de psicología
les es también resultado de un campo que
Política (Dávila y otros, 1998).
fundamentalmente nació de la necesidad de
Áreas de acción del psicólogo intervenir y actuar. Lógicamente, en cada
político país los problemas a los que atender son
distintos y eso hace que su profesionaliza-
Pecularidades ción sea también muy diferente. Y también,
Los ámbitos de intervención y profesionali- por eso, se define como un aérea de inter-
zación de la psicología política están orien- vención donde los enfoques teóricos tienen
tados por tres grandes rasgos que han defi- muy distintas procedencias. Dicho de otra
nido el nacimiento, desarrollo y evolución manera, carece de una integración teórica.
del campo, así como por las circunstancias Un segundo rasgo es su pluralismo meto-
específicas de los ámbitos geográficos en el dológico. Aunque en sus comienzos estuvo
que se ha consolidado. Son tres rasgos que marcado por el psicoanálisis y la psicohis-
también definen a otras ciencias sociales, toria como método (Garzón, 1988), lo cierto
aunque en el caso de los psicólogos políti- es que a partir de los años 50 se desarrolla
cos tienen especial relevancia. todo tipo de metodologías y de técnicas de
El primer rasgo que salta a la vista a cual- análisis (clínico, experimental, simulación,
quier lector que repase textos y líneas de correlacional; desde los test psicológicos
actuación es la diversificación de enfoques hasta los estudios a distancia, pasando por
y perspectivas. Un rasgo marcado no sólo las escalas de actitudes).
por el hecho de que el estudio de la vida El tercer rasgo que en definitiva, en parte
política y análisis del poder político no es consecuencia de lo anterior, es la ausencia
un escenario de acción exclusivo de los de integración temática. En función del pre-
psicólogos, sino porque se ha ido constru- dominio de unos profesionales u otros, del
yendo con la colaboración y aportaciones ámbito geográfico y de las peculiaridades
de científicos sociales y de la salud muy políticas de los países, los temas cambian
distintos (psiquiatras, psicólogos sociales, y es difícil llegar a una integración, salvo a
sociólogos, científicos políticos, psicólo- nivel muy abstracto; esto es, las relaciones
gos clínicos, psicólogos comunitarios). entre los procesos psicológicos y los polí-
Más aún este campo compartido adquiere ticos. Por poner algún ejemplo representa-
características peculiares en función del tivo, mientras que en la psicología política
ámbito geográfico de los profesionales que estadounidense existió un predominio de

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Adela Garzón Pérez temes d’estudi

los estudios del liderazgo y personalidad un ejercicio discrecional y, por tanto, in-
política, en España el tema hasta hace muy tervienen factores ajenos a los contenidos
poco fue el de las ideologías y los nacio- que se pretende clasificar (http://www.
nalismos y, en el caso latinoamericano ha
uv.es/seoane/publicaciones/Psicologia
predominado el estudio de la violencia y
trauma político. Politica.mht).

Esto inevitablemente lleva a plantearse qué Esto no impide que existan algunas áreas
define entonces a la psicología y los psicó- claramente consolidadas, bien por el hecho
logos políticos; la clave es su orientación a de haber constituido un problema político
la acción; su respuesta a las cuestiones po- relevante durante mucho tiempo en diver-
líticas persistentes y al mismo tiempo que sos países (es el caso de las ideologías y
requieren una intervención inmediata; en
actitudes políticas, el poder y las relacio-
este sentido es un campo de intervención
más que una disciplina en el sentido tra- nes internacionales, o el propio campo de
dicional del término. Su integración viene la personalidad y liderazgo político), bien
dada precisamente por la sensibilidad del porque han sido objeto de reflexión en los
psicólogo a responder a las cuestiones po- momentos claves de estabilización del mo-
líticas de su entorno y éstas varían en el es- delo democrático (participación política y
pacio y en el tiempo (Seoane, 1988; 1994;
socialización política) y otras son específi-
Garzón, 1988, 2001; Sabucedo, 1996, Dá-
vila y otros, 1998).
A pesar de esta orientación a la acción y
su carácter dinámico, existen temas que Cuadro 1. Principales áreas de intervención de los Psicólogos
Políticos.
van consolidándose y que pertenecen a la
idiosincrasia del psicólogo político como
académico y profesional y, también, a las
• Ideologías y Actitudes políticas
circunstancias sociales y políticas de los
países. En este sentido, podemos señalar
algunas áreas genéricas de intervención del • Personalidad política y Liderazgo
psicólogo político, formalizadas, que con-
figuran la interpretación de mundo político • Participación política
desde la psicología.
• Movimientos de protesta
Áreas de intervención

Es difícil hacer una clasificación de las • Poder y Relaciones Internacionales


áreas de intervención del psicólogo político
que sea compartida por todas las sensibili- • Socialización política
dades, ya no psicológicas sino también de
otros científicos sociales interesados en la
• Medios de comunicación y opinión pública
perspectiva psicológica; además, cualquier
clasificación indudablemente no deja de ser

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cas de momentos coyunturales, que sufren En cualquier caso facilitó la proliferación


vaivenes no solamente en su relevancia de estudios que acabaron planteando el
sino en los factores que las rodean; el ejem- tema del autoritarismo y la posibilidad de
plo más representativo es el campo de los que éste no fuera solamente una caracterís-
movimientos de protesta y acción política. tica del pensamiento político conservador,
sino que también podría existir en personas
En el cuadro 1 se expone un listado de sie-
con ideología de izquierdas, como sugirió
te grandes áreas en las que los psicólogos
Shils (Christie y Jahoda, 1954). Surge así
han trabajado de forma continua. Cada una uno de los debates más persistentes y aún
de ellas requeriría una explicación pausada sin resolver (Stone-Garzón 1996; Stone,
de su contexto, teorías y fenómenos anali- Lederer, y Christie, 1993).
zados, algo que se escapa a la pretensión
de este trabajo, aunque mencionaremos al- Sin embargo, lo más relevante de esta área
gunas de las obras más representativas de es que desde sus inicios, con la escuela de
ellas. Francfort, tuvo una orientación práctica, de
terapia e intervención social; era necesario
Ideologías y actitudes comprender lo que sucedía en el ambien-
te social y político de los años 30, en la
El estudio de las actitudes sociales se re-
Alemania de entonces y en las sociedades
monta a los años 20. Thurstone (1932) es
modernas: son los trabajos específicos de
uno de los primeros en clarificar el campo
Reich y Fromm. En los años 50, con la obra
de las actitudes sociales, es decir, las res-
representativa de este campo, La personali-
puestas de las personas hacia cuestiones
dad Autoritaria de Adorno y colaboradores
sociales de muy diversa índole. Desarrolla
(1950), adquiere un marcado carácter pre-
su modelo bifactorial, planteando la exis-
ventivo, en el sentido de entender las cla-
tencia de dos ejes bipolares independien-
ves psicológicas del ascenso de ideología
tes que resumen el conjunto de actitudes.
de extrema derecha, para evitar que pudiera
Por un lado, un eje denominado de con-
repetirse.
servadurismo-radicalismo y, por otro, el
eje de nacionalismo-internacionalismo. El El desarrollo puntual de esta área de inter-
primero ha sido objeto de nuevas líneas de vención puede encontrarse en libros espe-
trabajo (Wilson, 1973) y se ha interpreta- cíficos sobre el tema. Aquí solamente re-
do de muy diversas maneras; como dere- saltamos sus inicios y su orientación a la
cha-izquierda, rechazo del cambio frente intervención.
aceptación del cambio. El segundo alude a
Personalidad política
la visión cerrada o abierta del propio gru-
po; lo que los psicólogos sociales llaman Otro campo, que en los países más desarro-
endogrupo y exogrupo. Este segundo eje llados ha dado lugar a la proliferación de
será después reinterpretado en términos equipos y empresas de marketing político,
de mentalidad abierta-cerrada, al estilo de es el de personalidad y liderazgo político.
Rokeach (1960), o en términos de mentali- Iniciado fundamentalmente en el marco
dad dura-blanda como desarrolló Eysenck lasswelliano del psicoanálisis, su evolución
en 1954. ha sido rápida y actualmente se trabaja des-

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de perspectivas más conductuales, de mo- de sí mismos y también una alta compleji-


dus operandi del líder político, utilizando dad, pueden hasta desear relacionarse con
desde los estudios psicobiográficos, los es- los ciudadanos, pero la combinación de la
tudios a distancia o los análisis de discursos alta autoestima con alta complejidad cog-
políticos. nitiva no les facilita la adaptación y flexi-
La pregunta clave es si se puede hablar de bilidad necesaria para hacerlo. El apolítico
la existencia de una personalidad específi- sería aquel que carece de la motivación y
camente política y si es así cuáles son sus el deseo de relacionarse con los demás. Lo
características (identidad), su estilo de pen- curioso es que esta formulación no es sim-
samiento y su orientación hacia los demás. plemente teórica sino que Ziller parte del
Identidad, cognición y dirección son tres registro y observación de la conducta elec-
grupos de factores que se estudian, en todas toral en distintos tipos de elecciones políti-
sus variaciones, viendo cómo configuran el cas de distintas legislaturas (Ziller, 1969).
estilo político de los líderes. Por los años 60, los trabajos de McClelland
Ziller en un trabajo no divulgado de 1969, y Atkinson (1953) y McClelland (1955)
pero si relacionado con su teoría de la au- permiten establecer nuevas relaciones en-
torientación de 1973, The self social. Sche- tre motivación social y conducta política,
mas of the self and significant others, rela- a partir de las cuáles se distinguió entre el
cionó dos variables: la valoración del self líder motivado por el éxito y el líder con
en relación a otros y su nivel de compleji- motivación de poder. Desde una línea más
dad en la elaboración de su propia imagen ideológica se intentaba contraponer la per-
y en relación con los demás. A partir de ahí sonalidad maquiavélica (Christie y Geiss),
establece una tipología de personalidad di- negativista o gegentipus (Eysenck, 1954);
ferenciando entre el político y el apolítico antitautoritaria (Kreml, 1977) a la persona-
dentro de líderes. La baja autoestima y alta lidad autoritaria de Adorno y colaborado-
complejidad (estilo cognitivo) es la cla- res. Cada tipología se acompaña de caracte-
ve para tener mayor probabilidades de ser rísticas y pautas de conducta política (para
elegido. Es el político de éxito, el preferido más detalles, ver Garzón-Seoane, 1996).
por la ciudadanía, el más votado. La inter- Una tercera línea de trabajo es la que arran-
pretación es que una alta estima no garanti- ca de los estudios a distancia y la búsque-
za el éxito, ni es necesariamente un síntoma da de constantes conductuales a las que
de patología, como insinuaban las tesis de subyacen sistemas de creencias sobre el
Lasswell. Los políticos con baja valoración, mundo político y formas de afrontar los
autoestima, tienen a adaptarse, a atender y conflictos y el juego de poder. Trabajos
a valorar más los juicios de los demás; algo representativos más clásicos son los de
que les permite desarrollar habilidades so- Leites, (1951) y Alexander (1969); en los
ciales, de relación con los demás. Es decir, años 70 y 80 los de Holsti, (1977), Walker
disponen de deseo de relacionarse con los (1983, 1990 ). Este último representa una
otros y habilidad para saber hacerlo. Lo combinación de los trabajos clásicos sobre
opuesto a esos líderes políticos, son los po- liderazgo y el análisis de discursos políti-
líticos sin éxito; tienen una alta valoración cos para encontrar la forma de actuar de los

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temes d’estudi TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGÍA POLÍTICA

políticos. Recoge los estudios de los ante- en los países democráticos suscitó las re-
riores e intentan analizar las creencias que flexiones académicas sobre la viabilidad y
el político tiene de la política; de la combi- estabilidad de los sistemas democráticos si
nación de creencias sobre la naturaleza del la participación ciudadana seguía bajando.
mundo político y creencias sobre estrategia Estas reflexiones indicaban la preocupa-
de acción se realizan distintas tipologías de ción por un sistema político que depende
liderazgo político. de la implicación del ciudadano a través
Desde estas distintas líneas de trabajo que de la conducta electoral. Las interpreta-
hemos señalado, los profesionales del mar- ciones fueron diversas y se acoplaron a la
keting político proporcionan pautas a los realidad política del momento. No importa
que el ciudadano participe poco, siempre y
líderes para alcanzar las metas y objeti-
cuando participe lo suficiente para garanti-
vos que se proponen en la vida pública. El
zar que se cumple el principio esencial de
asesoramiento político está, por supuesto,
mucho más avanzado y desarrollado en los modelo democrático actual. Si se re-activa
Estados Unidos, aunque cada vez se va ex- su participación, a través de la intervención
tendiendo entre profesionales y políticos de de expertos y partidos, tampoco importa
otros ámbitos geográficos. porque la implicación masiva es difícil que
provoque un vuelco electoral; los partidos
Participación política y sindicatos son sistemas que regulan a sus
Unos de los temas claves del juego de- bases y garantizan que evitarán vuelcos que
mocrático en la lucha por el poder y de la no benefician la estabi­lidad (Seoane, 1992,
esencia del modelo democrático es la parti- 1994).
cipación ciudadana en la vida política. Su Otro hecho, aún más relevante, es la de-
observación, análisis e interpretación ha mostración por parte de Campbell y Con-
variado muy rápidamente en la última par- verse en 1960, de que la conducta electoral
te del siglo XX. Una evolución que es co- del ciudadano se aleja mucho del modelo
rrespondiente a la evolución que ha tenido racional de elección que se presuponía en
tanto la forma en que el ciudadano entendía el sistema democrático. El supuesto de que
su participación en la vida pública como la el ciudadano en su elección política adopta
propia evolución del sistema democrático y una postura racional -valorando lo que le
el paso de las sociedades industriales a las interesa, analizando a sus representantes y
sociedades de servicios. eligiendo al que más se acerca a sus idea-
El tema de cómo el ciudadano vive y parti- les- fue puesto en entredicho por el estudio
cipa en la vida política es una de las líneas que Campbell y Converse hicieron de la
de trabajo más prolífica en cuanto a enfo- conducta electoral de los ciudadanos ame-
ques y formas de analizar. Sin embargo ricanos.
existen dos enfoques distintos, aunque ló- Después de algunos trabajos en los que es-
gicamente relacionados; ambos están mar- tudió la conducta electoral, Campbell desa-
cados por dos hechos relevantes. El primer rrolló un amplio programa de investigación
hecho es que el descenso paulatino de la para seguir un estudio inicial que había
participación política por los años sesenta realizado sobre la conducta electoral, por

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Adela Garzón Pérez temes d’estudi

1948. Más tarde se incorporaron Converse, ducta electoral y los factores de influencia
Miller y Stokes. El programa se desarrolló en la época de finales de la sociedad ame-
en el Center for Political Studies, dentro del ricana industrializada y, por otro, revela
Institute for Social Research. The American que el votante elige a sus representantes en
Voter (1960), publicado en colaboración función de factores que trascienden la mera
con Philip E. Converse, Warren E. Miller, elección racional. Su programa de investi-
and Donald E. Stokes, es resultado de dicho gación, del que apareció a una serie de pu-
programa. De la serie de publicaciones que blicaciones, provocó con la publicación del
realizaron, quizá El votante Americano sea American Voter, la proliferación de estudios
el libro de obligada referencia en el tema orientados a sistematizar los factores que
de la participación política. Está basado en determinan la conducta de voto. Los psicó-
las muestras nacionales en las elecciones logos políticos desarrollaron y observaron
de 1952 y 1956, y con muestras más peque- la conducta electoral; vieron que la com-
ñas de las 1954, 1958 y 1960. El propósito petencia y el sentimiento de eficacia po-
de esta investigación era examinar el com- dían llevar a un sentimiento de impotencia
portamiento electoral y su fundamentación. (powerlessness), que explicaba el descenso
(http://www.chass.utoronto.ca/data lib/ma- de la participación política. El sentimiento
jor /us.nes.htm). de impotencia se combinó con el concep-
En el libro, del que se publicó más tarde to de locus de control de Rotter y, a partir
una versión reducida se analizan, a través de ahí, se intentó predecir la conducta de
de 20 capítulos organizados en 5 aparta- voto de los electores. El propio Campbell,
dos, los marcos y enfoque teórico, después junto a Gurin y Miller en 1954 publica la
las actitudes políticas y conducta de voto escala de eficacia política y la define como
(la percepción de partidos y candidatos así el “sentimiento de que el cambio político y
como la elección partidista), en un tercer social es posible y que el ciudadano juega
apartado se analiza el impacto del contexto un papel en dicho cambio. Por los años 70
político (la influencia de la identificación proliferan las escalas políticas de eficacia/
con partidos, la preferencia política y la po- impotencia (powerlessness) y alienación
lítica pública, la estructura de las actitudes política (ver Robinson, Shaver y Wrights-
y la ideología, cambio de partido y las leyes man, 1999).
electorales y ambiente político). En la parte Sin embrago, la cuestión de la participación
cuarta se expone la influencia del contexto política se convierte en un tema de muchas
social y político (pertenencia de grupo, el más implicaciones de las que inicialmente
papel de la clase social, antecedentes eco- se pensaron. Los movimientos de los sesen-
nómicos y conducta política, la conducta ta hacen que se diferencie entre participa-
política agraria, etc.) y en la última y quinta ción convencional y no convencional, que
se describe y analiza la decisión electoral y los nuevos votantes, es decir, las generacio-
el sistema político. nes de posguerra tengan unas creencias po-
Lo más relevante a niveles de intervención líticas y una visión política más compleja;
del psicólogo político es que el libro del rompen la asociación entre votar y partici-
Campbell representa, por un lado, la con- par (participar es influir y se pude influir de

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temes d’estudi TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGÍA POLÍTICA

muchas formas), la asociación entre parti- ha dado un giro que ha puesto en primera
cipar y pertenecer a un partido. Aparecen al fila la preocupación por el tema de la agen-
menos tres obras centrales, especialmente da política, el desplazamiento del papel de
relevantes para el área de intervención del los partidos políticos en la socialización del
psicólogo político: el trabajo de Inglehart y ciudadano y el protagonismo, no del ciu-
su concepto de movilización cognitiva (In- dadano medio, sino del político. Los me-
glehart, 1977, 1990), el trabajo del Almond dios de comunicación, dejan de ser simples
y Verba (1963, 1980) y su concepto de cul- transmisores de ideas y temas políticos de
tura cívica y la obra de Bell (1973) sobre relevancia y adquieren un protagonismo en
las características de las nuevas sociedades la intervención política. La sociedad de la
postindustriales. Estos cambios revolucio- información y los medios masivos de co-
nan el papel del psicólogo político en las municación han potenciado al extremo lo
sociedades actuales (Seoane, 1994). que se conoce como una personalización
de la política, con su puesta en escena y la
Medios de comunicación y política obligada necesidad de trivializar las ideas
Algo parecido le ha ocurrido a este último políticas para poder llegar a todo el público
campo de intervención que queremos resal- que accede al mensaje político. Pasquino
tar. Empezó bajo los clásicos estudios de la (1990) en un artículo publicado en el nú-
formación de opinión pública y el papel de mero 1 de Psicología Política resume este
los medios. Destacan los trabajos pioneros nuevo papel de los Medios de Comunica-
de Lippmann y Lazarsfeld entre los años 20 ción en la vida política.
y 40, los de Converse en 1964 y la revisión
de Klappler, quien en el libro The Effects of Conclusiones
Mass Communication de 1960, llegaba a la Como decíamos al iniciar estas reflexiones
conclusión de que los Media habían sido un y describir las áreas de intervención, los
agente estabilizador mas que un agente de campos de acción y de trabajo del psicó-
cambio político. logo político van cambiando en función
Bajo este epígrafe estaba implícita otra área de los avatares políticos y de los temas y
de intervención del psicólogo político, el cuestiones que requieren una intervención
de socialización política, siempre con clara urgente. A pesar de esta orientación a la
referencia a la educación cívica e informa- acción del psicólogo político, las distintas
ción política del ciudadano. Los autores y áreas que se han consolidado y las que van
obras representativas de este campo han apareciendo se pueden enmarcar en una
quedado desplazados por la nueva orienta- estructura de dos dimensiones; la primera
ción de las sociedades de la información, política y la segunda psicológica. Los psi-
donde las tecnologías han superado las cólogos políticos han formulado su inter-
formas clásicas de socialización y educa- vención en función de su manera de enten-
ción política. Si esta área empezó por la der ambas dimensiones.
preocupación de la educación y formación En la Figura 1 se presenta un esquema con
política del ciudadano medio, del público las dos dimensiones. La dimensión política
de la sociedad de masas, en la actualidad puede verse desde dos sensibilidades, que

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Figura 1. Dimensiones y Áreas de intervención

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no son incompatibles, pero sí diferentes: la actuales académicos y sociales, se puede


política como juego de poder, como insti- ver como un recurso de la psicología para
tución, o como acción colectivo de influen- poner en marcha el conocimiento desarro-
cia. Si hablamos de poder, las ideologías, llado de forma que los psicólogos políticos,
su influencia en las actitudes y el liderazgo como expertos en las relaciones entre lo
son temas centrales, si hablamos de la po- político y lo psicológico, realicen aporta-
lítica cívica los temas se relacionan con la ciones que permitan comprender y predecir
participación, la socialización y Medios de la dinámica de los procesos políticos, desa-
Comunicación. La dimensión psicológica
rrollen instrumentos de mejora de las ins-
también presenta dos sensibilidades: la con-
tituciones políticas y, por último, pongan
ducta política individual (donde la persona-
en relación la psicología y sociedad, a los
lidad política y la conducta política indivi-
políticos con ciudadanos, y a éstos con la
dual son temas primordiales) o la conducta
participativa y, por tanto, colectiva (la par- vida pública.
ticipación convencional y no convencional, En cualquier caso este reto y desafío per-
los movimientos sociales y acción política tenece a las generaciones futuras y a los
son ahora las áreas relevantes). profesionales. Su consolidación como área
Si nos introducimos en el área del con- de intervención psicológica dependerá de
flicto político, las relaciones y conflictos la sensibilidad política y psicológica de las
inter­na­cionales, incluido el sistema de nuevas generaciones de psicólogos y de
guerra se sitúa dentro de lo que hemos de- su empeño, individual y por medio de los
nominado política institucional, mientras colegios y asociaciones de psicólogos, por
que la violencia cívica, bien movimientos hacerse visibles a las instituciones de for-
violentos de protesta o algunas formas de ma que demanden sus servicios (Garzón,
terrorismo, se situarían en el polo de la po- 2001).
lítica cívica.
Más aún, volviendo a la definición inicial
de esta campo de intervención, mientras
que las ideologías y los medios de comu-
nicación aluden al papel que el contexto
político tiene en la conducta política del
individuo, el liderazgo y la personalidad
política representa el papel que los factores
psicológicos tienen en los hechos políticos, Bibliografía
y la conducta política sería la resultante de
combinar los procesos políticos y los psi-
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Fecha de recepción: 10/04/2008


Fecha de aceptación: 20/05/2008

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