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76303] isa) Coleccién Continente/Contenido DIRIGIDA POR LA DRA. MERCEDES VELO BETTY JOSEPH Equilibrio psiquico y eambio psiquico 8 = 2 mu 2 JULIAN YEBENES S.A. o4 EDITORES ag Domicilio; Menéndez Pidal, 20, 4°D EES 28036 Madrid (ESPANA) Tel. (91) 359.88.57 Fax. (91) 359.50.22 ‘Titulo original en inglés: PSYCHIC EQUILIBRIUM AND PSYCHIC CHANGE, Tavistock/Roulledge, Londres, 1989. ‘Traducci6m: Mariela Michelena Derechos exclusivos de edicién en espatiol para todos Jos paises de habla castellana y su drea idiomética y pro- piedadde la traducci6n, Nilatotalidad, ni parte de éste libro pueden reproducirse o tranimititse por ningtin procedi- miento electrénico o mecénico, incluyendo fotocopia, ga bacién magnética 0 cualquier otro almacenamiento de in- formacién y sistema de recuperaci6n, sin permiso escrito de JULIAN YEBENES, S. A, A Coleccién Continente/Contenido Ditigida por la Dra, Mercedes Velo LS.BIN.: 84-88161-02-6 Depésito legal: M-10720-1993 Impreso por: Fotopublicaciones, S. A. Puerto Rico, 3 - Nave 2. 28016 Madrid R {NDICE | Prefacio. + Agradecimientos “Introduccién general PARTE 1 LOS COMIENZOS Introduccién o .29 Unaspecto de la compulsién de repeticién 33 1, WV, vi ‘Alyunas caracteristicas de Ia personalidad psicopsticn 57 PARTE It LOS DESCUBRIMIENTOS Inroducci6n.. Usa contribucin clinica al andisis de la perversion ....79 Sobre la pasividad y la agresiGn: su interelacién. Elpaciente inaccesible.. Hlocia Ia experiencia del dolor psiquico s PARTE I CONSOLIDACION Introduction... : VIL. _Diferentes tipos de ansiedad y su mangjo cn la | situacién analitica nemo VIII. Mecenismos de defensa y fantasia encl proceso psicoanaltico : TX, Adicciénaun estado montero 7, X- Comprendery no comprender: algunas cuestionee téonicas.. sn 19 PARTE IV LOS DESARROLLOS RECIENTES I Introduccion XI. Transferencia Ia situacion total. . Zit. Identficacién proyectiva: algunos apectos clinicos 244 XIIL. La envidia nla vida cotidiana...- XIV. Cambio psiquico y proceso psicosnaiticg XV. Relaciones objtales en Ia pectic einen Bibliografia . dice de materias . Indice de autores A todos los que pasaron por msi seminavio, ue se convirtié en un grupo de trabajo, con quienes desarrollé las ideas de este libro. PREFACIO La fuerza y la vitalidad de las ideas cientificas pueden juzgarse por elcrecimento de las mismas y por los desarrollos que surgen a partir de ellas. Jcluso las ideas de Freud cambiaron y evelucionaron hasta ‘su muerte Dieron también cabida a una serie de desarrollos istintos, algunas veces divergentes ¢ incluso controvertidos, y no me refiero a | Tas ideas adisidentes» de disefpulos como Jung o Adie, sino a quienes pparten genuinamente del trabajo de Freud y de dicho trabajo en las distintas fses desu evoluci6n, algunos seguidores hacen mds hincapié cn sus primeros trabajos, otros en los posteriores. Entre quienes contintian en la inca de los tltimos trabajos de Freud, j Metanic Klein es, probablemente, la mds significativa. Como ocurti6 a con la obra de Frend, también la suya se desarroil6, aportando nuevas ideas y subrayando diversos aspectos hasta el final de su vida. Esta evoluciéa se vio continuadla en el trabajo de sus disespulos. Sus ideas centralesen cuanto a la importancia de las primeras etapas del desarro~ To y el papel preponderante del interjuego entre fantasfa inconsciente ‘y realidad, asf como los cambios entre las posiciones esquizo-paranoi- ‘de y depresiva, ispiraron el trabajo de sus disefpulos. Técnicamente, 9 LR ] - PREFACIO Ja importancia que M. Klein le concede a la transferencia es una constante en la labor de sus seguidores. Por otra parte, contintian investigando en otras dizecciones ~por ejemplo, Bion y Rosenfeld en cl andliss de psicéticos-~ y sus distintos seguidores han desarrollado. ‘diferentes estilos de trabajo en los que subrayan diversos aspectos. Uno de los titimos conceptds de M. Klein ~identificacién proyec- tiva-, del cual apenas eseribié unas cvantas lineas enel articulo «NVotas sobre algunos mecanismos esquizoides» (1946), favorecié diversas investigaciones que han dado como resultado una serie decontribucio- nies enfiquecedoras tanto para la teoria como para la préctica, En Particular ha contribuido a la comprensién y a Ta utitizacién de ta Contratransferencia, un rea inexplorada hasta por la misma M. Klein, Esteha sido uno de sus conceptos queha merecido aceptacién mundial ‘entre psicoanalistas de diversas oriemtaciones. En el grupo de psicoanalistas que en los iltimos afios ha invest gadominuciosamente as implicaciones de dicho conceptoenlatécnica daria y en el abordaje clinico de los pacientes, el trabajo de Betty Joseph representa un avance importante. No se trata de un trabajo espectacular; su desarrollo ha transcurrido paso a pasoy sélolentamen- te ha cobrado una importancia cada vez mayor, en especial entre los psicoanalistas kleinianos. No obstante, esta aceptaci6n escada vez més generalizada, no s6lo en Gran Bretaiia, sino que también despierta un ‘enorme interés en el extranjero, incluidos los EEUU. La primera vex que vi a Betty Joseph fue en 1945 cuando lleg6 a Londres como candidata, sin embargo empecé a conocerla realmente ‘en 1949. Acababa de ser aceptada. Habfa comenzado a analizarse con Balint en Manchester, y le siguié a Londres. Al complctar su forma- idm empez6 a analizarse con Paula Heimann y fue durante esta tran- siciéneuando vino a verme (yocomenzaba como analistadidacta) para ‘comentar algunos de sus casos, Siempre me sorprende la claridad con Ja que suelo recordar a uno de sus pacientes y un suefio que trajo. Se \tataba de un fetichista de zapatos, particularmente interesado en za- patos de tacén alto, en especial los conocidos como tacones de aguija. Sofié que Janzaba un cuchillo debajo de un aparador y recuerdo que le dije que la imagen que este paciente tenia de Ia mujer félica estaba bbasada en la proyeccién que hacia de su propio pene en ella, Esto nos hhabla de esa manera vivida y convencida con la que B. Joseph pre sentaba sus casos hasta el punto que yo los recuerdo hasta el fade hoy. ‘También lo recuerdo con un regocijo afectuoso, considerande todo 1 -PREFACIO 1 to que yo he aprendido de ella en los ditimos afios con respecto a {dentificacion proyectiva, . prevalecfa en aquel entonces, pero ya en los setentase vio con claridad _quoestaba desarrollando unestilo propio, Suestilo ecaracterizaba por Jamaneraen la qué eseuchaba asus pacientes con una atenci6n que iba enaumento y que intentaba detectarlos cambios psiquicos que ocurren ‘minuto-a-minuto en Ja mente del paciente, relacionados y vinculados con elinterjuego constante entre el analista y el paciente y sus efectos la transferencia y en ta contratransferencia, de los cincventa, Betty Joseph, como muchos de nosotros, empez6 a llevar un seminario para postgraduados. También este seminario tuvo su evoluciéa, Comenz6 como tantos otros scminarios linicos de gra- duados y postgraduados que dirige un «profesor» y cambié de estilo paratransformarse en un verdadero grupo de trabajoquehadadocabida 4 una labor creativa bajo su liderazgo. Como su propia préctica, este sgrupode trabajo se ocupa de deseribir en detalle los intercambios entre cl paciente y e] analistaen la sesi6n, y de observar las implicaciones clinicas de cada intervencién, deseribiendo Tos detalles de la técnica en Tainteraccién minuto-a-minato. No obstante, enel proceso de hacer las, cosas de este modo, los miembros del grupo de trabajo estén a su vez Hegando a una teor‘a de la téenica que, me parece, tiene implicaciones tcéricas mas amplias de las que ellos mismos pueden reconocer. Es también significativo que el trabajo que realizan juntos no produce una técnica monolitica y tos miembros del grupo tienen sus propios estilos rficulares. rie wabajado muy cercade Betty Joseph durante os curenta afios yen una relacién de esta naturaleza es muy dificil distinguix quién aprendi6 qué de quién. Sé que del trabsjo de mis compaiteros me ha influido sobre todo Bion y posteriormente, y tal vez en menor medida, Betty Joseph. Yo,y otros, hemos aprendido de ellasu manera particular de prestar una atencién mucho més precisa a las sutiles y continuas actuaciones de los pacientes en la sesién y sus efectos en la con- tratransferencia. No obstante, &taes un drea ena que existen diferen- cias individuales entre los analistas kleinianos. Estas diferencias se refieren al problema t€cnico de cmo y cuando interpretar explicita- ‘mente la fantasfa inconscientey la vivencia infantil que se esté actuan- do en este interjuego enire paciente y analista, Existe un acuerdo 2 PREFACIO teéreo general en cwanton que estas vinulaciones debenhacerse slo prstesloalatanesaneeetk ae ee su apreciacién decuindo ha llegado ese ‘momento oportuno. Por ejemplo, tengo la impresién de que neaasismayorqueBetyJoephenlanecesthddevissg tine Juego de las sesiones con el contexto infantil — conn Guano a su wabj, lo que ms me sorprende es esa extra embincién de una nticén my fina con se gran igor intclctual y técnico. No hay nada de autoindulgencia en su trabajo. La atencién cuidadosa a Tos detalles, que también caracteriza su trabajo, nos dauna imagentmy completadelpacente, delanafistay de laxactanteraccin siceaboten el proces psicoanalitico,esporestoque pienso que sus trabajos, aun siendo densosy aificies, son comprensibes yatractivos, s6lo para los analises famitiarizados con el enfoque kiciniano. Hanna Seca AGRADECIMIENTOS Quisiera agradecer alos editores, el doctor Michael Feldman y 1a sefiora Elizabeth Bott Spillius, que son los que han organizado estos trabajos y que con una gran paciencia y comprensién han intentado presentaitos al lector. Entre otros muchos colegas, quisiera dar las gracias especialmente ala doctora Hanna Segal, quien a lo largo de os afios ha reflexionado, discutido y criticado siempre constructivamente 1a mayorfa de los trabajos que aparecen en este volumen. Y por su amable autorizacién para reproducir el material con derechos adquiridos, quisicra también agradecer a: The International ‘Journat of Psycho-Analysis (capitulos 1,1, If, VIL, IX,X, 2), Jason “Aronson Inc. (¥), Caesura Press (VI), el Bulletin of the Buropean Psychoanalytical Federation (VID), International Universities Press (XID, Psychoanalytic Psychotherapy (XM), y The Psychoanalytic Oiarterty (XV), Berry Joseru B INTRODUCCION GENERAL ‘Michael Feldman y Elizabeth Bott Spillius ‘Hasta hace muy poco Ia obra dé Betty Joseph, que representa una evolucién importante dentro de la tradicién kleiniana, ha sido poco conocida fuera de un cfrculo comparativamente reducido de psicoana- listas britinicos y de psicoanalistas kleinianos en el extranjero. El propésito de este libro es réunir sus diferentes trabajos de manera que pueda accederse con mas facilidad al germen de sus ideas. El objetivo de esta «ntroduceién general» es hacer un bosquejo de los temas més importantes de su obra. Los trabajos estén divididos en cuatro seccio- nes, cada uma de las cuales tiene su propia introducci6n que los vinct- la con el tema principal descrito en Ia «lntroduccién generaly. Los trabajos se reproducen en el orden en el que fueron escritos, que en algunos casos difiere del orden en cl que fueron publicados. La téenica psicoanalitica de Betty Joseph y su manera de con- ‘ceptualizar los procesos implicados ha evolucionado a to largo de muchos afios, en particular en relaci6n con el andlisis intenso y pro- longado de una serie de pacientes dificiles y con fuertes resistencias. Dichos pacientes la confrontaron con problemas técnicos sutiles que fueron ganando su interés y alos que serefiere en ls distintos trabajos | s pe ' semen reunidos en este libro. Aun cuando los pacientes con los que ella i, bajaba pueden clasificarse como narcisistas, fronterizos 0 ervers( Jos problemas técnicos y tedricos a los que B. Joseph ha dedicado ‘tencién tienen una aplicacién mucho més amplia dentro dei psig), andlisis. El tipo de pacientes que ocupa la atencién de B. Joseph en est, ttabajosson esa clase de personas que buscan andlisis porqueconsciq, ‘emente quieren cambiar, peroque luego no parecen desearlo realme; | te som ncapaces de eonseguiro,aum cuando el sentimiento que k, ‘une al anlisis y al analistasuela ser generalmente positivo, B. Josey) atiende pacientes en un sertingpsicoanalitco rigurosamente respetad ‘encel que los pacientes acuden cinco veces por semana y dcben utiliza el divin, excepto, por supuesto, cuando se trata de nifios. Dentro dt ‘marco referencial de este setting, B. Joseph intenta proporcionar uh} solucién precisa a ta manera en a que el paciente vive en la sesién su ideas y sentimientos conscientes ¢ inconscientes con respecto a § mismo, al analista y a larelacin analitica, Asegura que la manera e Ja que el paciente estructura consciente ¢ inconscientemente la rela ci analitca demuestra la naturaleza de su mundo interno, que ed) producto de una historia compleja, B Joseph ha abandonado progresi, yamente las interpretaciones globales y explicativas, | iiienedencecans ahepeam ie disdedenacniacu i Y¢,al analist st 3) Jo.gue.ocurre entre ambos. Intenta seguir cuidadosamente cualquier scolletteyenlaamestcatcummnn Determine tps do penal agen a cuano pes heteae olor Mate coprauadelkaee ematis pleaoe tee edison ec letmmencala SEI cge se ovo y he acepeninns aioe ee nice foros Lon ner Bip pis sectve dae co ‘mo sus interpretaciones. Es frecuente que el lector que lee por prime- cavezsistsbneesentaatramadoerleconpiictie ees lice yt i err por sans ena ceo cuando su estilo al escribir sea engafiosamente claro y sencillo, Un cramer mtr detulado reverie te bestia ee apcada ee pletarincan ut maerconiecnsanaeh ae {TRODUCCION GENERAL " se irdn claborando en los sucesivos trabajos. Es inevitable que haya tuna repeticiGnen estos trabajos, pero cada repeticién aflade algomuevo ala formulaci6n anterior. . “Junto con Bion, Segal y Rosenfeld, B. Joseph ha estado particular- mente interesada en Ta exploracién de la utilizacién terapéutica de tos ‘Conceptos deinianos de fantasfa inconsciente, identificacionproyectiva ‘cidentifieaci6n introyectiva, Loscuatroautores trabajany han desarro- lado de diferentes maneras los conceptos de M. Klein de las posicio- nes esquiz-paranoide y depresiva (M. Klein, 1935, 1940, 1946). Las ansiedades, las relaciones objetales y Jas defensas de las posiciones cesquizo-paranoide y depresiva estén deseritas y comentadas con todo . El primer tema, Janccesigad del lemantener suequilibrio, «estipresenteen los primeros trabajos de B, Joseph en los que describe ‘unaconselacién particular de defensas.contra la ansicdad perscautoria {Pdetzeain En trabajos cucesivos, labora y redefine unaconstelacién de defensas similares. A pesar de su deseo consciente de cambiar, los pacientes que describe movilizan sus sistemas de defensas en 1a si ‘tuacién analitica con Ta intencién de mantener su estado de equilibria ya existent, En un principio, B. Joseph desarroll6 Ja utlizacion det oncepto de equilibrio cuando trabajaba con pacientes seriamente T 6 INTRODUCCION GENERA, Perturbadas s.cificiles le tmtat, pacientes narcisistas, psicépatas, per, ‘E5308. De hecho, si ia en pacientes persistente, todestructivos y dominados, segin el uso que M. Klein hace del té sin de muerte. Pero poco a pocy rabajo.con todas sus paci ible Tatural que-cualquier paciente responda ante una iterpretacién que sonduzca ainsi, y aun ante una interpretaciGn que acepte desde el punto de*vista emocional, con algin tipo de intento de recobrar ese | sentido del equilibric teperurbado. SS Por supuesto que este énfasis en la necesidad de. le canes nce aug go nuevo. Lo que B. Joseph aflade ala discusion conocida de las defensas y de las resistencias es la nocién de un sis 1 tener: Y ~ademis de Ja precisin y la profundidad de sus exploraciones clfnicas, de las maniobras y Jos cambios que tienen lugar en el ir y venir inme, diate de cada sesi6n a medida que el paciente lucha por reconciliar la !nteva experiencia analitica con su antiguo sistema de mantenimiento delequilibrio. Aqui en particular aporta ejemplos muy elocuentes de la ‘manera compleja en-quetos pacientes utilizan la identificacién proyec. siva cd of anafista para evitar cualquier perturbaciGn en su cquilibrig’ | Balauico. Un paciente sadomasoguista, por ejemplo, puede decir las | cosas de tal manera que eT analista se encuentre de pronto haciendo! | inlerpretaciones Tevemente pumiivas que no hacen masque contirman’ Ins expectativas istas del paciente. O puede que un paciente se’ | omporte durante alin tiempo como si hubiera perdido sucapacidad | de pensar, de comprender 0 de desear cnalquier cosa, todo lo cuat | énionces se convierte en problema de su analista; por estos métodos, «ste tipo de pacientes se protegen del dolor y de la ansiedad que aparecertan si ellos aceptaran fa lidad por supropio funcio- || vameno mena. B. Joseph piensa que sil analista noes enpaz dere | ‘onocer este situacién, es muy posible que haga interpretaciones que puedan sonar «correcta», y que incluso puedan ser correctas, pero | qve no tendrdn ningtin efecto, puesto que el problema crucial transfe- | rencia-contratransferencia es Ia proyeccién que hace el pacieinte de sus cepacidades mentales en el analista, i Elénfasisque pone B. Josephenel equilibrio psiquicoestiestrecha- | ‘mente relacionado con su preocupacién por el cambio psiquico, un ‘ema que est presente en toda su obra. Desde el inicio de su trabajo say b= — go reeneesenieiy ee hiemiegmmrnnnsigsantienessice!——= | NTRODUCCIGN GENERAL 9 ‘como analista, se dio cuenta de que con determinados pacientes 1a {aterpretacién del contenido verbal del material, los deseos, ansieda- es, y las defensas puestas de manifiesto, a menudo resultan poco efectivas ala hora de conseguir un cambio perdurable. Es més, con varios pacientes sentfa que aun cuando daba la impresién de que el anélisis avanzaba satisfactoriamente, ella no podia sentir ningiin con- tacto We, Esto la Hev6 a examinar las razones e esta falta de contacto, razones que empez6 a situar tanto en la ‘estructura intrapsiquica del paciente como efi Ja dinémica.de la situa- i6n analitica. Es en este deseo de escudriiar en la inaccesibilidad ‘emocional del paciente y en su incapacidad para mejorar, donde radica Jafortaleza particular de B. Joseph. Mientras que hubiera sido més facil plegarse alas defensas del paciente, abandonar 0 condenar al paciente. ‘como 10 apto para el psicoaniliss, B. Joseph ha hecho de este tipo de Aificultades su foco especial de interés y de investigacién. Encontr6 que aquellos pacientes que fracasan en cl andlisis, insi tian mds de fo normal en mantener su equilibrio psiquico. Aun cuando ‘délaimpresi6n de quel pacienteescucha cuidadosamente y utiliza las interpretaciones del analista, B. Joseph sugiere que esto puede no ser mds que una forma de adaptacién, y que lo que esté ocurriendo en la sesién se utiliza en realidad para apoyar el estado de equilibrio pivexistente y evitar de esta manera el cambio. O puede que ocurra algén movimiento en una sesién, que muy probablemente ira seguido ‘asi de inmediato por una restanracién del status quo. Puede haber Yaas razones por las que el paciente quiera evitar cambiar de este modo. Puede resentirse ante la capacidad del analista de comprenderle yayudarle, pues esto pone en entredicho su creencia en su propia in- dependencia, autosuficicnsia 0 superioridad narcsista; resumiendo, puede ser una expresin de su envidia o més probablemente na forma {® defensa ante el reconocimiento de sus sentimientos envidiosos ‘Gomo parte-de fa creencia de su propia autosuficencia el paciente pede verse atrapado en cietas formas de destructividad y auto- destructividad masoquista a las que considera mucho més. excitantes quedepender de un analista ode sus propias capacidades constructivas. Puede que descubra que el cambio, aunque sea un cambio muy equeio, le amenaza con exper ssiedad yw iu inexplicable. O. puede sentir consciente o inconscientemente que el cambio de sw sistema defensivo actual, Je sumiria en el caos y la a “cuidadosa atencisn a. tratransferencia, es decir, en Ja relaciOn analitca tal y como la viven el | 20 INTRODUCCION GENERAL, | ne n \esintegracién psiquica, De esta manera actia como si temiera que el cambio pudiera Hevarle a vivir experiencias de ansiedad atin peores que las que ya conoce. De qué manera puede entonces Hegar a producirse el cambio siquico? B. Joseph opina que si el analista empieza por prestar paciente y el en contraste con «ser»; 0 «tener conocimiento» versie INTRODUCCION GEVERAL, a ‘«conocimiento», © «C» comparado con «(K)»; Bion, 1962, 1963, 1965, 1970.) En un trabajo sobre | las diferentes concepciones de Ja ‘transferencia, Pearl King ofrece una descripcién de una manera de utilizar la trans- ferencia que es bastante cercana al método de trabajo de B. Joseph; King dice que esta focina de utizarattstonce sapere principalmenteenel «aga y ahora», cuyo anderen ease que una focalizacién en las relaciones del pasado puede diluir In intensidad de la relacién Paciente-analista (King, 1973). Como a muchos otros analistas Kleinianos, aB. Joseph se le acusa de estarexce- Sivamene preocupada con la tansferemsny i contac dejando de lado la historia del paciente y las situaciones de su vida actual. Incluso entre los analistas kleinianos existen diferencias sobre lacuesti6n del «aqufy ahora» y lareconstruccién. De hecho, son pocos {os que se centran casi exclusivamenteen el aqut y ahora. Otros, tal vez lamayoriasetefieren alpasado seomipahdchice econ, siempre que loconsideran importante, sin pensar por ello queesto eve aparejaa ona pédidade proximidadcmecionl Our peeha ana dala misma Bese, opinan quel aqelyahore dees en principio, anes de vincularlo expistamente cone] resent lante, est claro que la comprensién de B. Joseph del ir y venir de la Telaci6n analit cienci: jasadas del paciemte; hay asi una distincién entre el conocimiento que ene el anlisa dl pasado del pacieney loge Ie eee ur aceineATpacene com moneiiadensimls Bioct bign opinaquecleonocimienio quotientdhoaint ce est, del pacieme no deri cobrer peponiciaca ar eae aa ensamientdoanelasesion Siichowmmecnienre eee ence segundo plano en la mente del analisia, &s posible que analisty pa Glente lozrenmdescubriteseasadodeunanuevamanera. Noobsiane, Sie] conocimiento del pasado interfiere demasiado, e] analista come el riesgo de ver en el material del paciente s6lo lo que espera ver, otro punto de vista enel que B. Joseph coincide con lacritica que hace Bion ‘del efecto pemicioso de «memoria» (Bion, 1967) Est claro que muchos de los factores que contribuyen al cambio Psiguico necesitan comprenderse con mayor profundidad y B. Joseph ‘no se muestra dogmética al respecto, Paraella su método es el que ha demostrado ser més efectivo en su propio trabajo, pero no reivindica ‘ue la suya sea la tinica manera de lograr cambios psfquicos

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