agua patito
Avioro: Mareela Rania del Carmen Véliz Yanez
Rancagua, Regisn de O'Higgins
Livstracién: Mariana Hefio
Aun patito pequeniito, hermoso, inteligente y amarillo,
le gustaba jugar, correr, cantar, saltar y nadar.
Pero no le gustaba banarse
Sumamé-preocupada;le creéunacancién,
‘Tomando la esponja y el jabon, en el bafio cantaba,
“Al agua patito nos vamos a bariar, con el jaboncito
a refregar’
El patito escuché la cancién y se escondis debajo
de la cara, pero sumamé siguié cantantola:
E1 patito curioso quiso ver qué hacia su mama
enelbanoy.
iCuac! —grité el patito.
Sumamé jugaba y cantaba entretenida con la
espuma ena tina
ilo estaba pasando siiper!
El patito corrié a sumergirse en la tina, para
cantar la cancion y jugar junto a su mama,Avtora: Narla José Alareén Cardenas
Curied, Regién del Maule
Tlustracién: Veréniea Redrigees,
Habja una vez, en un lugar muy lejano en medio del
bosque, una linda casita, donde vivia el pequeito Felipe.
A élle gustaba salir a jugar con los animales: lindos
corderos, grandes vacas y muy coloridas mariposas. =»
Un dia, Felipe jugando se tropezé con algoy cay6 al suelo. “=
Al levantar su cabeza, se encontré con un gran bail
Se imagin6 que habia un tesoro
Feliz, lo abrié y adivinen lo que encontré.
Sélo habia un libro viejo.
Muy triste se fue a su casa. No habia lo que él esperaba.
* & Alotro dia, cuando despert6, rapidamente sevistio y
fue donde estaba el bat.
le Tomé el ibro viejo y lentamente lo abri6.
Re Comenzaron a salir colores y sonidos
Era un libro magico. °
Felipe se dio cuenta que realmente habia
encontrado un gran tesoro.
IY colorin, colorado este cuento se ha acabado!las orejas lar
Aviora: Anal Pla Magdalena Cardenas Ricotti
Las Condes, Regign Metropolitana
Ilustracién: Lerete Salinas
Amanecia en el bosque cuando el Conejito de las
Orejas Largas salié de casa con sumameluce azul y
una canasta, para comprar verduras y frutas.
Saltando entre pinos y zarzamoras, de donde
comenzaron a salir zorzales, perros y ratoncitos para
ayudarlo con sus compras, lleg6 donde los feriantes,
Eligié zanahorias, lechug
la vista y los dientes.
rabanitos, para fortalecer
También manzanas con vitaminas para endulzar
la merienda, y todas las que ustedes quieran
recomendarle para llevar.
Au regreso, la mesa estaba servida y sus quince
hermanitos, con las patitas lavadas, esperaban
para almorzar.
Después de lavarse los dientes y dormir siesta
saldrian, en premnio,a jugar con sus amigos los
animalitos, aves e insectos del bosque.Elena,
la chinita perdi
Aviora: Marla Elena Tobar Nermosilla
San Antonis, Region de Valparaiso
Ilustracidn: $l Rojas.
Esta era una chinita que, por error, volo
en a direccién contraria para volver asu
hogar, en un hermoso jardin.
Entré por la ventana del dormitorio de la
pequenia Elena, quien encantada con su
rojo encendido y puntitos negros, traté
de atraparla.
Cansada, la chinita se pos6 en su mano.
Lanifia, feliz, pens6 en dejarla dentro de
una cajita de fosforos, para jugar con ella.
Pero luego recapacitd, pensando que se
sentiria sola y triste
Valientemente, en la noche oscura, salié
al jardin llevandola en la palma y le dijo:
“(Vuelal”
Agradecida, la chinita le dejé una de sus
manchitas en la palma izquierda, la cual
quedé alli para siempre, como un lunar.mas cuentas en www.crececortigo.cl
El estvehe
Avtora’ Patricia Isabel Olivares Flores
Viba del Mar, Region de Valparaiso
Ilvstracion: $e6ana Sdinehex
Nicolas estaba en primero basico y era muy cuidadoso
con sus titiles escolares.
Cada noche preparaba su mochila con lo que ocuparia al
dia siguiente.
‘Tenia especial cuidado con suestuche, porque alli
guardaba todo lo necesario para cumplir con sus
deberes escolares
Este contenia: tijeras, pegamento y regla, pero loque
Nicolas consideraba mds importante eran sus apices
grafitos, de colores, sacapuntas y la goma.
Un dia, escuché voces al interior del estuche
iNo podia creerlol
Era la goma que le decia a los lapices: —"Ustedes son
descuidados, se equivocan y yo siempre termino con la
cabeza manchada”.
Intervino el sacapuntas: —‘Ademas quiebran sus puntas
y siempre quedo lleno de basura’.
Los lapices, arrepentidos, prometieron ser mas cuidadosos