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EI nifio hiperactivo nifio hiperactivo? ¢Cudles son las causas de la hiperac- C= ¢5 la diferencia entre un nifio alegre y vital y un tividad? {QUE factores psicolégicos estén involucrados? Puede influir la dieta que le damos? Estos son algunos de los temas tratados por el profesor Eric Taylor en esta guia esencial para padres o cuidadores que estén preocupados y deseen informarse sobre los nifios hiperactivos. La hiperactividad es un patron de conducta impulsiva, desasosegada y distraida que se ha convertido en un tema controvertido y que genera inquietud entre los padres. Muchos se sienten confundidos por los consejos contra- dictorios que reciben y por la escasa informacién fiable de que disponen, y se preguntan cémo podrian ayudar a sus hijos. Esta obra ofrece respuestas claras y tranquilizadoras para todas las dudas de los padres y propone estrategias y con- ductas para abordar este problema desde la experiencia y el conocimiento que avalan al autor, expresado en un lengua- je asequible y directo que hace de esta obra una herramien- ta de ayuda inestimable para padres con hijos hiperactivos. Este libro ofrece informacién adicional sobre el Ila- mado «sindrome de falta de atencién». 9 wn iii ra02e8) EI niho 5 : hiperactiv : hiperactivo Dr. Eric Taylor Una guia esencial para los padres para comprender y ayudar al nifio hiperactivo & 8 o i co ° te c a ERIC TAYLOR EI nifio hiperactivo Una gufa esencial para los padres para comprender y ayudar al nifio hiperactivo TU HUO ¥ TC ‘The dl origina UNDERSTANDING YOUR HYPERACTIVE CHILD (© De la ago: JULIA FERNANDEZ, TREVINO © 1985, 1985, 1997, Brie Taylor, (©1998, Deexs eck, Eatoril EDAF, S.A. por acuerdo con Vermilion, London SWIV2S4(UK) [ior EDA. S.A org Jan 30. 26001 sti sdaf@esstaet Ores, 180, 98779, Ctonia Mactan 243 Se. iP. 15530, Mesica, DF tp: dalysmorales. com.mx sdaimerales oda nt af det Pas S.A. Chie. 222 1227 cane Aes, Argentina dfteplna@edat ct Et Anta. ne [AerdT ira 1584~ Capa Terrace (0821-1413) SanJuan,Poeno Rico dfs eds et Eat Chile, $A Hutto 1178 -0F 506, Sango = Chile dace et {Quada prohibide, lv escepcién previa en i ley. cual forma de repoduecin,dis- ‘sbucig,conunicion publi y transforsei de esta ova sin conta con I auterzaciéa {eo iuloes de propiedad intelectual. La lnsizciéa de los derechos menclonaéos puede fer consiiva de dela conta fs propiedad iclectual (at. 270 y siguientes del Codigo Pena Bl Cento Espa de Derechos Reprogfios (CEDRO) vela por el respeto de os ads derechos, 2° edicin fobrero 2008 Depésito legal: MS 614-2004 ISBN: B4.812.0082-4 PRINTED IN SPAIN InMPRESO EN ESPANA Taine ERICA GRATIS. Fabs Waa Agradecimientos E SIENTO MUY AGRADECIDO a Catherine Buc- M Kley por colaborar en la organizaciGn y presenta- cidn de este libro. Y en general, me complace agradecer la contribucién de mis pacientes y sus familias, y también la mis colegas, de los que he aprendido todo lo que se recoge en estas paginas. Eric Taylor 1985 Nuestro agradecimiento a David Gifford por dibujar los diagramas, y a Jennifer Eaton por recopilar las tablas de farmacos. Indice Agradecimientos .. Prélogo.. Prefacio.. Qué es la hiperactividad? Cémo reconocer Ia hiperactividad. Causas fisicas de la hiperactividad... Nifios hiperactivos en la escuela. Las influencias de las relaciones familiares Uso y abuso de las dietas.. Cémo abordar la hiperactividad. Cémo abordar las complicaciones Cémo tratar la hiperactividad. Cémo convivir con la hiperactivida Preguntas y respuestas.. 1 1 Apéndice: Criterios de diagnéstico cientifico. Lecturas sugeridas.... Sobre el autor. ai 107 123 135 149~ 155 161 165 167 Prélogo ‘Spay Mourn Fundador y presidente de LADDER (Asociacion de trastornos relacionados con la falta de aiencién, el aprendizaje y la hiperactividad) —tenfa 43 afios, mi matrimonio se habfa roto dos afios atras, una nueva relacién habia fracasado hacfa nueve meses, afrontaba serios problemas de trabajo, bebia més de la cuenta y tenfa pocos amigos. Por si esto fuera poco, los informes escolares de mi hijo de 14 afios se habjan deteriorado de tal manera que los profesores y yo estébamos seriamente preocupados. Curiosamente, las co- sas que decian sobre él eran el eco de lo que se decia de mi: «si sélo lograra concentrarse», «si pudiera permanecer sen- tado y quictor, «distrae a todos los demss», «parece no ¢s- cuchar nunca nada de lo que se le dice», En verdad, esas pa- labras parecian referirse a mt, Con la intencién de ordenar todo lo que estaba sucedien- do, ese mes decidi pasar una semana en Espafia. Entre los libros que escog{ para llevar conmigo haba uno sobre las alergias alimenticias, ya que padecia alguna de ellas y pre- sentia que pedfan estar relacionadas con mi comportamien- toy mis dificultades. Cierta noche, el libro se cay6 al suelo ¥ se abrié casualmente en una pégina en la que se menciona- ba el «sindrome hipercinéticor o «Trastorno de la falta de atencién» (ADD) (abreviaturas en inglés). ‘Ociosamente, eché una mirada a la lista de sintomas, pe~ ro al momento me erguf en mi asiento y volvi a leerlos con E N ENERO DE 1992 mi vida se habfa complicado 2 ELNINO wiPERACTIVO una enorme tensién en el pecho y con la boca abierta. Bra una descripcién de lo que me sucedia a mi, de lo que le pa- saba a mi hijo y a la mayoria de los hombres de mi familia. Nunca me habfa considerado un hiperactivo, aunque la gen- te solfa hacer comentarios sobre mi incesante actividad, mi «mente veleidosa», mi falta de capacidad para concentrar- me durante periodos prolongados y mi constante movi- miento. Lo que si habfa advertido era esa etiqueta de «Falta de atencién» con la que me identificaba. Toda mi vida me habfan dicho que debia prestar atencién y que no era capaz de terminar nada de lo que emprendia. ¥ yo le criticaba a mi hijo las mismas actitudes. Para estar completamente seguro de mis sospechas, de- cidf recabar més informacién y en cierta ocasién cayé en mis manos un libro escrito por un neurélogo australiano, ‘The Hidden Handicap, det doctor Gordon Serfontein, Alli en- contré la primera definicién que lef del ADD y fue una se- gunda revelacién. No me cabja la menor duda de que éste era el problema que me habfa acosado durante toda mi vida y también el motivo de las dificultades de mi hijo. Como un tépico ADD impulsivo, llamé al doctor Serfontein a Sidney. Conversamos durante cerea de media hora, y fue una de las cosas més importantes que hice en mi vida. La wmica perso- na que el doctor Serfontein sabia que trabajaba en este cam- po en el Reino Unido era el profesor Eric Taylor, el autor de este libro, Estuve despierto toda la noche, por momentos me sentia exultante por haber conseguido la ayuda que necesita- ba, y en otros rompfa a llorar, pues todo el dolor, los miedos y los maltratos de 43 aftos comenzaron a salir a la superficie. Aller e! libro, comprendi pronto que mi idea —y la idea general— sobre la chiperactividado era totalmente errénea. Un nif hiperactivo es mucho mas que un nifio travieso que no deja de correr o que se tumba chillando en el suelo del supermercado, 0 que aquellos que han sido considerados vagos y desmotivados en el colegio. La imagen popular es que se trata de esa clase de nifios, cuyos padres no han lo- grado educar correctamente y que carecen de la menor no- PROLOGO 3B cién de cémo disciplinarlos y, lo que es peor a los ojos de muchas personas, no saben cémo alimentarlos. Pero lo mas importante es que a través del libro me enteré de que el trastorno podie afectar a los adultos. ‘También descubri que la dieta que estaba siguiendo para combatir las alergias, y con la que no habfa obtenido ningtin éxito, estaba obsoleta y ademas sélo era adecuada para una mineria de los afectados por el sindrome. Habia estado utilizando el aceite de primula, asi como vitaminas, cinc y otros suplementos minerales que me reportaron po- ‘cos o ningtin beneficio. Ahora sé que el cuerpo puede absor- ber Gnicamente tal cantidad suplementaria de dichas sus- tancias antes de excretar el sobrante; jeliminé una orina ver- daderamente cara! Ese ha sido el inicio de un largo camino que todos los padres de nifics ADD/hiperactivos deberfan realizar. Como mi médico no‘estaba informado sobre el tema, comencé a buscar ayuda para Chris y para mi, y descubri que nadie pa- rec{a saber mucho sobre el tema, Encontré un libro cana- diense, y llamé a su autor, quien me envié informacién so- bre cémo funcionaban las cosas en Estados Unidos y los nombres de los profesionales que trabajaban alli. Me puse en contacto con el profesor Russell Barkley en Estados Uni- dos que me exvié gran vautidad de informacién, asi como las sefias de un grupo de apoyo norteamericano, CH.A.D.D. (Nitios y Adultos afectados por el ADD). En julio estaba atravesando graves dificultades en el trabajo debido a mis sfntomas de ADD y mi hijo también lo estaba pasando mal en el colegio. Habiamos consultado con el Psicopedagogo local que desconocia el sindrome y, a pesar de la evaluacién psicopedagégica privada que le pre- sentamos y cuyo diagnéstico era de ADHD (trastorno hip. ractivo de falta de atencién), se neg6 a aceptar que Chris, tenia un problema, todo el proceso resulté en vano. Parecfa imposible conseguir que nos ayudaran, a pesar de que en el equipo habia algunas personas que se mostraron bastante amables. 14 ELNINO HIPERACTIVO Fue entonces cuando nos enteramos que la medicacién, junto con otro tipo de ayuda, suele ser muy efectiva para los nifios. Después de ocho meses, finalmente conseguimos una cita con el médico local, quien opiné que el caso de Chris no era tan grave como para justificar la medicacién, a pesar de sus serios problemas en el colegio y de su falta de auto- estima que en ese momento resultaba preocupante. Unas semanas més tarde conseguimos localizar un médico en Harley Street, quien sugirié realizar una breve prueba que podria resultar beneficiosa. Los resultados fueron bastante sorprendentes; en la pri- mera semana Chris pasé a un curso superior de inglés y obtu- vo su primer grado «A>, fue clogiado en la clase de Matemati- cas; compré carpetas para organizar su trabajo, y su cali- grafia se modificé de tal forma que le regaiié pensando que habia dejado que otra persona hiciera sus tareas escolares. De todos mods, nadie fue capaz de ayudarme a mi. Atn luchaba por convencer @ mi médico; habia perdido mi tra- bajo por motivos que parecian un listado de los sintomas de ADD, y decidi acudir a la clinica del profesor Barkley en Es- tados Unidos. Chris me acompaiié, y su diagnéstico fue confirmado. En cuanto a mi, realmente sufrfa de ADHD, iQué alivio! Fue una experiencia increfblemente libera- dora saber que mo era tntenclonadamente perezoso ni in constante, que mi falta de motivacién se debfa a un trastor- no neuroldgico que es relativamente comin, aunque en gran medida desconocido. Asistimos a una conferencia con- vocada por CH.A.D.D., donde fui testigo de la vasta red de ayuda que existe en Norteamérica para quienes padecen es- te sindrome. Al regresar a casa, Chris continué mejorando en el cole- gio, pero yo atin necesitaba ayuda, En Estados Unidos me habfan recetado Ritalin, pero se me estaba terminando y mi médico no se mostraria inclinado a prescribirmelo, aunque sf se lo prescribia a mi hijo. Comencé a consumir la segun- da linea de medicamentos, antidepresivos, que paliaban un poco la situacién. Me lev6 dieciocho meses y la amable PR6LOGO 1s ayuda de un eminente psiquiatra que mi médico aceptara que yo padecfa un trastorno de falta de atenci6n,

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