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00 000000000000000000008 "330180 BOI (926 : WERNER SOMBART | | LUJO Y CAPITALISMO ASESSSY | | + Gunenwe Davaros 1388 Kk ( COLECCION CRISIS ¥ SOLUCIONES ‘Quads hecho a depte que pine ely nimno 11.723 oe e e e e e e e ° e e e e e e e e ° e e e e e e e e e 2-462 WERNER SOMBART Después de Ia primera guerra mundial, dos nombres dorninaban la sociologia slemana. Mex Weber y Wemer ‘Sombart tenian muchos elementos comunes. Ambos erah {Fevolucionarios e innovadores y su bra es, en este sentido, muy significative. Los dos procedian del estudio de le historia y de la economia polities. ¥ los dos, también, hi bian evolucionado notablemente. En la segunda década de ‘este siglo ya silo quedaban en sus trabajes muy pocos ras- fos que individualizasen sus orfgenes historicistas en 1a Eseuela de Schmoller, eon quien estuvieron vinevlados alla por 1900. ¥ un hecho que es necesario tener muy en cuenta: Embos se habian interesado profundamente por el fené- meno histérieo y espiritual del capltalismo. Los trabajos mas conoeidos de Weber, dentro y fuera de Alemania, esta- Gian las relaciones de capitalismo y_protestantismo. La obra fundamental de Sombart es E1 Capitalismo Moderne. {QUE separa a los dos mgestros? Los dos tomos de Som- bart, junto eon “el tereer Sombart” (como se llama en la jerga Universitaria europea a BI Apogeo del Copitalisme), . VSS" SCCTSCCUTTT SOSH HT SCO SCOOOC COTO OOOOO . WERNER sowpaRT son yn cuadro completo de la vida econdmica moderna desde Carlomagno hasta 1814, Bs decir, abre el ciclo et t’jecutor de la empresa politica més importante (y quiza de mayor significado posterior, también) de la Edad Media. Lo cierran nombres como Stinnes y Morgan que insuflaron ‘ueva vida al imperielismo econdmico de los altiznes tier pos. Werner Sombart afirma que el capitalisme surgio de Jos eatratos més fntimos del alma europea. Es un producto Gel espiritu que se formé en e stone & le Edad Media. Entonces se aunaron Ja tendencta faistica hacia el infinito y Ja mentalidad burguesa egazapoda en la ciudad medie Val. Max Weber es el primero en sofalar Ia importancia de ls burguesia en Ja genesis de capitaliemo. Como Somn- bart, le opone al espiritu seRorial del medievo pero la tise de protestantismn y reforms, Sombart la habia mutrido en el espiritu ronacentista ¢ jnsistide en sus rasges romén- fucos. ;Acaso 2l entusiasmo y Ja slegria por las invenciones ¥ los descubrimientos no es una de las formas més gent ‘has de romanticismo? Max Weber descuida esos elementos enfatiza Ta importancia de la influencia religiosa (pro- festantes y-puritanes, sobre todo). “Wemex Sombart no desconcce Ia irradiacién religioss en el capitalism. Pero resitinge se vigencia haciéndols Megar sélo & los herejes y emigratos, Recsles Ja impor- fancia del espiritu faistica y subraya el caracter terrenal de esa aspiracién al infinito, Los comereiantes, los aventu- rreros y Tos piratas tlenen pera él mas importencia que los puritenos, Lajo y Capitaliomo acentie esta posicién. En Los Judios y le Vide Econdmica, el gran traestra se preocups por de ‘mostrar ec8 influencla en el cepitalismo, Ahora subraya Ya presencia de otras deidades que completan el cuadro de EU Capitalisme Moderne: el lujo y el amor. 0, como dice el propio Sombart en el prélogo que puede ver el lector mas fSdelante, las hondas transformaciones que se verifican en Luz ¥ caPITALIEMo ® Ja sooieded europes, » partir de las Cruzedas, han treido ‘como consecuencia un cambio en las relaciones entre los sexos, cambio que ex causa determinant, & Su ver, de una ransformacién en ol égimen de vida de las clases dom. nadotes, transformacién, por ultimo, que viene a ejereer ung influencia esenclal en la génesis del sistema econdmico moderne. Bl lujo, hijo legitimo del amor slegitim, influye rmuchisimo en la’ génesis y evolucign del eapitalismo. ¥ si fen cada época y sistema domina una mentalidad determi- nada, el motor de Ia economia moderna e¢ el amor ilegi- mo y su conseewencia inmediata: el Inj. ‘Sombart no es un mero economista. Si lo fnese, el inte rés de su obra se reduciria al citeulo de especializados en a materia, Sus libros y su pensemiento constituyen siempre ung entrafiable aventura por Ja que entramos en la comprensin del pasado, Llega 4 integrar la econemia, 1a sociclogia y la flosofia de la historia en un cuerpo cohe” rente, Equipara la teatia econémice y Ia sociologia econé. rica y culmina en la antropologia con un traba\e Sobre et Hombre (1988), Yon Wiese pone de relieve eu capacidad pera trazar tipos humanos y sus motivaciones presentando en forma viva les facetas de la evoluclén cultural. Fran- cisco Romero gefialé el valor de le obra de Sombart en el tratamiento del problema del hombre. Destaca el pense dor argentine los limitaciones doetrinarias de Sombart y Ja abundancia de material empirieo ofreside ae el maestro ¥ recolectado “a Jo largo de sus vastas averiguaciones en, @l campo de Jo econémieo-social, unos come fruto de 1a propia reflexién y eomprobaci6n y otros ofrecidos en forma @e instructivas Fevapitulaciones; vista por este costado, la obra es inapreciable y en muy poras se encontrara ‘un archive stmejante de informacién sobre el hombre". Cn det 2)esfundamntalas: Filésofoe y Problema, Bue- pos Alen 108 Stoicactdn tel Hombre, Bachoe”atren, ibSh SCOOCOCEHOHOHOEHHOHOHOHOHOHOHEOOOO COO 0 wenwen sompant No puede extrafar esta preseupacién en Sombart, Su temperamento lo leva a la antropotogia. Y esa misma ac- titud suya fué objeto de severas eritioas: es un gran artista, rno un hombre de ciencia, se dijo de él. La expresién que, fen sus enemiges, tenia un sentido peyorativo, sirve tam- bién para definirlo. Tenia un genio poderoso, Ere original Posela un gran sentido de le dignidad personal, Todo ello Jo acerea mucho a Spengler, pensador aquilino a} gue uno evoca instintivamente leyende 2 Sombart. Spengler es por fantoromasis el hombre de los hechos, eseribié Keyserling, ‘También lo es Sombart y sus argumentos reposan, como Jos de Spengler, sobre la historia. Se sirve de ella'con el espltitu demostiativo de la escuela alemans. iDe dénde proviene esta tendencia? El pensamiento de Sombart se nutze del revisionisme marxista, Noa la ma- ‘eta neomanxista de Bernstein sino como un sociélogo dis dente en el que se reflejan poderosaments las eritieas de Lasalle al liberalismo. Con Carlos Marx aprende Sombart 1 papel primordial del capital en el mundo moderne. No s6le tlene uns influencia de orienteciéa en su vida sino que Je propone un método histérico: volver al fendmeno eco- rnémico en sf y seguirlo en sus transformaciones segiin el materialism, Es deoir, secsndo las conclusiones del medio “material”. Desputs, tamign Schmoller le mostraria otra do es facetas de indagecisn histérico-espiritual de Te eco nomia politica al desprender a esta disciplina ce sus anti- gus moldes y encaminarla hacia la soctologia por medio. dde ls investigecion peleslogica y étiea ‘Sombart se separ de Marx al reunit mayor dogumnen- tacién v encontrarse con nuevas situaciones, Mientras el autor de El Capital es un doetrinario y un propagandls Sonbart se limita a sus tareas estrietamente cientif analizando beches sin culdarse de las conclusiones. De este ‘modo, el maestro berlings tiene tantos vineulos con Marx como can Ia escuela histbrica y Max Weber, En este sentido, Lujo y Capitalismo es un tibro muy signifiestivo, No esca- ard al lector el esfuerzo de investigacién y coordinacion us este trabajo supone. Tamporo, Ta amplitud de lat hhallaran algan pariente "aistinguide” Los 1sz0s de unién entre nobles y ricos se hacen atin mis {uertes cuando los hijos 0 hija de ambas clases so- ciales contraen matrimonio y tienen descendencia, Unio- nes de esta indole son numerosisimas en Inglsterra, desde la época de los Estuardos, Si, en efecto, sir William Temple Ing hecho la observacién', de que segtin sus recuerdos ha- ce cincuenta afics que las familias nobles contraen mat ‘monio en la City “por el dinero”, entonoes la autoridad de este personaje nos permitiia datar de tiempos de Jacebo I el comienzo de estas mezclas de sangre. De todas suertes, cien afios después, en la época en que Defoe escribe, estos enlaces debian set ya muy’ frecventes, pues Defoe los con. sidera como cose ‘natural, Tratdbase principalmente de hhombres nobles, que casaban con rieas herederas. Defoe fije en 78 el numero de matrimonios de nobles de estirpe ‘con hijas de comerciantes, No eitaremos ejemplos, porque no tiene finalidad eaber con quien go casaee tal 9 cual lord. Estos matrimonios nos interesan e6lo como fendmenos co- Tectivos. Nos limitamos a sefalar el hecho, registrado en Inglaterra on el siglo XVI, Mis vigoroso todavia que en Inglaterra fué en Francia, fx: los primetos tiempos, el sentimiente de incompatib POCHCOHHHHHHOSOHHHOHOOOTOOOOOOOOOCES WERNER SOMBART Iidad entre el linaje y el ejercicio de tos negocios, “Nadie es mas acreedor al desprecio que el comerciante’” (S'l y @ mépris au monde, l est gur le marchant.) Estas eran Ing ideas que un buen conocedor atribuye a laa altas clases en la época de Enrique IV. La condicién de noble no impedia tener participacién en Jucrativas empreses, la mas rancia nobleza contraia matrimonio, con hijas de ricos mer- caderes y no se tenia # menos al renuncisr a ciertos car- gos de consejero para aceptar otros mas remuneradores fn Ia esfera financiera. Pero se profesaba desprecio a la clase no noble En el siglo xvi la alta finanza gané cierta consideracién. Ya en el xvm1 encontramos 2 rieachos como Cotteblanche 0 Du Plessis-Rambouillet, slternando en los circulos arstocriticos, La gran riqueza se reconcilia con Ia eanalla, cosa gue La Brayére expresa graciosamente con ‘estas palabras: "si le financier manque son coup les cour- eans dicent de lui, c'est un bourgeois, un homme de rien, fun malotru; sil réusst, tls demandent so fille”? Toda Ja época psimitiva del capitalismo da empero la impresion de ir regida por este principio: que pare la persona de distineién es digne gastar el dinero, pero no To es ganar. Ya este propésilo ha dicho Montesquieu estas lepidarias palabras: “todo se habré perdido si la lucrative profesién del financiero se encemina por el rumbo de la distinelén. ‘Las demas clases sociales sentirén cierta repugnancia; el ‘honor perderd su alta significactén; los medios naturales y lentos para destacar no proguciran ya su electo y suftirén hhondo quebranto los principles fundamentales del poder pablico”, £ Lattemay, Traité dy commerce do ta nie lat marchand, 260 ‘cuada por GFapnie, Leconomia siete deta France sous Henri Ivy eek 4YSL el tinanclero falls su megosi, los cortesanos dicen de @ ‘es un Burgues_ un hombce ge nada, un palin, Peto si gant, le Dlden sa hije en matrimonio, Luse ¥ cariTALisno s Pero estas ideas dominaben no sélo en los clasts aciso- etticas, en los sefcres feudsles, sino también en las de- nis clases, que van elevandose eobre la “onisere consti truensplebd” A estas ideas corzeeponde el afén ce los me- jores, ecto eg, mas rcon eomerciantes, poc destecarse del resto de los trabajadores afan del que’ ya trotaremos en ‘ito lugar. Les personas de extraction baja y vulgar, cue habian fograde rigquera, sintieron anhelos de Ingresse'en Ja nobleea. Bs posible gue estos antelos se sintiran en Francia con raver ierz gue en Gon pl: acon por ye aqui la nobieea possie una gran fuerza politica y per fencer a lin rodia benefises bogo e eoblesypecto En todo tempo le noblesa ha reesbido en su seno a Jos hombres de negoeios evriquecidos. A portir de ioe pre meros tiempos de In Edad Media eas) dirlamos que mas Sin en los tiempos antiguos que después registiese ate fenémeno en todos los paises, Sabemos que en ciudades de ‘Alem, 7 de Un modo constente, las cases noblas adm tian en su seno a gentes que vivian del trabajo manual ¥ del comercio'y hecho que tambien se registra en las familias nobles de las eitdades italianas af iniiese la Paad Media™. Desde siempre ha ocucrigo olto tanto en Je aulsirocracia inglesa, como To demuestran textos legistatt ‘vas anglosajones, sobre todo Una disposicign del rey de Inglaterra Athelstan, cade por Thorpe (Ancient lows ins titasions of England, T (1840), 198). Lo mismo he sucedido tambien en le nebleza frances 4 Néase Slender, Gevens, det mod Kani, 40. Rud, Haphe ie Buttehung cer gronten burgerliche Vermoven, eno iabuck se setmoten oes Pane dahrhaek 12 V, He Sievking, Die kepitatisiche Entvisketung in den ita- lonithen Stodten ter feces, ‘9 iden pagBirlag sumereot en Pgtonneny, His commerce dete 8 wennen SOMPART Pero, «nuestro julio, existe una diferencia egencal en tre-l fio comercant 6 financero que se ennoblese en el Efe aan e que ingiecn en la nodess en el siglo St. En ice antiques siemos eominabs en solute feade: Timo, la noblesa se componia cant exclusivamente de se- Fores tersitosnes; el wllano elevado 8 noble no tansfor= Trubs en To mas mivisna el eno dela in Seu el Er niaptate por completo, senas sbecrdo por el medi ¥ Stefocontcia por'ls desproporsion de fuerast entre Ia ase gue admitisy 1a persona nueva en ella sémiige, Sct eas compareda coo aguéla,inignficnte, Al cabo de'us siglo, eae nuevo elemento incorporade ole antigua {bles feudal aparece mezelado y confuneido cn ele Pins “antiguas {amllias” que hacia 1990 quedaban en G&- hove o Florencia, en Inglaterra o Franca, ex dct, laf Fills cuyo arbel genealdgico se remontaba a descents mis atog formaa en Conjunto ta rableye feuded, tendo impenibte isernit sol fundador fut hombre bre vale Gor propictari terstoria,funcionario ministerial © moeo Se" dria Totas ass falas perteneian ala noblesa feulal Bx cambio, a nobleza que mis tarde se form, des Geet sgio sr, faba compueste de fara naersy, ue eatan de comercioy sue por sv ran nimero Ruble: ope infinc sobre la cetrasiira de e clase noble reo, pues, que para quien estudie ls transformsciones sociteseatshasay pot ln mela Ge ln neblera eon el ‘Tper, vo Lene interdseeoumerar fou pocos casor Se en foblecinionto acaecdor darante la Edad Media y shadir~ yas gran coniente que, desde prieipion ela Bia Medernathace sflut a lus capse nobles la sangre de bur. user enrquecidos El buen histonador es jusamente el ‘Reetingue bien ls peuliridads de las dferentes po Sos hatsies Prone inci ox seaformecién hacia fines de siglo xt y eamicnzas del avi, suegiendo entonces nasvas ode Luso ¥ cAPrTaLismo a roses fuentes para Ia formacién de la nobleze: 1" Con Ba- rique IV empieza a ser frecuente la adjudieaclén de titu- los nobillarios a los industriales, como privilegio para 1a ereacién de nuevas industrias. 2" Por el edicto de La Pate lette, de 1604, fueron declarados transmisibles por heren- cis los cargos vendibles, lo cual implica un cambio de sis- tema, ya due desde entonces la Grande Robe, con la que ‘antes laz0s mantenia 1a mayor parte de la nobleza, vino a reclutarse prapiamente en elementos financieros y perso- ‘as rices. 3° En 1814 se zeconocié legalmonte la adquisietén de las propiedades feudales por burgueses, adquisicién que hacia ya tiempo se venia verificande. Esta forma de obte- ner la nobleza ha tenido en Francia importancie extraor- Vie lot deveripelones de Venesla en H. Simonsfelé: Der ondaco det Tedstent in Vere, 1087, pat. 26, Tease Pastor: Historia de lot popes, 13,1901, pags. 18 y sie COOSHOOHOOCOOO SCOTS OOESSC OPO OOOCTTT 0 WERNER somsant @eroso det orde, Madrid era le capital de} imperio mas grande del mundo. A Madrid affuyen los tetoros de Ame Tica. No es do oxtraiiar, por tanto, que Madria atrajese a todos Jos que en Espaia poseian poder y riguezas, El 1mds « vvivo anhelo era ser admitido en Ia corte, Los cargos pale tinos, concedides por el monatce, eran codicindos por los |ijos de los nobles. La nobleza afluyé a Madrid, singular- mente desde Felipe III; y esto dig por resultado que la cludad ganase répidamente en importancia. "Los lugares particulares”, dice un escritar de aquelle époce, “se ven Gespoblados de los vecinos ricas y poderosos™* Dijerase que Madrid, como Roms, era entonces Ta gran ciudad mo- derma, que reeibia numérosisimos visitantes, que acudian a divertirse. Medrid era denominado “la nable hospederia Ge los extranjeros" 8, Népoles. Durante el sigio x11, Madrid habie sido la tercers, acaso la sogunda gran ciudad de Europa. (400.000 hnabitontes contabs, al parecer, en el periodo de su mayor cesplendor). Ahora correspondié erecer « Népoles; y en tales proporciones, que durante el siglo siguiente pasé. a colocarse inmediatamente detras de Londres y Paris. Nix poles es un ejemplo que demuestra a tesis que estamos sosteniendo: que el crecimiento de las primeras grandes cludades se debe a le concentracién del consumo, Napoles yunca fué otra eosa que Tesidencia real, y por ello y por haber sido capital de un reino, desde muy antiguo formado, ‘con administracién centralizada y érganos de justicia, a} ccanzé la prosperidad urbana en una épooa en que ninguna otra ciudad italiana habie dlegado 2 ser gran ciudad, El 2 Conseevacién de montrqults y dicutsos,Diseurso XIV, citado por Rane on au Brinciper y Pueblo del Sur de Buropa, 13, 48, 2 Véaze la pracova descripeibn que de Madrid, en su poca mie oretiente, hice V. Gieichen-Runwarm en a0 libro Dat Galante Europe (S610), pag. 10 [ ‘marandecimiento y 1a riqueza de Népotes reconosen dos drigenes: Ia ealeagy Ie Iglesia. Ya Yo sabian bien los cone femporineos Rog seratium nostra merostura, es, lee Cernecils, cya obea Tellee ia estructura soci de Napo- Jes Bn efector era vordadoramente extraordinaro el ni mero de empleados on Napetes, como consecuencis del 78 flmen de centraicacion, y ela foisimamente organi fado\el.sstoina de derecho arancelatios, ge ls conter ordneos ya considersban corn una fuente may importante fe ingwests Al que se mova en el mundo culta de Napoles, parecisle que no habia més Sjurspertes, abopados, ese" anos" (Folie), Al consoligarse fa dominacion expels, sinorése primero la influencia de la corte endoneno 9a tlaramonte vid Caracal: elrey ¢ hllabs lejom, la edad deeayendo, os barones va ho tenian séquito, 1a vida Di Slice perdia poder brill, yx.na ae veise pombas ni ex londores coMtesanst Je chad so despobiabo, Ion alquile Fs diominuian. ¥ todo elo pore Napoles habla debaco Se ser la ciudad del monarea. “Ese era nuestro comere0, Secia Carscicli, el que proporcionsba riqueza a muestra bless Pero todo combie despues, Bajo In dominacion Se Espa se trancformé Napoles, sequinendo mayor fo- fecimient, porgue low grates Gemplogaron otra vez #0 emp ytrajeron su aéquito, con Io ctl le poblacién st fnent® rapidement 1. Peris. Cuando? fundador We Is guimice moderna com Jsgr6 sus constantes anbelos en “beneficio del pueblo” Ssforséndose en Ia Assmblea Naclonalpor reformer ln fecienda,lievs a. cabo un célealo may interesante para dsterminar la conidad y valor de las merean'as dntredi fas en Paris Sus obstrvacionts exactisimasllegen la fonclisin de gue 250 millones to gastan en ertculce ce fonsumo pata les personas, y 10 mliones en Io locante-a Ios eabalios (anuatmente). ;QUe recursos se apllcaben Pore Luyo x capiTaLisxo st " WERNER Sompant: liquidar estes 260 millones? Interésanos le respuesta de Lavoisier, porque en ella expone el quimico un juicio muy notable sobre la eomposicion especial de Ia poblacién pari- sina al principio de ia revolucién. He aqui los datos eon gue Lavoisier contesta a le anterior pregunta —purgados de algunos paquefios errores evidenies—' Carca de 20 mic Hones producen las industrias de exporteeién y comercio; 140 millones son pagados con ayuds de la Deilda pibliea ¥ sueldos, y 100 millones proceden de las rentas territoris les y los beneficios de hombres de negocics (de empresas exteriores) que en Paris han de hacer consumo. iMagnificamente expuestot jEs admirable la. profundi- ad de la observacién y de Ia explicaciént Paris, elective mente, es —selvo una cantidad despreciable— una eludad ppuramente eonsumidora, que vive de la corte, de los fur- ionriog, del erédito piblico y de Iss rentes territoriales. ‘Veros esta concepciin repetida en los ezeritos de todos Jos contemporénos, a cuyos testimonios hemos de atener- ros, no hablendo dates numérieos que aboren la exactitid de nuestra tesis. Mirabeau, el autor de L'emi des hommes, ealeula en 200.000 el numero. aproximads de individuos gue tendrén que salir de Paris si, con arreglo a su pro= puesta, fueron envisdes a provinclias: primero todos los plicieles reales espléndidemente pagados; segundo todos tos propletaties que, seguros de poder tratar fuera de Paris sus asuntos contenciosos y de tener en i tierra considera ‘ign y honta, quisieran marchar a sus pueblos; tereero to dos los litigantes forzados, ‘Segin ls opinién de Mirabeau y de todos los fsiéeratas, “habia entonees una mala distribueién de Joe kembees y de las riquezas, porque tedes los sefcres, todos les ricos, todos los que poseen rentas o pensiones’ suficientes par evar una vida cémoda, fijan au residencia en Paris 9 en cualquier otra ciudad, donde gastan Jas rentas de los fon- dos del reino. Estos gastos atraen a multitud de comer- tuto ¥ caritauisno a ciantes, artesanss, eriados y trabajadores manusles”. En torno de estos rentistr, a los evales ee afiadian los “hacen- distas, cuyas cajas se refieren directamente al tesoro real”, agrupébese una industria de luje refinadisima y muy des- arrolisda, pues “el propictario ristico tirnase en Paris ar- biter elepanticrum y da ideas al obrero que, elevandose asi por encima de su esfera mecinica, se hace ilustte en su arte” (Mirabeau, Liam des hommes, 2, 217) ‘Mercier deseribe también, con su estilo permanente, c6- ‘mo todos los oficios y comercios viven sélo de las rentas de los ricos que, por tento, son aqui los verdaderos fun- adores de le ciudad, en el sentido que yo sostengo: “,Como encontrar medios para subvenir a esta muche- dumbre de necesitades, que no viven sino del lujo de los grandes?... Se ven en ests capitel a hombres que pasan fu vida haciende juguetes para nifios, Los barnices, 10s do- +ados, las decoraciones otupan a un ejército de obreros. Cien, smi Brazos empleanse a diario en fundir dulees y en pre paar posires, Cincuenta mil manos, empuando peines, speran el despertar de todos los aciesus, que vegetan, cre yendo vivir, ¥ que, para desquitarse del tedio que les abruma, hacen des tolletes al dia”. Ea sus descripciones olvidan los fisiécratas que una parte no peguefia de la poblacién de Paris vive de los ingresos tclesiasticos ¥ sus sorvidores, También en este punto es Mercier la fuente més valiosa. Bseribe: "Paris esté Teno de abates,clérigos tonsurados, que no sirven ni a la Tglesia ni al Estado, que viven en continuada oelosidad y no hacen ‘mas que inutllidades y nonadas.., En muchas casas hay un abate, a guien se da nombre de amigo, pero que na e* sino un honrado lacayo que manda a los de librea ... Vie~ ren después los preceptores, que son también abates...” (Mercier, Tabl. de Parts, Cap. KC) ‘También debemos a Mercier él anico cuadro digno de crédito que existe sobre los diferentes grupas de Ia pobla- so WeRNeR sowoant cién parisiense, al final de ta époea primera del capitalis- ‘mo. Fe aqui la lista: “Slay en Paris ocho clases de habitantes, claramente dis tintas: 1s, Principes y grandes seforus; 2, Gentes de toga, que se dividen en: a) abogedes; b) eclesiésticos; ¢) médi- c2s; 2, Hacendistes, desde el arcendador general hasta el prestamista de portal. Los agentes de cambio, nuevos co- codrilos, ocupan el centro de este cuerpo devorador, des: precisble y presto despreciado; 4, Negocientes © merea: eres que viven de los grandes seficres; mas como los grat es no compran nada al contado, los mercaderes estan dbl. ‘gados a ir todos les dias a humillarse ante ellos © ante sus criedos; 8, Los artistas: pintores, arguitectos, escultores (aja clase), compositores de miisica (clase superior), hhombres de letras( clase suprema 0 nobleza de los artis: tas); &, Los artesanos; 7%, Los obreros manuales; 8, Los acayos: 8, El pueblo bajo” Adviértase quo hablendo dicho ocho clases, Mercier eou- mera nuevs. “Hay, sobre todo, una mullitud’ de smprodue- tives: las numereeas coloniae de frailes Jas nobles, tos pro- ccuradores, los eseribanos, los guardiss, los elérigos, millares ae vagor, rentistas, cockeros, mezos de cusdra, postillenes ¥ los extranjeros, que vienen en enjambres's (Mercier, ‘Tabl, de Paris, 1, 30). 8. Londres, Pujante corte real, en torno de Ja cual se congregan, desde fines del siglo xvs, numeresos propietarios territoriales que gastan aqui sus rentas. Bste es el nucleo fundamental de Londres atin en el siglo xviu. La gran atraccién que Is capitel ejereia eobre la nobility y le. gen try, en el siglo xun, se manitiesta en los numerosos edictos ados en tiempos de los des primeros Estuardos, ediclos que —icosa ratal— van ditigidos contra la inclinaciéa de as propieterias territoriales a establecerse en Luso ¥ cAPiranismo 8 Estas disposicfones, que pretenden hacer retroceder el fo. a au fuente, no fueron tenidas en cuenta. Durante el siglo sem precisamente se trasladaron a Londres numero- {6s propletarios jo cual Geterminé el répido erecimienta de Ja poblacién, A fines del referido siglo, Londres se nos pre sents como ia eita de Ta nobility, gentry, cortesanos, juris tas, médicos, comerciantes, navegantes, artislas, ete Desde fines del siglo 211 y durante el xvi, agrégase @ los grupos de poblacién ya establecidos, uno nuevo de gran- disime importancia: el acreedor del Bstado y el alto finan- ciero. En el siglo xvi dominaba ya en Londres el crédito, y sus aplicaciones. Podien en poco tiempo movilizazse gran- es sumas de dinero, como lo demuestra bien el hecho de que el capital de las acciones del Banco de Inglaterra (1200000 libras). pudo hacerse efectivo desde el 28 de junio hasta el Z de julio de 1694, D. Hume subraya corte Famente la fuerza urbanizadora de la Deuda publica: “nues. tra Deuda ni onal causa una gran eonfluencia de habitan- ‘A mediades del siglo xr el mundo elegante sigue ain cen la City. Esto se desprende de ciortas quejas formuladas por damas sobre las molestias que les produce el humo el carbon. (Entonces comenzaba a emplearse como. com- bbustible el carbén de piedra). ‘A partir de este momento, la nobleza empieza a trasladar sus pelacioe @ las afueras de Ja ciudad. El continuador de ‘Miege, Mr, Bolton, nos presenta un cuadro impresionante del proceso de transformacién de Londres a medisdes del Siglo sons, y al propio tiempo elta lor nomibres de las nue- ‘vas ecificaciones. Su descripeiém da a entender que el ea: racter del Londres distinguido, en syuella époce, estaba influenciado sin por el establecimients de Ia nobleza en Ja capital, “engrandecidos por las ricas casas y palacios de la nobleza y de la gentry”. SOCCOSOHHHOSHOHOHHOHSHHHOSHSCEEOHOLOOLOOS 6 WERNER SomBART EL mismo céleulo que Lavoisier hizo para Paris, he io- tentado yo hacerlo para ol Londres del siglo xvir, aunque con otro método distinto, determinando en cifras a parti elpacign de los grupos de poblocién en la estructura de la ciudad. He Legede al resultado siguiente —que natural zente no pretende ser exacto, pero que aumenta en credh bilidad— sin duda, si se compara con el de Lavoisier para Paris (as diferencias dependen Lan silo de ls superiorded del_comercio londinense) Chamberlayne, al hacer Ja descripelén de Londres, des- ‘taea, sobre todo, el comercio como elemento creadar de la ciudad. Esto es natural; el comercio saltaba a la vista. Pero las cifras demuestran, del modo més evidente, que “el co- rmereio" s6lo hubiera podide sustentar una peguosia parte de la poblacién londinense. Fl valor total de la importacién y exportacion inglesas en 1770, fué de 214 miliones de imarees, eifra a la cual dnicamente pudo Veger la ciuded de Brema hacia mediados del siglo xox. Los bareoe que en- traron_y salieron de todos los puertos ce Inglaterra en 1686, cifraban su tonelaje total en 25.000 tonelades, cifra aproximsdamente igual a Ia Hamburgo en 1800, esto es, 41/40 parte de su valor actual. Le importancia del comerelo ondinense en aquella época fué, sin duda, muy considers: ble; pero es prudente no forjarse representaciones exage- edas sobre Ia base de las expresiones que emplean los eseritores cantemporéneos, que semejan un bosque de mis- tiles, etc. Las consideraciones que vamos a exponer, de- muesiran el verdadero papel que el comercio ha desempe- ado en el desarrollo de Londres, Bn 1700, el valor de la Importacion y exporteelin de Inglaterra se eleva unos AL millones de libres. Podemes ealeuler un benelicio, por término medio, del 10 por ciento sobre ese valor. y hos resultaré un total de 1.100.000 libras. Caleulemos ahora en 2/nla parte que a Londres correspondie en # comereio ge- ‘eral de Inglaterra —lo que de seguro es bastente—, y ten- @remos una sume de 750.000 libras (niimeros redondes), como beneficio Uquido de los comerciantes londinenses ‘Ahora bien, King calcula pera 1688 el promedio de los in- {gresos de ua familia perteneciente a la clase artesana, en 40 libras; la de una familia de obreros, en 18 libras. Con Iz ingieata sama, pues, hubieran podide vivir 7.000 fami- Jlas de artesanos y 24.00 de abreros, o 12.000 familias de ‘cada una de estas clases. King caleuls el miimero de los, miembros que constituyen cada familia on 3 % 2.4. Resulta, ;pues, que no pasarian de 100.000 los individuos londinenses fue en aquella época podian vivir de los productos del eo: mercio, es decir, #/, 6g de la poblacion. Ahora bien hay que tener en cuenta que el comercio e Londres slo podla tener fuerza ereadora de poblacien urbana, en cuanto no representase el cambio de mercan- ‘las para ls propia poblacion londinense. Lo cual reduce #9 Gavia mas la propercién. Para poder establecer compart ‘clones, examinemes Ja lista civil de les monareas de glaterra en aquella época. En 1698 el Parlamento otorgé Guillermo III una lista civil de 700.000 libras. La reina ‘Ana cobraba igual suma. Le lista civil, en tiempos de Jorge Ty Jorge If, se eleva, ‘respectivamente, a 800.000 y 900 tl libras. El principe de Gales, tenfa, ademas, sus emolu- ‘mentos de 100,000 libres. Resulta, por tanto, que el rey, Ia relna madre y el principe heredero disponian de rentas ¥ recursos equivalentes a les de todos los eomerciantes. Estas Cifras estan tomades de In obra de Miege y Bolton (pég. 236). En tomo apéndice de dicha obra, Hay un cuacro bastante completo de los sueldoe que disfrutaban Jos mi Iiteres y funcionarios civiles ce Inglaterra; alli puede apee- ciarse ia importancia verdaderamente extraordinaria de los ‘sueldos de los mas altos funcionerios, sueldos que legen no poces veces 2 1.000 y 2000 libras. Ahora bien, un co- ‘mereiante, par gener 2000 libras, tendria que hacer ven- tas por valor de 200.000 libras; es decir, 140 de las ven- SOCHOSEHSSEHESHSOHOHHHHHSLOOHOHOOCOOOOS s° WERNER somBART tas totales de Londres. La participaciin que corresponde a cada factor en la formacion y estructura de Londres es, pues, segin mi cifeulo, Ia siguiente: dos sextas partes det pueblo londinense viven del rey y de la corte; una sexta Parte vive de Ta clase de funcionarlas; dos sextés partes Yiven de los propletarios territoriales y acredores del Es- tado (alts finanza), y una sexta parte vive del ejercicio de In industria y del comercio. a LAS TEORIAS DE LAG CIUDADES EN BL SIGLO XVII Si se examinaran las numerosas “teorias de las ciuda- des" en el sigio xvin, se ve con toda la claridad deseable que la estructura social de le gran ciuded durante le primi tiva €poca capitalista era tal como la hemos deserito. De dichas teorias bien podemos sacar conclusiones sobre la na turaleza de las urbes en aquella época, pues aunque ls ma- {yor parte de los tratadistas se figuran deseribir el angen y Yas condiciones de la ciudad o Ia gran eiudad en abstracto, ‘nO exponen, en realidad, otra cosa que generalvzaciones de Jas formas efectivas obscrvadas par ellos en la realidad de su tempo. Citaré algumos extractor de los mis estimados ‘autores que eseribieron entonees sobre problemas urbanos Cantilion es, a mi parecer, el autor que abre via en Ja teoria de les eludades, como también en muchos otros problemas de la clencia eeonémica del siglo xvi. He aqui ‘como imagina él origen de la ciudad: “Si un principe 6 un seer... fija su residencia en algin lugar grato y si otros efiores acuden ella y se establecen para verse y tratarse cen agradable sociedad, ete hugar se convertira en una eiu- dad, con cases grandes para los referidos sefiores. Cons- ‘ruirénse tambien otras muchas casas para los mercaderes, 1us0 ¥ cAPrTALisMo 9 artesanos y otros profesionsles, que la resdencia de aque- ios stores atreera B servile es tadas sears Te juerira panaderos, carniceros, eerveceros, vihateros, fabr antes, que construlran casas 0 alquilarn os locales eons truidos por otmos negaciantes... todas las casas pequetas Gouna euded, come la equi descila, dependen de las Bran~ Ses casas... La cudad crecers ain mas si el rey 0 el Go- barn establece en ella trlbunates de justia... Una ea pital se forma de Ia misma manera que Uns eiidad de pro- Vineia, Todas ta tierras Gel Estado contnibuyen més o me- hog aia subsistensia de los habitants de la capital”. (Can fillon, £ssai sur te nature die commerce) Esta teoria de Cantillon la vemos reproducida con li- gevisimas variantes en ls mayor parte de les tratados de quella epoca acerca de la formacién de las cludades. La {eoria fué elaborada especialmente por los fisidcrates, por” due servia de puntal a sus dectrinas. Pero fue eceplada lagualmente por muchos tratadistos, fisiberatas no ortodo- os Muchisino Se ha escrito en Ta economia politica, del Siglo xvi, acerca tle la eplicacion econdmica mas adecus- fa de as tentas tervitoriales, consagransose Infinidad de ‘apltules al estudio del Tujo, materia que, con la relaliva a Ja poblacion, es € preferente atencién en tad Ia bibliogra- fiaidel siglo wt. Nas Ia aplicacién, consumo de dichas renlas es un factor importante en el deservolvimiento eco: némico de las eiudades, especialmente en Tas grandes eit~ fades; por este motivo la euestién del lujo se mezcla eon fl problema de Ia'urbe y cast todos los tratadstas, que se fecupen del problema dei lujo, extienden el radio de sts Investigaciones al problema de Is eludad, ;Por qué los r= con gasian mus ventas en la ehudad? {Qué influencia tiene elmodo de gastar sdbre Ta marcha de la economia pibli- ‘La obra de Quesnay: Questions intéressontes sur lz po- ulation, Vegriculture et le commerce (edicién Oncken, POOCCOOHOOOOOH HOHE HOOOCOHCOODOOOOOOOD ry WERNER sompant pag. 250 y ss.), basta para demostrar de qué modo ta fimo estén ligédas en Je bibliogrotia de aquella época ceuostiones del injo y de la formacién de las ciudades. Las veinte “euestiones” del capitulo “Ciudné” estén dedicadas al problema de la relacion entre la formacién de las ciu- dades y la circulacién econdmaica. Véase, por ejemplo, la fcuestign KV: “si jas grandes fortunas que se forman en las grandes ciudades no son perjudiciales a la agricultura {ino prueban que las riquecas se acumnulan ea las cludades ¥-no vuelven a los campos?” Véase, también, la cuestién XVI: “si el restablecimiento de las rentas de Tos bienes Inmuebles exige que los propietarios y los que pueden ha- cer grandes gastos residan en los campos, gno es el consumo fgue se hace en las ciudades tan provecheso para los eam os como si se hiclese en el campo mismo?” Igualmente fice en el capitulo “Riqueza", articulo VI: “desde que los {grandes y los ricos se han retirado la capital, ;no se han hecho mayores us gastos y no hay por ello motive de juzgar que el lujo eumenta? ,No ha sido el luje siempre roporcionado a lae riquezas de la nacion?” etc... Ques- ‘nay se basa en Cantillon, euyo magnifico “ensayo trate en su primera parte el mismo problems. Véase, por ejemplo, el capitulo XIV, cuyo titulo contiene todo un programa, Como compsracin con Ja teoria de Cantillon, citaré ‘otros pessjes: ‘las riquezes de la ciudad atraen ios ple- ceres. Para gozer de ellos y compartitlos, tos ricos prople- tarios abandonan el campo, pasarén algunos meses en dicha ciudad, construiran en ella casas, La ciudad crecerh cada dig mis... Esta cludad Uevara, en fin, el nombre de capl- tal’, (Helvetius: Det hombre. Leet. VI, capitulo Vit). EL ‘isino espiritu alfenta en las manifestaciones del conde de Mlrabeau (De lx monerquia prusiana, bajo Federico el Grande), De entre los italianos hay que citar Becceria y @ Filan Bieri En Inglaterra Ta teoria de las cludades establecides por Stewart reproduce en el fondo los pensamientos de Cantilionte con la tniea modifieaciin de que sfiade « los landlords (aeAores territoriales) ottos elementos que te ren ya formado un fondo que les permite obtener una parte de los ingresos nacionales.

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