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00 000000000000000000008 "330180 BOI (926 : WERNER SOMBART | | LUJO Y CAPITALISMO ASESSSY | | + Gunenwe Davaros 1388 Kk ( COLECCION CRISIS ¥ SOLUCIONES ‘Quads hecho a depte que pine ely nimno 11.723 oe e e e e e e e ° e e e e e e e e ° e e e e e e e e e 2-462 WERNER SOMBART Después de Ia primera guerra mundial, dos nombres dorninaban la sociologia slemana. Mex Weber y Wemer ‘Sombart tenian muchos elementos comunes. Ambos erah {Fevolucionarios e innovadores y su bra es, en este sentido, muy significative. Los dos procedian del estudio de le historia y de la economia polities. ¥ los dos, también, hi bian evolucionado notablemente. En la segunda década de ‘este siglo ya silo quedaban en sus trabajes muy pocos ras- fos que individualizasen sus orfgenes historicistas en 1a Eseuela de Schmoller, eon quien estuvieron vinevlados alla por 1900. ¥ un hecho que es necesario tener muy en cuenta: Embos se habian interesado profundamente por el fené- meno histérieo y espiritual del capltalismo. Los trabajos mas conoeidos de Weber, dentro y fuera de Alemania, esta- Gian las relaciones de capitalismo y_protestantismo. La obra fundamental de Sombart es E1 Capitalismo Moderne. {QUE separa a los dos mgestros? Los dos tomos de Som- bart, junto eon “el tereer Sombart” (como se llama en la jerga Universitaria europea a BI Apogeo del Copitalisme), . VSS" SCCTSCCUTTT SOSH HT SCO SCOOOC COTO OOOOO . WERNER sowpaRT son yn cuadro completo de la vida econdmica moderna desde Carlomagno hasta 1814, Bs decir, abre el ciclo et t’jecutor de la empresa politica més importante (y quiza de mayor significado posterior, también) de la Edad Media. Lo cierran nombres como Stinnes y Morgan que insuflaron ‘ueva vida al imperielismo econdmico de los altiznes tier pos. Werner Sombart afirma que el capitalisme surgio de Jos eatratos més fntimos del alma europea. Es un producto Gel espiritu que se formé en e stone & le Edad Media. Entonces se aunaron Ja tendencta faistica hacia el infinito y Ja mentalidad burguesa egazapoda en la ciudad medie Val. Max Weber es el primero en sofalar Ia importancia de ls burguesia en Ja genesis de capitaliemo. Como Somn- bart, le opone al espiritu seRorial del medievo pero la tise de protestantismn y reforms, Sombart la habia mutrido en el espiritu ronacentista ¢ jnsistide en sus rasges romén- fucos. ;Acaso 2l entusiasmo y Ja slegria por las invenciones ¥ los descubrimientos no es una de las formas més gent ‘has de romanticismo? Max Weber descuida esos elementos enfatiza Ta importancia de la influencia religiosa (pro- festantes y-puritanes, sobre todo). “Wemex Sombart no desconcce Ia irradiacién religioss en el capitalism. Pero resitinge se vigencia haciéndols Megar sélo & los herejes y emigratos, Recsles Ja impor- fancia del espiritu faistica y subraya el caracter terrenal de esa aspiracién al infinito, Los comereiantes, los aventu- rreros y Tos piratas tlenen pera él mas importencia que los puritenos, Lajo y Capitaliomo acentie esta posicién. En Los Judios y le Vide Econdmica, el gran traestra se preocups por de ‘mostrar ec8 influencla en el cepitalismo, Ahora subraya Ya presencia de otras deidades que completan el cuadro de EU Capitalisme Moderne: el lujo y el amor. 0, como dice el propio Sombart en el prélogo que puede ver el lector mas fSdelante, las hondas transformaciones que se verifican en Luz ¥ caPITALIEMo ® Ja sooieded europes, » partir de las Cruzedas, han treido ‘como consecuencia un cambio en las relaciones entre los sexos, cambio que ex causa determinant, & Su ver, de una ransformacién en ol égimen de vida de las clases dom. nadotes, transformacién, por ultimo, que viene a ejereer ung influencia esenclal en la génesis del sistema econdmico moderne. Bl lujo, hijo legitimo del amor slegitim, influye rmuchisimo en la’ génesis y evolucign del eapitalismo. ¥ si fen cada época y sistema domina una mentalidad determi- nada, el motor de Ia economia moderna e¢ el amor ilegi- mo y su conseewencia inmediata: el Inj. ‘Sombart no es un mero economista. Si lo fnese, el inte rés de su obra se reduciria al citeulo de especializados en a materia, Sus libros y su pensemiento constituyen siempre ung entrafiable aventura por Ja que entramos en la comprensin del pasado, Llega 4 integrar la econemia, 1a sociclogia y la flosofia de la historia en un cuerpo cohe” rente, Equipara la teatia econémice y Ia sociologia econé. rica y culmina en la antropologia con un traba\e Sobre et Hombre (1988), Yon Wiese pone de relieve eu capacidad pera trazar tipos humanos y sus motivaciones presentando en forma viva les facetas de la evoluclén cultural. Fran- cisco Romero gefialé el valor de le obra de Sombart en el tratamiento del problema del hombre. Destaca el pense dor argentine los limitaciones doetrinarias de Sombart y Ja abundancia de material empirieo ofreside ae el maestro ¥ recolectado “a Jo largo de sus vastas averiguaciones en, @l campo de Jo econémieo-social, unos come fruto de 1a propia reflexién y eomprobaci6n y otros ofrecidos en forma @e instructivas Fevapitulaciones; vista por este costado, la obra es inapreciable y en muy poras se encontrara ‘un archive stmejante de informacién sobre el hombre". Cn det 2)esfundamntalas: Filésofoe y Problema, Bue- pos Alen 108 Stoicactdn tel Hombre, Bachoe”atren, ibSh SCOOCOCEHOHOHOEHHOHOHOHOHOHOHEOOOO COO 0 wenwen sompant No puede extrafar esta preseupacién en Sombart, Su temperamento lo leva a la antropotogia. Y esa misma ac- titud suya fué objeto de severas eritioas: es un gran artista, rno un hombre de ciencia, se dijo de él. La expresién que, fen sus enemiges, tenia un sentido peyorativo, sirve tam- bién para definirlo. Tenia un genio poderoso, Ere original Posela un gran sentido de le dignidad personal, Todo ello Jo acerea mucho a Spengler, pensador aquilino a} gue uno evoca instintivamente leyende 2 Sombart. Spengler es por fantoromasis el hombre de los hechos, eseribié Keyserling, ‘También lo es Sombart y sus argumentos reposan, como Jos de Spengler, sobre la historia. Se sirve de ella'con el espltitu demostiativo de la escuela alemans. iDe dénde proviene esta tendencia? El pensamiento de Sombart se nutze del revisionisme marxista, Noa la ma- ‘eta neomanxista de Bernstein sino como un sociélogo dis dente en el que se reflejan poderosaments las eritieas de Lasalle al liberalismo. Con Carlos Marx aprende Sombart 1 papel primordial del capital en el mundo moderne. No s6le tlene uns influencia de orienteciéa en su vida sino que Je propone un método histérico: volver al fendmeno eco- rnémico en sf y seguirlo en sus transformaciones segiin el materialism, Es deoir, secsndo las conclusiones del medio “material”. Desputs, tamign Schmoller le mostraria otra do es facetas de indagecisn histérico-espiritual de Te eco nomia politica al desprender a esta disciplina ce sus anti- gus moldes y encaminarla hacia la soctologia por medio. dde ls investigecion peleslogica y étiea ‘Sombart se separ de Marx al reunit mayor dogumnen- tacién v encontrarse con nuevas situaciones, Mientras el autor de El Capital es un doetrinario y un propagandls Sonbart se limita a sus tareas estrietamente cientif analizando beches sin culdarse de las conclusiones. De este ‘modo, el maestro berlings tiene tantos vineulos con Marx como can Ia escuela histbrica y Max Weber, En este sentido, Lujo y Capitalismo es un tibro muy signifiestivo, No esca- ard al lector el esfuerzo de investigacién y coordinacion us este trabajo supone. Tamporo, Ta amplitud de lat hhallaran algan pariente "aistinguide” Los 1sz0s de unién entre nobles y ricos se hacen atin mis {uertes cuando los hijos 0 hija de ambas clases so- ciales contraen matrimonio y tienen descendencia, Unio- nes de esta indole son numerosisimas en Inglsterra, desde la época de los Estuardos, Si, en efecto, sir William Temple Ing hecho la observacién', de que segtin sus recuerdos ha- ce cincuenta afics que las familias nobles contraen mat ‘monio en la City “por el dinero”, entonoes la autoridad de este personaje nos permitiia datar de tiempos de Jacebo I el comienzo de estas mezclas de sangre. De todas suertes, cien afios después, en la época en que Defoe escribe, estos enlaces debian set ya muy’ frecventes, pues Defoe los con. sidera como cose ‘natural, Tratdbase principalmente de hhombres nobles, que casaban con rieas herederas. Defoe fije en 78 el numero de matrimonios de nobles de estirpe ‘con hijas de comerciantes, No eitaremos ejemplos, porque no tiene finalidad eaber con quien go casaee tal 9 cual lord. Estos matrimonios nos interesan e6lo como fendmenos co- Tectivos. Nos limitamos a sefalar el hecho, registrado en Inglaterra on el siglo XVI, Mis vigoroso todavia que en Inglaterra fué en Francia, fx: los primetos tiempos, el sentimiente de incompatib POCHCOHHHHHHOSOHHHOHOOOTOOOOOOOOOCES WERNER SOMBART Iidad entre el linaje y el ejercicio de tos negocios, “Nadie es mas acreedor al desprecio que el comerciante’” (S'l y @ mépris au monde, l est gur le marchant.) Estas eran Ing ideas que un buen conocedor atribuye a laa altas clases en la época de Enrique IV. La condicién de noble no impedia tener participacién en Jucrativas empreses, la mas rancia nobleza contraia matrimonio, con hijas de ricos mer- caderes y no se tenia # menos al renuncisr a ciertos car- gos de consejero para aceptar otros mas remuneradores fn Ia esfera financiera. Pero se profesaba desprecio a la clase no noble En el siglo xvi la alta finanza gané cierta consideracién. Ya en el xvm1 encontramos 2 rieachos como Cotteblanche 0 Du Plessis-Rambouillet, slternando en los circulos arstocriticos, La gran riqueza se reconcilia con Ia eanalla, cosa gue La Brayére expresa graciosamente con ‘estas palabras: "si le financier manque son coup les cour- eans dicent de lui, c'est un bourgeois, un homme de rien, fun malotru; sil réusst, tls demandent so fille”? Toda Ja época psimitiva del capitalismo da empero la impresion de ir regida por este principio: que pare la persona de distineién es digne gastar el dinero, pero no To es ganar. Ya este propésilo ha dicho Montesquieu estas lepidarias palabras: “todo se habré perdido si la lucrative profesién del financiero se encemina por el rumbo de la distinelén. ‘Las demas clases sociales sentirén cierta repugnancia; el ‘honor perderd su alta significactén; los medios naturales y lentos para destacar no proguciran ya su electo y suftirén hhondo quebranto los principles fundamentales del poder pablico”, £ Lattemay, Traité dy commerce do ta nie lat marchand, 260 ‘cuada por GFapnie, Leconomia siete deta France sous Henri Ivy eek 4YSL el tinanclero falls su megosi, los cortesanos dicen de @ ‘es un Burgues_ un hombce ge nada, un palin, Peto si gant, le Dlden sa hije en matrimonio, Luse ¥ cariTALisno s Pero estas ideas dominaben no sélo en los clasts aciso- etticas, en los sefcres feudsles, sino también en las de- nis clases, que van elevandose eobre la “onisere consti truensplebd” A estas ideas corzeeponde el afén ce los me- jores, ecto eg, mas rcon eomerciantes, poc destecarse del resto de los trabajadores afan del que’ ya trotaremos en ‘ito lugar. Les personas de extraction baja y vulgar, cue habian fograde rigquera, sintieron anhelos de Ingresse'en Ja nobleea. Bs posible gue estos antelos se sintiran en Francia con raver ierz gue en Gon pl: acon por ye aqui la nobieea possie una gran fuerza politica y per fencer a lin rodia benefises bogo e eoblesypecto En todo tempo le noblesa ha reesbido en su seno a Jos hombres de negoeios evriquecidos. A portir de ioe pre meros tiempos de In Edad Media eas) dirlamos que mas Sin en los tiempos antiguos que después registiese ate fenémeno en todos los paises, Sabemos que en ciudades de ‘Alem, 7 de Un modo constente, las cases noblas adm tian en su seno a gentes que vivian del trabajo manual ¥ del comercio'y hecho que tambien se registra en las familias nobles de las eitdades italianas af iniiese la Paad Media™. Desde siempre ha ocucrigo olto tanto en Je aulsirocracia inglesa, como To demuestran textos legistatt ‘vas anglosajones, sobre todo Una disposicign del rey de Inglaterra Athelstan, cade por Thorpe (Ancient lows ins titasions of England, T (1840), 198). Lo mismo he sucedido tambien en le nebleza frances 4 Néase Slender, Gevens, det mod Kani, 40. Rud, Haphe ie Buttehung cer gronten burgerliche Vermoven, eno iabuck se setmoten oes Pane dahrhaek 12 V, He Sievking, Die kepitatisiche Entvisketung in den ita- lonithen Stodten ter feces, ‘9 iden pagBirlag sumereot en Pgtonneny, His commerce dete 8 wennen SOMPART Pero, «nuestro julio, existe una diferencia egencal en tre-l fio comercant 6 financero que se ennoblese en el Efe aan e que ingiecn en la nodess en el siglo St. En ice antiques siemos eominabs en solute feade: Timo, la noblesa se componia cant exclusivamente de se- Fores tersitosnes; el wllano elevado 8 noble no tansfor= Trubs en To mas mivisna el eno dela in Seu el Er niaptate por completo, senas sbecrdo por el medi ¥ Stefocontcia por'ls desproporsion de fuerast entre Ia ase gue admitisy 1a persona nueva en ella sémiige, Sct eas compareda coo aguéla,inignficnte, Al cabo de'us siglo, eae nuevo elemento incorporade ole antigua {bles feudal aparece mezelado y confuneido cn ele Pins “antiguas {amllias” que hacia 1990 quedaban en G&- hove o Florencia, en Inglaterra o Franca, ex dct, laf Fills cuyo arbel genealdgico se remontaba a descents mis atog formaa en Conjunto ta rableye feuded, tendo impenibte isernit sol fundador fut hombre bre vale Gor propictari terstoria,funcionario ministerial © moeo Se" dria Totas ass falas perteneian ala noblesa feulal Bx cambio, a nobleza que mis tarde se form, des Geet sgio sr, faba compueste de fara naersy, ue eatan de comercioy sue por sv ran nimero Ruble: ope infinc sobre la cetrasiira de e clase noble reo, pues, que para quien estudie ls transformsciones sociteseatshasay pot ln mela Ge ln neblera eon el ‘Tper, vo Lene interdseeoumerar fou pocos casor Se en foblecinionto acaecdor darante la Edad Media y shadir~ yas gran coniente que, desde prieipion ela Bia Medernathace sflut a lus capse nobles la sangre de bur. user enrquecidos El buen histonador es jusamente el ‘Reetingue bien ls peuliridads de las dferentes po Sos hatsies Prone inci ox seaformecién hacia fines de siglo xt y eamicnzas del avi, suegiendo entonces nasvas ode Luso ¥ cAPrTaLismo a roses fuentes para Ia formacién de la nobleze: 1" Con Ba- rique IV empieza a ser frecuente la adjudieaclén de titu- los nobillarios a los industriales, como privilegio para 1a ereacién de nuevas industrias. 2" Por el edicto de La Pate lette, de 1604, fueron declarados transmisibles por heren- cis los cargos vendibles, lo cual implica un cambio de sis- tema, ya due desde entonces la Grande Robe, con la que ‘antes laz0s mantenia 1a mayor parte de la nobleza, vino a reclutarse prapiamente en elementos financieros y perso- ‘as rices. 3° En 1814 se zeconocié legalmonte la adquisietén de las propiedades feudales por burgueses, adquisicién que hacia ya tiempo se venia verificande. Esta forma de obte- ner la nobleza ha tenido en Francia importancie extraor- Vie lot deveripelones de Venesla en H. Simonsfelé: Der ondaco det Tedstent in Vere, 1087, pat. 26, Tease Pastor: Historia de lot popes, 13,1901, pags. 18 y sie COOSHOOHOOCOOO SCOTS OOESSC OPO OOOCTTT 0 WERNER somsant @eroso det orde, Madrid era le capital de} imperio mas grande del mundo. A Madrid affuyen los tetoros de Ame Tica. No es do oxtraiiar, por tanto, que Madria atrajese a todos Jos que en Espaia poseian poder y riguezas, El 1mds « vvivo anhelo era ser admitido en Ia corte, Los cargos pale tinos, concedides por el monatce, eran codicindos por los |ijos de los nobles. La nobleza afluyé a Madrid, singular- mente desde Felipe III; y esto dig por resultado que la cludad ganase répidamente en importancia. "Los lugares particulares”, dice un escritar de aquelle époce, “se ven Gespoblados de los vecinos ricas y poderosos™* Dijerase que Madrid, como Roms, era entonces Ta gran ciudad mo- derma, que reeibia numérosisimos visitantes, que acudian a divertirse. Medrid era denominado “la nable hospederia Ge los extranjeros" 8, Népoles. Durante el sigio x11, Madrid habie sido la tercers, acaso la sogunda gran ciudad de Europa. (400.000 hnabitontes contabs, al parecer, en el periodo de su mayor cesplendor). Ahora correspondié erecer « Népoles; y en tales proporciones, que durante el siglo siguiente pasé. a colocarse inmediatamente detras de Londres y Paris. Nix poles es un ejemplo que demuestra a tesis que estamos sosteniendo: que el crecimiento de las primeras grandes cludades se debe a le concentracién del consumo, Napoles yunca fué otra eosa que Tesidencia real, y por ello y por haber sido capital de un reino, desde muy antiguo formado, ‘con administracién centralizada y érganos de justicia, a} ccanzé la prosperidad urbana en una épooa en que ninguna otra ciudad italiana habie dlegado 2 ser gran ciudad, El 2 Conseevacién de montrqults y dicutsos,Diseurso XIV, citado por Rane on au Brinciper y Pueblo del Sur de Buropa, 13, 48, 2 Véaze la pracova descripeibn que de Madrid, en su poca mie oretiente, hice V. Gieichen-Runwarm en a0 libro Dat Galante Europe (S610), pag. 10 [ ‘marandecimiento y 1a riqueza de Népotes reconosen dos drigenes: Ia ealeagy Ie Iglesia. Ya Yo sabian bien los cone femporineos Rog seratium nostra merostura, es, lee Cernecils, cya obea Tellee ia estructura soci de Napo- Jes Bn efector era vordadoramente extraordinaro el ni mero de empleados on Napetes, como consecuencis del 78 flmen de centraicacion, y ela foisimamente organi fado\el.sstoina de derecho arancelatios, ge ls conter ordneos ya considersban corn una fuente may importante fe ingwests Al que se mova en el mundo culta de Napoles, parecisle que no habia més Sjurspertes, abopados, ese" anos" (Folie), Al consoligarse fa dominacion expels, sinorése primero la influencia de la corte endoneno 9a tlaramonte vid Caracal: elrey ¢ hllabs lejom, la edad deeayendo, os barones va ho tenian séquito, 1a vida Di Slice perdia poder brill, yx.na ae veise pombas ni ex londores coMtesanst Je chad so despobiabo, Ion alquile Fs diominuian. ¥ todo elo pore Napoles habla debaco Se ser la ciudad del monarea. “Ese era nuestro comere0, Secia Carscicli, el que proporcionsba riqueza a muestra bless Pero todo combie despues, Bajo In dominacion Se Espa se trancformé Napoles, sequinendo mayor fo- fecimient, porgue low grates Gemplogaron otra vez #0 emp ytrajeron su aéquito, con Io ctl le poblacién st fnent® rapidement 1. Peris. Cuando? fundador We Is guimice moderna com Jsgr6 sus constantes anbelos en “beneficio del pueblo” Ssforséndose en Ia Assmblea Naclonalpor reformer ln fecienda,lievs a. cabo un célealo may interesante para dsterminar la conidad y valor de las merean'as dntredi fas en Paris Sus obstrvacionts exactisimasllegen la fonclisin de gue 250 millones to gastan en ertculce ce fonsumo pata les personas, y 10 mliones en Io locante-a Ios eabalios (anuatmente). ;QUe recursos se apllcaben Pore Luyo x capiTaLisxo st " WERNER Sompant: liquidar estes 260 millones? Interésanos le respuesta de Lavoisier, porque en ella expone el quimico un juicio muy notable sobre la eomposicion especial de Ia poblacién pari- sina al principio de ia revolucién. He aqui los datos eon gue Lavoisier contesta a le anterior pregunta —purgados de algunos paquefios errores evidenies—' Carca de 20 mic Hones producen las industrias de exporteeién y comercio; 140 millones son pagados con ayuds de la Deilda pibliea ¥ sueldos, y 100 millones proceden de las rentas territoris les y los beneficios de hombres de negocics (de empresas exteriores) que en Paris han de hacer consumo. iMagnificamente expuestot jEs admirable la. profundi- ad de la observacién y de Ia explicaciént Paris, elective mente, es —selvo una cantidad despreciable— una eludad ppuramente eonsumidora, que vive de la corte, de los fur- ionriog, del erédito piblico y de Iss rentes territoriales. ‘Veros esta concepciin repetida en los ezeritos de todos Jos contemporénos, a cuyos testimonios hemos de atener- ros, no hablendo dates numérieos que aboren la exactitid de nuestra tesis. Mirabeau, el autor de L'emi des hommes, ealeula en 200.000 el numero. aproximads de individuos gue tendrén que salir de Paris si, con arreglo a su pro= puesta, fueron envisdes a provinclias: primero todos los plicieles reales espléndidemente pagados; segundo todos tos propletaties que, seguros de poder tratar fuera de Paris sus asuntos contenciosos y de tener en i tierra considera ‘ign y honta, quisieran marchar a sus pueblos; tereero to dos los litigantes forzados, ‘Segin ls opinién de Mirabeau y de todos los fsiéeratas, “habia entonees una mala distribueién de Joe kembees y de las riquezas, porque tedes los sefcres, todos les ricos, todos los que poseen rentas o pensiones’ suficientes par evar una vida cémoda, fijan au residencia en Paris 9 en cualquier otra ciudad, donde gastan Jas rentas de los fon- dos del reino. Estos gastos atraen a multitud de comer- tuto ¥ caritauisno a ciantes, artesanss, eriados y trabajadores manusles”. En torno de estos rentistr, a los evales ee afiadian los “hacen- distas, cuyas cajas se refieren directamente al tesoro real”, agrupébese una industria de luje refinadisima y muy des- arrolisda, pues “el propictario ristico tirnase en Paris ar- biter elepanticrum y da ideas al obrero que, elevandose asi por encima de su esfera mecinica, se hace ilustte en su arte” (Mirabeau, Liam des hommes, 2, 217) ‘Mercier deseribe también, con su estilo permanente, c6- ‘mo todos los oficios y comercios viven sélo de las rentas de los ricos que, por tento, son aqui los verdaderos fun- adores de le ciudad, en el sentido que yo sostengo: “,Como encontrar medios para subvenir a esta muche- dumbre de necesitades, que no viven sino del lujo de los grandes?... Se ven en ests capitel a hombres que pasan fu vida haciende juguetes para nifios, Los barnices, 10s do- +ados, las decoraciones otupan a un ejército de obreros. Cien, smi Brazos empleanse a diario en fundir dulees y en pre paar posires, Cincuenta mil manos, empuando peines, speran el despertar de todos los aciesus, que vegetan, cre yendo vivir, ¥ que, para desquitarse del tedio que les abruma, hacen des tolletes al dia”. Ea sus descripciones olvidan los fisiécratas que una parte no peguefia de la poblacién de Paris vive de los ingresos tclesiasticos ¥ sus sorvidores, También en este punto es Mercier la fuente més valiosa. Bseribe: "Paris esté Teno de abates,clérigos tonsurados, que no sirven ni a la Tglesia ni al Estado, que viven en continuada oelosidad y no hacen ‘mas que inutllidades y nonadas.., En muchas casas hay un abate, a guien se da nombre de amigo, pero que na e* sino un honrado lacayo que manda a los de librea ... Vie~ ren después los preceptores, que son también abates...” (Mercier, Tabl. de Parts, Cap. KC) ‘También debemos a Mercier él anico cuadro digno de crédito que existe sobre los diferentes grupas de Ia pobla- so WeRNeR sowoant cién parisiense, al final de ta époea primera del capitalis- ‘mo. Fe aqui la lista: “Slay en Paris ocho clases de habitantes, claramente dis tintas: 1s, Principes y grandes seforus; 2, Gentes de toga, que se dividen en: a) abogedes; b) eclesiésticos; ¢) médi- c2s; 2, Hacendistes, desde el arcendador general hasta el prestamista de portal. Los agentes de cambio, nuevos co- codrilos, ocupan el centro de este cuerpo devorador, des: precisble y presto despreciado; 4, Negocientes © merea: eres que viven de los grandes seficres; mas como los grat es no compran nada al contado, los mercaderes estan dbl. ‘gados a ir todos les dias a humillarse ante ellos © ante sus criedos; 8, Los artistas: pintores, arguitectos, escultores (aja clase), compositores de miisica (clase superior), hhombres de letras( clase suprema 0 nobleza de los artis: tas); &, Los artesanos; 7%, Los obreros manuales; 8, Los acayos: 8, El pueblo bajo” Adviértase quo hablendo dicho ocho clases, Mercier eou- mera nuevs. “Hay, sobre todo, una mullitud’ de smprodue- tives: las numereeas coloniae de frailes Jas nobles, tos pro- ccuradores, los eseribanos, los guardiss, los elérigos, millares ae vagor, rentistas, cockeros, mezos de cusdra, postillenes ¥ los extranjeros, que vienen en enjambres's (Mercier, ‘Tabl, de Paris, 1, 30). 8. Londres, Pujante corte real, en torno de Ja cual se congregan, desde fines del siglo xvs, numeresos propietarios territoriales que gastan aqui sus rentas. Bste es el nucleo fundamental de Londres atin en el siglo xviu. La gran atraccién que Is capitel ejereia eobre la nobility y le. gen try, en el siglo xun, se manitiesta en los numerosos edictos ados en tiempos de los des primeros Estuardos, ediclos que —icosa ratal— van ditigidos contra la inclinaciéa de as propieterias territoriales a establecerse en Luso ¥ cAPiranismo 8 Estas disposicfones, que pretenden hacer retroceder el fo. a au fuente, no fueron tenidas en cuenta. Durante el siglo sem precisamente se trasladaron a Londres numero- {6s propletarios jo cual Geterminé el répido erecimienta de Ja poblacién, A fines del referido siglo, Londres se nos pre sents como ia eita de Ta nobility, gentry, cortesanos, juris tas, médicos, comerciantes, navegantes, artislas, ete Desde fines del siglo 211 y durante el xvi, agrégase @ los grupos de poblacién ya establecidos, uno nuevo de gran- disime importancia: el acreedor del Bstado y el alto finan- ciero. En el siglo xvi dominaba ya en Londres el crédito, y sus aplicaciones. Podien en poco tiempo movilizazse gran- es sumas de dinero, como lo demuestra bien el hecho de que el capital de las acciones del Banco de Inglaterra (1200000 libras). pudo hacerse efectivo desde el 28 de junio hasta el Z de julio de 1694, D. Hume subraya corte Famente la fuerza urbanizadora de la Deuda publica: “nues. tra Deuda ni onal causa una gran eonfluencia de habitan- ‘A mediades del siglo xr el mundo elegante sigue ain cen la City. Esto se desprende de ciortas quejas formuladas por damas sobre las molestias que les produce el humo el carbon. (Entonces comenzaba a emplearse como. com- bbustible el carbén de piedra). ‘A partir de este momento, la nobleza empieza a trasladar sus pelacioe @ las afueras de Ja ciudad. El continuador de ‘Miege, Mr, Bolton, nos presenta un cuadro impresionante del proceso de transformacién de Londres a medisdes del Siglo sons, y al propio tiempo elta lor nomibres de las nue- ‘vas ecificaciones. Su descripeiém da a entender que el ea: racter del Londres distinguido, en syuella époce, estaba influenciado sin por el establecimients de Ia nobleza en Ja capital, “engrandecidos por las ricas casas y palacios de la nobleza y de la gentry”. SOCCOSOHHHOSHOHOHHOHSHHHOSHSCEEOHOLOOLOOS 6 WERNER SomBART EL mismo céleulo que Lavoisier hizo para Paris, he io- tentado yo hacerlo para ol Londres del siglo xvir, aunque con otro método distinto, determinando en cifras a parti elpacign de los grupos de poblocién en la estructura de la ciudad. He Legede al resultado siguiente —que natural zente no pretende ser exacto, pero que aumenta en credh bilidad— sin duda, si se compara con el de Lavoisier para Paris (as diferencias dependen Lan silo de ls superiorded del_comercio londinense) Chamberlayne, al hacer Ja descripelén de Londres, des- ‘taea, sobre todo, el comercio como elemento creadar de la ciudad. Esto es natural; el comercio saltaba a la vista. Pero las cifras demuestran, del modo més evidente, que “el co- rmereio" s6lo hubiera podide sustentar una peguosia parte de la poblacién londinense. Fl valor total de la importacién y exportacion inglesas en 1770, fué de 214 miliones de imarees, eifra a la cual dnicamente pudo Veger la ciuded de Brema hacia mediados del siglo xox. Los bareoe que en- traron_y salieron de todos los puertos ce Inglaterra en 1686, cifraban su tonelaje total en 25.000 tonelades, cifra aproximsdamente igual a Ia Hamburgo en 1800, esto es, 41/40 parte de su valor actual. Le importancia del comerelo ondinense en aquella época fué, sin duda, muy considers: ble; pero es prudente no forjarse representaciones exage- edas sobre Ia base de las expresiones que emplean los eseritores cantemporéneos, que semejan un bosque de mis- tiles, etc. Las consideraciones que vamos a exponer, de- muesiran el verdadero papel que el comercio ha desempe- ado en el desarrollo de Londres, Bn 1700, el valor de la Importacion y exporteelin de Inglaterra se eleva unos AL millones de libres. Podemes ealeuler un benelicio, por término medio, del 10 por ciento sobre ese valor. y hos resultaré un total de 1.100.000 libras. Caleulemos ahora en 2/nla parte que a Londres correspondie en # comereio ge- ‘eral de Inglaterra —lo que de seguro es bastente—, y ten- @remos una sume de 750.000 libras (niimeros redondes), como beneficio Uquido de los comerciantes londinenses ‘Ahora bien, King calcula pera 1688 el promedio de los in- {gresos de ua familia perteneciente a la clase artesana, en 40 libras; la de una familia de obreros, en 18 libras. Con Iz ingieata sama, pues, hubieran podide vivir 7.000 fami- Jlas de artesanos y 24.00 de abreros, o 12.000 familias de ‘cada una de estas clases. King caleuls el miimero de los, miembros que constituyen cada familia on 3 % 2.4. Resulta, ;pues, que no pasarian de 100.000 los individuos londinenses fue en aquella época podian vivir de los productos del eo: mercio, es decir, #/, 6g de la poblacion. Ahora bien hay que tener en cuenta que el comercio e Londres slo podla tener fuerza ereadora de poblacien urbana, en cuanto no representase el cambio de mercan- ‘las para ls propia poblacion londinense. Lo cual reduce #9 Gavia mas la propercién. Para poder establecer compart ‘clones, examinemes Ja lista civil de les monareas de glaterra en aquella época. En 1698 el Parlamento otorgé Guillermo III una lista civil de 700.000 libras. La reina ‘Ana cobraba igual suma. Le lista civil, en tiempos de Jorge Ty Jorge If, se eleva, ‘respectivamente, a 800.000 y 900 tl libras. El principe de Gales, tenfa, ademas, sus emolu- ‘mentos de 100,000 libres. Resulta, por tanto, que el rey, Ia relna madre y el principe heredero disponian de rentas ¥ recursos equivalentes a les de todos los eomerciantes. Estas Cifras estan tomades de In obra de Miege y Bolton (pég. 236). En tomo apéndice de dicha obra, Hay un cuacro bastante completo de los sueldoe que disfrutaban Jos mi Iiteres y funcionarios civiles ce Inglaterra; alli puede apee- ciarse ia importancia verdaderamente extraordinaria de los ‘sueldos de los mas altos funcionerios, sueldos que legen no poces veces 2 1.000 y 2000 libras. Ahora bien, un co- ‘mereiante, par gener 2000 libras, tendria que hacer ven- tas por valor de 200.000 libras; es decir, 140 de las ven- SOCHOSEHSSEHESHSOHOHHHHHSLOOHOHOOCOOOOS s° WERNER somBART tas totales de Londres. La participaciin que corresponde a cada factor en la formacion y estructura de Londres es, pues, segin mi cifeulo, Ia siguiente: dos sextas partes det pueblo londinense viven del rey y de la corte; una sexta Parte vive de Ta clase de funcionarlas; dos sextés partes Yiven de los propletarios territoriales y acredores del Es- tado (alts finanza), y una sexta parte vive del ejercicio de In industria y del comercio. a LAS TEORIAS DE LAG CIUDADES EN BL SIGLO XVII Si se examinaran las numerosas “teorias de las ciuda- des" en el sigio xvin, se ve con toda la claridad deseable que la estructura social de le gran ciuded durante le primi tiva €poca capitalista era tal como la hemos deserito. De dichas teorias bien podemos sacar conclusiones sobre la na turaleza de las urbes en aquella época, pues aunque ls ma- {yor parte de los tratadistas se figuran deseribir el angen y Yas condiciones de la ciudad o Ia gran eiudad en abstracto, ‘nO exponen, en realidad, otra cosa que generalvzaciones de Jas formas efectivas obscrvadas par ellos en la realidad de su tempo. Citaré algumos extractor de los mis estimados ‘autores que eseribieron entonees sobre problemas urbanos Cantilion es, a mi parecer, el autor que abre via en Ja teoria de les eludades, como también en muchos otros problemas de la clencia eeonémica del siglo xvi. He aqui ‘como imagina él origen de la ciudad: “Si un principe 6 un seer... fija su residencia en algin lugar grato y si otros efiores acuden ella y se establecen para verse y tratarse cen agradable sociedad, ete hugar se convertira en una eiu- dad, con cases grandes para los referidos sefiores. Cons- ‘ruirénse tambien otras muchas casas para los mercaderes, 1us0 ¥ cAPrTALisMo 9 artesanos y otros profesionsles, que la resdencia de aque- ios stores atreera B servile es tadas sears Te juerira panaderos, carniceros, eerveceros, vihateros, fabr antes, que construlran casas 0 alquilarn os locales eons truidos por otmos negaciantes... todas las casas pequetas Gouna euded, come la equi descila, dependen de las Bran~ Ses casas... La cudad crecers ain mas si el rey 0 el Go- barn establece en ella trlbunates de justia... Una ea pital se forma de Ia misma manera que Uns eiidad de pro- Vineia, Todas ta tierras Gel Estado contnibuyen més o me- hog aia subsistensia de los habitants de la capital”. (Can fillon, £ssai sur te nature die commerce) Esta teoria de Cantillon la vemos reproducida con li- gevisimas variantes en ls mayor parte de les tratados de quella epoca acerca de la formacién de las cludades. La {eoria fué elaborada especialmente por los fisidcrates, por” due servia de puntal a sus dectrinas. Pero fue eceplada lagualmente por muchos tratadistos, fisiberatas no ortodo- os Muchisino Se ha escrito en Ta economia politica, del Siglo xvi, acerca tle la eplicacion econdmica mas adecus- fa de as tentas tervitoriales, consagransose Infinidad de ‘apltules al estudio del Tujo, materia que, con la relaliva a Ja poblacion, es € preferente atencién en tad Ia bibliogra- fiaidel siglo wt. Nas Ia aplicacién, consumo de dichas renlas es un factor importante en el deservolvimiento eco: némico de las eiudades, especialmente en Tas grandes eit~ fades; por este motivo la euestién del lujo se mezcla eon fl problema de Ia'urbe y cast todos los tratadstas, que se fecupen del problema dei lujo, extienden el radio de sts Investigaciones al problema de Is eludad, ;Por qué los r= con gasian mus ventas en la ehudad? {Qué influencia tiene elmodo de gastar sdbre Ta marcha de la economia pibli- ‘La obra de Quesnay: Questions intéressontes sur lz po- ulation, Vegriculture et le commerce (edicién Oncken, POOCCOOHOOOOOH HOHE HOOOCOHCOODOOOOOOOD ry WERNER sompant pag. 250 y ss.), basta para demostrar de qué modo ta fimo estén ligédas en Je bibliogrotia de aquella época ceuostiones del injo y de la formacién de las ciudades. Las veinte “euestiones” del capitulo “Ciudné” estén dedicadas al problema de la relacion entre la formacién de las ciu- dades y la circulacién econdmaica. Véase, por ejemplo, la fcuestign KV: “si jas grandes fortunas que se forman en las grandes ciudades no son perjudiciales a la agricultura {ino prueban que las riquecas se acumnulan ea las cludades ¥-no vuelven a los campos?” Véase, también, la cuestién XVI: “si el restablecimiento de las rentas de Tos bienes Inmuebles exige que los propietarios y los que pueden ha- cer grandes gastos residan en los campos, gno es el consumo fgue se hace en las ciudades tan provecheso para los eam os como si se hiclese en el campo mismo?” Igualmente fice en el capitulo “Riqueza", articulo VI: “desde que los {grandes y los ricos se han retirado la capital, ;no se han hecho mayores us gastos y no hay por ello motive de juzgar que el lujo eumenta? ,No ha sido el luje siempre roporcionado a lae riquezas de la nacion?” etc... Ques- ‘nay se basa en Cantillon, euyo magnifico “ensayo trate en su primera parte el mismo problems. Véase, por ejemplo, el capitulo XIV, cuyo titulo contiene todo un programa, Como compsracin con Ja teoria de Cantillon, citaré ‘otros pessjes: ‘las riquezes de la ciudad atraen ios ple- ceres. Para gozer de ellos y compartitlos, tos ricos prople- tarios abandonan el campo, pasarén algunos meses en dicha ciudad, construiran en ella casas, La ciudad crecerh cada dig mis... Esta cludad Uevara, en fin, el nombre de capl- tal’, (Helvetius: Det hombre. Leet. VI, capitulo Vit). EL ‘isino espiritu alfenta en las manifestaciones del conde de Mlrabeau (De lx monerquia prusiana, bajo Federico el Grande), De entre los italianos hay que citar Becceria y @ Filan Bieri En Inglaterra Ta teoria de las cludades establecides por Stewart reproduce en el fondo los pensamientos de Cantilionte con la tniea modifieaciin de que sfiade « los landlords (aeAores territoriales) ottos elementos que te ren ya formado un fondo que les permite obtener una parte de los ingresos nacionales. Cavirure om LA SECULARIZACION DEL AMOR LA VICTORIA DEL PRINCIPIO DE iLEGITIMGDAD No sé de otro acantecimiento mis importante, para 18 configuracign de lo vida en Ia sociedad antigua y moder. fn, gue la trenstormacién aaecida en la Telacion de fos Joiom desde la Bod Neda hasta Ia paca del reeecé. So- ive thao i inteligenci de Ja genesis que ha tendo ol capi- talsmo rmedern9 ae halla nsimamenteligecs un cono- Simiente preico de esos cambios de as Telaciones inter- somssies Pars comptender primero el proceso interna de las obi- niones sabre el amor y las relaciones amorosss, tenemos fVouesire disposcion tow ving de conocimiente: las ma tifestaciones de hombres (yen este caso ‘ambien de mje: tes) representatives 9. lae scciones por sllos realisadae tna declaraciones pueden ser hechas ek proteso en tratados fobre el amen, en libros neguali 8 ragiona amore, como Sheen Git Anolon, Tambien lag tenemos en poesiag on obras del arte plastics, que zelljan "el espinty del ters: po" Se comprende por si mismo que ere “espiita del Hiempo® es en este cago el de tna copa social may de- 6 WERNER soMmant terminado: la Corte, la nobles y Tos que siguen las inspi- raciones de éstas, En Ta clase burguess el regimen del mor se desenvuelve en direceién diametralmente opuesta S'la de los caballeros {y acaba por producir el neyociante ‘apitalisa). Como las olas del mar suokdense unas a otras las for- mas de vida La ola, que ahora nos sustenta, no tiene nada ‘Que ver con la que queremos estudiar aqui en su asoen slén y-deeadencia; procede de les conventiculos y prediea- clones de Calving y Suan Knoxen, origen primero de los onceptos de deceneia burguesa. Bero ain dentro de uno Ye mist ciclo de eulturs, no eamina la evelucisn en Tinea r2eta, sino que a 0 veces deavioda por tendencior contrarias. Solo en grandes resges podemos hablar de uaa fevolucion uniforme en la concepeion y préctica del amor en muestra época ‘La Europa medieval habla puesto el fenémeno univer- sal gel amor, como toda sctivided humane, al servicio ae Dios, ya consagrando religiosamente los sentimientos morose al orfentales hacla un objeto supraterrestre (co mmo el eu de Maria), ya vineulando el amor a una ins. Uitusién y reeonoclendo el ‘mattimonio como, sacramento de origen divine. Todo amor no consagrado. a Dios 0.20 Vineutade 4 la Inatituetén matrimonial Hevaha “el extigma el peeado” ‘Dero estas ideas se moditic¢n fundsmentalmente en el siglo del minnesang, esto es, a pair proximamente del at flo sc siglo que inci la seculerizacign de Ja vida en todos fosGrdenes. Habia pasido el ato de fos terrres, el ao rll; habianse desaubierto nuevas minas de plata y ae relaciones con Oriente empesaban a intenaiticaze. En le Provenze que, como se ha dicho, constitufa. en los siglos xy xt Sina “tierra'de peomisién alegre y dulce en medio de Te tormenta’, regonaron las voces de_un libre amor texreval en lee canciones de los irovadores, que se iniian ‘hacia Lugo ¥ CAPITALISMO 6 1099 y logran su mayor florecimiento desde modiados del siglo ar hasta mediados del 211. Los minnesanger ger- Imanicos contingan esta obra y vemos aparecer e Talla luna multitud de poetas lirieos, que eantan dnicamente el amor. En la colecoién que tengo a la vista, figuran 123 Doetas del sigio que prevede a la época de Dante ‘La obra del minnesang podré parecernos hoy flsa, for- zada, artificiosa. Mas hay que convenir en que, precisa- mente por ello, representa él comienzy natural del amor moderne. Bs un erotismo de pubertad, que deifica la ama- ds, languidece y suspica y se agota en devoci6n y fantasia. La sensualidad natural no aparece hasta el “trecento”, ¥ hho podemes determinar exactamente si los eftculos trova- ‘dorescos prosiguen en la soeieiad que vemos constitufda en tomo a la Corte de jos Papss de Avignon 0 de la Fiamime- ‘ta de Boccaccio. Si uamos erédita a le autorizada opinion de Ultich von Lichtenstein, habremos de decir que Ia époce el minnesang no fué mas que un episodio, que termind en fl siglo xux En sx Wrowwenbuch (128i) laméntase a2 {que las roujeres ya no son tan libres como antes en su trato on Tos hombres; ya no lucen hermosos vestides, se eubren, cl rostro con tupidos velos y se adoman el cuelle devots- ‘mente con rosaries. Va ha desaparecido para la mujer aquel alegee goze de la vida, que hacia tan agredsble el anterior periods. Los hombres encuentran su satisfaccién en la ca- 22; st marchan muy temprano con los perros y-por a latde regresan fatigados, y en lugar de consagrarse 9 sus ‘esposas 0 2 Ins dames, pasan el tiemro jugando a los dados y bebiendo con sus camaradas Quizé sea esto plicable solamente a Alemania que, salvo escasas excepeiones, no figura en la historia del amot 2 rppett det primo Seoote, 2 volk, 1616 2 A. Schultz, Das hofucke Leben 2ur Zeit der Minnesanper, gina 423 e WEANER sowpaRT hasta época muy posterior (Weimar). En los paises det ‘Sur existen motivos para ereer que el periodo de los trova- ores siguié desarrollindose, En todo ee#0, un sentimiento como el que se manifiesta en el Decamerén, aparécenos eg. mo continuacién inmediata de Is exaltacién que dominaba 8 Toe sigles sntoriores; es la reacclén de ia sane sengua: lided contra el idealismo llevado a sus wltimos limites, reaccién que se inicia, sin embargo, en formas pueriles, Des. cdbrense de nuevo los encentos y goces del amor; despojar insospechadas. El tono que domina en esta époce, revélase Ge sus velos y vestidos a Jas mujeres produce beatitudes ‘en estas palabras que Boccaccio pone en beca de una monja iadosa y alegre: “He oido decir a muchas damas que 1o- {as las dulzuras del mundo no son nade si se comparan con Jas que la mujer goza con el varén”. La mujer continGa ‘estando cublerta de vestidos en le imaginacién del hombre. No debe olvidarse a este propésito que el Deoamerdn neci® fen lee tiempos de Giotto, Como antecedentes de estas nuevas ideas sobre el mor, debemos considerar los cuadros artisticos donde aparecen hombres desnudos, singslermente en los mites religiosos, como el Adin y Eva! Los exedros y retratos de la priv ‘mera mitad del siglo 3v, nos demuedtran claramente que los ojos han comenzado a contemplar de mievd la carne y sengre. Jan y Hubert van Eyck, en su Adin y Boa del ‘altar de ls iglesia San Bavo, de Gante (actualmente en fl museo de Bruselss); Jacopo della Quereia, en los re- lieves de San Petronio, de Bolonia (hacia 1425); Masaccio, fen sus frescos de la capilla Braneacci, en Je iglesia San~ ta Maria del Carmine, de Florencia; y, singularmente, Ghibertt- (1378-458), en los relieves de’les puertas del 2 Vase el precio libro de Joset Kirchnes, Die Darstellung ‘des ersten Mensthenpaares tn der bildenden Kunst, 1903. Baptoterlo, de Florencia, son Ins auroras de una nueva pace fo hasta el quattrocento psterior no aparece des indo de a mougets camo mujer, nv ae deseubee Ta bellera Fotma de ss forma, ni se desrvolla el encanto del amor frauen Lichase por el amor y la mujer. Los atsas pine {en'con preferencia “la Tusha entre el amor y le casted (Blaise Berugine, Sundro Bote) ero el esltado 9 Pato. Btamor alo mujer vence al fio. Ejemplos Jos ffesoos de Francieco Cora en el palaclo Scifanola, La Pr- mavere y el ascmento de Venus, de Boticells Lo que Lorenzo Valla express de modo tebrieo en su ‘Tratado del placer (1831), aparécencs como sensacion de fn'vide real en is obras de foe pintores ¥poetas."{Que tay mas dulce, mas placentefo, més adorable que un bello Toliro? Bl goce de lus delay celesales no ovens, segu- Tamente, mapotes eneantow'. Vali ge rita de que las 0- fore leven ceutas ln partes mas bellas de su uerpo. Ca ccrpeton que hace de ay formas fervent recuerda Iss thas hermosos estotas del Contor de lor eontores, de Heine TiGlen afos mcs tarde hobria visto Valla relist Kose sus dessoe!) Piresnuola on el cinquecento,eanonk ta. pot desing st, deal de ls belle del nuevo Perodo Ht Enor signfia, empero, el goce de eata bello, “ATOr no es otra cosa que gave. Yo amo a las mujeres del mimo ted gue ato el vino, el juego, Ia iene. O, dicho ek slecstdrmnos el vino, el jucg a clenela'y las mujeres she proporcionan delete Y el dots eg of endo ttime Get vida. Noe gora para alg fin, sino ae el goce es fin titsno™ Ask pe, el amor se convierieen el conte Sido de ln vide Ltn poctas canta el amor y las mujeres: Boyorde,Polaiano, Anos: Le donne, i cavalier, Yarme, gli amori Le cortesie, Vaudaci imprese 10 conto, COCHOOHHOOCOOEHOOSOSOOOHOHOCOHOOOOLOES WERNER SompART podria escribirse en In puerta de esta épora, que —como el mismo Ariosto dice— esta sumergida’ sino agli oechi ben nuota nel golfo Delle delizie e delle cove belle Comienza cl siglo de Tisieno, en e eval el alma y tos sentidos lesan a uno atmonia nunca antes tonocida. ba vi se cifra en el amor, en elcultoa la eller femenina Et grado de insbepechado reoamiento que sicanra te vid amorosa se ve en los teatador teorieos amatorioe ce quella época, mejor abn que en las obras de potty pine {eres ¥ eseullores, Pietro Bembo nos alice “Fl amor es Ja causa de todas Tat conse.” el amor es In cova mas dulce de tedes Tas cores diloes .(rovevotasimo e amore spa tutte te giovevolissime sove..”) Tots fo sobs to {sh conformes gn que el mor noe tra coma que el anne Jo de lo belo... Yai belles docia) La belesa, empero, no es otra cota ue Ia gracia reuitante de la tuena fore fa, concerto y atmonia en las cose. fund grate gue & proportions 2. onuenensa nance ¢ 8 Rormonta ele ‘ese), Lo propio cabe dovir respec al cuerpo y al espe ‘ity Es cuerpo bello aque! cuyos miembros guasden entre Sila debiderclacién: send espssta belo aguel cuyes Vr des srmonicen... El amor ‘iende sus alas en peo de la helleze... tiene dos ventansy ableias para ese su tue Jo: el sido, por donde wuela hacia el aime, tos clos gue le llevan si cuetoo. (A quel vnlo elt due fnestre ha Tuna che @ quelle deli onimo 19 monde’e questa ¢ Tudire Teltra che a quella del corpo to porta « questa et vedere) En aguel tempo era Italie el inca tais en que se prov fesata a cute oel amor y la belles: Franesn, Gn este see Peto, se halla todavia &n estado de candice Montaigne 1 GU Asolani, pig. 194 Luso ¥ caviTaLisMo om se amentabs amargamente dela inhablidad de aus compa- {Biotas para dor fortna alas maslestaclones dela vida amo- feces Iya tousigury de Fumpetuositéfrancoiae. La joven Franca er todavia hats impetuosa para gustar los goces Gol amor. Montaigne ensalaa'a lot itallanoe y-espafoles sinsiderindolos matron estat lds: pour orreste sa fugte et estendre en préombules entre cits, touesert de faveur et de rlsompente ne oeloda, une inclination, we orole un signe Fifa diuacion tenia que cambiar fondementalmente. Los Veloisintroducen en Sancta ta cultura italiana y con elit tl secvicioa la mujer. Ya Bramtome encomia el ante ame foro trancés. ¥ no hay ave decir que, durante los sglos ny xv, Froncia st (ansforma‘en'le alta escuela Gel amor, que ha contnuado slendo hasta nuestres dis, Fr cin es también Ia primera que leva la vide amorosa al iti refinamient, cast hasta In perversdad; y Ta de Glesetin de la vida’ toda al amor fade sentido del si fo xn, que obtiene en Paris 81 méxiniaperfeccion, Con Fragonard Boucher’ y Greute eulmina la" epocalnicla- da por Boccaccio y Pitre Perugino; , hatlanco con mis propleded,agétasd dicha dpoes,cuya verdaders culmina: Slot fueron intorett, Rabelais Aristo y Rubens, Los {ebticos del amon, que en la pod de Tov minnesangn fae ron Capellanus, Lorenzo Valla y Bombo, son shore Bran- {ome Reatf de la Bretonne y al marguls de Sade ste. Gerenvolvinonto parece ser necosato,y 66 he realizado de modo uniforms en muchas otras cultures, EL perfodo que podramos lamar de “emancipasin de i cat hee itea oon stniinstenttivas; despots viene otfo pe Hdo de sensunlidad mis acentuads, en qu el libre sor cquiere completo desarrollo: y, por attimo, se producen iow grandes retnarsiontos, la yeljaciin moral, Los vicos Ja aberseciones in ese clr esessrio parece include la profunda tragedia del Humeno destinoy que toda cult, 2 WERNER Somat siendo desviacién de lo natural, signifiea por lo mismo tem- bien disolucién, destruecién y muerte, “Algo mejor hubiera vivide sino le hubieses dado el reflejo de tu luz divina. Ello tama razén y dinicamente lo aprovecha ‘para superar en bestilidad a los propias animales”. (Goethe) Este concepto hedonistico-estético de la mujer y del amor a la mujer, que paulatinamente va penetrando en los espiritus, a partir del trecento, se hallaba en abierts opo- siclén con el concepto del amor sentificado o vinculado al jento del matrimonia. Sin duda la concepeién rell- te compadece eon una nocién mas amplia del amor Asi la maravillosa poesia que se atribuye a San Francisco de Asi y que empieza asi “In foeo amor mi mise in foco Yomor mi mise A mio sp0s0 novello...” podria haber sido escrita por eualquier persona presa de amor humano. Los éxtasis de adoracién a Marla, en aque- a époce, no estaban muy lejos del libre amor, Pero con {To que no puede compaginarse este tipo nuevo de amor es conte forma institucional del matrimonio. Ni el instinto famoroso universel, ni el refinado deleite de amor, pueden contenerse en limites legales. Son, por naturaleza, jlegi- timos, 0, mejor dicho, aclegitimes, ¥ les cualidades feme ninas de belleza y amorosidad no ganan ni pierden en fuer- za por estar envueltas en Ja forma de una Institucién social Jhumana, como es el matrimonio, Esta consideracién: que en el matrimonio se unen dos cosas tan heterogéneas como el amor y el orden, hubo de Imponerse, desde Inego, a les que meditaron sobre el prov Luo ¥ caPrrauisme n blema del amor. Bstudidronle los teSricos muy a fondo. Lorenzo Valla fué uno de los primeros en sacar las con” secuencias logicas de su concepto naturalista del amor, de- Clarando que las relaciones entre dos sexos son a-legitimas. Con el mayar desenfado nov dice que a nadie le debe im- portar nade que dos seres se amen (ci mulir mihi et e909 ‘alien: placeo, quod tu tanquam medius nos dirimere cona~ beris?), Para Valle, pues, no hay diferencia entre que la rivjer tenga tyato con el marido o ton el amante (omnino nihil interest, utvam cum marilo coeat mulier aut cum aman fore). Bstas ideas se manifiestan con suma claridad en Ia Literature, especialmente en la del género liger, Si Boc~ caccio tenfa ain cierto respelo hacia el matrimonio, ahora rho solamente es Iieito hacer burla de este estado y poner fen ridiculo al marida engatiada, sino que toda ello +e con- sidera de buen toro, constituyendo el adulterio tema y fasunto alin de Tas novelas menos lascives, cuya serie inicia ‘al Euryalo de Piccolomini, y de las ‘comedias “mencs ‘obseenas ‘Un paso mis —el dltimo— dié Montaigne en esta di rescién: si el amor es goce y 1 matrimonio es na ins titueign social © canénics, para el cumplimiento de eleva. os fines (Montaigne habla siempre del matrimonio con {Bran respeto y justamente por la alta opiniéa que tiene del matrimonio es por Jo que llega a su.doctrina cadical sobre Ia relacién entre el amor y af matrimonio), entonces no sblo la reslizacign del anhelo amoroso es independiente del ‘matrimonio, sino que el amor y el matrimonio #2 excll- yen. Montaigne basa su concepto en las razones siguientes’ @l verdadero, el unico amor, odia todo motivo que no sea el amor mismo, no quiere tener hada de comin con rela- clones que surjan de otras fuentes. Bn el matrimonio, em- pero, inflayen no sélo el encanto y le belleza, sino Ta po- Siciéi social, le fortuna, ete. Si se va al matrimonio no. 95 por amor, sino para tener descendencia, crear una familia, ” WERNER SOMDART pues, por decile ai, una profanacén del 1az0 conye> tal, el introduels en é Los eaprishos de ln posi. Un buen {nstcmonie techora la comspedia gel amor y silo apetece Toe goves de la amistad. Amaree Uaioe en matrimonio son forse que se exsiuyen, He aqui los passes de Montala- ne ajteseabo ce parafrasear: Lamour het qwon ae tiene por illure que par uy etre meslelschement ance aecoin- {nots qui ton drtséesetentrteres sour autre tite, com sme est le mariage; Pellionce, tes mayens y pésent por raion tucant ow plus que lee graces eta beaute. On ne se marie pos povr soy, quoiquan die, on se marie nutent oW pls ‘pour sa posterité, pour sa famille. Aussi est-ce une espece Tineeste, aller employer, a ce parentage vendre et s8- re, te efforts et tes extravagances de la cence amourew- Se. Tn bor mariage... refuse la compaignie et cond fiona ae Uamour, st take ase présenter celles de Ua- smi {Lo que Tisiano y Giorsione pintaron, Io que Aciosto + Rabeisis deeribieron en ses pooras fu defindo en estas feorise Bl amor, que tene eh a minmo su sentvio apres te y tnie, ha de pormaneser neceeartamenteajeno 2 (- 4a ineitetin creado por oe hombres con fines sociales © morales, aun cuando fa Iglesia la Saya santitiead, ‘Mas, pata e) desetvelvimiento de la cultura, Io mis Immporiante {46 ol hecho de haber vivido la sociedad con arregloa esce prince durante varios eiglen,etablecion do, en ciertas cles sociale une separacicn evidente ence amor y el matrimonio, como dos cores independientes Igualmeste jusifieadas. Esto, en el fondo, no era sino re- asus las costumbres de Grecia y Rom En lo que sigve odremes sprecier mor est hecho, ingularmonte por Io ue ee refvere a Ln entrada de lo cortesana on Te ovioded de jos pueblos eurepeos Lure ¥ caprraLiemo os 0 La CORTESANA Cuando el amor libre comienza a intraducirse en una sociedad, cocxistiendo con el amor ligedo por vineulos ma trimonlaies, las mujeres que a agutl se dedicen son 0 5- venes de buenas familias que han sido seducides,o esposas ‘llterss, 0'meretries. C2 proporcion en que el emmor I bee, arientedo hacie ef puro erotismo, ha aumentedo su importancia en ls clases elevadas de la sociedad europea, apart de lz epoca de los "Minnessenger™ se mide por el rulmero ereciente de seducclones,aduiteros y prose. No pademos sefalar eon cifras el numero de las seduce res y de los adulterin, Pero cabe atirmar que estes hechos ‘esempefaron itsportantisimo papel durante el curgo de loe lumos sgios. Demuéstranto no slo los juicis de Ios com, temporénecs, sino tambien ottos indisios de muy diverse indole, Sogun Petrarea, “en su épeca empesd ls poste de Jos adultenos. Considerdbace de buen tore que un joven Sedijose a una mujer casada; ¥ el joven que no habla co melido esia seducciin, era Geapreciado por sus compase. ony se conslderaba desgraciado, Esto dis lugar a una vers dadera fiebre de aventutos y devaneos galentes, pot parle de Ia juventud, que cbedecion més al alan de saisacer te Yanidad que a necesidad y apelito sensual. Generalmente el éxito no compensaba el gran gasto de esfoerzo”. (Pee area, Bp. de rebs fam, Ba Fracassett, 11% opascule TV, 2 1861), 10). He citado las palabras de Pettarea que fe: ‘ejan maravilosamente el exptitu de la époen ye, por To que yo a6, no han sido todavia aprovechacas pos nadie En esta gpoca, los prineipes ya no se averelenzan de Un ilegitimidad de su nacimiento, antes al contrary eupie: POCOCOHSOSOCHESOCOHSOHHOCOOC OOOO OEEOOOSS 1% WERNER sonsanT an a vanoglorerse de ella, como Rarekéhar®y Cibeario han dlemostrago con numeresos ejemplos. Deade ecto instante hasta fines de nuestra 6poca, lap rolaeiones de amor libra antes ydorante el matrimoni, facron en aumente llegando a constitir en todo los cree los el complemento del mateimomio No hace falta citar testininics tomados de les narraciones y vides contempo- ‘Shean, pues cvelguies bee suministn coposos datos, Pero hhay um sintoma especial que merece mencign, y que nee presenta el adalteno, por teririo as, como und institocton Social: Ia legitimacién del epovo engafado, fal como se ‘erties en la Italia del qustivocento'y en Francia Ceste Francis I. Otro hecho también havto conocido ef el al nena de la prosivuién, a parir dela Edad Media. Veros- Ta instalada en las grandes cludades,y hablende comencedo cn Avignon llegs a's apogeo on Paris y Londres, Petrarea, tn au magniice prose Latina, wvelve a lamentarse de que ‘Rvignon se hale invadio por una multe de meretrices Durante co emo fog Homa cere port nme de puellae pubicae que slbergavan sus mutos. Segin una tstadisticn tigno de erésite, habia 6300 meretnices nok fo 1400 Le cudod entonces no contaba ain 100 00 hat antes. Londces y Paris fines del siglo 2a, tenion ree Destivarente, 50.900 y 30.000 mujeres publisas. De donde Fesulta que el nimero de éetaw era mayor, proporconst: Iente, en Roma, que en les dos cltades cudedes Was pare In forma externa ce Is sutra, Yeulta intox sesante el hecho de que, 4 medida que se v0 difundiendo fntte fas gente el mor segitino,e& deci, el amor como fin'en si mismo, consttayese entre le mvjes homrads y la Famera Una nueva capa ste que, en las lenguas Tomdosi fm Lene los mis variades nombres (en tem ¥ en ine és no existe expresiin adecuada para tales mujeres, a no fer el érmino vage de Bunlerin lama galante-~ sehal dle que el tipo mismo.» permancsié clreunserito a Tos pal- Luso ¥ cAPITALISNO 7 ses roménticos © pasé # los demés como una importacién) cortegiana, cortesana, concubina, querids, maitresse, amou- reuse, coeatte, mujer entretenida, ete Con estes palabras vernos el amor convertirse en ve arte libre, que supera el estadio del dilettantiemo y et en- tregodo al cultivo de verdaderas profesiongles, Tado arte requiere para su préctica talento y sjercicic, Por lo tanto, teste arte no pudo llegar a eu pleno desarrollo hasta que 2 hhubo veriticado un procesa de seleccién, que destaté les mujeres de mas talento y les dié ocasién de Iscerse mae tras en el arte del amor. Cortesana, cortegiana, no signifi 6 en un principio més que dama de le corte: Habia da- imag de Ta corte ligadas a hombres por vincalos de Tegiti- mo amor. En J carte tercera de su libro acerca del "cor. tesano” (que Castiglione dedieé a 1a cortesana), expone el ‘Magnifico le idea de que las relaciones de amor entre cor- fesanos y eortesanas deben ser nieamente Tes Iegitimas La mayoria de las personas contrasice “riendo” ta tests el Magnifico, Bllas sabrian por qué; sin duda tales exigen- cias eran harto distintas de la realidad, Pero desde muy pronto debi identificarce la relacin ilegitima de amor con 1 trato de la corte, Sospecho gue la viea cortesana eh las residencias de los pontifices contribuys grandemente & este hhecho. En Avignon (cuna tel vee de la moderna cortesa na), en la corte de les ropen y de lor altas principes de Ja Tglesia, existia uz eireula de dames inteligentes her mosts. A’ este propéaito se ha hablado incluso de clertay ‘academies de femmes gimables. Para encontrar justificada la expresién, basta recordar los nombres de Mabille de Vie Menueve, Briande d'Agoult, Huguette de Forcalquier, Bea- ‘trix de Sault, Laure de Noves, Blonche de Flassars, Isnarde e Roquefeuille, Doucetie de Moustiers, Antoinette de Ca= denert, Magdeleine de Salon, Blanchfleur de Pertais, Sté- phanette de Gantelme, la bella Adelise de Avignon, prima de Laura, ete COCHOOHOOOEOOOOH OOO OSHOEOEDOOOOOCOOE ” WERNER somDART Ahora bien, en la corte de un principe de Ia Tglesia, una mujer no’podia ser més que “maitresse”, si mantenia ‘con al alto sefor relaciones que no fuesen precisa y timica- mente de orden espiritual, cosa que acontecia no pocas veces. En esto pusde encantrarse, pues, el fundamento de Ja transformacién de Ja dama de corte en cortesana. Lo {que se inieid en Avignon continus en Roma. También en Ia corte romana la dama habia de tener el cardcter de ile- lima, En Ia corte de los prineipes eeglares no exista esta dlegitimidad foraosa. Pero los afanee internor eustitulanla Jo auficientemente, La innovacién el Renacimiento no consistié en que los principes tuviesen concubines. Siem: pre las habian tonido, Pero Iss jévenes de le burguesia, fon quienes Luis XI de Francia compartia el talamo, festaban lejos de ser “cortesanas”. No fueron cortesanas hhasta que tuvieron acceso a la sociedad de Ia corte y vie- ron reconocida oficialmente su posicién de “maitresses el rey. Los primeres tiranos que elevaron a sus concubi- nas al rango de princesas, fueron, el parecer, Bernabo y Giangaleazzo Visconti, Pero el reinado de Ta “cortegiana" se inaugura propiamente en la Spoca de los frescos de Cossa en el Palazz0 Schifanola, periodo en que la corte de estilo moderna se organiza con elementos del bello sexo. Los amorios y clevaneos fueron de entonces en adelante esencia y gala de la vida de corte. "No hay corte, por grande que sea, que pueda desplegar magnificencias 9 ale- ria, si en ella no hay mujeres; nt podra un cortesano & her merced ni agrado, ni adaeia, i no le impulea el amor hacia 1a mujer" Aa se expreta Castiglione on su libro det ‘Bien ee comprende que estos amores no aluden a vincu- log matrimoniales, sino todo To contrario. ¥ sei vemos & ls “cortegianas” en tiempos de los principes eonvertirse fen “maitresses” del “cortegiono”, dando luger mas tarde al tipo actual de la cortesana, con toda su significacién uso ¥ caprtariswo ” Comienza ahora el periodo en que gobiernan las “maitres- ses", consceuencie necesaria, segin Io ya dicho, de la d0- minacign de los principes, tl y como habian llegado a set Ins nuevas celaclones Chce Jos sexe, El sstema e hace rande en Ie medida en que las pequelas corles son absor fides por las mayores. Sabian eo: que en este orden de cosas, Francia asumio las luncicnes drectivas a past: de Is Reforma, Les amantes de Francisco 1 son las primesas frpaliesses” reales que vemos vivir shie muesteos ojos Ya dijimos que este mensrea considerabe la gslantesia como eVsontido de le vida covtesana; y ls forma més bmportante fe cota galanierin, sepin dice Heinrich Latio, fue elevar fous *maitresses, sim vacilaciés, al primer puesto de la Corte, Botea stads reales, que empessban 2 dominar él mundo, vinieron, por decirlo asi @ ennoblecer @ todas las Sncerdotises del amor libre. Las relsciones de amor ileg- tino quedaron (al inencs si eran amores cortesanos) lim pias ce toda mcula. Pero la infiuencia de la corte durente fa epoca era tal, que esta legitimacion de is ilegitim: dad se generaliz6 en la sociedad, aplicindose a todas las Telaciones de amor libre. En lav grandes eiudades que co- Inenzaban 2 desarvollase, algunas, Mujeres, aunque 70 feran de la corte, emperaron a vivir como las damas de la torte Asi surgié la Cortesana, gue no tenia nada que ver ton la corte, la ferme entretenue (euando s6lo favorece a Uh amonte), 0 le cocotte, cuando ispensa sus favores @ Vevlas personas a un mimo tempo. Bn el concepto. de “mor mercenasio’ no se pueden (azar limites dentro de Ja capa superior de lee moretries El Uipo de la ortesane, que no es cortesana, nace tam- bign en ests época; como su hermana, la de la corte. Y nace igvalmente en las gcandes cludades iallanas, sobre eso on Roma y Venetia. Las constelaciones eran agui f2- Yorebles para lo creacidn de tn nuevo tipo Ge raujer. La Tiquezs, él gusto de hecer revivir la abtigiedad clasiea, COCOCOOOOOCHOHOSOOOHESOOOOSCEHOOOOOOEE 80 weanen sowsant cuyas hetaitas imaginaban los itallanos haber resucttado Jn gran extensign de la ciudad, to30 esto, Juntamente con {iberatided ce Ta epoca. (bien entendido, siempre en a Clase superior de la secledag, pues en aquel tempo viv famblgn honrades industlalesy eomerciantes que, si @ de, siraban a la elogantescortesanas con el mismo horror fon que hoy las miran ef honorable profesor y el sesudo onsejero secrete) colabors a enaltecer Ta capa fuperior de Jas coriesanas con un nimbo de superioided. Son éstas las honorable “amigas”, Tas honeste cortgione, las corte sone famoce, nombres que se adjudicaban a los principales emeraa romana? en wna lista 0 eataloge.incompleta) del ao 1500, sproximademente, Bl nammezo de estes distixgul ‘ar se elevabo # 200; y eran conteapucstas a la covtesone de la mincr sorte’ Aqut, pues, queda dicho con perfecta Glapidad que el proceso de diferenciacién, de que hablo, sth ya Sealizado. Mucho se ha escrito en los ltimos tiempos sobre Ia "cortesana famosa del Renaclmiento, Se han descublerto fuentes nuevas de investgacl6n. Conooe- tos les nombres de las “cocottes" lebres que Vivien eh Roma, Florencia y_Venecia, en tieripes de Sinto IV, Ale- Jandro VI y Lobn X. Se ha llegado & aiseutirel-grado de ultura que esas "cocoltes” ostentsban como timbre ge glo- Fa, la bondad de ing poesias que, con mas 0 menos aya, tscribien. jComo todo etto fuera lo més importante! Claro esta que la cultura ora un barniz y que las poesiar eran malas (como hoy). Pero esto no es lo importante en El'nuevo tipo femenino, Lo reslmente signileativo eel hecho de que sna Zulia @'Aregona domine durante aot Y-afios a un Filippo Strozai, y que una Impevia ogre, du- ante mucho tempo, hacerse mantener por el hombre més Etaudalado de Italie, Agostine Chigt: Todo esto no Jo con Seguian seguramente con sus poesias, sino con otras que * Grgorosie, 9, 722 Lure ¥ capitariswo sr Tama Maupassant qualités raves, de que esas mujeres dis- ponian en grado'sumo, Esto es lo que les aié la fuerza fon que hen inflaido poderosamente sobre el desenvolvi- miento de ta cultura. La importancia superior que estas "grandes madoras” tuvieron.evidentemente en aquella poe on tielia, no se manifiesta en el hecho de que cierto fetamorado de la hermosa Imperia componge pera ella el epitafio siguiente: Impersa, cortesana romana, quae digna tanto nomine, rarae inter homines formae specimen de dit...,/ni ge revela en galanterias y otras formes externas, fino eh hechos hondes como que el jefe de la Iglesia ran. fase enterrar a ese Imperia en la capilla de Santa Grego- Ha, © que el Pontifice en persona, asistido de eatorce cet denales, bautizase al primer hijo que Agostino Chigi tava gon su nueva “maitrese”, Ja. veneciana Francesca An- ‘También en Francia fué donde la querida urbang —co- mo la querida coriesana y principesca— lleg6 @ su plend desarrollo. Y la figura que adopt6 en Francia propagése espues por todos los palses de Europa. Para la formacién del tipo ee la cortesana moderna fue importante la cit- cunstancia de que desde fines del siglo xvz y prineipios el xur las rmujeres apareciesen en lor teatros de Paris, fostumbre que se inicio en Inglaterra, bajo Carles [l. Las focottes deb Renacimiento, con su sentido grecorromano, fueron substituidas por estas otras figuras. La aureola de 'a gloria, sin ta cual no prosperan las relaciones del amor libre, fu6 creada por ol teatro, La artista de teatro, a fran “estrella”, 1a batlarina de épora, vinieron a substituie 41a cortesana del “einquecento”, poetisa y pintora, En los grandes centros de cultura, singularmente en Londces Paris, aumenta de un modo extraordinatio el nimero de maitresses” durante les siglos xvz y x01, generalizindo- se la costumbre de mantener uns mujer elegante en Ju gar de o junto a la propia esposa, Testimenios de fines COCOCOOHESCOOOCOEOOOOHO LOO COOOCOO COLES a WERNER SOMBART Gel siglo xvmt nos dicen que de veinte grandes soflores de Ja corte, quince, cuando menos, vivien con sus "rnaitresses” ¥ no con sus mujeres; y estos datos no se apartan segu Famente mucho de la verdad. Pero no eren Gnicamente los grandes eaballeros de lp corte los que sostenian este gé- nero de relaciones. Pronto imitaron su conducta los riea- ‘chones burgueses, siendo de buen tono sostener relaciones ‘con seforitas de virtud mediana. coma entonces se decia (demoivelles de moyenne vertu). Los dispendios a que esto ‘aba lugar (ya volveremos a ccuparnos del asunto) cons: ‘stuiam para la clase acaudslada el mayer renglén en el estado de sus cuentas, segin afirma Thirlon, autor gue onace mejor que nadie este tema, La historia de la gala terls, durante el siglo x1, une fntimamente la aventura lamorosa a los grandes srrendatarios Lo gue llevamos dicho puede aplicarse también a Lon- ares, Yn inglés soltero y con mas de 2.000 libres de ingre 08 Invierte para sus siecesidades 200 Iibras eseasamente, Gestinande el resta.a los placeres, entre lor cuales Jas ‘mujeres constitayen el primero y"Gltime artieulo (Ar chenbole} Con estes antecedentes a la vista habremos de conside- rrar coma exactes las cifras que algunos autorizades obser- vadores sefialan en Paris y Londres, por lo que se refiere ‘al niimero de “maitresses" alli establecidas. Mercier, por ‘ejemplo, estima que en su época habia en Paris 10.000 mujeres “mantenidas", En Londres, en una sola parroquis (Marybonne) habia 1700 eortesanas esteblecidas, con ca sa propia, El importante papel que estas mujeres mercenarias des. 4 Barbier: Journal, 4,486, cittdo por R. Gunther, Katur- (getchichte der Liebe 199, 2 Véate Ia lates lista de las queridas de lot arcendatarios 46 reatas, en P- Ginists, Modemouelie Duhé et son ‘emp, LUJ6 ¥ CAPITALIsMo cy empefaban en aquella sociedad, lo evele el hecho de pu- bilearse en las grandes cludades anuarieg o Ubros de seta e Tas principales “cocottes", litros en oe cuales apare- cian Jes nombres de cada una, describiendo su rostro, #0 tipo, sus maneres, sus especiales aptitudes, ete. En Lon ites ae publicé el eatilogo de Harry: Harry's List of Co ‘vent-Gardens Ladies. Hizose une tirada de 800 (?) ejem- plares, que se agoté inmediatamente, A su vez se pul en Paris el Almanach des adresses des demoicelles de Pa- ris de tout genre et de toutes les clases. Colendrier du plaisir. A. Paphos, ‘Ahora bien, considero muy importante un hecho que en esta €poca coimienta a producirse: el encumbramiento de Js cortesana elegante contribuye a la formacidn del gusto fen la mujer honeste; es decir, que la mujer de posieién ¢ influfda directamente por le “cocotie”. Al principio fa ja Sociedad de la Corte le que sefiald el cardcter y el buen tono de la vida. La Bruyére lo dice en dos palabras: Peris, signe de la cour. Pero ta sociedad coresana hillase st ver bajo Ia influencia dominante de la querida del prin. clpe, Esla abre, pues, ye un sureo profindo, Ademas, la “imaltresse” det’ monarea viene a ser el modelo que siguen 1as queridas de los ricos en Ta ciudad, “las grandes ebeot- tes” que, en sus principiog, aparecen coma rivslizando, compitiendo con la roismo Corte, Nifén de I’neles asime Ya inmediata sucesion de madame de Maintenon, ¥ eis o ésta se hace vieja y devots, veros a Ninon eultiv las tradiciones de 1a alegre vida.'La rue de Tournelles i cis Ie lucha eéntra Saint-Cyr. Pero, « su vez, la sehora hhonesta de la sociedad, sino quiere ser totalmente elimi ynada, ha de entrer en competencia eon la “cocatte”, Lo. ual implica ciertas condiciones minimas de cultura, que la dema de sociedad ha de cumplir, por muy decente que sea. V asi, la “femme honnete”, incitada por la eortesana, hhubo de lavarse Marie de Romieu, en sus Instructions oe WERNER SOWBART pour lee jeunes files (siglo x0), aconssja 8 jas mujeres Goe so conserve mpl’ no aflo por ella, sino tambien Por sus maridos El "waign, donde a dama mundane Ges. Evrolle todo a poder en ls sgios mt 7 XV, no e8 PrO- bablemente otra coma que la contindacin de its reuniones die gente alegre © angeniosa que hallsmos prineremente en ip alin del cinguecento, onl cieealo de las grandes Corlessnas: Pero el hecho qa para nosotros Here la mayor itaportancla, es que el rekimen de ie vida oe le “dem ‘mondaine” infiuye poderoramente en ln vida de la mujer Ge seciedag er aquellos Uempos Ast como hoy, en nee tra ahanguesade sociedad, nuestra dames (no me reiero 2 las gentes extravagenies, naurises, et), copisn es folleties gue Ins grances “eocotes” de Paris iusen en los Carreras de exbalor, que se vlebran en primavera, y todas Jas louras de Ia mode y de lnjo,de in sintooidad y del dlesplfero, son. primero obra ee au “maitresse para ‘exeindetse luego. suavizadas, 4 las damos del gran ‘ne 4o, ari tambion enna dpoet lites, como Ta. que Agu es: tblemcs, en que el burgués vive spartado totalmente oe Jn “toieda a cortstna habia de dare) Yona a la vida En ct eaptulo siguiente, demoattarenor esta tein, epican: ols Los detalles ce la vida en io aociedad moderna cariruno 1 EL DESARROLLLO DEL LUJO POCO OO CESEOOE SO OSE OOSEO OSES OOODOOE®S 1 CONCEPTO ¥ ESENCIA DEL LUO Lajo es todo dispendio que va més allé de lo nevesario, El concepto implies, pues, una relacién, y para obtener en 41 un contenido palpable, 1o primero que hece falta es se- ber qué se haya de entender por “lo necesario”. Hay dos maneras de determinarlo: por el medio subjetivo de un julcio de valor (6tico, estétieo o de otra clase), o tomando tun eriterio objetivo para establecer Ta compsracién. Ahora ben, como eriterio objetive puede tomarse el conjunto de las nevesidades fisiolgicas 0 el de las nevesidades que podriamos lamer culturales Las primeras varian con los climes; las iltimas con las épooas historieas. Los limites fe las necesidades culturales pueden fijarse s volunted “pero conviene no confundir feta fijacion azbitraris con la'veloracién subjetiva ya mencionada, Resulta, pues, que'el lujo ofrece dos distintos sentidos: cuantitativo y cuatitativo, Lujo cuantitativo vale tanto co- mo “derroche"; ejemplo: tener cien criados, bastando luno, o emplear tres f6sforos pare encender el eigarro. Lujo cualitative es, en cambio, el consumo de bienes de mejor COPCHHLOSSOSSOHHOHOOH HOES OOOO OOO OOOE 8 WEARER SOMDART clase. Pueden reunisse a un mismo tiempo et lujo en une ¥y otro sentido; y bajo esla forma se nos presenta en Ye ma Yyoria de los casos. lujo, considerado en su aspectn cua Iitativo, da lugar al “objeto de lujo" que es un bien (es Gecir, un objeto valioso) refinado, entendienda por xe namienta toda confeccién de los dbjetos que puede esti rmarse superflua para la realizacién de los fines necesarios El refinamiento puede manifosterse en dos direcciones: en la materia y en Is forma del objeto. Los des senticor que ‘ofrace el concepto del Iujo —absolute y relativo— splican- ge también a los substratos del lujo cualitativo, # los ob- jetot refinados. Si tomamor el concepts de relinamiento fen un sentido absolute, observaremos que la mayor parte Ge las cosas que empleames tiene este cardcter, ye que casi tedas ellas satistacen més de lo que requieren las ne- eesidades animales. Por consiguiente, pedemos decir que existe clerta necesided de refinamiento, en sentido relati- vo} el refinamiento que exceda de la media corriente, en tun estado de cultura dado, es el Gnieo que puede estricta- mente lamarse refinamiento. Rsta necestdad de retina- rmiento, estrictamente definida, es la que llamamos nece- sidad de lyjo, Los bienes que sirven a satisfacerla ce Tla- rman bienes de lujo u objetos de Tujo en sentido estricto, BI Iujo, pues, en el sentido que acabamos de definir, es to es, coma necesidad de refinamiento y su satistaccion, puede servir a muchos fines distintos y obedecer a muchos ‘motivos diferentes. Elevar Dice umn altar con oros y jas ‘pes y comprar una camise de seda, son actos de lujo to. falmente distintos. El primero sirve a un ideal; puede Tamarse lujo altruista. 81 segundo puede Iamarse lujo miterialista © ogoitta, Distinguense asi el motivo y el fin el acto de tuo. ~ ‘Vamos a tratar del desarrollo del Iujo y hacemos cons- tar de antomeno que nos referimos a la segunda especie de lujo, a la que obedece @ motivas egoistss y sirve para Luso y caPrratisma ° fadomer la vida con “vanes superfluidades”, Esta forma de Iujo os precisamente le que se desarrolla de modo consi erable en la gpoca del Renecimiento, desde Giotto & Tie- polo, Mi propésito es, pues, estudiar el desenvolvimienta, Ge este clase de lujo y Fastroar aus onigenes, "EL Tuje personal nace, en primer Uérmino, del puro re- creo y gece de los sentidos. Las gentes hacen aplicacion y ebjetivacién tada vez mis pecfecta de todo aquello que sirve para excitar Ta vista, el oido, el olfato, el gusto, ete Estas cosas son las que constituyen el gasto de lujo. Mas, todo deseo de refinamiento y aumento de medios adecu dos, para alegrar les sentidos, Uiene su dltima base en nies tra Vida sexual; el deleite de los sentidos y el erotismo son, en el fondo, una misma cass. El sentimiento det amor ‘es, por lo genefal, el que mas © mencs conscientersonte Impalsa y fomenta el luje, Por e20 hallamos que el 1ajo domina @n tots aquellos lugares donde la tiquesa se desarrolla y Ja vida amoroza recibe formas ibres {0 sin liceneiosas), Bn earmbio, alli donde lag relaciones del amor se empequetieven y disminuyen, Ia rigueza no es dispen- diosa, sino por el contraric, acumulativa y junta bienes en 1a forma mas abstracta: metales preciosos sin acu, ¥, fen épocas posteriores, dinero. (De esto hablaremos detent: damente al tratar del origen diel rspicitu capitallste) Pero una vez que en una época determinada existe el lujo, vienen méltiples causas a colaborar a su exaltaci6n: ambicién, anhelo de ostentacisn, orgullo, afd de poderio; fen una palabra, el deseo de figurar en primera lines, de anteponerse a los demés, Veblen, en su Ingeniozo libro £0- bre “vagos”, reduce 2 eve anhelo de superar a ior demas 1a causa del lujo y de la valoracién de Is propiedad, Peco, si bien es cierto que ese anhela pertenece a los institntos felementales de la naturalezs humans, como la necesided, de comer y de amar, requiere, sin embargo, la concurcen: cia de deterininadas’circunstanciae para manifestarse jug e, WERNER SOMBART e tenet a sentido de a Eats supoe eveeteante see ee emia de flo Yue pot 10 tan, Ue © SoS ciios mas cbvios de mostrarse superior a los de- 0 ar ecndta en wenceios dsplegando mavor Tajo qbe wait Ge chis ano xste vi de luo ln gupeiondad @ hoe Ba erifetarse de un mo ceanativo, vem @ cciendo a los dems en mayor numero de eselavos, 0 en Soe cor ce tere ode des. eet Je eat eer Togo, ee Rena, pues Seto el, dot © LP Eice Se toe eentldos y, sobre todo el erotimo,tenen erent se satadamente sour la forma de aw @ 2, pera que exista ‘el lujo personal, et lujo material. En a, para gue ita oN dade tama, Boos a ie, pode 1s Spec es ode os ergata a fv Fo nee ern grande, ta Tguea, la ibe el ables 8 dee de pretomino de city elementos © semen ean grin urbe, gue, como hemos vist sore Tat ilo xs ino un conto de paceres, eve tois eat deducions pueden parecer algo xa Fee eee eee pare much, de uerey demos ey career co Peo terra, on 1a. expsieion eee ee aso Paricnes del Wecho aguent: et Fee ae ena ta Eded Medi, dina tn gran Ye sis a Bue Sa sg a leg desnteono etatee a caus deel? Tnpenareos por afar el hecho del gan desarctlo aed rhe extandhoa Lan tesimorioneentemporanens Te el ae i terete aque de geo! yo resulta Ya Been ere aga el ree etd Toco; jo ego al sapere on ue ta iad de Par ext azeaada,y Frere Ger later de elalatr™ En exon er we gaan eT, an provincano, que ete 0 8 ee Geele Pack iodame do Obert eeribe, por 3 cr ee fine menian mie sierak de est Epo es ik CeCCoCoDeoO OO CCECE buso ¥ cariTALisHo Py de arruinarse en todo y sobre todo”. Del moas mis elo cuiente describe Mercier el triste estado de la sociedad de Su tiempo, afirmando que el Tujo esl verdogo de los te tos. Bxplicanos en vivos terminos emo el Tic, de puro fnageralto, ya no puede ni gosat de si riguess. "La sensi EMME ie de caitace, sino que esta embotada, y en ver de una grata variedad, haeense gastos sbsurdos que s6lo sco provocan, {sta es la causa Ge que todo sranstor Ine, Las modaa, Ios taje, la costumbres el séioma. A este ov, pronto liegerS el ia en que Toe vieds no sientan na A2"BPhbalinno Ge evo viviendes er une decoracion eam biante El veelide ee un pesado trabajo. Las comides son como un deste, Batat clases rieas se ven stormentades for el lujo, To mista. qve las pebres por Is. necesidsd Bien se hace pager el lujo los secifcis que por él se Fealizn’ Lo que realmente sormenta los toe en Paris 5 alae, el no poder sacudie el yugo de eiapendios qe contra su deseo, cada dia son mayores El lujo ha legado reveal formas tan costoas, que no hay fortana. que pueda resistin Jamés siglo ha sido tan prédigo como et nuestra, Se sonsumen por enterp los caplales Bl Iujo se {raga los fortunes No se pretende més que eclipsar al brbjimo con exageraciones estandeloses™ El cuadro que scabamos de deseribir se aplica casi con lag mismas palsbres.a Tos demas paises. "No ha existige dpoea de mayor suntwosdad y exoberancia. que Te: nues- Ha, dice 6] Complete Pugin Tradesman’. “Lega alo Inverosimil el papel que el Tajo desempeta en uestro tempo vandal ego aj tos dominan. Las txeeirs, la relajaeiin, nee abruman, ft Tuje se Te tage toa como el mat, dice Kornanownc de Varsovia, don: de ei lujo adqulere enorme desarrollo. i Dios nos envia- se una thuvia de ducados que anegase el territerio de Po- 1 56 ole, 1145, cap. 1. COCOCOOOOCOCO OOOOH HOHOHOOHO EOC OEEOOOES 2 WERNER SOBART Ionia, bien pronto tods esa inmensa riqueza correrfa como tun torrente e itia a parar 9 Breslau, Leipzig, Francfort, Berlin, Dantaig, Riga y Koenigsberg, para transformarse fn vojila de plata, carrozas, rauebles, ete..."2 Pero no queremos limitarnos a transeribir testimonios y juleles ajenos. Vamos a exponer hechos ciertos y positi vos, tomados de la realidad, y que constituyen manifesta- iones, formas varadas de’Tujo. Podrla suponer en mis Teetores conocimienta de estos hechos; y, en efecto, hasta cierto punto lo supongo. Pero no considero superfiuo in- tdicar en lo posible eilras, que den idea del desarrollo det lujo; porque las eifras referentes a un fendmeno o 2 una ‘mesa de fenémenoa devén a conocer Ia \vmportancia que el Tajo ha tonido en la fermacién del mercado —cosa que nos Interesa sobremanera. El segundo punto consistiré en examinar Ia relacién que’ este despliegue de lujo guarda con los fsctores sociales, que he deserito en los eapitulos anteriores, y, sobre todo, hasta qué punto (y esta es Ia ides fundamental del pre- sente'libro) a mujer, singularmente la mujer objeto de amor ilfeto, ha tomado parte en la formacién de la vida fen nuestra época 1» LAS CORTES De 105 PRINCIPES En esta époes $0 observa que Ia vida de placer —eomo toda vide— parte de las cortes de lox prineipes, que pueden ser consideradas como fuente de toda energia, ¥ si remon~ 2 labeae del senador Stephan Gareyensi en su obra Anaie= ‘mia de te Repubitew pela (1731), Lvso ¥ carITaLismo va tamos el curso de Ie historia, ebservamos que también en ‘esto fue Avignon el germon de la suntuosidad mundana, LAvare Bavilonia i vizi, empi e rei Tanto che scoppia; ed ha faitt suoi dei Non Giove, e Palle, ma Venere e Bacco Gia Roma, ar Babilonia falea e ria Per eut tanto si piagne e si sospira Fondata in easta ed ui! povertate Contre suck fondatori alzi Ye corma Putta sfacciata; e dov’hai posto spene? Negli adulteri tuoi, nelle mal nate Ricchezze tante...? (Son XV1, VID Petrarca he legado a la posteridad esta y muchas otras deseripsiones de la Corte de Avignon. No se le puede con: siderar, claro esté, como Imparcial y exento de prejulcios Pero si hemos de der crédito a otros testimonios, digns de ‘omarse en cuenta, tendremos que reconocer que los juicios de Petrarea enclerran un fondo de exactitud, Perversos mo- res im nestram Galliem mveric. Al papado se refiere Nicol. de Clomenges, de statu eccl. corrupt, eap 21. Pero todavia hay mis. La descripcién que un contemporéneo hace de las estas organizadas en honor del papa Clemente V, ter- mina con estas palabras: li ccchi di nostro Signore si spandeano sopra queste cose (se alude a las bacenales que se desarrollaban tras los espléndidos banguetes; todo el mundo batlaba en los jardines), delettandosi nelle deversité er nobili solezsi, con quello modo temperato ¢ maturo, ‘the si conviene a tana santité. El juieio de Petratca lo ve- mos también cortoborade, por Jos inventarios de los pala- COSHHOSEHSHOSEHHHOSOSHHOHOHOCOSOOOOE * WERNER SOmmART ios pontificios, que E. Mintz nos ha dado a conocer". Sin. Guda, no podemos formaros idea exacta de la vida en Avignon, sin estudiar también las numerosss cortes saté- ites de dos principes de la Iglesia, que residian cerea del Pontiflee, ya que todas estas cortes juntas fueron las que esarrollaron esa ragnifiea pompa de que nos hablan los ‘contempordneos. Segtin el resultado de recientes investiga- tones, los gastos de la cata del Papa no eran tan excesivos; desde 1 24 de junio de 1305 hasta el 24 de abril de 1307 no se gastaron més de 175317 florines de oro para las atencio- nes de emplecdos y personal de servicio. (Hay que advertir ‘que entonces ge Iie el perfodo y que los presupuestos de gastor de los ejercicioe posteriores todavie mo ce han pu- Blicado; que sepamnos, al mencs), El gasto de una semana, en lo tocante a evcina, reposteria, vinos licores y eaballe- rizas, importaba poco mis de 626 florines. En las cabelle- rizas habia 195 caballos. El episodio luminoso de Avignen evoea inmediatamente ‘en nuestra imaginacién el esplender dal papado en Roma, ‘eajo Ja domainacién de los grandes papas del Renscimiento, desde Peulo II hasta Leén X, que rivalizan en ansias de suntuosided y magnificencis. “Un espiritu pagano invadié Ja ciudad con teatreles pomgas, como en la antigua época ‘imperial. El gobierno de los pontifices sentia la necesidad de las pompas mundenas. 5] populacho, scostumbrado a ‘setisfacer sus caprichos, pedi a gritos que se celebrasen fiestas, y éstes le eran Ofrecidas en abundancia”. (Gre gorovio). ‘Con Paulo I comienza la becanal (1464-1471). “Su corte era exhuberante; el propio Papa se consagraba por entero 4] deleite de los sentiaos". Como simbolo, por deciria asi de 5a vids, consideraba el earnaval, dandole un sello mun= 1B Mints: Liargené ef le luxe a le cour pontifiegte #Avig ‘non on la Revue det questions hatoriques, CUT (1898) Luso ¥ CaPrTALiaMo % dano, Bste Papa fué el que introdujo en Roma el, nuevo cerdcter pagano del cernave ‘Sixto IV emulé a su antecesor, Durante su Pontificado son, prinetpalmente, Jos “‘nepoies", los que viven en Roma Ja vida del placer. 1 hijo de Sixto 1¥, Pietro Risrio, que dispone de ingresos por mas de 60.000 florines, dilapida. en dos afios su caudal. Cuando la hija natural dei rey de Na- poles vino a Roma, en 1473, “los locos despilfarros de las fiestas legaron a limites jamas eonoeides" *. Madame Leo- nara, al abandonar Roma, pudo llevarse el convencimiento de que no existia licencia mayor que la de la corte de un “nepote” romano. En fiestas, sobre todo, en representacio- nes piblicas, en recepeiones, en entradas solemnes, sem nifiesta el lujo de aguel tiempo: 100.000 almas se congre- garon el dla de San Marcos de 1476, en la Navona, con motive de un torneo que dié Girolamo Riario. Bn 1738 se solemnizaron Jes nupeias de la princes de Urbino y Gic- Venini Raverez, persico apparatu. Bureardo nos hace una prolija descripelén de 1s brillante entrada del principe Federico de Napoles Sin embargo, la pomps externa del ppontificado aleanzs su méxima culminacion en el memo~ Fable cortejo lateranense de Leén X (11 de abril de 1513) 100.000 dueades se gestaron en wh solo dia. Un centenar de eminentes artistae colaboraron + Esta era la época en que Rafael Sanzio s¢ paseabe a caballo por 1ss calles de ‘Rome, cual principe corenado, acompafiado de un séquito de admiradores, amigos y diseipules, cuye mimero ‘no bajabs de 30. ‘Las cortes segiares de Italia, singularmente las de Milén y Napoles, rivalizeban en brillo con la de Roma. Sobre el lujo de dichas cortes nes habla André de la Vigne, secre tario de Ana de Bretagne, en el libro de memorias que et 2 Gregorovie, 8. née. 238. 2 Gregorovi, 84, pag 173 SPHHHSSOHOHSSHSSESSHSSHSSHSSOHOHSOHOOOES » WERNER sownant cribié en ceasién de su viaje por Talla, acompafiando 2 Carlos VIS. Mas, para la historia del lujo cortesano de las ‘lamas ¢ortes, tavo importaacia el hecho de ser los reyes |fameoses los primeros en reeoger la herencia de los princi- 3 Htallanos, en todo lo que se refiore a régimen de vida, atalina de Madicis fud ta mediadora, después que la casa de Valois, con Carlos VIII y Lule XII, hubo demostrado fu gran Inclinacién hacia la cultura italiana, en tode 2 politica. En efecto —y esto es Io decisive, las posibilida- es externas de un gran desenvolvimiento del lujo au- ‘mentaron entonces, en le proporcién en gue Francia supe- ‘aba por et tamafo a los prineipados ialianes, V abi vernoe que los iltimos Valois gaston en el sostenimiente de su asa sumas mucho mayores que las que representan el va~ lor de los ingresos publicos en los Estados més ricos de Talia, He agui eifra de presupuestos de ingresos a fines Gel siglo x ‘Venecla, a lo sumo, 1.000.000 de florines oro; Napotes, 600.000; Milan, 600.000; Florencia, 300.000; Tglesia, de 200 260.000. Francisco I (0 Enrique 11) invertian en el sostentiiénto Ge su casa 1% millones de escudes. Los datos anteriores proceden del embajador venesiano Marino Cavali, que, ontinuacién de las cifras, consigna les observaciones ‘i- gulentes: "Si viessis Ie corte de Francia, no oF asombrarias Ge una eifra ton erecida, Bn sus eaballerizas hay ordinaria~ mente 6, 8, 10 y haste 12.000 caballos. Su prodigalidad no cconoce limites. Los viajes aumentan ios gastos tres veces ‘como minimum, a causa del sinnurmero de mulos, c3- rretones, ltoras, caballes, eriades, euyo sostenimiento im- plica doble gasto que ol corriente". Otro embajador estima fn 8.000 el niimero de jinetes que componen el séquito del ‘monarea. La distribuelén del rmillén y medio de escudos (que corresponderian a unos 10.000.000 de frances actusles) = hacia, segdn el mencionade embajedor, del mode siguien- bus ¥ caPinaiisno " ‘te: 100.000, para atenciones de Ia vivienda; 160.000 para ca- 173; 100.000, fiestas; 100,000, para vestidos y regalos, 200.000, peta pompa del monarea; 300,000 para el eostenimiento de la corte de la reina, Por ser instructivas sefialaremos ciertas pertidas de gastos, que aparecen en los informes de otto embajador, haste la fecha no utilizados por los historladores, y.que nos parecen del mayor interés ©. En 1542 los gastos del ey de Francie hacen un total de 5.788.000 libras. (de 1541 4 1560 la bra tornesa representaba el valor de 3,04 freneos actuales, antes de la guerra). De estos gastos son de Tuyo los siguientes: ‘Manutencign dol monarea (maneiare) 88.00 Eaters : seo estldos de oro y’ Seda’ para reuse a Pompa de la covte (ennarier 180000 Dinete de que disponta in einn pata iu cata Gviveie) 190000 Balcones. pare la ease 30.00 Falacio de’ Chambord (hasta enisnccs 3e habinn in: ‘ectidgen eats etenssie 40.00 bras 30.000 Palacio. de Fontsinebieu sano Gastor dat monarea (al in contanti quaito ll pare piace) 500.000 Regalos 500000 Compras" caprichas’ dei vey" (invelidades adorns, etter’) 260.000 ‘pte eetaoedinaad ds’ scicrvada (pene ex ‘sordinairs che mons soni) 400.00 ene planes 180.0 ‘Total 2980.0 Segin el embajador, Is partida menus plaisirs contenia ciertos gastos que no queria el monarca que fuesen cono- feidos (gastos de mujeres, ete) Con Enrique 1V los gastos suntusrios mas bien disminu- yen. A continuacién da el embajador las eifras del ultimo, fifo det reinado. (La libre tornesa representaba, aproxima: "Informe de Mateo Dandolo, en Albettl, Tomo IV, SPOOCHOHHSOSOSE HHO OSOOOOH AO ODOOOESOCD 8 WERNER somaant Gamente, el doble valor metilieo del franco actual, antes Ge la guerra) Seo me cm o Se fe Aproximadamente 5-6 milones de frances aetvales, antes Ge la guerra ‘A partir de este momento los gastos aumentan progresi ‘vamente de aho en aio, aleanzando su mayor desarrollo @ fines te Ia época de Luis XIV. Los presupzestos de 1600 y 1T15 ofrecen et mismo cuadro. Tomemos al azar el presi ppussto de 1686, (La libra representa 1,48 francos actuales, ‘antes de Ia guerra) EGE Siac ins. a ee ga He eat is ae Lure ¥ capratian » Esto es, en nimeros redondos: 29.990.000 de frances aplicados al lujo de la Corte, en un presupuesto total de 110.840.287 En tales circunstancias, Ios oficios, artes e industrias sun= tuarfas obtienen sumas enormes, eomo puede apreciarse con gran elaridad si se examinan las corrospondientes parti- as. En primer luger figura, naturaimente, el lujo en 1a construccién. Poseemos datos y cuentas completes sobre los edificios de los monereas dé Francia desde 1664 « 1179, que not dan a conocer hasta el eéntimo las summas inverti= das en los edificios reales. Estos datos constituyen una Suentede inspreciable valor para la historia de Ie economia 30 ban sido utilizedos —y menos atin agotados— per nadie hhasta Ia fecha, que separios. Existe una edicién magnifica de dichas cuentas referentes al periodo de 1664 a 1775" Levasseur y otros historiadores franceses de Ia economia conocen y hasta citen esta publicacién; pero no parecer darse cuenta de las ensefianzas que de ella se desprenden En este lugar no puedo utilizar sino algunos datos de tos, ‘muchos que bay y que merecerian un detenide estudio. Me limitaré a manifastar que los datos en euestién contienen todos Jos elementos primaries para la histevia de impor- tantes ramas del trabajo manual y de! eapitelismo indus. trial durante los sigios evar y xan, Para dar una idea de le magnitud del consumo, sefialeré las cifras sotales de los gastos invertidos en construcciones destinadas al monarca y'al pago de Jas principales partidas. Por el primer concepto, y durante el reinado de Luis XIV, fueron gastados 198.957'979 Ll, If |, 11d) La libra tomness coscilaba entonces entre 1,22 y' 1,63'Son, pues, en nimeros rredondos 800,000,000 de {rancas én la époea inmediatamente. anterior a la Gran Guerra, Mucho mas de la mited de esta 2 4. Guittrey. Comptes des hatiments du roi tous le eégne de Louis HIV. 8 val, 10011096, * | SCOCCCOEEEOCEEOOOOOEOOOOH OOOO SOO OOOE 0 WERNER SOMBART suma fu6 gastada en los primero veintisiete aioe de rel: nado; a saber: 1966-1860, 72977280 L], 6 a), 9 soi-ieen, Stesrare Cl, @ 3) 2 al La principal parte de estas sumas sé gasté, coino es de suponer, en Versalles, que con sus jardines y fuentes artis- ‘cas eost6, aproximadamente, 100.000.000 de francos, (Las cifras de 600-700.000.000, que antes se admitian, son, pues, muy exagersdas). La distribucién de gastos por pertidas aisladas, puede obtenerse por las sumas que el editor ha hhecho con buen acierto. De Ia suma total se aplicaron, por ejemplo: ‘A adquisicién de aetfeuloe wamtactye ado y ae comersio 1720206 E19 sl, 2 6) [A fquiscion ce menuacturas de go> bellnoe(mucbles) 4000068 2 AA Mauisin de objets de pina 2265280 4 10 A Bguelon e temo, plomor y ee Por lo que respecta a la primera ép0ea (1664-1680), tene- mos al detalle los gastos de conatruccién, distrbuides por ames 0 secciones, (Estén incluidos los palacios de Ver- salles, Louvre, Tulleries, Salnt-Germain, Fontainebleau, Vincennes, Trianda, Clagny ¥ Marly), eaga ee Luso ¥ CAPITALISM sot ardinesia 2908008 4, 28, ty ‘Trabajos de cimestacida gic (oulles) AtpLoge Ie 8") Trabaior de diversa indale se gs0.08 32 2 ‘Trabalop extrasrdlnarias (parle ‘raordinares) 4458738, 6 Oy ‘urna iota (406d 1680) asostaar oe) a La plate de [a vajilla, propiedad de la corte de Francia, fad, en su mayor parte, fundida en Tos afios 1689 y 1709, y Ja transformacin hecha en 1689 produjo 82.322 marcos 5 on 225 &, lo que representa un valor monetario de 2505 837 L|, sly Sal La riqueza y magnificencia del mobiliario en los palacios reales se conoce por los inventarios publicades y las lami- nas que les acompaiian, Baste decir que en los pelacios de ‘Luis XIV habia una riguisima y completa coleccion de 334 tapicerfas (tentures complétes), compuesta de 2600 tapices ¥ 140 piezas.. Habia, ademés, £22 modelos de Gobelinos 101 colgaduras artisticas. Algunos encargos de 1669 permite jusgar del extraordi- nario lujo que reinaba en materia de mobiliario, A Ia casa de comercio Duc ot Massolliet: gor atieos servidot 8 8. Muel rey: 84 varas de brocatel oro y Dlatay a 14 Lh 10 Ia vara 44 faras do beccatel oro y" pista verte bronciade, 2 Tia Elo lavare, 18235 U1, 8, ‘A la misma: rotatal de Lon, 22156 Uf Ala nisma: 1.070, e saber” 4090 L| par 62 varss de brocatet oro y plata, fondo violeta, manotectura-de Lyon, © 60 2] vara Y Zend L1G spor 250 varee-damatca catmed, fabsiceclon eapel Sal ta'vara a fi Lh 10 ‘Ra casa del teficr Reynon: por géneros servidos: broeatel oro y Dials T0716 Lh We shah a ‘Al scéor Marcelin Charlie: terciopelo y brocate, 8872 Ls ‘A las instaluciones de los palacios eorrespondian los ri- ‘quisimes vestidos, que eon ellos ge exhibian En el Mercure Galant pueten leerse las reseiias de Ins fiestas que se cele- braban, eon deseripeiones minuciosas de las tollettes de la

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