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La nocién de cultura Introduceién Explicar el concepto “cultura” no es fic. im primer lugar, por su grado de ubslruceién y por la diversidad y cumplejidad é¢ los temas que aburea, Ade- mas, hay que tener en cuenta el cardcter histérico de los conceptos; on este cago, su conlenido y su alcanee han id cembisundo con el pase del tiempo y han sido nuraerbsos 1o3 intentos realizados pare acotar su sentido, Se trata de un coneepto muy utilfzade pera no hay acuerdo en cuanto a su definicién, ya los muchos ¥ diversos significados que le son atribuidos en ¢l campo de laa ciea- Gias sociales se agregan los que surgen del sentide comedn Es frecuente usar “cultura” en el sentido de cradicién y de refinamiento, lo que tiene alguna relavidn con su etimologia que remmite a la accion de cullivar? ‘También se suele emplear el términe para toferirse a cierto tipo de hienes, los vineulados con las artes, la edncacifin, las linros ¥, can frecuencia, enn Tos pro- ductos de las industrias eultarales. Como se verd nds adelante, nos aparta- nos de esloe significados reduccionistas que aculan su aleance ¥ sestenermos que la cultura est presente en todas los niveles de la vida humana: en la identidad, en las manifestaciones y cazacteristicas de todo grupe humano, en el pensamniento del hombre y en sus producciones y prictieas de todo tipo. 1, Augusta proocsanciia por Ia divessidhl du ls supe buat sy por las eurseleristicus dela singularidad del propio grupo estuvo presente slempre y se nanifeste desde lee mis antiguos testimonies escrits, ineuycado muchas referencias en La literatura griega y romans ~per gjer- plo, Aristételee, Hozedeto 7 Cicersn antes 8798-03 ests artieulo nas orupazcenas breveciente de Ireccrigerer del eomoepts yharemar aie algusa referencia a un argecedto mado donde el Siglo de las Laces 2. "En 1700 cecksuras yu 6¢ una palehra antugua on el veeabiulans franeas. Pesviene del lutin shitien ee sige el ewidadn de ls ex epee 4 del ganado | | mAs adelante so toanefirma comme imetéctra, del cultivo Ge la arra al cul:ivo dal espiitu, imitandn de este movi el movle0 lat no cultura, ye que ellatin esico habia eonsagrade el usad Ja pelabrs an suagntida Bgrado [Joe pendadors: do las Luoos eoneibun a Ia ealluna somo ura careeteristica distintiva de la eepecie homens, Fora ellos In ecitura-s fs aoma dolae eshores acumuludes y transmvtidoe por Ta aun rida, considecadu ua tetalidad, en cl curso ac la histria® (Cuche, 1669: 12-19), 1a! u“ | toma es complzjo: hay una cnorme canticiad de definiciones que se han ide generando ~sobre todo en cl campo de la antropulogia— y los problemas para precisar au sentido catifiean que la nocién de cultara es abstracta y ditt cil, Sin embargo, reiteradamente ha sido pzesentada como opesicién a algo simplifieadar: 2 le nocién de raturaleza humana, muy presente en fos pensa- dores de la Tlustracién? ‘La idea de natoraleze humana se reliere a tin hipotétiea hombre natural, & un hombre genérica que poseerie. carscterfsticas compartidas par todos los seres humans; !as variaciones observadas serian meras apariencias, modali- dades de ls actuacién de un ser humano genérico, postulada como undniime y universal. Frente 2 esta idea que prevalecia entre los pensadores del siglo “XVID, y en contras:e con ella, aparece la evidencia crecieate de Ia enorme vie iedad de formas de vida humana, sobre todo a partir de la gran expansin de Ja navegacidn desde principios del siglo y el creciente contacto de los euro- eds con sociedades lejanas. Estas evidencias ee vincularon con la gradual constitacién de la autropotogit ent el marco de las exploraeiones y los destubri- mientas que se sucadieron desde comienzos dol siglo XIX y dal desarrollo del colonialismo protagonizads por nglaterra y otras potencins exropeas (Fran cia, Holanda, Bélgiea, Portogal, Espana y mas tardiamente Alemania).* ‘Con el avance tecnolégica relacionado eon la Revolurién Industrial que in- cluyé grandes mejoras en el ambito de la navegaci6n, los europeos se pusieron en oontucta con pueblos muy disimiles, cou coslumbres y lenguas diferenles, En ese contesto —bisieamente colonizador y curoosntriog— comenz6 a desarro- ilarse la antropologia. Se fie ranstruyendo como ima diseiptina que reflexio- naba sobra las costumbres y las formas de vida extrafias que se prasentaban en las distantes regianes exploradas ¥ colonizadas por los eurapens, fo que crs Jo otro, una cieneia de Jo exdtico, desarrellada por los paises mas rieos que estudiabaa a otros pueblos extratios y pobres que fueron objeta de conquista y caplotacién, 2."E] nacimionte de un concepte cientiico de cultura equivalia a la demoliciéa (, por lo menos, tstate seucowade con Ga} dia emeepeiia dela natoreleza huiwaua gbe dominala dorante le Tustraciin -uuu eunceveitn que, digase ly ove se Uiere en fever o eu contre de ella, era clara ¥ Bint ey amu reemmlara pan tina vision nn shin mae eomplicada sivn encrmemente manna cls, Elintento ce clarifcart de reconstrvir una expt-caztén intaigible de lo que el hombre es, acomn- pane desde entonces tod el pensamien'o sientfio sabre Ia culture. Hebiende buseade lacomple Fidad y habiendnls eneontrade en nna eacala mayor dela que jams habian imaginnda, les antro- ‘pélegus os veren empefiadea an un tortuovo sefuarzo para ordenarle, ¥ ol fin de este proveso me fet todavia ala vista" (Goort, 1990: 48) 4. Fa Tas conceneinges socnales de rultura ya my poco es natralezs. B) hrebre na es natural fino cultural, eb un resu:tado de la eultera er. que év ha fermada, vwe y na vivida, Uusndo en alpin disearso se apelaa ia nsturalera, hay @ue er-pevar a sospechar. Rs une de loa recursos mas ccomur.ea dela ideologia ncturalisar a Cesigualdad de exalquics tie, buscer sv arigen en anata raleca tiende « bagoralvidar ln factoneehistéricony eucialn que ‘a han ariginade, La noua de ealensa a En ¢! siglo XIX prevalecieron en Buropa las teorfas racialistas que giraban en torno a la hipstesis de la superioridad del hombre europen, lance y moder- no (Ibdorov, 1991 ante la necesidad par parte de las metropolis de gubernar y administrar a esos pueblos con los que prontamente establecieror. una rela Gin de dominacién, Fue cobranco cuerpo la antropo'egia y on sus inicios se perfilé como ciencia de, El predominio de Ocoidente en el plaao de -a capaci- dud bélica y su importante desartollo industrial y téenien se correspondtan con firmes creencias en su superioridad intelectual ymeral, la que se suponta cor-sistente con el nivel mas elevado que los blancos de origen europeo habrfan aleanzado en el proceso evolutiva. Esos eriterios eran compartidos por pensa- dores de la époea considerados progresistas. Las teorias cientificas entoncea en hoga sostenian que los pueblos mas pobres y atrasades téenicamente lo eran porque estaban atin en etapas infantiles de sv desazrollo evolutive: la humanidad avanzaba desde his elapas més simples y primitivas hacia el “pro greco” y la “eivilizacion” que —sin dude— eran atributor del hombre blanco occidental. Estas ideas, apliamente compartidas por gran cansidad de inte- lectuales del siglo 10%, eran itiles para justificar la expansion territorial que caracteriat ta polilica de lus principeles vaises de Eurupa y tambign de Rusia y de Bstados Unidos. A pesar de estos comienzos, la antropologia se va abriendo camino hacia el conccimicnte y al ir madurendo como disciplina comienza a proguntarse por las caracteristicas y la légica interna de la diversidad en les pueblos que ‘observa: en conseeuencia, va avanzando gradualmente hacia la comprensién y el respeto por le diferente, ¥ ahi se advierte la importancia del concepto de cultura para ir expresande esas caractoristicas tan disimiles que presantan os pueblos con los que se entra en contacto: costumbres a veces muy diferen- tes, I6gicas do vida distintas, multiples lenguas, varicdad de religiones, de formas de gobierno, diversidad en las formas de familia ¥ en los regimenes matrimoniales y, on gencval, en las mancras de reiacionarse eon el mundo. La culiurs empieza a ser concebida iomo ‘el estilo de vida de un puelo” (Geertz, 1996: 51)." 5, "El otra colonizade tovo que ner peesentado coma racial, picaligies y cultevalmente inleciow a 1a metedpelis, pare que la exparsin colonial pudieso justiearse y lepitimarme” (Stevenhagen, 1994: 1), 6, Seva manifestardo ol caréctorrasiatizado y profundemente curveéntrice que habia adquiride eldiscarse dorainente ene sigh 21% Laa Leorias en boga (or.aas cel evalucionisice, darsiniema 06a), que sorvian para justilicar las poteacioe colomilistae » que so prezentabaa bay la 432 Fiens's de un pater alisuo protectur coucebion a les pLeblas enas deserro'tedos cou infei us y atrasudog en su evelucin. Bl daminiu britinive sabre la Ind-a eersistta na sole en on aps- alo militur, sino cabién en una red inkelcce, elurgriiza, ora esitien 7 vedygseica cue Serwia cante pan porsbadie 419s reloniysdnras de sn Fuaeisn (e de Ie opntinun dedicasion a ella) como para iacenlar asegmrar la agaiesenacia y el servicis de loz zalonizados" (Said, 2905: <1). 7. Ciitford Gears agrege: "Las isla, ls tibus, 58 cormtmidaden, las naciones, las eivilizaciones 16 Mario Moegulis Enlze los antecedents del coneepto “cultura” tambign hay que tener en cuenta las transtormaciones de las naciones europeas en el siglo SIX; en parti- culay Ja unificacién de Alemania. La palabra Kudtur, que queria expresar el sentido profundo del espiritu aleman, su iéentidad, se opuso en ua principio a “civilizaciin”, coneepto referide, sobre todo, a las meneras y las modalidades que caractorizaban a la corte francesa y que Mevaba implicita una idea de progreso, La oposicién, en ua comienzo de tipo social “la burguesta y el pueblo frente a la corte-, fue transformandose en nacional: el idioma y In identidad alemanas respecta de otros pueblos, particularmente la eivitizacién francesa. La cultura refigjaha lo earacteristico de cada pueblo, su identidad (el Geist, el genio de ese puchlo). Ya a finales del siglo 2VII1 Johann Gottfried Herder plan- teaba la diversidad de las culturas partiendo ce la multiplicidad de las len. guas; fue on adelantado si se tiene en cuenta la forma actual de concebir la cultura. Herder pretendia expreear laa peculiaridades y la idiosinerasia de cada pueblo en oposicién a la idea de universalismo de los franceses, propia del espirits de lae Luces, Sostenfa que eada pueblo tenia derecho a su diversi- dad, a su orgullo, a su espéritu particular. Pue en cierto sentido un precursor del relativiemo eultural.* Esos conceptes, que apelaban al particular estilo de un pueblo (Vél2) y que se acufiaron en un contexto epocal de emancipacién ¥ progreso, fueron deiormados cien afios después en Alemania y Austria pot los tedricos racistas de ese tiempo y utilizados en forma siniestra por ¢l nazismo medio siglo mas tarde? ‘Tal vez la definicién més aceptada por la antropologia del siglo XIX es ta que en 1871 propone Edward Burnett Tytor en su obra Primitive Culture. Segin ‘Tylor, “cultura o civilizacién, tomadas en su sentida etnoldgico mas extenso. 68 todo complejo que comprende las creencias, et arte, ta moral, el derecho, las costumbres J las otras capacidades o habitos adquiridos por el hombre en tan- to miembro de la sociedad”. Esta definicion se correspondia con el modo en qneen esa época era usado el eoncepto “cullura’, referide subre tude a socieda- 1.) fvexo tas clues, Las regons, los wraps Luli, las ese, Jos overs (en Suilatien incu solas raza, en 38 ida neinso Tax clas) J twain eulturas: unas Je awer has sas qe eran sfieintivan ycaracterition,” B, ‘Tlerder, en un texte polémico fundamental, en nombre éel «genio naciona’» de cada puctle ‘otksgeis) comalva partide por la iversdad de Tas culturas, la riqueza dy la burtaniéad, y en femtir du niversaliswy vnitoenader dela Losess, af que jurgabo empobrocedor. Hordes pets aba que habia que darle a cada pueblo, ex-pezando por el puebie aleman, su orgulle [Po ‘oxda cultura expresslas a su manera un aspecto de ‘a huinanidad [..} pede ser considernde con jstici el praeursor del eoncupto relalivieta de eeltieg”(Curhe, 1990: 17) 9. Sabre tedo.oon el emplen el string Velkisk, palabra emblemsticu ca lux diseursos def pactidu [Baal qve le mprimié al termino up fuvrle tinue rusia y apliswanila del queearecia en tierspos de Heer 30. Flantropéloge santeapolegia en Goan Br tivo Heéward Buraett Tylor (1942-1027) ea considerade el fandader de Ju cana y foe el primer citular de nna cétedra de antropologia en este pa La nosis des ne indastaializadas y muy diferentes delas europeas. Lanocidn de culiara tendia a designar a esas sociedades, considerandolas un todo complejo, inchu- yendo cus multiples parsicularidades. Abarcaba 4 una totalidad y ora seme- jarte en su alcance al concepto “forse aciin social” que [we macy used por algu- znos cscritores marxistas, sobre tede Louis Althusser y sus soguidores, ademas de sus comentaristas y eritieos, alrededor de los aftos 60 y 70 del siglo xx (pero en esto case refride a toda clase de eociedades y sobre tado a aquellas en que predominaba el modo de predueciin capitalista) La definieién de Tylor, des- cxiptiva y enumerativa, fue t{pica de la época y de un perfodo en In evotueisn de la antropdlogia. Diversos pronesos y ceonteeimientos en ia sociedad ocei- dental convergicron para que Ja nocién de eultura ae orientara hacia definicio- nes menos abarcativas: entre estos acencetimientos debemos mencionar hos catubios tcenolégions on la primera mitad del siglo xx, ineluyendo el desarrello de los medios masives de comunicacién, las dos guerras mundiales y Iu inten sa urbanizaeién; en cl campo de In antropologia influyé ba tondeneia erceienic aextender el Ambite de aplieacion de sus estudios hacia la propia sociedad, superundo sudedicacién exclusiva al estudio de sociedades sencillas y tecnolé- gicamente atrasadas desde 1a perspectiva de los paises dominantes. Las in- vestigaciones de los antropéloges comenzaron a incluir el estudio de las comu- nidades campesinas del propio pais a de paises vecinas y, también, Ins comuni- dades de inmigrantes osectores capeciales de la poblacién urbana. En los ¢am- hhins qe expcrimenté al coneapto “cultura” influyé, ademas, su ntilizaciém ere~ ciente ea otras disciplinas y los in:portantes cruces interdisciplinarios ¢ in- fiuencias reviprocas: por via perte, Ins evludios sobre eb lenyuaje durante el siglo Xx, tanto el desarrollo de Ja lingiistica (y su relacién con Ia antropologia a partir de la obra de Clande Tévi-Stranss) y de Ia semi6tion camo la dedies- cidn de la filosofia a esta temética. Los mis importantes filésofos del siglo privilegiaron a reflexion sobre el lenguaje: una mencién sucinta incluye a ‘Ludwig Wittgenstein, Edmund Husserl, Martin Ueidegger y Maurice Mer- leau-Ponty, ademds de Michel Foucault, Jacques Derrida, Jurgen Habecmnas, Hans-Georg Gadamer, Paul Rieceur, a lo que se suma Ja influencia de Nietas- che que 8¢ proyceté sobre los pensadores det siglo Xx, Tambiér. es rolevante destacar la creciente importancia que adguirieron los senias relacioaades con la cultura en ci pensamicnto marxista de lt primera milad del siglo XX: entre Jas figuras mas destacadas cabe mencionar a Antonio Gramsci, Mijail Baitin, Georg Lukeics, Lucien Goldmann, Walter Benjamin y la Escuela de Franlkfurt, y, en Inglaterra, décadas después, Richard Hoggart, Edward P. Thompson, Kaymond Williams y Stuart Hali, que integraron ka eélebre Escusla de Bir auingham. En otras disciplinas también crecié el interés por la cultura: en 51. Se ha donossinado "pro lingishco” a esta tendencia presenta an to Mlosotia del glo *%, KL Lemming 9 atelbcve al fléafo Richard Rorty Bn las poateizceriag de siglo X%, Fredric Juraasir oni [a expresin “gira cultoral 4 Mario Barut historia sc destaeé cl grupo quo cdité Ia revista Annales y la obra de distintas gencraciones de pensadozes vinculados con ese origen, como Lucien Febvre, Eenest Floch, Fernand Braucle', Georges Dnihy, Jacques Le Gaff, ademas da ‘Thorapsen en Inglaterra, Carlo Ginsoury en Italia y muchos otras que dicren gran impulsa a Ios exturtias sobre la dimensidin coltural de los fenémenas his- {érieos, El coneepto “eultura” fac moditieanco su alcance: pasé gradualmente de des'gnar ale totalided de una sociedad, lejana y exstiea, a Teferirse a wn nivel acotado en el analisis de las sociedades complejus, pasadas o presentes.! Signos, lengua y cultura ‘Los antropé!ogos comenvaron temprenamencen tamar conciencia de que el contacto con ios europeos contribuia a la deformaciin ola cesaparicién de las culturas que estudiaban. Riso fie lo que efectivamente comenzé a ocurrir cusndy se acentué la camunicacién con Occidente, especialmente el ingreso en nuevos Cireuitos Ge comercio e intereamibio sumado a los efectos de in adninistracién colonial y, més adelante, la influencia del turismo y de los medios de com:ani= eacion modernos. Ante la urgeante nocesidad de preservar de alguna snanera esos desarrelloa culluralea relativamente autéacmos, muchos antropélegos so ceuparon de registrar, coleccionar y tratar de resguardar esos variados rasgos 4, Sobre todo, los lenguajes, frente a In erceiorte ameaaza de contaminacién y eventual desapsrieién, Porque cada lengua es un tesoro, una produceién or nal c irrepetible elaborada por un pueblo en sus préctieas hablantes a lo largo de su historia; hay alguna semejanza con los tesoras genéticos —plantas ¥ 36 millas- producidos en el raunde vegecal a lo largo del tiempo, que ahora se trata de resquardar ante les ricsgos evidentes de rapida desapar.ci6n."* De indole semajante ha side el esfuerzo realizado para la deseripeién de las cultu- ras y el registro de las lenguas que, efestivamente, cn aiguncs casos desapare- cicton ¥ en otros se mezclarem, cambiaron o se degradaron al entrar en contace to con otros pueblos y schre iodo eon Jas potencisg colonialistas. sas culturas originales y diversas qe se han ido estudianda y describiencio —principalmen- te en cl siglo XIX- tendieron a deformarse y a perder sus caracteristicas ¥, 12, Para umstiar va le que se sellers € los unluoedentss y las waracribzias de Ia evolucién del conupte“caltuea" avant el aigio We, wéage Maria Margulis y tfazeels Urreati, La gpoew de 1a fealburay lp eulenra dia fpoee" ten Margulis y Terese, 139 ¥ Andersin (1987) la. "Normegs inaugurd ayer unt skrey Je Nué vege ale cust anusslrsy de se ils de ciee. woes para proteyerlin de patible: exlimimies peuvocadas par euulawiescibe, desasteen natueales femnbie elisatica [,] Fl Tratagn ntavnarional nen Reemans Cienfinne da Plaacas para In lie mealies 3 ta Ageleuleua, caidlcad per 115 palses, cred un ruate> legal para preaervar Is diver- fied de cosechas eimpulss la cens-rvecifn deta biveda de semillas"(Clarin, Buenos Aires, 27 3e Febrero ce 2008, p. 88) Larnneia de eultis 19 lamentablemente, mucho de esa riqueza cultural y mramerosas Jenuas, com- plejas, originales e irrepetibles, se ban perdido pera siompre. ‘Para muchos el lenguaje es ¢l nivel més conveniente y accesible para abor- dar el esudio de la cultura.M Una lengua es algo muy rie y complejo: puede decirse que contiene lo prineinal de cada cultura. A partir de la perspeetiva desde la cual nos proponemos definic y aberdar la cultura, cuyo eentro son los sistemas simbdlicos, los signos y la significacién, la lengua se nos presenca como un sistema de signos que da cuenta -total o parcialmento— de tos demas sistemas que componen una cultura, La necién de cu:tora que sc ha ide elabo- rando on cl siglo X1% v a primera mitad det XX ha tendida a ser dascriptiv: sobre todo un ‘nventario de rasgos, una eoleccidn de normas, costumbres ¢ nstituciones. A part’r del gran interés por Ja cultura manifestado en ditsren- ‘iplinas suciales durante el siyo XX y, eu especial, por el gran desarrollo ido por los eszudios del lengueie, en la segunda mitad del siglo xX las definiciones se fueron orientande hacia el plano de Iss signifieaeinnes.™* El coneepto de cultura que propugme y cuya utilided procuran do- mostrar los casayos que sigucn es esencialmente wn coneepto scmidti 0. Creyende can Max Weber que dl hombre es un animal iuserto en ‘raraas de signifigarién que é] mismo ha tej:do, considero que la cultura es esa urdimbre y quel andlisis de la cultura ha de ser, por lo tanto, no na ciencia cxpérimento} er. busea de leyes, sina uxa cieneia interpre caliva en buses de signifieaciones. Lo que buses es Is explicasién, inter- retande expresiones sociales que soa enigmAtieas en sz superficie (Geertz, 1990; 20)" Es muy importante partir de una caraeteristiea principal del cer hemano: cl uvarbre se telaciona con el mundo a través de signos: es su raode de vincula- cin con los ébjetos materiales ¢ inmateriales, con los problemas y con los saberes, von lo que siente y lo que percibe, El signo es un mediador entre el hombre mismo y los procesos materiules 0 inmateriales que presenta la oxis- tencia, El hembre ha desarrolledo (y #s tal ver el rasge particular que lo hace humano) ese. capacidad de significar. Es su peculiarided més general e impor- tante. Si pensamos en wa signo lingistien (que es tna de las clases de signos), advectimos que ma palabra ex un conido, es decir, algo materia! que repre- 116, dward Sapie, muy tempranamerte -cn una vbra publicada on 39¥1-, planteba que a len igus era la base principal de is culluce, 16. Al vonpetto, vase prineipakment el célabre capitulo, “Ladaseripsia densa: hasia ma eorta Intoeprotariva dela evTtura” {en Geertz, 1492: 19-40), 18. Otra detnicie- en osta hnes sarotion os Ta que aeynere Néstor Gatein Cennelini (2004; 34): "Se pode wiemar que I culata astra el engjnta de los pesoasas sorisles de sign Rinse, vd un rmrle sng complejo,‘ culbura abarca el goojunto ce precoros zochales do praduceién,eireulgcign {y coneame de ta sigiliese:én en la vide excial” on Mevia Maegulis senta una idea, un sentido. Sobre esa base ed hombre se relaciona con otros ‘hombres, se relaciona con el mnnda y artienla Ina procesos de comunieseién Lo que sclemos Hamar “realidad” —el mundo que nos rodea y sus sconteci- mientes, y tambien nuestra mundo interior— Jo captamos y procesamos por media de esos signos. Lor signos son elaborados social y culturalmente, en decir, son produciéas por tin grupo humano en su interaccion rectpraca Alo largo del tiempo; por consiguiante las palabras son construidas histéricamen- le por hombres y mujeres en su vida social: agrupan hechus del mundo externa © interno, abjetos, ideas 0 sentimientos y nos perruiten clasifiear de alguna forma, nombre e inteligir, a sea, eomunicarnos y referimnos a la inmensa va- Tiedad da objetos que nos presenta ¢. mundo. Incluyen objets sensibles ointe- Tgibles de alge atra manera, también abjetos imaginarios (unicornios, fan- tasmas, los dioses 0 los éngclos) a los que nes referimos, que agrepamios ¥ comunicamos por medio de signos. Somos pozeedores de signos y e508 3ignos nos otientan fteate al raid. Una lengua posce entre sus diferentes signs cl signo “mesa”, y éste refiere ala inmensa variedad de masas de todo tips. Lo que poriemos observar y entra cn nucatro campa perecptiva no es el eoneento “mesa (que indica la enorme cantidad de mesas posibles de toda forma, color y tamatio) sino Ja mesa particular que identificames como incinida en ese con- cepto y qe ibicamas dentro de esa clase de ahjetas; es una clasificacin qne proporciona la lengua que es una parte de Ja cultura, Una mesa oun firhol es algo comprensible y verifcable con nuestros sentitios, pero tam>ién dispone- mos designos coms “amex” o “cher” o “bien” a “raal” o étien” que a0 Tefiercn a cosas Incho menos precisas y targibles, pero que son igualmente elementos que integran nuestra cultura y que desempefian un papel importante en la interaccidn y en la conmmnicacian Los sigres Uingiiisticos son cna construceién humana, Cada signe lingtiisti coronstituye una farma posible de agrupar objetes, una elasifiescién acerea de algo existente (aunque sea imaginario) en el mundo concrete o en la fantasin, y Podriamos decit que implica una manera, entre otras posibles, de eanstrait la realidad y de experimentar el mundo social y fisico, afectivo o imaginario, que aos envuelve. Por consiguiente, io que llamamos “realidad” esté en grac medica determinade por lus signos cou los cuates le apresamids y nus la comu- nicames. Lo que consideramos “realidad” en nuestra vida cotidiana depende de Tos manlus de pravilir, signifirar y clasifiear caranteristicns de nuestra cul tury on especial, sus eédigas linguiisticos— que se manifiestan en los signos sentidos qne son constroidas por Ia intersecién hmmana en el deven'r de 1a Vida social. En sintesis, cl coneepto de caltura que empleaics esté er: el plano deo signes, en esta habitidad especial del ser human que fe permite sissniff= car, manejerce con signos, reemp.azar en la comunicacién en el pensaraiento el mundo material o social al que pertenere, y los objetos que ‘o integran, por eignos compartidos, intaligibles ¥ comunicables. La necion de cultura 21 Cultura y naturaleza Volvamos akora a la reluciin entre natoraleza y cultura que sefialamus anteriormente: habiamos dicho que frente a la naciéa de naturaleza humana, simplificadora y ocultadora de las diferercias, se desarre.Ja la nocién de cult ra que apunta a poner de manifiesto lo realizado por cl hombre" y, sobre todo, Ja gran diversidad que se puede observar en las sociedades humanas. Despier- tan interés kaa variadas y extrafas sociedades que desarrollaron culturas di- ferentes y han producido sus propios idiomas a lo largo de su historia. En su estudio se ponen en evidenc:a sus peculiaridades y su lejania respocto de los ‘modos de vida europeos; cada lengua connota las formas de vivir, de apreciar, dc pereibir, de gustar, de jucgar lo que os justo o injusto, to buena oo malo, Jo feo n lo bello, dando cuenta de las forinas particulures ~caracteristicas de cada culture— de relacionarse con el mundo y de resolver los problemas de la exis- lencist, que mucus veees son claramenle contrastantes vot los pairones que los pueblos europeos han Hlegado a cansiderar naturales. Uada idioma creado por un grupo husnano implica una teoris Sobre ka realidad, una manera de clasificar ka realidad y a veces incluso de crear la realidad. ¥ hablar otro id‘o- ma nos permite a veues arvedler a otre manda cognitive ¥ a olrn suundo ser.60- rial, a otro mundo sensible, a otras pereepciones, a otros afectos. Bllenguaje se presenca como el aspecto mis accesible para ahordar cl este dio de una cultura. La lengua es un sistema que contiene y remite a otros sislemas: en su prdetica, ademas de los eodigos lingtisLicus, se inelacomuni- can tarabién otros védigos. Perder un idioma (y hay muchos idiomas extingui- dos} us perder tambige un tosoro de saberes y de maneras de wnuerider el iin. do que contione la cultura que yeners ese idioma. Una vez que ese idioma se Pierde, se olvida, deja de usarse, se torna muy difieil -0 casi imposible de recuperar, asi como es imposible recuperar una planta cuyas genes sa han perdido, Nada e¢ natural en el comportamicnto humano: ins formas de responder a Jas necesidades han sido procesadas por ceda cultura, incluyende las mas bé- sicas como el hambre, la necosidad de avrigo, la sexuatidad y cl atocto: c& asi como se han observado pricticas smy diferentes y variadas en las distintas sociedades investigadas. No existe cl hombre natural, El hombre es producto de una cultura que los integrantes de una sociedad van construyencdo y trans- thitienda de generacidn en generacién, socializando continvamente a mcevos inlividcos tue reciten ¢ incorporen la herencit culture’, La ccltura es pro- duecién de los hombres y las mujeres en su vide social y est4 on constante cambio, Tn constrncesén histériea de una culture ag realizada por un grupo 17, BY hembre nace on un mundo ye mod:ficado por su presencia y al, en Lanta elective el prdduster deloe sistemas ce signos or eure medin se relaccone, eowtiniea y pertibe Marie Maniuli humano a partir de au intersecién y de sus peécticas, y este grupo cxperimen- a, eu dislinto grado, contaelos con olras culluras a Io lange del tiempo, le que supone préstainos calturales ¢ intlueneias mutuas. Cads grupo ‘azmano ha claberado formas de comnnicarse (lenguaies, mimien', formas de ilefenderse, formas familiares (tipos de uniones, regulaciones de Ia vida sexual y de la endogamia), formas de yebernarse, creencias, formas de wenlir y de expresar tos sentimientos, formas de percibir, sisteraas para producir y distribuir tos bienes econdmicos. Todo ello es expresady en sistemas simbdlivos y formas de organizacién del sentido que cada culturs va construyendo einstituyendo como parte de la necesidad de los grupos humanos de organizarse en conjuntas s0- ciales para sobrevivir, satisfacer sus necesidades y abrirse camino hacia la exislencia. Cano ya indicamos, hay qne sospechar detada apelacién ala natn raleza: suele sev un indicador de la ideologizacién del diseurso, ¢l eoporte rets- rico de una falucia. Ni siquiera en el enerpo bumana, en Ia bialogia, ge puede, ahora costener plenamente esa apelacién a la naturaleza. También cn la cons- titucién del plinu corparal y bioldgico del hombre interviene la eeitura. Deade el punto de vieta zoologieo el hombre es basicamente un animal in- completo: tal eomo nace, tal como viene al mundo, es absolutamente incapaz do desarrollarse sin ayuda; est mas desprotegido, mar desvalide que la ma- xyorta rle los animales. El hombre que conecemos es sorial: nace come un ser incempleto on el interior de una sociedad y ee compicta con la cultura. Empic za.n ser hombre cuando aprende los codigos de su cultura (y este aprendizaje se inicia desde que nace), cuando ineorpora los programas culturales compuestos de signos, de muiltiples sistemas de signos. Cuando adquiere ~con la enorme capacidad de aprendizaje con que eat dotado—los sigmos y eaberes da su cul- tote, y sélo cuando los incorpora puede convertirse en miembro pleno de su grupo. Para elle debe ser capaz de comunicarse eficieatemente eon los otros, debe adquirir los saberes y las destreaas hecesarias para desarrollar su exis- tencia como integrante de ux grape aocia. determinade. ‘Todas los grupos fmanns tienen cultura pera ésta se adqnicre mediante el aprendizaje, no ka treen consigo ous integrantes al nacer. Otros serea vivos pascen tna eantidad de informacién ineotporada genéticamente (a veces cam- pleja, core en el caso de algunos insectos) que orienta cus comportamieatos, pero no es el caso del ser humano: hombre o mujer nacen incompletosy s¢ van complezando con la internalizacién y el aprendizaje de la cultura gropal. Ese nnimales ineamgle:eso ireonet:sas que nes an pletarnes 9 terminamans nor ‘ora de in caleura,¥ ao por otra dea cultura en geteral sino por formas en at grado particula- 209 della: la forma dobunnay Ia forma javancea, la forms hopiy la forma italiana, la forma de las closus saperiore y la de Ine dase inferior, In furma weadimiea y la corasreal. La eran sapsci- dad de uprenderque tiene el hembre, s plaslicidad, st han sebalade ton frecuencia; pero b exe ‘orion mais importante ool huetw de qosdogunda d6 meiner extreme ieren clase de apron ale la od isieibu de onaceplos, la aprehensi6n y up ieacidu de sistattas especies de significa cidn sibilsca" (Geertz, 204 58) x noeion de cute proceso de ineorporacién ée 1a enltura (muy incenso en 20s primeros artos de vida) es la suma de los procesos de socializac:én ¥ aprendizaje necesarios para, que un sjemplar humano sc transforme en un mierabro aceptado y accptable de. geupo al que pertenece, ‘La cultura ha intervenido en ta evomncién del hombre desde suis primeros v mis elementales logeos. El hombre, consideraco desde su equipamiento fisico, es relativamente indefenso: nn es muy velox, no tiene garras, sus dientes son poco eficaces para la lucha, en comparacién con la mayor parte de las animales esta en inferioridad de condiciones para subrevivir en la inlemperie. Su gran veataja (que deriva del desarrollo de su corveza cerebral y de su habilidad para producir signs) es su eapacidad para la comunicacién que le facilila ac- lunr Sovialneute, aseciarse cor otros para Ja casa o para la defens, auticulae formas grupales de acc:én, y dessrrollar y cuplear herramientas (White, 1962). Sin exabarye, esa capacidad de desarrollar herramientas 10 es exclusiva del ser humano. Se ha comprobade experimentalmente que existe en algunos mobs una cierta aplitud herramental, sunque ésta es muy rudimentacia eit ‘comparacién con ka humana: en éxperiencias con ckimpances sc ha visto que Jogran juntar dos o tres 2alos para acercar wa banana 9 incluso tallar eon sus dientes un pelo para unirlo eon otro. Pero los monos earecen dé la capacidad para simbolizar y poder transmitir y conservar esos logros. ‘Bi hombre puede conservar y transmitir sus eeheres y na ido deserrollando herramientas de progresiva cemplejidad, incluyendo herrarsientas cultura les. Suplis sus desventajas eorporales avanzando en la eapacidad para comu- nicarse mediante lenguajes basados en el uso de sigmos, mejorando asi sus posibilidades de actuar grupalmente; pda construir formas asotiativas para enfrentar los diferenies problemas que le planteaba el medio, coma a alimen- tacién, la defensa, el abrigo, El hombre no esté fisieamente equipade para afroatar climas rigurosos, eventualmente puede cobrevivir sin utilizar vesti- mont on un elima muy benigno, pero su piel ee deiieade, no tiene pelambre que lo preleja, no esta equizade coms algunos animales cou ws cucro gruese ¥ resistente. Utilizanda conocimientos y destrezes qué “ormsban parte de su cultura fabricé elemen'os pera abrigarse y para protegerse, descubd la utili- dad del fuego para calentarse, 1a posibilidad de eabrirss con pieles de anime- les o con texliles que aprendis « producir, purlo encontrar refugios y, en est: dios més avangados, construir su vivienda. Han sido derortellos que ha podi- do conservar y transmnitiy, y por ella fue eapar de comunirar su informacion, expandirse hacia otzos climas y me‘orar su ak mentacién. ‘Fa la cuestién relativa a los origanes del se~ humano prevalece la corriente que corsidera que ol hombre -al que sé reconocen antrecsaros en ejemplares rauy primitivos y antiguos! como el austrafopithecas y que evoluciena duran- est0s del crane del uvewo horairide, Louis Leckey encontré un yacimiento de tas de pind, que en su mage parte enrresnanden a Te eacegnena de: champert 19."Corva dele esr herrari a“ Marie Murgalis te un larguisimo periodo hasta Megar ai Homo sapiens~ es resvltaco evolutive de-un proceso en el que interviene activamerte la cuitera que él mismo va creando y, consecuentemente, podria afirmarse que el hombre actual seria re sultante Ge un iiterrelaciéa dialéelica, desarrollid: a lo largo de miles de mileaios, entre biclogia y cultura. Lacultura noes uma adquisiviin exterin del inorulore yun este loyra una vee, completado su proceso evolutivo sino que en el interior del proceso evolutive que lo ha conducide desde primitives hominidos hasta sux formas actnales, han intervenido fonémenos cultunales.** Han prevalecide evolutivariente los que estahan mde cagacitados para creer y ulilizar elementos eullurales por sm cerebro mejor y por su sistema nervioso mas desarrallado y adaptable, goxs- ton de ventajas en ol procesy evulutivo aquellos individuos cuyes rasges bialS- givos los tornaban mae aptos para Ja adquisicxén de la cultura, Las ventaias meacionadas incidieron en la eleetién de parejas sexuales, conselidando por ‘ranemisiin hereditaria los logros bioligicos que favorccian el desarrollo dea cultura, Hacia una definieién semistica de “cultura” Capacidad de comunicacién, En la segunda mited del siglo XX algunos estudioses de la cultura, entre los quese destaca Clitford Geertz, se han volea- do hacia ana orientacién semidtica, temando cn consideraciéa la smultiplici- dad de sistemas de sigaos yue carucluriaan Lay forsnas de comunieacin huma- na y que permiten apreciar su diversidad. Continuando con esa orientacién, intentaremos definir “cultura” en términos de los sistemas de signos que uma comunidad irumana ha producido en su historia y produce en su vida sacial, ‘que sus integrantes incorporan durante sa socielizavién y que los urientan en su actionar en el mundo, aaciende posible la comunicacién, Ja identificaciéa, el recanocimienta y In interacein, ‘La cultura implica, sobre todo, eapacidad de comunicacién. Sus contenides se relacinnan fntimamente cot la habilidad para comunicarse entre sf que posecn los integrantes de un detceminado coleetivo humane. Capacidad de comuniearse, de entenderse: Ia cultura supene mados campartidos de signifi- ear cl mundo que proven orientaciones hacia la aceién, lo que implica que cuando se comparte la cultcra los comportamientes de los dems se tornan (nacnae demano?y loseaz, cue se fabricazan lands olexteomy de en addulo de slex del tamazo de un puto’ (Harris, 1996: 82}. Leakey llamé Hore Aubifis thoebre habilideso? a e Ina‘lasge. Marcin Harris ‘liza el eneept "selecvib ccllueal” para sige la yrestacia © im Anondda de ks euleura en al proces evelutivo, 20. “sto significa gue Ta cultura, © virtualmente te-minado, fos wn elen ese animal migrse™ (Genet, 1980: 64), s yuu wgroyarse, por asf duvirlo, « ua animal terminade © sno conslitulive y un elomonte eentraten Ia produceién de Varociin de enltare inteligibles y relativamente predecibles. Hstos eonjuntos de signos que posee- 29s y compartimos definen de alguna manera eso que larazmos “Teatidad’, nocidn que se vuelve problomética si Ja cancebimes por fuera de los instru: mentos cugnitives que peseemes para relacionarnos con el mundo sensible. ‘Los instromentos para ennoeer y enminiearnos que poseemos en tanto miem- bros de una cultura consisten, en primer lugar, én sistemas linguisticos, pero también en formas socialmente estracturadas de percibir, de sentir, de valo- rar, de gustar, en valores, estéticas y modas de procesar ef tiempo y el espacio. Estos aspee.ne (estos eddiguy), que iifieren entre lass ewiluras, no son aatera~ Jes sino que ban sida creadas y procesades por los integrantes de un grupo humane en su trayectoria histériea: son cu/turales, han sida construidos por Jos hembres en su interaccién a lo largo de su vida social. Los signos implican constructiones de sentido, construcciones sociales de! sentido, Cada sentido, cada palabra que usamos lincluyendo su significante ¥ sus significados)® ha sido socialmente construida, tiene wna historia, ¥, en muchos casos, su sentido provienc de Pujas sociales y de procesos conthctives. Esta aiude a un peoeeso social que Pierre Bourdieu denomina “construevitn social del sentide”.”* Tam- ‘bién se han ido construyendo socialmente muestra sensibilidad y nuestras for- mas de percibis: no pereibimos naturalmente sino a través de procesos com- plejos que se han ido desarrollando en la interaccién social. ¥ estos procesos nose datienon, estan actives y contintan cambiando, lo cual indica una reali- dad mévily en transformacién que supone, también, cambios continuos en los instrumentos culturales con los que pereibimos ¥ conocemos. Bl lenguaje ¢s un instramento privilegiado para ta incorporacién de la cul- tura, Cada idioma contleva ideas, contiene He modo implieito— una eantidad de saberes, motacemunica una forma de organizacién social, formas de actuar ¥ de relacionarse y modalidades cocialmente eonstruidas de eoncebir el mun- do. Al incorporar el Jenguaje en Ja primera infarcia se van asimilando, en el 21 0 wr ua nivel ms compleje premosreferimos ya no sl nivel de lapelabre, sia at dels fraser _ylos disrarioa que predivar por cjempl, cobve species de lo social y del poitivo, a woecea dy loz ‘conductas loa guetve on éliea 222,“Tae caus simbiliegs a peopésite éx Ta percepeioa del arunde social pusen tomar doa formas Aiferentes. Bn cl aapesta ebjeriva sn puede Aetna” poe acciones de repreaantacignes, indiv-dvales ‘ocolacrivas, destinadas hacar var 5 hacer va‘er cletas nealidader; pienze por afemplo on las rnabifestacionas que tlenen por objeive ‘nanifestor a un gmpo, su niimerw, s. fuera, xu ease sin, hacsrlo existir visilementery al aire individual, en todas las estravegita do prosentacion ‘de i ton bien seavicadae por Uoftinan y destiniday « manipular la imagen de si, sobre todo este Goffaian lo olvidaba~ au zosiciin on el espac‘a social. Por ol lado subjetive, se puede actuar ‘ralandlodie combi’ lay eateyurias de purcepcidn ¥ de aDreciaesin Gel auady Socials eo leu as tmpuitivas y evaluativas; aa coteporias de pereepcidy, [os sisteruss de clasiicacivn, es de fen In eceneial, les paloras, los arerbres que ae constzuven in la realidad soe'st tanto enmo la lexorano, on la apasta por excslece-a de la indba patea, lucha por ls smposicdn del Erno Sevision y desdivi.en ‘egitim, 98 doe, yor e ejo-celo Ieg:tima dl elect de teoni” Woundien, 1s. AT, a urip Mtangatis mismo proceso de aprondizaje, una cantidad de estructuras calturaies. Se in. teralizan :naneras de pereibir, modalidades de la sensibilidad, manera de sentir, de valoras, de gustar; ol nifio va meorporanéo formas de sensibilided y de emnotividad socialmente pautadas, maneras de expresar el afecto ¥ tambien muchas otras aspectos caracteristi¢os de su cultura. Por eso hemos dicho ante- rlormente que si sabemos hablar otro idioma ademas de nuestra lengua nati- va, de alguna manera teaemes Tn posibilidad de aeveder a otro universe afeeti- voy sensorial. Cuanto mas distante sea ese idioma del nuestro, més grandes serdn jos obstacules para su comprensién, pues las dificultades provienen de gue hay que penetrar en una sensibilidad diferente, en una “realidad” distan- ta, en clasifienciones y modas de aprehender ol munds que nos son extratios. Al compartir los cédigos, los miembros de una comunidad humana poce- mos comunicarnos. Y porlemos comuntcarnos incluso en un nivel de bastante abstraccida, de buslante solisticacién: podemus euvender y transmitic concep tos ahstractos y complicados, Esta misma nocisn de cultura es ena nocisn muy compleja que podemius Lrausforimos, que estamos capacilades pura disvutir y analizar en Ia medida en que perterccomos al mismo ambito cultural. Gran parte de los eédigus que pusecmos, de estos seiveres que tenemos, nu #01 coms lentes: no sabemos que los sabemios, no tenemos eonciencia de su posesiGn. Pero hemos internalizade los eédigos de la cultura y eso hace que actuemos cespontsinea nenta: interactuamos con eomodidad eon otros que poseen los mis snoa eédigos, nos entendemos # medida que interactuamos conjugande los eé digos culturales espersdos que hacen fiuida ia comunicaeién ¥ permiten que podamos transmitir ideus e incorporar conocimientos. Por ejemplo, cuando doy una clase les hablo a los alunos y tengola sensa- cin de que me entienden, Confio en cue lo hagan, confio en que la eleccién y el ritmo de las palabras y de foe cilencics, los tiempos, los gestos, hayan sido suficientemente eficaces como para ingresar en su sensibilidad y en su.enten- dumiento y lograr asi la comunicaciéa esperada, sto es posible porque com- partimos una cullura y, mas atin, ula cubcuitusa especifica: Iu de“a universi- dad, y dentro de ella la de Ia Vacelad de Ciencias Sociales, lo cual brinda un contexts implicit que hace pertineales el tema y los coaceplus que estamos empleando. Pero los edidigns de la lengua sto son los divas presentes en Ia comunica- cin verbal, en una convereacién 0 un distogo. De hecho, junto con la palabra habilada intervienen en cualqhier comunieacién verbal, en forma simultaneay sincronizada, otros eddigos, no solamerte les vinculados al cuerpo, a la rmimi- en y otras formas no verbales de expresitin. También hay eédigos que rafieren al contexto, a la institucién donde o! evento transcurre, roforidos al tiempo, a la proximidnd a a la fajanta respect de mestms interloentares, a cuando ha- bles y & cuindo no hablar. Hay una cantidad de aspectos que estamos ejerci- tando simulténeamente en una conversaciin ¥ que, come somes miembros conpetentes de la misma cultura, podemos compartir y comunicar con relaliva eficacia, Pertenecer a sma cultura y domtinar sus cédigos aporta comnpetencia (a aneidn de eultu ar cultural que inelaye competencia lingiiistica: la eficacia eu Ix comunicacién recuicre aablantes competentes y escuchantes compctentes, lo que supone rer eficientes en el uso de Jos e6iigns culturales, estar eapacitados para su practi- ca. Para entender Ins mensajes es preciso también descifrar eorrectamente el contexte. Eato permite que los mensajes del interlocules se tornen inteligibles, y no s6lo sus mensajes verbales, también los que emite —a veces involuntaria- mente—con eu prozio cuerpo. Cuando hablo suelo acompaftar mi discurso con mayor o menor vclumen de le. voz, con miarina ¥ otras Terursas qne puedo utilizar voluntariamente. Pero también soy hablada por mi cuerpo. Mi enerpo emite mensajes que no siempre son voruntarios y Io que el cuerpo expresa {emociones, cansancio, seguridad, etc.} puede sor leido, os inteligible para los demés miembros de mi cultura (Bourdieu, 1986), ‘Una conversacién o una cherla grupal ponen cn marcha una eanridad de procesos complejos de Jos que, por lo general, los participates no estain eons- ciontes. Fillo os asi porque la conversacién roquierc un uso apropiado de los eédigos de la cultura; para emitir eficazmente mensajes y para recibirlos interpretarlos adecuadamente se activan saberes internalizados que posee- mos en tanto integrentes det mirsna geupa enlzural y, asimisma, se conjugan simultdneamente varios cédigos pertenecientes a esa cultura. Entre los varia- dos ofvligns qne setsian simultsneamente en una conversacién podemos men~ cionar los ritmoa que implieun eédigos del tiempo, les referides a Ia aprecia- cin de la oportunidad, Ins del uso del eue=po, Hay ebdigos que aluden a 1a distancia corporal (a prosémica} que establece ~segiin las caracterfsticas de cada cultura la distancia corporel Sytima que xewire » has distin las personas que intervienen, Hay cddigos no escritos ni nécesariamente conscientes que dependen dela dindmies del grupo y del habitus grupal, que reguian cl tiempo de cada exposiciéa, la duracién y oportunidad de los silencios, o los que pre~ saunclan que el que habla ve a callar y predisponen a atra interlocutor a pre- parar su intervencién, May cétigas culturales vinculados con la cortesia, con el respeto mute, reglas sociales que se observan con distinta intensidad y eficucia en las coxsunicaciones sociales. En tna conversacisn compartimos mii- tiples cédigos que estan presentes y activos en Ja cultura, se trata de un fend- meno culiural muy delicado y complejo, que conliene sutilezas yuna cantidad de saberes implicitos, La inveraecidn con gente que no comparte nuestros eSdiges, topar con La otredad cultural, nos hace tomar conciencin de muestra propia cultura, dé su vigencia y aleance y también de sus limites, Esto ocurre con frecuencia al en- trar en contacto con uns cultura diferente, por ejempio sl viajar fuera Gel pais, incluso cuanda como en otros paises Ge América Latina se hable también espaol. Al no core partir todos Los eddigos se percibe la earencia de le habitual, de lo que se considera implicito ene} dmbite de la comunicacién con los demas. ‘La scnsacién de extraficza es mayor euando se vine a un pais en cl que s¢ habla owra lengua. En esas cireunstancias se toma conciencia de la importan- cia del fécil entendimiento que 3¢ produce al internetuar en la propie ciudad: 28 Mario Mengubs eudntas cosas estin dadas, cudntas costumbres se comparter,, euéntas cosas se viven comp presusuestas én la villa volidiuna, Se advierte entonces la exis: tencia de los eédigos compartidos que es habitual considerar algo “natural” y propio dela vida cocidiana. Geertz (1990: 26-27) menciona a Ludwig Wittgens- tein (nacido on Viena), quicn deseriho su sentimiento de cxtrafezi cuando se encuentra en el extranjero, donde no Icgra la eficiencia comunicativa que tie- ne habitualmente en su paie. ¥ hay que tener on cucnta que Wittgenstcin vivie una parte importaite de su vida ea ef exteries, fue profeser durante muchos asios en Cambridge (Inglaterra) y poseia una cabaiis en Noruega don. de pasabe sus vacaciones, Desde un punto de vista itlentitario la otredad pone de manifiesto les fron- teras de Ja propia cultura. Tedos los pueblos han tenido la experiencin cle bx otredad y la han procesado de distintas maneras. La reactién mas habitual ha side el rechazo de lo diferente y la exaltacidn de Io propio. Sin embargo, las alianzas y el entendimiento entre grupos diferenciades han permitido la gra. dual cunscitucin de sociedades max nmerosas y complejas. El perfode colonial en América, que so extendié durante tres siglos, puso en evidencia sobre todo cn sus inicios— una de las situaciones histérieas en que antran en contacto dos eulturas may diferentes y hasta entonees inco- mumicadas entre s{ En una situatién compleja y conflictiva, basada en la dominacién violenta y on In devaluacién de los natives (considerados primui- tivne, salvajes, naganos, inferiores) se desemnboca, a partir de relaciones fuer- tomente asimétrieas, en una nuova sociedad (un enso ojemplar cs Nueva Espuiia) que se va constituyendo a partir del mestizaje biclégieo y cultural. Despues de la conquista y a medida que se intenta poner en march las nuevas relaciones eeondmicas y algin ordenamiento social, se hacen eviden- tes la incomprensién mutux, cl intense deseneuentre y la portucion de for- mas radicalmonte distintas de aprekendor la realidad, La poblacién someti- da —indigenas y africanos— se encontrabs deaorientada y con fuertes difieul- tades ante las concepeiones ditcrentes del tiempo y del espacio, modos dife- rentes de proceder en las diversas eeferas de lu vida: modes de gobernar, de producir, de alimentarse, de procesar lo sobrenatural. El mundo espanol ¥ sus valores, conceptos y ereencias eran incomprensibies para los pueblos do- minados, que provenian de eclturas absolutamente dietintas (Gruzinski, 2004, cap. ¥; 2000, cap. 3). Emnocidte es un eoncepto propucsto por Robert Jaulin (1970) para designar ef ataque y la destruccién de las culturas. Este concept fue referico especial- mente a los cfectes de ‘a colonizacién y fa dominacién cconémiea ¥ cultural, ¥ sjemplilicade principalmente cou lus indigenes de Sudameérica. Pierre Clas- tro (1987: 55-64) sefiala que mientras que la nocide. de genoeidio ca utiliznda para referiree ula destrucci6n fisica de ua grupohuznanio, el etaveidio tiende 2 reservar a los nativos pero a costa de la destruccién de su cultura, En tanto que él genocidio considera a “los otros” come abselutamente perniclotos, ¢ etnoeidio—que siempre alega procurar “el bienestar del salvaje’ los considera La nocidn de caltara 29 relativamente malos y cree que los puede “mejorar” al transformarlos de ma- nera que se parezcan al modcla propio. Tas reacciones que eusvita la otredad pueden ir desde Ia franca hostilidad, 1a estigmatizncién y el desprecio, eon varindos matines intensidades, hasta Iormas de reconceimiento y de encuentro, de alianza y de comprensién rautua. El reconocimiento del derecho a ser diferente ests aiin lejos de ser aleanzado con gufciente frecuencia y, si bien el mundo actual os crecientemente multi- enltural, la gran cantided de eonflictos —a veees matanzas y querras de extex- minio- que ban ecurrido en los ailtimos cien afios y los que sigven activos en la actnalidiad, a fos que se agregan miltiples farmas de prejwicio e intolerancia en ol interior de las propins socicdades, indican que la contlietividad vieeula- da con el “otro” continde plenamente vigente. ‘Todo significa, Nos acercarnos a una definicién semidtica de la cultura, si- tuada en el pleno de la signiticacién. Consideramos que todo significa, que hay una dimensiéa signifieativa en todo fenémeno social. La dimension significati- va se complementa con otras dimensiones, otras formas analiticas para exa- ‘mingt provesos que en si mismos son in¢ivisibles: le vida social se nos presen ta une pero la anulizamos desde diferentes angzulos. ‘a cultura se ocupa dé la dimensinn significativa en Tox fendmenos sovis- Jes: on tanto poscedores de los cédigos de esa cultura, sus integrantes tienen la eapacidad de leer Las situaciones sociales que se les presentan. Lerr supone decodificar, hacer inteligibles los comportamientas, discursos y acontecimien- tos sociales. Pern si bien lado signifiey, el anslisis de lo savial no se ageta en el plano de la signifieaciin, La cultura, entonces, seria una de las dimensiones desde dende jurdemos analizar tos procesos sociales. Toda accién, por ejemplo, que alguien rompa un vidrio, puede scr leida como wn sigao, pero asimistoo es mas rme on signa. Tina agresidn vinlenta puede ser ietda desde et plana de la sigrificacién, pero ademas tiene implicancias y puede ser examinade desde otras perspectivas: politieas, econdmicas, médivas, juridieas, ete. La dimen- sién cultural se ocupa del plano de la significaciin, de lo que es expresadv con los sistemas de signos que el hombre ha creado y que median en su relacién con el mundo. Pero desde esta dimensiéa especifica (que constituye una herra- wienta para el andlisis y to para fragmentar o reducir la comploja experiencia, del mundo social), la sociologia de la cultura pretende contribuir al estudio cerftica de Ine cociedades y para ello es necesario (para cualquier esfera de ‘a ‘ida social que se aborde) articular con el estudio de las otras dimensiones de andlisis {econsmica, politica...) a fin de hacer posihle el avance en el conaci- miento tratando de superar las opacidades y cbstéculos que lo dificultan. 28.*Cuanda vey porlacalle a porlasidy. y eneuentro esta abjetes. Les uplio a tui, 2in darme ceuenta, une muismu wotividad, que 8 la de riers oezoru: 0} Luu noises, el omabe de ls iudades, pasa na tiempo levend, Lee. ante todo y scbre todo, indgencs, estos, coraperta:tien- ts. (lores, 1990: 229), Mario Mt La cultura se vincula fntimamente con la comunicasién; Geortz atirma que para comenzar a descifrar wa cullura es necesario poder hablar con los natives.” Ya hemor sefalade las complejidades involucradas on una conver- sacién; poder conversar quiere decir, también, entender al otro: poder desci- frar las sigmificaciones y, en la medida en quo aumenta el conocimicnte de Jos cédigos, descifrar aspoctas eonnotades. incluyendo lo que esta por debajo dela superticio. La cultura manifiesta sa eficacia, sobre toda, en el plano de la comunicacién. La comunicacién es un jé centrat: Ia. cultura es un espacio de corauniescion, un espacio social en el cual es osible comunicarse; es aptitud para comprender las actiones de los demas y, hasta cierto punto, capacided de prediecién de sts com partamientos. En tanto integrate de una comunidad cultura’ puedo predecir e6mo se va.a compartar otro integrante que también eomparte los mismos eédi- gos, ouedy identificarme e idenlifivar a los demas. ¥ poser competencia comunicativa indica poseer fa capacidad para desempefiarse con goltura én el faniaito de esos complejus eédiges. Hay en cada cultura xnilliples sistemas de signos, comenzando por los sigaoslingfetioas, que son los més estudiados. Cuan- Uo hablo de widigns, en el ease linguisticn, estoy hablende sobre wade lke wn re pertorio de signas, un conjunto de signos y un conjunto de reglas (reglas para uisar esos signas), del mad de articular’ os en diversos discnrsos, dela forma de construir eon estes signos conjuntes cvherentes: oraciones y diseursos. El signees un mediador entre el hombre y el mmandn, Pero el signe aislado no os nada: para que el signe signifique, funcione, communique, tiene que ser parte intugrante de ve sistema de signos. To xis estudiada es el eampo de Ta lingiifstica porque tal vez sea la ciencia cocial mas deserrollada y porque nos ofrece um raferente empirieg lis lenguas— presente y a nmestro aleance. Pero hay muches sistemas, diversos cédigos: Ia cultura contione -enzre otras cédi gos del gmsta, del aferto, valorativos. Codigns, por ejemplo, del eomer. Rl raun- dodel comer, el mundo de la alimentacién, cs complejo y también pucden des- eribirse sus eédigos que son diversos y ackian en distintos planos; no comemos cualquier cosa ni de cualquier manera; comor ca una importante actividad social que esta articulada pot reglas, preseriptiones y prohibiciones, ceremo- nias y rituales. O el cédige del vestir: no sélo nos vestitnos para cubrirnos 0 abrigarnds; nos vestimes do atuerdo con pautas compartidas y nuestra vesti- menta es expresiva, dice algo acerca de nosotros, contiene mensajes que los demas integrantes de la cultura entienden. Definicién de cultura, Concebimos “cultura” en ol plano de Ia significecisn: les signiticaciones cempartidasy el caudal siraélico que se manifiestan en los 24, "Tudo el quid de wa enfague vemistico de fu eulturn ee ayudamnas « lograr accene nl mund> coneepzubl en ol exal wiven wavetros suelo, de suerte que podamet, en ol sentido amplie cel terminy, conversar con elle” Gearty, 1990: 38) La asetin de eu mensajes y en la aceién, por mesiio de los cuales los miembros de un grupo sorial pienisan y se repreventan & si misinos, su contexte sueial y el mundo que loa rodea: Te extra serfa el eonjnnta interre’acionade de cédigns de la signifi cacién, histérieamente constituidos, compartitos por un grupo covial, que hacen vosible, entre olvos aspectos, ia comunicacién, ia interacci6a 7 la idensifteacién, (Mongelis, 194: 4) {Céma nus recunocemos?, Zeimn nos identificamos?, Zémo nos communi mos?; la culture es central en esas procesos. Ne nos cormuniearos sin cultura, no nes Tecnnocemas sin enlturs, 10 now idenlificamos a nosotros misines mi identificamos a otros sin la cultura, Histéricamente constituidos, Son vazios los nive'es desde los cuales se puede examinar cl tema de la eonstitueién histériea de la cultura, En canto proceso individual, lo histérico puede ser eonsiderado on cl plano de la biografia ce cada integrante de una comunidad: éste ineoepora durante su infaneia gran parte de los eédiges de la cuttura; cl proceso de socializacién prosigue en Ta adolescencia ezando se prioriza el aprendizaje, a veces en institueiones esp cializadas, y los eomabios y nuevos aprendizajes eontindan ca las siguien: ctaras de la vida, Tiencn particular importancia determinadas instituciones: Ja femilia, 1a escuela y otvas instaneins dedieadas a la edueneidn, ademas de los Ingares de trabajo y de sociahifidad (la fabrica, la ofieina, et sindicato, Ia {glesia) que inciden en la soeializacién. En tanlo praduccidin evlectiou Ia cultura se constiluye en la vide sveiel, es producto de ‘a interaeciéa, se va gestando a partir de las précticas (por sjem- plo, las prdcticus hablantes, los actos diseursivos) en el ejercicie de la vid social. Ura coraunidad va creando su lenguaje y demas cédigos a partir de sus précticas y de las interacciones reviprocess que ucurren en su interior Estos, provesos no son siempre pacificos ni irocentes. La evelucién de los leagtajes implica, también, una lucha permanente por la produecién social det sentido, por la imtposicién de sentidos que es paralele cor. ias huchas por cl poder y a dominacién, En los procesos de productiin de hegemonfas tienen fuerte in- Mueneia esis ‘uchas por la imposicié del sentido. Lae palabras tieren historia, y an c!.cspesor de los significantes ce pueden descubrir complejos proecsos relacionados con antiguus ~¥ a veces olvidados- acontecimier:tos de la historia de los pueblos."* 22. "Taminsea Ineiden los cantactos 2oa 108 eamiunidades, los préstames eultarales, a comertio 7 tod tine do ralaciones von ol exceriun. 26, Foucavlt (1963; 254.258) prapone un ejemplo tomade dens hu-uans Griaan Quieres ea) a Drimeras déeadas del wiglo s1x-, enando bsteian Ts engan'zacién interna del sduserice antiguo. 2 avo Klar Otro tema importante es el cambio cultural considerado desde ol punte de vista de ias generacienes. Sabre tnda en époras de rapida cransformacién =r en la ‘iltima eenturia Tas tranaZocmaaciones econémicas y (eenolégicas han al- cammalo un ritmo muy aeeeridu- pocos wfus de diferencia pueden signifiesr carbios culturales tauy importantes. Un aspecto en que los cambios han sido muy répicos y significativos en los \ittimos cincuenta afos, marcando signiti- cativamerta las diferencias entre las generaciones, se refiere at tema de la sexualidad, Lu Ihumeda“revolucién sexual”, a partir de les aci0s 69, y las uranis- formaciones sociales vinenladas con Ja acoptacion y ia éifusisn do tos métodos anticoneeptives sobre todo la posibiE:dad de que la mujer pueda adLuinistrar- los- cstaa relacionadas con les nuevos papeles laborales de las mujeres, con us Tuchas y Tin avarees Ingranluy en Je bisquala de raayor equidad en Tes relaciones dc génera y con atros cambios importantes en las familias y las relaciones de pareja. Estos cambios son visibles y contindan un proceso que afecta los antiguos mandntos y las restricciones on el plano de le soxual, y que tiene también profendas resonancias afectivas; se trata de un terreno en el gue con frecuencia se adviorten las dietancios generacionales. Cada nueva generacion habita, de alguna manera, otra culvura: posce e6di- pos diferentes, Las mevas goneraciones no comparten eédigos con sus padres en algunos aspectos vinculados con Ja senstbilidad, la estética o algunos valo- es, y tampoeo comparten la mersoria y In experiencia de la goneracién ante- rior, los recién legados nacen nuevos 2l mundo y estén abiertos para incorpo- rar sin obstdculos valores, catétiens y formas de sensibilidad, medos de apre ciavidéu, velocidades, gustos y prefereneias vigenles en el aumento desu llega- da, sin Ins resistencias provenientes de la cultura del pasado y de ae expe viencias acumuladas que poseen sus padres y demas adultes. Los padres, que haa vivido y se han socializado veinte o trcinta afios antes, en otro momento econémice, polities, tecnoldgice y cultural, tienen mocos de apreciacién, yustes y valores que los diferencian de sus hijos. El desarrollo y la generalizacién de los medios de cowunieaeian marivos y Ta gradual incorpara- Gign de los new media altemativos sirven para ilustrar el aspecto a que nos, estamos refitiendo. Por ejemplo, na es lo raismo haherse soeializato en épocas, cn que no exiatfa atin la televisién o ésta cre. incipicnte que algunas décadas después, cuando este medio ha logrado aleanzar una influencia muy grande en la tranemnisién de los contenidos culturales y on fos proeesos de aocialira- cidn, Cada generacién ha coustruido vineulos distintos eon este medio que, ademds, ha eambiedo notablemente.* La telovisién ha tenido influcncia dost cenencntean rma aia dad insnspecheea eer, algumes lnngiajes enmpens. Desh:cea que esa afink= slad ge del a lejanos antacedantos eomues ¥Llegan a canclusiones que antivypen et varias déca- das Toa aipdtoais de Ohasles Darwin, 21 Umit Fi (1996) dewonains “palsoteleviaién’ 6 Ie exislentn on los une 0. cuando prado iminaba un conleeto pedagéien y aljelive ive considuraba a s{ missuy "voutans al wands", Lanocién de cult, a siva on la formacién de sus audiencias x, aunque se ha onfatizado con justicia la indiependencia relativa de los receptarcs respecto de los testns televisivos ¥, también, eu capacidad de critica y de diserso que se apoya en la existencia de hus mediaciones ‘iuforusaciin y experiencias que provienen de la inserciin eu institceiones y dems lugares de participacién y resocializaciGn que no son la ftelevisidn), ne puede negarse que ha intluido en Ins modalidades de revepcién de sua productos acostumbrando al auditorio a su lenguaje, sus géneros y for- nates y, en resumen, x las formas, Ios estilos de cuunieur, la velocidad y le simplicidad que suelen caracterizar sus productos. La tclevision tione grar inflcencia en la eonsteuccisn de su ptblico ¥ en Ja svcialixacién de sus receplo- res, influyc en las earacteristicas de éstcs y los va edueandy on una cantidad de codigos, entre ellos, en ja forma de relacionarse eon los programas que ella emite. Adamds, intervioné en la fabricacién, gestacién y difusida dein cultura, que cambia aceleraéamente por la presencia notoria en el universo comunica- tive de la televisién y de otros macdios (algunos mis recientes como interne: y Ja telefonta celular), y, al estar tan difandida y tener recursos tan poderssos, ocupa un papel simbélice instituyonte en la creation y transmistén de signos y sugnificacioncs.” Asimiemo, la televisidn y loa otros medios de comunicacién masivos, que han incorparade en las iltimas décadas grandes innovaciones teenolégicas, sc han ida concentrando progrosivamente - a nivel internacional y leeal- tanto en él aspecto técnieo como én el plano financiero. Al dotar de un enorme poder una minorfa on cuanto atafié al poder de cmisién, y siondo muy poea ta influencia de los millones de televidentes que estiin aisiados entre si y praeli- camnente reducidos a la situacisn de receplores relativamente pasivos 9, por lo menos, con may eseaso poder de respuesta, se genera una situacién de asime- tein croeionte que influye de mancras complejas, y aun no suficientemente estudiadas, en la ereacién y reproduecién de las cultoras Cédtigas. 1 aspecto central de la definicién propuesta se presenta en ls pala bra cidigo. Desde el eomienzo del tratamiento de este concepto queremos en- fatizar qne lo nsamos eon una connntacién flexible y no con la rigidez que se le erities al ostructuralismo francés de medindes del siglo xx. Debemos insistir nuevamente en que la cultura esta siempre relacioaada con la sociedad y su acontecer histérico: Ia cultura cambia y sc modifican permanentomente sua cddigos. Nuestro uso de la nocién de eédigo implica su historizacién, Los eddie gos tienen historia y estiin cn permanente tanstormacién. Preferimos usar anienteas qua los jvenes contemporéneas participan do un proceaa soeializgdor heyoosaniaasta per la “neolvlavisiéa” que hace sv oje on el entreter:imionts,redusiendo notablementa cea “ve tana al mundo” 125. Para ampliaref tema acorea de Tos novedadios quo impane inturne:y desu eresionte wapertan- dase rela seoat 0K 7-38

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