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8 Kop Tank HEY Apacer Solow Sha ypuart, Sty Baral, PRIMBRA PARTE LAS TRAGEDIAS Gt eee gals Pavone Wraswitne Rabon Warts 1861 Yd etnucla eals [ROTTOMIAL SELX BARRAL, 8, A. —RARCELONA, 1966 Primer dia (ee « tee), 168 Dep Lae B. 29075969 Pate Ia Spin Los REYES ‘What, do you tremble? are you all afraid? ‘Alas, 1 blame you no, for you are mortal (Ricardo HE, 1, 2) I [No hace falta més, basta exaininar con atencién la tists de peteonajes de Ricardo IIT, para ver la materia hnatoriea de ia que se servia Shakespeare para demos- trar su contemporancidad y poblar Ia eseena eon per- sonajes de actiatidad, Agif, en una de sus primeras obras -—o mejor dicho, en la misma materia prima de tila nace ya el esbozo de todas las grandes tragedias ‘lteriores: Hamlet, Macbeth y el Rey Leer. Si se quic- re eomprender el mundo shakespeariano como un mun. fo real, hay que empesar la lectura por las er6xt histérieas y, sobre todo, por los dos Ricardo ‘Smpecemes, pues, por Ia lista de personajes Ei rey Eduardo TV: despojé del trono a Enrique V1, ‘iltime monatea del linaje Lancaster. Lo encerré en la "Torte, donde fue azesinado por los hermanos de Eduar- 0, Ricardo y el dugue de Clarence, Unos meses a feo, en la belalla de Tawkesbury, el dnieo hijo de En {ue VI fae aputalado por Ricardo. Tiduardo, principe de Gales, hijo de Bduardo 1, 8 inds tarde el rey Bduardo V; asealnade en Ja misma ‘Torte a orilan del Témesis, a la edad de doce afos por orden de Ricardo Ricardo, dugue de York, hijo segundo de Rdusr do TV: ascsinado en esa misma siniestra Torre gética de pledra blanca, a la edad de diez aos, por orden de Ricardo, ‘Jorge, duque de Clarence, hermano de Wduerdo 1V: asesinado en la misma Torre gétice por orden de Ri “i fio del duque de Clarence: encaveslado por Bi rede nmediatamente después de Ja corenacién dg fique de Clarence: caseda, siendo una ijeesonen: simple bidlgo, pare que no Pi eta seaamite daireyes. A etissj de Work, madro de dos reyes, abusla de Riding reas eu mandy arp menor ct jerbnasesinados durante la Guerta de las taj gi hijo mediano fue apufialado en la pri- fiiedionca a aveldo; ou tercer hij, Ricardo, esinar a dos nietos suyos, De toda Su descen- iran, espos de Reardo 111: ef mls Rar Ga pare en Ia batalla de Barat y's pr ig; en la taal de Tuwhesbury. 2 padre Ger marido fue ajusticiado antes, por orden aia Tore: fue encavesado yor Ricrea te deus de tbat Mctlogham, conddesie de Ricardo y elo enn iuc poe la coon njsiclado Eh hee aanaeon Rep er hermaro de a rina esbet, Lord fap cnn Rizabeth, Sie Thomas’ aur ghan:;,ajusliciados tos tres por orden de Ricardo 110" én Pomifret; aun sntes de ls eoronaeicn, Sir Ricardo Ratcliff, organlzador de la matinee de Pomfret y det gotpe de estado: cayé dos afios maa tar oe on le batalla de Bosworth Lord Hastings, barén, partidario de los Lancaster ‘aprisionado, liberado, aprisionado de nuevo y ajustl; ciado por Ricardo, bajo la aeussclén de promover ua golpe de Hstado, Sir James Tyrrel, asesino de los hijos de Bduardo TV fen la Torre: ajusticieda luego. Estamos Megando ya al final de ta lista de loa per- sonajes 0, mejor dicho, de las vietimas, Quedan atin Sir William Catesby, ajusiciado después de le batalla ‘de Bosworth y el duque de Norfolk, muerta en la mis ma batalla. Algunos lores y barones salvaron su ida hnayendo ai extranjero, ¥ vienen los tres sitimos ren- loner referentes a personajes sin nombre propio. Cb- Dlemos del cartel: “eBspleitus de los asesinades par lcardo 111, Lores, Cortesanos, Cludadanos, Asesios, Heraldos, Hscribientes, Soldados y otros, La aeclén ‘anscurre en Inglaterra.s Shakespeare es como el mundo 0 como la vid ‘Cada poca encuentra en él la que busea y lo que quie re ver. 1B lector de mediados del siglo 3% lee a car do I, o bien mira st representaeién en la escena, @ través’ de sw propia expetiencia, No puede nl leer, ni imirar. de olra manera. Y por eso no le asasa, 0 inds bien na Je extrana, la erueldad shakespeariana, Con- templa la lucha por el poder y Ja matanza mutua de os protagonistas de la tragedia con aucha mayor cal- ma que lis varias generaciones de espectadores y eri= tices del siglo x1x, Con més ealma y, en todo eax, eon ands sensalez. La muerte cruel de it mayoria de los personajes no ls considera como una necesidad arts, ties, ni como una regla que lmpera en Ia tragedia tra- yyendo la catharsis, ni sigulera como un rasgo expect u Ph cote teri gentlidd de Shakespeare, ‘lene it~ fiencia, nds bien, considera la espantasa muerte de for prlagonistas como una necesidad hinirla,o como Ain coaa totalmente natural, Hasta en Tus Andro ‘us, odiead oesrlto por Shakespeare probablemen- teen el mismo ano que la Wogedla ey Picardo £7, et tepecador contempordneo ve algo mas que el mont ‘patente carcatual y grleto, sein opinaba la et tien Ge cig x, de tae erueidades Inmecesarias, Y cuando Titus Andronicus ex escenifcado tal como lo big Peter Brook, el espectador est diapuésto a apla mhaenpearana, Beguine ue wn def BSA “Foren exltos teatraes. 1 espelador contemporéneo, Flt. Seseubrendo en Ine tragdiae shakeepearianas Fu pro- Eola contemporaneidad, fecuentemente se sete crea, Be Ue manera inesperada de Ia conlemparaneidad de Sha- BUS jseepeate, Le comprende muy ben, en todo eat, Esto ‘Ae feere, sobre loco au erénicas at ica. 11 Tepcednieas hstricas de Shakespeare evan nom res de reyes: EI Rey Juan, Rey Ricardo 11, Bri gE IV, V9 Vi, Rey Ricardo TI (el Rey Bnrigue.VPU, BGs cen plamenieen pele por Stakeapeare 2 Bs ii wcrpatividad, pérvneceaflo formant ‘abs, Bere sdturilerpaicagevexcepeisn del Rey Zila, qus Gaia uprsiaacty pineibovel mm, Jes ore ESE Historia lah siglo de histotla, dividida en dos, Hay un hecho sor- Faifleer eauélios capftulos_en ol Ielengos en.el orden de los rel BtdPaieiqe hi istoia; pare Sha mlemg sitio. Cada, uno TRC cpiulos emia y termine en ef mls S30 am eas tonic, Ta historia parece rare un ‘ig; fara volver al punto de parti, Bstos circulo, re- “Speidi'¢ inmutables,trzadon por a historia, son ls » Spudsiveseinados. Cada una de las grandes tragediag hstticas em: pera por Ta lucha pare-eonsepuir el ono o bien conso- fideo, y eada una termina con la mete del monarea Yoon una nueva coronaeién. Bn cada crénica, el mo Trea legitimo arrastra detréé de af una large cadena Ge erimenes: apart de 9a lado alos sefores feucales que le habfan ayudado a conseguir Ie corona, aesind enemigos, lego a sus antigus aliades, iar aloe herederos Ge trono ya ls pre~ {endlente, Pero no le fue postble matarios a todos. Del testlero vuelve tn joven prinelpe hijo, nieto o her ‘mano de las vielimas-, se erige en defeneor de la ey lolada, reine s los sefores rechozados y personifea Tn espefanza de un nuevo orden y de la justicla, Peso cada paso siyo hacia el poder cok mareado, como at- fes por el asesinato, In violenlay el perjuio. cvan- oleh joven puinepe se eneuenten ya serea del tron, arrastfa una cadena e evimenes tan Targa como 10 fue ia del Tonarea hasta entonees legitino. Cuando ‘ia Ia corona seré tan odlado come aquél. Hebla m tado a ua enemigos, shore [ra matando a sus, atti- gos allados,Y aparece un nuevo pretendiente a roo, fn nombre de ie Justicia voleda. Bl elzcalo se ba ee. ado. plera un cpio eve una nueva aged elle agus, pues, lag cosas: Eduardo ‘ercero, rillores, tivo siete hijos; el primero, Eduardo, fl Principe Negro, principe de Gales; el segundo, Guillermo de HatGeld; el tercero, Lionel, duque de Clarence; después’ venie Juan de Gante, du- ~ ‘que de Lancaster; el quinto era Bdmundo Len- 13 Son. lock, duque de Gloueester; Guillermo de Wind. sor era el séptima y sltine.» (Brique V1, 2+ p. 11, 2) Bvidentemente, este esquema no aparece con el ‘misimo rigor en todas las evGnicas histricas de Shakes. ‘peare. Donde esté trazado con més precsién, es en 28 Ef Rey Juan y en las dos obras maestres de la tragedia, histérica: tos dos Ricordo. 21 menos upreclable es et de-Bnrigque V, idealizado y patristio, donde se deste ben tag luchas contra el enemigo exterior, Pero sient “pre, en Shakespeare, la lucha por el poder esta lim- y ~"pia de toda mitoiogia y-presentada en estado puro, Hs luna lucha por la eotona entre personas de carne 7 hueso, que peseen un nombre, un titulo y una fuerza [Bn In Bdad Media, la imagen mds pura de Ja rique- 1 ora el saco con monedas de oro. Se podian eager Ins Imonedas en la mano y apreciar su peso. Durante vac os siglos, In riqneen oativo constiluide por eampoa, prados y bosgues, rebailos de corderos, un castillo y unas aldeas, Después lo fue tarabien el bareo cangado, de pimiente o de ehavos, © bien los grandes graneroe atlborrados de trigo, las bodegas enas de vino, los slmacenes a la orilla del Témesis despidiendo a 10 le jos el acre olor de cueros curtidesy las densaa polvare- ‘ag de algodén. La riqueza podia verse, podia tecarse jo» ¥ olerse, Con el tiempo se desimateralizs, se conviris f°" en una hoja de papel escrito, Aslmismo se desinaterialjz6 el poder. 0, mejor ai- cho, se descorporalizs, Dejé de tener nombre y apelli ‘do, Vino a ser abstracién y mitologia, se convittié ea fn idea pure, Pero, pare Shakespeare, el poder absol- to tlene nombres y apelidos, ene ojos, boeas y ma nos, Bs una lucha sin cugrtel de hombres vives, co ‘mensales de Ja misina mesa u Bley, dugue de York; ‘el sexta Thomas de Woode Sch dx Donen ened 7 perenne Lure suey os, aut 2 es i Ss cote even ae isto es (Bicorto HT, 1, 1) ‘Para Shakespeare, Ia imagen del poder es la coro- ‘na. Li corona tiene uh peso. Puede cogerse cot las ma. ‘os, puede arrancarse de la eaheza de un monatea mo “ribundo y coleearse en la suye propia. Entonces, ya ee 'e rey. $6lo entonces. Pero hay que esperar a que el rey-muera, o bien hay que precipitar su muerte. “> i Bspiro que no pueda viv, y no debe vivir hi joo Sygeta lve Jonge ea despachado 81 ello por a pos: fo sida Le veré, para excilarle més todavia su ren- SUS Sr conea Cilrence, con see nentias spine las en anguinentas de peso. (..) Hecho To Cua, low acoja en au graci al ey Bduardo'y me dele atin en el mundo para movetmets (Ricordo 117, 1,1) in cada erénica histériea hay cuatro 0 cineo perto- hnajes que escudriian los ojos del monatea egonizante, gue observan el temblor de sus manos. Hap tramado ‘ya un complet, han reunido ya en la eapitel sus feles ‘elércitos, ae han puesto ya de acuerdo con aus vasalos. ‘+ Dieron érdenes a unos aesings a sueldo, y la ‘Torre de pledra espera & nuevos presos. Son eualzo 0 cineo, pero on vida sélo puede quedar uno. Cada tno ene un Agpecto diferente, Uno es astuto, otro valiente, el ters cero eruel, el euarto cinieo, Son hombres de earne y 46 Eff Motsrien Ge Shakespeare on a0 conn, xma Ney ae nos ra borrando poco a poc el rosiro de Sip nareasy 0 de los uspecores ye acta seo aomores con iguales. Hay siempre un Ri card, un Biunrdo y un Brique, Nenen Tos isos Wetitulos: hay un duque de York, y un principe de Ga- Jon yn duque de Clarence. No sempre seré el smo £oenia yn Bardo, asta que Rlcaro lo mat ortnia am epony, asia que un Reardo To mats ZN tenfos un Badvaedo, hasta que un Rlcardo 10 pau tenfoe un Fcard, hast ge wn Bese iB inate Duquasa be voRK tenia tattbién un Ratlang, y ti ayudaste sma tarle. ‘Tu Bduardo, que mats ami Bauardo, ha muer~ to. Bloire Eduardo muerto compensa a mi Bdusr= 16 ‘Yo tenia también un Ricardo y Ui lo mateste. Yo. do, Fi jovin: York no sirve sino de Yyenganga, pues los otfos dos no podan juntos, ~ lgualar en perfecclén el exceso de mi pérdida: Ta Clarence, que apufalé a mi Bduardo, ha muerto, y con i los espectadores de aquell’ escena Bica,e] adultero Hastings, Rivers, Vaugham, Grey, todos pretsaturamente estrangulados, en sus te nebrosas Lurabas. (Ricardo TH, TV, #9 Y he aqué que, cada vex con mayor fuerza, por e ima de Jog reagos individusles de Tos reyes ¥ de loz Usuepadares, se. desprende de las crdnicas dramétices tle Shekespeare la propia imagen de fa historia. La ima- gen del Gtan Mecanismo, Cada capitulo sueasivo, exda, [ronsaéto ehakespeariano 9 ten adlo una repeticién ‘progiama adulador de un especticnlo lamenta- ble; mujer elevada ol pindculo para caer en tie eH procipltadamente (Ricardo 112, 1¥, 4) Sa imagen de a historia, tants vee epee por Shnepere, se no impo eon tod au fea > En nist feudal ex cova tgren excita por a, gue ailende sin interrupion ef ears de oe seye. aa eval, ena rae hcl nombre et aren por el atsnto el peru ylation, Co sarlo, Sa paths atta, tac e ona mis pros 9 mis fuerte. m Barrera es Geta que debo saltar, 0 tropezaréy (atecdeth, 1, 4) el ultimo escaldn, sélo queda ya el paso hacia et n IRE re {abide \Cathbién los ‘ionareas. Pero la escelinata slem- Mpre es mlsma. Ye in misma manera suben por ella “Daenos y mals, valent yesbardes, vies y nobles, Jngenuos y etnies {basi como comprendia Shakespesre et eatdcter {-eigieo den bistorn en el primer y juvenl period ‘dean creation, al que se do, a le ligea, el nombre Ss de optnista? jO, gulag, ‘Mera partidario de la mo- {/narguio absoluia, buscando la sangrienla materia del Ef aio xv pera espantar al espetador con la imagen de la Tieha de los seers feudaes y del desgarro iteor ZI de Ingles? 70, his, deers ov propia com ‘Vlemporaneidad no'eslando Hamlet muy lejos de les ‘os Ricardo? De qué experiencia be servi (ra mo- Talsta‘o bien desorbia el mundo que eanocia 0 pre- Senta, sin iusiones, sin desdn y sin indignaion? {¥ ¢émo es, en realidad, quel mundo que nos describis en sus crdnlas? Tatéatemos ler ambos Ricard, Ine tenlesns comprender lo mejor poste, 2 u Empecemos por el funcionamiento del Gran Me- canisio, tal como Jo ensefiaba Shakespeare en si tea- tio, En’el proscenio estén Iuchando unos ejéreitess luna pequefia aleoba con un teeho bajo ae convierte en. 4a Ciara de los Comunes o bien en la cémara real; en el balodn aparece el rey rodeado por los obispes Suenan las trompetas; el proscenio es ahora el pati, @elante de la ‘Torre, donde unos alubarderes llevan a los prineipes prsioneros; le aleoba ge eonvitté en una elda. Los pensemientos llenos de violencla no dejan, dormir al heredero del trono, pero ya se est entze- abriendo tina puerta y los abesinos a suelda entran ‘con sus pufales; el proseonio representa ahora una Fry “tau ondineise de noche, por la que pasan farivs “ite unos bungueses asuatados, bablande de a gran pealitiea; otta ver sienan las trompetas: el nuevo.™o- ica aparece en el baleen ‘Empegemos por la gran eacena de la abdiaeién de ‘Ricardo 11, que no habla fgurado, en vida de a rel- cha Bilzabeth, en ninguna de laa ediciones de la tra " gedia, Desclre con demasiada erveldsd el funciona fhiento del Gran Mecanismo: lo hace en el momento del cambio de poder. El poder proviene de Dios, 6 fe i volunted det pieblo. Un destello de Tox en un psa, unos pasos de les alaberdros, unos aplausos Ge log asustados dignataris, Crita el pueblo Feunido por fuera y ya, el nuevo poder, proviene también fe Dios, ode le volunted det puedio. Enrique, apodado Belingbroke, que sert més tarde al rey Banque IV, ha vuello del detiere0, he desem- hareado con su Wopa y be hecho prisanero a Ricar 0 If, sbandanado por sus vasallos, D1 goipe de Bs. ado th consumado, Hace falta abera Fuvestinlo de legal, 1 viejo rey vive todavia ‘Que Dusquen a Rioardo, para que a la vista de todos pueda abdicar: de ese modo nuestros pro- cedlmlentos no setin saspechosos.» (Ricardo 11, 1¥, 1) Entra Ricardo bajo la custodia de unos guardia- nes, despojado de tas vestiduras reales; detrés vienen Jo dignstarios llevando lag insignias de la realeza. La escena transcurre en la Cérmara de log Lores, el pros- fenlo representa Westminster Hall, transformado y ~ provisto por Rjcardo del oélebre artesonado de roble, Dao el cual s6lo estuvo una vex, ya prisionero, para ahdiar. ‘Habla el rey, despojado dle la corona 18 a GiAy! {Por qué me ved obligado a coniparecer ante un rey antes de haber sacudlde los pensa- mientos reales por las cuales relnaba? apenas he aprendido a insinuarme, adular, inelinarine y do~ Diar los miembros... Recuerdo bien los rasgus de estos hombres: na me pertenecian? {No sollan agrltar, saludéndome: "Salve"? (Ricardo 11, 1¥, 1) Pero no le permiten hablar demasiado tiempo, Po. nen en sue manos Is corona, por un momento tan s6lo, para que la entregue @ Enrique. Ha renunciado ya ai poder, a las ventas y a los heneficios, Ha invalidado asus edictos. ;Qué mas pueden exigirle? Shakespeare fo sabia Nada sino que ledis estas acusaciones y estoe adiosos erimenes cometides por vuestra per Y por vuesttos favorites contra el Estado e int esos dol relno para que, por rucslen confesion, Jas concionelas puedan juggar que habels sido jus. tamente destronado.» 5 (Ricordo 1, T¥, 1) Habla el rey, despojado de In corona: ‘gDebo hacer tal? ;¥ debo devensedar yo mismo la trama de mis pasedes locuras? Noble Northumn- sberland, al tus ofensas estuviesen eserita, ino. te sleitiia’ de confusion leerlag ante tan estogida asaables?s (Rieerdo 11, 1V, Pero, como antes, no le permiten hablar demasiado tiempo. “2! déstronamiento debe efectuarse répidamen. te y sin falls Hl rey debe ser aniquiledo en su rea 0 #2 ta lie velvo vole ini mane, hallo que "0 saidor, el nuevo es un usurpador. bien alos consores de la roina Hii ‘Mis ojos estén tlenos de ldgrimas; no puedo mi- j far. Y, con todo, el agua salada np los clega hasta Ee) punto de no ver aqui una banda de traldores. ens traldor que los dems, por haber dado: ie eu pompa el cuerpo de-un rey.» tae (Ricardo If, 1V, 1) a ‘Shakespeare? Antes que nada, en su gran abreylaclén, fen gu rablosa condensacién, Porque més dramatica que el drama de Juan, de Rnvique y de los Ricardo, e5 la historia mnisme, El mismo funcionamjento del Gran’ ‘Mecanismo. Shokespeare transforma afios enteroa-en ‘meses, meses en dias, en Una gran esoena, en tres 0 ‘cuatro réplicag, en lat que hace caber toda la quintas evencla de la historia, He aqui el gran final de cada destronamiento ‘Pues dacime permiso para irme, {83n que consiste Ja dramatizacion de la historia de A donde querdis, con tal que sea lefos de yuestras riradas ‘Apdad, conducidlo alguno de vosotros a la Totve. Bf miérooles préximo ger muestra soleinne coto naclén, Prepataos, lores.» (dtiewrdo 11, 1V, 0) ‘Nos acercamos al final. Silo quede un acto mds, el ‘tin, Pero ese timo acto sera, a1 mismo tempo, e} primero de ona tagedia nueva, Bats tragedia so (en sé un tlulo nusvos Bnrigue TV. an Ricardo IT, Bo ngbroke ere un héroe poniive, Ha. el vengadors BL frasride a loy-volede'y ein Justicia. Peso en 8 (ela tabeicito papel que el de Mlcar- Fah pl elo vuelve a ernpezar Dox Give lacmitad de Yo gran eazallnas do. Fecctecati a cormacion. Bolingbroke ya "Veslico con ropaje real, en el aslo de “aBlenvenido, iflord ,Qué noticias hay? Primero, deseo toda clase de venturas a tu poder pagredo. be noticia mis reciente es que he remiti- dove Londres laa cabesas de Salisbury, Spencet, ‘Blunt y Kent, Loe pormenores de su detencién fe ballan minuclogamente explicados en este pa- pel. (Prosenténdole un papel) “e damos las gracias, gentil Percy, por tus moles- tins, y necompensaremos in meérito en su justo va lor. (Entra Pitewater) Iilord, ne enviado de Oxford Londves las eabe- tno de Brocas y de sit Bennet Seely, dos de los paligronos traidores ssoclados para tcamer en Ox ford tu ruing funests No olvidaré tus molesting, Fitzwater, nabifsimo fa ta mérita, lo reconozco con satisfaccién.» (Ricerda 1, V, 8 ‘Ghbsffatabe de eta cconn ca ou total nkdure ld! ch nada Mublera ovucrido Come soda ee ‘id amps’ be le manda alrey ene exbuss. at apa Poo Sakexpeareno pede tert als te edie. Le hoe falta ua conmocton. Tene que inte tii en a tntionamtenty del Cran Meosdlsms co destaio cela conclentn, Ua aap dette, per ver Aederamente genial, El hueto monarea esd cepa Bf Gos extern mas Ta cabes ms nparante oe Sinai fie encomendado at el aes soeape BBncomendad, er una ela demasiado sencls Los "reyes no orden ly pari, Los permien ay, F de anera que pustan ignore, Po colton Ip, i pairs 4 Shakespeare, ya que ta ea oon de apache [grandis eicenas que in htria fete, que've eset _ hen de usa ver pera sempre eno que to aes © enenismo del corarin hsnnoy el mecanisno el po fer, el mie, a loony el sitema, as coon fl rey no etl presente ope pronuncla hing nome Gitte: No ve dur nada sin eutnrgo todo td deve fi temeni, Jac evens ‘on gue Shokeapeate ccc ou veracdnd 3 Noha nolado ls palabras que a promunciado iN tendré un amigo que pueda brat H@He vivionte miedo?” No foe set SEs un amigo?", dljo; lo reptié dos ve- inglés voces Tucg9, ino? (Ricordo 11, ¥, 8 Yes aqu, en la dhiina escena de Ricardo IT, euan- Lao entra el tuts fel de entre los eles, Bntta con unos = sGran rey, dentro de este féretro te presento tu temor enterredo. Agus reposa, inanimado, el més poderoso y grande de tus enemigos: Ricardo de ~ Burdeos, iraido equi por mi ; (Reordo 11, ¥,8) + Y ahora es cuando so produce la chispa de la ge- nlalidad, Ahorrémonas la respuesta del rey: no tiene relieve, El rey echa a Exton, dispone un golemne en- tlerro para Ricardo, cuyo state seguira él en primer lugar. Todo esto no deja de ser le descripcign del Grat ‘Mecanismo, descripelén seca como una créniea me- ‘oval. Pero al rey ge le escapa tna frase que nos tras- lade ya en Ja problemétiea de Hamlet. Porque Ham let no puede ser lofdo sino a través de los dos Ricardo. En esta sola y tinies frase encontramos todo el horror repentino del mundo y de su eruel mecanisino, det ‘que nadie puede escapar, nt puede, tampoco, aceptar. Porque no exislen reyes buenos y reyes malos: los reyes sélo son reyes, 0, dicho en otras palabras y en 1 terminologia contemporanea: e6lo existe la situa ‘ibn de'sey y el sistema. En Mla no cabe la Ubertad de , eleceign. Al Bnal de la tragedia, el rey pronuncie esta 4} gran frase, que Hamlet hubjera podido deci: ‘Los que nevesitan veneno no amen por ello el (Ricardo 11, V, 6) [Bn el mundo shakespeariano, el orden de Ia accléa yy el onden maral se contradicen, Hsta contradiccién es le condicién humana y nade puede Ubrarse de ella nr Poco a paco, se nos va descubriendo el caricler tgico del mundo shakespearian, Pero antes de vol vera Its grandes preguntas de Hamlet heres de des- crit, una vez més, aquel mundo, Ver gue era un mun fo real el mundo en gue eatamos viviendo, Observa ‘una ver ms, ol funeanamiento del Gran Mecanismo, ‘desde ls peldios del trono hasta ls alle londinense, Hf desde la cdmara real, hasta la priaiGn dele ‘Torre. < Asetinado fe Enrique VI, esesinado el dugue é¢ ‘arence, hermano del rey; muri6 Eduardo TV. Shay : igpenneenaars on onoe fargo aoe dela hisein er Hio-dos primeros actos de Ricardo 111, como en una ransgemana de Difuntos. Sélo queda Wicardo.y lot elites que lo-separan del trono, Cede peldai es tn iepevep. Queden nin en vida dos hijo del fun {feoyipom fsableaelloatendzan que mori, Va genial She Shakegpenre:deapejs la histocia de In eserip- "iba anéodolacaal de la fabula La convirtio en Naytasiteperfodosvactos. yportanclarlog némbres hiséxios fidlidad a toe aconteclndentoghistéreos. La nea che Me a SHipano de un rey. O bien lente, se mole de sv poderos ti lsu cu de tn stualons; ttc i uted de Shee As le-fog-méstre una mafana, una tarde o una no- ;h-aguella interminable semane de Difuntos, el jen existe; existe inleamente la presenci de eT SFa nistocie —aélo eu aceibn, que sentimos cast fislea~ | jcmente-~. Vivimos una de esis noches dramétias en jque'el destino de todo el teina depende de un consejo. Envel castillo, quied de un solo gotpe de pulal. Una de sas noches hstricas en que el alre se hace més den> Soy Ido horas son més largas, cuando se esperan las noticies, Shakespeare no dremstiza tan s6lo Ja histori, fing también la paicologia, presenténdola en grandes tirones en que nos encontramos a nosattos mismos, ‘Ricardo detenta ya el poder como Lord Protector. veal qiedan dos aterrorizades mujeres: dre y la reing-viuda. Al lado juega un nifio de tien aioe: hijo y nieto, Llega el arzoblspo. Todos ‘esperan’y todos plensan sélo en una coma Ricardo? 1 ullala ‘del Bstedo, conoce los nombres de loo ave nada, Dentro de unos dias, de unas horas, seré her- Zaué hard pamblén el njfo conoce la historia de la fa- BE chiquillo dij algo impra- ‘Buena sefora, no 08 enfadéls eon el nif, Las paredes oyen.o (Ricarda 11, 11, 4 Tate palnelo, donde todos los miembros de Ja fami- 2 Bnlonees grita la / ‘es ute Sea eban ids noimbned ‘tos Sesinados,reevetde . i fuchoCa Blbinds, No abo Dinamares es una eércel ersuseno Pero lege Ya por fin el mensajero ‘hos poderosos duigues dé Closter y Buckingham, ‘kAqui viene un mensajero, Qué noticlas hay? Fi - - |, que me duele repetitlas, ea Os digo cuanto 2, Por eusl motive o qué causa ail san, han sido encarcelados Jos nobles, Io desconozco fen abeoluto, mi venerable sefiara.+ (Rioerdo 111, U, 4) MensazHno ‘jue ain la semena de Difuntos; es atin Ia misma 1 Jeadehe en que cambla el poder. Antes, Shakespeare hax [Sa tontenade amen afom de historia en unas euantae ff rwscens vileniat, shore os va mosirando ap har, ‘ina tras otra. Abandonatnes ya el palacia veal, Nos en- y BuauESA ‘contrantos en una calle de Londres por 1a que pasta, furlivor, unos abustados burgueses, de dos en dos, do ‘es en iret, Algo saben, algo hon ofd. No son el coro de Ta tragedia antigua, que comenta los acontecimién- ts 0 proclams la voluntad de los dioses, En Shakespea- . te no hay diases sino sélo monareas, de Tos que cada Rigs uno es, a su ves, verdugo y viclima, y gente viva HELE vei y land Grey an do ends en tgustada, que contempa ia gran ecalinata de In is fa'a Pomret y con ellos sir Tomas Vaughan °torla, Pero el propio destino de aquellas gentes de- pend de quien ponga el pie en el iltime excalén, de ‘qulen calga al abismo, Por ego tienen miedo, La trage- dia shakespeariana no es el antiguo drama de 1es ac- . UUludes morales frente a Joe dieses inmortales; el fa iQulén Lo ha ordenado? tum, dusiio del destino de los protagonistas, no existe Bion, sefora, y en salud, {Cubes son tus noticias? 29 juli! i gran el sealonoshakespeaian com. slbne en haber apercbido en qué grado os hombres {estan comprometdes en la historia, Unos 1a hacen, Ey se convierten en sus vietimas. Otros ereen hacerla y Wb convlerten,tabida, en us vllimas. Hay otos atin pj due no hacen 1a historia, pero no por eso dejan de ser ‘on €l engranaje del Gran Mecanismo; los ali- ‘gensllamente, ciudadanos del reino. La gran “juegp en los campos de batalla, en el pala- ial palagio real-y los campos de batalla estén evra, Pate es uno de aquellos grandes descu- cewuoAnano 3+ {Se contirma le noticia de la muerte det buen rey Eduardo? ceupanano 2 Sf, sefior; por deagracta es cletta. ;Dios nos asista % cvpanano 3* inlonces, seRores, preparémonoa a presen- cigr an mundo turbulento, crwpapano 19 'No, no; eu hijo reinaré, por la gracla de Dios To- Goo) La tivalidad por quién ha de estar més cerca Tos tocard de eevea a todas, si Dios no Io evita. Oh! duque de Gloster estd Neno de peligres, y Ios hijos y hermanos de le reina son soherblos y altaneras, Si en ver de gobernar fueran gobecna ‘dos, este enferina pais podria tener remedio como ates “Vamos, vamos, somos pesimistes; todo ir bien, crupanano 3 Cuando e fete ge encapota e sablu coe su apse (Ricardo 11, 11, 8) Sigue siendo Ia misma semana de Difuntos y 1a mis- rma calle de Londres, Ha pasado sélo un dia. Ricardo ‘and ya a aus servidores a buscar al principe de Ga- lea, Lag trompélag svenan y el jovencisimo heredero del trono enlza en Londres, Pero no estén ahi para re fibirlo ni au hermano, nj su madre, E\ duque de Yori. y la veina-viuda se sefugiaron, huyendo de Ricardo, en Ta blance entedral gatica de San Peble, Como st fue- ‘ran unos vulgares molhechorea a quienes Ta Tey ase. ° gure la Inmunidad en el templo. Hace falta sacarlos de > at. BI araobispo de Canterhury se niega, pero el diz ‘que de Buckingham sabe encontrar los argiimentos com vincentes a ‘al apoderaros del duque de York » (Ricordo 111, TH, 1) Y¥ al cardenal contesta ‘Por esta ver, milord, me habéis conveneldo.» (Ricardo 111, 111, 1) ontnda tofiva ts mis terminablecemana dt Dituntoe, Ya estén lo do herder el ton principe de Gales yeh dugue de Toe, ensayo __ Rite Tor herugen rige ya teh fo ‘ada hale estilo de Pomel fas desnr e | limilaen ie drdos ya tos onigs de ine 1 anda se ripldaent ts pda gue lo separa sdt'tron, Pero el gnpe de Eka we ser eee “hea Hay que'nrrre i Gara Seon Les y {1 Consejo Healy tenbrey el pico ena staat thorn ex evands ene es gua ores haces 7 aon embry en el Gey Mecano. Verein denen toda mislogia ytgata 1 green om, Bs: termon, ncn imagen ea price ple Vere ean dutta explo del Prince de Mage Dal gran enna dl gape de ase Peo, y Soe “fitiial, Supetioridad. de Shakespeare, esta escena se Wille Gorhombres earn y Hues ote ue an bre Queeon moctaeny ran do ravr a eabea 9 ape es io ps de ey ue NY io, cra aparienis de Yl, sparen te 22 deceiela, Sin embargo, no lo van a lograr, pues la his- alow convert Poneto en atta, > eg les deaptard rd, dena irrazonable obstinacién, ex- ‘cesivimente ceremoniogo y muy apegado a las tre- ‘iciones, Considerando Ie cosa no sino con la gro- ‘sera moral de este siglo, no profanais el santuario Son las custo de In madrugada, For primera vex Eo tm Ja tcogedia, Shakespeare indica ia hora exacia. |, precisament,iag cuatro de la madrigada, {Por qué? Boia nora entre la noche y el alba, la hora en que al, fei s taron 7 oe desi ego CUnDS fp que debla cumpltre; pero, al mlamo Lempo, es una hora en que la salvacion es atin posible, una hora en ‘que se puede todavia salir de casa. Be la tltina hora. 7 BE de le ubertad de eeccisn, Unos golpes de Ja aldaa BF alguien lama aprestradamente a la puerta, (Dlomando) (Dentro) ign Hama? ‘Uno que viene de parte de lord Stanley, asics (Dentro) {2QuE hora es? is palaces, aman » ls ecude fuscamente. Son, tan s6lo, hombres, Van a dar tas cut, BS ayers te Hina, comen,duermen'y dan Feinmotoslehos sa en st Sha. - JER) Ptamenic precast here 2. ‘asTinGs la‘madrugada. ;Quién de nosotros no fue a (Entra) ernie cers ie a madrogete roa rye ena wat {Puede dormir milord Stanley en estas noches Be ike eee PL ePor timto, ha decidido enviarme a saber las in- | tenciones de vuestra seforis..., si queréia montar ‘inmediatamente a eaballo con &l y galopar a toda Ce gi prisa hacia el Norte, para evilar el peligro que ‘apresiente su alma.» ie Asi parece, por lo que os voy a decir. Primera- ‘mente me encomiendo a vuestra noble persona, Bril/Hsitings fue deapertedo a lan cuatro de la Foaada, Lord Hastings fue advertido por los ami feier6.n0 ue capar de tomar In declan de hil, eiG,7nuchacho, vete; vaelve a tu sefor, Dile "due nada tenemos que temer de ests consejos vo. ‘parados. Su honor y yo perteneeemos a tino de ea | MENSAIERO fos dos.y mi buen ainigo Catesby al ott. Dile que sus temores son vanes e infundados, 9 tocante a asp suefios, ue me asombra sea tan pu FAS004 ldnime para dae fea quimeraa de un suefo agi. (Bierdo 712, 1, 2 GY (ado, Huir det Jabal arten que nta pores ae © exellarle a eovrer tras nasotres y a ener sobre una Kaira en Shakespeare esos cortos momentos en Dilews que no tenia intencién de carat. Ve, ai 8 U0 ‘que repentinamente emplaza la tragedia en lo cot AUS amo que 8 levante y venga a buscarme e ine. iano, cuando lo provagoniste, antes de une batalla + moa juntos a la Torre donde, 10 ha de ver, et fe sorters o después de haber tmado una conjura, de ball nos seebird amablemente» 14 cust dependera ia suerte del reno, se var # cenar e's dormir: («Cenemos ahora, despues diseuiremos os Ricardo 11, 11, 2 detalles de la conjuraa). Duermen profundamente.¢ bien no pueden concilar ef sueno, apura de un troge ln hora In dettén pss, Todo estén yo en la (..) También os informa de que van a reunirse os consejos.» 35 rns PEE) cies toatnca de Pomfret, Todos “ Agradétco 8 Su Gracie carifo que me profes FG iFecccor ce Ia misma mess. Todo el “1° proven lo.que conelerne 8 sua proyects, m0 1o ecerbna, los mas altos sefiores del reino, ‘hesondeado, ni él me hia dado tampoco parte al- funa de au grecons voluntad. Pro veo, hanoce- Iie lord, poddis fla ina fecha.» tra Ricardo. Por fin los lores oirén su vos, poi fin azbran. Y esto es To que oyen: ‘Mord de Bly, la ttima ver que estuve en Hol: born vi unas magnifica fresas en vuestco jardin, Of ruego me envi algunas.» ‘{Dénde y cusindo ha oido Shakespeare la cruel risa del lirano 7, sino Ie ha off, oSmo la ba presentido? Observemos, una vee més, alos hombres més temi- dos de Taglaterra. Hstin sentados, ain mirarse a los ‘jos, callados, ‘Tratan, mutuamente, de leer sus pen ‘Seunidatos, Pero, sobre todo, tratan de adivinar Jo que jensa dl, el Lord Protector. Ricardo ha salldo sin aia~ Gir tna pelabra #E «i quién conoce las intenclones del lord Protec- EEE. tor soncea cel particular? :Quién es el confdente. ‘mda tntimo del noble daque? {Qué trazos de ex corazén babi percibido en sa festro por Ins apariencias que hoy ha dejado en- Bile? Conocemes cada uno el ros ARES nee craze wo Hib lirasstove yo as vuedee 0 dl Flo gu yo dl io. Lord alg cc ub inn atcha iad ‘A fe, que no eaté ofendido agus con natle, pues de lo contrario, su mirada le delataria, a Quiera Dios que as cea 0 al que tenia reparos. Ha escogido ya su viene En esta escena det Gran Consejo, Shakespeare no dejs Ai un momento respirar al espectador, taco tl ticwe Jo mantiene sin aliento, Hay un silencio tal, que se oye el sire entrando en ls palmones. Esto, presisnwvers te, es ta historia ain vacios Habla Ricardo, Conocemos de memoria estas pa lab «Ruego a todos que me digas: ;qué merecen los que traman mi muerte, valléndose de media da Dolicos de condenada ‘hethiverfa, gue seh spaderado de mi cuerpo con sus infernales male: ficloste Lord Hastings no queria exter al jabeli. Tard Was. {ings tenia amigos en el Consejo, Crefa en la legulldad Deseaba el golpe de Estado, pero en la majestad de ley, Haeis apenas trea horas, defendia ain la egitim. dad del poder, Se'habta negido a ser edmplice de tne violencia ablerta y manifesta, Queria consetvar los vos, {igios de le vergilenca, ls vestigiog del honor, Tien hombre valiente. Lo jus, Shakespeare, segiin parece, Fpunca habia visto el mar y, seg vacios sablos co, adores, sus ojos munis’ hablan ‘ptitemplada an Sf impo de batalla. Tgnoraba la geogratia, Pars el, Che sypetslovaguia tente acceso al mat; Prolco se enbarea para tr'de Verona a Milén y, peor que peor, espera Ia brea. eresiente. Parag Shakespeare, Warencia eo une 5 fitdad portuaria. Pampood eanea ia hisorle, Bu She speare; Ulises eta a. Aristbteles y Timén el Atenten. ‘veea a Séneca y a Galeno, Shakespeare desconacia Rlcardo vuelve por fin, Ha decldido ya, he olfatea- GOTO tn hablar seria el noble lord Hastings, aenten i : 0- MLA MMl0GitiayPero: Shakeapesre sabia que, eh 2] eM Corselo después de las palabras de Ricardo, el ‘lindoge a sf mismo @ muerte, Me parece oir su vou: Para el lecho de vuesira aleoba.y Biste es el momento de la primera victoria de Ri- ardo, Mientras mentia, mientras tergiveraaba y nega ‘el crimen, estaba reconociendo la existencla del or. len moral. Ahora lo decrumba, Rleardo y Lady Ana jn solos en la escena, pero no estén solos dnicamen- fe-én In escena. Lo estén en e) mundo del asesinato, fie Is viotencia, de te ley del mis fuerte y de ia cruel. ‘© Que el insomnio habite Ia aleaba dancle repos icas9 ‘Ast ser, sefiora, hasta que repose con vos. Lo creo “in este momento, Lady Ana ya est perdida. Ri Fido le arrebets la terra que peaba, Ast pues, odo e fuel mecanismo, la muerte de lor suyos, e suplicio los grandes seflores de reino, la lucha por et poder. Ja corona, jtodo fue por ella y séte por eal El mun- 0 fue cespijidd do las aparionoas, el ondén msral 1 fc devrumao, bore ein historia la que tej de tats. Ques ao una me, tn hombre el ate sengre vet, ‘xjVuestra betleza fue la causa y el efecto! {Vuee- tra belleza, que me inclté en el suefio a empren- der la destrucci6n del género humano con tal de poder vivir una hora en vuestra geno eneantador! {Si creyera eso, homies, te juro que eaten fins dsgarrarian la belleza de mis mejilee : Shakespeare posee ef don de fa clarividenela psico- Aégica. Mo esta gran escena, vivientanente, de replica en répllca, en grandes abreviaciones, realize su viaje hhacie los confines de las tinieblas. Reduce el mundo ‘as fuerzas elementales: el ado y el deseo, Lady Ana dla todavia a Ricardo, pero ya ae enewentra sola con su odio en tn mundo donde solamente exite el deseo: Hay que leer esta escena a través de micstva propia“ experiencia, hay que hallar en ella la noche de 1a oct ppacién, la noche de tos campos de eoncentracién, Ta Inoche de los crimenes en masa. Debemos ver en ella 4a eruel época en que sellan todas lan normas morales, fen que la vietima se convlerte en verdugo y el verdu. go en vielima. Lady Ano eseuplrd todavia a la cara -~ ‘de Reardo, pero seré ya su ultimo gesto, su ditima de~ fensa, antes de rendlree, Lady Ana no se entrega a Rieardo por miedo, Le sigue para llegar al fondo mismo del ablsmo, Pare de- 6 “Auéda viva la memoria; ella también, pues, debe Flay que matarse, 0 matar en si el ditimo vest! Bio do Ja vergiienza, Lady Ana va a la cama de Ricar para —segin dice Conrad-~ esimergiree en el cle- Porque si toda la historia no es mds que una gran Phatanza, qué queda fuera del salto a las tiniedlas, filers de la eleccién entre la muerte y 1n volupivosi- isd? Le. genialidad de Shakespeare impone a Lady Pina esia eleccion, la itima y tnleaeleceidn que le que do entrega un pufal « Lady Ana cane ‘ fen no lena onatign, In hellesa eseoge la fealdad, los destinos: humans son arclla que se deja moldear a voluntad. No hay n{ Dios, ni ley. ‘cteniendo a Dios y au concienela y a ese atau contra mi! i¥ yo, sin amigos, que amparen mi fan, a no Ser el diablo en persona y algunes mi radae de eoslayol (Y ain la eonguisto! EL uni- ‘verso contra Ia nat (Ricordo 111, 1, 2) ‘Ricardo HI reclama un espejo, pero es ms sabio ‘que Ricardo TI, Reclama un espejp, pero al mismo tiem- po manda que los sasires le hagan un traje mievo, “Apantes sobre Shae 5 a vir Shakespeare contempla el implacable meconismo de fo relnzdas cn el tarroe medieval y sn ls io: ‘ey el prinipo del Renacnlento, 1 ol no ges a. rededor de lo era‘ no existe nel orden dng a feat, nl orden sia. rey no es el ung de Di y'la ‘polities no es ms que el arte de cangepule Y meno el poder. Bl mundo es un expedient pi Tecido a Ta tormenta 0 al huracin: los endeben ave. Tnnos e dob hasta el suo, lon grandes arbelen derruman, avancadee de eva, Rs cruel el orden de 1a historia amenasador orden de In naturalers, ef ontsas ls pasones que engendrse corain ano, Stlarpente aun comedia eveea Shakespeare ls ‘mvigenes de la‘uopis renaeentiss, Las amas ae feneventian en el Bosque de Arden lip secupea ls hetencia de i cual fle despjado toa hombrey bres ‘tan y onion la eanclones el rey, bueno fea, ‘nelve a reine. Pero hasta Ta atop det Haagve de ‘Arden y el apasionado suo de on noche de vert no son mareads por el deogarro de unas cntradcto- ies interes. La temoni alo un ooo y Togse Incante de lett bn pote) eb entorblads por a amarge Doria de acobo, De toda la bra de Shkespeateantesior al ato 2000, 4a que los buenos hitoriadores de Ideatura dl flo xx ealifesrn como options, elo Enrique IV ‘enos enti ls bras meses puede Tamar un Gh desenfadnda. Ey ambos Ricardo y en los Bart de lterores, le Gaiea drematis persona d le irage: ‘ia esta Histor, Bt éroe de Burgue IV eo Platte. Slguen lodavia degolindes Ios grandes scores fendales. i rey Enrigue IV, que acaba de arebetar el trona‘a Ricardo Tl para ajsllaslo luego y ase 8 nar a todos sus allados, no redimié sus erfmenes con un viaje sla Tierra Santa. La rebeli6n eunde entre sus seguidores, entre los que le babian ayudado para con- ‘seguir el trono. Ye ven on él aun nuevo tirano, I ‘Pals de Gales y Hscocia se sublevan. ¥ la historia vuel- ve a empezar, Pero en Enrigue TV, la historia no es ‘més que un pergonaje entre los muchos del drama. ‘Aqui, el drama no tronscurre exchusivamente en el palacio real y en los pati de los eastilos feudates, no ‘be decide, tan sélo, en los campos de batalla, en la ‘Torre y en la ealle londinense por la que se destizan fuytivamente unos abustados Durgueses. Al lado del ppalacio veal hay una posada, la de la «Cabeza de Jaba- Y, en esta postda, el rey es Falstaff. Entre los ca- gis de a aust ‘erie hlstri, se etremezcls ‘de repente una jugosa comedia renacentista sobre un frueso hidalgo, & quien eu enorme barriga le impide ver, desde hace decenas de afos, sus propias rodilas “A Bnvique TV prefiero ambos Ricerdo, Son, para ‘mf, un género de teagedia mucho mas profundo y més riguroso, En ellos, Shakespeare pone al desnudo el me- feanisme del poder de manera directa, sin recurrir a rodeos, sin cfesr ficciones. Destrona la majestad real, la despoja de todas las Husiones, y para hacerlo le ba ta el propjo orden de los reinadas, e] propio mecanis- mo de It historia, Bn Fwrigue TV, a situacion ea tinta. 1 heredero del trono es tn futuro heéroe nae clonal, veneedor de los franceses en la batalla de Aain- court, Brrigue IV es ya una epopeya patridtea, ‘Shekespeare no renuncla nunea 8 gus grandes con- fronlaciones, pero este vex las ordena de otra manera, ‘A los sefiores feudales que se degollan muutuamente ontrapane el garganiuesso personaje de Falsta, Sit ohn Falstaff no es solamante una personificacién del furor renacentists de vivir y de la sonora rise que so ‘burla del cielo y del inferno, de la corona y de todas las demas leyes del reino, Hay en este gordo cabsllero 87 ee luna sabicuriay Une plobeya experiencia. No hay cule Sedo aie se dee embaucar por Ia historia. El Pasta shakespeatian en busén Hay en gu 17 sees magn. La pi mera cuando Falstalf nomBrado por e pinelpe cope |Gane inner se pone en etna con su cestaea ‘mento para unite al gnieso Gel ere. Todos sue Fecluta son unos Rarspentos,mendigs y lsados Quien dspusiera de cuatro peras, se abla eevatado 2'su capllén del alstamiento. El Joven principe, ate frado, mira ela lamentable trop, Pero Fale le [eee ‘Bastante buenos para ser aurrados; came de oa | én, carne de eafén; lenarén el hoyo tan bien como el mejor. ;Pehs! {Hombres mortales, hom. bres morteles!» (Borique TV, p. 1, 1¥, 2) ‘Toda ena eacena podeia fguror literalmente en el teatro de Brecht, Sdlo despuce de haberla leido, se comprende cudmto le debe Brecht» Shakespeare. ‘La segunda escena, es Falstaff en el campo de ba talla, Mirg 2 su alrededor, cone encontrar el mejor re ‘uglo, monologendo zQué es el honor? Una palabra, {Qué es esa pa- labra de honor? Aire. jUn adorno costoso! ;Quién Io posée? Tl que murlé ol miércoles. ;L0 siente? No, :Lo oye? No. £18, pues, una cosa insensible? Sf, para los muertos. Pero ;n0 podria vivir eon Jag vivos? No. ;Por que? La denlgraciin no lo 6a- {ria por tanto, no lo quiero. El honor es un simple escudo de’ armas..., y asi scaba mi cate. Bnvique 1, p.1, ¥, 1) oe ‘Bn. Bnrigue 1¥, Shikespeare: confronta. continut™" mente dos Inglaterras, Los grandes sefiores feudales ‘van maténdoge unos 2 otros; el joven principe desva- 1ija a log mereaderes por Joa eaminos y en compafia, ‘de una pandllla de bellacos pasa alegremente el tie- po en las tabernaa, Bnrigue TV es uno de 10s escasos ‘dramas apologéticns de Shakespeare; el joven princl- pe se convierle en un rey sensato y valiente, La mo- Taloja es, sin embargo, bastante ponzofiosa. Resulte que la compatiia de Palstalf y de ls salteadores de eaminos e2 mucho mejor escuela de la realeza que la ‘arnleetfa feudal, Por Jo dems, no son unas ocupaclo- ‘nes demasiado diferentes, Basta recordar al Rey Jan: Primo, s8) para Inglaterra. Procedednos a toda prisa; y antes de nuestra egada eulda de vaciar lo sacos de esos abedes atesorados; pon en li- Derted a tos encarcelados Angeles. Preciso es que Ja rolllza carne de la paz alimente ahora 2 los ‘hambrientos.» (2 Rey Juan, 11, 9) 1K Hemos de volver, por tltima ver, alg metéfora gha- ‘kespeatiana dle la gran esealinats, Rlesrdo TI erece jun- to 2 Ia tragedia. Mientras se encuentea en la primera ‘mitad de la escalinata, es rey solo de nombre; tiene ue Uogar hasta e) ultimo peldafio para aleanzar su gran dimension trégica. Le éptics de Ricardo TIL ea Jnversa. En Ja primera parte de Is tragodia, Ricardo 101 cs Ta inteligencia del Gran Mecanismo, el demiurgo de Ia historia, el Principe de Maquiavelo, Pero Shakes- Dare subfa ins que el autor del Principe. Ricardo TI, 89 6 i, tomo si lo aspirara. Poco a pato, el rey va Feonvirtiéndose en una de las ruedas del mecanismo. Dela de ser verdugo, ya no es més que vietima; lo tra 6 el engranaje, 2B Principe cresba la historia, Bl mundo entero era [para él un pedazo de arcilla dc » sus manos. ¥ sho- ,€1 mismo es an pedazo de areilia, moldesdo por ma- os ajenas. Me sobrecoge siempre, en las crénicas his- jtorieas de Shakespeare, Ia percepcion de aquel mo- Fivenlo preciso, cuando Ta historia leva a un principe, asta ahora todopoderoso, a un eallejin sin salida iando aquél que creaba la historia, o bien se ereaba Flusiones de erearla, se converte en un objeto de la historia. Cusndo el Gren Mecanismo demuestra ser més fuerte que aquél que Jo habia puesto en marcha En el timo acto de la tragedin, Ricardo TI es ye, ‘tan so, et nombre de um rey fugitivo. La eseena se ‘traslada de wn campo de batalla a otro. Lo persiguer ‘nuye, Ba coda vee md dsbil. Le alectizan ya. Glo te ta ahora de salvar a0 vids: Un caballo! jUn caballo! ji veino por un ea- ballot (Ricardo 1, V, 4) ‘Asi pues te era el valor de todas las eosas. Ts steel verdadero precio del poder, el precio de la bis- tori, e] precio de la corona del ungide de Dice. Un buen eaballo vale més que todo un reino. Bs le lt ta gran frase del gran ciclo de erénieas histérieas de Shakespeare. En otofo del aho 1958, en Ia versovlana Casa de 4a Cuntura, Woszezerowiea, con un grupo de jévenes actores, represent algunas escenas de Ricardo ITT. La ‘sla estaba repleta de piiblie, el pequeto islote de la ‘estrada desaparecia easl, ahogado entre la muehedwm- bre. Las Inees eran normales y no hubo accesoria al- ‘guno, Woszezerowics se quits la americana, llevabs un grueso jersey negro que le Megas hasta la barbila, Se ‘Subié la manga iaquierda y vimos el mulién seco del brazo, Bn el dado indice de la mano derecha lievaba ‘une gran sorta, Nada més. Lady Ana iba vestide de ‘manera corriente. Bl hombre del Jersey negro habia ‘matado al padre y al mariéo de ella, y ahora estaba insistiendo para que se acostara con él Fl Jersey ne- ‘gro que le cubria una parte de la barbilla ge paresla una corasa, ;Pero se necesita una coraga pata ma- tar? Nunca habis visto antes un Shakespeare seme: Janie, un Shakespeare tan denso, Desde aquel Yoomten- to, yo ealaba experando a Ricardo, Finalmente, en el mes de octubre de 1960, en al teatro eAteneuims de Varsovia, vo lugar el estreno de Ricardo ZIT eon Woszenerowica, . ‘Dio de prisa los primeros parce, errastrando lige- remente una pierna, Se pard, se puso a relt. Dijo que Ja guerra habia terminado, que ahora habla pag, que ‘ya se podfa enfundar la gastada espad. De arriba caen ‘unas Yeas, una, otra, y la tereere,y luego Je cuseta. RE- ceardo estd hablandose a si misma, no a nosotros, Vue ve 2 relrse, de si mismo, no de nosotros. Tlene una cara ancha; el pelo enmarafiado, lleva una tniea a= cia y rota, Asf podria Wosuezeroviea empezar el papel de Sgansrelio; con la misma earacterizacién, el mis- ‘mo tono, la misma risa, Hsté ahi hablando, con las 1 ‘Olivietestuvo faseinante desde el primer momento, on él, el defecto {isico apenas era visible. Bra magni F fico y terrible, era hermano del rey. Waszezerowiez ‘ice ias palabras sobre la paz riéndose. Uste enano con- ‘rahecho empleza por una bufonada. Sele es el prlmer sescubrimiento y el primer choque, Hl es el mas bajo de todos, tiene que levantar la cabesa para mirar a lee sdemds a ta eara. is rifeulo y 19 sabe, él lo sahe-todo. Bn el teatro novecentista, el papel de Ricardo per K tenecfa a los actores irégicos, gue lo hacian en tan f:trdgieo, Representaban Ia patologla, o al gran erimi- f nal, o sl asuperhombres, Woszczerowice, el primero, ‘esttuetura el papel de Ricardo con tados los medios dde un actor eémico. Su Ricardo carga Ia nota, se arvo- dill, remeda la compasin ¥ la ira, In benevolencia, la ‘abia y el deseo, incluso la erueldad. Su Rleardo esté por encima de todas les situaclones, no se identiiea ‘con ellas, las thaceo solamente. Hn ver de weer, n- ‘ge. Woszezerowiez es un gran actor, pero sa Ricardo fs un actor todavia mas grande. B actor, en et sentido fliteral, es aquél que desempefia un papel y lo inter- preta,'Bn Ja terminologia judicial, ol actor es el cau Lo mismo se dive de los gran des actores de la historia, Bllos la desempefian y la nterpretan. No les averplenzan las bufonadas, no les ave oli representa; est por encima del papel. St #5 director de escena,esage el papel eimpone la s- oloes\Butonces, para, todo es teatro. Hace entrar Sdeiel jiego. Ycuando se queda solo en la Lie tes puede relrse, Puede rexonocerse bic én a sf mismo, Un superbuten. ‘A Shakegpeare le gustaba mucho compare la vida ‘ion ef teatro, La comparacién ea antigus, pero es Shar n ne ae leedpeare ‘quis Ie infundi6 te profundidadyS4l BL eTeatrum Mundis no es ni trglco mi eSmieo. en i, tan sélo, aclores trigioas y aetores eémioos. ;CuAl 5, eh exe teatro, el papel del tiraslo? Ricerdo 9 im personal como ls historia. Fone en mareha la apieona ora de la historia y ésta, después, pasa por exctma de 1 Ricardo ni siqulera es crvel, No cabe en la peice Togla. Hs e6lo historia: unos de sus repetidos capituc Jos, No tiene cara, Pero el actor que hace el papel de Ricardo debe tener una eara. Bl Ricardo de Woszezerawicz tiene una ‘ara ancha y se esta riendo. Bs impresionante esta risa, | més terrible de los liranos es aquél que se const, ddera buf6n a si mismo, y que considera el mundo en lero como una gran bufonada, Pntze todas Jos ereado- res de Ricardo, Woszcterowies Inlespreté primero de ‘este modo a Shakespeare, Creo que lo interpreté genial- ‘mente. Empezs su papel por una bufonada, y bufo- nnada es su materia, Todos los gestos eon gestor de bu. fon, Los gestos astutos y los gestos crueles, los gestos ‘amorosos y los gestos sutoritarios. Pero no séio los sgestos son’ una bufonada; la bufonada es flbsotia, La Dbufonada es Ia forma més elta del desprecia. De’ un desprecio absolute ‘Ricardo ya es rey. Lleva ahora sobre los hombros lun manto real, Bste manto fue eanfeesfonado en unas, pocas horas. Los demés pueden enidar de sue vestidu-”” 185, a €l no Je hacen falla, 1 slempre tiene peisa; los ‘dems tienen tempo para las tontetas,€1no tiene flere po. Al escenario vacto fue traido un trono. Se parece 8 um eadalso hecho de tablones. B] enano esta sentada hora en Jo alto, como una arafia. Tiene en Ja mano las insignias de la realeza. Su desprecio las abarca 8 ellas también: pone el cetro bajo sus pies. ;Qué ea un etro? Una vara de oro. Ricardo conoce el precio de esa vara, ow ‘el io set, tan sto, deja Beard de oe un n Inn, Basia entonee, nia Fado fos estado de Tabiny-de nar, hala tad Ta pieded hasta el flea Poy sors ee io ved la aaa Tra cop papel estab por entra de os de Iii Abors ye cs Glo’ um Hombre quer ule Ten asesiaiTecatdo no quiere acepar este papel, ero lene que hacer. Ahora ya noe, ya no eb mis tte un enon, psa, deforme Dentro de un momen” to ser degolado como un cero. Dela cabeza del ce ‘hier aanctndn la corona, Abra el nuevo rey, joven- tll, hablar dela pa, Desde rsa van enyendo unde Fela una, ota y una rer, 9 Taego una euarta Th gue Vitesta bablasdo de py de perdn, de Justa, ‘Tide repent vor te hace eaiceste camo lade cero mina muen desgura un iane au ear an coyendo fat ej La ental ne Tey © 75 Come afte radiant u BL HAMLET DE ESTE MEDIO SIGLO “ 1 1a bibliogratia de las cisertaciones y estudion so- bre Hamlet ea dos vores més voluminess que el iistin leleiénico de Varsovie. Sobre ningin danés de carrie yy hueso se ha escrito tanto eome sobre Hamlet; este principe shakespeariano es, ein duda alguna, el més famoso de los daneses, A Hamlet To eubrlé una fron- osidad de glosas y comentarios, senda uno de los po- oe héroes literavios que viven fuera del texto, que viven fuera del teatro. Su nembee sigeifen alga’ has. a para aquellos que nunca han leide ni visto et teatro de Shakespeare, Se parece en esto a la Mona Lisa de j Leonardo, Sabemos que sonrie, aun antes de haber mi- ado el cuadro, La sonriea de’ Mona Lisa se despren~ 4ié, en cierto modo del retrato. Hay en ella no solar mente to que expres6 Leonardo, sino también todo 19 3 ‘gue Sobre esia sonrisa ha sido escrito, Demasiadaa ras, Jeres y muchachas, poelas y pintores, han intentad. Geselfrar el misterlo de aquella sonties, Nos gonrfe no = ya Mona Lisa tan aélo, sino todos aquellos. que qui. Sieron adivinar su sonrisa, y todos aquellos que Ja han Imitado, ‘Lo mismo pasa con Homlet, y sobre todo, con Hami- Jet em ef teatro. Fire nosotros y el texto ee interpane no solamente la propla vida de Hamlet dentro de Ia, cultura, sino simplemente sus dimensiones. Hamlet no’ - . DOS PARADOJAS DE OTELO Taco He, tn good time, must hie lew tenant ‘be, And I, God bless the mark his Moorship’s ancient. Rovsncs By heaven, Lather would have een le hangman! an Graniave ‘Torments will ope your lips va) : ‘That's he that was Othello = here T am, 5 72) 1 Muchas casas nos repelen en Otelo, Sobre todo, 10, que, hasin hace poco, fue més apreclado, +E! mejor, ‘aunque no el ms grande drama de Shakespearer, ea, wat teatro? ‘Thomas Rynes, que tenia gustos elésicos y, ade- Inds en el sentido francés de la palabra, escibia hacia finales del siglo xm La moraleja de este relato ex muy esificante, Primero: Puede servir de advertencia a las seio- ritas de casa bien para que no se fuguen eon un Negro sin el consentimiento de sus padres, Se- ‘gundo: Tambien puede servir de advertencia alas fieles esposas para que culden bien de su rope interior. Tereero: Puede ser il, iguatmente, ‘como una leseién para los maridos para que, an: tes de que sus eelos los leven a.unos actos tag ona, se procuren wnas pruebas de infdelided ma lemiticas, (..) La parte trdgica se parece a una Sangrienta farsa, sin ton ni son, sabor nl gua- tor (2. Muy parecido debfa ser el punto de vista de Duels, cuya adaptacion de Otelo fue puesta en escena en Parla enol afto 1702. Bra el primer ao de Republion, pero Duis considersba que, a pesar de la revoluclén, Shakespeare segu{a siendo demasiado violento y eruel para los franceses. ln contra de la tradicl6n ingles, Ducis cambio al negro en moro; au Otelo era amarillo, pra no espantar —sogin escribia— log ojos de las Iujeres, Desdéinona no perdla un pafelo, el pafiuelo formaba parte de la ropa Interior femenina} ni squlera esta palabra pode pronunclarse en eacena, Las Desdé- calf Ske Rated MLR, Rly. The Arden Shakegere, "Cling an: Hemi Poushtre, Shaketeare, drameure, ‘astibethaa, Cia 8s ud 12 | | | ‘mona de la Convencién aélo podisn perder und dem. Otelo no estrangula a Desdémona, pues seria tuna muerte demasiado vulgar; Ducie ausltuye ta al- ‘mohada por un pufal. Aun quedaba por arreglar el” final. A les espectedores revolucionarios no les gua- aban Jas escenas sangrientas. Bh e] momento en que Otelo Tevanta ol brago para asestar el golpe mortal a Desdémons, entra corriende en el dormitorio un men- sajero de Venecia, gritando: aBarbare, que fals-Lu?» Ducis dio ala obra dos finales a escoger uno buena y un malo, Otelo tue representado por segunda vex en Fran- la en el aio 1829, en la traduccl6n de Alfred de Vigny; ‘BI Moro de Venecia abria el camino para Hernani. Des * de aguel momento pecisamente, Ofelo result ser la ‘mds novecentista de las obras de Shakespeare, y. no s6lo por ser la mAs romantica, Ofelo se ajustaba a to- os los teatros novecentistas. Tra Ia obre mejor con feccionada, era pera y melodrama; tenfa color local, habia en ella grandes caracteres y'pasionea, era une bra hisideic, polologlea y reallsi, Era, desde ego, Ja mmsjor obra’de Shakespeare. Bajo la fecha del 28 de agosto de 1820, Karol Sien- Iklewice anota en su Diario det viaje a Inglaterra’ sBislave en el teatro, daban Oteto, Bs una de. las ‘mejores tragedias do’ Shakespeare y Kean trabasa fen ella de manera inmejorable (..) Bn et quinte facto hay una esvena terrible, Al levantarse el te- {on en la segunda escena, se ve al fondo una cama ‘con Desdémona durmiendo, totalmente como «8 debido, eon un gorrto, bajo las mantas, La cana lene cortinas, al lado hay una mesita, un tocador, y hasta decian que debajo de la came se vela un ‘rinal. Batra Otelo con una lémpara en la méno, la pone sobre el tocador. Desdémana sigue dur 323 ign: in pial desnudo, a "Vent pararmatar a Desdémona, desputs de haber sufrido graves tormentos de cele...» Una tragedia de celos cabta perfectamente, tanto en foe la tragedia doméstica inglesa heredada del siglo xvut, - eon una Desdémona aburguesada tocada eon un gortito, {de noche, coma en un melodrama roméntico euyo pro- lagonista principe} ere, ora un primitive y apasionado ‘hegro, ofa un noble y digno desvendlente de los reyes de Arabia, Un Otelo comprendido de esa manera era 27% de hecho, una épera «oriental» en busca de su com- E:® ppsitr. La eocribié Verdi en el ao 188% no es * guramente euestion de azar que su Otela fuera el sini Figis. 60 éxito verdadero, quis, en la historia de las edapta- fe /, “tiones operisticas de Shakespeare. Bn el fondo, no existia en aquella época une gran diferencia entre Ia escenifcaciGn operisics y dramatl- ct de Otelo. Bn el acto segundo de la épera, un coro 40 lee chipriotag canta ca homenie a Besdémona, et tereer acto termina por un final de conjunta con la participacién del ballet, Bntre todas las obras de Sha- kkespeare, es Otelo ia que mejor se prestaba a la puesta ‘en escena grandiosa y magnifica; el espectéculo ballet- ‘operistico sobre un driental celoso iba transforméndo- se lentamente en un espectaculo histérico, pintando ‘una Venesia que epareeta de verdeds, Estas tendencias encontraron su expresién més to- tal en el teatro ruso, La tragedia de celos se convitl6 allt en la tragedia de abuso de confianza, donde Otelo ‘ra victima no solsmente de las intrigas le Tago, sino *~ taimbign de ta envidia del dx y de todo el senado de ‘Venecia. Stanislawski puso Otelo por primera vez en escena durante su juventud, pero el proyecto de eace- nilfeacién suyo que pas a Ta historia del teatro fue el 34 del aio 100; etviado dead Niza-pare ol Tete tco de Mose y publicado (2). 7 ‘La fora de le orquesta fue convertida por Stanis- lawski en un canal para géndolas, Hn el primer cui dro, las géndolas aparecen dos veces en el escenario; ‘en una de ellas llega Rodrigo con Yago y después, tam bign en una géndole, ya_en busca de Otelo Brabancio ‘on su ¢ortejo. I rema del gondolero debfa ser de me- tal, con la pala hueca llena de agua, para que al levan- tarlo pudiera ofrse el caracleristico chapoteo, Bn el se- undo acto, Stonislaweki introduefa vnos silencioses personajes ‘de turco-chipriotas, que esperan con in- ‘Quietud la legada de unos bareos y huyen, luego, des * pavoridos, viendo que la fotilla es de Venecia, Sn los ‘comentarios para los actores, describla detaladamente €l fracesado galanteo de Rodrigo a Deedémona y los fencuentros de ella con Otelo en las mafianas domin- fgueras, cuando volvia de misa en su géndola, Sabia, Ihasta qué clase de flores habia echado Otelo a ia gén- dola de Desdémona y cémo terminé la fracasada sere- nata organizada por Rodrigo bajo la ventana de és ‘Lo sabja todo sobre Desdémona y Oteo, desde su acl. rmiento hasta el momento de Le tragedi Después de la 6pera, le too6 el turno a la novela; despu6s del Otelo de Ver, vino el Orefo de Dumas. ¥, : fustainente en el Otelo Iefdo en forma de novela; 2p ‘ecieron de repehte todas las arbltreriedades, lag i precisione, todas las contradicciones de la fabulacién: ‘Los shakespearSlogos las conocian ya deste hacka mu-’ ~ cho tiempo; Granville Barker y Stal ae sirvieron juss 74 tamente del ejemplo de Otelo para demostrar el dable Auncionamlento del reloj shakespesriano, La noche de" ‘os celos sélo para Otelo dura desde la medianoche dhasta el alba. A Yago, a Desdémona, « Rodrigo, les ha- ‘cen falta semanas para que Ja accién pueda realizar 2) Baads wn te trduscén francesa Ja sele te en othe, Pari 18. Stanislawski Heys hasta sus sities eonseeuencias "les tendencias hacia un Shakespeare verista en tra- NEG jes historicos «de épocas, que gobernaban en todo él Fie « leatro curopeo desde los anos naventa, Il teatro de ayer repile siempre las interpretaciones de unteayer, ‘La tragedia de los ealoa y Ja tragedia de la confianza 1 ain qué paisaje se reatiza la tragedla de Otelo? ‘La pregunta parece absurda. FE) primer acto transeu- {Fre en Venecia, los cuatro restantes en Chipre. Ve- Iesia y Chipre tran mostiados yu pur el teatro reinan ‘eo con ta ayuda del cambio abierto; después parecta {ue fa escena girstorla iba a resolver todas las dife!- fades, Cada escena podfa tener un nueva decorado. If teatro inglés de principiog del siglo xix tenia aficién ' representar Otelo en unos interlores burgueses; Ive~ o, con el tiempo, Cielo fue convirtiéndose cada ver ‘mds en una pieza histériea, eon (rajes de époea. Bl tea. ‘tro naturalisia supo constratr en el escenario toda la Plana de San Marcos. Otel Uegé a eet tan inseparable de Ja eseenografia novecentsta, que es més diel fa. ‘inarlo representado en un escenario vaclo que cui ‘quier olra obra de Shakespeare. Venecia y Chipre son en Otelo, sin embargo, tan arbitraries come otros pai se8 y cluidades en todas las domds tragedias y come. ‘ia shakespesrianas. Chipre y Venecia no son ni més ‘ni menos reales que Elsinor, Checoslovaguta, Iiiia, él 126 ‘Adorable eriatura! ;Que la perdielén se apode- ze de mi alma si no te quiero! j¥ cuando no te ‘quiera, seré de nuevo el eaos!y (0tet 1, Otel, igual que todas las grandes tragedias de Sha- espeare, es auténticamente verdadero a6lo en el es ceenario isabelino, 0 sea en el ‘Theatrum Mundi, In, faquel escenario, como en Hamlet y el Rey Lear, el ‘mundo se sale de cus goznes, vuelve leads y esid ame=~ nezado el orden misino de la naturales Si es pérflda, jon, entonces el Cielo ve burla de fo puedo creerio! (Oteto, 10, 3) ..Acumula horrores sobre horrores; comete ac- toy yue hagan Horar al cielo y asombrar a 1a Ue (Oteto, 111, 3) Ei firmamento mistno esté conmocionado y perture bbado el equilibrio de lag esteras. Is como si la locura viniera a los hombres desde las estelise: ‘18s el efecto de Ia desviaelén total de la luna! {Se aproxima a la Tierra més que de costusnbre Y¥ vuelve locos a tes hombres!» (Oteto, v, 2) ‘Desdémona yace ya estrangulada. Sobre et mundo de Otelo cae Je noche apocaliptica «(Plenso que ofalé hubiera en este momento un wr (tet, V, 2) BI simulténeo eclipse del sol y de la hina es como ‘una vision del fn del mundo de ls pintura harroca, Cee Ja noche sobre Otelo. ¥no tan sélo sin sol ni luna. Agu, como en el Rey Lear y Macbeth, el elelo esta vacto, «No hay en el cielo otras pledras sino las que. sirven para el trueno?» (Oteto, v, 2) Otelo, igual que el Rey Lear y Macbeth, ex la tra- “ gedia del hombre bajo el cielo vaclo, Al final, Yago esta condenado a las torturas, pero quien esta’ realmente torturado, desde el primer momento, es Otelo. Como Lear, como Macbeth, como Gloster, Otelo va descen. diendo, Como Lear, como Gloster, como. Macbeth, es condusido 0 une situacion line, Apia, hasta el hal, ‘una experiencia humana. Como el Rey Lear y Macbeth, Otelo es una plomada que desclende hasta el fande, fs le sonda de las tiniebias. Las preguntas esencialeg sobre el sentido y el absurdo del mundo séle pueden ser resuelias al final del camino, justamente allt; en el abiame, G. W. Knight habl6 primero de la miisiea de Otelo (), Pero negé la unlversalidad de esta obre. Compa rado con el Rey Lear y Macbeth, Otelo era, para dl, lun drama que no alcanzaba el eimbolo, quetiando en. cerrado en su sentido estricto, Otelo, para Knight, no era una tragedia césmlca. A pesar de st insoporiable Telérica roméntiea, prefiero el juio de Vietor Hugo. (© 2. Wien knight, he Ota Mute, in the Whest of 128 es Tjek noth eaté-enatiorada det ta Lainigaisg ainan a lasaurore. Bl afticano ado- rua una smujot blanca, Desdémona es, para Ote Jo, a laridad y, al mismo tempo, la locura, Bsa if de sus celos. Otelo es grande, magni fico, majestnoso, elevado por encima de todos; en su cortejo van el valor, jas batalla, los clarines, log estandartes y la fama} lo rodes Ja gloria. de veinte vietoriae, las estrellas lo gulan, pero Otelo es negro. ¥ esto, precisamente, es lo que convier- teal hérve en un monstruo, el hombre negro pasa ‘ser un Negro. Bs como ei la noche llamara ala muertea (.) Este pérrafo tlene algo de una visién teatral, Pa- reve casi adaplarse a la Ultima ereacién de Olivier en el papel de Otelo. ¥0gp, a Ido’ de Otel es como um abismo al 5 Indo‘ tn coreminta de era, Por agul aioe Un eanala guiondo lo poe de un neg, LE impsta quiet ae ue par a neche, lee. ls caogen Ia mestira por gus, Puede ober Bgo mas terive paral inocencia'y In ceneles Ae el gro Otto el taldr Tago! Los sere Gries que pucblaa la noche se han puesto Acuerdo. Ambos pertniaeen In elpse y le eva Darlin tiga dela his; el prt ch suse Bioeaaullds l segue ex ot saresmn, Ctl Tepreuna ln hocbe, Pueta se ev haehe ae fa deiidomatar,joomo ra a cometr lst uci No, con ana alisobad, Matar, quiere de. = fie num en el suao. Niel mismo Shakespeare, fal vex, so abla dado cuenta de elo. Hl creator 129 EIN iter sitrangulan con tna oad grains dem primer abrazo ye au Ulm Sores EL Otelo de-Olivier entra en el escensrio bailando, on una rosa en la boca. Bl Otelo de Olivier estrangula '4 Desdémona entre los betes. mm *Yago represents siempre Jaa mayores difcultades pra Jos interpretadores, Log roméntlcos veian ef €, Fencillamente, al genio del mal. Pero hasta Mefistfe- ag ha de tener sus propias razones para aetuar. Sobre ‘odo, en et teatro, Yago,odia a Otela asi como a todos, Priplos demés, Los comentadores se dieron cuenta, hace Hempo, de que en ese odio hay algo desinteresado; ago oda primero, parece buscar Iego motives para su odio. La defnicién de Coleridge da en el blanco: amotive-hunting of @ motiveless malignity.» La ma- Ticia sin rezdn en Dusea de log motivos, Una embiclén, resentida, Ios eelos por la esposa, por Desdémona, por todas las’ mujeres, por todos los Hombres —este odio std buscando ln e2bar un alimento nuevo, sin que runes esté satisfecho—. Pero, si el odio busca las ta- ‘zones, {cules son las razones del adio mismo? ‘Ademds de la de Coleridge, existen dos excelentes definiciones ms de Yago. Carfyle lo Hama xan inarti- culate poets, Hazalitt un aficionado de la tragedia en la vida realo. A Yago no le basta con componer tna tagedia, quiere verla puesta en escena, adjudica to- ‘dos los papeles, guardando uno para ai misino ‘Yago es un director de eseena infernal o, mejor dl- 130 jos y ocultos, sus Fazones inelectuaes,nitidas y pte cleat, aparecen formuladas desde laa primeraseotenas, Yago, monologando en voe alta, dice? «Nuestros cuer os son Jardines en los que hecen de jrdineros nes- tras valuntadess (, 3) "BL Yago demonfaco es una favensién de le romén- >! ties, Vago no es ningin detonio, es un arvvista de, 9 rtestea époce, como Fucardo IIL. Pero en otra escala.* 281 también quiere poner en marcha vn mecsnismo ver dadero, aprovechar unas verdaderaspasiones, No qule- re dejanse engefar. «No todos podémos ser ames, ni todos Jos ames esldn felmente aervidoso (I, 1) NO et une afitmacidn demoniac, sino mds len Wilga eh si fevidencla. et ascento se obliene por revomendacion ‘ afecto (1,2). Tempoeo esta frase es demaniaca, Yago 5 un ser prictico, no eree en las ideologies y carece de iusiones «Ls reputacn es un prejelo ndtil y fengatioso, que se adgulere a menudo in mésito y se pierde ain tazéne (I 3). “Vago co mnguiavlize, eletemente, pero ol maghia- veismo, para él es abl ia generelizaign de una expe- Hencia ‘personal. Los (ontos ereen en al hanot 7” el amor. Bp relids, Glo exten el egosmo ye desc: los fiers soben subordina Tae pasiones la. amb iéa, También el propio everpo puede servic de uti 21 Haje. De anu el despreto de Yago para tnd Io-qy—."Ge! ita tas fuera, tanto la inordeiones morales, C22 mo el amor: oe «..jamés hallé un hombre que suplera estimarse, Antes de decir que me ahogaria por el emor de luna pintada de Guinea, cembisela de humanidad con un babuino.n (Otel, 1, 3) ‘Yago es un ferviente de Ja voluntad. Ted we puede» a1 ECan onl, Son molden” Bi eet p fitsllsien Yog; igual que en Reseda I, Elepsrto acs oe hombres ene ute qu el "Tala Yago: eB! mundo se compone de caraian {Berestpidics, de los que devoran y de los que son de Beslan y.comen. Las débiles no merecen compasién, son ‘gn cepagnantes como los fuerles, s6lo que més ton- 3: El mundo es abyecto, j Hlabla Otelo: El mundo es bello y los hombres son. : i EL mundo esté lleno de amor y fidelidads Sl-quitamos de Otelo el barniz roméntico, todo lo Ge melodramético y lo oper‘etico, la Lragedis de loa celos #yaa de a coniianca burlada se convlerien en tna dlapt- Jos fugaces momentos entre el nacimiento y Ia muer- et ayy pone eu mvyiniwnto we aieeanlemo de bafe- zayenvidia y eslupides, Igual que Ricardo TI ¥, coma ‘Ricardo Ili, eaeré destrorado, Un mundo donde Ote- lo puede erder en fa traicién de Desdémons, donde la ' tralelén es posible, donde Otelo asesina a Desdémona, ‘donde no existe ni amistad, ni fdelidad, ni lealta, don Ede Olelo acepta el erlmen traicionero al aceplar el ase- sinalo de Casio; un mundo semejante es malo. Yago resulta un director de escene hasta demesiado perfecto, iM me has puesto en el potroly (Oteto, 1 a Yaga demosir6 que el mundo se compone de ton- tos y de eanallas. Ha destrozado a todos y a mismo. Llega las tortures, en una tragedia por é mismo com 32 puesta, Demoéiré.cuie no mereoia_coimpasion, TiC ay ‘mundo, nf él misino, Le derrota de Ricardo es ia cén- firmacién del funeionamienta del Gran Mecsnismo. Lo ovurre con la derrota de Yago: El mundo es Yago tenfa razén. Y es juslamente lo que Jo ldo; Io de tener raxdn’ ésta es la primera pee v Bn la ltima escena, Yago permanece eallado, ;Para qué hablar? Todo esté ya claro. El mundo se ha de- rumbado. Pero pare Otelo, no para él; a Je compe! rin log huesos, pero podré triunfar, Las torturas ¥. 1a ‘muerte de Yago no son un acto de la justiciarestable ida. De hecho, no sirven para nada. stén fuera de |i obra, Hasta ‘en o} sentido literal, Pero Yago vence * xno solamente en el plano intelectusl de le tragedis, . sino en Ia propia trema de ella, en su materia y en su Tenguofe. Bn ef acto toreerd, Otelo se arvastra a los ples de’ YYago oon’ la-boca lena de espums, presa de un ataque. de enfermeriad.La crueldad nunca le dio miedo a Shar espeare;_a Gloster le arrancan los ojo, Lear se viel ve loco, Bt magnifico Otelo, el orgullaso Otelo, el bplla-é8 Otelo ha de ser rebajado. Rebajado en au euerpo. ce se.descompone como corrofdo por un écido: el-muride de Otelo y mismo. jAdi6s para slempre la teanqullidad del eepiitu jAdide al contente! ;Adiés a las tropas empena- chadas y & las potentes guerras, que hacen de la ambieidn ‘une virtud! Ob, adiée! ...j Adis al rolinchante coreel y a la agtida tromiela, al tam.” bor que desplerta ardor del alma, al penetrante. pifano, alas reales banderas y 2 todo To que cons 199 ieee vinpa'y el aparato de las : vsotras, maquinas asest- finae euyan boeas crueles imitan los terribles cla- ‘Wmores del inmmortal Jpiter,adiés! ;La cavrera Ge Otelo ha dado fin!» (Otsto, 111, 8) Otelo ha sido dotado por Shakespeare con toda Ia heroica feudal de la novela y de la épica eaballeresca, ‘Derivo mit vida y mi ser de hombi | Urpes s de regia os (0tet0, 1, 3) Lugo, todas les hericidades estereot{padas, he- redadlas de la retérica romana La tirana costumbre, muy graves senadores, he weoho de Ia cama de pedernal y acero de la gue- ami lecho de plumas trea veces verndo.» (Otel, 1, 8) Y finalmente, todo lo que ee fabula, sueio, leyenda, Yago esta hecho, todo @, de reslidad, de lo eotidiano, de materia sola. Otelo viene de un mundo distinto, de ‘todos ls exotismos, desde lag aventuras de Ulises has las expediciones de los navegantes renacentists, Otelo habla a Desdémona fc.de los Canfbales, que se comen loa unos a los ote log antropéfagos, y de los hombres que Hle- ‘van su eahera dehajo del hembra...» (Otel, 1, 8) 14 ‘Gon Otel at desmido'eecenario’isabelino ent paisaje de todos los océanos. Comma el mat del Ponto, euys corviente helada y furan slempre adelante no conoce nunca el refll- jo, sino que continda derecho su camino hacia el Propéntica y et Helesponto, asf mls pensamlentos. # ssanguinario3, con paso violento no volverén atr runes, no reluirén Jams hacia el humilde amor, hasta que sean engullidos on una inmensa ven- sgenaa proporcionada a la ofensa...» (Otelo, 1, 3) Ei mundo de valores de Otelo va a descomponerse junto con su poesia y eu lenguaje. Porque en esta tra fedla hay ain otto lengoaje, otra relrlea, hablados, por Yago, En la estrofa semintica de Yago destacen ~ como palabras-consignas, palabras-claves, palabras re- Weludares, low nombres de cosas y de animales que eepiestan la repugnancla, el miedo, al aaco. Yago ha- bia de liga, eebos, redes, venenos, medicinas y lavat|- vas, de bres y azifre, de plagas y pestes. ‘Asi la envisoaré en sa propia virtud y extraeré ‘de au propia generosidad Ia red que caja a todos en la trampa (Gteto, 11, 3 Mis caracteristiea todavia es el bestiario evocado por Yago. Aparecen en él unos animales débiles e in- defensoa (ujAhogartel AhSguense gatos y cachorros iegos! (, 9), simbolos y aleyorias de a tonteria y de Ja fealdad (gellinas de Guinea y babuinos), de Ix eon= cupiscencia y de la lubriclded: 138 eld Reanin ae ia aah ‘bitumen atisdeTnnvvieoy «:Sed blenventdo'« Cue phe: eehor!— jCabrones y'monosl UY, 2), : ‘ ‘Ceroline Spurgean, en su catdogo de ies imégcines (Otet, 11, ‘sliakespeatians, iso eeseia de los bestiarios de Otel © | : Y del Rey Leer. Bn ambes (raged, los anicrles apa: -Otelo,fnaimente, hablard balbuceando, El patos y Fecen en el campo seméntico del dolor y de a cruel, ‘Ja poesla de la herolea feudal serén destruidos en el de los sufliientos que hay que soportar y de las to. eseaeie]s en la] imdaeceat Melgatliafesenstectocs tras que se inflgen log demés. Lop animales del SF’ ello; Otel hace mas todavia ue arestrares a oe ‘ey ter son Wess mageiboas y temibles eras: et ples de Vago: Otelo llega a hablar el lenguaje de Yago. tre, el ture, el jabell; los de Otel, batrecoe'e ins? Bolas frases rolas son lino de los primetos monélogos seeios (6). La tragedia se realea durante dos lang Fags dl drama \/ © Roches, contando, si no en ole, en el reo} de Lape"! 1 sin, Hi palseje Interior de Otela, en el que van hun--" ‘:jAcostado com ella! | Acostado encima de ella. iéndose cada vez més los personajes principales de jDormido con ells. jConfesiones!... iB) pax la tragedia, el paisaje de sus Suetios, de sus obsesiones Thuelo! ;Que confiese y sea aloreado por su tra: endtis, d¢ sus temores, este palsaje es formado por Dajot... jQue sea ahoreado primero; y que con- tinieblag; tierra sin set, fiese después!... ;Tiemblo al pensarlo! jLa Ns de araiias, luclones y rane. turaleza no ge dejasia invadis por Ia sola'sombra de una pain, sin algiin fundamental jNo son) «Mejor quisiera ser un sapo y vivir de la humedad Yyanas palabras Ise “que eel ine ealseineven! do un calabore.n iPufl... jSus narices, sus orejes, sus labio!... (Gteto, 1, 3). 3 Bs posible?.,. ;Confesién!... {EI pafiuelo!... ;Oh { 2 demoniol.v Y otra ver: E (Otel, 1V, 3) * 5 «..,jdel manantial hacia donde se deslisa mal e665 Ahora seré Otelo quien hablaré gritando del celo rriente para no secarse! (Ser arrojado deél 6/-£ y de la reprodiuceién, del fuego y del aautre, de cuer- 2g Gonservado como una cisterns para que sucjos Gas, cuchlllos y veneno, Hl bastlarlo, por é! evocado, sepos se enlacen y engendren dentro!..a 3's sera el mismo de Yago. Yago hablaba de unas chovas en busca de-pastura, a Otel le persigue Ia imagen de (Oteto, rv, 2) ‘un cuervo'sobre uns’easa invadida por la peste, Yago transite a Otelo todas aus obeesiones, Es como al Ote- No solamente respecto a le escala existe la aife Jo ya no pudiera liperarse ni un momento de la-ima- rencia entre Ia estrefa animalista de Ofeloy la del Rey, igen de lot monos y de los machoe cabrios, de los eh cchos y de las petras ibricas. elixchange me for. = ( roti Spurevon, Shatepeeres Imagery, Cambria, 2 ‘goats’ (TIT, 3), Ni siquiera puede frenarse durante Ie soe pipe 8aae Leer, Bn Otelo, a simbéliea animal sirve para Ia der 136 ‘ 137, PUA actu uve on Bo Leg ug ee eh ane ces nee acer ‘#21 hombre, Ia desetlpeién del hombre, en el eual ‘ahen géneros casligusles, como bebulno, meno “=> ¥ otros varios.n «Los humanos somos para los dlases como las mos ‘eas para los mifog juguetones; nos matan para (Leonardo, R. 816) su recrea. (hear, 1V, 1) 1s una observacién de Leonardo, Muy parecida por su intenslén y la eleceién de comparaciones, El hom- “bre puede ser deserito como un animal; ser4, en este “aso, un animal sanguinario y cobarde, astuto cruel {PLhombre visto como wn animal tiene que despertar 2A quign puede apolar una mosea? :@ué es lo aie puede juatliear los sufrimientos de wna mesea? {Cudl 3 el sentido de la vida de una mosca? :Merece cont. pasidn una mosca? ;Puede una mosea exigit la conn basin de tos hombres? [Y Ios hombres lade las dio- «Com una telarafe tan delgada como ess, entram- {par una mosca tan grande como Cassio.0 (Oteto, 11, 1) Naturaleza, eres mi deldad; a tu ley eansagro mis, serviclosa (Lear, 1,2) Intre todas las imagenes de la tragedin, este es 1a nds significative. Moseas y arafias, arafiae y mosces, Cassio, Rodrigo, Otelo, todos son mosoas para Yago. * Moscas pequefiaa y moscss grandes, La blanca Des- ‘démona se converting también en una moaca negra. Otelo contrae todas las cbsesiones de Yazo, Son palabras de Bdmundo, en el Rey Leer. En las grandes tragediae do Shakespeare, tomamos parte en lin terremoto; se derrumban ambos érdenes: Ia jerar~ guia feudal de la fdelidad, y el naturalismo renacen: {Usta, La historia del mundo, eg la de las arafiae y de las moseas, espfcon anata «faspero que mi noble sefior me estime honrads. ‘De nosotros mismos depende ser de una manera cao 0 de otra, : (Otel, 1, 3) 10h, sf! Como las moscas estivales en el mata: dero, que apenas ereadas, se reproducen mumbar i faa dot » (teto, 1¥, 2) EL Gielo me es testigo; no tengo al moro nf rea 138 399 dHtai pero: se lo aparento ast para. i fines Yeartioulares. (Oteto, 1, 8) Le sirvo para tomar sobre él mi desquite. (Otete, 1, 1) MI dignidad, ml estirpe y ml conelencia sin re- roches me mostrarén tal como soy. (Oteto, 1,2) ; (Otelo, IV, 3) Otelo se emplans no sélo en le estroia seméntica | de Yago. Bradley lama a Otelo ela afteeémara de Jas torturass, Olelo, ast como el Rey Lear, es entregado 1, las torturas y'eondueldo a la loeura, Si, que se pudral jQue perezea y baje al infier- no esta noche! Porque no viviré! jNo; mi co- razén se ha vuelto piedral ;Le golpeo y me hie rela manol.,. jOh! j31 mundo no conllene més fdorable eriaiura!;Padria yacer al lado de un femperador y dictarle érdenes! (..) ;Que la ahor- "Tadadmisable en ia msi! ha hané telzag a (tele, TV, 2) Otelo habla et mismo Jenguaje que-Lear, preso de locura. No queda neds de todag-lae retéricss; mi de los hombres, Otelo, come el Rey Lear, como Macbeth en la altima escena, se encontr6 en el campo del ab- surdo v Antes de que haya aparecido, ya hablan de ella, Ya gritan que se ha fugado con un negro. Su Imagen es Dresentada en la estrofa de una erotica animal: ‘.cn Viejo morueco negro eslé topeteando a vues fra ovela blanca.» (Oteto, 1, ) El prélogo:de Otelo es brutal, Vago y Rodrigo quis ren enfureeer a Brabancio. Pero esto no justifica to- avia aquel empeio en tas comparaciones animales: se hacen expresamente, La wnién de Otelo y Desdémo: na es presentada, desde el primer momento, como und ceSpula de animales ‘c.dejaréls que cubra vuestra hija un eaballo ber beriseo, Tendéis nietos que os relinchen, cove les por primos y jacas por deudos.» (Otelo, 1, 2) Oteto es negro, Desdémona, blanca, Sobre la simb6- ica de lo negro y de lo blaneo, de la noche y del di, esctibia ya Victor Hugo en el fragmento antes men iat : rpéreo. Los euerpos, lelén0 son s6lo objeto de tarturas; tlenen tam «..vuestra hija y el mora estén haciendo ahora la Destin de dos espaldas.» (Oteto, 1,1) sla imagen de un animal de dos espaldas, una Si) blanca y una negra, parece er uno de Top erquetipes db acto sexual, Posee el elim dela erétie eontempa- “rea con sus suefios de lo isi puro, con Ja fesna. gion de algo edistintony con la negacin del tab er eo, Por eso la encontrames tan a menuilo eh esteta £6" negeoblanca, Otel std fescinado por Desdémons, pero "fa fascinaein de Desdemone pot Ouelo es ain macho me fuerte 4..a despecho de su natureleza, de gus afos, de eu pfs, de 6u repatacién, de tod, ieaer enamarada Ge uien tenis miedo de inizarin (Oteto, 1, 3) ‘Desdémona 1o'tira todo por la borda, ‘iene pris, ‘No quiere ni una noche vacia més, Seguird a Olelo a Chipre, Que he amado al moro Jo suflelente para pasar fon él mi vida: el estrépito franco dem) condueta y Is tempestad afrontada de mi suerte To procla- ‘man a son de trompeta en el mundo.» (Otelo, 1, 3) 1a Desdémona de la época de Kean iba a Ja eama focada con un gorrilo de noche, Lae Desdémonsa de nuestra época a menudo siguen luciendo el mismo go- 12 “rr vietoriand, Seine: ge preocupabs, porta Boe ‘himedas de Desdiémons. Seguin escribe, el pensameit to de que Yago podia tener una pequefia parte de ra én, le daba a veces cierta tristeza, Heine ansilea a Shakespeare de manera mucho més pongofcea que Schlegel, Tek y todos los dems sentimentales alems nes, Comparando Otelo con Titus Andvonicus: «Agus, como alla —escribe— ge nos presenta con una feui {dn particular a pasion de uta mujer guapa por wn rogeo feo (8), ‘Desdémona tiene dos o cuatro afios mAs que Julia, -/ es probablemente de la misma edad que Ofelia. Peso 8 mucho més mujer que ambas. Heine tenia zanén, Desdémona es al misino tiempo abediente y terea, Obe- ‘diente haste el Imnite en que empieza la pasiGn, Des ‘déimons es la més sensual de todos los parsonajes fe ‘meninos de Shakespeare. Mas silenciosa que Julla y Ofelia, parece toda ensirmismada, Su despertar llega de noche, La Naturaleza na ae cejarfa invndir por In sols Sombra de una pasién, sin algiin fandamento!y (0teo, 1, 2) No se da cuenta siqulera que su mera presencia ” perturba, que, por su mera presenela, promete, Otelo Se perealard de ello luego, pero Yago io sabe desde el principio, Desdémona es fl, pero debe tener algo de ramera. Como posibilidad, no'n acty, ano in poten- Ha, Si no, el drama seria imposible de enfocar; Otelo seria ridiculo y Otelo no puede ser ridicula, Desdé- ‘mona esta hechizada por Otelo, pero todos los hor rd SEO Het, Sakeees Mls yt Froen i fig bbe et co de wos; ube 2s Sipe reine iN: ite eo ie glpeia nlm pata eit ano (2) {au infos se enetinban ton se th ae st Sentou se abreast! (Oteto, 11, 1) BA actu. Oo tela Desitona sre iG cetie ues sop natcentenens el sade por lag intrigas de Yago. Como si, de repente, Des- Fo Gute to pla tee, Nobu Spain, eh Sus fais, seflexiones sobre Otel, se pregunta dénde fue consu- Pee onc eae tclono’ is Veco, oslo ex Spe, Hei. Squella noche en que Yago emborracha a Cassio? (7) te esata Tata pace pet south ee Fonsi tetany Beakepere eae ten wo ae ridonte ele regu dee ¢? {blanco en una estrefa oscura entre Otelo y Desdémona, '#, Otelo se comporta como si hubiera encontrado una Des- ‘pudo fingir tanto...0 (II, 2). Como si-le hubiera sorprendido y espantado el-desbordemiento sensual de i Suna Jovew que, hace poco, le estaba eseuchando con pha mirada modestomiente’bajada ‘Si Techo ser como una escuela; su mesa, como nfesionario.> cm, 3) aT tbr ol are in Stleperan Pepe, Lo 4 Desde le primera rioche, Desdémona se sintié ainane te y esposs, # erotismo eb gu vocacién y au alegr el erotismo y el amor, el erotismo y Otelo son, para fll, toda iio, Su Bros ex lmpide; para Otelo, Eros fs tna trampa. Como si, después de esa primers no- che, se perdiera en las tinichas, dande ef amor y los els el deseo To repugnanca fueran ya Insepae- Cuanto més violentamente ae enteega Desdémons 1 amor, més se convierte, para Otelo, en una cualguie- ra: en el pasado, en el presente, 9 en el futuro, Cuan- to més desea, cuanto mejor ama, més cree Otelo que ella puede, o pudo, engatarle, ‘Yago pone en movimiento toda la maldad de} mun- do y, balmente, ae canvierte en victlma de ella, Des aémona es una vietima de su propia pasién, Su amor es st testigo de cargo, no au defensa. Su amor Is leva la pordicién: ésta es In segunda paradoja, ‘En ninguno de los grandes dramas de Shakespea- re, a excopoién quisa det Rey Lear, se oye tan a me. ‘ido eomo en Otolo la palabra enaturalezas ..qulen deelarase que la perfeccién puede err a tal punto contra todas 1ee reglas de la Natara- + lesa (Oteto, T, 8) Yast, repetidas veces, casi con las mismas palabras: 1, sin embargo, cuando la Naturalesa se desvia esi (otet0, 3) Qué es la naturaleza? {Qué es Io que esté contra Ja naturaleza? Descémona engafé a a4 padre, Fn el ‘Rey Lear, miramos a les hijas con los ojes de un an ‘iano echado de su casa, Olmos sus mitleeiones. 145 MPlsign: Pero o¢ la concedemos ouando Otelo repite sus pespéons Vela por ela, mero, ai tenes ojos pare ver. Ha Se engafiado a su padre'y puede engafarte a tia I Cielo to sabe con toda verdad, (Otea, 1, 3) orm | Conforme con la naturaleza esté el respeto hacia el “Gadre y el marido, hacia el Itaje, el estado y tos bie- Res, Natural ese orden social. Contra la naturaleza va todd lo que ese orden perturba. Ei erotismo es tam- Dign naturaleza, pero la naturalesa puede ser buena y mala, El eratisio es Ie naturaleza corrompida, Bl tema de Otel, asf como el de Macbeth y del Rey Lear, + eg la caida. EI euento renacentista sobre un viliano a8. “tuto y un marido eeloso se convinlié en una moraleja medieval. {Bl Cielo eabe con toda verdad que eres pérfida come el fnflernots Oteto, 1, 2) 4] angel se convierte en diablo, Después de la elm bélica anitnal dentro de la cual fue situada Ja erética, fate es el segundo, més frecuente, campo seménties e la tragedia. Tl paisaje de Oteto'era una tierra sin = estrellas ni Tana; Tego el mundo de los batractoe ei seclos; ahora el decorade, como en un teatro m val, ue compono de don portalea cl celeste y el infor nal. Hasta Emilia, sonseta y Lerresro, se convierte en |n portera de los inflernos - aVamos a ver: jquién eres t6? 4i¥ vos, duefia, que tenéis el oficio contrario a 5, San Pedro y guardéls las puertas del inflerno..ty a (Otelo, 1V, 2) Dalante de estos dos portales, Otelo pronunela aus ‘Vuestra esposa, ml seflor; vuestra sincera y eat ne aero esposa «¢jCuando nos encontremos en e Prbunal de Dios, Ui aspecto presente bastard para preeipiter mi alma fuera del cielo, y los demonjos ge apoders- én do ella H (Oteta, v, 2) Vamos jitalo y condénate! Te semejas tanto a Un gel del eielo que los demoniog podrian te- ur fale = PRs W ulla morale ni un Rice ral tnt fanpop una Gpera o un melo- ca'baluatera esta cortomplds ¥ no se sabe GES teen no se puede epenr, alae nae eyes La {(-taluraleza es mala no sélo para Otelo, o es también para Shakespeare. He Lan loea y tan ertel como la his- * foria, La naluraleea esté eorremapida como en una mo taleja medieval, pero sin redimitse. La redencign no existe, Los angeles se convierten en dlabloe. Todos los Angeles. s«jPaclencia, ti, joven querubin de labios de ross, cambiar de complexion! jCambia, si, y adquiere tuna fisonomfa siniestra como el infierao!» (Oteto, 1¥, 2) La continuscién es pronunciada por Lear, loco ‘«Contemplad a esa cama, de simple sonrisa, euyo Dondadaso rastro have pensar que tlene nieve en- tue Jos muslog; es una virtud de melindres, que baja la cabeza’al ofr la palabra placer. Ni la co madreja ni et potranco puesto ai verde se entre gan a mis desenfrenados apetites. Aunque de ‘intura arriba son mujeres, de la elstura abajo son centauros; Tos dioses alo relnan en ellas de ia cabera al talle; de €l para abajo pertenecen al i demonio; ali esté el inferno, las tinleblas, el ‘Pozo sulfrico, el incendio, a escaldadura, el Ke or, Ia eonsunelén.» (Rey Lear, IV, 6) Otelo y Lear pertenecen al mismo munde de locu- 19, donde ls encausada os la naturalezs. Una vex més, 8 “eLidnutphyls, Shakespeare ea el precursor de ‘La nturaleza est corrompida, ante todo, en gu {ure clén prooreativa, Las historias ameros rag deTos amantes y de los esposos, son tan desplada- dag y crueles como las historias de los reyes, de los ‘moniieas y de los usurpadores. Fn amas, los cadé- vi ‘Todos los paisajes de Otelo y todos los gestos, la rica y su quebrantamiento, pertenecen @ la pol tlea del harroco. Me imagino Otelo, Desdémona y Yago vestidos de negro y oro, sumengidos en Jas ti nleblas a lo Rembrandt, con luz adlo en las caras, La primera escena colective. cuando Brabancio sale con fen busca de Otelo, me recuerda slempre la Ronda Nocturna, sCuardad vuestras espadas brilantes, pues las en rmoheceria el rocfon (Oteto, #, 2) Oteto es ta tragedia de tos gestos. Bsto atin es ba- reco, Pero el gesto es contenido, como suspendido eri el aire, Por un instante, todos se inmavilizan. Me gus- larfa que ssimismo fleran suspendides 10s. times estos de Otelo. Que se acereara a la cama de Desdé- ‘mona, y que retrovediera, ;No sabe ya, acaso, que la varén suprema eg Ia de Yago? El mundo es demasiado abyecto si Desdémiona pudo hacerle traiién, ai él lo cerey6, sl le fue posible creerto, 4(..) una ver que se du, el estado del alma que a flo irrevocablemente (Oteto, 11, 3) cr i de su tralelén, tampoco se mata Trae: ‘da termina de manera Irénica, Otelo mata a Desdemona para salvar ral, Para que reaparezcan el amor y 1a Nd 1 Desdémona para poder perdonar'a, para que las cue as queden ajustadas y el mando vuelva a la norma, Otelo ya no balbucea, Qulere, desesperadamente, sal- * yar el sentido de la vida, el sentida de ou vida, y hasta © qulzk el sentido det mundo, fl) ¥_agregad que, una vex en Alepo, donde tun maliciosa ture én turbante golpesba aun veneslano e insultaba a la Repiblics, agareé de ia gerganta al perro circunciso y dile muerte a (Otet0, V, 2) [La muerte de Otelo tio puede stlvar ya nada. Des démona ha muerto y muerto esté el mundo de la fide- lidad medieval, Los eondattieri son anacrdnicos, y am- bign lo son su embriegedora poesia, su retérlea, su 6n- fais y todos sus gestas, Wl gulcidio de Otelo perlene- ce a esos gests. ‘Muerta esta Desdémona, muerto el tonto bufén Ro- ‘rigo, maerta ia sensata Emilia, Un ingente después, morivé Otelo, Perecen todos: los nobles y Jos vllanos, Jos sensatos y os locos, los empirioos y'Tos absoltis: tes, Todas las activudes son malas esoéuowa :Cometerias semejente acelin por el mundo en- no lo cometeriais vos? prsnsnona iN, ante ta lux det Cielo! Ni yo tampoeo ante Ja tun del Cielo; preteriria ‘hacerlo en las Unteblas pesofons {Cometerias tal acto por el mundo entero? Bi mundo es una cose grande. Bs un gran precio para un pequefo vicioa (Ote10, 1¥, 8) Yogo se calla, Ain en las torturas no dir, segura ‘mente, ni tna palabra, tiene todas las razones. Pero Tae roaonea intelectusies solamente, Desde Hamlet y Troilo y Cressida e} orden moral y el orden intelectual tatén en desacuerdo on todos los grandes dramas de Shakespeare. Y en desacuerdo permanceen hasta el Cuento de Invierno y La Tempested, 1 rmundo es tal como To ve Yago, pare Yago es un canalla, El mundo jeatiano no. ae reeonetruye después del terre- TBI nuestra tampoco, Aquél queda desmembra- 151 Para los grondes tragedias hace falta sangre, no U6 orimas : Stanislaw Jeray Lee BL RBY LWAR O EL, FINAL DE LA PARTIDA Dost thou call me foal, boy? | AIL thy other titles thow hast | given away: that { born with, ae 7 ‘Nous nalesong tous fous, Quel-. i ques uns le demeurement, (Bsperando @ Godot, 11) 1a actitud de la eitica actual frente al Rey Lear es equivoca y estd, en cierto modo, cohibida, I Rey Lear sigue siendo considerado sin Iuger a didas, como una ‘obra meestra, una cumbre frente ala cual hasta Moo beth y Hamiet parecen timidos y ola relieve, Suele 152 153

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