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Escolma de

Poetízate
23 de febreiro 2015
poemas
O club dos poetas
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3

Índice Soledades……………………………………………………………24
Juan ramón Jiménez
El viaje definitivo………………………………………………….25
Álvaro cunqueiro Yo no soy ese……………………………………………………….25
A dama que ía no branco cabalo……….…… 4 Miguel Hernández
No niño novo do vento ………………………… …. 4 El niño yuntero…………………………………………………….26
Celso Emilio Ferreiro Federico García Lorca
María Soliña …………………………………………… 5 Canción del jinete……………………………………………… 28
Xaneiro 1972, II ……………………………………… 6 Manuel Altolaguirre
Fran Alonso Playa……………………………………………………………………28
A cidade onde vivo ten mar……………… ………. 7
Teño un amigo que dorme ……………………….. 7
María Mariño
Noia ………………………………………………………… 8
Luis amado Carballo
As cantigas do berce………………………………… 8
Lúa ……………………………………………. ……… 9
Romances anónimos
La doncella guerrera………………………………… 10
La cautiva ………………………………… ……………… 11
El enamorado y la muerte………………………… 13
Lope de Vega
A mis soledades voy…………………………………… 14

José de Espronceda
Canción del pirata……………………………………… 19

Machado
Cantares…………………………………………………… 23
4

(1911-1981)
Álvaro Cunqueiro No niño novo do vento
A dama que ía no branco cabalo hai unha pomba dourada,
levaba un paño de seda bordado, meu amigo!
Na verde fror Quén poidera namorala!
as letras van de amor!
Canta ao luar e ao mencer
O cabaleiro do cabalo negro
en frauta de verde olivo.
levaba unha fita colléndolle o pelo.
Na verde fror Quén poidera namorala,
as letras van de amor! meu amigo!

No medio do río cambiaron as vistas, Ten áers de frol recente,


el para o paño e ela prá fita. cousas de recén casada,
Na verde fror meu amigo!
as letras van de amor!
Quén poidera namorala!
As vistas lies virón no río cambiar Tamén ten sombra de sombra
e o paño e a fita por se namorar. eandar primeiro de río.
Na verde fror quén poidera namorala,
as letras van de amor: meu amigo
Con amor vivirás !
5

Celso Emilio Ferreiro María Soliña.

As bruxas de Cangas e a Inquisición. Polos camiños de Cangas


a voz do vento xemía:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
Nos areales de Cangas,
Muros de noite se erguían:
Ai, que soliña quedache,
María Soliña.
As ondas do mar de Cangas
acedos ecos traguían:
Luz Casal, Carlos Núñez o "Luar na lubre", entre otros muchos, le
ai, que soliña quedache,
pusieron música a este poema.
María Soliña.
As guaivotas sobre Cangas
:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
Baixo os tellados de Cangas
anda un terror de agua fría:
ai, que soliña quedache,
María Soliña.
6

Cando quero surrir


digo Moraima.
Xaneiro 1972, II Digo Moraima
cando a mañá é crara.
O pan é máis útil que a poesía, pro ¿cómo comer pan sin o Digo Moraima
compango da poesía? e ponse a tarde mansa.

A. S. Cando quero morrer


non digo nada.
Cando quero vivir E mátame o silencio
digo Moraima. de non dicir Moraima.
Digo Moraima
cando semento a espranza.
Digo Moraima
e ponse azul a alba.

Cando quero soñar


digo Moraima.
Digo Moraima
cando é noite pechada.
Digo Moraima
e ponse a luz en marcha.

Cando quero chorar


digo Moraima.
Digo Moraima
cando a anguria me abafa.
Digo Moraima
e ponse a mar en calma.
7

seguido dun can,


sorteando edificios onde nunca ten casa.
Fran Alonso É deses que non ten nada,
e na nada habitan e viven
A cidade onde vivo ten mar.
No inverno é mar bravío;
no verán, agarimoso;
cando quere mimoso e cando non,
maldito,
perigoso,
traidor,
e, se non,
que llo digan ó pescador
que nel anda, coma unha espiña
para traer a porto
pescada e xurelo e sardiña.

Teño un amigo que dorme


nesa rúa estreita, larga e abrigada,
recollido nun portal.
Sempre o vexo deambulando
entre os coches,
entre o lixo, laranxa, das noites,
8

María Mariño
Noia
Luis Amado Carballo
Campanas que tocades As cantigas do berce
todas do mismo xeito,
unhas chegádesme á alma Un carrizo namorado
e outras ó pensamento.
afogóuse nun luceiro;
Pobos donde eu vivín! chora o monte i a campía,
Algúns eran máis feitos de loito vestíuse o vento.
e queríanme engañar,
mais eu nunca sentín Como un paxariño orfo
neles o meu fogar.
nas mans morréuseme o día,
O meu fogar téñoo en ti: arrechegueino ao meu peito
no teu vivir e nas tres pontes por ver si lle daba a vida.
e das campanas os toques,
toques que eran pra min. Vaite choiva e vente sol
Fóra de ti cando as oio, que imos á xogar a leira
e sendo o mismo tocar, co moneco bonitiño
recólloas no pensamento, que meu pai trouxo da feira.
xa non pasan máis alá.
Aquil berce está valeiro
9

i a naiciña anda a chorar,


o meniño está no ceo
coas estrelas a brincar. Envolveita en néboas
hase de abrigar
pois como vai vella
tense de coidar.
A campía escurecida
chora tremando co frío,
Cando na outa noite
a probiña quedóu orfa
brúa o temporal
que o día afogou no río.
a lúa antre as tebras
tápase a tremar.
Lúa

A lua é velliña, E así que o mal tempo


de brancos cabelos, amainado vai
de enrugas de ouro asoma a faciana
e de olliños cegos. i espalla o luar.

Érguese do leito
das foulas do mar
palpando os espazos
para camiñar.

Anda polo mundo


sin ver a onde vay
pois as estreliñas
10

Romances por decir, maldita sea,


dijo: maldita sea yo.
La doncella guerrera
El Rey que la estaba oyendo,
de amores se cautivó,
En Sevilla a un sevillano
—Madre los ojos de Marcos
siete hijas le dio Dios,
son de hembra, no de varón.
todas siete fueron hembras
—Convídala tú, hijo mío,
y ninguna fue varón.
a los rios a nadar,
A la más chiquita de ellas que si ella fuese hembra
le llevó la inclinación no se querrá desnudar.
de ir a servir a la guerra
Toditos los caballeros
vestidita de varón.
se empiezan a desnudar,
Al montar en el caballo y el caballero Don Marcos
la espada se le cayó; se ha retirado a llorar.
11

Por qué llora Vd. Don Marcos "Apártate, mora bella;


por qué debo de llorar, apártate, mora linda;
por un falso testimonio deja que beba el caballo
que me quieren levantar. esta agua cristalina."
No llores alma querida "No soy mora, caballero,
no llores mi corazón, que soy cristiana cautiva;
que eso que tú tanto sientes, me cautivaron los moros
eso lo deseo yo. el día de Pascua Florida."
La cautiva "¿Te quieres venir conmigo?"
"De buena gana me iría;
El día de los torneos, mas los pañuelos que lavo,
pasé por la Morería, ¿en dónde los dejaría?"
y vi una mora lavando
"Los de seda y los de Holanda,
al pie de la fuente fría.
aquí, en mi caballo, irían;
12

y los que nada valieren "Lloro porque en esos montes


la corriente llevaría." mi padre a cazar venía
con mi hermano Morabel
La hizo subir al caballo
y toda su comitiva."
y a su casa la traía.
Al pasar por la frontera "¿Cómo se llama tu padre?"
la morita se reía. "Mi padre, Juan de la Oliva."
"¡Dios mío! ¿Qué es lo que dices?
"¿De qué te ríes, mora bella?
¡Virgen sagrada María!
¿De qué te ríes, morita?"
"Me río al ver esta tierra, Pensaba llevar mujer
que es toda patria mía." y llevo una hermana mía."
"Abra usted, madre, las puertas,
Al llegar a aquellos montes
ventanas y celosías,
ella a llorar se ponía.
"¿Por qué lloras, mora bella? que aquí le traigo la rosa
¿Por qué lloras, mora linda?" que lloraba noche y día."
13

Y el día de los torneos ¿por dónde has entrado, vida?


pasé por la Morería. Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías.
El enamorado y la muerte
-No soy el amor, amante;
Musicalizado AMANCIO PRADA la muerte, que Dios te envía.
-¡Oh muerte tan rigurosa,
Yo me estaba reposando
déjame vivir un día!
anoche como solía;
-Un día no puedo darte,
soñaba con mis amores
una hora tienes de vida.
que en mis brazos se dormían.
Muy deprisa se levanta,
Vi entrar señora tan blanca,
Más deprisa se vestía,
Muy más que la nieve fría.
ya se va para la calle
en donde su amor vivía.
-¿Por dónde has entrado, amor?;
14

-Ábreme la puerta, blanca, si la seda no alcanzare


ábreme la puerta, niña. mis trenzas añadiría.
-¿La puerta cómo he de abrirte La fina seda se rompe.
La muerte que allí venía:
si la hora no es convenida?
-Vamos, el enamorado;
Mi padre no fue a palacio,
la hora ya está cumplida.
mi madre está ya dormida.
-Si no me abres esta noche
ya nunca más me abrirás:
la muerte me anda buscando;
¡junto a ti, vida sería!
-Vete bajo la ventana,
donde bordaba y cosía;
te echaré cordón de seda
para que subas arriba;
15

Lope de Vega que un hombre que todo es alma


está cautivo en su cuerpo.
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
Entiendo lo que me basta,
porque para andar conmigo
y solamente no entiendo
me bastan mis pensamientos.
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
De cuantas cosas me cansan,
que con venir de mí mismo
fácilmente me defiendo;
no puedo venir más lejos!
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
El dirá que yo lo soy,
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pero con falso argumento, Sólo sé que no sé nada,


que humildad y necedad dijo un filósofo, haciendo
no caben en un sujeto. la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
La diferencia conozco, No me precio de entendido,
porque en él y en mí contemplo, de desdichado me precio,
su locura en su arrogancia, que los que no son dichosos,
mi humildad en su desprecio. ¿cómo pueden ser discretos?

O sabe naturaleza No puede durar el mundo,


más que supo en otro tiempo, porque dicen, y lo creo,
o tantos que nacen sabios que suena a vidrio quebrado
es porque lo dicen ellos. y que ha de romperse presto.
17

Señales son del jüicio


ver que todos le perdemos, ¿A quién no dará cuidado,
unos por carta de más si es español verdadero,
otros por cartas de menos. ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo; Dijo Dios que comería
tal la pusieron los hombres su pan el hombre primero
que desde entonces no ha vuelto. con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos: y algunos inobedientes
la de plata los extraños a la vergüenza y al miedo,
y la de cobre los nuestros. con las prendas de su honor
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han trocado los efectos. que en lugar de tantas cruces


haya tantos hombres muertos.
Virtud y filosofía
peregrina como ciegos; Mirando estoy los sepulcros
el uno se lleva al otro, cuyos mármoles eternos
llorando van y pidiendo. están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento; ¡Oh, bien haya quien los hizo,
la mejor vida el favor, porque solamente en ellos
la mejor sangre el dinero. de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo, Fea pintan a la envidia,
19

yo confieso que la tengo Ni murmuraron del grande,


de unos hombres que no saben ni ofendieron al pequeño;
quién vive pared en medio. nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos, Con esta envidia que digo
cuando quieren escribir y lo que paso en silencio,
piden prestado el tintero. a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.
20

olas de plata y azul;


y ve el capitán pirata,
Espronceda cantando alegre en la popa,
Canción del pirata
Asia a un lado, al otro Europa,
Con diez cañones por banda, y allá a su frente Stambul:
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela «Navega, velero mío,
un velero bergantín. sin temor,
Bajel pirata que llaman, que ni enemigo navío
por su bravura, el Temido, ni tormenta, ni bonanza
en todo mar conocido tu rumbo a torcer alcanza,
del uno al otro confín. ni a sujetar tu valor.

La luna en el mar rïela, Veinte presas


en la lona gime el viento, hemos hecho
y alza en blando movimiento a despecho
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del inglés, a quien nadie impuso leyes.


y han rendido
sus pendones Y no hay playa,
cien naciones sea cualquiera,
a mis pies. ni bandera
de esplendor,
Que es mi barco mi tesoro, que no sienta
que es mi dios la libertad, mi derecho
mi ley, la fuerza y el viento, y dé pecho
mi única patria, la mar. a mi valor.

Allá muevan feroz guerra Que es mi barco mi tesoro,


ciegos reyes que es mi dios la libertad,
por un palmo más de tierra; mi ley, la fuerza y el viento,
que yo tengo aquí por mío mi única patria, la mar.
cuanto abarca el mar bravío,
22

A la voz de «¡barco viene!» Que es mi barco mi tesoro,


es de ver que es mi dios la libertad,
cómo vira y se previene mi ley, la fuerza y el viento,
a todo trapo a escapar; mi única patria, la mar.
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer. ¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
En las presas no me abandone la suerte,
yo divido y al mismo que me condena,
lo cogido colgaré de alguna entena,
por igual; quizá en su propio navío.
sólo quiero
por riqueza Y si caigo,
la belleza ¿qué es la vida?
sin rival. Por perdida
ya la di,
23

cuando el yugo
del esclavo, Y del trueno
como un bravo, al son violento,
sacudí. y del viento
al rebramar,
Que es mi barco mi tesoro, yo me duermo
que es mi dios la libertad, sosegado,
mi ley, la fuerza y el viento, arrullado
mi única patria, la mar. por el mar.

Son mi música mejor Que es mi barco mi tesoro,


aquilones, que es mi dios la libertad,
el estrépito y temblor mi ley, la fuerza y el viento,
de los cables sacudidos, mi única patria, la mar.»
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
24

caminante, no hay camino,


se hace camino al andar.

Antonio Machado Al andar se hace camino


Cantares y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
Todo pasa y todo queda,
se ha de volver a pisar.
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
Caminante no hay camino
caminos sobre el mar.
sino estelas en la mar...
Nunca perseguí la gloria,
Hace algún tiempo en ese lugar
ni dejar en la memoria
donde hoy los bosques se visten de espinos
de los hombres mi canción;
se oyó la voz de un poeta gritar
yo amo los mundos sutiles,
"Caminante no hay camino,
ingrávidos y gentiles,
se hace camino al andar..."
como pompas de jabón.

Golpe a golpe, verso a verso...


Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
Murió el poeta lejos del hogar.
bajo el cielo azul, temblar
Le cubre el polvo de un país vecino.
súbitamente y quebrarse...
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
Nunca perseguí la gloria.
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
25

que miran, callan, y piensan


que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino, Mala gente que camina
cuando de nada nos sirve rezar. y va apestando la tierra...
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..." Y en todas partes he visto
gente que danzan o juegan,
Golpe a golpe, verso a verso. cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Soledades
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
He andado muchos caminos, a lomos de mula vieja,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares, y no conocen la prisa
y atracado en cien riberas. ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
En todas partes he visto donde no hay vino, agua fresca.
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos Son buena gente que viven,
borrachos de sombra negra, laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
y pedantones al paño descansan bajo la tierra
26

Juan Ramón Jiménez


El viaje definitivo

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;


y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco. YO no soy yo.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
Soy este
y tocarán, como esta tarde están tocando, que va a mi lado sin yo verlo;
las campanas del campanario. que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
Se morirán aquellos que me amaron; El que calla, sereno, cuando hablo,
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado, el que perdona, dulce, cuando odio,
mi espíritu errará, nostálgico. el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pié cuando yo muera.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
27

Entre estiércol puro y vivo


de vacas, trae a la vida
Miguel Hernández un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza


a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente


la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
El niño yuntero
es una corona grave
Carne de yugo, ha nacido
de sal para el labrador.
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
Trabaja, y mientras trabaja
por el yugo para el cuello.
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
Nace, como la herramienta,
de carne de cementerio.
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
A fuerza de golpes, fuerte,
y un insatisfecho arado.
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y a fuerza de sol, bruñido, tan grande bajo su planta.


con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido. ¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
Cada nuevo día es ¿De dónde saldrá el martillo
más raíz, menos criatura, verdugo de esta cadena?
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepurtura. Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
Y como raíz se hunde que antes de ser hombres son
en la tierra lentamente y han sido niños yunteros.
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Le veo arar los rastrojos,


y devorar un mendrugo,
u declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
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Manuel Altolaguirre
Playa

A Federico García Lorca

Federico García Lorca Las barcas de dos en dos,


como sandalias del viento
Canción del jinete
puestas a secar al sol.
Córdoba.
Lejana y sola.
Yo y mi sombra, ángulo recto.
Jaca negra, luna grande, Yo y mi sombra, libro abierto.
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos Sobre la arena tendido
yo nunca llegaré a Córdoba. como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando Yo y mi sombra, ángulo recto.
desde las torres de Córdoba. Yo y mi sombra, libro abierto.

¡Ay qué camino tan largo! Y más allá, pescadores


¡Ay mi jaca valerosa!
tirando de las maromas
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba! amarillas y salobres.

Córdoba. Yo y mi sombra, ángulo recto.


Lejana y sola. Yo y mi sombra, libro abierto.
30

Propostas de lectura

Cales poemas te gustaron máis e porqué?


Qué figuras literarias te chamaron a atención?
Qué temas destacarías?
Mergullándonos na personaxe de María Soliña:
Enlaces.

Musicalización dos poemas.

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