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EL “ESTORNUDO" DE EE.UU. QUE CONTAGIO A ESPANA EL CRAC DEL EL 24 DE OCTUBRE DE 1929, EL PANICO DESATADO EN WALL STREET ATENAZO EL CUERPO DE UN PAIS QUE PARECIA NO CONOCER EL MIEDO. AQUELLA JORNADA, CONOCIDA COMO EL JUEVES NEGRO, MARCO EL FINAL DE UN CICLO E INAUGURO OTRO NUEVO, CUYAS CONSECUENCIAS HARIAN TEMBLAR LOS CIMIENTOS DE LA CIVILIZACION DURANTE LA DECADA DE LOS ANOS TREINTA. LOS EFECTOS DEL CRAC DEL 29 FUERON MULTIPLES, TAMBIEN SUS CAUSAS. VIAJAMOS A LA AMERICA DE LA GRAN DEPRESION Y DESGRANAMOS SUS EFECTOS EN ESPANIA. ALBERTO DE FRUTOS ELdesplome burstit, se transmit primero debocaa or, pero ‘tard en acaparar lasportadas dela prensa 060 Ps Brook’ DalyEagle, absjoaladerecha Las rmultitudesse agslparonen Wall, sweet, donde, segtn lasernieas un obrere que reparaba un teadofueconfundido “com unsuicia, nn pais entero se echd a la carretera. La familia de Tom JJoad, el inolvidable protago- nista de Las wvas de la ira, partié desde Oklahoma a California, cegada por una publicidad que prometia una vida mejor, lejos de la sequia del Dust Bowl, pero que escamoteaba la informa- cién acerea de los abusos de los eaciques sobre los refugiados. La fotégrafa Doro thea Lange les puso rostro, alos.Joad y a tantos otros. Florence Owens Thompson, la “madre migrante’, poso para su objetivo en un campo de Nipomo, California, don- cde a mujer y varios desus hijos esperaban para seguir camino hasta a recoleccién de In lechuga en Pajaro Valley James Agee y ‘Walker Evans documentaron las condicio- nes de vida de los arrendatarios de algo- don y, mucho después, William Kennedy materializ6a los fantasmas de Albany que asediaban a Francis Phelan y Helen, los vagabundos de Tilo de hierro. La literatura sobre la Gran Depresién es muy abundante y, en la Biblioteca del Congreso, miles de fotografias nublan los Historia paisajes de América con el hambre y la incertidumbre de sus moradores. Koy, el pparo en Estados Unidos ronda el 4%; en Jo mas crudo del crudo invierno de ls De- presion, ascendia a un 25 % o hasta a un 44, segiin otras estimaciones. Desde su epicentro en Wall Street con Broad Street, aquel terremoto bursitil hhundid en la miseria a todo un pais y sus réplicas fueron de cal magnitud que la re construceién resulté tan laboriosa camo vacilante. Ahora bien, équéhubo detris de aquel epflogo de los “felieesafios veinte”™? PRESIDENTES REPUBLICANOS Y ESPECULADORES Warren Harding, Calvin Coolidge y Her bert Hoover se sucedieron en la Casa Blan- ca bajo la misma batuta republicana, tras Ia presidencia del demécrata Woodrow Wilson. A Hoaver, que juré su cargo en ‘marzo de 1929, le correspondis lidiar con elhundimiento del sistema y fracaso en el intento -Roosevelt lo barrié del mapa en las elecciones de 1982-; pero, desde lue- go, nofue su responsable: mas de una vez habia alertado contra la orgia especulativa ese MOOKINN, nu EACLE WALL SF. PANIC As STOCKS CRASt que viviala Bolsa, Sin embargo, anestesia: do porel vino las rosas del clima reinan- te 0 tal ver maniatado por los gerifaltes de antafo, no supo corregir aquel texto plagado de erratas que sintetizaba la eco- noma de su pais. Frente a la pujanza de la industria, sobre todo automovilistica, la agricultura siguié siendo la gran margi- nada, ya expansién ilimitada del crédito propicié una dependencia cada vez mayor de los bancas, que se mavian sin control El punto de no retorno fue la reduccién de la oferta monetariay la subida de los tipos de interés dictadas por la Reserva Federal finales de 1928. En septiembre de 1929, tun economista de Massachusetts, Roger Babson, presagis: “Repito lo que dije a estas alturas el ailo pasado y el anterior que més tarde o temprano se producira lm cracky seré terrible”. ‘Una vex empez6 el naufragio, Estados Unidos tuvo el timén para es bareo, pero no pudo o no quiso hacerlo, ‘ese a constatar tiempo atras que los sig- nos de la desaceleracisn eran evidentes. EL interés particular primaba -y de qué modo- sobre el colectivo. EL First National City Bank —hoy in- tegrado en el veterano Citibank- y el hase exhibfan miisculo en la ciudad de los rascaciels, A la cabeza del primero, Charles E, Mitchell, habia extendido sus tenticulos por més de una veintena de paises hasta que, en 1933, se senté en el Danquillo de los acusados por evasién de impuestes. Sus artimatias como especu- lador no eran ajenas a nadie yal poco de estallarla “burbuja”, un senador lo sefal6 ‘on el dedo como e! principal artifice del estropicio, EI Chase no estaba en mejores, manos, Albert H. Wiggin era un mago de las finanaas, cieto, pero también jugaba con las cartas marcadas. La Comisién Pe- cora, que investigé el crash en 1932, no tardé en desenmascararlo: un mes antes Laimagen dela “madre migrante” de Dorothea Lange uno de ls grandes icones de slo La fotoperiodistacapté lderasosego de ‘od un pals que dela nochea lamaAana precis quedarsesin futuro, Asa ver, a seul que aot Okishoma y otros extados, ala aauier, radoblé los efectos de laGran Depresin, ESTADOS UNIDOS TUVO EL TIMON PARA ESTABILIZAR EL BARCO, PERO NO PUDO O NO QUISO HACERLO, PESE A CONSTATAR TIEMPO ATRAS QUE LOS SIGNOS DE LA’ DESACELERACION ERAN EVIDENTES Histosa| Losavatares econémicos suelen estar ligados alas caidas y ascensos de nuevos gobiernos, y Espafia es un buen ejemplo deello. MF in 1928 eran visibles os efectos de una leve desaceleracin econémicay, aunque las consecuencias del cack del 29 fueran aqui menores que en otros pales por nuestro bajo desarrolio econdmic, el jueves Negro tuvo su ref inmediato en la faceta eccnémica del Gobierno. Elentonces ministio de Haciend, José Calvo Sotelo, bastante popula en los aos 4e benanva por aumentarla nersén en infraestrectrasy proyectar un impuesto progresivo precedente delactual RPF~ quero se matriaizaa hasta 1932, seo obigado admire 21 de enero de 1930, incapaz de hacer frente ala fuerte devalacin de lapeset, que aearaécotas de hastael 60% Dinsdespus, lo sigue propio presidente, l dicador Miguel Primo de Rivera Concrisiso sin ea, estos cambios de gobiemonoerenparanadaintrecuentesen a Espaha del primer tercio del siglo XX. De hecho, la principal mudanza estaba por legar: a situacin ceconimicano teria viscs de mejorar yprolifereban as voces que culpaban de elloalarmonar- ula Asi en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, las candidaturasrepubicanas salleron vencedoras en as randesciudades El primer ministro de Hacienda de la Repblica Indalecio Preto tampoco fue capar de cenmendar esa deriva, en parte po as reticencias del Banco de Espana aaceptar una mayor intervencibn del Estado. La agicultura, que empleaba.a mis del 40 % de la pblacién activa elas mas de 10 milones de fincas existentes en Espafa,seguiasiendo la principal fuente de riquem, pero esta rqueza estaba muy mal repartida y ia ecesén gelpeaba scbre todo alos mas debi El gobierno intent pair ladesigualdad mediantela Ley de Reforma Agraia, quecontem- plabala expropiacin delatfundios mediante una indemnizacn para cistibuir aera ene los jomalers y dstrinufr consiguientemente el paro agraro. Sin embargo, bs esperanzasde rmuchos de ests jomaleros se vier defraudads por a timidez con que se mplementaron las medidas. Todi eo, urido aque la recesén seguia campando asus anchas las mayorescalas del PI6/capita cercanas al 30%, se produjeron en el benio 1934-35- nos leva crohitedeesta lineatemperal las revolucones obreras de 1934, que ecudieonsobretodo Asturias y Catalina, ‘Aungue la economia sigué en decive, se podianapreciar signos sino de reaperacin, at menos si deralentizcién de la caida Per los espaiiolesno supimos apcovecharla coyuntura y,.coneestallido de la Guerra Civile pais se hundid mas en le miseia, ue se prolongé en laposguera, Historia del colapso, el tipo habia vendido en cor- to sus acciones y amasado un pellizco de uarro millones de délares. Como Mitchell y Wiggins, otros irresponsables contribu yeron ala cafda del sistema y el papel impreso nos ayuda hoy a wazar su perfil El magnate Samuel Lnsull, por ejemplo, acaparaba las postadas de la revista Time mientras su imperio se elevaba al cielo de Jos 500 millones de délares... con los pies de barro de solo 27 millones en actives. En Gran Bretafla, Clarence Charles Hatry vio cémo se desmoronaba su grupo por un fraude solo unas semanas antes del crash cde Wall Street, a modo de vaticinio de lo que estaba a punto de llegar LA VERDA Sin embargo, una economia boyante nose viene abajo por unas manzanas podridas que haya en el cesto, El cncer se podria resumir con el diagndstico que elaboré el historiador C. P Kindleberger en Las crisis nieas, 1929-1939 (Capitin Swing, 2009): “EI peligro planteado por el mer cado se basaba no tanto en el nivel de precios y en el volumen de transacciones como en el precario mecanismo de crédito que lo sustentaba, y en la presién que el mismo ejercia sobre el crédito en Estados Unidas y en el mundo’ sul ver, J. K. Galbraith diseurria en el elésico ET crash de 1929 sabre un factor psico¥égico no menos pertinente: el affin de los americanos por “hacerse ricos répi- damente y con un minimo esfuerzo fisico”, lo que alenté la inguietante dependenda de la clase media de los oscuros resortes de la Bolsa, sibien el porcentaje de inver- Enlaotapagin, arriba, alpresidente Coolidge, inoperante alahora de frenar os lexeesos especulativos GelaBolsadeNy. ‘laizquierda de estas Uineas.elmiximo responsabledal (Chase National Bank, Albert Wiein, Juntoalpoderoso J, Morgan cos cuaroles generates se fencontrabanen el ‘nimero23 de Wal Street asuinquerda ‘Abajo aa iequerda lpesidente Herbert Hoover y, misabaj, Charles E Mitchell jetaodelFist Bajo estastneas et presidente rapublicano Warren CiHarcing EL ECONOMISTA GALBRAITH ANALIZO UN FACTOR PSICOLOGICO NO MENOS PERTINENTE: EL AFAN DE LOS AMERICANOS POR “HACERSE RICOS RAPIDAMENTE Y CON UN MINIMO ESFUERZO FISICO” sores no legaba al 17 %. El modelo del atrn oFo, obsoleto tras la Gran Guerra y que algunos economistas han atribuido la excesiva duracidn de la ersis, poco tuvo que ver con su estllido, Todos los indicios estaban sobre la mesa y cualquiera podria haber inferido ‘el resultado de la ecuacién, porque el frenesi especulativo acaba siempre de la misma manera)Al igual que en la crisis dde 20038, os actores encarzacos de atajar elproblema fallaron, desde el presidente dde Estados Unidosa la Reserva Federal de Nueva York, pasando porel secrerario del Tesoro o el Consejo de la Reserva Federal de Washington, Entre tanto, el monstruo siguid crecienco en su jaula de Wall Street, En marzo de 1929, la Bolsa se des- mayé por una venta masiva de acciones y Charles E. Mitchell tuvo que sostener Su cuerpo moribundo entre Ios/braz0s, lo que aplaz5 unos meses el desplome. La alarma no devino pénico, pero generé una desconfianza que se deshocaria en el Je ves Negro, cuando el reajuste que sucede a toda ruleta alcista impulsé la venta de mas de 12 millones de acciones, en su ma yoria a precios irisorios. Unos dias antes, eldomingo 20 de octubre, el Times habia Hishoria Loscomederessocles, lamadossoup thors, alvaronelhambredel pas. Aigunosestaban ligndosa rgnivacones reigosasy ote, como sete deladerecha, 0 patrodnadospor mafosorcomo AL ‘Administration, uno de lesplares del NewDec. ‘Abajo delta, cadre unhomre arojadoalvado trasel tac dal2, Athorty Ac Abajo foraidos Bonney Gyde advertido a sus lectores: “Las valores se hhunden, mientras el mercado se engolf en una ola de ventas La célebre reunidn en la sede deJ. 2 Morgan, en el niimero 23 de Wall Street, a Ia que asistiron los citados Mitchell y Wiggins y otros prebostes de las finanzas William C. Potter, presidente de In Gus: ranty Trust Company, Seward Prosser, de Bankers Trust Company y Thomas W. La: ‘mont, socio gerente de la banca Morgan- y cena que se decidi6 intervenir para frenar el batacazo, consiguié calmar los énimos al término de la jornada, pero nada mis, La ola era imparable y, a Jo largo de la semana siguiente, ahogé al mercado. UNA OLA DE SUICIDIOS? Ta leyenda ha elucubrado con una epi demia de suicidios durante los primeros meses de la Depresién y, ciertamente, no faltaron los acaudalados que siguieron los pasos de J.J. Riordan, el presidente de la County Trust Company, que se pego un tro ennoviembre de 1929, Pero es interesante Historia EL ULTIMO ANO DELA GRAN DEPRESION PASA POR SER EL MAS ESPELUZNANTE DEL SIGLO XX EN ESTADOS UNIDOS EN LO QUE A NUMERO DE SUICIDIOS SE REFIERE, POR ENCIMA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL resefiar que la tasa no se disparé a raia del crash, sino que siguié la ténica ascendente de aquellos afos. En 1928, se contabilizaban 15,7 su cidios por cada 100.000 Nueva York; en 1929, la 17; y, en 1930, a 18,7. Los datos globa- les desmienten también esa estampa de ventanas abiertas y cuerpos voladores, ‘magnificada por los tabloides britanicos, En los meses de octubre y noviembre de 1929, se suicidaron en el conjunto del pais 1.331 y 1.344 personas respectivamente, ‘una cfra algo inferior ala media, mientras que en los meses de verano, cuando la crisis todavia no habia secado el bolsillo. de los contribuyentes, el néimero fue mds prominente, Desde el 24 de octubre de 1929 hasta el final de ese afio, el Times dio cuenta de cien suicidios ointentos de suicidio a lo Largo y ancho del pais, de los cuales la mitad de ellos habrian sido motivados por el crac bursitil y solo dos habrian tenido lugar en Wall Street. Lo cierto es que, en 1932, la tasa subi peli- grosamente hasta el 22,1. El iltimo afio de la Gran Depresidn pasa por ser el mas espeluznance del siglo XX en lo que a este tema se refiere, por encima dela Segunda Guerra Mundial LOS NUMEROS DE LA DEPRESION Lo del Jueves Negro no fue nada com rado con el Martes Negro, a jomada mas aciaga de la Bolsa de Nueva York, que en unas horas perdié 14.000 millones de dé: lares, més que todo el presupuesto federal previsto para ese aft. Alo largo de 1980, mis de 26.000 negocios echaron el cietre y el nimero no paré de aumentar hasta 1932, cuando fracasaron cerca de 32.000. Muchos de ellos eran bancos. Entre 1929 y 1932, la produccién industrial disminuyé un 54% yy la sequia de los estados centrales arrui- 1é las casechas y provoes un fendmeno migratorio que no conocia antecedentes inmediatos en el pas, El valor de las ineas rurales bajé de 57,7 millones de délares en 1929 a 36,2 en 1933, El pais emprendié una larga travesta por al desierto cuyos primeros oasis no se divisarian hasta 1933. La historia gré- fica del siglo XX late con las multitudes agolpadas alas puertas de los bancos y se LOS CIEN PRIMEROS DIAS DEL MANDATO DE ROOSEVELT PUSIERON LAS BASES DE UNA REFORMA EN LA QUE EL RESPETO A LAS LEYES DEL MERCADO NO EXIMIA DE LA INTERVENCION ESTATAL PARA REACTIVAR LA ECONOMIA estremece con ls filas de vagabundos en Jos comedores sociales (Al Capone abrié ‘unos cuantos en Ghicago). Durante cuatro aos, el jinete del hambre se ensefiores de una tietra que ya no tenia nada que ofrecer a sus hijos y los personajes mas siniestros deslumbraron a la prensa y el cine del momento. La Ley Seea, aprobada en 1920 y derogada en 1933, instituyé el ‘oficio” de gangster y la Gran Depresion lengendré a nuevas guras. El enemigo pi blico nimero 1, John Dillinger, fue aplaw: dido por susasaltos alos bancos y Bonnie y Clyte se revisteron de modernos Robin Hood para despertar el carifio de unas ma sas empobrecidas que simpatizaban con estos buscavidas de Texas, Los enemigos del pueblo eran otros. {Una plaga biblica parecia haberse cer nido sobre las fronteras de la nacién mis animosa de la Tierra y loscuidados palia tivos solo pareefan servir para prolongar la agonia. La agencia del Gobierno para Ja Reconstruction Financiera, creada por Hoover en 1932, no fue capaz de cobrar impulso hasta que Roosevelt la dots de ‘mayores medios dentro de su programa del New Decl, la primera gran esperanza para revertir una siruacisn ertic, EL.NEW DEAL se Nuevo Trato repattid sus cartas desde el momento en que el trigésimo segundo presidente de Estados Unidos se sento en el Despacho Oval, Los cien primeros dias de su mandato pusieron las bases de una Historia Unaeconomia deshecha lafagiidad de las democradas occidentale, ls seaueias deta Gran Guerra... Us emule eactores se alld para gonerarla “tormenta perfecta™ ‘que propcis el fecenso de los ‘asses en Europa, Eveanele austrace Dolifuspromulgéuna Constitucén de carter atria ‘ona, Abo, Léon Blum, jefe “del Gobleme del Frente Popular francés, ina colicin ‘delaquietdaeque conserva. poder en elbieno 1956-1938, “SI EEUU. ESTORNUDA, EL MUNDO ENTERO COGE UNA NEUMONIA”, REZA EL PROVERBIO. EL "CATARRO" HIZO QUE EL RESTO DEL MUNDO, EN PARTICULAR LOS PAISES MAS INDUSTRIALIZADOS, TUVIERA QUE TIRAR DE KLEENEX reforma en la que el respeto a las leyes del mercado no eximia de la intervencion estatal para reactivar la vida econmica del pais. Su espiritu, reflejado en el eine de Capra, cont6 com los embajadores més entregados, como la mujer del presidente, Eleanor, quien recorrié el pais para llevar ‘su mensaje a todos los rincones. Los més prestigiosos economistas, abogados y académicos compaginaron su censefianza en Harvard o Columbia con el asesoramiento del presidente. El sistema financiero se saneé con el cierre de los bancos contaminados, se confised el oro Historia amonedado en manos privadas mediante tuna orden gjecutiva, se devalué el délar hhasta el 50 % de su valor... Asimismo, el ‘New Deal galvaniz6 el cadaver de la De- presién mediante la Ley de Ajuste de la Agricultura o la Ley de Recuperacion de In Industria Nacional, ambas declaradas inconstitucionales en 1935 y 1936 respec: tivamente, en tanto que la Works Progress Administration erpleé a millones de per sonas en las obras publicas que el pais empezaba a demandar con urgencia. embargo, sus efectos no fueron inmedia- tos: hasta 1940, el miimero de parados solo baj6 una vez cle ocho millones -en 1987- y el 20 % de la poblacién seguia desempleada en. 1938. Roosevelt fue el presidente que més afios permanecié en el cargo -susvotantes le renovaron la confiatiza en cuatso con- ‘vovatorias sucesivas-, lo que no le libré de las eritieas por sus poiticas “socialistas” Lo cierto es que, gracias a €l, el pafs re- gtes6 poco-a poco a la seguridad de una plataforma tras varios ios en el alambre. “S| ESTADOS UNIDOS ESTORNUDA...” Segtin el proverbio acufado por sir Dennis Robertson, “si Estados Unidos estornuda, el mundo entero cage una neumonia’. ‘Tras Ia Primera Guerra Mundial, el pats sin nombre se consolidé como la gran potencia hegeménica, por lo que aquel catarro hizo que el resto del mundo, en ppatticular los paises mas industrializados, tuviera que tirar de Meenex. Las marchas del hambre en Gran Bre- tafia se habian iniciado en los afios veinte pero se multiplicaron a partir de 1929, Girigidas por el Movimiento Nacional de ‘Trabajadotes Desempleados (NUWMD, vin- ado al Partido Comunista, En 1932, el 17,6 % de la poblacidn estaba en paro, si bien a partir de ese atio se inicio una suer- te de “milagro” econémico que redujo el porcentaje al 12 % en 1935, animado por el mercado inmobiliario y automovilistico. Enla Franda de la Tercera Repailica, que vyeia la luz tras el trauma de la guerra, el zarpazo de a crisis castigé su industria yu ‘comercio ¥ agravé también el desempleo. <¢Habria gobernado el Frente Popular de ‘Léon Blum en 1936, formado por socialis- tas, radicales y comunistas, sin el hartazgo de una clase trabajadora que no estaba ispuesta a seguir pasando por el aro de ‘més ecortesy privaciones? cY qué decir de ‘América Latina? Tal como recuerda Kind- leberger, “los afi de Ia Depresién fueron aos de crisis y cambio. Las revoluciones ‘eran pandémicas’, Dentro de ese mapa tan variopinto, la crisis fue més aguda en los paises que se limitaron a esperar aque es- ‘campara, frente aquellos que implantaron politicas reactivas para hacerle frente oque ‘no dependian tanto del exterior como Brasil ‘Chil, con sus reservas de cobre. ero, en cierto modo, el mundo dejé erespirar en octubre de 1929 y no wohvi6 hacerlo hasta 1933. Dejaron de fuir los ‘eréditos norteamericanos se interrumpice- ron las exportaciones desde Europa y la ‘aida de los precios de las materias primas yylos productos agricolas tumbé numero- ‘sos bancos y se cebd con los obreros. Si esa ‘Sanagaen Polonia, la Guardia dela Patria deCepl en Rumania proxima en fondo y forma ala extrema derecha dela Guar- ‘dia Ge Hierro, a dictadura de Metaxdsen ATRACO ALAS 10 Y MEDIA Lamanana del7 de abril de 1932, la sucursal del Banco de Vizcaya dirigida por Femando Moreno y situadaen el namero119 delamadri- lefiacalle Fuencarral, esquina con Manuela Malasafia, sufrié un atraco nada més abrir sus puertas. Un grupo de ocho indivduos, a cayo mando se hallaba un hhombreconacentoandalu,erumpid enlaoficha yamenazs al personalcen armas de fuego Los ladrones se levarenun botinde 40.000 pesetas unacantidad destinada alas operacionescaas, Enel momento enquelosatracaderesestabanperpetrando su fechria,ent6 ena sucusal ‘Eduardo Léper, un joven de 14 aos que trabajaba en una droguetia de la calle Carranza, para hacer una entrega. Su testimonio fue decisiv para la uiterior investigacon polcal, ue conto también con la colaborecin de otrs tstigos: una svienta que impiaba un bakin proximo a le sucursal, la portera del pis frente a cual fue abandonado el coche yun joven transednte que se tops de bruces con elveticulo de los malhechores por a calle de San Andrés. Labanda hyd, enefecto, en un coche con maticula 38568, ue les experabaalaalturadel teatro Maravilasy que, posteriormente, fue abandonado ena calle Valehermas, esquina con Rodriguer San Pedro. la Vor del 8 de abril de 1932 inforné del suceso y el desenace lo recogé ABC en su edicon del 27 de mayo del mismo aio EL jefe dels bande respond al nombre de Jose ‘Marin Scher, eranatural de Nerva (Huelva) y tenia Batios Junto con os otres frajidos, fue puesto a dsposiciéin del juez de guardia Instructor det cas. ‘Aprovechandola lanma social, l iputado del Partido Racca Rosriguez Piero presento Lunaproposcén de eyen as Cartes paraenigi- la pens de muerte a ls atracadores @ mano armada, "indviduossnconcencia que ofginn seria peturbaiin dela paz bia" LA : VOZ Uno de los atracos mos toniidos de esos ditos have lugar en aide sacuriad | panenrn de Mansa. | Grecia o el austrofascismo de Dollfus que, paraddjicamente, fue asesinado por na ionalsocialistas en 1984. Humillada por los vencedores en el Tratado de Versalles, Alemania siguié su camino en los afios | veinte entre la hiperinflacién del ciclo 2921/23, huelgas, insurtecciones y hasta Sierrsamaea, —_golpes de Estado como el que encabezs el opaananasuete propio dlier en un cervereria de Munich Ra | en 1923,La Repitbica de Weimar serevelé ‘ adores {B31 os soradores demasindo feégil para resstr los embates pucrasdecsta de aquel huraein,vigorizado por el des ‘surcusalpararetirar empleo, la volatilidad de los ahorros y las suefectwormse constantes quiebras miercantiles. Damstiter und ‘Aligual que habia sucedido en Estados Natinatban, Unidos los bancosflaquearon también en cogs ace: el Viejo Continente y la errtica politica de los dirigentes acabé de fijarles la soga Historia 5) UNA CRISIS (RELATIVAMENTE) SUAVE En agosto de 1921, Antonio Maura formé gobierno por quinta ‘vez. Uno de sus mayores aciertos fue nombrar ministro de Ha- nda al catalanista Francesc Cambé, enla imagen. Todavia estaba fesca la quiebra del Banco de Barcelona en 1820, que desaté el pénico financlero, y Cambé concluyé que a excesiva desregulacibn habia sido Ia causa. En sus palabras, fa bance operaba con “un espintu de exagerado indviduaismo, casi podriames decir anarquico’, por lo que se puso manos ala obra para sujetare las riendas. Desplegs tuna gran actividad en el ministerio hasta que, en diciembre de 1921, se probs la Ley ‘Ordenada Bancaria, que conjuraba el pelgro de a bancarrotaeintentaba“suprimir una competencia ruinosa, asi insensata, que estimulabaaa la banca ala especulaciény ala aventura de cubrit gastos y pagar dividends". Cambé introdujo un oligopotio bancaro, asi como una tinida arantla de depésitos para sortear el psnicoinandero,y fue el padre dela ey arancelaia de 1821, en vigorhasta el Plan de Fstablizacin de 1958. Las cosechas de 1928, 1932 1934 fueron excepcionalmente buenas; aunque nues- trasexportaciones seresintieran=y, en consecuencia, umentara el déficit~ por los epures de os paises de nuestro entomo, el campo espafiol no sufrié de desabastecimientoy se equilbrélabalanza, Adems, la politce monetarialevada 2 cabo por el Banco de Espatia acerté a la hora de conceder céditos y no se replegé en si misma, como suele suceder en escenarios de incetidumbre, Deeste modo, suministr6 la liquidez necesara para que le economia nocayera. Pero no todo fueron luces, La principal sombra fue la drstca paralizacién dela obra, pilblica bajo el gobierno de Primo de Rivera para intentarcongelar el défi, que reper- Cutid negativamente en la tasa de aro, aunque sinllegar alas cotas de Estados Unidos © Reino Unido Lapolitica de Prime fue con- tinvada por su sucesor, Damaso Berenguer, pero corregida por et gobierno de la Republica, jaune Carer, ministro de Hacienda en 1932, contribuy6 a aliviar los efectos de la crisis al crear lun impuesto sobre la renta que consiguio aumentar la recauda~ cin para sutragar la obra publica “sobre todode escuelas-y atajar elparo en la construccion, Parad6jicament, la falta de desarrollo de nuestro pals ugéa ruestrofavoren losafostrelnta, ya que permitié mantener else- cularalslamientoy evitarel con tagiode ls paises mas afectados por la crisis. HITLER SE PRESENTO COMO UN SALVADOR Y ACOMETIO. UNA SERIE DE REFORMAS PARA ACABAR CON EL PARO, QUE PASABAN POR LA OBLIGATORIEDAD DEL SERVICIO MILITAR Y LOS GASTOS EN OBRAS PUBLICAS Y ARMAMENTO al evello, Fl Creditanstalt, fundado por los Rothschild en Viena en el siglo XIX, se ddeclaré en bancarrota en mayo de 1931, Dos meses después, el Danat-bank de Ale- ‘mania hizo lo propio, confirmando que el baile de “bajas” porla Depresién no habia hecho mas que empezar HL nacional-socialismo no conguists el povierporlosfrutos padres de Wall Street, pero esos frutos fueron tin elemento més para la olla de un descontento que, en las elecciones dle marzo de 1933 (“el aiio en que desperté 1a Nacién alemana’, como escrbi6 con sarcasmo Klaus Mann), cuaj6 en mis de 17 millones de votos. Bran los vvotos de la misera y la desesperacion, pero también del orgulo y la fe en un discurso tan oporunista como eléarico, que Hitler yya habia expuesto en su confuso ideario de Mein Kampf. El mito dle que los jucios, los socialdemdcratas y los comunistas habian apualado por laespalda a Alemania duran- te laPrimera Guerra Mundial calé hondo en la poblacién y en el mismo fuego, hervian las reparaciones de guerra, aliviadas por la Conferencia de Lausana de 1932, la igno- minia dela ocupacicn del Ruhr o el fracaso del anciler ining con su apuesta suicida parla deflacién, labajada de slarios—initil para fomentar el empleo- y la ausencia de cualquier iniciativa para emprender obras pblicas de envergadura en Alemania, Hitler se presents como un salvador y acometio una serie de reformas para aca- bar con el paro, que pasaban por la obli- gatoriedad del servicio militar, los gastos én obras publica y, sobre todo, en arma- mento. £l control de la industria y de los precios en la agricultura hizo el resto. Su plan estaba lleno de trampas pero sii a su fin, Delos seis millones de parados en octubre de 1933, la cifta se redujo a 1,2 millones en febrero de 1937, uno de los mayores éxitos de su primer plan cuattie ial, quecompletarfa un segunco cisefiado a la megida de la guerra (el impacto de larecesidn de 1937, originada también en Estados Unidos, fue meramente testimo- nial en una Europa que se preparaba ya ppara el Apocalipsis y més acusado, en cam- bio, en los paises menos industrializados). LAITALIA DE MUSSOLINI En la Talia de Mussolini, la Gran Depre sidn subrayé la erisis que acogotaba el pats desde finales de los afios veinte, con un paro que alcanzé en 1933, La creacién del Instituto Mobiliare en 1931, que concedia créditos a medio y largo pla- 20, ¥ del Instituto para la Reconstruccién Industrial en 1933, son buenos ejemplos para explicr la intervencién estatal, mas visible a medida que avanzaba la década y losesfueraos se destinaban a la produccién armamentfstica, En 1937, el Duce leg6 a ‘poner bajo su control a Opera Nazionale Dopolavoro, una organizacion que habia ayudado a difundir el ideario fascista en- tue los trabajadores -contaba con cuatro millones de miembros en 1939-y que se Enlaova pga amb, slincendodet Reichstagen 1833, del ‘qo losnaiscuparona UBscomunistas. Enestapigra enel sentido dalas aguas delrelg clyacarellr Hitereonal resent Hindenburg apertura detaseatin dat Reihetaget21de marzo de 1933 yuna frcrstnalaciuad Haire de Latina nat mateo dl Dopalavan, éQUE HABRIA SIDO DEL MUNDO SIN EL HAMBRE, EL PANICO Y LA\DESAZON DE AQUELLOS ANOS? LO QUE EMPEZO EL JUEVES NEGRO DE 1929 DEFINIO EL COLOR CENICIENTO, ENLUTADO, DEL PASADO SIGLO XX ‘cupaba de animar su rutina con activids des recreativas y vacacionales, Al cabo, todos los paises libraron su particular batalla contra Ja crisis econémi- caen los alos tei eespecular so- bre lo que habria sucedido si nose hubiera dado esa tormenta perfecta que eulmind con al inicio de la Segunda Guerra Mun. dial en 1939. Si Estados Unidos hubiera salido indemne del crash de 1929, es po- sible que hubiese asumido su rol como superpotencia para a tiempo el aascenso de los fascismos en Europa o intervenir contra el régimen antisemita que se habia instalado en el Reichstag en 1933, Pero el 70 % de los americanos se rnegaba a participar en la guerra y solo el ‘ataque japonés sobre Pearl Harbor cambié 'su pertepcién, Qué habria sido del mundo sin el ‘amb, el pinico y la desazén de aquellos ‘aiios? Lo que empez6 el Jueves Negro de ‘octubre de 1929 definié el color cenicien to, enlutado, del pasado siglo XX. Y si es cierto que aprendimos algunas lecciones de aquella calamidad, también lo es que olvidamos muchas otras. ¥ que seguimos pagando el precio del olvido. Historia

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