MEMORIA Y ENVEJECIMIENTO

REVISIÓN

La memoria. Introducción al estudio de los trastornos cognitivos

en el envejecimiento normal y patológico
P. Casanova-Sotolongo a, P. Casanova-Carrillo b, C. Casanova-Carrillo c

MEMORY. AN INTRODUCTION TO THE STUDY OF THE COGNITIVE

DISORDERS IN NORMAL AND PATHOLOGICAL AGING
Summary. Introduction. As the life expectancy of the population rises, there is also an increase in the frequency of the diseases
that appear in the elderly. Aging can be healthy or pathological, but the borderline between the two is still a bit fuzzy.
Development. With the increase in the longevity of the population, Alzheimer’s disease (AD) and other illnesses linked to the
aging process have become more common, above all in people between 65 and 85 years of age. The cognitive aspects that,
in clinical practice, are most frequently seen to be involved are memory, attention, executive functions and the speed at which
information is processed; these are the most common in these patients but the most severe and insidious as well as the first
to appear are problems affecting memory. The physiological mechanism behind memory has still not been wholly explained.
The modulation of many of the cognitive processes given by the cerebellum expands the borders in the study of the different
mnemonic processes. The prefrontal cortex plays an essential role in controlling attention and in the mnemonic filing system
required to supervise and modulate sensory-motor processing and the basic complex actions of cognition, emotion and human
behaviour. Conclusions. The neuroanatomical, psychological and neurophysiological foundations of memory are very com-
plex and involve the intervention of a number of structures that, within a single integrated context, each contribute to the overall
functioning. [REV NEUROL 2004; 38: 469-72]
Key words. Aging. Concept. Memory. Mnemonic disorders. Neuroanatomical bases. Neurophysiology. Psychology.

INTRODUCCIÓN tan a su calidad de vida y generan elevados costos para la familia

Con el incremento en la expectativa de vida de la población hay un
aumento en la frecuencia de enfermedades que aparecen en edades
avanzadas. Hay un envejecer sano y otro patológico, pero los límites
entre ambos no son demasiado claros y, a veces, es muy difícil
determinar dónde comienza uno y acaba el otro. El primero permite
a la persona llegar hasta una edad avanzada conun pleno uso de sus
facultades mentales, mientras que el segundo no; pero, incluso en el
primer caso, se presentan anormalidades en la diversidad de habi-
lidades cognitivas y mentales,y, quizás también, funcionales [1,2].
La enfermedad de Alzheimer y otras dolencias vinculadas al
envejecimiento son más frecuentes actualmente, sobre todo en
las personas entre 65 y 85 años de edad, en la medida en que la
longevidad de la población es mayor. Los trastornos de tipo cog-
nitivo son los más graves en estos enfermos. Los aspectos de la
cognición que se encuentran afectados más frecuentemente en la
práctica clínica son: memoria, atención, funciones ejecutivas y
velocidad de procesamiento de la información. Prácticamente,
todos los procesos psicológicos básicos resultan afectados, pero
los más graves e insidiosos son los problemas de memoria. Ésta
es una de las funciones centrales de la actividad intelectual, base
de nuestro conocimiento, y es el primer sistema de procesamiento
cognitivo y conceptual que se destruye, y con un resultado más
devastador [2-4].
Por estas razones, el estudio de los aspectos más generales
relacionados con la memoria es indispensable para los médicos
comunitarios, para comprender y manejar de manera adecuada
estos trastornos, ligados con afecciones propias del adulto ma-
yor, comúnmente asociadas con deterioro cognitivo, que afec-
Recibido: 30.09.03. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones:06.11.03.
a
Policlínico Héroes del Moncada. b Policlínico Marcio Manduley. Municipio de
Salud Centro. cHospital Gineco-obstetra América Arias. Ciudad Habana, Cuba.
Correspondencia: Dr. Pedro Casanova Sotolongo. Calle B, 607 e/ 25 y 27.
Plaza. Ciudad Habana, Cuba. E-mail: pcasanov@infomed.sld.cu.
 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA
y la sociedad [5].
ASPECTOS CONCEPTUALES DE LA MEMORIA
Ha quedado atrás el concepto de que la memoria era una simple
impresión de huellas que se conservaban y se reanimaban o repro-
ducían de acuerdo con la necesidad. Actualmente, se sabe que es
un sistema funcional complejo, activo por su carácter, que se
despliega en el tiempo en una serie de escalones sucesivos y que
se organiza en diferentes niveles. La memoria se refiere a las
experiencias y la información que recordamos. Como proceso de
retención de las experiencias aprendidas, está involucrada en todas
las actividades mentales [6-8].
En la base de la memoria está la capacidad de las células
nerviosas para conservar las huellas de sus cambios funcionales,
que se originan bajo la acción de nuestras emociones o cuando
percibimos, razonamos y realizamos una actividad motora. La
mayoría de los seres vivos tiene la posibilidad de responder según
su programación genética a los cambios que ocurren en su entor-
no. Esta capacidad de adaptación les brinda la habilidad necesaria
para aprender y recordar [8-11].
Las investigaciones en este campo demuestran que práctica-
mente es imposible el estudio de la memoria de forma aislada e
independiente de las otras funciones cognitivas. Por otra parte, el
proceso de la memoria es múltiple; es decir, no es un mecanismo
unitario mediatizado por un único sistema neurocognitivo, sino
que en él existen diferentes tipos de memoria que difieren entre
sí en diversos aspectos, sobre todo en cuanto a las reglas de fun-
cionamiento y en el sustrato neuroanatómico [2,12-17].
Se ha definido la memoria como la capacidad del hombre para
recordar, conservar y reproducir –en la medida de su necesidad–
la información recibida. El aprendizaje es el proceso de adquisi-
ción de nueva información, mientras que la memoria se refiere a
la persistencia de este aprendizaje en un estado tal que permita su
utilización [7,9-11,16].

REV NEUROL 2004; 38 (5): 469-472 469

P. CASANOVA-SOTOLONGO, ET AL
Una definición genérica y ampliamente aceptada del término
afirma que la memoria hace referencia a un conjunto de sistemas
que permiten adquirir, retener –temporalmente o de manera per-
manente– y recuperar información y conocimientos [3,6-11].
Se considera, por tanto, que la memoria se compone de dis-
tintos sistemas que funcionan de forma relativamente autónoma,
aunque se relacionan entre sí, por lo que el producto final, el
recuerdo, es el resultado de la actuación conjunta de todos ellos.
Esto se demuestra porque en condiciones patológicas, como trau-
matismo craneoencefálico o afecciones neurodegenerativas, al-
gunos de estos sistemas dejan de funcionar correctamente, mien-
tras que otros se conservan intactos [2,3,13-15].
La memoria también puede definirse como el depósito de
conductas potenciales aprendidas a lo largo del tiempo. Es esen-
cial para la retención del aprendizaje. Para otros autores, se trata
de los procesos que permiten grabar y evocar la experiencia. Lo
contrario a la memorización es el olvido. Si el individuo no tiene
memoria, no puede crear los hábitos adecuados para su trabajo ni
aplicar la experiencia obtenida a través de la vida [8,18-20].
ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL DE LA MEMORIA
Las primeras observaciones sobre la localización anatómica de
la memoria se basaron, en su mayor parte, en la utilización como
modelo biológico de los pacientes epilépticos graves, con crisis
refractarias al tratamiento y sometidos a resecciones quirúrgi-
cas, sobre todo del lóbulo temporal. A estas investigaciones se
añadió la experiencia clínica y el desarrollo de otras ciencias
afines, que permitieron acumular un mayor volumen de cono-
cimientos sobre los procesos cognitivos y, en especial, la me-
moria. Un aporte decisivo en este sentido fue la aparición y el
empleo de los estudios de neuroimagen, como la tomografía
computarizada por emisión de fotón único (SPECT), la tomo-
grafía por emisión de positrones (PET) y la resonancia magné-
tica funcional (RMf) [3,21-24].
Actualmente, las principales regiones invocadas en los proce-
sos de la memoria son los lóbulos frontales y temporales –sobre
todo el anterior–, el tálamo, la circunvolución del cíngulo, los
ganglios basales, el hipocampo, la amígdala, los cuerpos mamila-
res del hipotálamo, los núcleos anterior y mediodorsal del tálamo,
los núcleos del septo y la corteza entorrinal. Las estructuras citadas
se relacionan entre sí por medio de una serie de vías: trígono o
fórnix, estría terminal, fascículo mamilotalámico o de Vicq d’Azyr,
banda diagonal y comisura anterior y los circuitos límbicos forma-
dos por un componente interno que relaciona distintas estructuras
de este sistema. Uno de ellos es el descrito por Papez (1937) (hi-
pocampo, fórnix, tubérculos mamilares, núcleos anteriores del
tálamo y corteza cingulada), considerado habitualmente como un
sistema activador de la memoria, similar a la formación reticulada
mesencefálica o sistema activador reticular ascendente en el ciclo
de sueño y vigilia. Este conjunto anatómicoestá implicado en la
adquisición y la evocación, puesto que su lesión bilateral ocasiona
una amnesia anterógrada masiva y un trastorno retrógrado más
limitado [25-31].
Las conexiones de los circuitos límbicos con la neocorteza se
realizan a través de las siguientes estructuras: circunvolución cin-
gulada posterior, circunvolución parahipocámpica y núcleo pul-
vinar del tálamo. Las dos primeras se relacionan con la corteza
prefrontal y se conectan con las áreas de asociación somestésica,
auditiva y visual [3,8,10,11,21,22,32]. Las estructuras del hipo-
campo se responsabilizan de la comparación elemental de las
470
nuevas estimulaciones con las huellas de la experiencia pasada.
Se ha destacado la importancia de las formaciones que conectan
los sectores internos de la zona temporal (el hipocampo, los nú-
cleos talámicos y el hipotálamo) en la impresión y la reproduc-
ción de huellas de estímulos inmediatos. Sobre todo, se resalta el
papel de los cuerpos mamilares. Esto hace pensar que no todas las
partes del cerebro participan por igual en el proceso de la memo-
ria, sino que determinadas estructuras tienen una importancia
esencial para la conservación y la reproducción de la memoria de
los hechos recientes [10,11,22,30,32].
Se han correlacionado las anomalías en el cuerpo calloso con
los defectos en la velocidad de procesamiento de la información,
y se ha comunicado una asociación entre la disminución del ren-
dimientos en tareas de fluidez verbal con la atrofia de la porción
anterior del cuerpo calloso, área que interconecta ambos lóbulos
frontales [3,23].
Actualmente, las investigaciones realizadas muestran el cere-
belo como un órgano relacionado estrechamente con determina-
dos eventos cognitivos (memoria, lenguaje e ideación motora) y
se han descrito una serie de conexiones que relacionan las regio-
nes del lóbulo frontal con distintas estructuras corticales y sub-
corticales que conforman tres circuitos básicos; éstos, al alterarse,
determinan síndromes cognitivos y conductuales distintivos: de
la convexidad (la conducta ejecutiva), orbitofrontal (la conducta
social) y medial (la motivación) [8,33,34].
BASES PSICOLÓGICAS Y
NEUROFISIOLÓGICAS DE LA MEMORIA
Existen numerosas tendencias y teorías en el campo de la Psico-
logía para explicar el mecanismo de la memoria, como son el
asociacionismo y el ‘gestaltismo’ (del alemángestalt, imagen),
entre otros. En lo esencial, estas teorías no relacionan los procesos
de la memoria con la actividad de la persona, cuestión que reco-
noce actualmente la mayoría de los psicólogos como factor cen-
tral en la formación de todos los procesos psíquicos del ser huma-
no. [3,6,8,10,11,21].
Se han considerado, desde el punto de vista funcional, cuatro
fases en la organización estructural de la memoria, concebida en
un desarrollo temporal:
1. Memorización: fijación, registro, adquisición o codificación
(poner en memoria).
2. Conservación: retención, almacenamiento o consolidación
(archivar en la memoria).
3. Reproducción: estabilización y restitución o recuperación (re-
poner en memoria, descodificar o recordar).
4. Reconocimiento.
La memorización es el conjunto de procesos que permiten perci-
bir una información nueva, operar sobre la misma empleando los
conocimientos almacenados y grabarla en nuestra conciencia. La
memorización, al igual que la conservación y la reproducción, no
son ‘capacidades psíquicas autónomas’, sino que se forman en la
actividad y están determinadas por ella. Para la correcta memo-
rización y reproducción del material percibido se necesita la pre-
sencia de dos condiciones importantes: la integridad del sistema
anatómico responsable de todo el mecanismo funcional de la
memoria, y el estado óptimo de la neurodinámica cortical. La
selectividad, consecuentemente, es el primer y más importante
resultado del estado normal de la neurodinámica cortical; el se-
gundo, íntimamente ligado al primero, es la posibilidad de con-
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servar durante largo tiempo el estado de vigilia e inhibir los efec-
tos de las estimulaciones accesorias. Se ha señalado como una
tercera condición neurodinámica indispensable para la fijación y
la reproducción de las huellas de la memoria el aspecto de la
movilidad óptima de los procesos nerviosos [1,2,4,12].
Algunos estudios psicológicos han demostrado que, si se
repite la misma información una y otra vez, se acelera y potencia
el grado de transferencia de la memoria, de la de corta a la de
larga duración. La memorización puede ser voluntaria, cuando
el individuo intenta recordar, o involuntaria, en la que se memo-
riza espontáneamente [3,11,15].
Existen diferentes métodos para la memorización voluntaria,
que son:
1. Mecánico. A través de la repetición de memoria del material,
sin comprenderlo profundamente y sin establecer relaciones
entre los objetos y los fenómenos.
2. De asociación. Cuando se establece un vínculo entre la infor-
mación nueva y la existente en la memoria.
3. Lógico. Se memoriza la esencia de las relaciones que hay
entre los objetos y fenómenos. Este es el método más efecti-
vo, pues se graba y recuerda el sentido de la información y sus
partes más sustanciales [6,7,9,11,15,17,21].
La reproducción o evocación es el recuerdo del objeto sin nece-
sidad de que se repita la percepción. En ella, se distinguen dos
variantes: el reconocimiento y la representación o reproducción
propiamente dicha. Cuando nos encontramos con una persona e
identificamos que la hemos visto en otra ocasión, lo que se pro-
duce es el reconocimiento. Sin esta cualidad, cada vez percibiría-
mos los objetos como nuevos, y no como ya conocidos. El reco-
nocimiento siempre vincula nuestra experiencia con la percepción
de los objetos circundantes y, al mismo tiempo, nos ofrece la
oportunidad de orientarnos correctamente en la realidad que nos
rodea. La reproducción, propiamente dicha, puede ser voluntaria
o involuntaria, y se diferencia del reconocimiento en que se efec-
túa sin necesidad de percibir directamente el objeto. Es una forma
más evolucionada de recuerdo. Hace vigente una huella en ausen-
cia del estímulo que lo formó, y permite una imagen que sólo
guarda una relación mediata con la percepción [6,9,17].
El olvido empieza pronto; se inicia con el aprendizaje mismo,
y la mayor pérdida ocurre en los primeros momentos. Se señala
que en las primeras nueve horas se pierden dos tercios de la infor-
mación recibida. Conservar o almacenar es un proceso activo de
elaboración, sistematización y generalización del material, de
dominio del mismo y de transferencia de la información obtenida
al ‘almacén’ de la memoria [7,9,11,21].
A partir de las observaciones de que en las regiones corticales
cerebrales con actividad intensa se produce un aumento del grosor,
y de que por microscopía electrónica se describieron modificaciones
en las terminales presinápticas sometidas a una actividad prolongada
e intensa, se elaboró una hipótesis, aceptada por muchos, de que la
fijación de los recuerdos en el encéfalo se debe a cambios físicos de
las propias sinapsis, que podrían consistir en el número de terminales
presinápticas o del tamaño de estas terminales, o, tal vez, de la con-
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REV NEUROL 2004; 38 (5): 469-472
MEMORIA Y ENVEJECIMIENTO
ductividad de las dendritas. Estos cambios físicos darían lugar a una
facilitación permanente o semipermanente de las sinapsis, y permi-
tirían que pasaran señales por ellas con una facilidad cada vez mayor
cuanto más veces se utilice el engrama de memoria correspondien-
tes. Esto explicaría la tendencia de los recuerdos a fijarse con mayor
intensidad en el sistema nervioso con las repeticiones de la misma
experiencia o cuantas más veces la persona vuelve a recibir el estí-
mulosensorialquediolugaralahuellamnésica[2,8,10,12,19,21,23].
Los descubrimientos más recientes hacen pensar que las mo-
dificaciones bioquímicas de las células nerviosas desempeñan un
papel fundamental en la conservación y duración de las huellas de
la memoria por largo tiempo. La base de estas modificaciones es
el cambio estructural del ácido ribonucleico (ARN) [2,10,13,24].
A partir de los conocimientos adquiridos sobre las funciones
del ácido desoxirribonucleico (ADN) y del ARN en el control de
la reproducción, que en definitiva se trata de un tipo de memoria
transmitida genéticamente de generación en generación, y por el
hecho de que los ácidos nucleicos permanecen toda la vida dentro
de la célula, se planteó que podían participar en los procesos de
la memoria [1,2,4,12,25-30].
Por otra parte, existen estudios bioquímicos que demuestran
un aumento del ARN cuando las neuronas entran en actividad.
Sin embargo, no se ha encontrado un mecanismo mediante el cual
el ARN facilitaría la transmisión sináptica. Actualmente, lo que
aceptan la mayoría de los investigadores es que en la memoria de
larga duración existe una modificación física o química en los
botones sinápticos o en las neuronas postsinápticas, y que estos
cambios facilitarían permanentemente la transmisión de impul-
sos de la sinapsis. Hay investigadores que consideran la existen-
cia de un mecanismo único para la memoria de corta y larga
duración, mientras que otros suponen la presencia de dos siste-
mas con distintas características. A pesar de todos los avances
logrados, el mecanismo fisiológico de la memoria todavía perma-
nece sin aclararse totalmente [4,12,31-35].
CONCLUSIONES
Los resultados de los estudios funcionales han revelado que, tanto
por el número de estructuras que participan, como por la red de
conexiones nerviosas implicados, las bases neuroanatómicas, psi-
cológicas y neurofisiológicas de la memoria son muy complejas.
Su mecanismo fisiológico todavía no se ha explicado totalmente.
La modulación de muchos de los procesos cognitivos que realiza
el cerebelo amplía la frontera en el estudio de los diferentes proce-
sos de la memoria. Aunque el proceso de impresión y retención de
huellas es una función general de las células nerviosas, ello no
significa que la actividad de la memoria, complejamente estructu-
rada, involucre a todas las partes del cerebro por igual, ni que sea
una función de toda la corteza cerebral, considerada como un todo
indivisible. Los datos con los que cuenta la fisiología contemporá-
nea y la neuropsicología sugieren que la actividad de la memoria
está garantizada por un complejo sistema de sectores cerebrales
que trabajan coordinadamente, cada uno de los cuales realiza su
aportación específica a esta compleja actividad.
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LA MEMORIA. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO
DE LOS TRASTORNOS COGNITIVOS EN EL
ENVEJECIMIENTO NORMAL Y PATOLÓGICO
Resumen. Introducción. Con el incremento en la expectativa de vida
de la población, hay un aumento en la frecuencia de enfermedades
que aparecen en edades avanzadas. Hay un envejecer sano y otro
patológico, pero los límites entre ambos no son demasiado claros.
Desarrollo. La enfermedad de Alzheimer (EA) y otras dolencias vin-
culadas con el envejecimiento son más frecuentes actualmente, sobre
todo en las personas entre 65 y 85 años de edad, en la medida en que
la longevidad de la población es mayor. Los aspectos de la cognición
que se afectan más frecuentemente en la práctica clínica son: memo-
ria, atención, funciones ejecutivas y velocidad de procesamiento de
la información; estos son los más comunes en estos enfermos, pero los
más graves e insidiosos, y los primeros en aparecer, son los proble-
mas de memoria. El mecanismo fisiológico de la memoria todavía no
se ha explicado totalmente. La modulación de muchos de los procesos
cognitivos que realiza el cerebelo amplía la frontera en el estudio de
los diferentes procesos de memoria. La corteza prefrontal desempeña
un papel esencial en el control de la atención y en el archivo de la
memoria necesario para supervisar y modular el procesamiento sen-
sitivomotor y las acciones complejas básicas de la cognición, la
emoción y la conducta humana. Conclusiones. Las bases neuroana-
tómicas, psicológicas y neurofisiológicas de la memoria son muy
complejas; intervienen múltiples estructuras que, dentro de un con-
texto unitario, dan su aporte funcional individualizado. [REV NEU-
ROL 2004; 38: 469-72]
Palabras clave. Bases neuroanatómicas. Concepto. Envejecimiento.
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A MEMÓRIA. INTRODUÇÃO AO ESTUDO
DAS PERTURBAÇÕES COGNITIVAS NO
ENVELHECIMENTO NORMAL E PATOLÓGICO
Resumo. Introdução. Com o incremento na expectativa de vida da
população, há um aumento da frequência das doenças que apare-
cem em idades avançadas. Há um envelhecer são e outro patológi-
co, mas os limites entre ambos não estão muito esclarecidos. De-
senvolvimento. A doença de Alzheimer (DA) e outras patologias
relacionadas com o envelhecimento são mais frequentes actual-
mente, particularmente nas pessoas entre os 65 e os 85 anos de
idade, na medida em que a longevidade da população tem vindo a
aumentar. Os aspectos da cognição que se comprometem mais fre-
quentemente na prática clínica são: memória, atenção, funções
executivas e velocidade de processamento da informação; estes são
os mais comuns nestes doentes, mas os mais graves, insidiosos e os
primeiros a aparecer são os problemas de memória. O mecanismo
fisiológico da memória não está ainda explicado totalmente. A
modulação de muitos dos processos cognitivos dada pelo cerebelo
amplia a fronteira no estudo dos diferentes processos mnésicos. O
córtex pré-frontal desempenha um papel essencial no controlo da
atenção e no arquivo mnésico necessário para supervisionar e
modular o processamento sensitivomotor e as acções complexas
básicas da cognição, da emoção e do comportamento humano.
Conclusões. As bases neuroanatómicas, psicológicas e neurofisio-
lógicas da memória são muito complexas; nelas intervêm múltiplas
estruturas que, dentro de um contexto unitário, dão o seu contributo
funcional individualizado. [REV NEUROL 2004; 38: 469-72]
Palavras chave. Bases neuroanatómicas. Conceito. Envelhecimento.
Memória. Neurofisiologia. Perturbações mnésicas. Psicologia.
REV NEUROL 2004; 38 (5): 469-472