You are on page 1of 21

MINATITLAN: UN ESPACIO EN BUSQUEDA DE SU SOCIEDAD

1830-1870

El 5 de septiembre de 1910 el gobernador de Veracruz, Teodoro A.

Dehesa, elevaba la villa de Minatitlán al rango de ciudad. Esta

nominación formaba parte de una serie de medidas llevadas a cabo por

el gobierno porfirista para festejar los cien años de la Independencia de

México. El cantón de Minatitlán representaba lo que el régimen

consideraba uno de sus grandes triunfos: la modernización del país. Una

modernización que, en el caso concreto de Minatitlán, había sido

posible gracias a la inauguración del Ferrocarril Nacional de

Tehuantepec en 1907, aún cuando éste no pasaba directamente por la

ciudad.1 Aparejado a esto, un nuevo "negocio" vendría a acrecentar el

interés por la zona: la explotación de petróleo. El "contratista de don

Porfirio", el inglés Weetman Pearson, a la par que realizaba los trabajos

de remodelación y modernización del Ferrocarril de Tehuantepec,

empezó a explotar con éxito los primeros pozos petroleros del sur de

Veracruz.2 Por esta razón, quien en 1910 se acercara a Minatitlán

1
Situación que preocupaba a las fuerzas "vivas" de la población y que llevan a Diaz,
como premio de consolación, a determinar la construccion de la refinería en Minatitlán.
Ver María de los Angeles Saraiba Russell, Les enjeux de la modernité dans l'histoire du
Mexique contemporaine, Paris, EHESS, Tesis de Doctorado, 2004, p. 211.
2
Entre 1904 y 1906, El pozo de San Cristóbal, situado en los terrenos de Riberas
Coloradas, antigua propiedad de la familia Baldwin, empezó a producir petróleo. Esta
situación llevaría a la construcción de la primera refinería experimental en la zona. Ver
María de los Angeles Saraiba Russell, Procesos modernizadores en el Istmo
1
encontraba que la cabecera del cantón del mismo nombre era una

promisoria ciudad de casi nueve mil habitantes. Le seguían en

importancia, de acuerdo con el número de habitantes, el nuevo Puerto

México, sede del FNT, con 6 600; Jáltipan con 6 448 y Cosoleacaque

con 6 263. En conjunto, el cantón de Minatitlán poseía 46 270

habitantes, repartidos en 13 municipalidades y 27 congregaciones. 3 El

nuevo siglo se presentaba en el Istmo con auspicios más que favorables;

en los años a venir, tanto su población como su desarrollo económico

crecerían aún más.

En las siguientes líneas, trataremos de remontar en el tiempo para

descubrir cómo esta parte del sur de Veracruz se fue poblando. Cierto, el

Ferrocarril y la incipiente explotación petrolera son los elementos que

permitieron su desarrollo a principios de siglo. Sin embargo, lo que me

interesa en esta charla es dilucidar mejor el escenario que permitió la

transformación de esta zona. Para ello, trataré de delinear los "inicios"

de esta región.

En la historia de Minatitlán hay un elemento vital: un vasto espacio

estratégico que podía convertirse en objeto del deseo de naciones

veracruzano 1900-1921, México, UNAM, tesis de maestría en Historia de México, 2000.


3
Ver Secretaría de Agricultura y Fomento, Tercer Censo de población de los Estados
Unidos Mexicanos, verificado el 27 de octubre de 1910 , t. I, México, Oficina Impresora
de la Secretaría de Hacienda, 1918, pp. 408-409.
2
enemigas. Vastas extensiones de tierra en apariencia fértiles e

inhóspitas esperaban ser colonizadas. Al menos esto era lo que

pensaban las autoridades de la nueva nación mexicana que durante la

primera mitad del siglo XIX trataron de poblar las zonas que

consideraban estratégicas para el desarrollo nacional. El sur de

Veracruz entraba dentro de esta categoría. 4 No es mi intención

detenerme en la descripción de la fallida expedición francesa de 1830-

1834; basta decir que a ella debemos la "inauguración" del poblado de

Minatitlán entre 1825 y 1826 como sede de la compañía colonizadora de

Tadeo Ortíz de Ayala.5

Al mismo tiempo que se pretende llevar a cabo la colonización de

las tierras altas del Coatzacoalcos y crear asi un territorio del Istmo, el

gobernador de Veracruz, Antonio López de Santa Anna, otorga 16

kilómetros cuadrados en el Coatzacoalcos a destacados militares que

lucharon por la independencia de México. Su misión sería crear colonias

militares en la zona.6 Encontramos así las tierras otorgadas a los

generales Juan N. Almonte7, Vincenzo Filisola8 e Ignacio de Mora y


4
Ver Maria de los Angeles Saraiba Russell, op. cit., 2005, pp.42-46.
5
Minatitlán era conocida como Paso de la Fábrica. Los primeros datos sobre este
asentamiento se remontan a la época colonial, hacia 1731. Se le llamaba así porque en
ella había un astillero. Ver María de los Angeles Saraiba Russell, Ibid., 2005, pp. 37-38.
6
Decreto de colonización de 1823; ver Ibid., 2005, p.55.
7
Almonte era uno de los héroes de la Independencia y encargado de la colonización de
las zonas inhópitas del nuevo país. Viajará a la región enviado por el gobierno de
Veracruz y apoyará la colonización europea de la zona. Ver Ibidem., pp. 55-56.
8
Ibidem.
3
Villamil9, así como a don José Ignacio Esteva, ministro de Hacienda. el

objetivo final era crear un territorio del Istmo.

Hacia 1830, un colono del Coatzacoalcos describía así a la gente

que habitaba en Minatitlán:

"En Minatitlán hay un alcalde, un corregidor y un comisario... Hay


mexicanos, indios, franceses, americanos; su población es de alrededor
900 personas; los mexicanos más ricos poseen mulas para el transporte
de mercancías...la mayor parte de los habitantes de Minatitlán no se
ocupa de la agricultura debido a la falta de tierras cerca de la población.
Los terrenos baldíos pertenecientes al Estado se encuentran a más de
30 kilómetros de distancia. Los habitantes se dedican a otras
actividades legadas al hecho de que es aquí que los barcos descargan
sus productos. La mayor parte de la población proviene de los pueblos
de Chinameca, Zanapa, Huimanguillo y Tabasco. El resto, 24 hombres,
12 mujeres y 26 niños, son extranjeros. el carácter de los primeros, es
decir, de los nativos, es dócil, de comportamiento normal y dedicado al
trabajo... por lo que respecta a los extranjeros, también son correctos y
subordinados a las autoridades, salvo algún anglo-americano que debe
ser llamado al orden..."10

Tratemos de averiguar quiénes son estos nativos y los extranjeros.

Hacia 1828, hay un cónsul americano establecido en Minatitlán. Su

nombre es Charles Douglas, originario de Alabama. Su misión era la de

fomentar la presencia de comerciantes americanos en la zona. 11 No

sabemos cuánto de oficialidad y cuánto de aventura hay en estos

9
Ibid., p. 56
10
Anarcharsis Brissot de Warville, Voyage au Guazacoalcos aux Antilles et aux Etats-
Unis, Paris, Arthus Bertrand Editeur, 1837, pp. 81-82.
11
AHSREM, 44-17-111.
4
personajes, lo que sí es cierto es que en 1831 un nuevo cónsul

americano está activo en la región. Su nombre es Juan Baldwin, quien

junto con su hermano Samuel posee un aserradero.

Juan y Samuel Baldwin compraron en 1830 el terreno Riberas

Coloradas al terrateniente Francisco de Lara y Vargas, personaje sobre

el cual hablaremos más adelante. Riberas Coloradas tendrá un destino

particular, ya que, aparte de ser la primera propiedad privada de

Minatitlán, a principios del siglo XX será la sede de la primera refinería

de la región.12 El destino de los hermanos Baldwin se separa en

Minatitlán. Juan el vicecónsul es enviado a prisión por causas que

resultan oscuras, aunque todo parece indicar que podría tratarse de un

cierto apoyo a movimientos rebeldes en la zona. 13 No sabemos si murió

en prisión o fue desterrado. Lo que es cierto es que su nombre

desaparece de los registros de la época. Será Samuel quien a partir de

esta época aparezca como el "patriarca" de la familia Baldwin, la familia

extranjera más conocida y antigua de Minatitlán. Samuel había llegado

del puerto de Veracruz en compañía de su esposa Clotilde, de origen

francés. En Minatitlán se dedicará al comercio de la madera (caoba), así

12
Testimonio de la protocolización del título de propiedad de los terrenos llamados
Riberas Coloradas, Minatitlán, Veracruz, 1889, en Registro Público del cantón de
Minatitlán, años de 1870-1910.
13
M. A., Brissot, Voyage..., pp. 86-87. Brissot habla de una revuelta del revolucionario
Vicente Guerrero contra el Imperio proclamado por Agustín de Iturbide.
5
como a la agricultura del café y de la caña de azúcar. Por esta razón,

comienza a comprar terrenos a orillas del río Coatzacoalcos.

Por parte de los terratenientes locales, éstos se encontraban hacia

Chinameca, Cosoleacaque y Acayucan, así como Tabasco. La imagen

que tenemos de ellos es la de rancheros que hasta el momento habían

vivido "encerrados" en sus vastas posesiones que databan de la época

colonial.14 La proyectos de la nueva nación mexicana de colonizar

espacios estratégicos como el Coatzacoalcos, los hará salir de su

aislamiento para abrirse al nuevo orden de cosas. Un ejemplo de ello es

el caso de la familia De Lara y Vargas, propietaria de los terrenos

colindantes con Minatitlán. El patriarca, don Francisco de Lara, vivía en

Chinameca, en su rancho Mapachapa, que se encontraba dividido en

cinco partes: Barrilla, Limones, San Pedro, Tacoteno y Buenavista.15

Minatitlán pertenecía a la fracción de Tacoteno. Durante la época de

sequía, el ganado de los Lara era enviado a pastar en las llanuras que se

encontraban del otro lado del Coatzacoalcos, mientras que durante la

estación de las lluvias las bestias eran llevadas a las colinas de

Minatitlán, que se convertía así en lugar de paso obligatorio de los

vaqueros y su ganado. Esta situación, aunada a la presencia de las

naves que descargaban mercancías, a los colonos de paso hacia las


14
Alvaro Alcántara López, Ariles de la majada, p. 47.
15
AGEV, Sección Hacienda, Núm. 49, Letra F, Minatitlán, 1910.
6
tierras a poblar y a los extranjeros que, como los Baldwin, empezaban a

explotar maderas y a cultivar, hacía posible el sostenimiento de la villa

como centro comercial.

Otros miembros de la familia De Lara, como José Torres, aparecen

en las crónicas de la época como interesados en hacer negocios con los

colonos del Coatzacoalcos. Torres, quien a través del matrimonio con

una heredera de los Lara, se había vuelto propietario de la hacienda

Buenavista y alquilaba caballos y ganado a los franceses, era el

presidente municipal de Minatitlán.16 Igual sucedía con Manuel Montalvo,

propietario del rancho Otapa, que alquilaba mulas a los colonos.

Montalvo también fungió como autoridad municipal de Minatitlán y, al

igual que Torres, mediante alianzas familiares, compartía con los Lara la

propiedad de Mapachapa.17

Otro poder presente en la región es el eclesiástico. El sacerdote

José María Sastré, residente en Tabasco, era propietario del rancho

Cuachapa. La influencia de esta personaje parece haber sido grande ya

que era el tutor de los niños José, Tomasa y Camilo de Lara. 18 En 1840

vende Cuachapa a José M. Torres.

16
Pierre Charpenne, Mon voyage..., pp. 185.
17
Archivo de Notarías del Estado de Veracruz.
18
Escritura Pública que pasó en el pueblo de Chinameca el día 13 de diciembre de 1853,
en Archivo del Registro Público de la Propiedad del cantón de Minatitlán, año de 1893,
núm. 35, fojas 33-35.
7
Finalmente, encontramos a la familia Urgel, de Huimanguillo, que

poseía el rancho de San José Teposapa, cercano a Moloacán. Esta

propiedad era estratégica, pues se encontraba en la confluencia de dos

ríos navegables: el Uxpanapa y el Tancochapa. Además, estaba a mitad

de camino entre Acayucan y Tabasco. Por esta razón, las mulas que

transportaban cacao y tabaco estaban obligadas a pasar por el rancho.

Se estima que alrededor de 2 000 mulas lo atravesaban cada año. Los

Urgel poseían desde la época colonial el privilegio de peaje. Otras

fuentes de riqueza del rancho de la familia eran la madera y el ganado,

considerado el mejor de la zona con cerca de 8 000 cabezas. En sus

tierras trabajaban y vivían alrededor de 100 personas. 19

Por lo que concierne a la población indígena de la región, el grupo

más importante se concentraba en los pueblos de Jáltipan y

Cosoleacaque, que tenían entre 200 y 2 000 habitantes. Conocemos

poco la situación de los indígenas del Coatzacoalcos, sus vidas y la

transformación de su espacio. Durante las primeras décadas del siglo

XIX, los grupos que sobrevivieron a la conquista española, se

mantuvieron apartados del control del Estado, tratando de escapar de un

19
John Jay Williams, El Istmo de Tehuantepec, México, Imprenta de Vicente García,
1852, pp. 294-295.
8
mundo que les era hostil. Sin embargo, ya fuera a través de la vía legal o

incluso de la armada, lucharon día a día por defender su espacio. 20

Tal es la situación del sur de Veracruz durante los primeros años

del México independiente. Los intentos del nuevo gobierno por poblar la

región a través de colonias militares y extranjeras se revelarán un

fracaso. A fines de los años treinta la colonización no es más que un

fantasma en el que cientos de personas perdieron la vida y muchas otras

quedaron arruinadas. Sin embargo, el discreto comercio de Minatitlán

continua. Extranjeros siguen llegando a este pequeño puerto, atraídos

por la riqueza de sus maderas, así como por la posibilidad de llevar a

cabo el gran sueño de unir los dos océanos. A partir de 1850, la

necesidad de materias primas y de nuevas rutas mundiales de comercio

atraerán a propios y extraños hacia Minatitlán.

EL COMERCIO Y LA EDAD DE ORO DE LOS CONSULES

20
Revueltas en Acayucan a fines de la Colonia, la rebelion del 1907. Ver Alvaro
Alcántara, op. cit., p. 215; José María Iglesias, Estadística...
9
En 1851, la población de Minatitlán se rebelaba contra las autoridades

mexicanas que pretendían impedir la entrada de embarcaciones

americanas al puerto.21 La difícil situación política del país, hace temer a

las autoridades que los Estados Unidos también quieran apoderarse de

esta estrecha franja de tierra. La presencia de extranjeros en la zona

dedicados a la explotación de maderas preciosas no hace sino aumentar

este temor. La respuesta de la población a la prohibición nos muestra de

qué parte estaban o, mejor dicho, quiénes eran los actores de "peso" en

ese momento.

En 1853, el gobierno conservador de Antonio López de Santa Anna

restablece la creación de un territorio del Istmo y declara Minatitlán su

cabecera política.22 Todo esto con el fin de mejor administrar una zona

que parece destinada a grandes proyectos, entre los cuales figura la

construcción de un paso entre los dos océanos. Numerosos esfuerzos se

llevarán a cabo entre 1842 y 1880 para unir al Atlántico con el Pacífico.

Distintas compañías, tanto mexicanas como extranjeras, trataron de

21
AHSREM, "Comunicación interocéanica por el Istmo de Tehuantepec", tomo I, L-E-
1510, foja 219.
22
El territorio del Istmo se dividía en dos distritos: Minatitlán y Tehuantepec. Juntos
formaban seis jurisdicciones: Minatitlán, Acayucan, Huimanguillo, Juchitán,
Tehuantepec y Petapa. Se calculaba que poseía una población de 80 mil habitantes,
distribuidos en 6 708 kilómetros. Ver Antonio García Cubas, Atlas geográfico,
estadístico e histórico de la República Mexicana , México, Imprenta de José Mariano
Fernández de Lara, 1858.
10
construir ya fuera un canal o una línea férrea entre el Coatzacoalcos y el

océano Pacífico.

Asimismo, se procede a un nuevo proyecto de colonización de la

zona y a "regularizar" las tierras "incultas". Sin embargo, el jefe político

de Minatitlán, Francisco de la Torre, así como las autoridades locales, se

niegan a cooperar con el decreto de colonización y entorpecen los

trabajos de deslinde de tierras de la compañía suiza-mexicana Jecker,

enviada por el gobierno central para colonizar la región con europeos

para de esta manera contrarrestar la presencia americana en la zona.23

Esta negativa de las autoridades parece estar influenciada por el

hecho de que la llegada de enviados del gobierno “central” era vista

como una injerencia en el floreciente negocio de las maderas preciosas.

El hecho de que se pretendieran dar vastas extensiones de tierras a

“foráneos” era visto como un peligro para los intereses económicos-

comerciales que se están formando. En los registros de la época

encontramos las quejas de los empleados de la compañía deslindadora

que acusan a autoridades y locales de entorpecer los trabajos de

deslinde y colonización de las tierras del Coatzacoalcos. 24 Esta situación

Ver "Contrato entre la casa Jecker, Torre y Cía, y el gobierno de Santa Anna", en
23

AHSREM, L-E-1610, fojas 19-23.

24
Los agentes Próspero Goizueta y Casimiro Gómez Farías (este ultimo, agente de la
casa Jecker y al mismo tiempo administrador de la Aduana Marítima de Coatzacoalcos)
se quejaban de la falta de información y cooperación por parte de los locales para
11
continuo en los años siguientes, haciendo que el contrato con la casa

Jecker “saltara”. Las luchas internas por el poder político hicieron el

resto (guerra civil entre 1855 y 1856). Al final, serán los intereses

locales a vencer, cuando la constitución liberal del estado de Veracruz

de 1857 cree el cantón de Minatitlán, segregando tierras y poder a

Acayucan.25 Esta última contestará la nueva unidad territorial

argumentando que son los intereses madereros los que se encuentran

detrás de esta disposición.26

En un contexto más amplio, esta apertura tiene que ver con los

cambios que se está viviendo a nivel mundial. Las necesidad de maderas

preciosas a gran escala, así como el interés en construir un paso entre

los dos océanos son el motor que da vida a la región. Los cónsules

extranjeros en Minatitlán son testimonio de estos intereses particulares

en nuestro espacio. Estos cónsules representan el prototipo de los

hombres de negocios presentes en el Istmo durante los años cincuenta:

extranjeros interesados en explotar los ricos bosques madereros pero

también interesados en intervenir en la vida política nacional a través de

saber cuáles eran las tierras incultas a deslindar. Ver AHSREM, L-E-1610, foja 84.
25
De acuerdo con la constitución liberal del estado de Veracruz de 1857, los cantones
eran las nuevas unidades territoriales en que se dividía el territorio, 18 en total. Dicha
constitución dispuso la creación del cantón de Minatitlán, que comprendía las
municipalidades de Cosoleacaque, Chinameca, Jáltipan, Hidalgotitlán, Minzapan,
Moloacán, Oteapan, Pajapan y Zaragoza.

26
Ver María de los Angeles Saraiba Russell, op. cit., 2005, p. 89.
12
sus posiciones diplomáticas. El caso de las luchas por el control de los

terrenos baldíos y la creación del cantón de Minatitlán nos muestran la

influencia que estos personajes adquieren. A partir de este momento

poseen no sólo el poder económico sino también la capacidad de

intervenir en los asuntos regionales.

Al interno de esta trama internacional compuesta por los

extranjeros y los negocios de la madera, se integran tambien las

trayectorias de la población local. Los años cincuenta ven llegar nuevas

olas de inmigrantes atraídos por las perspectivas de la caoba y de la

construcción de un paso interocéanico. Las viejas familias regionales

que hasta el momento se habían aislado en sus ranchos, se abren a los

cambios. Los archivos nos las muestran interactuando con los nuevos

llegados, ya sea para hacer negocios, como para establecer lazos de

parentesco. Todos aprovechan de las oportunidades creadas gracias al

comercio de la madera para inserirse de la mejor manera posible en el

nuevo orden de cosas. De esta manera, el otrora espacio aislado e

inhóspito se abre a la vida comercial dictada por la explotación

maderera.

VEAMOS ALGUNOS EJEMPLOS:

13
De acuerdo con la información obtenida, entre 1853 y 1860 hubo un solo

cónsul norteamericano oficial en Minatitlán. Su nombre era Alexander

Pleasants y poseía una serie de aserraderos en la zona.27 Sus negocios lo

llevaban a viajar constantemente entre Minatitlán y los Estados Unidos.

Por esta razón, muchas veces, sin avisar a las autoridades

norteamericanas, dejaba a otros comerciantes como cónsules suplentes

o vice-cónsules. Esta situación provocó no pocos incidentes

diplomáticos.28 Algunos de los nombres que aparecen como "sustitutos"

de Pleasants son sus compatriotas Agustin Allen, John Steel, el inglés

James Welsh, el francés Léon Duplan y el austriaco Bruno Natzmer.

Todos ellos se dedicaban a la explotación maderera.

Grandes fortunas se hicieron en el sur de Veracruz durante estos

años gracias a la explotación maderera. En Minatitlán, los pioneros en

esta actividad fueron los norteamericanos Agustin Allen y Daniel Price. 29

Después llegaron James Welsh, James Wright y su sobrino William y

Richard Leetch.30

27
Ver a este respecto los NA
28
AHSREM, 44-17-80.
29
AGN, Bienes nacionalizados, caja 589, exp. 140/248, fs. 137-143, y NA, docto 0291.
30
De hecho, Daniel Price deja sus negocios en el Istmo al inglés Richard Leetch. Ver
Registro Público de la Propiedad y el Comercio de Veracruz.
14
El éxito en los negocios permite a los comerciantes más

afortunados la posibilidad de convertirse en prestamistas. Esta nueva

actividad resultará muy lucrativa. Por ejemplo, los Wright prestan

regularmente a un grupo de clientes entre los que encontramos a un jefe

político, Eulalio Vela, así como a los terratenientes José M. Torres y

Pedro Lara. Otra manera de hacer negocio era la de firmar contratos con

personajes locales que abastecían a los comerciantes de las maderas

necesarias. Entre los proveedores de los grandes comerciantes

americanos e ingleses encotramos los nombres de Antonio Ochoa, José

Cassauranc, Léon Duplan, la familia Maldonado, la familia Torres, los

Lara y los Baldwin.

El comerciante español Antonio Ochoa llegó a la región a fines de

los años cuarenta. En un principio se estableció en Hidalgotitlán, sitio de

gran tráfico comercial gracias a la compañía de la Louisiana que

transportaba gente y mercancías del Coatzacoalcos a Tehuantepec. En

Hidalgotitlán, Ochoa poseía una tienda que abastecía a los viajeros que

seguían la ruta de la compañía.31

José Cassauranc era un francés también llegado a la región a

principios de los cuarenta. Vivía entre Minatitlán y Acayucan. En esta

31
AHSREM, L-E-1610, feuilles 102-104, Minatitlán, 13 de diciembre de 1856.
15
última población poseía una tienda que, al igual que la de Ochoa,

abastecía a los aventureros de la Louisiana.

Léon Duplán había sido miembro de la fallida colonización francesa

de principios de los años treinta. Posteriormente había emigrado a

Acayucan, donde entra en contacto con el general Ignacio de Mora y

Villamil, representante de la familia Filisola en la zona, quien le permite

establecerse en los terrenos de Filisola. Poco a poco empieza a adquirir

tierras y se dedica a la explotación maderera. Contaba igualmente con

una bodega comercial.

Los hermanos José María y Pomposo Maldonado llegaron a

Minatitlán en 1852, procedentes de Huimanguillo, Tabasco. José María

había sido gobernador de Chiapas bajo el régimen conservador,

debiéndose retirar a la llegada de los liberales. Restablecidos los

conservadores, José María llega a Minatitlán como representante de las

tierras de su amigo Juan Nepomuceno Almonte, estableciéndose en el

Súchil, donde se dedicarán a las actividades de la explotación maderera

e irán poco a poco adquiriendo tierras. Más tarde, emparentarán con los

Urgel y los Duplán a través de los lazos del matrimonio. 32

32
AGN, Nacionalización de Bienes, caja 589, exps. 140/263, fojas 7-8.
16
La vieja familia de terratenientes de los De Lara y Vargas, continua

la tradición agrícola y ganadera. Sin embargo, durante estos años

empieza a vender a los extranjeros una parte de sus propiedades. Por

ejemplo, cede una parte de los terrenos de la hacienda de Tacoteno a la

Compañía de la Nueva Orléans, y otra a los Hermanos Juan y Samuel

Baldwin, dejando un pedazo libre que vende a las autoridades de

Minatitlán.33 Estos terrenos constituirán su fundo legal.

Serán las nuevas generaciones de las diferentes ramas que

componen el grupo de los De Lara (como los Torres, los Montalvo) las

que harán numerosos negocios con los extranjeros para explotar la

madera. Buen ejemplo de ello es Victoriano Montalvo, terrateniente de

Cosoleacaque. Montalvo abastece al norteamericano Welsh y

posteriormente a Richard Leetch, de quien hablaremos más adelante.

Victoriano abre una tienda de comercio en Minatitlán durante los años

sesenta, compra tierras y se dedica a prestar dinero. Como Montalvo,

veremos aparecer otro personaje que llegará a ocupar un lugar

importante en la región: Juan B. Vidaña. Vidaña era originario de

Acayucan pero se traslada a Minatitlán a buscar fortuna durante los

años sesenta. Era propietario del rancho de Tenejapa y poseía una

33
Estos terrenos, contrariamente a lo que la tradición local dice, fueron vendidos y no
donados a las autoridades de Mina. Ver "Terrenos de Tacoten", en Registro Público de
la Propiedad y el Comercio de Minatitlán.
17
tienda en Minatitlán. A estas actividades añade su interés por la política:

fue juez y alcalde municipal de Minatitlán en numerosas ocasiones,

hasta convertirse en jefe político de la región.

De los Baldwin, la familia "extranjera" más antigua de Minatitlán,

encontramos que, afin de cimentarse aún más en la región, establece

lazos de parentesco con los De Lara a través del matrimonio del hijo

mayor de Samuel Baldwin con Macedonia De Lara. De esta manera sella

una importante alianza, accediendo así a nuevas tierras y al ganado. Es

interesante destacar que, a partir de este momento, los Baldwin,

pioneros en la explotación maderera, se dedicarán principalmente a la

ganadería. Para ello comprarán las propiedades de Santa Alejandrina, El

Yegüero y Tierra Nueva.34

Continuamos nuestro recuento de esta élite minatitleca del siglo

XIX con la trayectoria del que podríamos considerar el gran personaje u

hombre de negocios del sur de Veracruz: el irlandés Robert Leetch. Su

caso fue único, prueba de ello es que desarrolló sus actividades

empresariales en diversos campos, al mismo tiempo que ocupaba cargos

diplomáticos, reales y ficticios, como representante de Estados Unidos,

Alemania e Inglaterra en Minatitlán. 35 De esta manera, aseguraba la

34
Ver Registro Público de la Propiedad y el Comercio de Minatitlán.
35
AHSREM, 42-10-7.
18
capacidad de llevar a cabo sus transacciones comerciales "protegido"

por su estatus. Leetch es igualmente representante de la compañía

inglesa Lloyd, dedicada a la aseguración de la casi totalidad de los

negocios extranjeros que se llevaban a cabo en la región. Por si esto

fuera poco, nuestro personaje había sido nombrado apoderado de

numerosos comerciantes de madera. Para rematar, tenía un almacén

mercantil en Minatitlán que abastecía de productos a gran parte de los

barcos que navegaban por el Coatzacoalcos.36

Cuando Leetch llegó a Minatitlán, procedente de Nueva Orléans,

contaba ya con una pequeña fortuna: la propiedad de una embarcación

comercial. Sin embargo, fue capaz de construir un imperio a través de su

capacidad para relacionarse y sacar siempre el mejor partido posible.

Durante sus primeros años en la zona, lo encontramos aliado a la Casa

Wright, con la que firma numerosos contratos para abastecerla de

madera. Poco tiempo después, es el "apoderado" de los bienes de los

extranjeros Price y Welsh, quienes habían muerto dejándole en herencia

sus negocios madereros. Su siguiente salto será convertirse en el

abastecedor de las grandes compañías inglesas Foy Morgan y William

Vaugham, dedicadas a la explotación maderera a gran escala.

36
NA, 15 noviembre 1872.
19
Finalmente, entre 1871 y 1873, Leetch obtiene numerosos terrenos

baldíos por parte del gobierno para la explotación del cedro.37

Se podría escribir mucho más sobre Leetch y la manera en que

amasó su fortuna. Su historia nos hace pensar a los personajes de las

historias de aventuras: temerarios, dispuestos a todo con tal de llevar a

cabo sus planes. De qué otra forma podemos imaginar a un irlandés

llegado a este lugar apartado buscando fortuna mediante negocios,

legales e ilegales, en el Minatitlán del siglo XIX.38

La trayectoria de Leetch se desarrolla durante los años 1850-1860,

período que marca el inicio de la existencia real del Istmo veracruzano.

El accesso a la tierra y la explotación maderera permiten el desarrollo

de la región, un desarrollo que tendrá como base a un importante grupo

mercantil de origen extranjero que contará con numerosas tierras que

explotar. Los pueblos crecerán y se desarrollarán, nuevas zonas se

poblarán gracias a los campamentos y monterías diseminados en los

bosques. El Istmo parece haber encontrado, al menos por el momento,

un poco de esa sociedad que le falta.

37
AGN, Fomento Bosques, vol.87, exps.1,2,5.
38
Cuando digo ilegales hablo de la manera poco honesta en que muchas veces se
aprovechó de la necesidad de otros para apropiarse de sus bienes. Si alguien faltaba en
abastecerlo de madera, enseguida le "embargaba" sus propiedades. De parte de sus
"connacionales", tampoco era visto con buenos ojos: lo acusaban de ser una "veleta"
en materia política con tal de hacer negocio. Por ejemplo, durante la guerra de
Secesión americana, Leetch hizo negocios con los estados confederados.
20
21

You might also like