CAYETANO BETANCUR
SOCIOLOGIA
DE LA
| AUTENTICIDAD Y LA SIMULACION
(SEGUIDO DE OTROS EWSAYOS)
BIBLIOTECA DE AUTORES CONTEMPORANEOS
BOGOTA, i955hn
Ponseac’n oHt MINITERIO DE
Eneacén Nacoxat. Dinstev
fn Exrasat COLTURA
saase bw Tos TAUREN BE ta Borrow A B C—Bosoth
PROLOGO
‘Los trabajos que agué se insertan han aparecido en
revistas y otras publicaciones periédicas del pais, y
fueron excritos en el curso de estos riltimos dieciséts
trios. En 1939, la “Suciologia de la autenticided y la
simulacién” (Revista “Universidad Catdlica Boliva
riawa’, Nos, 13); en 1942, “Sociologia de tas vir
tudes y tos vicior” (Revista “Universidad de Antio
quia”, NP 52); en 1943, “FL snundo cireundante det
hombre y de la mujer” ("Universidad de Antioguia®
Nos. 67-68); en 1945, “Nietssche y el hoinbre como
cculttra” (“Revista de tas Indies", NO 76); en 1943,
‘Humanismo y Técnica” (“Revista Colombiana de
Filosofia”, 1950, NP 5): en 198, “Abstraccion y si
tuacidn” (“Revista Colombiana de Filosofia", 1950,
10 2); y em 1954 los tes ailtimos ensayos sobre “La
Universidad y la responsabilidad intelectual”, “Ex
ipresin y fornas de la filosofia en Colombia” y “EL
Inmaniono agustiniaro”.
Los tres riltimas articulos, tal como aqui se teen,
alin no tos he visto en las vevistas a que estaban des
tinadas.
No sobra decir que la veproduecidn de estos traba.
jos ha sido fiel @ su primera publicacién. Ni siquiera
se hicieron correcciones elementales de estilo, vaca
los o frases, més o menos desafortunados, que apa
recon en el texto con su redaccién primitioa.6 Socrotocls ae ta AvrENTREBAD Y LA SIELACION
No valia la pena tomatse ese trabajo para quien
cree que, incluso los errores, equivocos 9 disparates
son hijos todos del mismo espiritu que forja también
los aciertes, si es que algunos pueden hallarse en ex
tas paginas,
Por idéntica razén no se modificé nada en las 1o-
tas ni en la bibliografia citeda. Innumerables libros
ha leido el autor de estos escritos, con posterioridad
«los primeros ensayos. Muchos de ellos, para wn rigit-
r010 anotador de bibliogrofias, debieran aparecer
agu, pues confirman o controvierten tesis en este i
bro defendidas o rechazndas. Otras obras hars apare.
ido con posterioridad a su publicacién, y no niego ta
ltentacién en que he estada de mencionavlas al mar-
gen, por lo que a posteriori respaldan, unas veces, 0
superan, en otros casos, muchos de los puntos de vis
ta consignados.
Por las publicaciones de la prensa, sabrin algunos
lectores que los seis frrimeros trabajos, junto con
otros agut no inclufdas, merecieron el alto honor del
primer premio ofrecido en un concurso de ensayo,
abierto a las escritores de nuestro pais, por la “Aso:
iacidn de Escritores y Artistas de Colombia”, y pa-
trocinado por el Gobierno Nacional.
El Jurado estaba presidido por et eminente publi-
cista y hombre de estado espafiot, don Luis de Zulwe-
1a, y eran sus miembros los doctores Carlos Martin,
Fernando Charry Lara, Jaime Posada, Julio Gésar
Garcia y Carlos Vesga Duarte. Hubo controversias
el voto a favor de estos trabajos no fue undnime, Y es
que mis competidores eran todos hombres de méritos
Prbeoc0 a
insignes en las letvas. Baste citar a los que obtuvieron
menciones de honor: general Julio Londofio, José
Maria Restrepo Milldn, Joaquin Malano Gampusa.
no, Jesis Rincén y Serna y Luis Vidales:
A ellos rindo mi tributo de admivacién, y no quie
10, al nombrarlos, usar de la gloria que a cada uno
de ellos pertenece, para que fécilmente se sabreest
ine el valor de estos ensayes.
Sélo me interes destacar que estos escritos perte
necen al género filesdfico, no siempre mirado con el
debido interés en ef ambiente literario de nuestro
bats. No quiero detenerme a examinar las razones de
este desvio. Pero me envanece, un tanto puerilmente,
el comprobar que quizés el triunfo de mis papetes
filosdficos sea una vox de estimulo, emanada de muy
altas autoridades en ta cultura, como lo son los ins
tegrantes del Jurado, para que todos lor que en
Colombia cultivan ta noble discipline con amor
onestidad intelectuales, influyan como merecen, en
1a direccién espiritual de nuestra patria
“Cada obra auténticamente filoséfica Ueva a sur
espatdas su ‘destino’ —en lo bueno como en lo malo,
‘en la verdad y en la falsedod—, mezcla de la respon:
sabilidad del autor y del acaso de la comprension.”
Esto escribia Max Scheler, como conclusién del pré-
logo a la tercera ediciém de su obra capital, “EL for-
matismo en ta ética y la ética material de los valo-
Este libro, al consignar las precedentes palabras
del gran maestro de la filosofia contempordnea, no
aspira, desde luego, a echar en sus hombros tamarasiacos
8
responsabilidad. Sélo busca, por contraste con ellas,
hecho por wn testigo, escogide at
de un pais puede recon
injaran a su horn en tos problemas del espiri
MFRO 0933 DE 1955
ae as fines
seen paca el
os, ofr
vad de
Prés0co 6
ino de Ensayo, otorgs et
abajo “Sociologia eta
yor, el cual et
pecrers
‘sAriewo. 19 Be tos fond
Heute 1942,
it eso (5.
wlio Caicedo Ayerbe”
ogo, julio de ross,3 Sectors ata seresmietagp ¥ La sIMULActos
responsabilidad. Sélo Dusen, por contraste con ellas,
ser un testimonio, hecho por un testigo, escogido al
azar, de un momento de las inguietudes fitoséficas
en Colombia, Porgue no se olvide que quien patro-
ina esta publicacidn ex el Gobierno Nacional, de
aeverda con el siguiente Decreto inspirado por el
joven y ya ilustye historiador Gabriel Givaldo Jara
sitio, que sabe muy bien edmo la historia espiritual
de un pais puede reconstruivse anuchas veces, no con
sus mds significativas documentos, sina com os ema:
rnadas de toda clase de personas que, bien o mat, tra
bajaron a su hora en los problemas del espiritu
DECRETO NUMERO oys5 DE 1955
(mare
fr el cual se fairacine um Cancurio de Brsey, » se enced
‘BI Presidente de te Replica de Colombia en wo de sus
focetades toga, y
CONSIDERANDO:
(Que 1a Seance de ucritrer y Arist de Colombia, or
ganisé on comcuraa de Ewayo sabre teaas de orden titerari
lentficn, ccondmice, histsiea politico, flséfce, ete» en cl
‘aah pomian porticiper ezentoree neconales 9 extanjeros, resi
enter on at ss
‘ve el Gobieria debe etinular y apoyar eta else de cries
renee que contribuyen el devarotto eulturat del pueblo co
loubiane, » propenten por ta produecian en nucst medio
de abras que se vecomienden par sw valor litereie,eintjico
(Que cl Atiniverio de Edweaciin Nacionet —Divsiin de Ex
forsion Cultura en proseeucibn de lor fee anotates, ofr
ib am premia en cfeciva de § swam para el ganador de di
Pxtioco 5
Que et Jurado Catisicedor det Concur de Ensey, otrgd et
bremio tinico al trabejo "Sociologia de la Autentcilad y te
Simulacion Otos Enuayor", del cual es ator el docter Ca.
tana Retencur
pecnera
“Arieula 1 De tos fondos apropinos en et Caple 1oy.
itculo wy, del Presupuerto Nacional vigowe, destinate ta
sume de un mil pesos (8 nodose) moneda torrente, para pa
gar of dotor Cxyetano Betanewr, ct premio del Coveurr
say, orgnizado porta Atrinlin de Eseritores y Avtsas de
(atom,
“dticato 2 Bite sume se pagar al gavotor det Concurso,
esis grenade ta resection cute de ebro en forme
‘Conumiquete y publiquece
“Data en Roper a 29 de mario de 1933
Gu Ile Supreme GUSTAVO Rojas PINtLLA,
Presidente de Colonie,
"HE Minitro de Hacienda y Crétto Pidiic,
Carlos Fillaseces,
"EL Ministro de Bducacién Nacional,
Aurelio Caicedo. Ayerbe."
ogo, jut de 035,SOCIOLOGIA DE LA AUTENTICIDAD
Y LA SIMULACION
Podria escribirse una historia de la cultura huma-
nna en torno de las distintas maneras como el hombre
hha practicado los valores de su ser propio y de la
ostentacién que de ellos ha hecho en le vida social
Hay épocas culturales en que predomina la lealtad,
la fidelidad, la veracidad, Ia sineeridad como formas
‘que mantienen muchas de las relaciones comunit.
ias 0 casi todas ellas. En otras, en cambio, ser leal,
fiel, veraz, sincero es desentonar un tanto en el con.
junto de la vida que se mueve en torno y hallar a
twavés de cada una de las circunstancias un cirmulo
de dificultades y una porcién de tropiezos que llevan
al sujeto portador de estos valores, a sentirse descen-
trado y como fuera del tiempo y del espacio vitales
que lo contienen,
Pues ocurre que todos estos fenémenos superticial-
mente advertidos por el comiin de las gentes, son
‘apenas Ta floracién de un algo mis hondo que arran:
@ de los hontanares mismos del ser ¢ intluye en la
vida toda del espirita y del alma de las culuuras.
Hay culturas que discurren a través de las edades
cen formas eada vex més perfectas, en afin de supera-
in cada dia mis intenso y que, para decaer, em-
pplean espacios incontables de tiempo a fin de que la
isolucién se cumpla y se complete en su cotalidad2 Caverano Branca
el proceso disgregatorio. Y al hablar de cultaras me
refiero a todas las manifestaciones en que “Ia” cultura
5 ostenta: las retigiones, las Lenguas, los estados, las
comunidades filossticas, las organizaciones econdmi.
Ia familia, etc. La evanescencia, en cambio, de
otras ercaciones culturales no es snis que el efecto de
lin pobre vivir, de una forma artificial de existencia
que no arranca, ni de profandas necesidades iruma.
ras, ni de genuinas aspizaciones colectivas,
Pues decia que todo esto es menester it a buscarlo
en las regiones mas recénditas de la existencia, en los
‘mds intimos repliegues del ser. En verdad, para ad.
vertir adecuadamente ta razén de estos aconteceres,
para comprender exactamente su significicién, es ur,
Bente hablar de dos categorias fundamentales, en tor.
fo de Tas cuales podamos contribuir a establecer 1a
morfologia de la vida cultural, asi sea en muy escasa
He aludido a la autenticided y a Ia simulacién co
tno formas primordiales de la vida social y del pro.
ces0 de fa, historia
SERV AUTENTICIDAD
La autenticidad es algo mis que ta sinceridad. Ser
sincero es expresar en palabras io que sentimos 3
dlsweamios, pero también, to que merimente quer
mos. Ahora bien, sentir y desear no siempre matel
paralelos a nuestro querer. La fuerza de nuestra vo
Kuntad puede desviar nuestras tendencias, reprimiy
nuestros secretos apetitos y dar a nuestra accion. us
‘iso que sdlo tiene origen en las capas superticiales
de nuestro ser, no importa que ellas sean la intel,
gencia y Ia voluntad.
Una forma muy vecina de Ja sinceridad es la leat.
‘ad. Pero la tcaltad dice relacién al pasado, mientigs
Ja sinceridad mira més bien al presente. Una y otta,
en verdad, parten de wm yo al ri; suponen sein per
Sona a quien nos dirigimos en nuesira expresion ci
cera o frente a la cual somos leales. Pero mientras mi
acto sincero acentia en el presente su esencia y direc
ciga al expresar lo que en verdad quicro, la Tealvad
marea una especie de memoria al pasado, y no de un
pasado mio, sino del vi, es deci, de la persona»
Quien guardamos lealtad. Ser leal alguien es con
Servar en la actualilad una posicién acarde con lo
ue esa persona tenia derecho a suponer en un ins
fante que fue, A Ta inversa, ser sincero es expresar Io
que ahora nuestra voluntad realmente quiere4 CCaverano Brrancun
‘También la fidelidad implica relacién interperso
nal, Es, como las anteriores, una ecuacién entre un yo
yun ti, Empero, en tanto que Ja sinceridad se man-
tiene en el puro presente, y la lealtad miza al pasado,
la fidelidad apunta al porvenir y no mienta, como
Ja lealtad, una accién del ei, sino una actuacién del
propio yo que se dice fiel,
De la misma suerte que las formas de autenticidad
‘que venimos enunciando, la veracidad contiene una
referencia al ti; es pues, como aguéllas, una catego:
via social, La mds afin a Ia veracidad es la sinceridad,
Ambas se mantienen en el presente y en él se agotan.
Sélo que la sinceridad es la adecuacién de lo que &
ppresamos con lo que queremos, al par que la veraci
dad es la concordancia de lo hablado con Io que lleva
nuestro pensamiento.
Ser auténtico es todo esto y algo més. La autenti:
cidad descansa en el ser, en Ia intimidad del yo. EI
hombre auténtico se asienta en si mismo y es incons:
ciente dle los valores que realiza.
Es curioso observar cémo Ia conciencia profunda
de una accion no siempre es significativa de una gran
autenticidad. La inteligencia con su aptitud para co-
rocer el universe y adaptar nucstras acciones a un
fin, permite en alguna forma falsificar muchas de
rnuestras reales facultades, de nuestras vetdaderas
cenergias Onticas. La excesiva conciencia de menudos
detalles en nuestro obrar revela a las claras que no 5+
tamos alli, que es la inteigencia universal Ia que
preside nnestras acciones, Bs, por asi decir, Ia desper-
sonalizacién del individuo y el anegamienta en una
|
SocioLocla DE 14 AUTENTICIAD Y LA SOLAN — 15
centidad trascendental. Mientras la inteligencia es el
médulo de infinitas posibilidades siempre afines, la
autenticidad se caracteriaa por la creacién original,
por lo indiscernible e individualizado de sus produc.
La autenticidad ¢ el signo del genio; 1a concien-
ia, el distintivo del talento. La conciencia es tam:
bién la que permite que se desazolle y prospere 10
contrario de Ia autenticidad que es la simulacién,
Oponiendo en esta forma conciencia y autentici
dad se comprenden mejor una y otra y, a la ves, la
desviacién de la primera, 1a simulacién.
Para hacer llegar al lector todo esto, mits eficaz
que el método de tas definiciones formales y aprié:
reas, es el de las comprensiones. Por eso hemos em-
perado por describir aquellos fendmenos mis fami-
Tiares que se aproximan a la esencia de Ia autentici-
dad y Ia simulacién,
Estas polaridades serén, pues, antes que entendi:
das, comprendidas por Tos que sigan atentamente los
fenémenas subordinados de que me ocuparé a con
timuacién, muchos de los cuales y, justamente, con
sus mismos nombres, vienen ocupanda Ia atenciém
de grandes pensadores y fil6sofos (1). La finalidad de
(0) Al ado del entender est el comprender. Lo primero et
1a sprchensién por concepios univerinly log cuales, por la un
‘idm absraciva de Ia intligencia, se comporian en forma
patcal y mis 0 menos lateral = Ia totslided det fenéinena
‘ntendide. La comprensign en cambio, va hacia todo a objeto
y “vive” con dl su ser y s8 sentido o direc, Entender un
objeto es eolocarlo bajo la extension de un coneepto mis gee
pal que pueda ser predicado de aquél. Comprenderdo cs mise
Jo en su er todo; aqut el acto de concciiento no dnmplica una
subsuncién, como ocurre cuando entendemos, por ejemplo
‘que el ore 6 una especie de metal, en que para saber algo de16 Coveeane Berascu
este ensayo estar en mostrar cémo las distintas pola-
idades subordinadas se relacionan entee si y son com.
prensibles dentro de marcos mis generales.
19 & mieneter colouilo bajo ls Hes general de meal Biv cl
hjeto de tos enties a. eonspeension sm es imposie, aunque
‘menos fell por ravén det ppcl que aquilos deseinpetion, pees
oa sh mateiatiiad dewirtian el itdcter ephritual ela
fomprensign... Pew In eomptensién che estar « tn base de
‘ola ioteeciin, whre win las ions del epi. Bee
= lo que ba olsidala nen patie del pensamienta vecental
ete ja decadencla de In exolistica hasta prinipin de ete
siglo. Yor lo denis, ee el sino de tala tevin 0 mujer de
fora ta obra de I ineigencia: acess exqematca. Em tos pro
sos de La cultura tu compresidn es un ited includ,
‘ungue, como queda dicho, no sea et duien, De nada nas ser
‘inl entender solamente ea idex generals “el allo epitliann
acaba sicipre por ovgasizar aia eammoua mands, e¢ dee,
‘nt inerdependencia de tas coon
render cémo el procew del capitatinne tiene que Herat en
Seno exea propensién. Lo que te eilcmle se pusle exper
2 efnicones; lo comprendilo ablo eae dasto on dewsip,
siones aproximativas, las cess, en dino termine, deben te
tenerse 2 despetar cn et agente 1a vivencta rnpetiva, Frente
4% um color, por ejemplo, podenos decir de dl lon efector que
Produce 4 vsin, Hen sean vétnins 0 dindmiensw electron,
Pero esto no teenplara a Ta visibn deca. Lo que se eae
fe es eonionicable, por causa del fxtor universal de ta
Imtligencia: to que apenas te camprende, adie puede, desoi
bine a los dems, no para que em Te Weseipcdn $8 congue
1 conocimiento wismo, sino a guisa de procedimienta, pare
‘quel inertowtor to obtenge pos st cuenta
‘Una cass, ectibe Vow Scheer, cs leconponer mentalnen
ts ef nud de a peterpedn en complejosy éston aa ves eo
‘limes clemenios "simples", éavetiganio as condiciones tas
‘oosecueucas de los eiapejos analicacosastificaleente one
liane ta ohsewacion 0 Ta obsereacién y el experienc),
ora aust es desecir y compretter las waklader de ureneta
Ae sentido, que extn conten en ln vide misma de lon howe
bres si set precidas por una “sints" jun “ane” ay
—1—
evLTeRa ¥ caviLzacion
La distincidy conceptual entve cultura y civitiza
cidn seré bien conocitla por todo el que haya tenido
fenire sus manos un Hbro de sociologin o de histori.
loga
La cultura es e! periocio eresdor, de ta espontanei
dad, de Ia valoracidn. La eivilizacién, on cambio, es
Ulicaes Aqucl we canine de Ta Polalogln satel con
iva (orientada metoticanente en In elena
atueaD ; y este el canine de Ls Psinlogls analitncom:
presi y deseriptva.” (Ef rseainienta en. bx moral, pp.
Bucnos Aes 194) En es mie Blom eth dnspiada tote
la ota de Dilthes, seguido después por Simmel, Spranger
ichos mds. Svia interesante, in embargo, bust e moment
for que en la aici tes y cients se intrujo el
Constructivismo de les eonceptos que hay as combate. ya qe
21 conceptual medieval es laseante alejad de ests ne
tovos, Quieis inppirate souy. Bouse iets sobre estas coms
quella concepegn le Santo Toms, segin la cual, et conoe!
mm'exo inelecuat de to singulat s6lo se opera mediante una
feflesion, y= que para GL, objeta deer de lt inelgencia son
Sinfeamente tas ramnes absersete de lo sense,
CE sabre La comprensin: A. AUdMer, Introduccion « fe fl
sofia, pe nB y 5 (Madi, 1994): file, Psicologia, aus ¥ 8
(uenos Aires, iggy): ME. Scien, op. et loe. ets F. Gs Moe.
kc. Leeciones prelininerer de tllsofia, po 149. Checamin,
095 Fe Kiger, esc pulcoligicas, p. 89 y 8 (Santa Te,
1990): P. Guillaume, Le fayeologie de la forme, p. 5 pasion
(ars 1957): H. Rickert, lencie enum lenelawacural,
pn. yp. (Buenas ines, 1997).