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Los procesos tafonómicos en la formación de los depósitos

funerarios

Anabel Ortiz López.


Estudiante predoctoral, Departamento de Prehistòria de la UAB. Becària FPI, SAPPO
(Seminari d’Arqueología Prehistòrica del Pròxim Orient).
inhija@hotmail.com

RESUMEN
A lo largo de la historia de la investigación arqueológica, los enterramientos han constituido uno de los
elementos del registro arqueológico que mayor interés han suscitado entre la comunidad investigadora.
De forma paralela al desarrollo epistemológico de la arqueología se han ido produciendo cambios en la
consideración de cuál es el potencial informativo de los depósitos funerarios. El principal objetivo de este
artículo es reflexionar sobre los diferentes procesos postmortem que condicionan e intervienen en la for-
mación de los depósitos sepulcrales, con el objetivo de conseguir una mejor comprensión de la confor-
mación del depósito funerario y, por tanto, de las prácticas que lo generaron.

Palabras clave:
Tafonomía; cambios post-mortem; arqueología de la muerte; prácticas funerarias; antropología física

ABSTRACT
Throughout the history of the archaeological research, graves have become one of the archaeological re-
cords that more interest has generated within the research community. Parallel to the epistemological de-
velopment in archaeology changes have taken place in the consideration of which is the informative
potential of burials. The main goal of this paper is to reflect on the different post-mortem processes which
determine the formation of the funerary deposits in order to get a better understanding of the conforma-
tion of the burials and the social practices that generated them.

Keywords:
Taphonomy, post-mortem changes, archaeology of death, funerary practices, physical anthropology

RESUM
Al llarg de la història de la investigació arqueològica, els enterraments han constituït un dels elements del
registre arqueològic que major interès ha suscitat entre la comunitat investigadora. De forma paral•lela al
desenvolupament epistemològic de l’arqueologia s’han anat produint canvis en la consideració de quin és
el potencial informatiu dels depòsits funeraris. El principal objectiu d’aquest article és reflexionar sobre
els diferents processos postmortem que condicionen i intervenen en la formació dels depòsits sepulcrals,
amb l’objectiu d’aconseguir una millor comprensió de la conformació del depòsit funerari i, per tant, de
les pràctiques que el van generar. .

Paraules Clau:
Tafonomia; canvis post-mortem; arqueologia de la mort; pràctiques funeràries; antropologia física

Rebut: 1 septembre 2010; Acceptat: 1 decembre 2010

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Los procesos tafonómicos en la formación de los depósitos funerarios

INTRODUCCIÓN nos cuál ha sido la historia tafonómica de la se-


A lo largo de la historia de la investigación ar- pultura, es decir, realizar un diagnóstico refe-
queológica, se han ido produciendo cambios en rente a la naturaleza del registro que nos
la consideración de cuál es el potencial infor- disponemos a analizar. Si obviamos este paso,
mativo de los depósitos funerarios. Desde un se llevará a cabo una interpretación errónea ba-
punto de vista positivista, entendemos que este sada en una imagen distorsionada de la sepul-
estudio nos proporciona información cualita- tura.
tiva para la comprensión de las dinámicas
socio-económicas de las sociedades del pasado. Pero, antes de continuar, debemos preguntar-
nos: ¿Qué entendemos por prácticas funera-
Con el objetivo de que el estudio bioarqueoló- rias?
gico se convierta en una herramienta válida “Sólo cuando existe una intencionalidad en el
para la construcción de explicaciones históri- tratamiento que recibe el cadáver se habla de
cas, éste debe abordarse desde una perspectiva práctica funeraria. La sepultura se asocia a
en la cual se tengan en cuenta todas las varia- esta práctica y responde al hecho intencional
bles que intervienen directamente en la forma- de depositar los restos de uno o más difuntos
ción de los depósitos funerarios. De tal forma para realizar un gesto funerario. La asociación
que, integrando e interrelacionando las dife- de unos restos esqueléticos con una estructura,
rentes variables, se potencia la información desde un monumento funerario a una simple
que podemos obtener tanto de los restos antro- fosa, aporta indicios fiables de estar delante de
pológicos como de la práctica funeraria. un gesto funerario intencional y, por tanto, de
una sepultura.” (Quintana y Alesan, 2003: 15)
Así pues, los estudios referentes a las sepultu-
ras se han sido estructurando generalmente a Presentamos aquí una de las muchas definicio-
partir dos vías de análisis que nos aportan in- nes que encontramos en la literatura arqueoló-
formación diferente pero interrelacionada. Por gica sobre que es un enterramiento. Parece
un lado, el estudio bioarqueológico de los res- existir cierto consenso entre la comunidad in-
tos esqueléticos recuperados, a partir del cual vestigadora en definir enterramiento en cuanto
se puede incidir en cuestiones tales como la es- a intencionalidad, es decir, la detección de
tructura demográfica y condiciones de vida de cierta estructuración en la depositación del ca-
la población, entre otras. Por otro lado, el estu- dáver por parte de la comunidad de los vivos
dio de las prácticas funerarias, con el objetivo (acto ritual), que podremos reconocer empíri-
de conocer con qué formas sociales corres- camente, bien, por la presencia de unos restos
ponde una forma determinada de tratamiento esqueléticos asociados a un contenedor, o en su
de la muerte. La interpretación/explicación va- defecto, a partir de la disposición anatómica de
riará notablemente en función de las diferentes los restos esqueléticos.
tradiciones académicas dependiendo del enfo-
que epistemológico. En este sentido, el tratamiento de la muerte ha
interesado a la Academia principalmente en
Teniendo en cuenta que la formación de los de- cuanto reconocimiento del tipo de prácticas fu-
pósitos funerarios es el resultado de un proceso nerarias llevadas a cabo por las sociedades pa-
dinámico en el cual intervienen una gran va- sadas, pero también, sobretodo en el caso de
riabilidad de agentes tanto de orden natural los períodos más antiguos, para reconocer la in-
como antrópico (Nilsson, 2003), de forma pre- tencionalidad y el carácter sepulcral de los de-
via a cualquier estudio debiéramos preguntar- pósitos de restos humanos

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Es importante destacar y retener que la forma- Este hecho se debe básicamente a la dificultad
ción de los depósitos funerarios es el resultado para generar un método de análisis válido, ya
de un proceso dinámico condicionado por di- que, aunque el conocimiento procedente de la
versos factores. En primer lugar, la propia prác- medicina forense puede ser muy útil para una
tica funeraria, que incluye prácticas tafonomía arqueológica de los depósitos fune-
preparatorias (como por ejemplo la momifica- rarios, en ocasiones se encuentra poco adap-
ción del cuerpo, ya sea natural o artificial, o la tado. A lo que se añade la imposibilidad de
cremación/incineración del cadáver), la propia testar experimentalmente las hipótesis a cerca
práctica sepulcral (estructura de la tumba, de- de cómo se descompone el cuerpo humano
positación del cadáver y objetos depositados) bajo diferentes condiciones de deposición de-
y las prácticas post-sepulcrales (manipulación, bido a problemas éticos (Nilsson, 2003: 149).
reducción, desplazamiento, etc.) (Duday y Se-
llier, 1990:12). Con el principal objetivo de generar herra-
mientas válidas para la incorporación del estu-
Por otro lado, los factores tafonómicos, en el dio tafonómico al estudio de las sepulturas, en
cual se incluye el propio proceso de descom- la década de los 70’s y 80’s se empezó a des-
posición del cadáver, condicionado por las ca- arrollar en Francia un proyecto interdisciplinar
racterísticas del espacio en que tiene lugar éste que dio lugar a una nueva subdisciplina cono-
proceso (espacio vacío/colmatado, aridez/hu- cida como anthropologie de terrain o tanato-
medad, tipo de contendor, etc.) (Nilsson, 2003), arqueología. Se trata de un método que
y la actuación de diferentes agentes externos combina el conocimiento biológico sobre los
(de origen químico, biológico, o mecánico) que procesos que tienen lugar en el cuerpo tras la
pueden alterar, modificar o destruir incluso el muerte con un registro muy detallado de ob-
depósito mortuorio (Quintana y Alesan, 2003: servaciones arqueológicas y anatómicas en el
18) campo. Así pues, se puede entender como una
tafonomía específica de los huesos humanos.
Todos estos factores son los que han determi-
nado y configurado la imagen final del ente- Factores post-mortem que intervienen en la
rramiento que el arqueólogo o antropólogo configuración de las sepulturas
obtiene en el momento de la excavación.
El propio proceso de descomposición del ca-
EL ESTUDIO TAFONÓMICO Y LA AR- dáver
QUEOLOGÍA FUNERARIA Tras la muerte, gran cantidad de organismos y
El estudio tafonómico considera las modifica- agentes inician la descomposición del cuerpo,
ciones de los conjuntos óseos con el objetivo causando la pérdida de los músculos y los ór-
de poder establecer inferencias a cerca de los ganos internos debido a la aparición de micro-
procesos y agentes que modifican la transición organismos que inician el proceso de
del animal vivo a fósil o registro arqueológico putrefacción de los tejidos blandos (Duday,
(Andrews, 1995: 147). Así como en arqueozo- 2009). Al tratarse de un proceso y no de un
ología los estudios tafonómicos se encuentran “evento” existen diferentes etapas en los cam-
fuertemente incorporados y existen numerosos bios postmortem, para lo cual tenemos que acu-
estudios experimentales al respecto, éstos úni- dir a la antropología forense. No obstante,
camente se han empezado a incorporar en los aunque se trate de un proceso siempre irrever-
estudios bioarqueológicos de manera muy re- sible existe una gran variabilidad en el ritmo de
ciente. descomposición.

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En lo que refiere a la velocidad de la descom- 2003:151-152).


posición, los factores más importantes son la
temperatura, la humedad y la accesibilidad al Cuando los ligamentos y los tendones se des-
cadáver. La temperatura influye de forma sig- componen, los huesos del esqueleto se encuen-
nificativa, siendo el proceso más rápido en re- tran conectados los unos con los otros, pero en
lación al aumento de la temperatura y de la el momento en que los huesos se desarticulan
humedad. El clima altamente frío así como la estos no siempre están en posición estable y en-
alta aridez pueden ralentizar el proceso de des- tran en estado de desequilibrio por el efecto de
composición del cadáver, llegando en algunas la gravedad y debido a la existencia de espa-
ocasiones a causar la momificación natural. Por cios vacíos por causa de la descomposición de
último, influyen las propias características de los tejidos blandos.
la tumba y el tipo de sedimento que esté en
contacto con el cadáver, así como el propio tra- Por un lado, la dinámica de movimientos de los
tamiento de éste. La momificación puede lle- huesos depende básicamente de la propia po-
gar a ralentizar o suprimir algunas de las etapas sición inicial del individuo (en posición se-
de descomposición natural del cadáver, lle- dente, decúbito supino, lateral, etc.). Por otro
gando incluso a evitar la esqueletización (Kren- lado, depende de las propias características del
zer, 2006) contenedor: por el tipo y la morfología o por si
la tumba ha sido colmatada o no. Estas varia-
En arqueología, en la mayor parte de casos, se bles son las que van a ir configurando la ima-
trata de sepulturas en que los individuos se en- gen final de distribución de los huesos una vez
cuentran ya esqueletizados. Volviendo a la desaparecidos los elementos orgánicos y una
cuestión inicial sobre la relación entre los res- vez hayan encontrado el equilibrio.
tos óseos, la observación del estado de cone-
xión anatómica y los movimientos observados Las sepulturas podrán ser consideradas prima-
en los huesos son los datos que permiten llegar rias, cuando la depositación del cuerpo en un
a incidir en la posición original del cadáver lugar definitivo se haya dado en estado fresco,
(Duday et al., 1990). Para generar un proceso transcurrido poco tiempo tras de la muerte. En
de reconstrucción, será necesario conocer el el caso de que la descomposición del cuerpo
ritmo de descomposición y desaparición de los tenga lugar en un espacio colmatado y defini-
diferentes ligamentos y tendones (uno de los tivo las articulaciones débiles se encontraran en
tejidos blandos más resistentes ante el proceso perfecta conexión anatómica.
de descomposición).
En el caso de las sepulturas secundarias o tam-
Este conocimiento nos informará acerca del in- bién denominados enterramientos en múltiples
tervalo de tiempo aproximado que ha transcu- episodios (Kuijt, 1996), los restos humanos,
rrido desde el momento de la muerte hasta la después de haber permanecido durante un in-
disposición de los restos en un lugar definitivo, tervalo indeterminado de tiempo en un lugar
haciendo especial atención al estado de las ar- temporal, pasan a ser transportados hasta el
ticulaciones débiles, que desaparecen en primer lugar de su deposición definitiva. Esta práctica
lugar, como el caso de las falanges de los pies, implica un proceso de descarnación (activo o
huesos de las manos, entre otros (de 2 semanas pasivo) de durabilidad variable (Quintana y
a pocos meses) y las articulaciones persisten- Alesan, 2003:17).
tes como la conexión entre atlas y occipital,
fémur y pelvis, etc. (de meses a años) (Nilsson, Dependiendo el tiempo transcurrido entre la

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primera y la segunda o posteriores ubicaciones Factores externos de modificación y altera-


de los restos, y por tanto, del estadio de esque- ción postdeposicional
letización del cadáver, en el momento de la ex- Las características ambientales, así como los
cavación de la misma podrían observarse agentes físicos y químicos específicos de cada
todavía la conservación de algunas conexiones medio comportan la intervención de algunos
anatómicas, aquellas más persistentes. Otra factores tafonómicos y diagenéticos sobre los
práctica documentada, es la de la manipulación conjuntos de restos humanos. Estos se encuen-
y la reducción, es decir, una sepultura primaria tran directamente relacionados con el estado de
manipulada y de la cual se extraerían única- preservación de los huesos, cambiando su as-
mente algunas partes anatómicas que serian pecto, estructura y en algunas ocasiones incluso
reubicadas en otro lugar. Éste último depósito generando la imposibilidad de la observación
seria considerado también una sepultura se- para su estudio, pero también influyen en el
cundaria. conjunto de la sepultura, modificando el gesto
original de depositación.
Cabe destacar que existe un último factor de-
terminante a la hora de considerar una sepul- Una vez que el lugar en el que se produjo la ac-
tura de carácter primario y secundario: las ción fue abandonado, los elementos materiales
características del espacio de descomposición. residuales se vieron sometidos a fuerzas de na-
Es interesante tener en cuenta que la “imagen turaleza bio-geológica y/o acciones sociales
final” que pudiéramos obtener de una sepultura que no tenían ninguna relación con la acción
primaria en que la descomposición del cuerpo original (Barceló, 2007) Estos factores harán
haya tenido lugar en un espacio sin colmatar que lo que nosotros encontramos al excavar
puede ser muy similar a la que puede mostrar presente una variabilidad diferenciada respecto
una sepultura secundaria, generalmente en des- a la población original en el momento de la de-
conexión. En este caso, resulta extremamente posición. Una vez iniciado el proceso de es-
útil conocer la representación esquelética con queletización, los restos óseos entran en un
la que contamos. En el caso de que se tratara estadio de exposición en el cual se pueden ver
de una sepultura secundaria, encontraríamos influidos por una multitud de factores, tanto in-
una infrarepresentación de partes anatómicas trínsecos como extrínsecos, que los modifican
distales (como por ejemplo las falanges, que en distintos grados y maneras (Botella, 2000).
presentan generalmente un alto índice de pre-
servación) relacionadas con articulaciones con- A continuación, pretendemos mostrar las hue-
sideradas débiles, que habrían permanecido en llas de manipulación y las alteraciones de ca-
el primero de los depósitos tras el traslado del rácter tanto antrópico como no antrópico que
resto del cuerpo debido a su pequeño tamaño. han quedado marcadas en los huesos humanos.
Los agentes tafonómicos que tratamos son los
Es a partir de estas observaciones establecidas diagenéticos, químicos, bióticos y antrópicos,
en el campo y del registro detallado de la dis- cada uno con sus implicaciones y su signifi-
posición de los restos humanos y objetos en el cado, y como acción derivada de éstos habla-
interior del contenedor que podremos abordar remos de acción química, marcas de
la cuestión de qué prácticas/gestos se llevaron mordedura, fracturación, marcas de corte y des-
a cabo en el pasado, es decir, qué actitud tuvie- carnamiento, termoalteración, entre otros.
ron las sociedades del pasado ante la muerte.
Modificaciones por agentes físicos
En el tiempo transcurrido desde la depositación

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del cadáver en el interior del depósito funerario pregnación con diferentes sustancias en con-
hasta que los restos en estado esquelético son tacto directo. Se trata de un fenómeno habitual
recuperados tienen lugar una serie de transfor- que los restos óseos adquieran la coloración del
maciones químicas, determinadas por el tipo de sedimento en el cuál han sido depositados, so-
medio en que el cadáver ha sido depositado, bretodo en aquellos sedimentos que contienen
que pueden alterar en diferentes grados tanto el una elevada cantidad de elementos metálicos.
aspecto como la estructura del registro óseo. Además, los fenómenos como la erosión o la
Éste hecho se encuentra directamente relacio- exposición al agua o al Sol también producen
nado con el estado de preservación del con- alteraciones importantes tanto en la estructura
junto de restos antropológicos. como en la superficie de los registros antropo-
lógicos.
La descomposición de la materia orgánica, de-
bido al proceso de autolisis y de putrefacción, Modificación por agentes biológicos de ori-
libera una serie de segregaciones y genera la gen no antrópico
proliferación de microorganismos que atacan La preservación ósea también se ve afectada
tanto a los componentes orgánicos como inor- por la actuación de plantas, animales y micro-
gánicos del cuerpo (Krenzer, 2006). Además, organismos. La mayoría de procesos destructi-
las características del suelo influyen de forma vos sobre los conjuntos óseos son causados por
significativa en la conservación y transforma- la acción mecánica de animales, principal-
ción de los conjuntos óseos. El grado de acidez mente mamíferos (carnívoros, roedores, etc.),
del terreno, sus componentes, el contenido en que fragmentan los huesos con los dientes con
materia orgánica y la humedad, determinarán el objetivo de obtener la grasa y el tuétano de su
el grado de conservación de los restos óseos de- interior. A partir del estudio de las marcas ge-
positados. La preservación es mejor cuando el neradas sobre los huesos es posible establecer
suelo es neutro o ligeramente alcalino, mien- que tipo de animal las causó. En el caso de que
tras que en condiciones ácidas se produce una se trate de marcas producidas por un carnívoro
disolución de la matriz orgánica que puede fa- las señales sobre el hueso serán perforaciones y
vorecer el efecto de lixiviación del agua (Quin- surcos. Las señales generadas por la acción de
tana y Alesan, 2003: 18). Por ejemplo, el hueso roedores son muy distintivas, caracterizándose
se deteriorará en gran medida con un PH bajo por ser marcas superficiales, paralelas y en
o se conservará bien en un medio poco oxige- forma de abanico (White y Folkens, 2005: 55)
nado, como por ejemplo en turberas.
Por otro lado, las plantas y microorganismos
La extrema sequedad o el frío, por otro lado, también pueden producir fuertes alteraciones
pueden generar la conservación incluso de los sobre los conjuntos óseos, pudiendo ser resul-
tejidos blandos, evitando así el proceso de es- tado de una destrucción directa, actuando di-
queletización (como es el caso de la momifica- rectamente sobre el tejido, o indirecta,
ción natural). En condiciones de extrema produciendo remociones.
humedad el proceso de descomposición y por
tanto de esqueletización se acelera (White y En el caso de los microorganismos (como bac-
Folkens, 2005: 52) terias y hongos) pueden generar alteraciones y
modificaciones tanto en la superficie como en
Otro tipo de alteración debido a la acción quí- la morfología de los huesos muy parecidas a le-
mica es el cambio de coloración de los restos siones causadas por procesos patológicos
óseos producido como consecuencia de la im- (Quintana y Alesan, 2003:19). Las raíces de las

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plantas también actúan de forma muy agresiva Finalmente, en el caso de la fracturación post-
sobre el material óseo llegando incluso a su mortem podemos hablar de una fracturación
destrucción como consecuencia de los ácidos natural debida a los procesos tafonómicos post-
segregados que provocan la disolución de la deposicionales o de una fracturación antrópica
sustancia mineral. debida a prácticas secundarias de enterra-
miento, pudiendo ser estas intencionales o ac-
Modificaciones por agentes antrópicos cidentales. En este caso, las fracturas,
efectuadas ya sobre huesos secos, se caracteri-
Hasta el momento hemos subrayado los prin- zarían por fracturas transversales de bordes
cipales fenómenos post-deposicionales que for- irregulares (Isidro y Malgosa, 2003). Una de
man parte de la configuración de los las prácticas más habituales que generan este
enterramientos hasta el momento en que los tipo de registro es la manipulación post-depo-
restos antropológicos son recuperados me- sicional de los restos, que implica el traslado
diante la excavación. En este punto, es impor- de los restos humanos de un lugar a otro, o la
tante destacar que el principal factor reutilización de una misma sepultura durante
determinante en dicho proceso es la actividad un dilatado espacio de tiempo, como es el caso
humana que les dio sepultura, es decir, la pro- de los enterramientos colectivos.
pia práctica funeraria, que introducirá condi-
cionantes en relación al cómo y dónde serán Por último, la cremación de los restos huma-
depositados los restos. nos tras el fallecimiento, una práctica ritual ge-
En primer lugar, la conservación de los restos neralizada entre las sociedades del pasado y
dependerá del tratamiento ante-, peri-, o pos- que deviene una de las prácticas que mayor in-
tmortem que reciba el cadáver. Tal y como fluye en el estado de conservación de los restos
hemos comentado anteriormente, ciertas prác- antropológicos. La cremación produce una mo-
ticas rituales pueden alterar el ritmo de des- dificación completa de los restos antropológi-
composición del cadáver e incluso detener el cos, reduciendo su volumen (pérdida de
proceso de esqueletización. Los mismos resul- materia, alta fragmentación, etc.), cambiando
tados pueden producirse en relación a las ca- su estructura y alterando su coloración.
racterísticas del medio en que éste haya sido
depositado. Los grados de alteración de los huesos por
efecto del calor pasan por varias fases que se
La misma práctica funeraria puede llegar a ge- pueden observar macroscópicamente. Van
nerar fracturas pudiendo ser éstas peri- o post- desde la no alteración hasta la reducción com-
mortem. En el caso de la fracturación pleta a cenizas. Entre estos dos extremos se si-
peri-mortem podemos hablar tanto de fractura- tuarían la deshidratación con mayor opacidad
ción antes de la muerte (pudiendo estar o no re- visto al trasluz, coloración beige, tonos marro-
lacionado con ésta) como después de la muerte, nes, color negro que pasaría a gris, este al gris
que podría estar relacionada con algún tipo de azulado y, por último, al blanco (Botella, 2000)
práctica o ritual funerario concreto, como seria
el caso de forzar la posición anatómica para su Los experimentos llevados a cabo por Baby
depositación en un espacio reducido. En este (1954) y Binford (1963) sugieren que la inci-
caso se trataría de fracturas oblicuas con bordes neración de huesos secos produce patrones de
regulares y con presencia de torceduras y de- fractura diferentes a los que se observan en
formaciones (Isidro y Malgosa, 2003). huesos cubiertos de partes blandas. Cuando se
queman huesos secos se produce el agrieta-

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miento o resquebrajamiento de la superficie, así continente de las sepulturas, así como con el
como roturas longitudinales, pero no se defor- estudio de los asentamientos (“mundo de los
man ni se retuercen. En cambio, cuando se que- vivos”), para poder producir explicaciones his-
man huesos frescos o cubiertos por partes tóricas sobre las sociedades humanas del pa-
blandas se producen fracturas curvilíneas trans- sado.
versales, roturas longitudinales de morfología
irregular y pronunciadas deformaciones. Por BIBLIOGRAFÍA
tanto, puede determinarse si el individuo fue ANDREWS, P. (1995): “Experiments in Ta-
quemado en fresco. phonomy”. Journal of Archaeological Science,
n.22, 147-153
Los datos sobre la posición son importantes
para distinguir si se trata de depósitos secunda- BABY, R. S. (1954): Hopewell cremation
rios de huesos quemados en otro lugar, o de practices, Papers in Archaeology, 1: 1-7
cremaciones realizadas en el lugar del hallazgo.
En el primer caso, los restos se encontrarían re- BARCELO, J.A. (2007): Arqueología y Esta-
vueltos y ninguno mostraría una distribución dística. Bellaterra, Universitat Autònoma de
que se aproximara a sus relaciones anatómicas. Barcelona. Materials Universitat Autònoma de
Además, no habría ninguna evidencia de fuego Barcelona
en el terreno circundante.
BINFORD, L. R. (1963): An análisis of cre-
Si el cuerpo se quemó en el propio lugar, el te- mations from three Michigan sites, en Wiscon-
rreno mostraría signos de incendio, como ce- sin Archaeology 44 (2): 9-110.
niza, carbón o una coloración característica. Si
la incineración fue inmediatamente después de BOTELLA M.C y ALEMÁN, I. (2000): Los
la muerte, la distribución de los huesos puede Huesos Humanos. Manipulación y alteracio-
corresponder a sus posiciones anatómicas nes. Edicions Bellaterra, Barcelona.
(Ubelaker, 2007). Así pues, cabe destacar que
la práctica de la cremación implica una serie de COWLAND, R.; KNÜSEL, C. (eds.)(1994):
dinámicas post-mortem muy diferentes a las de Social Archaeology of funerary remains,
la práctica de la inhumación, y por tanto, dife- Oxbow Books, Oxford.
rencias en los procesos tafonómicos de forma-
ción de los depósitos mortuorios. DUDAY, H.; COURTARD, P.; CRUBÉZY,
E., SELLIER, P., TILLIER, A.-M. (1990):
CONSIDERACIONES FINALES “L’Anthropologie “de terrain”: reconnaissance
Para concluir, es importante quedarse con tres et interpretation des gestes funéraires“, Bull. et
ideas básicas. Para empezar, la importancia de Mém. de la Soc. d’ Anthropologie de Paris, 3-
un trabajo integrado y multidisciplinar (acabar 4, 29-50
con la división antropólogo/arqueólogo). En
segundo lugar, la importancia del análisis tafo- DUDAY, H.; SELLIER, P. (1990): “L’arche-
nómico para entender e interpretar correcta- ologie des gestes funeraires et la taphonomie”,
mente la naturaleza de la muestra, paso previo Les nouvelles de l’archéologie, 40, 12-14.
e imprescindible para generar conocimiento a
partir del registro funerario. Y finalmente, la DUDAY, H. (2009): The Archaeology of the
necesidad de integrar los estudios bioarqueoló- Dead. Lectures in Archaeothanatology.
gicos con el estudio del contenido (ajuar) y Oxbow Books. Southampton.

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