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aw A Guillermina C. N. Giraudo, mi esposa — oe Este trabajo fue ejecutado conjuntamente con las léminas, en la época en que dictaba la materia en el Curso de Caligrafos, que en aquel entonces dependia de la Facultad de Ciencias Eco- ndmicas, Comerciales y Politicas, de la Universidad Nacional del Litoral y que ahora funciona, a el terciario, en la Escuela Superior de Comercio “Libertacor General San Martin”, habiéndose agregado un afio mas de estudios, para los Caligrafos Nacionales, que deseen cursar y obtener su titulo de Profesor de Caligraffa. Cuando ya estaba listo para su impresién, otras funciones propias de mi profesién de abogado —entre las cuales no fue ajena la intervencién al Banco Mu- nicipal de Rosario, donde me desempefiaba como Asesor Letrado—, me obligaron a desistir de tal empefio. Recién ahora, retirado ya de toda actividad profesional lo retomo y me apresto a publi carlo, sirviendo de prélogo a la obra, el mismo que fuera preparado hace mds de cuarenta aiios. A MANERA DE PROLOGO En la obra que presento a la consideracién de los que se dedican al cultivo y ensefianza de la caligrafia, resumo mi preocupacién constante por la materia y la experiencia de muchos afios dedicados a la cétedra. Considerando que era necesario fijar, en muestras impresas, los caracteres caligréficos comprendidos en el programa de las Escuelas Nacionales de Comercio, en procura de la unidad de la ensefianza y para facilitar su estudio a los alumnos que no pueden seguir los cursos regula- res, preparé este trabajo. El problema de la falta de métodos de caligrafia adecuados a la ensefianza media, se agudiz6 con la inclusién de varios tipos de letras en el programa de dibujo de los dos primeros afios de los colegios nacionales, que por lo general, no contaban con profesores especializados en caligrafia. Puesto en la tarea de revisién, amplié la visual y, saliéndome del plan prefijado, agre- gué otros alfabetos, cuyo estudio reviste interés para los alumnos del Curso de Caligrafos. Este Método no tiene la intencién de ensefiar nada nuevo, al contrario, he tratado de seguir a los pendolistas clasicos, buscando, en lo posible, los originales de los creadores de los caracteres caligraficos, sin modemizar ni alterar sus formas basicas. Para efectuar esa seleccién fue menester realizar un profundo estudio de cada una de las letras, logrando alfabetos homogéneos, que facilitan la ejecucién y retentiva, por repeticion de formas. , También he optado por la unidad de pauta —cuadriculado de cuatro milimetros— o sea N’ 2, con rayado diagonal, a los fines de la utilizacién de un solo cuaderno. Esta adaptacién de ca- acter general, necesaria desde el punto de vista practico, puede ser objeto de reparos, por cuan- to no todas las escrituras se ejecutan en un mismo rayado Por esa razén, en el desarrollo de la teoria doy las reglas correspondientes a cada tipo de letra, para los alumnos del Curso de Galigrafos, que deben profundizar sus estudios. De cualquier modo, no olvidemos que en Cal no es la distancia geométrica la que Proporciona el equilibrio entre las letras de una palabra y en el conjunto de ellas, sino la ilusin Optica producida por la combinacién de trazos. Por ello es que todos los pendolistas han seftala- do distancias minimas y méximas, dentro de las cuales, el ejecutante debe ubicar cada letra pa- ra formar un todo arménico. Casi todos los métodos y modelos caligréficos han sido impresos, previa reproduccién en cobre o en piedra litogréfica, por un grabador, sufriendo modificaciones, en algunos casos, fun- damentales, y los alfabetos no se presentan junto con la pauta, sino por separado, lo que no permite seguir paso a paso la construccién de las letras. Para salvar esas dos deficiencias, elegi, en la composicion de esta obra, el procedimien- to mas dificultoso, pero que proporciona mayores beneficios a profesores y alumnos: Ejecutar a \ pluma todas las letras y ornamentos, sobre papel con pauta igual a la de los cuadernos, las que han sido transportadas por medio de fotolitos para su impresién. La ensefianza de la caligrafia es de una importancia innegable, y ante los contrahechos rasgos de una escritura ilegible, muchas en los dias actuales, la intensificacién de su conocimien- to adquiere el cardcter de una necesidad primordial. La caligrafia nos proporciona los elementos para juzgar por cotejo, cudles son los defec- | tos de cualquier escritura, y, por la imitacion de los buencs modelos, lograr la correccion de la letra propia. Se arguye que muchos tipos caligréficos se dibujan, que no se ejecutan al correr de la pluma, y que con ello, ningiin beneficio se obtiene... craso error; en primer término por. que el continuo ejercicio a mano alzada, educa no sélo la mano, sino también la vista; da agili Ta Seinen dad y seguridad a la primera y sentido de proporci6n, distancia y armonia de las lineas, a la se- gunda. Es menester dar a la mano, por el ejercicio metédico de sus musculos, el aplomo y la habilidad indispensables y, a fa vista, el sentido del equilibrio del trazado. Me extenderé ahora, sobre Ia orientacién y plan de esta obra. Tanto en la parte tedrica, como en los modelos, he seleccionado aquellos alfabetos cuyo trazado y proporciones se ajustan a las reglas dadas por los mas destacados pendolistas de todas las épocas y nacionalidades, eliminando los rasgos complicados que dificultan su ejecucién, te- niendo en cuenta, que deben ser imitados por alumnos de escuelas de segunda enseftanza. Esta simplificacién no significa que se hayan modificado las caracteristicas esenciales de las letras, sino que fueron depuradas para darles homogeneidad. Los alfabetos no han sido madernizados, por cuanto considero que deben respetarse las formas originarias, ya que cada tipo caligréfico de hoy, no es otra cosa que la escritura de los distintos pueblos en una época determinada, por eso hay que conservar las modalidades que constituyen la esencia misma de una nacionalidad y de una €poca. En efecto, si bien los caracteres romanos y géticos, fueron obra exclusiva de pendolistas, Porque en la Edad Media el privilegio de la escritura era de unos pocos —por lo general mon- jes que copiaban los libros—, los caracteres posteriores como el inglés, redondo, bastardo y otros, constituyeron la letra cursiva nacional que, estudiada luego bajo el aspecto artistico y ajustada a reglas, forman los actuales tipos caligraficos. Y ya que me he referido a escritura y caligratia, quiero fijar aqu{ este concepto. Existe gran anarquia en la apreciacién del verdadero significado de ambos vocablos y del alcance a ellos asignado, como también sobre la teorfa, fundada en reglas tan respetables y consistentes como las de cualquiera de las artes. Constituye un error corriente decir que una persona tiene mala caligraffa, 0 tiene una buena caligrafia cursiva. Al hablar de caligratia, siempre se debe entender, que se trata de letras trazadas en forma magistral y ajustando sus rasgos a un patron con re- glas precisas; en cambio, la escritura, es la forma gréfica de expresar nuestras ideas, sin ajus- tarse a otras reglas que el capricho del ejecutante y su bondad se juzgaré de acuerdo al grado de Jegibilidad, por cuanto el fin que se persigue es que nuestros semejantes sepan qué es lo que quisimos decir. Para resolver todos los problemas he contado con la colaboracién de la casa editora que ha puesto todo su empefio para demostrar el grado de adelanto alcanzado en sus talleres gré- ficos: Esta es la obra que ofrezco a la consideracién de los que se interesan por el arte de la caligrafia y si el propésito de colaboracién que me anima se viera acogido favorablemente, y re- sultara util a profesores y alumnos, mis mas caras aspiraciones se habrian cumplido. 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