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|. Primero las cludades. Después el desarrollo rural Este libro es consecuencia de mi curiosidad respec: to a por qué algunas cludades crecen, y por qué otras se estancan y decaen. Afortunadamente he podido bassrme, en gran parte, en los datos, validos segtin mi criterio, de muchos investigadores, sobre todo historiadores yar ‘quedlogos. Pero no he adoptado necesariamente sis in- texpretaciones del contenido de los datos, en mi esfuer20 por desarrollar una teorfa del crecimiento evondmico turbano, Entre las muchas sorpresas con que me encontré en el curso de este trabajo, una me desconcerté en especial, Contradecfa notablemente muchas cosas que yo habia dado siempre por sentadas, A primera vista, parecia ir contra el sentido comtin, y de hecho ibs. Me refiero a que cl trabajo que consideramos usualmente rural, se ba originado no en el campo, sino en las cludades, La teorfa suis cominmente aceptada en muchos sectores —eco- nomi, historia, antropologfa— da por supuesto que las ciudades se construyen sobre una base econémica rural. Si mis observaciones y mis razonamlentos son correctos, sucede todo Io contrario: las econemias rurales, ineluido cl trabajo agricola, se constrayen directamente sobre la base de la economia y el trabajo urbanos. Hasta tal punto la teoria (yo dirfa el dogma) del precedente agricola va implicita en los presupuestos con vencionales sobre Ins ciudades, que me propongo tratar de ello en este capitulo como requisite para abordar el resio de los problemas. En los capitulos que siguen des- cribiré lo que he podido descubrit sobre cémo crecen Jas ciudades, tratando cada sector del proceso de cre- cimiento por separado. Este primer capitulo constitu ye, por tanto, un prélogo. _ La historia de la ciencia demuestra que las ideas uni- versalmente acepladas no son nevesariamente ciertas. Sacede asimismo, que silo despads de baberse probado la falsedad de tales ideas se hace patente cuan nefasta Yy perjudicial ha sido su influencia, Para citar un ejemplo, baste recordar que, durante miles de aos, hombres por otro lado intcligentes creian que los pequefios animales que aparecian en la comida podrida y en las aguas estancadas nacian y se productan ppor generacién esponténea. Se daba por supuesto que ‘su medio, no sélo los alimentaba, sino que también los creaba a través de un proceso llamado generacion espon- tinea, Tal teoria no fue puesta en duda hasta el Rena cimiento, evando un fisico y poeta florentino demostré gue las Jarvas no aparecian sila comida se aislaba de las ‘moscas, de Jo cual dedujo que la nueva vida procedia de otra vida ya existente. Pero, justo euando iba ganando faceptacién su deseubrimiento, se inventé el microseo- plo. Mediante él, particulas de vida hasta entonces inv Sibles, dejaron de serlo. Su presencia fue en seguida interpretada como nueva prucbs de la gencracién espon- tea, y ast el dogma se mantevo durante dos siglos mds, apoyandose, irdnicamente, en los descubrimientos de la elencia, hasta que fue destruide por Pasteur en el siglo x0x. astcur repitio el experimento del florentino usando bacterias en lugar de moscas como animales de expe rimentacién, y vino en lugar de alimentos, como medio. Sus descubrimientas fueron violentamente atacados por los mis eminentes bidlogos de su época, a causa de que los nuevos conocimientos invalidaban la mayoria de To que ellos conocian sobre biologia. Aunque el de la generacién espantanea, de modo inmediato, tinica- mente explicaba los origenes de pequetios organismos, su ereencia en él habla alterado sulilmente otras muchas “observaciones y teorfas biolégicas. Habia eliminado como cya explicadas» algunas ctiestiones muy interesantes, como la de la forma de multiplicacién de los animales tunicelulares, y paralizado por tanto la investigacion y la 0 Se comprensién de las cdulas cn general, Por oto lb, trvehos biogas hsbian consagrad sus vides a la ra Taleacion de Tor nuevos deseubrimiontos de acuerdo con Senior waticonal, Tos bislogos de mayor reputacion, tron frecuentement Jos autores de Tas raionalizaciones fits sutles y esboradas ‘Creo que, del mlsmoo modo, nuestra. visa de las cue dade, tambien dl Jearrlloecondmio ox gebeal, ba Sido deformada por el dopa deta precedenla gt(ola Me propongo defnectrar que eate dogma es fan fantistico on aria dota gern pontine» one Shaye al igual que cota, un sestigio de la historia im tceetalpredarstniana gua persistido a traves del tiempo bavta mucsttos disk. Tl dogma de ia precedencia agricola afi: primero surge fa agicalturardespuc las ciudndcs. En tal dogma, wa imptcita la idea’ de que, en ls tempos prencolitices, Tos cazadores vivian tinfemente en grupos peawenos ¥ SCondmicamente auonuivtetes, proveyendose de fentos, construyendose ellos mismo sus amis, ss Trstrumentos J otro bienes mamtufacturados. Se. pens Ba que, hasta gue slgino de estos grupos primitives n0 aprendié a cular el gran, hasta. duc no. surgié Ia funaderla, no aparecieron ideas de forma estble jay aus hasta despoce de construe tas aldeas, no apercearon divisongs complsjos del tvabaj,_ grandes Proyectos econdmicos,n fue posible una cemplicada oF Ennizacion social. Se supona que estos avances, uotdos Shin tuperdvit de aliments agricole, hablan hecho pox Sibles las chads. ‘ina eset de pensaient, la més antigua, sostiene gue lus eutiates se desarollaron loa, pero diester ‘hente: de los nutleos de poblacin, que eran en un pity Sipio simples unidades agricola gue gradualmente so feiecon mayores mis complefn,Otra escuela arma ue Tas cludsdes fueron organieadas por guerteros. no SEicalas, que colocaban a campesinos a tabalar para Gf a cambio de, protegeles de otros gucretes, En Smee versiones, el llmento,producida or el trabajo n 4 los trabajadores agricola, se supone que es base i dispensable de las ciudades. eee Este orden —peimero los ndcleos de poblacin agri cola, desputs las vies por iim las cadader-es evident que slo explea‘elorigen de ls primerss cade des, Pero tal supuesto ha inlido ea laden de lo aoe las cludades son, y de cual puede ser st lagac tant og el esquema.econdmico actual como histrcament. St €s letto que las cludades no pct haberse dosrrollade antes dela aparicién de los pobladosageisles,dbemes Suponer que’ el desarrollo de la agrtultera yee koe Fecurtos rales en general, es biscoy que las Siadade, Pesto que se apoyan en , erccio, tras. lado. gran parte del trabajo de produceién a las areas rurales, donde el costo resultaba mas bajo. Las fabri Cas dela «Maidenform Brassieres» en la zona rural de 3 Buoreee | " ee PLR bo Oe" cemplearon personal local que ya sabia coset y que posiblemente hacia ya su propia ropa interior, ypero esto no demuestra que la manufactura del sostén se Gesarrollara partiendo de la ropa intetior que se fabri- faba en West Virginia Pero no solemos aceptar sin més, de modo inmediato, aque este tipo de trasplantes del trabajo urbano se reali Zara sighos atrés. Por ejemplo, es comin considerar los {elares rurales de Europa «industria campesinae y su- poner que realmente tal industria se desarroll6 en el campo. Se desarrollo alli de modo no muy distinto a como Jo hizo la manufactura de sostenes en las aldeas de West Virginia. En Europa, en la época en que empezar ron a formarse las ciudades medievales, los telares ru- rales eran casi siempre una actividad deyenerada y es tancada, y sus productos muy pobres. Con el tiempo Assaparecié tal actividad. Entre los siglos xt y xv, Jos telares ettropeos experimentaron una revohucién en las ciudades. En realidad, desde un punto de vista practico, Casi se exearon nuevamente en ellas. Los telares, las cardadoras, Ios tates, los métedos de acabado, la divi- sida del trabajo, el mercado, tode cambi6. ¥ cambio porque Jos especialistas de Ta industria y los gremios Que los institucionalizaban —tejedores, desmontadores, Bataneres, tintoreros, pafieros, etc— se formaron pri: mmeramente como organizaciones ciudadanas, no como Organizaciones rurales, George Unwin, historiador eco- nomico de. principios de siglo, sefala en sus Studies iin Economic History: «Dos generaciones antes de la épo cea de Shakespeare, Ia manufactura del tejido se haba textendido ripidamente por los distritos rurales, con eran ‘alarma de los viejos centzos urbanos de la industria, Los artesanos de Jas villas se Jamentaban amargamente de Ja competencia...» Era el sistema do tejido urbano tras- plantado a la Europa rural, al final del Medioevo y en la poca del Renacimiento, que se transformé en ina f dustria alleana, y en algunos casos en una industria tcampesina, debido a que los tejedores ¢ hilandesos trav bajaban con freciencia en sus casas, En el Estado de Nueva York, enistes hoy depdsitos para Ja consorvaeién de manzanas en rumnerosos luga- res. El fruto es levado a estos lugares desde muchas ‘eanjas, y es almacenado en un ambiente de bidxido de earbond hasta el momento de trasldaslo al mercado. Esto se denomina «almacenamionto rural. Pero tales al ‘macenamientos rurales no se derivan de las viejas bode- gas de Jas granjas. No existen maquinas de control de fa temperatura del almacenamiento que detiven de las antiguas neverias de las granjas. Ast mismo, Ja gran industria del mueble en Virginia y Carolina del Norte, que emplea campesinos a horas, no deriva de Ja carpinterfa, local, sino que es una industria urba- nna trasplantada, Es muy [éeil suponer que las for- mas rurales de. trabajo més antiguas evolucionen © se desarrollen dentro de formas rurales ms recien- tes de trabajo. Este es el resultado de pensar de ‘modo abstracto sobre categorias de trabajo del tipo de la costura, el tejido, el almacenamiento 0 el ‘mucble, Es como suponer que un plato de una comida de algin modo evoluciona o se desarralla a partir del fanterior, y seabar por descubrir que cada nuevo plato se trae de la cocina. Debido a que acostumbramos a considerar la Jabranza como una actividad rural, estamos especialmente inca- ppacitados para advertir que los nuevos tipos de Inbranza hacen en las eiudades, La creacién de maiz hibrido cons- tituyo un cambio revolucionario en la agricultura ame- ricana; equivalia a un nuevo tipo de cultivo del maiz. 31 ‘método no fue desarrollado por los campesinos en sus fgranjas sino por los elentficos en los laboratorios de New Haven. Fue impulsado, fomentado y dado a cono- ‘cer por los clentificos y por los editores de los periddi cos agricolas, a quienes resulté realmente dificil con vencer a los tabradores do que probaran las desagrada- bles semillss bibridas. Cuando las granjas de trigo del Estado de Nuova York se dedicaron al eultivo de fru tales, cl cultivo lo promovieron primero, desde Roches- ter, los duefios de un vivero que abastecfan a los habitan- 19 tes de la ciudad de srboles frutales, parras de va y arbustos para sus cercados y jardines, y después demos traron a los granjeros del Valle de Genesee, que no po: ‘ian competit ya. con el trigo del Oeste, que los hiuertos y las vias eran Ia alternativa cconémica adecuada. Las grandes industrias de cultivo de frutas y vegetales de California no «ovolucionaron» a partir de los antiguos campos de trigo y pastos del Estado, sino que las mu: yas granjas californianas fueron organizadas en San Francisco con el propésito de proporcionar frutos, y des pcs vegetales, para las fabricas de conservas, Pero vayamas algo més atrés, a In Europa medieval donde las ciudades parecen haber reereado la sindustvia rural» de la agricultura, del mismo modo que erearon mas tarde tina industria rural del tefido. Después de Ia eaida de Roma, la agricultura europea se estaned y fue degenerando gradualmente. Aun las gran- jas modelo de los monasterios, donde las técnicas y los Sistemas de cultive agricola tomanos se maptuvieron Inds tiempo, acabaron estancindose y degenerando. Car Tomagno intent6 revitalzatlos, pero no pudo, y cont uaron su proceso de decadencla durante todo el siglo x y la mayor parte del siglo x1, periodo durante el cual Comenzaron @ crecer las ciudades medicvales. A princi ppios del siglo x1, cuando la bulliciosa y pequeda ciudad de Paris ya tenia una poblacién de miles de personas de dicadas al comercio y a Ia manufactura artesanal, el estado de [a agricultura rural francesa exa, segun ‘nos describen Duby y Mandrou en A History of French Civi- ization: «...Los campesinos dl afo 1000 estaban medio muer+ tos de hambre. Los efectos de la desnutricién exénica se fevidenciaban claramente en 10s. esqueletos exhumados de los cementerios merovingios; la excoriacién de los ‘ientes indiea que comfan hierba, eran raquiticos, y en tuna aplastente mayoria morian jOvenes.... Nunca habia 1a Suliciente comida para subsistir y la faita de ésta se ha ia periddieaments ain més grave. Durante un aflo 0 20 dos se produjo una extrema carestfs; los eronistar dew: criben gréficas y horribles episodios de la catésirole, evocando complaciente y minuciosamente cémo la gente fcomia basura y vendia piel humana, Si los estémagos testaban vactos y los nilfos envejecian a causa de las en- fermedades antes de la adolescencis, a pesar de Ja gran extensiOn cultivable destinada ala sgricaltura, se debfa ‘2 que el equipo disponible para extraer de la tierra ali- ‘mentos era muy primitive ¢ inadecuado. Habia poco me- tal, o ninguno; el hierra se reservabs para les armas. En Jas granjas mondsticas mas extensas_y avenzadas, que conservaban algunos clentos de cabezas de reses cn sus ‘stables, podian disponer de una dos guadafas, una pala y sin bacha. La mayoria de los utensilios eran d madera —arados ligeros, azadas con los filos endurect dos al fuego—, sélo tilles en terrenos blandos y para tun cultivo imperfecto» Los productos que las pequefias ciudades compraban cen el campo hambriento eran, en gran parte, materiales para ser manufacturados: lana burda, cueros, astas. La Comida de las pequenas ciudades no’ se componia pre- dominantemente de productos agricolas, sino de aves y peseado. El pescado salado era un alimento tan bésico ‘como el pan y a veces més. Lo cual, dicho sea de paso, cexplica que los Waficantes de pescado de Londres fuc- Sen comercianies tan importantes y prestigiosos, Sus met- cancias, Hevadns a grandes. distancias desde’ Londres, servian para alimentar la poblacién de otras muchas pe- quefias ciudades comerciales y también de fincas aisladas en el campo. Pero las. primitivas ciudades medievales dependian cen gran parte del grano, Realmente, al usar el grano para el pan, [a poblacion urbana estaba comenzando cl largo proceso de renovacién de la dieia europea; las gachas y Ia polenta, no el trigo, habfan pasado a ser los platos eu ropeos usuales de cereales en los siglos posteriores a Ia caida de Roma, Los molines y las panaderias de las pri- mmitivas cludades medievales no eran copia de la indus: 2 > tria aldeana o campesina trasladada a las ciudades, sino més bien tn antecedente de ella Parte del grano de las pequefias ciudades provenia se guramente del mundo rural, Pero otra gran parte, casi Ja mayoria, lo cultivaba Ia propia poblacién urbana en los campos que existian dentro y alrededor de las mura: Tas de la ciudad; tales campos proporeionaban el abas- tecimiento normal de las. primitivas ciudades. Y eran Jas propins ciudades el primer mereado de los instru mentas agricolas de metal, hechos por sus herreros. Los instrumentos de metal Ilegaron a ser importantisimos ppara la Europa rural a partir del siglo xu. En Ia Europa del siglo x1 era atin préctica general del carapesino usar parcelas de tierra hasta agotar su fertilidad y abandonarlas después; © también cultivar tu campo durante "varlos aos, "year, sin cult ‘var otros tantos, quemar luego los rastrojos y plantar nue ‘vamente, Carlomagno habia intentado restaurar el viejo sistema romano de alternar dos cultivos, pero sus esfuer- zos tuvieron eseato éito, si es que tuvieron alguno, hhasta el siglo x11 no se adopts de mado gencral cl sist ma de rotacién, y atin distinto del practicado por los En el sistema medieval se sembraba, en una parcels, tigo 0 centeno el primer ano, avena 0’ cebada (a veces guisantes o Judias) en el segundo, y el tercero se dejaba ‘on barbecho, En el sistema de tres siembras, que es como se denomina este tipo de ratacién de Ja cosecha, tres par elas constituian una unidad, estando cada una en una etapa diferente del ciclo, como los cantores en un coro. No cra un sistema de rotacién realmente eficiente, pero signified un gran avance, uno de los principales cambios tn el complejo conjunto’de nuevas pricticas ¢ intrumen- tos rurales que los historiadores Tlaman «la revolucién agricola del siglo xi. Nadie sabe con certeza dénde comenz6 el sistema me- dieval de tres siembras, pero algo es evidente: se loca Tiz6 alrededor de las ciudades. Las dreas rurales que lo adoptaron primero fueron las mas prévimas a las ciuda. 2 des y las situadas en las rutas comerciales entre las Su posterior extensién fue més bier lenta. Tard6 dos siglos omés en llegar a Tos remanses rurales de Euro- pa, Los altimos lugares en adoptar el sistema de rotacién fueron los mas distantes de las civdades y los menos influidos por el comercio urbano, ‘A principios del siglo xv se dioun gran paso en la rotacién de la cosecha, un cambio tan importante que es cLeentro do ela revolucién agricola del siglo vm», Bn cl fino de barhecho se plantaron cosechas que no habion Sido utilizadas anteriormente en la agricultura rural europea: alfalfa, trcbol, y otro tipo de pasto llamado es pparceta, Las cosechas de forraje hacian algo més que dar un descanso a Ia tierra: renovaban el nitrégeno agotado por el grano y proporcionaban al mismo tiem: po ‘limento para el ganado, El ganado proporcionaba fstiéreol rieo en nitrégeno. La fertilidad de la tierra de fultivo y et mimero de caboras de ganado aumentaron Considerablemente, haciendo posible el brusco aumento ela poblacién europea que alarmé a Malthus, Donde se inici6 el cultivo del forraje y Ia prictica de introducirlo en el sistema de rotacién en lugar del afio de barbecho? Duby y Mandrou sostienen que fue en los huertos eitidadanos de Francia un siglo antes, por lo menos, de que se adoptase en la agricultara rural, y que fe cultivaba también en los campos préximes a Ta civ- dad para alimentar a los animales de tiro de ésta, Como ten el caso de Ia rotacién en el siglo xm, la nueva agricu- tra se extendi6 primero a las areas préximas a las it~ Gades y a lo largo de las rutas de comercio, y fue final- ‘mente adoptada en las areas rurales més distantes de los hdcleos urbanos y menos afectadas por su comercio y sus productos, ‘due la agricultura tiene su origen en las cludades, _—cuestién que yo me propongo demostrar— puede pare Ger una idea radical y contradictoria. Y, sin embargo, ‘aun en nuestra época, las précticas agricolas nacen en fas ciudades. Un ejemplo moderno nos lo proporciona Ja préctiea americana de engordar el ganado vacuno con B sgrano antes de matarlo, préctica que nos ha proporcio- nnado una carne de mayor valor alimenticio. Fste «trabajo agricola no nacié en las granjas, af en los ranchos ga naderas, sino on los grandes corrales do ganado de Kan sas City y de Chicago, Tales fueron los antecedentes de esta prictica agricola actual, E} engorde de corral es ahora general, pero ha desaparecida en las cludades para trasladarse al campo. Tneluso las plantas de envasado de carne estén en proceso do traslado de Ia ciudad al eampo. A nuestros deseendicntes puede quo les parezca increible que la «in ustria eampesina» de matenen y conserva de Ia carne para los consumidores ciudadanos, y la fabricacién de fabin de tocador a partir de grasas animales, fuesen en principio trabajos ciudadanos; tan extrafio como nos parece a nosotras que Jo haya sido el cultivo de la al- fala, ‘También en tlempos muy antiguos, Jas eludades des. arrollaban Ia agricultura y la ganaderia. Fn las ciudades cegipcins del Antiguo Tmperio, por ejemplo, se intenta- ron mumerosos experimentos de domesticacién de ant males: nos quedan pruebas de ellos en tas pinturas. R.C. Bigalke, del McGregor Memorial Museura de Kim- berley, zodlogo consagrado a los experimentos actuales dle domesticacién de Jos animales salvajes africanos para cl aprovechamiento de su carne, sefiala que durante los ‘comienzos del Antiguo Imperio: «Las hienas se captu aban y se cebaban hasta que engordaban Io suficiente ppara la matanza; se atrapaban pelicanos para aprovechar ‘sus huicvos; se amacstraban mangostas para. preservar Jos praneros de ratas y ratones; y hay indieios de que se formaban rebafios de gacelas Dorcas. Las. pinturas uesiran también fbices y dos tipos de antilopes, addax ¥ onyx, domesticados y con collares» El asno y el gato Comin fueron domesticados en. las antiguas ciudades el Nilo; son animales ciudadanoss distribuidos por todo el mundo vara En eonsecuencia, tanto en el pasado como en el pre- 24 sente, Ia separacién que se hace comunmente entre el cometeio y Ia industria urbanos y la agrieultura rural ces artificial ¢ imaginaria, pues arpbos no provienen de diferentes puntos de origen, El trabajo rural, tanto si consiste en la manufactura de sostenes como en la pro- Guccién de alimentos, es, en dcfinitiva, trabajo urbano trasplantado, Una teorta de tos orfgenes srbaios ide la primera agriculture La deduceién légicn es que también en tiempos pre- ricos la agricultura y la ganaderfa suxgieron en las ciudades. Ahora bien, si esto es asi, las chidades deben hhaber precedido a Ia agricultura. Para imaginar cémo pudo ccurrir esto y eémo el cultivo del grano y la do- Imesticacién de animales pudo surgir en ciudades pre- terieolns de eazadores, intentemos imaginar una ciudad fal. Yo quiero escoger para este fin una ciudad a la que Tamaré Nueva Obsidiana, y la consideraré el centro de tun amplio comercio de obsidiana, el resistente cristal ‘natural negro de origen volednico. La ciudad estaré em- plazada en Ia meseta turca de Anatolia ‘Dos razones justifican tal eloccién. Primero las rui- nas de una ciudad, Catal Haytik, que muy bien puede hhaber sido sucesora de mi imaginaria Nueva Obsidiana, y que fue deseubierta por umn arqueslogo britinico, Ja: mes Mellaart. Esta magnifiamente ilustrada y descrita fen su libro Catal Hilyik, Tenemos asf la ventaja de ob- Servar eémo so desatvollé mis tarde nuestra ciudad ima- ginaria, Dicho de otra manera, Ia Nueva Obsidians que vamos imaginar es Ia precursora de otra ciudad cuyas rruinas conocemes, siendo, pues, menos difieil de imagi- rar que si fiese una ciudad totalmente inventada, La Segunda raz6n de mi eleccién es que la obsidiana, en Ia parte del mundo donde los estudiosos consideran que Surgié. por primera vez el cultivo del trigo y de la ce dada, fue el material industrial més importante de co- 25 BO merclo; aunque no Frese en absoluto el dinico material industrial objeto de comercio alli. Por tanto, una cit dad que fuese centro del comercio de obsidiana es una cleccién Tégica como anetrépolt preagricola, Desde luc- 0, una eleccion igualmente Iogiea hubiera sido un cen- tro de la industria del cobre del Caucaso 0 de los Car. patos durante el mismo periodo, o una ciudad costera ue hubiese desorrollado un comercio de conchas. Pero [Nueva Obsidiana constituye un adecuado candidato ‘Aunque la ciudad es imaginaria, describiré estricta y rminiciosamente sa economia, Admitiré para Nueva Ob- sidiana s6lo los mismos procesos econémicos que apo- recen actuando en Tas ciutlades de nuestros tiempos his- téricos. ‘Aunque la prosperidad de Nueva Obsidiana se funda cn el comercio de obsidiana, Ia cludad no est emplazada al lado de los nurnerosos voleanes de la meseta de Ana- tolia donde existe el negro cristal. Hay, por lo menos, tuna distancia de unas veinte millas hasta el volcén mas proximo del grupo, Ello se debe a que Ins tribus eaza doris del Alto Paleolitico, que controlaban los volcanes: cuando el comercio se inicié, no permitian aproximarse: f los extranjeros al lugar de sw espléndido tesoro, En tun lejano pasado, habian arrebatado el control del terri- torio a predecesores menos astutos que ellos. No quc- rian arriesgarse a que Ia conguista se repitiese con los términos invertides, i, dese e1 afo 9000 antes de Cristo, y posiblemente antes, el comercio-de la obsidiana local se habia esta Blecido por costumbre en el territorio de un grupo ca zador veeiro, que habia pasado a ser consumidor regu lar, y por consiguiente intermediario en el comercio con pueblos cazadores mis distantes. Con el asentamiento de este grupo nacié Is. pequefia ciudad de Nueva Obst diana, En el alo 8500 a. C. Ia poblacién de Nueva Obsidia nna se-compone de 2.000 personas aproximadamente. Es tuna amalgama de los primeros pobladores y de Tas tri- bus propictarias de la obsidiana, gran parte de cuya 6 poblacdn se ha extablesido dentro de In ciudad a causa Tel Comercio y de los distntos pos de trabajo rlacio nudes con €. Un pequeho erapo'separado trabajo atin th Tos vluanes y vga el territorio que los rodea. Dia Fnmente expediciones dese Neove Obsiiana atravie San la uta us lane Gon Tos woleaes,regesanido com ia mercancia. La gente de la cludae posee una maravl Mos habilidad pata Ta artosania, y la perfecionard aun ts racias a fos postiidades de espesiizacion. La Ciudad tee ama religion pecan ya que se respotan ¥ Scporan oiaimente no tos, suo varias éeldades Ur tes estas deidades se han echo comones, del mis: to modo que Ia oblacion se ha mez. El sistona de comercio prodominante adopta Ja s guiens forma: toma la inicistiea Ia persona que quere Ecmprer algo. Ain no han irumpido pues en escena Tos Comercanis, amulantes; los comercantes mas bien Se consideran, y son consideradoe, agones de compra. Trduablemente, evan bienes do’ cambo al ngs de Compra Tos atlizan como dinero. para comprar lo gquevan a busta. Ast, ls comercantes que venen a Nuc Sev Obsidlana de dntancas cada ez mayor, ene presamente por obsidiana y no para deshacerse de cual Fier otra cosn. En general, lor blenes de cambio auc ffnon,conssten cn productos corlents do sus tern Hor de cara Cuonde for habiantes de Nucea Obsiciana dsrean tesoros especiales, como cobre, conchas © Pig Shonto, que no eneuentean en su propio teritoro, mah Zan parte de sus propia roreancias fuera, a in de coo SSpur estan cosy de otros Toperes,Hlevan consigo ob Sllana como st fuera dinero, De este modo, los poblados quo poscen tesoroy no omnes cob, conchae fina, prgmenvos-~ an pasado ffubien a ser centros secundarios del comercio de ob- ‘diana Increamblan con las tidus cazadoras mas P76 Sinaia obsidiana que Tes traen como medio de cam bio y en pago reciben géneros de cara, Y Nusia Obsé Gad, Simtngmente es un centro regional de comersio {cote productos favs, ademas de obsiians ” ee De este modo, Nueva Obsidiana pasa a ser tanto un poblado.edepésito» como un poblado. de: «produccisn» Bjerce dos tipos, de accion exportadora, no. une. Por supuesto la obsiinna es una exportacion, La oira es un Servicio, el de obtener en otros lugares productos. oo. Imercalcsy de cambio destinados a sonsamidores secan- darios que tambien llegan de fuera, a economia de Nueva Obsidiana se divide en una economia de exportacionmportacin por tin lado, y en tina economia local Interna por otto, Pero estas’ dos divistones principales de la economia del lugar 0 son estiticas, Con el tiempo, Nueva. Obsidiana aiade has exportaciones nuevas a las dos primeras,y todas ellas nacen de Ta propia economia local. Por’ ejemsto, fos saeos de cuero, exeelentemente manufacturados, gue sirven para transportar Ia obeidiana desde su proceden. Ge, san cambinon mena alos czars 0 merce joes de otros Wigares que han venido. para compar obsidiana y que, después de ver los sacos, desean He var en lo clam, Los nos euehillos de cbsidiana, casquillos, puntos de Ianva'y.espejos ave los tabajadores de. Nueva Obsidiana produc para su propia gente, son tambien todicindos por los. que viene a comprar obsidiana, en byrut. La poderosn religion dela prosper Nueva Obs diana pssa tambien a ser objeto de comercio, sus talis: manes locales corvientes son vendidos. Las bagatlas de uso personal entran también cen el comercio de cx portacién ‘Aparecen muchas copias en los principales poblados de comercio. Por un tiempo Nueva Obsidiana vendis baslantes tacos do enero, pero después Tos artesanos de Jos. poblados que comerciaban en cobrey_ pigments, éempezaron a copiarl, En Nueva Obsidana mientay ten e artenam comer a opin algunas de ns Importacianes que orem alll més pepalares:peauetas cestas, clegantes y fuertes, importadas ocasionalinente de'um pobiado que mercaba core rojo; cajas de made. ra de-un lugar cuvo comercio principal se basaba en cot thas fdsiles de ostras. Con el tiempo, el trabajo, secu Wario de hacer sacos de cuero para exporter habia de cnido algo en Nueva Obsidians; ea compensacién, la ciudad haba desarroliado un pequctio comercio de eX pportacin de eestos y cajas imitados, Ta gente de Nueva Obsidiana, la poblacién de los. otros lugares importantes, y la gente de todos los pe fquenos poblados cazadores ‘situados entre los principa- les centros de comercio se resienten violentamente y tratan de evitar las intrusiones en sus territorios de cava proplos. Unicamente se hacen excepeiones para traspasar Jos limites do los centros comerciales. Asi, las utas a Nueva Obsidiana eruzan los territories, de ‘mu- ‘hos, muchisimos, grupos cazadores, Al principio, estas futas atravesaban los terzitorios mas préximos a la ci: Gad, extendigndose posteriormente, a medida que gentes de mds lejos pasaban a ser consumidores, y después pucblos mas Iejanos que éstos. A medida’ que se ex fendian los consumidores, se extendian también las ru- tas de Nueva Obsidiona, Los caminos de Nueva Obsi- diana, unidos a las cutas que se extendian desde otras Ciudades, ayudan a formar una red que cubriré, en tiempos de Catal Huiytik, cast dos mil millas de Este 0 Oeste. ‘Se establecié pronto Ia paz en las rutas. Esto fue posi- ble porque cl itinerario atravesaba siempre e tertitorio de un grupo involucrado ya en el comervio, A cualquiera fque interceptara Tas rutas o que robara o matara a los mercaderes se le negaba la obsidiana, y era ademés per- ‘Seguido por una coalicidn de guerreros de la ciudad mis proxima y del poblado cazador més cercano que usara Tas rulas de comercio. los lugares para proveerse de agua y descansar, uti tizados por las expediciones de comercio a lo largo de las rutas, pasan a Ser tradicionales. Son lugares de asilo completo, poderoramente protegides por el oédigo re figioso de la ciudad, Estos lugares tienen siempre un ‘manantial, © cualquier otra provision de agua que se halla bajo la misma proteceién, Pero no hay mesones. 2 Los mercaderes comen con parquedad durante sus jor nadas, y llevan su propia comida. No se detienen sobre Ja tierra que recorrea. Viajan répidamente, sin pérdida de tiempo, y habitualmente estén hambrientos euando rogresan casa, En Nueva Obsidiana los edificios se hacen de madera y adobe; un milenio después habra también edilicios hhechos de ladcillos fabricados con Iégamo. El centro o lugar de cambio de Ia pequena ciudad esté ubicado ea el fingulo donde las rutas se unen al poblade. Aunque Ja ciudad ha crecido, este lugar se mantiene despejado. AA su espalda, 1a cludad se extiende silenciosamente. Al Jado de la ruta, en Ia plaza de cambio, los mercaderes cextranjeros acampan. Estos campamentos han pasado a ser moradas permanentes, aunque sus moradores son transelntes. En el centro de cambio se encuentran los dos mundas. De este modo la plaza es el unico «lugar abierto» en la misma ciudad; permanecié despejado en lun principio, antes de Megar a ser un lugar de reuniGn y comercio, como espacio de separacién mantenido vacio deliberadamente. El lugar de cambio 0 plaza de la cit- dad, como ha pasado a ser, se halla en la parte de la ciudad que mira a los voleanes. La razon de su empla- vamiento es que era precisamente aqui donde en wn principio los habitantes de Nueva Obsidiana comercia- ‘ban con los duefios del volcan, Cuando las tribus veci- nas iniciaron su comercio en el Jugar, lo hicieron en el sitio de cambio ya establecido, Por razones obvias, los almacenes de tesoros no se encuentran en la plaza, Pero ruchos talleres, especialmente aquellos que utilizan ma- terlales de escaso valor intrinseco, se hallan apifiados entre los edificios que la rodean. Para comprender por qué Nueva Obsidiana se ha convertido en un centro comercial de tanta importen- cia, meta de muchos pueblos lejanos, es preciso enten- der el gran valor de la obsidiana para los cezadores; Ja obsidiana no es solamente una sustancia que lama la atencién y da prestigio, es ademas un material de’ pro- duccién vital, Una vez posefda, es considerada como una 20 necesidad, tanto por los cazadores de toda peyuetia cit dad comercial como por las tsibus rurales de cazado- res. Con ella se fabrican los mas aflades utersilios cor- tants. Un indicio de lo que un material como éste si nificaba para los eazadores y artesanos del Medio Orien- te hace diez mil afios, nos lo proporeiora un comenta- rio sobre Jos cuchillos modernos que aparece en el Book of the Eskimos de Peter Freuchen: «En Committee Bay he conocido esquimales que no tenjan cuchillos. Los dnicos instrumentos cortantes que poseian estaban hechos con las viejas tiras de metal de Tos barriles. Para cortar utilizaban piedras agudas o cu chillos hechos de hueso, Eran cazadores de morsas ¥ fardaban dias en desollar y tocear una sola morsa. Mientras trabajaban con sus miserables.instrumentos, cientos de morsas podian pasar ante su campamento. Si Ihubieran dispuesto de cuchillos de acero, como hoy, po rian haber hecho todo el trabajo en media hora, salir e nuevo, mientras la caza cra abundante atin, y com seguir quiz4 todas las provisiones para el invierno en tuno © dos dias» La obsidiana no es accro, poro si el producto més similar a él en Nueva Obsidiana, La comida de Nueva Obsidiana procede de dos fuen- tes. Una es cl viejo territorio de recoleccidn y de caza, {que se defiende y'se utiliza como cuando os habitantes ceran solamente cazadores 0 cultivadores; Ia otra fuente son los grupos poseedores del volcan, cuyos centros rae dican ahora también en Nueva Obsidiana. Pero una con siderable proporcién de la comida se importa de los territorios de caza extranjeros, Esta es la comida can- jeada en la plaza de cambio por obsidiana y otros bienes de exportacién de la ciudad, La comida consiste en Jos bbienes de consumo traidos por los consumidores que rho pagan en cobre, conchas, Pigmentos 1 otros tesoros raros. Los alimentos silvestres de buena calidad propor- cionan también un buen cambio, Asi, Nueva Obsidiana 3a f extiende considerablemente sus cerrtorios de caus, au tmentando, a través dct comercio, los productos de ss terntorios propio. Tos alimentos silvestres de buena calidad que se traen al meceado han de ser no corrupibles. Salvo en tiempos de gran escnsr y de hamire exeepctonal, en que cualquier cosa es bien recibide, sdlo se. aceptan los alimentos no corruptibes. Exsten dos razones para esto. Primeca, aunque los consumidores provengan do. tert foros muy cercanos, los alimentos ‘ao corruptibls. so portan mejor el viaje hasta la ciudad, Segunda, y més Tnportante, los cludadanos de. Nueva Obsidiana pre- ficron almaccnar los alimentos y_administratios rack nalmente, en vez de atracarse y exponerse a pasar ham bre mis taide. Asi, los alimentos importados coussten predominantetnente en animales, vivos y_ganos resist tentes En esto Nueva Obsiiana se asemeja a todos os Poblados preagricolas que importan alimentos. sives- tees, ‘A causa del comereio excepeionalmente voluminoso y amplio de la ciudad, grandes cantidades de grano y de Boimalesvivos aluyen a ela. Los animales se transpor tan en jaulas de madera sl son muy peligrosos; se les ata con cucrdas de fbr y so les arrastra yconduce por sus propios pis #1 no lo ton. Ehalimento vegetal no Corrup: fle cn fc de miner qu Ios simak 1s Comerciantes que lo transportan pucden viajar tess te pidamente, ‘AS, especialmente de los hugares mas distantes,aflu yen a Nueva Obsidiana judias, nucces y granos comes tibles, os alimentos importados se incorporan répidamente 4 la economia local y quedan bajo la custodia de los irabajadoces locales copeciaizador en su protecién, al macenumiento’y-dlstibucidn. Son, en efecto, admivis- adores: administradores de animales salvajes.y de fianos comestiles, Consideremos primeramente los de- betes de los administradores de animales, En principio so trabajo cs ia tare, no muy dificil, de conservar los 2 animales vvos hasta si sacrifisio, Esto, sin embargo, feduive un deterininado enter. Loe primeros an its ologidos para la matanra son, o bien ios mas diiles de alimentar, 0 los mis diflles de manejer, © ambos. te mayoria de los carnivoros ee inslugen et una 0 eo fae categorise y son consumidor a poco de su H gnu. Las ariesanoy se hacen cargo de sus piles y olor Rabproductos. Los herbivores se msatienen duraste més Tiempo en el tefrigerador aural de la va, De entre tlioe los bembras, mis mancjables, se conservan més tiempo. A veces dan a luz crige antes de que Heguc cl momento dost sacrifice, Cuando esto savede hay, claro nt came silvestre picles extras. Los administradores Ge animales. de Nucra Obsidians, con. sus reserves de came excepeionslmente cuantiosss, entre las que pocden scoger y selecclonar, adoptan como costurnbre salvar Gotat déeies hembras de crn siempre. quo pucden, No poseon ninguna concepeion de Ts domestcacién animal Fide los tpos de animales que pueden o no pueden ser lomestcados. Son intligentes yPlenamente eapaces de cooler problemas y de extract conocimivatos de la txpetiencia. Pero la experiencia no les ha proporcionado fun ninguna idea gue pueda derominaree sintento de domesticncion de animaless, Estin soncilamente inter fardo imanejac. los alinentos silvstres importados. a Ia‘Gludad Gel mejor modo que pueden. Ta tinea razén. de que Ts segunda, Ia tercera ola cuaria goneracion, sobrviva en caulivided el tiempo Sulfiente para procrear- aun otta_generacidn, eS abe Sesulta mde facil de mantener durente Ia epoca de abuse ancl. Realmente, una y otra ver se socrifian la ter era y evarta gencracion de cautivos sin el menor c= Srupulo, si la comida es necesaria. Pero. li adiministcadores acon un esfuer20_ para conservar carne fresca siempre a mano, y en particular para dnponer siempre de siguna paca 1a alegre ¥ fiz Scasidn en aue un grupo de mercaderes de Nueta Ob Silina rogresa de lejos camsado, hambricnto -ansioso de un bun reclbimiento. ¥ fnalmente, los administra use. 3 ores procuran disponer de carne fresca a mano de ‘modo permanente. De este modo llegan a poser y man tener mis cuidadosamente lo que podfamos denominar tun grupo de ceria, Pero tales animales, mezclados con ‘otros salvajes importados que no los darien, inclayen distintos variedades de sus proplas especies. Y entre las criss, aquellas que soportan mejor la cautividad son, por definicion, los supervivientes més aptos, los mejo- tes productores de earne y los consumidores del forraje isponible, Entre ellos, los mis déciles son siempre los preferides. En Nueva Obsidiana los administradores de Jes se preacupan en especial de preservar y mi Jas oveias, sobre todo a causa de su fécll imantenimien- to y de que su carne es tan buena como cualquier otra. ‘Ademds, los attesanos valoran especialmente sus picles. ‘En otra pequefa ciudad con la que Nueva Obsidiana cometcia, se conservan con preferencia Jas cabras sa vajes importadas, debido a que engordan con forraje dle baja calidad, En otra, en la que Nueva Obsidiana ‘compra cabre, el ganado vacuno salvaje se conserva por ser sus hembras bastante deciles y porque les artesanos estiman especialmente Ia comamenta. En Ta lejana zona fccidental de la ruta comercial, se mantiene con prefe rencia el cetdo salvaje, debido a que puede pastar en les ‘Dosaues «gue proporiona gran mimeo de ‘Los administradores de grano de Nueva Obsidiana, no tienen ninguna.razén para prefetir un tipo de grano 4 otro, y por fo tanto no lo hacen. El grano seco proce dente “del comercio es almacenado junto y se come también mezclado, Grano de numerosos tipos distintos de plantas silvestros Tlega a Ta ciudad procedente de sue- los secos 0 hiimedos, atenoses o limosos, de Ias tierras allas y de los valles, de las vberas y de los claros de los bosques. Viene de los tertitorios de las tribus que sélo consiamen el que cosechan de su propia tierra salvo ten guerras y algaradas, cuando les guerreros comen ri: Pidamente fo que saguean, Pero aqui, en Nueva Obsidia: u nna, el mejor mercado del mundo de grano silvestre «9 iestible, el grano afluye mezclade para. su almacci ‘miento, Distintos tipos dle grano que nunca habian sido mez cladas, lo son ahora en eestos y arcones. Una ver descase Carillades, melidos y cocinados, los granos se mesclam frecuentemente con guisantes, lentejas y mucces. ‘Cuando se conservan Jas semilles después del invier- no, se usm en una siembra rudimentaria, prictiea que ho produce gran cantidad de comida, pero que hace mas Comodo el acapio de grano. Dentro de la zona comer. tial ya su alrededor, junto a las arcas de almacenaniento Genito de la citdad, y en los cercados donde las muje res descascatillan, maclen y transportan el grano, y al rededor de las despensas familiares, se esparcen alge: hos granos, Ya sembrados porque se derramen o por {ue se entierren, ya los siembren pequefios predatores, fatas, ratones y pajaros, estas plantas se cruzan en com binaciones sin precedentes. No es ningun problema lo- rar cruces de granos en Nueva Obsidiana o eruzar ha- bas y guisantes, antes al contrario tales eruces som inevi- tables. ‘Los cruces y los hibridas no pasan inadvertidos. Son, dde hecho, observados por las personas expertas en dis- tinguir las variedades y en caleular el valor del grano comerciable, y bien eonsclentes de que algunas de estas semillas de la ciudad son nuevas. Las mutaciones se dan fon la misma frecuencia que en la Naturaleza, pero no pasan desapercibidas como sucede Ia mayoria de las {veces en el campo; tampaco cl grano traido al mereado para cambiar pasa inadvertido. Pero los cruces, los hr 1 ‘Tenemos hoy un equivalente de tal tipo de comida cuyy nontibre comercial es Plonaer Porridge; yo 10 preps algunas (otcs para tl familia Es una vulgar meta de media docena US"peamos completamente distnts, y las instracciones dct en as fecomiendan messiar Ios grano® eon habas y nucces; Jas NGmiles de cambio taidas a Neevs Oosidisna se habrian Usado Gn'ndsleas yersiones depos. de este gezo, Es uma comid ‘Ste sorpronde un poco al paladar, pero thee buen Sabor 35 bridos y las mutaciones varas no se reservan para utili zarlas en una produccion selectiva Los adminisiradores del grano de cambio no tienen fa su cargo Ia custodia del grano que crece en la localie dad, al igual que los administeadores de animales im poriados no se encargan de las piezas cobradas por los cazadores de Nueva Obsidiana, No son los administrar dores do grane los que hacen las primeras selec de gramineas, sino que son algunos cabezas de fami Nueva Obsidiana los que dan este paso, y, al principio, inadvertidamente, La seleccidn se da porque algunos sobrantes dol grano do siombra se utilizan mis tardia- mente que ot:os, Las reservas particulares, llenas. de Sobrantes selectos, som, la mayoria de las veces, arcas| con grano dejado para la siembra en los afos en que el grano se guarda con exe exclusive propésito. Las diferencias sin precedentes entre el rendimiento de los mejores y el de los peores sobrantes de grano de Nuova Obsidiana, introducen una medida desconocida lanteriormente: algunas personas venden grano a otras ‘dentro de» 1a ciudad, Esto es, hacen un negocio ofre- iendo grano a cambio de bagatelas, Posiblemente este ‘comercio se limite a las mujeres. No es una medida tan radical como probablemente hubieran pensado sus an- lecesores, porque la gente de Ja ciudad que se entrega festa prictica copia sus procedimientos de transaccion y de cambia de los que ya de antiguo se llevaban a cabo fn la plaza de la ciudad. Debido a este trafico local en grano de los sobrantes: ‘que tardan mis en consumirse, todo el grano producido fen Nueva Obsidiana acaba por conservarse, con, prefe- Fencia a los granos silvestres. La gente de la ciudad no sabe realmente por qué su grano es climinindolo, Tales eliminaciones tienen siempre como base la incorporacion de un trabajo nuevo. Gran parte del trabajo climinado de las viejas eco- nnomias rurales, ha sido reemplarado por nuevo trabajo tuasplantado de la ciudad, Este segundo moviraienio es necesario para proservar a las ciudades de una posible amenaza por parte de algunas de sus propias ereaciones a ‘econémicas. Supongamos que, cn una ciudad neolitica, se hubiese dado mas importancia a couservar y extender Ja ganaderia ya préspera, que a dar paso a tipos de trabajo mis nuevos, y por tanto, por definicién, «menos bisicos.. Necesariamente habia ‘de saerifcarse algo: 0 bien alguno de los trabajos ya desarrollades y estableci- dos o bien Ia posibilidad de afiadir algin trabajo dife- rente, Ta reinvencién del primitive mundo rural, iniciada fen el Neolitico, subsiste ain, Las ciudades de’hoy aise den todavia nuevos tipos de trabajo a las economias ca- zadoras que subsisten; por ejemplo: entretener a los turistas, realizar documentales, proporcionar datos a los antropdlogos. ¥ las ciudades eliminan ain trabajos de las economias cazadoras rurales. Conchas de tortuga, pleles y mariil sintticos climinan Ia presion econémica ue obligaba a matar tortugas, castores y elefantes. ‘Asi como las ciudades dependen cada ver menos de Ta antigua economia cazadora que les proporciona ma- terias primas, dependen también cada vez menos de la ccconomis rural agricola mis reciente que las proves de ‘materias industriales, Productos similares a la picl, sin piel; tejidos sin algodén, lino o lana; cuerda sin cafa- ‘mo; perfume sin campos de rosas; medicinas sin cultivo de raices y hier’as; caucho sin plantaciones de caucho; maquinas’ que no precisan ser alimentadas con alfalfa ni avena, Por todos esios medios, la necesidad de las imaterias primas industriales de Jas zonas ogricolas es reducida por el trabajo urbano, a la vez que la necesidad de alimentos en la misma zona aumenta Mientras tanto, parte del nuevo trabajo de las clu: dades se introduce en la economia rural agricola para construir una economia rural manufacturada més miteva, de produccién en masa, que fabriea hilos quimicos y Asi como no existe en el mundo actual separacién entre el trabajo creado en Ia ciudad y cl trabajo rural, [ampoco existe separacién entre aconsumo urbano> ¥ «produccin rurale, La produccién rural es, literalmen- 8 y te, ereacién del consumo urbano. Es decir, las economias urbanas inventan las casas que van a ser las importacio- nies urbanas del mundo rural, y después reinventan el mundo rural capaz de proporcionarles tales importacio nes. Lo cual, por lo que he podido averiguar, es el tinico modo de que las economias rurales se dessrvollen por completo a pesar del dogma de la precedensia agricol. El dogma de la precedencia agricola Mis amigos del departamento de antropologia del Queens College me dicen que la agricultura surgié en tres centres diferentes: el cultivo de trigo y cebada en 1 Oriente Medio, of de arroz en el Este asitico, y el de maiz on América (probablemente en Centroamérica). Las granos cultivados proceden de las hierbas silvestres Se cree que en América el descubrimiento se produjo mas tarde y que ocurrié primero en el Oriente Medio, sunque no cs absolutamente seguro porque so sabe demasiado poco de la fecha probable y del lugar donde se inicié el cultivo de arroz en Asia, Esto es, en realidad, todo To que se sabe con certeza sobre los origenes del cultivo del grano, Todo lo demas son sdlo conjeturas. ‘Los supuestos convencionales acerca de lo que suce: 46 so refieren casi totalmente al desarrollo del cultive del grano on el Oriente Medio, pero, en principio, se supone que pueden aplicarse también a los otros ‘di centros, La idea es que en el Oriente Medio, los pea grupos de cazadores y recolectores de alimentos silves- tes, que vagaban continuamente en busca de alimentos, comenzaron al fin a sembrar y cosechar, durante las esta- ciones adecuadas, Ios terrenos de hierbas silvestzes que visitaban, So supone que con el tlempo esta protoagricul- tura produjo grano auténtico, y en consecuencia un modo clicaz de producir alimentos, que permitié a los antiguos ‘cazadores y recolectoves llegar a. ser campesinos. Des- puée de muchos, muchisimos miles de aflos de vida agricola en pequeias aldeas, se supone que hacia el os « ° 3500 a. C. aparecieron las primeras ciudades en Mesopo- tamia, on los valles del Tigris y el Eufrates, Pero todo esto son conjeturas. 2Como puede tal teorla explicar el desarrollo de los sgranus de trigo y cebada ctuzados, hibridos y mutantes? {is habitual suponer que la seleccidn de plantas 1a prace ticarian de modo intencionado, como cosa normal, los ccuzadores y recolectores, tras haber alcanzado una cierta ‘experiencia en cosechar y sembrar semillas silvestres. Pero tal suposicién era plousible silo antes de que se ‘conocieran los problemas botanicos implicitos. Ademis, Ja suposicion obliga a plamtear por qué cl cultivo del {grano so produjo entonces en tan pocos centros, en ver {de producirse en ciemtos o en miles de ellos. Algunos historiadores, para superar las déificultades botdnicas, han sugerido que los eruces aparecicron de- bido a cambios bruscos en los niveles de los xfos, los cuales, ocasionalmente, arrastraron juntas plantas’ que no Io babian estado jamés, Se ha propucsto también ‘que fortuitas Huvias de rayos césmicos erearon una in- cidencia extrafia de mutaciones en los granos y aumen- taron asi en gran medida las oportunidades de los reco- eciores. Pero el problema que nos plantea el tener que saceptar como base el prodigio natural es, desde luego, 1a pregunta: gpor qué tal prodigio transforms selectiva Inente las herbes silvesttes?; epor qué no transtormé todo lo que erecia? La vieja. idea de que los poblados permanentes 10 fecron posibles hasta después de inventada Ja. agricul tura esid en contradiceida con prucbas tan evidentes {que muchos arquedlogos no apoyan ya esta idea, aunque Pecos investigadores do otros campos parecen ser coms: ientes de ello Exisien actualmente en el mundo gran cantidad de restos palvoliticos que evidencian claramente que los Cezadores poseian poblados permanentes, Hay cuevas ‘aue parecen haber estado habitadas durante largos pe- iodds, Hay wabajos en pedernal —montones de astillas y desechos— que son muda evidencia de una larga y 50 continuada poblacién y de una industria también larga yy continuada, Hay estercoleros de conchas que se acum laron continuamente durante largo tiempo. Hay prucbas de bienes intercambiables, lejos de su Ingar de origen, fque parecen indicar la existencia de algim producto Tocal “de comercio como dmbar, conchas u_ obsidiana ‘Ademas, se han descubier'a poblados inequivocamente sedentatios en Sudamérica, Europa y Asia. Al menos {dos de ellos, en lo que son ahora Hungria y Francia, son anteriores ai Homo sapiens, de hace 250.000 afios, o mis, ‘cuando los hombres empezaron a usar el fuego. Induda- blemente los hombres preagricolas emigraban; pero los emigrantes, segin sabemos por las emigraciones en los tiempos histéricos, dejaban poblados permanentes, ‘un cuando el peregrinaje durara un periodo de varias {generaciones, s¢ reestablecfan en poblados permanentes. Ta necesidad de emigrar no implica ser némada, Yo sugeriria que los poblados permanentes dentro de los territorios cazadores se considerasen una caracte ristica comin a toda vida preagricola, Habrian sido tan naturales para los hombres, como las madrigueras lo son para las zorras o Jos nidos para las Aguilas, Casi todas fas actividades habrfan sido fomentadas en el poblado, 1o cial podria también haber servido como base para cl trabajo realizado en el campo —caza, forrajeo, defensa del territorio e invasion de los territorios lindantes. ‘No existe razén para suponer que los poblados per manentes de Jos piclos preagricolas estaban_ necesa- Hamente constituides sole por unas pocas familias: un ‘grupo reducido de eazadores y sus subordinados. En lo que hoy es Siria, un poblado que data aproximadamente de la misma época que Catal Hliyik, pero que contiene solamente restos de alimentos salvajes, posefa cieato de viviendas de arcilla muy prensada, Estuvo habitado de 4. Esto implica que los poblados permanentes que cracieron como sindador eran desde al principio, cadasevestadcs, Ni ‘Ce babria exivido algo semejamte & una ciudad prengriola sin tu termtorlo alrededor que le pertencice, st forma continuada durante unos cinco siglos, y tiene que hhaber contado durante todo este tiempo con una pobl: ‘eign al menos de mil personas, y quizé de dos a tres il. ‘Comvencionalmente se supone que el alimento prea agricola era demasiado escaso para comerciar, porque Is poblacion cazadora crecié hasta el limite de sus alimen tos naturales y entonces subsistiaen el peligroso Linde del hhamire. Los restos de alimentos de algunos poblados in: dican que el pucblo cazador no explotaba totalmente sus recursos alimenticios. Por ejemplo, en algunas partes son abundantes los huesos de los mamiferos, pero no hay res- tos de pescado, que debia ser abundante en los arroyos cercanos, ni de marisco, que de seguro abundaba en las ‘costas adyacentes. Y, en cualquier caso, la formacién y el trecimiento de las éiudades no dependen del alimento ssobrantes, porque, como sabemos, a menudo han cre- ido ciudades en sociedades donde Ia escasez era endé- mica y periédicas las crisis de hambre. En suma, los presupuestos implicitos en el dogma de la precedencia agricola, estan en contradiccién con hnumerosas prucbas directas e indircctas, E} dogma se apoya en bases de diferentes tipos. He preguntado a los antropélogas por qué saben que la agricultura naci6 an- tes que las citdades, Una vez recobrades de la sorpresa de ver puesta en duda tal verdad, me contestaban que los economistas lo habjan establecido asi. Hice la misma pprogunta a les economistas, Me contestaron que los ar- {queslogos y los antropslogos lo habjan establecido asf. Parvofa que cada uno se basaba en alguien que lo habia dicho. Fundamentalmente creo que todas estas posturas proceden de una fuente predarwiniana: Adam Smith. ‘Smith, cuya gran obra, The Wealth of Natfons, se pur blic6 en 1778, vio las mismas relaciones enire las ciudae des y_ Ia agricultura que podamos observar nosotros hhoy. Comprobé que las naciones de agricultura més desarrollada de st tiempo eran precisamente aquellas fen las que la industria y el comercio estaban mis desarro- Tlados. Vio, y refirié, que los pafses predominantemente 32 ‘agricolus eran los que tenfan una agricultura més pobre Para mostrar esto comparaba Ja agriculura atrasada de Polonia, nacién predominantemente agricola, con Ja de Inglaterra, pals comercial ¢ industrial, mucho més avan- zada ‘Smith observd y refirié algo aim mis interesante: {que no es Ja agricultura la que marea el camino hacia el desarrollo de la industria y el comercio. Segiin l, en Tn alaterra el desarrollo de la agricultura iba atrasado res- ecto al comercio y a la industria. Llegd a esta conclusion al advertir que Ja superioridad de la industria y del co- Tmercio ingleses sobre los de otras naciones, era mas rmarcada que la superioridad de la agriculiura, En rest ‘men, indic6 que Ja verdadera superioridad del desarrollo econémico inglés estaba en la mayor potencia de la Industria y del comercio y no en el mayor progreso de Ia agricultura, Dejando aun lado los detalles, hizo la importante observacion de que la agricultura més pros- peta, productiva y modernizada se encontraba cerca de fas ciudades, y" la mas pobre lejos de ellas, Por qué tentonees no hizo Smith Ia deduccién légica de que el ‘comercio y la industria urbanos precedian a la agricul ura? Para entender el por qué, debemos colocarnos en sit ugar. Su mundo intelectual era muy diferente al nves- 110, y Io era sobre todo en sus ercencias acerca de la cereadién de la Tierra y del desarrollo de la vida sobre ells, La obra de Lyell, Principles of Geology, que demos- fr6 que Ia Tierra tiene tna antigtiedad do cones, estaba ‘1 una distancia de més de cincuenta afios en el futuro. En Ta época en que Smith escribia, los hombres cultos de Enropa atin creian que el mundo y el hombre habfan Sido creados casi simulténeamente, aproximadamente 5000 afios a. C,, y que el hombres habia nacido en un eden, Por ello Smith nunca se planted como pudo nacer la sgricultura, La agricultura y Ja ganaderia eran cosas dadas; eran las formas primiiivas de ganar el pan con el sudor de la frente. Para Smith, en 1770, el problema tenfa que ser el 3 ge de cémo el comercio y In industria habian surgido de la agricultura, ya que no existia ninguna prueba, que po diese sugerir lo contrario. Por tanto tenia que plantearse tuna cadena de causas y efectos econémicos muy especial y distinta a cualquiera perceptible antes, pero probable: Tueate en foncionamiento desde el principio del mundo. En resumen, no fue capar de dejar suelta su imaginacion mientras analizaba los procesos conocidas; tuvo que ine ventar cadenas de causas y efectos. ‘Adam Smith convireié ast Ia historia biblica en doce trina econdmica, y parece que ello fue aceptado como 44. Smith sostenia que el vestige yl vivienda eran en, un principio gratuits y slmdantes, pero a medida que Ia pobls Zier aumant, eseosearon. cPor Que sucedid esto si habia ms manos para fojer vestidos y construe viviendas? No, planted Tal cuttin; en lugar de alo pasb a. suponer que, debido a la iissee mics Ta valoraeion, endo necesarfo que Tow gical ores Froduleser mis para suministrar Topas yviviendas. Esta Droductividadereaba un sobrante de trabujadores gue hiro Decibel corersia Pero cpor que, enloncss,aparcean en épocas Fisress cconomias gon fuporivit de trabajadores que 0 te Ilan da que hacer? sta fue otra cueston que Salth 10 fe planes, En ver do ello, fupuso que estos primeros sobrantes {i esbajadoves habriam hallado un comerslo yuna industria (ch donde mamtenerse ocupados, » fabian construldo eidades ST feces esto babran neoestado alimentos Inccementado st produesién idustril para. poder comprarios Pero, ¢POr_ au! Ro pueden resolverse tan fidllmente los problemas de in rarte Ue poblaciom derocupada 9 hambrienta on Tos tempos hist ‘oP Bata cussion tarpoco fue plantesda, "Smith necestahe explcar au como fas chudades eran mis svangadus' econdmicamente que lat Aress rovates 8), ta como Stponia, dependian de loe vances experimentados en dichas Bae Para taconalzar esta snomalla, suger. que ia inde fro me suseepebie ineinsecamente de orpanimacién dentro. de fie Geisnes "del trabajo. quale. agricutur,y"capaz, por tho, do mas rapidos avances Pero, em la vide rea. la ogricu fun es tan susoeptibie do una dision"dal abajo, como lo Green porate Sith, coando exision ya lecheras 9 Jorn erode Realmente, ado Smith, el gran inf tno eitaba presionade per Smith niérprete del Genes, utlizts ie industea rural 9 0 la agsicalturs, como principal ejemplo lic 'iy improductiva que esta pente cuando ho se adhire al ode division del trabajo. satisfactorio por sus contempordneos. Dos generaciones més tarde también lo fue por Kat] Marx, De cualquier modo, aunque Marx estudio mucho y admins el trabajo dde Darwin con sus implicaciones de la large prehistoria| ‘del hombre, no puso en dda la idea de que la industria yl comercio habian crecido sobre la agriculuura, En esio fue tan conservador como Adam Smith. Pero ahora llegamos a un extrafio viraje en la histo- ria del dogma de Ia precedencia agricola, He continuado siendo aceptado, aunque el mundo de Adxm Smith ¥ de Marx haya cambiado tanto. Lo que se acepta real- ‘mente no es el farrago de Smith sobre el comienzo de Ia vida econémiea, sino que el origen de Ia industria, el comercio y las ciudades sobre la base de la agricultura es Tgico c indiscutible, Es iustrativa a este respecto la frase do una historia de la Fundacién Rockefeller publi- ccada en 1964; dice: «Cuando el hombre aprendié a culti- var las plantas y a domesticar los animales la sociedad fue ‘eapaz, por primera vez, de planear el futuro y organizar- Se, gracias a la divisién del trabajo.» Bs cxactamente la idea de Ia prebistoria de Adam Smith, adaptada ast para reconocer que la humanidad no nacié sabiendo cultivar. El earicaturesco tdpico del cavernicola semidesnudo, Dlandiendo un garrote mientras arrastra a su maujer por cel cabello es una muestra de lo que incluso la gente mis ‘eulta prefiris aceptar, despues de haber asimilado peno- samente Ia idea de que los hombres fueron cazadores Ichisimo antes que eampesinos. Requirié escaso jus te mental, evidentemente, aceptar que los caradores te hrion que’ haber sido muy primitives y que su vida teconémica no era mas compleja que la de los animales. Pero durante el dltimo medio siglo, los arquedlogos han estado acumulsndo pruebas que han hecho insostenible teste t6pico earicaturesco. Esté claro que los hombres pres- fgrieclas fueron algo més que cazadores: fueron arte- Sanos, constructores, comerciantes y artistas. Hicieron grandes cantidades de armas, y variadas, asf como vesti- os, cuencos, edficios, callares, murales, esculturas. Como materiales industrisles usaban piedra, hueso, madera, 33 piel, cuero, lla, adobe, obsidiana, cobre, pig- -mentos minerales, dientcs, conchas, dmbar y cucrno, Usa- ban cn suis wlcias y artes mas importantes bienes subsi- ies, whienes de produccion> como dicen ahora los istas, esealeras, limparas y pigmentos, Por ejem- plo, para realizar Jag pinturas Tupostres. paleoliticas cinesles para hacer encajes en otras herramientas; tere silios para curtir las pieles Realmente Ja cuestién que debia haberse planteado cs la de cémo la agricultura surgié de toda esta indus- tvia, Sin embargo, Ja larga historia econdmica del hom- bre antes de la agricultura ha continuado considerdndose solamente como tna especie de prilogo que se desarro- Haba entre bastidores y al que babria de seguir el drama, tal como lo refiere Adam Smith, Un sofisma muy convine cente, pero muy elemental, continta sosteniendo el dog- ma y explica quiz4, por lo menos en parte, por qué el problema ha quedado sin aclarar. Fue este sofisma el que Ime indujo a considerar que las ciudades habfan apareci- do antes que la agricultura, ya después de que la Iogica me forzara a encarar esta idea. Una analogia entre 1a agricul tura y la electricidad puode ayudar a aclarar y explicar todo esto. Las ciudades modernas dependen hasta tal pun. to de ln electricidad que sts economias sufririan wn colap- s0 si ésta faltase. De hecho, si las ciudades modernas no tuviesen electricidad, la mayoria de su poblacién, de no poder ser evacuada, moriria de sed o de enfermedad. Y las instalaciones masivas y mas importantes de produccin de clectricidad estan situadas en las areas rurales. La ener~ gia que generan es utilizada tanto en las ciudades como en el propio campo. Sila memoria del hombre no retrocedicse a una época cen que el mundo tenia ciudades pero no eleetricidad, po- ddrio parecer, considerando tnicamente los hechos que he mencionado, que el uso de la energia eléctrica debia ha- ber tenido su origen en el campo, y haber sido requi- sito previo de Ia vida urbana, He aqui cémo se hubiera reconstruido tedricamente el proceso: primero existia po- ‘blacién rural, que no tenia electricidad, pera com el tiem: 56 po la desaroll y Negé a producir un exc Biro posibles ls chudades. EL ofan ex confundir los resultados det desarrollo econtmico urbano con lat condiciones eva 3 tal dean roo eeondnien. por aon Simpe sana, ia tmbargo como Ia ereencia en fa gencracisn esponth fea dea de Tado, como ya retvelfos,niguos de Tos problemas més Snteresantes, gue no han sido resuctos En absolut, gComo stngen Tealmente las cindades? St Ins ehudades crean'y reereany el desarrollo ra, Ja pre ginta que debemos hacernon es In siguiente! gqué cs lo cq cen y sfectea> las economlas urbanas? 37

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