2. Diferencia y dominacion:
sobre la discriminacion sexual"
[1984]
eQué clase de pregunta es una pregunta sobre el género?
- ¢Qué clase de pregunta es una pregunta sobre Ia desigualdad? Estas
dos preguntas subyacen a las aplicaciones del principio de igualdad en
{Jos temas de género, pero rara vez se las formula de modo explicito. Yo
pienso que el hecho de que la corriente juridica dominante y la teoria
moral den tacitamente la misma respuesta para ambas preguntas ~di-
cciendo que son cuestiones de mismidad y diferencia~ refleja la manera
en que el género ha estructurado el pensamiento y la percepcidn. La
doctrina dominante de la ley de discriminacién sexual que resulta de
ello es, en mi opinién, en gran medida responsable de que la ley de
igualdad sexual haya sido tan escandalosamente ineficaz para darnos a
las mujeres lo que necesitamos y socialmente se nos impide tener sobre
la base de una condicién de nacimiento: la posibilidad de tener vidas
productivas con una seguridad fisica razonable, autoexpresién, indivi-
duacién y un minimo de respeto y dignidad. A continuacién, expondré
la teorfa de Ia igualdad sexual basada en los conceptos de mismidad y
diferencia, demostraré brevemente cémo domina la ley y las politicas
de discriminacién sexual y subyace a sus disconformidades, y propon-
ré una alternativa que podria resultar Gti.
* Las ocasiones mis memorables en que pronuncié una versin de este
dliscurso fueron ls siguientes: en la Harvard Law School, en Cambridge,
“Massachusets, el 24 cle octubre de 1984; durante la Conference on the
Moral Foundations of Gil Rights Policy, en el Center for Philosophy and
Public Policy de la University of Maryland, en College Park, Maryland, et 19,
de octubre de 19845 y en la James McCormick Mitchell Lecture dela State
Univers of Buffalo Law School, en Buffalo, Nueva York, el 19 de octubre
de 1984. Agradezco a las ys estudiantes de fa Hansard Law School por st
respuesta a tantas de mis ideas iniciles.58 FEAUNISMO ENMODIFIEADO
Segiin el enfoque de la igualdad sexual que ha dominado la politi-
ca, el derecho y la percepcién social, la igualdad es una equivalencia,
no una distincién, y el sexo es una distincién. El mandato juridico de
{rato igualitario ~que es tanto una norma sistémica como una doctri-
na juridica especifica~ se convierte en una cuestién de tratar igual
a los semejantes y desigualmente a quienes no son semejantes; y los
sexos se definen como tales por sus mutuas desemejanzas. En otras
palabras, el género est socialmente construido como diferencia epis-
temoldgicamente; la ley de discriminacién sexual define la igualdad
de género doctrinariamente por la diferencia. Existe cierta tension
intrinseca entre este concepto de igualdad, que presupone mismidad,
y este concepto de sexo, que presupone diferencia. Asi, 1a igualdad
sexual se convierte en una contradiccién terminol6gica, una suerte de
oximoron, lo cual podria ser un indicio de por qué resulta tan dificil
obtenerla
Bajo un mayor escrutinio, surgen dos caminos alternativos hacia la
‘gualdad para las mujeres dentro de este enfoque dominante, dos ca-
iminos que siguen, grosso modo, las lineas de esta tensién. EI principal
es: ser lo mismo que los hombres. Este camino se denomina neutrali-
dad de género doctrinariamente y estindar tinico filos6ficamente. EL
hecho que esta regla sea considerada igualdad formal da testimonio
de cémo la sustancia se erige en forma en el derecho. Dado que este
enfoque refleja la ideologia del mundo social, se lo considera abs-
tracto -es decir, transparente de sustancia- también por esa misma
raz6n no sé6lo se lo considera el estandar, sino un esténdar absolute
Hasta tal punto es la regla dominante que las palabras “igual a” equi-
valen a “lo mismo que’; en ninguno de los dos casos se especifica el
referente
Para las mujeres que queremos la igualdad y no obstante descubri-
‘mos que somos diferentes, la doctrina prove una ruta alternativa: ser
diferentes de los hombres. Juridicamente, este igual reconocimiento
de la diferencia se denomina regla de beneficio especial o regla de pro-
teccién especial y doble estindar filoséficamente, En realidad, huele
bastante mal. Como el embarazo, que siempre sale a la luz, €s una suer-
te de vergitenza doctrinaria. Considerado una excepci6n a la igualdad
verdadera y para nada una regla de derecho, es el tinico lugar donde
la ley de discriminacién sexual admite que est reconociendo algo sus-
tantivo, Junto con la Bona Fide Occupational Qualification (BFOQ), la
tinica excepeidn fisica caracteristica bajo la politica de la Enmienda de
Igualdad de Derechos, la legislacién compensatoria y el remedio cons-
DIFERENGIA ¥ DOMINACION: SOBRE LA DISCRIMINACION SEXUAL 59)
ciente del sexo en litigios particulares, se cree que Ia accién afirmativa
reside aqui.
La filosofia subyacente al enfoque de la diferencia dice que el sexo es
una diferencia, una divisidn, una distinci6n bajo la cual yace un estrato
de comunidad humana, de mismidad. La embestida moral de la rama
de la doctrina que defiende la mismidad consiste en hacer normativas
las reglas conforme a esta realidad empfrica garantizando a las mujeres
acceso a lo mismo que acceden los hombres: en la medida en que las,
mujeres no somos diferentes de los hombres, merecemos tener lo que
ellos tienen. La rama que defiende las diferencias ~generalmente con-
siderada paternalista pero necesaria para no caer en el absurdo~ existe
ara valorar 0 compensar a las mujeres por Io que somos 0 por aquello
en que nos hemos convertido distintivamente en tanto mujeres (es decir,
a diferencia de los hombres) bajo las condiciones existentes,
Mi preocupacién no es determinar cual de estos dos caminos hacia la
igualdad sexual es preferible en el largo plazo o cusil es mis apropiado
para una cuestién en particular, aunque la mayoria de los discursos so-
bre discriminacién sexual giran en torno a estas preguntas como si no
existiera otra cosa. Mi punto es ldgicamente anterior: para mi, tratar las
cuestiones de igualdad sexual como cuestiones de mismidad y diferencia
¢s adoplar un enfoqu particular. Liamo a este enfoque “la teoria de la dife-
rencia”, porque esté obsesionado con la diferencia sexual. El tema prin-
cipal de la fuga es “somos lo mismo, somos lo mismo, somos lo mismo”
El contrapunto (en un registro mas alto) es “pero somos diferentes, pero
somos diferentes, pero somos diferentes”. La historia subyacente es: el
primer dia, fue la diferencia; el segundo dia, se creé una divisi6n a partir
de la diferencia; el tercer dia, surgicron las instancias irracionales de la
dominacién, La divisi6n puede ser racional o irracional. La dominacién
parece 0 es justficada, La diferencia «s.
Hay una politica para esto, Oculta esta la manera sustantiva en que el
hombre se ha transformado en la medida de todas las cosas. Bajo el estin-
dar de mismidad, las mujeres somos medidas segtin nuestra correspon-
dencia con el hombre; nuestra igualdad se juzga de acuerdo con nuestra
1 La excepcin de la BEOQ al Titulo VI de a Ley de Derechos Giles de 1964,
42U.S.C.§ 3000 (2) (@), permite que el sexo sea considerado una calif
‘in labora cuando esta e lida. La interpretacin lider de la propuesta fe
‘derl de ERA habiltara, desde una estructura anaitia similar, ina excepeidn
por “caracteristica fisicatniea’ ala por lo demés absolita prohibiciin de tener
en cuenta elsexo, Brown, Emerson, Falky Freedman (1971: 89).60 FeMINISMO vMODIFICADO
proximidad con esta medida. Bajo el estindar de Ia diferencia, se nos mide
seggin nuestra falta de correspondencia con el hombre; nuestro significa-
do como mujer es juzgado a partir de muestra distancia de la medida del
hombre. Ast, la neutralidad de género es simplemente el estindar mascul-
no, y la regla de proteccién especiales simplemente el estindar femenino,
Pero no nos dejemos engafiar: la masculinidad es el referente para ambos.
Pensemos sobre esto como Tos modelos de anatomia utilizacos en la faculk
tad de medicina, Bl cuerpo masculino es el cuerpo humano; todas las cosas
extra que tenemos las mujeres se estudian en obstetricia y ginecologia.
Realmente es tuna de esas situaciones en las que més es menos. Abordar
el tema de la discriminacin sexual de esta manera ~como si las cuestio-
nnes sextales fueran cuestiones de diferencia y las cuestiones de igualdad
fueran cuestiones de mismidad~ prove dos estrategias al derecho para so-
meter a las mujeres al estindar masculino y lamar a eso “igualdad sexual”
Habiendo sido muy dura en la respuesta de la diferencia a las preguntas
sobre la igualdad sexual, debo reconocer que plantea un problema muy
importante: cémo hacer que las mujeres tengamos acceso a todo aquello
de lo que hemos sido excluidas, alorando al mismo tiempo aquello que
somos o aquello en lo que nos han permitido transformarnos o hemos de-
sarrollado como consecuencia de nuestra lucha para no ser excluidas de
la mayorfa de las oportunidades de la vida, 0 para que se nos tome en se-
rio bajo los términos que nos han impuesto como términos nuestros. Esto
‘equivale a negociar lo que hemos conseguido en relacién con los hombres
Legalmente articulada como la necesidad de conformar los estindares nor-
rmativos a la realidad existente, la expresi6n doctrinaria mas fuerte de esta
idea de mismidad prohibiria ener en cuenta el género bajo todo concept,
Su impulso guia es: Nosotras somos tan buencs como ustedes. Pode-
‘mos hacer todo lo que ustedes hacen, S6lo quitense del camino. Debo
confesar que tengo un sincero afecto por este enfoque. Ha permitido
aque las mujeres tengamos acceso a empleos* y educacién, a actividades
2 Titulo VII de la Ley de Derechos Gries de 1964, 42 U.S.C. § 2000 ¢; "Phi.
lips v: Martin Marietta", 400 U.S. 542 (1971), "Frontiero x. Richardson", 411
U!S 484 (1974) es el punto mis alto de este enfoque. Véanse también “City
‘of Los Angeles v. Manhart, 485 U. S. 702 (1978); Newport News Shipbuil
fing and Dry Dock Co. v- EEOC", 462 U S669 (1983).
{8 Tinilo IX de la Enmienda de Educacion de 1972, 20 US.C.§ 1681; "Cannon
DIFERENCIA Y DOMINACION: SOBRE LA DISCRIMINACION SEXUAL. 61
piiblicas, incluyendo puestos de trabajo académicos,* profesionales* y
fabrilesa las fuerzas armadas,”y nos ha otorgado un acceso més que no-
minal al deporte." Ha cambiado los callejones sin salida que eran aquello
para lo que se nos consideraba buenas y ha modificado lo que se cre‘a
falta de entrenamiento fisico de las mujeres, que en realidad era un serio
entrenamiento en pasividad y debilidad forzada. A veces da ganas de
Morar saber que, para muchas mujeres, fue una misién lograr que se les
permitiera trabajar en esta sociedad, tener la dignidad de hacer tareas
{que muchisimas otras personas ni siquiera desean hacer
La cuestién de incluir a las mujeres en el servicio militar® deja ver la
dignidad simple y la compleja equivocacion de la respuesta de la mis-
midad a la pregunta por la igualdad sexual. Como ciudadana, yo ten-
dria que arviesgarme a morir en combate como cualquier hombre. Las
consecuencias de mi resistencia a correr ese riesgo deberian pesar tanto
como las de cualquier hombre. Pero la pregunta subyacente es: