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eva app ins rane La Alianza Terapéutica en Psicoterapia: El “Inventario de Alianza de Trabajo” en Chile ‘The Therapeutic Alliance in Psychotherapy: “Working Alliance Inventory” in Chile Patricia Santibanen Universidad de La Frontera ste anicalo presenta el Inventario de Alianza de Trabajo (UA), nstrumento generado para mer lanza erapeatica en pacient ytrapeata el eua est basado en los planteantetos wanstercos y en la concepualizacign part de lara (voclo tres y meas) plantcada por Borin. [Lo resale del estado inicial de se propidadespaicomérics sugieren que el TAT presenta una adecuad conta lida en amis versiones del insumsent, con valores de 91 en la version de! pacenie y93 en adel terapouia Respeco ala valier de contacto convergente se observa que ésta estrada, no enconrdadoseevidencia pas la ‘alice de constracto dcriminante wilizando com enera lis escalas apreto y antenicdad del Invenda dela Relacin de Ayu “This paper presents the Working Allance Inventory Unventario de Alianza de Taba, LAT). Thisnstrument was generated to measure therapeutic alliance in patients and therapists. It is based on Bordin’s pantheorial and inparite oncepuaizain of he allies (bond, asks, and goals) "The results of the ina sy of psychomecics properties, suggest that dhe IAT presents an adequate reality in both {nsrunens Fors, with 9 patient’ forn and.93 therapist's form values. "This instrament show a mild convergent validity, no evidence was found for the discriminant validity sing two scales of the Relationship ventory a 3 era Introducci6n, En las titimas décadas muchos autores de tas ids diversas Kneas tebricas, han legado a conch {que el cambio en el proceso psicoterapéutico seria atribuible a factores comunes compartidos por los diversos enfoques (Opazo, 2001), Estos factors, también Hamados variables ines- ecificas, son definides como aquellos aspecios del paciente, del terapeuta y de la relacién entre ambos, ue son comunes a cualquier psicoterapia indepen- dientemente de las éenicas o marco te6rico emplea do (Carrasco & Lira, 1992; Frances, 1985, en Bagladi, Carrasco & Lira, 1992; Omer, 1989). utc Saniser, Departamento de Psieoloi, Becaria de | Comisién Nacional Catia y Tecnoégica (CONICYT, [La comespondensarelativa nese ancuo debe se digi ‘ura, Depstamto de Pola Universidad de La Fron tera, Avenida FraeicoSalaar 01148, Casilla 54D, Ten 0, Chie Em panda. {Cantor aradsce a colaboracdn de todos los pacientes y lerapeass pariipantes en sia investigacién, ¥ especial. ‘mente dels Ses Ada O. Horva,Veraica Balad José {Le Sie, Maria Francie Roma, Fea Birgu eilana Mell. El estudio de estos factores ha levado a que se susciten importantes cambios en la toriay préctica psicoterapéutica, reconociéndose a la relacién tera- péutica como un mecanismo fundamental del eam- bio Safran, Muran, Samiag, Ick & Santangelo, 1993, ‘en Caro, 1993). Deno de este contexto, cobra elevanciae eon- ccepto de alianza terapéutica entendida como la e lacién existente entre paciente y terapeuta, y que es parte del proceso de psicoterapia (Hartley, 1985), Este consiruco tedrico da surgimiento a.una am plia gama deinvestigacionesanivel mundial, encon- trindose diversos aspectos de la aianza terapéutica ‘que han sido corrlacionades positivamente con los resultados del tratamiento (Eaton, Abeles & Guifreund, 1998; Horvath & Greenberg, 1989; Krupnick, Siosky Simmens, Moyer, Ekin, Watkins & Pilkonis, 1996; Rave & Golfried, 1994; Rounsaville, Chevron, Prsoff, Ekin, Imber, Stosky & Watkins, 1987; Stiles, Agnew-Davies, Hardy, Barkham & Shapiro, 1998; Watson & Greenberg, 1994), Considerando la reconocida influcncia que la e- lacién psicoterapEutica tiene en la teoriay prictica 4e ella, lama la atencién que Chile presente un pe- no SANTIBANEZ quefio ndimero de investigaciones que se orientan es- pecificamente a este tema (Galan & Valdebenito, 1995; Weinstein, 1999), cuestionamiento que podria encontrar respuesta en Ia hasta ahora ausencia de ins- ‘trumentos de mediciGn validos y conliables que per- tmitiesen medir esta variable en nuestra particular rea- liad, El siguiente articulo presenta el instrumento In ventario de Alianza de Trabajo (AT; Santibaitez, 2001), el cual mide la variable alianza terapéutica cen ambos actores del proceso psicoterapéutico (pa- ciemte y terapeuta). Se presenta inicialmente la undamentacién teérica y empirica del estudio, y se describe posteriormente el primer trabajo chileno desarrollado para su validacién, La Alianza Terapéutica en Psicoterapia En términos generales, el concepto de alianza terapéutica ha sido usado para explicar la relacién cexistente entre terapeuta y paciente durante el pro- ‘eso psicoterapéutico (Hartley, 1985). Puede decit- que “Ia alianza terapéutica es exactamente lo que su nombre implica: el terapeuta y el paciente raba- Jan juntos en armonfa” (Weinberg, 1996, p.130), siendo esto distinto de Ia sola existencia de una re- lacién paciente-terapeutaen la cual no se ha gestado una alianza entre ambos actores del proceso tera: péutico (Zetzel, 1956), Los términos alianza terapéutica,alianca de tra- ‘bajo y alianza de ayuda, han sido usados en el pasa- senciin picoldgica dels cludes mencenads. La partici: cm enel esi fue vlunara,asepdse aes confide ‘liad dos datos entegados yams, que linermacn bi aj sera conocia por lcs componcae de ad, “ras la aplcacén comrabalanceada de os isirumetos 2 4 muesra, la tabulacén y puntaacién de os istramentos, se proces realizar el estudio de confailidad y evade. Par fete altimo, se emples Ia matric muliasgo-maltimétodo (tRMM; Campbell & Fiske, 1959), donde ly escalas el IAT 1 fueron tadas como rays, yas vents de evalua ( lentes lerapeaay) aeron uss coma més ass MMM se vtliza pr etrmiar sas medias deca rao bled por maples meted sn cocordares (valde canvergente mostrar qc ls medidas de dsinon ago ‘lenis ust e mimo metodo son darn valde riinsne;y para estima a influnea de dereces metodos5o- ‘elt mea de los aos (efecto de modo) (Damen, 200), Esta mate puede se suid en eat cmmponentes cone ‘ualmentespnifeatvr: a diagonal de confab (que esta los punaes de conan ene Sguses sos ges exal) los inguoseromspo-mosntino (aca on pes de ‘omarion ete diesen scala quakes suc) lols ‘eteroasgo-beteromvedo(panajes de conclu ne cforeies cal eens sujoshy adage de valde pnts ‘lai ete gues xcs y dees sts). Finalmente, los alazgs ote en a inesigaciay los antcecaes enc revisaios, motvaron I eliza dean ands facial a uavs ds mio de components pines. Resultados Anélisis Descriptivo de la Muestra Las diadas incluidas en el estudio participaban {de procesos psicoterapEuticos realizados en tres cit ddades distintas de Chile, De ellas, un 61.1% de las parejas se encontraban en la ciudad de Santiago, el 34.7% lo hacfaen Temuco, mientras que el 4.2% en la ciudad de Valparaiso, En relacisi a las caracteristicas de las dfadas, el 63.9% correspondi6 a parejas donde paciente y tc- rapeuta eran mujeres, un 19.4% con paciente hom- bre y terapeuta mujer, mientras que el 16.69 res- lante se disiribuyé homogéneamente en tas otras ‘combinaciones posibles. Respecto al mimero de la sesidn tras la cual se res- ppondieron los instrumentos, la media correspondié a Ia sesin 16. Se observ que «1 54.3% de las diadas respondié entre la tercera y décima sesién, mientras que el 45.7% lo hizo entre la sesin doce y la cien, En relacién a las caracteristicas de los pacien- tes, el promedio de edad de los pacientes fue de 31.4 aos con una desviacién estindar de 9.56. La Tabla 1 presenta la distribucién en porcentaje de los part- ccipantes en las variables edad, sexo, estado civil, actividad y nivel socioeconémico. Tabla 1 Distribucién de los pacientes en las variables con- ssideradas Variables Porceniaje Baad 18.229 aflos 448% 30.4 41 alios 43.2% 42 262 afios 12.0% Sexo Femenino 22% ‘Masculino 27.8% Estado civil Soltero 64.7% Casado 23.5% Separado 11.8% Actividad Estudiante 35.6% Profesional 15.6% ‘Técnico 15.6% ‘Trabajador no calificado 13.3% Duefia de casa 13.3% Sin trabajo 6.7% Nivel Socioeconsmico Bajo 32.6% Medio-Bajo 32.6% Medio 13.0% Medio-Alio 21.7% na En relaci6n con las caracterfsticas de los tera poutas, en la Tabla 2 se presenta la distribucién en porcentaje de los terapeutas participantes en las va- riables profesidn, sexo y comtiente te6rica a la que se autoadscriben. Tabla 2 Distribuci6n de los terapeutas en las variables con- sideradas SANTIBAREZ Confiabilidad Para estimar Ia confiabilidad de las escalas de! IAT (en sus versiones paciente y terapeuta) y de las cescalas nivel de aprecio y autenticidad del IR, se utilizé la prueba estadistica alpha de Cronbach. EnclIAT, se observa que la versidn del paciente ‘muestra una confiabilidad de .67 para la escala vin- ‘culo, 80 cn tareas y .78 para la escala metas. Res- pecto ala versidn del terapeuta, la escala vinculo ‘muestra un coeficiente de confiabitidad de .70, la Waite Poni Frolesi zh -escala tareas obtiene una confiabilidad de .85, mier ei oor tras que metas presenta una confabildad de 88. Al Plt con postu Sane nso al al en Pega con sae cipurda 90 pin Sl pens 2 33 = nissan ca aes hava queen ae Feneino 38 sist dt cts apet ane un seabed : de .89 y .84 para autenticidad. En ¢l terapeuta, la talgue pesapético : ote at Sea prec sc second de 85 Henan 28% ‘nag pr neal 86 Seen Bae Ponemltco oe Vides cea aucun Conde oe tna Taba 3 prota mate MRMM con Cir lesciomtinn 438 tn tendo tions pr preset cunntive te msn rons Nast Rete mers eaten a ann ter esis Tacs aa Tan VER wee Mia ape Was Toes Mews Vineulo 67 hea oer 0 mor en aie AD 688% Si** 46** 89 oe ae Ge ae — viedo 90 ase ae ata a8 et ee aie he Soe ae ees MOS ye ae Sie Soe Se yee eas Me Ge foe ee Gor ae te ee ees Po SR see Se teas ** Correlacisin es significativa a nivel 0.01 (1-cola) * Correlacién es significativa a nivel 0.05 (I-eola) INVENTARIO DE ALIANZA DE TRABAJO. us Lamatriz: muestra que los coeficientes de confia- bilidad de ta escalas en ambas fuentes son altos, fluc- tuando entre .67 y .89. Estos valores conforman la ‘denominada diagonal de confiabilidad. Los valores de as correlaciones entre las escalas, ‘en su mayorfa son significativos, fluctuando entre.20 +89. En los trdngulos heterorasgo-heterométodo se ‘observaron correlaciones bajas y moderadas, con va. lores entre 13 y .45. En los tringulos heterorasgo- 'monométodo las correlacionestienden a ser alta, don. de los valores fluctian entre 43 y .89. Las correla ciones entre las escalas del LAT son significativas y ‘muestran valores elevados en la versiGn del paciente (64.4 81) y en la versi6n del terapeuta (.73 a 89), cevidencidndose una correlaci6n significativa mode. ada entre las escalas del TAT y Ins del IR (46 a .71 cen el paciente y 43 a 70en el terapeuta). ara comparar los diferentes componentes de la ‘mati se wansformaron las corretaciones rde Pearson asu correspondiente coeficiente zde Fisher, para luego realizar el céleulo de los promedios. Analizando cua tro condiciones que Campbell y Fiske (1959) espe fican para responder la pregunta acerca de la validez 4e insirumentos, tenemos que: 1. Los valores de Ja diagonal de validez son dife- rentes de cero y poseen un valor moderado (en- tte.19y 44), lo que sugiere continuar estudian- {do Ia valider, y especialmente la valider, con- vergente del instrumento, 2. El promedio de los valores en la diagonal de vali- ‘der (r=29), es mis grande que el promedio de los valores dc los triingulos heterorasgo-heterométoxio (r=27, cumpliéndase la segunda condicién re- ‘querida para dar evidencia respecto de la validez. 3. Los valores que estan representando la medicién del mismo constructo con diferentes métodos (iagonal de validez) deberian ser mayores que aquellos que simplemente representan el mismo método midiendo diferentes constructos (cle- ‘mentos fuera de la diagonal), situacién que no se cumple en este estudio, no existiendo con ello. cevidencia para la validez discriminante. 4, Respecto al patron de imterrelaciGn de rasgos, ésie ‘es muy similaren los triéngulos heterorasgos del bloque heterométodo y de! bloque monométado, ‘cumpliéndose asf el cuarto crterio de validez.es- tablecido por los autores de ln MRMM. Analisis Factorial Debido a que los hallazgos muestran la existen- cia de altasintercorrelaciones de las escalas y con- siderando los antecedentes empiricos, se realiz6 un andlisis factorial de ambas versiones del LAT, a tra- ‘és del método de componentes principales, con un criterio de extracci6n de eigenvalues >1.0. En el IAT-P el andlisi factorial permitié identi- ficar un séio factor que cumple el criterio de extrac- cin, con un eigenvalue de 2.47 y que explica por si solo el 82.5% de la varianza, En el TAT: T también se identifica un factor con eigenvalue >1.0, donde cl valor del eigenvalue es de 2.59, que explica por sfsolo e! 86.2% de Ia varianza En ambas versiones del IAT se observan alias ceargas factoriales, haciéndose evidente una estruc: ‘ura factorial similar al comparar la versién del pa ciente y del terapeuta (ver Tabla 4). Tabla 4 Andlisis factorial de las escalas del IAT en pacien tes y terapeutas: Cargas factoriales en el primer factor IAT, Paciente “Terapeuta Tareas ro 5 Vinculo 90 94 Metas 88 89 % varianza total 82.50 86.20 Eigenvalue 247 2.59 Discusién Respecto a la distribucin porcentual de los par- ticipantes en las distntas variables demogréfica, los pacientes fluctuaron entre los 18 y 62 ais, siendo €en su mayoria solteros y de sexo femenino, Las ac- tividades realizadas eran varia (estudiantes, pro- fesionales, téenicos, trabajadores no calificados, duefias de casa), distribuyéndose en términos so- cioeconémicos mayoritariamenteen los estates bajo y medio bajo. Con relacign a os terapeutas, en su mayoria eran psicélogos, de sexo femenino, que se distibuyeron en nueve enfoques de psicoterapia, donde los més representados eran la inea humanista, integrativa y sistémica. Respecto de las diadas, se observé un mayor ‘némero de parejas conformadas por pacientey tera- peuta de sexo femenino, El niimero de sesidn tras la ‘cual se aplicaron los instrumentos, fluctué entre tes y cien, observindose que mas de la mitad de las {fadas se encontraban entre la tercera y décima se- sidn de psicoterapia. 116 SANTIBANEZ, lands de confabilidad por consistencia inter- ‘a musa que las difereates escalas en estudio pre- sentan una adecuada conihilidad medida através de alpha de Cronbach. Las escalas del IAT presentan l- tas confabilades en ambas versiones del instrumen- to, nla versin dl pacientes valores Nuctan entre (67 y 80, mientras que las coniabildades en Ia ver- sim del terapeuta son de 70 a8 ‘Al analizar estas confabilidades y compararlas con los estudios del WAL se observa que lo valores cencontrados son similares. En la versién del pacien- tc, el estudio piloto det WAI (Horvath, 1981, en Horvath & Greenberg, 1989) reporta confabilidades tan poco ms altas, sin embargo, en Ia versin del te rapeuta se observan valores enre 68 a 87, los que som may parecidos a los encontrados en el presente est déntica situacién ocurre con la version del pa- ciente en un estudio posterior del mismo autor (Horvath, 1981, en Horvath & Greenberg, 1989), ‘andose un patzn de resultado distnto para la ver~ sin del terapeuta (82 a.88), la que most valores Jevemente superiores a los encontrados en la pre sente investigacién. En elacién alos valores de confiabilidad al con- siderar el instrumento como una escala total el va- lor alpha compuesto tendo a ser similar a los en- conlrados en el estudio piloto del WAL (Horvath, 1981, en Horvath & Greenberg, 1989), el que com- parativamente muestra una confiabildad levemente superior en la versin dl paciente (93) y evemen te inferior en la vesién del terapeuta (87) ‘Al analizar las confabilidades individuales en ‘contradas en las tes escalas del TAT, en algunas de ells se observa similitud con los hallazgos de los estudios del WAL. En ambas versiones del IAT las confiabilidades mas alta estén dadas onl escalata- reas y metas (sobre 78), mientras que la escala vin- cela presenta valores de eonfiabilidad mas bajos (67 1 10) Enos estudios del WAI, la tes escalas mues- tran adecuadas confiabilidades en la versgn del p ciente, mientras que la eseala vinculo en la vers del terapeuta obtene un valor inferior (68), que es similar al reportado en el presente estudio. En sintess, los datos encontrados en esta inves tigacién sugieren que la confiabilidad del IAT es audecuada, especialmente al observar el valor alpha compuesto de instrumento, Las escalasindividua- les metas y areas parecen satisfactorias sin embar- zo, la confiahilidad de Ia escala vinculo necesita ‘mayor soporte. ‘Con relacin a las escalas del IR, paciente yte- ‘apeuta muestran adecuadas confiabilidades (.84 a 89), las que son similares a las confiabilidades to- tales del IR obtenidas en el estudio 1 de Horvath (1981, en Horvath & Greenberg, 1989) Enrelacién con la validez de constructo conver- gente de ambas versiones del IAT (paciente y tera ppeula), los valores obtenidos fueron menores a los reportados para el WAI por Horvath y Greenberg (1989), donde éstos fluctuaban entre 50 y 80. Lia ‘ma la atencién, sin embargo, que en las correlacio- nes paciente-terapeuta del LAT la escala vinculo fue Ja que mostr6 un menor indice, situacién que pro- porcionalmente también ocurre en cl estudio cana- diense del WAL En tanto, las escalas metas y ta- reas, pese a presentar valores moderados en el IAT, tienen entre ellas correlaciones paciente-terapeuta similares en magnitud, fendmeno que también ocu- tre en el estudio de Horvath y Greenberg (1989) Cabe destacar que, aunque los valores fueron moderados al correlacionar las mismas escalas en istintos sujetos (19 a 44), éstos son mayores que Jos encontrados en distintos sujetos medidos en di- Ferentes rasgos, resultado que es esperable y apoya la validez convergente de las escalas incorporadas cen el estudio, Respecto a la valider. de constructo diseriminan- t,nn ee encuentra evidenciaal utilizar como criterio las escalas aprecio y autenticidad de la adaptaciGn nacional del IR, Este hallazgo puede ser entendido si se considera que aparecen altas correlaciones entre las diferentes escalas, Io que sugiere una similitud conceptual entre las dimensiones y constructos me~ didos, En cierta medida, estos resultados son simila- resallosenconirados por Horvath y Greenberg (1989), ‘quienes reportan que la evidencia.es equivoca para la cescala vinculo y limitada para la escala tareas, en ccontrando slo soporte para la valider diseriminante de la escala metas, ebido a las altas correlaciones observadas en- ‘re las escalas del IAT, es posible hablar de una in- terdependencia de ellas, especialmente consideran- {do os valores de correlacisn entre laescala tareas y ‘metas (alpha sobre 80), hallazgo que fue reportado {dela misma manera por Horvath y Greenberg (1989) cen relaciéa al instrumento original. Adem, se ob- servan valores un poco menores en las correlacio- nes de dichas escalas con vinculo, las que sin em- ‘bargo son significativas en el sentido clinico y esta- istic. (Con relacién al IR, se observan mayoritariamente corelaciones moderadas y significativas entre las es calas del IAT y as escalas aprecio y autenticidad. Los INVENTARIO DE ALIANZA DE TRABAJO ny valores mis altos e obtienen en la versién del pacien te al correlacionar ambas escalas del IR con vinculo del IAT. Esta intereorrelacin también se encontrd en cl estudio de Salvo, Beutler, Wood y Engle (1992), {quienes sefialaron que estas escalas podtrfan estat mi- endo el mismo constracto subyacente, ‘Teniendo en cuenta la interdependencia de Ins escalas y los resultados del andlisis factorial realiza- do, existirfa evidencia para plantear que el IAT mide un factor global de alianza, ballazgo que concuerda ‘con los planteamientos de Tracey y Kokotovic (1989) ‘quienes reportan que el WAI mediria en primera ins- tancia un factor general de aianza, 1 hallazgo de que el TAT mediria s6lo un factor general dealianza, remonta ala discusién teérica res- pecto de si este constructo puede se arificiosamente separado en dimensiones (Horvath & Greenberg, 1989) La delimitacién de Gaston (1990) donde se- fala la existencia de cuatro aspectos independientes ‘de nalianza, no parece estar acorde con Jo encontra- ‘doen esta investigacién debido a a alta interdeper ‘dencia de los elementos que constturian el construe 'o, El planteamiento de Bordin (1976) acerca de la alianza como una relacién integrada pero con tres ‘componentes constitutivos parece acercarse més alo ‘encontrado, pero cabe destacar que los resultados de este estudio permiten pensar en el concepto de alian- zaterapéutica como un todo dificil de operacionalizar y dividir en partes, lo que genera importantes desa- fos en la medicién de la alianza, especialmente en un pals como el nuestro donde esta area de investiga: ‘cidnes incipiente. Comentarios Finales ELIAT, en su versi6n para paciente (IAT-P) y terapeuta (IAT-T), mostr6 ser un instrumento de fé- cil y tipida aplicacién, que permite ser utilizado en {ralamientos realizados desde distintos enfoques psicoterapéuticos, en diferentes motivos de consul- tay fases de Ia terapia. En relacién alos hallazgos de esta investigacién, estos permiten hablar de una adecuada confiabili ‘dad del IAT. Losresultados obtenidos respecto ala validez.con- vergente entre ls versiones del pacientey del terapeu- ‘ta mucstran que ella es moderada, sugiviGndose uli ‘acl instrumento de manera cuidadosa. Este hallazgo podria esta relacionado con diferentes Factores as0- iad tanto al paciente como al terapeuta, por lo que se hace necesario continuar desarrollando investiga- ciones que aporten al andlisis de lavalidez convergen- tede este instrumento.en diferentes muestra clinicas y ‘controlando aspectos tales como falseamiento y de- seabilidad social, género y nivel socioeconémico del paciente, género y experticia del terapeuta, nimero de la sesién en que se aplica et instrumento, tipo de rata rmiento, ete. No se enconiré evidencia para la valider de cons tructo discriminante al utilizar como criterio dos cescalas del IR. Por ser éste el primer estudio del TAT, se utiliz6 como criterio la adaptacién nacional del mismo instrumento ocupado en la validacién del WAI, cone! objetivo de compararel comporiamiento de la versi6n nacional con la versién canadiense. Considerando los resultados, seria interesante est iar el comportamiento del IAT si se le compara con cescalas que midan constructos menos relacionados, En relaci6n con los resultados del anslisis factorial que sugieren que el TAT mediria un solo factor general de alianza, pudiera ser de alta contr bucién el que futuras investigaciones se centraran ‘en la bisqueda de evidencia que apoye o refute los diversos planteamientos existentes respecto a la

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