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RITUAL PARA EL GRADO DE MAESTKO Y CATECISMO PARA EL MISMO R:. E:. A: yA. CARACAS ~- 2016 08 ABR 2017 o> i jm de 1824 (ev) Consttucion 1924 -— Personeria Juridica det Miembro de la Confederaciin de Grances Logins Reguares del Mundo - Miembro de la Confederaeon Masénice interemericana (C-M |) Miembro de la Confedecacién Masdnica Bolariane (CMS) Gran Templo Masénico, Jesuitas @ Malurin N° 5, Caracae, DF. Monuments Histrice Nacional “Teigioncs: C2) 8609548 - 8608776 Fax (C2) 860 5776 Apartado de Correos 827 - Caracas 1040-A~ Venezuela, wentarantogia.org.ve U: RESOLUCION N° 027 Habiéndose agotado é! Ritual de MAESTRO, de la Gran Logia de la Repiblica de Venezuela, procédase a su reimpresin y téngase como oficial la presente edici6n constante de QUINIENTOS (500) EJEMPLARES que llevan el sello de este Alto Cuerpo y la numeracién a partir del N° 388 Dado, firmado sellado y refrendado en la sede de la Gran Logia de la Republica de Venezuela, Gran Templo Masénico, Gran Or. de Caracas, Jesuitas a Maturin N° 5, declaraco MONUMENTO HISTORICO NACIONAL a los diecisiete dias del mes de febrero del dos mil dieciséis (e:.v:.) JUAN U IENEZ SILVA Muy Regp:. Bran stro Secretario DECORACION DE LA LOGIA GRADO TERCERO QL AESTRO) Colgadura negra, salpicada de lagrimas blancas, calaveras y huesos eruzados y agrupados por tres, cinco y siete. Nueve luces agrupadas por tres; un grupo al Este, uno al Sur y otro al Oeste. En el piso se ve ‘el plano de la Logia. En la mesa del Respetable Maestro habré un Mazo; en is del primer Vigilante, una regia, y en la del segundo una escuadra, Entre las gradas y el altar del juramento habra un féretro colocado Sobre un pafio oscuro y tendré encima una rama de acacia, un eompés Y una escuadra o tridngulo. Bn esta Camara todos los hermanos deberén estar cubiertos, vestidos de negro con guantes blancos, espada en mano y debidamente decorados. TITULOS E INSIGNIAS La Logia se llama en este grado Ciimara de Medio. El Venerable tiene el titulo de Respetable Maestro, y todos los demas hermanos el tra- tamiento de Venerables Hermanos. Los titulos ¢ insignias de los demis funcionarios son los mismos que en los grados anteriores. APERTURA DE LA LOGIA Resp:. M:. —O— Venerable hermano primer Vigilante, zeudl es vuestro primer euidado en esta Cémara? Prim:. Vig:. — Asegurarme si estamos a cubierto de las acechanzas de los Compaiieros. Resp:. Mz. — Aseguraos de ello acompafiado de los Venerables hermanos Segundo Vigilante y Guarda Templo interior .(Salen los tres a re- conocer el vestibulo del Templo, y a su regreso’ dice el): Prim:. Vigt. — Respetable Maestro, hemos recorrido todo el exterior del ‘Templo, y no hay temor de que podamos ser sorprendidos. Resp:. Mi. — Venerable hermano primer Vigilante, jqué hora es? Prim:. Vig:, — Medio dia en punto, Resp:. Maest:. Resp:. i Seg.: Vig. — 1Qué edad tenéis, venerable hermano segundo Vigilante? — Siete afios y mas, Resp:. Maest:. Resp:. M.: — Venerables hermanos primero y segundo Vigilantes, invitad a los Venerables Hermanos que decoran ambas Columnas, @ que se unan a vosotros y a mf para ayudarnos a abrir la Logia en el subli- me grado de Maestro, conforme al Rito Escocés Antiguo y Aceptado. {Loe Vigilantes hacen la invitacién, y terminada, dice el) Seg:. Vigi. — Est hecha la invitacién, R:. M:. Resp:. M:. —O— En pie y al orden. — Ven:. hermanos primero y se gundo Vigilantes, servios examinar si todos los Ven:. hermanos estén al orden. (Los Vigilantes recorren con la vista sus Columnas y dicen): Prim:. Vig:. — Todos los Ven:. hermanos que decoran mi Columna estén al orden, Resp:. Maest:. Seg:. Vig:. — (Repite lo mismo). El Resp:. M:. da un golpe de mallete y todos los hermanos cambian de posicién volviendo la cara hacia el Oriente, y los que estén colocados en el Oriente bajan a las Columnas). Resp:. M:, — Ven:. hermano primer Vigilante, zqué objeto nos refine en esta Camara? Prim. Vig:. — Recobrar la palabra de Maestro que se ha perdido. Resp:. M:. — Si es asi, dirigios al Norte y al Sur, a reconocer a todos los Maestros que encontréis; sin duda hallaréis la palabra y vendréis 2 dérmela. (Los Vigilantes se dirigen cada uno por su Columna, reciben la P:. S:. y el tocamiento segiin lo exige la Orden, y Uegando al Resp:. Maest:. se la dan con las mismas formalidades y vuelven a sus Duestos. — Inme- Giatamente despuée de dada la P:. S:., cada hermano volveré a tomar su primera posicién y los del Oriente volverin a sue gruestos). Resp:. M:. — Venerable hermano primer Vigilante, ya que la palabra se ha encontrado, yqué nos resta que hacer? Prim:. Vi pafieros. Resp:. M:. — 4Con qué debemos trabajar? Prim:. Vig:. — Con lépiz, barreno y carbén. Resp:. Mz. — iCuél es la signifieacién de estas tres palabras? Prim:. Vig:. — Celo, fervor y constancia. El Resp:, Maest:. dispara la bateria —000—000—000 y los Vigilan- — Trazar los planos que han de servir de modelo a los Com- tes la repiten por su orden). Resp:. Maes:. — (Se descubren todos). — A L:, G:. D:. G:. Az. Dz. (vuelven a cubrirse), y en virtud de los poderes de que estoy inves- tido por la Muy Respetable Gran Logia de la Reptblica de Vene- zuela, declaro abiertos los trabajos de la Respetables Logia (tal, mdm. cual), en el tereer grado simbélico del Rito Escocés Antiguo y Acep- tado, A ningano de vosotros, Venerables hermanos, os es permitido tomar Ja palabra, ni pesar de una a otra Columna sin haber obtenido antes el permiso de vuestros respectivos Vigilantes. A mf, Ven:. hermanos. (Hace el signo y bateria, y toman asiento. — En seguida manifiesta el Respetable Maestro el objeto de la tenida, siguen los trabajos en la for- ‘ma establecida por los Estatutos Generales y, Particulares). LITURGIA DE RECEPCION El Compafiero que ha de ser recibido Maestro, deberd ser conducido al cuarto de reflexiones, en donde el Experto, después de hacerle algunas ‘observaciones sobre la importancia del grado que va a recibir lo prepara asi: los “brazos y el pecho deseubierto, descalzo, despojado de armas y me- tales, una escuadra en el brazo derecho, decorado con el mandil de su grado m4s una cuerda al cuello y rode4ndole con tres vueltas por la cin- tara. (Abiertos los trabajos segiin ritual, leida la plancha de citacién y los documentos correspondientes y ofdo el informe del Orador, dice el): Resp:. M:. — Venerables hermanos, ya sabéis que el objeto de esta teni- da es admitir alos trabajos de la Cémara del Medio al Compafiero N. N., y aunque ya habéis prestado vuestro consentimiento, es de mi deber pre- guntaros si lo ratificdis, en cuyo caso lo manifestaréis, —O— (Prestado el consentimiento, se apagardn las luces y sélo quedaré una lémpara colgada en medio del Templo, cuya luz lo iluminaré debil- mente. Sobre et altar del Trono habré una linterna que iluminaré at Resp:. Maestro. Este ordena al Maestro de Ceremonias que advierte al Experto condusea al Candidate. El Bzperto recibiré la orden, lo conduce @ la puerta del Templo, donde tocaré —O0O—00. {El Primer Vigilante pregunta al-Guarda Templo, de quien recibe la siguiente contestacién que transmite al Respetable Maestro): Prim:. Vig:. — Es un Compafiero que desea ser recibido Maestro pasan- do de la escuadra al compas, a cuyo intento lo conduce el Venera- Ble hermano Experto. (La Puerta del Templo debe estar entreabierta. Los hermanos al otr la respuesta del Primer Vigilante, hardn un ligero ruido con sus es- padas y lanzarén algunos suspiros). ae Resp:, M:. — 4¥ c6mo el hermano Experto ha sido tan indiscreto pre- senténdonos un Compaficro, cuando sabe que todos los de esta clase son sospechosos? Sin embargo, aprovechémonos de este incidente y principiemos nuestras indagacjones: tal ves sea éste uno de los ‘que nos tienen sumergidos en lanto y dolor. Ven:. hz. M:. de C: pasad ai atrio del Templo, examinad a ese Compa- fiero de pies a cabeza para ver si se descubre algiin indicio del es- pantoso crimen que se ha cometide, —O— Ved si su mandil est manchado de sangre. —O— (Bl M:. de C:. cumple la orden, quita el mandil al Compaitero, lo Ueva al Resp:. M:. y dice): M:, de C:. — Resp:. M:, he cumplido vuestras érdenes y no he hallado motivo alguno para sospechar de este Compafiero; sus vestides estén Timpios, sus manos puras y ved su mandil limpio y sin mancha, Rep:. M:. — Dadle entrada, H:. Maestro de C:. y vos, hi, Terr:., apode- aos de ese Compafiero, (Lo ejecutan). Hermano mio, vuestros ojos recorren con asombro este ligubre recinto, en donde crefas encontrar la mas profunda y perfect obre de la sabiduria y una morada de paz y de luz, asilo inviolable de la feli- cidad; pero no os lisonjéis, hermano mfo, con tan vans esperanza. No hay en la tierra ningiin retiro seguro contra los vicios y las pa- siones desenfrenadas... Clamores impios hacen resonar les sagra- das bévedas del Templo!... Las manos ensangrentadas del parrici- da manchan sus pérticos!... La sangre del inocente humea sobre sus mérmoles, y las fincbres antorchas con su pélide luz elumbran Jos rastros del crimen y el triste aparato de la muerte!... Les sefia- Jes de conternacién y de dolor pintadas en nuestros semblantes; el Tuto que nos rodea los tristes restos encerrados en ese féretro, todo os debe manifestar, hermano mio, nuestro justo sentimiento por la pérdida del mejor de los amigos. El asesinato cometido en su per- sona se atribuye a algunos Compaiieros; quiera Dios que no sedis vos del néimero de esos malvados, pero si lo fuéseis, temblad!... Decidme, zpor qué aspirdis al sublime grado de Maestro? (Contesta). 4Es el deseo de instrufros que os anima? (Contesta). 4Creéis, segin vuestra conciencia, que habéis trabajado bastante para merecer el mas importante de todos los grados de la Masoneria? (Contesta). 2Qué garantia nos daréis para que podamos estar satisfechos de que vues- tra admisién no nos dara motive para arrepentirnos? (Contesta). iQué decis, Ven:. h:. primer Vigilante, estdis satisfecho de la conducta de este Compafiero? ;0s consta que esté instrufde de sus obliga- ciones, y que sabe hacer buen uso de los instruments que el arte Jo eonfié? Resp:. M:. — Ven:. h:. Maestro de C:., conducid al Compafiero al segun- do Vigilante para que lo examine de Aprendiz, (do examina y dice): Seg:. Vig:. — Iusto y perfecto, Respetable Maestro. Resp:. M:. — Lievadlo al primer Vigilante para que lo examine de Compaftero. (Lo examina y contesta como el segundo Vigilante). Debéis ahora, hermano N.N., prestar un juramento sin el cual no po- dréis pasar adelante. ;Consent{s en ello? (Contesta). Conducidlo al altar. —O— En pie, Venerables Hermanos, espada en mano. {Todos los hermanos rodean el altar y forman la béveda de acero) JURAMENTO. — Yo, N. N., de libre y esponténea voluntad, en presen- cia del Grande Arquitecto del Universo y de esta Respetable Logia, juro solemnemente no revelar Jamas a nadie los seeretos de Maestro, Compaiiero y Aprendiz, Juro obedecer los mandates de mis supe- viores y cumplir fielmente las obligaciones del grado que voy a recibir, observando constantemente los principios de la Masoneria, Y contribuyendo a que todos los observen. Juro guardar los secretos de mis hermanos como los mfos propios, excepto en casos de asesinato © traicién; no hacer ningin perjuicio 2 un hermano, ni permitir que otro se lo haga, sino que deberé evitarlo y defenderlo, pues conozco el deber en que estoy de servirlo en cuanto esté de mi parte. Ratifico mis juramentos anteriores, Juro ejecutarlo todo con la mas firme resolucién, y si lego 2 ser perjuro, quicro que mis hermanos me alejen de sus reuniones y de su earifio, y me someto a las riguro- sas penas que merece el infame delito de perjurio. Asi, Dios me ayude. Resp:. M:. — Puesto que sabéis las penas a que se sujetan los perjuros, itendréis valor para ratificar este juramento cuando algin dia se os pida? (Contesta). Hermano mio, emprended con firmesa vuestros viajes, al fin de los cua les hallaréis la P:. S:., que ahora no os puedo dar. Ven:. hermano Maestro de C:., acompaiiadle. (Los viajes deben ser nueve; pero se reducen a ires. En el primero Yevad al recipiendario al segundo Vigilante, quien le dice): =9i2 Seg:. Viz. — Moriréis si no me dais la palabra sagrada de Maestro. (El recipiendario contesta. —no la sé—; y el segundo Vigilante le da un ligero golpe en el pescuezo con una escuadre. El conductor le ha- ce dar el segundo viaje y le Ueva al Occidente. El primer Vigilante le pide también la palabra eagrada, y, le da otro golpe con una regla en el hombro izquierdo. Al fin del tercer viaje seré conducido al Oriente, en donde lo espera el Resp:. M:. a los pies del féretro. El Resp:. M:. le pide la palabra por dos o tres veces, dando lugar a que el hermano que ocupa el féretro salga de él, lo que ejecutaré sin, hacer el menor ruido para que el recipiendario no le note. Este deberé estar en frente del Resp:. M:. quien coge por los cabellos al recipiendario, y por éltima vez le pide la palabra, y al contestarle —no la, sé—, le da con un mazo un golpe en la cabeza. El Maestro de C:, el h:. Terrible, que estardn a su lado, lo tenderén en el féretro con la cabeza sobre una calavera, la pierna izquierda extendida, la derecka doblada formando escuadra; el brazo izguierdo al lado del cuerpo y el derecho sobre el pecho al orden de Compaiiero, con el mandil de este grado en la mano derecha, El hermano Terrible lo cubriré con un pafto negro, y encima de éste colocaré la rama de acacia, Vueltos a sus puestos, el Resp:. Mv. y los dems hermanos, el primero leeré el si- guiente discurso y en ex defecto el Orador): Salomén, hijo de David, tan célebre por su profunda sabiduria, re- solvié edificar el Templo proyectado por su padre. Al efecto pidié a Hi- ram, rey de Tiro, los materiales necesarios y un hombre capaz de efectuar sus nobles disposiciones. El rey de Tiro le envié un arguitecto hébil que, eomo él, se lamaba Hiram, hijo de Tiro y de una viuda de la tribu de Neptali. Salomén le encargé Ia direccién de las obras. Su habilidad, su celo y su justicia le hablan hecho digno de esta eleccién, justificada por su eonducta: todos los buenos obreros le aplaudian y todos procuraban me- recer por su trabajo'las recompensas de que se juzgaban acreedores, las cuales eran repartidas con equidad e igualdad. Para prevenir les abusos en Ja distribucién de salarios, habfa dividi- do Salomén.los obreros en tres clases, déndole a cada una, una palabra, signo y tocamiento diferentes para reconocerse entre sf y recibir por ellos Ja paga proporcionada a sus servicios. ‘Los Aprendices se juntaban cerca de la columna del Noxte, B:., los Compafieros cerea de la del Sur, J:. y los Maestros en le Cémara del ‘Medio, que es en la que estamos. El orden establecido en ios obreros debfa asegurar la tranquilidad. El celo y emulacién que nacian de esta armonia animaban los trabajos, y en todo resaltaba la noble animacién del genio; pero el orgullo y la avarieia destruyeron bien pronto este feliz concierto. ‘Tres Compafieros, disgustados con sus salarios, pretendieron usur- -10- par por medio de la fuerza una preferencia que Ja justa autoridad del Maestro les rehusaba, Los negros velos de la noche cubrian a Jerusalén, y todo era aparen- te a las tramas de la perfidia; los oficiales y aquitectos olvidaban las fa- tigas del dia en un profundo sueio, cuando Hiram entré en el Templo, como lo tenfa por costumbre, para examinar los trabajos y disponer los del dia siguiente, y después de haber recorrido todas las partes del edifi- cio, se retiraba para buscar un reposo, encaminando sus pasos 2 la puerta del Sur. Uno de los conjurados le detiene y Ie pide con arroganeia la pala- bra sagrada de los Maestros, — “Desgraciado, le dice Hiram, ti sabes que no te la puedo dar: trabaja por merecerla y la obtendrds”. — Al ins- tante se siente herido con una escuadra pero jel cobarde asesino ‘espan- tado de la enormidad de su crimen, deja caer de sus manos sacrflegas el instramento de muerte, tiembla, y aprovechdndose de la confusién en gue Hiram quedaba, huye lejos de aquel sitio sin pensar ya en acabar con sa vietima. Hiram trata de salvarse por la puerta de Occidente: alli le aguarda- ba otro malvado, quien, viendo frustrada su intencién por la inalterable firmeza del Maestro, le descarga otro golpe con una regla, y creyéndolo ‘uerto, huye despavorido a reunirse con sus compafieros, Bafiado Hiram en su sangre se dirige a Ja puerta de Qriente y en- euentra en ella, debajo del pértico, al mas eruel de sus enemigos. Este asesino, esperando vencer su fidelidad, pone en accién todos los resortes de la mentira y de la astucia; pero desengafiado de que no era posible Seducirlo, y viendo Ja inutilidad de sus esfuerzos, Je agarra furioso por los cabellos ensangrentados, le arrastra sin piedad por las gradas del ‘Templo, le da la herida mortal y lo ve expirar a sus pies. Los asesinos se juntaban para despojar el cadéver Ifvide y sangrien- to de su Maestro; pero aquel rostro edrdeno, aquellos ojos apagados pa- recian atin amenazarlos, y como que les anunciaban el suplicio que les esperaba. Se pidieron la palabra sagrada de Maestro y ninguno la sabia. El espanto y la vergiienza helaron sus feroces corazones: no podian mi- rarse sin estremecerse: crefan que el cielo y la tierra se armaban contra ellos; para ocultarse quisieron aniquilar hasta los vestigios de su crimen; més, conociendo que todo serfa initil, sacan el cadaver seeretamente y lo Hevan a una montafia lejana, lo cubren de tierra, y con unas ramas de acacia recargan aguella indigna tumba para ocultarla. Vanas precancio- nes! El criminal nunca estd libre de los remordimientos de su propia conciencia y de los justos castigos del cielo. (Se encienden las nueve luces simbélicas). La oscuridad de le noche se disipa, el fuego brillante de las estrellas desaparece, la aurora se muestra en el Oriente, desplegando su velo pir. pura y oro: Ia hora del trabajo se acerea y Haman los obreros al Templo; pero Hiram no aparece y los trabajos se atrasan: le Haman y no respon. Ai de: le esperan, pero en vano; siete dias se pasaron en inguietud, ansie- fad y temores. En fin, viendo Salomén que Hiram no venfa, nombré nue- ve Maestros para hacer las pesquisas més escrupulosas de su paradero. oO. ‘Tres Maestros partieron por el Sur. (Se levanta el segundo Vigilante, y acompattado de dos Maestros con espadas desnudas y una luz delante de él, da una vuelta alrededor del féretro, volviendo luego a sus srucstos). Seg:. Vig:. —O— Nuestras investigaciones han sido vanas, Respetable Maestro. Resp:. M:. —O— Otros tres Maestros partieron por el Norte. (Se levanta el primer Vigilante, hace lo mismo que el segundo y dice): Prim:. Vig:. —O— Nuestras pesquisas han sido vanes, Respetable Maes- tro. Resp:. M:. —O— ¥ los otros tres Maestros partieron por el Oriente y se encontraron con los demés. .. (Salen el Respetable M:. acompaiado de dos Maestros y precedido de los seis hermanos del primero y segundo viaje, dax el tercer viaje re- conociendo el terrero. — Concluida la vuelta se colocarén los neve her manos alrededor del féretro, en esta forma: el Respetable M:. a los pies; los Vigilantes, uno a cada lado; dos de los Maestros a ta cabeza del fére- tro, y los cuatro restantes a los lados). Resp:. M:. — Los nueve Maestros habian convenido en no 2lejarse fuera ‘del alcance de la voz, para reunirse en caso necesario. La suerte condujo a estos ficles servidores al lugar de le sepultura, guiados por un vapor que se levantaba en el campo, y se reunieron en este paraje, Una rama de acacia plantada en un montén de tierra recien- temente movida parecia indicarles la desdicha que temfan. (Uno de los Maestros levanta la rama de acacia). Sus sospechas se confirman cuando al querer arrencar la acacia éta cede sin resistencia. (Otro de los Maestros levanta el paiio negro, y todos a su tiempo hacen un signo de horror pronunciando estas palabras): “Oh! Sefior Dios mio!” Resp:. M:, — En nn montén infecto de carne, huesos y podredumbre, ‘reeonocieron su Respetable Mzestro. Una expresién de horror fue la primera sefial, y el espantoso objeto que se presenté a su vista se convierte en palabra de reunién, pues as{ lo habfan convenido por = 12: el temor de que los asesinos le hubiesen arrancado a fuerza de tor- mentos los signos y palabras. Exhuman el cadaver, y con un santo xespeto lo conducen a Jerusalén, revestidos de guantes y mandiles blancos, en sefial de que sus manos no se habian manchado con la sangre del justo. (El segundo Vigilante trata de levantar el cuerpo por el tocamiento de Aprendiz, y el primer Vigilante por el de Compaiiero, cogiéndolo aquél por el dedo indice y, éste por el del medio, y soltindolo luego como si se resbalase:—“La carne se desprende de los huesos!" El Respetable M:. le toma la mano derecha por la GRIPA, lo levanta con el aucilio de los Vigilantes, y haciendo les CINCO PUNTOS le da la P:. S:. det Maestro, ¥y por medio del Maestro de Ceremonia lo hace conducir al Occidente. — Puesto entre Columnas el recipientario, los demds yuelven a sus puestos xy el Respetable M:. dice) : H:. mio, habéis representado en este acto la persona de nuestro Res; Maestro Hiram. Este suceso lamentable es también una alegoria de los fenémenos de Is naturalea: vida y muerte, destruecién y re- produccién, luz y tinieblas. Meditad, hermano mio, las ceremonias ligubres de vuestra recepeién y veréis retratada la imagen de los exeesos a donde nos errastra la lisonjera seduccién del vicio, y el estado inquieto del criminal a quien no le es posible sustraerse de sus propios remordimientos. —O— (Todos en pie y al orden). ORACION. — Grande Arq:. dei Universo, los males que nos afligen son beneficios tuyos: deben servirnos para purificar nuestros corazones y elevarlos hacia tf. Dad, Sefior, a este nuevo Maestro todd la fir meza necesaria para que pueda combatir el orgullo, la avaricia y la envidia. Sed, en fin, nuestro Juez y nuestro Guia, para que en to- dos los momentos de nuestra vida tengan nuestros hermanos la se guridad de encontrarse entre la eseuadra y el compas. (Todos responden: Amén). Resp: — Venerable hermano Maestro de Ceremonia, conducid al Q:. H:. recipiendario hasta la Séptima grada para constituirlo, (Este func:. lo conduce hasta la séptima grade. Los hermanos le rodean formando la béveda de acero. El Respetable M:., ayudado de los Vi- gilantes, coloca horizontalmente y de plano su espada sobre la cabeca del recipiendario, y le interroga ast): Resp:. M:, — ;Ratifiedis, hermano, vuestros juramentos y 05 sometéis de nuevo a las penas que impone la Orden a los perjuros? (Contesta). zPrometéis someteros con buena voluntad a las decisiones de la mayoria ais. de Ia Logia, etn cuando en la discusién haydis sido de opinién con- traria? Confiado en vuestras promesas y usando de las facultades que me han sido otorgadas: — En el nombre del G:. A: D:. U:., con el auxilio de todos mis Venerables hermanos ausentes y presentes. Yo, N. N. Respetable Maestro de la Respetable Logia (tal, mimero cual), os constituyo, recibo e instalo Maestro Masén regular del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y miembro activo de esta Respetable Cémara. (EI Respetable M:. dispara la bateria —000—000—000 sobre la hoja de la espada, da el abrazo fraternal al nuevo Maestro y, le manda tomar sus vestides ordinarios acompaitado de los Maestros de Ceremonia. Los demés hermanos toman asiento. Cuando vuelve el Neéfilo, el Respetable M3. le intruye y comunica). SIGNO De orden. — Poner la mano derecha horizontalmente abierta, los dedos extendidos y juntos, el pulgar separado y apoyado en el costado izquierdo debajo del corazén. De saludo. — En esta posicién tixar con el pulgar una Mnea hori zontal del costado izquierdo 2l derecho, y elevar las dos manos juntas a Ja altura de la frente, extendidos y separados los dedos, diciendo. —Oh! Seflor, Dios mio!— (Hstas son las palabras que profirieron los Maestros al ver el cuerpo de Hiram asesinado. — Después de Ja exclumacién se de- jan eaer las manos sobre el mandil, en sefial de sorpresa y espanto. De Socorro, XXX. PALABRA DE PASE Nombre del hijo de Lamech y Sella, artifice muy habil en trabajar 2 martillo obras de cobre y hierro, — Esta palabra se da, alternando las silabas, y prineipiande el que deba ser reconocido, tan Iuego como haya sido examinado en el grado de Compafiero. TOCAMIENTO El tocamiento de los Maestros Jo constituyen los cinco puntos per- fectos de la Masonerfa. 1% Cogerse reciprocamente la mano derecha, formando la gripa para abrazar mejor las palmas; 2%— Unirse pie derecho con pie derecho por el lado interior; S9ds- 3° Del mismo modo rodilla con rodilla; 4° Ponerse mutualmente la mano izquierda sobre el hombro de- recho, para atraerse uno a otro; 7 be Estrecharse reciprocamente, pecho con pecho. En esta posicién se da la palabra sagrada, silaba por silaba, alterns- tivamente y al ofdo, principiando el que reconozca. PAL: SAG: “La carne se desprende de los huesos”. BATERIA Nueve golves por tres veces tres. —000—000—000—. MARCHA Tres pasos elevados, como si se pasase por encima de un atatid, obli- cuando. El primero, 2 Ia derecha, partiendo con el pie derecho; el se gundo, a la izquierda, con el pie izquierdo; y el tercero, a la derecha, con el pie derecho, Al fin de cada paso se juntan los pies formando es- cuadra, EDAD Siete afios y més. VESTIDO O DECORACION DEL GRADO Mandil blanco forrado y ribetesdo en encarnado, con un bolsillo debajo de Ja solapa. En su centro, pintadas o bordadas de encarnado, las letras M:. M:. Banda azul de aguas, cuatro pulgadas de ancho, puesta de derecka @ inquierda, eruzando el pecho. La joya es de oro, o de plata dorada, figurando un compés abierto de 45 grados sobre une escuadra, y va pendiente de la banda con una voseta encarnads. Puede wdornarse con tres piedras y colocarse en su centro la letra G:. (EL primer Maestro de Ceremonias pone la banda al Recip:., dicién- dole el Venerable): 15 = Pureza, clevacién de ideas significa el color de esta banda, que es el mismo que ostenta él cielo. (El segundo Maestro de Ceremonias le pone al mandil, y el Resp:. Maestro el sombrero y la espada). Resp:. M:. — Los Maestros trabajan con el sombrero puesto en sefial de Tuto, y al mismo tiempo de autoridad sobre los Compafieros y Apren- dices, Tomad esta espada, simbolo del honor; debéis emplearla tni- camente en defensa de vuestra honra, de vuestra patria y de yues- tros hermanos. Cuidado, Venerable hermano: que su hoja no se manche jamés con sangre fratricida, ni hiera con malicia. Desde hoy tenéis el derecho de palabra, arma més peligrosa que la espada, sino se emplea con cordura. Haced uso de ella con madura medita- cién y recordad siempre que la mansedumbre en palabras y obras es la mejor garantia de que un hombre puede llevar las insignias de Maestro. (Le da asiento en el Oriente). Resp:. M:. — Venerables hh:. primero y segundo Vigilantes, proclamad en vuestras respectivas Columnas, como lo hago yo en el Oriente, al venerable hermano N:. N:., Maestro Masén regular y miembro activo de esta Camara, y aplaudamos. su elevacion. Prim:. Vig:. — Venerables hh:. de mi Columna, reconoced al venerable h:, N:. Ni, por Maestro Masén regular y miembro activo de esta Camara, y acompafiadnos a aplaudir su elevacin. (Bl segundo Vigilante repite lo mismo, y se hace el aplauso con la bateria del grado). Resp:. M:. — Mi venerable hermano, sois ya Maestro, os toca ahora en- sefiar y dar ejemplo de celo, de constancia y de fervor en los traba- jos. Quien dice Maestro, dice un hombre mAs perfecto, més valeroso, ids virtuoso que los demés. Habéis contraido el compromiso de serlo, y compliréis vuestra promesa, Conocéis las desgracias del mundo: sabéis sus causas:' trabajad en aminorar esas desgracias. No lo dudéis, el que ha jurado servir a Je humanidad serd servido por ella. Marchad; ya las bendiciones de nuestros hermanos os acom- pafian. Que la prudencia, la rectitud y el valor presidan todos vues- tros pasos, todas vuestras acciones. Respetad las leyes del pais en que vivéis; no ofendéis ni las opiniones, ni las conciencias, y que Ja sabiduria y la razén sean vuestras dnicas armas, Hablad, per suadid, haced amar la verdad y la humanidad. Sois Maestro, en fin, y debéis siempre acordaros de que ya no os es permitido tener nin- guno de los vicios propios de los esclavos. (EL nuevo Maestro da las gracias y retorna el aplauso acompatiado de los Maestros de Ceremonias. El Oredor leerd el discurso de Orden). eo (Terminado el diseurso, el Resp:. M:. saluda a los visitadores, hace circular el saco de Beneficiencia y cierra los trabajos del modo acostum- brado). CLAUSURA Resp:. M:. — Venerable hermano primer Vigilante, yA qué hora debe- mos cerrar los trabajos de la Camara del Medio? Prim:. Vig:. — A media noche, Resp:. Maestro. Resp:. M:. — ,Qué edad tenéis, venerable h:. segundo Vigilante? Seg:. Vig:. — Siete afios y mas, Resp:. Maestro. Resp:. M:. — En virtad de la hora y de la edad, anunciad a los venera- ‘bles hermanos que decoran vuestran Columnas, que la Resp:. Log:. en el sublime grado de Maestro va a cerrar sus trabajos del modo acostumbrado. (Los Vigilantes hacen el anuncio, y ef segundo afiade: “Esté anun- ciado”). Resp:. M:. —O— En pie y al orden. — Venerables hh:. primero y se- gundo Vigilantes, services pasar al Oriente a recibir la palabra sagra- da, para que la disiribuyéis entre los venerables hermanos que de- coran vuestras Columnas. (Los Vigilantes cumplen la orden del Resp:. M.. y concluida la distri- bucién de la Pal:., dice el): Seg:. Vig:. — Resp:. Maestro, estd distribuida la Pal:. Sag:. y todos los obreros de mi Columna estan contentos y satisfechos, El primer Vigilante dice lo mismo. — El Resp:. M:. dispara ta ba- teria —000—000-—-000— y la repiten los Vigilantes. ne Use (Y termina con los juramentos de orden). Resp:. M:. — En el nombre del CATECISMO PARA LA INSTRUCCION DE MAEST: P.—jDénde habéis, estado, hermano mio? R—En el Occidente, A dénde vais? —tPor qué dejéis el Occidente para ir al Oriente? R.—Porque la luz aparecié primero en el Oriente. P—iQué vais a hacer al Oriente? -17- RA buscar una L:. de Maestro. P—1Sois Maestro? R—Todos los Maestros me conocen por tal. P.—iDénde habéis sido recibido Maestro? R—En un L:. de Maestros. P—{Cudntos son los que componen un L:. de Maest:.? R— Siete: un R:. M:., dos Vig:. y cuatro Maest:. P.—1Cémo habéis sido preparado para ser recibide M:.? ‘R—Con los pies descalzos, los dos brazos y el pecho desnudos, y despo- jado de los metales, fui conducido a Ia puerta de le Li. P{Cémo habéis sido admitido? R.—Por tres grandes golpes y una soga puesta al cuello. P—aQué os preguntaron? R—iQuién esté ahi? Pi Qué habéis contestado? —Un Mason que ha servido todo su tiempo de Aprendiz y Comp:. y pide ser recibido Maestro”. P.—,Cémo legasteis hasta alli? R—Confiado en que mis tareas habfan merecido la aprobacién de los Vig: Pz Qué os hicieron después? R—Me dieroln entrada y fui colocade entre Col:. P—1Qué visteis cuando os permitieron entrada? R—Horror, luto y tristeza, P—jNada mis habéis percibido? R—Si, una luz oscura que alumbra la tumba de nuestro R:. M:. Hir:. P—zDe qué tamafio es Ia tumba? {R—De tres pies de ancho, cinco de profundidad y siete de largo. P—1Qué tenfa encima? —Una rama de Acacia. P.—zQué os sucedi6? —Me acusaron de un crimen horrible. P—iQuién os conforté? —Mi inocencia. P.—iQué ms os hicieron? R—Me levantaron por mandato del Resp:. Maest:. P—1A dénde fuisteis conducido? R—AlI segundo Vig:. quien me examiné en el sig:. tocam:. y Pz. ‘Apr y halléndome justo y perfecto, me mandé a pasar al prim: Vig:., quien me examiné en el sig:., tocam:. y . de Comp: in- formaron favorableniente y mandando el Resp:. Maest:. conducir- me al trono hasta la séptima grada, las dos manos puestas sobre la ag Biblia y debajo de la B mento de Maest:. P—zCuéles fueron los principales deberes que contragisteis en ese ju- ramento? R—No revelar Jos sec:, de Apr:., Comp:. y Maest:., sino a bh:. que po- sean estos grades, guardando los secretos de mis hh:. como los mfos propios, no hacer perjuicio a ningiin h:. ni permitir que otro se lo haga; servir a mis hh:. en cnanto esté de mi parte, y someter mi opinién 2 la voluntad de la mayorfa del Tall:. aun cuando hubiere sido opinién contraria en la discusién. P.—1Qué hicieron de vos después? R.—Me hicieron pasar de la Eseuadra al Compas. P—2Qué buseibais por aquel camino? R-Le palabra de Maest:, que estaba perdida. P—Cémo se perdi6? R—Por tres grandes golpes, bajo los cuales sucumbi. P—zQuién os socorrié? R.—Le misma mano que me habia herido. P-—aCémo es eso, queréis explicdrcelo? R.—Numea lo diré sino en secreto a uno de mis iguales y cuando se me obligue a ello. Pe—gPor qué fuisteis despojado de todos los metales? R—Porque cuando se constrayé el templo de Salomén no se oyé ningén golpe de herramienta compuesta de metal. P—zPor qué fue eso? R—Pare que no fuese profanado. P.—4Cémo es posible h:. mfo, que un tan grande monumento haya sido construido sin auxilio de herramientas compuestas de metales? R—Porque los maierizles fueron preparados en lo mas remoto del mon- te Libano, y levados en carros destinados a este efecto, levantados ¥ colocades con unos mazos de madera hechos a propésito, P.—zPor qué tenéis los pies descalzos? R—Porque el lugar donde estaba era Tierra Santa, pues Dios dijo a Moisés: quitate las sandalias, pues el lugar que pisas es ‘Terra Santa. P—iQué més habéis aprendido? R—Las circunstancias de la muerte de nuestro Resp:. Maest:. Hir:, que fue asesinado en el Templo por tres compafieros que querian arran- carle por fuerza la pal:. de maest:. P.—4Cémo supieron que habian sido tres Compafieros los que cometie- ron el erimen? R.—Por la llamada general que hicieron de todos los obreros, por lista y por la falta que se encontré de los tres Compafieros. P.—aQué hicieron los Maestros para reeonocerse después de la muerte del Maest:. Hir:.? de Acer:. pronuncié el solemne jura- 49 R—Sospechando los Maestros el asesinato de Hir:. y temiendo que a fuerza de tormentos le hubieran obligado a declarar sus secretos, convinieron entre si que la primera palabra que se pronunciara cuando se encontrasen, les serviria en adelante para conocerse, Lo mismo fue del signo y del tocamiento. P-jCnéles fueron los indicios del deseubrimiento del cadéver de nues- tro Resp:. Maest:, Hir: R—Vapor, tierra recientemente movida y una rama de Ac:. PQué hicieron del cuerpo después de haberle hallado? R-—Salomén le hizo enterrar con gran pompa y magnificencia en el Santuario del Templo. P—yCnéles son las sefiales distintivas de los Maestros? R—Un sig:. un toe: dos pal:. y los cineo puntos perfectos de los Maest:- P—iPodéis hacerme el signo? (Se hace). dadme el toc:. (Se da). —Dame la P:. S:. (Se da). P—;Cuales son los cinco puntos perfectos de los Maest: R—El Pedes:,, la inflex:. de las rod:., la unién de las dos man:. der fl br:. izg:. sobre el hom:. y el O:. de paz. P.—Dadme una explicacién. Rt, el Pedes:. significa que jamés temeré desviarme de mi camino para servir a un hi; 2%, la inflex:. de la rod:. que cuando me hinca- ye a orar no deberé olvidar jemés a mi berm:.; 3°, la unién de les gnan:, der:. que debo asistir y socorrer a mi h:. en sus necesidades, sein mis facultades; 4°, Ia mano izq:. sosteniendo Ia espald:. sig ifiea que debo darle consejos dictados por Ja sabidurfa y la caridad; 5°, en fin, el O:. de paz anuncia la dulzura y la unién inalterable que forman la base de nuestra Orden. P—zQué es lo que sostiene In Li. de los Maestros? R—Tres grandes pilares triangulares, nombrados: Sabiduria, Fuerza y Belleza. P—;Tienen alguna significacién estos tres nombres? R—St, Resp:. Maest:., su forma significa Ia Divinidad en toda su ex tonsién: la Sabiduria simboliza su esencia; la Fuerza, su poder in- finito y la Beleza, lo perfecto y sublime de sus obras. P-—yCudles deben ser las cualidades de un Maestro? R-Sabiduria, Fuerza y Belleza. P.—iCémo pueden reunirse cualidades tan raras? R—La Sabiduria, en sus costumbres; la Fuerza, en la unién con sus h:. y Ja Belelza, en su cardcter. P—jHay algunos muebles y joyas en la L:.? R—Si, el Evangelio, el Compas y el Mall:. 90) P.—1Cudles son sus significaciones? REI Evangelio demuestra la verdad; el Compés la justicia; y el Mall:. que sirve para mantener el orden, nos indica que debemos ser déciles a las leeciones de lz Sabiduria. P—;Por qué se sirven de Mall:. los tres primeros Ofi:. de la L:. R—Para darnos a entender que asf como la materia suena cuando la chocan, del mismo modo el hombre, a quien Dios ha dado un cora- zén y la facultad de conocer y juzgar, debe ser sensible al grito de la virtud y rendir homenaje a su Creador. P.—zCudl es el nombre de un Maestro? R—Gab:, es el nombre del lugar donde los Israclitas depositaron el Area del Testamento en los tiempos de insurreccién. P—Qué significa eso? R—Que el corazén de un Masén debe ser bastante puro para formar con 4 un Templo agradable a Dios, P.—gSobre qué trabajan los Maestros? R—Sobre la tabla de trazar. P.—zDénde recibe su recompensa? R—En la Cam:, del medio. —iQué significan nueve estrellas que iluminan el Templo? REI nimero de Maestros enviados en busca de nuestro R:. M:. Hir:. P—jCémo viajan los Maestros? R—Por toda la superficie de Ia tierra, R—¢Por qué? R—Para distribuir la Tez. P.—Si se perdiera uno de vuestros lih:. ;dénde lo encontrarfas? R—Entre la Escuadra y el Compas. P—Explicame esta respuesta. R—Yo os lo diré: la Escuadra y el Compas son los simbolos de la sabidu- ria y la justicia, de los cuales jamds debe separarse ningin Masén. P—iQué hariais si estuviéseis en algin peligro? RLa sefial de socorro. P-—yCémo se hace? R—Asi (se hace). ¥ si es de noche se dice: As. M:, Li. H:. Di. Lis Vi o bien: O:, . Mz. Hay dos razones para este signo: la primera, que cuando los que salieron en busea de nuestro R:. M:. Hir:, lo hallaron muerto, exclamaron con sorpresa D:. M:, y la se- ganda, cuando Salomén dedicé el Templo al Seficr, levanté las ma- nos al cielo, diciendo: O:. S:. D:. M:. Té eres sobre todas las cosas y adoro tu nombre. P—1Cual es la edad de un Maestro? —(Se da). P.—1Qué significa esa edad? a7 R.—El tiempo que Salomén emple en constrair el Templo. P—zQué hora es? R—Media noche. MODO DE ABRIR LA LOG:. DE MAEST:. Bl Ri. Mz. —O— Ven:. H:. ler. Vig:., zeudl es vaestro primer cuidado en esta Camara? ter, Vig:. — Bs el de asegurarme si estamos a cubierto de las acechan- zas de los Com Rs. M:. — Aseguraos pues, de ello, acompafiado del V:. H:. 2° Vig:. ¥ ‘V:. H:, Guard:. Temp:. (Salen los tres a recorrer el vest:. del-Templo y a asegurar las puertas ¥, ‘a su regreso dice ol V:. Hz. ter. Vig:.): Ri. Mz» hemos recorrido todo el exterior del Templo y no hay temor de que podamos sor sor prendidos. f.—V:. H:. ler. Vig:., gqué hora es? ter. Vig:-—Mediodia en punto, R:. M:. R:. M:. — 1Qué edad tenéis, V:. H:, 2° Vig:.? 2 Vig: R:. M:. — WV: HH:. 1° y 2° Vig:, invitad a los V:. H:. que decoran ‘ambas Gol:, para que se unan 2 vosotros y a mi pata ayudarnos @ abrir la Lz. del Subl:. gr:. de Maest.:, conforme al Rito Escocés An- tiguo y Aceptado. (Los VV:. HH:. 1° y 2 Vig:. hacen la invitacién). B:. M:. —O— En pie y al orden. — VV:. HH:. 1° y 2 Vig: servios examinar si todos los VV:. HH:. estén al orden. i. — (Repite lo mismo). (Gn segitida et R:. M:. da un gol:. de mall:. y, todos los kh:. cambia~ rin de posicién volwiendo ta cara hacia el Or:. y los que estén colo- 1. bajardn a las Col:.). R:. Mi qué objeto nos refine en esta Cémara? ter. Vig:. — Recobrar la palabra de Maest:. que se ha perdido. — Si es asf, dirigfos al norte y al sur, VV:. HH:. 1° y 2° Vig: ~22- @ reconocer 2 todos los MM:. que encontraréis; sin duda hallaréis la palabra perdida, y vendréis a darmela después. (Los VV:. se dirigirén cada uno por su Col:. y recibirén la P:. S:. y el tocamiento, segiin lo exige Ia Orden, y Uegando al R:. M:. se Ia da- rn con las mismas formalidades y volverén a sus puestos. Inme- diatamente después de dada la P:. S:., cada H:. volveré a tomar su primera posicién y los del Or:. volverén a sus puestos) Rs. Me. — . Jer. Vig:, ya que la palabra se ha encontrado, yqué nos resta que hacer? ler. Vig:. — Trazar los planos que deben servir de modelo a los Comp:. R:. M:. — {Con qué debemos trabajar? ter. Vig:. — Con lépiz, barreno y carbén. i. — ECudl es el significado de estas tres palabras? ler. Vigz. — Celo, fervor y constancia. R:, M:. —000—000—000— (Los Vig:. harén lo mismo). R:. M:. — (Se desoubren todos). En el nombre del Dios Todopoderoso (wuelven a cubrirse) y en virtud de los poderes de que estoy reves- tide por la M:. R:. G:, Ls. de la Repiblica de Venezuela, declaro abiertos los trabajos de la :. (tal mimero, tal nombre), en el tercer gr:. simb:. A ninguno de vosotros mis qq:. hh:. es permitido tomar le palabra, ni pesar de ume a otra Col:. sin haber obtenido an- tes el permiso de vuestros respectivos Vig: A mf, hermanos mfos. {Se hace el signo, bat:. y toman asiento). En seguida manifestard el R:. Mz. el objeto de Ia tenida, y siguen los trabajos en Ja forma establecida en los Estatutos Generales y parti- culares, MODO DE CERRAR LA DE MAEST: R:. M:. — V:. H:. ler. Vig:., a qué hora debemos cerrar los trabajos de la Camara del medio? ter. Vig:. — A media noche, R:. M:, R:. Mz. — ,Qué edad tenéis, V:. H:. 2° Vig: ig:. — Siete afios y més, R:. M:. B:. M:. — 1Qué hora es, V:. H:. ter. Vig:.? — Media noche, R:. M:. R:, M:. — En virtud de la hora y de la edad, anunciad a los que SODRis decoran vuestras Col:. que la L:. del S:. gr:. de Maest sus trabajos del modo acostumbrado. (Los Vig:. hacen el anuncio y el 2° Vig:. aitade): Esté anunciado. R:. M:. -» —O— En pie y al orden. — VV.: HH:. 1° y 2° Vig:., servios pa- sar al Or:, a recibir la P:. S:. para que le distribuydis entre los V:. H:, que decoran vuestras Col:. (Los Vig:. se dirigirén al Or:. y recibirén del R:. M:. la P:, S:. y, después Ia irén a distribuir entre los hh:. quienes estarén con la cora vuel- ta hacia el Oce:. haste haberla recibido. Concluido esto, ocupardn los sus respectivos puestos y dirén): — R:. Mi, est& distribuida la P:. S:. y todos los obreros de mi Col:. estan contentos y satisfechos. ler. Vig:. — (Repite lo mismo). R:. Mz. — 000—000—000— (Se repite por los Vig:.) En el nombre de Dios, ete. RESUMEN DEL TERCER GRADO Del aprendizaje €l candidato pasa al grado de Compaiiero: esfuérza- se en llegar al de Maestro, es decir, pretende clevarse al dltimo grado del simbolismo: cree tener derecho a él mdiante sus distinguidos trab:. Loa- ble ambicién, si la gufan sentimientos nobles y magndnimos; perniciosa, si es su mévil la vana ostentacién. Son los Maestros los Hamados a juz- gar sobre la utilidad de esta ambicién. Ha trabajado el Compafiero bajo la inmediata direccién del Maes- tro: ha adquirido ciencia en la prictica y en la teoria de su grado. Mas ilustrado y activo, porque la esperanza de una recompensa préxima le enardece, més habil en la ejecucién de las obras y mas penetrado de sv propio mérito, quiere Hegar de improviso y sin intersticio alguno al té- mino de sus deseos. Pero esas mismas dotes Tlenan su alma de loca am- icin. No es bastante para él poseer las cualidades que le habrén de fa- ciliter el viaje por un sendero regular y ordenado, lento 2 sus ojos, y el frenesi de impropios deseos conturba todas sus ideas. Indignase contra Ja regularidad que se observa en los trab:. No aleanza que la multipli- cidad de éstos son nuevas y mds severas pruebas a que le someten los Maestros; no quiere vencerlos con fa constancia y la Jabor, sino que ape- Ja a Ia violencia: atropéllalo todo al fin, y su audacia le hace sospecho- s0: desde entonces es el blanco de una general desconfianza. He aqui en toda su plenitud la moral del tercer grado de la Franc- Masoneria. Para el Compafiero sabio y moderado, estas dificultades son emble- -24- mticas; para el Compaiiero ambicioso y violento son realidades. El hombre es débil por lo comtin en todas las situaciones de la vida. Cede al temor, a la fuerza, a la insidia, y hay sabiduria y generosidad de sus hh:, cuando le advierten los errores en que puede incurrir y le libran de las penas que pueden aquejarlo, Una larga y triste experiencia ha comprobado que el temor hace reos de graves faltas atin a aquellos que parecian ms fuertes y animosos, salvando hoy con valentia un escollo, para caer mafiana en una vorégine por debilidad. Pongamos ahora en accién la conducta del Compaitero ambicioso. Por ser Maestro lo olvida todo, lo sacrifica todo. Trata de obtener, empleando la astucia o la amenaza, apelando al crimen, lo que no ha Podido conseguir por medios Hcitos. Poniendo en ejercicio todas sus facultades, engafia, atropella, violenta al Maestro: fristranse sus esfuer- 20s y ve entonces una espantose verdad. Se ha lanzado con temeridad, se ha comprometido: al salir se ha cerrado con sus propias manos la puerta del arrepentimiento. En la imposibilidad de volver atrés, avanza hasta los ltimos atrincreramientos del crimen: “Un error trae otro error, guardios bien del primero”, Herido el Maestro, sucumbe 2 impulsos de los excesos del Compafie- 0: pero ha guardado su secreto y el Compaficro ha cometido un crimen inGtil. Pronto se conoceré su perfidin; el remordimiento del culpable hard triunfar Ja razén, y Ja Divinidad y la Virtud, rotundamente ofen- didas, quedarén vindieadas. En el grado de Maestro, reaparece el Compaiiero y se desenvuelve ante sus ojos en toda su extensién, la idea matric de los filésofos antiguos y modernos, del seno de la muerte nace ia vida; 0 de otro modo, segin Ovidio: todo cambia de forma, pero nada ee extingue. Esta sublime idea, que algunos hombres sistemAticos, menos por ignorancia que por mala Ze, han pretendido desvirtuar, debe disponernos a las mas sublimes meditaciones. En esta base en que se fundan los més hellos y consoladores principios de moral, y los més grandes dogmas re- igiosos, unos mismos en el fondo y en la tierra, deseansa Ia realidad de aquella idea. Bienaventurados los hombres de virtud y de paciencia, que limitan su ambicién a la practica de la moral. Gloria y prosperidad a los que pro- pagando esta moral conservadora de la especie humana elevan su espi- ritu hasta el Sup:. Haced:., implorando gracia para el hombre virtuoso en toda la superficie del globo y perdén para el delincuente arrepentido! BOSQUEJO DEL TERCER PERIODO DE LA VIDA DEL HOMBRE Liegando ¢l hombre a la virilidad, periodo de la vida entre la juven- tud y Ja vejez, aspira a obtener un premio de sus talentos por medios no ~ 25. bles y decoresos, titulos, honores, gloria y felicidad. Moderado y pruden- te, bastaria esperar todo de la apreciacién de sus servicios en el transcur- 0 del tiempo. Entregado a sf mismo seria la mAs inefable de las dichas Ja més pu- ra de las glorias, poser lo que nadie puede darle o quitarle: la calma en. la. conciencia, el recuerdo de las buenas acciones. Pero si la ambicién le domina, ya no habré ni prudencia, ni meditacién, no freno; y seran sus propios méritos el eseollo en que se sepulte, lejos de ser el baluarte de su bienayenturanza. El mérito de los demés no tiene brillo a sus ojos, en cada hombre ve un rival que quisiera reducir a polvo. El premio que Te esté ofrecido se le ve llegar velozmente; quiere arrebatarlo y no le de- tienen los medios en su propésito: astucia, perfidias, calumnias, debilida- des, erimenes, todo lo avalora bueno y legitimo. El egoismo en su norte, l instinto de la asurpacién su estrella; la ambicién, su bréjula en ese mar proceloso; su juicio esté perturbado, su corazén eorrompido. Unese a los que obran como él y cometen juntos un crimen. Desenmascarados, hallan un suplicio en la vergiienza. Pare colmo de castigo, es desgarra~ do su corazén por el remordimiento, sin tregua, sin término, y es estéril para los demés, porque el ejemplo puede horrorizar por momentos, pero rara vez corrige. Las lecciones que hemos recibido son intitiles enando Jas pasiones nos arrastran. sin talento, dice el ambieioso al ver eaer a un xi- ‘val; yo tengo ambicién con talento, y me elevaré donde

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