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L__ Ue a wa fatcled in 7 a0e,e-) 1. MAIZELIS FINALES DE PEONES Ante la escasez de literatura subespectall- zada sobre los finales de partida. el aficio- nado, el jugador medio y hasta el més ele- vado, encontraré en este libro la solucién al problema matemstico de los finales de peones, porque si bien Ja fase inicial del juego es rica hasta el absurdo en variantes y posibilldades, el final de la partida per- tenece al campo en que Imaginaci6n debe ceder ante la técnica, en que el ta- lento es eclipsado por el studio, ins- plracién reemplazada por la transpiracién Intelectual. De ahi que la aparicién de esta nueva edicién abra un nuevo y amplisimo campo de investigacién al aficiont con- clenzudo asi como al maestro. quien ne- casita depender cada vez més del andlisis de laboratorio para el remate de sus par- tidas. Desde que Philidor («los peones son el alma del ajedrez+) revaluera el concepto medieval del pe6n y lo democratizara has- ta despertar al mundo ajedrecistico a la reslided aplastente de su importancia, son muchos los autores que progresivamente Penetraron en los misterios de esta figu- ra primaria del ajedrez. Berger, en su obra monumental, y més tarde Euwe, Robino- vieh y Fine contribuyeron amplismente 8 este fogro tedrico. Maizells, en el presente volumen, ofrece al aficionado un resumen de estas tendencias, a veces diferente: y aunando estos estudios a Ia clésica In- vestigacién de Dedrle sobre la teoria de Jas casillas criticas, presenta el tema sobre la ba una teoria cnica de finales de pe6n, He aqui su mérito, Cublerta de G. Mart ‘Si usted desea estar informado de nuestras publicaciones, slrvase remitimos su nombre ¥ direccién, o simplemente su tarjeta de vi indicindonos los ternas que sean de su imerés. Ediciones Martinez Roce, S. A Dep. informacién Bibliogratc Gran Via, 774 08013 Barcelona 1. MAIZELIS FINALES pe PEONES I, MAIZELIS FINALES DE PEONES \QUES: EDICIONES MARTINEZ ROCA BARCELONA FINALES pr PEONES J. Maizelis Traducci6n directa del ruso de Lypia Kuper DE VELASCO y AnpRES FIERRO MENG Proemio de JAIME LLADO LUMBERA Maestro Nacional de Ajedrez Revision técnica de Jost M2 JUSTE BoRRELL © 1969 por EDICIONES MARTINEZ ROCA S. A Gran Via, 774, 72 - 08013 Barcelona RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin permiso IMPRESO EN ESPANA > PRINTED IN SPAIN ISB Depésito Legal: B. 17054-1988 Libergraf, S. A. - Constitucié, 19 - 08014 Barcelona PROEMIO En realidad, este libro no necesita presentacién de ninguna clase. Viene precedido det suficiente prestigio internacional para que lo mismo el profesional que el aficionado, que incluso aquel que por primera vez asoma su curiosidad al campo de batalla, tan incruento como apasionante, del ajedrez, le dé no sélo como bueno sino como ejemplar y ainico hasta ahora. Pero me parece oportuno aducir agut el argumento de que, entre los numerosos Libros que tratan de ajedrez, son pocos — por lo menos que yo conozca— los consagrados a los finales de partida. Yo sé de esa especie de angustia que se le presenta al ajedrecista cuando, previendo ganada la partida, se ve en el trance de elegir. Muchas, muchtsimas veces, la eleccién Uega a sus dedos como por divina inspiracién. Pero no es eso. Dejar que et azar intervenga, aunque sea para traerle el triunfo, no conjuga ni atin de lejos con lo que constituye para el jugador la esencia misma de su personalidad: lo exacto. Lo que esté en sus manos evitar, 0 provocar. Se hacta precisa una sistematizacién de la experiencia en esta ma- teria, hasta — si ello era posible — convertirla en sencilla, pura y simple teorfa. Y tenfa que ser un hombre de la talla de un Maizelis quien consiguiese un propdsito de tanta envergadura. Este libro, FINALES DE PRONES, recoge y remata cuanto sobre ello se ha experi- mentado. Lo més dificil del propésito era conseguir una claridad a> expo- sicién tal que Uegase a la comprensién inmediata incluso del profano. En este sentido, la obra de Maizelis puede presentarse como un modelo de la didéctica. Es clara, es eficaz; es poco menos que exhaustiva. Jammy L1apé Lumnera Maestro Nacional de Ajedrez va INDICE Proemio Introduccién Casillas crfticas © clave. Puntos de invasién Distancias, oposicién y casillas conjugadas Capitule primero: REY Y PEON CONTRA REY Capitulo I, REY Y DOS PEONES CONTRA REY Capitulo III: PEON CONTRA PEON 1. Peones en la misma columna 2. Peones en columnas vecinas 3. Dos peones pasados Capitulo IV: DOS PEONES CONTRA UN! 1. Peones ligados cee 2. Peones aislados : 3. Peones aislados doblados Capitulo V: DOS PEONES CONTRA DOS PEONES 1. Finales con peones pasados ace 2. Fimales sin peones pasados Capitulo VI: TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CON. TRA TRES Diese). 1, Finales con peones pasados 2. Finales sin peones pasados Capitulo VII: DESARROLLO DE LA TEORIA DE LAS CA- SILLAS CONJUGADAS en 1. Oposicién corriente (sistema rectangular) 2, Sistema del cuadrado y el triéngulo 1x < Bow Bx8s BKB B & 107 120 143 143, 160 179 180 184 3. Sistema de las ocho 4. Sistema «T» ae es Algunas observaciones y conclusiones Capitulo VIII: FINALES DE MUCHOS PEONES 1, Algunos procedimientos técnicos . . 2. Ventajas y desventajas de posicién 3. Ejemplos de la lucha de maniobra Apéndice: FINALES DE PEON QUE PASAN A SER FINALES DE DAMA rrr ———— 1, Dama contra peén . 2. Paso al finaldedama . . il 196 207 212 220 221 235 246 263 264 270 A la memoria de mi esposa Evguenia Mijailovna Zoetkova-Maizelis. 1. Mazes. INTRODUCCION La famosa expresién de Philidor «los mes son el alma del ajedrezs conserva toda su actualidad, pero ahora se da una interpre- tacién distinta —no del todo philidoriana— y mas profunda al papel de los peones en el juego. _ De ordinario, los peones constitnyen Ia base de la posicién y deter- minan, en gran’ medida, sus peculiares caracteristicas. Tiene extracr- dinaria importancia el papel de los peones en la fase final del juego, cuyo objetivo fundamental es la conversién del pedn en Dama. La mayorfa de los finales son de peones, y hasta en los de figura es preciso calcular las posibilidades de nn final puramente de peones. Tras la aparente sencillez de los finales de pedn, suele ocultarse una gran profundidad. Sin embargo, su cardcter original, a veces incom- prensible, se explica por las leyes generales por que se rigen y a cuya comprensién se va acercande poco a poco la teoria ajedrecistiea. El desarrollo de la teorfa de finales de peén es un proceso largo y complejo, de particularidades diffciles o tal vez impostbles de precisa. Fue extremadamente largo el perfodo de acumulacién inicial de mate- tiales y su comprobacién analftica. El libro de J. Berger, que podemos considerar como la primera experiencia de sistematizacién cientifica del ajedrez, significé un cierto resumen de esta labor. Mas tarde, se publi- caron los trabajos de Rabinovich, Euwe, Fine y Cheron, pero cada uno de estos autores estaba mis o menos influido por sus antecesores. En las obras enumeradas no se habia intentado signiera esbozar ni desarrollar los problemas generales de la teorfa de finales de pedn. Para Berger, lo fundamental era el concepto de «oposicién» y la aplicacién practica de este métodox. Rabinovich, ademAs de esto, aplicaba el método de «casillas conjugadas». No obstante, seria vano buscar en las obras de ambos autores una fundamentacidn tedrica de los métodos indicados. Esta falta de fundamentacién tedrica y de base tinica de exposicién constituye un defecto de las obras indicadas que, aparte de eso, son sit- mamente valiosas Hoy dia, la teorfa dispone de métodos que le permiten hacer una sintesis mas amplia y sentar reglas que facilitan, en cierto modo, el desarrollo practico de muchos finales de peon, El objetivo de este estudio es dar a conocer estos métodos a los lectores. Es el prime: intento que se hace de exponer el tema sobre 1a base de una teorfa tinica 1 de finales de pe6n, en la medida que pueda considerarse establecida actualmente. La teorfa de finales de peén se formé sobre la base de la experiencia prctica de los maestros de ajedrez y del estudio analitico de numerosos ejemplos. Fue también muy considerable la aportacién de los teéricos, a los que se deben art{sticos andlisis, tanto de algunos aspectos de esta fase del juego, como de ciertas leyes gencrales. En este trabajo se dan Jos nombres de los autores de las posiciones (0 de su solucién). Han contribuido activamente al desarrollo de esta teorfa general: F, Durand, que en 1860 y 1874 publicé unos ensayos sobre casillas criticas; Dedrle, que profindizé considerablemente esta teorfa en 1921 y 1925, y Grigériev, que fue el primero en estudiar Ia teorfa de las casillas conjugadas (1922). Pero el mérito de Grigériev no radica sola- mente en eso: destacado investigador y fino artista, contribuyé sin- gularmente al estudio de los finales de peén y de sus leyes. El tema principal de todos los finales de peén es su transformacién en Dama. Como ¢ logico, sélo ofrecen interés las posiciones donde este objetivo se consigue superando las dificultades, cuando resulta impo- sible a causa de una defensa acertada, o bien en algunos otros casos, debido a las peculiaridades de 1a posicién. Los finales de peén pueden subdividirse en dos grupos: «dinamicos» y ebloqneados». En el primer grupo, juegan un papel importante los peones méviles, secundados habitualmente por el rey. En el segundo grupo, los peones permanecen inméviles: bien por bloquearse mutua- mente, bien por no poder moverse bajo la amenza de captura evidente. Como ‘es légica, en finales de este iiltimo tipo maniobran tan s6lo los reyes, tratando de ocupar ciertas posiciones decisivas y ventajosas. En la practica se conocen posiciones de tipo eintermedio» ; su inclu- sion en uno de tos dos grupos fundamentales depende del grado de movilidad que atin poseen los peones. Sin embargo, en todas las circunstancias, os decir, en finales de cual- qquier, tipo, los reyes desempefian un papel importante y con frecuencia lecisivo, atacando (también contraatacando) y defendiendo los puntos débiles, es decir, criticos, de Ia posicién. Estos puntos, cuya ocupacién determina el resultado de la partida o, por lo menos, 1a realizacin de un importante objetivo intermedio, suele Hamarse puntos clave. Un factor decisivo del juego stele ser el grado de proximidad o Iejania de los reyes de los puntos criticos .o clave, debido a lo cual nace el concepto de edistancia critica». Las posibilidades de transformar el peén, los puntos claves de la posicién, las distancias que median entre los reyes y ess puntos determinan, en lo fundamental, el contenido estratégico de casi todos ios finales de peén. En los ejemplos concretos expuestos a continuacién explicamos los principios arriba indicados. CASILLAS CRITICAS O CLAVE. PUNTOS DE INVASION Para comprender mejor los principios fundamentales de Ia teorfa general de finales de ajedrez, examinemos algunos ejemplos elemen- tales. En el ejemplo 1 Jas blancas consigiten triunfar en el caso de que consigan coronar al peén. Moviendo tas blancas, resulta posible: 1 PIAD, RAD; 2. RIC y 3. PSAD. Si el sey blanco ocupase Ia casi 6D, después de 1. PIAD, R2CD, obtendriamos el mismo resultado con 2. RID, Sin cmbargo, si la Salida fuese de las negras, jugando 1... RICD (6 1... RUD estando el rey blanco en 6D) ; 2, PTAD+, RIAD, Jas megras hacen tablas. ¢ Como se explica esto? ‘En el primer caso, las blancas consiguien ocupar con su rey la casilla 7CD (6 7D), asegurando asf Ja coronacién del peén ; en cambio, movien- do Jas negras esto resulta imposible. Estaremos eu lo cierto al afirmar que la ocupacién por el rey de la casifla 7CD 6 7D decide la pastida. Estas casillas se Jaman scriticas, _ya que su ocupacién por el. rey blanco pone a las negras en situacion ‘critica, Més justo seria calificarlas de posiciones «claver, ya que st osesidn asegura el objetivo que se persigue, 8 decir, Ta ‘coronacién jel_peon. shies imbiese tocado jugar a las negras la partida seria nula, ya que el rey negro no habia permitido la ocupacién de Jas casillas clave} la posicién del rey negro frente al blanco se llama, en térmitios ajedrecis- ticos, eoposiciém ‘Asi pues, la «oposiciéns es un procedimiento tactico, un medio de lucha por las posiciones clave (pero, como veremas més tarde, no es, ni mucho menos, el imico). En la posicién vemos que la couversién del peén en dama se reduce ala lucha por la posesién de casillas patticularmente importantes y decisivas. ‘Veamos ahora la posicién 2, Un simple andlisis nos hace ver que las blancas ganan independientemente de la salida; es decir, que en este caso la eoposicién» no juega un papel decisivo. Lo mismo resulta si el rey blanca esté en 6CD o en 6D. Ahora bien, en el 2 las casillas 6CD, 6AD y 6D son también «claves, pues st posesién asegura la posibilidad de ocupar la 7CD y la 7D, ¥ coronar, por lo tanto, el peén. Resultado de ello es que el PSAD, que se encuentra en la otra mitad del tablero, obtiene un sistema de casillas clave indicados en el ejemplo 3, Tan, pronto como el rey blanco ocupe uno de estos 6 puntos, queda asegurada la conversién del peén en dama, independientemente de la posicién del rey negro y de a quién le toque jugar (a excepcién, claro est, de que las negras puedan capturar al peén en la primera movida). La tinica razén de. que las casillas 3CD, 3AD y 3D sean criticas para las negras se debe a que su rey est4 limitado en sus movimientos por su proximidad a la banda del tablero. Eu el 2, donde el peén ha pasado ya de la mitad del tablero, las uegras pierden después de 1. RECD, RICD; 2. P6AD, RIAD; P7AD, las negras pierden por Zugzwang, ya que no tienen casillas para retroceder. En el 4, donde el no ha pasado de la mitad del tablero, el cuadro es totalmente into; después de 1. RSCD, R2CD; 2. PSAD, R2AD; 3. P6AD, las negras juegan 3... RIAD y'hacen tablas. Asi pues, si el rey bianco domina las casillas 5CD, SAD, 5D, la posicién no eS peligrosa para las megras, Son criticas ‘para éllas\ las casillas 3CD, 3AD y 3D, situadas fila por medio del peén en la misma vertical, y en las dos vecinas. La ocupacién de tno de esos campos clave pot el rey blanco asegura a coronacién del peén. Si en el cuadro 4 les toca jugar a las negras, se ven obligadas a ceder inmediatamente al rey bianco uno de los puntos de invasion a la fila siguiente, es decir, la casilla 3CD 6 3D (movimiento envolvente), después de lo cual toda resistencia es vana. Si salen las blancas, no pueden ocupar ninguna casilla clave, ya que el rey negro toma la opasicién y no deja paso al rey blanc: Examinaremos con mas detalle estos finales en el capitulo I. Por ahora nos limitaremos a formular los resultados obtenidos : a) El peén pasado tiene su sistema de escaques critics o de clave. b) Cuando el rey de la parte atacante ocupa una casilla clave queda asegurado el objetivo de dicho final: 1a coronacién del peon. ¢) En esta clase de finales se Incha fundamentalmente por 1a posesién de casillas clave. ‘Examinemos el cuadro 5. En la posicién 5, el plan de las blancas consiste en capturar pri- meramente el peén 4D y, seguidamente, coronar su peén 5D. Una vez 4 capturado el peén 4D (objetivo inmediato de las blancas), se intenta realizar la otra parte del plan. s evidente que si el rey blanco consigue ocupar alguna de las casillas ER, SAR 6 SCR, el pedn negro 4D esth irremisiblemente perdido. Por lo tanto, este peén también tiene sus puntos criticos. La realizacién del primer objetivo (captura del peén) no significa que la otra parte del plan se consiga, Las negras pueden impedir que las blancas coronen su peén.. Por ejemplo, en la posicién 5 las negras, al jugar, pierden la oposicién y no tienen mis remedio que dejar que el rey blanco, ocupe la una casilla clave. En respuesta a . R3R; las Blancas jnegan 2, RSCR (esta maniobra se llama movimiento envolvente, que es tna consecuencia de la pérdida de oposicién. Mas adelante veremos que donde no hay amenaza de rodeo no es obligatorio ocupar la oposicién ; yéase 6). Sigue luego 2.. RAR; 3. RSAR, RID; 4. ROAR, R3AD; 5; ROR, R2A (Las negras entregan el pebn 4D,’ pero no dejan que el rey blanco pase a las casillas clave del peén pasado 4D) ; 6, Rx PSD, R2D y tablas La verdad es que el sistema de casillas clave del peén 5D es mucho mas complejo. Forma un rectangulo 5TD, 7TD, 7CR y 5CR. Lo veremos. claramente en el cuadro Sa, Las casillas ‘marcadas con una cruz en los cuadios 5 y 5a, sefialan el Ifinite de la ezona critica» del peén 4D, la «primera linea>, por decitlo asi, de la defensa de las negras. Como es natural, el peligro maximo: para el peén negro 4D emana del rey blanco situado 5R 6 6R (que son las casillas clave fundamen- tales), pero, como hemos visto ya en el cuadro 3, la ocupacién de la casilla 5CR’ (invasién de Ja zona critica), asegura el dominio de las casillas SR y 6R. El peén blanco 4D en el cuadro 5 también tiene su zona critica simé- tricamente situada, limitada en su parte superior por las casillas 4R, 4AR, 4CR, 4TD, 4CD y 4AD, Por eso, fa situaciém del rey blanco en cualquier punto de la zona critica del peén negro AD no significa Ja captura de esta pieza, ya que el rey negro puede, a su vez, inva Ia zona critica del peén blanco 4D. Vemos, pues, que la distancia hay entre los reyes y fas correspondientes zonas criticas, es decir, casillas clave fundamentales, tiene mucha importancia. Conviene recordar gue en la lucha por tres puntos clave, situados en fila o en columna, el rey consigue triunfar solamente si consigue tomar Ja oposicién. Este es su ainico medio de lucha. Pero si sélo hay dos casillas clave, como ocurre en cl cuadro 6, la defensa por medio de la oposicién deja de ser obligatoria, ya que las blancas no pueden realizar st. movimiento envolvente. Los diagramas 7, 8 y 9 muestran la posicién de los puntos clave en otra clase de finales de pedn. Si en estas posiciones les toca salir a las negras, las blancas se apoderan de las casillas clave y ganan. Con- viene seBalar que, aunque en los diagramas 8 y 9 s6lo hay dos casillas clave, la opgsicign es imprescindible, ya que las negras pueden con- trolar también el peén 3AR, es decir, de hecho, tres casiflas. Mas adelante hablaremos de las particularidades del juego en si- tuaciones semejantes. Por ahora nos limitamos a sefialar io siguiente : hal), Cada disposicion de los peones tiene su propio sistema de caf clave. b) La ocupacién de esas casillas asegura la realizacién del objetivo fundamental (o intermedio) que se, persigue en dicho final. c). La lucha se reduce a la lucha de los reyes por la posesién de e803 puntos clave. En los capftulos siguientes (principalmente en el 7.°), veremos que los campos clave pueden estar en distintas filas o columnas y separados unos de otros. DISTANCIAS, OPOSICION Y CASILLAS CONJUGADAS En los ejemplos arriba examinados las negras estaban condenadas q una defensa pasiva y Inchaban s6lo por conseguir tablas, para lo Cual su maximo esfuerzo consistla en no dejar pasar el rey ‘contrario a las casillas clave. Pero las negras disponen con frecuencia de posibi- lidades de contrataque, es decir, que a su vez pueden atacar a los peones blancos. En estos casos Se hace preciso calcular la distancia que media entre los reyes y los peones o los escaques clave, asi como Ta que hay entre los peones y Ia fila de coronacién. Examinemos los siguientes ejemplos : a 1 a4 a En la posicién 10 las blancas necesitan 7 jugadas para capturar al peén 3TR'y coronar el peén STR. La dinica defensa de las negras es ae be a 6 contraatacar el pen 47D, pero nccesitan 8 jugadas para convertir sw pen en dama; por lo tanto, pierden Tas negras, aunque les toque mover, no ganan si signen atacando al peén 41'D, ‘pero pueden hacer tablas’ si se oponen a la coronacion del pedn STR, impidiendo que el rey blanco ocupe_la_casilla clave 7CR. Por ejemplo: 1... R4AD; 2. R5AR R4D!; 3. R6CR, R3R; 4. Rx P3TR, R3AR; 5. RITR, R2AR; 6. P6TR, RIAR; 7. R6CR, RICR. El rey bianco puede ir Racia el peén TD, pero de todas formas son tablas, ya que el rey negro, una vez capturado el peén 6TR, tiene tiempo de impedir que el rey’ blanco domine 1a casilla clave 7CD, ocupando la 1AD. (En el 151 explicamos el modo de calcular répidamente estas posi- ciones.) En el 11 las negras, en respuesta a la 1.R4R o R4D, juegan 1... R3R 6 1... R3D, ocupando Ja oposicién y defendiendo las tres casillas de Ja fila quinta que atacaba el rey blanco. En el caso de que 1. R4AR, RR, el rey negro sdlo defiende dos casillas (SR_y 5AR); la tercera casilla, SCR, estA defendida por el peén negro 3TR. Después de la 2.R4R, las blancas pasan a la oposicién, pero el cAlculo de las distan- ciag demuestra que después de 2... R3AR, lo mejor para las blancas es jugar 3. R4AR y hacer tablas. ‘AI hacer el cdlculo de las distancias no hay que perder de vista algunas peculiaridades egeomeétricas del tableros. ,_ En el diagrama 12 las casillas 1R y 'D_ se hallan en distancia diagonal. El rey puede alcanzar 1a casilla STD en 4 jugadas. Resulta evidente que el camino en diagonal es el mds breve de todos las posibles. Las casillas 1R y 8R estdn situadas en linea recta, en la vertical del R. El rey blanco, avanzando por ella, alcanza la casilla 8R en 7 jugadas. Es evidente que el rey podfa haber segnida otro camino. El lector quedaré seguramente sorprendido al saber que, ademas de ese camino, hay otros 392 (!) que le permiten alcanzar 1a casilla 8R en las mismas 7 jugadas. El rey puede avanzar hacia esa casilla por los caminos mas fantasticos y zigzagueantes, con tal que se encuentren en el marco del paralelégtamo dibujado en el diagrama 12 (representa 7 las distancias diagonales mas breves) y de que el rey pase cada vez de una horizontal a la siguiente. De esta forma, el movimiento del rey en linea recta (vertical u hori- zontal) puede sustituirse, cn caso de necesidad, por un movimiento en zigzag. (Una ilustracién prictica de este importante principio la tenemos en el diagrama 58.) Pasemes a estudiar tas diversas formas de oposicién; de paso, expondremos algunas ideas importantes para el enfoque teédrico ge- neral de este problema. El esquema 13 nos presenta el cuadro completo de tollas clases de oposicién posibles. Decimos que hay oposicién cuando los reyes estén colocados frente a frente, en linea recta o diagonal con un ni- mero impar de casillas (1, 3, 8) entre ellos. La situacién de cualquier rey negro en cl 13 respecto al rey blanco situado en ICD es de oposi- én; cuando entre los dos reyes solo media una casilla, decimos opo- sicién inmediata, vertical, horizontai o diagonal, pero’si son 3 6 5 casillas las que hay entre ambos, hablamos de oposicién distante Tomar la oposicién es ventajoso, ya que coloca al adversario en tuacién de zugzwang y asegura la ‘invasion del rey propio gracias al movimiento envolvente. Por ejemplo, si tomamos la posicién RICD- R6CD, Jas negras, al jugar, se ven obligadas a ceder al rey blanco Ja casilla 21D 6 2CD, después de lo cual no pueden impedirle que avance como quiera. En el ejemplo 15 se representa el mecanismo de este avance. Estudiando la situacién de los reyes en un tablero sin peones, vemos que solamente la oposicién vertical u horizontal es la verdadera y efectiva; la oposicién diagonal es tan s6lo una posicién virtual, que permite pasar a la oposicién real (por ejemplo, si examinamos la osicién RICD-R6D, entonces a la jugada 6A 6 7D, responden las Blancas con 1A 6 2¢); la oposicion diagonal es incapas de impedir el avance de tn rey contrario activo. En la posicién RIC-RGD, los reyes estan situados en diagonal en los Augulos del cuadrado 1C-3C-3D-1D, constituido por un ntimero impar de casillas (3x3=9) ; las cuatro casillas angulares de este cua- 8 drado son del mismo color. Estas mismas particularidades caracterizan las oposiciones distantes y virtuales, es decir, cuadrados con reyes situados en ICD-4AR (5x5=25) y iCD-2TR (7x7=49). En ciertas posiciones el saber utilizar estos indicios caracteristicos tiene gran importancia prictica (véase ejemplo 185). Si tomamos, por ejemplo, tipos de oposiciones distantes, como RICD-R4CD 0 RICD-R2CD, veremos que, en cierta medida, también son virtuales, pues dan paso a la opbsicién inmediata. Las maniobras istancia no constituyen un objetivo por sf solas. Teniendo la opo- sicién distante, el rey blanco la puede convertir siempre en inmediata y ilevar a cabo Iuego Ja invasién (véase ejemplo 15). Lo caracteristico de 1a oposicién consiste en. que conserva toda su fuerza si la distancia entre los reyes disminuye 0 aumenta en un né- mero par de casillas («ley de dos casillas»). La distancia entre los reyes se determina con las cifras 1, 3, 5; cuando los dos reyes se aproximan ganando una casilla cada uno, la oposicion sigue en pie. Esto que, al parecer, no supone ninguna no- vedad, se convierte en un principio importante, que se aplica en la iréctica durante 1as complejas maniobras.en las posiciones bloqueadas {capitulo 7). Estudiando la posicién de los reyes en el esquema 14, vemos que solamente la ‘ién de arriba, R6CD-RIAR, posee los caracteres de una oposicidn real. Los cuatro éngulos del’ rectingulo tienen el mismo color, es impar el ntimeto de casillas (3x5=15). Lo tinico que falla_es que’ los reyes no estan el uno frente al otro. Es la Namada oposicién virtual, a la que Hamaremos «conjigacién rectangulars (*). Sin embargo, sigue conservando toda su importancia la sitacion de Jos reyes; en el caso que analizamos, a las negras no les conviene salir, ya que después de R2R (R2AR, R2CR), las blancas ocupan una oposicién efectiva jugando R7TD (R7CD, R7AD) ; en respuesta a RIR, las blancas, con R6AD, se posesionan de la oposicién inme- diata diagonal. V la jugada 1... RIC; 2. R6A, RIT; 3. R6D significa un aplazamiento qtie en sf no’ cambia la situacién. En el esquema 13 se ha sefialado con puntos las posibles situaciones det rey negro que le colocan en ; las negras carecen de un campo andlogo y se ven obligadas a buscar su equivalencia en una de Jas casillas de Ia zona «principal». Las blancas juegan ahora 3. R4A, amenazando la casilla 5A 6 5D, pero el rey negro ya no tiene segundo escalén que le permita pasar a 2A 6 1A, la equivalente de Ja casilla 4A es la 2C 6 2D, pero son inacce- sibles a las negras que pierden la conjugacion y, por culpa de ello, la irtida. Putas! pues, la parte pasiva pierde cuando séio ung casille suya es 1a conjugada de dos colindantes del adversario (Grigériev, 1922). Repetimos brevemente 1a solucién: 1. RSD, RIA; 2. R4D, RIC; 3. 3... RIA (pierde la conjugacién) ; 4. R5D (las blancas toman la conjugacién en la zona principal), R2A; 5. R5A, y ganan. Se habfa obtenido la posicién inicial, pero con la salida de las negras. Para ganar tiempo (dejar la salida ai adversario), las blancas han utilizado el tridngulo formado por las casillas 5D, 4D y 4A. La razdn de este pro- cedimiento, practicamente importante, reside en la necesidad de una mayor libertad de maniobra del rey activo que conduce al adversario ala pérdida de la conjugacion, Hemos visto que el juego en el 17 no se atenia a las reglas de la oposicién. Algunas casillas conjugadas (1, 2) respondian a los requeri- mientos de Ia «oposicién verticaly ; otras, ia 4D y la 1C, a los de eopo- sicién rectangulars, y las casillas 1A se encontrahan a larga dis- tancia de caballo. La jugada 3 de lis negras, RIA (en respuesta a 3, R44}, con la cual habian tomado la oposicion distante, significd el desmoronamiento de la defensa, Resulta evidente que el concepto de 13 casillas conjugadas es mas amplio y supone un método mas general de juego que el concepto de oposicién; cabe decir que éste viene a set st parte integrante. 2 li, “ih a 4 Ae © Bu i i, BS a wal eee a. 27 En el 18 la y coposicién» (es decir, con- jugacién en linea recta) no hay diferencia de principio. Es muy curio- jo el hecho de haberse encontrado en un manuscrito del siglo XV un parecer por primera vez, robarlo se vio que las letras indica- ban casillas que estaban en oposicin inmediata y distante (de tres escaques). EI método de Ia oposicion es un cierto sistema cideal de juego en el tablero vacio; el de conjugacién, en cambio, es de juego en condi- ciones reales. Por ello, las leyes de 1a oposiciéa conservan su fuerza cuando Ios peones que hay en el tablero no influyen en las maniobras de los reyes (véase 15) y, por el contrario, se modifican o alteran cuando la estructura de peones se hace sentir de alguna manera. Sa bemos, por ejemplo, que tas leyes de la oposicién no rigen, habita mente, en las columnas donde hay vallas o casillas inaccesibles (15). Sin embargo, siguen actuando, en clerta medida, en posiciones donde. por una u otra razén, conviene que medie entre los reyes un mimero impar de filas, que no de casillas (377). Mas adelante nos encontrare- mos con esta accién refleja de tas leyes de la oposicién, en particular cuando estudiemos la maniobra distante en posiciones bloqueadas. En todo caso, podemos consignar que en posiciones de conjugacién sigue ri- giendo, en una u otra forma, Ia «ley de las dos casillas», que puede enunciarse del siguiente modo: Ia conjugacién se conserva cuando se modifica en un numero par de casillas Ia distancia entre los reyes 0, mis exactamente, su distancia de los escaques de zugzwang, situados junto a los puntos de invasién. Este problema se estudia’ con més detalle en el capitulo 7. Para resumir, diremos que el método de conjugacién es parte inte- grante de una #eorla més amplia (que, tal vee, deba ser considerada como teorfa tinica para toda clase de finales) de lucha por los puntos clave de una posicién, La teorfa de los puntos clave no es més que un ‘an paso en la creacién de una teorfa general de finales de peon ; no llega a la categoria de teorfa general, pues no establece con exactitud en qué condiciones y limites tigen sus tesis y métodos ; tampoco ha podido precisar ni formular definitivamente la esfera y los métodos de su aplicacién prictica, Es cierto que en el capitulo 7, que se titula «Desarrollo de la teorfa de las casillas conjugadas», el lector vera lo mucho que se ha hecho en el terreno del desarrollo del método de equivalencia, esa arma fundamental de la teorfa de puntos clave, pero, al mismo tiempo, se dar4 cuenta de los muchos problemas todavia pendientes de solucién y del camino en que debe orientarse su estudio. Por las causas arriba expuestas, la teorfa de los puntos clave y el método de conjugacién se aplican’con ciertas limitaciones en los. ca- pitulos que siguen. Sin embargo, el lector encontrar en el capitulo VII explicaciones complementarias para ejemplos mas complicados. En los capitulos siguientes la exposicién se hace, donde ¢s posible y racional, a base de los principios teéricos arriba explicados. Y si no Se consigue abarcar del todo la infinita diversidad de los finales de 16 se debe a que muchas clases de finales cuentan con sus leyes propias, no establecidas ni estudiadas todavia. En estos casos no queda otro recurso que atenerse al modo analitico de solucién. Bl autor se planteaba como objetivo hacer un resumen general de tode Jo conseguido por la teoria en este terreno, a base de un estudio deta- Wado de la literatura especializada, de numerosas revistas, publica- caciones, etcétera, que permiten, pese a todos los fallos inevitables en esta suerte de empresas, ver claramente no sélo lo ya conseguido, sino también las «manchas blancas» que atin quedan. La plenitud de exposicién (alrededor de 850 ejemplos, de ellos mis de 400 en diagramas, fruto, naturalmente, de una concienzuda seleccién de un ntimero mucho mAs clevado de posiciones) puede satisfacer todos los requerimientos del investigador. E} autor ha procurado presetitar el desarrollo de la teoria de finales de ajedrez en su perspectiva bistérica y recoger en este sentido todo cuanto pudiere ser de alguna utilidad. Para completar la seccién dedicada a finales, hemos incluido un Apéndice titulado «Finales de peones que pasan a’ser finales de daman. CaPiTuLo PRIMERO REY Y PEON CONTRA REY Con estas piezas se pueden dar mas de 80.000 posiciones diferentes {exceptuando las simétricas en Jos flancos de la ma y del rey). Sin embargo, en cada una de ellas podemos determinar al instante el resultado final, es decir, si se a 0 se hacen tablas. Para ello nos fijaremos en dos cosas: '1) en ef «cuadrado» del peén, y 2) en sus ca- sillas clave o crfticas, Se sobreentiende que con un peén de mAs s6lo se gana en el caso de convertirlo en Dama. Cuando el pedn se halla alejado, como vemos en el 20, lo decisive es «a distancia», Saliendo las Dlancas, el peén llega a la octava casilla sin impedimento, Pero si les toca jugar a las negras, el rey tiene tiempo de capturarlo. Para enjuiciar previamente la situacion se recurre a la eregla del cuadra- do», es decir, se calcula si el rey psdes en caso de salir primero, legar al ccuadrado» del peda (en dicho caso 3T-8T-3A-8A). Mas sencillo es trazar mentalmente una Ifnea, la diagonal del cuadra- do. Por él nimero de casillas 1a diagonal es igual a mm lado del cuadrado. No se debe olvidar que el ccua- Arado» del peén ZT (por su opcion a salida doble) es igual al cuadra- do del 37. El peén 21 y 37 Wegan 18 @ la octava casilla en las mismas cinco jugadas. La existencia de otros peones en el tablero pnede impedir, como es natural, la entrada del Rey en €1 ecuadrado» del pedn, pasado. 20a, — R. Bianchetti, 1925. Blancas: RIAR, PTD, PaD; negras: R6AR, PSR, P2AR. Ga- nan blancas. 1, PSD!, PxP; 2. PAT y ganan, Sino estuviese el peén negro en 2A, ademas de PSD, se ga- naria jugando 1. PaT, R5R; 2. PST, R4D; 3. R2R (no se debe perder, tiempo, jagando POT ?); j... R3A; 4. R3R, etc. Mb. — A. Troitzki, 1913. Blancas: RICR, P2TD, P2CD, P5AD, PSD, PSAR. ‘Negras: RSTR, P5CD, P2AD, P2D, P2CR, PICR, P2TR. Ganan blancas. 1, P6AR, PxP {se ha interceptado la diagonal 4T-8D; las blancas deben salvar todavia la amenaza R4T-3C); 2. RxPIC, RSC; 3. PAT, PxP; 4. PxP, R4A; 5. PAT, "RAR; 6. PeD!, PxP;'7. P6A!, PxP; 8. PST y ganan. Los nfims. 71, 72a y siguientes, la lucha por 75 y otros ilustran el «cuadrados. Examinemos el caso de cuando el peén precisa del apoyo de su rey para avanzar. Son ejemplos sencillos, pero asi suelen ‘acabar muchos ‘finales complicados. Esta posiciones, desde el punto de vista de la posibilidad o impo- sibilidad de ocupar Ja casilla cla- ve, son estudiadas en otro Ingar (1) Para ganar el pedn debe avan- zar hacia a fila 7 sin dar jaque. Estas situaciones peculiares se deben a que el pen se encuentra en la columna de la torre o del caballo. En el 25 el rey negro debe retro- ceder forzosamente a 1A (después de I, RSC, RIC?; 2. REC no salva; 2... RIT en vista de 3. R7A). En el 26 se hacen tablas jugando 1, .R2C. Si juegen las blancas, 1 REA se puede responder 1... RIA y 1... RIT. a Wa. Va. Wa ao 8 YU 7 a oeee Después de 1, RSD pierden inme- diatamente las negras: 1... RIA, 1 2. REA; no les salva la manio- ra 1... R2D; 2. R5A, RID; 3. R6D!, RIA; 4. REA, etc. Si el peén no estuviese en la fila 6, sino en ta quinta 0 ms lejos aiin de la octava banda, destacaria todavia mas la desventajosa situa- cién del rey propio junto al peén 0 detris de a 19 A pesar de la oposicién las blan- cas no pueden ganar. Si en el 27 desplazasemos toda la posicién ha- cia una fila inferior, serian tablas independientemente de quién ju- gase primero (la partida seria igual a la representada en el dia- grama 28 v 28a). Ordinariamente se debe procu- rar que el rey propio esté colocado delante del pebn, para asegurar su posibilidad de avance. Como he- mos explicado ya en el Prélogo, el objetivo de este tipo de finales tadica en dominar las casillas clave © criticas del pedn. Estando el peén en 2C, sus ca- sillas clave resultan las 4T, 4C y 4A, Si las blancas consiguen octl- par con su rey alguna de esas ca- sillas (y éste debe ser su objetivo inmediato), ganarén independien- temente de Ia salida y de la opo- sicion. En el 29 las blancas, en caso de salir, consiguen su objetivo en 20 tres jugadas, Si salen las negras, on tres jugadas colocan su rey en 4C (6 47, 4A, tomando la oposi cién frente al rey blanco), no permitiendo que las blancas ‘ocu- pen alguna de las casillas critic: (Hemos dado unas variantes sen- cillas después del 32.) A cada movimiento del peén, los campos criticos se desplazan jun- tamente con él: para el peén 3C, las casillas criticas gon la ST, 6C y 5A; y para el peén 4C, la’ 6T, 6c _y 6A. ee ‘Citando el peén Mega a la quinta fila, al rey negro le queda poco sitio para maniobrar y el niimero de casillas erfticas pasa a ser de seis (esquema 30). Si el rey pro- pio ocupa nna de ellas, Ia victoria est& asegurada, sea cual fuere la oposicién. 31, 1... RIR; 2. P6A. Si salen las blancas 1. R6A, RIR; 2. RIC. 2 32. 1... RIT; 2, POC; 1... RIC; 2. R6C; el juego se complica un poco (debido a la proximidad del PC a la banda); si les toca salir a las blancas: 1. R7A! (de ningdn modo P6C+?, RIT); 1... RIT; 2, ROC!, RIC} 3. RET!, RIT; (0 4. RIT); 4. POC, ete. Estos ejemplos muestran que la posibilidad de dominar las casillas criticas nto es mas que un elemento del objetivo que se persigue; se debe jugar teniendo en cuenta to- das las particularidades técticas (proximidad del extremo del ta- blero, posibilidades de tablas, et- tétera). Volvamos al 29; 1.R2A, R2A R3A, R2C; 3. RAC, R3C (Ias «as han ocupado fa casilla clave; las negras, tomando 1a oposicion, impiden la ocupacin de casillas clave sucesivas); 4. P3C {ahora son clave las casillas ST, 5C y SA; las negras se ven obligadas a ce: det una de ellas, ya que la oposi- cién ha pasado a jas blanca). 4 RST; §. RSA, RAT (si 5... R2C, entonces : 6. RSC!, etc); 6. RGA. Las blancas han asegurado el avance del peén hasta ja quinta fila, después de haber ocupade ia casilla critica, El final viene 2 ser idéntico al 32, Asi pues, el pen debe avan- zarse inicamente después de ha- ber quedado asegurado el dominio de nuevas casillas clave. 33. 1, R3A!, Re? (*); 2. RADI, etc. Cualquier otra maniobra de Jas. blancas habrfa conducido a tablas. (Los ptntos en el diagra- ma indican las posiciones de’es- ra del rey negro saliendo las sfancas.) 34. Si les toca jugar a las blan- cas, no ganan en ninguna de las 8 posiciones del rey negro sefiala- das en el diagrama, ya que las blancas no pueden’ dominar la () EL signow significa jugada de espera. casilla clase; en las restantes po- siciones del rey negro. ganan. Sa- liendo las negras, consiguen ta- blas s6lo si juegan 1... RBA! (2. R2A, R3C!). La casilla clave 5C es la mas distante de las negras; por eso i. R2A, R2R; 2. RIC, RID; 3. RAC, R3A; 4. R4S y ganan (no se debe jugar 1. R2D? por 1... R2R; 2. R3D, R2D!; N.° 34). Con el peén en 4C también se gana avan- zando el rey blanco en diagonal. 38a. Blancas: R6TR, PAAD. Ne- gras: RSTR. Tablas. La «regia det cuadrado» se entrelaza en este caso con la irrealizable aspisacién de las blancas a ocupar el escaque clave 5D. Las tablas son evi- dentes. 35b. Blancas: R4D, P4R. Ne- gras: RIAR. Ganan biancas: 1. RSD! Con un peén de torre el juego se reduce a la lucha por la tinica casilla clave, que es cl punto de invasién, segiin se muestra en .el esquema 36. 2 Se puede ganar sélo en el caso de que el rey negro esté alejado de las casillas IT, 1C y 1A, como se ve en las posiciones 37-42, En el 37, incluso estando el rey negro en 3R, las blancas tienen’ tiempo de coronar el peén. Conviene subrayar en seme- jantes posiciones Ia lucha que se entabla por el dominio de la ca- silla BA. En el diagrama 42 vemos que, 78 saliendo las negras, al rey le da tiempo de ocupar la casilla 1A, haciendo tablas. En algunos casos raros, para evitar tablas, el peén se convierte en torre; por ejemplo, en las a ciones, AR, ey ee R6AD, P7A) ROTD, ROA Cartruo 11 REY Y DOS PEONES CONTRA REY Esta superioridad suele asegurar una victoria facil. Pero Ia situa- cign cambia si se pierden ambos peones 0 uno de ellos y e} otro carece fe del debido apoyo por de su rey. La siones de las posibilidades de le; tida nula depende en oca- ra la situacién de rey ahogado (con peones de torre o peones doblados y en posicién muy avanzada). “ Los peones ligados ganan si uno puede defender al otro, y siempre jue tengan el apoyo de su rey. UB. he RIT, 2 ROD, R2G; 3. PST=D4!, RxD; 4.’ RGA, y 5. PIC. Los peones doblados no tienen de por si defensa frente al atague frontal del rey enemigo. A veces tienen menos fuerza que un “peén s6lo; basta comparar el 44 con el 23, el 46 con el 21 y 22 y el 47 con e1'26. En ocasiones, un pedn de més supone una traba (45); ad- quiere importancia cuando 'per- mite ceder la jugada al adversario (48) o cuando imposibilita a éste Ta ocupacién de algunas casillas (48a). En el 45 las blancas, para ganar, necesitan tener la salida (1. P8C= D+), y en el 46 la salida debe ser del_adversario. En el 47 las negras juegan en las casillas 2C y 1C; a R6A respon- den 1A (o RIT). En el 48 es facil ganar, ya que al tomar las negras la oposicion (R6A-RIA), sigue PSC (46). ‘Asi pues, pudiendo clegir las jugadas no se deben avanzar los’ peones doblados uno tras otro. Como 1a posibilidad de ga- nar est& basada en el zugewang, 23 es preciso dejar un peén detras para tener tiempo de reserva, y también para evitar tablas (véa- se 120). En el 47, con un tercer pedu en 4C se ganarfa después de 6C-7C, ro estas posiciones no tienen immportancia prdctica Tus peottes doblados tienen ana capacidad catacteristica de deten- sa en caso de un ataque lateral. 48a. Grigdriev, 1935 (ejemplo didictico). Blancas: RIAD, P2CR, PSCR; Negras: R4R. Se gana jw gando: 1. P4C! (jugada tnica) 1... R3R; 2, RAD, R2A; 3. R3R, R2C; 4."R4R!, RIC; 8. RAA y ganan (véase N.° 186 a y b). Son més variados los casos de peones aislados. 49. 1... R2C; 2. RED, RIA; 3. PST 6 3. RGA. Tablas. ‘La tenta- tiva 2. Ria, RxP; 3. POT es initil (jpedu de torte!) ; pero si esta posicién se desplaza’a la de- recha, se gana jugando de esta forma (27) 30. 1... Rx P6A; 2. REC 6 1... RIA; 2. R6C. Si ‘son mano las 24 blancas, Ia partida es nula (1 R8T, RIA). Los peones aislados, lo mismo que los ligados, suelen defenderse indirectamente los unos a los otros (ya que el rey, al capturar el peon rozagado, sale’ del «cuadrado» del otro), pero, al revés de los liga- dos, ‘pueden, en algunos casos, avanzar hacia Ta octava fila sin ef apoyo del rey. Sl. Después de 1... RAT; 2 P3A 6 1... R4A; 2. PST, el “rey negro no puede ‘atacar de inme- diato al peén avanzado, ya que su casilla clave de la misima fila est defendida por et otro pedn. Esta circunstancia da tiempo a que se acerque el rey blanco, y esto decide fa partida. 52. 1... R&T; 2. PSD (no con- duce a “nada 2. R2C, RxP; 3. R3A, RAC); 2... RIC y 3... R4A. Tablas, A diferencia del ejemplo anterior, el rey negro ataca répi- damente al peon 5D, cuyo esca- wie etitico (GA) ya’no esta de- fendido por el otto peén. De la solucién se deduce et por- qué la fuerza defensiva de los peo- nes en el ejemplo 52 es inferior al del 51. La distancia de dos casi- Mas entre los peones es Ia menos ‘ventajosa. Una clara explicacién de lo di- cho Ia encontramos en el siguiente e) jlo: 52a. Blancas: R2CR, SEB" pio: Negras: Rac, PSAR, PSTR. Las negras ganan, salga. = ies no podfan avanzar por si Zolos hacia fa octava fila. Muy dis- finta serfa la sitnacién si su ecua- arado comin» liegase a la banda del tablero o pasase de ella. Los peones situados en la mis- ma fila tienen un cuadrado comin, we cambia de situacién a medi- eae st avance (de abt su nombre de cuadrado «erranter), Cuando este cuadrado Mega al extremo del tablero (53) es sefial de que Jos peones pueden avanzar sin apoyo del rey. Situemos, por ejemplo, el rey negro en 2CD en el 53. Las blancas, después de 1. P6D, R3AD; 2. POTD, ganan; lo mismo pasa’saliendo fas ne} después de 1... R3TD; 2. POD, RaCD; 3, POTD+ 6 3. PID, ete. La regla del «cuadrado errante> tiene sus excepciones; por ejem- plo, cuando el rey adversario cap- tura inmediatamente uno de los peones, o la representada en el 34 (ain para las blancas es la posicién del rey negro en 3CD). Por otra parte, hay veces en que los peones pucden avanzar independientemente, aun antes de que su ecuadrado comin» Megue al horde del tablero; por ejemplo en ja posicién P3CD, P3AR de las blancas. Rey negro en 4R se puede jugar: 1. PAC, RSD; 2. P4A. Asf, pues, si la posicién Io e3 ge, los peones deben mantenerse én’ la misma fila, adelantando el rezagado a fin de poder avanzar uno cuando sea atacado el otro. Se debe avanzar primero el peén que esté mas alejado del rey adversa- rio (véase 206). 25 Cariruzo II PEON CONTRA PEON La igualdad material hace suponer que los finales de peén contra peén deben producir partidas nulas; en efecto, asi ocurre en muchos casos. Pero de hecho no es la igualdad material lo decisivo, sino la ventaja posicional de una de las partes. Las formas de esa superioridad son muy diversas. Suele manifestarse en un peén mas adelantado, en una posicién mejor del rey, y en otros factores, imposibles de incluir en una férmula general; para explicarlo mejor daremos ejemplos con- cretos. A sar del ntimero limitado, minimo, por decirlo asi, de piezas (ya ‘himos visto que en los finales con un peén solo, capitulo 1, no hay ningdn misterio), en los finales de ped contra pedn se encierra una asombrosa variedad de ideas y numerosos rasgos peculiares. Estas ideas, que constituyen la base de finales més complejos y nutridos, merecen ser estudiadas con la maxima atencién. ‘Al analizar los finales ser& conveniente dividirlos en tres grandes grupos: 1) Peones en la misma columna; 2) Peones en columnas ve- Cinas, y 3) Los dos peones pasados. 1, PEONES EN LA MISMA COLUMNA Con peones inméviles, bloquea- dos, el juego, como es natural, se reduce a las maniobras de los’ re- yes con el fin de capturar el peén del adversario y coronar luego su propio peén. Después de 1. RSC, es decir, una vez dominada una de las ca- sillas clave (véase el Prdlogo), el destino del peén 4D esta decidido, por ejemplo: I... R2R; 2. R5A, R3D; 3. ROA, R2D; 4, RSR, R3A; 5. ROR. Las negras no tienen mas remedio que seguir maniobrando asi para impedir que una vez cap- turgdo el pedn 4D, el rey blanco ‘ocupe alguna de las casillas clave 6 del peon do 4D (6A, 6D y GR), a saber=5... R2A; 6. Rx PAD, R2D!, tablas. De esta forma vemos que la posibilidad de ocupar uno de los escaques clave del peén bloquea- do 0, por el contrario, la posibili- dad de su defensa eficaz, puede servir de buen punto de referencia para precisar el objetivo de Ia maniobra y establecer de antema- ano si se pitede o no ganar el peén bbloqueado. $Sa. Blancas: R3CR, P4CD; Negras: RITD, P3CD; ‘las blan- cas gaan si son las primeras en r; si lo hacen las negras es Eifine: ‘Después det: PSC” las blancas se posesionan de las casi- las criticas del pedn 3C y lo cap- turan, y como el peén de las blan- cas se encuentra en la fila quinta, Ja partida se puede considerar ga nada. Si juegan las uegras, en- tonces despuce de 1... P&C! siem- Pig,podrin responder a Rx, con 20 y tablas. Pese a lo elemental de este pro- cedimiento, no se tiene en cuenta muchas veces, Sb. Blancas: RID, P2AD; Negras: R7CD y P4AD; tablas. En una partida jugada'!. R2D hizo perder a las blancas después de 1... P5A, Se hacen tablas ju- gando 1, P4a! 5c, Yates-Tartakower, Bad Homburg, 1927. Blancas:’RICD, PACD; Negras: R4D, PACD y P6CD. Después de 1. R2C, R5A; 2. R3T, P7C las blancas se salvan del mate gracias a una jngads no Prevista por las negras; 3. R2T! El limite de la zona critica para Peén GD esta constituido por las casillas 6R, 6A y 6C (véase 5). Si juegan las blancas, ganan ocu- indo el escaque critico: 1. RSC!, 2A; 2. RSA, ete. (56). Si salen Jas negras consiguen, utilizando el método de la oposi- cién cortiente, defender las casi- las de invasién; 1... RLA!, asi, r ejemplo, 2.'R5C, R2C’6 2. 5A, R2A, Se ve claramente que en este caso no se trata de la opo- sicién, sino de la defensa de las casillas de invasién, pues si tras- Jadamos el rey blanco a 4T, mo- viendo las negras son igualmente buenas las jugadas 1... RIA como 1... R2A, a7 Un, a, Y Y g aS GD ae El rey blanco se encuentra ya en la zona critica del peén 3D, mientras que el rey negro sigue sin haber penetrado en la zona critica del peén 5D. En esta posi- cién las blancas tienen ventaja porque ambos reyes se encuentran a la misma distancia de los peo- nes. Se debe jugar 1. R7R! (pero no R6R?, R4A! y ganan); en 21 cambio, si 1... R4A o R2A, sigue 2... ROR. En el 57 las blancas se valen de que su rey tiene acceso a dos ca- sillas crfticas del peén 3D (a sa- ber, 6R y 7R), mientras que el rey’ negro sélo dispone del escape 4 Se comprende que si el rey es- tuviese mds lejos de los peones, en 5CR, por ejemplo, se ganaria sélo en el caso de que jugaran las blancas; saliendo fas negras, las blancas ‘serfan mate. Si el_rey negro estuviese en 4CD (57a), las posibilidades de ambos bandos estarfan equilibra- das y todo dependerfa de la salida. 37. A. Chéron (sistema Sal- violi_y Berger), 1926. Blancas: RAAD, PAR; Negras: RIR y P3R. Ganan blancas. 1. PSR!, RZA ( R2D, R5C!); 2. RSA,’ R3C! R6A', RAC; 4. R7D!, Ra ROD y ganan. (Véase 188c.) 57c. I. Moraviets, 1952. Blan- cas: R3AR, P2D; Negras: R7TD y P4D. Ganan biancas. 1. R4A! (después de 1, P4D?, R6C, las blancas deben buscar las tablas) ; 1... RC; 2, RSR, RSA; 3. PAD y ganan. 57a. A. Mandler, 1949. Blancas: R2CR, P4AD; Negras: R&D, foe Tablas. 1. R2A! (No se debe jugar R3A ?, pues le seguiria RD, como. tampoco. 1, RIA?, P4A); 1... RID; 2. PSA, RED, RIR, 'tablas. La proximidad del extremo del tablero aporta, como regia, sus en- miendas en casos de posi ahogado. En la situaci gjemplo: Blancas Negras: RIAR, P2CR. Como es natural, no se puede hablar de ca- sillas criticas y es evidente que la partida seré aula. Con peones cn’ 1a columna de torre, la posibilidad del rey aho- gato impone, a veces, maniobras je un tipo especial. RID, PECR. 28 El peén negro 2T est indefenso y a las negras no les queda mas Temedio que responder a la juga- da inevitable Rx P2T, con R2AD (pero la aproximacién del rey negro al peon 6T por las colummnas def A y del C no mejora Ja situa- cién, como se ve claramente). Si el rey blanco elige el camino de 6R-6D-6A-7C, el rey negro deber& avanzar irremisiblemente por Ia Mnea quebrada 6A-SD-4R-3D-2A. La defensa consiste en responder a R6D con RSD, y a R6A, con RAR (jrodeo!). Pero como las blancas no tienen un itinerario impuesto, pueden acercarse al peén utilizando los més diversos medios (58). Para ganar se debe jugar: 1. R6R RGA 2. RSD!; 1a imposibilidad pa- ra las negras de jugar RSD les re- sulta funesta (*) (*) La posicién 68 estd tomada de Ja partida Snage-Auhes (1921), que acabé en tablas vilgares después de 1. ROR, RGA; 2. R6D?, RBD; 3. RCA, RAR; 4 RIC, RID; 5. RxP2T, ROA’ Maizelis fue’ el primero en dar la solucién justa y por ello se le debe considerar autor de la posicion 58. Rabinévich lo reconoce asien la pri- mera ediciin de su libro «Finales de ajedrem, 19:7. — N. de Ia RB. Este ejemplo es un testimenio Ipable de las particularidades BoE egoometria Hel tableros, de que hablabamos antes. En el’ 58, jas blancas han sustituido el mo- yimiento en horizontal del rey ha- tia el P2T por el movimiento en Iinea quebrada, jen las mismas 8 jugadas! Pero las negras, para it desde la casilla 7C a la 4R debian hacerlo sélo en diagonal, ya que les era imposible seguit otro camino con el mismo ni- mero de jugadas. La posicion que estudiamos nos da ‘ut ejemplo de maniobra del rey con doble objetivo, igual que en el conocido estudio de Reti (71). Pero el objetivo de las blan- cas es completamente distinto: eapturar el peén y, al mismo tiem- po, impedir el acercamiento del rey adversario. Este procedimien- to suele jugar un gran papel en muchos finales. La idea fundamental de la po- sicién SB fue desarrollada en tos trabajos de Grigériev y también por otros teéricos. Oftecemos a la atencién de nuestros lectores las siguientes variantes : Zakman, 1924; Grigériev, ancas: R8CR, P2TD; Ne- : R3CR, PTD. Tablas. No se lebe jugar R8A, ya que después de 1.. RSA, el Tey negro avanza por el camino mAs corto, en dia- al, hacia la casilla 7C y las lancas no se lo pueden impedir, ro después de I, R8T!, R3A2; . RIT!, al rey blanco le da tiem- po de Hegar a la casilla 2AD. 1925. $8b (tomado de un artfeulo de Grigériev, 1925). En una_partida se dio el siguiente final: Blancas: R8AD, P2TD. Negras: ROR, PSTD. Los adversarios_no supie- ron captar la idea del final y ju- garon erréneamente; 1. R7A? (en vez de R7D!); 1... R6D? (1... RSD!); 2. R6C? (debian ha- ber jugado 2. R6D 6 2.R6A; en esta situacién las blanecas no pue- den salvarse) ; 2... R6A; 3. RSC. PET; 4. RAT, RIC; 5. RAC, Rx y las blancas se rinden. Lo ¢ rrecto habria sido: 1. R7D, RSD; 2. ROR, POT; 3. RSA, RGA; 4. RAR, RIC; 5. RID, etc. Grigd- riev ‘subray6 con mayor expresi- vidad esta bella trayectoria del rey blanco en Ia siguiente posicién. Este final (diagrama 59) resu- me las ideas de las posiciones 57 y 38. La posicién inicial del problema presentado por Grigériev (1931) es la siguiente: Blancas: .R4TR, T8AD, PSCD; Ne; R8TD, POCD, P2CD y PAAD. Tablas. BS cil prever que por el on 6C las Blanche tendvdn "gue abt el Ge tor rre y quedaré un final para el cual las “blancas deben prepararse de antemano. Después de 1, P6C!, PIC; 2. TST +! (es prematuro 2, TxP4A, ya que 2... PBC=D; 3. TST+D7- Tl; 4. TxD+, RxT ¥ el rey negro, queda una jugada mas cer- ca del peén 6C que en la variante fundamental) ; 2... R8C; 3. T8AD!, eee ee TST+, R6C; 6. TSC+, R7A; 7. TxD,'RxT’y queda la posicion representada én el diagrama. En su movimiento hacia 7A 29 pierde el rey blanco, ya que las negras ocuparan la ‘casilla 3T también en 5 jugadas (57). El plan de la defensa consistiré en responder a Rx P6C, R4C. Por eso. 8 R3C!, R7A; 9. R2A, RED (6 9... RID; 10, RIA, R6D; 11. RIR, etc.); 16. RIR, RSA; "Il. RZD, RAC; 12, R3A, RxP; 14. RAC y tablas. 59a. F. Dedrle, 1936. Blancas: R4TD, P6CR; Negras: R8CR, P2CR, tablas. Se trata de la mis: ma terminacién que en el proble- ma de Grigdriev, pero en otro flanco. 39. L. Prokesr, 1947. Blancas: RSTD, P2TD; Negras: R6AD, P3TD} tablas. Los peones todavia no estén bloqueados, pero en el tablero no tarda en’ formarse la posicion, Sb, 1 RIC PAT; 2. Al, PST; 3. RSD, POT (es pre maturo 3... R7IC?; 4. R4A, Rx P 2T; R3A y tablas). 4. R4R, RIC; 5. R&D, ete. 59. I. Moraviets, 1952. Blan- cas: RGAD, P2TD; Negras: RUAR, P2TD; ganan ‘blancas. 1. RIC!" (pero no RSC?, R6R, ta- blas). I... PAT; 2. REC y ganan o... R6R; 2. RxP2T, RSD; 3. R6C y ganan. Si trasladamos el rey negro a 5CR, lo correcto es 1. RSC (pero not. R7C?, PAT; 2. P€T, R4A, tablas). S9d. Pertenece al tipo de po- siciones que analizamos el_anti- wo final de Horwitz y Kling Tisst), Blancas: ROR, PER; Net gtas: RIR, P2R; las blancas no eden ganar. 1: P4R, RIA; 2. “1D, PAR!, tablas (55b). Son ind- tiles todas las tentativas de ga- nar tiempos: 1. P3R, RID; 2, PAR, RIR; 3. PSR, RID; 4. RTA, R2D (en esta posicién habrian ganado Ias blancas, en caso de jugar el ad- versario, pero saliendo las blancas no les queda mas remedio que ha- 30 cer partida nula, teniendo en cuen- ta que 5. P6R+ ? les hace perder) : 5. RBA, R3R; 6, RBR y tablas. Si Ios peones no estén bloquea- dos, su moyilidad equivale a una reserva de tiempos no gastada, que se puede utilizar en cualquier mo- mento y dar resultado sensi- bles modificaciones de la posicién, Si, ademas, los peones se encnen- tran separados por considerable distancia, unos de. otros, la parte atacante, en st intento de captu- rar el peén adversario, deberd pro- curar no perder su propio pedn, que el rey adversario puede atacar por la retaguardia. En estas circunstancias, las ma- niobras de los reyes adquieren en algunas posiciones un cardcter su- mamente complicado y, a veces, resulta muy dificil hacer célculos previos. RSC... es evidente que no con- viene mover el pe6n 2C, ya que el rey negro, después de capturarlo, iene tiempo de dominar, las, po- siciones clave del pen 2C. (Por regla general, a la parte atacada no le conviene, en estas posicio- nes, aproximar los peones, ya que ast facilita ta doble misién lel atacante, que consiste en ga- nar el peén’ del adversario y en defender el suyo.) Sélo queda la ibilidad de rodear el peén ne- . por la retaguardia, ie R5SR 2. REA RAD 3. RIR a Las negras se encuentran aho- ra ante un dilema: o bien seguir desplazando al rey blanco, o bien avanzar el peén 2C. 3. oe R3A Si 3... PAC, entonces 4. R7D, PSC; 5. R7A, R4A; 6. RIC, PEC} 7, ReT, RSC; 8. ROC, RSA; 9. RST y tablas. 4. ROR! Seguir a rajatabla la tactica an- terior serfa funesto para las blan- cas: 4, R8D?, P4C; 5. R8A, PSC nan, ya que eh compafacion Joa la varlante anterior (nase la dada para la tercera jugada), el ‘blanco no dispone de una’ sa- Hida conveniente que le aproxime al peén (60). 4. P3C RIA RSA Pac R6C RIT 6. L 8. 9. . RIA 10. P4C! y tablas. 0a. Grigériev, 1938. La posi- cién es la misma, pero distinta la situacion de los reyes; rey blanco en 3TR y el negro en 7AR. El resultado es tablas, que se consi- guen més ripidamente. 60b. Grigériev, 1938. Rey blan- co en STR; rey negro en SAR. En esta posicién las blancas no se salvan, ya que su rey, avanzando por tna’ diagonal més alejada del » llega tarde: 1. REC, R4R; . RTA, R3D; 3. R8R, PAC; 4. RSD, PSC; 5. RBA, R3A!, ete. Las ‘blancas pierden tiempos en 1a octava fila. 0c. Leyk, 1948. Blancas: R8- AD, P4AD3 Negras: R3AD, P4AD. Las blancas pierden s6lo en este caso y siendo ellas mano, porsjemplo: RED, R&D! 6 1. REC, ICI, ete. Se hacen tablas jugando 1, R2T?, RIC; 2. RIC, ROA; 3. R4A, en vista de que 3... RSR!; 4. R5A, RAR; 5. PAC (REC, RAD); 5... R3R; 6. ROC, RAD. El rey blanco, en su aproxima- cién al pe6n 2C, debe ir creando barreras para impedir que el rey negro se acerque tanto al peén negro como al blanco. ’or eso Jo correcto seria: 1. RIC, RIC; 2. R2A, R6A; 3. R3D!, RSA} 4. R4D, R4A; 5, RSD, RSA! 6. RD, R2A'; 7. PAC! (es' inatil 7. RID, R3A_y mal 7. R7A?, R3R) ; 7... RIR; 8. RTA, PAC; 9. R6A y gana. 61a, Blancas: R3TR, P2CR; Ne- gras: R3TD, P2CR; ganan blan- cas (jugado por Moraviets en 1952 con el rey negro en 2TD). 1. RAC! (no 1. RAT, RAC; 2. REC, R4A 1; 3. PAC, R3D, y no 1. R3C?, R4C; 2. R4A, 'R3A!;3. RSA, RID, tablas) ; 1...’R4C; 2. RSA, le si- 2, PEONES EN COLUMNAS VECINAS Con peones inméviles en colum- nas vecinas, los dinicos casos que ofrecen interés son cuando una de las partes tiene evidente superio- ridad de posicién (mejor situado el rey) y Ja otra no carece de me- dios de defensa. Son relativamente mas sencitlos los finales donde los peones estan To mas cerca posible, es decir, cuando no tienen terreno para mo- verse. Sin embargo, también en estos casos existen diversas posi- bilidades de juego; a veces se de- ben a la proximidad de los peones a'la banda del tablero, y otros a la perspectiva de forzar ei des- miento de las casillas crf- En la posicién 62, después de 1. RIA, RIT! (1... P&T?, 2. PSC); 2. ROC, las negras consiguen ta” blas jugando 2... P4T! (3. RxP, R2T; 3. PSC, Sta, Berger, 1890. Blancas: RIAD, PSCD; Negras: RITD, P2TD. Ganan blancas: 1. R8A, PAT (6 37); 2, POC, PST; PIC+ y mate en tres jugadas. En la posicién 63, las negras amenazan al peén 5D, conservan- do el dominio de las casillas erf- ticas del peén 2A. Las blancas se salvan jugando 1. P6D!, imponien- 32 do un cambio yentajoso de zona critica; 1... Px P; 2, RIC y tablas. (Véase 233b.) 63a, Grigériev, 1933 (final_ del problema 253)’: Blancas P3CR, Negras: RID, P4Al negras hacen tablas. 1... 2.°PxP, RIR y tablas. 118.) 63d. fets, 1952. : RICD, PSAR; Negras: R2D, P2- CR, tablas. 1. R2A, R3D; 2. P6A!, PxP; 3. R2D, tablas. 63c. Moraviets, 1940. Blancas : R3CD, P2R; Negras: RATR, PAD. Ganan blaneas. 1. RAC,’ RAC (RSC) ; 2. RSA, RSA; 3. RAD! y ganan. No se gana si a 1. R3A?, le si- gue 1... POT! La jugada 2. PxP conduce a tablas sin duda alguna; si se jue- 2. P3C, se desplazan las ca- Sillas criticas de este peon a la fila de arriba y al rey negro le da tiempo de defender hasta la ca- silla 4T, que es la més alejada de 41, ya que las blancas se ven obli- gadas a jugar (jperdiendo tiem- pos!) R2A, RIC, R2T. No condu- ce a nada 2. PAC, ya que las blan- cas mo podrén dominar los esca- ques critices 6T, 6C y 6A. Por eso lo cofrecto seria jugar 1, RIC!, P6T!; 2, P3C!, RAR; 3. R2T, RAD; 4. Rx P, RIA; 5. RAT, RAC} 6. RAC y ganan 4a. Moraviets, 1952. Blancas: RIAR, P2CR; Negras: RIAD, P¢TR. Ganan blancas. 1. R2At {amenazando 2. R3C); 1... PST; 2 RIC!, ete. lo mismo que en ei n@mero anterior, Se trata de una interesante profundizacién de Ia posicién 64. 64b. Moraviets, 1952. Blancas: R2AD, P2CR; Negras: RSTD, PSTR. Ganan las blancas. 1. R3D, RAC (SC) ; 2. RAR, R4A; 3. RSA (no 3. R4A?, POT! y tablas) ; 3... R3D; 4. RAC! 6 3... POT; 4. Px P, RID; 5. R6A y ganan. ‘Si los peones’ no estén tan cer- ca, la posicién resulta mds inte- resante por la reserva de tiempos de que se dispone y Jas posibili- dades de sobrepasar el pedn de la parte atacante por la retaguardia. El juego suele tener el mismo cardeter que en finales andlogos con peones en la misma columna. 1. RTA Las blaneas deben evitar, ante todo, que las negras a Rx P3T, respondan con RSA. Por eso pre- cisamente no se consigue ganar con un ataque en linea recta al 3T, como, por, ejemplo: |. RID, R3C; 2. R6R, R4A; 3. RSA, RSD; 4. ROC, ROK; 5. RxP, Rsal y a Es prematuro también i. fh ee RST Si el rey juega 1T, acaba ga- nando el peén a 4C. Esta circuns- tancia determina el resto de la partida. 2. R6A RAT 3. RSA. RST 4. Rta ROT 5. R3A, RIT 6. R2A R6T Es mala jugada 6... R8T por 7 PAC 0 la 6... PAT, por la 7. R3D, eteétera. 7, Paci! a Este modesto movimiento del peor ey gf ue decide ta partida. i 7. PAC ?, entonces SC; 8, R3D, R4A ;'9. RAR, R3D; 10. RSA, PATH; 11. PxP, R2R’y el rey alcanza a tiempo la casilla salva- dora 1A. La jugada de espera 7. P3C evita el sactificio del PAT. ‘boo RIT yuivocadamente, au- tor de esta posiciin a Dedrle, quien Ya utilizé en uno de sus artfettos sin referencia de origen (1991). En. rea, Tidad la posicién RIAD, PACD, PER - RAD, PSTD se dio en una partida. Un tal doctor Kassidi indieé en 1864 el modo de ganar: 1. RIC! (Rste fi- hal fe utilizado aquel mismo aio por el famoso analista Horwitz, que ideé toda la. partida.) La variante publi cada en Ta antologla de Tattersoll se diferencia de la imicial por estar algo mis reducida, Ahora la jugada 7... RSC, etc., pierde sentido y las negras’ vuel- ven a la idea del rodeo por la re- taguardia (8. R3D, RIC). 8. PAC! y ganan, Grigériey indica que si la posi- én ficial del peén blanco estu- © viese en la tercera fila, seria imposible ganar. 65a. Gorgufev, 1936. Blan- cas: RITR, P3TD. Negras : R8AR, P3cD; tablas. Este problema co- rresponde a la afirmacién de Gri- goriev y no tiene interés propio. Leyk, 1948, Blancas : R2R, 3 Negras: R6TR, P3TD. Leyk propuso esta posicién, plan- teando la siguiente pregunta: gen qué posicién del rey ganan ‘las blancas, teniendo la salida? La respuesta es como sigue: las blancas ganan si consiguen captu- rar el pedn 3T en 4 jugadas, o bien, ocupar a la primera jugada la casilla 2A, colocando asi a las negras en situacién de zugzwang. Estando el rey en 2R gana. I. R2A!, pero serfa erréneo jugar 1. P4C (esto se ve en el 65). Si en la posicién inicial el rey blanco esta en 2A, son las blancas quie- nes estan en zugzwang y no pte- den ganar. Son muy aleccionadores los si- gitientes ejemplos de Moraviets, 1982. 65c. Blancas : R5CD, P2CR; Ne- 27D, PSTR. Ganan blan- . R6A. (pero no 1. R5A?, 2, R6D, RIA! 3. RIR, , RAR; 7. ROC, RIA); 1... RIC; 2. R7D'!, R2C} 3. ROR y gana. 65d, Blancas: R7TR, P2D. Ne- R2AR, P5AD, 'tablas; 1 65e. Blancas: R5CD, P2CR. Ne- 34 s: ROTD, PSTR. Ganan blan- as. 1. R4A, RIC; 2. RID, RBA; 1. R2R (no R3K?, RSD); 3... 4, R3A y ganan. (La mis: ma idea que en ef 60 b.) 6 1. RAD! Esta es la dnica jugada. Las blan cas interceptan el camino de ata que a su peén por la retaguardia y de paso colocan el rey en una diagonal cémoda para atacar el peén 3C. Si 1. P4A, la respuesta de las negras ser 1... RSA, ya 1, R5D?, se consiguen tablas’ju- gando 1... RSC!;"2. RAD; 2.. R6C!; 3. P4A, R7A. Un ejemplo tpico' de maniobras con duble cb- jetivo. (Véase-58.) 1... 2. RSR 3. P4A y ganan. Esta posicién fue Ppublicada en el afio 1926 por Dobiash, y aquel mismo afio Prokop Propuso un problema, cuyo final tenia una icién andloga. Blancas: R4AD, 2CD. Negras: R4AR, P3TD con la misma solucién (1. R4D!, et- cétera). 66a. Moraviets, 1952. Blancas : RICR, P2CR. Negras: R2TD, P3TR. Ganan_ blancas R2A, RSC; 2. R3R, R4A; 3. RAR, R5At 4. PAC y ganan. R3A RIA 3. DOS PEONES PASADOS Si los dos peones son pasados, ambas partes se esfuerzan en co- fonar lo antes posible su peén e impedir que lo haga el adversario. ‘A veces resulta imposible impedir ai coronamiento del peén enemi- go, pero, en compensacién, se consigue un mate forzado o se ga- na la dama con golpe doble («ja- de rechazo»). Si no hay con- Uciones para ello o si no se puede convertir el peén en dama, la par- tida, como es natural, termina en tablas. ‘Las maniobras de los reyes en los finales que estamos estudiando obedecen plenamente a las consi- @eraciones generales arriba indi- cadas. Los ejemplos que citamos a continuacién nos dan a conocer las diversas clases de maniobras que se hacen para conseguir los siguientes objetivos: mejorar la posicién del rey propio, ganar tiempos, atraer_ al rey adversario a una casilla desventajosa (para coronar el peén propio y dar jaque © capturar la dama adversaria con doble jaque), desplazar .al rey contrario 0 interceptarle el cami- no, tomar la oposicién, dominar un escaque clave o conjugado. Hay, asimismo, un grupo de movimientos complejos realizados Y ll - La g Te 0, 2 sen Qo 77 ot, Wes reyes Mamados emanio- ras con doble objetivo». En algunos casos el rey manio- bra teniendo en cuenta el final futuro, Estos finales los estudia- remos en el Apéndice. En el diagrama 67 las blancas necesitan abrir el camino que con- duce a su peén a la octava fila, se debe meditar muy bien la jugada del rey: el objetivo que se pltea exige que el rey vaya a derecha, pero la contraamena- za por parte del peén negro im- Rone una moderacién imprescin- ible. 1. RADI... Es mala Ja jugada 1. RSD por la respuesta 1. PAT, 2. PAS, PST. En el caso de 1. RAC se pierde 1 R6R? (67a), pero con 1... RSR 2. P4A, RARI; 3. RSC, R3D! 6 3. PSA, R3R! se hacen tablas. No basta tampoco 1, RSC, ya que 1... RSR; 2. P4A, RSD; 3. RAC, PAT + 63. P5A, R4D!; precisamente es- ta posicién de los reyes, pero sa- Hiendo el adversario, y con un pedn en 5A constituye en estas va- riantes la esencia de la Icha. Thee RSA 2. PAA R4A 3. RSD R3A A3... PAT, sigue 4. PSA, PST; 5, POA y lag blancas coronan su peén y dan jaque. 4. R6D R2A Si ahora 4... P4T, sigue 5. PSA, PST; 6. P6A y las’ blancas hacen dama en la diagonal 8T-IT. 5. P5A. RIR 6. RTA Pat. 7. P6A PST 8. RIC y las blancas ganan coronando eI peén y dando jaque. 67a, Grigériev, 1931. Blancas: RACD, P2AD. Negras R6R, P2TD. Ganan blancas. P4A, 35 RSD; 2. P5A, R4R !. (mejor relati- vamente; si 2... R4D, entonces 3. RSC! y a la 2... PaT+, sigue 3. RSC, PsT; 4. P6A, P6T; 5. PIA, PIT; 6. PBA=D, PST=D; 7. DE T+); oe ee ee R4D; 5. RSC, R4R o R3R; 6. ROA, PAT; 7. RIC y ganan. 67. Grigériev, 1931, Blancas: RiR, PTR. Negras: RITD, P2CR y P2TR. Ganan blancas. La idea de este final es coronar el peén y dar jaque. 1. PAT! (no 1. RTA?, PAC!; 2. RIC, ROC; 3. Rx Py RSA; 4. R6C, P5C!, este pedn dis- trae ia ‘atencién del rey blanco a fin de liberar el camino hacia la IT a su rey. 5. RSA, RAD); 1... PaT! (i... PIT; 2. PST); 2, RBAT! (si 2. R7A2, entonces 2... PAC! 3. PP, PST y tablas; en cambio, ahora, en caso de 2... PAC las blan- cas coronan pedn con jaque) ; 2. P3C; 3. R7R y ganan. 67c, Damiano, 1512, aproxima- lamente. Blancas: R5R, P4AD. Negras: R4CR, PATR. A princi- pios del siglo xvr se conocia ya esta _partida, donde se da_jaque con la dama en 8C y 8T. En los roblemas actuales este _ataque final no siempre resulta tan evi- dente. 674. Moraviets, 1952. Blancas: R4AD, PACD. Negras: RSAR, P4TR.’ Ganan’ blancas. 1. PSC, RAR; 2, PEC!, R3D; 3. RSC, PST; 4 R6T y ganan. Aunque las blancas coronan st pesn con jaque, pero después de 1. PAC, PAC; 2. PSC, PSC; 3. POC, P6C+, ‘las negras, gracias al jaque (jganancia de tiempos !), cofonan su peén antes; 4. R3A, PICD; 5. PIC, P&C=D;; Ie signe 6. P8C=D+, RBT! y fa partida acaby en tablas. La$ blancas sortean esta difi- cultad con una habil maniobra: 1. R3A! Ret ced RST Las blancas disponen ahora de suficiente amplitud para seguir jugando con cl rey. 3. PAC Pac + 4. R3D! R6T Las negras pierden tiempos, ya que a_la inevitable 4... PSC, le signe 5. R2A. 5. PSC PSC 6. PEC PEC 7. PIC PIC 8. R2A! RIT Los reyes han vuelto de nuevo a la posicion inicial, pero la situa- cién_es distinta. 9. P8C=D+, dando mate a la jugada siguiente. 68a, Grigériev, 1928. Blancas: R3D, P2AR. ‘Negras: RSTD, P3CD. Ganan blancas. 1. R4D!, PAC (6 1... RAC; 2. RSD!, R3T; 3. PAA! Roi R2A; 5. R6R! RID; . - PSC; 8 RIC y ganda; si 2. RST, entonces 3. P4A, P4C; PSC; 5. R4A, PEC; 6. RIA, ROT; 7. P6A y ganan, lo mismo que en la variante fundamental) ; 2. P4A, PSC; 3. PSA, P6C; 4. R3A, ROT; 5. P6A, PIC; 6. PIA, P8C=D; 7. P8A=D + ; entonces bien 7... RST; 8. D8T+, ganando la dama, o bien 7, R7T; 8. D8T++. 68b. Breniev, 1931. Blancas: ROR, P2TR. Negras: R7R, P2CD. Ganan blancas. 1. PAT, P4C; 2. RSD, RED (el secreto consiste en flevar al rey negro a 3D); 3. PST, ee eee 6 PET=D, PeC=D; 7. DIT +. 68¢, Mandler, 1938. Blancas: RIAD, P2AR.’ Negras: RTD, P2CD. Ganan blancas. 1. R6D!1, ROT!; 2. R5A!, RST; 3. P4a, PAC; 4. PSA, PSC; 5. R4A!, PEC} 6. R3A, ROT; 7. PeA y ganan. 684. Prokop, 1943. (Terininacién del problema). Blancas: RSD, P3D. Negras: R4AR, P2TR. Ta- blas. 1. R4D! (no R5A?, PAT; 2. PaD, PST; 3. PSD, POT; 4. POD, RBR'ty ganan). ¥ tablas, ya que es impos jaque al rey blanco. Pierden las blancas, ya que 1. RST?, P4A ; 2. PAC, PSA; 3. PSC, RA! 4. P6C, R3A; 5. ROT! POA; 6. PIC, PIA; 7. P8C=D, POA=D+; 8 RST, DET+. Se consiguen tablas mediante un juego muy sutil: 1, R3C!, R6ED (no... P44; 2. R2A); 2. R2T!, P4A; 3. PAC, RSA; 4. PSC, RxP} 5. RAC y tablas. @9a. Moraviets, 1952. Blancas: RSCD, P2CD. Negras: R4R, PAD. Tablas. 1. R&C! (pierde i. PAC?, en vista de 1... PSD; 2. R4A, RSR; 3. PSC, PSD, ete.) ; 1... RED (6 1... RSR; 2. 'R3A, "RE; 3. R2A, RIR; 4. R3A); 2. RST! y tablas, 69. Moraviets, 1952. Blancas: RSCR, P2R, Negras: R2D, P3TD, tablas. 1. R7A, R3D; 2. R6A, RAD; 3. RSA,’ PAT; '4. “PARY, R3A!; 5. PSR!, PST; 6. R6C! Tablas. Para terminar este apartado reproducimos un grupo de posi- ciones que ilustran las maniobras del rey con doble objetivo. Las combinaciones mas frecuen- tes de objetivos son las siguientes : a) _capturar el_peén contrario, dificultando al mismo tiempo el acercamiento del rey adversario, con el fin de evitar tablas o deten- der st propio peén (este procedi- aniento lo hemos visto en los ejem- plos 58, 61, 65 y 68); b)_asegurar el avance del peén propio, oponiéndose a las ma- niobras del adversario (67 y 68 a; uno de los ejemplos mas aleccio- nadores y antiguos es el reprodu- cido en fa posicién 70) ; ¢) amenazar el peén del_ad- versario, apoyando al mismo tiem- po el avance del pedn propio, o apoyar el peén propio con el tin eutralizar ef contrario (Ty 1, RSA! (70) Es Ja jugada clave de las blan- cas; el rey se adelanta lo suficten- te para poder oponerse al acerca- miento del rey negro (1. R4A? lo habria Nevado a una partida nu- la) ; en cambio, ahora, después de i... PAC, sigue estando en el cua- drado det peén y a las blancas tes da tiempo de jugar 2. P4C, por ejemplo: 2... PSC; 3. R4D, 37 RSA; 5. P6C y el peén se convierte en dama, dando jaque); 5. R3R, RSC;'6. PEC, RET; 7.PIC, PIC; 8. R2A y ganan. eee R3C 2. PAC R2A 6 2... R3A; 3. RED! 3. PSC R2R 4. R6A! Claro que no 4. P6C?, R2D! 4. RID 5. RIC PAC 6. P6C PSC 7. RIT (8T) y las blancas ga- nan, coronando su peén y dando jaque. A primera vista parece imposi- ble que las blancas consigan ta- blas y, sin embargo, las hacen, avanzando el rey por la diagonal con el doble fin de neutralizar el pedn en torre de rey y apoyar el suyo. 1, RIC PST En caso de 1... R3C, las blancas juegan 2. 6: ; 3._R5R {amenazando R4A); 3... P6T; 4. ROD, PIT; 5. PT y tablas, R2C; 6. RID Ta 2. RA P6T Si ahora jnegan 2... R8C. si- gne: 3 R5R! y tablas como antes. 3. RGR (7R!) Tablas. La original solucién de Reti produjo en su tiempo una gran impresién e impuls6 a la basque- da de posiciones andlogas, enri- queciendo considerablemente 1a teoria de los finales. Mas tarde, Reti volvié a este tema y propuso nuevas posiciones, sumamente va- Tiosas. Son también interesant los trabajos de otros autores (Vv se los diagramas), que en su con- junto nos sirven de palmaria ilus- tracién de las inagotables posibi- Haades del juego de ajedres. Tia, 1. POA!!, PAT; 2. RIC!, R3C (6 2... PST; 3. R5A!, POT. “ ROD, 2 tablas) ; 3. R4A!, PST; 4 (amenaza RAR); 4... forts RED, tablas. Si 1...’ R3C, entonces 2. RAC, PAT (2... Ru P} 3 BAA, Pats 4. RAD). 3. R4A, eer; RSD. Tablas. asi las tablas parecen ain ms inverosimiles. Después de 1, ROC son posibles tres continua- 3 2.RxP, PAT; 33. R6A, PSA; Ve, a aie, -- PAT; 2. Rx P2C, PST; 3. y tablas; c) 1... P4A; 2. RxP, PSA; 3. R6A, P6A (63... ges: 4. RSR); 4. R6R- (7R), ta- as. Tle. 1. PAT, ROC; 2. PST, REA (62... R5A; 3. P6T, R6D; 4. P7T, PIA; 5. P8T=D y 6. DOT+); 3. RIC (no 3. P6T ?, RID, ni tampoco 3. R3C?, R5D!; 4. POT, R6R y tablas) ; 3... RSD 5. RIA, y ganan. 714, J. ROC, POT; 2. RBA, POTS 3. RGR, tablas, o R3C; 3. RSR/, POT (3. RxB; a “RAD) 5 4. R6D, tablas. Tie. RTA, (amenazando con pa- sar al cuadrado del peén con la fogada 2. ROR; cs mala jugada PAA 32. RTA, RSAI); Pak (pero no 2. R6R, PST; 3. PAA, POT; 34. Per, ROR; a que 2... 4. PSA, PTT; 7 P6A, PeT=Dj P8T=D; 6. P7A, DAR J. ‘RBA, RAT 6 RAC y ganan) 5's, Pat =D; 6. P7A, tal pit 1, RSC {amenazando com 2. P4T; 2. R6A! y o bien Abit 3 RICy bien 2). RIA: 3. RSD y tablas. He aqui unas posiciones mas. 71g. Feiter, 1939. Blancas: R8- TD, P4AR; ‘Negras: R4CD, P3- ‘TD. Tablas. 1. RIC, PAT; 2. RTA, las. ! PST; 3, PSA); 3. RID, R4D; 4. RIR, RSR; 5. ROR! RXxPs 6. RSD, y tablas. (Véase 2.) 71h, Moraviets, 1952. Blancas: RSTD, PACD. Negras: R4D, P2D. Tablas. Se juega lo mismo que en el Tig). 1. RIC, RSA; 2. RTA, P4D; 3. RGA, y tablas, 7M. Moraviets, 1952. Blancas: R3TR, PSR. Negras: RIAD, P2TD: Tablas. 1. RAC, PAT; 2. RSA, PST (existla la amenaza de 3. RAR); 3, R6C!! Tablas. 71]. Moraviets, 1952. Blancas: net R3TR, bz. Negras: _RSTD, P2CD. Tablas. | 4C, PAC; 2. P4D, PSC; 3. PSD!, RAC; 4. P6D!, RSA; 5. RSA, POC (... RxP; 6, RAR}; 6. ROR, y tablas. El interés de este ejemplo con- siste en que su autor Jo ha anali- zaddo con el rey en diversas post ciones, Las blancas no pueden ganar, esté donde esté su rey. Bierden en el caso de que su rey ccupe una de las signientes seis casillas: 8T, 8C, 8A, 3CR, ITR, 8TR. En todos ‘los demfs casos la partida es nula. Por ejemplo, con el blanco en 2TR: 1. P4C, RSA; 2. PSC! RxP; 3. RBC, ¥ tablas. Con el rey en 8D se hacen ta- blas moviende el rey con doble objetivo: 1. PAC, RSA; 2. RIKI, PAC; 3. RGA!, R'xP (3... PSC; 4. PSC); 4. RSR'y tablas, lo mismo que en el Tig. Esta idea fue Nevada a la pric- tica por Las y después se ha vuelto a repetir en reiteradas oca- siones. 72a, Lasker-Tarrasch. San Pe- tersburgo, 1914. Blancas: RICR, P2CD, P3CD, P2TR. Negras R4AR, PATD, PACD, P4AD. Des- és de t. PAT!, RSC; 2. ROC!, xP; 3. RSA, Se han’ cambiado tas tornas y ahora son las segias esfuerzin por hacer farshall. Carlsbad, 1929. Blancas: R4D, D3D, P2AR. RITD, PSTD, PACD. A uivocada’ 1, R4A?, Pot; 2. 'DxD+, RxD; 3. RAG, le sigue 3... R7C!; 4. RxP- BT, R6A, y tabias. 7%. Grigoriev, 1930. Blancas: R8AD, P4TD, PACR. Negras: R4D, P3AR, P4CR. Ganan blan- cas, 1. PST!, R3A; 2. R8C!, RAC; 3. RIC!, Rx PST; 4. R6A, P4A; 72a. Gorguiev, 1931. Blancas: RETD, P2TD, PSAD. Negras: RIAD, P2TR. Tablas. 1. P6A!, P3T!;'2. P3T!, R2A (las negras no han consegtido ganar tiempos y Ja segunda jugada conduce a tablas, 2... PAT; 3. PAT, PST; 4. PST, POT; 5. POT, P7T; 6. PIT, P8T=D, Tablas); 3. PAT, Rx P- 6A; 4. PST, R4C; 5. RIC, Rx PST; 6. R6A y tablas. (Véase 75.) Log ejemplos postetiores son, en realidad, repeticiones. Ze. Prokesh, 1937. Blancas: R8CD, P2TD. Negras: R2D, P2- TR, tablas. 1. P4T, R3A; 2. PST, RAC; 3. RIC. Signe como Grigé- riev'y Gorgufev. 72f. Prokesh, 1947. “Blancas: R8D, PSTD. Ne- gras: R3D, P2TR.’ Tablas. 1. RBA, R3A; 2. R&C, y sigue el tmismo juego 72h. Korolkov, 1950. Blancas: RICD, PSTD, PSD, PSR. Negras: R4AD, P6D,'P2TR. Ta- blas. Después de 1. P6R, RID; 2. PTR, RxP; 3. RTA, PID; 4. P6D+, R3K; 5. PID, P8&D=D; 6 P8D=D, 'DxD+; 7. RxD, R3D y se obtiene la posicién re- preseatada en 72f Lo nuevo de esta partida es su introduccién. 4a CaritvLo IV DOS PEONES CONTRA UNO La practica ha demostrado que la existencia de un peén de mis tiene tanta mayor imtportancia cuantos mas peones hay en el tablero. Por eso, dos peones contra uno supone una superioridad material minima. De ordinario, esta superioridad resulta, sin embargo, suficiente para_ga- nar, atinque hay muchas excepeiones. A la parte fuerte le conviene que sus peones estén lo més alejados del peén contrario y que el rey se encuentre delante. Por lo tanto, hay que evitar el acercamiento prematuro de los peones y, sobre todo, su bloqueo. Los ejemplos que vamos a examinar estén subdivididos en tres grupos fundamentales: 1) peones ligados; 2) peones aislados, y 3) es doblados. El problema teérico a resolver consiste en delimitar en cada uno de esos grupos los casos en que la posibilidad de tablas est& condiciona- da por Ia propia posicién y aquellos en que se logra (o se evita) utili- zando métodos determinados de juego. 1, PEONES LIGADOS Si todos los peones son pasados, el tinico problema que se plantea es si podré el rey de la mas so normal del juego, como ciertas excepeiones debidas, fundamen- talmente, a la proximidad del ex- fuerte detener ef pen pasado del adversario en su camino hacia la casilla de promocién. En caso afir- mativo, el juego se reduce al sen- ilo final ‘de trey y dos peones ligados contra rey». Si es imposi- ble detener el pedn, la superiori- dad material, como es légico, pier- de su importancia’ y gana la partida quien primero corona el Los ejemplos que damos a con- tinuacién ilustran tanto el proce- 42 tremo del tablero. En el 73 el rey negro se enfren- ta con un problema superior a sus fuerzas: impedir el avance de los peones blancos y defender su pro- pio pedn. Si Salen las negras, jierden en seguida: 1... RAR; 2 iC, R3A; 3. PST. Por cousi- guiente, las biancas, teniendo la salida, deberdn limitarse a cedér- sela al adversario, lo que se con- sigue por el procedimiento del triangulo. Por ejemplo: 1, R2A, RBC; 2, R2R!, R4A; 3. RIR y ganan. En el 74, después de 1... PTR, las blancas tienen tiempo de rea- lizar la maniobra 2. +, RIT) 3. RIA, P8R=D; 4. PIC+' y m: te en dos Jugadas. Si la salida fuese de las blancas, cabe otra maniobra: 1. PIC,. PIR. 2. R6C, PER=D; 3. PIT+'+. En el 75 tenemos un ejemplo de cuando la parte mas fuerte se ve Sbligada a'Iuchar para evitar el mate, 1. PAC + RxP No se consigue nada renuncian- do al sacrificio: 1... R4C, 2, RIC! (pero no 2, PAT + ?, en’ vista de 2... RxPT; 3. REC, RxP; 4. R6A, R5A;'5. ROR, 'RSR y nan); 2... P4A; 3. PAT 4+! y ‘si 3... Rx PT, entonces 4. R6A, PSA; 5. PSC, v si 3... Rx PC, entonces 4. ROC, Rx P; 5. RSA. 2. REC PAA Si_no se inega asf, seguirfa 3. ROA. 3. PAT! y tablas (72). 75a, Jachek. Blancas: R8TR, P2CR, "P4TR. Negras: R4TR, PSR. Tablas. 1. RIC, PAR; 2. PACH, Ry PC. 3. REC 62. RxPT; 3. REA. 75b. 1... Prokesh, 1948, Blancas: RB8AR, P4D, P3R. Negras: R5R, P2CD. Tablas, t. R7R’ (amenaza de 2. R6R); 1... RAD; 2. RID}, x oe ee Las posiciones que examinamos (es decir, con varios peones pa- sados) conducen frecuentemente a finales de dama. Si la parte mas fuerte, de dos peones ligados, tiene uno’ solo pa- sado, son posibles dos clases de estructtras de peones: 1) inmévil, cuando el peén de Ja parte débil se encuentra blo- quead 2) mévil, cuando todos los peo- nes pueden moverse, En el primer grupo de finales {con dos peones bloqueados), 1a parte mds fnerte posee un peén pasado y defendido, que limita la movilidad del rey adversario, por Jo cual a la ventaja material se une la superioridad de posicién. Sin embargo, hasta en este caso son posibles las partidas nulas, sobre todo si fos peones se hallan en_los flancos. Examinemos ahora la siguiente distribucién de peones: e] peén 43 pasado y defendido se halla pro- ximo al centro, y el peén inmévil que le apoya esta més cerca del extremo del tablero. En estas posi- ciones, el rey de la parte més fuerte apoya directamente al peon pasado, cosa que, por regla, ase- gura una répida victoria.’ Hay Excepciones en casos de peones muy ayanzados en los flancos 0, por ¢l contrario, en peones que no ‘an sido movidos todavia. ‘Estudiatemos primero las posi- ciones de flanco, que son las mas frecuentes y, por lo tanto, mas importantes para la prictica, sin olvidar que las peculiaridades que se originan por la proximidad de Jos peones al extremo del tablero, desaparecen cuanto mas cerca estén de las columnas centrales. En el 76 las blancas ganan, ocu- pando con su rey, en determina das condiciones, ‘la casilla 5A. Las negras pueden oponerse s6lo temporalmente. R4A; 2. R3D, R&D; 3. R3R, RAR; 4. R3A, RAD. Como es natural, cl rey debe permanecer en el ‘cuadrado del pen. SC. 5. RIA, R3D5 8. RAR, 3R; 7. RAD, R3D; 8. R4A, R2A; 9. RSD! No conviene jugar de golpe 9. RSA por 8. RIC; 10. POC? RST y tablas, Las blancas deben 44 ecupar el escaque SA, estando el rey negro en 2C, Se’ comprende ye ex ina posicién andloga, pero lesplazada a la derecha, el rey ahogado es imposible, y tampoco son necesarias estas maniobras. 9... R&C (6 9... R2D; 10. PEC, RIA; I. R6A); 10. R6D, R2C; 1, RSA, R24; 12. PéC+, R2C; 13. R5C'y ganan. Por el final de esta solucion se deduce que con esta posicién si- tuada en la fila superior (77) es imposible ganar, ya que las ‘lti- mas jugadas conducen a tablas. En el 76, las maniobras de los reyes pneden resultar algo mas complicadas. 76a. Grigériev, 1930 (la termi- nacién del problema véase en 138) Blancas: ROR, P5SCR, PATR. Ne- gras: R3CR, P4TR, Ganan blan- cas. 1, R6D! (no se consigue nada con 1. R5R, R2A!); 1... R2A; 2. RID, RIA (o 2... RIC; 3. RIR. R3C; 4. ROR); 3. ROR, R2C; 4. R5A'y ganan. El tey ahogado explicado en las observaciones a la 9 jugada en el ejemplo 76, se consigue con ma- Yor rapidez en algunas posiciones. 76b (ideado por Troitzki), 1930, Blancas: R3AD, PaTD. Negras RSR, P2TD, P3CD. Tablas. 1. PsT!, PAC; 2. POT!, RAD; 3. RAC, 'R3A; 4. RST, R4A y tablas. Si’ desplazamos la posicién 77 a la columna de la derecha, vere- mos que las blancas ganan fécil- mente, sacrificando en el momen- to oportuno su peén lo e in- vadiendo la zona erithea del negro. Por ejemplo: 1. RSD, RIA; 2, RED (6 2. ROR, R2A; 3. R7R, RIA; 4, PIA); 2... RID; 3. FIA+, RIA; 4. ROR, RxP; 5. RIR, ete. Si desplazamos esta posicion a la segunita columna de fa derecha, se hace posible otra solucién mas : las blancas colocan su rey en STD, y_en respuesta a R2C, continéan PTD, Teniendo un pedn pasado - defendido en Ia fila 6, éste sacri- ico es un procedimiento tipico mprescindible. las posiciones de flanco del ipo 76 las tablas son evidentes, y 2 mismo ocurre en la posicion ntada en el 78. Pero si la esplazamos a la columna de la ferecha, ya no serén tablas, pues a blanco consigue efectuar el odeo por la inquierda, Lo mismo ocurre si colocamos as abajo la posicién 79; saliendo as negras, las blancas no pueden janar, pues tan pronto como se parte sti rey, las negras consi- jen capturar el peén blanco y oronar el suyo. ‘Lo mismo ocurre si desplaza- nos la posicién 79 a la columna fe Ja derecha. Sin embargo, si la colocamos en a segunda columna de la dere- ha, las blaneas tienen Ja pers- ectiva de rodear por la izquierda ganar Ja partida; ejemplo: oe ROR, 2 RID, yal 2. BOD, mtonces 3. R2R, y si uegan 3. RIA, etc, Pero también en este caso hay xcepciones. Grigriev enriquecio @ teorfa de estos finales con un o ReA, detaile interesante que subraya la importancia que tiene, ademas de la estructura de peones, la situa- cién de los reyes. Con el rey negro en 5D, las blancas, en este ejemplo, habrian nado, como hemos dicho ya. ero como el rey negro esti en 5A, las cosas cambian. Dos factores determin: sibilidades de Ia defen: gras deben evitar que el rey blan- co pase a 2R (con amenaza de pasar a 3R) y que rodee el esca- que 2T (amenazando R3C); cosa que evitan jugando Ri Pueden impedir la jugada R2R, tomando la oposicién: 1... R6R, pero esta jugada resulta un craso error, ya que 2. RID, RSD (en caso de 2... R6A; 3. RAI, las negras no Iegan a tiempo a 8C); 3. y ganan. Ya que 1... ROR? no sirve, y es. imprescindible impedir R2R, no queda mas remedio que 1... R6A, ¥ esta jugada es efectivamente sai- 2.2, RID, sigue 2... R6l 3 4. RIC, R4A; ro si 2. RIA, enton- ROR; 3. R2C (8. RIR, . RID y tablas. La jugada 1..; ROR? en el 80 es un ejemplo de oposicién «per- judicials, Sin embargo, con otra estructura de peones puede resul- tar acertado tomar la oposicién en vez de jugar con el rey ea distan- cia de caballo», Es preciso, natu- ralmente, obrar siempre de acuer- do con lo que la situacién exi en dependencia de ella clegir los medios técnicos de defensa: Ja oposicién o la distancia de ca- ballo. La posicién del ejemplo 80 tie- ne dos puntos de invasién (dos casillas eriticas para las negras) : 2R y 3C, El camino més corto en- tre ‘ellas es: 1D, 1A, 1C, 2T. A este camino, formado_ por casillas negras, le corresponde otro, «el corto», de las negras, tam- bign constitnido por 4 casillas ; 45 6R, 5D, 4A y SC. Las casillas de Jos «camminos mas cortos» guardan entre si estricta equivalencia: 1D-6R; 1A-5D, ete. Por eso deci- amos que es mala jugada 1... R6R, porque permite a las blancas con- seguir la eequivalencias con 2. RID; en cambio, es buena 1... R6A!, ya que después de 2. RID, ROR, Ia «equivalenciay queda en poder de las negras. (Véase 332.) Ofrece interés la posicién 81. La estructura de peones es la misma, pero estén situados en la fila in- tnediata_superior. En «Finales», de Rabindvich (1938) esta posicién se enjuiciaba como tablas, en vista de la si- uiente variante: I. R2D, RSR; . R2R, RSA; 3. R2A, RSR; 4. RSC, ROD; 5. PSD, Rx P; 6. PED, R7C;, 7. P7D, P6A; 8. P8SD=D, P7A y tablas, pues las negras tie- nen pedn de alfil y el rey blanco -esté lejos. Euwe, en 1940, sefialé que para ganar era preciso jugar 1. RIA, ya que con esta fa las blancas seguian a la misma distancia de las casillas 2D y 37, y, en cam- dio, las negras se vefan obligadas a apartarse de una de las casillas conjugadas, la 5R 0 la 4C (la mis- ma idea que en el 80), ejem- plo: 1... RSR (si no 2. RAD y 3. 46 R3R) ; 2. RAC, ete, Chérom (1952) reiterd la afirmacién de Euwe, y otros autores insistieron en que 1, RIA era la Gnica jugada que permitia ganar. Pero en realidad gana cualquier jugada del rey blanco. La mas sencilla de todas es: 1. RIA!, pero también son buenas! 1. RID 1, R2D. Por ejemplo: 1. RID (en ei 80 las blancas no tenian esa posibilidad de maniobra por la retaguardia) ; 1... RSR; 2. R2D o bien 2... R4D; 3. R3R,’o bien 2... RSA; 3. R2A; 6 1. R2D, R5R; 2. RID, R4D; '3. R2R, RSR;’ 4. R2D, etc. (la misma’ utilizacion del triéngulo que en el 73). Lo exptesto en los ejemplos desde el 76 hasta el 81 demuestra ue cuanto mas lejos del extremo det tablero se encuentren los peo- nes, menos posibilidades tiene de hacer tablas la parte mas débil; con peones situados en el centro (en las columnas de la D y del R), estas posibilidades désapa- recen. Si ei pedn pasado y defendido esté mas cerca del extremo y el inmévil mas cerca del centro, el rey de la parte fuerte no presta St apoyo directo al pebu pasado y las maniobras de los reyes tie- hen un catdcter completamente distinto. [os bg rasgos maniobras del rey negro Jimitadas por el pen pa- ado 47. no tiene otro recurso que ermanecer en su cuadrado y de- tmder, ademas, las casillas ‘clave el peén propio 4C. Las casillas Ay 5R, 5R y IR forman el limi- Pde la zona Critica de las negras, | borde delantero de su linea de ejemplos 82 y 83 muestran fundamentates de estas 2. ‘En los antiguos manuales de se aconsejaba, en estos 908, «tomar la oposicién_y con- ervarla en cada jugaday. Pero en 2 posicién que analizamos, esta egla falla. Salicndo las blancas 1, RSC), tomar a oposicién es far sin pensar en ella. lo J RAR, ocupando el es- sare ole aque clave. Mas clara atin es la ituacién; si salen las negras: R3A} (jtoma de oposicion!) jierden, mientras que con 1... BD! (jrenuncia de oposicién!) acen tablas. Es un ejemplo elo- uente de lo perjudicial que es el mpleo mecénico de la oposicién ino se ahonda en la esencia de x posicién. ‘Bn el ejemplo 82, las negras de- en limitarse a defender ias casi- las de invasién y, siendo mano, meden hacer frente a esta mo- esta tarea. Grigétiev sefialé, en 1922, que aientras el rey blanco mani n la la segunda fila, al rey ne- zo le basta con recorrer Tas easi- 3D y 3R, pero tan pronto co- ao el rey blanco salj ila, el rey n¢ elegir obli- ‘atoriamente la casilla conjugada. «RGR 6 R3C, las negras deben ontestar R4R!, y a R3D, R3A RST, la dinica respuesta es RAD! ‘or esta raz6n, las negras procu- arin ocupar lo antes posible la asilla 3D 6 3R, sin pensar ert la pero es mucho mas ala tercera Posicién, Ahora se comprende por qué sa- liendo las negras es preciso jugar 1... R3D! El rey blanco ya esté a umto de pasar a la fila tercera; jicho con otras palabras, el juego se traslada al «borde delantero» y Jas respuestas de las negras deben méxima precision, por . RIC, RAR!; 3. R3A, 4. R4A, RSD!; 5. RSA, (claro que no 5... R6A?? ete. El hecho de que conjugadas estén en el borde delantero. de la defensa coincide plenamente en este caso con el concepto de la oposicién, constituyendo asi el caracter pe- culiar de esta posicién. En el caso de la errénea jugada de las negras 1... R3A, las blancas continéan de forma que las ne- no puedan tomar la oposicin inmediafa: 2. R3C! (no 2. R3A?, RAD) ; 2... R4A (si 2... R3D, en R4A!, RAD; 4. RSA con ma en la zona critica; en cambio, ahora a 3. R4A?, le signe 3 3. R4C!, (valiéndose de que Ja casilla 4A es inaccesible a las negras) ; 3... R3A; 4. R4A! (amenazando con 5. R4R); 4. R4D/ 5. RSA y ganan. Las blan- cas han tomado la oposicién en una de las filas principales (en este caso son tres: la 5, la 6 y la 7)_(véase 15). Damos a continuacién cuatro ejemplos de Dedrle, 1925, con la misma distribucién de ' peones, pero con reyes en distinta posi- cién, que nos muestra la _posibili- dado imposibilidad de tomar la oposicién en la fila principal. 82a. Blancas: R2CR. Negras: RSR. Tablas, independientemente de la salida.' (1... R5D!; 2, R2A, RSR!, etc.) 82b. Blancas: R3CR. Negras: RAR. Ganan blancas en el caso de que salgan las negras. 82c, Blancas: R4CR. Negras: R3R. Ganan “blancas, independiente mente de la salida (jcasilla criti- ca 4R!). 82d. Blancas: R6CR. Ne- 41 gras: R3AD. Ganan blancas, in- dependientemente de la salida. 1. RSC!, R4A; 2. RAC! La oposi- cidn inmediata (R6C-R3R) daria tablas, y la distante (R6C-R3A) hhace perder a las negras por la existencia del escaque 4 El dltimo ejemplo muestra que sien el #2, después de 1... RID; 2. R3T; R4D!, las blancas avan- zan su ‘rey por la columna de Ja ‘TR, las negtas deberan mantener el suyo en Ja columna de la D conservando siempre la posibili dad de tomar la oposicién inme- diata, por ejemplo: 4. R&T, RSD !; 4C, RSR!; 6. RST, R4D1; 7. ROT, R3D!; 8. ROC, R3RI, ete. Si cl peén pasado y defendido Wega a Ja fila quinta, es decir, deja atris la mitad del tablero, una de las casillas clave del peén adversario (en dicho caso 5R) queda fuera del cuadrado en habiendo peones bloqueados el tablero. Esta estructura mé- il, en Ja cual todos los peones ueden moverse, posee ciertas sculiaridades que fueron estu- iadas en los trabajos de Grig6- ev. En el 86, saliendo las blancas \ victoria se consigue sencilla- tente con 1. R2D, Inego 2. R&D, ic. Pero si la salida es de las , pueden hacer tablas ju- tudo agi: 1. R6A!; 2. RID lo MC), PéD; 3. PxP, RxPD! 3 RPC) estando el rey blanco ac). Fracasa el intento de romper imediatamente la fila de peones ya lancos jugando 1... P6D?, we 2. P4Ay ganan. Pero sid lazamos esta posicién a la fila ¢ arriba, veremos que el peéu de Gl ya no posee la salida doble las negras pueden empezar en ez de 1... RSA, con I... PSD. A 12. Px®, sigue 2... RSA! y las lancas se encuentran en “zug- wang; si 3. R2D, entonces 3. txPD; y si 3, R2C, entonces _RxPC y tablas. Si en esta’ situacién (R2A, PAC PAD de las blancas y el rey ne- fo en 5A) saliesen las negras, se wontrarfan con el zugzwang y ererfan ta partida después de = RxPD (6 1... RPC; 2. R3D!); 2. RIC}, RAD; 3. RAT, etcétera. 86a. Grigériev, 1933, Blancas: RSAR, P2D. Negras: RIAR, P2R, P3AR. Tablas. De las observa nes hechas al 86 se deduce que después de 1. R6R!, RIR, las blancas deben avanzar su pedn de dama de forma que su jugada P6D coincidan con el rey ne- gro en ID 6 (A (pero no en IR). Por eso 2. P3D!, RID; 3. PAD, RIR; 4. PSD, RID; 5. POD, Px P; AaB a! Estos célewlos para el avance de un peén o de varios peones son tipicos de ciertos finales; para facilitarlos conviene guiarse por el siguiente principio: Estando en 1R, el rey negro ocuparé las ca- sillas 1D 6 1A coincidiendo con el niimere impar de jugadas ; por lo tanto, el pebn blanco, en su avan- ce hacia la casilla 6D, debera ha- cerlo en un miimero par de juga- das. Si saliesen las negras, antes de que el peén empezase su avan- ce, el rey negro ya estaria en 1D o en 1A-y volveria a ocupar esas casillas en un néimero par de ju- gadas; por eso las blancas debe- tan jugar (P2D)4D1, a fin de al- canzar el escaque 6D en un nie anero impar de jugadas. Esta indicacién tiene cardcter general, pues prevé también los casos de avance de dos peoues blancos (ntimeros 131, 132 y 133) Pero en el 86a, donde s6lo avanza un pe6n, el célculo resulta mas sencillo:’si salen las blancas y el rey negro no esté atin en la casilla precisa, hay que colocar el peén én la casilla del mismo color que en dicho momento ocupa el rey adversario. Una vez explicada la idea fun- damental de los finales anali: dos, se comprenderén facilnente las ‘maniobras de las partes en 1a posicién 87. 1. RIT! 49 Es un camino original para ga- par, pero como 1. R2C?, P5D; 2. RIA, R6A, lo mismo que 1. RIC?, R6A1; 2. RIA (2. R2T, Rx P2A); 2... PSD conduce a tablas. a R6A 61... PSD; 2. R2C. 2, RIC RSC 6 2... PSD; 3. RIA. 3. RIA R6A 3. RID PSD 5. RIA y ganan, 87a, Grigériev, 1933. Blancas: RD, PACD, P3AD. Negras: R4- CD, 'P2D. Ganan las blancas, in- cluso si salen las negras. Después de 1... RSA, resulta la misma si- tuacién, mas 0 menos, que en el 87, después de la cuarta jngada de’ las blancas, pero es preciso tener en cuenta la posibilidad de movimiento simple 0 doble del peén dama 2. RID o RIA (pero no R2A?, pues le seguiria P4D! y tablas). 2. R&C; 3. R2A1, RSA (no se debe permitir que el rey blanco pase a 3D) ; 4. R2D (recu- triendo al «triéngulo», las blan- cas han ganado tiempos, cediendo Ja mano al adversario) ; 4... P3D (si jugasen 4... P4D, ganarfan las blancas en seguida;'5. R2A, aho- ra deben ganar tiempos por se- tunda vez); 5. RID, R4C; 6. 2A, RSA; 7. R2D, PAD; 8. R2A y ganan. La posicién final del zugawang pierde su caracter _obligatorio {aunque sea parcialmente) si hay en el tablero otros peones. 87b. Alatérzev, tomado de una partida correspondencia en 1934-1935. Blancas: R2R, P4TD, P3R, P4AR. Negras: RSR, PATD, P4D. Salen blancas: 1. RIR! (es la Gnica jugada), y queda recha- zada la amenaza de PSD. 50 Para completar el 87a, nos que- da por examinar el caso de cuan- do os _peones estin distribuidos en la fila inmediata superior. 87e. Moraviets. Blancas: RID, PSD, PAR. Negras: R2AD, P2AR- Ganan blancas. 1. R2R, R3D; 2. R3A, R4R; 3. RAC!” PIA; 4. Ret}, P4A; 5. P6D, Rx PD; 6. PxP'y ganan. Es muy interesante e instructi- va la partida de este ejemplo. 1, R2D No se puede jugar 1. P4C?, ya que 1... PAT. ow. RIA 2. R3R oe No basta 2. R2R?, por 2... RSR y 3.. PAT 6 2, R&D? por 2... PAT; 3. R3R, RSC; 4. RAR, Rx Pac. Qo P3T Pierde inmediatamente -2... P¢T por 3. R3A, asf como 2... RSC, a causa de 3.'R4R. Ahora ya no se puede jugar 3, R2A por 3... PAT. 3. R2A! RSC Si 3... RSR, entonces 4. R2C, PAT; 5. R3T, R4A; 6. RAT, R3C} 7. PEAY y ‘por el’ peén de alti, Jas blanca’ obtendrfan el peon de torre, aduefidndose al mismo tiem- po de las casillas criticas del peén 3C. 7Qué deben hacer ahora las blancas? La situacin es comple- tamente distinta que en 87 y 87 Hx evidente que obtener ta’ posi- cién de «rey blanco en 2C, peén negro en 47, incluso saliendo las negras», 0 cs ventajoso, ya que Jas. negras pueden jugar PST, wali€ndose de que después de PxP, el peén pasa a ser de torre xyse hace posible la réplica Rx PA. Conviene orientarse a la coro- macién del peén de alfil, tanto mas que el rey blanco, a diferen- cia de las posiciones 87 y 87a, ma- tiobra al otro lado def peén pa- sado. Ya que en el caso 4. R3R, PAT, fas blancas quedan en zugewang, no queda otra solucién que jugar: 4, RIR! 04... RAA; 5. RIK, RSC; 6. RAR. Abora son jas negras’ quienes estén en zugzwang. PAT. 5. R&R RxP pedespués de 6. PSA, PST: 7. PA, 38. PTA, P7T; 9. P8A=D, PRT=D, las blancas ganun (véase 3 en eAnexo»): 88a, Leyk, 1939. Blancas: R4- CD, P4D, P3R. Negras: R4D, P2AR, Ganan blancas. Lo mismo que en el ejemplo 88, pero en las columnas centrales, donde el jue- 0 requiere menos precisién. 1. R3A, P3A (1... RSR?; 2. RAA y ganan). R2D (a diferencia del 88, aqui es posible también 2. R2A) ; 2.. R5R; 3. RIR (cabe jugar 3. RID); 3... R4D; 4, R2R, R5SR; 5. R2A, P4A ; 6. R2R y ganan. Aunque la idea del sacrificio det pedn pasado por el del adversario se ha explicado en el ejemplo 88 (observaciones a la tercera juga- da), reproducimos aqui algunos ejemplos para mayor claridad. 89. (Herberg, 1936): 1. R3Ct (no 1. P3C, por 1... RSC y P2A, 4A, 5A), 1... PAA (si 1. P3A, entonces 2. R3T, P4A; 3. P3C) ; 2. R3A!, Rx P4T; 3. R4A y ganan. Al principio, el autor habia des- plazado esta ‘situacién a la se- anda columna de la izquierda. Como se comprende, en este caso, ademds de 1. R3R, gana también 1. P3R; por ejemplo: 1... R5R; ae eee R2R, RSR; 4. R2D, ete. 89a. Ebersz, 1942. 1. PAT, RSC; 2. R&D, RAT!; 3. R3A!, Rx PAT 4. R4A, RAT; 5. RxP, y ganan. Hasta ahora hemos ' éstudiado las posiciones de dos peones li- gados contra uno, teniendo la par- te fuerte un pebn pasado. Pasemos a los casos en que no hay peén pasado. También aqui caben dos clases de estructuras de peones: 1) inmévil, con dos peones blo- queados, y 2) mévil. Los finales con peones bloquea- dios y sin. peén pasado son, como st es natural, meuos favorable para la parte més fuerte. Se ganan, de finario, independientemente de la salida, si uno de los peones li- gados llega a la fila 6, 0, dicho de otro modo, si el peén adversario se halla todavia en su casilla ini- cial. En los restantes casos, el uae del juego se determina icin de los reyes y la Poids Ben ine posiciones de flan- co, las maniobras suelen tener el mismo caracter que en situacio- ues del tipo 82. Pero si los peones se encuentran en las columnas del aifil de dama o alfil de rey, el caracter de las maniobras cambia, debido a la existencia de puntos de invasién en ambos flancos. xaminemos, primero, las po- siciones en que un peén rezagado {avs se del iende) de la parte ierte se encuentra cerca de las columnas centrales, En este caso, el rey ike atin esta en condi- ciones de prestarle cierto apoyo. En el 90 el peén negro sigue en su casilla inital y las blaneas ga nan, salga quien salga. Por ejem- plo: 1... RIA (si 1... R2R, enton- ces 2. PGA); 2. RER! (peto no 2. POA?, RIC y tablas) ; 2... RID; 3. ROD, RIA; 4. RIR, RIC; 5. RID, RIT; 6. P6A!,’PxP; 7. RTA’ y mate en tres ju; Si las blancas tienen la salida, utili- zan el tridngulo a fin de pasar la salida a las negras: 1, R5R, R3A; 2, R4D, R2D; 3. R5D_y’ ganan (pero no 1, P6A+?, RIA!; 2. R6D, RIC! y tablas). Los peones de torre suelen dar las ‘excepciones habituales. En la 82 osicién 91, veremos que después 1... RIC (1... R2D?; 2. P6C 2. RGD, RIT, se hace evidente ef resultado nulo de Ia partida. Desplacemos ahora ambas posi- ciones a la fila inmediata interior. En el ejemplo 92 tas blancas, a diferencia dei 90, no pueden ganar teniendo la salida, por ejempt: RAR, R3R! (claro que no I... R4A?, que permitiria a las blan- cas la utilizacién dei «tringulo» ; Jas negras, en este caso, no tienen por, ug femer Ia incursions, 2 SA). 2. R4A, RSD; 3. RAR, RR} 4. R3R,'R2R o'R2D. Ta- blas.’ Conservar la oposicién es obligatorio sélo en la eprimera If- near de la zona critica (lo mismo que en el 82); a R4R, las negras tesponderén con RGR; y a R&D o R4A, con R3D. Si la’salida la tienen las né (ejemplo 92), pierden la partida: eee 2R ; 2. RSR (se puede juger también 2. PSA); 2... R2D; 3, RSD (domi- nando las casillas criticas del peon 6C), 6 1... R2A; 2. RSR! Hs evidente que en el ejemplo 92 el resultado del juego no cam- bia si la posicién se desplaza ha- cia_abajo. an gambio, en el 93 (0 en una desplazada hacia Bie Jo mismo que en el 91, las blas Son inevitables, salga quien ig a: a R3D es inatil 2. PSC; Si juegan jas blancas, a 1. RAD, se puede replicar 1... R3D ¢ inclu: 50 1... R&C (2, R3A, R3A), ya que ra las negras no es peligroso perder Ia oposicion 93a. E) rey negro esta en IAD. ‘tablas. (Véase 325.) Saliendo las megtas eS preciso, a fin de defen- der las casillas ctiticas 6C, 6A ¥ 8D, jugar: 1... RID! (2. RSA, R2A 6 2. RSD, R2D). (Véase 94.) ‘Si desplazamos la posicién 90 a Ja derecha, el resultado det juego no varia: las blancas ganan, salga quien saiga (saliendo las blaneas, ademas de 1. RSA, resulta posible nna jugada mds sencilla: 1. P6- Dy!). Tampoco varia el resultado de 1a partida si el ejemplo 92 se des- plaza a la derecha; ganan blan- fas, si son mano las negras. Lo interesante de esta posicién es que los reyes han salido ya a la «primera iinea». Pero si esto no se ha dado afin, el resultado del juego se detetmina por la situa- Gi6u de los reyes y sus correspon dientes maniobras, como vemos en Jos ejempics siguientes Maniobrando en la retaguardia, las negras pueden desentenderse de la oposicién ; tan sdlo en RAR © R4A deberdn’replicar, respecti- vameute, R3R 0 R3A. No condu- ce a nada Ja tentativa de envolver Por la derecha: a R4C, las negras responderan R3R, con amenaza de R4D. Si las blancas intentan el rodeo por la izquierda, necesitaran 4 jugadas para Slegar a Ja casilla 81; por consiguiente, el rey ne- gro, para Megara tiempo a 2C, puede estar en la columna dei alfil. En eso radica toda la idea de la.defensa de las negras. c R2Al No se debe 1... R2D?, por’ 2. R4A!, RIR (no se puede hacer otra cosa) ; 3. R4R, Rip; 4. RSA, 63... RIA; 5. PSD y ganan. 2. RBA R2R! Jac tablas son evidentes: 3. R&C, R3R!; 4. R4A, R3A!; 5. R3IR, R24 (o R2R);'6 RID, RI (0 R2D). Ta posicin siguiente muestra los grandes recursos que tiene la defensa, donde la parte ms fuer- te tiene incluso tiempos de te- serva. 94a. Ebersz, 1942. Blancas: R3- CR, P3AD. Negras: R3AR, PSAD, P3). Tablas. Las blancas no d ben larvar su rey de primera in- tencién a la linea avanzada. Si 1. R4A?, entonces 1... PAD; 2. R3A (2.'RAC, PSD); 2... R&A; 3. R3R, R4R o 1. R4C?, PAD; 2. R4A, R3R; 3. RBA, RA; ganan. A 1. R3A, la soluciém es L.. RAR, y si 1. R2C?, entonces 1. R4A%; 2. R3A, PAD y ganan. Lo correcto es 1,’ R2A! "(en este caso la defensa tiene casualmente forma de oposicién) ; 1... R&R. 2. RR (tiene gran importancia ractica y de principio el hecho le que, ademas de esta solucién dada por el compositor, cabe tam~ bién 2. R3R); 2... RA; 3. R3R, RAR; 4. R3A, RAD; 5.'R4A (se uede jugar también'5. R3R); 5... 3A ( si 5... R3R, entonces 6. 6. R4R, R4A; 7. R3R, RAC; 8. R4D); 8. R2D, 33 RAC; 9. R2A, RST; 10. RAC y tablas. Qué explicacién tiene, esta diferencia de resultado (95) en comparacién con e] 94? Como el peén de la parte mas débil es central, las negras tienen que defender en el flanco de da- ma_un frente mas amplio: tres casillas en lugar de dos. Con el rey blanco en SC resulta insufi- ciente la réplica R2A, por R6T; a RSC es preciso responder R2C. Por consiguiente, el rey negro no yuede retroceder’a la columna del R, ya que desde allf a la casilla 2C hay 5 jugadas, mientras que el rey blanco, para alcanzarla, pre- cisa lo mismo que antes: 4 ju- gadas. ‘TTeniendo la salida, las negras jerden: 1... R2R; 2. RACI, 6 1. 2C; 2. RIR!, R2A; 3,’ RID {pata replicar a's... RBA; 4. RAD, AC; 5. PSR); 3... ROR; 4. R4A. Pero si salen las blancas, la par- tida resulta nula. Salva a Jas ne- el conservar Ia oposicién (en las columnas principales del alfil de rey y caballo de dama). 1. R3C, Boe! (go R3T, R3A!; 3. R3C, ''(pero no 3... R4C?, ya que después de 4. R3A, la casilla 5A es inaccesible para las negras) ; 4. R2A, R3A 0 RIA; 5. R3R, 54 R2R; 6. R3D, RAD(1D) ; 7. RAD, RID (2D), ete. Amaticenios’ ahora las posicio nes en que el peén rezagado (que se defiende) se encuentra proxi- mo al extremo del tablero. Esta estructura de peones es, en cierto rado, atin menos favorable para ia parte mas fuerte. Se explica en lo fundamental, por el hecho de que el rey no esté al lado de su peén rezagado y por eso el avan- ce, a veces posible, de este alti- mo, pierde eficacia, En el 96 es imposible sacar el rey negro de su rincén ae 2, R6D, RIC; 3. RID, RIT; 4: P6T, RIC! y tablas. Si desplazamos hacia abajo esta posicién en una o varias filas (97) el resultado sigue siendo el mis- mo: 1... R3RI; 2, R4R, R3D!, tablas. (Después de 3. RSA, R4A, ya son las blancas quienes deben procurar tablas.) 97a, Blancas: R5R, P4TD, PSCD. Negras: R2R, P3CD.. De- cide el resultado el turno de sa- lida. En esta posicién de los re- es 0 mas distanciados entre si, la lucha se Ieva por los escaques eriticos del peén 6C(3C). Es in- negable que las posiciones de este tipo, en comparacién con el 82, son mucho menos peligrosas para las negras. 97b. Blancas: R4D, P3TD, PSCD. Ney R3R, P3CD. Ta- blas. Ni siquiera la reserva de tiempos de las blancas modifica este resultado. 1. R4A, R3D; 2. RAC, las negras pueden jugar 2... RZD para replicar a 3. PAT con &.. R2A. Pero también pueden “ R2A} 3. PéT, R2C, ya que después de 4. R4A, R2A} 5. RSD, ab, Jas negras liegan tiempo de ja te p defender las casillas criticas y reserva de tiempos de las blan- ‘ya esta agota Pero otro resultado se obtiene en esta posicién desplazada a la fila inmediata inferior (98). Esto ge debe a que el peén 2T conserva a opcién a la jugada doble. & RAD R3A, Las jugadas de las negras son cas, ya que no pueden permi- tir la posicién del rey blanco en 4D ni en 6D, por el peon (2T)3T. Las casillas ‘3D, 3A y 3C de las cas son las conjugadas de las negras 4R, 4D y 3; En esta posicién las blancas ga- nan fécilmente si consiguen pa- sar la jugada al adversario, Fl método ‘habitual para _conseguirlo € el etridngulos, es decir, la uti- Vizacién en este caso de las casi- Was de retaguardia 2C y 2A. Para conservar el equilibrio, las negras hacer lo mismo én um tridn- gulo similar. Pero en_ respuesta a3. R2A 0 a 3, R2C, las negras no pueden utilizar Tos escaques, de retaguardia 2A 6 2D por la jugada “del rey blanco (3A)4D, que les darfa la victoria, y tam- poco disponen del triéngulo 3A, 4A y 3D, porque les es inaccesible la casilla 4A, Por consiguiente, no les queda mas que el triéngulo 3D, 4D y 3A; pero si colocan su rey en 4D (6 3A), permiten que ef rey blanco-ocupe Ia casilla con- jugada 3A. 6 3C, y por ello pier- den. En los manuales se dice erré- neamente que se gana tan sdlo jugando 3. R2C y que 3. R2A conduce a tablas. Pero, en reali- dad, ambas jugadas son equiva- lentes. 3. RA 63. RI Y.J8s negras se encuentran inde. fensas, por ejemplo: 3. R2A, R3D (3... R4D; 4. R3A, y si 4... R4R, entonces 5. R&C y 6. PAT, y si 4... R3D, entonee ». RAD; a 4... R3A, se puede replicar también 5. R4D ¥ 5. RSC); 4. RAC, RBA; 5. RIC, RIC; 6. RSA, R3A' 7. RAD, RID} 8. P3T y ganan; lo mismo resul- ta si se juega 3. R2C, RID; 4. R2A, R3A (4... R4D; 5. R3A); 5. R3C y ganan. La solucién propuesta estable- cfa,.con fines metédicos, la equi- valencia de tres casillas funda- mentales (Ia «linea avanzada»). Sabiéndolo se puede acortar en una jugada Ja solucién, utilizando inmediatamente el triéngulo: 1. R2A!, R&D (1... RSD; 2. RIC; 1... RAD; 2. RBA) ; 2, R&C! RAD; 3. R3A, RBA; 4. RSC, ete. Si desplazamos la ‘posicién 96 a Ja columna siguiente o a las posteriores (99), las blancas ga- nan siempre. 35 Saliendo las blancas conviene jugar: 1. R5D (no 1. R5A?, RAD); 1... RID; 2. ROR, RIR; 3 POC y ganan. Sin embargo, si desplazamos la sicién 99a la fila inmediata in- ferior y mAs abajo adn (el pen negro ‘ya no esté en sa casilla inicial) resulta imposible ganar, independientement: de la salida: En una posicién anéloga con peones de alfil bloqueados, pero con un peén en 4D en vez de 4C, Jas blancas podrfan ganar, siem- re que saliesen las negras. A 1... 3A, seguirla 2. PSD. En este caso la incursién 2 PSC pierde efi- cacia debido a que 2.. PxP; 3. PGA, R3R o 3, RSD, PSC. No se consigue nada’con la jugada 1... R3A, pues 2. R4A, R3R; 3. RAR, RBA; 4. RAD, R3R; 5. R4A (con Ja amenaza de 6, PSC); 5... R2D, etcétera (100). Si son mano, las blancas consi- guen rechazar’el rey adversario a la fila siguiente, por serle inac- cesible Ia “casilla’ 6D, pero, no obstante, Ia partida ¢s mula: R4D, R2D! (no 1... R2R?; RSR’ y tampoco 1... R2A?; 2, 56 R4A, R2R; 3. PSC) ; 2. RSR, R2R; 3. RBA, R2A (4. RSC, R3R). En la posicidn siguiente la pai te débil tiene muchas. posibilida- des de defensa en comparacién con el ejemplo 94. 10a, Blancas: R3R, PACD, PSAD. Negras: R2R, P3AD. En el 94 se consiguen tablas com la finica jugada 1... R2A! En cam- bio, en este caso cualquier prime- ra jugada de las negras basta pa- ra hacer tablas. (Sin embargo, cuando el rey negro esté en 1AR SIR fe blancas tengan la sa- Tide, Ja defensa debe ser muy exacta; su indole se deduce de Tas variantes més arriba expues- tas. Si en el ejemplo 98, anterior- mente analizado, desplazamos la posicién a la columna de la dere- cha (obteniendo asi peones de alfil bloqueados), no se modifica ni el resultado ni el caricter del ju i un poco esta posicién y enriquecié 1a teo- rfa con una ‘idea interesante y original, tor Las blancas tienen dos tiempos de ‘reserva, pero, ;c6mo utilizar- log? Esti muy claro que la agre- sidn directa a las casillas criticas 6D, 6A y 6R no promete la victo- ria, pues el rey negro recorreria Yas casillas 3R y 3A (101), redu- géndose la partida al mimero 100. ‘riunfa un plan ingenioso, Ma- niobrando con un objetivo apa- gente, las blancas colocan su rey en ST, provocando la réplica R2C. Pespués de eso invierten uno de gus tiempos de reserva en la ju- P3C_y obligan asi a que Tey negro juegue 2T, cosa que jes permite dominar en el centro elescaque 5R, teniendo otro tiem- de reserva. Para Mevar este ‘a la practica, las blancas ben superar todavia algunas di- ficultades tacticas. 1. RAR R2D Es inttil 1... R2C; 2. R3D, R3T por 3. PAC, RAC} 4. RBA, RST; 5. R4A!, R2C; 6. RAD y ganan. 2 R3D RAR! Es un momento critico. Si 3. R4A, sigue 3... R3R y las blancas ge encuentran en zugewang: 4. RAD (4. RAC, RAD); 4.... R3AT; 5. R3A, R4R!; 6. R4A, R3R! y tablas. Pero para las blancas hay otra solucién. 3. R3A! 3... R2D; 4, RAC. Ahora son las negras quienes estin en zugzwang, Toda la «sal» de las maniobras tac- ticas se basa en la decisiva conju- gacién de las casillas 4A y 6R. 4. RAA! Ja 4... RAR, decide la 5. PAC 6. BSc, continuacién es sencilla: 5. Me R2A ; 6. RST, R2C; 7. P3C!, 3 8. R4C, R2C (6 8... R3T; i RAC, sigue 10. 510. RAA, RIT; 1. PAC) ; 9. R4A, R2A; 10. RAD, R3R RD R2D; tt. R5R, RAR ganan. ‘Si uno de los peones ligados es central, en las posiciones del tipo se gana siempre, independiente- mente de la salida. Si desplaza- mos esta posicién hacia abajo, la parte mds fuerte gana sélo cuando es mano el adversario. 12, Pa y En el 102 (0 en Ia posicin de RSA blancas y R2A negras) se gana nicamente en el caso de que salgan las negras. Después de 1... RSC (6 1... RAR; 2. RSC, R2A; 3. RSA) el rey negro queda dema- siado lejos de Ya casilla 2T (6 jugadas), mientras que el rey blanco alcanza el escaque ST en 5 jugadas. El juego es andlogo al 95, Pasemios ahora al estudio de es- tructuras de peones méviles sin peén pasado, es decir, de casos en aug no hay peones bloqueads. ‘Cuando los peones estn en con- tacto directo cabe el paso a posi- ciones ya examinadas con peones bloqueados. Lo fundamental en esta estrue- tura de peones es que uno de los peones ligados tiene frente a si e6n adversario en la misma co. lumna y el otro se halla en la columna vecina; como éste no tiene enfrente vaila alguna, posee mayor capacidad de avance (es un «candidato» a peén pasado o un «semipasado»). Es evidente que la presencia proxima del rey pro- pio refuerza la importancia del peén dotado de mayor movilidad, 87 y resulta mds ventajosa para la parte fuerte que si el rey estu- viese lejos; hemos visto la con- firmacién de ello en uma serie de ejemplos con peones bloqueados. Otra cosa que tiene muchisima importancia es la reserva de tiem- Pos que tenga la mas fuerte al pasar a una posicién bloqueada. ’a hemos examinado posiciones con una estructura de peones en Jos flancos y centrales. Ahora nos conviene seguir un orden inverso, ya que las estructuras centrales Son, relativamente, més sencillas; tienen més importancia practica Jas posiciones de flanco que, ade- mas, son més complicadas y seen un mayor nfimero de pecu- jiaridades. Si el pe6n de Ja parte débil se encuentra en alguna columna central (de dama-o de rey), se puede evitar el mate en contadisi- mas excepciones. En el caso, por ejemplo, de que el rey adversario se encuenttte muy lejos y no pueda prestar el debido apoyo a los peones ligados. Como regla, la parte més fuerte gana siempre. Lo més sencillo en este caso es 1, R3D (es decir, apoyar el peén jue tiene mayor movilidad) ; 1... 3D; 2. R4A, R3A; 3. PSR y ganan (92). 58 También gana 1, R4A, R3A; 2. RAC (no 3, PSR+?, R2AI, tar blas) ; 2... R2C (a 2. R8C? la jugada decisiva es 3. PSR, ya que en el caso 3... RST las negras no tienen tiempo de defender el flan. co de dama); 3. RSC, R2A; 4. R6T, R3A; 5. PSR+ y ganan, Si’saliesen las negras, entonces a1... R3A, no se debe contestar 2, R4A? por 2... PAR+; 3. PxP+, R3R y tablas. Lo correcto es 2. RBA 4 2. R3D. ‘Como es natural, en la posicién 103 se gana también si se la des- plaza arriba o abajo. Estando el mn negro en 2R (los _peones Blancos en SD y SR) después de 1. RSA, R2A, sé gana también ju- gando 2. POR+. A Ia parte mas fuerte no le con- viene, sin manifiesta necesidad, aproximar demasiado los peones, para tener mas de un tiempo de reserva, Se gana mAs fécilmente si se economizan tiempos (103), 103a, Fine, 1941. Blancas: RAR, P2D y P2R: Negras: R3R, P2R Ganan blancas. La tarea inmedia- ta de las blancas es ocupar con su rey la casilla 6R. 1. P3R, R3D; 2. RSA, R4D; 3. P3D, R3D; 4. PAR, R3D; 5. RSR, RID; 6. ROR, RIR. Ahora el rey debe ocupar 1a casilia 7D 6 7A. 7. PSR (67. PAD); UN a ‘a ee meee “8 6 a Ae W RIA; & RID, R2A. Queda el peén negro; 9. P4D, Be 10. POR y ganan, Een’ algunas posiciones las mna- sigbras de los feyes son mas. com plicadas., a Este ejemplo es una ilustracién manifiesta de un procedimiento €ipico. 1. RSC, R3A; 2. R4A, SR!; ahora 3. Px P? pierde, ya que 3.. POD; 4. RIA, RAR! 5. R2A (6 5. P4R, RSD; 6. PSR, ROA y ganan) ; 8... RSK; 6. RIA, R6A!; 7. RIR, RxP. Es co frecto'3. R3A!, RAR; 4, RORY fablas. Es mauy ilustrativo. el ejemplo 105 (Leyk, 1941); 1. R2A! {no 1, RAR?, ROA; 2. R3R, PARt); 1... R4A;2, RID! (es un error jugar 2. RIA 6 2. RIA, por 2... PAR, que permite a las negras tomar la opo- sicién en la columna principal, lo mismo que en el 15; por ejemplo: 2 RIA, PAR; 3. RID, R3D!; 4. R2D, R2D!; 5. R3A, tas blancas han ‘conquistado Ia fila, pero no Ja oposicign 5.. 2A, tablas); 2... RSD (2... PAR; 3. ROR; 3. R2D!, P4R; 4. ROR! R6A; 5. R3R) ; 3. R2D, PIR (3. R4A; 4. R3R); 4. R2A, RAA; 5. RID, RSD; 6. R2D, R4A; 7, R3R, PAR; 8. R2R, RSD (8... "RSI RSA; 8... RSC; 9. RSA, REA 10. RSR, RSC; 11. PAD); 9. R2D, R4A} 10. R3A y ganan. La posicién que damos seguida- mente es de diffcil solucién. No se consigue nada con la ten- tadora jugada P4R, ya que 1... RIT! (no RIC ?; 2. PSR, P3R; 3. RAC y las); 2. PSR, P3R; 3. R3A (es vana la tentativa de capturar el peén 7D, pues el rey negro tiene tiempo de ocupar la casilla 5D); 3... R6T; 4. R4A, RST; 5. RSA, R6C y ganan. ‘Tampoco salva a las blancas 1. RSA, porque I... RIC; 2. REC, R6A; 3. RTA, PAR (6 3... 4D) ¥ ganat, La tinica posibilidad de la de- fensa cousiste en aprovechar la mala posicién del rey negro. Para este fin no sirve I. R3A?, que deja a las negras la réplica L... RIT. 1. RBC! P3R Si 1... R8C, entonces 2, P4R, R8A (en caso de 2... PIR; 3. PSR, el rey negro no podra abandonar la fila primera); 3. R3A, R8D; 4. R3D, R8R; 5. PSRI (no 5. R3R?, PAR! y ganan); 5... RTA (6 5... P3R; 6. R3R); 6. PER, P3D; 7. R4R, R6C; 8. RSA y tablas. 39 2. PAR! P3D 6 2... R8C; 3. PSR y tablas. 3. PSR! Feta jugada fuerza el resultado aulo, Después de 3... PAD; 4, R3T, el rey negro queda encerrado para siempre y el movimiento del pen de dama resulta inttil. Con un peén de alfil tiene esen- cial importancia para la paite dé bil el hecho de si es central alguno de los peones ligados y en ciertos casos a qué lado de los peones se halla el rey que los apoya y quién 3 mano. La posicién 107 se diferencia de 4a 103 por el hecho de que el rey, por falta de espacio, no puede itrumpir por la derecha, Sin em- go, se gana jugando 1. RAC, R3C; 2. R3A (no 2. P5A+ ?, R2A oO R2C y tablas) ; 2... R2A;3.'R3R; R2R; 4. RAD, R3D; 5. PSA y ga- nam.’ Saliendo las’ negras: 1... R3C; 2. R3C!, R2A; 3. R3A, RAR 4. RBR, R2D} 5. R4D, R3A (5, R3D; 6. PSA); 6. R4A, R3D; 7. RSC y ganan. En cambio, en el ejemplo 108, donde tas blancas no tienen un pe6n central, la partida termina 60 en tablas, independicntemente de la salida’ Cuando se llega a la posicién R4D de las blancas y RAD de las negras se puede con- siderar nulo el resultado dee- és de PSA, RSA o después de 4A, R3A: las blancas podrian ganar sélo si Saliesen las negras (REA, R5R o R6R, R4A) en el flanco de dama, pero conseguir esta situacién partiendo de la po- aicién del 108 es imposible. Si desplazamos el ejemplo 108 hacia arriba, las blancas ganan; silo hacemos hacia abajo, sigue siendo tablas, pero si al mismo tiempo situamos ambos reyes ea Ja columna de dama, las blan- cas ganan s6lo si son mano las negras. Si en el 107 desplazamos Ja po- sicién hacia arriba, la victoria resulta todavia més facil para las blancas. Pero si lo hacemos hacia abajo en una o dos filas, las ne- gras adquieren la sorprendente facultad de poder hacer tablas, si bien en el caso de tener la salida. El secreto de la defensa ra en que las negras deben tener siempre la posibilidad de replicar a RAT con R3C, a RAC con R3A, a R3C con R2A. El rey negro debe estar més cerca del centro que el rey blanco, Ahora explica- remos el porqué de esos consejos. El ejemplo 109 nos Weva rapida- mente a Ja situacién repiesentada en el 110. 1... RAC! (si 1... R3C, entonces 2. RAT y las blancas quedan victoriosas ; como tampoco se puede admitir 3. RST, las ae- ras se ven obligadas a jtigar 2... R5r, pero entonces Tas blancas colocan su rey ea 3D, consiguen la situacién R3D, RSD y ganan mediante P3A, P4A, lo mismo que en el 107. Para defenderse, las negras deberan responder a R3D con R4A!); 2. R2C (2. RSC, P5A+ ; 2. R21, RIC); 2... RAS; 3. R&C _y hemos Iegado al pro- blema de Dedrle (110). La soluci desde el princip: servando la_posil car a 2. R4T con RSC, y a 2. R2C 62, R4A con R3A); 2. R2A, R3R, 3. ROR, RAD(3D); 4. RID (4. R2D, R3D! o R3A!); 4... RAS; 5. R3A (5. PAR, RID!) ; 5... R4D} 6, RAC, PSA! (y en eso reside todo el secréto: si 7. Px P, entonces 7... R3R; si las blancas no toman el m, quedara bastante cerca de la fila de promocién, cosa que m0 existia en el ejemplo 107); 7. PAR+, RSD; 8. RSC, ROR; 9. PSR, RxP3A; 10. POR, RIC; 11. PTR, P6A; 12, P8R=D, PTA y tablas. Saliendo Jas blancas en el 109 rT) Vi na la jugada R3C, R2A, ete., v, Enel 110, AA. Las tablas se consiguen jugan- do 1... RSC; 2. RIC, P6AT Des- ués de 3, PSR, R4A; 4. RIA (4. fer, RSC; 4. RIT, RAC); 4. SR’ (y se reproduce el problema de Grigériew, nimero 80) ; 5. RIR, RGD; 6. RID, RGA; 7. RIA, ROD y tablas. Saliendo las blancas se gana ju- gando: 1, RAC(1C), ete. Si en el 11! cambiamos la posi- cién de los reyes, situdndolos en 2D y 5D, respectivamente, a las as no las salva el tener la salida: 1... RSA; 2. PAR! y ga- gan, ila. Keres, 1943. Blancas: RI- TR, PaR y P2ZAR, Negras: RSCR, P5AR. Ganan blancas: 1. R2T!, R4A; 2, R2Cl, R3A; 3. RIA, RAR; 4. RIR, R5D; 5. R2D, R5A:6, PAR!, RSD; 7. PSA, RSA; 8. R2R, R5D; 9. R2A, R4R; 10. RIA y ganan, lo mismo que en el BL. Teniendo tiempos de reserva es més facil ganar, pero, a veces, resulta bastante complicado. En el 142 la victoria es sencill: 1, R4D, R3D; 2. PAC, R3R (2. R3A; 3. R4R); 3. R5A; 6 1... RIA; 2. RSD, RSC; 3. R6R, Rx P3C; 4. PSA. Saliendo las negras, las tablas se hacen evidentes en el acto. 1... P4A+ (2. R4D, R3D). Analizando este problema, Berger hizo la sen- cilla deduceién de que si el peén estuviese en 2C (113), seria posi- 6t ble 3. P8C y se ganaria indepen- dientemente de la salida. Berger, sin embargo, no ha sefialado cémo se gana en el 113 saliendo las blancas. Fine (1941). propuso la siguien- te solucién para el ejemplo 113: 1. R4D, R4A (1... R3D; 2. PAC) 2, R3R, RSC (2... R3R; 3. R4R) 3._RAR, RST! (no 3... ROC; 4. RSA); 4. R3A! (no 4. RSA?, uz M3 RAT; 8. “RBA, RIC) 9. ROR 5 RA! (pe FO 20 5. P3C+ ?, Re 6, R2A, Ronn: 5... RSC; 6. P3C, R4T (6... R6T; 7. R3A, RUT; 8. PAC); 7. RBA! R3C; 8: R3R y ganan. (Véase 125 y 126b, 1936.) mM nS Este procedimiento de ganar conserva su importancia si, por ejemplo, se da la situacién’ R3R de Jas blancas y R4A de Jas negras o RAR y RSC, teniendo que jugar las negras. Pero en la posicién ini- cial se gana mucho mas facilmen- te (segin Grigériev) jugando: 1. P5SA+!, R3D; 2. R4A!, etc. (101), En el jem lo 114 (Lasker-Ward, 1913) : + condujo a la vi toria debido al error del adver: sario. La posicién es de tablas (108). Algunos opinan y Berger también nos habla de ello, que se puede ganar jugando 1. R2t y si 1... R3T (0 RSC), entonces 2, R2C, RIC; 3. R2A, eteétera, Ne- vando el juego al 112. Leyk opina que en caso 1. R2T las tablas se hacen evidentes después de 1... PAA. Mas decidido es el intenio 1. R2C, pero con una_defensa eficaz nto da resultado. Leyk no ha dado explicaciones para esta filtima variante, y lo hacemos ahora nosotros: 1... RSC! (las de- més jngadas Piston 1... PAA; 2, R3AG 3C; 2. ROA, R4A 3... R3C; 4. RAR); 2. (s R2A, cntonces 2... R6T; 3. R3A, P4A) ; 2... R4AT (Esta es la anica iugada: R6A; 3. R3T; 2 RAT; 3. RIC); 3.’RIC (3. RAC, RSC; 3. R3T, RIC; 4. Res, PAA); 3... R3R! Otra ver la tinica juga: da, pero ahora las negras amena- zan 4... PAA y tablas, y en caso de 4. PC las tablas también son evidentes. En el 115 los peones ligados estén condenados, pero las blancas los sacrifican a fin de desplazar en beneficio propio las casillas clave: 1, P6C!, Px P (si 1... Rx P, Jas blancas tienen tiempo de de- fender el peén 4A) ; 2. P5A, Px P; 3. RIC! y tablas. El problema de Matison tiene la siguiente distribucién: Blan- cas RITR, P4AR, PATR. Negras: RSTR, P2AR, PACR. Después de 1. PTxP+!, RAT, obtenemos 1s posicién representada en el 115. ‘Un complemento del 106 es la siguiente enjundiosa posicién que parece tomada de una partida ju- Pada en la practica. Los peones ligados est’n ame- nazados y tarde o temprano ser& preciso jugar P3A, para rechazar el ataque de R7A ‘mediante PAC; la réplica PSA no es de temer, Ya gue despats, de RAC, al rey anco le da tiempo de Megar a 4D. Sin. embary inmediata de 1. P3 que 1... R6A! , la jugada ‘no sitve, ya 32, RAT (2, RT? incluso pierde espués de 2. PSA) ; 2... RSA, etc., y tablas. Es evidente que ef rey’ blanco, para evitar que lo «encierren», debe to- mar parte del juego, acercindose a fos peones. oe R6R zConviene seguir ahora 2.R5A? hegras amenazan_ ya con 2.. RID; a esto le seguira 3. P3A, RTA} 4. PaC y aqui es donde se manifiesta el riuevo recurso defen- sivo de las negras: 4... P5A!, es decir, la amenaza de hacer tablas contra dama, gracias al peén de alfil. Para evitarlo, el rey blanco debera estar lo suficientemente cerca (casifla 3A !, véase 85 a). Por consiguicnte, por ahora, no se de- be alejar de Ia fila cuarta, El peén, sin embargo, se debe avanzar. 2. P3A RSR Se intenta la salvacién por otro medio. 3. RSC RAR Si 3... RED, entonces 4, RAA! El «paselto» siguiente de los reyes favorece a las blancas; disminuye el peligro para los peones Tigados, y fas blancas, en su plan de ata~ as al pen negro por la retaguar- ia, tendran que «envolvery al rey negro (colocindose a Ja distancia de jugada de caballo); podrén hacer esta maniobra gracias a los tiempos de reserva de que dispo- nen P3C o P4A. El juego que si- gue se comprende, aunque cada variante precisa un célculo exacto. 4. REC RR 5. RIC! S Ain es temprano para jugar 5. P3C por 5... RAR; 6. RTA, PSA! Y se puede seguir: a) 5... ROR; 6. P4A!, R3R; 7. RBA, RAR (7... R3A; 8. PIC); 8 R7R!, R5D; 9. P3C, R6A; 10. R6D y ganan. d) 5... PSA; 6. REC (6. R8A?, RBA, tablas) ; 6... RAR; 7. RSC, RR; 8. R6A!, R6D;’9. R5R, R7Aj 10. R4D,'y ganan. ¢) 5... R4A; 6. RBA! (no se pue- de jugar de otro modo: 6. R7A, P5A; 6. P4A, R5SR; 6. RBC, R3A}); 6... PSA (6 6... RIR; 7. P4A, Io mismo que en ta_variante a); 7. RTA!, R&R; 8. RIR y ga- nan. ‘Como ven los lectores, se trata de unas maniobras complejas en casi todo el tablero. 117 se parece al 90, pero es atin ms favorable para’ las_blancas. 1... R2D, ademas de la réplica 63 normal 2. RSD, cabe también 2. PGA, RIR; 3. PxP, R2A; 4.P8C =D’y 5. R6A. El resultado no cambia si tras- ladamos la posicién hacia abajo, a cualquiera de las filas. Las ex- cepeiones que se sefialan para el caso de que las negras tuvieran peén de alfil, no cuentan para este ejemplo. Con peones en ZAR, 2CR y 4CR a 1... RSD la solucion es 2. °P4A! ‘Es muy interesante 1a posicién Gel 118. La salida en este caso no tiene importancia, ya que las ne- gras, igual si salen que si res- ponden, deberan jugar lo mismo; Bor, ciempto: 1. RSD, R2A (I. 2D ti 2, POT). Después de 2. ROD, RIA; 3. R6R se consi; tablas con’ 3... RIR!; 4. RSA, R2A! Seria erréneo, por una aparente analogfa con el ejemplo 96, meter el rey en la esquina antes de la jugada P6C, por ejemplo: ch ao RIC? 4 RR Rat No es una solucién jugar 4. RIT, ya que 5, RTA, R27; 6. POT! (6 Pec+). 5. R8A Se puede también 5, R7A, RIT, pero en vez de 6. P6T?, R2T, se debe jugar 6. R6C!, RIC; 7. PeT, RIT (7... Px 8. RxP; 8 PxP+!, RIC; 9. RET y ganan a RIT 6. P6T y ganan. Si en el 118 colocamos el rey blanco en 4C y el negro en 2f (118a), las negias, moviendo, con- siguen hacer tablas, mediante 1... RIC! Jugando primero las blan- cas, las negras pierden: 1. R5A, RIC (en este caso [... PIC+ no implica tablas, ya que le sigue 2. ROA, PxP; 3 RTA); 2. REC, RIT; 3. RIA! (no 3. P6T?, a cau’ sa de 3.. RIC! y tablas); 3. R2T; 4. P6T, P3C; 5. R6A y ganan, En ia posicién 118, Pospishil, 1955, donde las blancas ocupan! R3CR, P5CR y PSTR. Negras: R4R, P2CR, las blancas no pue- den ganar: i, R4T, R3R! (no 1. R4A%, en vista de que 2. P6C. R3A;’3. R4C y ganan); 2. P6C, R4A tablas; o bien: 1. R4C, R3R; 2. POC, R3A!; 3. R4A, R2R; 4. RSC, RIA; 5. POT, RIC y ts- bias. Se explica porque después de PEC las casillas 4C y 3A, asi como las de 4T y 4A, estan conju- gages (debido Ia’ amenaza de El conservar la qposicién salva a las negras en situaciones seme- jantes, pero trasiadadas a una o varias filas mas abajo. Como las blancas tienen un tiempo de reserva, PSC, las ca- sillas clave, en este caso, som sD, 5R y 5A. (Por eso estando el ‘ey blanco en 5D y SR, con el rey en la séptima fila, las ne- yras pierden). La solucién para filas es conseryar Ja oposicién en ‘as columnas de rey y de dama: 1. R4D, R3D (2. R4A-R4R); (, R4A, entonces 1... R3A, defen- fiendo ‘de 1a invasién el escaque SC. Pero, ¢cémo jugar en respues- a2. RIA? No sirve 2... R3R? a causa de 3. RAR 6 2... ROR, por 3. R3R! y a oposicin est4 en manos de lis slancas. La dmica jugada es 2... R2A! En la columna del alfil no 1s obligatorio mantener 1a oposi- ion por ja existencia de casillas reriticass; si_3. R3C, se puede eplicar 3... R3A, ya que uo se igue nada con 4. R4A, por 4... consi 24C-+. En la columna del alfil, el ‘ey negro encuentra refugio cuan- Jo le amenaza la pérdida de la nposiciu, por ejemplo: 3. R3R, RAR (6 2R); 4. RBA, RBA? Una vez aclarado esto, se com- orenderdé ficilmente el juego en el i19a, En este ejemplo, dicho sea je paso, se manifiesta un nuevo recurso defensivo de la parte més Yébil, estando los peones blancos canto en Ia fila tercera como en la iegunda. Higa. Grigériev, 1938. Blancas: RICD, P3CR, P3TR. Negras: R2CD, PACR (con cambio de co- cores) ; tablas saliendos las negras. Debido a la amenaza PAT, las aegras deben entrar en el cuadra- Jo del peén de torre, es decir, ir aacia la columna del alfil de da- na, pero jueguen como jueguen. @ oposicidn sigue en poder de las slaucas. Hay que buscar Ja salvacién en @ columna del alfil de rey. 1... R2A, RIA (después de 2. R2A, R3A'! la oposicién habria gasado a manos de las negras) ; 2... R2D; 8. RID, R2R; 4. RIR (las blancas siguen sin poder ini- siar la maniobra envolvente; por ejemplo: 4. R2A, R3R!; 5. RBA, RAR; 6. R3D, RAD y tablas) ; 4... R3A’ (ahora’5. R2A, R4A,’ nos habria Hevado a tablas evidentes, ¥ por es0 las blancas inician wna peligrosa_maniobra envolvente) ; 5. R2D (al parecer, las negras se encuentran en un callején sin sa- lida, todas las jugadas del rey pierden); 5... PSC} He aqui la salvacién. Después de 6. P4T, RGR, las negras consiguen la po- sicién del 82 (el peén de torre no ha cruzado el centro del tablero) y para hacer tablas basta que el Tey negro se pasee por las casillas 3D y 3, mientras que el rey blan- co permanece en la segunda fila. La parte més fuerte puede con: fiar mAs en la victoria si los peo- ‘nes no estén en contacto inmedia- to y, sobre todo, si el rey se en- cuentra delante de los peones ligados. ‘En ei 120 no gana 1. PSC? por 1... PSC. Es curioso que Capablan- ca, en la primera edicién inglesa de cAjedrez fundamental», atir- maba (mas tarde rectified) que 1. PSA tampoco gana por 1... P3C (dejaba el desarrollo de la va- Hante para el lector). En relacion con eso presentaba la solucién: 1. RAR, R3R; 2. PSA+, R3A; 3. R4A, ete. Sin embargo, precisa- mente gana antes 1. PSA; si 1 PSC, sigue 2, PxP, R2R’ (6 2... R3R; 3. PSC!, R3R; 4. RSR, RIR; 5. ROR, RIA; 6, R6A, RIC 7, PIC, R2T; 8, P&C=D+!, sa liendo 2... R2R, las negras impul- san a st adversario a que avance 6s rematuramente el peén rezagado : . PSC?, RIA; 4. R5R, R2C; 5. RSA, RIC; 6. R6A, RIA; o RIT y tablas); 3. R5R! y ganan, lo mismo que en la variante arriba indicada. En el 121 todas las jugadas, a excepcién de 1. RST?, conducen al mate, como se deduce de las observaciones para los mameros 118 y 118. En los ejemplos 122 y 123 los peones ligados son més débiles por la posicién retrasada de su propio rey. 122, 1. R2A, R2C; 2, RIC, PAT; 3. RAT; RSC; 4. PIC! y ahora 4... R3T tables. El 123 tiene gran importancia tedrica. 1, R2A, RST (1... R2C; 2, PAC, PST; 3. PSC PAC; 2. P3C); 2. Rac, RAC; 3. RSTI, RAA (6 3... RSA; 4. RAT, R4A3 5. PIC! y, tablas, segin’ Sacconi, 1924, véase 124); 4. R4T!, RSA; 5. PAC!, PxP y tablas. Esta posicién, objeto de nume- rosas discusiones en el pasado, fue solucionada correctamente a los ochenta afios de haber sido publicada. - En contra de la opinién de Lasa (que la propuso en 1843), Berger (1922) y Fine (1941), las blancas no pueden ganar siendo mano las 66 negras, La demostracién que ha- cen de la victoria de las blancas siendo mano, carece de solidez y necesita de algunas correcciones. ‘Berger demostraba erréneamen- te Ia victoria, jugando las blancas mediante: 1. , RAC; 2. P3T, R4T; 3. R3A, RST (o antes 3... RAC; 4. RAR, RST) ; 4. R4A, con- tinuando las negras 4... P4C+ ? 4... RAT?, con lo cual pierden. Sin’ embargo, como ha indicado Sacconi en 1924, 4... P3C, asegura el empate. Chéron (1952), teniendo en cuenta el 123, precisé la solucién: 1. R3C, R4C; 2. PAT 4+!, RAT (6 R4A; 3. R3A, P3C; 4. P3C) 5 . RST, PIC; 4.’ P3C!, PAC; 5. PaC+ y ganan. Es -muy instructiva, aunque més larga, la solucién dada por Sacconi (1924); 1. R3A, R4C (1... P3C; 2. PAT; I... PAC; 2. PACH, reduciendo el juego al 98, pero es més sencillo, naturalmente, 2. RSC y 3. PAT); 2. RAR, RSC; 3. RSR, RAC; 4. RGR, R3C; 5. RR, R2T; 6. RIA, R3T; 7. PAC, R2T (7... RAC; 8. P3T, RIT; 9. PAT); 8. PSC, RIT; 9. R6C 'y ganan. (Véanse las observaciones al 86a ; en este caso, después de 9... RIC, el rey pasa a la casifla que le con: viene para jugar, 4T-3T, y por ello peén debe pasar a un escaque §erotro color: 10, PAT! "Mis complicado es el juego sa- las ne; La variante principal de la solucién que damos $s abajo se ha hecho partiendo de un andlisis de Grigériev que so ha sido publicado*. ho RSA! Después de esa jugada el rey planco mo consigue ponerse de- lante de los peones. 2. RR Si 2. P3C+, para hacer tablas basta cualquier jugada del rey en casifla blanca, por ejemplo: 2... R4A; 3. R3A, RAC, lo mismo que en la variante principal 6 3. P4T, PAC; 4: PST, PSC 6 3. PIT, PAC; 4. R&R, RAR’ (también 4... PSC); 5. P4T, R4R y lo mismo que 119) y tablas. Lo més sencillo de todo és la réplica 3... RSC! a RSR! 3. PIC R4A! Berger y Fine contingan 3... PAC?, que pierde en seguida 4. F3t. También pierde 5. PIC. yaque 4, PaT, Ra (4. RA, . RBA, PAC; 6. PAC + 65... RRS 6. RAC y 7. PST); 5. R3R, PAC @. PST, RAA (6... ESC; 7. POT) P4C+, R4R; 8. R3D (esto es mas sencillo que 8. R3A, R3A). 4. R3A Grigériev habla anotado esta varian- te, sin comentarios, en las mérgenes del libro de Berger (para refutar las deducciones de este ultimo) que me fertenecta a mi. Chéron habia sefia- lado también 1a decisién correcta (1962), citando a Sacconi; pero et andlisis dado por Sacconi es erréneo a partir de la sexta jugada y Wega a la equivo- cada conclusién de que ganan las blancas, Es evidentemente débil 4. P4T, RSC; 5. R2A, por 5... PAC y la continuacién ‘P3T nos conduce, con cambio de jugadas y pérdida de tiempo, a la variante’ principal después de 4... RSR o (no 4... PAC?; 5, RID! y n0 4... P3C 5. RGR!) ; 5. R2A (65. PAT, RA} 6. R3A, PSC!; 7. PAC+, R3Al, 119); 5... R4A; 6. R3R (6. R3A, PACl) ; 6... RAR; 7. R3A, R4A 8. PAC+, RAC! . Ae RAC! Pero no 4... P3C?; 5. PAT y no. 4... PAC?; 5. PAC+’ (08). 5. Pat Si 5. PAT+, juega 5... RAT; 6. R4A, P3C, lo ‘mismo que en el 123 y a 5. PAC sigue 5... RST y tablas. cE cn R4A! Chéron continiia 6. PAT, P3C? (Sacconi analiza tan sélo 6... RSC? y 6.. P4C?); 7. PACH, R3A! y tablas (119)."A este mi mo final nos Teva 6. PAC+, R4 7. R3C, P3C!; 8. PaT+, R3A! El andlisis hecho por Grigériev pone a las negras ante una nueva prueba. 6. R3R RAR 7. R3D Rap! {Cémo se interpreta este signo ae! admiration, puesto por Grige riey sin aclaracién alguna? ‘Se comprende que a 7... PAC, ana 8, R3R; pero si las negras Sejan en reserva un tiempo, ju- gando 7... P3C, las blancas con: guen lo mismo con la réplica sutil ¥ nada facil de 8. RAR!!, siguien- do Inego asf: 8... R5R; 9. PAT; 8... R4A; 9. R3R; 8... RR o R3A; 9. R3A y ganan. oT 8. PAT RAR 9. R3R RA 10. R3A. P3C! i. Pace R3A! y tablas, como en el ejemplo 119. Los 125 y 126 nos ofrecen un ejemplo de maniobra complicada. soStlva a las blancas el ataque a jos peones r el flanco y Ia retaguardta (128), 1, RSD, RSC; 2. R6R!, PAA; 3. R6A, PAC; 4. R5R!, PSA. Las negras han avanzado al m4- ximo sus peones, pero la continua- cién no se presenta ficil: no pue- den capturar el peén 2C ler los suyos, ni cambiar el SA por el 2C’sin perder el 4 5. R6A!, RST; 6. RSA! Esta posicin de los reyes es muy interesante: el que la ha con- seguido con su jugada, coloca al versario en posicién de zug- zwang. 6... RAT; 7. RSR! Otra vez jugada tnica. Si_7. RAR? entonces 7... RSC y_ 8. P6A. En cambio, ahora a 8... RSC, seguiré 8. RAR. 7.,, RC; 8. RARI, R4T (habia la amenaza de 9. P3C) ; 9. RSR! y tablas. ‘No ‘cambia nada si las negras, después de 1. R5D, juegan con mayor reserva, procurando con sus maniobras’desplazar_ al rey blanco de las casillas conjugadas ; por ejemplo: 1... R&C. (1... RIT; 2. R6R, P4Sa; 3. P3C! 6 2... R2C; 3. PaC!; 4... P4A; 2. RGR, PSA ROA, PAC; 4. R5R!);"2. ROR, P4A; 3. RTA, P5A; 4. ROR!, RSC; 5. RA, R4T; 6 RGR! (no 6. RSR?, PAC!) ;'6... RSC; 7. REA, PAC; 8. ROC!, RST; 9. RSA! y tablas 1... RAC; 2. ROR, P4A; 3. RTA, RAT; 4. ROA, RIT; 5. ROR! RAC; 6. RSR, RSC; 7, R6A, RAT (7... PAC; 8. RBR); 8. PIC! y tablas. Si 1. RSD, RSC; 2, R6R!, RAC, entonces 3,’ P3C! 3... PAA; 4. R7A!, RAT; 5. ROA!, RIT; 6. R6R!’y tablas. Es preciso darse clara cuenta de que si las negras, en el ejemplo 125, no pueden ganar, se debe tinicamente a que no disponen de una columna més para poder maniobrar libremente (a la dere- cha de la columna de torre). Una explicacién de ello lo tenemos en Jos ejemplos 125a y 125b. 125a, Spielmann-Rubiustein. San Petersburgo, 1909. Blancas: R6- CR, P2AR. Negras: R4R, P3AR, PSCR. En esta posicién las blan- cas abandonaron. Rabinovich dio, en 1938, la siguiente variante: 1! ROT!, P4A; 2. RST!, RSD!! (es- fa es ‘una jugada qué Tas negras, en el ejemplo 125, no han teni- do); 3, RAE (6 3. RSC, RSR!); 3... ROD! 4, R3C‘o RSC, RSR y ganan. 125b, Halberstadt, 1936. Blan- cas: RICR, PSAD, P3D. Negras: R6CD, P2D. Ganan blancas: 1. R6A, ‘RSC ‘1... R6A; 2. R7R, RSD} 3. RED); 2. PAD, RAC (2... RSA; 3. RSR!); 3. RSA! (no 3. SR? 6 3. R7R? por 3... R3A; 4. RAR, P3D 6 4 ROA, RAD); 3... RSC; 4. RAR!, RSA (4... R&C} 5. RSD); 5. RSR y ganan. 127 En el 126 no se consigue nada jugando 1. P4A 6 1. P3A después del... RIA. (Esto se deduce cla- ramente dei ejemplo 125). Para ganar, las blancas tienen que re- currir al distanciamiento del rey negro. Ce © td) RITR De ninguna manera se debe pemnitir que ol rey negro, pase. a IR, por ejemplo: 2. PAA? R6R; 3. RST, PSC!6 2. P3A2, ROR; 3. PAC, P3C!; 4, RSC, PAC y tablas. 2. PAC! R6D 3. R3A! = Otras jugadas conducen a ta- blag; por ejemplo: 3. RST, RSR 4. R3C, PAC 6 3. P4A, RSR; 4: RIC, PaCt; 6 3. RIC, RSRI; 4. PSA, RAR; 5. PAA, RSR; 6. PSC (si 6. PSA, entonces 6... R&R; 7, RAT, R5R!); 6... RAA; 7. R3A, RBR, ete, 3 ae PAC 4. RIC os No 4. R3C?, por 4... RSR; 5. P3A+, ROR (RAR) y tablas. Bee RSD Si 4... RSR, entonces 5. R3C, RAR (6 6. P4A); 6. R3A, RSD; 7. R&R, R5R; 8. P3A+, RSD; 9 R2D, R4D;"10. R3D y’ ganan. En cambio, ahora nada consi- guen las blancas con 5. R3A, RD, ni 5, R3C, RSR, ni tampoco con 5. RIT, R4R; 6. R3C, RSR. 5. RIA! RAR A 5... ROD, seguiré 6. PAAR 6. RR RSR Si 6... R5A o RSD, entonces 7. P3A. 7. P3A4 y ganan. {Una obra de arte analitica! Ingenioso es el ejemplo 127. 1. BC! (es preciso’ prevenir la amenaza_ del PSC, pero para eso no sitve 1. P4C?, ya que L R3T! y tablas); 1... R4T (1. RST; 2. PAC,’ RIC; 3. REC Y¥ ganan) ; 2. R8C! (no 2. PAC + ?, RST, y no 2, RIC?, PSC; 3. PAA y tablas); 2... PSC (6 2... R3C; 3. P4C); 3. P4A, R3C; 4. RBA, R3A; 5. RSD, R3D; 6. R8R, R3R 7. R8A, R3A; 8. R8C, R3C RST, R3A (9... R3T; 10. PSA); 10, RIT, R2A; 11. ROT, R3A; 12. RST, R4A; 13. R4T, RSA; 14. RST, R&A (L 15. R3C, R4C SR, R&R; 18. RID y ganan, El inerario del rey es de Jo mas cu- ioso, habiendo suscitado no pocas imitaciones. Si la parte débil tiene un peén de torre, el néimero de partidas con resultado nulo aumenta con- siderablemente. Estos finales sue- Jen darse con frecuencia en la practica y merecen por ello una atencién particular. En el 128 no tiene importancia si est4 el negro en 2A o en 2C. Siendo mano, las negras juegan 1... P3T; 2. PEC-+, R2C (77), pero ieden seguir también 1... R2C; . ROR, RIT; 3. R7A, P3T 6 2... RIC; 3. RGA, RIT; 4. P6C, RIC! y tablas. Saliendo las blancas, la Jugada 1, P6T nos Neva al 91. En el 129 no salva a las negras Ja 1... PAT (76), ni 1... R3R; 2. R4R, R3A; 3. RSD, R3C; 4. RSR, R2C} 5. RSA, R2A'; 6, PST y ga- nan, 'Siendo mano fas blancas, 1. PST nos leva a tablas (93). Si los reyes no estin adn todo Jo cerca posible, como ocurre en el 129, las maniobras se efectaan a base de la oposicién corriente (véase 324). En el 1298) al ocupar, el rey blanco la columna del alfil, las negras se salvan tomando en ella 0 la oposicién, Si son mano las ne- gras, se consiguen tablas jugando 7... R3C! En el ejemplo 129b se consigue nar mediante 1. RIA! Saliendo fis negras, se_consiguen tablas jugando 1... R3C 6 RSR. El resultado de la partida no varia si trasladamos la posicin 129 a la fila inferior. Pero si la desplazamos dos filas mas abajo (130), el resultado volverd a ser nulo,’ independientemente de la salida ; por ejemplo: 1... RSR (no 1... P6T?; 2. PIC+, RSC; 3. RIK, RAC; 4. RAD! y ganan); 2. R2R, RSA; 3. R3D, PeT!; 4. P3C+, RBA. 130 131 ‘Ba As{ pues, en las posiciones es- tudiadas (128-130), las tablas son inevitables si el peéu negro 0 los peones blancos no se han movido; en las situaciones intermedias, el resitltado depende del dominio de la oposicién, Con otra distribucién de los re- yes, el resultado del juego puede ser distinto. Por ejemplo, sien el 130 el rey negro est4 en SC, las blancas ganan si son mano. El ejemplo 131 reproduce una situacién curiosa. Si salen blan- cas, con 1. P6C, la partida acaba en tablas; pero'si jiiegan las ne- gras, después de I... RIT, .gana 2. POC. Se trata de una posicién de zugzwang en la cual a ningu- na de las partes les conviene ser mano. La misma posicién existe estando el rey negro en IT y el m blanco en 4C en vez de SC. esulta que cuando los peones ligados estén en escaque de dife- rente color, también los reyes de- ben ocupar casillas de color dife- yente; y si los peones ligados Seupan casillas del mismo color, también los reyes deben ocupar casillas del mismo color. Esta ob- servacion, hecha por Bird en 1936, facilita los cdlculos previos. En el ejemplo 132 el resultado es nulo, independientemente de ja salida. Los peones ligados es- tan en casillas del mismo color; por eso se hacen tablas jugando 1... RIC!; 2. R6Y, RIT! Si 1. P4T, se debe jugar 1! RIT (1A) 15 2. R6T, RIC! Dominando libremente los esca- ues 1C y IT, las negras no pue- yerder, por muchas maniobras que hagan las blancas. En cambio, en el ejemplo 133, donde el peén 2C no se ha mo- vido ain, las blancas pueden siempre inclinar el platillo de la balanza a su favor: les conviene empezar: 1. PAC! (el mismo co- Jor); si son mano las negras, a 1... RIC, seguira 2. P3C! (color diferen Esta eregla del colors permite enjuiciar rapidamente la posicién. as posiciones de los ejemplos 134 y 135 son una excepcién del 133;'en ellas las blancas no pue- m ganar, a pesar de no haber movido todavia un peén. En el 134, las blancas. no. pue- den colocar su tey en 6T sin haber “Se ve ficilmente movido previamente su peén 2C, pero si lo hacen perderan toda su ventaja y hardn tablas, lo mismo que en el 132. A 1. RSA, consigue tablas cualquier jugada de rey, menos ‘I, RST? por 2. RAC, R2C; 3. RSC y les toca jugar a las negras. En el 135, uno de los peones estA demasiado avanzado y las blancas_no tienen tiempos de re- serva, Si 1, RST, viene 1... PIT! y tablas. La posicién 136 resulté en Ja partida Marshall-Schlechter, 1911. WAZ Tas "8 & We WY? os ue en caso de 1... RSC; 2. R2A, ROT; 3. RIC, a las blancas no les da tiempo de ccupar con el rey Ja casilla con- jugada (por el color) IT y pier den. Pero en ver de eso se jugé 1... RBR?; 2. R2A, RED (el rodeo es infitil en este caso); 3. R3A, P4C; 4. R2A, RSR; 5. R2R, RSA; 6. R2A (véase 137); 6... RSC; 7. R2C, PST; 8. PIT + y tablas. Saliendo las uegras, en el 137, como hemos visto ya, no pueden anar, pero tampdco ganan las Jancas en el caso de ser mano: 1, R2C, RSC; 2. RIT (se puede 2. R2A'6 2. RIA); 2... ROA (2... ROT; 3. RIC, 132); 3. RIC, PSC Pst); 4. RIA! (4. RIT?, 5. P3T, P6C 6 5. PAT, ROC) ; 4... BST; 5. RIC (6 5. PST); 5... POC; 6. PxP 66. P3T y tablas. Asi pues, a la parte mas tuerte a no le ayuda siquiera que el re: esté delante de fos peotes. _ Los ejemplos que damos a con- tinuacién ilustran ampliamente Jas maniobras de los reyes en las diversas peculiaridades de la po- sicién. En el ejemplo 138 muy unpor- tante desde el punto de vista ted- rico, las blancas consiguen el triunfo, pero sélo si son mano (véase también el 357a). Ante todo se debe procurar que el rey negro no pase a 6C antes de Hempo; "por ejemplo: 1. Pac?, R3C aC, PAT; 6 1. RAGA, RSC; 2. R4A,'R3A; 3, PAC, RIC} 4. Pa, R3A’y tablas. 1. RST! 2. PAT! Las blaneas ban terminado su preparacién. 3. RAC! RIC Al parecer, gana ahora 4. R4A, RSA; 5. PAC, igual que en el 129; pero'a 4. R4A?, sigue 4... RAT! Yy ya no se puede 5. R5A, por con- ducit a rey ahogado, y si 5. R3A, entonees 5... RIC; 6. RAR, RSA} 7, PAC, RGR, y tablas. La situa: mm de zugzwang que se origina después det. RAT), conaictona el juego siguiente: 72 4. RBA! RAA 4... R&T; 5. R4A (ahora son las negras quienes estén en zug- twang); S.. RIC; 6. RSR!, RAT; 7. ROA !'y ganan. Nosirve de nada PAT 6 4... P3A, por 5. RAR 6 R2A, debido a 5. PAC?, RAR; SR, R2A; 7. RAD 6 4... R2C et vista de 5. R4A! (no 5, P4C?, R2At y no S R4R?, RIAN); 5. R3A; 6. PAC, R3R; 7. RAR. 5. PACH RAR 6. RIR y las blancas ganan, por ejemplo: 6... R4D; 7. R4A, RSR; 8. RAR) 9. RSD, R2R; 10. SR; 1. RSA, R2C; 12. R6R. ‘Al egar aqui, Grigériev, en su deseo de Hevar el problema a una posicién teéricamente interesante, con las maximas dificultades para Jas blancas, cometié una inexacti- tud: 12... R3C (con el propésito de 13. RIR, P4T), sin darse cuen- ta de Ja réplica 13. PST+ (13... RAC; 14, R7A). Sin embargo, ta posicién que aspiraba se consigue con un sencillo cambio de juga- das: 12... PaT!; 13. PSC, RSC. Ahora las jugadas 14. R7R, R2C 6 14, RSR, R2A!; 15. R5A, R2C; 16. ROR!, R3C no conducen mas que a una pérdida de tiempo. Lo correcto es 14. R6D!, ya que las jugadas precisas pata conservar ‘posi icién 14... R3A o R3T son imposibles. (Véase 76a). El andlisis hecho por Grigériev precisa ciertas observaciones com- plementarias, Las negras no pier jen porque sti peén esté debilitado por el avance a 31, como puede parecer a primera vista. La causa radica en la desafortunada posi- cién del rey en 2T. Si el rey estu- viese en 2C habrian sido tablas. Por ejemplo: 1. RST, R2T; 2. PAT, R2C; 3. R4C, R3A! (en eso estriba todo: 3... R3C? pierde, va que 4, R3A1). Ahora a 4. R3A sigue 4... R8C! y si 4. R4A se puede jugar 4... R3R y 4... paT. De csta manera, las negras, en él ejemplo 138, hacen tablas si_son mano jugando 1... R2C! La misma idea, pero en distinta posicién, inspira’el N.° 139. 1. RST oe Claro que no 1. P3T? 6 1. R3T?, jue 1... R5A y not. R3C?, por j... R4C; 2. R3A, RST y se pasa a la posicién 133. Para el estudio teérico de estos finales tiene im- portancia que a {. R3T, también gana 1... R&C; 2. R3C, PAT!, por ejemplo: 3. R3A, RST; 6 3. RST, PST; 4. R2C, RSC 6 3. P3T, R4A} 4, RAT (4. R3A, PAC); 4... PIC {el mismo zugzwang que en eb 138) ; 5. R3C, RSR, ete. ow. R3A No gana 1.. RSA; 2. ROC, R6A; 3. RxP, PAT, por la ma: niobra de rodeo R-6A-5R-4D-3R (88). Véase rodeo en el 143.) 2. PAT! R2A A diferencia del 138, es la parte débil quien utiliza las ventajas del zugewang. Conduce a tablas 10 mismo: 2... R2R; 3. R6C, RIA; 4. PST, que 2..’R4R; 3. REC, RSA; 4. Rx P, PAT; 5. ROA, ete. 3. RAC RIK 63... PIC; 4. RIAL 4. RIA - Pero no 4, RST?, R3A!; 5. RAC, RAR y ganan 4. PSC 8. RAR y tablas. La posicién 10 (Lolli, 1763) suscitaba, al principio, lo’ mismo me la 124, apreciaciones contra- ictorias. Saliendo las negras, las tablas son sencillas: 1... R5A; 2. P3C+ (2. P3T, P3T!; 3. P3C+, R4A; 4. RBA, PAT) ; 2... RSC; 3. RC, PAT; 4. PIT4, RACH; 5. RBA (5. PAT, R3C!); 5... R4A. Se tardé en ballar una defensa correcta saliendo las blancas: 1. R3A (1. RIC, RAC; 2. PAT +, RAA. 62. P3T, PST!) ; 1... PAT] (Reich- helm, 1873); 2, R3R_ (2. R3C, RAC; 2. PIT, PST; 2. PAT, RAR; 3. P&C, R4A); 2... RAR; 3. PIC, R4A; 4. P3T, RAR, ete, Las blancas tendrfan probabili- dad de ganar si hubieran conse- guido ocupar con el rey la casilla 6T (131) o atacar el pedn 2T por Ia retaguardia. La posicién 141 se originé en la 140 en los tiempos en que (por in- fiuencia de Lolli y Walker) se consideraba que las negras no debfan mover el peén 2T para su mejor defensa. (1. R3A, RIC; 2. RAR, RSC; 3. RSR, RAC). White, con ‘sus andlisis, 'demostré, en 1873, que en esta posicién se podfa ganar. 1. R6R RC Chéron observé en 1952, que si i... PAT (a 1... Re, a excepcién de 3C, sigue 2. R6A; 6 1... P3T; 2. RIA, PaT; 3. P3T, PST; 4. B RIC), entonces 2, RSR! (pero no 2, RIAD, por 2.. PSTI con ame- naza de (SI)6T; 3. BST, RAAl y tablas); 2... RSC, 3... PST; 3. ROA y 4. PIT +. 2. Pat R2C . P3T (2... PAT; 3. PAT); 3. PAC Sh 2 RAC, entonces 3 R7A, R3T PAT; 4. Foc, Raa’; SPAN RSG; 6 REC) a. RGA, RAT; 5. RIC, 'P3T; 6. P3C, RAC} 7. PATH, RAT; 8. RIT. 3. RSA y las blancas ganan; Ror, ciemplo: 3. R2A; 4. RSC. 2C; 5. PAT, R2A; 6. RET, etc, (133). En este ejemplo las blancas ganan independientemente de la salida. Las jugadas para ganar no son “inicas, pero en cada una de las variantes se requiere, en ciertos momentos, una gran precisién, te- niendo, adem4s, en cuenta las’ po- siciones anteriormente examina- das (a partir del 128). Teniendo en reserva jugadas de peones (tiem- pos), a las blancas les conviene dejar, aunque sélo sea un peén, el 2C, por ejemplo, en su sitio (recordando el ejemplo 134) y mo- verlo tnicamente en situaciones "4 francamente victoriosas. Citamos algunas variantes (142). liendo las blancas: 1. RAC, R&C; 2. P3T, P3T; 3. PIC, R3A; 4, R4A, RIC; (4... R3R; 8. PAT, R3A; 6. PAC); 5. RSR (también na’ 5. PAC, ‘pero no 5. PAT ?, 4T 1, 139); '5... RAT; 6. ROR, RAC; 7. RIA, PAT; '8. PATH, R4A} 9. RIC,’ RSC; 10. REC y nan. Saliendo las negras: 1... R3C; 2, R4C (se puede también: 2. RSR, levandolel juego al |4l) ; 2 R3T; 3. RSA, RAT; 4. ROA, RIT; 5. PaT (5, RTA, RAC; 6. RIC?, PAT! y tablas) ; '5... RAT; 6. P3C, C(G. RBT; 7, RIA); 7, RIC, Rapsey 8 ver y las blancas ganan. O 1... P3T, a lo cual gana la jugada 2. P3T y la 2. PAT; ejemplo: 2. PSE, RIC; 3, Paty, RAT; 4. P3C (139); 2. PAT, RIC (2... R3R; 3. P3C!, RIA; 4, PAC) ; 3. RACI! "(véase 139, las observa- ciones para la primera jugada) ; 3... RB, Pat, RB: ; 5. R3A, ete, (138). ” El ejemplo 143 viene a ser una sintesis de muchas de las ideas que hemos expuesto antes en si- tuaciones de mayor libertad de movimientos del rey negro (en comparacién con el 142). No 1. R4D?, RSA y no 1, P3T?, REA; 2. ROR, REC; 3. RGA, 4. PAT, RGA (rodeo!) ¥ i. Pst Es initil 1... R3A; 2. RID, R2A, por 3. PIT, RIA; 4. R6R 6.3., R3A3 ROR, PAT; 5. PC y nan. Si I... PAT, no se debe jugar 2. RIR?, PST’ (con amenaza de P6T) ; 3. P3T, RAR! y el rey blan- co queda al’ margen del “juego, sino 2. RSD!, PST; 3. P3T, RSA; 4. R6R y gaan. 2 P3T! A2... PAT sigue 3. R7R, PST; 5 i 2... R5A, entonces 3. ROR, R6C; 4. RSA! Rx P2C; 5. PAT y ganan (la maniobra envol- vente 5... R6A fracasa por culpa del rey blanco en 5A). R3A! 3. RID! No se gana con 3. P3C?, ya que 3... RAA; 4. RSD, R3A; 5. RAR, R3R (136); 6. P4C, RA 7. R4A, R3C; 8. PAT, R3A. O'4. R7R, RSR; 5. R6A, R6A; 6. PAT, RxP3C; 7. PST, RSA! (al re blanco no ie ha dado tiempo de ocupar la casilla 5A). oo. 4. PIC 04... P4T; 5. PAT, R3A ; 6, RED!, R4A; 7. R7R! y ganan (142). Tad blancas deben ahora evitar la 5. RED ?, R4A y tablas (véanse observaciones a la tercera jugada). 5. R8R! 6. RIA 7. ROC y ganan. R2A R3A RAA R5R Para poner punto final a esta Parte del libro que trata de los Peones ligados, nos conviene vol- ver a estudiar posiciones del tipo 138 y 139 —Jlas mas complica- das — y examinar los andlisis he- chos hace tiempo y otros mas re- cientes. 44 En el 144 Jas negras tienen un tiempo de reserva P3C. Por ello las blancas deben evitar to- mar con su rey la oposicién en columna, ya que después de P3C qedan en zugzwang (la ‘oposicién pasa a manos de las ne- gras), Vemos claramente, por lo tanto, la conjugacién de las casi- Has de las linea avanzada_(con Jas casillas criticas 5R, 5A a donde no se debe permitir que pase el rey negro; véase 7), ne- gtas: R3R 6 3C; blancas, R4A, y también, negras: R3A y blancas RAR (ja distancia de’ caballo!). Sin embargo, a R3A no se pue- de replicar R4C (por R4R, que Jes da la victoria). Esta infraccién de las reglas de la conjugacion se explica por las peculiaridades thcticas propias de dicha estruc- tura de peones que se ha estudia- do en el 139 (a R3A se puede replicar RST, ya que la respuesta R4A, que habrfa asegurado el Exito en esta posicién desplazada a la izquierda, no se da aqui por el peligro de rey ahogado. Bn esta situacién se manifiesta de nuevo 15 la conjugacién de los escaques. Negras: R3A. Blancas: RST y R2A de las negras con RAC de Jas blancas. ‘Una vez establecidos esos fac- tores, el juego en el ejemplo 144 se hace muy comprensible: 1. R3C! (para at » replicar 2. RAC); 1... RAR; 2. RIA!, R3A; 5. v_ R2A3 2. RACI, R3A (2... R3R; 3. R4A; 2... RIC; En este ejemplo las blancas dis- ponen también de un tiempo de reserva y de antemano se adivina que Jas negras procurarin coloca: su rey a distancia de caballo del rey blanco. La posicién de zug- zwang recproco es la siguiente. Blancas: R4A, y negras: R3C (en caso de P4T, seguira R3A ; pero si en vez de mover el peén, el rey retrocede, entonces las negras jue- gan PAT? y, al revés, si PAT, PSC, ue RBA ‘seguiré PAT. Si el rey Jlanco esti en 4A y las negras en 3R, la posicién es también.de zug- zwuang. Asi pues, hemos visto la equivalencia de las casillas en la primera linea. En este ejemplo pierde a las negras la circunstancia de que no puedan tomar Ja oposicién en nin- gan momento antes de la jugada 6 PAT. Se gana asf: 1. R2D! Si las negras replican 1... R2A, entonces 3, P4T! y quedan las blancas en posicién victoriosa, iniciada por la maniobra de rodeo de las blancas, con el propésito de convertir la oposicién distante en inmediata. Por ello, el juego se desarrolla’ del siguiente modo: 1. RAR (6 1... RED; 2. R3R!); 2, R3D!, R3R; 3. RAD! y ganan, ya que a3... R3D 6 3... R3A, si- gue 4. PAT! (Véase 355a.). La distribucién de los_peones en el 146 es andloga al 138. Las blancas disponen de un tiempo de reserva} las negras, de dos. Si se mueve un pe6n, se origina una posicién ya estudiada, cada una con sus peculiaridades, es decir, con su sistema de casillas criticas ¥ conjugadas, Como Tesulia imposible impedir que el rey negro ocupe las casillas 4A 6 4R, las blancas deberdn, en primer lugar, defender sus esca- ques criticos 4R y 4A. Estando el rey negro en 4A, parece posible conseguirlo mediante R3A o R3R. Sin embargo, no sirve la réplica R3R? o RSA, ya que las negras, mediante PAT, pueden lograr una situacién favorable del tipo 144, o mediante P4C la posi- cién estudiada en el 145, ocupan- do en ambos casos su rey la pre- cisa distancia de caballo. Por ello, fa defensa correcta a R4A. es tan solo R3A (toma de oposicién) : st PAC, R&C, y si PAT, PAT 6 RGR Las otras’ “asillas conjugadas de la primera linea sou: 3R, 4R 3C, 4C; por consigniente, las casi- ilas de la retaguardia préxima, 2A, 3A y 2R, 3k (para las casillas de ja retaguardia Jejana no es nece- saris la_oposicién). Hs evidente que se consiguen tablas jugando: 1. RIR!, R2R 2. RiA! (se conserva la posil dad de tomar la oposicién en 2R 6 2A. jugando las negras 3R 6 3A) ; 2... R8A; 3. R2A, R4C; 4. R3C, RAT; a esta jagada lo mas senci- lo e3 repticar 5. PAT!, pero tam- pierde 5. R2C (no 5. R2T?, 138). Se comprende que en el 146 Jas tablas son inevitables saliendo jas negras (véase 357a). En el 147 las posibilidades de las blancas son més amplias; pue- den imponer bien la necesida Ia conjugacién «a distancia de ca- ballos, jgando P4C, bien la toma de oposicién con P3C, Pero las ne- gras pueden neutralizar esta ju- gada con PAT. 2, PEONES Si no existe la amenaza de que el peén de la parte débil se con- vierta en dama, dos peones sue- Jen ganar facilmente contra uno, cuando ambos son pasados 0 cuan- do estan lo suficientemente lejos el uno del otro. En ailtimo caso, el rey de la parte débil no puede defender simultaneamente su pro- pio peén ¢ impedir el avance del peén contrario. Si el cambio de tno de los peones de la parte fner- te es inevitable, el desenlace del juego, como es’ natural, depende de las posibilidades que se des- Prenden del final «rey y pedn contra rey» Lo mismo qne en la parte an- terior, las partidas que insertamos For eso, a las negras les convie- jugar «a la oposiciéns con el fin de poder replicar a PAC con la conjugacién a distancia de ca- ballo. Por ejemplo, saliendo las _ne- gras: 1... R2A; 2. RIA, R2R (ma- niobrando en Ta retaguardia leja- na, las negras esperan) ; 3. R2R, RGR; 4. R3A, RA; 5. PSC, PAT 65. P4AC+, RAC y tablas. Pero si salen las blancas, toman inmediatamente la oposiciéa, obli- gando a las negras, bien a ser las primeras en mover el pedn, bien a ceder el paso al rey blanco o a permitir que las biancas pasen a un sistema favorable para ellas de casillas conjugadas. 1. R2R! (con las casillas eriticas en 4R, 4A y 4C, y la columna principal de alfil,’ las blancas ini- cian su maniobra_envolvente) ; 1... R8A; 2. R2A!, RAC; 3. R3RY, RSA; 4.'R3A, RAR (4... PAT, 5. PSC; 4... R&C; 5, RAR); 5. RAC, R3A; 6. R4A! (es inatil 6. RST. 138; ‘ahora son las blancas quie- nes se han apoderado de las ca- sillas criticas); 6... R3C o R&R 7 PAC y ganan. AISLADOS a continuacién estan sistematiza. 7 das segiin tenga o no un peén pa- sado la parte fuerte. ‘Cuando todos los peones son pa- sados, el juego no es complicado, si no hay finales de peén corona- do, y sia la superioridad material no Se une posicién deoventajoes Esto tiltimo puede complicar el juego y, producir un resultado Inesperado. La cercanfa de los peones ne- Bros y la desfavorable situacién el rey negro es la causa de que pierdan en el ejemplo 148 ( a 148a). La base de este prob lemma es el final de epeén contra peén». 1. R4D! A tablas conduce 1. RxP?, R6A; 2. RSD, RSA, ete. Cc PAA+ Ahora 1... R6A es insuficiente 2. PAT!, RSA; 3. PST, PAR+ ; . R3A. Si i... PaR+, entonces 2: RxP (no 2. R4R?, RIR; 3. PAT, P4A; 4. RxP4R, RED y'tablas) ; 2... ROR; 3, PAT (3. R6D?, RSD); 3. R6D!; PST!, P4a; PSA; 6. P7T, P6A; 7. PS PTA; 8. DSD'+! y ganan (véase Se en el Apéndice). 2. RxP Es inttil 2.. PaR; 3. RSD, ROR; 4. RxP, R6D; 5. RSD, RGA ; 6. RSA. Pero ahora, después de 2... R6C, ao se puede jugar 3. R4D?, por 3. RSA; 4. PAT, P4R4; 5. R3A, PSR (amenazan- ROC! do 6... R&R); 8 PST, P6R!; 7. P6T, R6C! y tablas. 3. PAT! PAR 4. PST PR 5. R4D! a y las blancas ganan (5... RSA; 6. Por, POR; 7, RSD, REA; 8. PIT, ete.). 18a. Grigériev, 1928. Blancas: 8 R&R, P3CR. Negras: R7TD, P3AD y P3R. Ganan blancas: 1.’ R4D!, PAR+ (6 1... ROC; 2. PAC, PAR | 3. R&R! y ganan); 2, RBA! y ganan, 148b. Herberg, 1941. Blancas: R3CR, P4R, PTR. Negras: RL TR, PATR.’ Ganan blancas: 1. Reb, R2C} 2 RSC, RxP; 3. RxP y ganan. Es similar el ejemplo 148 c. Gai, 1942, Blancas: RICR, P5AD. Ne- gras: RIR, P5AD, P3AR. Tablas: I. R2A, R2D; 2. R3R, R3A; 3. RAD, POAT; 4. R3D!, R&D; 5. R2Al, R3A} 6. R3D, PIA; 7. RxP, RxP; 8. R3A y tablas. 148d. Guliaiev, 1930. Blancas: R8TD, PSTD, P2AD. Negras: RIAD, P2TR. Tablas: 1. PTT, PAT; 2. P3A! 6 I... PIT; 2. PAA! {El problema 74d, de Grigériev, nos enta una posicién muy parecida, pero con una idea dis- tinta.) 148e, Sevitov, 1937. Blancas: R8TD, P2TD, P6AR. Negras: RITR, P2TR.’Ganan blancas. 1. RIC, P4T; 2. RGA, RIC; 3. RSD, R2A; 4. PAT y ganan. Cuando la parte més fuerte s6lo tiene un pedn pasado, la situacion de peones suele ser ta siguiente: Jos peones blancos y los negros se encuentran en la misma colum- na y, con frecnencia, se bloquean mutuamente. Hay también, como es natural, posiciones en donde los peones ‘ocupan columnas vecinas, y en este caso el resultado del juego se determina por la posibilidad y 1a conveniencia del cambio. La teo- rfa no ha prestado casi ninguna atencién a estos finales. Citamos a continuacién casi los finicos ejemplos aparecidos en las publicaciones tedricas Blancas: R3D, P4AD, PAAR. Negras: R3R, P3D. Ganan blan- cas, independientemente de la sa- Jida. La tentativa del cambio 1... P4D se impide jugando 2. PSA. Alekhine-Reti, “Viena, 1922. Blancas: R4CR, P2TD, PSTR. Negras: R2AR, PSCD.' Tablas, galiendo las negras: 1... R2C, si Jas blancas intentan capturar el én SC, el rey negro, después de Eomer el PST, llega oportunamen- tea LA. (Con peones-en 3T y 4C, en vex de 2T y SC, las blancas anan, y con peones’en 4T y 3C, fis blancas, ademas del movimnien: to hacia el'pedn 3C, pueden ence- rrar al rey negro en la esquina 8T ya PAC replicar PST, etc.) El iitimo cjemplo nos condu- ce, por analogia, a casos prictica- mente importantes con peones de torre bloqueados. M9 En el ejemplo 149 son tablas: 1. RAR, RAC; 2. RSD, Rx P33. RSA, R4A; 4. R5C, R3R; 5. Rx P, R2D; 6. R6C, RIA. En este ejemplo, donde el rey y el peén pasado estén desplazadés a la columna de la izquierda, las blancas ganan: 1. R4D, R4A; 2. RSA, RxP; 3. RSC, "RAR; 4 RxB, RID; 5. REC, R2D; 6. RIC (150): Asi pues, el resultado del juego depende del Ingar donde se en- suentre el peén pasado, suponien- do que los reyes ocupen una po- «normal» (en la que se in- cluye también la situacién de los reyes en 44 y 3A en el 149 y en 4R_y 3R en él 150). El resultado de la partida de- pende también de lo avanzado que esté ef pedn bloqueado de la parte fuerte, En el ejemplo 151, lespués de I. RSR, etc., el rey negro, como se ve claramente, no logra ocupar Ta casilla LA. Resulta’ superfluo alargar la partida jugando 1. P6C+ ?, R2C; conviene 2. RSC! (2. R6R'?? in: cluso pierde); 2... RIC; 3. R6A, RIA; 4. RR, etc. El ‘resultado dei juego en esta clase de finales se subordina, se- 151 9 gin ha indicado Bird en 1936, a varias reglas generales (como es natural con la estructura arriba sefialada), Regla primera, Si el blo- queado de 1a parte ins fuerte ha pasado del centro del tablero, la partida, en general, se gana siempre. Las excepciones son_posibles, sobre todo cuando el peén pasado se encuentra en la columna cen- tral proxima a los peones blo- queados o cuando est afin en su casilla inicial, Con un peén bloqueado en ST. Sta, Blancas: R2AD, PSTD, P2D. Negras: RSAD, PSTD. Ta: bias, independientemente de la salida. En la posicién de R3AD, PSTD, PSD, Negras: R4AD, P3 TD; tablas jugando las biancas. (Si' seguimos desplazando esta posicién hacia arriba, se ga- nard en todos los casos, indepen- dientemente de la salida.) Con un peén bloqueado en 6T: 151b. Son tablas todos los casos en que el peén pasado est en la columna de dama, a excepcién de Ja_posicién siguiente: Blancas: ROAD, P6TD, P6D. Negras: Ri- AD, P2TD. Las blancas ganan si_son mano las negras. La siguiente posicién de tablas R6D, PETD y P6AD, RID 6 1A, P2TD no corresponde a la confi: guracién que estudiamos (lo mis- mo que la posicién de tablas R6- AD, PSTD, P6CD. RIAD, P3TD). Por eso tratamos, en lugar apar- te, los casos de ‘peén pasado en {s'coluonne tel ABS . Blancas : R2D, P6TD, P2R. Negras: RSD, P2TD. Tablas, in- dependientemente de la salida (el iinico caso en la columna de rey). El resultado, naturalmente, sera distinto con otra posicién de los reyes: 151d. Krum, 1913. Blancas: RIR, P6TD, P2R.’ Negras: R6R, P2TD, Ganan blancas. 1. RIA, 80 R5D; 2. R2A, R4A; 3. P4R!, R3C (6 3... RSD; 4. R3A); 4. PSR! y ganan. Pero si los reyes y el peén pasado estuviesen en Ja columna de la dama, serfan ta- blas, como en los casos anteriores (véase 275b). Regla segunda. Si el pedn blo- queado no ha pasado de Ja mitad jel tablero, sélo se puede ganar cuando el peén pasado esté dentro de la zona que limita una diago- nal determinada (véase 152). 152 En este ejemplo, con el peén bloqueado en 4TD, ta diagonal 6D-2TR marca la zona ganancial del peén pasado (comparese con el 149, donde el peén 4CR esti fuera de la zona, y con el 150, donde el, peén 44K se encuentra en la misma diagonal, es decir, en_los mites de la zona). Si el pedn blogueado estuviese en 3T, la diagonal se determinaria de forma similar: mentalmente se pasa una linea desde el peén ne- ‘0 ST por las casillas SC y 6A ¥ luego desde 6A hasta 2CR} la ca- silla 6A se descarta y obtenemos Ja diagonal 5D-2CR. ‘Al pe6n bloqueado en 27, le co- mde la diagonal 4D-2AR. Chéron observé en 1952 que era preciso descartar Jas columnas del ‘D y AD (es decir, las dos colum- 5 tas), después de lo Qual Ta zona ganancial queda co- Go un triangulo, cuyos lados tie- fen el mismo mimero de casillas ; fa diagonal seria la hipotenusa de triangulo. A los peones blo- eados en 4T, 3A y 21 les co- Hresponden tres triangulos de este tipo: 6D-2D-2T, §D-2D-2CR, y tb2D2aR. He aqui un ejemplo que confir- ma la esegunda regia»: 152a, Blancas: R2b, P4TD, poR. Negras: RSD, PATD. Gavan blancas: 1, PR41; RSA (6 1... RSR; 2. R2K, etcétera) ; 2. R2A!, RS 3. R3D!, RxP; 4. R4Al, ROT; 5. PAR y tas blancas ganan desptiés de coronar su pedn (véase 3en ei Apéndice). La ‘inica excepeién de este ca- so 63 la proxituidad de la colurana principal. 152. Blancas: R2AD, PATD, P2D, Negras: RSAD, PATD; ta: blas, siendo mano las blancas. Como el pen pasado se halla fuera de la zona. ganancial, no puede ganar (149). Chéron ‘con- Sidera tna excepcién_posiciones del tipo K6AR, PTD, POCR; RIAR, P4TD, en la que se gana saliendo las uegras; peto, como €s légico, la regla de Bird nada tiene que ver aqui. eae Ye, Vi utilizacién de las reglas arri- ba indicadas facilita y acelera, en gran medida, el cAlculo, y de ello podemos conyencernos con el si- guiente ejemplo: En el 153, después de 1, R3R (toma de oposietén), las negras se ven obligadas a perder uno de Sus peones, pero de ellas depende la eleccién de cual de ellos. Si ierden el peén 47, obtendrén un final con un peén bloqueado de Jas blancas que ha pasado del cen- tro del tablero; por cousiguiente, Ja situacién es de pérdida para cllas. Pero si pierden el peén 31, se encuentran con que el peon pasado del adversario esta fuera de sa zona ganancial (diagonal 6R-2T!). Asi pues, las negras deberin conservar el pein 47 (y no el 3T, como puede parecer “a primera vista); para ello tienen que de- fender’ las casillas eriticas 4R, 44 y 4C. Hasta que el rey blanco no salga a la primera linea, las ne- gras, maniobrando en la retaguar- dia, replican_a 1, R3R con 1... R2A!; 2. R4D (rodeo), R3A! pnede ganar (149) (claro que no 2... R3R?; 3. R4R y ganan); 3, RSA, R3I |. R6C, RID; 5. Rx P, R24’ (para abreviar la partida se juega 5... R3A; 6. RIT, R2A; 7. P6T, RIA; 8. R6C, RIC, ete.) ; 6. RSC, R2C. Se ha Megado a la posicién «normals del final que estudiamos con un peén pasado en zona neutra; el rey negio ocu- para oportunamente Ia casilla 1A. Pasemos a otras posiciones con cones bloqueados 6 no en la co- jumna de torre, pero con una dis- tribucién de reyes libre de las limitaciones del tipo de diagrama 149, En este ejemplo el rey blanco necesita espacio pata apoyar cl avance del peén en la columna de rey, pero como ya sabemos por el ejemplo 152) se debe evitar, al hacer las maniobras, la_posicion R2A-RSA, siendo mano las blan- at cas. Esta posicién neutra, hallada or Grigériev, constituye la base fl problema: Tas negras, a su vez, deben evitar la salida ‘en esa posicién. Es facil hallar la solucién si to- mamos en cuenta las posiciones auxiliares 152 a y 15le. 1, R3C!, R5R; 2. R2C!, R6R; 3. RIA, R5R; 4. RIR, R6R (las jugadas de las’ partes son inicas) ; 5. RID, R5A; 6. R2D, R5R (6 6... RSC; 7. R3R, RxP; 8 R4A y anan); 7. P3R, R6A; 8. R3D, 6C; 9. RAR! (9. PAR?, Rx P); 9... RSC; 10. RSR, RxP (6 11. P4R); 11. R4A, R6T; 12. P4R, R2C3'13, PSR! (13. RSC?; REC!) } 13... PST; 14. POR y ganan (3 en el Anexo). ° 154a, Leyk, | 1939. Blancas: R2AR, P2R, BATR. Negras: R5- CR, P2TR.’ Ganan_blancas: 1. RSR, PAT; 2. RAR, ROC; 3. RSA, 82 RxP; 4. R4A! (no 4. PAR, REC y tablas); 4... ROT; 5. PaR y ganan. En el ejemplo 155, después de 1. P6A, RIA, se gana valiéndose del «triangulo» (véase 17). En el 186 se puede ganar de otro modo: sacrificando el peén de dama y capturando el pedn contrario; por ejemplo: 1. PéD, RID; 2. P7D!, RxP (2... R2R; 3. PBD=D+!); 3. RSD y ganan. En el ejemplo 157 (tomado de una partida prdctica) después de 1. R2D, POA +; 2. R2A, RSA, las 157 158 blancas, teniendo en cuenta la po- sicién del pen 4T, se han salvado con 3, RIA! Si en vez de 2... RSA, las negras hubieran jugado 2.. PST, habria salvado a las blancas 3. RID! (publicado en la «Nuova Rivistay italiana). Horwitz y Kling, desconocien- do, por lo visto, esta solucién que pone de manifiesto la fundamen fal estratagema de dicho final, propusieron en 1889 el problema 158, con la siguiente solucién: 1. PsT, PxP; 2. RID, PST; 3. RIA, RSD; 4. 'R2A, RSA; 5. P3T (22), y tablas (12). Precisamente la jugada 5. P3T' es la que pierde (185). Lo correcto serfa (Neustadt, 1899) : 5. RID! (si 5. RIA, enton- ces 5... R6D; 6. RID, P7A+; 7. RIA, ROA; 8. PST, REC y ganan) ; BIALeD (son tablas evidentes y Scspués de 5... POT); 6. RIA, SGR/'7, Pat y tablas. Si después fel PST, PxP; 2. RID, las ne- en vez de 2... PST, juegan pe TAs, son tablas det formas; 3. RIA, R6A; 4. P3T!, ROC; 5. PAT. Neustadt ha sefialado, ademés, que no es obligatorio empezar ju! do 1. PST (se puede empezar PRID, PTA+} 2./RIA, ROA; 3. PST y tablas) 'y ‘si se’ setira el peon AT y se traslada el peon 3C E°2r, ganan las negras, juegue quien juegue. 158, Grigériev, 1933 (véase Ia terminacién del problema en el 313). Blancas: RSD, P3CD, P6AD. Negras: R2AD, P4TD, PSTD, si son mano las negras, las blancas ganan. En el 188 no tenfa impor cia si estaba el rey blanco en 1A.o en 1D, ya que el pedn 2T Ma, segdn las. circunstancias, 3r 6 4T. En la posicién de Grigériev el peén uo esté en 2T, sino en 3T, y ya no tiene opeién a la salida oble. Por eso el rey negro dispone sdlo de una casilla segura para la retirada: 1... RID! y si ahora 2. R6D, RIA; 3. PTA?, entonces 3... PST; 4. Px P, PAT y tablas. Ta situacién del’ peén en 37, en vez-de 27, permite el 0 del rey blanco ‘a la casilla Cy las blancas ganan, cediendo Ia salida a las negras:'1... RID, sigue 2. R4A(4D) !, lo mismo que en el 17. La observacién final que hemos hecho para el 158, est4 ilustrada con el ejemplo 159. 1. R4D, RID; 2. P5A+, R3A; 3. R4A, R2A; 4. RSD, R2D; 5. PeA+, R2A; 6. R5A, RIA; 7. ROD, RID, 8. PTA+ (como ha indicado’ Chejover, cabe jugar también 8. P4T, RIA; 9. PST!, RID; 10. P7A+, RIA; 11. ROA, P3T;' 12. R6C);'8... RIA; 9. R6A_y ‘ahora 6 9... PAT; 10. PST!, PST; 11. R6C 6 9... P3T; 10. PaT!, PAT; 11, R6C y ganan. Como se verd en el ejemplo 162, cou un peén en 3T en vez de 2T se puede ganar también. Rabiné- vich, en 1938, traté de demostrar- Jo erréneamente a base de la solu- cién 159; después de 6, RSA, con- tinuaba ‘6... RIA? (y después 7. R6D, RID; 8. PaT!), sin embar- go, con un peén en 3T lo dnico correcto es 6... RID! 159a, Blancas: R6CD, P3TD, P6 AD. Negras: RICD, POTD 5 ga nan blancas; 1. RST, R2A(2T) 2, RSC y ganan, 159b. Chéron, 1952. Blancas: RIAR, P2AR,’ P2TR. Negras: ROAR, P2TR.’ Tablas. 1. RIR, PAT; 2. RIA, PST; 3. RIC (3. RIR, RIC 6 3. PIT, RSR!; 4. RAR, R5A} 5. P3A, ROC); 3... RSC! (no 3... P6T?; 4. RIA); 4. R2C, P6OT+; 5. RIC, R5A;'6. RIA ROA; 7. RIR. RIC y tablas. Muchas de las jugadas que he- mos examinado en este final estén artisticamente realizadas en el 160 1. RA RSC 2. R3R! a Las blancas obligan a las negras a mover el pe6n 3T; después de 83 conseguirlo ya no les amenaza el mate. 2 .. P3T 3. R2A R5A 4. RIR! se Es la tinica defensa con un peén negro en 3. Si el peén estuviese en 4T (2... P4T), serfa preciso ju- gar 4. RIA! (véase 157). Al elegir ta casilla para retro- ceder, el rey debe situarse en la que tenga el mismo color de la gue, ocupa el peén del adversario en la columua de torre; . ROR 5. RIA PAT Si 5... P7A; 6, PST!, R6A; 7 PAT, REC; 8. PST. 6. RIR PTA+ 7. RIA ROA 8. Pat REC 9. PAT y tablas, Es distinto el juego si el peén pasado se encuentra en la fila cuarta, y el otro peén, aunque no esta en st casilla inicial, puede asegurar el tiempo necesario para conseguir una posicién en zugz- wang. En este caso tiene impor- tancia que el rey se encuentre de- 84 lante de su peén pasado (161 162). : 16 161, 1. RSD, R2D; R2A; 3. R6R!, R3A (zugzwang), R2A (6 7D, RE) 6 ROA! ¥ ganan) i RIA; RGD. RID; 7. R6A, 1.8. PSA); 6 RSD, R3D; 7. R8A, R3A; 8. RBC, R3C} 9, P5A+, R3A; 10, RxP, R2A; 11. P6A 'y ganan. Si salen las negras: 1... R2D ; 2. RSD, R2A; 3. PST, R2D; 4. PET, 5 MAGS. R2A; 5. ROR, R3A; 6. RIR, R2Al y tablas. 162. 1. RAC!, RSC; 2. PAT, R3A; 3. PST, R2C; 4. RSC, R2A, 5. RSA, R2D; 6. RSD, R2A; 7. ROR, RGA; 8.’POT! y gauan. Si’ juegan primero las negras: L gee Rac, Rac, 3. Rac, R3A; 4, PaT, RIC; 8. PETS, R3Ay tablas. ‘Ahora se comprende que el 159 se resuelve mas sencillamente: 1. R4C!, RIC; 2. PATI, etc. ‘Examinemos ahora posiciones con pareja de peones, uno blanco y otfo negro, en otras columnas que no sean de la torre. La posicién 163 es el primer ejemplo publicado (1920) de apli- cacién consecuente del método de las casillas conjugadas en finales de este tipo (antes de eso se em- pleaba el método prictico del Stridngulor). Se pierde si se cede a la tenta- cién de jugar 1. P4D, R5R; 2. R3A, ya qtte ahora no sigue R4D? (que pierde por 3. RSD), sino 2... R4A! y tablas; por ejem- plo: 3. R3D, R5A!; 4. R2D, R5R; 5. R3A, R4A; 6. PSD (es lo tinico Jue se puede hacer) ; 6... RAR; 7. ep, Ro; 8. R4D y aunque tas Blancas captnran ef peon 4C, nO gaan, ya que su pedn no ha pasado del centro del tablero. En esta posicién desplazada a la fila inmediata superior, las blancas, i ado asf, habrian ganado I . Ya que la jugada PAD no da resultado, hay que buscar otros metios. Se ccha de ver en seguida que si salen las negras, las blan- cas consiguen avanzar facilmente Sa rey (I... R5A; 2. ROR, ete.). Por consiguiente, hay que ceder la salida al adversario. Sin embargo, en esta posicién no basta el’ simple calculo del «triangulo. Al tridngulo 2D, 2A, 3A (junto a la casilla inaccesible 3D, véase la «Introduccién»), equivale el tridngulo de las ne- §tas 6A, 5A, 6R (junto a la casilla Inaccesible '5R). Estas casillas constitnyen Ia zona principal y en ellas las negras siempre pueden conservar la conjugacién, Por lo tanto, hay que pensar en los escaques de la retaguardia in- mediata; resulta que si el rey blanco maniobra por las casillas 2 y 3C, el rey negro no podra disponer ce los escaques 6C y 5C, ya_que las blancas jugarian {R3A)4D. La base de la solucién se hace evidente y s6lo queda Nevarla acertadamente a la prdctica, 1 Raa REA Se perderfa tiempo con 1, R3A, RGR, después de R2A, pierde en seguida 1... R6R por 2. R3A. 2. R3C 6 2. R2C, pero no 2. RIA. a R6A El rey negro sigue en la zona critica, ya que el paso a la quinta fila no le proporciona ninguna ventaja, como vemos en la si- guiente’ variante: 2... R4A; 3. R3A, RAR; 4. R2D!, RSD; 5. R2A1, RAR; 6. RID’ (maniobra jndicads ya por Horwits y Kling) 6... R&D; 7. R2R!, RSD; 8. R2D, ete., como en la vatiante principal. 3. R&C! Después de esta jugada, las ne- gras pierden la conjugacién. 3. 4. ROA! RSA R6A Hemos hablado ya del paso a Ja quinta fila; las blancas han conseguido ya Su objetivo funda- mental: ceder la salida a las ne- gras. & RD La continuacién es relativamen- te facil : 5... R9A; 6. R2R, RAR ; 7. RSR, RAD; 8. PaD. Se ha llegado ‘a un momento importante: las blancas, después de reconquistada la casilia 3R, no tiene mis reme- dio que permitir a las negras 8... RSA; se comprende que si esta posicién estuviese en la columna inmediata de la derecha, la posi- cién de las negras, con un peén de alfil, supondria un peligro serio (la partida terminaria en tablas; véase 163b) ; pero si el pedn ne- 0 estuviese en 3A, es decir, toda la posicién en la fila inmediata superior, las blancas ganarian: 8... RSA; 9. RAR, RxP; 10. PSD, R4A. O 10... RAT; 11, P6D, R3T; 12. RSR, PSC; 13. ROR!, P6C; 14. PID 'y ganan; 11. R5R, PSC; 12. P6D, R3A; 13. RGR, P6C;) 14. PID, PIC; 15. PBD=D, P&C=D 16 D8A+ y ganan (Véase la posicién 163 despla- zada a la columna izquierda en el 386a). 1632, Blancas: R2AD. PSD, P5AR. Negras: R3CD, P3AR- Ganan blancas. 1, R3D, R4A; 2. RAR, R3C; 3, POD!, R3A; 4. PID, RxP; 5. RSD y gana. 168b. Blancas: RICR, P3AD. Negras: R2D, P4AD, P3R. Ta- blas. 1, R6A, RID; 2.'P4A, R2D; 3. RSR, R2R; 4. R4Al, RBA; 5. RAR, PAR; 6. RSD, 'RAA;’ 7. Rx, PSR; 8. REC! (jugada finica) ; 8... POR ; 9. PSA, P7R; 10. P6A, P8R=D; il. PTA’ v tablas (8 en el «Apéndices.) En la posi- cién 163b, situada en la fila de abajo, el ‘peén blanco no habria tenido tiempo de llegar a la ca- silla 7A. 1. PAD (jugando el peou 4D se gana en el ejempjo 164 si la po- Sicién se desplaza a la fila inte- rior, 165); I... R2A; 2. RSA, 86 R2D; 3. PSD, R2A; 4. POD+, R2D; 5. RSD, RID (1A) y tablas. © i. RSR, R3A; 2. PaD, RAD; 3. RSA, RSD; 4.’ RSC, R3R; 5. PSD+, RxP;’6. ROT, R4R (Sal- violi continnaba : 6... R3D ; 7. R77, R2D y tablas; sin embargo, a 7, RIT? se gana jugando 7... RAR!) } 7. RSC! (no 7. R7C?, R3R), y tablas. Salvioli indicé que con un peén en 2D en lugar de 3D, las blancas habrian ganado jugando: 1. RR, RBA; 2, REA, RADY 3, RSC, RAR: 4. P3D!, R3R; 5. PAD, R4D; 6. ROT, ete. Si'el ejemplo 164 se desplaza a Ja derecha o a Ia izquierda, siguen siendo tablas. Tan s6lo la_posi- cién RSTD, P3TD, P6AD; R2TD Myr ZAP cS, ventajoss para las lancas (vease 168) E] problema 164a de Grigériev profundiza y desarrolla el anélisis del 164, demostrando, entre otras cosas, que en ese ejemplo las blan- cas no pueden ganar ni aun sa- Tiendo Tas negras. 1. RIA, RAR; 2. RID, RSD; 3. RR, R5R. Nada consiguen Jas negras, con 3... RSA; 4. RR, RSC; 5. RAD, ni tampoco 4... RAC; 5, R3D 6 RAR (pero no 5. R4D?, RSC; 6. R&D, P4R y ganan), 4, R2A, RSA; 5. R2R, R6C!; 6. RSD! Pero no 6. R3R?, P4R! y ganan. Ahora a 6... ROA le seguir 7. RxP, PAR; PAR; 8. RD, RIAS 9. R3D! Después de 6... P4R no se debe 7. RxP a causa de 7... PSR. 6.. PAR; 7. R3R!, RIC; 8. RIK}, PSR; 9. RIR!, RGA; 10. RIA, POR; 11. RIR,'P7R y ta- bias. Chéron, en 1952, ha publicado este problema de Grigériev, pre- miado en un concurso, sin indicar el nombre de su autor. En 1890, Berger sefialé tan slo 1. RAR, R4A; 2. PAD+, R3D, con las siguientes maniobras de Hor- witz y Kling: 3. R3R, R3A; 4. R2D, RSD; 5. R3A, RAD; 6. RID. En 1922 ahadié la variante: 2. RSA (3. R3R, R4C; 4. R&D, RSC; 5. PSD, son jugadas victo- riosas, ya qué el peén 5A ha pa- sado del centro del. tablero,. & R4A; 6. RAR, R3C; 7. PED, ete también sefialé otras dos solucio- 1, R4A, RAR; 2. P4AD+, 3. PSD y la otra, tam- bién sencilla, de I. P3D, R3A; R4A, R3D;'3. P4D, ete. Estas jugadas no consiguen su objetivo en la posicién siguiente, donde el poon negro, esté mas proximo de la octava fila, En_el anélisis de la posicién 166, Berger cometié algunos erro- res muy ilustrativos (1916, 8. edi- cién de «Bilguers). Después de 1. R3D su continuacién «1... R4C!s (joposicién mecdnica), ‘no es la mejor de las defensas,’ ya que se gaua facilmente: 2. P3A, R4A; 3. R2D, ete. (165). Mas segura, na- turalmente, es 1... RSC! ¥ la con- tinuacién 2, P3A+, ROC} 3. R2D, RST! y Incgo, como Grigériev, 3. R2R(3R)! y_ganan, lo mismo que en el ejemplo 163. Pero lo fundamental no es eso. 87 Después de 1. R3D, RAC, Berger analiza la jugada 2.’R3R? y vuel- ve a aconsejar ia toma de oposi- cién «2... R4A!» En la realidad se consiguen tablas jugando tan s6lo 2... RSA! y no 2... R4A?; en el ejemplo dado por Berger no pier- de, porque contintia’ 3. R2R?, RSA; 4. R3A, RSD. Segiin Dedrle (1921), a 2..."R4A? se debe repli- car: 3. R2Ai (maniobra de Kling, 168); 3... RSA; 4. R3C!, RSD; 5 ROA, ROA; 8. RAC y’ ganan 57). En el ejemplo 166, donde se gana con I, R3D con el avance Siguiente dei peén 2A, no hay necesidad, como es natural, de semejante rodeo, pero se hace imprescindible st el peda de las negras es de alfil, como en el 167. (Observemos, de’ paso, que si Ja posicion, 160’se desplaza a ta. co- jumna de la derecha, las blancas ganan sélo si son mano las ne- gras.) Segiin Dedrle (1921), en_ esta posicin no gana 1. R3D?, R4A! (las variantes se deducen de la exposicién anterior), ai 1. P3R?, R5R_6 1. R3C. RSD (en caso de 2. P3R+, las blancas pierden ambos peones). Lo cotrecto es 1. R2C!, RSR; 2. R3T!, RSD; 3, R3C, RGR; 4. RAT a8 y ganan. La conjugacién de las casillas se determina por las po- siciones decisivas R3C-RSD R3T-RER. En el ejemplo 168 (Walker, 1841) Ia_posicidn critica es Ia de R3D-R5C y Ja solucién es andloga en todo al 167. Sin embargo, antes de empezar la maniobra, es pre- ciso obligar al rey negro a que retroceda a la fila sexta (de otro modo el rey negro se aproximaria demasiado al peon 2T). Para ce- der la salida a las negras, se uti- liza el tridngulo 37-2C-% 1. R3T, R3C; 2. R2C!, R4T (6 2... R3T;3. R28 !, RAT; 4. RDI); 3. R3IC!, RIC; 4. R3A, RAT; R2D! (sefialada por Kling; W: ker _continué 5. P3T?, RST; 6. R8D, RxP y tablas); 5... RST; 6. R3R, RSC; 7. R3D, RGT; 8. R4R, RST; 9. RSD, RSC; 10. P3T4 y ganan. En el 168a (posicién fundamen- tal de Walker) cabe 1. R3C, RAT, 1 mismo que en el 168, pero es mas sencillo jugar de ‘primeras (utilizando el’ triangulo 4T, 3T, 3C); 1. RIT, RIC (6 1... RAT; 2: R3C); 2. R2c, ete. ‘Vamos a terninar el andlisis de peones en Ja misma columna cot algunos ejemplos de maniobra mas complicada. 169; Para transformar el pen 5C en dama (1. RSD ?, etc.), a las Tail, aa un tiempo, y 1, R6A? también pierde, debido al... RSC; 2, RxP, R4A. Por eso, 1. RS5A!, ya que crea una situacién aguda para ambos ban- dos y las negras, en caso de co- ‘meter alguna inexactitud, pierden. 1... RST; 2. R4A, ROT; 3. K3A, RIT; 4. R2A. Es facil de comprender que las blancas no podian en ningwin ino- mento ir a la captura del pedn de alfil, ya que las negras, dando un rodeo por la retaguardia, legarlan al pen 5C y lo tomarfan. Las negras intenfan ahora liberar a su rey. 4 P3A El célculo que hacen es el si- ente: mientras las blancas cap- an el pedn, las negras podrin {en las mismas cuatro jugadas) trasladar el rey a 5D y ganar. 5. R3A ‘RBC 6. RAR! Jugada de doble fin: ahora 6... RIC? sigue 7, R5A y ganan después de 6... R7A, queda inter- ceptado el camino del peén de alfil cia dama, lo que proporciona a Jas blancas el tiempo que les fal- taba al principio. As{ pues: 6... R7A!; 7. R5D!, P4a; tablas. 8. R6A y La salyacién de Jas negras se basa en dos posibilidades : 1) cap- tura del peén 2A, para hacer tablas contra dama gracias al peén de alfil, y 2) captura del pen de alfil rey para poder repli- car a la jugada Rx P con R4A. Por ejemplo: 1, R8A?, R3A; 2. RSR, R3R; 3. R8D, R3D; 4. RBA, R4A! y si 5. RTA, entonces 5... RSC; 6. P4A, ROT; 7. PSA, RIC y tablas (primera posibilidad), & a PIAS entonces 5... RSD; & PSA. RAR} 7. RIA, Rx P; 8. ROD, R3A!; 9. RSD, R2R; 10. R4D, 1. RxP, R4A (segunda osibitidad) . También se hacen ta las con 1. P3A?, RAR; 2. RTA, R5A; 3. ROR, RO6R!; 4. P4A, RID, ete. Por estas variantes se ve que las blancas, en primer lugar, no deben mover antes de tiempo el e6n 2A (dejando libre la casilla BR para el tey megro), y, em se- gundo lugar, no les conviene acer- €ar su rey por la octava fila, que en ese caso queda mucha dis- tancia hasta el peén negro. De todo esto se deduce la solu- cién: 89 1. RIC, R4R; 2. R7A! (aproxi- muacign al peém negro por la. sé tima fila); 2... R4A (6 2... RSA; 3. R6R, R6A; 4. R5D, R7R R4A y ganan) ; 3. RIR, RAR} 4. RID, R4D; 5. R7A! (5. P3A?, RSD’; 5, B4A?, RSR; 6. ROR, ROR!; 6 6. PSA, RxP; 7. ROD, R3A!); 5... R4A (hay la amenaza de 6...’ REC); 6. PAA! RSD; 7. P5A! (7. ROD?, R6R) ; 7... RAR; 8. R6A! (8. PBA?, RxP; 9. RED, oe er 2 ganan, 170a, Moraviets, 1925, Blancas: ROR, P2AR, P2TR.’ Negras: ROTR, P6AR: Tablas. La arena. za de'captura del P2T, ‘la evitan las blancas atacando P6A. Se con- siguen tablas s6lo con i, RSD!, RIC!; 2, PAT, RxP; 3. PST, RIC; ‘4. PéT, PTA; 5. PIT! se hace evidente que en caso de 1. RSA ?, lo decisivo habria sido 5... P8A=D+, y en caso de 1, R5R a6. P8ST= , seguirfa 6... DST + 170b. Blancas: RICR, P4R. Ne- [ee RIAD, P4R, P3TR. Las lancas no pueden ganar. 1. R6A!, ROD (también 1...” R6A o REC, pero no I... PAT?; 2. Rx P, RED; 3. R4A, RSD; 4. PSR, R4D; 5. RSA y ganan); 2. RxP, R5A!; 3. R&A, R4A! 6 3, RSA, PAT y tablas. Pasemos ahora al estudio de po- siciones con peones aislados sin peén pasado. En estos casos se gana, por regla general, cuando el rey puede ocupar tana’ posicién de bloqueo ante el peén enemigo y luego atacarlo de lado, o bien cambiar con ventaja alguno de sus peones. Suelen tener una im- portancia decisiva los tiempos de reserva. La partida depende, en mucho, de la distancia que haya entre los peones y la situacién de Jos reyes. Examinemos algunas posiciones sencillas de finales con reyes en oposicién vertical y horizontal. 90 En el ejemplo 171, a 1... RaD, sigue 2. PSD! (6 1... R2C; 2. PSC!) y ganan. Si son mano Jas blancas, el cambio de peones es iniitil, pues no se puede ganar. Ila. Glazer, RSR, P2R. Ne; P4AR. Ganan bl 1939. Blancas: as: RIR, P4D, iancas. La idea es ™ Ja misma: 1. R6R!, RID (6 1 PSA); 2. RxPAD;' i... RIA 1... PbD); 2. Rx PaA. Eni el extremo del tablero, cuan- do uno de los peones es de torre, el resultado def juego cambia. En el cjemplo 172, las uegras se salvan con 1... R2A! (ya que nada consiguen las blancas con 2. P5A ff 2. ROT, R3A), pero se pierde, naturalmente, con 1... R2T?, ya que 2. PST (véase 260). Si las posiciones de los ejemplos 111 y 172 se desplazan arriba o abajo, el resultado no cambia; pero si el peén negro se encuentra en su posicién inicial, aparecen ciertas peculiaridades. 1% En el 173, después de 1... RID, se hace partida nula inmediata: mente con 2. P6D?, ya que 2. RIAT; 3. PID+, RID; en cam bio, gana 2. RIC!, R2D; 3, REC! (algunos manuales, siguiendo a Chéron, hacen un’ juego dema- giado sutil: 3, R8T!?, como si quisiesen. ganar «por segunda vez» e! final ya claro; esta clase de maniobra es, en cambio, muy adecuada en otro grupo de finales que estudiamos ‘mas adelante; yéase 185) ; 3... RID (3... R3D; 4. RBA) ; 4. POD !, Px P; 5. PGC, ete. En el 174 se consiguen tablas con 1... RIA!, peto not... RIT?; 2. RIA! (2. PeT?, RIC!); 2. R2T; 3. R8A, RIT; 4. POT!, ete. Esta posicién angular era cono- cida ya por Carrera en 1617 (175). 175 175. 1... R2D!, o si salen las blancas: 1. R4A, R3A; 2. RAC, R2A; 3. RSC, RIA; 4, R6C, RIC; as{ pues, se hacen tablas también cuando el rey blanco esté en 5C eu vez de 5D; este resultado no varfa en uinguua fila ni columna. En el ejemplo 176 la partida es nula independientemente de quien tenga la salida (comparese con el 180). En el 177, después de t. RTD (6 1, ROR, R3T). 1... RIC; 2. RED (@ 2 RSR, RIT! pero nto 2. R8A?, ya que el peén en 3A im- pediré a las negras conservar Ia oposicién: 3. R7R, R2A; 4. RER y_ganan; problema de Neustadt, 1890) RIC falla la combina- cién 3. PSC, lo mismo que en el 173 (el peén negro se encuentra més cerca de la octava casilla). Pero las negras, en caso de ser mano, pueden conservar la oposi- cién: I... R2C; 2. RID, RC; 3. R8A y ganan. En el ejemplo 178 al rey negro le falta espacio para conservar la oposicién. Las blancas ganan ju- gando 1. RID, R2T (6 1... RIC; 2. PST) ; 2. RTA, ete. En el ejemplo 179, con un en posicién inicial, el dominio de la oposicién no salva a las negras. El juego se reduce a la final mi- mero 173 R8D, RIC; 2. P6C y ganan. Jo mismo en el 180, donde el rey blanco no esté en un extremo del tablero, como en el 176. A este tipo de finales se redu- 1 181a cen habitualmente __posiciones donde hay una gran distancia en- tre los peones o los En el ejemplo 181 la existencia de un tiempo de reserva (peén en 3D en vez de 4D) permite ganar a las blancas: 1. R4D, R2D; 2. RSA, R2A; 3. PaD 6'1... R2A, 2. RSA, R2D; 3. ROC!, RID; 4. P4D (177). Sin embargo, en el 181a, las blancas, siendo’ mano, no pueden 1. R&C, R4D; 2. R3A, En el 182, la tentativa de tomar Ja oposicién con 1. RSC? fracasa- rfa, ya que con 1... P3A+, las negras juntarfan los peones 'y el rey blanco no tendrfa buenas ca- siflas para retroceder: 2. RSA, R2A; 6 2. R4A, RIC; 6 2. RST, R2r y tablas. ‘Se gana s6lo con 1. RSA !, P3A (de otro modo, 2. R6A), 2. PSC! Siendo mano las negras, Fine so en 1941, en posicién and- a, 1... R3A, que en caso de 2. PEC+, R3C, conduce a tablas sin grandes |complicaciones, Ciertas ificultades produce 2. R3A, por clemplo, 2... RAC; 3, PSD.'y st negras jugasen despreocupa- damente 3. ROC? (3. PSA? 4. P6D), entonces 4. Rd, la nica salvacion es 3: 4. R4A, RSC. 92 En vista de eso, saliendo las negras, lo mas sencillo es conti- nuar I... P3A!; 2. RSA, R2A Om, 6 _ R3C! y tablas. El ejemplo 183 es un viejo pro- blema’‘tedrico (1843), en cuyas complejas peripecias es facil orien- tarse, conociendo los andlisis an- teriores. Lo fundamental en él es la lucha por la casilla 4A. Ganan las blancas, si son mano, tomando la oposicién. 1, RaCt Se hacen tablas con R3A?, R4A! (no 1... P4A?; 2. PID 6 P3C _y no I... P3A?;'2. PaD), y ni siquiera la existencia de tiem- pos de reserva asegura a las blan- cas Ja ocupacién de la casilla 4A, por ejemplo: 4) 2, PaC+, RAC! (una defensa correcta exige que la retirada se haga en la columna del pedn avanzado; si 2... R4D?, entonces 3. R3D!, P3A; 4. R3A_y, como antes, eS initil 4... P4A por 5. PSC); 3. R3C, P3A!l y a 4. R3A 6 4. P3D, sigue 4... PAA y 4, PAD también conduce a tablas, 175. b) 2. P3C, RAC! (no 2... P3A?; 3. PACH! RAC; 4. RIC 6 3... R4D; 4. R3D) ; 3. PAD, P3A 6 3. PAC,’ P4A. ib ca RAA 2. PAD; 1... PAA; 2. P3C y ganan. 12. R3A. P3A De lo anterior se deduce que si 2... RAD, sigue 3. P4C!, 6 2... RAC, P4D! (En la exposicion ulterior omitimos las variantes simétri- RAC y las blancas ganan; por ejem- lo: 4... RT; 5. R4A, RIC; 6. 23D!, R2A; 7. RSA, RAD (7... w2C;' 8. PSC); 8. REC, R3D; 9. 21C, R2D; 10. P4D, “RSD; ‘11. %BA, R3R; 12. R7A, R4D; 13. x7D. Si son mano las negras, las ta- ‘las se aseguran con 1... RSC; 2. 23D (6 3C), P4A!, pero se puede ambién I... R5A; 2, P3C+, RSC; PAD (0 de otro ‘modo 3... 'P4A) j i. P3A; 4. R2C, R4T!; 5. RBA, UC y tablas. 1832, Fine, 1941. Blancas: R4D, 22AD, P2R.. Negras: R3D, P2D. sanan blancas. Con el rey en 4D e consigue facilmente la victoria on I. P4R y 2, PSR. Es intere- ante el ejemplo del_ siguiente taque incorrecto: «1. PAR, R3A; 1 RSR, R4A; 3. R6A?, RSD; 4. °SR, R4D!; 5. P3A, RSR! (pero to 8... RSA; 6. RIR, RAD; 7. RxP, RxP; 8 RGA’ y gana) i, PAA, RSD; 7. RIR, RxP: fine no indicaba la jugada vic: ofiosa en lugar de RGA, pero 1 caso es que no existe (3. 983A, RSA; 3. RSA, RSD; 4. 25R, R4D!; 5. P3A,’ RSA 6 5. XGA, RSD). Por consiguiente, se tacen tablas con 2. RSR? y 3. 6A no es mas que una de tantas ‘ariantes. Tambiéu es incorrecta mel andlisis la jugada «4. U4DI>; es mas sencilla 4... RSR! Cuando los reyes estén lejos el tno det otro, ¥ también de los veones, los problemas tedricos se aanifiestan en forma algo mds omplicada. 183. Grigériev, 1936. Blancas: XICD, P5R, P3CR. Negras: R1D, °2AR. Ganan blancas. 1. R6A, 22R; 2. RSD, R2D (en su pr ito de trasladar el rey a Ia casilla Jloqueadora 6A, las blancas, desde 1 principio, se oponen ala ju- yada P3A, y ahora, persiguiendo 1 mismo’ objetivo, tendran que vitar la_posicién 'R4R-R3R, te- tiendo ellas la salida). 3. R4D!, ROR; 4. R3R, R2D; 5. RAA, RR; 6. RAR, R2D (es inatil 6... P3A, r 7. PxP, RxP; 8 R4A); 7. 1A, R2R;' 8. PAC, RIR!;) 9. R6A! (no 9. P6R?, R2R o RIA); 9... RIA; 10, PSC! 'y ganan (173): 183, Ebersz, 1942. Blancas: R2D, P3AD, PAR. Negras: R3AD, P3D: Ganan blancas: 1. R3R (1, R3D?, R4A; 2, R2D, RSA; 3. R2A, RACI, tablas 182}; 1... RED (1... R4A;'2, R3D) ; 2.'R3D! (2. R4D?, R&R, tablas, 18la); 2... R2R; 3. R4A, R3R; 4. RAD y gana. 1884. Ebersz, 1941. Blancas: RIR, P2R. Negras: R3AD, P4D, P3AR, tablas. Pierde 1. R2D?, 1... PSD!; 2, P3R, RAD; 3. RSD, PxP 6 2. PAR, R4AC!; 3. RSI R4A. También es mala’ 1. P3R R4A; 2. RAD, RSA; 3. RAR, REA? 4. R2A, R6D; 5. R3A, P4A y ga- nan. Lo correcto es 1. R2A!, R3D. (Nada se consigue con 1... PSD 6 1... R4A; 2. R3A y etc. ; 183a) ; 2, R3R! (no 2. R3A?, R4R; 3. P3R, R4A 6 3. R3R, P4A; ‘4. R3A, P5D); 2... R&R} 3. R3D!, PSD; 4. P3R 6 4R y tablas. 183e. Moraviets, 1941. Blancas: RR, P2TD, P2AD. Negras: R4AD, PACD’ ganan blancas. Es 93 prematuro 1. P3T?, por 1... R3A; 2, ROR (6 2. RAD, R3D; 3. P3A, RSA); 2... R4A; 3. RID, PSC; 4. PAT, RIC. Lo correcto es 1! ROR!, 'R3A; 2. RTR, R2A; 3. PST, R3A; 4. R8D y ganan. ‘Como las. negras tienen en este problema tiempos de reserva, no toman la oposicién, sino que es- peran a que la tomen las blancas, Bare quitfrsela con la jugada 3D. Debido a ello, también las blancas evitan el tomarla Siendo mano las negras se_ju- garfa 1... RSA! (no I... RSD?; 2. RSA, ROR; 3. PSR 6 2... PID; 3.-R4A y tablas) ; 2. R3R (2. RAC, P3D! 6 2. R5A, (3A), RSD; 3. R4A, PD); 2.’ P3D!; 3. ROR, RsD; 4. R3A, R6D;'5. R4A, RiR, apoderndose de las casillas exiticas del peon 4R (8) ; las ne- gras ganan. La partida se determina en este caso por las posiciones decisivas . RSA-RS5D, R4A-R5A, R4C-R4A. Dicho de’ otro modo, las casillas SAR, 4AR y 4CR (junto al esca- que inaccesible 5C), son las con- jugadas de las casillas 4D, 4AD y SAD (junto al escaque inaccesi- ble SD). En esas easillas conju. las se salvan las blancas de la funesta, en este caso, oposicién (en los escaques de retaguardia adyacentes las negras no pueden maniobrar, por tener amenazado el peén 34). De todo to que ante- fe se deduce claramente la so- Tucién: 1, RAC! (1, R3R?, R3ID!; 2. R4A, R3R)j 1. RSA’ (1... RID; 2. RSA); 2. R4A!, RSD (2... P3D; 3. R4C; 2. R3D ; 3. PSR); 3. R5A!, P3D (después de esa jugada las blancas se defienden por medio de la oposicién) ; 4. R44, RED ; 5. R3A, RSA; 6. RAC y tablas. 184, Ebersz, 1941. Blancas: R3TR, P3AD, PaR. Negras: R4TD P4D, ganan las blancas. La idea es la misma, pero ofrecen interés las maniobras en las casillas de 94 retaguardia, proximas a las zonas eriticas: 4CD, 4AD y 5AD de las negras y 4AR, 5AR y 5R de las blancas; 1. R4C! (las blancas ata- can dos’ casillas de la zona prin- cipal, obligando a las negras a defensa correspondiente: no bas ee ee tablas) ;'1... RIC! (es mas débil 1... RST; 2. RSA, ROC; 3, R6R!, RSA; 4. R5R y ganan); 2, RSC! (no 2. R5A?, R4A) ; 2... RBA; 3 R6A! (amenazando con ocupar la casilla 5R, y como las negras estan lejos'de la 4A, se ven obli- gadas a penetrar en la zona prin- cipal; las blancas no tardan ex ocupar en ella las casillas conyu- radas decisivas); 3... R4C; 4 GR!, R4A; 5. RSA! (el resultado final ya es evidente, pero la con- tinuacién sigue siendo instructi- va); 5... RAC; 6. P3R, R3C; 7. RGA (toma de oposicién en Ta fila principal ; (13); 7... R4C; 8. R7R (irodeo!)’, 8." RAA; ROR (la oposicién ‘distante pasa a ser in- = ganan. Los siguientes ejemplos mues- tran ciertas peculiaridades de ma- niobra en las filas. Desde el unto de vista tedrico, Dedrle (1925) expuso errénea- mente la soluci6n. El rey blanco no puede pasar je golpe a la fila 7, ya que las negras tomarfan la oposicién dis- cante y la partida acabarfa en ta- las. #1 rey blanco debe acercarse 2 las casillas criticas del peén 5D {réase 8)-por ia fila 8, conserran- jo la conjugacién «rectangulars, que poco después ha de transfor- arse en oposicién lineal decisiva (véase 13): 1. R8C (los Angulos el tecténgulo 6TD, STD, SCR 3CR son del mismo color); 1... RSC; 2. R8A, R3A; 3. RBR, RID; 1. R7A (como el rey negro'ha pa- sado a una columna desfavorable sara él, pues su propio pedn le im- bide mantener a oposicién, las plancas pueden ya emprender la sonquista de las casillas criticas; ‘ etrénea la afirmacién de Dedrle Je que no gana 4. R8D, por 4... R3A; 5. R7R, R2A; en vez de 3, RIR?, lo acertado'es 5. RBAI, 43D ; 6.’R7C y ganan, lo mismo ue ‘en 1a variante principal) ; . R2D; 5. R6A, R3D; 6. RSA 3.7. R4A, R3D; 8. RAR, RAA 1. RR, RSA; 10. R6D y ganan. En este ejemplo, la fila princ val es la 5, pero las blancas han enido que ‘conquistar primero la xptima, valiéndose del 'método myolvente. A diferencia del ejem- alo 15, que tenia otra distribucién le los reyes, en este caso es de mportancia decisiva el domimio le la cconjugacién rectangulary, a que de ello depende 1a toma de rposicién estando el rey blanco ‘n 8D, Lo veremos ms claro si con la nisma posicién son mano las ne- gas: 1... R3C; 2. R&C, R3A; 3. %8A, RIC! (3... RID ?; 3. RTA); . RER, R3A; 5. R&D, R3D (fijan- lo para siempre al rey blanco en a fila _octava) 6 5. R7R(TA), %2A(20) y tablas, Si la_posicién inicial del ilanco.fuese BC, la ‘solucion de- venderfa de la salida: las blancas nan sdlo cuando juegan las ne- ras. Examinemos ahora otra defensa de las negras en este mismo ejem- plo, después de 1. R&C 4T (6 1... RAC; 2. RIAN); 1. RIC! (las “blancas deben reconguistar del mismo modo Ia fila 6); 2... RST. Las negras renuncian inme- diatamente a la indtil defensa de Js fila 6. Esta fue la causa de la confusién del propio autor del pro- blema 185, quien afirma que la tinica jugada correcta ahora es 3. RGA, y que 3. R6C, con Ja toma mecinica de la conjugacin «rec- tangulars, es un error irreparable. Pero en realidad las dos jugadas son buenas: la conjugacién «re tangulary pierde su importanci ya que el rey negro se encuentra fn una ‘fila esventajona (le es- orba su 10 , ejem- io: 3, ROA, ROG; 4. RBR, RS ROD y_ ganan).. Después de R6C cabe jugar 3... RAT (3... RSC; 4. R6A!. RGA; 5. RSR); 4. REC/ (es indispensable tomar la icién en la fil cipal), ahora o bien 4 5. R4A, RAC; 6. R5A!; RST; 5. R6A! y ganan. De ahf se deduce que 3: R6A es mejor que 3. RGC, a que, sin necesidad de man bras superfluas, Heva mas directa- mente al rey ai objetivo: la con- quista de las casillas criticas. 185a. Dedrle, 1921. RICR, P2CD,' P2D. Negr R2AD, P5AD. Las negras hacen tablas. El rey negro se encuentra en posicién desventajosa, pero también el rey blanco esté lejos ; 1... R3A!; 2, R6C (2. R6A, RID o RIC) ; 2... R4A; 3. RSC, RSD (8C); tablas. Si i... RSD(3C) 2, entonces 2. R6A, R&D(AC); 3. RSA, R5D(5C); 4. ROR! y ganan. 185b. Mandler, 1929. Blancas : RSTR, P4AD, P4R. Negras: R2 TD, P3D. Ganan blancas: 1. R6C, R3t; 2. RIC!, R2T; 3. Rsci, RIT’ (la téctica de atraccién del rey negro a la fila 8 resulta tu- 95 nesta para las negras, y, adeinas, el rey se aleja de su peén); 4. PSA! (esta combinacién es posi- ble sélo en el caso de que el peén del enemigo esté poco avanzado) ; 4... PxP (el rey negro no puede jugar 2A); 5. PSR y ganan. 185¢. Herberg, 1936. Blancas: R3CD, P3R.”” Negras: RSTR, P4D, P4AR. Tablas. Nos encon- tramos con una forma distinta de la posicién anterior; 1. R2A! (no 1, R4C?, RSC y no 1. R2C, R6T; 2. R3C, RIT; 3. R2C, RET; 4 RIC, PSD 6 4. RSC, R&C; 5. R3A, R8A y ganan) ; 1... RSC; 2. R2D!, RET; 3. RID, RIC (3... REC; 4. R3A); 4. R2A!, R&T; 5. RID!, RSC;"6. RIA, PSD; 7. R2D y tablas. 3. PEONES AISLADOS DOBLADOS Los peones doblados, natural- mente, son mucho mas débiles que los ligados o aislados, pero serfa erréneo exagerar su debili- dad, pues a veces sélo es aparen- te. En 1935, Grigoriev escribfa: «Los peones doblados, incluso ais- ados) stuponen a veces una gran fuerza. En todo caso, mayor de lo que se suele pensar. Pueden pri- ‘yar_al contrario de importantes casillas y significar tiempos de reserva... Inciuso en apariencia impotentes, encierran muchas po- sibilidades de victoria». Las finales de peones doblados contra un peén ‘fueron durante mucho tiempo una «mancha blan- ca» en la teorfa de los finales. Los numerosos anilisis hechos Grigériev en 1931, 1932 y 1835 sentaron la base del estudio de ese. final. EI cardcter de estos findles cam- bia, como es légico, segiin la dife- rente estructura de los peones; los peones pueden ser pasados, 0, si no lo son, hallarse en la misma columna que el mn contrario o en la vecina. Todas esas peculia- ridades de la estructura de peones las examinaremos aisladamente. Tos casos en que todos los peo- nes son pasedos se ae menos: a ana apreciacion general, ya que ge puede products” fieilmente an final de «dama y pedn contra dama». Pero si la partida se re- suelve desde el principio hasta el 96 final sélo con peones, se mani- fiestan, casi siempre, las peculia- ridades més tfpicas de los peones doblados, es decir, los tiempos de reserva y la inaceesibilidad de las casillas para el ataque lateral del rey adversario. Este ejemplo ilustra la autode fensa de los peones doblados: 1. PST, R4A ; 2. PAT, R3D; 3. R&D, P4A ; 4. P6T!, R3A; 5. PST, PSA; 6. RBA, P6A; 7. P7T, PIA; 8. P8T=D+ y ganan. 180, Grigériev, 1935. (Proble- ma_didéctico), Blancas: RICR, P2CR, P3CR. Negras: R4CD, POR. Ganan blancas. Lo correcto es 1. RIA!, R5A; 2. R2R, RSD; 3. PAC, RSR; 4. P3C, ete, (48 y i120), pero no 1, P4C?, RSA; 2. RIA, R6D!; 3. RIR,’ RSR; 4. P3C, RAR; 5. RR, R5R!; 6. RIA (calculando que 6... R6D ?; 7. RIR y ganan); 6... R&R; 7. RIR, R3A ¥ tablas, 186. Grigériev, 1935. Blancas: RIAD, PSR. Negras: R3CD, P4AD, P2AD. Tablas. La idea de Ja defensa consiste en imponer a Jos peones negros el avance hasta BAY 4A (47). 1. R2D!, R3A!; 2. R3R, RAD; 3. R4A, R3R (a las negras les conviene ahora 0 a la séptima ju- gada pasar a un final de dama, con 3... PSA; 4. RSA, P6A; 5. PER, R3D; 6. ROA, PTA; 7. PIR, P8A=D; 8 P8R=D, D5A+; 9. R6C, D4R, etcétera, ya que el final de peones no da perspectiva alguna de victoria) ; 4. R4R, PIA; | =e R4A, POA (7... RAD!) 8. R3R, PSA’, 9. RIK, RxP; 10. RID! (no 10. R3R?, R4D o R4A; 11. R2R, R5R y ganan); 10... RSR; 11 R2A, RSD; 12. RIAY, tablas. 186. A. Votava, 1937. Blancas: RSTD, P4AD, P2R, P4R. Negras: ROTD, P2D;' ganan blancas. La solucién est4 inspirada en ta idea de Grigériev (186) 1. PSA, RSC; 2. POA, PxP; 3. PSR, R4A; 4. PAR, etc. No basta 1. RIC, RSC; 2. RUA, RxP y tablas (188b). La lucha en el ejemplo 187 es algo complicada. No se gana con 1. RSA, R2C; 2. PIC, RIT (6 2... P4D) ; 3. PAC, RAC; 4, RSC, PAD; 5. RSA, PSD'y tabias. Las blancas ‘deben obligar a las negras a mover el peén 2D, a fin de ‘cambiar el peén 6C. Pero, al mismo tiempo, no deben mover el peén 2C, ya que teniéndolo en 3C seria imposible dominar sus casi- Uas erfticas. 1. Ret! Pap! Sin lucha pierde 1... P4D?; 2. RSC, R2C; 3. RSA 6 1... RIT? 2, PIC+, RIC; 3. REC, PAD; 4. RSA. Después de 1... P3D! son flojas Jas continuaciones : 0) 2. PIC?, PAD; 3. RSC, RxP; 4, RSA, RST; b) 2. P3C?, PAD; 3. RSC, R2C; 4. RSA, PSD; 5. RxP, RxP; 6. RAA, R3A ¢)'2. RSC? R2C (las blancas estan en zugzwang); 3. RST (6 3. PSC, P4D); 3... PAD; 4. REC, PSD y’ tablas. 2. RST! Empiezan a utilizar el «trién- galos. En caso de 2... R2C; 3. RSC son las negras quienes estarin en zugzwang. La continuacién es sencilla: 2... RIT; 3. RAC, RIC; 4. RAT, RIT; 5. RST, RIC; 6. ROT y ganan, como en las ‘observaciones a la primera jugada. Para finalizar damos un ejemplo de rey ahogado, que constituys la base de una serie de problemas. 187a, Tomado de un partido ico, 1922, Blancas: RTAR, STR, 'PGTR. Negras: RITR, PACR, tablas. 1, R6A!, PSC; 2. R6C, PEC; 3. P7T, PIC; 4. ReT, P&C=D oT y rey ahogado. (Véa- se 208, ¢, d). oT Peones en columaas vecinas Esta estruetura es, naturalmen- te, mas favorable para los peones doblados, ya que la parte mas fuerte puede tener posibilidades de cambiar uno de los peones do- blados y ganar con ayuda del otro. Por eso lo mejor es colocar el rey en la columna del peén adversario, a fin de ocupar la ca- silla bloqueadora. En este sentido, existe cierta semejanza entre esta clase de finales y los del apartado anterior (peones aislados sin peén pasado) La dificultad mayor para ganar es, habitualmente, la gran vulne- rabilidad de los peones doblados ante un ataque del rey adversario por la retaguardia, En este ejemplo la jugada pri- mera no conduce al objetivo: 1. R2D?, R2A; 2. R3D, R2D! (no 2... R3A?;'3. R4A); "3. RAD, R2A; 4. RA (4. RSD, R2D); 4... R3A; 5. RAC, P3C y tablas. Tiene interés la indicacién de Grigériev de que en vez de 5... P3C, se con- siguen también tablas con 5... R4D; 6. RSC, RSRI! (esta posi- cién de tablas tiene importancia para la teorfa). Lo correcto es 1. R2A! (es el camino més corto a la columna 98 del caballo); 1... R2A; 2. R3C, R2D; 3, RACI, R3A_ (la casilla SCI) 5 4. R4A, R2D; 5. RSC, R2A y ahora decide el tiempo de re- Serva 6. P4A (7. R6C; 8. PGA). 1882, Grigériev, 1935. Blancas R2D, P3AD, P4AD. Negras RITD, P3CD. Ganan blancas: 1. R2A!, R2C;'2. R3C, R2A; 3. RAT! R3A;'4. RAC y ganan. 188. Blancas: RIAD, P2R, PAR. Negras: RSAD, P2D (véase 186c) ; las blancas no pueden ga- nar: i. P3R, R6D; 2. PSR, RSR; 3. R6D, R4A; 4. RSD, R5C! (la posicién tedrica es de Grigériev ; véanse sus indicaciones en el 188), tablas. 188. Krum, 1913. Blancas: R4AD, PAR, PSR. Negras: RIAR, P2AR} ganan blancas: 1, P6R!, PxP (6 1... P3A; 2. RSA); 2: PSR! y ganan (Sib). 189 Es muy aleccionadora la partida de este ejemplo. 1. R3C 2 RAA RIR RIA Para hacer tablas, es lo mismo jugar 3. PAC, RIC; 4. PEC, PxP; 5. PSC, R6T!, que 3. RSA, REC; 4. R6A, RSA!; 5, P3C+, RSC. 3. RSR! REC Es una jugada obligada por la amenaza de 4. R6A, ‘pero ahora Tas blancas ponen al adversario en situacién de zugawang, alcan- zando un efecto inesperado, 4. RSA! RST 5. R4At = El rey negro esté en la reta- guardia de los peones y ocasiona ello bastantes molestias; las Flancas 10 desplazan a una posi. cién més cémoda para ellas. oo RAT. 6. P3C R3C 7 RAC y Jas blancas ganan, lo mismo que en el 188 (véase 261). El zugzwang que constituye la base del 189, tecibe una explica- cidn complementaria en los ejem- plos relativamente sencillos, 190 y 101, que pueden ser considerse ‘como auxiliares para posicio- nes més diffciles representadas en los ntimeros 192 y 193. 190 En el ejemplo 190 no gana 1. R5A?, por 1... R6A; 2, R6C, ROC; 3. PST, RST 61. PST?, REA; 2. RSA (2, ROR, R5A!); 2... REC, 3. R6C, RST, que nos Iteva al mis- mg final, ya que las blancas se encuentran eu zugzwang. Pero si Jas negras tuviesen que jugar aho- ya, habrian perdido, Para conse- irlo, las biancas deben legar a no en dos jugadas, sino en tr 1. R6RI, RSA; 2. RIA, REC; 3. PST, RST; 4. R6C, y ahora son Jas negras’ quienes ‘estén en zug- wang. 190a, Terminacién del problema, 1913, Blancas : R5R, PaTR, PSTR: Negras: R6AR, P2CR. Ganan blancas: 1. R5A (no 1. P6T?, PxP; 2 RSA, PaT!; 3. RSC, RSRj 4. RxP, R4A y tablas) 5 1... ROC; 2, P6T!, PxP; 3. PST y ganan. 190b, Jander-Prokesv, Praga, bi Pat, PaTD, 1928. “Blancas: R4AR, P2CR. Ne RSAD, PSTR. PATR.. Salen las’ biancas, que pierden después de 1. R4R, RSC; 2. R&D, RxP; 3. R4A, POT ‘(también ‘gana 3... ROT; 4 R3A, PST); 4. PxP, PST, etc. ‘Més ‘interés’ ofrece 1a’ variante 1. RSC, PET! (Anica); 2. PxP, RSC} 3. RxP, Rx Py ganan. 196c, Moraviets, 1938. Blancas : ROR, P2CD, PATR, PSTR. Ne- fins: ROCD, PSAD, P2CR, Ganan lancas: 1. R5D, RSC!; 2. R6A, RST; 3. RSA, R6C; 4, RSC, P6A!; 5. PxP, RxP; 6, R5A, ROD; 7. RSD, ROR; 8. RSR, R6A; 9. RSA, ROC; 10. POT!, PxP; ti. PST y ganan. De otro modo se consigue ganar en el ejemplo 191. Después de 1. RSA!, RIC; 2. PST, ROT, las blaneas en vez de 3. R6C?’ (por 3... RSC1) juegan primero 3. RSC1, para obligar al rey negro a un retroceso fatal. En el ejemplo 192 es imitil 1. R5C?, RGA; 2, PAT, RIC; 3. PST, ROT 6 1. R4C?, RIA; 2. PAT, RIC; 3. PIT, PIC. 90 1, R3C! R6R Grigériev rechazaba el intento de ataque por la retaguardia 1... R8A con fa siguiente combina- cidn: 2, PAT, P3C (0, de otro mo- do, 3. PST y P4T); 3. R4A (pero no R4C? "para evitar el jaque en la cuarta Jgada) ; 3... RIC} 4. PST!, Px P; 5. PAT y ganan. Gri- goriev ha indicado que en esta posicién, desplazada a la columna de la izquierda, la combinacién anterior pierde (en vista de 5... R6C; 6. RSA, RST); de ahi de- duce’que la posicién del problema no puede ser desplazada, es decir, que_en ese caso las biancas no pueden ganar. Sin pmaharee. después de 1... RBA; 2. PAT, P3C, se puede ganar sin necesidad de la combinacién, jugando: 3, P3T y si 3... R&C, sigue 4. PST, Px?; 5. PAT y si 3... R7R, entonces 4. R4A, RTA; 5. PST, Px P; 6. PAT y en ambos casos las negtas no pueden rodear por la izquierda (lo mismo que én el $8). Esta solucién es gene- ral, es decir, la que proporciona Ja victoria en todas las columnas, y_Ja combinacién es una excep: cién, posible tan sélo cuando hay peones de torre, Después de i... R6R, también es ficil ganar: 2. P4T, RSR; 3. 100 RAC, RAR; 4. RSC, RSR; 5. PST!, ROA’ 6. RSA! y ganan (191) En el ejemplo 193 no se consi- gue el objetivo con 1, RSA?, PAT; 2. RSC, PST; 3. RST, P3T ni con 2. R6A?, RSA; (191). Se hacen tablas slo con I. R5D!; por ejem- plo: 1... RSC (6 xP; 2 R4A, ROT; 3. R3A; 6 1... PAT 2. RSA); 2, R6A, PAT; 3. RIC, PST; 4. 'R6T y tablas. 193a._ Flohr-Ragozin. Mosca, 1936. Blancas: R6AR, P2CR, PACR. Negras: R4D, P2TR. Las negras se han defendido con toda correccién: 1... R5R; 2. RSC, ROR; 3. ROT. RSA; 4. PSC, R4A; 5. RST, RSA; 6. RAT, ROR; 7. RSC, RSR; 8. RAC, R6R;’ 9. RSA, RTA; 10. RGA, R6C; 11. RIC, RSC; 12. RET, RST, tablas. 193b, Bbersz, 1942. Blancas: RSTD, P2CD,’ P3CD. Negras: R4R, P2AD. Ganan blancas. No basta 1. R6T? 6 1. R4C? por 1 RSD!; 2. RSC, R6D lo mismo que 1. P4C?, RSD; 2. RSC, RGD. Lo correcto’es 1.’ RSC, R4D (1 RSD ; 2. R6A); 2. PAC, PIA+ (es tarde ya para 2... RSD; 3. RGA, ROD por 4. RSD!; 191); 3. Rsv! Pegaian, (3. RSA; 4. RAT y 5. °C) ; serian tablas si 3. R4T?, RSA; 4. R3T, R6D! (4... R4D? R&C, RSD;'6. PSC); 5. RIC RID!, etc. 193e. Ebcrsz, 1942. Blancas: R3TD, P4AR," PSAR. Negras: R8CD, P2CR. Ganan blancas: 1. R&C, RBA ; 2. RBA, RSD; 3. R3D, RGR’; 4, RIK, RBA’ 5. RIA, RBC; 6. PGA, PxP;7. PSA, RIT; 8. RAR y ganan. No se debe de golpe: 1. P6A?, PxP; 2. R3C, por 2... RBA hasta la 5... RBAR: 6. R3A, P4A! y tablas. La estructura de «peones en co- lumna> permite hacer un juego més variado que el que acabamos de analizar. Berger, que no daba més que un ejemplo sobre ese te- ma, ¥, ademas, poco tipico (194), suponia que Ja parte mas fuerte sna s6l0 por excepcién, sin em- Birgo, 10s ‘andlisis de Grigériev han demostrado que, incluso si gon excepciones, no Som pocas y acaba uno por no saber si la$ ex- cepciones son regla en esa clase de finales. ‘Las probabilidades de ganar de- nden exclusivamente de la po- sibilidad de capturar el pen a versario. Por eso tiene importan- cia el grado de proximidad de los peones (tiempos de reserva) y la posicién que ocupan los reyes. En los finales con peonés blo- gueados predomina la idea del rodeo por los flancos ; 1a lucha por el dominio de las casillas criticas recuerda en mucho los finales de epeén contra peém». Si no hay peones bloqueados, uno de los medios m&s eficaces de defensa es el ataque por la retaguardia (igual que en los casos de peones en columnas vecinas), que da Iu- gar a numerosas posiciones de augzwang. Estos finales son mu- cho. més" complicados, pues al mover cualquier peén’cambia el pistema de Jas, casillas critica Jos finales del primer tipo (con peones bloquealos) existen en ellos como una posibilidad po- tencial, Las probabilidades de las blan- cas estén en el flanco del rey (in- vasion de la casilla 6T). Las blancas nada pueden conseguii por la izquierda del peén 3A, si el rey negro se encuentra en la misma columna que su pe6n (en Je posicién, por ejemplo, de R4D- 3D, las negras tienen la jugada R3A, que acaba con todos los tiempos de reserva de las blancas; en la posicién RSD-R2D, lo deci- sivo es el juego del pedn 2A). Entre 1a casilla ST y el rey blanco median sélo dos jugadas; en cambio, del rey negro a 2CR hay cuatro; la tinica salvacién de las negras es contratacar el peén BA. Si son mano, las blancas no ganan; por ejemplo: 1. R4C, RSR!; 2. P3A+, R4R! 6 2. P4A, ROR!; si 1. R3C, entonces 1... R4R!; 2. R4C, RSR; si 1. P3A, entonces 1... R3D!, y mada se con- sigue con 2. R4C, R4R!, ni 2. R3C, R2R! (como las blancas han perdido tiempos, el rey negro judo acercarse a la casilla 7C) ; g R4T, R2A; 4. R4C, RIA (con tuna casilla de reserva, las negras defienden victoriosamente ambos flancos; véase 194a); 5. RST, R2C, Pero si las negras tienen la sa- Yida, estan perdidas: 1... RSD (a 1... R3D decide en el acto 2. RAC, R4R; 3. P3A); 2. P3A!, RAD; 3. R3C!, R&D; 4. R4T!, RAR; 5. RAC y 6. RS’ Por una simple casualidad la posicién 194 fue la base de un roblema de Bianchetti le Grigériev. La posit reyes en el de Bianchetti era: RID-R2CD; la primera parte del juego se reducfa a aproximar los : 1. R2R, R3A; 2. R3A, R4D; 3. R4A (no sirve, eviden- temente, 3. R4C?, RS5R). En el problema de Grigériev, la situa- cién de los reyes, R4R-R3AD, creaba una posicién més comp! cada, ya que pianteaba la urgen- 101 te mecesidad de lograr 1a conjuga- cién decisiva: 1. R3A!, RAD; R4A! (Grigériev indicaba que si el rey negro estuviese en 3D 6 4AD, las blancas no podrfan ga- nar.) 194a, Grigériev, 1935. Blancas: R4AR, P3AR, P6AR. Negra: RAD, P2AR. Ganan blancas: 1. RSA!, R3D (6 1... RSD; 2. P4A, R4D; 3. R4C!); 2. P4A, RAD; 3. RAC, RIR; 4. RST!, RIA; 5. RSC. Por no tener un escaque de reser- va, las negras pierden: 5... RIR; 6. R6T; 5... RIC; 6. RSA, RIA; 7. R5R, RIR; 8. R6D, RID; 9. PSA 6'6... R2T; 7. R4R, R3T; 8. RSD, R3C; 9. RSR y 16. RED. (Si esta posicién se desplaza a la izquierda, se gana més facilmente, ro si se coloca més abajo o a la jerecha, no se gana.) 194b. Horwitz y Kling, 1851 Blancas: R3D, P4D, PSD. Ne gras: RID, P2D. Ganan las blan- cas si son’ mano. Tas negras, te- niendo la salida, hacen tablas ju- gando 1... P3D!y conservando la oposicién en las columnas princi- pales (15). Las blancas ganan con la jugada 1. P6D!, RIR; 2. R4A (el camino mas corto hacia Ja casilla 6T), pero también gana 2. R4R, RIA; 3. RSD, R2A; 4. R4Al, ete. El resultado no se modifica si Ia posicién se traslada abajo, pero las blancas pueden ganar, en caso de ser mano, sdio en las colum- uas centrales; de otro modo no se consigue el rodeo. ‘Lo mismo ocurre en la posicién siguiente: 194c, Prokop, 1925. Blancas: R2AD, PSR, POR. Negras: RIR, P2R. 'Ganan blancas. 1. R3D, RID; 2. RAR! (2. RAD? o RIR?, R2A |, tablas) ; 2... RIR; 3. R3R!, RID; 4. R4A 6 3... RIA; 4. RAD y ganan. Tas posiciones siguientes ilus- 102 fardia tran el ataque por la retay lébil a del rey de la parte m4s unos peones doblados. En el ejemplo 195, Grigériev acorta la solucién (R8R)7A- (R3D)4R. Después de 1. R6C (no 1. RxP?, R4A), la posicién se simplifica. Es imitil para las ne- gras R3R; 2. P4C, R4R; 3. PSC y 4. RxP. Por eso I... RSK 2. P4C, R5A (2... R4R; 3. P3C; ROR; 3. RSA! y el peén puede avanzar hasta 6C); 3. PSC!, RSC; 4 P8C y ganan, Después de 3. PSC la posicién es de zugzwang recfproco, Si en semejante situacién tuviesen que jugar las blancas, habrian sido tablas: 1. P3C+, R5C 6 1. RST, R6C (no 1... R4A?, PIC); 2 POC, RSA; 3. PAC, RAR. Pero si desplazamos esta posi- ciéu a la columna del alfil (196), Tas blancas no estarin en zug: zwang. La penetracién prematura del rey en 6A se corrige facilmen- te: 1. R5C!, R4D (1... R6A; 2. P6A y 3. R6T); 2. P6A!, Ril 3. P3A!, R3R; 4. P4A y ganan. En este ejemplo el rey blanco no consigue Iegar a la esquina ITD, que le habrfa asegurado las tablas. La tinica posibilidad radica en el ataque por la retaguardia de tos peones doblados, pero para consegutirlo es preciso sacar ven- taja_de las posiciones de zug- Fwang que caracteriza ef ejem- plo 195. 1. R2A RSC Esta jugada parece la indicada, pero es mejor la I... RST, que analizamos ids adelante. 2. R3R R6C RSA, entonces 3. R2D!, REC; 4. RIA! (pero no 4. R3D?, PAC! 5. RAD, PSC); 4... RIT. 5. R2A, P4C (para ganar haria falta la jugada PSC; 6. R3A. y tablas. La jugada 2... RST tiene el ca- rhcter de una celada, pero 3. R2D 1,5, BBD consiguen tablas ; pierde 3. RAD? por 3... R6C (195). 3. RAD si lo comparamos con el 195, Ia posicién de zugzwang parece vuel- del revés; es mano la parte més fuerte, en vez de la débil, cosa que asegura el resultado nu- lo: 3... P&C [a 3... RSC, cabe 4. RSD _y 4. R3D) ia esquina IT!; 4. Rsb! (no 4. R5A?, PSC); 4. PSC; 5. RSA! P3C+; 6. REC 6 4... P3C R6A! 6 4... RSC RAD!, P3C; 6. RE . La situacién, después de la ter- cera jugada de las blancas, viene a ser un curioso paralelo del 193, donde los peones doblados se en- cuentran en Ja columna de la torre. En respuesta a 1. R2A, es mis vigorosa la réplica 1... RST (a fin de que el rey no estorbe el avance del peén) : i Ret Pie 8 a Las blancas deben ser ahora muy precavidas, Son igualmente malas: 3. R2D?, R6C!; 4. RIA, RIT; 5. R2A, PSC!, que 3. RID ?, RCI; 4. RAD, PIC, que 3. RAD ?, RSC!; 4. RSD, R6C!, 5. RED (5. RSA, PSC); 5... R5A!; 6. R7A, PSC’y ganan. 3. RAR!! RSC A 3... PAC se puede responder con 4, RSD y 4. R4D, y si 3... P3C 6 3... REC, entonces 4. RSD! 4, RAD! A 4... P3C 6 4... R6C, sigue 5. RSD y tablas. 1978, Grig6riev, 1935. Blancas: R5R, P2CD. Negras: RSTD, PACD, P2CD, tablas. Se trata de la primera version simplificada del problema anterior, pero se dis- tingue por una introduccién inte- resante: 1. R6D!, R6C; 2. RSD!, eteétera. 197b. Grigoriev, 1935. Blancas: RITR, P2CR, P3CR. Negras: R3CD, P3CR. Ganan_blancas Con un peén en 2C (en ver de 3C) las negras, sin moverlo, se harfan fuertes en la esquina ITR. En este caso las blancas ganan. pero las negras replican con un movimiento” impetuoso, por la diagonal 6C-2A, al avance de Jas, blancas por la columna de torre. Es preciso, aunque sea con pér- 103 dida de tiempos, acercar el re} para impedir también el movi miento del rey negro: 1. RIC R4A; 2. R2A, RSD; 3. R3A, RAR (6 3... RED; 4. R4AT; y 5.'PAC); 4. R4C, R3A; 5. R4A PAC+ (de otro modo, 6. RSC) ; 6. R&R, R3R; 7._P4C y ganan. El ejemplo 197 plantea la nece- sidad de analizar detalladamente los casos de cuando los reyes se encuentran delante de los peones © al lado de ellos Las posiciones de los ejemplos 198 y 199 son una ilustracién au- xiliar de alguna de las variantes de los, problemas de Grigériev que reprodicimos m&s abajo (1936), pero al mismo tiempo tienen su propia importancia tedrica. Estan- do los peones en las columnas centrales, las blancas ganan. En el 198 (cl rey negro puede estar también en 2R), las negras deben estar en condiciones de res- ponder con R3C, a RAT. El rey negro debe mantenerse a la ézquierda del blanco, ya que si ocupa la casilla 37, el rey blan- co se apodera de 4D (las negras no aicanzan a replica: con R4D a R3R). La defensa de las negra es sencilla, pues a R3C pueden res- ponder ‘con R3A 6 2A; si el rey Dianco esti en 3T, el negra’ puede 104 ocupar 3A, 2A y 2C. Segtin Grigé- riev, las negras tienen «exceso dé casillas conjugadas». Lo mismo octirre en el centro. Por ejemplo: 1. R3A, R4D; 2. R3R; parece que es una’ posicién de zugewang pa- ya las ‘negras, pero cabe jugar 2... RSA y 2... R4A, ya que des- ués de 3. R3A, R4D!, a la 4. Rac, sigue 4. RER (6 4. ROC, R3R). Se comprende que las negras no habrian conseguido defender Jas casillas eriticas si la posicién estuviese en las columnas cen- trales. Las blancas no pueden ganar, si Son mano, debido a que los ones se encuentran en la co fummna de alfil y no en la central. La tentativa 1. P5A+, R3D, nos Tieva répidamente al 104; por ejemplo: 2. RAD (2. R4A, RAD); oe RBA; 3, R3R, RA’ (6.3. R3D; 4.’ RAR, R4A); 4. RBA, RSD!; 5. R4A, RAD y tablas. Nada se consigue con la otra variante: 1. R4D, R3D (no 1. RIA?; 2. R3R, R3R; 3. RAR V Jes toca salir a las negras); 2. RR (6 2. R3D, RAD; 3. ROR, P4A!); 2... RAD (es erréneo 2. RR?) 3. R3A!, R2A; 4. PSA, R2R; 5. R4A! y ganan; 200) ; 3. R3A, P4A! y tablas, lo mismo que en el 198, Sien el ejemplo 199 colocamos Jos reyes en 4CR y 3CR, las blan- cas ganan (véase 200). Si la posicién del ejemplo 200 estuviese en la columua de caba- llo, no habrfan ganado las blan- cas. En la columna central, las blancas habrian ganado moviendo sa rey bien a la derecha, bien a la izquierda. Pero cn esta situaciin el movimiento del rey hacia el centro I. R4R nos leva a tablas, pues R3R; 2. P&A, P3At (199). La jugada correcta es 1. R&C (también se gana después de 1. R3C), 1... R3C; 2, P4A, P3A (2... PAA + ; 3. R3A3 2. R3A; 3. PSA, RAR; 4, RSC, RSR; 5. ROA 6 4.” RAD; S. PEA!; 196): 3. PSA, R2A "(6 3... RIT; 4. B3A y luego 5. R4A); las blancas tienen aho- ra dos caminos para ganar: 4. RST, R2C; 5. P3A!, R2T; 6. RAC 6-4.’R4A, ROR; 5. RAT, R2A; 6. RAR (6 5... R3D; 6. RAC). Saliendo las negras 1... R3R; 2. RSC, R4R; (2... PIA +; 3. RIA) 3. P4A+, RSR (3... RIR; 4. P3A 64, P5A'+); 4. PSA y ganan co- tuo arriba (teniendo en cuents el 96). 200a, Grigdriev, 1936. Blancas: R2R, P2AR, P3AR. Negras: R3CR, P2AR. Ganan blancas: 1. P4A! (no 1, R3R?, R4A; 2. PAA, R3R; 3. R3A, PSA, 198, 6 3, RAR; 3A, 199); 1... R3A; 2. R3A%, R4A; 3. RIC!, RIC; 4. RAC, ete. . Grigériev, 1936, Blanca: RIAR, “P2AR, P3AR. Negr R2R, 'P2AR. Ganan blancas: 1. R2Ci, R3R; 2. RIC (no 2. Pad P4A!, ni tampoco 2, R2T?, RAR 3, RSC, P4A! y tablas) ; 2... R4 3._P4A’y ganan; PAA; 2. R3C(3T), R2A; 3. RAT!, RIC} 4. P4A y ganan. Ahora ya no resulta dificil orientarse en la compleja posicion del 201, en la que estén incluidas todas las variantes. Con el rev blanco en 3T se harfan facilmente tablas con R4C (RGD, PSA) ; pero si el rey negro estuviese en 2D, las blancas habrfan perdido, ya que P4A y R3A (20a). La tarea fundamental de las blancas, impedir que las negras coloquen st rey delante de los peones, se _consigue facilmente: 1, R3C, RID; 2. RAAY, PAA. (ju. gada obligada) ; 3. R3D! y tablas, ues 3... RAR; 4. R4A, RID; 5. 3D 6 3... R3A; 4. P4A (198), 6 3... R&D; 4. P3A, ete. (199). 105 Cariruto V DOS PEONES CONTRA DOS PEONES En los finales que hemos estudiado hasta ahora (con un niimero mftimo de peones), 1a expésicién era, dentro de lo posible, exhaustiva, oa partir de esta parte ya uo nos planteamos semejante objetivo. emendo en cuenta, sin embargo, la posicién intermedia de los finales de «dos peones contra dos peones», hacemos de ellos un andlisis mas detdllado que de los finales siguientes de «tres peones contra dos y tres_pedness. El aumento del némero de peones no cambia, claro esté, los prin- cipios fundamentales del juego. Muchas de las ideas ya expuestas vuelven a aparecer de nuevo en esos finales, en una’ orquestacién mis amplia, por decirlo asf. Pero, al mismo tiempo, el aumento del material impone que se amplie el’ circulo de ideas estratégicas y tic- ticas, incluso de ideas que no podfan haberse expucsto con menos material. Los finales de dos y tres peones tienen sus peculiaridades especificas propias, y por ello los vamos a estudiar por separado. El propésito de sistematizar detalladamente el material segiin su estructura de peones tropieza en finales de «dos peones contra dos ones» (sin hablar ya de los siguientes) con dificultades considera- les, debido a la multiformidad de esas estructuras. Por ello los autores de libros sobre finales no han hecho, hasta la fecha, ninguna sistema- tizacién, limitandose, en el mejor de los casos, a destacar los finales de peones pasados, s indudable que la existencia o la falta de peones pasados da un cardcter radicalmente distinto a los finales que estudiamos, y por eso Jos hemos dividido en dos grupos fundamentales. Pero como esto no nos parece suficiente, hemos subdividido cada uno de los grupos fundamentales en partes complementarias, precisas para destacar mejor os tipos de finales que posean sus propias caracteristicas, Estas subdivisiones son las siguientes: a) peones ligados contra peones ligados; b)peones ligados contra peones aislados; c) peones aislados contra peones aislados (incluidos los doblados), 106 1, FINALES CON PEONES PASADOS Es conveniente subdividir estos finales en dos grupos: a) finales con dos peones pasados, y b) finales con un pedn pasado. a) Dos peones pi Si en el final de edos peones contra dos peoness, una de las tes posee dos peones pasados, Pr otra parte, como es natural, también tiene dos peones pasados. Estos peones pueden ser ligados fo aislados, centrales o laterales, y estar en diversas posiciones. Por Jo tanto, se podran hacer deduc- ciones generales sélo en finales reducidos a grupos todavia mas restringidos. La practica ha de- mostrado, por ejemplo, que los peones laterales y aislados tienen, en la mayoria de los casos, ven: tajas sobre los peones centrales y ligados. ‘La enorme variedad de casos particulares nos obliga a pasar a Jos ejemplos concretos, distribui- dos segiin el sistema arriba indi- i7. cado. SAS , BARom wack En el ejemplo 202 (Fine, 1941), e! rey blanco presta un gran apo- yo a sus peones. El peén negro 27 necesita hacer cinco jugadas Para convertirse en dama, pero apenas haga tres o cuatro juga- das, las blancas, ganando tiempos gracias a los jaques, bien corona- ran el suyo, bien darn mate (74). Tas blancas, desde la fila 4, nece- sitan seis jugadas por lo menos (y nueve desde la 3) para hacer dama. Por consiguiente, en _po- siciones andlogas se puede ganar sélo si los peones propios no estan por debajo de la fila 4, si el rey esta bien situado 0 si hay posibi- lidades de impedir el avance de los peones adversarios. 202a, Horwitz, 1879. Blancas : R3AR, P4D, PSR. Negras: R4CR, P4AR, P3CR. Ganan blancas (son mano'las negras) R3T (1... PSA; 2. PSD, R4A; 3. POD y g: nan)’; 2, R4A (o primero PSD) ; 2... R2C; 3, RSC, R2A; 4. PSD, R2R; 4.’ POR, R3D; 6. REA y ganan. roblema_clésico del letn, Ia dificultad de Ja solucién se debe a la situacién del rey negro en 2A. Si el re negro estuviese en 1R, se ganai jugando RSR, con amenaza de pasar a 6R. Esta amenaza cons- tituye la base de la posicién 203. Con el rey negro en IR, el rey blanco podrfa pasara la fila quin- ta, sin hacer caso del avance del peén SD. La jugada frontal de 1. RAR? 107 nos Hevarfa a tablas: 1... PAA; 2. R3D, RIR; 3. R4A, R2A; las blancas no pueden ganar tiempos. Lo correcto es 1. R3A!, P3A; 2. R4A!, P4A, y ahora las blancas mueven su rey a 3AD en un né- mero impar de jugadas: 3. R4R, RIR; 4. RSD (se puede también R3D), 4... R2D; 5. R4A, RIK; 6. RxPi, Pep; 7. RED, R2A; 8. RID y ganan (véase 354). 23a, Lasker, 1895. Blancas: R3AR, POR, P6AR. Negras: RIR, P2AD, PSD. Ganan blancas, (Ejemplo didactico tomado dei libro «El sentido comén en el aje- drez», que profundiza considera blemente el problema de Betinsh). 1, R4A!,, RIA; 2. R4R, PAA; 3. RD, RIR; 4. PIR! y ganan, Algo més’ elegante ¢s li Solucién es- tando el rey blanco en 4AR, a sa- ber: 1. R3A!; Bianchetti (1925) sefialé erréneamente: «1. P7R!, R2A; 2. R3Aa, ete. A 1, PTR? no se debe replicar 1... R2A?, sino 1... P4Al y tablas. La ju- gada P7R (toma de la casilla con- jogada decisiva) se debe hacer 56- lo cuando se_alcance la posicién R3D-RIR (154). 203b. Blancas: R2D, P7AD, POD. Negras: R2D, P5R, P2AR’ Ganan blancas. En ‘un manual se daba la siguiente “solucién: 1. R3R, P4A; 2. R4D, RIA; 3. RSA, Ravi 4. ROC y ganany. Sin em- bargo, en vez de 3... R2D?, lo co- recto es 3... R2C!, después de lo cual se debe seguir 4. RSD!, POR; 5. R6R, P7R; 6. RTD, P8R=D; 7. PBA=D+,'R3C; 8. D6A+, 9. DSA+ y 10. DxP y gana pro- bablemente. 203c, Herberg, 1935 (segiin Be- tinsh): Blancas: R4AR, P7R, P6AR. Negras: RIR, | P5CD, P2AD. Ganan blancas: 1. RS5R, R2A; 2. R4D, P3A!; 3. R3D!, P4A; 4. R4A, RIR;'S. RxP y ganan. 108 203d. (Torneo de Barcelona de 1932). Blancas: R4CR, P6AR, PICR. Ney R2AR, P2D, PSR. Las blancas acceden a ta- blas. En 1950, Dedrle indicd 1a forma de ganar: 1. R3C!, P3D; 2. RAC! PAD; 3. R4A, RIC; 4° R5C!, R2T (4... R2A;"5. R6T); 5, R5A!, POR; 6. ROR, RIC (6 PIR; 7. RIA); 7. BIA+, 6 RIR y ganan. Igo mas complicadas son las maniobras en el ejemplo 204: 1, R3A, RIC (1... PSR+; 2. R4A; 1... PSA; 2. RAR); 2, R2A!, R2A (2... PBR; 3. R3R’ 6 2... PSA; 3, RBA, ete.); 3. R3C, RIC, (3. P5A+; 4, RAC) ; 4. RAT, R2A (si 4... P5A, entonces 5. RSC!, R2A; 6 RAC; 64... PSR; 5. RSC, R2A; 6. R4A); 5. RSC, PSA; 6. RAC y ganan, colocando el rey en 4R. La complicada posicién de este ejemplo nos hace ver con suma claridad hasta qué punto deben permitir las blancas la aproxima- cién del rey negro. Las blancas no pueden dejar de mover sts peones, pero no cons- tituyen una barrera_ suficiente- mente fuerte (la casilla 4R!) ni amenazan con la conversién; por ejemplo: 1. R2A?, RSC; 2. RSD, RSA’ (segdin Grigériev, se gana en esta posicién incluso saliendo Jas negras *); 3. R2A, R5SR; 4. RSC, R6D, 64. RID, P6D; 5. RIA, PTA’ (se' puede ‘también 5.. P7D+) ; 6. R2C (si 6. R2D, no se debe jugar 6... R5D?2, sino 6... R5A!; 7. RIA, R4A!; 8. R2D, RSR, etc.) ; 6. RSD; 7. PAC, RER} 8 PSC, R6A; 9. P6C, PTD y ga- nan. 1, P3A! Jugada finica: al rey_negro se Je priva de la casilla 4R. Sit. P4A, RSC; 2. P3C 6 1. PIC, RSC; 2: P4A. entonces 2... R¢A y 3... RSR. ih = RsT Es mala 1... R4C?, por 2. P3C! tablas, pero no 2. R2A ?, por 2. R3D, R6C; 4, R2A, R3D, P7A’o R&R ¥ 2 Pach RAC 3. R2A RSA 4. R3D y tablas en vista de la posicién de Zugzwang (las negras no pueden ganar tiempos) Se puede aplicar a los peones aislados que se encuentran en la misma fila la regla del ecnadrado errantes, que dice: si el cuadrado comdn de los peones aislados Ie; al extremo del tablero o se sale de su marco, los peones pueden avanzar hacia la octava casilla por sf solos, sin el apoyo del rey (véa- se 51-54). Si el cuadrado comin de los peo- nes no ha Hegado todavia al ex- tremo del tablero y el rey propio no puede prestarles apoyo, tiene decisiva importancia la distancia entre los peones, Si les separa una casilla, pueden defenderse venta- josamente de un ataque frontal Gel rey adversario. Si median en- tre ellos dos casillas, los peones recen sino han alcanzado la Hla quinta. Si son tres casillas las que hay entre ellos, se salvan si consiguen llegar a la fila cuarta. ‘Ast pues, en el ejemplo 206, los peones negros estarfan condens- jos de no encontrarse defendido uno de ellos por su rey. Sin em- bargo, la blaneas ganau con una maniobra exacta: permiten el + En efecto, si esta posicién la con- sideramos inicial, las negras_juegen 1... R6C!; 2. ROA’ (2. PIA, REC) RAA?; 8. ROD, RGA, y les’ toca a las Blancas, 6 8. PSA, RBA, 6 8. POC, ROR y ganan. 109 avance del peén de torre, pero co- ronan su pe6n de alfil y son las primeras en tener dama. 1, R4A1, R3C (si mueven algin edn, pierden ambos) ; 2. RSA!, 2A; 3. RGA! (es prematuro 3. ROR?, PsT); 3... RIC; 4. ROR!, R2A;' 5. RSD, PAT; 6. PEC+, RxP;7.RxP y ganan. Ejeinplos didacticos : 2062, Blancas: R4CR, PATD, P4R. Negras: R4AD, P4CR, PsTR. Ganan blancas. fn esta misma posicién, pero con los peo- nesen OR y 31, a pattida ce mala: 1. RIT!, RSA; 2. RAC, ete., (como los peones no estén ‘obligados a moverse, se defienden indirecta- mente el uno al otro). Es muy ins- tructivo el problema de Rauch: Blancas: R2R, P3CD, P3AR, P3TR. Negras: RSD, P6CR, PSTR. Ganan blancas. Si se transfiere la salida a las negras, después de RAD, R3R, los peones pasan por sf solos. Por eso: 1. RIA. R6D; 2. RIC, R5D; 3. R2C, R6D; 4. RiA, RSD; 5. R2R y ganan. 206b, Blancas: R3AD, P6CR, PITR. Negras: R2CR, PSTD, P4AD. (1, R4A, RIT; 2. R3A R2C) tablas. Gana la_posicién: R4A, P6CR, P7TR; RITR, PaTD, P3AD (I. R5A, R2C; 2. RED, PST; 3. RIR, POT; 4. PST=D+, etc.) Son impotentes los peones centrales ligados contra los ais- lados de los flancos en la posicién RACR, PAD, PAR; R2D, PACD, PACR: 26c, Blancas: RICD, PSTR, P6TR. Negras: R3AR, P6TD, P2AR, P6AD. Ambas partes se enctentran en zugzwang: el que empieza, pierde. Si trasladamos el peén 6AD a 5A y el rey a 3AD, gana la jugada,i. R2A. 206d. Stolz-Nimzovich, Berlin, 1927. Blancas : R2D, P4TD, P5SCD, P3CR. Negras: R4R, PSD, P4AR, 110 PSCR. Después de 1... PSA! PxP4, R3D!1, los peones pasa- dos de las negras les aseguran la victoria, Otra ‘idea preside el ejemplo 206e. Walker, 1841. Blancas: RSTD, P2TD, P2CD. Negras RATR, P2AR, P2TR. Ganan blan- cas. Después de coronados los peo- nes y cambiadas las damas me- dianie DSC+, decide PAT. En este ejemplo se gana avan- zando sucesivamente los peones — = R6C o P4D, tablas); 1... RSC; 2. PAT! (2. R2C?, PAT! y ganan) 2... PAD; 3. PSA, R4A; 4. PST (la jugada 4. R2C?, R3D!, conduce a tablas) ; 4... PSD; 5. PEA (tam- bién gana 5. R2C, RSA; 6. P6A, P6D; 7. P7A, P7D; 8. PBA. P8D=D;9. DIA+, etc); 5... RID; 6. P6T; P6D; 7. PTA, R2R; 8. PIT, PID; 9. PBA=D+, RxD; 10, P8T=D+ y ganan. La segunda solucién no queda climineda si se aflade tn ‘peon blanco en 2CR, ya que a la quinta jugada el rey blanco puede ir a IC; por ejemplo: 5. RIC, RSA ; 6. R2A, ROC; 7. P6A, PS! PID; 9. P8A=D,’ PB D3A y ganan. Tampoco elimina ese defecto la propuesta de afiadir un peén blanco en 3AR (Halberstadt), ya que sigue siendo posible 5. R2C con el final victorioso de dama, después de 5... RSA; 6. P6T, etc. fs abajo incluimos otros dos intentos de enmienda, pero en el primero el camino de fos peones est reducido a la mitad, y en el otro se ha attmentado el miaterial. 2072, Jachaturov, 1947, Blancas: K2D, P4AR. PA4TR. Negras: RSCD, PaD, PSCR. Ganan blan- cas: 1. PSA, RSA; 2. PST, PEC; 3. RIR!, P5D; 4. P6A, R3D; 5. PeT, PIC; 6. R2A, POD; 7. PTA, R2R; 8. PIT, PBC=D+ ;9. RxD, PID; 10. P@A=D+, RxD; il PET=D+ y ganan. 207b, Maizelis, 1954. Blancas: RITR, PATD, P3D, P2AR, P2TR. Negras: R61D, P4TD,” P3CD, P2CD, PSD. Ganan blancas: 1: P4A (1. PAT jd... RSC! 2. PAT, PAC; 3. PSA!, R4A 1; 4. PST, PSC (6 4... PxP); 5. POA, RSD} 6 POT, PEC; 7. PTA, R2R; 8. PIT, PIC; 9. P8A=D'+, RxD; 10, P8T=D +, R2R; U1. DIT+ (si en la cuarta jugada’ se hubiera ju- lo 4... Px Py el_peéu, en vez fe TC, estuviese en 71, se jugarfa ahora 11, DxP; U1... R3D; 12. DxP y las blancas gauan. En este ejemplo, los peones ne- gros no alcanzan a ocupar una posicién. salvadora en la misma fila (106b y c), por lo cual pier- den, pero la lucha se complica porque las negras utilizan un re- Curso defensivo inesperado (como cn el problema de Reti nfamero Tl): 1. P3T, P4A; 2. RIC, PSA; 3. R2T (este ataque al vulnerable peén «de cabeza» en circunstan- cias corrientes habrfa_proporcio- nado Ia victoria, pero en tal caso entra en juego'el oculto recurso defensive de las negras); 3... P6A!; 4. R&C! (si 4. RxP? entonces 4... R6C!; 5. PSA, R5A; 6. P6A, R6R; 7. PIA, PTA; 8. P8A=D, P8A=D+, y tablas) ; 4... PTE; 5, RxP’ (las blancas han conseguido que el peén 8A se convierta en dama sin jaque) ; 5... REC; 6. PSA, RSA; 7. P6A, ROR; 8. PTA, P7A;9. PBA=D, P8BA=D; 10. DéT+ y las blancas ganan. ‘A continitacién damos otras po- siciones con las mismas figuras, pero de contenido diverso. 2082. Elinek, 1944. Blancas: R5CD, 2D,” P2TR. Negras: RSAR, P2TD, P3AR, Ganan blan- cas: 1. P4D, RSR (6 1... P4A; 2. PSD, R4R; 3. RSA, PSA; 4. PED, etoétera) ; 3. RSA, PAT (en caso de 2... P4A; 3. PSD, etc., lo decisivo es DSRi); 3. PAT, P4A (6 3... PST; 4. RAC, P4A;'S. PST, PSA; 6. PeT, P6A; 7. PTT, PIA; 8. P8T=D,, P8A=D; 9.’ DSR+ y nan) ; 4. P&T, PSA; 5. PET, A; 6. PIT, PIA; 7. P8T=D, P8A=D; 8. D8R+, y ganan. 208b. Blancas: RSCD, PID, PSAR. Negras: R2R, | PACR, P2CR. Tablas: 1. R6A, RID; 2. RSD, Rx P7D; 3. RAR! (3. RSR?, R2R} 4. R4D, R3A; 5. RAR, PSC; 6. R4A, PGC; 7. Rx PEC, RxP y nan); 3... RID (6 3... RAR; 4. RGA, RPA; 5. RSC, RGA; 6. RAC tablas) ; 4. R3A, R4R; 5. RAC, 3A ; 6. RST, RxPSA y tablas. Es un final muy instructivo. 1 La base de los siguientes pro- blemas es la misma que en el 187a. 208c. Kubbel, 1922. Blancas: R3R, PSTD, 'P6TD. Negras: RIAD, P4CD, P2D. Tablas. 1. R4D, P3D!; 2. R3A! (obligando Ja jugada de las negras y liberan- do la casilla 5A); 2... PAD; 3. RAD!, PSC; 4. RxP4D, POC; 5. ROA, RIC (6 6. PIT); 6. REC, PIC; 7. PIT+, RIT; 8 ROT, P&C=D'y tablas, 208d. Gorgufev, 1950. Blancas: RAR, PATR, PSTR. Negras: R2R, P3AR, P5CR, tablas: 1. P6T, RIA; 2. PST, R2A!; 3. R3R!! (no 3. R4A?, PAA; 4. R3C, RIC y ganan) ; 3... RIA!; 4. R4A}, PAA; 5. RxP4A, POC; 6. R6A!, RIC 7, ROC, PIC; 8. PIT+, RIT; 9. ROT y tablas. b) Un peén pasado Hay que distinguir 10s casos en que ambas partes tengan un pen doo que lo tenga sélo una nel primer caso tiene primor- dial importancia la posicién del a (su proximidad a la octava anda, si esta defendido o aislado, etc.). En el segundo caso la exis- M12 tencia del pen pasado significa, habitualmente, una ventaja deci. siva, pero. su coronacién suele ir acompaiiada de ciertas dificulta- des y no se exceptian finales de tablas. En el ejemplo didactico 209, las blancas tienen un pe6n pasado ST que distrae al rey negro de la lefensa del suyo en 3A. El blo- queo de este peon es también un para las blancas. Sin embargo, serfa premature 1. P6T+?, Rx POT; 2. Rx P3A, por 2... R4T y tablas (véase 65; el pen esta en 2C y no en 3C). Va- ji¢ndose de que el rey negro se encuentra clavado, las blancas avanzan su pe6n por el otro flanc: 1 PAC, PST (6 1. R2A; 2, POT, P3T); 2. POT+ y ganan. el rey blanco factor favorable 209a. Nimzovich-Tarrasch, San Scbastién, 1911. Blancas: RSAR, P2CR, PaTR. Negras: R2AR, P3TD, P3AR. Juegan las negras 1... PAT, 2. RAR, PAA4!!, y las blancas abandonan en vista de 3. RAD, P5A!, después de lo cual pierde los peones 2C y 4T. 209b. Schelochilin-Magergut, Sa- ritov, 1955. Blancas: R3R, P3TD, P3AD. Negras: R4AR, P4TD, P6L), P2AR. Juegan negras, Para que el distante pedm pasado 24 se corone es indispensable impedir Ta jugada P4A. 1... RAR? (lo correcto en este caso seria: 1. P7D!, segén ha indicado Mantei- fel; véase més abajo); 2. PAT? {hace tablas slo 2, RxP); 2. R4D?; si se jugase 2... P7D, se irfa’ ganar todavia, pero ahora las tablas son inevitables); 3. RxP6D, R4A; 4. P4A, PAA; 5. R3A, PSA (por no’ poder hacer ofras jugadas, el peén se ha sa- lido de su zona ganancial; véase 152); 6. R3D, RSC; 7. RAR y ta- blas, ya que’el rey blanco Mega oportunamente a 1A. Para ganar hubiera sido preciso: 1... P7D' 2. RxP, RSR; 3. PAT (6 3. R2R, PST; 4./R2D, P4A; 5. R2R, PSA; etc.); 3... P3A! “(pero no 3. p4A?; 4. R2R, PSA, por 5. PAA tablas) ; 4. R2R, 'P4A, por 5. 2D, R6A!; 6. R3D (6. P4A, BSR}; 6.. PSA, y la partida ter- mina con la coronacién del peén y jaque. La aparente sencillez de la po- sicin 210 puede inducir ficilmed- te a un error irreparable. Es evidente que para hacer ta- a ee ee RIT, R3A); 2... RIC; 3. REC, P4D; 4. RSA, R2C. Es menos evidente que también se hacen tablas jugando 1. R6C?, RR; 2. RSA, R2A; 3. R&R, RIC y, los peones perecen al mismo tiempo (las blancas habrian_ga- nado si en respuesta a Rx P3D, Jas negras pasasen a SC por lo menos con una jugada de retraso, He iue emtonces el rey negro no egaria a tiempo a la casilla SAD (1AD) 6 2. PSC, P4D; 3. RIT, PSD y coronarfan’ simulténeamen- te (pero las blancas habrian gana- si el rey negro estuviese en @R(3R) gracias al jaque). La clave para la solucién la te- memos en Ia existencia de dos po- siciones de zugzwang. La prime- rade ellas es de R6C-R2R; si juegan_las negras, pierde R3R, por PSC y se coruna con ja: gue, igual que P4D, por RSA. La segunda posicién de zugewang es RSA-R2A; saliendo las negras, a RR, sigue R6C y ganan lo mismo que arriba. Asi pues, las casillas conjugadas en este ‘caso son 5A-2A y 6C-2R. Por lo tanto, lo nico correcto es 1, RSC!, a fin de ocupar la casilla 5A o la 6C, segin sea la jugada del ad- vetsario. Las negras no disponen de una jugada de espera: 1... RIA, por 2. R6A y a I... R2A, sigue 2. RSA, R2R; 3. R6C y ga- nan 21a. Ostropolski, 1952. Blan- cas: RSCR, PACD, P3AR. Negras R3D, P3AD, P2TR. Ganan blan- cas. EI rey negro est4 situado en la diagonal fatal de 3T-8A. La jugada 1. R6A! coloca a las ne- gras en posicién de zugzwang ; en caso de I... P4A; 2. PxP+, Rx PSA; 3. P4A, este peén en algu- nas ‘variantes se corona dando Jagne; si 1... P4T, entonces 2, RSC, RAR (2... RIR; 3. PAA); 3. PAA, RSR y ahora no 4. PSA?, PST sino 4. PSC! (para limpiar la dia” gonal) y ganan. 210b. Andlisis hecho darievski y Chejover, 1 cas: R5R, P3TD, P2AR. Negras: R2AD, P2TD, PATR. Las blancas no pueden ganar, Véase 322, des- pués de Ia tercera jugada de las negras. En este ejemplo, el rey blanco se ve obligado a esforzarse no poco para conseguir, en fin de cuentas ¥ gracias al aislado peén pasado 21, las tablas (211). 1, RAD!, RSC; 2. RID, REC; 3. R2D, RSA! (3... RIC?; 4. PAT y man); 4. R2A, R4D; 5. R3C, Ry rer, 6. Ret, RAA (oi 6 R4D, entonces 7. PAT, PAR; 8. PST, R3R; 9. Rx PAT,” R4A;' 10. RSC y tablas); 7. Rx'PAT, Pa U3 8. RAC, RSA (68... PSR; 9. RIA, ete.) ; 9 R3A! (9. PAT?, PSRI; 10. PST, P6R; 11. R3A, ROA! y gauan) ; 9... R6A; 10. R2D, RTA; 11, R3D y tablas. En los ejemplos siguientes el pen pasado distante se neutraliza cilmente. 2ila. Grigériev, 1933. Blancas : R8CD, P3AD, PSAR. Negras: RATD, P3TD,'P3AR. Tablas. 1. RIA, RAC; "2. R6D, PAT; 3. P4A4! (las blancas quieren libe- rarse del peén que les harfa per- der en un final de dama) ; RxP4A (si no lo hace, 4. PSA); 4. RGR, PST; 5. Rx P3A, P6T; 6. R7Ri, PTT; 7. P6A, PET=D; 8 PTA y tablas. 211b. Grigériev, 1931 Blancas: R6R, P3D, P4AR. Negras: R8R, PATD, P4AR. Ganan blancas: 1. RSD, R7D; 2. R4A, ROR; 3. PAD, RxP4A; 4. PSD, R4R; 6. RSA, PST; 6. P6D, R3R; 7. R6A, PET; 8. P7D, PTT; 9. P8D=D, PET =D; 10. D8R+, R3A; 11. DET+ y ganan. En la’ partida de Capa- blanca-Dake, 1931, podia haberse producido wna situacién seme- jante, segtin el andlisis hecho por Grigériev, pero desplazada a la columna de la derecha, en cuyo 4 caso las blancas no podrian ganar; Blancas: R4R, P3R, P4CR. Ne: : RIR, PACD, PACR: 1. RAD, 2. PAR, Rx PAC; 3. PSR, 4. RSD, PSC y las negras no pierden la dama. 21lc. Maizelis, 1954. Blancas: RSR, PSAR, P5CR. Negras: R2R, PATR, P2TR. Ganan’ blancas, juegue, quien juegue: 1. R4a, R3D; 2. R3C, R4R; 3. POA, R3R? 4. RAT, P3T; 5. Rx PAT!, PxP 6. REC y ganan. Si juegan negras: 1... PST; 2. R4A, R3D; 3. RAC, RAR; 4. POA, POT; 5. Rx POT, RIK; 6. RAT, PIT; 7. RST y ganan. 22 (La posicién inicial de este pro- blema es: R4TR, PSAR, PSCR, POTR. Negras: 'RICR,” P3AR, P2CR. La posicién representada en el diagrama se obtiene después de 1, P6C, PxP; 2. RAC, RIA). En el ejemplo 212, la existencia de un peén pasado y defendido asegura la victoria de las blancas. Con. st movimiento envolvente por la izquierda, que supone una seria amenaza para las negras. bien obligan a mover el peén 3T. después de lo cual se pierde, bier dan mate. 1, R4A, RIR (1... PAT; 2. RBC, RIC; 3, R3T! y ganan); 2. R4R, R2R, 3. RSD,, RIA (6 3... RIR 4. ROR; P4T; 5. PIC); 4. RED, RIC (4... R2C; 5. R6R, PAT; 6, RSD); 5. R7R!, PAT (6'5... R2C; 6. ROR) ; 6. Rx P3A, PST; 7. PIC (también gana 7. R7R); 7... P6T; 8, R6C y mate en dos jugadas. Este ejemplo nos muestra una posicién en la cual, pese a un peén pando y defendido, la parte més rte io consigne ganat un peén aislado del adversario que esté a un_lado. El rey negro defiende el peén 4G, sin salir de los limites del cua- dro del pedn 5A; por ejemplo: 1. RGR, RAR; 2. RSA, RAA; 3. R3C, RAR! (3... RIA?; 4. RAC y ga- na); 4. R4C, RSA, tablas. Saliendo las negras, se hacen tablas, segiin los andlisis hechos teriormente, con I... R4R; 2. 3R, R4D!, pero no 2... R4A?, por SRéD: PSC; 4. RED!, POC . P6A y las blancas ganan la dama IC’ o la cambian. La jugada 4. RSD!, es la que més rapidamente Neva ’al objetivo, Peto desde el punto de vista teé- Tico tietie importancia que tam- ana 4. R3R (segin el mé- todo. 7 en el 21a). De ahi Yesulta, por ejemplo, que en la icin R3R, PACD, P5AD y 4R, PACD, PSCR, las blancas ganan, independientemente de quien juegue. La ituacién que nos interesa (con un peén aislado en la co- lumna del alfil y no en la del ca- ballo, que de hecho no cambia nada}, la encontramos en la va- riante’ fundamental del siguiente problema 23a, Grigériey, 1930, Blancas R2D, Pa’ P2CD. Negras RIAR, P4TD, P5AR. Ganan blan- cas: 1. PAC!, RAR! (1... PxP; 2. PST); 2. PSC!, RID; 3. R2R. R3R; 4. R3A, RAR; 5. RAC! R5R} 6. P6C, PA; 7. RIC!, ROR; 8. PIC, PTA; 9, P8C=D; PBA =D; 10. DSR+!, RID; 11. Dx P4T+, R8D (el cambio de damas es obligado en todas las varian- tes) ; 12. DSD+, R8A; 13. D5A+, RED; 14. DAD 4, ete. Si en el ejemplo 213 trasladamos el peén 4C a 4TR, 0 desplazamos a posicién a la fila inmediata su- perior (el peén 4C estarfa enton- ces en 5C), las blancas ganarian sin dificultad. 213b. Blancas: R4AR, PACD, PSAD. Negras: R4D, P4CD, PSD. Las negras pierden Si son ‘mano Pere si juegan Tas blancas, enta- lan; por ejemplo: 1. R3C, RAR; 2. R3A, R4A; 3. R3C, RAR; 4. RAC, R3R (mejor todavia RSR!) ; 5, R4A, RAD, etc. (Compérese con ei 19a, ‘donde los peones estan en la fila de arriba.) A una posicién andloga, pero con un mn de mas de las blan- cas, nos Ieva a este interesante y complejo final : 213c. Halberstadt, 1954. Blan- cas: R3TR, P2AR, P3CR, PACR. Negras: R2R, P4R, P3CR: Ganan blancas. No se debe permitir 1.. PAC, pero 1. PSC no gana. Por eso 1. P4A!, PAC!; 2. PSA!, PSR {era preciso jugar asi ahora o a la jugada siguiente, pues resulta evidente que defender el peén 4R 115, desde 3D no conduce a nada; et autor del problema daba la solu- cién: 2... R2D!, desde el punto de vista del método resulta mAs cémodo este cambio de juga- das para precisar mejor Ja conti guracion de peones y mostrar més claramente fas maniobras de los reyes) ; 3. R2C!, R2D (de la po- sicién de zugzwang R3R-R4R, se deduce que las casllas conjugadas son 24D y ZR4D, cosa que ex: plica todo él juego que sigue: el Sbjetive de las blancas es. conse ir la posicién R4AD-R4R con salida de las negras); 4. RIA!, RIA; 5. RIR!, R4A; 6. RID! (para esta maniobra se tiene en cuenta Ia conjugacién de las ca- sillas 2D-3D y 2A-3A y, ademas, Ja conjugaciéa de 3A-4D y 3C-4A, condicionada por la posicién de zugewang R4A-R4R) . R3A; 7. R2A!, R4A; 8 R3C!, RID; 9. R4C! (las blancas ‘se acercan a la meta decisiva) ; 9... RAD; 10. R3A!, R4A (en el 213b cabia la réplica R4A, pero en este caso, cotno las blancas tienen un peon de més, la jugada (P6A gana) ; 11. R4A! y ganan. (Véase 3532.) El ejemplo 213d es de otro gé- nero. Marishko, 1948. Blancas: : R3R, 1. P5D+, R4AD, P4D, P3AR. Negras P2CR, P3TR. Tablas: RID; 2. RAD, PIC (si 2... PAC, entonces 3. R4R, PAT; 4. RSA, PST; 5. RAC y 6. P4A; 62... PAT 3. R4R, PST; 4. R4A, RxPSD: 5. RAC, R4R; 6. Rx PST, RSA; 7. RsT); 3. R4R, PAT; 4. R4a, Rx PSD; 5. R5C, RAR} 6. PAA+, RSR 6 R3R; 7. Rx P3A y tablas, Lo fundamental del 214 es ta lucha por las casillas criticas del peén pasado. 1. R2A, RAT; 2, RC, PIT; 3. R2C!, RSC; 4. RIT!) Rx PAT (4... Rx PAA; 5. Rx PTT, tablas) ; 5. PSA!, PxP; 6. RxPIT y ta: blas (63). No es menos instructiva la po- sicién, siguiente, por cierto més complicada: 2i4a, Grigériev, 1923. Blancas: RAR, P3D, P6CR. Negras: R3R, P4R, P4CR. Ganan blancas: 1. PIC, R2A; 2. RSA! (2. RxPR, RxP; 3. RSA, R2A, tablas) ; 2... RIC! (2... Rx PIC; 3. Rx PAC y ganan) ; 3. RAC! (a 3. Rx PAC?, sigue 3... PSR!; 4. PxP, Rx PIC; y tablas); 3... R2A (6 3... PSR; 4. PxP, R2A; 5. RSA, RIC; 6. R6A, PSC; 7. PSR y gana); 4. Rx PAC! (pue- de comerlo, porque el rey negro esté en 2A: si 4... RxPIC; 5. RSA, P5R; 6. Rx PSR! y ganan) 5 4... PSR; 5. R6T!!, RIC; 6. Px P y ganan. El siguiente ejemplo ilustra la lucha por una posicién de zug- zwang. 214b. Blancas: R3CD, PS5R, PSTR. Negras: RICK, PA4D, P3TR. Ganan blancas. En caso de UR3A, R2A, no se debe jugar. 2. R4D?, R3R! y después de 2. R3D, R&R, la partida acaba en tablas. Pero las blancas pueden al- canzar la casilla 4D, no en dos ju- gadas, sino en tres: 1. RAC!, R2A; 2. RSA, R3R; 3. RAD y ganan. Lil, En este ejemplo, las blancas, con tin juego preciso, deben evitar ciertas dificultades: '. R2A, ROT (6 1... P6C+ ; 2. RIC, como’en la variante principal) ; ’2. RIC (2. P5A?, R7T) ; 2... RST; 3. R2C (3. R2T?, Px}. 3... POC; 4. RIC! {no 4. RIT??, R6T! y las negras dan mate con el peGn de torte) ; 4... PIC; 5. R2T!, PBC=D+; 6. RxD y ganar. ‘Vamos a estudiar ahora posicio- nes donde sélo una parte tiene én pasado. De ordinario, la par- més fuerte consigue la victori con medios elementalfsimos. Omi- timos esos casos para estudiar tron mas complicates. 26 La tnica posibilidad de las ne- gras, en el ejemplo 216, es trasla- lar ‘el rey a 3A y jugar P4T, a fin de romper la cadena de peo- nes de la parte contraria. Por ello, Jas blancas deben defender ei peén 5A desde la casilla 4R. De aqui se deduce la posicién de zugzwang R4R-R3A, que de- termina plenamente las maniobras de las partes. R2C, R2C; 2. RIA, R2A 3. R3R!,R2R;"4. RAD, RBA (8 5. RSR); 5. R4R, R2R; 6. RSR, R2A; 7.'P6A, PAT (no'se puede hacer otra cosa); 8. PxP, PSC; 9. POT, PEC (69... RIC; 10, RER, PoC; (i: PIA y ganan}; 10. PIT, PIC; 1, P8T=D, P&C=D; 12. DIT+, RIA; D7R+, RIC; 14. PTA+'y ganan. 27 En la posicién 217 (resultante de la posicién RIA, P4CR, PSTR: RIR, P2AR, P3CR, después de las jugadas 1.’ P6T, RiA; 2. PSC, RIC; 3. R2D, R2T), también exi: te Ia amenaza de rotura, pero las biancas obtienen en compensa- cin un pe6u pasado y peligroso pata €l bando contrarig: 1. RaR» 3A; 2. PxP, Rx POT, en la situacién que se origina’ de «peon contra pedn», decide 3. R4A!, R2T (6 3... PACH; 4. RSA, PSC} 5. R6R, PEC; 6. PTA); 4: RSC, a7 RIT; 5. R6T!, RIC; 6 Rx PIC y ganan. A primera vista no parece diticil anar en esta posicién; sin em- argo, las blancas tropiezan con serias dificultades, debidas a que la distancia entre’ sus peones no es lo suficientemente grande y que, ademés, uno de los peones es de torre. No se consigue la vie- toria con medios normales ; ejemplo: 1. R4A, R2A; 2. REC, R2C; 3. P6D, ya’ que después de 3... R2A, el rey negro logra on turar el peén pasado y ocupar la casilla 1A (en vez de 3. P6D ?, es preciso jugar 3. R4A). El otro contratiempo que acecha a las blancas lo vemos en la si- iente variante: 1, R4D, R2A! ho 1 ...R2R?, por 2. R5R, R2A; 3 POD 6 2... ROD; 3. ROA y ga” nan facilmente; de esto se des- pisnds la posicién de zugzwang ‘SR-R2R ; pero también la posi- cin R4D-R2A es de zugzwang como veremos ahora mismo) ; 2. P6D? (fuerza las tablas, lo mis- mo que la continuacién 2. R5A?, PAC; pero afin se puede volver a Ja_posicién inicial) ; 2... R3R; 3. RSA, R2D, 4. RSD, P4C; 5. Px P, PST 'y el peén se ‘corona con ja- que. El rey blanco, como se ve, be evitar la casilla SD. 18 Esta variante nos da la clave para resolver el problema; sabe- mos ya cudles son las posiciones fundamentales de zugzwang, es decir, 1a conjugacién de las casi- Mas 5R-2R y 4D-2A. El tercer par de casillas ‘incluidas en la «zona principals es, naturalmente, 4R- 3A (véase la «Introduccién»; Ia zona de las blancas es 5R, 4D y 4R al lado de la casilla inaccesible 5D; la de las negras: 2R, 24 y 3A, junto al escaque inaccesible 3R). Asi pues, 1. R4R!, R2A (no P4aC, por 2. PxP+, vale_ 1. Rx PSC; 3. RSR); 2, R4D!, RIK (es mas débil 2... ROR; 3” RSR 6 2... R3A; 3. RSA, PAC; 4. PxP+); 3.'P6D (las negras ya no pueden replicar R3R) ; 3... R2D (Jas blancas se encuentran ante la iiltima prueba; es mala, natural- mente, 4. R5D, pero (qué elegir? a4. R5A 6 4. RSR? Se precisa un céleulo muy exacto. Después de 4... PAC, se obtendré un final de dama en el cual las blancas, lo mismo que en 216, jugaran D7A + 3 por consiguiente, se hace necesario quitar al rey ‘negro la casilla 6A); 4. RSA}, PAC; 5. PxP, PST; 6, P6C, PET; 7. PIC, PIT; 8 P8C=D, P8T=D; 9. D7A'+ y mate en dos jugadas. 218a, Pospishil, 1954. Blancas: RITR, P3CR, PATR. Negras: R3R, PSD, PATR. Tablas. Es la misma ion que 1a 218, (pero con cambio de color; el rey, ade- més, est4 fuera de la zona critica (3A, 2A y 2R de las blancas, y 4R, "4D y 5R de las negras). En el 218, el rey atacante ha conse- guido’ tomar inmediatamente la conjugacién, pero en este caso no lo consigue. 1, R2C! (para repli- car a R4R 0 R4D con R3A 0 R2A, respectivamente) ; 1... R3D; 2. RIA!, P6D (2...'R4D; 3. R2A}; 2... RAR; 3. RIR!); 3. R2A, . RAD, RSD} 218b. Prokop, 1926. Blancas: RIR, P2CD, 'P4AR. Negras: R2AD, P3TD, PSAD. Ganan blan- cas. Se comprende que los peones SA y 4A se pierden y el final es de,

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