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@ertas de acceso Prdlogo 2Estés preparado? La lectura que te espera detrés de estas puertas es practicamente un milagro, Quizds no te asombre, porque el Libro en el que se encuentran estas historias opaca el misterio de su presencia. En apariencia, este ¢s un libro como tantos otros; pero sélo en apariencia. Que pogamos leerlo, que lo comprendamos y, sobre todo, que llegue a interesarnos y a conmovernos son verdaderas manifestaciones de un prodigio. Los mitos que aquf se narran fueron tomados, y levemente adap- tados, de antiguos autores griegos y latinos. Los escritores que les dieron forma literaria lo hicieron, a su vez, de relatos més antiguos atin, que formaban parte de las religiones y de las creencias de sus pucblos. ‘Veamos a Hesfodo, por ejemplo, autor de la Teogonia. No se sabe con certeza en qué afios vivi6, pero se lo sitia alrededor del 750 a. C. Eso significa que vivié hace 2750 afios. Si cada 25 afios se calcula que nace una nueva generacién, ;cudntas generaciones transcurrieron desde Hesiodo hasta hoy? {Quién de nosotros conoce el nombre y el apellido de sus familiares a partir de la tercera o cuarta generacién? ;Quién puede imaginar cdmo ‘era un dia cualquiera de la vida de nuestros tatarabuelos: qué comian, qué pensaban, qué era lo que sentfan? Sia veces nos vemos tan alejados de nuestros propios padres 0 abuelos, ;c6mo podemos entender y compartir algunas de las ideas, pensamientos o sentimientos escritos por alguien que vivid hace casi 3000 afios? El hambre siempre acompana al holgazén. El trabajo no es ninguna deshonra: la inactividad es una deshonra. @rertas de acceso = ‘Si abajas, pronto te tendré envidia el indolente al hacerte rico, La estimacién y la valta van unidas al dinero Aprecia al amigo y acude a quien acude a ti da al que te dé y no des al que no te dé. A quien da cualquiera da, y a quien no da nadie da. aNo parecen los consejos que suelen ofr en boca de sus padres o de sus abuelos? Fucron escritos por Hesfodo, en el libro Los trabajos y los dias, como advertencias para su hermano Perses. Cuando los leemos, zhos resultan tan comprensibles y tan familiares que nos preguntamos si cada época vuelve a pensar las mismas ideas y a dar los mismos consejos, © si estas ideas y consejos han llegado hasta nosotros précticamente intactos, en un largo viaje de unos 3000 afios. El tiinel del tiempo... jexiste! La imagen de los viajeros que suben a una méquina y viajan hacia adelante y hacia atrds en el tiempo es una de las preferidas de la ciencia ficcién y, por ahora, parece un suefio imposible de realizar. Sin embargo, podemos considerar que €s como esa maquina que atraviesa las €pocas en dos sentidos. Con él, los lectores de hoy pueden remontarse a los tiempos de la antigua Grecia, y ala ver una voz de aquella época logra materializarse en nuestra era para darnos consejos y contamos historias en | lad de la lectur: Pero este viaje esté plagado de pel tego y el agua que destru- yen los manuscritos, el olvido que los aparta, los tiranos que prohfben su lectura, iempo que los vuelve lejanos 0 poco comprensibles. A. Pesar de rodo, hay viajeros que se suben a esta nave muy confiados, como lo demucstran ls palabras con las que el poeta latino Ovidio concluye su obra fundamental, Metamorfosis (el destacado es nuestro). Yya he completado la obra, que ni la célera de Jipiter ni el fuego, ni el bierro, ni el voraz tiempo podré destruir. Que ‘cuando quiera aquel dia, que no tiene ningtin derecho a no ser Qvertas de acceso se cuerpo, ponga fin al transcurso de mi insegura vida: aiaene ree parte de mt seré llevado eterno por encima de los elevados astros, y mi nombre serd imborrable , ‘por donde se extiende el poderio romano sobre las domenadas sierra, seré leido por boca del pueblo, ya lo largo de todos los siglos, gracias a la fama, si algo de verdad tienen los vaticinios de los poetas, VIVIRE'. Del 700 a. C. al 2003: el viaje de la obra de Hesiodo Para comprender en profundidad cuales fueron las dificultades que sorteé una obra antigua para llegar a nuestras manos, tomaremos como jemplo la Téogonéa de Hesiodo. pees poet se conservan tres libros completos, la Teogonia, Los trabajos y os dias y El escudo de Heracles. Se supone (por citas de testimo- nios antiguos y por fragmentos de papiros) que su producci completa abarcaba unas carorce obras mis. De algunas de elas se han prescrvado importantes fragmentos; otras s han perdido por completo ‘Al recrear este largo trayecto y el de cualquier obra antigua~_debemos prestar atencién a dos aspectos convergentes: los que se escribié una obra (papiro, cueros, tablillas, papel) son fun- damentales para que se conserve su contenido. ‘ 2. La transmisién cultural. La condicidn principal que debe cumplir una obra para atravesar el tiempo es encontrar lectores entusiastas’. ‘Owidio. Metamora: Mad @aertas de acceso la transmisién contintie de una generacién a otra, estos. lectores, ver, deben ensefiarla, comentarla y reproducirla de algin modo. inico modo de reproduccién de la letra cescrita fue el copiado manual. LA TRANSMISION EN EL MUNDO GRIEGO El rollo de papiro En la Grecia clisica no habia libros con el formato que conocemos hoy, ni papel, ni muchas personas que supieran leer. Los libros de aquella época tenfan otras formas y otros materiales Se los llamaba rollo 0 volumen. Probablemente, Hesiodo escribié el poema original en un soporte més rudimentario, como tablilas de madera o picles de animales tratadas especialmente. Pero a medida que avanzaba la ¢ sus autores fueron adoptando el rollo como soporte para conservar las obras literarias. El material sobre el que se escribia era el pliego de papiro. El papiro s una planta cuyos ta- llos son ricos en celulosa. Por un complejo proceso, que inclufa corte, remojo, prensado y secado de los tallos, se obtenfa la charta, que era el material apto pata la esctitura, Con ella se formaban los pliegos. Los pliegos de papiro se enco- laban sucesivamente, de manera G @uerias de acceso Leer un rollo era mucho més complicado libro hoy’. Habia que colocarlo sobre las rodillas y sujetar la parte enrollada con una mano, mientras con la otra se iba desenrollando con cuidado. Buscar una cita, por ejemplo, era una tarea bastante dificultosa, Por otra parte, los rollos tenian una capacidad limitada, La Iliada de Homero, por ejemplo, (que hoy es un libro de aproximadamente 500 paginas) ocupaba 24 rollos. De las islas griegas hasta el Asia Menor Hasta la época de la Grecia clasica, los poe- mas de Hesiodo fueron idos y estudiados en el mundo griego. Mas tarde (a partir del 360 a. C.), su obra se difundié en el reino de Macedo: luego en el vasto imperio fundado por Alejandro Magno. Asi su obra llegé a leerse en Egipto y el Asia Menor, En Alejandria (Egipto), se encontraba la biblioteca més importante de la Antigiiedad’, En ella se conservaban alrededor de medio millén de rollos de papiro, que contenfan obras de la literatura y la filosofia iegas, y de otras culturas de la época. Se Teogonia a cargo del fildsofo Zenodoto de Efeso, uno de los ditectores de i¢ inclufa un glosario para interpretar términos les, y proponta lecturas que se apartaban de la que formasen una larga banda. Estas bandas solian ser de seis metros de largo por veinte centimetros de alto, y se enrollaban alrededor de tuna especie de bastén. Se escribfa en una sola cara, conserva la del rollo volume En Cuarto de herramientas, en biblioteca @uertas de acceso ita el historiador Plinio el Viejo (23-79 d.C,), Tolomeo 1, eca de Alejandrfa, enfa una fuerte rivalidad con di ibién posefa una rey de Pérgamo (en la actual Turquia), que tam ‘biblioteca. Egipto era el pas productor de papiros entonces I no cuviera més libros que él, Tolomeo I suprimié la esta prohibicién dio origen a un nuevo soporte El rollo de pergamino Fue asi como, en Pérgamo, se perfecciond la técnica ‘cin de una membrana que ya se conocia , ii i lame ‘quo, El nuevo material destinado a la escritura, se lamé ee 1, porque procedia de aquella ciudad. Consistla fn pieles de animales tratadas de tal modo que era posible ino resulté mds conveniente eae ee permitfa escribir de ser ‘dl papiro, porque era mds resistente y Por are "Eh un principio, se adapr6 al modclo de volumen o roo. LA TRANSMISION EN EL MUNDO ROMANO El cédice de pergamino Durante el Imperio Romano, desde los cor de la era cristiana, comenzé a emplearse otro para la escrtura: el cdc (del lain, codes). Se trata de en conjunto de cuaderos que se forman al doblar una voids hojas y coserlas unas con otras (Ia forma de los eéaices es [a misma que tienen los libros actuales). Al doblarlo una ver, el pergamino se convertia en folios veces, en cudrto; una ver. mis, €n Oct See fade los cddices era de pergamino. Este debia ser fino y bien alisado, pues se excribla por ambas caras. Los romanos tefifan los perBa minos de distintos colores, sobre todo de am 14 @erias de acceso blancura original se ensuciaba pronto y molestaba a la vista. El cédice transportar de un lugar a otro; ademds, permiia al lector pasar s pginas répida y ficilmente, y hacer sus anotaciones en los margenes. Bibliotecas puiblicas y editores privados Los textos de Hesfodo pasaron a Roma. Los fildlogos encontraron muchos restos de papiros de los primeros 600 afios d. C. con su obra. ‘Ademés, numetosos autores latinos citan fragmentos de Hiesiodo en sus propias obras o reescriben los mitos narrados por él. Por ese mot deduce que Hesfodo gozaba de una amplia aceptacién entre el ptiblico ica de Roma se funds en el afio 39a. C. Se calcula que la ciudad Ilegé a tener, en el siglo tt, hasta veintiocho cas, que formaban parte de los grandes complejos arqui- tecténicos ~como las termas o los templos. Gran parte de su patrimonio proceda de botines de guerra: pos los textos de Hesfodo. A esto debe sumarse la labor que realizaban los copistas, libteros y editores romanos. Y la de los graméticos, que se aplicarom al estudio y el comentario de las obras de los autores nacionales y griegos. LA TRANSMISION EN EL MUNDO CRISTIANO siglo VI se produjo el derrumbe cultural del Imperio Romano, invasiones de los bdrbaros, la continuidad de la cultura romana se rompié en muchos puntos y los restos de la civilizacién clésica fueron quedando en manos de la Iglesia. Los fondos de las grandes bibliotecas piiblicas y privadas que se salvaron del derrumbe se refugiaron en las bibliotecas de los nacientes monasterios. Alli fueron a dar, tambii textos de Hesfodo, (A esta altura de nuestra historia, ila Tengo vivido a un viaje de 1200 afto Durante la Edad Media, la I los aspectos de la vida los ha sobre- cjetcié un fuerte control sobre todos 1a y sobre el desarrollo del pensamiento @aertas de acceso fico”. La relacién de las autoridades eclesidsticas con oposicién entre las creencias monoteistas de la religin idad de dioses del panteén grecolatino era absolura. rgo, a lo largo de la Edad Media europea, los monasterios y abadfas se convirtieron en focos de cultura y en los principales guardas y transmisores de la tradicién antigua. Los monjes copistas La importancia de un centro monéstico se correspondia con la calidad y la cantidad de los libros que se copiaban y con los fondos de su bil teca. En los estantes predominaban los libros religiosos, pero también habia lugar para los literarios y filos6ficos de griegos y latinos. Asi fue como, a lo largo de la Edad Media, los monasterios desarrollaron la industria manual del copiado de libros. En muchos monasterios habfa un sitio dedicado a la escritura: el monjes escribjan colectivamente al dictado, de ma- ban varias copias de un mismo ejemplar al mismo tiempo. Trabajaban muchas horas, en silencio, en una pos- tura que no permitia apoyar la espalda, forzando la vista, con una luz pobre, y sin posi- bilidad de usar velas 0 candiles por el peligro que esto supo- nia para el libro. A finales de la Edad Media, un copista con experiencia escribia una media de dos 0 tres folios por dia. Luego, al crecer la demanda de libros, se abrieron talletes de copistas laicos, fuera de los monasterios. Copiar una obra requerfa a menudo varios meses, lo que puede dar una idea del costo @vertas de acceso de un cédice de este tipo. Eso sin contar con el trabajo de k dores, que doraban con un pan de oro las letras capi mayiisculas, usadas en encabezamientos, parrafos y capitulos). Un ma- nuscrito terminado y revisado era un objeto de gran valor. Si alguno se lleva este libro, que lo pague con la muerte, que se frla en una sartén, que Jo ataguen la epilepsia y las 4 fiebres; que lo descoyunten en la rueda y lo cueleuen'. att li Te Ht i 1 ii ; (| Esca anotacién, hallada al final de 4 un cédice medieval con el rexto de la nos da una idea de las penas que esperaban a un ladrén de libros. En esta otra cita, que aparece al nal de un cédice del siglo xiv, de una obra de Santo Tomas de Aquino, se nos da una idea del cansancio que podia embargar a un copista: i Agut se acaba la segunda parte de la Suruma del hermano Tomas de Aquino, dela orden de los hermanos predicadores,largudsima, enrevesadisima y aburridisima para el copista: Gracias a Dios, gracias a Dios y otra vez gracias a Dios”. Del pergamino al papel La Edad Media se extendié durante un perfodo muy extenso de la historia, y en ella se produjeron muchas transformaciones. También Tomado del so de smem2001/scripta/taditio Them. ido por dl profesor Francisco Manvancro Carre: wwwpniicmecies] @eertas ae acceso los soportes materiales de la escritura cambiaron. En un principio, los copistas escribieron sobre cédices de pergamino; luego, a partir lo Xl, comenzaron a utilizar papel. Este se obtenia de la maceracién de trapos de céfiamo o de lino. LA TRANSMISION DE LOS HUMANISTAS Lentamente, la Edad Media fue dando paso a otras formas de pro- duccién y transmisién del pensamiento. La Iglesia y las ideas religiosas fueron perdiendo el control absoluto sobre el saber. En los siglos XIV y XV, surgié un tipo nuevo de eruditos: los humanistas, interesados en estudiar directamente los textos originales de la cultura de Grecia y de Roma. ‘Textos de filésofos, de “cientificos”, de poetas, de tragicos que la Iglesia habfa protegido en sus bibliotecas, pero sin alentar su estudio. Las bibliotecas de los monasterios y las catedrales pusieron al alcance de los estudiosos todo el material de la Antigtiedad. Ast se encontraron obras que se desconocian o se creian perdidas. La imprenta ‘A mediados del siglo xv, uguré una nueva en de Alemania, de la imprenta (que se lo xx). Entre 1450 y presa. De repente, invencién de la escritura, han seguido usando hasta el 1455, produjo una por primera ver desd era posible producir textos en grandes cantidades y répidamente. Apenas unos afios después de la aparicién de la primera Biblia impresa, surgieron imprentas en toda Europa, y unos afios mas tarde llegaron al Nuevo Mundo. 7] | £ : s @aertas de acceso Editiones principes En esa misma época (1453) cayé la ciudad de Constantinopla en manos de los arabes. Muchos eruditos griegos, que tenian sus escuelas en Turquia, pasaron Uno de ellos, llamado Aldo onia de ratura y de filosofia en griego y en decidié aprender el oficio de Gutenberg. 1 tipo de libros que necesitaba para sus cursos. La imprenta de Aldo edité las principales obras clisicas en griego y en latin, Los eruditos se reunfan mente en su casa para decidir qué ti habfan de imprimirse y los manuscritos que utilizarian como fuentes fiables, para lo cual examinaban cuidadosamente las i 8 clisicos de los siglos de Jo, y se la conoce como la edicién de Aldo, Venecia, 1495. Las primeras ediciones impresas de cada obra se denominan editiones principes y son de un gran valor para la critica actual, ya que se consideran como autén- Sevguatieaamgumupestiacas ticos manuscritos, sobre todo cuando su ereeammansesattesaimeaats Petr ha texto reproduce uno de ellos perdido. Los Geertas de aceso La edicién critica ‘oria de un texto de Hesfodo que hoy puede comprarse en cualquier librerfa tiene atin un capitulo més. En este capitulo hacen st Los editores de las solo manus de una obra cl ca realizan un trabajo de reconstruccién, comparando cada uno de los manuscritos de la obra en cuestién que se han conser- vado. Estas comparaciones se realizan siguiendo mécodos rigurosos. Las ediciones criticas de la obra de Hesfodo se han real principios del 1900 hasta casi finales del La edicién actual La vigencia de los textos clésicos hace que editoriales actuales sigan reeditando esas obras. Asi, encomiendan la labor de traduccidn a un espe- cialista en griego antiguo, es decir, una persona capaz de tradutir el texto alas lenguas modernas, consultando directamente las fuentes gricgas. La traduccién de una obra de este tipo presenta dificultades que no tiene la de obras contemporaneas. Por empezar, el griego en el que fue escrita la Zéogonéa es una lengua muerta: eso significa una lengua que no es usada por ningiin hablante. Por ello, el significado de muchas pa- labras -que refieren a elementos, costumbres, comidas, ideas, dioses, que ya no existen— solo puede ser comprendido por personas que, ademés de conocer la lengua en profundidad, saben historia, arqucologia, arte, filosofia y mitologia griega. La palabra la tienen los lectores Muchos monumentos de la Antigtiedad que se han conservado ~como esculturas, monedas, vasijas, herramientas,eteétera~ han sido desenterrados por ar gran parte del tiempo Qvertas de acceso con ellos, y les dio un si Hay una historia del texto en si rret. Pero a esta historia se superpone otra, mas dificil de documentar: roria de las lecturas. De ella, romaremos dos momentos bien dife- c las letras, que acabamos de reco- El método escolastico Este método fue desarrollado sobre todo en los siglos plena Edad Media europea. Siguiendo el método escolistico, se ensefiaba a los estudiantes a leer, de cabo a rabo, comentarios ortodoxos que eran cl equivalente de nuestros apuntes resumidos de clase. Habia una serie de pasos establecidos, comenzaban con un andli 2 @uertas de acceso rentarios de las autoridades. El estudiante no debfa buscar el texto, debfa aprender el significado y las interpretaciones, lo morales, manifestadas por los autores mds reconocidos. El método humanista ren su imprenta de Venecia textos en griego y en latin, para que sus alumnos tuvieran un contacto directo con las obras clisicas. A mediados del Ja lectura, en una escuela humanista, se fue com en responsabilidad de cada lector. Sin dejar de lado a las autoridades, Jos maestros comenzaron var asus alum- nos para que leyeran por si mismos. Esta tradicién huma- nisea fue afianzando poco a poco la libertad de cada lector para acercarse aun texto y encontrar en él los significados que su propia circunstancia le permite advert. La concepcién actual Hoy se sostiene que cada lector tiene derecho a ejercer su propia lectura de un texto, y que unas puedan resultar més interesantes, productivas o enriquecedo- ras que otras. Hoy se ensefia que leer es una aventura personal, en la que cada cual debe comprometer sus pensamientos y sus emo nes, @aertas de acceso que la or del hilo que forma la trama de un texto, estaremos tirando también ¢ 0s, pues la madeja de las lecturas esté formada por mos, y cada cual la devanaré como pueda, aunque 23 Hesiodo - Ovidio - Euripides - Virgilio y otros MiTOS CLASIFICADOS 2 TEOGONIA LOS PRIMEROS DIOSES El encuentro de Hesfodo con las Musas Hesfodo apacentaba sus ovejas al pie de un cerro. No podemos saber cudntas formaban aquel rebafio, pero serfan numerosas, porque 1a familia de Hesfodo no era pobre. En aquella época, un buen rebafio era una posesién de valor. Los griegos se alimentaban de cordero, ofrendaban corderos en sus sacrificios a los dioses, usaban la lana de las ovejas para tejer sus ropas, y cocinaban con leche y queso de ovejas y de cabras. ‘Muchas tardes de verano, habia estado en ese mismo lugar. Largas horas, mientras sus ovejas aprovechaban el tierno pasto de la estaciéns Hesfodo recibié la inesperada visita de seres sobrenaturales. Hesiodo se ropé de frente con las nueve Musas. iCada diosa se presenté a si misma o fue Calfope quien pronuncié cl nombre de sus ocho hermanas? :Oy6, Hesfodo, el delicioso ruido que subfa por debajo de sus deli- cados pies? ;Entrevié sus cuerpos en danza, cimbredndose vivamente? 0 acaso aquella visita s6lo se concreté en una vor, en la maravillo- savor de las Musas, que llegé hasta sus ofdos envuelta en el viento, pe- inguiéndose de este con inconfundible claridad? No podemos saberlo con exactitud, porque Hesfodo solamente conté que habia recibido un mensaje dirigido a él en primer lugar. No cera un secreto; més ‘odo lo contrario, Estas fueron las palabras textuales de las Musas: “;Pastores del campo, triste oprobio, vientres Mrros cuasinicavos 2 Los priweRos D10ses xemos decir muchas mentiras con apariencia de verdades y , cuando queremos, proclamar la verdad”. todo lo que le dijeron y, ademas, cortaron una rama de flo- p — 1 -del mismo laurel bajo el cual Hesfodo habia dormido tan- euRAnte op TERPAIGORC AS stas- y se la dieron por cetro. zs ncuentro cambié por completo la vida del pastor. Ese mensaje, NO «ariore ado algo oscuro quizds, lo transformé. Desde entonces, se

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