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SOLIDARIDAD DE CLASE

Nº 15 OTOÑO 2019

Coste por ejemplar 3 euros. Aportación voluntaria.


Í N D I C E

3- Editorial:

4.- 47 años de existencia del Comité de Solidaridad


de los Trabajadores (Valladolid).

12.- El amianto en METRO Madrid.

18.- El amianto en Valladolid.

20.- ¿Qué hacer? La repoblación rural como opor-


tunidad de cambio social.

23.- ¿Transición energética?

26- Accidente laboral = Terrorismo patronal.

30.- Derecho a la asistencia sanitaria en prisión:


Del dicho al hecho

En esta revista hemos colaborado:


solidaridad

COMITÉ DE SOLIDARIDAD DE LOS TRABAJADORES DE VALLADOLID


de clase

CAJA OBRERA DE RESISTENCIA ANTIREPRESIVA (Valladolid)


CAJAOBRERA DE RESISTENCIA DE MADRID
PLATAFORMA ANTIRREPRESIVA DE GUADALAJARA
y el FONDO (X)UNITARIU DE SOLIDARIDADE OBRERA DE ASTURIAS
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E D I T O R I A L

Todo sistema social fundamentado en la explotación de una clase sobre


otra, necesita de una actividad represiva que garantice su supervivencia y des-
arrollo. Y esta represión en todos los ámbitos es de gran intensidad cuando
cuándo es una pequeña minoria la que subyuga a la gran mayoria de la socie-
dad.

En el proceso combativo de emancipación de la clase obrera, explotada y


dominada, tanto los trabajadores organizados como los no organizados sufrimos
la represion ya que el sistema capitalista no diferencia organizaciones ni siglas
inmersas en esta lucha, solo valora y reprime a trabajadores por los hechos, las
intenciones o las finalidades que se pretenden, aunque estos sean legitimos e
incluso legales.

Sabido es a su vez, que una de las máximas seguidas por la clase explo-
tadora y dominante es: divide y vencerás. Division que le es relativamente fácil
de conseguir cuando al conjunto de la clase explotada y dominada no le guía un
objetivo común con una práctica y una estrategia conjunta que se materialice en
una unidad de acción.
Para conseguir esa unidad de acción, es necesario el desarrollo de una
conciencia y una práctica de clase desde un concepto de solidaridad, que nos
lleve a comprender y asumir, la lucha de cualquier trabajador contra la explota-
cion y la dominación, como nuestra propia lucha como clase, explotada y domi-
nada.

Estas dos motivaciones: Unidad frente a la division y solidaridad frente al


sistema represivo existente, ya son de por sí motivos lo suficientemente impor-
tantes para dar validez a la necesidad y funcionalidad de la creacion y desarrollo
por la clase trabajadora de Comités de Solidaridad y Cajas de resistencia antirre-
presivas.

Si a esto añadimos, que hoy la actividad represiva en el sistema capitalista


se ha intensificado con sus procesos democratico-burgueses, neoliberales y glo-
balizadores, con una práctica tan sofisticada y sibilina que está consiguiendo que
ideológicamente pase desapercibida y no sea considerada como tal represión,
pero alcanzando ya a la clase obrera en todos los sectores laborales y sociales;
poniendo en peligro nuestras vidas y nuestro desarrollo integral como personas
libres; y convirtiéndonos de hecho en elementos sumisos, en una máquina más
al servicio de los intereses capitalistas.

Ello es razon de más para crear estos órganos de solidaridad y unidad de


nuestra clase, con los que poder hacer frente a esta represión que hoy tan pasi-
vamente sufrimos en este régimen de salvaje dominación y explotación.

solidaridad
de clase
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4 7 años de existencia
del C o m i t é d e S o l i d a r i d a d d e l o s Tr a b a j a d o r e s

INTRODUCCIÓN

Unidad y Solidaridad de clase frente a la represión. Estas motivaciones y el auge


de las luchas en FASA-RENAULT y en gran parte de la geografía nacional en la déca-
da de los 70, es lo que impulsa a trabajadores de la mencionada empresa a la crea-
cion de la Caja de Solidaridad.
Lo que aquí nos proponemos es hacer una exposición de las etapas más importan-
tes de su trayectoria. Somos conscientes de que dicha exposición será reducida, fun-
damentalmente en cuanto a los datos, los métodos y las actividades realizadas duran-
te toda su trayectoria.

En primer lugar, porque la situación política existente en las fechas de su creación,


a finales de 1972, la estructura y actividad del Comite nace en la clandestinidad. Y
puesto que hoy el sistema represivo, en aspectos que aún nos conciernen y con méto-
dos más sofisticados todavía subsiste, se ha considerado que hay cuestiones históri-
cas que en la clandestinidad deben quedar.
En segundo lugar, porque actualmente y después de 44 años de la muerte del dic-
tador Franco y ya en el marco de una democracia burguesa, continúa siendo ilegal la
constitución y el funcionamiento de los Comités de solidaridad y las Cajas de resisten-
cia antirrepresivas, así como la práctica y desarrollo de la solidaridad con otros traba-
jadores en huelga y en apoyo de sus luchas.
En tercer lugar, porque una exposición amplia de toda la intensa existencia del
Comité de Solidaridad durante sus 47 años de historia desde su creación hasta la
actualidad, necesitaría de un libro de gran volumen para que se reflejara con detalle y
en todos sus aspectos dicha trayectoria; planteamiento que aún no nos hemos pro-
puesto realizar.

1ª ETAPA. SU CREACIÓN, OBJETIVOS Y DESARROLLO

El comité de Solidaridad nace a finales de 1972; dentro de la clandestinidad y refe-


rente a la represión que la patronal ejerce sobre la clase trabajadora, no solo en Fasa-
Renault, sino también sobre todas las luchas que se realizan a nivel estatal.

Se crea con tres objetivos fundamentales:


solidaridad

1.-Paliar en la medida de lo posible la represión ejercida contra los trabajadores a nivel


de clase

empresarial, policial y judicial.


2.-Extender la solidaridad de clase, moral, económica y activamente.
3.-Impulsar la lucha contra la explotación y dominación que el sistema capitalista ejer-
ce sobre la clase trabajadora.
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Comienza a funcionar con un planteamiento solidario y unitario de clase frente a


la represión.

UNA SOLIDARIDAD entendida como la comunidad total de intereses, aspira-


ciones y responsabilidades, frente al sufrimiento de la clase trabajadora, origina-
do por la represión del capitalismo y su sistema de dominación.
UNA UNIDAD entendida como la unificación de individuos con los mismos obje-
tivos inmediatos y con un fin común y último, que será la destruccion del sistema
de explotacion.

Su pretensión ni fue ni será nunca la de suplantar a los trabajadores en la ges-


tión y dirección de sus luchas, ni de sus órganos representativos. De hecho, el
Comité como tal nunca participó en procesos electoralistas institucionalizados.
Simplemente se identifica y se constituye como herramienta válida para la lucha
de clases y contra la represión ejercida por el sistema establecido.
El Comité considera que es el comnjunto de los trabajadores quienes deben
defender sus intereses de clase y didigir su propia lucha, sin intermediarios, en
un marco de acción directa, participativa y asamblearia.
Estos conceptos de solidaridad y unidad, así entendidos, propician que el Comité
comience su funcionamiento con un planteamiento de autonomía e independen-
cia en relación con otras organizaciones y las ideologías de los militantes de
éstas que participan en sus tareas, dándole así un caráctre generalizado y unita-
rio de clase y para la propia clase trabajadora.
Con este planteamiento solidario y unitario frente a la represión, participan mili-
tantes de todas las organizaciones de izquierda presentes en Fasa-Renault e
incluso trabajadores no organizados, pues todos somos y a su vez nos sentimos
represaliados por el regimen empresarial y político-social existente, así como por
el sistema policial y judicial que lo protege.

En un primer periodo de su trayectoria, el Comité adquiere un auge de elevada


magnitud y desarrollo en sus cometidos. La evolución ascendente de las luchas
obreras; la actitud represiva del empresariado con cientos de sancionados y des-
pedidos; y a su vez el impulso solidario y antirrepresivo propugnado por el
Comité, propicia que su actividad se dispare y con ello la participación y colabo-
ración con éste de miles de trabajadores en la empresa.
Como datos significativos del auge que toma el Comité de Solidaridad durante el
periodo comprendido entre 1975 y 1980, es importante reseñar, que en Fasa se
ayudó economicamente a más de 200 trabajadores sancionados y despedidos y
a sus familias, se pagaron abogados para la defensa jurídica y se depositaron
fianzas para todos aquellos que durante las luchas fueron detenidos. Merece una
mención especial el apoyo económico que se recibió de otras cajas de resisten-
cia creadas por trabajadores en empresas de otras localidades.
Esta actitud solidaria dio origen a la creación de una red de contactos directos con
más de 30 cajas de resistencia, algunas de las cuales también recibieron la ayuda
del Comité cuando lo necesitaron. Entre ellas, en VALLADOLID, se ayudó a las
cajas de resistencia con trabajadores en lucha de: Michelin, Olid Costura, Nicas,
González y Maillo, construcción; en el estado español, a gasolineras (Barcelona),
Estándar eléctrica (Madrid), Michelin (Aranda de Duero), Hutchinson (Madrid),
Metal (Zamora), Motor ibérica (Barcelona), construcción (Palencia), Ford
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(Valencia), Papeleras reunidas (Salamanca), Olarra (Bilbao); incluso hasta a nivel
internacional se ayudó, al por entonces iniciado proceso revolucionario popular en
Nicaragua, con una cantidad recaudada durante una campaña específica para este
fin, cantidad que le fue entregada a su ministro de educación, Orlando Guerrero
Mayorga, por entonces presente en Valladolid.
Todas las ayudas realizadas iban acompañadas de campañas informativas y siempre
que se puede, con participación activa y directa en alguna de sus luchas, asambleas,
manifestaciones, etc...; realizadas en sus localidades. Entendemos que en esto con-
siste la solidaridad de clase, en la ayuda mutua de los trabajadores entre sí allí donde
estos sufran la represión y por encima de distancias y fronteras.

En cuanto a otras actividades, el Comité de Solidaridad elabora y difunde una hoja


mensual en la que informa del desarrollo y trayectoria de los conflictos, a la vez que
da cuentas continuada y puntualmente de las recaudaciones y de los compañeros
represaliados que son ayudados económicamente, con sus respectivas cantidades
individualizadas y con el estado actualizado del total del fondo.
Se pone en marcha la elaboración y publicación periódica de un boletín denominado
UNIDAD OBRERA, en el que se insertan artículos de análisis; llamamientos a la
extensión y práctica de la solidaridad obrera; historiales economicos pormenorizados
del Comité con sus valoraciones, etc.
Se elaboran documentos de carácter interno y externo, estos últimos para su difusión
amplia. Y se elaboran también los Estatutos para el funcionamiento orgánico y perma-
nente del Comité de Solidaridad que, tras ser debatidos en asambleas amplias de
miembros activos y colaboradores, son aprobados por éstas.
Se mantiene contacto permanente con varios despachos de abogados y se crean gru-
pos de trabajo específicos de propaganda y de relaciones exteriores con otros comi-
tés y cajas de resistencia.
Pero nada de esto es un camino de rosas. Recordamos que todo ello se desarrolla en
la clandestinidad, bajo la persecución constante de la empresa y las fuerzas policia-
les. Que tanta actividad supone cientos de peligrosas reuniones y gran cantidad de
asambleas; recaudaciones voluntarias individuales y colectivas específicas; valoracio-
nes y entregas de ayuda; elaboración y distribución de propaganda; traslados para
contactar con otras cajas a pedir o dar apoyo; participación en luchas para ayudar a
trabajadores represaliados en otras empresas; etc. Y todo ello realizado por compa-
ñeros que no solo aportan su dinero, tiempo y trabajo desinteresademente si no que
al funcionar en la clandestinidad (pues todo esto estaba prohibido) arriesgaron tam-
bién su puesto de trabajo y se exponían a represalias, detenciones y encarcelamien-
tos por el régimen político existente, y a los ataque violentos de los grupos de extre-
ma derecha que funcionaban con total impunidad y con la cobertura de la propia ins-
titución policial.

Durante este periodo, la investigación policial, la persecución y la detención de algu-


nos colaboradores del Comité de Solidaridad durante el desarrollo de las luchas, puso
en peligro sus estructuras, lo que obligó a la destrucción de datos de dos años de fun-
cionamiento, de 1973 a 1974, de los que se carece y de los que por tanto no pode-
mos dar cuenta.
Los ataques de la extrema derecha contra el Comite fueron pricipalmente violentos y
dirigidos contra compañeros de los que, equivocadamente, pensaban ser los deposi-
tarios del fondo económico, dándose incluso el intento de secuestro de un compañe-
ro, intento que fue frustrado gracias a la intervención de los vecinos del barrio en el

solidaridad
de clase
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mismo momento del hecho.
Pese a tantas dificultades, el Comite de Solidaridad alcanzó su momento álgido en
su desarrollo durante la imposicion en Fasa-Renault de los consejos obreros de
fábrica, cuando las asambleas de trabajadores de ambos turnos de montaje deci-
den que los activos miembros del Comité de Solidaridad pasen a formar parte del
consejo obrero de su factoría, dando con ello un paso muy importante en la activi-
dad y participación colectiva, una decisión que por diversos motivos, fundamental-
mente de seguridad, no fue adoptada en el resto del complejo de Fasa.
Esta primera fase en la trayectoria del Comité demostró sobre la práctica su efec-
tividad como órgano unitario, solidario y antirrepresivo, así como su capacidad
impulsora en el mantenimiento de las luchas y su extensión para conseguir las rei-
vindicaciones planteadass por las bases trabajadoras en sus asambleas.

2º ETAPA: PRIMEROS ATAQUES EN EL PERIODO DE LA TRANSICIÓN.


FASE DE SUPERVIVENCIA.

Con la legalización de partidos y sindicatos se abre una nueva fase que va a afec-
tar negativa y gravemente a la existencia de las cajas de resistencia a nivel nacio-
nal, al desarrollo de la solidaridad de clase y a la unidad obrera. Pues dicha legali-
zación se concreta en pactos y acuerdos realizados al margen de los trabajadores
entre gobierno, partidos y sindicatos, y en los que estas organizaciones se compro-
meten a la aceptación del sistema capitalista de explotación y su economía de mer-
cado como único modelo a defender. Se comprometen a controlar al movimiento
obrero, a la eliminación de su capacidad combativa y a la imposición de un mode-
lo político y sindical basado en la delegación de poderes, mediante el cual se arre-
bata a los trabajadores su capacidad activa y representativa directa, así como su
capacidad de dirección de sus propias luchas.
Todo ello a cambio del apoyo político y la financiación económica del Estado para
los partidos y los sindicatos colaboracionistas, cuya actividad a partir de entonces
experimenta un cambio radical. Realizan una actividad orientada a la eliminación
del proceso asambleario concebido como órgano de poder obrero y de contra
poder frente al capitalismo. Se dedican a la destrucción de las cajas de resistencia
y de los Comités de Solidaridad de clase y apoyo mutuo, así como a fomentar la
división y el individualismo entre la clase trabajadora e incluso entre sus propias
organizaciones.

Respecto a la actuación contra las Cajas de resistencia (que es lo que nos ocupa
aquí), los sindicatos comienzan sus proceso de destrucción eliminando todas aque-
llas de las que tenían el control e incluso apropiándose de sus fondos que pasan a
poder de estos sindicatos. Y en aquellas que no podían eliminar directamente por
estar bajo el control de los propios trabajdores, como es el caso del Comité de
Solidaridad de Fasa-Renault, intentaron llevar adelante propuestas de disolución
que fueron rechazadas por la asamblea de base. Realizaron intentos de elimina-
ción de su carácter de clase, proponiendo que las ayudas solo fueran para los tra-
bajadores que aportaban, abandonando con ello al resto de compañeros represa-
liados así como a otras cajas de resistencia, algunas de las cuales nos ayudaron
cuando nosotros lo necesitamos; esta propuesta también fue rechazada.
A partir de estos rechazos, los sindicalistas participantes en el Comité aban-

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donan su actividad en éste y plantean la creación de otros fondos paralelos fuera del
control de los trabajadores, con el fin de crear confusión a la vez que intentan ejercer
el control sindical sobre dichos fondos, planteamiento que resultó de nuevo un rotun-
do fracaso.
Hicieron falsa promesas de ayudas y coberturas económicas de las centrales sindi-
cales a sus afiliados en caso de ser represaliados o durante el desarrollo de huelgas,
promesas que nunca fueron cumplidas, pues ni en sus estatutos ni en su práctica sin-
dical se contemplaban tales ayudas. Al mismo tiempo desplegaron una inmensa acti-
vidad para conseguir desde el propio Comité que se hicieran públicos los nombres de
las personas comprometidos con éste, asi como la localización del fondo y su meto-
dología de custodia, lo que hubiera supuesto poner en manos policiales una estruc-
tura e infraestructura considerada ilegal y el incremento de una acción represiva y
selectiva mayor a nivel empresarial.
Una vez constatados todos sus fracasos para eliminar al Comité, realizan un exhaus-
tivo trabajo de desprestigio mediante falsas y nunca demostradas acusaciones, diri-
gidas contra sus actividades e incluso contra los trabajadores que voluntaria y solida-
riamente las realizaban.
En la actividad política y legislativa, los partidos, con el apoyo de los sindicatos pac-
tistas, mantuvieron en vigor las leyes franquistas que consideraban ilegales a las
Cajas de resistencia y Comités de Solidaridad que apoyan a los represaliados y a sus
familias, así como las que prohiben la recaudación de fondos y colectas en cualquier
modalidad siempre que estas se realicen para el mencionado fin o estén dirigidas al
mantenimiento y extensión de las luchas sobre las que los sindicatos no ejerzan su
total control.
En el ámbito policial y ya en estrecha coloboración de partidos y sindicatos con la poli-
cía, estos ejercen de delatores y chivatos (en especial alguno de sus dirigentes) con
lo cual se recrudece la represión. Se bloquean fondos, se expropian y neutralizan
recaudaciones puntuales, se efectuan interrogatorios y registros, seguimientos a
algunos trabajadores que realizan prácticas de solidaridad de clase y apoyo mutuo.
Todas estas políticas regresivas, y las actuaciones de partidos y sindicatos afines al
sistema, provocaron que la gran mayoría de las cajas de resistencia existentes en el
movimiento obrero a nivel estatal fueran eliminadas, desapareciendo al mismo tiem-
po una práctica unitaria y solidaria de clase, vital para los trabajadores en el desarro-
llo se sus luchas y para la consecución de sus reivindicaciones.
Comienza así una segunda fase dirigida a la supervivencia de las cajas en el ámbito
nacional y con ella la del Comité de Solidaridad, que debe hacer frente no solo a los
ataques rerpresivos empresariales y policiales sino también a los de los partidos y sin-
dicatos pactistas y colaboracionistas con el sistema de expotacion.

No obstante, pese a las dificultades y debido al caracter autónomo, asambleario y uni-


tario de su constitución y a pesar del abandono de la actividad militante de los sindi-
calistas que fueron presionados y amenazados por sus propios dirigentes, el Comité
de Solidaridad logra sobrevivir, pues aún con una reducción de miembros activos, se
mantuvo un bloque sustancial de trabajadores que continuaron apoyando económica-
mente; un bloque en el que se encontraban también trabajadores que aunque afilia-
solidaridad

dos a sindicatos, desoían a sus órganos directivos, pues comprendían e indentifica-


de clase

ban al Comité como el órgano unitario que ejercía la defensa real de los intereses de
los trabajadores y un desisteresado apoyo solidario frente a la patronal y la policía.
El Comité de solidaridad se encuentra por entonces mermado en la cantidad de mili-
tantes, que tuvieron que multiplicar individualmente sus actividades, ante un todavía
respetable numero de colaboradores economicos que exigían una responsabilidad
igual e incluso mayor que cuando se funcionaba con más trabajadores comprometi-
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dos con sus tareas. Pero incluso en tan adversas circunstancias, con el empuje de
las bases obreras y la entrega y trabajo de los escasos militantes activos, se puso en
práctica la realizacion de un planteamiento impulsivo que contemplaba: la recompo-
sición de sus órganos internos y su reforzamiento; la creacion de nuevas cajas de
resistencia de funcionamiento permanente, y la refundacion de otras que, debido a
los ataques mencionados, habían sido aniquiladas. Para ello se mantuvieron inconta-
bles contactos.
De nueva creacion y de carácter permanente fueron: la Caja Obrera de Resistencia
(Madrid); la Caja Obrera de Solidaridad Antirrepresiva (Valladolid) que mantiene inte-
grados a colaboradores de Madrid sur y Segovia; la refundacion del Fondo Unitario
de Solidaridad Obrera (Asturies).
Se mantuvo contacto con cajas de resistencia creadas durante procesos de lucha, a
las cuales se ayudó económica y activamente durante esta segunda fase, tales como
la E.M.T. de Madrid; FUSOA (Gijon); Unosa (Asturies); Construcción (Valladolid);
Naval (Gijon); Peñascal (Euskalherria): Duro Felguera (Gijon); Caja Obrera de
Solidaridad Antirrepresiva (Valladolid).
A nivel internacional, se ayudo a la caja de represaliados antiglobalizacion de Grecia
y a la creada para pagar los trámites de acusación contra criminales y torturadores de
la dictadura de Videla en Argentina.
A su vez, se realizaron campañas informativas y participaciones presenciales en
luchas de las ya mencionadas y de otras empresas. Se realizaron contactos perso-
nalizados. Se proyectaron videos de luchas en vigor y se dieron charlas, conferencias
y debates sobre la necesidad y viabilidad de la creación de cajas y comités de resis-
tencia y solidaridad.
Se establecieron contactos permanentes con algunas cajas e incluso con otras orga-
nizaciones de base, ampliando y extendiendo la intervencion del Comité de
Solidaridad a otros sectores en lucha fuera del marco laboral.
Se constituyó una coordinadora de Cajas de resistencia y Comites de Solidaridad a
nivel estatal que hoy continua su trayectoria, dando paso con ello al permanente con-
tacto órganico y al transvase de ayudas, información y experiencias, asi como a la
elaboración de la revista SOLIDARIDAD DE CLASE.

Con todo ello, se consiguió mantener vivo y activo en amplios sectores el funciona-
miento permanente de la ayuda mutua, dentro del concepto de unidad y solidaridad
de clase.

3ª ETAPA. SE INCREMENTA LA ACTIVIDAD REPRESIVA.


EL COMITÉ DE SOLIDARIDAD CONTINUA SU ANDADURA.

Durante todo este proceso y hasta hoy, el capitalismo y sus colaboradores políticos y
sindicales han continuado sus ataques, incrementándolos con nuevas tácticas, de
acuerdo con sus planes de perpetuar el sistema de explotación, eliminar la combati-
vidad contra ésta y contra el régimen establecido que lo ampara, desplegando tam-
bién para ello actividades fundamentalmente centrada en el ámbito ideológico.
Han desarrollado un modelo híbrido que se aleja totalmente de la solidaridad entre la
propia clase trabajadora, impulsando la solidaridad entre clases antagónicas, como
los explotados con los explotadores, los represaliados con los represores, los domi-
nados con los dominadores. Así vemos como los sindicatos propician huelgas de tra-

solidaridad
de clase
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bajadores que reivindican ayudas para la patronal que nos explota, rescates
para la banca que nos roba usurera y descaradamente.

Partidos y sindicatos oficialistas, de acuerdo con la patronal y en contra de la


clase obrera, legalizan las llamadas causas "objetivas" para el despido y elimi-
nan la opción que tenía el trabajador a la readmisión en todos aquellos despi-
dos declarados improcedentes, con lo que dan mano abierta a la patronal para
despedir indiscriminada y selectivamente, al tiempo que reducen las indemniza-
ciones y las ayudas a los parados.
Han legalizado el trabajo a tiempo parcial y el temporal con más de 100 moda-
lidades de contratación, con lo cual al trabajador lo echan, pero ideológica y jurí-
dicamente ya no se considera un despido, si no la finalización y extinción legal
del contrato... aunque ese mismo puesto de trabajo sea suplido de inmediato
¡todo es legal!.

Los sindicatos oficialistas, y algunos más, se permiten hoy ya, la barbaridad de


pactar abiertamente con la patronal y en beneficio de ésta los despidos masivos
de trabajadores, la eliminacion de puestos de trabajo, y el cierre de empresas
que no obstante siguen desarrollando su actividad con otra razón social, otro
nombre, otra ubicación geográfica, etc, tras haberse desecho de sus plantillas
de trabajadores y haber contratado a otros en inferiores condiciones económi-
cas y con un mayor nivel de explotación. Estos sindicatos colaboracionistas pac-
tac sin ningún rubor la reducción de salarios. Pero claro está todo esto a cam-
bio de privilegios y cantidades económicas para el propio sindicato pactista, can-
tidades que nunca hacen públicas, lo que no impide que en muchos casos se
conozcan (y algunos de los cuales el Comité de solidaridad ya ha denunciado
públicamente).
Pero su actuación no queda sólo en lo ya dicho. En el ámbito policial los sindi-
catos han comenzado a intentar que consideremos a estos órganos represivos
que nos apalean cuándo reivindicamos libertad, trabajo, etc.como órganos guar-
dianes del orden. Lo que no nos dicen es, que lo que guardan y protegen siem-
pre es el desorden del sistema y los intereses de los capitalistas, y nunca el inte-
rés de los obreros. A nivel legislativo, no se han conformado conseguir mante-
niendo las leyes franquistas que ilegalizan las Cajas de Resistencia, si no que
han legislado la prohibición de realización de huelgas en solidaridad con otros
trabajadores en lucha.
Con todo lo expuesto, y aun más prácticas reaccionarias, están tratando de con-
seguir que la clase trabajadora no sea totalmente consciente de la realidad
represiva existente. Tratan de impedir que los trabajadores con sus órganos uni-
tarios y solidarios de clase puedan resistir en sus luchas y defenderse de la
represión.
Ni que decir tiene, que todas estas prácticas represivas (legalizadas) han impul-
sado ideológicamente una desconfianza entre los propios trabajadores y entre
estos y las organizaciones obreras de todo tipo, desembocando en un nefasto
solidaridad

individualismo e indefensión colectiva que no deja ver claro el carácter represi-


de clase

vo del capitalismo como tal, instalándose el concepto de "sálvese quien pueda"


y del que ningún trabajador por si solo puede salvarse, imperando con ello siem-
pre la voluntad de la empresa y sus intereses.
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A pesar de todos los ataque y algunos más no descritos, el Comité de Solidaridad de


los trabajadores continua su trayectoria y alcanza ya los 47 años de exixtencia. Son
47 años durante los cuales y permanentemente está demostrando que incluso en
unas condiciones tan adversas, su actividad unitaria y solidaria de clase sigue sien-
do vital y efectiva como herramienta para la defensa de los trabajadores y contra la
represión que éstos sufren en el neoliberal sistema que el capitalismo y sus colabo-
radores políticos y sindicales pactistas han impuesto, defienden y pretenden perpe-
tuar.
Hoy como siempre, el Comité con sus nunca abandonados principios de unidad y
solidaridad de clase, sigue luchando contra la represión y trabajando en la creación
y extensión de cajas de resistencia y comités de solidaridad con dichos principios.
Continúa con sus labores de ayuda y apoyo mutuo a las trabajadores represaliados
y a sus luchas contra el sistema de explotación capitalista.
Continúa desarrollando la solidaridad de clase y para la clase trabajadora, y todo ello
desinteresadamente, pues no precisa ni pretende votos , ni sillones, ni cargos, ni libe-
rados asalariados y vividores.

LLAMAMIENTO:

-Ante tanta represion hoy camuflada tras leyes tan injustas.

-Ante una clase política tan corrupta y plegada a los intereses capitalistas.

-Ante la actividad de los sindicatos colaboracionistas y su práctica reacciona-


ria y anti obrera.

-Ante una brutalidad policial tan impunemente prácticada.

El Comite de Solidaridad de los Trabajadores fundamentado en sus 47 años de posi-


tiva experiencia considera, que hoy mas que nunca es necesario y vital para la clase
obrera le existencia de comites de solidaridad y cajas de resistencia antirrepresivas.
La potenciación y colaboración con las ya existentes, y con su coordinadora como red
de ambito nacional. Y la creacio de otras nuevas de actividad continuada.

COMITE DE SOLIDARIDAD DE LOS TRABAJADORES


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AMIANTO EN METRO DE MADRID

El amianto o asbesto es un nombre genérico que hace


referencia a seis minerales que se encuentra en la natura-
leza. No es un material artificial. De esos seis solo tres se
han usado industrialmente y de ellos, solo el amianto
blanco (crisotilo) es el habitual en nuestras instalaciones.
Es un silicato de hierro y magnesio, que cristaliza en
forma fibrosa; fibras que tienen la propiedad de fraccio-
narse en otras muy pequeñas, de tamaño de micras y eso
las hace en la mayor parte de los casos invisibles.
Se utiliza desde la antigüedad; los romanos, Alejandro
Magno o Marco Polo tienen experiencias conocidas con
el amianto. Pero no fue hasta 1906 en Londres cuando
fue descrito el primer caso conocido de 'fibrosis pulmo-
nar por asbesto' en una trabajadora del textil de 33 años.

Desde 1935 se conocen los primeros trabajos que relacionan científicamente la exposición al asbesto y
el cáncer de pulmón y en 1947 se describen los mesoteliomas de pleura y peritoneo. En 1982 la emi-
sión de la película documental Alice: "A fight for life" fue determinante para que en Inglaterra se
pusiera el tema de actualidad, el documental fue emitido en España en 1984, relataba la enfermedad de
una trabajadora que estuvo expuesta nueve meses en una planta de amianto, 30 años después desarrolló
un mesotelioma maligno, al poco fallece con 47 años, tras terminar de filmar la película, meses des-
pués fue emitida. En España no creó la misma conmoción.

La otra siniestra propiedad es que sus efectos en el organismo de las personas expuestas al mismo, se
producen entre 20 y 50 años después de su exposición. Estas dos características han hecho que los
industriales y los grupos que los han apoyado, hayan podido montar una verdadera conspiración del
silencio, sembrando la duda por la enfermedad y ocultando las propiedades nocivas. Pero como los
enfermos y los muertos van apareciendo ahora con más intensidad (la época de máximo consumo fue
entre los años 1960 a 1990), ya no pueden seguir ocultando el desastre. Ha llegado la hora de la toma
de conciencia porque ya es imposible tapar tanto afectado y en tantos lugares. Es la hora de pedir res-
ponsabilidades y que se establezcan indemnizaciones y coeficientes reductores para las víctimas.
Los nombres (amianto, asbesto) hacen alusión a otra característica inquietante, quieren decir "indes-
tructibles" e "incorruptibles". El amianto es un material que ha sido clasificado desde hace cerca de 40
años como cancerígeno del Grupo 1, quiere decir que está suficientemente comprobado que produce
cáncer en los seres humanos. La única medida o exposición que se considera segura es "0" según la
OMS (Organización Mundial de la Salud).

Hoy día se reconoce al amianto como la más conocida de las sustancias industriales relacionadas con
el cáncer de pulmón. A finales del siglo XX se fue prohibiendo en diversos países europeos, en España
en diciembre de 2001. Sin embargo, no ha sido hasta finales de 2017 cuando se ha destapado el caso
del amianto en Metro de Madrid y a partir de entonces es cuando se ha comenzado a hacer lo que
debiera estar hecho en 2003.

Metro de Madrid no ha hecho nada en cuanto a la protección de los trabajadores y trabajadoras y que
solidaridad

aún está por ver si la salud de los usuarios está comprometida.


de clase

Este tema estará presente en Salud Laboral durante los años venideros ya que las consecuencias de
haber estado en contacto con polvo de amianto que dañan enormemente la salud, aparecen con años de
retraso.
Tras la comparecencia ante la Inspección de Trabajo realizada el 21 diciembre de 2017 con el Servicio
de Salud Laboral, el Área de Prevención y los Delegados de Prevención de todos los sindicatos y com-
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probar que hay distintas secciones cuyos trabajadores y trabajadoras han estado expuestos al polvo
de amianto, con el consiguiente riesgo de padecer asbestosis, la Inspección ha emitido un requeri-
miento que obliga a Salud Laboral de Metro de Madrid a efectuar controles exhaustivos anuales a
quienes por su trabajo han estado expuestos a este riesgo por haber manipulado amianto durante un
tiempo prolongado. La resolución exige que se haga, además, un control bianual a quienes hayan
estado expuestos a este riesgo en un periodo menor.
La empresa sabía que el amianto estaba presente en el material móvil y en las instalaciones y no
hizo nada para proteger a los trabajadores, tal y como indicó Francisco Javier González Director de
Ingeniería y Mantenimiento en Metro desde 2003 a 2009, y que ocupó diversos cargos de responsa-
bilidad en Material Móvil desde los años ochenta de manera ininterrumpida. Metro de Madrid reco-
nocía la presencia del material cancerígeno ya en un informe de 2003.
El conflicto en Metro de Madrid se está abordando desde varios foros, el Comité de Seguridad y
Salud (Grupo de Trabajo de Amianto) y la Comisión para el Seguimiento y Ejecución de la estrate-
gia de acción para la gestión del Amianto en Metro (Comisión de Desamiantado). Por otro lado, el
llamamiento a la movilización y las denuncias a la Inspección de Trabajo en los asuntos en los que
no hay dialogo posible, son partes a tener muy en cuenta.
El 14 de marzo de 2018 se creó la Comisión de Desamiantado, pues lo más urgente a afrontar es el
desamiantado de todo Metro, tanto trenes como instalaciones. Solidaridad Obrera decidió formar
parte de esta Comisión porque estamos convencidos que es necesario que seamos los trabajadores
quienes tengamos un papel primordial en el acceso a la información, para exigir la erradicación de
este veneno cancerígeno y que nadie quede expuesto al mismo. Esta comisión nace con un único
objetivo: conseguir la plena eliminación del amianto en Metro de Madrid y asegurar el control de
los trabajadores sobre ello, exigiendo y poniendo el foco donde más nos interese, sin interferir en
ningún caso en las funciones del Comité de Seguridad y Salud.
Solidaridad Obrera ha reiterado desde el principio que el amianto no sólo está en los trenes, hay
muchas instalaciones que lo contienen y que son susceptibles de exponer a riesgo a quienes las utili-
cen (Depósitos, Subestaciones, Estaciones, Vestuarios, etc.).
Desgraciadamente pese a que tenemos miles de enfermos y muertos y la previsión sea mucho más
alarmante, somos los trabajadores los que tenemos que enfrentar esta realidad. Así tenemos que
luchar por el reconocimiento de la enfermedad profesional, porque se depuren responsabilidades, o
bien por las indemnizaciones y reparaciones debidas a la perdida, no solo de calidad de vida, si no
de la propia esperanza de vida.

La Dirección presentó un primer plan en el que, con un presupuesto de 126,5 millones de euros,
planteaba afrontar los trabajos en cinco fases y hasta 2028. La contrapropuesta que le presentamos a
la Dirección iba encaminada a conseguir dos objetivos prioritarios, por un lado, limitar al año 2025
el plan de desamiantado y por otro aumentar el presupuesto, claramente insuficiente, a 140 millones
de euros. Finalmente, la Dirección, aceptó nuestros argumentos y nuestra propuesta para el Plan de
Desamiantado, quedando definitivamente como sigue:

1.-Eliminación del amianto en Material Móvil plazo máximo 31 de diciembre de 2019.


2.-Eliminación del amianto de los elementos eléctricos en las 21 subestaciones eléctricas antes de
finales de 2019 y en el periodo del 2021 al 2025 el de los elementos constructivos.
3.-En los almacenes sin variación.
4.-En Estaciones, Túneles, Pozos de Ventilación, Centros de Transformación y Pozos de Bombeo,
en la primera fase (20 estaciones) se mantiene el plazo 2018-2021; en la segunda fase (8 estaciones)
en el periodo 2021-2023; y la tercera fase (25 estaciones) en el periodo 2023-2025.
5.-La eliminación del amianto en los Dependencias, Recintos y Depósitos se hará en el periodo
2023-2025.

En el último capítulo es donde Solidaridad Obrera pide la modificación para que todas las depen-
dencias donde entren trabajadores deben ser priorizadas en las primeras actuaciones, algo que se
comprometen a hacer y a modificar.
Sobre otro tipo de reivindicaciones realizadas, algunas de ellas las vamos haciendo realidad, tales
como la extensión de la Vigilancia Específica de la Salud a un número mayor de trabajadores, la
posibilidad de acceder a las pruebas del aparato respiratorio a toda la plantilla y la realización de un
TCAR a todos los trabajadores.
14
A día de hoy, en este país no está contemplada la reparación y conseguirlo nos costará salir a las calles a
pelear por ello, las cifras y los muertos se ve que no hablan por sí solos ante los delitos cometidos por el
terrorismo patronal que hoy como nunca han tomado un cariz muy siniestro. Esperemos que esta cir-
cunstancia se repare y que todos los expuestos puedan optar a una prejubilación acorde a la exposición
al amianto y la pérdida de esperanza de vida que ello supone. Un coeficiente reductor es la salida y
mientras llega la Ley que lo posibilite, estamos exigiendo a la empresa los permisos retribuidos acordes
al mismo criterio.

Nuestras reivindicaciones son claras, RECLAMAMOS la aplicación total del RD396/2006 en todos los
artículos. Proteger a los trabajadores y catalogar los materiales de forma efectiva ante la duda de presen-
cia con MCA. Retirar y desamiantar. Ningún tren en circulación con amianto. Ningún elemento con
amianto en las dependencias de Metro. No proteger a los trabajadores es delito.
Nuestras reivindicaciones desde el principio han sido: vigilancia sanitaria para todos; TCAR para los
más expuestos (finalmente voluntaria para todos); desarrollo del plan de retirada con un seguimiento en
el que estamos representados; propuestas de internalización de trabajos con seguridad y eficacia; limpie-
za o cierre cautelar de las instalaciones con materiales degradados que contienen MCA y finalmente, el
desarrollo de un fondo de compensación con indemnizaciones y permisos
La propuesta de un Fondo de Indemnizaciones se presentó ante los medios de comunicación el 22 de
octubre de 2018 y días después a los cuatro grupos políticos presentes en la Asamblea de Madrid, esta
propuesta consta de cuatro apartados:
A.- Indemnizaciones por enfermedad y patología.
B.- Activar los seguros de vida incluyendo la enfermedad profesional y doblando las cantidades que
existían anteriormente.
C.- Licencias retribuidas para alcanzar un permiso permanente a modo de coeficiente reductor, uno
por exposición ambiental y otro ocupacional.
D.- Ayudas sociales a la familia para cuidados, mejoras en el hogar, escolaridad, … etc.

DICTAMEN DE LA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN DEL AMIANTO DE LA ASAMBLEA


DE MADRID

En el seno de la Asamblea de Madrid, se creó una Comisión de Investigación sobre el Amianto en


Metro de Madrid a la que surtimos de información de primera mano. La primera sesión fue el 11 de
mayo de 2018 y la última el 14 de diciembre de 2018, donde intervinieron bastantes responsables de las
diferentes Áreas de Metro y algunos políticos de la Comunidad de Madrid, tales como el que era res-
ponsable del Área de Prevención y Salud Laboral, José Martín; el anterior Consejero Delegado de
Metro, Borja Carabante; y los ya ex cargos como el Vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Pedro
Rollán y la Consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo.
El 14 de marzo de 2019 se realizó la votación que ratificó el Dictamen de la Comisión de Investigación
sobre la Presencia de Amianto en Metro de Madrid, el voto emitido aprobó en el Pleno de la Asamblea
de Madrid el documento, en el que todos los grupos parlamentarios (PSOE, Podemos y Ciudadanos)
votaron a favor, a excepción del Partido Popular, quién en esta ocasión perdía su mayoría (con el apoyo
de Cs) con unas conclusiones muy duras para la gestión de Metro en los últimos 35 años.
Este dictamen, en sus conclusiones, incluye ser remitido de forma integral a Fiscalía, para que sea teni-
do en cuenta como parte de la investigación ya abierta. De esta forma la vía penal queda abierta.
Las conclusiones se desglosaron en varios puntos que pasamos a detallar:
1- Metro de Madrid sabía de la existencia de amianto y sus riesgos desde hace más de dos décadas.
Debido a unas denuncias de la parte social sobre trabajos con amianto en 1992. No solo se tenía conoci-
solidaridad

miento de amianto en infraestructura desde 1989 si no que el informe de un responsable del Servicio de
de clase

Prevención en 2003 lo ratifica, pero tampoco hacen nada pese a que la parte social lo solicita, el proble-
ma es además que desde hace muchos años atrás se llevan acometiendo reformas donde una de las prio-
ridades es "el menos impacto sobre el servicio", es decir mantener el servicio conviviendo con obras de
remodelación ante la presencia de viajeros y trabajadores.
Por otro lado, las zapatas de freno con amianto fueron retiradas a principios de los noventa por su efecto
nocivo en la salud, algo que no parece indicarse en el Servicio de Escaleras Mecánicas tal y como se
15
observa de la afirmación de un oficial que perteneció al servicio durante 30 años y que jamás fue informa-
do ni protegido ante este riesgo, y que actualmente padece asbestosis.
2- En 2011 Metro de Madrid vende trenes que contenían amianto al Metro de Buenos Aires, a pesar que la
legislación prohibía desde 2002 la comercialización de cualquier elemento que contuviera este mineral,
trenes que habían sido reformado por trabajadores de Metro de Madrid, que realizan encapsulados carentes
de certificados y de formación por quienes realizan los trabajos, sin que estos se hagan, como mínimo,
mediante el uso de equipos de protección individual. Estos trabajadores están a día de hoy incluidos en la
vigilancia por esta y otras circunstancias de posible exposición.
3- Se ocultó el riesgo a los trabajadores y se les desprotegió. No se protegió a los trabajadores, no se les
dio formación ni tampoco se puso a su disposición los equipos de protección necesarios. Se trabajó con
amianto sabiendo que lo era.
4- Cuando la situación se ha hecho pública los responsables han intentado esconderlo haciendo una muy
mala gestión de la crisis. La incoherencia ante la falta de información que debía de ser compartida entre
los principales responsables, han dejado entrever un negacionismo reiterado a un problema que era ya de
sobra conocido en el momento de la comunicación de enfermedad profesional.
5- Metro solo ha empezado a actuar cuando ha estado presionado por la opinión pública. Se ha tardado en
poner en marcha 27 años un plan de desamiantado, después de que desde 1991 se sabía de la presencia de
MCA, y de la necesidad de entregar las obras a empresas certificadas por los riesgos del amianto. La
actuación de la Dirección de Metro de Madrid para resolver la problemática del amianto ha sido motivo de
infracciones.

FISCALÍA DE LA COMUNIDAD DE MADRID (Oficina de Prensa). NOTA INFORMATIVA


LA FISCALÍA DENUNCIA A SIETE RESPONSABLES DE METRO DE MADRID POR PONER
EN "GRAVE" RIESGO LA SALUD DE SUS TRABAJADORES

La Sección de Siniestralidad Laboral de la Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado una denuncia con-
tra siete responsables de salud y prevención de riesgos laborales de la empresa Metro de Madrid S.A. por
la presunta comisión de tres delitos: uno contra los Derechos de los Trabajadores y los otros dos por homi-
cidio imprudente y lesiones por imprudencia. Para la Fiscalía todos los denunciados infringieron de forma
"grave" las normas de prevención de riesgos laborales "creando una situación de riesgo para los trabajado-
res a su servicio a los que permitieron trabajar con MCA (amianto), altamente peligroso para su vida y
salud, careciendo de toda política preventiva, al no existir una evaluación de riesgos en relación con la
exposición al amianto que permitiera un trabajo en condiciones seguras".
· Del mismo modo la denuncia sostiene que los responsables de salud y prevención de riesgos laborales de
Metro Madrid S.A. ocultaron a los trabajadores y a sus representantes que las piezas que manipulaban con-
tenían amianto, de modo que no se les facilitó ni la información ni la formación necesaria para trabajar con
seguridad. Es más, subraya que ni siquiera "les entregaron los equipos de protección individual preceptivos
para manipular el amianto con seguridad", razón por la cual entiende que los denunciados eran conocedo-
res de la existencia de este mineral en Metro de Madrid, S.A., a los que han estado expuestos hasta 2017,
de manera continuada, un número indeterminado de trabajadores de la empresa".
Esta exposición prolongada al amianto durante años, sin ningún tipo de medida de seguridad, ha desembo-
cado en el fallecimiento de dos trabajadores y en la enfermedad profesional de otros dos "lo que supone la
materialización de la situación de riesgo creada por la empresa y por los denunciados". Además de estos
trabajadores, han estado expuestos al riesgo, al menos 186 en servicio activo en el Servicio de
Mantenimiento de trenes de ciclo corto, 189 en el servicio de Mantenimiento de Talleres Centrales y al
menos 476 en activo en diferentes servicios y 56 en la sección de escaleras mecánicas, porque han realiza-
do trabajos con exposición al amianto.
En su denuncia la Sección de Siniestralidad Laboral recuerda que el amianto es una materia prima de ori-
gen mineral cuyas fibras pueden liberarse al aire cuando se manipulan materiales que lo contienen y que al
respirarlas durante largo tiempo o al tener exposición corta a altos niveles pueden producir tres tipos de
cáncer: asbestosis, cáncer del pulmón y mesotelioma, que pueden causar discapacidad o incluso la muerte.
También subraya que debido a su peligrosidad fue prohibido trabajar con amianto en numerosos países. De
hecho, en España, la Orden de 7 de diciembre de 2001 que entró en vigor el 14 de junio de 2002 prohibió

solidaridad
de clase
16

la producción, comercialización y utilización


de todas las variedades de amianto, sin per-
juicio del uso de productos ya instalados o
en servicio antes de la fecha de entrada en
vigor, que seguirá estando permitido hasta
su eliminación o fin de su vida útil. Además,
las empresas que realizan trabajos con ries-
go de exposición al amianto, tienen la obli-
gación de inscribirse en un registro especial
y presentar un plan de trabajo detallado
antes de acometer cualquier tarea que impli-
que la manipulación de este material.
La sección especializada de siniestralidad
laboral de la Policía Municipal elaboro un
informe en el que advertía de que Metro de
Madrid conocía desde 1984 la obligación de
acometer medidas en aras a garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores que se encontra-
ran expuestos al amianto y que, por lo tanto, la manipulación de dicho material no era algo puntual
sino prolongado en el tiempo. En dicho informe se reseña que no fue hasta febrero de 2018 cuando
la empresa empezó a realizar un protocolo de actuación en materia de riesgos laborales ya que un
año antes, a raíz de tener conocimiento de la enfermedad de un trabajador se limitó a facilitar la
asistencia a charlas no obligatorias.
Esa falta de evaluación de riesgos laborales sería, según la Fiscalía, responsabilidad en un primer
nivel de la Gerencia de Prevención Laboral dirigidas entre 2001 y 2009 por P.S.A.L. y por M. A. A.
entre 2010 y 2012, por el responsable del Departamento de Prevención y Medicina Laboral E.C.G.
y por J. M. G. en su condición de responsable de la gestión del Área de Prevención y Salud
Laboral. El Ministerio Público subraya que de la investigación efectuada resulta como hecho "cons-
tatado" que Metro Madrid S.A. "ha expuesto a un peligro sumamente grave a los trabajadores, dado
que conocía la existencia de amiento en lugares y equipos y que los trabajadores realizaban trabajos
con riesgo sobre este material aitamente peligroso".
Para la Fiscalía, la ocultación del riesgo a los trabajadores ha supuesto una "desprotección absolu-
ta" y un desprecio "intolerable" a su seguridad. Y es que dice que "no alcanza a comprender" como
habiéndose adoptado unas medidas de seguridad entre 2003 a 2006 -como la sustitución de piezas
con amianto o su encapsulado- sin embargo, desde tal fecha se permitió que los operarios conti-
nuaran realizando trabajos de mantenimiento sobre piezas que contenían amianto hasta 2017, sin
adoptar las medidas necesarias "todo ello con un absoluto desprecio a las más elementales normas
de seguridad y salud". Esta pasividad de la empresa ha provocado que un número indeterminado de
trabajadores haya estado expuesto a contraer "las gravísimas enfermedades que supone la exposi-
ción al amianto".
solidaridad
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17

Los denunciados son: F. L. O., res-


ponsable de la Unidad de Prevención y
Salud Laboral desde el 6 de noviembre de
2003 hasta el 24 de enero de 2012; P. S. A.
L., gerente de prevención laboral desde el 1
de enero de 2011 al 17 de noviembre de
2009; J. N. D. coordinador de Prevención de
Riesgos laborales desde el 1 de mayo de
2015 a la actualidad; B. R. R.,
Coordinadoras de Prevención de riesgos
laborales desde el 1 de diciembre de 2009;
E. F. C. G., responsable del Servicio de
Prevención y Salud Laboral, desde el 6 de
enero de 2012 a la actualidad; J. M. G., res-
ponsable del Área de Prevención y Salud
Laboral, desde el 6 de noviembre de 2015 a
la actualidad; J. O. perteneció a la Gerencia
de Mantenimiento de Material móvil en
diferentes áreas desde abril de 2003 a 31 de
diciembre de 2005.

"Todos ellos- reitera la Fiscalía-, infringieron de modo grave las normas de prevención de ries-
gos laborales creando una situación riesgo para los trabajadores a su servicio, a los que permitieron tra-
bajar con MCA, altamente peligroso para su vida y salud, careciendo de toda política preventiva, al no
existir una evaluación de riesgos en relación con la exposición al amianto que permitiera un trabajo en
condiciones seguras. Tampoco procuraron formación en prevención de riesgos ni información, ni les
entregaron los equipos de protección individual preceptivos para manipular el amianto con seguridad".

El pasado 1 de abril fue el juicio por Julián Martín Rebate, primer fallecido con enfermedad profesional
por amianto declarada. Este proceso que fue interpuesto por la viuda, se cerró con la condena a Metro a
pagar la cantidad de 371.000 euros a la viuda de nuestro compañero fallecido.
Hasta ahora hemos realizado seis huelgas, concentraciones y manifestaciones en la lucha contra el
amianto. Una lucha que no ha concluido, que prosigue. El próximo 19 de septiembre hemos impulsado
una movilización internacional contra el amianto. Los metros de América van a participar en estas
movilizaciones, cada uno según sus posibilidades. Así hay comprometidas movilizaciones en los metros
de Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Panamá, Venezuela y México. En Metro de Madrid, hemos
impulsado una gran movilización en defensa del Transporte Público como Derecho Social contra el
deterioro planificado del servicio en vía a la privatización. Hemos invitado a convocar y participar a
todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas, y esperamos una respuesta positiva y mayorita-
ria de la clase trabajadora madrileña.

Caja Obrera de Resistencia de Madrid

Algunos
productos
que
contienen
AMIANTO, de los
más de 3000
existentes
18

EL AMIANTO EN VALLADOLID

El amianto es un producto venenoso que durante décadas, y conscientemente de


sus efectos cancerígenos, ha venido siendo utilizado a nivel industrial en toda
España.
En Valladolid y para la fabricación de "Uralita" como se conoce popularmente el
producto, estuvo durante años asentada una fábrica de este material, una mezcla
de silicato de hierro y magnesio con cemento, que resulta ser altamente peligrosa
y de efectos mortales.
Esta fábrica, como otras más repartidas por la geografía nacional, eran
propiedad de la familia March, que no se conformó con financiar el golpe militar
de Franco y su posterior guerra civil que causó cientos de miles de muertos, si no
que mediante la fabricación y comercialización de este producto para su lucro
continuó y sigue originando cientos de muertes más.
Este material, altamente peligroso, tiene la propiedad de fraccionarse en
fibras que llegan a ser del tamaño de micras que lo hacen invisible y que se
expanden, y cuya exposición e inhalación tiene efectos mortales, pues produce
enfermedades progresivas como la asbestosis en los pulmones y el mesotelioma:
cáncer de pleura, de pulmón, de pericardio, de peritoneo, de la bolsa testicular y
de la llamada túnica vaginal. Estos mesoteliomas son de avance rápido cuando
se manifiestan y a día de hoy no tienen tratamiento.
Otras de las propiedades perniciosas del amianto son su capacidad indes-
tructible y que sus efectos en el organismo comienzan a producirse a partir de los
20 años de la exposición al producto que lo contenga. Esto ha facilitado el silen-
ciamiento sobre su nocividad y sobre la inaplicación de la legislación preventiva y
de seguridad ya existente desde 1940, que fue paulatinamente actualizándose
hasta 1971 y que fue completada con la prohibición de su fabricación y comercia-
lización desde el 7 de diciembre de 2001.
solidaridad
de clase
19

Pero debido al periodo transcurrido entre la exposición al amianto y la mani-


festación de sus mortales efectos, hoy ya es imposible su ocultación y silenciamien-
to dado el gran número de afectados, enfermos y muertos causados por los produc-
tos que contienen amianto.
A nivel nacional y hasta su prohibición se han fabricado más de 3000 pro-
ductos que contienen amianto y a los que la población sigue expuesta ambiental-
mente con más o menos intensidad. Productos tales como tejados, canalones, tube-
rías, depósitos de agua,,, y cientos de productos aislantes en paredes, termos, etc.,
más otra gran cantidad de útiles como pastillas de freno o guantes y ropa ignifuga;
en definitiva, miles de productos de los que la población ni conoce su composición
ni se le ha informado de que están hechos con una sustancia cancerígena como es
el amianto.
Castilla y en especial Valladolid ha sido y sigue siendo una capital especial-
mente expuesta a la inhalación del amianto, tanto por su utilización como porque
aquí existió una fábrica de "Uralita" que trabajó sin seguir los protocolos de preven-
ción e incluso sin tenerlos en cuenta en el momento de su desmantelamiento, que
se convirtió en un abandono parcial de sus instalaciones hoy desaparecidas sin
saber su destino, así como el total abandono de los terrenos en los que estuvo ubi-
cada y que aun hoy siguen sin descontaminar.
Al mismo tiempo que en nuestra ciudad siguen existiendo los antiguos talle-
res de RENFE y los depósitos de vagones que utilizaban habitualmente amianto,
así como las naves aun sin desmantelar y que continúan con las cubiertas y aislan-
tes de URALITA.
Si a esto se añade que no hay pueblo ni ciudad de la comunidad en la que
no existan estos materiales deteriorados y diseminados en tejados de corrales y
talleres, naves industriales, avícolas y ganaderas en general, así como en algunas
zonas de vertidos ilegales; no es de extrañar que en estos momentos seamos una
de las zonas con mayor índice de mortalidad por cáncer por habitante, bastantes de
los cuales (aunque no sea así reconocido oficialmente) están ocasionados y origina-
dos por la exposición al amianto diseminado, activa o pasiva, a la que durante años
estamos y seguimos estando expuestos.
Conociendo sus efectos, así como sus consecuencias, y la falta de preven-
ción durante años, tanto en la fabricación como en la comercialización del producto
venenoso, y la negligencia con respecto a la eliminación del material aún existente,
es hora ya de que la población tome conciencia y pidamos responsabilidades, tanto
a quienes con conocimiento de causa fabricaron estos productos mortales como a
las autoridades que permiten que se continúe conservando y no se elimine debida-
mente.
La situación no es un juego, En ello nos van vidas humanas, muertes impu-
nes que ya han sobrevenido y más que vendrán. De las que algunos han sido y
otros siguen siendo responsables.
Dada la actual conspiración de silen1cio consensuado existente, la inactivi-
dad institucional y su dejadez en un asunto de tal gravedad, nos atrevemos a decir,
que de ello se desprenden tantos tintes criminales, como micro-fibras invisibles y
mortales continúan desprendiéndose de las "Uralitas" y demás productos con
amianto que todavía existen.

Comité de Solidaridad de los Trabajadores

solidaridad
de clase
20

¿QUÉ HACER?
La repoblación rural como oportunidad de cambio social

En 1902 Lenin publica el libro "¿Qué hacer?" como un estudio crítico de la sociedad
rusa en particular y occidental en general, poniendo el acento en las condiciones que el
Capital presentaba en esa época y, sobre todo, proponiendo una estrategia política que
desembocaría, siguiendo sus tesis, en la revolución socialista. Fue un libro de enorme
influencia en el momento de su publicación: motivó por ejemplo la ruptura del Partido
Socialdemócrata de Rusia entre mencheviques y bolcheviques, que establecieron los
postulados del libro como la base de su acción revolucionaria. Las tesis que en el libro
se presentan han constituido una fuente de inspiración, y de acción, a la práctica totali-
dad de las luchas obreras y sindicales de orientación socialista a todo lo largo del siglo
XX.......y a lo que queda de ellas en el XXI. Estas tesis son bien conocidas: un partido
fuerte, formado por la clase obrera consciente de su condición - el sujeto revolucionario
- accedería al poder del Estado derrocando a la burguesía - el objeto a batir - y des-
montaría desde dentro un Estado hecho a su medida para alcanzar finalmente la socie-
dad sin clases. Suena bonito.
Sin embargo, el Capital ha cambiado tanto en los últimos 117 años que dichas rece-
tas son ya difícilmente aplicables por las razones que vamos a exponer, y a la vez es
urgente que los movimientos sociales y todas las personas que luchamos por el otro
mundo posible generemos estrategias eficaces de emancipación. Este artículo pretende
iniciar un debate que responda al gran interrogante planteado por Lenin, situándonos,
eso sí, en la realidad de un capitalismo financiero y global que se ha convertido en algo
mucho más allá de un sistema de producción.
Empezaremos por el sujeto revolucionario: la clase obrera. ¿Dónde se encuentra? 40
años de precariedad creciente y 20 de revolución digital han diluido el tal sujeto revolu-
cionario y nos han convertido en fantasmas que deambulan por el mercado laboral bus-
cando un patrón que nos pague algo más mientras no levantamos la vista de la pantalla
del móvil. A mediados del siglo XX, siempre hablando de occidente, se entraba en un
trabajo en el que se permanecía durante años. Ese trabajo más o menos fijo generaba
afinidades, solidaridades que en ocasiones, y fueron muchas, se materializaban en una
fuerza suficiente como para obtener nuevos derechos sociales o ampliar los existentes.
El mundo laboral ha sufrido tal regresión, la precariedad ha llegado a tal extremo, espe-
cialmente entre los jóvenes que no se vislumbra cómo generar conciencia alternativa
ninguna. Las tácticas tradicionales de concienciación no son válidas ya: periódicos
obreros, la escuela en la fábrica, la cultura revolucionaria...... La pantalla se lo llevó. La
maquinaria propagandística del Capital es verdaderamente aterradora. Nunca en la his-
toria se ha conocido un sistema publicitario de tal extensión y profundidad. Cada perió-
dico, cada revista, cada serie, cada programa de televisión, cada anuncio es un mensa-
je del Capital que nos influye enormemente (también a los que creemos que no), esta-
bleciendo unos valores, que son los suyos, y una manera correcta de vivir, que es la
que el sistema necesita para seguir operando. Ante la magnitud de su propaganda, dia-
solidaridad

ria, constante, ubicua...¿qué podemos hacer ya con periódicos obreros, cartelería y


de clase

tibias campañas? El Capital ha conseguido que acceder a mayores niveles de consumo


sea el horizonte utópico compartido por el obrero y el patrón.
El objetivo a batir también se ha diluido, fortaleciéndose, en los últimos 100 años. Ya
no hay Palacios de Invierno, ni cielos que asaltar. Las estructuras fundamentales que
21
sostienen el sistema operan desde hace ya mucho tiempo al margen de los esta-
dos y de cualquier instancia democrática. Aunque tomásemos el poder del Estado
no podríamos cambiar la economía financiarizada basada en la deuda, ni la impo-
sición del crecimiento perpetuo que nos conduce irremediablemente al desastre
ecológico, ni la lógica del consumo que sustenta todo lo anterior. Una revolución
nacional, como Lenin la planteaba, no es suficiente para cambiar un sistema glo-
bal. Hemos visto hace pocos años cómo en Grecia un intento de cambio, en cual-
quier caso no revolucionario pero sí muy disruptivo en determinados elementos,
fue aniquilado desde la democrática Europa en aras de mantener la estabilidad de
"los mercados", esos nuevos Dioses intangibles como todos, ubicuos como todos
y alienantes como ninguno.
Esto no quiere decir que la lucha obrera no tenga sentido, que el intentar mejo-
rar la vida de las personas desde las instituciones no tenga sentido y que no se
pueda hacer nada desde los escasos cauces de cambio que el sistema tolera.
Pero sí quiere decir que esas estrategias no van a desembocar en un necesario
cambio general de modelo. Por lo que volvemos al principio: ¿qué hacer?
Mucho antes de la intervención de Lenin en la historia se produjeron movimien-
tos sociales revolucionarios que pretendían mantener o recuperar modos de vida
centenarios frente a poderes crecientes e invasivos. Al menos desde el siglo XII e
ininterrumpidamente se han sucedido en Europa revueltas campesinas que exigí-
an el uso de la tierra que trabajaban, libertad política y vida comunitaria. Grupos
autosuficientes basados en lo común. Autosuficiencia y autonomía, dos conceptos
que ya en el XIX fueron rescatados y actualizados por la tradición socialista utópi-
ca. Esas corrientes fueron defenestradas por el socialismo científico, que veía en
lontananza la posibilidad real de hacerse con el poder del Estado. Las vueltas que
da la historia, ahora parece mucho más utópico pensar en un cambio de modelo
desde la toma del poder que desde pequeños territorios más o menos autosufi-
cientes que cambien el modelo desde el hacer cotidiano. La experiencia zapatista
es mucho más interesante y mucho más emancipadora que cualquier composición
del parlamento mexicano, por poner un ejemplo conocido. Campesinos y campesi-
nas viviendo en rebeldía, ni más ni menos. La tierra como elemento principal para
conservar la dignidad vital que nos han arrebatado. ¿Por qué la tierra? Tierra dis-
ponible es lo que nos permite satisfacer dos necesidades básicas: alimentación y
cobijo. Comida brotando y espacio para construir. No se puede pretender un cam-
bio revolucionario mientras se necesita la existencia del Mercadona para comer
mañana. Porque eso significa transporte masivo de mercancías con costes ener-
géticos inasumibles, trabajos asalariados paupérrimos, bancos y finanzas que
soporten el entramado e increíble cantidad de tierras a lo largo y ancho del mundo
dedicadas a satisfacer los más inverosímiles caprichos de occidente. Cada vez
que entramos a comprar a Mercadona (tanto me da otra empresa) afianzamos con
la acción el sistema que pretendemos destruir. Aunque al salir nos vayamos a la
mani contra el Capital.
Otro tanto ocurre con la vivienda. Acceder a ella en condiciones normales se ha
convertido en una quimera para muchísima gente. Y quien puede, debe pasar por
el aro de financiaciones, hipotecas y demás herramientas que son la savia misma
del Capital.
Si necesitamos al sistema para que nos proporcione comida y techo hablar de
cambios revolucionarios tiene mucho de filosofía de salón. Y tampoco quiero decir
con esto que si te encuentras en un proyecto comunitario de autosuficiencia ya

solidaridad
de clase
22

estás liberada del Capital. Ni mucho menos. En esos proyectos hace falta
gasolina, moto-azadas, dinero para materiales y un largo etcétera. Pero sí es
inteligente y coherente con la fase del Capital que nos ha tocado vivir que
las personas que tenemos pretensiones revolucionarias empecemos a fijar
nuestra atención en cómo salir, lo más posible, aquí y ahora, gracias a la tie-
rra y a la comunidad, de este círculo vicioso de trabajo asalariado y consu-
mo. No es momento de poner nuestros esfuerzos en labores de conciencia-
ción cada día más improbables. No es momento de apostar por partidos polí-
ticos que juegan en un tablero en el que ya hemos perdido antes de empe-
zar. Es momento de arrimar el hombro las que ya estemos convencidas de
que otro mundo es posible, es urgente, es necesario, y empezar a trabajar
mañana para hacerlo realidad allí donde nos encontremos. Sin esperar a
nada y con las puertas abiertas a quien quiera sumar. Juntándonos para cul-
tivar nuestra propia comida, construyendo nuestras propias casas, generan-
do los motores económicos necesarios para que los proyectos sigan adelan-
te. Hay mil maneras de hacerlo posible, algunas de ellas funcionando hoy
mismo en el Estado español. Precisamente ese gran problema estatal, la
despoblación, constituye una gran oportunidad para los movimientos socia-
les. Porque todo está abandonado y vacío, porque la inmensa mayoría de la
población se encuentra fascinada por el consumo y la vida urbana. Es la
oportunidad de las que queremos otro mundo aquí y ahora. Mañana empie-
za todo.

Plataforma Antirrepresiva de Guadalajara


Colectivo Plántate
23

¿TRANSICIÓN ENERGÉTICA?

Nota:en este texto nos enfocaremos en la energía, parte necesaria pero no única
de los procesos capitalistas ocurridos históricamente. La explotación de la naturale-
za y de la clase obrera, el patriarcado, y la racialización, son parte fundamental de
la construcción social y material del sistema capitalista.

El desarrollo capitalista y su lógica de reproducción ampliada, dada a partir del siglo


XV, se organizó a través de los mercados internacionales, cuyo transporte se reali-
zaba por mar. No hay capitalismo sin mercados internacionales. El gran salto
impulsado en el siglo XVIII en el comercio internacional coincidió con la masiva
explotación de la energía disponible presente en el carbónpara los transportes marí-
timo y ferroviario. Finalmente, la generalización de la economía de mercado en el
siglo XX fue orquestado en base a la energía del recurso fósil que ha elevado al
capital a su punto más álgido, el petróleo, el cual es la base energética de la socie-
dad actual, junto al ser humano, imprescindible aún (económicamente rentable) en
amplias capas productivas. (En la Espiral de la Energía).

La sociedad puede compararse a un organismo vivo, en cuyas células se producen


reacciones químicas y físicas en procesos con el entorno. A este conjunto de reac-
ciones y procesos se le denomina metabolismo (Marina Fischer -Kowalski y Haberl
2007). Pues bien, el transporte es parte integral y fundamental del metabolismo
social, el cual hace posible los intercambios materiales y la modificación de la natu-
raleza gracias al alimento llamado energía. El transporte aprovecha varias energías
que transforma finalmente en energía cinética para conseguir el movimiento de un
punto a otro. Energías empleadas para su transformación en energía cinética tene-
mos las derivadas de los combustibles fósiles como el carbón (vehículos antiguos),
el gas natural (autobuses urbanos), o los derivados del petróleo (queroseno para
aviones, o gasolina/diesel para vehículos terrestres y marítimos).

El transporte, como tal, no genera capital,


sino que permite el intercambio de mer-
cancías, es el nexo de unión que permite
y facilita la reproducción de capital. Es
incuestionable que sin transporte no exis-
tiría el mercado, ni tampoco comercio. En
cuanto un modo de transporte innova y
consigue reduce 1 hora el tiempo esta-
blecido entre dos puntos, se produce una
ganancia de competitividad, resultando
en un proceso secundario más óptimo
del proceso global. El resto de entes
capitalistas deben innovar o morir.

El sistema, ante la disyuntiva no actual


de la escasez de recursos fósiles (car-
bón, gas natural y petróleo), dio con una
24
solución parcial, la electricidad, la cual puede ser generada a partir de múltiples
fuentes energéticas, fósiles (petróleo, gas natural y carbón), y no fósiles (ener-
gías renovables), aumentando así la seguridad energética en los Estado capita-
listas ante posibles amenazas (crisis del petróleo de 1973). Desde los años 70
se ha profundizado en el conocimiento sobre las energías llamadas alternativas
o renovables, así como la mejora de los procesos de transformación medidos a
través de las eficiencias y rendimientos termodinámicos. Energías renovables
(aportación de energía) y eficiencia energética (reducción de la energía requeri-
da) son los dos grandes pilares sobre los que el capital se invierte actualmente.
Y el proceso a de aumentar aún a mayor ritmo, masivamente.La electrificación
de las sociedades se ofrece a un mejor control de la energía y a una gestión
más eficiente u óptima de su uso. Como conclusión,se electrificarán cada vez
más procesos, tanto en transporte (excepto marítimo y aéreo), como en los edi-
ficios (mediante bombas de calor, salvo districtheating) y sector servicios, en la
industria (salvo algunos procesos que necesiten grandes cantidades de calor,
aun así).
Pero, ¿qué se puede considerar transporte? el transporte de información es
vital en todos los sectores económicos (diseños de ingeniería, arquitectura, ser-
vicios) y socialmente estamos construidos bajo lógicas tremendamente rápidas
de traspaso de información (móviles y ordenadores). Este transporte digital, es
sostenido por la electricidad como fuente energética, pero llevado a cabo a tra-
vés de una macro red de infraestructuras más visibles que van desde las líneas
eléctricas hasta los satélites, pasando por los servidores presentes para tales
fines.
En cuanto al otro transporte también físico, el tradicional, se puede destacar su
mayor dependencia de los combustibles fósiles, actualmente y hasta 2050, no
será posible el transporte aéreo de mercancías y personas mediante electrici-
dad, y como mucho el 50% en medio marino. Tampoco existe tecnología que
asegure más de 300 km de autonomía a camiones. Los entes capitalistas que
dispongan (se adueñen) de los combustibles fósiles que quedan en la naturale-
za y sean rentables económicamente dispondrán de mayor facilidad de genera-
ción de capital, esto dará lugar a monopolios capitalistas aún más grandes que
los actuales.De notar es la nueva moda del monopatín eléctrico en la ciudad,
lógica capitalista para evitar el esfuerzo físico en ciudades cada vez más exten-
sas y consumir otro producto más. Se nos pide comprar un monopatín para la
ciudad, un coche eléctrico para distancias cercanas, y mantener el no eléctrico
para las largas, es decir, nada nuevo, más consumo.

El capitalismo está mutando en infraestructura y alimentación para sobrevivir.


Esta mutación requiere de una grandísima masa de capital. La posibilidad de
conseguir disponer sistemas globales de transporte 100% libres de fósiles es
muy remota, solo en algunas zonas muy concretas la naturaleza puede permitir-
lo (Islandia y la energía geotérmica), y con bajas cantidades necesarias de
energía (limitada población y producción).
solidaridad

Hasta ahora no se tiene constancia de caídas en el capital disponible mundial


de clase

pero de darse, la base lógica es la misma que en el siglo XV, invertir capital
para seguir consiguiendo más capital. ¿Qué ocurre si no es posible la electrifi-
cación total de la economía? Las energías renovables también tienen sus lími-
tes de viabilidad física y económica. El transporte puede llegar a ser un cuello
de botella para el sistema capitalista, al cual le crecen otros como la escasez
25

de metales raros (Indio por ejemplo) y no tan raros (como el cobre). Los metales raros
están en un 90-95% en China, de aquí por ejemplo la guerra comercial actual con EEUU.
La autonomía y la vuelta al campo son estrategias más que deseables de salvaguardar y
fomentar entre la clase trabajadora. La burguesía intenta individualizarnos con cada paso
tecnológico, eliminando las relaciones afectivo-sexuales necesarias para mantener una
sociedad más allá de la mera reproducción y consumo. Volver a la mente colectiva, recha-
zar el egoísmo y restablecer en esa mente colectiva la unión con la naturaleza nos apor-
tarán parte de la rabia necesaria para defendernos de los embates y destruir el sistema
capitalista, que envenena y mata. La otra rabia ya deberíamos tenerla, contra la autoridad
burguesa en todas sus ramas.

Las ciudades permanecerán, agrandadas aún más por la extirpación de humanidad del
campo a la ciudad, quedando el campo para pocas personas que acumularán tierras, pas-
tos y bosques. El resto a la fábrica o delante del ordenador a producir. Incluso ciudades
pequeñas corren el riesgo de caer, porque la condensación de capital ocurrida por una
restricción del transporte conlleva una reagrupación de los medios de producción, y con-
secuentemente las grandes vías de transporte comunicarán los intereses productivos,
entre núcleos estratégicos. En el Estado español Madrid-Valladolid-Ferrol-Vigo, Madrid-
Barcelona-Valencia, Madrid-Mérida-Cádiz, Madrid-Valladolid-Vitoria-Bilbao,y así sucesiva-
mente, una red radial de intercambios comerciales, la prioridad del crecimiento ante todo.
Atacar a las redes de transporte (tradicionales y eléctricas) supone poner contra las cuer-
das a todo el sistema de creación de capital. De venirse abajo el sistema eléctrico, las
pérdidas serán exponencialmente crecientes al tiempo que tarde en reponerse. Y para eli-
minar tentaciones, la salud y seguridad de la población se vincula directamente a estas
redes, ya que de estas dependen la sanidad, la vivienda, o la alimentación por ejemplo.
Desde la autoría de este texto se defiende la imposibilidad del capital a crecer indefinida-
mente en cuanto energía y recursos se refiere, puesto que la Tierra es finita. Mitos como
la explotación de materiales espaciales, de energías infinitas, magias tecnológicas, y otros
artefactos aún por descubrir o probar su viabilidad, hacen que la población permanezca
en el tecno-optimismo. No se debe continuar confiando en los mismos que nos han meti-
do en las cámaras de gas que son las ciudades y algunas regiones, los mismos que han
fomentado la eliminación de naturaleza para adecuarla a sus necesidades de transporte y
producción. La burguesía no va a cesar en su rueda de crecimiento perpetuo hasta el
colapso premeditado, para vuelta a empezar con ella a la cabeza.

"La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre, es decir, la naturaleza en cuanto no es


ella misma el cuerpo humano. El hombre vive de la naturaleza; esto quiere decir que la
naturaleza es su cuerpo, con el que debe permanecer en un proceso continuo, a fin de no
perecer. El hecho de que la vida física y espiritual del hombre depende de la naturaleza
no significa otra cosa sino que la naturaleza se relaciona consigo misma, ya que el hom-
bre es una parte de la naturaleza" (Karl Marx, 2004: 112, Manuscritos de 1844).

¡Por la defensa de la naturaleza


y la muerte del capital!
26

ACCIDENTE LABORAL = TERRORISMO PATRONAL

Los "accidentes" en el trabajo son una realidad constante y cotidiana que azota a la
clase trabajadora. Año tras año nos llegan los aterradores e invisibilizados datos de
siniestralidad laboral en el conjunto del estado español. Si el año pasado 2018
cerramos el año con la desgarradora cifra "oficial" de 652 personas fallecidas mien-
tras trabajaban, en 2019 vamos por el mismo camino.
Según los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, los accidentes laborales
aumentan. Los accidentes mortales suponen ya el 45% del total acumulado el año
pasado en las mismas fechas. Pese a que la estadística muestra que los siniestros
mortales han descendido en el mismo período del año, el número total de acciden-
tes con baja ha aumentado este primer semestre. El Ministerio de Trabajo ha dado
constancia de un total de 310.130 hasta junio, el 3,7% más en comparación con el
mismo periodo del año pasado.

2018 no fue ni mucho menos un buen año en cuanto a la siniestralidad laboral. 652
trabajadores murieron el año pasado durante su jornada, al ir o al regresar de su
puesto de trabajo, según las cifras del Ministerio de Trabajo, Migraciones y
Seguridad Social. Es el dato más alto desde 2011, cuando fallecieron un total de
716 trabajadores, y rompe con la estabilización en el número de muertes que se
estaba produciendo en los últimos años. Del total de 652 víctimas mortales, 506
personas fallecieron durante su jornada de trabajo y 146 trabajadores murieron 'in
itinere', es decir, al ir o volver del trabajo.
27

En los años inmediatamente anteriores, 2017, 2016 y 2015 se había producido ya


un aumento progresivo de estos accidentes. En 2015, en concreto, los accidentes
subieron en torno al 5,8% respecto a los registrada en 2014, cuando ya subieron
un 5% con respecto a 2013. Los accidentes laborales en España acumulan ejerci-
cios consecutivos de subidas.

Si buscamos cifras globales, de todo el planeta, la lista de trabajadores muertos


aumenta hasta 360.000 personas. Eso, teniendo en cuenta que estos son los datos
de los que se tiene registro, ya que en el resto del mundo (fuera de Occidente,
donde reside la mayoría de la población mundial) debemos asumir que los registros
no recogen todas las muertes en el trabajo, debido a la mayor precariedad laboral
(trabajadores sin contrato, trabajo infantil, esclavitud, etc…).

Los accidentes laborales en lo que va de año, un breve análisis


de la estadística oficial:

A partir de 1 de enero de 2019 la cobertura específica de accidentes de trabajo por


la Seguridad Social para los afiliados al Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos (RETA) pasa a ser obligatoria con carácter general. Hasta el año 2018
esta cobertura era mayoritariamente voluntaria, alcanzando aproximadamente el
20% de los trabajadores del RETA.
Bajo el epígrafe de accidente mortal se incluyen todos los fallecimientos a conse-
cuencia del accidente de trabajo en el plazo de un año desde la fecha del acciden-
te, independientemente de la gravedad inicial.

En lo que va de año se han producido más de 350.000 accidentes en el trabajo


que han causado baja para el trabajador afectado, un 1,6 % más que en el mismo
periodo del año precedente. En todos los sectores se han producido aumentos sig-
nificativos en la cifra de accidentes, salvo en las industrias extractivas (probable-
mente a causa del cierre de la mayor parte de la minería de carbón y en especial
de la minería de interior). A esto hay que añadir otros 400.000 accidentes que se
han producido sin causar baja… Las cifras son espeluznantes. 51 muertos en
Andalucía, 23 en Castilla y León, 38 en Cataluña, 15 en el País Vasco, 20 en
Madrid… las muertes en el trabajo nada saben de naciones, regiones y patrias:
pero sí saben mucho de la diferencia de clase. En 2018, por 380 muertos entre los
asalariados hubo 8 entre los trabajadores por cuenta propia. Los accidentes gra-
ves y mortales aumentan enormemente según vamos bajando en la escala salarial:
por 8 directivos y 1 técnico que han sufrido accidentes graves en el desempeño de
su labor, encontramos 454 trabajadores de la construcción.
Todos los sectores se ven afectados por igual por los accidentes. Si bien destacan
el sector servicios y la construcción como los sectores donde más accidentes mor-
tales se producen, en la industria y en la agricultura también se producen y en
todos los subsectores y ramas de actividad. El número de accidentes en la indus-
tria manufacturera es el más alto, sin embargo, es en la construcción se producen
más accidentes graves y más muertes… Ningún asalariado está libre de esta lacra,
que persigue por igual a albañiles, sanitarios, jornaleros o metalúrgicos.La mayor
parte de los accidentes se producen en el propio lugar de trabajo: zonas
solidaridad
de clase
28

industriales, obras, minas, centros sanitarios… en todos los centros de trabajo se


repiten los accidentes y sus funestas consecuencias. Las causas directas son múlti-
ples, desde morir ahogado en una fosa séptica a morir en una explosión de la piro-
tecnia, desde que salte por los aires la caldera a un mareo producido por el exceso
de calor y de ritmo de trabajo… las caídas y roturas son lo más habitual: un resba-
lón o un tropezón y la vida de un trabajador pende de un hilo fino que depende en
muchas ocasiones de las propias condiciones en que se desarrolla la actividad
laboral.
Y qué decir tiene de los más de 100 infartos producidos en los centros de trabajo:
pasan por causas naturales que debemos pensar en la mayoría de las ocasiones
como causadas por el ritmo de trabajo, el estrés, el miedo al despido… pero en las
estadísticas aparece como un infarto, un derrame u "otra causa estrictamente natu-
ral".

La causa de todos estos "accidentes" es el capitalismo

Las causas de los accidentes en el trabajo son por todos conocidas: los sobrees-
fuerzos, los ritmos de trabajo, el estrés, la escasez de plantillas, el exceso de jorna-
da, la falta de descanso adecuado, el amianto y los tóxicos en general, la explota-
ción sin freno, la falta de derechos, la presión de las mutuas y el negocio de la pre-
vención, la falta de Inspectores e Inspectoras de Trabajo, el abuso en la contrata-
ción temporal y la precariedad salarial, y un largo etcétera de factores que influyen
en esta masacre cotidiana que sufrimos los trabajadores.
Cada puesto de de trabajo tiene sus particularidades, y por lo tanto genera enfer-
medades especificas y mata de manera particular.
La ansiedad, las jornadas dobles, el estrés laboral, el no respetar las horas de des-
canso entre jornadas, las horas extra, la amenaza de despido (el cual supone una
condena a la miseria), los plazos impuestos desde arriba por personas que no
hacen tu trabajo y que posiblemente no tenga ni idea sobre el, el acoso, el trato
despectivo; son situaciones cotidianas en la mayoría de las empresas.

Al vernos sometidos a estas condiciones a diario, no se puede negar el efecto noci-


vo que tiene el trabajo en nuestras vidas. Nos mina la salud física y mental.
Cada muerto, cara herido, cada enfermedad provocada en el trabajo es un crimen
de sangre contra los explotados, o sea, contra aquellos que tienen que vender su
fuerza de trabajo para sobrevivir en este mundo. Los accidentes se dan este con-
texto hecho para enriquecer a los empresarios. Sin olvidar a las Mutuas, los sindica-
tos y demás órganos que regulan el trabajo y la muerte que este provoca. ¿Qué
mierda es esa de ponerle precio a nuestras heridas, a nuestros miembros amputa-
dos trabajando, a nuestras enfermedades? Una maldita barrera de contención que
la Ley y el Estado generan. La pasividad de nuestros días frente a esta guerra de
exterminio contra los y las currelas contrasta con la rabia y acción que los acciden-
tes laborales desataban antaño. Y era normal: si morimos trabajando para enrique-
cer a un patrón, el patrón debe pagarlo caro. La huelga, el sabotaje y la acción
solidaridad
de clase

directa debía y debe ser la respuesta a la sangre con la que amasan sus fortunas.
No hay conciliación posible con los empresarios.

Los "accidentes" en el trabajo son parte de la guerra permanente que la burguesía


lleva a cabo contra el proletariado. El terrorismo patronal es la constante que domi-
na el medio de trabajo: el miedo al despido es terrorismo patronal, los castigos y la
ACCIDENTE LABORAL = TERRORISMO PATRONAL

represión sindical y laboral son terrorismo patronal, los accidentes en el trabajo son
terrorismo patronal...

Para que la lucha contra los accidentes en el trabajo y contra todas las nocividades
derivadas del trabajo mismo pueda tener éxito, es imprescindible que los trabajado-
res se organicen por objetivos e intereses propios de los trabajadores, contra todos
los organismos burgueses y colaboracionistas, es imprescindible que la lucha se
lleve a cabo con medios y métodos de clase y que enfrente al mismo tiempo a los
capitalistas y a las organizaciones oportunistas que blanquean la explotación.
Los "accidentes" laborales no los parará la empresa ni los sindicatos. Las muertes
en el trabajo no se van a acabar por arte de magia… Son los propios trabajadores
los que deben imponer las condiciones de seguridad en el trabajo, los que deben
obligar con su lucha a que la empresa ceda en materia de prevención, los que
deben dar la batalla continuamente para lograr que estos objetivos, que son mínimos
pero que afectan a la propia vida de los obreros, se consigan.

-La lucha contra las desgracias y las muertes en el trabajo es parte de la lucha por
la reducción de los ritmos de trabajo, de la intensidad del trabajo, de la jornada labo-
ral y por el aumento de las pausas en todas las secciones de la fábrica, especial-
mente en aquellas en que se trabaja con un riesgo mayor.

- La organización de esta lucha debe basarse sobre plataformas reivindicativas que


se refieran únicamente a las condiciones de trabajo y de vida de los obreros, fuera y
contra los intereses de la competitividad empresarial, fuera y contra el colaboracio-
nismo sindical que genera las desgracias y las muertes en el trabajo.

¡Contra el capital asesino, lucha de clase!

solidaridad
de clase
30

DERECHO A LA ASISTENCIA SANITARIA EN PRISIÓN:


DEL DICHO AL HECHO…
"El acceso de las personas presas a la sanidad en España es precario; tienen una salud extraordinariamente más
quebrantada que las personas en libertad. El Estado no garantiza la salud de los presos".

Tres organizaciones no afines en ideología se han puesto de acuerdo para sostener estas comillas ante el
Defensor del Pueblo. La Organización Médica Colegial (OMC), que agrupa a todos los Colegios Médicos de
España, la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP) y la Asociación Pro Derechos Humanos de
Andalucia (APDHA) le entregaron un informe en el que vierten durísimas críticas al sistema de atención sanitaria
a los internos de las prisiones españolas, entre otras que : "la dependencia de los médicos al Ministerio de Interior
hace difícil conjugar la normativa penitenciaria con el acto médico". El informe detalla las dificultades en el acce-
so a tratamientos de última generación, por ejemplo, de hepatitis C o las condiciones que padecen los internos que
sufren una enfermedad mental, colectivo que no debería estar en prisión porque no entiende la pena y que supo-
ne el 8% de la población penitenciaria. En su entrevista con los responsables de la oficina del Defensor del Pueblo,
estos tres colectivos subrayan un aspecto legal incumplido en España desde 2003. Aquel año, la Ley de Cohesión
y Calidad del Sistema Nacional de Salud estableció que todas las competencias sanitarias de las prisiones se debí-
an transferir a las Comunidades Autónomas en
2004, pero esto no ha ocurrido, salvo en el caso del País Vasco. Contra lo dispuesto por una ley, los médicos de
prisiones no dependen ni del Ministerio de Sanidad ni de las Consejerías de las Comunidades Autónomas, sino
del Ministerio de Interior. Recuerdan también estas organizaciones que el Tribunal Supremo llegó a ilegalizar la
imposición a los médicos de prisión de dispensar fármacos distintos a los del exterior. Por su parte, fuentes de
Instituciones
Penitenciarias replican que la asistencia a los reclusos enfermos está totalmente garantizada y que no existe res-
tricción alguna al acceso a los tratamientos médicos, aunque esto en la realidad no se lleve a cabo.
La asistencia sanitaria está recogida en el art 36 de LOGP, según el cual en cada centro existirá, al menos, un
médico general, un ayudante técnico sanitario, un médico odontólogo y personal auxiliar adecuado. Para la pres-
tación de esta atención, todas las cárceles contarán, conforme al artículo siguiente, con una enfermería con un
número suficiente de camas, material clínico necesario, instrumentos y productos farmacéuticos básicos para las
curas e intervenciones dentales, así como dependencias para la observación de psiquiatría, de atención de toxi-
cómanos y una unidad para enfermos contagiosos. Dado que los enfermos mentales, toxicómanos, crónicos y con-
tagiosos constituyen el grueso de la población penitenciaria, prestamos algo más de atención a cada una de estas
dependencias y a los programas de prevención y rehabilitación existentes.

-Dependencias para trastornos mentales:


En España la situación del enfermo mental es uno de los problemas más graves con los que se enfrenta el siste-
ma penitenciario, debido a la gran demanda y limitación de recursos existentes para tratar los casos más frecuen-
tes, como son los trastornos psicóticos, del estado de ánimo, de ansiedad y trastornos de la personalidad, siendo
elevadísimos los porcentajes de autolesiones y suicidios. Por ello, y en base al cumplimiento del imperativo legal
de velar por la salud de los internos previsto en el artículo 3.4 de la LOGP y en aplicación del criterio legal de sepa-
ración que recoge el artículo 16 de dicha ley, se insta a las administraciones para que creen las Unidades
Psiquiátricas necesarias dentro de las prisiones. En muchas se está implantando un programa global de atención
a la enfermedad mental, PAIEM, mediante el cual se plantean pautas de atención especializada, que hacen espe-
cial hincapié en la práctica de actividades terapéuticas y ocupacionales pero que en la realidad no se llevan a cabo
y solo sirven, una vez más, como justificación del "buen hacer" de la administración penitenciaria.

-Dependencias para toxicómanos:


Al menos la mitad de los presos son drogodependientes y la mayoría tienen un grave deterioro de la salud y son
reincidentes, lo que significa que el tratamiento de la toxicomanía es una pieza clave para evitar la reincidencia.
Este tratamiento se ha limitado, casi exclusivamente, a dispensar metadona como supuesto sistema terapéutico,
cuando lo que se persigue es el control y chantaje de los presos toxicómanos. Esta sustancia empieza a utilizar-
se en España a mediados de los años 70, a través de los carnés extradosis, pero no es hasta 1990 cuando se
regula por primera vez su utilización en programas de mantenimiento. En 1996 se aprueba la Ley 17/ 1996 de 8
de abril, de control de estupefacientes.

La SGIP ha previsto un plan de intervención transversal en materia de drogodependencias que se proyecta sobre
cinco vertientes: a) Actuación conjunta y coordinada entre tratamiento, sanidad y seguridad. b) Intervención sobre
la demanda: programas de drogodependientes. c) Intervención sobre la oferta: medidas contra la introducción y
tráfico de drogas. d) Creación de una Comisión de Seguimiento del Plan de Intervención General. e) Campañas
de sensibilización e información en materia de drogas a familiares y presos. Nada de esto se aplica, la metadona,
como sustitutivo de la heroína e igualmente adictiva, llegó para quedarse.
31

-Programas de prevención y control de la tuberculosis: En prisión la incidencia de la tuberculosis es doce


veces superior a la de la población general.

-Programa de vacunaciones: Gripe, tétanos, hepatitis B, antineumocócica, antihemophilus, meningitis…

-Programas de prevención de enfermedades de transmisión parenteral y sexual y de prevención y control de


la infección VIH y hepatitis C: La prevención de la transmisión de estas enfermedades se lleva a cabo
mediante actividades de Educación para la Salud e intervenciones orientadas al tratamiento de las drogode-
pendencias y a la reducción del
daño derivado del consumo de drogas (de mantenimiento con metadona y de intercambio de jeringuillas)

-Vigilancia epidemiológica de enfermedades transmisibles y no transmisibles: Investigación de brotes epidé-


micos. Las cárceles notifican semanalmente a la Coordinación de Sanidad Penitenciaria el número de casos
nuevos diagnosticados
de una serie de 39 enfermedades de declaración obligatoria.

-Plan de prevención de suicidios: Los objetivos de este programa consisten en detectar en las personas situa-
ciones problemáticas que puedan derivar en suicidio, aplicar pautas de prevención y establecer cauces de
información y coordinación entre los diferentes servicios implicados. Para ello, los servicios sanitarios, socia-
les y de tratamiento, en la primera entrevista en el ingreso a prisión, deberán detectar aquellos casos sus-
ceptibles de inclusión en este protocolo. Sin embargo, el sistema penitenciario, en su propia esencia y diná-
mica, es caldo de cultivo para la inducción al mismo.

Lo cierto es que las condiciones en las que se desarrolla la atención sanitaria en las prisiones son muy par-
ticulares. Por un lado, los presos viven en un régimen cerrado, permanentemente vigilados y en un clima de
escasez de ilusiones y abundancia de ansiedad, depresión y conflictos comunitarios. Por otro, los médicos
se encuentran con el dilema de atender a una población muy afectada por patologías directamente relacio-
nadas con la vida carcelaria, a la vez que dependen de las autoridades penitenciarias, lo que genera no
pocas dificultades a la hora de actuar con libertad de criterio y de disponer de los recursos sanitarios nece-
sarios. En este clima sofocante se hace imposible respetar los derechos
del recluso-paciente, entre otros, el derecho a la intimidad y a la confidencialidad de las informaciones rela-
cionadas con su salud, el derecho al consentimiento informado y a renunciar a un tratamiento, el derecho a
unas condiciones básicas de salud y a una atención sanitaria aceptable, lo que supondría la implicación de
los profesionales sanitarios
en la mejora de toda una serie de factores que condicionan la salud de los reclusos: el tipo de alimentación
que reciben, las condiciones de higiene y confort de las celdas (luz natural y artificial adecuadas, ventilación,
temperatura, tamaño de los espacios…) y en general de las cárceles, la higiene personal y la limpieza y
comodidad de las ropas que visten, las condiciones de higiene y seguridad en los trabajos que realicen, el
ambiente social del centro, la eficacia de las medidas dirigidas a la reinserción social, los estilos de vida de
los presos…
En definitiva, sería necesario modificar muchos puntos del presente sistema penitenciario. Cuestiones como
eliminar los regímenes de aislamiento, perseguir y terminar con la impunidad para torturar y realizar tratos
degradantes, establecer criterios para una penalidad racional en la duración y en la proporcionalidad, evitar
la existencia de cadenas perpetuas "de facto", acabar con la dispersión como castigo a los presos y a sus
familias y dotar a las cárceles de una sanidad equiparable a la que disfrutamos las personas en libertad. En
conclusión, hacer que la estancia en prisión no suponga una dificultad para que la persona
vuelva a la sociedad de la que fue sustraída.

Son tantas las reformas que, al fin y al cabo, no es


el modelo lo que hay que mudar sino la propia
pena privativa de libertad y su institución central:
la cárcel. Se debe pensar en un modelo de convi-
vencia y gestión de los conflictos sociales. Hay
que repensar una sociedad sin cárcel.

[Extraído de la publicación
antirrepresiva EL CARRO nº 1]
Lxs obrerxs necesitan pan, pero tambien necesitan rosas

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