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EL ESTRES Y EL DESCUBRIMIENTO DE Si MISMO Dr. Paul DUPONT Antiguo jefe de clinica y Asistenie de hospitales Coleccion Salud y bienestar Luis Cércamo, Editor Otros titulos publicados COLECCION ROSA-CRUZ Las Moradas del Alma Harvey Spencer Lewis ‘Aproximacién general a temas tratados en las en: seffanzas rosacruces, especialmente a los referidos ala naturaleza del alma humana, La Técnica del Maestro Raymund Andrea Una téeniea inicidtica que permite establecer une relacion intima entre las dimensiones fisiea y esp ritual de nuestro ser. ¢ La Técnica del Diseipulo Raymund Andrea El discipulo aprende a desplazar el interés hci su Ser interno, cuyo control se i afiemando pro gresivamente introduciéndole en nuevos estados de COLECCION MARTINISTA Elhombre nuevo Louis-Claude de Saint-Martin Saint-Martin nos indica lo que debemos hacer para engendrar en nosotros este ser purificado que devolvers al hombre su verdadera medida, El libro de Jasher Anénimo Libro sagrado que deberia estar incluido en Is Biblia. Han surgido muchas hipotesis sobre las eau sas de que estuviese perdido, ocultoo suprimido. DIFUSION TRADICIONAL Los puntitos azules de Dios Guy Bourhis Cemo explicar el concepto de Dios alos nis, bajo la forma de una historia viva y animada COLECCION SALUD Y BIENESTAR Elestrésy el descubrimiento de si mismo Dr. Paul Dupont Conozea el estrés y sus influencias, tanto bené- ficas como nocivas. EL ESTRES Y EL DESCUBRIMIENTO DE Sf MISMO por el Dr. Paul DUPONT Antiguo jefe de clinica y Asistente de hospitales if Luis Carcamo, Editor San Raimundo, 58 28039 MADRID Difusion Rosacruz AM.O.R.C. de Espafia C/. Tolra, 40 08032 Barcelona Coleccion Salud y Bienestar Dedicatoria «Este libro esté dedicado a todos los investigadores del Consejo Internacional de Investigacién Rosacruz». Indice Preémbulo u Parte I: Estrés es 1 El desequilibrio .. II La energia consciente . Il Elestrés en el cerebro. Parte II: Las enfermedades del estrés...... I Las discordancias : IL Las enfermedades y la angustia IIL La inmunidad y la psiquis IV Las glandulas endocrinas, centros de la energia vital Parte III: El descubrimiento de s{ mismo .... 1 El dominio del estrés II La relajacién . IIL Anélisis y autosugestién mental IV La respiracién y el estrés V La visualizacién .. VI La alquimia mental ... VII La desconfianza .. VIII Una aplicacién practica .. 108 112 Predmbulo Se considera el estrés como algo negativo, cosa que merece una re- flexién. Como suelen ser incompletas las definiciones clasicas del es- irés, intentaremos definirlo teniendo en cuenta los aspectos positivos que puede tener, ya que, en realidad, el estrés es un estimulo para la consciencia y puede llevar al descubrimiento de si mismo. Por tanto, os proponemos que descubrais un nuevo concepto del estrés y os confia~ mos algunas claves para dominarlo. Parte | Estrés Capitulo | El desequilibrio La medicina modema demuestra hoy dia la relacién existente entre la consciencia y el estado de salud del cuerpo. Se admite que el estrés es el origen de muchas enfermedades y que, si no provoca todas, puede agra- var el desarrollo de muchas 0 producir graves recaidas. Por eso se habla de enfermedades psicosomaticas. Esta observacién habitual supone un gran avance; pero no por eso permite decir qué es lo que produce la enfermedad, en lo que al esirés se refiere, porque, si nos atenemos a la comprensién materialista estricta, todas las definiciones son discutibles. A decir verdad, no se puede explicar qué mecanismos provocan las en- fermedades segiin las definiciones clasicas actuales del estrés. @Por qué? Simplemente porque estas definiciones no tienen en cuenta las teorias vitalistas y la naturaleza sutil psiquica del ser humano, ni sus relaciones con la naturaleza y las leyes naturales. En realidad, ni siquie- 1a se sabe lo que es el estrés, cual es la causa real y si se conoce lo que lo Produce, Se vive el estrés simplemente como una coartada. Pongamos un ejemplo: si alguien tiene dolor de estomago porque esté estresado, se encuentra con derecho a preguntarse cémo es posible y por qué y se dice «Qué puedo hacer para quitarme el dolor de estémago?». Su médico le responde: «Se trata del estrés». Es posible que esta persona quiera saber qué es el estrés que le produce dolor de estémago pero, gde qué le sirve saberlo? ;Para qué va a acusar a las circunstancias estre- santes sino puede aprender vencerlas, a dominarlas y a conocer mejor el origen real de este estrés como problema de salud? 6 El estrés y el descubrimiento de sf mismo Veremos entonces que el estrés bien entendido puede superarse, para evitar la enfermedad, y que es posible avanzar hacia el descubrimiento de si mismo, de la felicidad y la salud. :n primer lugar debemos preguntamos cudll es el lugar de la cons- ciencia en relacién con el estrés. El gran misterio que atin no puede re- solver la ciencia es el origen de la vida y su relacién con la consciencia. Ninguna teorfa materialista, bioquimica o molecular puede explicar como funciona la consciencia, porque, en realidad, no es algo material. La vida no se puede resumir en una unién de moléculas. Ha nacido de ‘una forma superior de consciencia. Los quimicos tienen que comprobar que la unién de étomos en moléculas, para crear substancias nuevas, debe respetar ciertas leyes de armonia y depende de una inteligencia superior a la simple consciencia del hombre, una inteligencia que dirige Ja materia. Querer reducir el estrés a unas secreciones hormonales, a la interaccién de substancias quimicas que producirian reflejos incons- cientes, limita las posibilidades de la consciencia del ser humano a una simple expresién animal material, apenas consciente de su entorno. En el animal la consciencia se reduce a una sola percepcién senso- rial de los elementos naturales que lo rodean: para él, sus principales centros conscientes de interés son su entorno inmediato, su comida, su habitdoulo y los demas animales. En el hombre, la consciencia engloba Ja nocién espacio-tiempo, la percepcién del Ser y la razén. Pero, para muchos, esto es simplemente algo intelectual y no tienen en cuenta toda a vida emocional que anima el interior de nuestra consciencia y que ninguna molécula bioquimica podra reproducir nunca. Aunque es cier- to que se puede modificar una percepcidn sensorial intelectual y objeti- va con la inyeccién de unas moléculas quimicas, por el contrario, afor- tunadamente estas moléculas no pueden actuar ni en la psiquis ni en el subconsciente del individuo. Un desequilibrio de la energia El estrés es una palabra que se ha hecho muy popular debido a nues- tro entorno modemno, nuestro modo de vida trepidante y, digamos, el El desequilibrio cardcter imperiosamente rapido de nuestra vida profesional. Asi pues, el estrés se presenta como una especie de justificacién para explicar la aparicién de enfermedades psicosométicas. En realidad, lo que no se dice lo suficiente es que cualquier enfermedad slo es la consecuencia de un desequilibrio y que el estrés procede de este desequilibrio; pero en este caso, hay que redefinir el término. Elestrés no es algo negativo que estamos condenados a sufrir. El ser humano ya no tiene que ser como una balsa que se deja sacudir en me- dio de un gran océano por las olas del estrés. Todo individuo puede do- minar su embarcacién. Se trata de la busqueda del dominio de la vida, del dominio del estrés, 0 sea, el dominio de la energia que produce el estrés. + Esta energia del estrés no es en absoluto una energia negativa, sino una energia que nace en situaciones vividas por los individuos y depen- de de ellas, esté regida por leyes como, por ejemplo, la ley del cambio. Muchas personas tienen problemas para adaptarse al cambio y, sin em- bargo, en muchos casos el cambio es una mejora, a no ser que uno se oponga a él. El estrés negativo es nuestra oposicién a las leyes de la vida. Tomemos el caso de la angustia. Ya se sabe que la produce una respuesta negativa del estrés, simplemente porque el individuo, en la- gar de ponerse en armonia con la energia que lo incita a un cambio, se opone a ella. Tanto si se trata de un cambio de caracter, de la vida fami- liar o del ritmo de'vida, esta oposicién genera angustia. En otro campo, cualquiera que no duerma lo suficiente corre el riesgo de sufrir estrés tarde 0 temprano y estar nervioso, simplemente porque no recupera la energia que deberia proporcionarle el suefio. De ser asi, es como si el indtviduo Ilevase la contraria a las leyes naturales y esto hace que se Sienta incémodo. El malestar consiste en estar estresado o distresado. Si esta persona se tomara tiempo para reflexionar 0 preguntarse y escu- chase a su Ser interior, sabria entonces que se puede ofr una vocecilla en el interior de uno mismo. Este es el objeto de un trabajo particular Que os proponemos en esta obra. Hemos hablado del estrés como de un desequilibrio y vencerlo es, Por tanto, reequilibrarse, 0 sea, reencontrar las bases que nos permiten descubrir y mantener el contacto con nuestro Ser interior mediante unos 18 El estrés y el descubrimiento de si mismo ejercicios. Cuando se desarrolla este contacto, es posible ponerse en armonia, por medio de la consciencia, con esta energfa inteligente, que es a que produce el estrés. Algunos la llamaran Energia Universal Co: mica, el Gran Arquitecto del Universo o la llamaran Dios. Lo que impor- ta es que todos aprendan a ponerse en armonia con esta energia de la vida que estd presente en nuestro entomno y dentro de nosotros. En nues- tro entorno, esté en todo el universo como una inteligencia, Es inteligi- ble si dedicamos algun tiempo a escucharla; pero nuestra vida actual leva un ritmo muy rapido, fuente de impaciencia y de insatisfacciones y no dedicamos un rato a pararnos, ni siquiera un minuto, para sumer- ginos dentro de nosotros mismos e intentar escuchar las respuestas a nuestras preguntas. Por esto tenemos un estrés negativo. Si se presenta aqui el estrés como se nos habla de él normalmente, entonces se puede decir que el estrés es el conjunto de los estados de desequilibrio a los que se enfrenta el individu. Puede ser una vejacién, una contrariedad, una incomprensiér, porque no se han dicho las pala- bras justas 0 no se es comprendido. Como consecuencia, la persona que lo sufre tiene pensamientos negativos, lo que llamaremos un envenena- miento de la mente. Este envenenamiento de la mente es muy activo: impide conciliar el suefio y dormir bien, obliga a drogarse con somnife- ros y tranquilizantes y uno se despierta por la mafiana cansado. Todo esto es lo que caracteriza el estrés. A fin de cuentas, es una tensién excesiva, un estado en el que uno se sobresalta con el menor ruido, con palpitaciones al minimo estimulo exterior. Ya no se puede llegar a eva- cuar una energia que esta dentro de uno, que, sin embargo, seria una energia positiva; pero est bloqueada porque precisamente este envene- namiento de la mente hace que se piensen cosas negativas. Entonces se es mas o menos pesimista y se tiende a discutir. Esto es lo que se llama distrés y a menudo se proyecta sobre los demas en vez de hacerlo sobre uno mismo. Se dice que se debe a influencias exteriores, al ritmo de vida, y se echa la culpa a la contaminacién. Es muy raro que las personas lleguen a decirse: «Soy yo quien esta equivocado y, en realidad, es que he comprendido mal algo». Los demas tienen sus razones y nosotros tenemos las nuestras, aunque no las com- prendamos. Si no dedicamos algiin tiempo a paramos, si no dedicamos El desequilibrio 19 algin tiempo a meditar, no podemos llegar a reequilibrarnos interior- mente, a reencontrar la fuente de esta energia que mana en nosotros y que produce buena salud. Nunca se tiene una salud perfecta, no se pue- de mantener el estado de equilibrio perfecto que seria la buena salud, simplemente porque existen todas estas condiciones que hacen sin ce- sar que nos dejemos desequilibrar. Bajo este punto de vista, el estrés es més bien algo negativo. La homeostasis moderna Vayamos al fondo del problema. ;Qué se entiende por estrés? Los diccionarios dan definiciones muy distintas de esta palabra y, ademas, el sentido de este término ha evolucionado segtin se ha tenido una idea mis adecuada de lo que representa. Para comprender lo que se entiende por estrés tenemos que recurrir al sentido inglés de la palabra, que se puede traducit como una fuerza, una tensién, Cuando se emplea para calificar los elementos naturales, hace pensar en la fuerza violenta. En esta definicién hay una nota de agresién, de tensién, de fuerza contraria y negativa. Asi, en fisica, por ejemplo, los ingenieros utilizan la palabra estrés para describir la capa- cidad de resistencia de un metal a las tensiones maximas a las que se somete. ; Bajo este aspecto aparece al principio el estrés en fisiologia. En 1936 el fisidlogo canadiense Hans SELYE lo utiliza por primera vez. Queria denominar asia la capacidad que tiene nuestro organismo para resistir a cualquier deformacién, cualquier desequilibrio. En realidad, sabemos, segiin Claude BERNARD, que el organismo se mantiene en un estado de equilibrio muy estricto. A esto se le llama homeostasis. La homeos- tasis es un estado de equilibrio de las distintas funciones vitales del Cuerpo. Dependiendo de su propio ciclo, todas estas funciones deben Mantenerse en equilibrio. En la sangre, la linfa, el sistema nervioso, hay Constantes cuyas minimas variaciones estén controladas por el sistema simpatico. Por otro lado, este sistema es también conocido como siste- ma neurovegetativo, porque controla la vida vegetativa, Ia vida basica 2 El estrés y el descubrimiento de sf mismo de nuestras células, la vida que nos acerca a las leyes naturales del mun- do vegetal y nos mantiene en buena armonia con el medio en que vivi- mos. Los cambios de temperatura exterior, las agresiones y las defor- maciones que podrian modificar este equilibrio sutil estén moderadas por este sistema que, segiin nuestras investigaciones, hay que relacio- nar con el Ser interior. ‘Al hablar de equilibrio se sobreentiende el estado de desequilibrio. ‘Asi nacié el concepto de estrés. En realidad, se puede deducir que, en los casos en que el cuerpo tiene que adaptarse a condiciones nuevas, tanto si Ie son favorables como si son adversas, tiene que hacer un es- fuerzo para mantener su equilibrio 0 recuperarlo si tiende a perderlo. Este esfuerzo depende de la intensidad del factor desequilibrante. Por tanto, este esfuerzo requiere una energia que para nosotros es positiva. Intentaremos definirla mejor. De las causas a los efectos La nocién de estrés es compleja: harian falta muchos términos para definirla perfectamente, porque a menudo se confunde la causa con los efectos. Se deberia decir entonces «factor estresante» u «opresivo» para definir las condiciones estresantes. En cuanto a los efectos, se deberia decir «la reacci6n al estrés» y no emplear el término estrés en su lugar, ya que esto es diferente de los agentes estresantes: la respuesta al estrés nno depende por fuerza de ellos, sino mas bien de nuestro estado de cons- ciencia interior, Es el esfuerzo de adaptacién y de supervivencia, que hace el organismo, y este esfuerzo depende también de nuestro estado mental y emocional. Dicho esto, nuestra definicién sigue siendo insuficiente, ya que nos limitamos a los aspectos exteriores. Si el estrés depende de las reacciones del organismo a las condiciones exteriores, hay que reco- nocer también que esta reaccién pertenece tanto a la consciencia ob- jetiva como al subconsciente. No podemos separar el estrés del con- junto del ser, cuerpo y alma, consciencia interior y consciencia exterior. Diremos entonces que el estrés es el conjunto de los factores Et desequilibrio 21 y de otros estimulos, tanto fisicos, como intelectuales, emocionales, psiquicos y espirituales, a los que se enfrenta el ser. El estrés engen- dra, pues, un conjunto de reacciones psicosomiticas. Esto se admite cada vez mas en nuestros dias. En cambio, lo que no se comprende es la causa primera, el origen del estrés, a pesar de que el conocimiento de sus fuentes es esencial Para la ciencia, el estrés es algo fisico-quimico y material. En nuestra concepcidn afirmamos que se trata esencialmente de una energia que Hamamos energia del estrés, porque en esta energia se encuentra la fuerza que, de su fuente, mana hacia nosotros pare producir unos efec- tos mas o menos favorables, segiin nuestro estado actual. Asi pues, no se trata de simples reacciones quimicas. Ahi se encuentra la solucién al problema que plantea el estrés dia a dia. Tiene su origen en el esla- bén que une nuestra consciencia con la fuerza universal y divina que hay en nosotros, tanto si 1a lamamos alma, consciencia divina o Ser interior. 1 origen del estrés En la definicién que os proponemos establecemos répidamente una diferencia cntrc la causa y los efectos del estrés, por una parte, y su origen, por otra: Si se admite que pueda existir por encima de la com- prensién del ser humano una inteligencia superior, cosa que la ciencia admite cada vez mas cualesquiera que sean las palabras empleadas para definir esta inteligencia superior, ;por qué no se admite entonces que pueda regir el estrés? Pensamos que lo que produce el distrés es la desarmonia entre esta fuerza universal que Ilamamos fuerza vital inteligente y la consciencia del individu. Hay una lazo simpatico constante entre esta consciencia, esta fuerza, esta energia superior y nuestra propia consciencia interior, a la que llamamos subconsciente. Este lazo se puede manifestar al escuchar una especie de voz interior. Esto no priva al hombre, por esta razén, de decidir su destino y mani- festar su libre albedrio. El hombre, por sus deseos y con su libre albe- rio, esté en condiciones de elegir entre cooperar y ponerse en armo- nia con esta fuerza o no hacerlo. El hombre, con sus acciones, sus El estrés y el descubrimiento de sf mismo pensamiento y sus decisiones, puede elegir entre seguir 0 no la voz de su consciencia. Esta voz interior no es mas que la manifestacién de esta fuerza vital positiva que nos protege y nos mantiene vivos. Por tanto debemos aprender a considerar el estrés a la luz de las inspira- ciones de esta voz interior. En este caso, el estrés puede convertirse en positive ya que engendra en nuestro cuerpo, mas veces de las que nos damos cuenta, unas reacciones de supervivencia y de defensa ante situaciones criticas a las que nos conduce nuestro desconocimiento de las leyes naturales. Todas las reacciones al estrés, sobre todo cuan- do son auténomas, inconscientes, involuntarias, estén dirigidas por esta consciencia superior que todos tenemos en lo mas profundo de nuestro ser. Tomemos el caso de los animales: ellos también tienen esta cons- ciencia directora. Puede que no tengan demasiada consciencia de ellos mismos ni un razonamiento suficiente que les permita evitar algunos peligros 0 mejorar sus condiciones de vida como ha sucedido con el ser humano; pero tienen ciertas facultades y, sobre todo, la intuicién, las percepciones ultrasensoriales y cierta forma de clarividencia. Estas fa- cultades son fruto de la puesta en practica de esta consciencia interior y, tanto en el animal como en el hombre, se da una especie de proteccién intima que se dispara al minimo obstaculo por la consciencia superior que hay en cada uno de nosotros. Pero lo que diferencia al hombre del animal es que el ser humano tiene la facultad de comprender, al nivel de su consciencia, las lecciones de la existencia y las del estrés; el animal puede evitar quemarse dos veces, pero no tiene idea de las causas que producen la quemadura, El hombre puede ir mas lejos, puede tratar de conocerse a sf mismo Cuando se habla de estrés, no se puede disociar el aspecto material de este aspecto espiritual. Hay que considerar al ser, cuando esté ante el estrés, en toda su globalidad: cuerpo fisico, cuerpo psiquico y alma- personalidad. Si se quiere tener en cuenta todos los elementos, no se pueden disociar estos distintos aspectos de la naturaleza de nuestro ser. La intuicién, el andlisis y el desarrollo de nuestro Ser interior son, por tanto, tan esenciales para el dominio del estrés como cualquier conoci- miento intelectual. El desequilibrio 23 una ley ternaria En nuestra definicién, el estrés es un ejemplo de ley que calificare- mos de ternaria, Esta hace que entren en juego tres condiciones: La primera de estas condiciones es la fuerza, que es el motor del universo, una fuerza que esté calificada como fuerza vital del univer- so. Esta fuerza es la que, como veremos, regula el subconsciente y la vida en la Tierra. Es impersonal. No podemos modularla en un sentido egoista. La segunda de estas condiciones es Ia percepcidn de nuestra cons- ciencia intelectual o emocional ante los acontecimientos y las condicio- nes que esta fuerza vital ha engendrado alrededor de nosotros. Los erro- res que podemos cometer debido a nuestra ignorancia crean causas que engendran efectos que, a su vez, influirin en nuestra consciencia. Ante estos acontecimientos, nuestra actitud puede ser positiva, si decidimos cooperar con la naturaleza y la fuerza vital; negativa, si nos oponemos consciente o inconscientemente a esta fuerza, o indiferente, si nos man- tenemos en un estado de reposo. La tercera condicion es fruto de la unién de las dos anteriores: es la reaccién. Se trata entonces de un eusirés, si la reaccién es positiva, si nos adaptamos al cambio, lo que se manifiesta mediante una sensacién de bienestar, de superacién, de entusiasmo, o bien se trata de un distrés si la reaccién es negativa, si lleva a la desdicha, a la depresién, al peli- gro moral y fisico y, por ultimo, a la enfermedad. Finalmente, si no hay reaccién, se hablaré de astrés 0 neustrés si el efecto es neutro y no con- duce a una consecuencia notable Para definir el estrés necesitamos comparar las tres consecuencias diferentes propias de estos tres estados, que son el distrés, el eustrés y el neustrés. Empezaremos por el aspecto negativo, distrés, ya que es el tinico que se conoce de verdad. Este estado es muy desagradable, doloroso y 24 El estrés y el descubrimiento de sf mismo. dificil de soportar, Llega a manifestarse con dolores fisicos, sensaciones de opresién y de insuficiencia respiratoria, cardiaca o digestiva. Estos dolores, estas opresiones no suelen tener al principio ninguna causa ana- t6mica ni estén generadas por lesiones orgdnicas y no son més que se~ ales de alerta. Dan a entender que muestro ser tiene dificultades, inclu- so la imposibilidad de resolver un problema y, por tanto, de encontrar la paz interior. Este distrés es la consecuencia de la discordancia entre la consciencia y la energia vital de la consciencia césmica. Esta discordan- cia puede ser fruto de un acto negative cometido contra otro o de una mala costumbre, o incluso de una situacién de conflicto. Este estrés, aunque se haya sentido de forma negativa, puede resultar positivo si se considera como un aviso. Puede ser titil si incita a la persona a sumer- girse en su interior para buscar lo que no funciona, oir a su consciencia que le ensefia las causas de sus exrures y (omar las decisiones que ésta le impone. Este distrés puede transformarse en positivo. EI segundo estrés es el que llamamos eustrés, reaccién benéfica, euforizante y agradable, de tipo ténico, constructiva, luminosa y fecun- da, Este estado puede manifestarse espontineamente cuando realiza- ‘mos buenas acciones o incluso puede seguir a la reaccién de distrés, si éste es vencido con e! dominio interior. El eustrés es el signo de una rearmonizacién y de un reequilibrio. Esta marcado por una sensacién euforica secundaria a las secreciones de las hormonas endorfinas. Ge- nera una sensacién de misién cumplida y satisfaccién. Puede llevar a realizaciones materiales milagrosas, a tener éxito incluso en condicio- nes desfavorables o a manifestar rasgos de genio creativo. Finalmente, el tercer estrés es el que llamamos estado de astrés 0 neustrés, es un estado neutro de serenidad, de comunién y de contem- placién. Es un estado de reposo y de economia. Por lo general se mani- fiesta de forma espontinea a quien lo busca, por ejemplo, gracias a la meditacién, y permite ponerse en contacto con la consciencia y la luz divina que hay en nosotros. Este estado representa la incorporacién cons- ciente de la Fuerza Vital que reequilibra el ser en todos los planos y regenera cada célula del cuerpo. Despierta las facultades intuitivas, de- sartolla las capacidades de memorizacién, de descubrimiento, de in- vencién y de creacién artistica. el desequilibrio 25 Es dificil trazar un limite entre estos estados, ya que nuestra cons- ciencia oscila muy a menudo, automédticamente, entre el distrés y el eustrés: el tinico estado que se deberia intentar alcanzar conscientemente es el estado del astrés o neustrés. En realidad, este estado es la realidad en nosotros y a menudo se encuentra en el estado de astrés la respuesta que permite pasar del distrés al eustrés; en la meditacién es donde se encuentra la respuesta que permite utilizar y dominar la energia del estrés. Por este estado llegamos a descubrir la naturaleza de nuestro ser, con lo que hacemos que crezca el vinculo que nos une con el resto del universo segiin sus leyes natureles. La antigua nocion de karma No se puede avanzar en el descubrimiento del estrés sin afiadirle un elemento complementario de orden filoséfico. Se trata de establecer el Jazo que existe entre el estrés y la vieja nocién del karma, Para nuestros lectores que no sepan lo que es el karma, queremos, antes de nada, dar aqui algunas nociones: el karma est formado por las diversas situacio- nes que debe afrontar el individuo, lo que hace pensar inmediatamente en elestrés. La ley del karma justifica estas condiciones al explicar que es el mismo individuo el que provoca las circunstancias de su vida ac- tual por su actitud anterior. Por actitud anterior queremos decir que son a la vez los actos y los pensamientos los que preparan la materializa- cién del karma futuro. Para de‘inirlo se emplea también el término de ley de compensacién. En este sentido, para los misticos, el karma no depende del azar. En el pasado de cada persona hay una causa que lo produce, mientras que, en el estrés, se podria llegar a pensar que no tiene ninguna causa, {Por qué no pensar entonces que el estrés sea la consecuencia del karma? Si teflexionamos un poco, se puede entender que no se produce el estrés sin causa. El mecanismo del estrés, tal como lo hemos descrito, es una prueba. Es facil comprender cémo puede estar condicionado el estrés por un modo de pensar y de actuar; por ejemplo, alguien que se ha criado con miedo a la oscuridad desde su mas tierng infancia y se le ha hecho creer que hay fantasmas o seres malig Se manifiestan 26 El estrés y el descubrimiento de si mismo en la oscuridad, tendra siempre una especie de panico a la oscuridad que hard que tenga miedo o se ponga nervioso o estresado si alguna vez tiene a atravesar un bosque de noche. Por tanto, se admite que la causa del estrés pueda ser nuestra actitud mental. Por el contrario, es mas dificil creer que nuestros actos de otros tiempos puedan generar estados estresantes. Sin embargo, habria que integrar esta nocién en el estrés. Seria interesante hablar de enfermedades de estrés como se ha hablado en las tradiciones filosdficas de las enfermedades karmicas. Estas en- fermedades se explican por nuestro modo de vida cuando violamos leyes naturales y por nuestro modo de pensar, asi como por nuestras costumbres alimenticias. Entonces habria que intentar empezar a reconsiderar el estrés a la luz de esta filosofia del karma. Como acabamos de decir, es nuestra actitud mental y espiritual la que crea nuestro karma, pero el karma no es un castigo ni una ley nega- iva; en realidad existen karmas benéficos o positivos del mismo modo que hay karmas dolorosos o negativos. Generalmente el karma que nos preparamos aparece en el momento preciso en que estamos dispuestos a asumirlo y comprenderlo, aunque no tengamos siempre consciencia objetiva de él. A menudo sabemos intuitivamente que por nuestra con- ducta, tarde 0 temprano, llegaremos a provocar situaciones que se ma~ nifestarin en el futuro; estas situaciones, si son desagradables, pueden generar distreses o eustreses, dependiendo de nuestra actitud ante los errores del pasado que tienen efectos en el presente. En realidad, deberfamos ser capaces de reconocer en el estrés la mo- lestia como manifestacién tangible del karma, Esto podria ayudar a com- prender mejor las causas de algunas enfermedades. Si tomamos como ejemplo a las personas que se sienten incémodas en su cuerpo, que su- fren desequilibrios psicosomaticos, como colitis, asma, palpitaciones, problemas endocrinos, veremos que estas personas tendran que consul- tar un psicdlogo o hacer lo que se llama un andlisis. Algunas, como en ctros tiempos, se confiarian a un confesor. En realidad estas personas conseguirfan sin duda encontrar con valentia los errores que produjeron su karma y su distrés, si conociesen mejor los lazos que rigen estrés y karma, en vez de que otro les dé la solucién o resuelva los problemas por ellas. Puede tratarse, por ejemplo, de un problema familiar que se E! desequilibrio 27 repite a las horas de Ia comida 0 también de preocupaciones que nos asaltan a la hora de dormir. Tomad el caso de la supersticién, que consiste en pensar que se est enfermo porque alguien os ha hecho mal de ojo. Para estas personas, el simple hecho de dormir por la noche pensando en ello basta para enve- nenarse mentalmente. Esto se convierte entonces en una realidad, por- que Ia angustia llega al subconsciente y crea un malestar cada vez mas constante que, con la repeticién de estimulos angustiosos, perturba las glindulas suprarrenales y termina por lesionar algunos centros nervio- sos superiores, sobre todo el sistema limbico que es el centro de discri- minacién de la verdad. Hay ejemplos, como el de un empresario que pensaba que tenia un cdncer y cuya tasa sanguinea de corticoides, la hormona del estrés segregada por la glandula suprarrenal, era siempre excesiva. Esta intoxicaci6n crénica de la mente acabé por llevarlo a un intento de suicidio, Esta historia no nos dice que la causa de sus preocu- paciones estaba en su trabajo, porque habia cometido grandes injusti- cias en su profesién, llegando a acusar sin raz6n a algunos socios para ocupar su puesto en la empresa. Esto no es una novedad. Todos los que estin familiarizados con la nocién del karma saben que es muy negativo acusar a los demas en vez de buscar en uno mismo las causas del karma y del estrés. En nuestros dias apenas se habla del karma y, por el contrario, se habla de estrés y de condiciones sociales estresantes: los términos han cambiado, pero el resultado es el mismo. Hay que volver al karma. Hemos dicho que hay tantas condiciones negativas como positivas. No hablamos del karma que estamos prepa- rados a asumir para nuestro progreso y que nos obliga a la superacién. Queremos hablar, sobre todo, del karma que es verdaderamente positi- Vo, de esa energia que llena el corazén de alegria y conduce el alma a os espacios de la luz, de la paz y del Amor universal. Este es el efecto del karma positive. Puede ser inmediato cuando, por ejemplo, llega- mos a dominar un estado discordante que nos rodea o esta dentro de Nosotros. Por ejemplo, cuando se puede descubrir un error de nuestro caracter y, poco a poco, con fuerza de voluntad, !legamos a superarlo, 28 El estrés y el descubrimiento de sf mismo cada etapa recorrida para mejorar un hébito negativo es un karma po- sitivo que da mas felicidad que el simple hecho de dejarse llevar por las malas tendencias de la naturaleza humana. Si aceptamos esta com- paracién entre el estrés y el karma, podremos decir que el estrés es, pues, la fuerza positiva que conduce al hombre a tener la experiencia inefable de la presencia Divina en él, lo que, poco a poco, le ensefia a respetar los decretos de su consciencia. Capitulo 1! La energia consciente Estres, poder de vida Veamos ahora con mayor detalle cémo el estrés puede ser la mani- festacién del poderde la vida. Esta afirmacién puede parecer sorprenden- te, En realidad, todavia resulta dificil concebir que la consciencia y los pensamientos puedan asimilarse a una energia, una fuerza creadora elec- trénica. Es poco probable que se acepte la idea de que hay una fuerza universal de naturaleza inteligente. Sin embargo, cualquiera puede com- probar que el estrés es un tipo de energia que acumula toda una gama de fuerzas vibratorias, tanto si se trata de ruidos estresantes, de choques fisicos, de variaciones fuertes de temperatura o incluso de estrés quimi- co. Todo eso est relacionado con unas fuerzas que estan en movimiento, aunque s6lo sean las que tienen como consecuencia el desplazamiento de los elementos, que entran en nuestro organismo y se dispersan como gér- menes que se deslizan entre los tejidos y se adhieren a nuestras células. Lo que es dificil admitir es que también los pensamientos puedan hacer lo mismo; pero el estrés engendra percepciones en los distintos planos dela consciencia de nuestro ser. Lo que hay que llegar a compren- der es cémo, mientras estamos influidos por la fuerza del universo, se crean en nuestro cerebro percepciones sensoriales y cémo nuestro siste- ma simpatico, soporte de nuestro subconsciente, puede responder a estos estimulos inteligentes que lo penetran. Eso hace que nos preguntemos cual es la fuente de la eleccién, del libre albedrio y cual es la naturaleza 30 _Elestrés y el descubrimiento de si mismo de nuestros estados de consciencia y de las diferentes percepciones que nacen en nuestro cerebro. Es lo que vamos a intentar ver en detalle. Segiin lo que hagamos, los pensamientos inducidos por estas fuer- zas crean, en realidad, en nosotros sensaciones y emociones negativas 0 positivas y después, segiin el caso, estados naturales favorables o desfa- vorables. Hay que reconocer que muy a menudo es nuestro estado men- tal el que condiciona las consecuencias materiales de nuestros actos. Es asi porque la energia que da el estrés es la esencia del movimiento uni- versal y la esencia de la vida que dirige toda la creaci6n. Segiin se oponga uno a ella o, por el contrario, se ponga en armonia con su origen, el estrés aparece unas veces como un reajuste, una re- adaptacién, y otras, como una ayuda y un estimulo. La sensacién que se siente en el estrés se convierte en distrés, angustia o desagrado si nos encontramos en desacuerdo con las leyes naturales y si nos oponemos al movimiento de la fuerza vital del universo, una fuerza considerada como inteligente. Esto es tan cierto en un plano fisico como en el plano de los pensamiento y en el de las emociones espirituales. Cuando se quiere trazar una linea recta sin regla, nuestro cerebro nos dicta cémo tenemos que modificar el movimiento del brazo. La ‘energia o la fuerza de la vida tiende siempre a influir en nosotros de esta manera y esto se traduce en emociones positivas 0 negativas, pensa- mientos agradables o desagradables, dependiendo de si nuestra vida esta hecha de integridad o discordancia, Lo que cuenta no es el estrés en si mismo ni tampoco cémo lo tomamos, sino més bien las consecuencias que nos produce en el momento presente para mejorar nuestra vida fu- tura, Son las decisiones que entrafia. En este sentido, la energia vital es el motor del estrés y éste es la respuesta a la ley del cambio. Es nuestra ignorancia de las leyes naturales la que lo hace intolerable y negativo. La fuerza vital - eustrés y distrés. Para hablar de los efectos del estrés, tanto positivos como negativos, hay que describir la fuerza vital consciente que est en juego. Laenergiaconsciente Como ya hemos dicho, el distrés leva al desequilibrio y a la enfer- medad, al suftimiento y al dolor. El eustrés, por el contrario, es un esti- mulo que obliga al cambio, a la mejora de la salud, y refuerza la energia vital que hay en nosotros, la felicidad y el equilibrio, a condicién de que una fase de neustrés o de astrés pueda seguir al estimulo que lleva con- sigo. El neustrés es algo parecido al descanso después del esfuuerzo fisi- co. Todo eso corresponde a los efectos que tiene la fuerza vital sobre nuestros pensamientos y nuestras emociones. Analicemos en primer lugar lo que ocurre en el eustrés, 0 estrés po- sitivo. Vemos que entran en juego funciones neurovegetativas por esti- mulacién del sistema ortosimpatico. Esta parte del sistema nervioso es auténoma, involuntaria, dirigida por nuestro subconsciente o Ser inte~ rior. Est encargada de canalizar la energia vital que mantiene la vida en partes aisladas del cuerpo o en todo a la vez. Todo el dominio consis- te en conocer y sentir esta energia vital en nosotros para cooperar con ella, buscar su origen, permitirle expresarse mejor a través de nosotros y en todo nuestro ser. Cuando nuestro cuerpo pide ayuda en un estrés, esta energia se moviliza de un modo inteligente par reforzar Ia funcién de nuestros érganos, aumentar nuestras facultades fisicas, mentales, emocionales y psiquicas. Es la fuerza vital que, en un instante, inunda todo nuestro ser, todo nuestro cuerpo y nos lleva a la curacién. Esta energiarecorre nuestro cuerpo por medio del sistema simpitico y los capilares. Lo que dirige su recorrido es una especie de voluntad interior mas cercana a nuestras emociones y nuestra psiquis que al sim- ple intelecto. La ciencia ha demostrado que, en un estrés positivo de defensa o de reaccién a una agresién, el organismo esta protegido de esta manera: las pupilas se dilatan como para ayudar a la luz a entrar mejor y las glindulas sudoriparas de la frente y de las manos entran en funcionamiento. Se sabe que esto puede favorecer la captacién de los Objetos y reftesca la extremidad cefélica, también sobrecalentada por la acumulacién de sangre y la dilatacién de los capilares del cerebro. El corazén, los mitsculos y el cerebro tienen sus capilares que se dilatan, mientras que los de la piel se contraen. De este modo, la masa de sangre y la energia vital se distribuyen de la piel hacia los érganos nobles. El corazén y la respiracién se aceleran, los bronquios se dilatan como para 32 trés y el descubrimiento de si mismo aumentar la afluencia de energia respiratoria. Todas las funciones di- gestivas se ralentizan, por lo que toda la energia necesaria para la com- bustion digestiva de los alimentos se desvia hacia los érganos de la reacci6n al estrés. Otras veces el organismo necesita defenderse en situaciones que podrian desequilibrar la homeostasis del cuerpo. La homeostasis del cuerpo es la capacidad que tiene nuestro organismo para conservar un equilibrio, una temperatura y unos ritmos constantes, cualesquiera que sean las condiciones exteriores. El sistema simpatico sirve una vez mas como protector. Por ejemplo, cuando estamos expuestos al frio, los ca- pilares de la piel se dilatan y se eriza el vello. De este modo el cuerpo conserva su calor interno y pierde menos energia calérica por conveccién en la piel. Estos ejemplos manifiestan eustrés protector del estado fisi- co. Sucede lo mismo en el ambito psiquico y podemos imaginar unos periodos de economia psiquica y unos periodos de exaltacién de nues- tro Ser interior. Por el contrario, en el distrés los pensamientos o las emociones crean un desorden de la circulacién de la fuerza vital en nuestro cuerpo y en el sistema simpatico. Hay distrés cada vez que nuestra imaginacién, nues- tras ideas erréneas y nuestra ignorancia nos dan una falsa alarma, cada vez que estamos frustrados 0 insatisfechos, que empleamos mal nuestra sensibilidad y alteramos los valores o nos damos voluntariamente a fal- sas interpretaciones de nuestro Ser. Cada vez que los pensamientos, que son fuerzas activas, pueden oponerse de este modo a la consciencia vital que hay en nosotros, crean en el sistema simpatico, que ampara esta fuerza vital, unas disonancias parecidas a las perturbaciones de la superficie de un lago. Los pensamientos y el subconsciente Lo més triste es la influencia que pueden tener algunos pensamientos en nuestro subconsciente. El subconsciente es capaz de incorporar un cii- mulo de sensaciones, sentimientos y emociones; pero, en principio, slo conserva las ideas més elevadas, las que pueden servir para el desarrollo La energia consciente 33 de nuestra alma. Todo los demas vuelve a la consciencia inferior, inte- lectual, amplidndose, lo que crea ideas fijas desagradables. Este aprisionamiento de los pensamientos negativos que han descendido a la consciencia produce su efecto nefasto en el sistema nervioso y, en mayor o menor grado, influye en las funciones vitales, desequilibrandolas. {Cuantas veces habéis observado que se puede dar una orden, buena o mala, al Ser interior? {Cudntas veces al dia transmitimos ideas a nues- tro Ser? {Cudntas de estas ideas, de estas érdenes, penetran en nuestro subconsciente? Si pudiésemos contemplar nuestro subconsciente, ve- riamos tantas malas hierbas y malas semillas como flores o arboles cu- biertos de frutas. Por esto, es muy importante tener cuidado con la cali- dad de nuestros pensamientos, de nuestras aspiraciones y deseos, porque nuestros deseos son otras tantas semillas para el subconsciente y su inconsistencia representa otros tantos lugares que se dejan yermos 0 lenos de cizafia en el campo del subconsciente. La energia de la fuerza vital tiene la facultad de obligar al organismo a dar un cambio brusco para que se adapte a unas nuevas condiciones manteniendo su equilibrio interno. Muy a menudo, pueden nacer ten- siones y traducirse en distrés, porque hemos dejado penetrar en nuestro subconsciente pensamientos que no estdn de acuerdo con nuestra ética interior. El subconsciente no puede eliminarlas y esto produce un re- ajuste necesario que se traduce en tensiones que hay que resolver. En realidad, este tipo de reacciones son permanentes, son la expresin de Ja vida y aspiran a reequilibrar sin cesar nuestro cuerpo fisico y nuestra consciencia con los ciclos césmicos. No siempre tenemos consciencia de ello ni necesidad de intervenir con el pensamiento en este proceso. Pero estos ciclos existen y nuestro cuerpo esta en el interior unido a todos los ciclos del universo. Neustrés y armonia Nuestro Ser interior, por su armonia con la inteligencia césmica, se organiza mediante un fenémeno de dsmosis o sincronia con el univer So y las formas naturales. Por poner un ejemplo, se puede comparar 34 El estrés y el descubrimiento de sf mismo nuestro Ser con un péndulo. El péndulo es sensible tanto a los movi- mientos de rotacién de la Tierra como a la influencia de las corrientes de aire 0 a otras presiones que se ejercen sobre él, Pero, a fin de cuentas, conserva siempre el recuerdo de Ia fuente que ha producido su movi- miento y sélo tiene que dejarse rearmonizar con este corazén del uni- verso para balancearse a su mismo ritmo. Todos nuestros érganos pal- pitan de este modo en armonia con los ciclos cadenciales del universo. Del mismo modo, nuestra consciencia debe reencontrar la fuente que le ha dado Ia vida, el corazén latente del Amor del universo césmico. Los periodos de neustrés son los periodos en los que dejamos que nuestro Ser interior recupere la direccién completa de estos ritmos vita- les en cada uno de nuestros érganos. A continuacién veremos, gracias a un tipo concreto de respiracién, que es posible dejar que la consciencia interior se sumerja en nuestro intelecto y restablezca la vida y la salud en nuestro cuerpo, Los suefios La mayoria de las personas Ilegan a eliminar bastantes pensamien- tos desagradables mediante el fendmeno de los suefios. Los suefios son para el organismo un modos de dejar pasar el hilo de las percepciones sensoriales desagradables y eliminarlas antes de que leguen al sub- consciente. Es como si nuestro Ser hiciera una selecci6n, repasara en un video en lectura répida todas las cintas grabadas durante el dia para preparar una nueva cinta virgen lista para registrar nuestros pensamien- tos, nuestras palabras y nuestras acciones para un nuevo dia. Nadie pue- de decir qué es lo que se va a borrar ni lo que se va a dejar grabado ni lo que, por error de juicio o de nuestros deseos ilicitos, seré la causa de un futuro desorden psicosomético, de un karma y de un estrés. Todo lo que hay que hacer es conservar el maximo posible de pensamientos positi- vos, porque éstos son los que marcan la diferencia que hay entre el estrés que se convertird en un distrés y el que acabard siendo un eustrés. Sélo los buenos pensamientos son los que hacen que la fuerza vital penetre en nosotros y mantenga la vida consciente en armonia con el universo. La energia consciente 35 La actitud que adoptan la mayoria de las personas ante el esirés es similar a la del jinete que, por miedo o falta de confianza en si mismo, frena el caballo cuando se acerca a un obstaculo. Como consecuencia, el caballo se retira y el jinete vuela por encima del obstaculo. Si el caballo se limita a rodear el obstaculo, el jinete piensa que ha perdido el tiempo y sabe que tiene que dar media vuelta para entrar otra vez. La mejor tctica que se puede adoptar es dominar el animal que hay en nosotros y lanzarse con decisién y con confianza mirando al otro lado del obstaculo, Cuando un jinete piensa en la energia que tendré que gastar para superar los obstdculos, intenta visualizar cada uno de los setos o bien se contenta con reagrupar todos los setos en uno solo como linico obstaculo a superar. Cuando nos asaltan los problemas, tenemos que reagruparlos y ordenarlos todos juntos con confianza en nosotros, volviendo hacia el interior de nosotros mismos para encomendarlos a nuestro Ser interior, pidiendo que circunstancias mejores nos permitan comprender mejor las causas de los obstaculos que tenemos que superar. En general, ante un obstaculo es donde se hace uno la pregunta del porqué. Cuando hemos descubierto la causa, el estrés deja de ser lo que era, se desvanece mientras dejamos que mane en nosotros Ia energia vital y aceptamos el cambio. Muchas respuestas al estrés se encuentran en la resolucién de conflictos interiores, simplemente al aceptar cam- biar nuestro cardcter, para ser mejores de lo que éramos antes de que nos Hlegase el estiés. Solu conseguiremus el éxito cuando nuestras ac- ciones y pensamientos futuros estén a la altura de las decisiones positi vas que estamos dispuetos a tomar. Capitulo Il El estrés en el cerebro Las investigaciones cientificas realizadas en neurologia permiten hoy comprender mejor el funcionamiento del cerebro y la manera en que el alma y la consciencia del ser utilizan el cuerpo fisico y especialmente Jos hemisferios cerebrales, para cumplir con el objetivo césmico de la encarnacién. De esta manera, se ha demostrado con diversos experi- mentos que los hemisferios cerebrales no s6lo son la sede de nuestras percepciones sensoriales objetivas y de nuestros actos voluntarios, sino gue también albergan unas zonas de proteccién de las sensaciones y las percepciones emocionales. sf es como se han censado muchas zonas del cerebro. Estan situa- das en los dos hemisferios. Lo que puede parecer importante es el he- cho de que el hemisferio izquierdo del cerebro alberga las sensaciones emocionales que se pueden calificar como positivas, como por ejemplo la compasién, la alegria, el Amor, la serenidad, la aspiracién mistica, etc. Las zonas correspondientes al hemisferio derecho, por el contrario, corresponden a las emociones contrarias Hamadas negativas, como la célera, el odio, los celos, el instinto de destruccién, etc. Gracias a la observacién de las personas que habian suftido una des- truccién accidental de estas zonas, los investigadores han podido des- cubrir que estas destrucciones conducian al desarrollo de las tendencias emocionales predominantes del lado opuesto al de la lesién. Ademds, la estimulacién de ciertas zonas en el animal, lo mismo que en el hombre, El estrés en el cerebro 37 conllevaba la aparicién de unas emociones que traducian la actividad de estas zonas positivas, a la izquierda, o negativas, a la derecha. La lesidn de unas zonas correspondientes a estas sensaciones y per- cepciones emocionales puede inducir, por tanto, el desarrollo de ten- dencias opuestas. De este modo, una lesién del hemisferio derecho pue- de favorecer el desarrollo de las emociones positivas que son las predominantes en el hemisferio izquierdo. Por el contratio, si se lesiona una parte del hemisferio izquierdo correspondiente, por ejemplo, el sen- timiento de alegria, el individuo reacciona con una tristeza permanente. Parece, pues, que hay en la corteza cerebral tantas potencialidades posi- tivas como negativas: unas estén concentradas en el hemisferio izquier- do y otras, en el derecho. 21 individuo puede asf elegir sus sentimientos y reprimir 0 potenciar los aspectos positivos 0 negativos de las emociones. Se puede explicar Ja importancia, no del estrés en si, sino de las reacciones emocionales engendradas por él. Sin embargo, en contra de la opinion de los investi- gadores en este campo, no se puede afirmar que todo esto signifique que el origen de nuestras emociones se encuentra en el cerebro, Sélo se pue- de decir que los hemisferios cerebrales son la proyeccién de estas per- cepciones y que, dependiendo de los casos, se decide la respuesta cons- ciente a estas percepciones, tanto en el Ser interior (el hemisferio cerebral del andlisis y del razonamiento deductivo), como en el cerebro interior cuyo funcionamiento ha sido demostrado por otras investigaciones. Estas otras investigaciones de estimulaciones limitadas en el cere- bro han permitido descubrir también la existencia de circuitos que se ponen en funcionamiento cuando hay estrés. Estos circuitos avanzan por el interior del cerebro profundo formado por el hipocampo, las amig- dalas y el hipotélamo. Se puede considerar a este iltimo como el cerebro interior correspondiente al sistema neurovegetativo. Por tanto es el cen- tro de la consciencia del Ser interior. El hipocampo y las amigdalas son, de por si, una zonas de interconexién muy importantes que retinen a la vez el hipotélamo, el micleo cerebro-espinal y la epifisis. Los misticos consideran que la epifisis y el plexo correspondiente, denominado plexo epifisariv, estan en relacién con el alma. Estos circuitos internos de 38 El estrés y el descubrimiento de si mismo conductos nerviosos unen Jos hemisferios con el tronco cerebral y Ta médula espinal atravesando el cerebro profundo, o cerebro interior, la- mado hipocampo. Las emociones que han inducido una percepcién son analizadas y comparadas con los valores que ya utiliza el Ser intetior como partida. Se puede considerar que la zona de crecimiento del hipocampo es Ja zona en la que se determina la nocién de verdadero, de verdad, de bien y de mal y el andlisis que puede hacer nuestra consciencia de las nociones que conoce el Ser interior para ser verdaderas, gracias a los contactos, a través de la epifisis, con el alma y lo césmico. Volviendo a los circuitos que atraviesan esta zona, estimulos con electrodos tan- to en el animal como en el kombre, durante algunas intervenciones quirirgicas, han demostrado que los mismos circuitos podian inducir sensaciones y reacciones opuestas durante el estrés. De este modo se contabilizan en la actualidad cuatro grandes citcuitos: el circuito del miedo y la defensa, el del deseo y las pasiones, el del peligro, de la confianza o del valor. Todos estos circuitos siguen, mas 0 menos, las mismas vias que les hacen traspasar las zonas del hipocampo y del hipotélamo y terminan en las zonas reticuladas del sistema simpatico. Si estos circuitos estan bajo la influencia de las zonas del hemisferio cerebral izquierdo, son positivos; pero, si estan regidos por las zonas del hemisferio derecho, entonces son negativos. Asi, el mismo estrés puede inducir a la puesta en funcionamiento de un circuito con ten- dencia negativa, como el miedo y la angustia, 0 positiva, como la reaccién de defensa y superacién. Tomemos, por ejemplo, el circuito de los deseos. Este circuito hace que la consciencia aspire a una biisqueda para obtener la satisfaccién de una necesidad 0 un deseo mas o menos elevado. El deseo se encuentra en los hemisferios. El circuito intenta satisfacerlo. Dependiendo del ori- gen de los impulsos emotivos, unas veces los deseos serén pasiones por los apetitos fisicos nacidos en el hemisferio derecho, y otras los deseos serdn aspiraciones elevadas que nacen en el izquierdo. Cualquiera que sea su origen, el circuito reflejo est sometido al discernimiento del Ser interior en la zona del hipocampo, que se comporta como un guardién del Ser: es una proteccién. estrés en el cerebro 39 Otro circuito es el de Ia prudencia o de la célera y otto, el del peli- gro, de la desesperacién o de Ia esperanza. El ser puede, gracias a eso y de modo voluntario, elegir los sentimientes, experimentarlos y mani- festarlos como respuesta a los estrés y a los estimulos grabados por su Ser interior. En otras palabras, la consciencia del Ser interior puede producir a nivel consciente impresiones que calificamos de emotivas 0 de sentimientos emotivos. Por tanto, tenemos que elegir constantemente entre las emociones positivas y las negativas. En otras palabras, podemos modular y modi- ficar la naturaleza de las emociones que se nos oftecen y utilizar las buenas o las malas. En este sentido, debemos elegir entre los dos aspec- tos de la naturaleza humana, el positivo o el negativo, siendo el grado de evolucién del cardcter el que determina la decision que tomamos de dejar que se expresen en nosotros las emociones y las percepciones emotivas mas elevadas. {Qué sucede cuando se transmite la emocién al cerebro interior? Se ha demostrado que los circuitos de que hemos hablado atraviesan el sistema hipotalémico. El hipotélamo es el centro del sistema gran sim- pitico, Dependiendo de la naturaleza del circuito emocional, se crearin diversos estados en todo el cuerpo. Si las emociones son de una natura- leza que crea en nosotros una Paz Profunds, estimulan las funcioges del parasimpatico, lo que crea.una economia ce todas las funciones princi- pales, el corazén late mas despacio, la respiracién disminuye, igual que las tensiones musculares, y la digestién se ve favorecida, Por el contra- rio, las emociones que llevan a los deseos y las pasiones hacen que intervenga el sistema gran simpatico, el corazon y la respiraci6n se ace- leran, el individuo esta listo para responder a los estimulos del mundo exterior, pero esto consume energia vital. En determinadas circunstancias, como aquellas en las que se estimula cl citcuito del peligro, la depresién y la tristeza, el hipotalamo, la hip6fi- sis y las suprarrenales ponen en juego unas secreciones hormonales. Esto crea un desequilibrio interno profundo y prolongado que es muy dificil de restablecer. Conduce al insomnio, la hipertensién o a enferme- dades de agotamiento. Dependiendo de la importancia de la sensacién y 40 El estrés y el descubrimiento de sf mismo la emocién negativa, el sistema permitiré inducir una simple reaccién del sistema ortosimpatico que se conoce como respuesta inmediata al estrés. Esta respuesta pone en funcionamiento a todos los receptores del sistema simpatico a la vez de una manera brutal y breve, que condu- ce a una aceleracién del ritmo cardiaco y respiratorio y a una constric- cidn de los pequefios vasos periféricos, para permitir que la sangre aflu- ya hacia los misculos y érganos nobles, a una dilatacién de la pupila y a [a aparicién de sudor en las palmas de las manos y la frente. No se puede decir si el conjunto de los circuitos descubiertos y cen- sados recientemente conducen todos en realidad al mismo resultado. Lo que si se puede asegurar es, por ejemplo, que los circuitos de la célera con rencor, en vez de provocar reacciones exclusivas del sistema ortosimpético, llegan a determinar también el segundo tipo de reaccién, conocido como la reaccién de adaptacién que pone en juego la hipofisis y las glindulas suprarrenales. Esta reaccién es mucho mas progresiva y de naturaleza continua, De este modo, las reacciones pueden continuar y perpetuarse mucho después del episodio inicial. Entre estas reaccio- hes, consecuencia de la secrecién de corticoides por las glindulas su- prartenales, se puede citar, concretamente, la degradacién de las protef- nas del sistema inmunolégico, de los miisculos, de los huesos y de los vasos sanguineos. Esto crea una disminucién de la masa ésea, con ten- dencia a la desmineralizacién, y lesiones vascalares de los pequefios capilares, que tienden a reventar por insuficiencia capilar. Entre los demas problemas, hay una elevacién de la tensién arterial, un aumento de peso por incremento del aporte calérico unido a la degra- dacién de las proteinas y, sobre todo, un descenso de las defensas inmu- nitarias. En general, se puede considerar que la respuesta al estrés de naturaleza negativa, o sea, la que hace que intervenga el hemisferio cere- bral derecho y los circuitos que acabamos de describir, conllevard un des- equilibrio interno del organismo, lo que producira una respuesta inade- cuada que lo debilita ante las infecciones. A pesar de todo, el estrés no es siempre algo negativo y la induccién de nuestras emociones puede ser también favorable. Esto es lo que ocurre cuando el individuo esta some- tido durante demasiado tiempo a influencias de un punto de conscien- cia estrictamente objetivo y subjetivo. Cuando, por ejemplo, el cerebro El estrés en el cerebro 4 y la consciencia sélo trabajan en el plano objetivo, sélo serdn requeri- das las zonas cerebro-espinales de los hemisferios por las sensaciones sensoriales e, igualmente, por las funciones internas subjetivas. Un estrés que aparece en estas condiciones puede restablecer la unién entre el cerebro interior y el cerebro exterior por la llamada emocional al Ser interior. Si el individuo esté preparado con la meditacién para la comunién con el Ser interior, éste puede entonces, en el hipotaiamo, dar una respuesta favorable al estrés que hard que funcionen las partes periféricas del cerebro izquierdo. En estas condiciones pueden activar- se los circuitos de defensa, los circuitos de superacién 0 lo circuitos de los deseos elevados. Con mucha frecuencia se puede pensar que una situacién de agresién puede hacerse positiva si el individuo eligié deli- beradamente responder con su cerebro izquierdo y los circuitos de las aspiraciones positivas. Es muy interesante conocer estos circuitos por- que permiten el desarrollo del cardcter en un sentido positivo. Estas sensaciones y sentimientos estén pensados en el cerebro izquierdo y van a tomar prestada la zona del hipotalamo. Son estos deseos los que, por ejemplo, empujan al animal a buscar el alimento, un lugar para refugiarse o también los que conducen al ani- mal superior a desarrollar su instinto de vida y a adquirir nuevas facul- tades. Para el hombre, es también esta via del deseo la que lo lleva a hacerse preguntas esenciales de la vida y, de este modo, resolver los grandes misterios de la existencia. A menudo esto puede producirse como consecuencia de estimulos exteriores que generan emociones fuer- tes como la pérdida de alguien cercano, un accidente o un cambio pro- fesional. A pesar de todo, hay que tener en cuenta también que algunos ejetcicios misticos como la meditacién, la visualizacién y la contem- placién— pueden producir la puesta en funcionamiento de estos circui- tos reflejos directamente con la intervencién de la epifisis y sin que tenga que haber un estrés exterior. En estos estados, el estimulo proce- de directamente de la parte més elevada de la consciencia humana que se comunica con el alma universal y lo césmico a través de la epifisis. Parece, pues, que la induccién proviene de los centros psiquicos y sobre todo del centro psiquico superior, el de la epifisis, considerada 2 El estrés y el descubrimiento de sf mismo como el tercer ojo 0 como la consciencia del alma. La energia movida por los centros psiquicos a través del plexo puede determinar, en el hipotdlamo, una concentracién energética que, si se proyecta a las z0- nas del hemisferio cerebral izquierdo, se siente como emociones psi- quicas elevadas, como la percepcién del Amor, de la Paz Profunda, de la compasién, de la serenidad. Parece pues que para el equilibrio del ser humano es muy importante fomentar el desarrollo de sus reflejos de comunicacién y de comunién entre el Ser interior, el alma universal y las percepciones emocionales que puede inducir en el cerebro. Parece ser que por esta via entra en funcionamiento el sistema parasimpatico. Este sistema parasimpatico es el que permite la economia de la vida y el que conserva la energia psiquica de manera equilibrada en el conjunto de nuestros érganos para reforzar su regeneracién. Cuando el individuo se ve impulsado a comunicar con su Ser interior, éste le deja la ocasién de ponerse en contacto con la consciencia del alma y de este modo puede recibir interiormente el sentido de respuesta mas adecuado para el estrés de la vida cotidiana, lo que algunos podrian lamar buen senti- do o incluso el camino de la verdad, 6 lo que los antiguos egipcios llamaban MAAT. La respuesta a los estimulos exteriores y al estrés se convierte entonces en algo valioso y positivo, que puede Ilevar a la superacién, En resumen, vemos que el estrés depende esencialmente del modo en que el individuo pueda responder a su estimulo, tanto si dicho indi- viduo sigue el circuito de un deseo que le empuja a buscar una buena solucién a un problema, como si se deja llevar por los circuitos que ponen en funcionamiento las proyecciones situadas en el hemisferio cerebral derecho, lo que a menudo puede ser perjudicial para su salud al no estar adaptado. Esto no quiere decir que las emociones localizadas en el hemisferio cerebral derecho sean de origen negativo o estén rela- cionadas con el mal, sino simplemente que eran necesarias en la vida prehistérica o en el animal inferior, porque esto correspondia al tinico medio de defensa que tenfa el animal. Estas explicaciones sobre los descubrimientos recientes permiten comprender mejor ain que los pensamientos y las emociones negativos, como la envidia, los celos, el odio, la célera, el rencor, y también los el estrésen el cerebro 43 isgustos, los temores, el miedo y el pesimismo pueden provocar o- Guitos pemiciosos para el equilibrio del Ser interior y de los centros. psiquicos. Estos pensamientos y estas emociones crean estados nefas- fos para el organismo e impiden que la energia curativa circule con w srmatidad por el sistema simpatico. Por el contrario, los pensamientos positivos, como el altruismo, la generosidad, el perdén, la tolerancia, Ia Povjtad, la fraternidad y el Amor pueden estimular en nosotros algunos sontros psiquicos y ponen en movimiento los cireuitos que regeneran odos los centros del ser, los plexos, los érganos y cada una de nuestras células. Al mismo tiempo que estos pensamientos afinan el caracter del Ser interior hacia una armonia mayor con lo cosmico, procuran tam- bin una salud mejor. Por eso debemos tener mucho cuidado con nues- tros pensamientos y no dejar que las emociones negativas inunden de- masiado tiempo nuestra consciencia. Se puede decir que hay en nosotros una esencia césmica captaca Por los centros psiquicos. Esta energia puede dirigirse en un sentido positi wo o almacenarse, Es una energia consciente. Eleva el carcter del ser facia una mayor armonia con lo césmico y una mejor comprension de si mismo. Parte Il Las enfermedades del estrés Capitulo | Las discordancias Son demasiadas las enfermedades que guardan alguna relacién con el distrés, 0 sea, con la guerra consciente o inconsciente que libramos contra nuestra propia consciencia interior. Lo que solemos llamar en- fermedades psicosomaticas no son mas que un desequilibrio de nue: tros érganos provocado por pensamientos y emociones negativos. Por esta razon, la educacién deberia tender siempre a inculcar desde la infancia la nocién de lo bello, de la estética, del valor y de las cualida- des humanistas. Muchas enfermedades de los adultos provienen de problemas de frustracién, malas sugerencias hechas al Ser interior relacionadas con problemas familiares, porque el nifio es sensible y, por imitacién, asume inuchas veces las sensaciones y las emociones negativas de sus padres, como el miedo, la supersticién y las falsas creencias. Cuando de este modo se incluyen en nuestro subconsciente algunos pensamientos y emociones, se manifiestan con una actitud en la vida y unos bucles reflejos de la energfa vital. En o:ras palabras, si, por ejem- plo, consideramos que tal o cual glindula, que tal o cual érgano necesi- ta energia segtin tal ciclo con un méximo de actividad a tal hora y un minimo a tal otra, una o varias veces al dia, entonces puede ocurrir que, si en el momento preciso en que debe pasar la energia a este organo tenemos un pensamiento desagradable, éste, como una verdadera ener- gia perversa, puede contaminar Ia armonfa de las vibraciones de la fuer- za vital del organo en cuestién. 48 El estrés y el descubrimiento de sf mismo Esto se puede ilustrar con un ejemplo musical, si se admite que la energia vital césmica que recorre nuestro ser es como una gran sinfonia y que esta sinfonia se expresa en todos nuestros érganos como sucede en una sala de conciertos. Cada uno de nuestros drganos, como un pi- blico atento, se alimenta de las notas melodiosas emotivas. Si, de re- pente, una persona se levanta en la sala y se pone a gritar cosas desagra- dables, toda la sala reacciona al unisono; pero se encuentra por este hecho en un estado desagradable de perturbacién. Los gritos desagra- dables son lo mismo que pensamientos discordantes y negativos. Atra- viesan la sala de conciertos del mismo modo que los pensamientos atra- viesan todo nuestro cuerpo y crean perturbaciones estresantes. “ gn realidad, lo importante es reconocer que nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros deseos son los indicadores que regulan la intensidad de la circulacién de la fuerza vital en nuestro ser fisico y psiquico. Tenemos un verdadero tablero de mando, unos indicadores van hacia abajo y otros, hacia arriba, segiin sean los pensamientos mas ‘0 menos buenos. Otros indicadores ordenan la grabacién de nuestros pensamientos bajo Ia forma de ideas y sugerencias al subconsciente. Los pensamientos son grabados y nos vienen a la memoria consciente o inconscientemente y, dependiendo de estos pensamientos, el flujo de energfa vital se vera favorecido 0 inhibido, en funcién de las costum- bres que hemos inculcado a nuestro Ser por la educacién y los actos voluntarios. Capitulo I! Las enfermedades y la angustia ‘Ahora podemos ver unos ejemplos concretos de enfermedades produ- cidas por el distrés. Esto nos ayudara a abordar la segunda parte de este libro dedicada a los medios practicos de dominio del estrés y conserva- cién de la salud. El eccema del nifio Muchas enfermedades de la piel, como la dermitis seborreica, el ec- cema y la psoriasis evolucionan intermitentemente. Estos intervalos es- tan provocados por el distrés, la angustia y los problemas emocionales. El ejemplo del nifio es muy ilustrativo. Los mas pequefios se comportan como verdaderas esponjas para el distrés 0 el eustrés. Cuando se pone al nifio en un ambiente tranquilo, amable y leno de dulzura, éste nor- malmente es juguetén y alegre. Si, por el contrario, el nifio se encuentra envuelto en problemas, se impregna del ambiente vibratorio emocional que lo rodea, lo mismo que una esponja que se lena de agua. Estos nifios son muy sensibles y observadores. Las tensiones y las emociones nega- tivas como la angustia, la tristeza, la ira o el miedo a su entorno pene tran en ellos del mismo modo que el agua empapa la esponja. Esto se traduce en reacciones nerviosas. El origen del eccema no es entonces Unicamente de naturaleza alérgica. Se caracteriza por unas secreciones de adrenalina que, al fijarse en las glindulas sudorfparas de las arrugas de flexién de los miembros, producen una sudoracién irritante. Con 50. El estrés y el descubrimiento de sf mismo cada contrariedad, con cada distrés, estos nifios tienden a rascarse por- que este distrés les produce la subida de la adrenalina. Los picores pro- ducen lesiones que, después, necesitan mucho tiempo para curarse, lo que conlleva la angustia y la ansiedad del nifio y de su entorno. Mien- tras no se rompa este circulo vicioso, no se podra curar. Colitis y enfermedades digestivas funcionales Tomemos un ejemplo atin més concreto. Se han medido en el intes- tino movimientos peristélticos en la pared del duodeno, exactamente donde se digieren y absorben los alimentos. En una persona depresiva, cuya depresién se debe a un distrés crénico, estos movimientos apare- cen completamente descoordinados. Cuando se habla a Ia persona de sus preocupaciones, empieza a sentir calambres en el est6mago o infla- macién del intestino. Se sabe que las preocupaciones son la causa de estos problemas intestinales. En algunas ocasiones hay un verdadero bloqueo de las secreciones digestivas como, por ejemplo, las de la vesi- cula biliar. Las personas llamadas biliosas 0 que «se hacen la bilis» son a menudo de naturaleza pesimista e inquieta. Son miedosas y esto les produce secreciones anormales de bilis con bloqueo de la vesicula bi- liar. La vesicula es como una bolsita donde se deposita la bilis que se segrega normalmente durante los periodos digestivos. La bilis sirve, por las sales que contiene, para emulsionar las grasas digestivas y dige- rirlas y permite absorber las vitaminas A, E, K y F. Cuando se es bilio- so, la descarga de bilis se hace en cualquier momento y, por consi- guiente las grasas se digieren mal, provocando de este modo diarrea que alterna con periodos de estrefiimiento. Ademas, como la bilis per- manece demasiado tiempo en la vesicula biliar, a la larga puede formar cAlculos, Hay personas que, por ignorancia o supersticién 0 porque temen a cualquier cosa o se creen perseguidas, mantienen permanentemente tal estado de temor que terminan por estar tan estresadas, en el sentido negativo del término, que se sobresaltan al menor ruido. El intestino y el estémago lo sufren a cada momento. Estos érganos necesitan mucha paz. Cuando se siente mucho miedo o éste es continuo, aunque menos Las enfermedades y la angustia 51 intenso, suben al estémago las secreciones de la vesicula y el contenido intestinal y el musculo del piloro (el esfinter o anillo muscular controla- do por el sistema neurovegetativo) se queda abierto por el miedo y el estupor. Esto produce un desequilibrio de las secreciones del estémago con un estancamiento de liquido alcalino en el fondo. Es lo que provoca las tilceras, porque el est6mago esté desequilibrado y fabrica mais écido de lo que soporta su pared. Lo que se llama ilcera de estrés es un verda- dero agujero de la pared del estémago provocado por un fuerte choque nervioso, un susto grande o un fuerte traumatismo fisico y mental. Tam- ign aparecen espasmos digestivos cada vez que se esta sometido a una influencia traumatizante para la mente. {No se dice que el miedo pro- duce néuseas? La hipertensién Otro ejemplo de distrés es el que causa la hipertensién arterial. Esta relacionado con una actitud que se puede encontrar en algunos estados profesionales, como, por ejemplo, la sensacién de frustracién. Hay es- tudios que han demostrado una correlacién entre la hipertensin arte- rial, el aumento del volumen del corazén y el estrés en las personas que tienen un trabajo de mucka responsabilidad y poca capacidad de deci- sién. Cuando una de estas personas percibe esta situacién como algo frustrante 0 se da cuenta de que no tiene ninguna libertad para decidir, se le crea un estrés de frustraci6n. La falta de libertad y de libre albedrio producen un estrés permanente que repercute en las glandulas suprarre- nales y el sistema simpatico suprarrenal. La gente no sabe que, a pesar de las circunstancias adversas, podria, aunque estuviese privada de li- bertad exterior, replegarse en si misma para buscar la libertad interior. ‘A veces no se encuentra mas salida que cambiar de trabajo, pero puede faltar el valor necesario para hacerlo. En otros casos, este distrés puede ser consecuencia de que no se do- mina la situacién 0 no se tiene la capacidad necesaria para asumir su puesto de trabajo, contentindose con obedecer las dtdenes y a los direc tivos. Ental caso, el trabajo es cada vez mds penoso, sobre todo si se pide un rendimiento minimo, por lo que el individuo se encuentra bloqueado, 52. Elestrés y el descubrimiento de sf mismo incapaz de aceptar sus limitaciones. El origen de este estrés no es ni el trabajo mismo ni la persona que da las ordenes, sino el error cometido por quien lo ha aceptado cuando no lo merecia o no era capaz de reali- zarlo. La causa del estrés es entonces el orgullo o la ambicién. Aunque algunas veces la promocién social es itil por razones materiales, puede, sin embargo, darse el caso de que sea la causa de muchas molestias y cada uno deberia saber quedarse en su sitio o aceptar enfrentarse al esirés del cambio Siguiendo con la hipertensién, algunas experiencias han demostra- do que una tensién psicolégica unida al estrés, asociada a una tendencia colérica e impaciente, determinan a la larga la aparicidn de enfermeda- des coronarias, hipertensién e hipertrofia con insuficiencia coronaria. La hipertensi6n se encuentra con mayor frecuencia en los pacientes exa- minados que dicen tener un trabajo estresante. La pregunta que surge es saber si es el trabajo lo que es verdaderamente estresante 0 si son ellos os que lo consideran como tal. Algunos autores han querido confeccio- nar listas de oficios mas 0 menos estresantes. En realidad, todo depende de las facultades del individuo. Para un. adulto, lo mismo que en los adolescentes que se preparan para elegir una profesién, todo el problema consiste en buscar lo que para ellos sera enriquecedor y estimulante, lo que les dara una sensacién de reali- zacién en la vida. Pero esta realizacién puede parecer igual de impor- tante para el pastor que guarda un rebafio que para el barrendero que limpia las calles 0 para el médico que mantiene a sus semejantes en buen estado de salud. Todos los oficios son enriquecedores desde el punto de vista de la realizacién, si se es consciente de la importancia que tienen para la colectividad. Muchas veces se centra toda la impor- tancia solamente en los de tipo financiero y éste es el obsticulo que hay que superar. Muchas personas, por razones meramente lucrativas, bus- can una posicién social y un oficio que en algunas ocasiones no les conviene, violando asi las leyes naturales y perdiendo por completo el sentido de la realidad, al igual que la alegria que habrian podido tener si hubieran Ievado a cabo una misién para la que estaban mejor prepara- dos. Entonces es la ambicién, el orgullo o las necesidades to que en muchos casos crea el malestar y el distrés. Las enfermedades y la angustia Distrés, angustia y depresion Lo que acabamos de describir se debe muchas veces a la reacci6n de distrés que se denomina comportamiento angustioso. Este evoluciona en dos fases: hay una primera fase de gasto de energia activa, que cons- tituye la fase de angustia, Si la persona no est preparada en su interior, tenderd al agotamiento y la depresién, que es la segunda fase negativa. La angustia esta unida a la movilizacién permanente de la energia vital del sistema simpatico, a lo que se afiade un estado permanente de alerta. Su origen esté en la imposibilidad que tiene una persona para encontrar una solucién a sus problemas, ya que no se vuelve lo suficiente hacia su interior y se contenta con soluciones egoistas limitadas, intelectuales y materialistas. Ante una situacidn imprevista, que produce contrariedad o en la que haya que cuestionar algo, o después de una disputa, una vejacién o un contratiempo, este distrés produce una sensacién de insa- tisfaccién y malestar. Como ya hemos dicho, el resultado puede ser un eustrés positivo, si permite utilizar esta percepcién estresante para ana- lizar los errores cometidos y tomar decisiones para combatitlos, esfor- zindose por demostrar buena voluntad y optimismo, sin trasfondo y con sinceridad. Pero si no existe esta comprensién, el distrés se agrava. La sensa- cidn de estar incémedo no hace mas que aumentar para crear situacio- nes cada vez mas conflictivas con el entorno y terminar en un estado de angustia crénica que genera una especie de miedo interior. Sin ninguna razén que lo justifique, esto lleva a una impresién de insatisfaccién y de tristeza. Tal estado de distrés no tarda en acarrear verdaderos proble- mas fisicos. El sistema nervioso auténomo se tambalea ante percepcio- nes desequilibrantes impropias y desordenadas. Los impulscs cerebra- les intelectuales desarménicos discordantes y los engendrados por este miedo inexplicable y esta insatisfaccién atemorizada no hacen mas que aumentar y absorber el sistema simpatico. Las personas que se angus- tian presentan muchos problemas: palpitaciones, dolores musculares, bloqueos respiratorios, tendencia a asustarse con el menor ruido, pesa- dillas, tendencia al insomnio, parpadeo incontrolado, torsién y estira- miento intestinal, temblores, hormigueo en los dedos, sudores frios que, St El estrés y el descubrimiento de si mismo a la larga, pueden asociarse con una angustia también mental, como pensar en la inminencia de un peligro, o fisica, con verdaderos dolores de higado, corazén, rifiones 0 cabeza. Esto conducira a la depresién. Se ha podido explicar su apaticién por un agotamiento progresivo de la actividad del sistema simpitico en la vertiente ortosimpatica relacionada con el estrés. Las personas de- presivas mantienen durante un tiempo una excitacidn excesiva de este sistema, pero poco a poco la alimentacién y Ia respiracién no bastan para aportar la energia fisica y mental necesaria para compensar lo que se ha consumido con este derroche excesivo de las reservas. Poco a poco le sigue una disminucién de la produccién de las hormonas del sistema ortosimpatico y de las hormonas euforizantes cerebrales. Esto se traduce en un lentitud en la reflexién, una falta de andlisis y de senti- do critico, una tendencia cade vez mayor al pesimismo, seguida de la depresién melancélica. En estos sujetos se instala progresivamente un descenso de la capacidad de la hipéfisis para entablar una lucha volun- taria contra el estrés. Una de las consecuencias graves de este estado es la aparicién de problemas inmunolégicos. Capitulo Il La inmunidad y la psiquis A continuacién abordaremos el sistema inmunoldgico y lo que la ciencia llama la psiconeuroinmunologia o, dicho de otro modo, los la- 20s existentes entre el sistema inmunol6gico de defensa contra el cer o las infecciones, el sistema nervioso simpitico y nuestra conscien- cia psiquica. Veremos este tema en relacién con el estrés. Desde hace tiempo, muchos terapeutas han observado que habia un recrudecimiento de las tendencias a las infecciones en las personas so- metidas a estreses como un luto, una separaci6n o situaciones que gene- ran angustia y depresidn. Estudios hechos con estudiantes en periodo de exdmenes demuestran que muchos de ellos tenian, algtin tiempo des- pués de las pruebas, anginas, rinofaringitis u otras enfermedades infec- ciosas. Muchas personas con herpes en la boca han afirmado que su herpes aparecia sistematicamente después de un estrés que producia una sensacién general de fatiga. Las investigaciones efectuadas al res- pecto han podido demostrar un lazo estadisticamente significativo en- tre un estrés mal vivido o mal soportado y la aparicién, inmediatamente después, de un empeoramiento de las infecciones. En psiconeuroinmunologia se ha demostrado la existencia de lazos directos entre los linfocitos de los ganglios del sistema linfitico y el sistema nervioso simpético. Con un microscopio electrénico se ha po- dido ver que algunas terminaciones nerviosas de este sistema simpatico entran en contacto con nuestros linfocitos e intercambian de este modo 36 El estrés y el descubrimiento de sf mismo con ellos algunas informaciones. Estas conexiones se han encontrado en el bazo y en los ganglios linfaticos. Seguin estas investigaciones pa- rece que este intercambio se efectua en dos direcciones. La via cerebral La primera via es la neurolinfatica cerebral, que parte del cerebro y llega a los linfocitos; la segunda va en sentido inverso. La primera via ser la que més nos interese, por lo que hemos dicho sobre el cerebro. Desde los I6bulos frontales, centros de Ia toma de consciencia del Ser, se transmiten los impulsos nerviosos al centro del hipotdlamo, después al sistema simpatico y, por sus fibras, a las poblaciones linfociticas. Por este medio, el Ser puede dirigir estas poblaciones que son de muchos tipos. Unas, llamadas agresivas, son los linfocitos que matan gérmenes 0 células cancerosas; las otras son mas bien tranquilizadoras, o sea, que tienden a calmar la agresividad de los precedentes. El hecho de favore- cer la multiplicacién de las células tranquilizadoras explica por qué, por competicién, hay menos agresivas y también puede ocurrir todo lo contrario, ya que las poblaciones agresivas y tranquilizantes estén en estricto equilibrio. Todo sucede asi: nuestro Ser objetivo y nuestro Ser subconsciente pueden afectar ambos por via simpatica a las poblaciones linfocitarias. Todo lo que afecta al Ser, lo que podrfamos llamar amor propio, puede afectar por consiguiente a las células linféticas. Sin embargo, para ha- cerlo, el pensamiento o la emocién tienen que atravesar el hipotdlamo y el cerebro interior, al ser el sistema limbico el centro de la discrimina- cién de la consciencia interior. Si el Ser interior es suficientemente fuerte y esté entrenado, s6lo dejaré filtrar las ordenes favorables a la integri- dad y la salud. Si es débil, cualquier pensamiento agresivo relacionado con la nocién de amor propio seguira su camino, llegando a producir una verdadera agresién de los linfocitos superior a lo conveniente, 0 sea, que estos linfocitos mal informados pueden incluso agredir a nues- tro propio cuerpo, como sucede en las enfermedades autoinmunes: poliartritis, psoriasis, tiroiditis, lupus, etc, En este caso, por debilidad del Ser interior o por su insuficiencia para canalizar y transmutar los La inmunidad y la psiquis pensamientos agresivos, quiz4 por miedo, el sistema simpatico se em- papa de pensamientos negativos del Ser objetivo. Esta reaccién tiene su origen en el ldbulo frontal derecho. El sistema linfocitico esté considerado en nuestros dias como una verdadera entidad con su propia consciencia, su propio yo y su propia autonomia. Por otro lado, los linfocitos cultivados fuera del cuerpo si- guen teniendo una funcién inmunolégica y conservan su competencia con los antigenos. E] misterio esté pues en la relacién que se establece entre nuestro cerebro y el conjunto del sistema linfético: cuanto mas avanzan los cientificos en los descubrimientos, més se reconoce que el cerebro no 2s el tinico centro de nuestras emociones y de nuestras rela- ciones con el llamado mundo exterior. La via subconsciente Hay una segunda via de naturaleza subconsciente. Para comprenderla hay que describir este sistema con mayor detalle. Los linfocitos se re- parten por todo el tejido linfatico, el bazo, los ganglios linfiticos y los érganos linfoides de la garganta, de las amigdalas, de las vegetaciones y de todo el intestino. El apéndice forma parte de ellos y puede inflamarse del mismo modo que la garganta con las anginas. Este sistema nos de- fiende en todo momento y es una especie de manto protector de nuestro Ser. Captay percibe las informaciones procedentes de los microbios y Jas transforma en impulsos que nuestro Ser puede analizar en el cerebro interior. Esta es la segunda via de lo que hemos llamado «via cerebral». Los linfocitos segregan, por ejemplo, una sustancia, Ia interleucina, que reacciona en el I6bulo limbico del cerebro interior, informandole de la gravedad de una posible infeccién. En pequefias dosis, esta inter- lencina estimula la lucha contra la infeccién sin que llegue a notarlo el organismo. Hace que el hipotélamo aumente ligeramente la temperatu- ra del cuerpo y produzca una sensacién de fatiga que hace buscar el suefio. Los linfocitos dependen, pues, de un sistema que, siendo comple- tamente auténomo, informa a nuestro ser para que regule y equilibre nuestras relaciones con los microbios. En realidad, parece que los 38 El estrés y el descubrimiento de si mismo linfocitos estén sometidos directamente a nuestro Ser subconsciente con independencia del cerebro. Esto es lo importante ya que demuestra que el Ser esta presente tanto en el cerebro como en las células de un tejido. {Qué sucede durante una infeccién? Como con los demas estrés, los virus, las bacterias y los demas gérmenes no tienen por qué ser nocivos en si mismos. Es, mds bien, la reaccion que son capaces de provocar en nuestro organismo lo que puede manifestarse como un distrés. Desde un punto de vista filoséfico, nadie puede decir que los virus y las bacte- rias son una obra nefasta de la creacin. Estas entidades estan tan vivas como las demas células y también tienen una mision especifica. Los virus y las bacterias dependen de la energia vital de la fuerza césmica que las anima y siguen unas vias inteligentes que no dependen de las células, Esta energia esté fuera de estas células; pero, cuando se agru- pan en niimero y fuerza, se comportan todas juntas como una especie de entidad inteligente con la que tiene que vérselas el organismo. Ademis, nuestro sistema linfatico inmunolégico esta formado por numerosas células que, por si mismas, poseen una parcela de inteligencia césmica, de tal modo que lo que diferencia los virus y las bacterias de las células de nuestro otganismo, ademas de que nuestras células son mas comple- ‘jas, es que nuestras células estan Ilenas de la consciencia interior de nuestro ser. Poseen, pues, a escala individual una parcela de nuestra propia personalidad y de la del cardcter de nuestra alma y cooperan para la buena ayuda mutua de las células del cuerpo. Los virus se com- portan de manera més impersonal evolucionando por cuenta propia. Nuestras células, por el contrario, viven para todo el cuerpo, para de- fenderlo, para protegerlo tanto de las influencias exteriores como de las. interiores. {Hasta qué punto puede influir nuestra consciencia interior en los virus y las bacterias y de qué manera? Los misticos han sostenido siem- pre que el cuerpo podia mantenerse en buena salud y protegerse de los desmanes de las infecciones conservando en si pensamientos positivos y manifestando con su actitud una relacién armoniosa con la conscien- cia divina del universo, la misma consciencia que dirige a todas las criaturas vivientes, comprendidos los virus y las bacterias, Mucho apos- taria a que el organismo tiende a la tolerancia y a la independencia en el La inmunidad y la psiquis sy sentido positivo del término y que esta tolerancia en la independencia se alia, en una proporcién muy fuerte, con la armonia con lo césmico. Nuestros linfocitos, como todas nuestras células, estin empapados de manera colectiva de estas cualidades. Hacen que los gérmenes sean to- lerados hasta cierto punto y hasta considerardn ttiles a algunos; pero, si Estos se muestran agresivos, el organismo serd entonces capaz de adap- tar sus reacciones hasta producir en el subconsciente las condiciones favorables para la erradicaci6n de los gérmenes peligrosos. Esto carac- teriza nuestra independencia, El timo y el alma Segiin nuestros archivos, la calidad de la personalidad del alma hu- mana se encarna en el recién nacido en el momento del nacimiento. En este momento privilegiado, con la intervencién del timo, los linfocitos, células inmaduras que todavia no son competentes, reciben una infor- macién de cardcter antigeno. Los linfocitos, en su estancia en el timo, retiran de nuestra alma informacién sobre la calidad de lo que es y lo que noes el Ser. En este momento, mientras se da el cédigo genético a estas células para que no confundan a sus células hermanas del cuerpo fisico, el Ser interior le confiere el cardcter de nuestra alma-personali- dad. Cada linfocito se convierte en depositario y guardién del caracter del Ser psiquico, det que queda impregnado a partir de ese momento y para toda la vida. Esto no seria posible antes del nacimiento sin que pudiera haber conflicto de personalidad entre la madre y el feto, lo que entrafiaria un rechazo del feto como sucede con los transplantes. El conjunto de células linfociticas forma, pues, una entidad persona lizada, en la que la ciencia reconoce hoy su autonomia frente a la cons- ciencia intelectual. Sin embargo, se puede establecer un didlogo entre el Ser objetivo cerebral y el Ser interior a través del sistema simpatico, el Ser animico de los linfocitos. Se comprende entonces c6mo, por los errores de una consciencia objetiva, la respuesta intelectual a un estrés puede oponerse a las fuerzas vitales de los linfocitos y perturbar su fancién. Por el contrario, el simple hecho de dejar que el Ser interior se comunique con lo Césmico da a la fuerza vital la ocasién de bafiar y 60 El estrés y el descubrimiento de sf mismo vitalizar nuestros linfocitos y darles fuerza y vigor. En las infecciones graves, no tasta con la voluntad intelectual. Hay que recurrir a algunos medios capaces de estimular la voluntad subconsciente. Lo veremos en la tercera parte de esta obra. Capitulo IV Las glandulas endocrinas, centros de la energia vital Oo ejemplo caracteristico de la influencia del estrés es el funcio- namiento de las glindulas. Las glindulas endocrinas son, en realidad, las primeras afectadas por el estrés, ya que estan encargadas de conser- var Ia armonia en nuestro cuérpo fisico. Su modo de accién explica como el estrés puede ser un estimulante. Al estar encargadas de mante- ner en equilibrio las diversas funciones del organismo, reciben una de- terminada forma de energia que son capaces de transformar en infor- macién fisicoquimica: las hormonas. Las hormonas . Las hormonas son unos factores quimicos parecidos a las vitaminas y asociadas a menudo a unos oligoelementos que, segregados perma- nentemente por las glindulas, actiian a distancia por via sanguinea sobre un grupo de células, sobre nuestros tejidos y sobre nuestros drganos. Por tanto, se segregan para asegurar la transmisiOn de una orden inteligente. Las glindulas endocrinas, més atin que los demas tejidos, estén en rela- cidn directa con la energia vital. En realidad, es esta energia vital la que las estimula, Esta estimulacién produce a la vez la sintesis de las hormo- nas y su secrecion. Una glindula que no fuese estimulada se haria pere- zosa e incapaz de asegurar su funcién correcta. Pero hay que recordar que su objetivo es mantener la armonfa y conservar una especie de sin- cronicidad en la escala de la funcién celular de todos nuestros tejidos. 2 El estrés y el descubrimiento de si:mismo Estas hormonas naturales estin consideradas por algunos cientificos como el eslabén perdido que une la vida a la materia, En realidad, solo se trata de un intermediario. El verdadero motor de la secrecién de estas substancias es la consciencia, la consciencia universal que permite la vida vegetativa y armoniza nuestros tejidos entre si. Es la energia vital, Ja fuerza universal vibratoria que da la vida a todos los seres, la que, por la ley del cambio y del movimiento, provoca sus secreciones. Si nues- tros tejidos no se desarrollan mas de lo que deberian, si el higado traba- ja en armonia con el estémag, los intestinos e incluso el bazo y los pulmones, es porque se intercambian unas substancias quimicas y por- que una consciencia auténoma rige todo el conjunto. Resulta paraddjico que la ciencia reconozca que las secreciones hor- monales puedan estar influidas por la consciencia y las emociones y no quiera admitir como premisa que estas substancias quimicas son las que provocan nuestros pensamientos y nuestras emociones. Sin embar- go, es evidente que sucede al revés, ya que es la emocién la que viene primero y la secrecién se produce en segundo lugar. Segtin esto, las glindulas deben recibir una energia que les da fuerza y vigor y, aunque esta energia esté en todo el cuerpo, simplemente tiene zonas de conden- sacién mayores, como el plexo y las glindulas endocrinas. Los centros de vida Las glindulas son verdaderos centros de energia vital, centros en los que se concentra la energia del estrés. Vamos a estudiarlas una tras otra, empezando por las suprarrenales que segregan adrenalina. Esta subs- tancia es una hormona muy conocida ya que, cuando tenemos estrés, hablamos de «descarga de adrenalina». En realidad, las suprarrenales son gléndulas endocrinas relacionadas directamente con el sistema sim- pitico, que amplifican su actividad generalizéndola, Es un centro pode- roso de movilizacién de la energia vital. El ejemplo de la adrenalina puede permitimnos dar una explicacién parcial del fendmeno, tal como podemos abordarlo desde nuestra teoria vitalista del estrés. Podriamos contentamos con decir que la descarga Las gléndulas endocrinas, centros de la energia vital 6 de adrenalina es la que produce los efectos relacionados con el estrés, {Por qué no pensar, en realidad, que pueda haber en el sistema simpati- Go una especie de corriente de energia vibratoria, desconocida hasta el momento porque no se puede registrar con los aparatos de medida ac- tuales? Por ahora, s6lo se sabe que una cortiente continua de baja fre- cuencia recorre el sistema simpatico, Se conoce su naturaleza electroquimica. Esta corriente puede transportar perfectamente otras cenergias de frecuencia mucho més elevada. Imaginad, por ejemplo, que esta corriente atraviesa una especie de rayos luminosos, parecidos a los rayos laser. En las suprarrenales se produce una especie de condensa- cién de esta energia como si se tratase de una pila. Cuando, por el pensamiento 0 bajo el efecto de nuestras emociones, se movilizan las suprarrenales, esta corriente que sale de ellas como si se tratase de unas pilas, se derrama por todo el sistema simpatico. Los brazos, las piernas, el coraz6n, los pulmones, el plexo solar estan inun- dados de esta energia, mientras que la sangre se carga de adrenalina para reforzar un poco en todas partes, en pocos minutos, la utilizacién generalizada de esta energia. La fuerza del estrés provoca la moviliza- cién de esta energia. Si la respuesta es positiva, se habra contribuido a hacer eficaz nuestro organismo y se habra entrenado para la supera- cidn. En algunos casos, cuando se moviliza s6lo una parte del sistema simpético, por ejemplo en Ia zona del abdomen, s6lo se emplean unos mediadores quimicos locales. Si, por el contrario, tiene que reaccionar todo el organismo, entraré en juego s6lo la adrenalina de la glindula endocrina suprarrenal. Por lo tanto, hay una accién generalizada. Haciendo otro simil, podemos comparar la corriente del sistema sim- patico con la electricidad de una fabrica. Esta proporciona la energia necesaria para el funcionamiento de las distintas maquinas. Por el mo- mento, la ciencia desconoce todavia la naturaleza de esta energia del sistema simpético. Desde un punto de vista metafisico, la llamamos energia psiquica porque para nosotros ¢s la psiquis, a través de su ener- aia vital, la que transfiere una informacion, una energia y una orden @ nuesttas células. Por esta razén, cuando aparece una perturbacién psi- quica, se produce una repercusién inmediata en las distintas secreciones de las que acabamos de hablar. of El estrés y el descubrimiento de sf mismo Es dificil comprender las energias que circulan por nuestro cuerpo y, mas atin, todas las que constituyen nuestro ser. Sin embargo, la cons- titucién misma de los tejidos, su disposicién y su adaptacién armoniosa y la de nuestros érganos, hacen pensar que existe una fuerza vital que hace que vivan todas las células. En el estado basico, esta vida se llama vegetativa porque recuerda la de los vegetales. Es la energia vital im- personal del universo que Ilena nuestras células. Si no hubiese mas que eso, seriamos un simple ser vegetal sin consciencia propia; pero el ser humano posee una consciencia que lo anima, que hace de nosotros un ser que piensa. Las glindulas endocrinas son la base de esta constitu- cién, Si las glindulas mantienen nuestros tejidos vegetativos en buena simpatia y de acuerdo los unos con los otros, es porque en nuestras glan- dulas hay una forma de consciencia aun mas elevada que la simple fuerza vital vegetativa. La energia de las glandulas endocrinas esta relaciona- da directamente con la consciencia del Ser, en lo que constituye la esen- cia profunda de nuestra inteligencia y nos une al alma universal. Lo importante, pues, es saber que un desequilibrio psiquico puede influir en todas nuestras gkindulas a través del sistema simpatico. De- pendiendo del tipo de emociones engendradas, una glandula estaré mas afectada que otra al tener misiones y caracteristicas diferentes; pero, si una glindula esté més afectada que las demés, todas lo estén también en mayor o menor grado. Desequilibrios endocrinos Dicho esto, podemos ver unos ejemplos de la influencia del estrés sobre las glandulas, para explicar las reacciones engendradas en las glin- dulas endocrinas por los pensamientos y las emociones estresantes. Se conoce la accién general de nuestras principales glindulas endocrinas. La pineal es la unién entre el subconsciente, el alma, la consciencia y el cuerpo. La pituitaria o hip6fisis organiza las funciones vitales como un director de orquesta y dirige el equilibrio y el crecimiento de los tejidos y las demas glindulas. La tiroides mantiene el nivel de vida. Lo que se sabe menos es que todas estas glindulas influyen las unas sobre las otras y que todas juntas mantienen una estrecha relacién. Esta unin la Las glandulas endocrinas, centros de la energia vital 65 efectian una vez més las hormonas, que son como mensajeros que se envian las glindulas, pero, también y sobre todo, el sistema simpatico, cuyos plexos nerviosos dirigen estas glandulas. Estos plexos estén inter conectados como unas lineas telefonicas. Para imaginarlo, se podrian comparar nuestras glindulas con las lamparitas de un &rbol de Navidad. El sistema simpético es el cable que las une, mientras que los filamen- tos de las kimparas son lo mismo que los plexos nerviosos simpéaticos en relacién a nuestras glandulas, y es la energia vital la que camina por el sistema simpatico. La energia psiquica emocional penetra en el plexo y le permite iluminar nuestras glandulas Esto no esta todavia admitido por completo por la ciencia, excepto en Ia hipéfisis, de la que se sabe que est controlada por el plexo ner- vioso del hipotélamo y que éste es completamente sensible a las cmo- ciones. Ademés, hay otro lazo entre el plexo solar y el centro de la glinduta suprarrenal que segrega la adrenalina, Esta unién explica cémo, después de una emocidn, se tiene la impresin de sentir una especie de bola o vacio en el est6mago. En cuanto a las demas, se conoce también un plexo cardiaco pericardiaco y se reconoce que el coraz6n es también una glindula endocrina, En la zona del cuello existe un plexo tiroideo que influye en la tiroides y se sabe que el timo recibe informaciones del plexo cardiaco. Estrés y tiroides Veamos en primer lugar Ja accién del estrés sobre la glandula tiroi- des y su plexo tiroideo. La tiroides condiciona nuestro nivel de vida y permite el equilibrio de la energia césmica con la del magnetismo del cuerpo humano. Hace que la chispa de la vida sea més luminosa y que el conjunto de nuestros tejidos, nuestras glindulas, el sistema nervioso mis- mo y todos nuestros érganos sean mas eficaces al estar Ilenos de fuerza vital. Sin embargo, algunas emociones nacidas del estrés mal compren- dido pueden desequilibrar enormemente esta glandula. Al estar desti- nada a mantener la vida, le concieme todo lo relacionado con la vida. Las emociones de miedo, de tristeza en relacién con la nocién de vida, los duelos, la pérdida de un ser querido o la noticia de un embarazo no 66 El estrés y el descubrimiento de sf mismo deseado producen un sentimiento de angustia y de inseguridad. De ser éste el caso, la glindula concentraré una fuerza energética procedente del pensamiento emocional, tanto més fuerte cuanto més brutal sea la forma de presentarse este episodio. Las emociones de miedo, de terror, de panico, crean mas pronto o més tarde problemas de tiroides en las personas que tiemblan al menor ruido o ante situaciones inesperadas. Se suelen atribuir tradicionalmente bocios desmesurados a estas causas psicosomaticas, Por el contrario, las personas perezosas que no hacen ningtin esfuer- zo por reaccionar y se mantienen voluntariamente en un ambiente de ociosidad y futilidad crean en si mismas desequilibrios de tipo hipoti- roideo. Esto se traduce en una ralentizacién del pensamiento, suefio, piel seca con caida de cabello, y frio constante. Bien entendido, puede haber hipotiroidismo debido a otras causas, como la carencia de yodo 0 problemas genéticos en la fabricacién de hormonas tiroideas; pero nor- malmente es el aspecto psicosomatico el que determina el equilibrio de la secrecién de la tiroides, porque ésta esta armonizada naturalmente con unos ritmos de pulsacién vital de los ciclos césmicos, relacionados * sobre todo con la respiracién del universo. Cuando se acepta canalizar esta energia vital del universo, cuando se mantiene uno en un estado de equilibrio entre la pasién y la indife- rencia y se quiere hacer el esfuerzo de utilizar el estrés para superarse con valor y perseverancia, entonces la tiroides entra en accién y respon- de lo mejor posible a los estimulos, elevando el nivel de vida y el nivel de respuesta positiva al estrés. Esta energia vital la dirigimos en noso- tros mediante la respiracién y distribuimos la fuerza vital por todo nues- tro ser con el centro de la tiroides y su plexo. Por tanto, no es una coinci- dencia que esta glindula se encuentre situada al principio de la entrada del aire en los pulmones, en la base del cuello, junto a la tréquea Corazon fisico y corazon cosmico Los astrénomos informan de Ia existencia de pulsaciones ritmicas y ciclicas en el gran universo césmico. Algunas de estas pulsaciones Las gldndulas endocrinas, centros de la energia vital or pueden transformarse en arménicos sonoros. {Por qué no podria estar relacionado cada uno de nuestros centros con uno de estos ciclos domi- nantes que, a su vez, estén unidos a la consciencia de Jo césmico, del Dios de nuestros corazones? A menudo es dificil relacionar nuestra ac- titud, nuestros pensamientos, nuestros problemas, el estrés y las funcio- nes vitales representadas por nuestras glindulas endocrinas. Sigamos con el ejemplo del corazén. Algunas personas que han te- nido un disgusto sienten en realidad una molestia en el pecho. En medi- cina se dita que se trata de un problema funcional, que la aparicién en estas condiciones de palpitaciones, taquicardia 0 aceleracién del cora- zon no es grave. Sin embargo, una verdadera afliccién puede producir desérdenes tan fuertes que la persona que los sufte no pueda desahogar- se y tenga bloqueos emocionales producidos por el intelecto. El cora- z6n, en los limites de lo razonable y sin dejar que lo domine la pasién, debe ser capaz de expresarse tanto en las circunstancias favorables como en las que lo son menos. Si es cierto que su verdadera razdn de ser es expresar el Amor, la compasién y la bondad, no es menos cierto que, cuando nos asalta la tristeza, si su razén de set no esté simplemente relacionada con el egoismo, debe poder expresarse. No hay que aver- gonzarse de ello. El estrés ¢s, pues, en este caso, un custrés, aunque se manifieste mediante una impresién de tristeza. El distrés es, por el contrario, el bloqueo intelectual, el frio del corazén y el egoismo que inhiben la ex- presion de la caridad y de la humanidad que hay en nosotros. El neustrés, por su parte, es la plenitud del corazén, de Amor que nace de la satis faccién que produce la contemplacién del infinito césmico, de la natu- raleza divina de los seres y de todas las cosas creadas, Las suprarrenales y el estrés Uno de los grandes principios basicos desde un punto de vista psiqui- co y somatico es permitir que cada uno de nuestros centros, nuestros plexosy nuestras glandulasestéen armonia con los demés y con las gran- des energias ciclicas césmicas, expresindose también sin presiones. Lo 68 El estrés y el descubrimiento de si mismo mismo que, como hemos visto, ocurre en el corazén, las supratrenales, de donde procede una cierta cantidad de respuestas al estrés, también tienen que expresarse con libertad. Cada vez que se nos presenta una situacin inesperada, hay un estimulo de las suprarrenales. Por tanto, hay que reaccionar y dominar la situacién con la ayuda de las suprarre- nales y del plexo solar. Todas las situaciones, por muy inesperadas que sean, no tienen que ser también por fuerza fruto de la casualidad. Crean y mantienen en nosotros cierto nivel de capacidad de reaccién y adaptacién. Los direc- tivos de las empresas lo han comprendido bien y proponen a sus cola- borador que se dediquen a actividades que produzcan cansancio. Hay que reconocer que, sin una situacién inesperada, sin estimulo estresante, nuestras suprarrenales tenderian a atrofiarse por falta de actividad. La vida que llevamos es, por tanto, estresante. Se le reprocha esto y es un error, ya que, en vez de lamentarse de las circunstancias diciendo que son estresantes, habria que tratar de adaptarse a ellas. Desde el punto de vista de las suprarrenales, aprendiendo a dominar el estrés se aprende a superarlo. Cuando consigamos regular nuestro ritmo de vida y ordenar- lo para proteger mejor estos estrés, podremos expresar perfectamente la influencia de las suprarrenales en nuestra vida. Los estimulos de las supratrenales estin en concordancia con las pulsaciones vitales de supervivencia del universo. Se encuentran estas pulsaciones en los sobresaltos de los pequefios embriones que nacen y luchan por la vida. Pensad por ejemplo en cémo deben ir superdndose, desde el principio, los recién nacidos de todas las especies vivas. Las suprarrenales estén en armonia con la fuerza vital, con la fuerza de su- pervivencia del universo, Estimularlas es, por tanto, reforzar atin més en nosotros esa fuerza vital en su polaridad positiva. Cuando el sistema simpético est bien recargado y leno de la fuerza vital del universo, este estado basico hace que no se necesite una des- carga de adrenalina para despertarlo. El verdadero dominio consiste, pues, en mantener siempre en uno mismo una buena energia espiritual vital. Si después se moviliza esta energia, todo mejora. Si el corazén se acele- ra bajo el efecto de las suprarrenales, la sangre avanza hacia el cerebro Las gldndulas endocrinas, centros dé la energia vit 60 y los érganos nobles. Todo el cuerpo esti preparado para responder positivamente a las érdenes que se le den. Pero, una vez més, todo depende del motivo de esta movilizaci6n general, {Se trata de defender una causa positiva? ,Se trata, para un cirajano, de llevar a cabo una operacién delicada; para un piloto, de evar a los pasajeros de su avién a buen puerto; para un electricista, de evitar un cortocircuito? Si la meta es positiva, se puede afirmar que las fuerzas césmicas cooperan y que, como un canal, el ser sera atravesado por tina fuerza positiva inspiradora que facilitard la tarea y hard que se cumpla correctamente. Si, por el contrario, para desgracia del que se considera su esclavo, se movilizan las suprarrenales por motivos de c6- Iera, celos, odio o envidia, se crea un verdadero obstaculo, se forma un nudo de energia en la cavidad del plexo solar, una fuerza opresiva que no puede expresarse se concentra en nuestra citculacién sanguinea, hace subir la tensidn y crispa el rostro y se carga la sangre de substancias nocivas. Este es el ejemplo tipico del distrés nocivo, del envenenamiento in- teriory de la amargura de los pensamientos negativos que crean, duran- te unas horas, quizé dias enteros, incluso semanas, una verdadera frus- tracién, una impresién de insatisfaccién, de estancamiento y de oscuridad. Los que se dejan llevar por la ira deberian recordar que, si ya les ha sucedido, cuando esta ira se convierte en pensamientos negativos, siem- pre han tenido a continuacién muchos problemas para dominar su des equilibrio interior, Esto s6lo mejora tras unas horas de suftimiento y, en ocasiones, con una enfermedad, una fiebre inexplicable, unos calam- bres en el estémago, una lumbalgia o una crisis hepatica. De este modo reacciona el estrés sobre las suprarrenales La hipofisis, el director de orquesta del estrés Al igual que la tiroides, la hipéfisis reacciona ante las emociones y los pensamientos. En realidad, es la primera implicada y recibe directa- mente las drdenes que siguen a los pensamientos y emociones que pro- yectamos en los hemisferios cerebrales. La hipéfisis esta situada debajo 70 El estrés y el descubrimiento de si mismo del centro del cerebro. Esté dirigida por el gran plexo simpatico del hipotalamo. Se da demasiada importancia a la hipéfisis y muy poca al hipotalamo que, en realidad, es el plexo que dirige esta glindula. Ahi es donde se desarrollan nuestra voluntad y nuestra capacidad de concen- tracién y de fuerza de pensamiento; pero es ahi también donde el ser humano decide distribuir la energia vital en tal o cual parte del cuerpo. Ahi es donde se puede decidir la economia de la vida, estimulando el sistema parasimpatico que, por el gran nervio pneumogéstrico o nervio vago, dirige el sosiego en todo nuestro cuerpo, en los pulmones que ralentiza y en el intestino que tranquiliza y mejora. El gran nervio vago, procedente del centro hipotalamico, recibe sus impulsos de la conscien- cia interior, cuando ésta esta en comunién con el aspecto maternal y tranquilizador, madurador y calmante de la gran fuerza césmica. Por el contrario, cuando se necesita la accién y se tiene que utilizar Ja energia subyacente al estrés, es en el hipotdlamo y su vertiente orto- simpatica donde se encuentra de nuevo la necesidad de dominar esta energia del estrés, canalizindola en un sentido positivo y entusidstico, de naturaleza activa. Entonces, cuando el parasimpatico crea las sensa- ciones del neustrés, el ortosimpatico produce el eustrés. El distrés, por su parte, no es otra cosa mas que pensamientos ruinosos, desordenados y discordantes, proyectados por via nerviosa cerebro-espinal desde el cerebro al hipotdlamo. Por tanto tenemos que actuar sin cesar y volun- tariamente para no dejar que nuestra mente nos envenene con pensa- mientos negativos. Las personas en las que el hipotdlamo funciona de manera desequilibrada tendran, tarde o temprano, enfermedades rela- cionadas con las funciones de este centro. Asi se conocen, por ejemplo, problemas de apetito, anoxemia mental o bulimia y todo tipo de enfer- medades mentales, desde la depresién a la locura, que proceden de un mal funcionamiento de este centro. Una de las anomalfas del hipotélamo esté relacionada con el hecho de que una persona no llega a dominar el curso de la energia vital y la deja circular con prioridad hacia los planos inferiores del cuerpo, 0 sea, las regiones abdominales y genitales. Ahi es donde se encuentran los érganos cuyo funcionamiento es el origen de los apetitos fisicos y de Jos placeres que estan relacionados con ellos. Sélo la consecucién de la Las glandulas endocrinas, centros de Ia energia vital a templanza permite evitar el estrés de agotamiento producido por este exceso. Por el contrario, otras personas que han recibido una educacién demasiado restrictiva desarrollan verdaderos complejos en relacién con suapetito, lo que crea auténticas represiones y por ello, antes o después, graves desequilibrios mentales. Es bueno conservar en todas las cosas, un término medio y no dejar que las pasiones sobrepasen todos los de- seos legitimos a los que nos conduce la naturaleza humana. En la hip6- fisis es donde los deseos toman forma y son seguidos de efectos y actos. Despreciar Ia importancia de los deseos, es entregarse a la dependencia y al distrés. ‘También se pueden considerar relacionados con la hipéfisis algunos tipos de problemas del cardcter, al ser el origen de perturbaciones de la energia vital del sistema simpatico. Provocan a la larga problemas rela- cionados con la glandula pineal y el sistema parasimpatico. Se trata de todos los pensamientos inducidos por el deseo de poder, la envidia, el deseo de posesién y la necesidad de dominar a los demés y a la naturale- za, Eso tiene como consecuencia que el hombre se separe poco a poco de su origen césmico. Estos conflictos son los que impiden que el ser con- serve su lucidez y su iluminacién. En este sentido, se puede decir que estos problemas son creados artificialmente. Provocan una ruptura de la uni6n entre el alma y el ser interior y producen una especie de caida. En realidad, en el seno del universo todo esta ordenado y cada cosa esté en su lugar. En la inteligencia de la creaci6n todo es util y complementario, cada astro, cada planeta tiene muchas cosas indispensables y su lumi- niscencia importa poco a los ojos del que nos ha creado a todos. Lo que cuenta es su armonia con el conjunto y que st misién se cumpla bien. ‘Asi deberia ser en todos los seres humanos; pero el deseo de superar alos demas y de competir es lo que rompe este lazo, ya que las energias naturales no son unas energias de competitivas, sino mas bien de com- plementarias. Por lo demés, todos pueden observar cudnta energia se pierde cuando hay un conflicto entre dos caracteres opuestos que se en- frentan para superar al otro en vez de ayudarse mutuamente com- prendiéndose. La energfa vital se utiliza entonces para destruir en lugar de movilizarla para construir. Deberiamos estudiar sin cesar nuestro propio caracter y frenar nuestros impulsos de ambicién con la misma 2 El estrés y el descubrimiento de si mismo firmeza con que el cochero coge las riendas de los caballos. Si dedic4- semos algiin tiempo a observarnos a nosotros mismos en la escena de la vida cotidiana, aprenderiamos més a actuar de tal forma que estuviése- mos al margen de los conflictos que crea nuestra personalidad, simple- mente porque quiere medirse con los demas. Como el hombre esta animado de una personalidad y desea elevarse por encima de lo vulgar, se inclina hacia la busqueda de si mismo, pero a menudo los pocos resultados satisfactorios que obtiene le hacen olvi- dar el camino que queda por recorrer para salir del bosque de los erro- res. Todo lo mas que hace es contemplar su evolucién nueva y relativa yesto lo frena hasta pararlo. A partir de ahi, por orgullo y una ambicion desmedida, provoca los gétmenes de los conflictos exteriores. Cuando, de este modo, se separa por ambicidn de su origen, la gléndula pineal, que normalmente modera la cispersién de la energia vital, deja de tra- bajar. Las acciones se hacen ciegas, la energia vital del estrés se derra- ma indiscriminadamente y el cuerpo se fatiga. A esto le sigue una ten- sin nerviosa asociada a una fatiga psiquica y mental. Las células viven cada vez mas por su propia cuenta, su propio ego aumenta y crece el peligro de tumores, quistes, incluso cdncer, porque la hipofisis los anima en una actitud de conjunto, de orgullo, de egoismo y de superioridad Se puede encontrar un eje:plo surprendente en los babuinos. Hay diferencia entre los simios machos dominantes y los machos que estan subordinados a ellos: los primeros se caracterizan por una aptitud ma- yor para reaccionar con rapidez al estrés; pero eso se debe sobre todo a que saben distinguir lo que puede perjudicarles y lo que no. En realidad, no se trata simplemente de valor, sino también de sentido comin. Estos machos llegan a dominar sus instintos combativos y se limitan a intimi- dar a sus adversarios. Por eso son dominantes. Se ha demostrado que su reacci6n al estrés era positiva y que unas hormonas, como la cortisona, eran mas bajas y producian mis longevidad y un ahorro de las reservas energéticas. Por el contrario, los machos sometidos estaban siempre peledndose, traiciondndose mutuamente y aliandose contra los mas dé- biles, sus reacciones eran més agresivas, siendo a su vez menos discri minatorias ante posibles agresiones. El estrés crénico negativo engen- drado asi provocaba en estos primates un exceso de cortisona y una Las gldndulas endocrinas, centros de Ia energia vital 73 propensién mayor a las enfermedades, asi como una vida més corta... y seguramente menos feliz Sin querer comparar al hombre con el mono, hay que reconocer que, en ciertos aspectos, nuestra naturaleza, si no esta dominada por un cier- to control del pensamiento, nos puede conducir a los mismos errores que marcan en el reino animal la diferencia entre el dominante y el subordinado. Nuestra consciencia nos lleva a una infinidad de reaccio- nes de adaptacién al estrés. Sus descubrimientos deberian permitimos adaptarnos mejor al cambio y no elevarnos para dominar a los demas, sino mas bien para dominarnos a nosotros mismos. Resumiendo, podemos terminar con los puntos basicos siguientes: cuando nuestro ser funciona correctamente, recorre el sistema simpatico una energia que llamamos «fuerza vital». Esta esencia vital es de origen césmico y esta relacionada directamente con las esencias vibratorias mis sutiles de la consciencia césmica divina y con nuestra psiquis. Esta energia acompafia al Ser interior, nuestra alma-personalidad, en su pe- regrinacién y, desde el momento de la encamnacién, no deja de penetrar en el cuerpo humano, hasta llegar al tiltimo soplo de vida de la Tierra. Esta energia es la que llamamos en este libro energia del estrés en el sentido positivo del termino, ya que da la vida, la consciencia y el mo- vimiento. Nuestros centros nerviosos 0 plexos del sistema simpatico concentran esta energia, porque, al nivel psiquico, nuestro ser esta for- mado por una especie de doble, que tiene sus propios centros Ilamados centros psiquicos, relacionados con nuestras glindulas endocrinas. Los verdaderos centros importantes de nuestro ser corresponden a las glindulas endocrinas y llevan de una forma especial a sus plexos los, efectos de nuestras respuestas emocionales al estrés. Es asi porque cada glindula endocrina, cada plexo simpético, cada centro psiquico repre senta una nota, un color, un sentimiento dominante, un rasgo de carde- ter de la gran consciencia universal, siendo el corazén un claro ejem- plo. Dicho esto, es momento de empezar a descubrit los medios para luchar contra el estrés o, mas bien, utilizarlo para reequilibrar nuestro ser. E] mejor medio es sumergimnos en el interior de nosotros mismos en la basqueda de si mismo. Parte III El descubrimiento de si mismo Capitulo | El dominio del estrés En la primera parte de esta obra hemos definido el estrés como una chispa de consciencia en movimiento. Esta chispa crea una fuerza vibra- toria que tiende al progreso, la superacién y la aplicacién cada vez mas, perfecta de las leyes universales en el sentido del bien, a no ser que por nuestra voluntad nos opongamos y creemos en este caso nuestro propio distrés. El pensamiento tiene su origen en esta chispa, cuando la ener- gia nerviosa recibe la esencia de la fuerza vital. Sin cesar, a cada instan- te, la vida procura un cambio, tanto en nuestro cuerpo fisico como en nuestra consciencia. Nuestros pensamientos son la consecuencia de la vida, son la chispa. Al dominar nuestros pensamientos dominamos la esencia de la vida. EI distrés es lo que causa la enfermedad y el dolor. Se crea un distrés cada vez que nuestros pensamientos estan en discor- dancia y en desarmonia con la consciencia vital del universo. Eneste sentido, se puede decir que el estrés es un desafio permanen- te al equilibrio de nuestro ser, es un reto para nuestra consciencia; a nosotros nos corresponde sacarle sentido y colaborar con él, Jo mismo que se aprende a utilizar los ojos para ver y los ofdos para escuchar. De este modo, el estrés debe ser un medio para observar la evolucién de nuestra consciencia. El problema que encuentran las personas estresadas estd en el mal andlisis que hacen de su existencia. Juzgan mal sus con- diciones de vida, su estructura profesional o su propia naturaleza inte- rior. Estos errores, cometidos durante mucho tiempo, hacen que entren en el subconsciente los gérmenes de futuras reacciones negativas, como 78 El estrés y el descubrimiento de sf mismo el odio, el rencor, la persecucién, los arrepentimientos, los celos 0 la envidia. Todos estos sentimientos quedan arrinconados en lo mas pro- fundo del subconsciente y resurgen en momentos inoportunos, bajo la forma de ideas fijas. El medio de liberarse de ellos esté en la aplicacién de los principios de la alquimia mental, que es el tinico método fiable para dominar el estrés. Vamos a proponeros en la tercera parte de esta obra profundizar en algunos aspectos pricticos de este tema Psiquismo y salud Pero, sobre todo, lo que importa es buscar cualquier medio que res- tablezca la unién entre nuestra consciencia psiquica y la salud. La in- fluencia de la psiquis sobre la salud est cada vez mas admitida, hasta el punto de que se estn desarrollando muchos métodos que utilizan una parte de los conocimientos tradicionales y estan en el limite de la cien- cia metafisica. Muchos de estos métodos siguen siendo técnicas; pero se convierten rapidamente en fines, en vez de seguir siendo medios. A menudo estan limitados por el técnico que promulga sus principios y estan tefiidos por convicciones personales, cuando no por razoneé co- merciales y lucrativas. De todos los métodos, los mas utiles son, sin duda, la relajacién, la visualizacién, el control mental, los pensamien- tos positivos. Todos son interesantes en algiin nivel mientras sigan siendo impersonales. Ante el estrés, el individuo est frente a si mismo y, cuando esta sometido a unas condiciones duras, s6lo debe contar con su propia per- sonalidad y su caracter debe ser firme y decidido. Muy a menudo, todas Jas escuelas del pensamiento psicolégico tienden en sentido contrario: encierran la personalidad y hacen al individuo atin mas dependiente y asistido. Ninguna otra persona, ningiin guia o consejero psicoldgico, puede reemplazar la experiencia individual en el ejercicio de la vida En realidad, de lo que se trata es del dominio de la vida; pero este domi- nio no se puede adquirir ni con consejos intelectuales, ni con hipnosis, ni con autosugestidn, y s6lo una verdadera iniciacién puede levar a elevarse por encima de las contingencias materiales, que son Ia fuente del distrés. Esta iniciacién tiene que superar unas pruebas que deben El dominio del estrés 9 llevar a un estado de realizacién y de astrés, de equilibrio y de desape- 20, después de que el iniciado haya atravesado periodos de distrés y de eustrés. En realidad, en la medida en que se suceden los periodos pos tivos y negativos, los unos permiten captar a los otros y entonces se puede encontrar, a fin de cuentas, el camino del término medio, del equilibrio psiquico, mental y espiritual, 1o que hemos definido como astrés 0 neustrés, Capitulo I! La relajacion Si se analizan los métodos psicolégicos que se proponen a las perso- nas que sufren, uno se da cuenta répidamente de que muestran numero- sas imperfecciones. Tomad por ejemplo la relajacién. Sélo es verdade- ramente vitil si libera a la persona de la influencia perniciosa de la mente y si esta acompafiada de un verdadero silencio del intelecto. Hay que tener en cuenta que relajarse no es s6lo tomar un periodo de reposo. Es Uitil conocer las leyes de la concentracién para estimular la voluntad activa en la relajacién, Hay que aprender a eliminar los conflictos, las preocupaciones men- tales; en resumen, todo el interés de la relajacién se centra en disolver los pensamientos negativos que son veneno para la mente. En la relaja- cién se aprende a menudo a concentrarse sobre el cuerpo. Cuando se concentra uno sobre una parte del cuerpo, se quiere concentrar energia en ella, relajandose a la vez; pero esto slo es posible si el individuo no se analiza a si mismo. Debe poder afirmar con toda tranquilidad que nada le preocuparé, que sinceramente ningiin problema personal per- turbara su consciencia. Un periodo de relajacién es itil para reequilibrarse, gpero de qué irve si, al cabo de una hora, esta persona vuelve a darle vueltas a la cabeza con sus preocupaciones, sus rencores 0 sus inquietudes croni- cas? A continuacién abordaremos la relajacién desde un punto de vista practico. La relgjacion 81 Objetivos El objetivo que se busca al relajarse es, en general, tener un periodo de reposo en el que se puedan recargar las reservas energéticas de nues- tro organismo. La segunda condicién que queremos crear con la relaja- cién es la tranquilizacion de nuestra consciencia, la liberacién de la mente y la eliminacién, al menos momentinea, de todas nuestras pre- ocupaciones y de los problemas del momento. Si alcanzamos verdade- ramente estos dos objetivos, tranquilizamos y recargarnos de energia, podremos decir que nos hemos relajado de verdad. En realidad, muy pocas personas, a no ser que estén muy bien preparadas, llegan a alcan- zar la mitad de este objetivo. ,Por qué? En primer lugar, porque es muy dificil dominar la mente y, ademés, porque el cuerpo recibe muchos estimulos y no basta con la sola decisién de ponerlo en reposo. Tan sélo sentaos por un instante y decidid no pensar en nada. Veréis aparecer entonces unos pensamientos pardsitos desde los primeros se- gundos de la relajacién, Mientras estéis sentados ;tenéis verdaderamente consciencia de que vuestro cuerpo esta en zeposo y estdis completa mente seguros de eso? Demasiadas escuelas se contentan con dar unos métodos y unas técnicas, pero slo crean confusién. En realidad, no es util multiplicar los ejercicios de relajavion. Es mejor comprender el sen= tido y hacer después Io que se ha comprendido en vez de hacer algo que no se comprende porque nos han dicho que podria sernos itil. La primera meta real de la relajacién es permitir que el Ser controle los pensamientos. No existe una lista de recetas para eso. Sélo hay una que es el aprendizaje de la voluntad, de la concentracién y del silencio. Se sabe que el cerebro, en un plano fisiol6gico, no es capaz de analizar al mismo tiempo dos percepciones diferentes. Por ejemplo, cuando es- tais contemplando la parte de abajo de un cuadro y estdis concentrados en ella, no podéis percibir al mismo tiempo el ruido que viene de la calle, la parte de arriba 0 todo el cuadro. Si falta la concentracién, la percepcién vaga del cuadro a la calle y de la calle al cuadro. Lo que hay que dominar sobre todo es la concentracién sobre una sola percepci6n a la vez para, en un momento dado de un corto instante de relajacién, 2 El estrés y el descubrimiento de sf mismo legar a eliminar todos los demas pensamientos, o sea, llegar a eliminar en un momento dado todas las percepciones, todas las sensaciones, para vivir un instante infinitesimal en el silencio, fuera del tiempo, de los ruidos y del espacio La persona del ejemplo anterior se concentra en cada detalle del cuadro para, a continuacién, poder sentir toda Ia imagen en la mente. Lo mismo sucede en la relajacién, se tiene que considerar nuestro cuerpo como una imagen. Los misticos que practicaban estos ejerci- cios en la Antigiiedad se dieron cuenta de que el simple hecho de atraer la atencién de la consciencia intelectual sobre el cuerpo fisico podia desempefiar este doble objetivo buscado, o sea, que, al concen- trarse sobre las distintas partes del cuerpo, era posible, en primer lu- gar, olvidarse de todo lo que es externo al cuerpo y, después, de todas las percepciones sensoriales del mundo material. Entonces resulta fa- cil sentir s6lo el cuerpo y actuar sobre la energia vital que contiene para ayudar a regenerarse, Se dieron cuenta de que el resultado que deseaban, y que hoy todos aspiran a alcanzar, era que, en un momento de este ejercicio, notaban de pronto la totalidad de su ser, su propia individualidad, no s6lo su cuerpo fisico, sino también una especie de sensacién del Ser psiquico, como una substancia fluida en el interior de la envoltura fisica que es el cuerpo. Podriamos traducir eso en nues: tros dias diciendo que hubian llegado a dirigir sus pensamicntos hacia las octavas energéticas superiores de su ser. Numerosos testimonios de estados intermedios de consciencia en el momento de la muerte o durante graves accidentes hablan de esta vi- sién privilegiada de la luz interior del ser y de st fusidn en la luz mayor y mistetiosa de lo c6smico. El objetivo de la relajacién es, en realidad, prepararse para esta percepci6n. Por tanto, a buena relajacién es la que permitird a la persona estresada, diremos a todos los que se sienten em- pujados y desconcertados por pensamientos negativos de miedo, angus tia o depresién, a encontrar en un momento la comunién con su ser profundo, su Ser interior. No pretendemos dar aqui otro método que tenga como objetivo guiar a cualquiera hacia esta meta, ya que no sirve para nada querer obtener algiin resultado en pocas lecciones cuando a menudo se necesita toda una vida para conseguirlo. Para no desanimar La relajaci6n 83 al lector, se pueden divulgar algunos principios suplementarios, de los que se ensefian en el seno de la A.M.O.R.C. Principios Bastardn dos principios para distinguir el objetivo buscado. El pri- mer principio es de tipo espiritual. Es el estado en que se encuentra uno antes de relajarse, es el principio de la preparacion. Hay que decir que nunca se podra llevar a cabo una relajacién si empieza en malas condi- ciones, por ejemplo, después de una discusién, en un momento de mu- cha fatiga por agotamiento fisico o después de una comida copiosa. Del mismo modo que es cierto bajo un punto de vista fisico, lo es bajo un punto de vista espiritual. No se puede mantener durante mucho tiempo una relajacion, ya que se convertiria en una costumbre y perderia todo su valor. Sobre todo, hay que hacer que la preceda una especie de andlisis individual de la consciencia para intentar ver lo que podria ponernos en desacuerdo con Jas fuerzas de la vida, en particular el dafio que habriamos hecho a los. demas, las acciones o palabras malas, los pensamientos de odio, de ce- los, de rencor. Ningiin ser puede penetrar con esos pensamientos en el circulo de comunién de Ia Divinidad, lo mismo que tampoco es posible, con esos pensamientos, comunicarse con el propio Ser interior. Esto es igual de cierto que decir que no se puede Hamar por teléfono a un amigo con un solo aparato, sin cable ni energia eléctrica y sin marcar el nime- ro. El principio espiritual basico es, pues, el andlisis y las decisiones tomadas de respetar en adelante los decretos divinos que hay en noso- tros. Este principio utiliza al mismo tiempo el cable y la energia del teléfono. El segundo principio esotérico se refiere a los medios de procedi- miento. La clave de la relajacién est en el simple hecho de comprender por qué hay que concentrarse en el cuerpo y no simplemente en las partes fisicas, los miisculos, la piel, los huesos y los 6rganos. Ante todo hay que tener en cuenta que todos nuestros érganos, nuestros tejidos, la mis pequefia de las células, se bafian en una especie de aura magnética 84 El estrés y el descubrimiento de sf mismo de la energia de nuestro Ser interior, que esta energia es una verdadera consciencia y que es de naturaleza psiquica y divina. A partir de aqui, cualquier método de concentracién sobre el cuerpo para relajarse es bueno, siempre que sea simple para no resultar demasiado intelectual y esté movido por buenas intenciones, orientado por unas visualizaciones claras y positivas y sobre todo, lo que es esencial, que se dirija a crear la unidad del ser, lo fisico con lo psiquico, porque lo psiquico de por si puede iluminamos con la luz del mundo espiritual. Lo mas importante es terminar siempre esta concentracién con una visualizacién de la tota~ lidad, del totum del ser, de nuestra entidad real, psiquica Finalmente, y ésta ser la dltima consideracién de este estudio de la relajacién, hay que tener en cuenta el porqué: el doble fin de la relaja- cién. En primer lugar, se trata de recargar nuestro ser psiquico, asi como el fisico; en segundo lugar, queremos liberar la mente de los venenos del intelecto, de los problemas y los pensamientos discordantes. La til- tima etapa es el acceso al silencio, lo que lamamos meditacién. Como acabamos de ver, desde un punto de vista mistico, siempre, antes de entrar en meditacién, se ha tratado de hacer un profundo and- lisis personal de nuestra actitud, de lo que habria podido ofender a los demis 0 perjudicar a alguien. Sin este andlisis, que es una especie de introspeccién, no tiene ninguna utilidad ir més lejos en Ia biisqueda del dominio del estrés. La relajacién, por si misma, no ayuda. Si uno quiere deshacerse de una enfermedad psicosomatica, hace falta que, en primer lugar, se regenere psiquicamente y para eso vigile con sinceridad para compensar mentalmente en el momento y, posteriormente, con unas acciones concretas, todos los errores que haya podido cometer. El mayor obstaculo a superar es, en general, el orgullo, la pereza y el egoismo. Hay que comprender que la mas pequefia de las células de nuestro cuerpo también esta alimentada por los pensamientos que tene- mos en nuestra mente. De poco serviria querer ocultar la verdad, ya que slo nos engafiamos a nosotros mismos. No podemos ocultar a nuestras células la naturaleza de nuestros pensamientos, ya que son estos pensa~ mientos los que reaccionan directamente sobre ellas, incluso sobre los gérmenes que estén de paso en nuestro cuerpo. Antes de relajarse y La relajacion Ey meditar hay que eliminar las discordancias mentales. Entonces, y s6lo entonces, es posible pasar a la fase del andlisis y a la sugestién mental. Para eso hace falta tiempo para dejar que se irradie en nosotros el Amor y la Compasién para «ver» a los seres perdonando a los que nos habrian hecho mal e intentando humildemente que nosotros mismos seamos perdonados por los problemas y tristezas que hubiéramos podido oca- sionar por error, negligencia 0 incomprensién. Capitulo I! Andlisis y autosugestion mental Uno de los mayores problemas que encuentran las personas con es trés negativo es que no pueden desembarazarse de algunas ideas fijas, y, ademas, otras falsas. Las ideas fijas son pensamientos mantenidos en la mente. Aparecen, por ejemplo, cuando se sufte una sensacién des- agradable ligada al estrés. Alguien que tenga palpitaciones, una insufi- ciencia en la regién del coraz6n, calambres en los brazos después de una circunstancia dificil y estresante, puede meterse en la cabeza que tiene una enfermedad cardiaca. Otra persona que acaba de perder un pariente cercano con cancer en el intestino puede, bajo el efecto de la pérdida, persuadirse mentalmente de que ha heredado la misma enfer- medad, s6lo porque su estrés le produce unos espasmos digestivos y el miedo perturba su digestién. Sies cierto que las enfermedades, como ya hemos dicho, pueden sur- gir bruscamente o aparecer durante un distrés, también es verdad que a menudo la mente crea un verdadero desequilibrio que puede perturbar Ja salud: un distrés interior, una angustia. Por otro lado, ya que la medi- cina moderna tiene la capacidad de ensefiar el interior del cuerpo, se puede creer que intelectualmente es posible conocer y comprender la enfermedad. Pero esto sdlo es verdad en parte, En realidad, no es posi- ble conocer intelectualmente la verdadera magnitud de los recursos de curacién de nuestro ser, del mismo modo que no se puede conocer inte- lectualmente, con excepcién del suftimiento, la extensién de una enfer- medad, micntras no haya creado daiios organicos. Andlisis y qutosugestion mental 7 Tomad el ejemplo de un paciente que tenga psoriasis. Esta persona ha oido decir que no habia ningiin tratamiento posible y que no se pue- de curar. Si mantiene esta idea falsa en la mente le es imposible conse- guir ningiin resultado y la curacién s6lo es una mejora entrecortada por recaidas. Por el contrario, persuadios de que un antibidtico curaré vues tra gripe y la curara, a pesar de que, como se sabe, los antibiéticos no tienen ningun efecto sobre los virus, como el de la gripe. Un dia, una persona pensaba que un pariente cercano le habja echa- do mal de ojo. Esta idea se habia metido en su consciencia, como un clavo fijo en la corteza de un arbol, sin posibilidad de sacarla. Sin em- bargo, razonando, se habria podido neutralizar el proceso, explicindole que lo que hacia que se equivocase era, sobre todo, la inquietud que producian estos pensamientos. Esta persona Ilegé a aceptarlo asi y com- prendié perfectamente que esta idea fija era la causa de sus problemas de salud, pero no Ilegaba a liberarse de ella. Sucede lo mismo con miles de sugestiones mentales que se deslizan a cada instante en nuestra consciencia. Cualquier mala noticia, cual- quier falsa noticia, cualquier afirmacién negativa, cualquier opinién falsa en relacién con los demas son como un veneno. Si no se les cierra la puerta antes de que puedan entrar en nuestra consciencia, se abren ca- mino, se desarrollan, crecen y, aunque més tarde los hechos lo nieguen, siempre quedaré algo: Este es el caso de las personalidades del dominio piblico que estén manchadas por las afirmaciones de personas sin es- cripulos. Aunque se demuestre que son mentiras y maledicencias, aun- que se confunda a los maliciosos, Jo que se ha sugerido en un momento dado quedara siempre como una duda en el cerebro de los que estan demasiado abiertos a estas cosas negativas. Siempre guardan ideas fijas de duda, En el caso de la medicina sucede lo mismo. Hay una verdadera gue- rra de influencia mediadora entre los partidarios de los productos qui- micos de sintesis y los de las medicinas naturales. Los promotores de Jas medicinas bioquimicas intentan sembrar la duda y la sospecha sobre las demas medicinas, empleado para ello criticas malintencionadas ¢ intentando ridiculizar a las personas que se curan asf. Con esto, hacen 8 El estrés y el descubrimiento de sf misma mucho dafio a las personas enfermas, porque no respetan la mente de Jos que quieren curarse y tienen una confianza ilimitada en un modelo terapéutico que se les han afirmado que puede serles util. Los enfermos que antes se curan son los que aceptan los estimulos y pensamientos positivos de mejora y no prestan atencién a los malos augurios, tanto si proceden de otros terapeutas como si es de personas de su entorno. Esta obra no pretende hacer juicios de valor sobre tal 0 cual medicina, ya que lo que importa, por encima de todo, es la confian- za de los pacientes en su tratamiento y la capacidad de los terapeutas para inspirar, por sugestién, pensamientos de curacién a sus pacientes, pues, en realidad, lo mds importante es luchar contra las ideas falsas. Nadie que tenga ideas fijas sobre su supuesta enfermedad puede te- ner una idea real de su estado de salud, simplemente porque, al tener en- venenada su mente con estas ideas, se oculta a si mismo su verdadero estado. Se trata, pues, de ideas falsas. El tinico medio de saber si el cuerpo tiene buena salud, o sea, si la parte fisica de nuestro ser se bene- ficia realmente de toda la energia psiquica y fisica que necesita, seria poder armonizarse con nuestro Ser interior, nuestfo Ser real, Ia fuente interior de la fuerza vital y de la consciencia superior de nuestro ser. Solo esta consciencia puede informamos de nuestro estado. Lo hace de distintos modos: con la fatiga, el dolor u otras impresiones que son to- das titiles. Seria mejor confiar en los recursos de nuestro ser para curar- se que dejarnos influir negativamente. Estas impresiones intuitivas son las tinicas que nos dicen cémo modificar nuestro modo de vida. Muy a menudo, el hecho de descansar, de relajarnos, de meditar o distendemnos 0 hacer deporte, la idea repentina intuitiva de comer esta fruta 0, mas bien, de saltarse una comida, tomar una infusin de tal planta o un cal- do de verduras, puede venir de nuestro Ser interior que, sélo él, conoce mejor que nuestra mente lo que necesitamos en realidad, Las sugestiones que se deberian incluir en nuestra consciencia sélo tendrian que ser buenas decisiones. Es el tinico medio para liberarse de todas estas ideas fijas. Por tanto, hay que procurar hacer un andlisis interior y sugerirse destruir los malos pensamientos, pidiendo a las fuer- zas divinas que nos infundan Paz, Amor y Bondad. Esto corresponde a Andlisis y autosugestion mental 80 una forma operativa del neustrés, que hemos dicho que se trata de un estado interior al que se puede acceder con la meditacién y que esté cerca del estado mistico de la contemplacién. Se puede crear este esta~ do en nosotros con la sugestién mental al subconsciente. El hecho de tomar la decisién de sugestionarse ya es una buena decisién mental. Hay otras ideas fijas y sugestiones mentales tan dificiles de elimi- nar, contra las que hay que luchar: son las que otras personas pueden inducir en nosotros voluntaria o inconscientemente. Muchas ideas fal- sas en materia de salud se transmiten con mucha facilidad. Hay un estado a respetar si se quiere estar en perfecto equilibrio, tanto desde el punto de vista mental como fisico, que es mantenerse lo maximo posible en el estado neutro de independencia moral durante las discu- siones y los conflictos. Podemos tomar un ejemplo bastante concreto. En el mundo mate- rial, todos pueden observar que hay unas fuerzas opuestas que se en- frentan constantemente. La mente del ser humano tiende a menudo a hacer de estas fuerzas complementarias fuerzas opuestas, cteando con ello gérmenes de conflictos. Dos personas pueden tener puntos de vista completamente opuestos, sin que por ello tengan que discutir si su vi- sién converge complementandose en vez de oponerse. En realidad, para que sea asi, hay que mantener un equilibrio, un término medio y situar- se mas desde el punto de vista del corazén que desde el del intelecto. Algunas personas estén estresadas porque dejan que se desarrollen en su entorno familiar o profesional unas fuerzas contrarias que crean ambientes tensos e inarménicos Ilenos de duda, de gérmenes de discu- siones y sospecha. En realidad, estas personas no Hlegan a analizar las oposiciones y los contrarios. Es verdad que en algunas ocasiones es dificil no tomar parte ante lo que una persona autoritaria quiere impo- ner porque cree que siempre tiene razén. Sin embargo, hay otra forma de ver las cosas que puede salvar la situacién, en este caso, aprovechan- do el neustrés y evitando el distrés. Cuando senéis que afrontar estas circunstancias, tanto en conflictos familiares como entre personas de vuestro entorno, debéis tener cuidado » tl estres y el descubrimiento de si mismo para no suftir las influencias de las vibraciones negativas que pueden generarse en estas situaciones. Todo el mundo deberia tener Ia facultad de notar cudndo se encuentra ante una persona irritada, estresada y lle- na de malos pensamientos, aunque no siempre esté claro desde el pri- mer momento. Sea como fuere, si se siente que una persona esta lena de malas intenciones, es mejor evitar agravar este estado y aislarse. Aunque este estado sea consciente 0 inconsciente en esta persona, no hay que intentar juzgarla, En primer lugar hay que ayudarse a si mismo. Para hacerlo se recomienda colocarse fuera del teatro de operaciones e intentar ponerse, por decirlo de algiin modo, al abrigo, como el especta- dor en un anfiteatro que contempla la tragedia que se representa, sin tomar parte, y mas bien trata de corregir la situacidn sin querer hacer de la tragedia una comedia, sino mas bien para hacer que se Ilene de ver- dad y resulte mAs atractiva. Esto sélo se puede hacer si se respeta a la persona o Ia situacién a la que os habéis enfrentado y si sois capaces de sumergiros en vosotros para buscar una luz, una voz razonable o una especie de Amor caritati vo y sincero. Entonces ya no es necesario pensar en la persona ni en la situacién, sino que es mejor considerar los acontecimientos y transmu- tarlos en el momento, como si se tratase de fuerzas que hay que modifi- car o disipar. Si hubiese una sugestién esencial seria la de persuadirse aqui mismo de que esta esencia inteligente de Ia vida esté en nosotros, que debemos respetarla y pedirle que sirva de canal para su expansién. Es esta fuerza del Amor la que tiene que hacer que veamos con benevo- lencia a nuestros hermanos humanos. Si legdsemos a reconocer cada dia, en los pequefios acontecimien- tos de nuestra vida, los que estin movidos por unas energias positivas y los que sélo son desorden, destruccién e ignorancia, habriamos da- do un gran paso, Esto supone vivir en el momento presente en una espe- cie de comunién con la realidad profunda y sutil del mundo invisible que nos rodea y que est en nosotros, este mundo del que procede nues- tro ser real y con el que podemos armonizarnos y unirnos continuamen- te, al que algunos, porque son creyentes, llaman mundo Divino, 0 que otros, més materialistas, consideran como una fuerza, una energia. Cual- quiera que sea, ahi esta, en realidad, la fuente de la verdadera vida. Capitulo IV La respiraci6n y el estrés Ahora tenemos que abordar algunos ejercicios para aleanzar la meta que nos hemos fijado: el estado de neustrés. Se proponen muchas prac- ticas, sobre todo ejercicios respiratorios. Generalmente, estos ejerci- cios se han tomado de las escuelas tradicionales auténticas; pero, en realidad, muchas veces pierden su valor porque se han convertido en tuna técnica desprovista del sentido profundo que tenian al principio. Por tanto, estos ejercicios respiratorios se convierten en un fin y dejan de ser un medio de acceder al dominio interior. Se ha dicho mucho sobre la respiracién, las teorias actuales hablan de electrones positives y negativos que penetran en nuestro cuerpo con la respiracién, Lo que todavia no se sabe reconocer bien es la naturaleza de las esencias que incorporamos con el aire en nuestra consciencia. Respiracién metafisica La respiraci6n es una de las funciones fisiolégicas menos conoci- das, en realidad, porque es la mas facil de describir; pero en relacién con el tema del estrés y la energia de la vida no hay duda de que es Ia esen- cial. Si pensamos un momento en la respiracidn, se puede ver que esté unida al soplo que da la vida y en la medida en que dura la respiracion y el soplo penetra en nuestro cuerpo, la vida se mantiene en él. Normal- mente se considera la respiracién como un fendmeno involuntario. No tenemos que pteocupamos ni de por qué ni de cémo respiramos. En 92 El estrés y el descubrimiento de si mismo realidad, es el sistema simpatico neurovegetativo el que asegura la re- gularidad del ritmo respiratorio. Sin embargo, ,no hay algunos miste- rios en la respiracién? {Est vinculada la respiracién a la consciencia y puede depender la consciencia de la respiracion? Cuando, bajo el efecto de las emociones, reaccionamos al estrés, nuestra respiracién se acelera involuntariamente, como para recuperar un retraso, un retraso de toma de consciencia. La respiracién esta ordenada por el sistema simpatico, pero también puede responder a los estimulos del intelecto de la voluntad consciente. Podemos modularla, ralentizarla o acelerarla a voluntad, Esto es ms facil que ralentizar 0 acelerarel corazén o incluso que modificar la tracciones ciclicas de nuestro intestino. En realidad, con la respiracién podemos flegar a nuestro Ser interior. De hecho, es una de las pocas funciones del organismo que se pueden dirigir con toda facilidad, tanto desde el intelecto como desde el subconsciente. En resumen, cuando actuamos con el pensamiento en nuestra respiracién, creamos una unién entre el Set exterior, el intelecto, y el Ser interior, el subconsciente. {Por qué no admitir en estas condiciones que donde se crea esta unién también se pueden transmitir vibraciones de naturaleza consciente, for- mas de pensamiento inteligibles, una especie de intercambio entre lo que hay abajo y lo que hay arriba? con- Si se admite que los centros respiratorios pueden ser una especie de encrucijada de comunicaciones entre los impulsos nerviosos proceden- tes de nuestros pensamientos y las fuerzas inteligentes de nuestro Ser, tendremos una visién bastante parcial aunque ilustrativa de la realidad. Si se comparasen las formas de pensamiento conscientes o subcons- cientes con unos medios de transporte, se podria decir que la respira- cién es como un gran centro por el que circulan al mismo tiempo vehi- culos de turismo (nuestros pensamientos), trenes de alta velocidad (los impulsos del subconsciente) y naves interestelares de velocidad infinita (las radiaciones de la consciencia césmicaque hay en nosotros). Todo esto penetra en nuestro ser o sale de él por la respiracién, para concentrarse en nuestros plexos nerviosos simpaticos, nuestras células nerviosas cerebro-espinales o nuestros centros psiquicos, dependiendo La respiracion y el estrés 9 de la potencia vibratoria de estas emanaciones y de si somos capaces de retenerlas gracias a nuestra armonia con ellas. Los pensamientos mas bajos, llamados negativos, las emociones de naturaleza agresiva, ren- corosas o distresantes, perturban esta incorporacién de la consciencia vital en nosotros, provocando accidentes, tapones o retrasos en el curso de su circulacién. Esto se traduce en opresiones en el térax, molestias respiratorias, respiracién demasiado corta o insuficiente. Por el contrario, el que conserva el control, conserva automitica- mente una forma de respiracién eficaz, amplia, densa y beneficiosa. Por esta razén, todas las tradiciones auténticas han dado a la respiracién un lugar privilegiado, por ser la que mantiene la vida y también porque ¢s la que mantiene Ia consciencia en nuestro cuerpo y conserva el soplo vivificante del alma. Durante el distrés, ocurre como si la unién invisi- ble que viene del origen de nuestra existencia estuviese momentanea- mente perturbada por unas ondas pardsitas que impiden que las fuerzas de la vida penetren en nuestro ser. Saber esto es comprender por qué algunos ejercicios respiratorios son titiles e incluso indispensables para disolver el distrés. Un ejemplo muy simple de la importancia de la respiracién se en- cuentra en el suspiro 0 el bostezo. Investigaciones cientificas recien- tes han demostrado que durante el bostezo o el suspiro hay una bajada de las tensiones ortosimpaticas y que, por ello, se elimina el exceso de presién del sistema nervioso. Es como el vapor que se evacua por una valvula de seguridad. Cuando se esta tenso o inquieto por un es- trés negativo o por una tensién apremiante, hay que tomar tiempo para respirar, jadear, suspitat, si fuese necesario. Con todo lo simple que pueda parecer, es una garantia para encontrar mejor la solucién a un problema o para desconectarse temporalmente de las preocupacio- nes del mundo exterior. Se han efectuado otros andlisis en las personas estresadas. Se ha demostrado que el estrés negativo aumenta la acidez de la sangre, pu- diendo estar su origen en Ia insuficiencia respiratoria que produce. El metabolismo energético es un gran abastecedor de residuos y la mayo- ria de estos residuos son acidos. El acido lactico, el acido urico, el acido El estrés y el descubrimiento de sf mismo oxélico son algunos de ellos. Esta acidez de la sangre perturba mucho las funciones vitales y la transmisién nerviosa. Se ha podido hacer una analogia entre los pensamientos negativos y el aumento de la acidez de Ja sangre. Por el contratio, se ha demostrado también que algunos mo- dos de respirar pueden disminuit esta acidez y dar a la sangre su fuerza vital. El hecho de respirar correctamente recarga la sangre de algunas energias electronicas positivas, dindole més alcalinidad y regenerin- dola. Por ahora, la ciencia no reconoce el valor que tiene el oxigeno del aire, pero llegar un momento, mas o menos cercano, en que se descu- bran todos estos electrones vibratorios que la respiracién permite incor- porar a la sangre y a todo nuestro ser. Neustrés y respiracién neutra Ante todo, hay que decir que la respiracién es un medio de comuni- cién con todo el universo. Es una gran funcién y un medio inestima- ble para unirse con la consciencia del universo, pues, en realidad, nadie sabe de dénde provienen las energias que nos rodean y menos atin qué es lo que las mantiene. Intentar comprenderlas intelectualmente es muy dificil, pues s6lo con la practica de un intercambio de consciencia con estas fuerzas se puede sentir lo que pueden representar. La respiracién, si es consciente, puede permitir el acceso a esta comprensién. Poco més © menos, es como si detuviésemos por un instante todas las comunica- ciones, los ruidos, los estimulos de una gran ciudad, y pidiésemos a cada uno de sus habitantes que, en el silencio y la oscuridad, sientan el universo y lo penetren con el pensamiento, dejéndose invadir por su soplo vital Todo el mundo tiene a su alcance una mirjada de sensaciones nue- vas, sensaciones y sentimientos, a cuyo lado pasamos cada dia sin tener idea de que existen, siendo éstas el Amor, la compasién, el esta- do de gracia y Ia misericordia divina hacia sus criaturas. Cada una de las células de nuestro cuerpo respira y necesita recibir estos impulsos vitales. Se puede captar su origen y se puede hacer perceptible con una buena preparacién que tiene en cuenta una regla respiratoria muy simple. La respiracion y el estrés Cada vez que espiramos y exhalamos el aire de los pulmones es como si expuls4semos nuestro distrés, nuestros pensamientos negati- vos, los problemas y los rencores que nos asaltan. Es como si los disi- pasemos en nosotros, disolviéndolos en la atmésfera. Cada vez que ins- piramos, penetra en nosotros una energia mas grande, una forma de consciencia mayor, mas pureza, mas bondad y, con ellas, un pensa- miento més claro, mAs inspirado. Esto es un poco autosugestién, pero también es un fendmeno real. Cuando guardamos estos pensamientos en el espiritu, nos convertimos en una especie de imén, de receptaculo de estos pensamientos inspiradores, ya que estas energias sélo piden entrar en nosotros, El Amor, la alegria y la verdad son vibraciones comunicativas que se incorporan en la respiracién del mismo modo que los alimentos lo hacen por la boca, a condicién de crear mentalmente un vacio de pensamientos. La respiracién es, pues, el complemento indis- pensable de la relajacién, tal y como la hemos descrito anteriormente. La respiracién es una etapa esencial del proceso de dominio del estrés. Si queréis hacer un ejercicio respiratorio especifico, os propone- mos ahora comprobar vuestra capacidad respiratoria, no s6lo en el sen- tido del aporte energético que eso representa para nuestro cuerpo, sino también en el plano de la consciencia y Ia moral. Para ello hay que estar relajado, sentado con la espalda recta, los pies ligeramente sepa- rados, los brazos sobre las rodillas y la cintura ligeramente relajada. ‘Ahora tenéis que espirar y después, inspirar sin prisa, sin molestia alguna ni impaciencia. Espirad muy lentamente por la nariz, y di pués inspirad, también por la nariz, muy lentamente, suavemente. So- bre todo procurad en ambos casos mantener Ia espiracién y la inspira- cién hasta los limites de vuestra capacidad pulmonar; pero sin forzar, sin bloquear, sin miedo ni molestias. Lo importante es dejar que sal- gan los pensamientos desagradables y reemplazarlos por la esencia césmica divina, misteriosa y sagrada que penetra en nuestros pulmo- nes con su fuerza vital, su soplo, La respiracién, como fendmeno involuntario y auténomo, es la tini- ca funcién del cuerpo que puede dirigir la consciencia mental en deter~ minadas condiciones. Nuestras investigaciones demuestran que la res- piracién es un medio de unidn entre la mente y la psiquis que permite a %6 El estrés y el descubrimiento de sf mismo éstatiltima dominar la mente. El simple hecho de querer dirigir la respi- racién pone a los centros respiratorios del sistema simpatico en rela- cién con la voluntad consciente. En realidad, se establece rapidamente una unién entre las energias mentales de los pensamientos de la corteza cerebral y las fuerzas vitales subconscientes que caminan por el sistema simpatico del mismo modo que un péndulo. Por tanto no se puede diso- ciar la respitacién de la consciencia. No hay consciencia sin respiracién. La vida impregna nuestro ser con la respiracién. Ella mantiene el movi- miento respiratorio mientras este movimiento la mantiene a ella y asi hasta el tiltimo hélito de vida, Por eso la respiracién representa en todos los estudios esotéricos y espirituales un medio para desarrollar la cons- ciencia interior y vincular al ser humano con el origen de su existencia. Para los misticos, la respiracién es un acto relacionado con la cons- ciencia del todo césmico, del universo. Lo que los astrénomos llaman expansién del universo no es en realidad mas que una especie de movi- miento incesante de la vida que, como una marea, se mueve con un flujo y un reflujo regulares, un ritmo incesante y permanente, como un Soplo, como nuestra respiracién. La toma de consciencia de este flujo, cuando respiramos, permite que nuestra consciencia se armonice con esta fuente de vida y nos una con lo que hemos llamado energia de la vida, energia del estrés. Hemos dicho que esta energia de la vida produ- ce el estrés en el sentido de movimiento. La respiracién, sin ninguna duda, es un medio eficaz de dominar el movimiento vital y con él el estrés, Equilibrarlo equivale a estabilizarse, equilibrarse, tender hacia el neustrés como un péndulo. La utilizacion de la respiracién neutra permite unirse con la fuente césmica de todo y dejar que penetre en nosotros esa inteligencia que rebasa nuestro ser y actuaré por encima de la simple mente. Esta ener- gia beneficiosa y buena se manifiesta en todas las criaturas vivientes, ya que cada célula posee sus propios érganos respiratorios, el equiva- Tente a nuestros pulmones, llamados mitocondrias en el reino animal 0 cloroplastos en el vegetal. Ahi es donde se efectia, por ejemplo, lo que Hamamos la sintesis clorofilica, sintesis que impregna en la clorofila y en los demas pigmentos, sobre todo en las vitaminas, el impulso vital de la consciencia césmica. Ademés, nuestra sangre, por el pigmento de La respiracion y el estrés 7 Ja hemoglobina, se carga de todas las vibraciones coloreadas del espec- tro solar y de la consciencia césmica y las lleva a las células que, en las tinieblas del fondo de nuestro cuerpo, de nuestros érganos, esperan re- cibir esta luz. La respiracién es la clave del dominio del estrés, del mis- mo modo que lo es del dominio de las energias de la vida. Es necesario, para terminar, recordar algunos elementos suplemen- tarios, ya que muchas personas, que no conocen el valor de la respira- cién, no aprenden nunca a respirar correctamente. —El primer elemento consiste en recomendar que se respire por la nariz, ya que de este modo el aire se humedece, se calienta y se libera de sus microbios, de sus toxinas y de otras impurezas. — El segundo elemento es tomar consciencia del valor de la respira- cién abdominal. Al contrario que la respiracién tordcica alta, la abdominal moviliza los érganos abdorrinales y la pared abdomi- nal. Las visceras y el vientre abultado permiten tirar el diafragma hacia abajo y, en realidad, es el misculo diafragmatico el que au- menta los didmetros de la caja toracica y amplia las capacidades y os volimenes del intercambio gaseoso pulmonar. ~l tercer elemento es empezar siempre por una espiracién profun- da forzada, para expulsar todo el aire residual de los pulmones y aumentar de este modo la renovacién del aire. La respiracién es, pues, una funcién vital esencial. Permite proteger mejor el distrés. Cuando hayamos podido dominar nuestros pensamien- tos con la ayuda de Ia relajacién, del andlisis y del ejercicio respiratorio que acabamos de describir, entonces podremos emprender la fase si- guiente del dominio del estrés: la visualizacion. Capitulo V La visualizacion Para liberarse del distrés, hay que transformar nuestra existencia, bus cando las causas del desequilibrio que nos pone en estado de desarmonia. Encontradas estas causas, hay que utilizar la visualizaci6n positiva. {Como puede modificar la visualizacién un desequilibrio o una en- fermedad? Un ejemplo permitiré comprenderlo mejor: las glandulas en- docrinas y el estrés. Hemos visto que muchas enfermedades tienen como origen los desequilibrios psicoendocrinolégicos. No se trata simplemente de un problema localizado en la mente. En realidad, los pensamientos cargados de emociones estan dotados de una fuerza vibratoria activa més poderosa que los pensamientos intelectuales. La fuerza de las emo- ciones est en que pueden inscribirse en los centros vinculados a nues- tras glandulas endocrinas. Es ahi donde se lleva a cabo la unién entre la psiquis y Ia salud. Se trata pues, sobre todo, de una cuestién de energia y, en particular, de una energia consciente o subconsciente. La misién de la visualizacién seré crear con alquimia mental una fuerza-pensa- miento cargada de emociones positivas tan poderosas, presentes y ac- tuales, como lo han sido o lo son atin las emociones negativas que han generado el desorden. La visualizacién debe ser un arma a utilizar con confianza; pero cuyo proceso es alquimico y, por tanto, progresivo. Ella puede por si misma disolver un veneno emocional del subconsciente, aunque se encontrase alli desde hace mucho tiempo. Crea una realidad que, en nuestra consciencia, debe tener tanta fuerza y actualidad como la memorizacién de un acontecimiento pasado. La visvalizacion ‘Nuestro ser esté formado de tal manera que, desde el nacimiento, cada uno de nosotros tiene una especie de proteccién subconsciente, de voz interior protectora, que nos dice lo que se debe hacer y lo que no. En algunos casos, esta inspiracién intuitiva est debilitada, por no decir destruida, por la educacién, los dogmas, las falsas creencias, los temo- res, Todo esto destruye la luz interior de los nifios y su propia protec- cién intima, De este modo, familias enteras se transmiten miedos ances- trales de generacién en generacién. Asi sucede, por ejemplo, con la supersticiGn, el miedo a los brujos, los sortilegios y los fantasmas; pero ocurre lo mismo con toda una serie de dogmas que las sociedades incul- can atin mas, Cuando hacéis creer a un nifio todas estas cosas, lo impre~ sionan y agobian su espiritu. Esto se imprime en su consciencia como una imagen mental llena de realismo. Todo sucede como si el nifio es- cribiera en el libro de su consciencia, en paginas blancas, textos indele- bles como imagenes que guardan sus impresiones emocionales, y lo peor es que estas paginas del libro de la consciencia estan escritas a menudo no con sus propias emociones, sino con las de sus allegados. Cuando, més tarde, el adulto quiera consultar la enciclopedia de su cons- ciencia, siempre estar4 influido por estas falsas creencias y esta icono- grafia negativa. La tinica proteccién que puede tener nuestro ser se encuentra en una especie de guardian del subconsciente, el Ser interior espiritual. Si se quiere aceptar que el ser humano tiene esencia divina, entonces no se puede negar que en el centro de nuestro ser se guarda cuidado- samente para siempre este origen divino. Las falsas creencias, los erto- res de nuestra educacién, son como carteles colgados en las puertas exteriores del templo. Eso hace pensar en los bajorrelieves que, en el antiguo Egipto, cubrian los muros exteriores de los templos y que los faraones hacian grabar para modificar el curso de su reino. Habia es- cenas de victoria, festines, escenas religiosas 0 misticasiLos egipcios habjan comprendido que nuestro ser tenia varios estados y varios ni- veles de consciencia que ellos simbolizaban con las antecdmaras del templo: toda una serie de corredores sagrados impedian aleanzar con demasiada facilidad la pequefia puerta del Naos, del Sancta Sanctorum, del corredor interior de su Templo. Muchos guardianes lo vigilaban para conservar su integridad. 100 El estrés y el descubrimiento de si mismo En realidad, durante el estrés, todo sucede como si se golpease con un ariete la puerta del templo de nuestra consciencia. Dos personas es- tan encargadas de dar la respuesta: un consejero y un guardian (el guar- dian interior de nuestra alma y el consejero de nuestro ego exterior). Nuestro guardian interior debe ser bastante fuerte, ya que muy a menu- do, bajo los efectos de estos golpes, el consejero, nuestra consciencia analitica, se alia con las influencias negativas del exterior para intentar dejar que entren en nosotros los malos pensamientos. Nuestro andlisis suele mantener a menudo los errores y las influencias negativas. El in- telecto, en la mayoria de las situaciones, es una pésima referencia y el peor consejero. Con mucha frecuencia hace el juego a las fuerzas desestabilizadoras. Esta demasiado sometido al distrés para servir de alguna utilidad cuando hay problemas, ya que a menudo su andlisis es exagerado. Para abordar los principios que deseamos presentar ahora, habra que tener en cuenta todo lo que se ha dicho hasta el momento: la existencia, en cada uno de nosotros, de un guardian protector que no duda en ad- vertirnos si nuestra actitud es injusta o improcedente. La necesidad de luchar contra la hipocresia, que slo engafia al ego exterior, y la sinceri- dad y la espontaneidad del nifio son la clave del didlogo a establecer con nuestro Ser interior. Cuando nos preocupa un problema de salud y pensamos que esta relacionado con un desorden psicolégico y emocional, la primera etapa es buscar la causa que lo ha producido. En este preciso momento hay que hacer algo esencial, descender de la escena en la que se representa nuestra existencia y empezar a observar atentamente la pelicula de nues- tra vida, la secuencia que estamos interpretando, tener en cuenta a los demis actores del drama, ponerse en su lugar e intentar comprenderlos. Todo esto se debe hacer con la mayor sinceridad, ya que sin ella este proceso est abocado al fracaso. En resumen, hay que salir del tiempo y del espacio para considerar nuestra vida interpretada en una pantalla gigante donde se mezcla todo al mismo tiempo. Pasado, presente y fu- turo, no son mas que una especie de realidad ultima, en la que sélo la esencia de las cosas aparece y guia nuestros pasos en la comprensién de nuestro ser. La visvalizaci6n . 101 Durante unos instantes, a modo de ejemplo, podéis intentar revivir un episodio que ha marcado vuestra vida, un episodio que ha creado en vosotros una gran angustia, espanto y mucha tristeza. Quiza se trate de una serie de situaciones concatenadas que forman una sola. Por ejem- plo, las relaciones que mantenéis con una persona que pensais que odidis ‘© que parece que os detesta. Sumergios con valor en ese ambiente nega- tivo, haced que salga de lo mas profundo de vuestra memoria. Mirad la escena como si estuvieseis en ella, sentid con profundidad lo que habéis sentido anteriormente. Dejaos llevar por estas emociones, dejad que salga todo eso, desenterradlo de vuestra consciencia. Después, con una espiracién prolongada, haced que salga de vosotros y dejad que se di- suelva fuera. Que todo lo que pueda molestaros dentro quede eliminado asi. Después, inspirando profundamente, sentid cémo se aclara poco a poco el estado inverso, que al odio le sigue la comprensién, que a la tristeza le sigue la alegria ya que, con vuestra visualizacién, podéis mo- dificar los estados pasados. Remodelad la escena, visualizadla con valor, como hubieseis querido que fuese, en vuestro espiritu, y asi seré a partir de ahora en la realidad. Vosotros sois vuestros directores de escena. Vuestra propia visuali- zacién interior debe convertirse en una pelicula verdadera, una version real, una realidad presente y definitiva. Habria que decir mucho sobre la visualizacién, ya que se esta con- virtiendo en nuestros dias en un clisico de los tratamientos propuestos a las personas estresadas. Tanto si se trata de sofrologia como de hipno- sis, sugestion mental o visualizacién positiva, todos estos métodos tie- nen el mismo origen: la visualizacién Los antiguos misticos utilizaban este método para calificar una capacidad de nuestro ser para crear voluntariamente con el pensamien- to estados nuevos. Se consideraba la visualizacién como una herra- mienta que permitia a cualquiera prepararse para una vida mejor con mas bondad y realizacién. En las escuelas de misterio de Egipto s6lo la conocian unos pocos iniciados que la practicaban en un sentido esen- cialmente espiritual o para la curacién. En nuestros dias ha entrado en el campo de la psicologia y la terapia, después de que se hayan escrito 102 El estrés y el descubrimiento de si mismo. varios libros sobre este tema a partir de conocimientos reales. Estos conocimientos son la base de las ensefianzas de la A.M.O.R.C. Sin em- bargo, no es correcto emplear el término visualizacién para abarcar una serie de métodos. Aunque utilicen un proceso que puede parecerse a la visualizacién, estas técnicas diferentes se encuentran fuera del sentido profundo que les da toda su eficacia, sin contar con que muchas veces se mueven mds por objetivos Iucrativos y el ansia de poder que por causas justas y sinceras. Se han propuesto muchos ejercicios mentales y la imaginacién de todos los que se interesan por este tema ha permitido crear una verdade- ra iconografia mental simbélica. Se aprende, por ejemplo, a visualizar que las células se bafian en una luz de Amor concentrando la luz enalgu- na parte del cuerpo y haciendo que crezcan burbujas de felicidad que estallan después en nuestros tejidos. Todo esto es muy interesante y apli- ca de manera practica las leyes que dirigen la verdadera visualizacién. Hay que reconocer que esta facultad no es ni una técnica ni un méto- do cualquiera. Depende de leyes esotéricas precisas que, para que sean eficaces, deben dominarse periectamente en el sentido en que deben ser comprendidas interiormente. El primer principio es la confianza, Los mayores especialistas que han estudiado el efecto placebo dicen que, para que el medicamento desprovisto de toda accién quimica pueda ser activo, es necesario que el paciente confie plenamente en la eficacia del producto. Los estudios realizados de incégnito para comparar el efecto de los medicamentos lamados activos con substancias Iamadas inactivas Iegan incluso a necesitar que todo el equipo curativo ignore que se trata de un estudio. ‘Asf hay casos en los que se ha podido observar realmente que no existia ninguna diferencia entre algunas drogas y sus competidores inactivos, dados por enfermeras y prescritos por médicos que tambign ignoraban Ja prueba y crefan que aplicaban un medicamento normal. Laconfianza del médico, de la enfermera y del paciente son tres pun- tos de un mismo estado, que es el de la confianza, Este estado de confian- za condiciona el éxito del placebo; pero, cuando se nos dice que basta La visualizacion 1s con inducir la esperanza con pensamientos positivos, esto no es verdad. jCudntas personas con enfermedades graves esperaban mejorar; pero les faltaba la confianza en los procesos de curacién y por ello no han podido superar su enfermedad! Creencias, esperanzas, visualizacién lla- mada positiva, no son suficientes si no van unidas a la confianza Como hemos dicho, el estrés depende en realidad de la manera en que nuestra consciencia reacciona y de su permeabilidad a la energia vital. Si, mentalmente, existe la minima duda, esta energia se encuentra bloqueada y no puede avanzar de una manera conveniente. El mayor obstéculo para la curacién esta, pues, en ignorar las leyes que rigen la vida consciente y subconsciente. Los terapeutas que emplean los prin- cipios metafisicos saben que muchas veces basta con la sugestién men- tal para acabar con la pérdida de confianza; pero hace falta que, en un momento dado, el paciente acepte esta sugestidn y decida interiormente entregarse a la energia vital inteligente y sutil que se mueve en él por su Ser interior. Se trata de un acto de fe verdadera, no de fe ciega, sino de fe basada en el conocimiento y la certeza Se proponen varios programas de mantenimiento en los casos de enfermedades graves. Los que tienen més posibilidades de éxito son los que estimulan la confianza del individuo ayudandole a volverse hacia el origen divino de su existencia con toda confianza, Los enfetmos que rechazan su enfermedad o dicen que no creen en nada y solo desean una cosa, acabar, crean todas las condiciones propicias para tener una en- fermedad larga, dolorosa y fatal. La vida es lo contrario de esto, da el valor, la confianza y la curacién, tan pronto como se logra levantar el velo del intelecto para descubrir el origen luminuso que hay en noso- tros. La visualizacién puede ayudar entonces, con la condicién de que esté movida por un deseo sincero y con confianza. Se puede hacer una visualizacién estando solo y no hay ninguna necesidad de encontrarse en un grupo o seguir un guia o un psicélogo, aunque al principio pueda ser til. Mas bien, se puede encontrar el buen modo de proceder con un trabajo interior sobre uno mismo. Hay otro principio relacionado con la visualizacion que conviene considerar de nuevo. Es el hecho de que la respiracién ayuda a liberar la 104 El estrés y el descubrimiento de si mismo consciencia interior de la influencia de la mente. En realidad, la mente s el centro de vibracién-pensamiento de baja frecuencia vibratoria que reacciona con los aspectos materiales de nuestra existencia. La mente depende del caracter ilusorio de las sensaciones. Cuando se sabe que nuestros sentidos objetivos slo nos muestran un fraccién infima de la creacion universal y cuando se comprende que la percepcién que tene- mos de nuestros semejantes ni siquiera nos permite saber lo que pien- san realmente, uno se da cuenta enseguida de que el individuo medio evoluciona en un paisaje cargado de brumas y se comporta como un ciego que anda a tientas, sacudido en un océano de impresiones que no puede controlar. Sin embargo, cada uno de nosotros dispone de una especie de doble psiquis y frecuencia vibratoria de sus pensamientos psiquicos es mas elevada que la de los pensamientos intelectuales. En lo que se podria considerar como una especie de silencio interior, hay un torrente de vibraciones conscientes. Est2 campo es el del Ser psiquico, é1 mismo y su relacién con otras vibraciones atin mas elevadas y sutiles: las del alma universal. En realidad son, de alguna manera, las vibraciones del silencio interior. Cada ser humano, si realmente lo de- sea, puede elevarse del plano material para dirigir sus pensamientos hacia su interior. Alli, encuentra pensamientos del alma universal que, como los electrones de la luz, pueden producir en la pantalla de la cons- ciencia emociones, percepciones. Estas percepciones, cuando vienen de nuestra alma, tienen un gran poder de impresién. Pueden imprimir en nosotros pensamientos positivos insospechados y darles fuerza y vi- gor, siempre que se esté sinceramente dispuesto a aplicarlas. Estas ema- naciones contienen la energia suficiente para crear su manifestacién material y modificar el curso de las funciones de nuestros érganos. Es muy frecuente que se den en el estrés a la vez varias percepciones gue llegan simulténeamente a la pantalla de la consciencia. Hay impre- siones objetivas y subjetivas: las que proceden de los objetos naturales, cuyo anilisis intelectual es generalmente comparativo y esta basado en Ja memoria de hechos anteriores, y las impresiones procedentes del Ser interior que son un andlisis mAs sutil, mAs intuitivo y més esponténeo y furtivo, Por esta razén, a menudo éstas estin relegadas a un segundo plano y quedan en el olvido si no se tienen en cuenta. Los que llegan a La visualizacion 105 clevar el nivel vibratorio de su ser se han cualificado para recibir las inspiraciones de su Ser interior. La misién de la respiracién es ayudar a crear en nosotros un suplemento de energia de alta frecuencia para desa- rrollar esta percepcién intuitiva. Por esta raz6n, antes de visualizar cuz quier cosa, es indispensable concentrarse en la respiracién para liberar al cerebro de los movimientos incesantes que los pensamientos, como si fuesen cortocircuitos eléctricos, realizan sin cesar. Cuando se efectia una gran inspiracién forzada, se produce en todo el circuito una especie de gran onda de energia que sumerge todo € ilumina el conjunto. Haciendo esto, todo se disuelve en esta luz, el con- junto de las pequefias chispas efimeras se iluminan y pierden su impor- tancia. Entonces, la consciencia se encuentra inundada por algo que la supera y, a continuacién, espirando lentamente, se libera de los pensa- mientos pardsitos cuya energia basica es, por lo demés, eliminada por la espiraci6n. Por eso es importante dominar los pensamientos con la ayuda de la respiracién. Esto permite aumentar el campo de nuestra consciencia mientras nos elevamos de lo fit a lo sagrado. Una vez preparado asi nuestro cuerpo en la fase de visualizacin propiamente dicha, hay que reflexionar sobre la eleccién de la visua- lizacién. Esta no debe tener una naturaleza demasiado fisica y material, porque seria volver a limitar la energia a una fase de frecuencia dema- siado baja para el resultado esperado. Lo importante es, pues, buscar una visualizaci6n que nos una a la energia vital, a la fuerza vital, a la que domina el estrés y dirige las demas vibraciones del plano en el que vivimos. Un medio eficaz para poner en movimiento esta energia por la visualizaci6n es la eleccién de un simbolo natural, o sea, elegir una de Jas energias materializadas por los fenémenos naturales, pudiendo ser Ia marea del océano, el sol del alba, una montafia nevada o el viento que agita el bosque. Son simbolos que nos armonizan con las energfas suti- les de la naturaleza y pueden ayudarnos a curarnos. También podemos utilizar una visualizacion que retina espectaculos naturales que evoquen los cuatro elementos: el océano, parael agua; el bosque, para el viento; el desierto, para la tierra, y el sol, para el fuego. Cuando se visualiza y se respira se mantiene siempre dentro de si una masa vibratoria de pensa- mientos. La masa concentrada de energias naturales que hemos atraido two El estrés y ei descubrimiento de si mismo con la visualizacién y con la respiracién permite establecer una discri minacién entre los pensamientos que deseamos conservar y aumentar y otros de los que nos tenemos que deshacer a cualquier precio. El problema de las personas que tienen que enfrentarse al estrés de agotamiento mental es que su actividad mental y, a veces, fisica y de tal indole que se acostumbran a estar continuamente en una fase de actividad intelectual. Es como si tuviesen un disco que gira sin cesar y daa su consciencia un flujo incesante de directrices, esperanzas y emociones relacionas con su trabajo. Estas personas desean ser efi- cientes, quieren ser titiles y tomar decisiones para dirigir mejor su vida, planificarla y, algunas veces, planificar la de los demas. Este exceso de mentalizacién crea una sobrecarga de orden y deseo inte- lectuales que ahogan por completo al Ser interior y sus propios de- se0s, ano ser que estos estimulos procedan del mismo Ser interior; pero en este caso son furtivos y féciles de distinguir. Por tanto, hay que tener cuidado en la visualizacién para no concentrar todo en las necesidades materiales, intelectuales y fisicas. Es una trampa en la que caen muchos de los que exaltan la visualizacién. Algunos, por el contrario, preconizan visualizaciones demasiado imaginativas y que, aunque sean bellas en el espiritu, no tengan nada que ver con la reali- dad de las leyes naturales que hay en nosotros. La verdad es que s6lo puede ser titil y eficaz una visualizacién creada en si y para si. Tiene en cuenta los deseos legitimos cuando han pasado por la criba de la raz6n interior, del Ser interior. Los con- sejos que puedan dar los dems sobre unos ejercicios pretendidos sue- len tener mejor aplicacién en ellos mismos que en los demas. Un pun- to muy importante a tener en cuenta: el ser humano necesita el movimiento para expresar su existencia. La visualizacién debe expre- sar este movimiento, armonizdndose con la inteligencia césmica y con la vida, consciencia del universo. Hay que afiadi: siempre a la visualizacién esta impresién de ritmo, de movimiento, de fuerza crea tiva, viva, expansiva. Hay varios tipos de visualizacién, segiin se quiera manifestar la tran- quilidad mental, la resolucién de problemas pasados que envenenan el La visualizacion 107 subconsciente 0 la creacién mental que mejora la vida cotidiana, Todas estén basadas en la alquimia mental, el descenso de las fuerzas césmi- cas, para transmutar las imperfecciones de nuestro Ser interior. Esto es Jo que vamos a tratar a continuacién. Capitulo VI La alquimia mental La alquimia mental es el proceso secreto que los antiguos alquimis- tas operativos han ocultado bajo el simbolismo de la transmutacion de los metales en oro. Para ellos, la materia vil, el elemento material, el plomo 0 el hierro estaban simbolizados por las vibraciones mas bajas de la naturaleza humana, La busqueda alegérica de su piedra filosofal representaba la biisqueda de los medios que debian permitir, segiin la tradicién, trascender la experiencia humana y convertirla en el crisol de una iluminacién espiritual. Evocar este tema en el marco de una obra sobre el estrés puede pare- cer paraddjico. Sin embargo, si se reflexiona un poco en el objetivo de estos filésofos, la obra aspiraba a restablecer al ser humano en sus pre- rrogativas sagradas mediante una alquimia lenta. Este objetivo ya no puede ser extrafio en nuestra época en un tema como el estrés Como hemos dicho, la forma que toma el estrés esta en funcién de la via elegida por nuestra consciencia, Si nuestro ser acepta elevarse hacia una armonia con las fuerzas inteligentes universales, crea una especie de eustrés benéfico. Cuando, por el contrario, por sus pensamientos y sus actos, se opone consciente o inconscientemente a todo lo que hace la vida en la Tierra y e1 todo el universo, entonces esta fuerza que he- mos llamado energia de la vida reacciona en él y produce un distrés. Se sitia en posicién desfavorable en relacién con todo lo que seria bueno para él y se desliga de la fuente de la libertad y de su felicidad. La aiquimia mental 109 Lo que buscaban los alquimistas era conocer las leyes que tigen el curso de esta energia vital, saber utilizarlas para transformar la natura- leza del hombre, con el fin de Ilevarlo a una mayor felicidad gracias a una especie de conocimiento de lo que es y su relacién con el universo. Se comprende ficilmente que esta toma de consciencia no puede ser inmediata y repentina. Solo afios de experiencia y circunstancias mas 0 menos contrarias hacen que el hombre avance andando a tientas por el camino de la evolucién. Para ellos, la alquimia era una especie de caya- do de peregrino, una ayuda, una herramienta para modificar las pruebas de la existencia, actuando sobre los pensamientos y manifestando bue- nos pensamientos y buenas acciones. Desde el punto de vista actual en relacién con el estrés, los buenos pensamientos y las buenas acciones son los que evitan precisamente el distrés y evolucionan hacia el eustrés, inciuso el neustrés, el desapego. Si reflexionamos un poco, seguro que nos damos cuenta de que, en realidad, los buenos pensamientos, las buenas acciones y las ideas jus- tas, el buen sentido, son otras tantas condiciones suficientes para crear tun estado cercano a un neustrés cada vez mayor, una especie de paz interior cada vez més profunda. Todo el proceso alquimico se dirige hacia esta meta. El oro filosofal es una especie de estado de conoci- miento de esta paz interior, de este neustrés, de este desapego. El fuego que los alquimistas han utilizado siempre era un fuego continuo de celo, de rectitud, de valor y de perseverancia al servicio de la manifestacidn de una Ilama interior que simbolizaba el Amor. En realidad, habian descubierto que la vida y su energia daban un movi- miento a la naturaleza y que de este movimiento podian nacer nuevas manifestaciones de todo tipo. Por eso, nuestros pensamientos no es- tan nunca completamente inméviles, sino que oscilan permanente- mente entre los aspectos buenos y los malos de nuestra naturaleza intima; pero, cuando estas dos oposiciones, estas dos fuerzas opues- tas de la vida, se rednen, entonces puede haber una manifestacién conereta, un acto, una palabra, una realizacién. Este acto, esta palabra y esta realizacién podrian ser tanto mas elevados y benéficos para su autor cuanto mas se hubiese calentado la energia de la vida con el fuego del amor interior. Todo el trabajo alquimico reside pues en este 110 El estrés y el descubrimiento de si.mismo hecho particular: recalentar nuestros actos y nuestros pensamientos con [a Ilama sagrada del Amor divino que hay en nosotros. + Cuando, en nuestros dias, algunos dicen que para luchar contra el distrés basta con aislarse mentalmente, distraerse o hacer deporte, s6lo resuelven temporalmente el problema. Si bien es cierto que estos méto- dos son vilidos desde un punto de vista fisico, no son suficientes en el plano psiquico, emocional y psicol6gico. Cualquier persona que alber- gue los gérmenes de un conflicto no puede evacuar este distrés a la perfeccién si no transmuta sus pensamientos en Amor y en el Amor. El alquimista utilizaba un medio muy seguro para eso. Colocaba su piedra vil ante un soporte de transmutacién, una especie de substancia volatil capaz de desplazar la energia para sublimar la materia. Cuando os asalta un distrés y es imposible encontrar la solucién a un problema, hay que utilizar un método muy simple que consiste en cam- biar la causa de vuestros problemas mentales concentrando vuestros pen- samientos en otra cosa. Si habéis observado en vosotros, por ejemplo, una mala costumbre, lo mejor es que, en lugar de combatirla de frente con el riesgo de crear un rechazo, os obstingis en concentrar los deseos y aspiraciones en otra costumbre mejor que sustituya a la primera. En materia de pensamiento, hay que actuar del mismo modo: ahi esté toda la fuerza de la alquimia mental. Si utilizdis todos los medios que se han enumerado, podréis analizar sucesivamente las causas de vuestro distrés, considerar vuestros errores y percibir vuestros pensa- mientos negativos, revivirlos con el pensamiento para eliminarlos des- pués con la respiracién. En iltimo lugar, con la ayuda del Amor sincero que hay en vosotros, tengis que revivir toda la escena negativa para transmutarla alquimicamente en un acontecimiento nuevo més positi- vo, més bello y mas amoroso. Con la alquimia mental habréis sustitui do una idea habitual negativa por otra mejor, por un mayor bienestar. Cualquiera que sea vuestro problema, tanto si se trata de una enfer- medad, de un peligro moral, de una depresién o de un insomnio, la ‘nica manera verdadera de liberar la mente de las fuentes que han he- cho nacer estos problemas es reemplazar estos pensamientos insanos La alquimia mental : i alli donde se encuentren, por una forma de pensamiento mejor. Auique no resulte perfecta, si mejora en algo el aspecto de las cosas, siempre sera un primer paso hacia la manifestacién de un bien mayor para voso- tos y para todos los que comparten vuestra existencia con vosotros. El medio més seguro para encontrar la solucién es sumergirse en el interior de si mismo con la meditacién y el andlisis de si y someterse después a la vocecita de Ia conciencia, Cuando se hace esto con sinceri- dad y conel fin de manifestar el Amor verdadero, algunos estados ma- teriales os parecerdin menos importantes y graves. Lo esencial es devol- vera las cosas naturales su valor real y limitado, dar a la consciencia toda su razon y, sobre todo, dar al Ser toda la energia de la vida para que, por ‘Amor, pueda ser Ilevado a nuestros hermanos humanos y elevarse por encima de los problemas y la miseria del mundo, En resumen, el estrés es un medio excelente para conocerse a si mismo. Epflogo La desconfianza Si hubiese que crear un término a modo de colofén, una palabra que pudiese ayudaradominarelestrés, ésta serfa seguramente la palabra ades- confianzay. Ni el término «duda» ni la expresién «falta de confianza» son suficientes para de‘inir el estado concreto que queremos describir para terminar. Muchas personas estan en un estado de duda, o sea, cues- tionan la verdad de una ley o de un principio y, al hacerlo, rechazan su aplicacién. A otras personas les falta confianza, o sea, no tienen un gra- do suficiente de confiarza, sin que se sepa por ello lo que este término, «confianza», quiere decir en este caso. El hecho de que falte algo impide que se tenga una imagen suficiente para calificar este estado. La desconfianza seria el término que da con mayor realismo una medida correcta de lo que se quiere decir con eso, o sea que, lo mismo gue sc habla de impaciencia, se deberiz hablar de desconfianza. La im- paciencia es no tener paciencia en absoluto; la desconfianza es no tener ninguna idea de lo que puede representar la confianza, En los dos casos, de impaciencia y de desconfianza, hay como una especie de ignorancia de lo que significan la paciencia y la confianza. Mientras no se ha vivido interiormente algo, se esta en la ignorancia de ello. Por eso, mientras no se ha vivido en un estado perfecto de con- fianza, se ignora por completo lo que significa este término; no se vive en confianza y, por consiguiente, se esta privado de esta capacidad y se puede decir que se estd en la ignorancia. Ante lo césmico, la mayoria de La desconfianza ne la gente estd en la desconfianza, no por falta de fe, sino por ignorancia, Ignoran las leyes y, en realidad, no pueden aplicarlas. Estén en la des- confianza total de Ia eficacia de estas leyes. Entre estas leyes y estos principios hemos dicho que el ser humano tiene su propio libre albedrio para decidir su conducta. Decir que es el estrés o las condiciones exteriores lo que produce reacciones negativas, pensamientos o actos negativos, es verdad hasta cierto punto. Es verdad en los seres débiles, inconstantes o ingenuos; pero esto no puede ser una excusa para tener una mala conducta. Con mucha frecuencia la justicia humana tiende a calificar de locura algu- nos actos homicidas 0 algunas conductas abusivas. En tal caso, hay que condenar cualquier acto negativo y decir que, cada vez que digamos ‘una palabra maligna o mala, que dejemos emanar de nuestra conscien- cia pensamientos de rencor 0 destructivos, que hagamos cosas que pue- dan perjudicar a los demas, actuamos como locos y homicidas. Seria mis justo decir que hemos cedido ante el lado malo de nuestra naturaleza y que hemos estado en la desconfianza. Esta se manifiesta cada vez que tenemos una incitacién positiva a hacer el bien, como, por ejemplo, ayudar a los demas, servir a una causa noble, ser afectuoso, bueno, amable y caritativo, y no hacemos caso a la voz interior que nos recomienda esa conducta. Esto quiere decir que no tenemos ninguna confianza y que pensamos que, por ejemplo, hacer el bien es como des- prendemos de un derecho que sélo nosotros recibimos y nadie més. “sta desconfianza produce egoismo, indiferencia y desprecio. Esta des- confianza es lo mas terrible, ya que produce el peor distrés, el que sien- te nuestra alma cada vez que no puede manifestarse en nosotros la luz. Esta descripcién de la desconfianza va a servir de conclusién a esta obra. La recomendacién que se podria hacer al lector seria; mantened la confianza en todo momento, renovadla en vuestro maestro interior, en la vocecilla positiva de vuestra consciencia. Bendecidla sin cesar para manifestar cada vez més paz y Amor sobre esta Tierra y alrededor de vosotros, en vuestros allegados y en vuestros hermanos los hombres. Una aplicaci6n prdctica El mayor problema de nuestra época esté en que la gente est abru- mada por circunstaneias negativas, y estas circunstancias limitan su exis- tencia y dificultan sus relaciones con el entomo. Bstas circunstancias negativas son faciles de reconocer. Lo mismo que hemos dicho en el caso de la desconfianza, son todas las situaciones que empiezan con los prefijos latinos “in”, “im” o “des”, como intolerancia, impaciencia, in- satisfaccién, descortesfa, inconsciencia. Estos prefijos representan lo negativo y dan, por tanto, una idea de pensamientos 0 emociones nega- tivas que, todas ellas, conducen al distrés, ya que se oponen a la energia de la vida. Deberiamos tenet las cuslidades que este prefijo “in” hace negativas. Es la falta de tolerancia, de paciencia, de satisfaccién, de cortesia o de consciencia lo que hace que los seres humanos se dejen arrastrar por el distrés. En vez de esto, deberian vivir tnicamente con tolerancia, paciencia, satisfaccién. De todo lo expuesto, se puede deducir un ejercicio muy ficil. Pon- gase todos los dias como objetivo Ia tarea de manifestar lo contrario positivo de las condiciones caracterizadas por una palabra que empieza por “in”, “im”. Autométicamente estar acercéndose a un estado que hemos definido como eustrés, un estado de salud interior, y habré recu- perado un estado positive, Manteniendo esta misma idea, habré logra- do usted poco a poco los estados cuyo negativo inverso empieza por “dis” 0 “des”. Piense en el desorden, la discordia o el distrés, que hacen que nazcan en nosotros las situaciones que empiezan por “in” 0 por “im”, y trate de luchar todos los dfas contra uno de estos desérdenes. Péngase todas las mafianas como objetivo vencer mentalmente un obs- ticulo, sacando en un diccionario la lista de las palabras que empiezan por “in”. ;Se sorprenderé al ver tantas causas posibles de distrés! Una aplicaci6n practica 15 Para ayudar al lector a aplicar los términos del epilogo, presentamos una lista de palabras escogidas, cuya cualidad negativa se manifiesta por los prefijos latinos negativos "des", "in" o "im". Con esto ponemos ‘como objetivo el dominio del estrés y de las condiciones distresantes, manifestando su aspecto esencialmente positive — desaplicado aplicado — desconacido conocido: ~ desconsiderado considerado ~ descortés: cortés: = desigual igual — desorganizado organizado — impaciente paciente — imperfecto perfecto — implacable aplaceble — impreciso preciso — imprevisor previsor — improductivo productive ~ imprudente prudente — impuro puro ~ inabordable abordable ~ inaceesible accesible ~ inaceptable aceptable ~ inactividad actividad ~ inadaptado adaptado ~ inadmisible admisible ~ inamovible amovible — inanimado animado ~ inapreciable apreciable — inaudible audible 6 El estrés y el descubrimiento de sf mismo — incapaz ~ incierto ineivilizable — inclemente incoherente — incémodo — incompatible ~ incompetente — incompleto inconfesable — inconsecuente ~ inconsistente inconstante inconveniente incorrecto ~ increado — ineréculo increible — inculto — incumplimiento incurable — indecente indefinido — indeseable indigesto indirecto indiseiplinado — indiscreto indisponible ineficaz inepto capaz cierto civilizable clemente coherente cémodo compatible competente completo confesable consecuente consistente constante conveniente correcto creado crédulo creible culto cumplimiento curable decente definido deseable digesto directo disciplinado discreto disponible eficaz apto Una aplicacion practica — inevitable = inexcusable ~ inexcusado — inexperto ~ inexplicable — infecundo ~ infiel infructuoso — inhdbil = inhospitalario — inhumano ~ ininteligible — inmaduro — inmodesto ~ inmoral ~ inobservable ~ inoperativo ~ inoportuno — insatisfecho — insensato — insensible — insignificante ~ insuficiente — intolerable — intransigente - intratable = instil — inutilizable ~ invalido — inverosimil — involuntario 7 evitable excusable excusado: experto explicable fecundo fiel fructuoso habil hospitalario humano inteligible maduro modesto moral observable operativo oportuno satisfecho sensato sensible significante suficiente tolerable transigente tratable ‘itil utilizable valido verosimil voluntario Obras en preparacién COLECCION ROSA-CRUZ El dominio del destino, con los ciclos de la vida Harvey Spencer Lewis Un panorama completo ¢ interesante de los ei- clos cosmicos que actian sobre todos los seres En vos confio Revisado por Sri Ramatherio Manuserito descubierto en el Tibet en el S. xvi, atribuido @ Akhenston el faraén que fund® una Oden cuyas ensefanzas han sido perpetuadas has- ta nuestros dias por la A.M.O.R.C. Aclara muchos aspectos de la naturaleza del hombre El santuario interior Ralph Maxwell Lewis Ralph M. Lewis, que fue Imperator de la A.M.O.R.C. de 1939 a 1987, expone las etapas de {a evolucion mistica, con experiencias terrenales y las reflexiones que éstas suseitan sobre Dios, el Ser, el deseo, Ia muerte, el karma, COLECCION MARTINISTA Saint-Martin, el filésofo desconocido M. Matter {sQuiién fue Louis-Claude de Saint-Martin? .C les fueron las etapas de su vida social y mistica? El estudio mas completo sobre el Filésofo desconoci= do, de gran interés para los estudiantes del Marti- ElSepher Yezirah, el libro dela creacién Anénimo Ensayo metafisico considerado el primer libro cen lengua hebrea. Su autor (0 autores) consideran el acto creador original como la voluntad del Dios Unico, DIFUSION TRADICIONAL Cémo hacerse alquimista F, Jollivet-Castellot Segiin Jollivet Castellot, “La Alquimia no te aportaré fortuna personal; te dard una fortuna mis duradera, una fortuna que la desgracia no podra twuncar: Ta fortune espiritual ee Se puede definir el estrés a la luz de los conocimientos tra- dicionales. De este modo, sirve de punto de partida para una investigacién interior que puede Ilevar al descubrimicnto de sf mismo. Los trabajos del Consejo Internacional de la Investi- gacién Rosacruz han permitido concretar la relacién que-exis- te entre nuestra salud y el estrés. Por otro lado, ensefian a do- minar el estrés con la practica de algunos principios esotéricos relacionados con la relajacién, la visualizacién y Ia alquimia mental.

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