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Uiteraavra Goropen FF Havana I, Soledad sin espejismos aa Toam curren ipfelicidad y titanismo v7 ARO ecu sali XIK Giacomo Lop ae 0 tbiminos mas absolutes la soledad de lt Inirospescion det propia Yn tn "lkimos refugios” desde los cuales hacer Frente tkxempetar una fancies 2, un espalism Espelismo es, presisamente, Jo ae nega Leo pardh Si hubiera que deine en pocas palabras ia evolucion Gesu pensamiente pottico, quia el de una andadu sy Contra aquellos seria Ia afirmacion mas aproximada emp bis ad, tampoco deja de enirever, muchas veces contra sus propias convicciones pasionales, la ausencia de felicidad de tun pasado —el de la Antiguedad clsica, su gran punto de feferencia— cuya invocacién, aunque le provoca afioranza, le descubre una tragiidad extrema. Para Leopardi la histo ria de los hombres ha sido un continuo dotarse de idotos consoladores bajo los que ocultar su soledad y entiende que Su mision ante estos idolos es derribarlos. De abi que la evo- lucién intelectual del poeta marche al unisono eon un itine rario premeditadamente iconoclasia y que sti maduree pot Hea ebiteda cow wn aidtaconeiencia de aishiiento en el Universo. Lledo w este punto el hombre yano es medid por lo que eree, sino por su expacidad de vivir sin reer, It lia y fa més heroics de rodas as ereencias, Es sabido cl eardcterautodidacia y precoz dela cducacién de Leopardi en Recanati, pequena aldea del extado ponti- Ficio, Feudo de su padre el conde Monaldo, En la biblioteca palerna, extremadamente conservadora, pero bien provisia eno tocante aa cultura clsicay ala literatura italiana, de- Sarrolla el poeta su formacién y tambien su aprendizaje eri ico, All, eteado por un mundo que tempranamente fees hos y agobiante, inicia Leopardi su camino de inerroga- siones y rupturas. De hecho cuando en 1815, todavia ado. lesoente, scribe *'Saggi sopra ali errori popoiaricogl ant chi” e posta se halla ya familiariaada con fa literatura del Renacimiento, particuarmente con Torquato Tasso, y con Blgunas obras antiguas que le seran decisivas como "Vita Plotini” de Porfirio, cuys tcaduccién reaiza, y las “Vi das.” de Didgenes Laereo. La ingenuidad del eserito, Ne no, de referencias erualtas, sino resquebraja todavia et ri ‘iertas dudasleopardianas sobre una hipottiea cancion entre Religiin y Rezo Cuando, en julio de 1817, Leopardi inicta el “Zibaldone dei Pensiri™” —aiario intelectual 4 exitencial que se pro- longa hasta diciembre de 1822— cal concliacién es tenida 2 por imposible. El poeta ha ampliado y profundizado su co- hcimienco dela cultura clsica, en especial de la épica. Ca letra —y'tradueciones parciales—~ de la ‘*Tianoma- qui” de Hesiodo, la "Odisea” de Homero y la “Enel dda" de Virgilio le otorga la confirmacién, ya nunca abando- ‘nada, dela superioridad del espiritu antiguo sobre el espe tw moderna. De otra parte, también contra este cltimo, Leopardi secede a obras eruciales en la formacion de ia sen: sibilidad romantica europea como tos “Night thoughts” de Young, los “Cantos de Ossian", el "Werther" de Goethe y los esertos de Alfieri y Féxcolo. La tensi6n entre tres ideas, Retain, Razdn y Naturales, esi en lx base del repudio de Leopardi a" su propia epoca. y del inicio de la "erisis Tilosoriea’” que, en fos anos sueesives, le levaré a su con epeién defintiva del hombce y del mundo. De estas (es ideas s6lo la de Noturalezaresistiré alg tiempo al martillo leopardiano, Prontamente desilusionada de ta conclencia regio —desilusion que, como se veri, extiende a todo espirituals- ‘mo— Leopardi no deja de intentar, aunque por poco tiempo y'de un modo muy peculiar, la slvaguardie de la Razén. Y thio probablemente guarde relacion con el diferente acceso al “alma romantica” de la «radicion italiana respecto a tras europeas, Alemanes € inleses llegan a ella mediante ‘ona Furiosa denuncia de as herenciasilustradas yracionalis- tas. La mejor savia del Romanticisma italiano —Alfier Foscolo, Leopardi— no descarta con tanta vehemencia es” <8 nutriciones y nunca reniegs de aquelia otra, justamente ‘onsiderada como propia, procedente del Humanisma rena cesta. Pero Ios resultados en Leopardi no son muy distin 4 del Hlumanismo encuentra sueallegn sin salida en Ta tm perfectay limitads condicion del hombre; fa Razén llevada {sus extremos limites muesta la sinraz6n de los que viven Ge lia como inca fuente de conacimiento. ‘Bn Italia la ausencia de un dealjsmo filos6fieo’, verte- B brado al estilo lemdn, hace mas compleia Ia relacign entre los romanticos y las ideologias del Siglo de las Luces, y de hecho Leopardi, frente @ aguél, es deididamente mates lista, Del mismo modo & de diel aplicacion ef antagonis to goethiano ~-ya erroneo rexpecta a Alemania entre "elisico" y "romantico". £1 "Discorse di un italiano intor- no ala poesia romantics", esrito por Leopardi en 1818, es tlocuente a este respecta, Dues se trata de una defensa em rentemente romintia dela radicinelisica frente a cali cativo ‘‘roméntico” aplicado a la poesia de su época. En fpariencia puede parecer paradojco, pero es sumamente oherentes se tiene en cuenta que la corrupeion erica del término "romantica" —en contraposicion a “ldsico"—, ademas de ser una importante Fuente de confusion, ha des Viruade el fundamento esto del Romanticism. Leopar Gino hace sino reiterar lo que es manifesto en pocies como ‘Shelley, Keats, Holderlin o Vigny" el alma romantica” no se caracteriza por su contraposicion ala cultura y al tance tlasicos —de los que partielpa con mayor intensidad que la Tieratura neoelisca al recongcer junto a su atarax ieos—, sino por el modo dis. el hombre’y, consecuente- mente, por la nueva misién que adquire la conciencia alls En el “Discorso dj un italiano..." al tiempo que denun- cia fa contextura inteletual de sn pdes, Leopard resecan= ta detiniivamente por una potica romBnies sl dar provi Teneia a la imaginacién como principal poteneia sustenta- dra del proceso esético. A partir de este momento su des tonfianza en los Frutos de Ja Razdn va en aumento y en las, Déginas del “Zibaldone...” expone en numerosas ocesiones Ta Servidumbre que aquéllaprovoca vente ala fuerza leva dora de la imaginacign (“Zib.”, 1830). Sila Razin ya n0 le fitve como camino de acceso ala belleza también entran en tris os eredosracionalistas ant el conocimiato y la soci dad, De un lado, de acuerdo con postulados asimismo r0- tmanticos, Leopardi se incling exds vez més por una apcion “ ‘ontolépica subjtivista en Ia relacidn entre el hombre’ y Ia Yerdaul: de otro tal ver influido por las posiciones radiates, de Alfieri y Péscolo —"la eterna guerra de los indivi ‘duos’, el poeta se convence de la imposbilidad de una canformucién arménica de la sociedad y del combate sin Tregua con que ésia se enfrente alos hombres, Realidad y ‘verlag, sociedad e individuo sehacen incompatibes, Impl cable despojador de sus propios ideales, Leopardi ya'no ‘pone Razdn a Religin sino que se muestra ireconciiable fon abas, El rechaza de la posibiidad de un “orden te str’, tas haberse negado a acepiar el “orden celeste", bre defnitivamentela puerta del pesimismo leopardiano Cuando en la primera mitad del ato 1822, con desusada celeridad, excribe cuatro de sus “cantos” ideolégicamente ide significativos (“Alla primavera”, “*Bruro Minore™, ‘Ulimo canto-di Saffo", "Inno ai Patriarchi™) Leopard! parece haber determinade ya los rsgos mas caractersticos td su pensamiento maduro: negacion de todo espiritlis- fo, asaciablidad del ser, infelicdad innate del hombre, Dreponderancia de la vatuntad sobre las dems fuerzas hu zanas, superioridad del “estado natural". los veinticua {to aflos el posta ha llegado, & vavés de dolorosas renuncias, ¥ temerarios desvelamientos, al umbral de la soledad exis: feneal. Pero adn cuenta eon wn puente hacia la consol ‘ibn, la Naturaleca, cl mismo que como sensacign 0 como miifcacin es comin ala mayoria de los poctas romani Sin embargo, tambign éste es destruido por Leopardi. A partir de 1824, periodo en que nica as “Operette moral Er pocta desarbola su propia imagen de la Narurofeca com Tuerza benefactora y cobijo omnipresent. Si hasta entonces hi sido la trinchera maravilloseen la que et hombre se per- trechaba frente al asedio de las Tuerzas externas —asedio ‘que Religion y Rezén, con sus espejsmos, no hacian sino feentuar—, ahora la Naruroleza se convierteen la personif tacign suprema de esas fuerzas. El pesimismo leopardiano 1s deja de ser histbrico para convertrse en ebsmico, El destino infelz dl sec humano ya no se basa tan slo en su esencia imperfecta, sino que ese producto de una hosiidad tir 8, universal y perpetua. A partir de este momenta un con Flcta impregna toda la obra de Leopardi: el que hace en ‘rentar contra aquel destino ala voluntad solitaria y desu dedet hombre. ° Il. El “‘legado”’ de Platon Para sopara fa eoneieneka det hombre occidental se ha- lw obnubiluda por la idea de sofgeidn. Exeelente conoce- ‘dor de los Antiguos, su vision de Grecia esa ya desprovista dela interesada ingenuidad neoelisiea y aun manteniendo polticamente el mito de Ia "Edad de Oro”, el sentido que Este adguiers es para El bien diverso— no esun ideal estado de semonia sino uns distinva aetitud de los hombres lo que tonstituye el atibuto imperecedero del mundo antigua. El Sentado natural” que Leopardi identifica con algunos mo- imentos de la historia griesa —y también, aunque més mat Zadamente, con la Roma republicane—, lejos de er una elé- fea combinacion de lo humano y lo diving en un escenario freidico, es por encima de todo una especfica concepcién del hombre de si mismo. Frente alos espiritualismos orien- {ales el "hombre omeria”” se caracteria por su monismo materialist: ninguna esis afecta ala integridad desu ser {ys existencia aleanza una notable vnidad con la Natura- leza, Todavia no se ha introduc en la simiente dela dis- srepacion y su pensamiento (anscurre dnicamente en fun= fin de su vida, uy Twente es la propia Naturalezay cuyo media ex In acelin. Su superioridad, sein eseribe Leopardi fen el "Zipaldone” (6de mayo de 1821) "es consecuencia ne ‘eesara dl predominio dela naruralezaentcelos Aniiguos, {desu eseasainfluencia en los hombres modernos; de lana ‘uraleea deriva el hacer: y el dar une vida, una realidad, un erpo visible, una forma sensible, une actin al pens siento mismo". La energeia es, por lo canto, la consecuen- ” cla ye asgodistintivo del hombre del “estado natural” En a opinion det posta de Recanat a historia dea civil zacign oeidenil ha sdo edcada sobre las rlnes de este tno natural Ene indo amigo, Religion y Razon ‘aban en concordanea con la Naturaleza yen definitive ‘on Mlraceey a hombre poxeror ha gomado y des fala tau tance de aqua. Esa tei es tell en humerarasorasones et la poesia y la prox de Leopah feiuirend al ver su mde acaba ormulacin en algunas “SOperette” como eh "Diloge de fa Natwralra yun Al mma (pag 58) en "Dislogo de Patino y Porto" G 31. £tCrstanismo esl eran vimonto de aiqulason Gel“enad nulal 60 anes hore. Lt seusaion Sntirstana de Leopard es despiadaday constant, Para in religion crisina & el gran monumento que los hombres ‘han dedicado el autoengato dela sufvorion ha susttuldo, Ademds, el principio vital dela accion, propio del antiguo flego, por una moral debiltadora de In da. Energet y Sateen son trminos avagonicos: "Hay que infer vee! fistanimo na tornado nasi al hombre reduciendolo Ser contemplavo..” ab." 30 sep 1820). B espe ino eristano desira a fos hombre de su propia exten Ga'socavando sv eapacidad de pensamicnto y de pasion: S'Los Antiguos supontan que lor musrtas no Tenian oles persnmlenos que fos relacionados gn ts tends de eta ary erencrda dena hao foros sina $ se eatiocan oe egraan sein st haan gor o> Fed on esta parte, ce manera que, segin elo, ete mundo raf paria dels hombres, oea vide un exo, con- trai que los crtianas” (230%, 29 sept 1820). La eon tlardn de Leopardi respesto a Jareliion equ ha side Sducado es demoledora:"be mod gus puede dese) Gus el Cisanieme ha contibuido, no poco, desta Io fat, rande, vivo ycambiance de este mundo..." ("Zi 30sept. 1820). [No obstante, ef andi leopardiano busca rales més all ie {el Cristinismo, J deeadencia del hombres inca com la devadencia gricga ¥ una filosota, a de Plaén, est en el brigen 0, dadh no aclrada por el poeta, esl refiejo— de Sql, En exe sentido es eloeventecomprobar como Leo- pardiadsianta fers similares alas que, east medio siglo des pcs, Ncwsche formulard en El origen de la tagedia eatin ambos autores una eesuradecisiva marca el viaje del Pensamiento helleo, Solo el protagonsta de esta eesura aria entre ellos, crates para Nietzsche, Plton para Leo: pals pero las consecuenlas son fos mismast en Ios dos ea fs se Fes aribuye fa desartewlacion del “hombre home fico" al como ineletualmente se halla plasmado en Ia Epica» fa Irie areieas, en fa Mlosofia presoerieny en la tragedia La actiud de Leopardi ance Platén es, hasta cierto punto, conteadicloria pes nunca deja de sentiseCascinado por lt Drofundidad y bellea iteraria de su obra ('sommo © per- Fato essempio di beisima prose”), Pero, pore contrary Surechaco ileologico es etectente.Inelso antes de una lec tore desta de Platon, inilada sitematicamentea partir de 1823, Leopardi desconfia de la doctsna platinica de las ‘ideas prexistentes”, Con posteioridad, & medida que va ‘madurando #0 pensamiento fosafio, el poeta cesponsabi Tata Paton de Ta Tiguidacion del “estado natural” ye orga la pateridad tedriea del corpus cristiano. La crtica FRopardiana ec dobles por un lado denuncia ia sustitueion tiainonisng antiguo mediante fa iniroduceion de fx die Fide entee et cucri yet alma con el subsiguenteearixir Timor ds esa Ukimas por oro, rechaza ia inversion oto: ibgica eontenida en fas “seminseencasplatnias”, por 10 (toc supone de renuncia de a dimension seasitica del cuer ve ‘Al contraro del pensamigato griego anterior, la Filosofia platonicaeoloca al hombre “contra natura" os Antiguos {xtaban abiuadosaerer, sgn [a ensenanca de a natura igen, ue las cons eran cosas yn sombras cin de las sentencias de Bruto y Teotrasto cereanos a la muerte”). Derruids la unidad del ser, reducido el cuerpo a Ser feel del slma, perddos el vinculo y le conflanca con fa Naturaleza, el hombre postplaténio es, para Leopardi, un hombre sin identidad. La energta el principio de a aclén, han sido arrinconadas y fa vida ha dejado de orientarse con Ja mirada Mijaen la sabiduria de la tierra para extaviarseen In contemplacign de eielaspreexistente ouliraterrenos, Pe: fae “hombre homérieo" su existencia tenia un valor abs0- Io y era Ia fuente Gniea de su entusiasmo y de eu gris Frente a ello Platén enajens al hombre de su eumbo nal vylo sume en un camino de expiacion que aaticipa el casti¢0

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