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1. Concepto de sociologia y de «significado» dela accién social BIBLIOTECA Llamamos sociologia aqui a la ciencia que quiere comprender la accién social mediante una interpre- tacién de la misma, explicando por esa via la causa de surealizacién y de sus efectos, Llamamos «accién» al comportamiento humano (sea la realizacién de algo exterior o de algo interno, una omisiOn o no impedir que algo pase) en la medida en que el agente o los agentes asocien a aquel comportamiento un signifi- cado subjetivo. ¥ lamamos accién «social» a aquel comportamiento en el que el significado que el agen- te o los agentes le asocian esté referido al comporta- miento de 0170s, siendo este tiltimo por el que se guia el comportamiento de aquéllos. « * CconcEOss9c0L09I08FUNEAMERTALES A) Fundamentos metodolégicos 1. «Significador («sentido») quiere decir aqui dos cosas 4) El significado pensado realmente por el sujeto en un ‘caso concreto determinado o el significado pensado subje- tivamente por un niimero determinado de agentes ~por término medio 0 aproximadamente~; b) el sentido pensado realmente por uno o por varios agentes conceptualizados como agentes-tipo dentro de una construccién conceptual pura, Significado no quiere decir aqui el significado «verdadero» en términos metafiscos ni tampoco el significado objetiva- ‘mente «corrector. Ahi reside precisamente la diferencia entre las ciencias empiricas dela accién -la sociologia y la histo- ria las ciencias dogmiticas ~el derecho, la logica la ética, la estética-, en que estas tiltimas quieren investigar en sus ‘materias respectivas el significado «correcto» o el significa- do «validon. 2, La frontera entre una accién dotada de significado y un me- ro comportamiento mecénico que no lleva asociado un sig- nificado pensado por el sujeto es muy abil. Una parte muy considerable del comportamiento relevante desde el punto de vista sociol6gico esta en el limite entre ambos comporta- mientos: por ejemplo, la accién puramente tradicional (véase mas abajo). En algunos fenémenos psicofisicos no existe una accién dotada de significado, es decir, no existe tuna accién susceptible de ser comprendida, y en algunos ‘otros hechos s6lo resulta «comprensible» para el experto. Los acontecimientos misticos, que no son comunicables adecuadamente con palabras, no pueden ser comprendidos por quien no tenga acceso a esas experiencias. Pero, por ‘otro lado, para poder comprender una accién no se requie- re que uno tenga la capacidad de producir él mismo una 1. eONcerTO PESOGOLOGIAY BE SAMEADO. DELAACION SOCAL a accién de la misma naturaleza: «no se necesita ser César para comprender a César». Una buena capacidad para «re- crear» una experiencia es importante para que sea verosimil Ja comprensidn de la accién, pero no es una condicién abso- uta para poder interpretar su significado, Los elementos de tn acontecimiento que pueden ser comprendidos y los que no son susceptibles de ser comprendidos estén frecuente- ‘mente unidos y mezelados. 3. La interpretacién del significado aspira, como la ciencia en general, a alcanzar sevidencia». La evidencia en la con prension de una accién puede ser: a) evidencia de carécter racional (y, dentro de ésta, légica 0 matemitica) 0 b) evi dencia de una recreacién “empatica (emocional, artistica). Hay evidencia racional en el émbito de la accién, sobre todo, cuando logramos una comprensién intelectual dara e {integra de los motivos subjetivos de esa accidn, Hay eviden- cia empatica sobre una accién cuando logramos recrear el contexto de ls sentimientos en el que se vivié esa accién EI nivel mas elevado de comprension racional, es deci, tun conocimiento intelectual claro einmediato del significa- do, lo tienen sobre todo las relaciones contenidas en los enunciados matemiéticos o en los enunciados Iogicos. No- sotros comprendemos con total claridad lo que significa lé- gicamente el enunciado 2 x2 = 4 0 el teorema de Pitégoras cuando alguien lo emplea en su pensamiento o argumenta- ién, o cuando alguien, siguiendo los usos de nuestro pen- samiento, llega «correctamente» @ una conclusién logica. Comprendemos igualmente a quien, partiendo de «datos empiricos» que consideramos «conocidosy y de determina- dos fines dados, deduce consecuenciasclaras sobre los «me- ios» a utilizar, atendiendo a lo que conocemos por la expe- riencia. La comprensién de semejante accion que esté dirigida racionalmente a conseguir un fin posee el nivel 2 concerossocoLoctcostusmsieTalss maximo de evidencia ~para comprender los medios em- pleados-. Con una evidencia no igual, aunque suficiente ppara_nuestras necesidades explicativas, comprendemos también los «errores» ~incluyendo aqui el «error de plan- teamiento del problema>-, a los que podemos acceder no- sotras mismos o cuyo surgimiento puede ser (re)creado ‘empaticamente. No tenemos capacidad para comprender con total eviden- «ia, por el contrario, algunos «valores» o «fines» ltimos por Jos que se guian las acciones de una persona, como muestra Ja experiencia, Aunque en algunas ocasiones los podaimas co- tlectualmente, sin embargo, y por otra parte, nos resultard tanto mas dificil comprenderlos reeredndolos empé- ticamente con la imaginacion cuanto mds alejados estén de ‘nuestros propios valores timos. Segtin al caso, tendremos que conformarnos con conocerlos inteectualmente os flla- ra incluso esto, tendremos que tomarlos simplemente como datos e intentar comprender el desarrollo de la accién por ellos motivada con To que hayamos podido interpretar inte- Jectualmente y con lo que hayamos podido recrear de mane- 1a aproximada a través de la empatfa, En esta situacién se encuentran, por ejemplo, muchas de las acciones realizadas Por virtuosos religiosos o por filéntropos para quien no esté familiarizado con ella Es la misma situacién en la que se encuentra respecto a las convicciones racionalistas (adere- chos humanos») quien denigra radicalmente estas pautas de conducta. Los sentimientos espontineos y ls reacciones irracionales erivadas de ellos ~irracionales desde el punto de vista de tuna accién racional que considera la accién como un me- dio para conseguir un resultado—los podemos recrear emo- cionalmente con una evidencia tanto mayor cuanto mejor conozcamos nosotros mismos esos sentimientos (el miedo, Ja célera, la ambicién, la envidia, la admiracién, el orgull, la sed de venganza, la veneracién, la entrega, ls impulsos de 1. CONGHITO DE SOCOLOGA DE SENCADO. BELA ACCC SOCIAL mB toda indole). Pero, en cualquier caso, aunque es0s senti- mientos superen nuestras propias posibilidades, podemos comprender su significado empaticamente y dar cuenta in- telectualmente de los efectos de esos sentimientos sobre la direccion y los medios dela accion. El andliss cientifico que opera con la construccién de ti- ‘pos investiga y explica todos estos elementos irracionales del comportamiento, generados por los sentimientos y que afec- tanallaaccién, como una adesviacién» respecto al desarrollo de la accién construido segin la racionalidad que considera laaccién como un medio para conseguir un fin, Por ejemplo, cen la explicacion de un fernémeno de «panico bursitis se es- tablece primero emo se habria desarrollado la accién sin la influencia de esos sentimientos irracionales y luego se regis- tran esos elementos irracionales como «alteraciones» de ese desarrollo, Dela misma manera, en una acciéa politica © mi- liar se establece primeramente el esquema racional de c6mo hhabria discurrido la accion si se hubiera tenido un conoci- rmiento completo de todas las circunstancias y de las inten- ciones de los agentes participantes y si se hubiera realizado tuna eleccién estrictamente racional de los medios a emplear de acuerdo con el conocimiento de la experiencia que nos parece vilida-. S6lo asi resulta posible imputar causalmente las desviaciones respecto a ese esquema a los elementos irra- cionales que las hayan generado. Por tanto, la construccién en estos casos cle una accién estritamente racional como un tipo («tipo ideal») le sirve a la sociologia, en virtud de Ja dlaridad racional y de la evident inteligibilidad del tipo, pata comprender las acciones reales, inluidas por elementos itracionales de toda clase (pasiones,erores), como una «dles- vviacién» del desarrollo que cabria esperar en un comporta- ‘miento puramente racional. Eneeste sentido, solo por esta finalidad metodol6gica, es sracionalista» el método de la sociologia «comprensiva. Pero este procedimiento no debe entenderse como un pre- 7” contcerossoczaccoros SEAMENTALES juicio racionalista de la sociologia, sino simplemente como tun instrumento metodligco No debe interpreta; por tanto, que yo crea en un predominio efectivo de lo racional hla vida, Ahora no vamos a dese mada sobre el ema de hasta qué punto la accién rea! esté caracterizada 0 no esta caracterizada por consideraciones racionales. (No se puede negar el peligro que existe de interpretaciones racionalistas cen lugares incorrectos. Toda la experiencia confirma lamen- tablemente esa realidad.) 4, ‘Todas las ciencias de la accién consideran las cosas y los hechos desprovistos de significado como ocasién o resulta do de las acciones humanas o como un obstéculo o una ayuda para elas. Desprovisto de significado» no es lo mis- ‘mo que «no humano» 0 «no vidav. Cualquier artefacto, na maquina» por ejemplo, sélo puede comprenderse ¢ inter- pretarse desde el significado que, de entre los muchos y dis- tintos objetivos posibles, la accién humana le dio (0 quiso darle) ala produccién y al uso de artefacto de entre los mu- hos y distintos objetivos posibles. Sin esta referencia al sig- nificado, el artefacto resulta totalmente incomprensible. L {que se puede comprender de esa cosa es, por tanto, la rela cién que tenga esa cosa con la accién humana, como. un medio» 0 como un ein que el agente 0 los agentes pre tendian y por el que guiaban su acci6n, S6lo con estas cate- gorias puede tener ugar la comprensién de esos objetos. Los hechos o situaciones sin un significado ~sean humanos ‘oo humans, con vida o sin vida continuarin estando desprovistos de sentido en cuanto no se presenten en una relacién de «medio» ode «fin» con la accibn siendo simple~ mente ocasién u obstéculo o ayuda de la accién misma, La inundacién de la region de Dollart a finales del siglo xu tuvo ((quizés!) una significacién ehistérica» como desencade- nante de ciertos movimientos migratorios de considerable trascendencia histérica. Las muertes y el ciclo de la vida en ‘general ~desde el desamparo de los nitios hasta el de los an- o de otras winstituciones» s6lo se refiere con esos ‘conceptos a a realizacién de una accién social por varios in- dividuos, oa una accién social construida como wna accién posible, La sociologia, por tanto les atribuye un sentido to- talmente diferente del que tienen los conceptosjuridicos que «lla misma utiliza por estar ya acufiados y por su precisién. ’b) En segundo lugar, la interpretacién de la accién tiene ‘que tomar nota del hecho fundamental de que esos concep- tos colectivos del pensamiento cotidiano o del pensamiento juridico (o de cualquier otra especialidad) son ideas de algo 86 conerrtossociovocimos UNRATE aque existe en las mentes de los hombres y por las que los hombres guian sus acciones algo de indole normativa y de {ndole empirica la vez, que existe en la mente de los jueces, de os funcionarios, pero también en la del «piblico»~ Tie ne que tomar nota también del hecho de que esas ideas tie- nen como tales una gran significacién causal en la realiza- cién de las acciones de las personas reales, significacion causal que a menudo es predominante. Tiene especialmente sa significacién causal la idea del deber-ser yla del no-debe- ser. La idea del «Estado» moderno como un conjunto de determinadas acciones colectivas de las personas existe en gran medida porque determinadas personas gufan sus ac- Giones por Ia idea de que el Estado existe o tiene que existi, es decir, por la idea de que los ordenamientos de naturale- za juridica tienen validez. (Sobre esto hablaremos mas tar- de.) Aunque la sociologia eliminara de su terminologia es- tos conceptos del lenguaje usual, que son utilizados no sélo en las normas juridicas sino también para los aconteci Imientos reales (véase la letra a) anterior), y los sustituyera por otros de nueva construccién ~si bien esta tarea serfa muy pedante y prolija-, habria que excluir de este proceso, sin embargo, a este importante fenémeno del Estado. ©) El método de la lamada sociologia «orgénica», cuyo tipo clésico es el ingenioso libro de Schafile Baw und Leben des sozialen Korpers, pretende explicar la accion social colec- tiva partiendo de un «todo» (Ia «economia», por ejemplo). El individuo y su comportamiento son interpretados dentro de «ese «todo» de manera similar a como la fisologia trata el lugar de un «6rgano» corporal en la «economia» del organismo, es deci, desde el punto de vista de la sconservacién» del orga- nismo. (Véase el famoso dicho de un fsiblogo: «& X: el bazo. Del bazo, sefiores mfos, no sabemos nada, (Hasta aqui todo lo del bazo!». En realidad, el fisidlogo en cuestion «sabia» natu- ralmente bastante sobre el bazo: su posicin, su tamafo, su forma, etc. Lo tnico que no podia indicar era su efunciOn», y 1 concrYT DE sOCIOGIAYDE-SONICADO ELA ACCION SOCAL a a esta incapacidad la lamaba eno saber».) No vamos a co- ‘mentar aqui si este tratamiento furcional de las «partes» de tun «todo» es (necesariamente) definitivo en otras disciplinas. Fs sabido que la bioquimica y la biomecanica no quisieran conformarse con eso, Para una sociologiainterpretativa, este tratamiento funcional puede servir para dos cosas. En primer ugar, para una ilustracién préctica y como una guia provi- sional. Para esto puede ser muy ttl y necesario, pero natural- mente puede ser también muy perjudicial si se exagera su falso realismo conceptual y su valor cognoscitivo. En segun do lugar, s6lo este funcionalismo podré ayudarnos en algu- nos casos a encontrar la accién social, que ser importante interpretar para explicar el contexto. Pero en este punto es cuando comienza el trabajo de la sociologia tal como la en- tendemos nosotros aqut. Con las «instituciones sociales» es- tamos en situacién de lograr-a diferencia de lo que lograrnos: con los «organismos>~ algo que va mds alé de la mera cons- tatacin de relaciones y de regularidades («leyes») funciona- les, algo totalmente inaccesible para las wciencias naturales», entendiendo éstas en el sentido de establecer leyes de causali- dad para los hechos y las formas y de «explicar» los hechos individuales a partir de esas leyes. Bse algo més es precisa- ‘mente la «comprensién» del comportamiento de los indivi- duos participantes, pues nosotros no «comprendemoso el ‘comportamiento de las células, por ejemplo, sino que sol mente podemos conocer y establecer sttfuncién segiin las lees que sigue su desarrollo. Esta mayor aportaciGn dela ex- plicacién mediante interpretacién respecto a la explicacién ‘mediante observaciOn paga, por supuesto, el precio del « ricterfragmentario ehipotético de los resultados que se pue- den conseguir mediante la interpretacién. Pero esta éltima «8,0 obstante, lo especifico del conocimiento social6gico. ‘No vamos a comentar aqui hasta qué punto podemos «comprender» 0 no podemos comprender el significado del comportamiento de los animales. Ambas posibilidades son 38 ‘coxcernassetotoctensreusenaes ‘uy inciertas y muy problemiéticas. Tampoco vamos a tratar aquihasta qué punto podria haber teSricamente una sociolo- gia de las relaciones del hombre con los animales, con los do- ‘méstios y con los salvajes (muchos animales «comprenden» o «por significados». Una ima- ¢gen controlable de la psique de estos animales sociales sobre la base dela «comprensidn» del significado de su comporta- rmiento sélo parece aleanzable, incluso como un objetivo ideal, dentro de limites muy estrechos. En todo caso, no cabe esperar que saliera de ahi una «comprensién» de la accién social humana, sino més bien al revés En ese campo se traba- jay tiene que trabajarse, con analogias humanas. Lo que si me 0 ‘concertos soctovoctnsFuNiMMaNTaLs cabe esperar es que estas analogfas sean iiles para plantearla cuestién de cémo hay que valorar, en los estados primitivos de la diferenciacién social humana, el ambito de la diferen- acién instintivo-mecénica en relaci6n con el dmbito de lo ‘comprensible racionalmente y en rélacién también con las realizaciones racionales conscientes. La sociologia comprensi- va tendré evidentemente que tener claro que los primeros tiempos de Tos seres humanos se caracterizan por lo instnti- vyormecinico y que, en los estadios postetiores cle la evolu- cin, sigue estando presente su permanente, y muy decisiva, influencia, Toda la accién «tradicional» y amplios aspectos del ecarismay como germen de la sinfeccién» psiquica y como portador, por tanto de westimulos evolutivos»sociol6- gicos estin muy préximos, con gradaciones imperceptibles,a «estos procesos biolgicos que silo se pueden entender desde el punto de vista bioldgico, y que ni se pueden explicar desde el punto de vista de la motivacion ni se pueden interpretar desde el punto de vista de su significado, o que, en este i ‘mo caso, 6lo se pueden interpretar de manera fragmentar “Todo esto no exime a la sociologia comprensiva de su tarea deaportarlo que slo ella puede aportar,siendo conscientes de Jos estrechos limites en Tos que se encuentra Los distintos trabajos de Othmar Spann -que contienen ‘buenas ideas junto a algunos erroresy que tienen, sobre todo, _argumentos que, por no estar basados en investigaciones em- piricas, forman parte de puros juicios de valor— tienen, sin dduda,razén en acentuar la signficacin previa que tiene esta cuestin funcional para cualquier sociologia, algo que nadie hha puesto seriamente en duda (él le lama a esta cuestion ‘amétodo universalist), Fs cierto que primero tenemos que saber qué accién es funcionalmente importante para la «st- pervivencia» (pero también, y sobre todo, ipara la especific- dad de una cultura!) y para la formacién de una accién social ‘tipo antes de poder plantear la pregunta de cémo llega esa accién a realizarse y qué motivos la generan, Hay que saber | CONCHFTO DE socsoLoCA DE SIGNCADO. BELA ACEION SOCAL or antes que hace un «rey», un «funcionario», un sempresatio», lun «proxeneta», un «mago», es decir, hay que saber primero qué «acciény tipo es importante y se toma en consideracién para el anilisis (pues esta accin es realmente la que le marca «cada uno de ellos como un tipo) antes de poder ira ese ané- lisis (la Wertbezogenteit, en el sentido de Rickert), Pero, por su parte, lo el andlisis aporta lo que la comprensién socio- logica de la accién de los distintos tipos de personas indivi- duales (y slo de estos tipos) puede y debe aportar. En todo caso, hay que eliminar tanto el enorme equivoco de que un ‘método «individualista» signifique una valoracin individua- lista (en cualquiera de sus sentidos posibles) como la opinin ‘de que el caracter inevitablemente racionalista(relativamen- te) dela construccién racional de los conceptossignifique una ‘reencia en el predomtinio de los motivos racionales 0 incluso tuna valoracién positiva del «racionalismo». También una ‘economia socialista tendria que ser comprendida sociolsgica- ‘mente de una manera tan «individualistay ~es decir, desde las acciones de los individuos (de los «funcionatios» tipo que aparecen en ella)— como las operaciones de cambio por parte de la teorfa marginalista, o de algiin otro método «mejor» que se pudiera encontrar, pero queen este punto sera similar Pues el trabajo empirico decisivo siempre empieza con la pregunta de qué motivos han hecho y hacen que los funciona- tos concretos ylos miembros de esta ecomunidad se com- portaran de modo que surgiera esa economia y conte exis- tiendo. La construccién de conceptos funcionales (partiendo de un «todo») s6lo aporta un trabajo previo, cuya utiidad y necesidad es naturalmente indiscutibl, si esté hecha correc- tamente. 10. Las eleyes», como se suele llamar a algunos principios de la sociologia comprensiva ~como, por ejemplo, la ley de Gresham-, son probabilidades tipicas, verificadas mediante oa concerrssoco.ocicos uNSWaNtss la observacién, de que una accién se desarrolle de la mane- ra que cabe esperar si se dan determinados hechos. Esas pto- babilidades pueden ser comprendidas por los motivos-tipo y por el significado-tipo pensado por los sujetos en sus accio- nes. El grado més elevado de comprensién y evidencia se da cuando la probabilidad se refiere aacciones con un desarro- lo tipico observado, en la base de las cuales existan motivos de indole racional-instrumental (o que hayan sido puestos ppor conveniencia en la base de un tipo de accién construido ‘metodolégicamente), y cuando en ese caso la relaciin entre ls medios y el fin es evidente siguiendo principios empiri- «0s. Es el caso de los medios que resultan «inevitables» para ‘poder lograr un fin concreto. En este caso se puede afirmar ue si se actuara con estricta racionalidad, tendria que ac- tuarse de esa manera y no de otra, porque los afectados s6lo disponen, por motivos atéenicos», de estos medios y de nin- sin otro para un fin claramente determinado. Este caso muestra precisamente,al mismo tiempo, que es un error considerar que la psicologia sea el «fandamento» ‘timo de la sociologia comprensiva. Por «psicologfa» en- tiende hoy cada uno una cosa distinta, Algunos objetivos ‘metodolbgicos muy concretos justfican que se establezca tuna separacién entre lo sfisico» ylo «psiquico» para un tra- tamiento cientifico-natural de ciertos procesos, separacién ‘queen este sentido, sin embargo, es ajena alas disciplinas de laaccién, Por supuesto que para la sociologia pueden tener significacion, en algtin caso concreto, los resultados de una ciencia psicoldgica que, con independencia de su método, investigue lo «psiquico» solamente con el método de las ciencias naturales y que, por tanto, no interprete el compor- tamiento humano desde el significado pensado por el sujeto que es algo muy distinto-, de la misma manera que para la sociologia pueden tener significacién igualmente los resul- tados de cualquier otra ciencia, que a menudo la tienen yen una gran medida, Pero la sociologia no tiene una relacién |. CONCHITODESECIOLOGAY OE SeNtREADO. RELA ACTON SOCAL 93 ids estrecha con la psicologia que con las otras disciplinas. E] error proviene del concepto de lo «psiquico», de que «psiquico» es lo que no es «fisico». Pero el significado de un problema aritmético en el que alguien esté pensando no es realmente «psiquico». Consideraciones de indole «psicol6- sca» ni nos hacen mds comprensible en lo mas minimo la reflexin racional de una persona sobre si una accién deter- ‘minada favorece 0 no favorece determinados interesesaten- diendo a las consecuencias que cabe esperar ni tampoco la decisién que esa persona adopte tomanda en cuenta las consecuencias.¥, sin embargo, es sobre estos supuestos racio- rales como construye la sociologia -y la economia politca—la mayoria de sus eleyese, No obstante, en la expicacién sociol6- ica de las irracionalidades de la acci6n, la psicologia com- prensiva puede aportar indudablemente una ayuda muy importante, Pero esto no altera nada el método, 11, La sociologia, como hemos dicho varias veees, construye conceptos-tipo y busca regularidades generales de lo aconte- ido, a diferencia dea historia que aspiraa un andlisisya una imputacién causal de acciones y personalidades individuals, relevantes para la cultura. La construccién de los conceptos socioligicos toma su material paradigmistico, sobre todo, aungue no de manera exclusiva, de acciones también rele- ‘vantes desde el punto de vista de la historia, La sociologia construye sus conceptos y busca sus regularidades también desde este punto de vista es decir, de si pueden contribuir a establecer la imputacién causal de los fenémenos importan- tes para la cultura. Al igual que ocurre en cualquier ciencia generalzadora la peculiaridad de sus abstracciones determi- nna que sus conceptos tengan que ser relativamente vacios res- pecto a la realidad concreta. Lo que en cambio pueden ofre- cer es una claridad acentuada de sus conceptos. Esta daridad acentuada se logra con la méxima «correspondencia en el me —__ oo ‘cancers sete 6108 RINANANTAES significado» posible, tl como pretende hace la construcci6n de los conceptos sociolégicos. sta «correspondencia en el significado» se puede lograr completamente en los conceptos ‘yen las regls racionales (de racionalidad instrumental o de Wertrationalitat). Pero la sociologfa también pretende cono- cer con concepts tedricos provistos de «correspondencia en su significado» fenémenos irracionales (misticos, proféticos, cspirituales, eactivos). En fodos os casos, en los racionales y cn los iracionales, la sociologia se aleja dela realidad y con- tribuye a conocimiento de esa iltima clasificando los fen6- ‘menos hist6ricos mediante la indicacién de la proximidad de étos a alguno o a varios de aquellos conceptos tedticos. El mismo fenémeno histérico puede caracterizarse, por ejem- plo, como «feudal» en algunos de sus elementos, «patrimo- niaby en otros, sburocratico» en otros y scarismtico» en otros elementos distintos. Para que con estas palabras se piiense algo untvoco la sociotogia debe concebir tips «puros» (cideales») de estructuras mentales que contengan tna «o- rrespondencia en el significado» lo més completa posible, precisamente porque no se dan en la realidad en esta forma ‘pura, como tampoco se da en la realidad una reacci6n fsica caleulada bajo la hipotesis de un espacio absolutamente va~ cio. La casuistica sociolbgica slo es posible desde el tipo puro (ideal). Se entiende claramente que la sociologia utiliza ademés, en algunas ocasiones, tips promedio como los tipos estadisticos-empiricos, una forma esta que no necesita nin- ‘guna explicacién metodolégica. Pero cuando la sociologia habla de «tipos» se refiere siempre al tipo ideal, que, por su pparte, puede ser racional o irracional, que casi siempre ¢sra-

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